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Superar la crisis económica para reactivar el desarrollo rápido de Asia Discurso de Su Excelencia el Sr. Taro Aso, Primer Ministro del Japón 21 de mayo de 2009, Imperial Hotel, Tokio, Japón en la 15° Conferencia Internacional sobre el Futuro de Asia Hace tres años, participé de esta conferencia siendo Ministro de Relaciones Exteriores. Recuerdo que en esa oportunidad dije que Japón desearía avanzar con optimismo hacia la creación de una comunidad asiática abierta. Como todos bien saben, la situación global, en especial la situación económica, cambió totalmente desde entonces. Ahora nos encontramos en medio de una crisis económica y financiera considerada única en un siglo. Lamentablemente, Asia no es la excepción. Si bien las economías de Asia exhibieron una tasa de crecimiento media del 8% anual en los últimos cinco años, se prevé que esa cifra caerá fuertemente este año. De todas maneras, he venido aquí a decirles que mi visión optimista respecto de Asia sigue intacta. También hablaré sobre lo que Japón y Asia deberían hacer para que Asia supere sus problemas actuales, vuelva al crecimiento y para que la gente recupere la esperanza en su vida cotidiana. Se considera a Asia como el “centro del crecimiento económico para el siglo XXI, abierto al mundo”. Asia del Este sola alberga aproximadamente la mitad de la población global, con unos 3200 millones de habitantes y un crecimiento demográfico de 130 millones de habitantes en los cuatro últimos años, un incremento equivalente a toda la población del Japón. En la década precedente, el PBI nominal de la ASEAN (Asociación de Países del Sudeste Asiático), India y China juntos se triplicó. Si deseamos plasmar ese potencial latente que acabo de describir y garantizar la prosperidad en Asia, creo que será necesario que emprendamos esfuerzos que he dividido en tres áreas principales. La primera está constituida por las respuestas a la crisis económica y financiera mediante políticas y medidas macroeconómicas apropiadas para atender los mercados financieros. La segunda consiste en implementar un programa de crecimiento económico desde un punto de vista de mediano a largo plazo. Y la tercera es abordar tanto los temas transnacionales como los problemas ambientales, los desafíos de la salud y la sanidad, el terrorismo y la piratería, así como las cuestiones de seguridad para que las personas puedan llevar adelante su vida cotidiana a salvo y con tranquilidad. Me referiré a ellas una por una. Respuestas a la actual crisis económica y financiera En primer lugar, están las políticas para permitirnos superar la crisis económica y financiera que enfrentamos en este momento. Ahora es sumamente importante que cada uno de los países actúe en forma coordinada para lograr una expansión de la demanda interna. La experiencia de Japón, luego del estallido de su “burbuja económica” en la década de 1990, fue que nadie pedía dinero prestado, ni siquiera a una tasa de interés nominal cero, ni aumentaban las inversiones. Tomando muy en serio las lecciones de esa época, hemos puesto en marcha estímulos fiscales por un total de 120 mil millones de dólares estadounidenses hasta el momento, en la crisis actual. Además, estamos dispuestos a llevar a cabo nuevos desembolsos fiscales de aproximadamente 150 mil millones de dólares. Hemos dado estos pasos convencidos de que las circunstancias económicas anormales requieren, asimismo, respuestas excepcionales. También me alienta considerablemente el hecho de que los países de Asia estén adoptando medidas internas de estímulo económico, en este momento. Luego, la estabilidad y el desarrollo de los mercados financieros de Asia serán, en mi opinión, absolutamente necesarios no sólo para la región sino también para la estabilidad de la economía global. A partir de la crisis monetaria asiática de 1997, la cooperación financiera regional en Asia del Este fue tornándose cada vez más robusta, incluso a través de la iniciativa Chiang Mai, un marco de referencia para ajustar la liquidez. El otro día se resolvió que la Iniciativa Chiang Mai será más estable mediante un acuerdo multilateral a fines de este año. El nivel de 80 mil millones de dólares estadounidenses hasta el momento se llevará a 120 mil millones de dólares, de los que Japón aportará aproximadamente 40 mil millones de dólares. Se trata de un paso importante hacia el futuro. En la década posterior a la crisis monetaria asiática de 1997, la región asiática pasó a ocupar una posición importante en las actividades económicas globales, principalmente por medio de la aceleración de sus exportaciones a Europa y los Estados Unidos. La otra cara de la moneda es que las economías asiáticas quedaron considerablemente expuestas a los impactos de los procesos económicos en Europa, los Estados Unidos, etcétera. La turbulencia en las actividades económicas globales se refleja, de hecho, en un menor intercambio comercial desde la región asiática y en flujos de inversión más reducidos. Por consiguiente, los temas críticos son, primero, la intensificación del comercio intrarregional y de las transacciones de capitales en el interior de Asia. Segundo, para desarrollar aún más la cooperación financiera regional, hace falta promocionar el uso de las monedas locales para el comercio intrarregional y las transacciones de capital. Tercero, en el contexto de este mundo globalizado, creo que también será necesario que nuestra cooperación regional asiática sea una cooperación regional definitivamente “abierta el mundo”. Japón también está decidido a participar activamente en estas iniciativas. Uno de los ejemplos consiste en fomentar el atractivo del mercado japonés como destino de inversión y como fuente de capital. Por otra parte, creo que será posible desarrollar nuevas posibilidades para el futuro ampliando e incrementando las opciones de cooperación regional, como por ejemplo poniendo yenes japoneses a disposición de los países de la región en tiempos de crisis mediante acuerdos de canje bilateral. Además, aprovechando distintas oportunidades, Japón ha estado llamando la atención sobre la necesidad de aumentar el capital del Banco de Desarrollo Asiático (BDA), de triplicar su capital general actual de 55 mil millones de dólares llevándolo a un nivel de 165 mil millones de dólares. El acuerdo firmado recientemente entre los países miembros para llevar a cabo este aumento mejoraría la capacidad del BDA para dar respuestas efectivas a la crisis. Al mismo tiempo, no debemos pasar por alto las lecciones de la Gran Depresión de 1929. En las cumbres del G20 en Washington y Londres, los líderes confirmaron que se opondrían categóricamente al proteccionismo. Considero que este acuerdo debe ser aplicado concienzudamente. Una iniciativa para el crecimiento asiático Como segunda área importante, después de la respuesta a la crisis económica, será necesario implementar políticas para fortalecer el potencial de crecimiento de Asia desde una perspectiva a mediano y largo plazo y plasmar ese potencial latente. El mes pasado, anuncié una “Iniciativa para el Crecimiento” que aspira a duplicar la escala actual de la economía asiática para el año 2020. Esta iniciativa apunta a convertir la economía de Asia en una economía impulsada por la demanda interna antes que por las exportaciones, como ha ocurrido hasta ahora, mediante el estímulo al desarrollo en toda la región y a la expansión del consumo. Me gustaría señalar aquí dos puntos en términos concretos. El primero es la promoción del desarrollo en toda la región. El objetivo es alcanzar el fuerte desarrollo de una amplia gama de áreas industriales en toda la región, entre otras cosas, promocionando el desarrollo de una infraestructura y una industria subregionales así como mejoras en las aduanas y otros procesos de manera coherente, permitiendo así facilitar el flujo de personas, bienes y capital. Por ejemplo, actualmente un barco tarda alrededor de dos semanas en viajar de la ciudad de Ho Chi Minh en Vietnam a Chennai, en India, utilizando el Estrecho de Malacca. Sin embargo, las mercaderías podrían ser transportadas en apenas 10 días si se estableciera una ruta terrestre desde Ho Chi Minh hasta el Mar Andaman y el transporte marítimo se empleara para el tramo final. Además, si el tiempo necesario para los trámites de aduana y otros pudiera reducirse utilizando las tecnologías japonesas conocidas como servicio de aduanas “de un solo punto”, sería posible transportar los productos en sólo 8 días. Para materializar esta iniciativa es necesario elaborar un “plan de desarrollo asiático integral”, que ayudaría a facilitar la Asociación Pública-Privada. Para ello, ya propuse que el Instituto de Investigación Económica para la ASEAN y Asia Oriental (ERIA), el BDA y la Secretaría ASEAN, en cooperación con los países relacionados, trabajaran juntos en la elaboración de dicho plan. Sigue luego la expansión de la demanda interna en Asia. Para alcanzar este objetivo, cada país debería desarrollar “redes de seguridad” como sistemas de seguridad social, de manera que la clase media asiática aumente su consumo con tranquilidad. Además, la clase media propiamente dicha debe expandirse a través de una mejor educación. Los esfuerzos que acabo de mencionar, incluidos los del ámbito financiero, deben ser implementados por medio de la cooperación entre los países de Asia. Japón tiene la intención de estar a la vanguardia en la conducción de estas iniciativas. En términos concretos, para estos esfuerzos, entre los que se cuenta hacer frente a la crisis económica y financiera, he dispuesto (a) el equivalente de hasta 20 mil millones de dólares estadounidenses en AOD (Asistencia Oficial para el Desarrollo), (b) el equivalente de 20 mil millones de dólares para una nueva línea de seguros comerciales para el desarrollo de infraestructura, (c) el equivalente de 5 mil millones de dólares en dos años para la iniciativa “Inversión dirigida hacia el medioambiente futuro” del Banco Japonés de Cooperación Internacional (BJCI), y (d) el equivalente de 22 mil millones de dólares en dos años en apoyo adicional para financiar el intercambio comercial con el fin de sostener el crédito comercial, etcétera. Japón pondrá en movimiento todas las medidas posibles relativas a sus políticas para apoyar los esfuerzos que sean realizados por los países asiáticos. Hoy desearía abordar los siguientes puntos ligados, en particular, a la cooperación intrarregional en su relación con el crecimiento de Asia. Ante todo, Japón confiere gran importancia a la integración y al desarrollo de la ASEAN. Por otra parte, según veo, los marcos de la Cumbre de Asia Oriental y ASEAN+3, que avanzan actualmente con la ASEAN como la fuerza impulsora, nos ofrecen oportunidades significativas, que pueden llevarnos a la realización de una comunidad asiática oriental en el futuro. Siguen existiendo considerables disparidades económicas en la región de la ASEAN, que van de un país con más de 30.000 dólares estadounidenses de PBI per capita a países cuyas cifras equivalentes alcanzan apenas unos cientos de dólares. En particular, existe el problema de cómo fomentar el desarrollo de la región del Mekong, que ha quedado rezagada, y cómo fortalecer la logística y la distribución entre el este y el oeste en esa región. Para debatir estas cuestiones, en 2009 me gustaría invitar a los líderes de Camboya, Laos, Myanmar, Tailandia y Vietnam a Japón para realizar la primera Cumbre Mekong-Japón de la historia y acelerar nuestra cooperación. A continuación quiero abordar la promoción de la cooperación trilateral entre Japón, China y la República de Corea. La primera Reunión de la Cumbre Trilateral Japón-China-República de Corea, realizada en Fukuoka en diciembre pasado, atrajo la atención del mundo entero. Las economías de Japón, China, y la República de Corea juntas representan 15,9% de la economía global, superando la magnitud de las economías del Reino Unido, Alemania y Francia juntas. A través de la conducción directa de los Líderes, los tres países llevarán adelante la cooperación trilateral, incluso en el área de la economía. Tengo grandes esperanzas en el éxito de la próxima Cumbre Trilateral, que se llevará a cabo en China este año. Al analizar el desarrollo económico de Asia Oriental, desearía señalar también aquí la importancia de las relaciones con Rusia, que ha estado realizando esfuerzos para el desarrollo del Extremo Oriental Ruso y de Siberia Oriental y tratando de lograr su integración a la región Asia-Pacífico. Estuve en Sakhalin en febrero último y conmemoramos juntos con el Presidente Dmitry Medvedev el lanzamiento de las operaciones de la central de gas natural licuado dentro del Proyecto Sakhalin II. Por otra parte, mantuve conversaciones con el Presidente del Gobierno Vladimir Putin sobre temas que incluyen el desarrollo del Extremo Oriental de Rusia y Siberia Oriental durante su visita al Japón el otro día. En 2012, Rusia será sede de la Cumbre APEC (Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico) en Vladivostok. Considero que en el desarrollo de la estabilidad y la prosperidad regional, Rusia también puede ser un socio importante. También a este objetivo estoy decidido a dedicar mis máximos esfuerzos con el fin de eliminar el obstáculo actual en la relación bilateral Japón-Rusia, es decir, el tema de los Territorios del Norte. Cuestiones transnacionales, Señoras y Señores, La tercera área importante es la relativa a las cuestiones transnacionales. Para que Asia continúe su crecimiento en forma sustentable, tiene que haber un entorno en el cual las personas puedan llevar adelante sus actividades cotidianas a salvo y tranquilas. En términos concretos, es imprescindible que haya cooperación para abordar los temas que van más allá de las fronteras nacionales y no pueden ser resueltos por ningún país actuando solo, aun en los ámbitos de la salud y la sanidad y el medio ambiente, y también el terrorismo y la piratería, así como una necesidad de cooperar para resolver los problemas de seguridad regional como por ejemplo la situación en la Península Coreana. Hoy, por razones de tiempo, desearía abordar brevemente los temas relativos a las enfermedades infecciosas, en especial la gripe pandémica; el calentamiento global; y los problemas norcoreanos. La cepa H1N1 de la gripe pandémica que apareció en México el mes pasado se está propagando por el mundo entero prácticamente en forma inmediata. También en Japón, el número de personas infectadas está aumentando y el Gobierno del Japón no escatima esfuerzos para hacer frente a la situación. Como parte de su cooperación dirigida a los países asiáticos para combatir la gripe pandémica, Japón ha estado brindando ayuda para acumular una reserva de 1,5 millón de dosis de medicamentos antivirales y equipos de protección personal suficientes para 1,2 millón de personas con el fin frenar la propagación durante la etapa inicial. Japón tiene la intención de utilizar la cepa de gripe que se originó recientemente en México como una lección y ampliar más en el futuro sus esfuerzos relativos a las respuestas a nivel regional en Asia. Pasando al calentamiento global, se trata de un problema serio que, de no ser abordado, sin duda volverá para afectar a toda la humanidad con desastres naturales más frecuentes y en mayor escala y reducciones de territorio nacional, entre otros efectos. Por ejemplo, en el Océano Pacífico, pequeños Estados isleños como Tuvalu corren peligro de ver su territorio nacional sumergido debido al aumento del nivel del mar, lo cual hace que el tema del calentamiento global sea urgente para su supervivencia misma como países. La Reunión de los Líderes de las Islas del Pacífico (PALM) tendrá lugar en Tomamu, Hokkaido, a partir de mañana, con la participación de los jefes de Estado y de gobierno de 13 países y regiones del Pacífico, y el problema del calentamiento global será uno de los temas más importantes del encuentro. Japón tiene la intención de liderar una “revolución de bajo consumo de carbón” en beneficio tanto de Asia como del mundo entero. En Japón, lancé proyectos a gran escala para difundir la producción de energía solar, los automóviles eléctricos y los electrodomésticos para ahorrar energía. El punto débil del Protocolo de Kioto es que cubre apenas 30% de las emisiones totales de gas con efecto invernadero en el mundo. Se han llevado a cabo en todo el mundo esfuerzos generalizados para garantizar que en el COP15, que se llevará a cabo en Copenhague a fines de este año, se logre un acuerdo sobre el marco posterior a 2012. Como también señalé el otro día cuando me reuní con la Ministro del Clima y la Energía, Connie Hedegaard, de Dinamarca, el país anfitrión de esta conferencia, el nuevo marco de referencia debe contar con la participación de la totalidad de los mayores emisores, debe ser suficientemente ambicioso en cuanto a la resolución del problema, y lograr un equilibrio con la necesidad de garantizar el crecimiento económico y la seguridad energética. Junto con la gente de Asia, dedicaré mis mayores esfuerzos posibles a esta cuestión. Desde el punto de vista de la seguridad regional, como todos ustedes saben, lamentablemente, el entorno de Asia Nororiental en materia de seguridad se está tornando cada vez más grave. Corea del Norte, haciendo caso omiso a las exhortaciones de la comunidad internacional, continúa llevando adelante su desarrollo nuclear y de misiles. Tampoco da indicios de que trabajará en pos de la resolución del problema de las abducciones. La posición del Japón se mantiene intacta, en el sentido de que busca normalizar las relaciones con Corea del Norte a través de la resolución integral de estos problemas y el cierre del infortunado pasado entre Japón y Corea del Norte. Espero fervientemente que Corea del Norte escuche las voces de la comunidad internacional y participe sinceramente en los esfuerzos para resolver estos problemas. Las Conversaciones de los Seis constituyen el marco más realista para la resolución de los problemas norcoreanos, y Japón, en estrecha colaboración con los Estados Unidos, la República de Corea, China y Rusia trabajará racionalmente a favor de la reanudación de las Conversaciones de los Seis próximamente. Las voces de los países de Asia también tienen una gran fuerza. Les pido que continúen brindando su cooperación en este sentido. Conclusión: Construyamos juntos un continente asiático estable y próspero Señoras y Señores, La idea de “La Paz y la Felicidad a través de la Prosperidad Económica y la Democracia” es mi credo político. Es, asimismo, el camino que ha seguido Japón como país pacífico durante más de 60 años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Dar libertad de elección a cada individuo hace que la estabilidad y la prosperidad de la sociedad sean aún más sólidas. También en Asia, la felicidad de los ciudadanos en los países que siguen esa misma vía parece aumentar incansablemente. Japón apoyará a los amigos que transiten ese mismo camino y realicen esfuerzos en pos de esos objetivos. Hay un dicho, “La luz viene del Oriente”. Esta expresión era utilizada por los habitantes de la antigua Roma en referencia a las civilizaciones orientales. ¿No sería apropiado para nosotros tomar hoy esa palabra “Oriente” y reemplazarla por “Asia” – Asia, que es el centro del crecimiento económico del mundo? “La luz viene de Asia”. Asia será la primera en restablecer su vitalidad para luego difundir esa “luz” al resto del mundo. Concluyo mis observaciones hoy con ese pensamiento. Muchas gracias por haberme escuchado.