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“PROYECTO DE CREACION DE UNA BIBLIOTECA PARA PACIENTES EN EL HIGA SAN MARTIN LA PLATA” DOCENTES A CARGO DEL PROYECTO: Lic. Sandra Oguich y Lic. Nélida Abate. INTRODUCCION MARCO HISTORICO Bibliotecas y servicios bibliotecarios para pacientes han disfrutado de una historia larga y llena de éxito. Y, hasta cierto punto, sus éxitos han estado unidos al reconocimiento permanente de que los libros y la lectura (por su capacidad para distraer, divertir, inspirar, apoyar, y elevar el espíritu) pueden fomentar la rehabilitación de las personas enfermas. Proporcionar libros y lectura como ayuda terapéutica data al menos desde la última mitad de la Edad Media (una época de gran crecimiento hospitalario, sobre todo en Europa1). La aparición de este tipo de bibliotecas viene ligada a finales del siglo XVIII, con la creación de hospitales mentales. Con el desarrollo de estas instituciones se iniciarán actividades de ocio para los pacientes internados, se verá la necesidad que tienen estos pacientes de lectura, la que será percibida como terapéutica y recreativa. Varios autores2 describen la existencia de distintos programas de lectura, destacando la importancia del uso de materiales de biblioteca como una parte 1 Malcolm T. MacEachern, Hospital organization and management (Chicago: Physicians’ Record Company, 1957), 7-9. 2 J. J. CONNOR, P. OLDER, L. M. DUNKEL del régimen terapéutico y de la lectura como una actividad de tratamiento importante. En los siglos XVIII y XIX, los hospitales psiquiátricos de Inglaterra, Francia, Alemania, y Escocia contaban con bibliotecas para pacientes ya que los médicos que trataban enfermedades psíquicas en estos países recetaban la lectura como terapia.3 En la primera mitad del siglo XIX, como se consideraba bastante importante en los Estados Unidos la lectura para enfermos psíquicos, los centros de acogida y los asilos contaban con organizadas bibliotecas de pacientes. De hecho, durante ese tiempo, los servicios bibliotecarios eran una parte significativa de los programas terapéuticos para enfermedades psíquicas.4 En la segunda mitad del siglo XIX, era corriente encontrar tanto hospitales generales como psiquiátricos que publicaban catálogos impresos de sus libros para pacientes.5 Y a finales del siglo XIX y principios del XX, guiados por la creencia en la importancia de las bibliotecas para pacientes, los profesionales comenzaron a realizar estudios sobre el tema. Debido en gran parte a los resultados de estos servicios, inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial se produjo un espectacular crecimiento en la creación de bibliotecas de pacientes y el material publicado demuestra que esto fue así en los Estados Unidos.6 A pesar de los esfuerzos de médicos y bibliotecarios que creían profundamente en el valor terapéutico de los libros y de la lectura, las bibliotecas de pacientes, 3 Encyclopedia of library and information science, ed. Allen Kent y Harold lancour (New York: Marcel Dekker, 1969), 449. 4 Lisa M. Dunkel, “Moral and humane: patients’ libraries in early nineteenth-century American mental hospital,” Bull Med Libr Assoc 71 (1983): 274-81. 5 Véase, por ejemplo: Catalogue of the library of Murray’s Royal Institution, Perth. Nr.1- enero, 1863, comp. M. W. J. (Perth: Murray’s royal Institution, 1863); Catalogue of books in the New Haven Hospital, septiembre 1, 1896 (New Haven, Connecticut: New Haven Hospital, 1896); Hospital General de Massachusett, Comité Bibliotecario, “Report of the General Library of [the] Massachusetts General Hospital, enero 1887.” 6 Véase, por ejemplo: Edith Kathleen Jones, Hospital libraries (Chicago: American Library Association, 1939), 132-3. sobre todo aquellas de hospitales generales, evolucionaron lentamente durante la primera parte del siglo XX. El interés generalizado por las bibliotecas de pacientes pronto llevó a la formación de comités bibliotecarios de hospitales tanto en el ámbito nacional como en el internacional.7 Las bases para la aparición del Comité de Bibliotecas de Hospital, uno de los primeros de IFLA, se fechan en la 53º Conferencia anual de la Asociación Bibliotecaria (británica) celebrada en Cambridge en 1930. En esta reunión, la primera sesión de la Asociación sobre bibliotecas de hospital que se celebró, se descubrieron las bibliotecas de hospitales y los servicios que se prestaban ya y que existían por entonces en Dinamarca, Alemania, Gran Bretaña, Suecia, y los Estados Unidos.8 Desde 1960 hasta 1984, IFLA editó cuatro publicaciones con recomendaciones para bibliotecas para pacientes. En la ciudad de la Plata se encuentra en funcionamiento la 1º biblioteca para pacientes del Hospital Rossi, a partir del mes de marzo del 2011, según indicaron fuentes del Ministerio de Salud provincial. 7 El nombre oficial del Comité era “The Committee on Library Work in Hospitals and Charitable and Correctional Institutions”. 8 Edith Kathleen Jones, Hospital Libraries, 142 FUNDAMENTACION El manifiesto de la UNESCO (1972) sobre la Biblioteca Pública dice: “La biblioteca puede aliviar de muchas maneras la soledad y minusvalías físicas y psíquicas de muchas clases, el Servicio bibliotecario en hospitales, las instituciones especializadas y el préstamo a domicilio, son alguno de los medios que puede utilizar la biblioteca para aquellos que más lo necesitan”. Los pacientes a su ingreso y durante su estancia en el hospital, alejados de su familia, de su trabajo, etc., y supeditados al funcionamiento hospitalario y a los profesionales que allí trabajamos, sienten una sensación de aislamiento y de soledad en momentos delicados para su salud, lo que suele producir un decaimiento en su estado de ánimo, que dificulta su recuperación y en algunos casos incluso provoca depresión. La lectura desde tiempos remotos ha contribuido a calmar y curar dolencias emocionales, así mismo se ha demostrado que tiene un valor y efecto terapéutico para el restablecimiento físico de los pacientes dado que la lectura se convierte en estas circunstancias en un medio para producir sensación de bienestar y tranquilidad. La lectura es un mundo de posibilidades abierto en el que están presentes personajes, historias, mundos distintos, lugares, sueños, etc. ; esto conlleva a que los pacientes al entrar en contacto con los libros puedan hallar momentos de distracción y ocio, identificarse con los personajes, lograr vencer y/o disminuir sus temores y miedos, disminuir su ansiedad, olvidarse de su condición física o de pacientes internados (dolencias físicas) lo cual favorece su desenvolvimiento en el proceso de recuperación y/o restablecimiento. Todo este proceso entre libro, paciente y lectura se denomina proceso bilioterapeutico. En este contexto, creemos que la creación de una biblioteca que les acerque y proporcione a pie de cama, o en la propia biblioteca cuando esto sea posible, un elemento de distracción como libros, revistas que ayudará a los pacientes ingresados en nuestro Hospital a evadirse de su situación actual y contribuirá a mejorar su estado de animo y a una pronta recuperación. Pensamos por tanto que la creación de una biblioteca para pacientes en nuestro Hospital desempeñaría un importantísimo papel, no solo social y cultural, sino también terapéutico, contribuyendo a disminuir el tiempo de estancia de los pacientes. Ante esto, es necesario hacer un previo estudio de los tipos de usuarios, así como de sus necesidades, espacio de la biblioteca, personal, fondos, servicios y el acceso a la misma. Las pautas para pacientes de hospital del Instituto alemán de Biblioteconomía señalan: «Toda estancia en el hospital significa una carga emocional muy fuerte en los pacientes e influye en su estado psicológico. Esto viene causado por la pérdida súbita de la privacidad, el entorno familiar, y la interacción social de la vida diaria de una persona;9 “... por medio de la intervención de personas, del ofrecimiento de libros y medios audiovisuales, [la biblioteca ayuda] a la relajación y a la descarga emocional de los pacientes acelerando su recuperación.» 9 10 Richtlinien für Patientenbibliotheken, 38. Ibíd., 11. 10 OBJETIVOS GENERALES Informar y divulgar, la existencia, forma de uso y actividades de la biblioteca. Potenciar la lectura recreativa y formativa. Intentar acercar el libro a los lectores potenciales. Formar una colección y difundirla entre las personas que utilizan la institución. Atender los programas y actividades hospitalarias de información y educación sanitaria a los pacientes (proporcionar información y documentación). OBJETIVOS ESPECIFICOS Contribuir al bienestar y cuidado del hospitalizado mediante la provisión de materiales de lectura. Cooperar en programas que ayuden al personal a motivar al paciente en su rehabilitación. Procurar que la estadía en el hospital sea agradable, colaborando con el equipo sanitario para que dicha estancia sea lo más corta posible: los fines culturales y educativos son, por tanto, básicos en este tipo de biblioteca. USUARIOS Los usuarios de estas bibliotecas incluirán tanto pacientes a como familiares de pacientes. Aunque en algunos casos el período de hospitalización de los pacientes sea corto, tienen mucho tiempo disponible, libros, revistas, diarios... les ayudará a olvidar problemas y les permitirá seguir manteniendo relación con la vida cotidiana. Los familiares (a veces pasan mucho tiempo en el hospital) y podrán usar la biblioteca para uso propio o como intermediario del paciente. A la hora de realizar los préstamos, es el libro el que se tiene que acercar al paciente y no lo contrario. Por lo que los alumnos deberán llevar los libros en carrito en horarios cómodos para el paciente. También es importante desarrollar actividades de proyección cultural como el día del libro, el día del cuento, etc., como así también tener en cuenta a la hora de proporcionar el material de lectura la edad y nivel cultural. Es también reseñable el hecho de que para muchos de estos usuarios será la primera vez que entren en contacto con una biblioteca. RECURSOS FISICOS Son varias las formas en que los materiales y servicios bibliotecarios pueden estar al servicio de los pacientes. La más común es que estén en una instalación independiente ubicada dentro de la institución o por medio de un servicio que se suministre desde el exterior. Según establece la IFLA “La Biblioteca para Pacientes” debe de estar instalada en un lugar céntrico y tranquilo del Hospital, fácilmente accesible y claramente señalizada. La entrada debe de estar libre de barreras arquitectónicas y permitir el paso de sillas de ruedas. Su ubicación debe acordarse mediante un convenio mutuo por un período de tiempo establecido. HUMANOS La puesta en marcha de la biblioteca de pacientes estará a cargo por dos docentes de la Universidad Católica de la Plata, Facultad de Ciencias de la Salud, que a su ves prestan servicio en el hospital, en el Servicio Social, voluntarios de la carrera de bibliotecología y alumnos de 1º y 2º año de la materia Practica Comunitaria, de la carrera de Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría. Los alumnos a lo largo de la práctica deberán adquirir la habilidad de saber tratar a los enfermos y a los acompañantes de estos, (habilidades sociales). Los mismos pueden ser una fuente de asistencia enorme en casi todos los aspectos de las tareas de la biblioteca. Según la habilidad de la persona, y con un cuidadoso aprendizaje, pueden proveer de personal al mostrador de préstamo, facilitar servicios de información o referencia básica, suministrar el servicio de carros de libros a los que estén en cama, tramitar préstamos interbibliotecarios, ayudar a expurgar la colección, elaborar estadísticas y tramitar petición de nuevos materiales. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES: Las actividades comenzaran el día 16 de Abril del 2012, de lunes a viernes en el horario de 14 a 17 hs. Las mimas se desarrollaran en el lugar fijado para la biblioteca y en los diferentes servicios del hospital. Se comenzara con la caracterización del Hospital San Martín, geográfica, identificación de las diferentes especialidades y servicios. ubicación Primer año de la materia Práctica Comunitaria deberá conocer las principales técnicas de investigación social para la producción y análisis de datos sociales, confección de encuestas socio-culturales, para la realización de relevamiento a pacientes internados en los diferentes servicios del hospital. Segundo año se encargara conjuntamente con los voluntarios de la carrera de bibliotecología el armado de la misma, entrega de catálogos y boletines de novedades, entrega de libros al pie de cama y acompañamiento en las lecturas según lo demande el paciente. MATERIALES Algunos elementos del mobiliario elegidos para la biblioteca dependerán de las necesidades de los usuarios. Sin embargo, todos deben ajustarse a las directrices de la institución sobre seguridad, servicio, y medios de conservación. Un carrito móvil, a través de la solicitud telefónica o bien, en unos pocos casos, en la sala de lectura. Este servicio orientado preferentemente a los enfermos, también se hace extensivo al personal del hospital y a los acompañantes. El lector recibe un catálogo impreso y en algunos casos boletines de novedades y sobre ellos hace su petición a los alumnos. Estas visitas son periódicas, intentando que se lleven a cabo cuando no coincida con las revisiones médicas, visitas familiares y comidas. Entre carros de libros se optará por un modelo ligero y de gran capacidad para llevar materiales a las plantas de los pacientes (para colocarlos a la cabecera de la cama. ECONOMICOS Habitualmente el fondo documental de la Biblioteca para Pacientes está formado preferentemente por libros y revistas, siendo la mayor parte de su procedencia de donaciones. La biblioteca debe y puede realizar una función informativa. Con la colaboración del personal a cargo y los alumnos, deberán seleccionar materiales que resulten adecuados para que el enfermo y sus familiares puedan interpretar y ampliar las informaciones dadas por el personal sanitario. Generalmente el fondo estará compuesto por lectura de entretenimiento e información sanitaria, en formato impreso, todo esto debería tener ciertas características: debe estar en buenas condiciones y ser de calidad, si es posible que los libros sean ligeros y fáciles de manejar, con material adaptado a personas con diferentes discapacidades. Con respecto a la adquisición de los carritos móviles los mismos serán gestionados por parte de la UCALP. CONCLUSIÓN La creación de una biblioteca para pacientes en nuestro hospital sería un aliciente para los enfermos y ayudaría a mejorar la calidad hospitalaria, satisfaciendo sus necesidades: emocionales, espirituales, mentales, sociales y rehabilitadoras. El objetivo de la lectura será distraer al paciente, y mitigar su preocupación y ansiedad, actuando como un agente terapéutico que ayudará en su proceso de rehabilitación. La «biblioteca de pacientes», debe ser un punto de apoyo, que contribuya a mejorar la educación e información sanitaria a los usuarios de nuestro Hospital, facilitando la tarea de los distintos profesionales que se ocupan de este campo en el medio hospitalario. La biblioteca por tanto contribuirá indirectamente en el cuidado y en el fomento de hábitos saludables de los usuarios de nuestro Hospital. La organización de la biblioteca para pacientes no requiere grandes inversiones, ni representa problemas especiales su organización, ni requiere una gran infraestructura, ni siquiera un aumento notable de personal. Para apoyar la creación de estas bibliotecas seria interesante llevar a cabo estudios e investigación que demuestren sin lugar a duda la acción terapéutica que juega la biblioteca en la recuperación del paciente. Como así también seria importante incluir a la biblioteca para los pacientes dentro de los proyectos de edificación de los nuevos centros hospitalarios. En cuanto a la financiación propuesta, no debe ser un problema, teniendo en cuenta que será coordinada por las docentes profesionales del Hospital, voluntarios de la carrera de bibliotecología y alumnos de la materia Practica Comunitaria I y II de la carrera de Kinesiología de la Universidad católica de la Plata, Facultad de Ciencias de la Salud.