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ANALISIS SOCIO ECONOMICO DE LA INGLATERRA DEL S.XIX
TRABAJO DE: ANA MORENO ASENSIO DE 3ºA
CURSO: 2013-14
CENTRO: IES RAMÓN Y CAJAL
PROFESOR: OSCAR DAVID RUIZ MORALES
Índice
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Historia económica de Inglaterra:
Dap.3: Primera mitad del siglo XIX
Dap.4: La economía de Inglaterra durante la guerra con
Francia
Dap.5: La política del bloqueo continental de Napoleón
Bonaparte
Dap.6: Consecuencias del bloqueo continental y expansión
comercial mundial de Inglaterra
Segunda etapa de la Revolución Industrial:
Dap.7: La economía de Inglaterra después de 1815
Dap.8: El establecimiento del libre cambio y la expansión
financiera de Inglaterra
Sociedad:
Dap.9: Clases Sociales
Dap.10: Clases Sociales II
Dap.11: Clases Sociales (Resumen)
Dap.12: Los niños en el s.XIX
Dap.13: Conclusión y comparación
Dap.14: Fuentes
Primera mitad del siglo XIX
La Revolución Industrial y la creciente expansión del comercio inglés habían
convertido a Inglaterra en un país poderoso, pero también en un país dependiente
de lo que sucedía en la arena internacional. En consecuencia, las guerras que
tuvieron lugar en Europa después de la Revolución Francesa de 1789 necesariamente
tenían que afectar su economía.
¿En qué sentido lo hicieron?
El desarrollo económico de Inglaterra en la primera mitad del siglo XIX conoció dos
etapas: hasta 1815, donde se expande el comercio inglés en todo el mundo y se
desarrolla la agricultura; y después de 1815, cuando se retoma el camino de la
Revolución Industrial.
La economía de Inglaterra
durante la guerra con Francia
En 1793 comenzaría un enfrentamiento entre Inglaterra y la Francia revolucionaria
que habría de prolongarse veintidós años. La larga duración de este conflicto armado
provocó transformaciones relevantes en la economía inglesa.
En primer lugar, impulsó el desarrollo de la agricultura, al provocar un alza de los
precios agrícolas. Las inversión en los sectores agrícolas de la economía se multiplicó
y los avances técnicos se difundieron. Se calcula que la productividad agrícola inglesa
aumentó un 50% entre 1780 y 1820.
Entre los sectores industriales de la economía inglesa, fue la industria metalúrgica la
privilegiada, al tiempo que la textil algodonera seguía siendo muy importante. Pero la
creciente inversión de capital en el agro, así como también los gastos de guerra,
tendieron a frenar la expansión de la Revolución Industrial.
En el terreno comercial, las guerras francesa provocaron indirectamente la
expansión del sistema financiero, dinamizando el crédito en Inglaterra.
La política del bloqueo
continental de Napoleón Bonaparte
Napoleón, primero Cónsul y después Emperador de la Francia revolucionaria, llevó
adelante la política conocida como “bloqueo continental” en su afán de conseguir la
rendición del tradicional enemigo de Francia: la isla al otro lado del Canal de la Mancha,
Inglaterra.
Esta política consistía en procurar cerrar los mercados de la Europa continental a las
mercancías inglesas. Napoleón esperaba que la expansión militar de Francia y la puesta en
pie de Estados vasallos y aliados y la derrota de los enemigos coadyuvarían a la
realización del mencionado bloqueo. No sólo se lograría así debilitar económicamente a
Inglaterra, sino que también Francia conquistaría los mercados europeos para sus propias
manufacturas.
El bloqueo continental, aunque cosechó éxitos momentáneos, no podía, sin embargo,
sostenerse en el largo plazo. El comercio marítimo era de central importancia en una
Europa que no contaba siquiera con caminos decentes para utilizar vías terrestres.
Además, Francia no se hallaba en condiciones de reemplazar las manufacturas de una
Inglaterra que ya había atravesado su Revolución Industrial. Pero, ¿qué impacto tuvo esta
política en Inglaterra?
Consecuencias del bloqueo continental y
expansión comercial mundial de Inglaterra
A pesar de algunos daños coyunturales, el bloqueo continental benefició, en el largo
plazo, a Inglaterra. Tal como plantean Bergeron, Furet y Koselleck: “…es indudable
que las guerras de finales del siglo XVIII y comienzos de XIX permitieron al
comercio inglés abrirse un camino en nuevas regiones del globo, y que prepararon
también el dominio del mercado mundial por parte de Inglaterra a lo largo del siglo
XIX.
Los comerciantes ingleses comenzaron a buscar nuevas salidas para sus
manufacturas, labor en la que les fue de gran ayuda una Europa continental sumida
en una larga guerra. Así, pudieron crear nuevos mercados en las nacientes repúblicas
antes pertenecientes al Imperio Español, que comenzaban a independizarse ante la
crisis política que el encarcelamiento de Fernando VII por Napoleón había abierto
en la Península Ibérica.
La economía de Inglaterra después de
1815
El fin de las Guerras Napoleónicas trajo consigo la necesidad de que Inglaterra reajustara su economía a
las nuevas condiciones de paz. La economía inglesa se vio sumida en la crisis: los precios agrícolas caían
tras el cese del conflicto, seguía siendo difícil exportar hacia Europa, la industria metalúrgica ya no tenía
ejércitos que armar, la deuda pública había aumentado escandalosamente.
Sin embargo, después de 1825, Inglaterra sería protagonista de una segunda etapa de su Revolución
Industrial. La clave de este fenómeno reside en que Gran Bretaña supo aprovechar aquello que había
conquistado durante la época de guerra: el mercado mundial. Y esto no era poco. Las exportaciones no
dejaron de crecer.
La tecnificación de la tejeduría permitirá a la industria textil abastecer el mercado mundial. Pero, sin
duda, será la industria metalúrgica la gran protagonista de esta segunda etapa de la revolución industrial.
Las necesidades de transporte de la minería del carbón darán a luz a un nuevo invento: el ferrocarril, que
se perfeccionará hacia mediados de la década de 1820. En 1850, Gran Bretaña ya disponía de una nutrida
red de ferrocarriles.
La industria metalúrgica contó así con una demanda creciente importantísima, demanda que no cesó puesto
que después de construir ferrocarriles en Inglaterra, había que construirlos en la Europa continental, y
luego en América y en Asia.
El establecimiento del libre cambio
y la expansión financiera de
Inglaterra
Como consecuencia del proceso antes descrito, el sector burgués industrial de Gran Bretaña se encontró
en condiciones de ejercer su peso para la modificación de las leyes proteccionistas inglesas. Los aranceles
sobre la importación de materias primas y de alimentos entorpecían el rápido desarrollo que la industria
inglesa estaba experimentando en esta segunda etapa de su Revolución Industrial. En 1849 se abolió, por
fin, la última de las leyes proteccionistas.
Se abría una nueva etapa para la dominación del mercado mundial por Inglaterra. Los industriales ingleses
podrían ahora proveerse de materias primas al mejor precio, al tiempo que establecían acuerdos
comerciales con los países subdesarrollados, “con lo que el poder económicamente más fuerte convertía así
el libre cambio en un instrumento de dominación, en un medio para imponer la división mundial del trabajo
concebida en función de la expansión industrial de Inglaterra”.
Pero la clave de la posición privilegiada de Inglaterra en el mundo a mediados del siglo XIX también hay
que buscarla en el hecho de que hacia esta época Gran Bretaña comenzará a exportar capital, sobre todo a
través de la participación de inversionistas británicos en compañías de ferrocarriles extranjeras. Serán
los albores de lo que Lenin denominará imperialismo, la fase superior del capitalismo.
Clases Sociales
La imagen cotidiana es una sociedad burguesa y de clase media. Lo que se debe
diferenciar es que los límites sujetos a la clase media no estaban muy delimitados, la
burguesía inglesa se llamaba a sí misma "middle class" limitando con la "upper class",
que era la nobleza y los grandes aristócratas con renombradas familias. Su número
era constituido por apenas 5 millones de pobladores sobre un total de 25 millones,
la alta burguesía estaba compuesta por banqueros, hombres de negocios y
financistas, quiénes eran herederos de personas que habían arriesgado su capital en
pos de la nueva forma que tomaba la economía.
la clase media común y la clase media baja, intentaban emular a la clase alta siendo
pequeños tenderos y empresarios, médicos, abogados, comerciantes…
Clases Sociales II
Los aristócratas poseían propiedades de más de cuatro mil hectáreas en las que pasaban los meses
de verano, yendo a vivir en invierno a la ciudad de Londres. También disfrutaba de la misma
consideración la gentry, grupo social formado por, aproximadamente, tres mil familias que poseían
propiedades de un tamaño superior a cien e inferior a cuatro mil hectáreas.
En 1873 la clase alta controlaba el 80% de la superficie de Inglaterra, disponía además de
representación en el Parlamento y el gabinete de ministros, ocupaba los puestos directivos del
ejército y en la iglesia anglicana, que hacia finales de siglo, la mitad de los obispos estaban casados
con mujeres de la aristocracia.
La clase trabajadora, la baja, tenía un numeroso número de trabajadores domésticos: en 1851
alrededor de 1.900 individuos realizaban este tipo de tareas, en 1871 se acercaban al medio millón
de personas y, a finales de siglo eran casi 2 millones y medio. Otro tipo de trabajadores se dividían
en especializados, semiespecializados y no especializados, casi en proporción idéntica entre ellos.
El obrero no obtenía beneficio alguno de la expansión capitalista, aunque como lado positivo los
sueldos en general durante la época de prosperidad y laissez faire y su libre importación de
alimentos, se cuadruplicaron.
Para las masas trabajadoras no existía el beneficio social, salvo por la Ley de Pobres que seguía en
vigor, aunque no resultaba muy alentante.
Clases Sociales (Resumen)
Rey
Clero
BURGUESES
Nobles
Campesinos, obreros, mercaderes
Mendigos, prostitutas, niños
Los niños en el s.XIX
El promedio de vida de la época era de unos 40 años, la muerte de los adultos provenía de la tuberculosis,
mientras que la de los niños era el sarampión, la viruela y el hambre. Los niños trabajadores de la
industria textil podían además padecer tuberculosis a causa del polvo y la humedad, además de asma o
alergias, escoliosis o raquitismo. La revolución industrial acaparó mano de obra infantil para trabajos
como la minería o la industria textil, provocando accidentes y muertes a menudo por hacer trabajar a los
niños bajo las máquinas en marcha. además eran azotados si la producción comenzaba a descender. En
Inglaterra los niños desfavorecidos se encontraban a cargo de las iglesias, quiénes los vendían a las
industrias a través de anuncios en los periódicos cuando ya no querían mantenerlos o cuando tenían
demasiados. El comercio muy a menudo se realizaba sin consentimiento de los padres. Desde los cuatro
años de edad eran buscados para ser "entrenados" en las máquinas, trabajan en las minas, limpian las
partes de las maquinarias o van tras los hilos rotos en los telares. Uno de los pioneros en la investigación
del trabajo infantil y sus consecuencias fue el cirujano y farmacéutico Charles Turner Thackrah, quién
publicó varios trabajos en los que expuso los riesgos para la salud y proponía medidas preventivas. El
Estado inglés tomó medidas en 1833, creando una serie de regulaciones atinentes al trabajo infantil con
la Factory Act, prohibiendo la inserción laboral de niños menores de 9 años, registrando sus honorarios y
obligando a las empresas a brindarles asistencia escolar. El oficio que tuviesen les impedía ir al colegio, y
para 1828 dos de cada catorce británicos habían acudido a la escuela al menos un tiempo. En Inglaterra,
el 44% de los ladrones y el 23% de quienes habían causado lesiones no superaban los 21 años de edad.
Conclusión y comparación
Cuando tu profesor de sociales te dice haz un trabajo socioeconómico de la Inglaterra
del s.XIX, piensas que rollo, y encima sobre la explotación infantil que lo estamos
escuchando todos los días en las noticias. Haciendo el trabajo me he dado cuanta de lo
irónico que es, que hace dos siglos se tratara a los niños de esa forma, y que nosotros
haciendo este trabajo digamos que bestialidad, ¿Cómo es posible? Y muchas veces viendo
las noticias, vemos como en países tercermundistas esta pasando lo mismo y lo vemos tan
normal, claro como allí pasan hambre pues los niños trabajan, y eso no debería ser así,
pues los niños tenemos ahora unos derechos, y sinceramente y dirigiéndome a todos esos
empresarios que utilizan la mano de obra infantil, como seres humanos, se os debería
caer la cara de vergüenza, utilizarlos para enriqueceros. Porque en dos siglos creo que
hemos tenido suficiente tiempo para cambiar las cosas. A veces los niños, y jóvenes no
nos damos cuenta de lo privilegiados que somos teniendo una educación gratis y la
desperdiciamos y en cambio, un niño de unos 5 años esta madrugando para ir a coser
deportivas o balones, que más tarde nosotros consumimos aquí por un precio, muy
elevado. Con lo cual creo que en dos siglos ha cambiado mucho la cosa para algunos, pero
sin embargo para otros sigue siendo la misma historia.
Fuentes
◦ http://suite101.net/article/historia-economica-de-inglaterra-primera-mitad-del-siglo-xix-a50936
◦ http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89poca_victoriana#cite_note-38
TRABAJO REALLIZADO POR: ANA MORENO ASENSIO DE 3ºA ESO