Download Los investigadores alertan de la pérdida de
Transcript
www.fbbva.es DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN CONVOCATORIA Presentados también los primeros resultados que demuestran el efecto sobre la biodiversidad del ‘cóctel’ de fármacos disueltos en los ríos Los investigadores alertan de la pérdida de caudal de los ríos españoles, con graves efectos sobre su conservación Madrid, 6 de julio de 2011.- El impacto del cambio climático se percibe ya de forma clara en los ríos del planeta, en forma de pérdida de biodiversidad y disminución de caudal. Y en España estos efectos son especialmente graves. La pérdida de caudal en los ríos españoles podría estimarse en el 10% como media, y va en aumento. Los investigadores mencionan entre las causas los embalses, las canalizaciones y los transvases realizados sin tener en cuenta criterios científicos, y planes de regadío no adaptados a los recursos hídricos actuales ni a las previsiones sobre los impactos del cambio climático en la región. Son los principales mensajes de los ponentes de las jornadas ‘Conservación fluvial. Amenazas, retos y oportunidades para un futuro sostenible’, que se celebran esta semana organizadas por la Fundación BBVA en Madrid, y en la que participan algunos de los principales expertos internacionales en el área. Una de las principales consecuencias del cambio climático, combinado con una mala gestión de los ríos, es que el suministro de agua potable podría verse amenazado en muchas regiones del planeta. Los investigadores han alertado también sobre la presencia cada vez mayor en los ríos de los llamados ‘contaminantes emergentes’, como los fármacos de uso humano y veterinario. Son un tipo de contaminantes inesperados para los que no existe regulación y que, en general, escapan a las depuradoras. Ahora, por primera vez, se empieza a analizar cómo afectan estos compuestos al ecosistema del río, y se confirman los temores: los antiinflamatorios, betabloqueantes, antibióticos, ansiolíticos y demás medicamentos tienen “un claro efecto negativo sobre la biodiversidad”, explica el investigador Damiá Barceló, director del Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA). Ríos sanos para garantizar el suministro de agua Los ponentes en las jornadas han resaltado la relación directa entre la salud de los ríos y la del planeta en general. Los cursos fluviales son “como los riñones de los continentes, todo lo que la tierra expele, ya sean sedimentos o contaminantes, fluye río abajo”, señalan Sergi Sabater, del ICRA, y Arturo Elosegi, de la Universidad del País Vasco, organizadores del encuentro junto a la Fundación BBVA. Los efectos del cambio climático, por tanto, se perciben con mucha claridad en los ríos. Pero además estos efectos se ven potenciados por el crecimiento de la población mundial –con el consiguiente aumento en la demanda de agua-, y por una gestión de los recursos fluviales que tiene poco en cuenta los criterios científicos. La tendencia a construir grandes embalses se encuadra en este último punto. Pese a que su finalidad es precisamente garantizar el suministro de agua, “los embalses y canalizaciones suponen una amenaza para las especies que viven en los sistemas fluviales, empobreciendo sus poblaciones y afectando la capacidad natural de los ríos de mejorar la calidad del agua”, dicen los organizadores. “El río necesita que el agua fluya por su cauce; es falsa esa idea de que el agua que llega al mar se pierde”. El británico David Dudgeon, de la Universidad de Hong Kong, ha expuesto en las jornadas el resultado del primer análisis que relaciona el suministro de agua en regiones muy diversas del planeta con la gestión de los ríos, publicado recientemente en Nature. “Lo que vemos es que siempre que se pone en peligro la biodiversidad, el ecosistema del río, peligra también el suministro de agua”, explica Dudgeon. “Los países ricos han podido solventar el problema mediante la tecnología, construyendo más y más embalses, pero este abordaje no es exportable a las regiones más pobres, ni es sostenible a largo plazo”. Este experto aboga por buscar soluciones más respetuosas con el cauce natural del río. Dudgeon recuerda que sólo el 0.1% del agua del planeta es agua dulce, un recurso que debe ser compartido por un tercio de todos los vertebrados. España, el país con más embalses por kilómetro de río El empobrecimiento de los ríos debido a su pérdida de caudal es especialmente grave en la cuenca mediterránea. “España es el país del mundo con más embalses por kilómetro de río”, recuerdan los organizadores. Esto, combinado con los efectos del cambio climático, hace que los ríos españoles sean muy vulnerables. “En la cuenca del Mediterráneo el cambio climático puede derivar en una menor disponibilidad de recursos hídricos”, señalan Sabater y Elosegi. “Los modelos concluyen que las regiones mediterráneas están entre las más afectadas por la sequía de verano, y que experimentarán una mayor frecuencia de inundaciones y temperaturas más altas”. Además “hay que añadir la sobreexplotación de los recursos hídricos”, prosiguen. En las cuencas del norte de la Península Ibérica el porcentaje de consumo del agua respecto al total de recursos disponibles es de solo el 7,4%; en la cuenca 2 mediterránea, en cambio, esta relación oscila entre el 55% y el 224% -esta última cifra corresponde a la cuenca del Segura, en la que pese a los trasvases los ríos permanecen secos varios meses del año-. Sabater ha recordado que “los transvases tienen un gran impacto ecológico”: el agua de cada cuenca es distinta tanto desde el punto de vista químico como por las especies que alberga, y “cada río funciona con su agua”. Ha criticado que en España la política de transvase se haga siguiendo criterios políticos, y ha puesto como ejemplo el caso de Australia, donde las medidas de gestión del agua se toman tras la consulta de científicos independientes que son los mediadores entre las partes implicadas: políticos, conservacionistas, agricultores... Algunos ejemplos concretos de alteraciones muy patentes son la importante pérdida de caudal en ríos como el Tordera o el Ter, y también la extensión de especies invasoras como el mejillón cebra, el siluro, la gambusia, la almeja asiática o el cangrejo americano. Medicamentos en el río El grupo de Damiá Barceló es pionero a escala internacional en el análisis de los efectos de gran cantidad de fármacos en ríos. Es un tipo de investigación que sólo ahora puede llevarse a cabo, gracias a la mayor sensibilidad de las técnicas de detección. Aún así, Barceló señala que “es un trabajo muy complejo”, y que todavía “vemos únicamente lo que sabemos buscar”. Se estima que hay aún una gran cantidad de compuestos que escapan a los investigadores. En concreto, Barceló y su grupo analizaron el efecto de unos 40 fármacos en los ríos Ebro y Llobregat. Ambos están rodeados por tres millones de habitantes, pero en el Llobregat, más corto y en el que por tanto la concentración de los fármacos es mayor, el impacto es más importante. El fenómeno “no es un problema para los humanos, nosotros tendríamos que beber más de cien litros de agua para notar algo”, explica Barceló, “pero para los peces sí”. Los investigadores analizaron peces, dafnias (pulgas de agua) y algas. Los mayores efectos –más mortalidad y cambios fisiológicos- se detectaron sobre todo en algas y dafnias. Los resultados se interpretan como una primera luz roja de alerta, que obliga a seguir trabajando. De hecho, en las fases posteriores de la investigación se estudiará el efecto acumulativo de los compuestos en peces. Barceló es coordinador de SCARCE, el mayor proyecto de investigación sobre los efectos del cambio climático en los ríos españoles, que está permitiendo ampliar los estudios sobre presencia de fármacos al Guadalquivir y al Júcar. Junto con los pesticidas, los fármacos se consideran ‘contaminantes emergentes’. Pero, a diferencia de lo que ocurre con los pesticidas, para los fármacos no existe aún normativa que relacione concentraciones con calidad del agua. La solución del problema, señala Barceló, pasa por revisar la tecnología de las depuradoras, hasta ahora no preparadas para eliminar estos nuevos 3 contaminantes y por cambios de hábito en la población. Se estima que un 20% de los ciudadanos aún tira los medicamentos al inodoro, en lugar de llevarlos a las farmacias. Barceló ha recordado también la necesidad de fomentar la reutilización del agua y sobre todo de controlar “el medio millón de pozos ilegales” en España, así como de evitar las fugas e implantar técnicas de riego que aprovechen el agua al máximo. El objetivo final del encuentro es preparar una publicación que actualiza otra ya editada por la Fundación BBVA en 2009, titulada ‘Conceptos y Técnicas en Ecología Fluvial’ y disponible en www.fbbva.es. Si desea más información, puede ponerse en contacto con el Departamento de Comunicación de la Fundación BBVA (91 374 52 10 y 91 537 37 69 ó comunicacion@fbbva.es) o consultar en la web www.fbbva.es 4