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QUIMICA DE LOS METALES DE TRANSICION Y LOS COMPUESTOS DE COORDINACION Propiedades de los metales de transición Muchos de los metales más importantes para la sociedad moderna son los metales de transición. Estos metales, que ocupan el bloque d de la tabla periódica, incluyen elementos tan conocidos como el cromo, hierro, níquel y cobre: También incluyen elementos menos conocidos que han venido a desempeñar importantes papeles en la tecnología moderna, como los que contienen los motores a reacción de alto rendimiento. Propiedades físicas La siguiente tabla contiene una lista de algunas de las propiedades físicas de los elementos de la primera serie de transición: Propiedades de los elementos de la primera serie de transición Grupo: Elemento: Configuración electrónica Primera energía de ionización (kJ/mol) Radio atómico (Å) Densidad (g/cm3) Punto de fusión (°C) 3B Sc 4B Ti 5B V 6B Cr 7B Mn Fe 8B Co Ni 1B Cu 2B Zn 3d14s2 3d24s2 3d34s2 3d54s1 3d54s2 3d64s2 3d74s2 3d84s2 3d104s1 3d104s2 631 658 650 653 717 759 758 737 745 906 1,44 1,32 1,22 1,17 1,17 1,16 1,16 1,15 1,17 1,24 3,0 4,5 6,1 7,9 7,2 7,9 8,7 8,9 8,9 7,1 1541 1660 1917 1857 1244 1537 1494 1455 1084 420 Algunas de estas propiedades, como la energía de ionización y el radio atómico, son características de los átomos aislados de los elementos. Otras propiedades, que incluyen la densidad y el punto de fusión, son propias del metal sólido. Las propiedades de los átomos individuales muestran una variación relativamente continua y pequeña a lo largo de cada serie. Por ejemplo, podemos observar que los radios atómicos de los metales de transición que se muestran en la siguiente figura exhiben una ligera disminución de tamaño al avanzar a lo largo de la primera parte de cada serie: Esa tendencia se puede entender en términos del concepto de carga nuclear efectiva creciente. Por ejemplo, al avanzar a través de la primera serie, se están agregando electrones a los orbitales 3d. Los electrones 3d sirven de escudo a los electrones 4s, más externos, contra la carga nuclear creciente. Por consiguiente, la carga nuclear efectiva que experimentan los electrones 4s aumenta poco a poco, lo que produce una pequeña disminución del radio a lo largo de la serie. El ligero aumento del radio en los grupos 1B y 2B se atribuye a la repulsión creciente entre electrones a medida que la subcapa 3d se completa. El bloqueo incompleto de la carga nuclear por los electrones adicionales produce un efecto muy interesante e importante en la tercera serie de metales de transición. En general, el tamaño atómico tiende a aumentar al descender por una familia a causa del aumento en el número cuántico principal de los electrones de la capa externa. El radio de los elementos 3B sigue la tendencia esperada, ScYLa. En el grupo 4B esperaríamos de forma similar que el radio aumente en el orden Ti Zr Hf. Sin embargo, el Hf tiene prácticamente el mismo radio atómico que el Zr. Este efecto tiene su origen en la serie de los lantánidos, los elementos de número atómico del 58 al 71 que están entre el La y el Hf. El llenado de los orbitales 4f a lo largo de los elementos lantánidos causa un aumento constante de la carga nuclear efectiva y produce una contracción en el tamaño, llamada contracción lantánida. Esta contracción contrarresta el aumento que esperaríamos al pasar de la segunda a la tercera serie. Los metales de la segunda y tercera serie de transición en cada grupo tienen aproximadamente el mismo radio a lo largo de toda la serie. En consecuencia, los metales de la segunda y tercera serie en un grupo dado tienen gran similitud en cuanto a propiedades químicas. Por ejemplo, las propiedades químicas del circonio y hafnio son notablemente similares. Se presentan siempre juntos en la Naturaleza y es muy difícil separarlos. Configuraciones electrónicas y estados de oxidación Los metales de transición deben su ubicación en la tabla periódica al llenado de las subcapas d. Sin embargo, cuando estos metales se oxidan pierden sus electrones s externos antes de perder electrones de la subcapa d. Por ejemplo, la configuración electrónica del Fe es Ar3d64s2, en tanto que la del Fe2+ es Ar3d6. La formación de Fe3+ requiere la pérdida de un electrón 3d para formar Ar3d5. Casi todos los iones de los metales de transición contienen subcapas d parcialmente ocupadas. La existencia de estos electrones d es en parte el origen de varias características de los metales de transición: 1. Suelen exhibir más de un estado de oxidación estable. 2. Muchos de sus compuestos son coloreados. 3. Los metales de transición y sus compuestos exhiben propiedades magnéticas interesantes. La siguiente figura resume los estados de oxidación comunes, distintos de cero, de la primera serie de transición: Los estados de transición que se representan como círculos grandes son los que se encuentran con más frecuencia, ya sea en solución o en compuestos sólidos. Los que se muestran como círculos pequeños son menos comunes. El Sc se presenta sólo en el estado de oxidación +3 y el Zn sólo en el estado de oxidación +2. Los otros metales, en cambio, exhiben diversos estados de oxidación. Por ejemplo, el Mn se encuentra comúnmente en solución en estados de oxidación +2 (Mn2+) y +7 (MnO4-). En estado sólido es común el estado de oxidación +4 (como en el MnO2). Los estados de oxidación +3, +5 y +6 son menos comunes. El estado de oxidación +2, que se presenta comúnmente en casi todos metales, se debe a la pérdida de sus dos electrones 4s externos. Este estado de oxidación se encuentra en todos estos elementos a excepción del Sc, donde el ion +3, con una configuración de Ar, es particularmente estable. Los estados de oxidación arriba de +2 se deben a pérdidas sucesivas de electrones 3d. Del Sc al Mn el estado de oxidación máximo aumenta de +3 a +7 para igualar en cada caso el número total de los electrones 4s más 3d del átomo. Así pues, el manganeso tiene un estado de oxidación máximo de 2 + 5 = 7. A medida que nos movemos a la derecha más allá del Mn en la primera serie de transición, el estado de oxidación máximo disminuye. En la segunda y tercera series de transición el estado de oxidación máxima es +8, que se alcanza en el RuO4 y el OsO4. En general, los estados de oxidación máximo se encuentran sólo cuando los metales están combinados con los elementos más electronegativos, especialmente O, F y posiblemente Cl. Magnetismo Las propiedades magnéticas de los metales de transición y de sus compuestos son a la vez interesantes e importantes. Las mediciones de las propiedades magnéticas dan información acerca de los enlaces químicos. Además, existen muchos usos importantes de las propiedades magnéticas en la tecnología moderna. Un electrón posee un “espín” que le confiere un momento magnético; es decir, se comporta como un imán diminuto. Cuando todos los electrones de un átomo o ion están apareados, los momentos magnéticos de los electrones se cancelan mutuamente y la sustancia es diamagnética. Cuando una sustancia diamagnética se coloca en un campo magnético, el movimiento de los electrones se ve afectado de tal manera que la sustancia es repelida por el imán. La parte a) de la siguiente figura representa un sólido diamagnético, cuyos electrones están todos apareados: Cuando un átomo o ion posee uno o más electrones no apareados la sustancia es paramagnética. En un sólido paramagnético, los electrones no apareados de los átomos o iones del sólido no sufren la influencia de los electrones de los átomos de iones adyacentes. Los momentos magnéticos de los átomos individuales tienen una orientación al azar, como se ve en la parte b) de la figura anterior. Sin embargo, cuando se colocan en un campo magnético, los momentos magnéticos se alinean paralelos unos a otros y producen una interacción de atracción neta con el imán. Así, una sustancia paramagnética es atraída hacia un campo magnético. Sin duda nos resulta mucho más familiar el comportamiento magnético de los imanes de hierro, una forma mucho más fuerte de magnetismo llamada ferromagnetismo. El ferromagnetismo surge cuando los electrones no apareados de los átomos o iones de un sólido sufren la influencia de la orientación de los electrones de sus vecinos. El arreglo más estable (de más baja energía) se produce cuando los espines de los electrones de átomos o iones adyacentes se alinean en el mismo sentido, como se muestra en la parte c) de la figura anterior. Cuando un sólido ferromagnético se coloca en un campo magnético, los electrones tienden a alinearse fuertemente a lo largo del campo magnético. La atracción resultante por el campo magnético puede ser hasta un millón de veces más fuerte que la correspondiente a una sustancia paramagnética simple. Cuando desaparece el campo magnético externo, las interacciones entre los electrones hacen que el sólido en conjunto conserve un momento magnético, y entonces lo describimos como un imán permanente. Los ejemplos más comunes de sólidos ferromagnéticos son los elementos Fe, Co y Ni. Muchas aleaciones exhiben un ferromagnetismo mayor que el de los elementos puros mismos. Algunos óxidos metálicos (por ejemplo CrO2 y Fe3O4) también son ferromagnéticos. Se usan varios óxidos ferromagnéticos en la fabricación de cinta magnética de grabación y discos de computadora. Formación de iones complejos Los metales de transición forman compuestos de coordinación con facilidad. Las especies como el ion Ag(NH3)2+, que son conjuntos de un ion metálico central unido a un grupo de moléculas o iones que lo rodean, se llaman complejos metálicos o sencillamente complejos. Si el complejo tiene una carga eléctrica neta, se le designa en general como un ion complejo. Los compuestos que contienen complejos se conocen como compuestos de coordinación. Aumque los metales de transición sobresalen en la formación de compuestos de coordinación, otros metales también los pueden formar. Las moléculas o iones que rodean al ion metálico en un complejo se conocen como agentes complejantes o ligandos (de la palabra latina ligare, que significa “unir”). Por ejemplo, hay dos ligandos NH3 unidos a la Ag+ en el ion Ag(NH3)2+. Los ligandos son normalmente aniones o moléculas polares; además, tienen al menos un par no compartido de electrones de valencia, como se ve en los siguientes ejemplos: H .. :Ö – H :N – H :Cl::C N: H H Puesto que los iones metálicos (en particular los iones de metales de transición) tienen orbitales de valencia vacíos, pueden actuar como ácidos de Lewis (aceptores de pares de electrones). Debido a que los ligandos tienen pares de electrones no compartidos, pueden actuar como bases de Lewis (donadores de pares de electrones). Podemos visualizar el enlace entre el ion metálico y el ligando como el resultado de compartir un par de electrones que estaba inicialmente en el ligando: H H H + Ag (ac) + 2 :N – H (ac) H - N :Ag:N – H+(ac) H H H Al formar un complejo, se dice que los ligandos se coordinan al metal. El metal central y los ligandos unidos a él constituyen la esfera de coordinación del complejo. Al escribir la fórmula química de un compuesto de corrdinación, se usan paréntesis rectangulares para separar los grupos que están dentro de la esfera de coordinación de las otras partes del compuesto. Por ejemplo, la fórmula Cu(NH3)4SO4 representa un compuesto que contiene el catión Cu(NH3)42+ y el anión SO42-. Los cuatro ligandos NH3 del catión complejo están unidos directamente al ion cobre (II) y se encuentran en la esfera de coordinación del cobre. Un complejo metálico es una especie química definida con propiedades físicas y químicas características. Así pues, sus propiedades son diferentes de las del ion metálico o de los ligandos que lo constituyen. Por ejemplo, los complejos pueden ser de un color muy distinto del de los iones metálicos y los ligandos que lo componen. La formación de complejos también puede modificar dramáticamente otras propiedades de los iones metálicos, como su facilidad de oxidación o de reducción. Por ejemplo, el ion Ag+ se reduce fácilmente en agua: Ag+ (ac) + e- Ag (s) E° = +0,799 V En cambio, el ion Ag(CN)2- no se reduce con tanta facilidad porque la coordinación con los iones CN- estabiliza la plata en el estado de oxidación +1: Ag(CN)2- (ac) + e- Ag (s) + 2 CN- (ac) E° = -0,31 V Desde luego los iones metálicos hidratados son iones complejos en los cuales el ligando es agua. Así, el Fe3+ (ac) consiste principalmente en Fe(H2O)63+. Cuando hablamos de formación de complejos en soluciones acuosas, en realidad estamos considerando reacciones en las cuales los ligandos como SCN- y CN- reemplazan moléculas de agua en la esfera de coordinación del ion metálico.