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Como Manejar Nuestros Adolescentes La Biblia y la Adolescencia? Cuantos versículos bíblicos hablan sobre la adolescencia? La adolescencia forma parte de una división bastante reciente que los hombres han hecho dentro del periodo de la juventud con el propósito de separar como un grupo especial a aquellos que se encuentran en los primeros años de este periodo. La razón por la que la adolescencia se considera especial, es porque se supone que debe ser un periodo turbulento y convulsionado en la vida de los hijos y los padres. I. Los Mitos del Trato con los Adolescentes A.La adolescencia es una etapa de rebeldía. El 80 % de los adolescentes no pasan por un período de rebeldía, sino que se llevan bien con sus padres y sus familiares, les gusta estudiar y trabajar, y se interesan por los valores sociales y culturales circundantes. La Biblia no presenta la rebeldía como algo normal o habitual en ningún periodo de la vida del joven. Los casos de hijos rebeldes en la biblia son escasos y todos se explican por errores en la crianza. (Efe.6:4) (Caso de Eli y David). B. El pensamiento de los adolescentes es irracional e infantil. “La adolescencia es el período de la vida en que surgen las operaciones mentales formales, comienzan a formularse hipótesis y pueden establecerse conclusiones.” Jean Piaget educador, psicólogo y estudioso de la conducta infantil. Otro educador y psicólogo lo expreso de esta manera… “El pensamiento adolescente es distinto del infantil, pudiendo destacarse por su nivel de racionalidad y capacidad de elaboración.” Logros de adolescentes a través de la historia… Miguel Ángel, a los 17 años, había esculpido La Batalla de Centauros y La Piedad; Blaise Pascal, a los 16 años, escribió un libro sobre geometría e inventó la máquina de sumar a los 19; Ludwig van Beethoven, a los 13 años, escribió sus primeras composiciones y sus famosos cuartetos a los 15 años; Samuel Colt, a los 17, realizó su primer modelo de revólver en metal; Thomas Alva Edison, 17 años, inventó el telégrafo; Logros de adolescentes a través de la historia… La biblia habla a los jóvenes como un grupo diferente a los niños (Proverbios, 1Juan). La biblia llama con frecuencia los jóvenes a la reflexión y análisis (Pr.4:26) C. Los adolescentes son Incapaces de asumir responsabilidades. María era una adolescente de 13-14 años cuando el Señor la escogió para traer al mundo y cuidar del salvador. Jeremías y Samuel fueron llamados a ser profetas siendo adolescentes. Algunos de los mejores reyes como fue el caso de Josías y Salomón comenzaron a reinar en su juventud. La costumbre judía era que un niño tenía la capacidad para asumir responsabilidad aun delante de Dios desde los 12 años. II. Las Metas del Trato con los Adolescentes. La mentalidad común es que los padres deben tratar de mantener a sus adolescentes dentro de cierto patrón de conducta y se mide el éxito en base a esto. No use drogas. No salga embarazada. Sea buen estudiante o al menos termine el colegio. Que se mantenga viniendo a la iglesia. No cometa un crimen o delito. No se mate a sí mismo o a otros. La biblia nos enseña que el problema esencial del joven no es conductual, 2Ti.2:22 “22Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” El problema esencial del joven es del corazón, hay pasiones o deseos pecaminosos que son los que rigen su conducta. (temor al hombre, materialismo, egoísmo, lujuria, codicia, envidia, incredulidad, enojo, auto justicia, amor al mundo, orgullo, rebelión, etc.) Hay una batalla real en el corazón de todo joven, hay tentaciones, luchas y problemas que son particulares de el. La meta suprema en el trato con los adolescentes que es haya un cambio en el corazón no la conducta. Es llevar el corazón de ese joven a ser dominado y controlado no por sus pasiones pecaminosas sino por Dios. En el mejor de los casos, controlar el comportamiento de un adolescente cuyo corazón no está sometido a Dios, es una victoria a corto plazo: En el momento en que esté fuera de nuestro sistema de control, comenzará a actuar de manera más consistente con los verdaderos pensamientos y motivos de su corazón. Vemos esto cuando los adolescentes llegan a la universidad y parecen tirar todo lo que “aprendieron” en sus hogares cristianos. Otras veces, desaparece la conducta errónea pero el pecado del corazón que sigue intacto se manifiesta de otra manera en la vida del joven. Ej. Hermano mayor golpea a su hermano y lo hace llorar. La segunda meta es interiorizar las verdades bíblicas que han aprendido y recibido de tal manera que se conviertan en convicciones. Durante la niñez el niño recibía todas las enseñanzas bíblicas de sus padres como ciertas y no tenían la menor duda sobre ellas. (Fe prestada) Cuando entran en la adolescencia los niños comienzan a reflexionar y analizar las cosas, a tratar de hallar el sentido, además de esto con frecuencia se topa con otras opiniones, y criterios que son contrarios a los que les enseñaron. Todo adolescente va a pasar por una crisis de fe en menor o mayor grado. Nuestro trabajo es hacer que estas verdades que aprendieron lleguen a ser una realidad tan solida que se conviertan en el fundamento sobre el que edifican sus vidas, de tal manera que todas sus decisiones sean tomadas no según sus criterios personales, o de los amigos o de la cultura sino de la biblia, porque están convencidos que eso es verdad. III.Los Métodos Usados en el Trato con los Adolescentes. 1. Métodos erróneos: Papa legalista: Cree que la manera de controlar a su hijo o ayudar a su hijo es por medio de reglas. Este es el típico padre que responden a un problema con sus hijos por medio de la imposición de alguna regla práctica. Esto crea una solución instantánea y situacional, no obstante deja sin ser expuestos y sin cambio los asuntos más importantes del corazón Col.2:23, “…no tiene ningún poder contra los apetitos de la carne” (las pasiones juveniles). Las reglas son necesarias para trazar los límites claros a los jóvenes y tienen la capacidad de modificar la conducta pero no el corazón. Ilustración: Pleito de los muchachos por la Tv, lo podemos resolver poniendo horarios para la tv a cada uno. Esto resuelve el problema entre ellos pero no el problema real en ellos que es el egoísmo y su falta de amor a prójimo. Con frecuencia este padre termina ahogando a sus hijos entre tantas reglas el muchacho se siente deprimido , desalentado y confundido. En última instancia lo provoca a rebeldía porque la muchacho intentará salir de la camisa de fuerza que lo han metido. 2. Papa dramático: Este es el papa que usa técnicas emocionales para tratar con su hijo. A través del sentimiento de culpa (“Después de lo que hemos hecho por ti, ¿así nos lo agradeces?” o “Qué piensas que siente el Señor cuando ve lo que haces?”) A través del miedo (“¿Sabes qué enfermedades puedes contraer allí?” o “Si haces eso ¡no sé cómo voy a reaccionar! “) Tampoco cambia el corazón sino que provoca una respuesta emocional en el joven. Como las emociones son pasajeras y lábiles actúan por poco tiempo. Llega un momento que el muchacho se hace inmune a estas estrategias. 3. Papa negociante: es el que intenta controlar a sus hijos por medio del soborno y la manipulación. “Si tu_________, estaríamos dispuestos a darte el carro” mucho más “Haremos un trato contigo: Si tu ______, nosotros _______ para ti.” Promueve el materialismo. Promueve la conducta inadecuada, pues el muchacho aprende que la manera de conseguir lo que quiere es portarse mal para que le ofrezcan un trato. Sustituye el principio de sujeción a las autoridades por la de la obediencia condicionada a mi conveniencia. 4. Papa Juez: es el que en momentos de problemas con sus hijos entra a su habitación pronuncia un juicio acerca de lo que hizo mal, impone un castigo y sale del cuarto. Su única interacción con sus hijos es para juzgar y disciplinar. El castigo es un método bíblico de lidiar con nuestros hijos, pues les enseña que existen consecuencia de sus acciones, sin embargo el castigo por sí solo no cambia el corazón. Las pruebas más grandes son el libro de Apocalipsis o el infierno. Nuestro trabajo no es simplemente decirle al joven lo que hizo mal y castigarlo, sino buscar ser usados por Dios para exponer el corazón. Ilustración El joven con bajas notas. Necesitamos darnos cuenta que estas calificaciones son una ventana a los pensamientos y motivos de su corazón. Necesitamos considerar qué deseos del corazón le están llevando a usar el tiempo que necesita para estudiar en cosas de mucha menor importancia. Necesitamos examinar cómo se justifica por su falta de responsabilidad. 5. Método Bíblico: Papa Pastor: es el que sabe que debe trabajar no solo con la conducta sino con el corazón de su hijo y está convencido que solo Dios por medio de Su Espíritu y Su Palabra pueden hacer esa obra en el corazón. Este es papa que ora por sus hijos y con sus hijos en todo tiempo y sobre todo cuando hay un problema en su vida. Con amor y dependencia humilde en Cristo, aprovecha cada oportunidad para hablar, discutir, preguntar, evaluar, e interactuar con su adolescentes de tal manera que pueda exponer los asuntos importantes del corazón (temor al hombre, materialismo, egoísmo, lujuria, codicia, envidia, incredulidad, enojo, auto justicia, amor al mundo, orgullo, rebelión, etc.) y no la conducta especifica del momento. Ilustración: es el que en vez de solo castigarlo porque se tiño el pelo de verde se sienta analizar con su hijo porque lo hizo y luego enfrenta ese pecado con el poder de la palabra y la oración. Convierte cada oportunidad y sobretodo cada conflicto y problema en la vida de sus hijos en una ocasión para la instrucción bíblica. En cierto sentido el trabajo del padre no es diferente a la misión que Pablo le encomendó a al joven pastor Timoteo en 2Ti.4:2 “2que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.” Cita del libro de Paul Tripp “Los padres que tienen un modelo pastoral de la paternidad harán mucho más que entregar una lista de regulaciones e imponer castigos cuando las regulaciones son quebrantadas. Los padres pastores serán amigables con sus adolescentes. Sondearán y examinarán. Involucrarán a sus adolescentes en discusiones provocativas. No estarán dispuestos a vivir con distanciamiento, con evasivas y silencio. No permitirán que los adolescentes establezcan la pauta para la relación. En tiempos de problemas, tendrán discusiones en vez de exámenes cruzados. No estarán allí simplemente para demostrar que el muchacho estaba equivocado y para anunciar el castigo. Buscarán exponer los verdaderos pensamientos y motivos del corazón de sus adolescentes al hacer preguntas que revelen el corazón. (“¿Qué estabas pensando y sintiendo en ese momento?” “¿Por qué era eso tan importante para ti?” “¿Qué querías lograr cuando hiciste eso?” “¿Qué fue la cosa más importante para ti en ese momento?” “¿Qué temías en esa situación?” “¿Qué era lo que tratabas de obtener?” “¿Por qué te enojaste tanto?”, etc.) Ayudarán a su adolescente a mirarse en el espejo fiel de la Palabra que es capaz de exponer y juzgar el corazón. Y harán todo esto en un espíritu de amor paciente, amable, manso, perdonador, tolerante y paciente.” IV. El Mensaje en el Trato con los Adolescentes. La biblia pone sobre los padres la responsabilidad total de la instrucción de sus hijos en todas las áreas de la vida, esa es la idea detrás de (Ef.6:4 “…criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Sin embargo existen temas que deben ser constantemente puestos sobre la mesa y que deben adornar toda conversación durante los años de la adolescencia. Deben ser los temas constantes que interpreten, definan, expliquen y organicen la vida familiar en especial en momentos de conflictos y problemas. 1. El Temor a Dios. El temor a Dios a sido descrito de muchas maneras… …Es estar consciente de la existencia y el carácter de Dios. …Es reverencia profunda y adoradora por Dios. …Es estar consciente de que Dios hará lo que ha dicho que hará. …Vivir con el entendimiento de que él es Dios y nosotros sus criaturas. El lo ve y lo sabe todo. El recompensara a los que le obedecen pero también castigara a los desobedientes El temor a Dios librará al joven de 2 tendencias destructivas comunes en el corazón del adolescente, vivir para complacer todos sus deseos e instintos (la autogratificación) y vivir para complacer a otros (temor al hombre y la presión de grupo) Dice Paul Tripp… “El pensamiento de desobedecer a sabiendas y a propósito es impensable para estas personas (el que teme a Dios). Esto es lo único que mantendrá puros a nuestros adolescentes en los tiempos de tentación cuando no estemos cerca y la presión esté sobre ellos para salirse de los límites establecidos por Dios… el joven que teme a Dios hace lo que hace porque Dios existe y ha hablado.” 2. La Sujeción a la Autoridad. La tendencia natural del ser pecaminoso es ver la autoridad como algo malo y no deseable. Nuestra meta es enseñar a nuestros adolescentes a admitir su necesidad de la autoridad ordenada por Dios y la importancia de su sumisión voluntaria a ella. Lo que queremos es que crezcan para ver a las figuras de autoridad en sus vidas no como enemigos, sino como instrumentos de ayuda, dirección, protección y restricción amorosamente dados por un Dios que conoce sus corazones y la naturaleza de su lucha en este mundo caído. 2. La Sujeción a la Autoridad. Al final de cuentas queremos que digan, “Mis autoridades son algo que necesito, deseo y por lo que estoy agradecido a Dios por haberlo puesto en mi vida”. 3. La Responsabilidad Moral de Amar al Prójimo. La tendencia natural del corazón humano es al egoísmo. Somos seres centrados en nosotros mismos. Esto es algo que debemos comenzar a trabajar en el corazón del niño desde pequeño. En la adolescencia se abre una oportunidad especial para lidiar con esta tendencia del corazón humano para amarse así mismo más que a los demás y aun muchas veces a expensas de los demás. 3. La Responsabilidad Moral de Amar al Prójimo. Todos los pleitos entre hermanos por la razón que sea tienen su raíz en este egoísmo humano de buscar el su propio bien antes que el de los demás. La mejor instrucción en este sentido será el ejemplo que los padres les den en el trato entre ellos y para con sus hijos. 4. El Evangelio Nuestros jóvenes necesitan el evangelio. desesperadamente Aunque hayan hecho profesión de fe a una edad temprana. No es sino hasta la adolescencia donde ellos pueden en realidad entender las implicaciones del evangelio. Pero además porque la adolescencia traerá consigo una serie de traumas emocionales y espirituales para nuestros hijos en los que solo el evangelio puede brindar esperanza y tranquilidad. Como cuales… Es en la adolescencia donde se hace consciente de su propia pecaminosidad. Realmente empieza a entender que lo que el quiere en su corazón no es lo que debería querer. Esto causa un trauma tremendo que solo la esperanza de saber que en Cristo hay perdón y transformación puede calmar. Es en la adolescencia el se hace consciente del pecado de otros, y de manera especial es objeto del pecado de otros. Compañeros se burlan de él, lo golpean. Sus hermanos y aun sus padres lo tratan mal en ocasiones, y le dicen cosas ofensivas. Debemos recordar a nuestros hijos que hay un Redentor que ha venido, que perdona, libera, reconcilia y restaura. Consciente que el mundo no es este lugar idílico que él había pensado durante toda su niñez, se da cuenta que en esta vida los buenos no siempre ganan. Hay traición, engaño, violencia, corrupción y maldad de todo tipo. En estos momentos el necesita el consuelo de que no solo su vida está en manos de un Dios soberano que esta orquestando todo para el bien de los suyos, sino que no siempre será así, que viene un día cuando estaremos en un mundo perfecto con completa ausencia de estos males. Una de las mejores maneras de presentar el evangelio es también con el ejemplo personal, en vez de encubrir nuestros pecados y faltas, hacerles ver que todos estamos en la misma batalla y que necesitamos la misma gracia del redentor. Cuando fallamos debemos reconocerlo ante ellos y pedir perdón y mostrar nuestra esperanza en Cristo y su poder para perdonarnos y transformarnos. V. El momento del trato con los adolescentes. El trabajo de pastorear el corazón de su hijo es un trabajo de 24 hr. Los padres deben ministrar el corazón de sus hijos en todo momento y oportunidad, esa es la idea de Deuteronomio 6:6-7 “6Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.” Sin embargo existen tres puertas de oportunidad especiales por las que todo padre de adolescentes puede entrar para pastorear el corazón de su hijo. 1. La Inseguridad del Adolescente. El adolescente se siente en un dilema, no es un niño ni es un adulto. Si actúa como niño, lo regañan por “actuar como un niño. Pero si actúa como adulto lo regañan por “creerse adulto” Se preocupan por su apariencia, se sienten inseguros en relación a su cuerpo, pasan la mitad del tiempo frente al espejo, se preocupan por saber si el desarrollo de su cuerpo es apropiado. 1. La Inseguridad del Adolescente. Este es un período cuando el joven está plagado de preguntas. ¿Quién soy? ¿Me veo bien? ¿Por qué la vida es tan confusa? ¿Alguna vez aprenderé todas las reglas? ¿Qué está bien y qué está mal? ¿Qué le está pasando a mi cuerpo? ¿Qué voy a hacer con mi vida? ¿Seré exitoso o fracasado? ¿En verdad le agrado a la gente? ¿Soy normal? ¿Es normal mi familia? ¿En verdad existe Dios? En el contexto de las inseguridades diarias tenemos una oportunidad de ayudar a los adolescentes a hacer que la teología teórica se convierta en teología funcional y forjadora de la vida. Cada una de estas preguntas que irán surgiendo en los jóvenes provee una oportunidad para discutir, probar, experimentar, aplicar e internalizar verdades bíblicas importantes. En medio de estas preguntas, se pueden discutir temas bíblicos importantes, tales como la doctrina de la creación, el temor al hombre, la soberanía de Dios, la naturaleza de la verdad, la identidad en Cristo, la guerra espiritual y la tentación. 2. Momentos de Rebelión del Adolescente Todo adolescente aun el más sumiso tendrá momentos esporádicos de rebeldía. La mayoría de los casos son intentos fallidos de él mostrar su individualidad e independencia de los padres. En otras ocasiones la rebeldía será la manera del joven empujar los límites a ver hasta dónde puede llegar sin recibir consecuencias. También la rebelión puede ser motivada por la influencia de sus amigos La rebelión debe ser disciplinada en cada caso. Pero además, debemos convertir lo momentos de rebelión en momentos en que asuntos bíblicos importantes pueden ser discutidos, aplicados e internalizados. Se deben poner sobre la mesa las verdades bíblicas que tienen que ver con la autoridad, sembrar y cosechar, la naturaleza de la verdad y la falsedad, la sabiduría y necedad, la ley y la gracia, confesión, arrepentimiento, perdón, y la naturaleza y función del corazón. 3. Su Reacción por el Mundo Creciente ante sus Ojos. El adolescente siente como si de la noche a la mañana su mundo se engrandeciera. El mundo comienza a tener nuevos amigos, nuevos lugares, nuevas oportunidades y responsabilidades, nuevos pensamientos, nuevos planes, nuevas libertades, nuevas tentaciones, nuevos sentimientos, nuevas experiencias y nuevos descubrimientos. Esto en ocasiones producirá emoción y gozo en el joven que verá la vida una aventura, pero con mucha frecuencia producirá ansiedad y temor. Todos los goces y temores de este mundo creciente proveen oportunidades para ayudar a tu adolescente a entender realmente y a internalizar personalmente verdades fundamentales. Éstas incluyen la soberanía y providencia de Dios, la ayuda constante de Dios, la naturaleza de las relaciones bíblicas, la guerra espiritual, la disciplina, el dominio propio, el contentamiento, la fidelidad, la integridad, la naturaleza del cuerpo de Cristo, el mundo, la carne y el Diablo, el principio de responsabilidad y estar bajo supervisión, las prioridades bíblicas, el descubrimiento y mayordomía de los dones, y muchas otras verdades y principios bíblicos. CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN. No debemos acercarnos a la adolescencia de nuestros hijos ni enfrentarnos a ella con miedo o ansiedad. Más bien debemos verla como la época de la oportunidad. La época en que Dios nos permitirá tener la mayor influencia sobre la vida y el corazón de nuestros hijos. Sin embargo para poder hacer eso tenemos que trabajar con nuestro corazón primero. Para poder hacer esta labor como debemos hacerla tenemos que sacar de nuestro corazón una serie de ídolos que nos impedirán trabajar con nuestros hijos con el amor, compresión y paciencia que debemos. CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN Algunos de estos ídolos son: El ídolo de la Comodidad. El ídolo de la Apreciación. El ídolo del Éxito.