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BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA UNIDAD ACADÉMICA DE INGENIERÍA AGROHIDRÁULICA PROGRAMA DE INGENIERO AGRÓNOMO ZOOTECNISTA TESIS RENDIMIENTO DE MATERIA SECA (MS) DEL PASTO ORCHARD (Dactylis glomerata L.) A TRES FRECUENCIAS DE CORTE. QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: INGENIERO AGRÓNOMO ZOOTECNISTA PRESENTA EVERARDO MARTÍNEZ TEJEDA DIRECTOR DE TESIS M.C. RAMIRO ESCOBAR HERNÁNDEZ ASESORES: DR. MARCOS PÉREZ SATO M.C. FABIÁN ENRIQUEZ GARCÍA TLATLAUQUITEPEC, PUE. 2006 DEDICATORIA A DIOS A dios le doy gracias por darme la fuerza, la fe y esperanza que me hicieron y que me harán vencer cada uno de los retos y obstáculos que se presenten durante mi vida profesional, gracias dios mío por darme tu bendición. A MI PADRE A mi padre Gilberto Lara y López a quien le debo todo lo que soy, a él quien medio el sustento, el cariño de un padre verdadero. A el por haberme brindado una verdadera educación. A el doy gracias por ser la persona quien soy, aunque ya no este conmigo, pero en recuerdo de su memoria, esta tesis es dedicada en su honor; que Dios lo tenga en su santa gloria. A MI MADRE A mi madre Flocela Judith Tejeda Bautista a quien le debo la vida , a ella que me ha dado su amor su cariño, su apoyo incondicional, gracias por cada uno de tus consejos y palabras de aliento que me diste en los momentos mas difíciles, a ti por ser la mejor de las madres; que Dios te bendiga. I AGRADECIMIENTOS A LA MÁXIMA CASA DE ESTUDIOS A mi alma “Mater” la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, por haberme acogido en sus instalaciones durante mis estudios. A MARIBEL MI ESPOSA A Ella por darme su cariño su amor y su ternura y por depositar toda su confianza en mi, gracias por creer en mí. A MI AMIGO MIGUEL TECUANHUEHUE VERA por ser el amigo que es. A MIS ASESORES Al Dr. Marcos Pérez Sato y al M.C. Ramiro Escobar Hernández por darme su tiempo su paciencia y conocimiento, por todo el apoyo que me han brindado durante la elaboración del la presente tesis para que esta se culminara satisfactoriamente, a ellos mis más sinceros agradecimientos. II ÍNDICE GENERAL CONTENIDO Pág. DEDICATORIA.................................................................................................. I AGRADECIMIENTOS....................................................................................... II ÍNDICE GENERAL............................................................................................ III ÍNDICE DE CUADROS Y FIGURAS................................................................ VI RESUMEN........................................................................................................ VII 1. INTRODUCCIÓN........................................................................................ 1 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA......................................................... 3 3. JUSTIFICACION......................................................................................... 5 4. HIPÓTESIS................................................................................................. 6 5. OBJETIVOS................................................................................................ 7 5.1. Objetivo específicos........................................................................... 7 5.2. Objetivos generales........................................................................... 7 6. REVISION DE LITERATURA..................................................................... 8 6.1. Los forrajes en la alimentación anima............................................... 8 6.2. Orígenes del pasto orchard............................................................... 8 6.3. Descripción del pasto orchard (Dactylis glomerata L.)...................... 9 6.3.1. Descripción morfológica................................................................. 9 6.4. Características generales.................................................................. 12 6.4.1. Caracteres agronómicos................................................................. 12 6.4.2. Uso en pastoreo............................................................................. 13 III 6.4.3. Fertilización.................................................................................... 14 6.4.4. Principales enfermedades.............................................................. 16 6.4.5. Método de siembra......................................................................... 17 4.4.6. Época de siembra........................................................................... 17 6.4.7. La persistencia del pasto orchard................................................... 18 6.4.8. Rendimiento.................................................................................... 18 6.4.9. Temperatura................................................................................... 19 6.5. Factores que afectan el consumo de animales en pastoreo............. 21 6.5.1. Frecuencia de defoliación............................................................... 22 6.5.2. Severidad de defoliación................................................................. 28 6.5.3. Rebrote de las plantas forrajeras.................................................... 29 6.5.4. Crecimiento vegetal........................................................................ 30 6.5.5. Estructura de la pradera................................................................. 32 6.5.6. Morfogénesis de la planta............................................................... 34 6.5.7. Población de tallos.......................................................................... 35 7. MATERIALES Y METODOS....................................................................... 40 7.1. Localización del área de estudio........................................................ 40 7.2. Clima.................................................................................................. 40 7.3. Suelo.................................................................................................. 41 7.4. Duración del experimento.................................................................. 42 7.5. Tratamiento y diseño experimental.................................................... 42 7.6. Variables a medir............................................................................... 42 7.7. Rendimiento de materia seca (MS)................................................... 42 IV 7.8. Análisis estadístico............................................................................ 43 8. RESULTADOS Y DISCUCIONES.............................................................. 44 8.1. Rendimiento de forraje verde (RFV).................................................. 44 8.2. Rendimiento de materia seca de hoja (RMSH)................................. 45 8.3. Rendimiento de materia seca de tallo (RMST).................................. 46 8.4. Rendimiento de materia seca de material muerto (RMSMM)........................................................................................... 47 8.5. Rendimiento de materia seca total (RMST)....................................... 48 9. CONCLUSIONES....................................................................................... 50 10. LITERATURA CITADA............................................................................... 51 V ÍNDICE DE CUADROS Y FIGURAS No. TITULO Pág. 1. Composición química del pastos Orchard (Dactylis glomerata L.).... 14 2. Climograma de la estación Tlatlauquitepec........................................ 41 3. Rendimiento de forraje verde (T FV haˉ ¹)......................................... 44 4. Rendimiento de materia seca de hojas (kg MSH haˉ ¹)...................... 45 5. Rendimiento de materia seca de tallos (kg MST haˉ ¹)....................... 46 6. Rendimiento de materia seca de material muerto (kg MSMM haˉ ¹).. 47 7. Rendimiento de materia seca total (kg MST haˉ ¹)............................. 49 VI RESUMEN El objetivo de este estudio fue evaluar el rendimiento en materia seca de una parcela a través del tiempo a diferentes frecuencias de corte. El estudio se realizó el 21 de Junio de 2002 en el campo Experimental de Pezmatlan de la escuela Ingeniería Agronómica zootecnista de la Universidad Autónoma de Puebla. Ubicada en el municipio de Tlatlauquitepec, que se localiza en la parte Noreste del Estado de Puebla. Se estableció una pradera con pasto orchard (Dactylis glomerata L.) variedad Potomac. Se evaluaron 3 tratamientos que corresponden a tres frecuencias de corte (15,30 y 45 días) en la pradera se tomó un área de 162 m² y se delimitaron 18 parcelas de 3 x 3 m². Se utilizó un diseño completamente al azar con 6 repeticiones y la prueba de comparación de medias de Tukey (p<0.05). Los rendimientos de forraje verde en orchard fueron de 3.268, 3.083, 2.887 toneladas de forraje verde hˉ¹ en las frecuencias de corte 30, 45 y 15 días, respectivamente. En cuanto a los rendimientos de materia seca total del pasto orchard los mejores rendimientos se obtuvieron en el tratamiento 2 que fue de 569.91 kg hˉ¹ en la frecuencia de corte de 30 días, siendo superior a las frecuencias de corte 45 y 15 días respectivamente. De tal forma que los mayores rendimientos de materia seca para Hoja, Tallo y Material muerto se presentaron en la frecuencia de defoliación de cada 30 días. Se concluye que a frecuencias de corte cada 30 días se obtuvo el mayor rendimiento de forraje verde como el de materia seca. VII 1. INTRODUCCIÓN México dedica más del 60 % de su territorio básicamente a la ganadería bovina, considerada una de las actividades más importantes del sector agropecuario. Es determinante el papel que juega los forrajes en esta actividad productiva, ya que casi la totalidad de la leche y cerca de la mitad de la producción de carne se obtiene a partir de los recursos forrajeros, esto explica en razón de su bajo costo, disponibilidad y facilidad de obtención en relación con otras fuentes alimenticias. En los últimos años los costos de los alimentos balanceados y otros suplementos se han incrementado, al igual que los costos de utilización y mantenimiento de la maquinaria agrícola, necesaria para las labores de preparación de tierras y cosechas de forrajes, de forma que este sistema a disminuido su rentabilidad. Debido a lo anterior se han buscado nuevas técnicas o alternativas de producción forrajera, (Zaragoza, 2000). Para lograr la mayor productividad, las explotaciones ganaderas de la Sierra Norte de Puebla deberán de recurrir a tecnologías apropiadas consistiendo, en uso y diversidad de especies forrajeras con alto potencial productivo, de preferencia con bajo requerimientos de insumos y tolerantes a plagas y enfermedades, alta resistencia al pastoreo, valor nutritivo, palatabilidad y facilidad de reproducción, complementadas con practicas de manejo de pastoreo u cortes racionales que permitan prolongar al máximo la vida útil de las praderas reduciendo el deterioro del recurso como es suelo por erosión, acidificación y empobrecimiento, además de practicas de concertación de forraje que permita aprovechar los excedentes de las épocas de abundancia, para su uso con en periodos de escasez. Por todo lo anterior el presente estudio tuvo como objetivo conocer el efecto de tres diferentes frecuencias de corte en la dinámica de rendimiento de materia seca (MS) en una parcela establecida con pasto orchard (Dactylis glomerata L.). 2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La importancia de conocer los rendimientos de materia seca (MS) de praderas establecidas con pasto orchard (Dactilys glomerata L.) a tres frecuencias de corte (15, 30 y 45 días) en el municipio de Tlatlauquitepec, es con la finalidad de obtener resultados que nos puedan ser útiles para mejorar la comprensión, del manejo de cortes o pastoreo. Además de esto hay que tener presente que el mayor rendimiento de los animales domésticos en la actualidad lleva consigo un aumento de sus exigencias alimenticias tanto cuantitativa como cualitativamente. Sin embargo es de importancia mencionar que en la Sierra Norte de Puebla se desconoce el manejo que se le debe de dar a los forrajes, provocando bajos rendimientos, al igual que los parámetros de producción animal (leche), uno de los productos más explotados dentro de la región. Esto se ha dado por la falta de estudios o técnicas mal empleadas o de alguna manera especies o variedades de forraje mal establecidas, no obstante repercutiendo en una deficiencia de nutrientes y un bajo rendimiento en cuanto a materia seca ocasionando un descenso de la producción animal. De tal manera que al realizar este trabajo de tesis donde se evalúo el rendimiento de materia seca una parcela establecida con pasto Orchard (Dactylis glomerata L.) a tres frecuencias de corte con el propósito de determinar de una manera concreta los rendimiento de (MS) que esta pradera nos pueda proporcionar bajo este clima y tipo de suelo. 3. JUSTIFICACIÓN En este trabajo se requiere plantear a los productores una alternativa de manejo, que ofrecen las gramíneas introducidas, ya que pueden contribuir a diferentes propósitos como la de corregir deficiencias nutricionales, e incrementar la tasa de proteína y energía, además de proporcionar bienes y servicios en su explotación. Así también determinar y conocer la mejor frecuencia de corte, para poder alcanzar los mayores rendimientos en cuanto a materia seca, de tal forma que al determinarse la frecuencia correcta de corte se podrá mejorar el manejo de praderas establecidas, y así obtener los mejores rendimientos de forraje. Por consiguiente dicha información nos será de gran utilidad para todas aquellas personas que estén relacionadas con el ámbito Agropecuario. 4. HIPÓTESIS 1) La frecuencia de corte de forraje del pasto Orchard (Dactylis glomerata L.) no afecta el rendimiento en materia seca. 2) La baja frecuencia de corte afecta el rendimiento de materia seca (ms). 5. OBJETIVOS 5.1. Objetivo general Determinar el rendimiento del pasto Orchard (Dactylis glomerata L.) a tres frecuencias de corte. 5.2. Objetivos particulares 1) Determinar el rendimiento en materia seca del pasto Orchard (Dactylis glomerata L.) a tres frecuencias de corte. 2) Determinar la mejor frecuencia de corte para alcanzar los mejores rendimientos en cuanto a matearía seca del pasto orchard (Dactylis glomerata L.). 6. REVISIÓN DE LITERATURA 6.1. Los forrajes en la alimentación animal Los rumiantes productores de alimentos para consumo humano, tienen la facilidad de utilizar el pastoreo como fuente natural de nutrientes, que es una forma más económica para producir; sin embargo, en explotaciones intensivas deben observarse practicas que controlen tanto el crecimiento del pasto como de los animales que lo consumen, para esto el productor debe conocer los factores que inciden en el complejo suelo-planta-animal, y adoptar soluciones regionales o locales para establecer el sistema de pastoreo y elegir los animales más convenientes a su propósito (Ortiz, 1994). Los rumiantes dependen del pasto como principal fuente de energía y proteínas, además de que obtienen de este algunos minerales y vitaminas esenciales (Halley, 1990), que constituyen una parte importante de las raciones del ganado lechero por razones fisiológicas y económicas, pueden representar del 60 al 70% de la ingestión total de materia seca (Etgen y Reaves, 1990). En todo sistema de alimentación basándose en pasto es importante considerar que el rendimiento de materia seca de forraje es variable y está sujeta a las condiciones climáticas (Castro, 2002). 6.2. Orígenes del pasto Orchard (Dactylis glomerata L.) Los probables centros de origen del pasto Orchard u Ovillo (Dactylis glomerata L.) son el norte de Europa, zonas templadas de Asia y el norte de África; fue introducido a Norteamérica donde esta muy adaptado. Es un pasto nativo del oeste y del centro de Europa; se ha dicho que ya se cultivaba en América del norte en 1760 en Orange, Virginia y Oldham, Kentucky. Se encuentra distribuido en gran parte de la zona templada del Hemisferio Norte: incluyendo toda Europa, excepto en la parte más septentrional; en América del Norte se encuentra en las provincias del este de Canadá y en los Estados Unidos desde las fronteras con Canadá hasta la parte septentrional de los estados del Golfo y de las costas del Atlántico, en las áreas muy lluviosas de las montañas Rocallosas, en las áreas bajo riego de casi todo el este y en la costa del Pacifico. Se ha citado como una gramínea adecuada para las tierras húmedas altas de Ceilán; en el hemisferio Sur tiene importancia en Nueva Zelanda y América del Sur, especialmente en Chile. (Picazo y Aguirre, 1996). 6.3. Descripción del pasto orchard (Dactylis glomerata L.) 6.3.1. Descripción morfológica La inflorescencia ramificada del pasto orchard es una panicular compacta o diseminada parcialmente con una longitud de 5 a 20 cm (INIFAP, 2005). La espiguillas de 5-9 mm de largo, verde glaucas, aovadas, comprimidas, cada una con 2-5 antecios, finalmente desarticuladas entre estos, subsésiles y dispuestas en fascículos densos y unilaterales, glumas lanceoladas, acuminadas, híspido- ciliadas en la quilla, la inferior 7- nevada, de 3-4 mm de largo, la superior 3- nevada, de 5-6.5 mm de largo lemas de 4-8 mm de largo, lateramente comprimidas, mucronadas o cortamente aristadas, estrechamente imbricadas, 5- nevadas, fuertemente quilladas, normalmente con pelos cortos y rígidos en la quilla; palea casi igual a la lema; anteras de 2-3 mm de largo.(Zapata, 2000). Los flósculos individuales son más pequeñas que en la festuca alta o Rya grass y son ligeramente curvos. Las lemas son abruptamente puntiagudas o con aristas cortas. El promedio de semillas por libra es 460,000 (1, 012,000 por kg), con una variación de 726,000 a 1, 236,000 a 1, 236,000 semillas/ kg. Lema - La bráctea inferior de las dos que encierra a la flor. Palea - La bráctea superior de las dos que encierra a la flor. Raquilla - El raquis principal de las espiguillas. Semilla - Óvulo maduro que contiene un embrión con una cubierta, y con tejidos adicionales de almacenamiento (Oregon, 1999). Sus tallos tienen una altura de 60 a 120 cm. (Myers, 1981; citado por Picaso y Aguirre, 1996). Los tallos vegetativos son comprimidos, dando una apariencia plana distintiva para la identificación. (Oregon, 1999). Las hojas del pasto orchard son de 2 – 12 mm. de ancho y pueden alcanzar hasta un metro de longitud. Las hojas están dobladas cuando emergen de la espiral de hojas anteriores, resultando en una apariencia distintiva plana y una forma de “V “en la sección cruzada (INIFAP, 2005). Las hojas varían en color verde a verde azulado (Oregon, 1999, Remon, 1991). La superficie de abajo no es brillante y tiene un pliegue distintivo en el centro. Los márgenes y vainas de las hojas usualmente son algo ásperas al tacto cuando maduran, auque se han desarrollado algunas variedades con hojas suaves. El collar es una banda estrecha de tejido meristematico que permite el aumento del tamaño de la lámina de la hoja. Una vez que la lámina de la hoja ha alcanzado su máximo crecimiento, las células dejan de dividirse. La región del collar del pasto orchard es amplia y sin aurículas. La lígula es una membrana, aproximadamente dividida y desigual en la parte de arriba. La vaina de la hoja esta unida debajo de la región del collar, formando un tubo cerrado en su mayor parte. El pasto orchard produce un sistema de raíz fibroso y extenso. No tiene estolones y rara vez presenta rizomas cortos. Rizomas: Tallo subterráneo con hojas parecidas a escamas, que se origina en los nudos. Raíz: Órgano cilíndrico de la planta sin nudos o entrenudos y con ramificaciones originadas desde el interior; generalmente sirve como el órgano principal de establecimiento y absorción. Estolón: Tallo trepador o postrado, que tiene raíces en los nudos. 6.4. Características generales 6.4.1. Caracteres agronómicos Esta gramínea se adapta a un amplio rango de condiciones edáficas y crece en casi cualquier tipo de suelo, incluyendo suelos desde extremadamente ácidos hasta alcalinos, de texturas pesadas, superficiales, suelo de minería, con altos contenidos de sodio, de baja fertilidad natural suelos en zonas de ladera, y aun en aquellos sujetos a inundación prolongada. Alcanza su mejor desarrollo en suelos profundos húmedos, fértiles, de francos a arcillosos, y con pH entre 6.0 y 80, aunque también se reporta productivo en suelos más pobres. El análisis del pH para 83 localidades varió de 4.5 a 8.2, con una media de 6.3. Tolera suelos moderadamente salinos y con contenidos de yeso, pero no muy alcalinos, y no persiste en suelos sujetos a resecamiento prolongado (Zaragoza, 2000). Entre las gramíneas forrajeras de origen templado, ésta se adapta a temperaturas relativamente elevadas. Su temperatura óptima es de 25º, lo que contribuye a un buen desarrollo estival si llueve. Reacciona bruscamente a las variaciones de temperatura de la primavera, disminuye fuertemente su crecimiento con temperaturas bajas y crecen en el momento en que el tiempo mejora (Michel, 1984). 6.4.2. Uso en pastoreo Es evidente que las gramíneas forrajeras de clima templado son un importante alimento para el ganado, tales gramíneas varían de un ambiente a otro. En regiones templadas el pasto orchard se adapta de manera satisfactoria (Chapman y Peat, 1992). El forraje de orchard es de buena calidad en estado joven; cuando espiga reduce su palatabilidad, pues se vuelve fibroso, áspero y duro. La fase de abundancia de hojas es la mejor para su aprovechamiento, hasta el comienzo del espigamiento, la gama de variedades cultivadas ricas en hojas es amplia (Remon, 1991). El orchard se usa para praderas permanentes, pero aunque es tolerante al pastoreo, no persiste mucho cuando este es continúo e intensivo. Cuando se expone a este tipo de explotación es sustituido por otros pastos y malas hierbas, dando mejores resultados cuando se regula el pastoreo o se práctica una rotación. Cuando se pastorea combinado con una leguminosa, se puede contrarrestar esta característica desfavorable (Muslera y Ratera, 1984; citado por Zaragoza, 2000). Un pastoreo poco intenso o el retraso del consumo hasta demasiado tarde, no solo determina que el pasto resulte poco apetecible para los animales y con escaso valor nutritivo, sino que debilita su población; en cambio un pastoreo intenso y continúo debilita al orchard y hace que sea sustituido por otras especies más tolerantes a un pastoreo intenso y que son menos apetecibles para el ganado (Hughes, Heath y Metcalfe, 1980). Aunque la principal utilización del pasto Orchard es el pastoreo independiente o en mezclas con leguminosas o gramíneas, también puede proporcionarse al ganado segado en fresco, heno y ensilaje. Su riqueza en elementos nutritivos se muestra en el Cuadro 1. Cuadro 1. Composición química del pastos Orchard (Dactylis glomerata L.). VERDE % HENO % Agua 69.40 Agua 11.40 Proteína bruta 2.60 Proteína bruta 7.70 Carbohidratos 13.80 Carbohidratos 40.70 Fibra 10.70 Fibra 30.50 Grasas 1.10 Grasas 2.90 Cenizas 2.40 Cenizas 6.80 Fuente: Flores, M. J. A., (1990) 6.4.3 Fertilización El pasto orchard es capaz de crecer en suelos de poca profundidad y de baja fertilidad; sin embargo, responde bien a un alto grado de fertilidad del suelo y particularmente, a aplicaciones adecuadas de nitrógeno. A causa de su alta capacidad de rendimiento, el pasto orchard extrae gran cantidad elementos nutritivos del suelo. No crece bien en suelos alcalinos (Wheler, 1957; citado por Hughes, 1980). El pasto orchard requiere mucho nitrógeno para crecer y para obtener el mayor rendimiento aplicar 70-80 kg haˉ¹ por corte y 120 – 180 kg hˉ¹ para iniciar la primera explotación. Dada la precoz iniciación del reposo del pasto orchard, es preciso aporte después del último corte que generalmente se efectúa en octubre, la fertilización nitrogenada de final de otoño, destinada a adelantar el crecimiento en primavera, si el invierno es suave (Duthil, 1990). Es esencial la fertilización para un alto rendimiento (Caputa, 1952) estimó que, en pastos explotados intensamente, puede extraerse anualmente en la hierba el equivalente 550 kg de sulfato amónico, 165 kg de superfosfato y 165 kg de cloruro de potasio, por hectárea. El pasto orchard para forraje se produce casi exclusivamente en asociación con una o varias leguminosas como (alfalfal y trébol) que cuando se inoculan debidamente, proporcionan el nitrógeno necesario para el desarrollo de las gramíneas. Aunque en las leguminosas asociadas no proporcionan todo el nitrógeno que el pasto orchard pueda utilizar, la aplicación de nitrógeno con fertilizantes comerciales, suele estimular excesivamente el crecimiento de la gramínea, lo que determina la asfixia o la debilitación de las leguminosas (Sprague, 1948) en consecuencia, no suele recomendarse la aplicación de fertilizantes nitrogenados a las asociaciones de orchard y leguminosas. (Leefe, 1958, Pelton, 1955, Robinson, 1952, Sprague y Gaber, 1950). Por otra parte, se han obtenido resultados beneficos sobre el rendimiento de las mezclas de orchard y leguminosas mediante la aplicación de nitrógeno. Está resulta ser una práctica recomendable en algunos casos. Cuando se trate de poblaciones puras de orchard o en casos en que la proporción de leguminosas en la mezcla sea reducida, la fertilización con nitrógeno es esencial (Mitchell y Cotnoir, 1959). 6.4.4. Principales enfermedades La roya amarilla o rallada (Puccinia Striiformis Westwed) es una enfermedad causada por un hongo, inicia con la germinación de esporas diseminadas por el viento, agua, animales y maquinaria. Las estructuras fructíferas (uredias) son de color amarillo, limón anaranjado y llegan a ser más numerosas en la parte de arriba de las hojas. Está constituida por numerosas postulas pequeñas, ataca a las hojas desde de mayo hasta octubre. Esta enfermedad puede disminuir la calidad del forraje mediante el incremento de la fibra detergente ácido (FDA) de 6 a 8% (Carambula, 1981). La Roya negra que se desarrolla en forma de postulas más grandes, comienzan a más tardar en julio, pero puede presentarse hasta octubre. La Scolecotrichosis, caracterizada por amplias manchas marrón claro, que con el tiempo, conjuga sus ataques con la roya amarilla en las mismas estaciones, todas estas enfermedades resultan catastróficas para la palatabilidad y pueden destruir la pradera. Todos atacan a los rebrotes que pronto emergerán. Para evitarlo, es preciso cortar el pasto con más frecuencia, cuanto más sensible sea la variedad (Duthil, 1990; citado por Zaragoza, 2000). La selección de variedades resistentes es la forma más económica del control de enfermedades, ya que son pocos los funguicidas permitidos para el uso en praderas, heno o ensilado. En el caso de enfermedades foliares una fertilidad adecuada y agua permiten a la planta resistir a las enfermedades (Oregon, 1999). El virus moteado del pasto orchard, causa un severo moteado y secado del pasto orchard. Este virus es trasmitido por larvas y adultos de crisomelidas (Olema melanopus L.), el virus no se trasmite por la semilla pero puede diseminarse en el campo mediante el equipo de corte y el pastoreo de los animales (Oregon, 1999). 6.4.5. Método de siembra La semilla puede distribuirse al voleo o con sembradora de granos, localizando la gramínea en surcos separados de 15 a 30 cm se han obtenido mayores rendimientos cuando ha existido separación entre hileras, basado en los experimentos hechos, donde lograron los máximos rendimientos con hileras a 90 cm. Después de la siembra debe cubrirse la semilla para quedar entre 0.5 a 2 cm de profundidad dependiendo de la textura del suelo; en los suelos pesados debe quedar más superficial (ICA, 1963; citado por Picazo y Aguirre, 1996). 6.4.6. Época de siembra Al contrario de la mayor parte de las gramíneas de clima frío y húmedo, es preferible sembrarlo al principio de la primavera, aunque, la semilla germina bien dentro de un margen muy amplio de temperatura y el desarrollo de las plantas es poco afectada por la época de la siembra. Las siembras al final del verano y del otoño pueden dar un buen resultado si se da tiempo suficiente para su establecimiento (Myers, 1981; citado por Picazo y Aguirre, 1996). El establecimiento puede ser al inicio de la primavera o a finales del verano, dependiendo principalmente del tipo de suelo. Los suelos de textura fina puede estar demasiado húmedas para cultivarse y sembrarse al principio de la primavera, mientras que suelos de textura gruesa puede ser sembrado en la primavera u otoño cuando se cuenta con irrigación disponible (Oregon, 1999). 6.4.7. La persistencia del pasto orchard La persistencia es la longevidad o la duración de una planta es decir su vida. Esta puede naturalmente estar limitada por un accidente fortuito, pero lo que al agricultor le interesa es la persistencia probable, potencial de la gramínea que el implante. Pero aquella persistencia dependerá esencialmente de la especie y de la variedad, así como también evitando los errores de explotación que abreviarían la vida de la pradera (Michel, 1984). 6.4.8. Rendimiento Avedaño, (1978) reporta una producción de forraje en pasto orchard de aproximadamente 11,000 kg ha-1 año-1. (Níger, 1981) menciona que en una pradera bajo pastoreo continuo, produjo 706 kg ha-1 año-1. (Herrera y Larios, 1991) encontraron un rendimiento de pasto orchard de 3198 kg MS ha-1 en 188 días con pastoreos cada 58 días, ya sea asociado con trébol rojo o blanco. (Jiménez, 1989) obtuvo una productividad de 10.9-15 ton ha-1 año-1 con frecuencias de seis a ocho semanas. El mismo autor (1983) trabajando en asociación con pasto orchard variedad Potomac y Alfalfa variedad Valenciana obtuvo una producción total de forraje 15770 kg ha-1 año-1 (citado por Picazo y Aguirre, 1996). Por su parte (Gonzáles, 1999) en un experimento realizado en praderas de pasto orchard, comparando frecuencias de corte, obtuvo la mayor tasa de crecimiento a los 28 días (30,8 kg MS ha-1 d-1), (Burboa y Pérez, 1991) encontraron en las variedades Barlatra, Copper y Talbot de lolium perenne, Tasas de crecimiento de 90.4, 63.6 y 56.7 kg MS ha-1 d-1. 6.4.9. Temperatura La temperatura influye en la adaptación de los forrajes, por lo que encontramos tanto leguminosas como gramíneas que caracterizan a las diferentes regiones climáticas. En la duración del ciclo de crecimiento, sus efectos pueden variar con la edad de la planta, pues los primeros estados de desarrollo, las altas temperaturas favorecen la velocidad de desarrollo del forraje, mientras que en la madurez causan acelerada senescencia foliar y maduración del forraje (McWilliam, 1978; citado por Guillén, Luna y Rendón, 1991). A medida que se aumenta la temperatura, aumenta la tasa de crecimiento incrementa el contenido de pared celular causando con esto una rápida reducción de la digestibilidad de especies forrajeras tanto tropicales como templadas (Blaser, 1982). La mayoría de las gramíneas y leguminosas de clima templado tiene temperaturas óptimas para el crecimiento de la planta entre 10 y 25° C y aunque la tasa de crecimiento se reduce rápidamente debajo de 10° C, todavía existe algo de crecimiento a 5° C (Mitchell y Lucano, 1962, Cooper y McWillliam, 1996; citado por Whiteman, 1980; citado Guillén, Luna y Rendón, 1991). La temperatura afecta la tasa de crecimiento y la acumulación de materia seca a través de sus componentes que son la tasa o velocidad de fotosíntesis neta y la velocidad o tasa de incremento de área foliar. El incremento en área foliar en muchas gramíneas está relacionado a la tasa de desarrollo de los hijatos, mientras que en las leguminosas está relacionada al desarrollo de los tallos y a la tasa de aparición de nuevas hojas (Whiteman, 1980; citado Guillén, Luna y Rendón, 1991). Altas temperaturas en gramíneas, hacen que las hojas tiendan a ser más largas y angostas y, como la longitud es la que principalmente determina el área, lo que sigue es que el tamaño de la hoja será mayor a temperaturas altas que a bajas, así pues lo que se favorece es la expansión del área foliar, así como la tasa de aparición de hojas, mientras que las bajas temperaturas favorecen el desarrollo de los tallos laterales en leguminosas y el ahijamiento en gramíneas. En gramíneas templadas las bajas temperaturas favorecen la producción de hijatos, particularmente donde las bajas temperaturas nocturnas se asocian con altas temperaturas diurnas (Ivary, 1975; citado por Guillén, Luna y Rendón, 1991). El estrés hídrico afecta el crecimiento y rendimiento de los forrajes en varias formas: una reducción en la explotación de las hojas nuevas, un incremento en la muerte de hojas viejas y reducción del ahijamiento las que en conjunto van a reducir la tasa de crecimiento de la pradera. Un estrés prolongado produce una perdida de la turgencia, hasta que la planta alcanza un estado de marchitamiento permanente, cuando ya no escapas de extraer por más tiempo la humedad suficiente del suelo para mantenerla, por esta razón, hay un cierre progresivo de los estomas lo que causa una disminución de la tasa de captación de dióxido de carbono, reduciéndose con esto la tasa fotosintética que, junto con la posterior disminución del área foliar y muerte del tejido foliar existente, va a producir una disminución del crecimiento. (Whiteman, 1980; citado por Guillén, Luna y Rendón, 1991). 6.5. Factores que afectan el consumo de animales en pastoreo La mayoría de la literatura disponible, inicia que el consumo de rumiantes en pastoreo, está regulado por factores físicos y fisiológicos del animal y de la planta y de estrategias de manejo, como la relación planta-animal, entre estos últimos destacan digestibilidad y disponibilidad de forraje, especie animal, intensidad de pastoreo, estructura de la masa de forraje, relación hoja: tallo, etc. (Allison, 1985). Ludlow, (1976) considera que lo principal, en un trabajo de investigación en pastos, es fundamental estudiar los principios de crecimiento de las plantas forrajeras, que son la base para entender como las plantas crecen y como las afecta los factores ambientales. Dado que, además, el comportamiento de cualquier pradera es influenciado por numerosos procesos fisiológicos, se requiere del conocimiento de éstos, ya que la producción de las plantas forrajeras es, básicamente, un medio de convertir la energía radiante, agua, bióxido de carbono y minerales, en materia seca (M.S) para la alimentación animal; por tanto los incrementos en materia seca son; principalmente ganancias fotosintéticas. 6.5.1. Frecuencia de defoliación Se define la frecuencia de defoliación, como el intervalo de tiempo entre corte, que se realiza en una pradera durante un año (Spedding, citado por Salas 1998). De acuerdo a (Hodgson, 1979), el manejo de áreas forrajeras para maximizar su productividad, implica conocer el comportamiento de las especies presentes, ante la cosecha periódica por corte o pastoreo. La frecuencia y severidad, con que se cosechan las plantas forrajeras, determinan el rendimiento de forraje por unidad de superficie de praderas, y los componentes de las especies vegetales presentes en la misma. El rendimiento del forraje puede ser, generalmente, aumentado mediante prácticas de pastoreo o corte, que estimulen una tasa de crecimiento cercana a la máxima. El corte o pastoreo estimula el ahijamiento, por medio de la remoción de la mayor fuente de auxinas (localizadas en ápice del tallo), las cuales inhiben el desarrollo de yemas laterales (Hyder, 1972). De tal manera que las defoliaciones muy frecuentes e intensas, reducen los rendimientos de forraje. La persistencia de una pradera de gramíneas depende, en gran parte, del remplazamiento del material viejo o removido por los nuevos hijuelos o vástagos, para mantener una densidad efectiva. Lo anterior está fuertemente influenciado por los patrones de defoliación (altura y frecuencia), del pisoteo (que modifica las condiciones del suelo) y del tipo de pradera. La productividad de una pradera ha estado asociada con un alto grado de ahijamiento, después de la defoliación, un crecimiento postrado y una floración tardía (Hughes y Jackson, 1974; citado por Zaragoza, 2000). La frecuencia o intervalo de tiempo, entre dos pastoreos, determina el sistema de pastoreo y número de defoliaciones durante el año. Los tiempos de ocupación y reposo, tienen un efecto marcado en el valor nutritivo, producción de forraje por unidad de superficie y, en gran medida, determinan la carga utilizada (Perez, 1977, Muslera y Ratera, 1984). El intervalo entre pastoreos repercute indirectamente en la disponibilidad de materia seca, altura de la pradera y densidad de la materia seca por unidad de superficie (Voisin, 1963). Si las defoliaciones se efectúan a intervalos muy frecuentes, puede presentarse una alta mortalidad de plantas, por agotamiento acumulado en las reservas de carbohidratos y, por tanto, disminución en la producción de materia seca en la pradera, en general, a mayores intervalos entre defoliaciones, mayores son los rendimientos de materia seca (Caro y Figarella, 1972; Pérez, Meléndez, Navarro y Gonzalez, 1976). Encontraron que bajo intervalos de defoliación de 28 días ballico perenne produce 20% más materia seca que a intervalos de 14 días, similares resultados encontraron (Fulkerson, 1993) en pradera de ballico perenne-trébol blanco, concluyendo que la defoliación cada 28 días fue superior comparada con la de 14 días. Sin embargo, se han encontrado resultados contradictorios cuando el rendimiento disminuyó con los intervalos de pastoreo más largos (Caro y Figarella, 1972). El rebrote de las praderas es influenciado por la frecuencia y por intensidad de los pastoreos efectuados, sin embargo, hay otros factores que también influyen en esta variable, por lo que es difícil describir los niveles óptimos de frecuencia e intensidad de los pastoreos (Vickey y Ormrod, 1971). El intervalo entre pastoreos interactúa con el periodo de ocupación, con la intensidad de pastoreo y con la época del año, para determinar, en gran medida, el grado de acumulación y la calidad de la fitomasa; además, puede ejercer un notable efecto en la composición botánica de las asociaciones gramínea- leguminosa y la estructura lograda por el dosel (Tergas, 1983), siendo la tasa de crecimiento y maduración de las especies forrajeras, los principales criterios para establecer los periodos de descanso o intervalos de corte de las praderas. Los pastoreos frecuentes e intensos, tienden a formar praderas postradas y densas mientras los pastoreo pocos severos y poco frecuente mejoran las condiciones de las especies forrajeras altas y amacolladas (Holmes, 1989, Vickery, 1971); esos cambios en la estructura, tiene influencia en la forma fotosintética (Ludlow y Charles, 1980). Por otro lado a medida que se aumenta el periodo de descaso, la proporción Hoja a tallo y material vivo a muerto, tienden a disminuir con sus efectos en la calidad del forraje y el consumo del mismo, por parte de los animales en pastoreo (Poppi y Huillier, 1987). Lascano y Villeta, (1981), encontraron menor calidad total de las hojas en los periodos de descanso mayores, acompañado por disminución en los porcentajes de proteína y digestibilidad de la materia seca; esto pone de manifiesto la tesis (Stobbs, 1975). De concentrar la atención en los estratos más altos de la pradera, ya que son los más accesibles a los rumiantes en pastoreo. La acumulación de forraje es mayor si el intervalo entre cortes o pastoreo es largo; sin embargo el valor nutritivo de la materia seca (MS) obtenida con este régimen es, comúnmente, más bajo por lo que, casi siempre, las praderas se cortan o sea pastorean antes de que alcancen la máxima acumulación de (MS) (Humpreys, 1975). Ludlow y Edwards, (1980), respaldan esta hipótesis, cuando menciona que al aumentar el periodo descanso, también se incremente el índice de área foliar y la capacidad del dosel para interceptar la radiación solar, lo que trae como consecuencia un incremento en la fotosíntesis neta y, por tanto, el rendimiento vegetal; resultados similares fueron encontrados por (Vickery y Ormrod, 1971) en pasto Orchard y añaden que, tanto como en tamaño como la eficiencia fotosintética del área foliar remanente después del corte, así como la cantidad de reservas juegan un papel muy importante en la nueva tasa fotosintética neta del cultivo. A medida que la frecuencia o severidad de defoliación se incrementan, la densidad de tallos podrá también incrementarse y el tamaño de los mismos podrá reducirse, hasta un punto en que la máxima densidad de tallos o mínimo tamaño de tallo se alcanza. Este punto podría representa el menor límite de la respuesta homeostática para cada especie. Por ejemplo, una pradera Festuca alta (Festuca arudinacea Sehreb), defoliada cada tres semanas a tres centímetros de altura, fue incapaz de incrementar la densidad de tallos y hubo un decremento en el tamaño de los mismos, en respuesta a efectos acumulativos de un régimen severo de defoliación, mientras que praderas Orchard (Dactylis glomerata L.) y Ballico perenne ( Lolium perenne L.) fueron capaces de hacerlo (Hazard et al., citados por Chapman y Lemaire, 1993). Las observaciones efectuadas sugirieron que este límite fue debido a la inhabilidad de festuca alta para reducir el largo de la vaina para mantener el materia residual de la hoja debajo de la altura del corte. Así la adaptación en el largo de la hoja, es un mecanismo que puede definir el límite de la respuesta plástica, de especies diferentes de pastos al manejo de la defoliación. Cambios en el largo de la vaina también producen cambios correlativos en otros caracteres morfogenéticos y, consecuentemente, en la estructura de la pradera. (Grant y Torvell, 1981) Indicaron que la longitud de nuevas hojas es influenciado por el largo del tubo de la vaina, a través del cual las hojas emergen, mientras que (Davies y Exley, 1983) demostraron que la extensión de la hoja fue promovida por incremento en vainas, que simulaban un tubo largo y que la vaina senescente, de tejidos remanentes en la base de los tallos, pudo levar al decremento en la tasa de aparición de tallos y a un incremento en la tasa de extinción de hojas. Así el largo del tubo de la vaina pareció jugar un papel importante en la respuesta plástica del pasto, al régimen de defoliación, esto es una evidencia directa de los efectos del tubo de la vaina en forma de lengua y la calidad de la luz, en las tasas de división celular y expansión en la zona de elongación de hoja, es necesaria para conocer esta relación. Aun cuando, la reproducción primaria, que puede ser efectivamente cosechada, depende del promedio de vida de las hojas en la pradera, en relación al intervalo de defoliación establecido en el programa de manejo, cuando el intervalo de defoliación es menor que el periodo de vida de la hoja solo la fracción de la hoja debajo de la altura de defoliación podrá senescer y descomponerse. Así, utilizar la pradera depende de la altura de defoliación (Severidad) y características estructurales de la pradera (Tales como densidad de tallos, ángulo de las hojas, largo de vainas). Cuando el intervalo de defoliación es más largo que la duración de vida de las hojas una gran proporción del material producido puede perderse por senescencia y la diferencia entre producción primaria y producción cosechable se incrementa, aún cuando el programa de manejo (frecuencia y severidad de defoliación), interactúa con al morfogénesis de la planta y características estructurales de la pradera, para determinar la producción de forraje cosechable. La frecuencia de defoliación y severidad puede controlarse para optimizar el material cosechable, si el promedio de vida de la hoja del componente dominante de la pradera es conocido. El control de la frecuencia de defoliación y severidad, es más difícil con animales en pastoreo. La frecuencia de defoliación esta estrechamente relacionada con la carga (Hodgson, 1966, Wade y Baker 1979, Wade 1991; citados por Chapman y Lemaire, 1993). 6.5.2. Severidad de defoliación Los pastos responden de diferente manera a la defoliación, según su habito de crecimiento y la altura sobre el suelo a que son defoliados, ya que en pastos rastreros los puntos de crecimiento están cerca o al ras del suelo y, por tanto, debajo de los niveles naturales de defoliación en pastoreo, lo que permite a las plantas mayor habilidad para recuperarse, después de un pastoreo. Lo contrario sucede en los pastos de hábito erecto o amacollado, con escasez o ausencia de hojas básales, lo cual dificulta su recuperación cuando la altura de defoliación es muy baja. Existe una relación directa entre los rendimientos diarios y formación total de los rebrotes, con la altura de corte y el número de tallos remanentes después del corte (Watson y Ward, 1970). En una pradera pastoreada, se presenta un conflicto de intereses entre los animales y las especies forrajeas. Estas ultimas requieren tener área foliar suficiente para efectuar la fotosíntesis, pero el tejido foliar es consumido constantemente por los animales; por tanto, una característica de las praderas resistentes a altas intensidades de pastoreo, es tener o producir mayor números de vástagos, aunque éstos son pequeños (Pearsons y Stiles, 1983). El índice de área foliar de una pradera, es un factor importante en la velocidad de rebrote, después de una defoliación, ya que está asociado con la cantidad de luz interceptada por las hojas, hasta llegar a un optimo; cuando se comparan intensidades de aprovechamiento, estimadas por la altura de forraje remanente, a rendimientos más elevados se obtienen cuando el aprovechamiento ha sido menos intenso (Blaser, 1984, Muslera y Ratera, 1984). 6.5.3. Rebrote de las plantas forrajeras La importancia de los carbohidratos, almacenados en los diferentes órganos tales como las bases de los tallos y raíz, ha sido relacionada (Smith, 1962; Dobrenz y Massengale, 1966) con el subsecuente rebrote de las plantas en invierno y para reiniciar el crecimiento al finalizar la época de dominancia; estas reservas son también utilizadas para comenzar el rebrote, después que el forraje es removido y cuando el sistema fotosintético es insuficiente para satisfacer estas demandas (Walton, 1983). May (1960) señaló que la función de los carbohidratos de reserva en el control de la tasa de rebrote y señala que es un punto de controversia, en el manejo de las praderas. Los resultados de muchos estudios, muestran que los carbohidratos de reserva decrecen, tanto en los tallos como en raíces, después del corte hasta que se desarrolla nueva área foliar que pueda producir nuevos carbohidratos; según lo anterior, después de un corte o pastoreo a una pradera, algunas reservas son convertidas a componentes estructurales de células nuevas y en expansión y, así, el nivel de reserva afecta la tasa de rebrote La recuperación inicial de las plantas, después de una defoliación, es un proceso rápido, que puede empezar algunas horas después de la defoliación, cuando se incrementa el transporte relativo de recursos de carbonó y nitrógeno, a nuevas hojas de brotes de los meristemo remanentes. El rápido reestablecimiento de un dosel fotosintético, iniciado por el inmediato incremento en trasporte de recursos de reserva a los brotes depende del trasporte continuo de recursos de carbono y nitrógeno a los mismos brotes. Este trasporte se aplica de la misma manera a recursos comúnmente adquiridos y almacenados. La relativa importancia de las reservas, que persisten en suficiencia de nutrimentos en las plantas, es mayor para nitrógeno que para carbono. El desarrollo de diversos procesos, que resultan en un incremento de la capacidad fotosintética requiere del incremento en el transporte de nitrógeno a tejidos fotosintéticos. Por lo anterior el incremento en la capacidad fotosintética y altas tasas de producción de hojas, tienen un efecto multiplicativo en al restauración del balance de carbono de la planta y contribuyen a tasas relativamente altas de crecimiento después de la defoliación. 6.5.4. Crecimiento vegetal El concepto de crecimiento ha sido muy controvertido dentro del campo de la biología (Evans, 1972). (Gardner y Mitchell, 1985) mencionaron que es más fácil describir el crecimiento que definirlo; en un sentido estricto es la división celular (incremento en número) y alargamiento celular (incremento de tamaño). Ambos procesos requieren de síntesis de proteína y son irreversibles. El alargamiento incluye la hidratación de la vacuola. La diferenciación (especialización celular) es, comúnmente, considerado como parte del crecimiento. En términos agronómicos, el crecimiento se define, generalmente, como el incremento de la materia seca; la acumulación de esta es, comúnmente, usada como un parámetro que caracteriza al crecimiento y, por lo regular, tiene la mayor importancia económica. El crecimiento del forraje, ha sido definido por (Hodgson 1979), como el desarrollo e incremento en tamaño y en peso de nuevo tejido, sea éste de tallos o de hojas. El crecimiento de las plantas superiores puede dividirse en varios niveles, como son: la planta completa, los principales órganos que la componen (raíz, tallo, hojas e inflorescencias), las estructuras de componentes de tejidos, células, organelos y moléculas. El mayor crecimiento, división y alargamiento celular esta restringido a la región meristemática y zonas adyacentes, las áreas meristemáticas comprenden los ápices de raíz y tallo, los meristemos del cambio en tallos y raíces y varios meristemos laterales e intercalares dentro de las hojas en desarrollo (Causton y Venus, 1981). Speeding, (1971; citado por Salas, 1998) señaló que el crecimiento y producción de las plantas forrajeras, se evalúa por la cantidad de forraje, ya que éste es un índice de crecimiento de la planta total y, además, la producción de forraje es la variable de interés práctico, puesto que es la base de la producción animal. La tasa de incremento, en peso de las plantas, depende de tres factores: fotosíntesis, respiración y distribución de la ganancia de peso (Myers, 1969). El primer proceso es la conversión del bióxido de carbono a glucosa, en presencia de la radiación solar (Hall y Roa, 1977). La velocidad de este mecanismo varía con la especie vegetal (Hunt, 1978). La respiración es la oxidación de los azucares y, por tanto, es un proceso inverso a la fotosíntesis. El incremento neto de peso, se refiere a la ganancia por fotosíntesis, menos las perdidas de peso por respiración (Myers, 1969). (Morley, 1978), menciona que mediante una revisión de diversos trabajos, hizo una relación de las tendencias que siguen diversas variables cuando se modifican algunos factores ambientales o de manejo, al graficar la tasa de crecimiento de los forrajes contra humedad y temperatura se encontró una curva sigmoidal. (Hunt, 1990 y Hernández, 1992) señalan una serie de índices de eficiencia del crecimiento vegetal, tales como; la tasa de crecimiento del cultivo (g d-1), que indica el incremento del material vegetal por unidad de tiempo; la tasa relativa de crecimiento (g-1 d-1) que mide el incremento en material vegetal por unidad de material vegetal presente por unidad de tiempo; tasa de asimilación neta (g m-2 d-1) que indica el incremento de material vegetal por unidad de sistema asimilatorio por unidad de tiempo, por lo que este índice se considera una medida del balance existente entre la actividad fotosintética y la respiración. 6.5.5. Estructura de la pradera La simple medida de la masa de forraje, sin la apreciación de su distribución física, es inadecuada para describir la pradera y su relación con los animales que la pastorean, ya que la misma cantidad de pastos puede presentarse de diferentes formas (Stobbs, 1975). La relevancia de la estructura de la pradera se debe a la mecánica de cosecha de los rumiantes en pastoreo (Arnold y Dudzinski, 1967). Pues el concepto hace referencia al arreglo físico y a las producciones que guardan los componentes de la planta dentro del dosel Vegetal. (Hodgson, 1983) menciona que los componentes estructurales de mayor importancia en las praderas, por su relación con la selección y el consumo son los cambios en la masa de forraje y la altura de la pradera, la densidad del pasto total (Stobbs, 1975); la densidad foliar (Chancón y Stobbs, 1976), las realciones hoja tallo y material vivo-material muerto, así como el largo de las hojas (Arnold y Dudzinski, 1967). El rendimiento del pasto, es un mal indicador del comportamiento de ingestión del animal, ya que este puede estar expuesto a praderas con una misma cantidad de pasto, pero con diferente estructura y densidad, provocando un distinto consumo (Muslera y Ratera, 1984). Los principales factores que contribuyen a una alta eficiencia de utilización y a una ingestión elevada son, probablemente, la abundancia de hojas, densidad foliar alta y existencia de hojas y tallos finos con tejido estructural limitado (Hogson, 1983). Lo anterior, se debe a que la mayor densidad de hojas, comprada con la madurez del tallo en la estructura de la pradera, mejora el consumo de energía con un incremento en el tamaño y frecuencia del bocado (Blaser, 1982); Además, se han observado mayores consumos de la fracción de hojas que de tallos, a pesar de tener digestibilidades similares (Laredo y Minson, 1973). Diferencias en densidad de tallos, entre sistemas de manejo de pastoreo, son más probablemente debidas a cambios en el contenido y calidad de luz, que penetra a la base de los tallos, con patrones o modelos de defoliación contrastante y efectos consecuentes sobre la iniciación y aparición de tallos (Chapman y Lemaire, 1993); sin embargo, efectos directos de defoliación en la remoción de tallos, pueden también ser involucrados (Hunt 1978). 6.5.6. Morfogénesis de la planta La morfogénesis puede definirse como la dinámica de generación y la expansión de la forma de la planta en el espacio. Para una pradera, en donde sólo las hojas constituyen la producción, la morfogénesis es una función de tres características principales: tasa de aparición de hojas, tasa de elongación de hojas y la duración de vida de la hoja. Esto tres caracteres son genéticamente determinados pero, posteriormente, son modificados por variación en temperatura, nutrición con nitrógeno, suministro de agua u otros factores. La combinación de estas variedades morfogenéticas elementales, determinan tres principales características estructurales de la pradera: a) El tamaño de la hoja, el cual es resultado de la tasa de la elongación de la hoja y la tasa de aparición de hojas, si se acepta que el periodo de elongación de una hoja sencilla, es una fracción constante del intervalo de aparición de la hoja (Chapman y Lemare, 1993). b) Densidad de tallos, que es parcialmente relacionada a la tasa de aparición de hojas por el concepto de sitio de llenado (Davies, 1974, citado por Chapman y Lemaire, 1993), el cual permite estimar la tasa potencial de aparición de tallos. c) Número de hojas vivas por tallo, que resulta de la tasa de aparición de hojas y longevidad de la misma. La combinación de estas tres características, determina la tasa de aparición de hojas de la pradera, que es el principal factor que influye en la intercepción de luz y, de este modo, en la dinámica de rebrote de la pradera. Al cambiar la calidad de luz dentro del dosel, el índice de aparición de hojas puede modificar algunas variables morfogenéticas, tales como tasa de elongación de hojas y la tasa de aparición de tallos y, consecuentemente, puede cambiar algunas características estructurales de la pradera, como la relación tamaño – densidad de tallos (Deregibus, Sanche y Casal, 1983). La tasa de aparición de hojas, juega un papel central a causa de su influencia directa en cada una de las características estructurales de la pradera. Esta variable es genéricamente determinada y depende poco de la nutrición con nitrógeno. Así, la variación interespecifica en aparición de hojas determina, ampliamente, la estructura de la pradera: alta aparición de hojas conduce a praderas con una alta densidad de tallos pequeños (por ejemplo, en Ballico perenne), y baja aparición de hojas conduce a praderas con una baja densidad de tallos grades (por ejemplo, Festuca alta). 6.5.7. Población de tallos En las praderas el verdadero rendimiento económico está constituido por los tallos y hojas, por lo que es fundamental conocer los eventos que suceden en la formación de ambos componentes del rendimiento y el efecto que pueden ejercer diferentes factores en los mismos. El primer componente de rendimiento esta constituido por el número de tallos por unidad de superficie. El segundo componente del rendimiento, lo constituye el peso por tallo, que aumenta a medida que se desarrollan nuevas hojas durante el ciclo vegetativo y, después, cuando la planta inicia su ciclo reproductivo los tallos incrementan su tamaño rápidamente, en forma sostenida, hasta la floración y maduración de la semilla (Hernández, Matthew y Hodgson, 1997). De los resultados de un experimento realizado en praderas de Ballico perenne, concluyeron, que estas son entidades dinámicas en que los tallos aparecen y mueren a tasas que difieren de acuerdo al manejo y estación del año, y el balance entre la aparición y muerte de los tallos determina la densidad de población y dado que en la dinámica de población la unidad básica de crecimiento es el tallo o estolón, la producción de forraje puede expresarse, en términos del número de tallos. Durante el desarrollo de una pradera, los tallos continuamente emergen, crecen y mueren, a tasas que difieren considerablemente, dependiendo de las condiciones ambientales y estados de desarrollo. La tasa de crecimiento de una pradera, está integrada por la tasa de los componentes de los tallos, que es influenciada por la tasa de producción de tallos y por la tasa de crecimiento individual de los mismos (incrementos en peso), según han señalado (Milthorpe y Davidson, 1966). Hernández, Matthew y Hodgson, (1997), menciona que a medida que se incrementa la frecuencia y/o severidad de defoliación, la densidad de tallos podrá incrementarse y el tamaño de tallos reducirse como lo predijo la relación densidad de tallos-tamaño de tallos hasta un punto, en que la máxima densidad de tallos o mínimo tamaño de tallos es alcanzado. Cuando los tallos se encuentran en estado vegetativo, su peso esta correlacionado fundamentalmente con el número que son y cuando principia la etapa reproductiva, los tallos fértiles con sus altas tasa de crecimiento comienzan a recuperar un lugar primordial y las plantas son más pesadas, cundo mayor es la relación tallos fértiles a tallos vegetativos. Cambios netos en la densidad de población de tallos, en el tiempo han sido descritos por muchos autores, pero patrones de desarrollo y perdidas de tallos están menos documentados, a pesar de que el cambio de tallos es un proceso dinámico. El desarrollo de nuevos tallos en una pradera, probablemente, no está limitado por el suministro de nuevos tallos (hijuelos). El desarrollo es estimulado por defoliación, aunque el número de nuevos tallos aparecidos, y la tasa a que ellos se desarrollan es probablemente, afectada por las condiciones de la pradera antes y después de la defoliación. La perdida de tallos es incrementada por sombreo severo y por defoliación severa, por lo que los patrones de respuesta parecen ser similares en todas las especies de pasto y para trevo blanco, aunque la densidad de población de tallos y la tasa de cambio de tallos, puede diferir entre genotipos (Davies, 1974). Cambios en la densidad de tallos pueden ser extremadamente rápidos, frecuentemente en periodos cortos, aunque puede ser más fácil que se reduzca la población a que se incremente en tiempo corto. La población de tallos tiende a incrementarse, cuando la frecuencia defoliación se incrementa y se mantiene a altos niveles continuo de ganado, en comparación con pastoreo rotacional, con tasas comparables de carga animal (Hodgson, Grant, y King, 1981). La influencia de defoliación severa es mas compleja, por lo que la población tiende a ser más grande, a niveles intermedios de defoliación, pero el patrón de respuesta es sensible a las condiciones de la pradera y climáticas en el tiempo de defoliación. El número de tallos con una carga continua, tiende a incrementarse progresivamente, con reducción en la masa de forraje debajo de niveles cercanos a 700 kg. h-1 de materia orgánica, medido a nivel de crecimiento, pero cae repentinamente con reducción de la masa de forraje. Bajo esas condiciones, el número máximo de tallos puede estar en el rango de 40000 a 60000 m2 (Hodgson, Grant y King, 1981; Collet y Parsons, 1981). De acuerdo a los resultados que proporcionan evidencias directas de que el periodo del manejo de pastoreo ligero en verano en praderas de Ballico resultó en un incremento post-floración, de la tasa de aparición de tallos, lo que llevó aun incremento en verano de la densidad de población de tallos a incrementar la producción de forraje. Estos efectos fueron mayores con un periodo de pastoreo ligero en verano (en 12 semanas), que con un periodo corto (6 semanas) y estuvieron asociados con un incremento en la producción de forraje en la estación de verano y otoño (Hernández, Matthew y Hodgson, 1997). Estos efectos son compatibles con la hipótesis de (Matthew et al., 1989 b, 1991; citado por (Hernández, Matthew y Hodgson, 1997), que un ligero manejo de pastoreo, modificado a pastoreo severo, en el tiempo de antesis de las plantas, incrementa la acumulación de forraje durante verano y otoño, por incremento de la densidad de población de tallos, así como la producción por tallo. Los resultados de la densidad de tallos de este experimento, muestran que las praderas de ballico perenne, son entidades dinámicas, en la que los tallos aparecen y mueren, a tasas que difieren de acuerdo al manejo y estación, por lo que el balance entre la aparición de tallos y su muerte, determinan la densidad de población de tallos en una pradera. (Garwood’s, 1969; citado por Hernández, Matthew y Hodgson, 1997), encontró el punto máximo de aparición de tallos en ballico perenne en la estación primavera y verano. Por lo anterior se evidencia que la tasa de aparición de hijuelos es influenciada por patrones estaciónales. A la salida del invierno, cuando comienza la estación de crecimiento, el número de hijuelos aumenta rápidamente. En verano, las elevadas temperaturas bloquean toda aparición de nuevos vástagos, aunque se riegue. Ese bloqueo solo se atenúa en zonas con verano fresco. Además, determinado numero de vástagos, puede morir como consecuencia de la sequía. La estación de otoño es una época de ahijamiento muy activo, como resultado de que en el verano se ha acumulado yemas que brotaran en otoño, mientras que en invierno la tasa de aparición de hijuelos es baja, siendo activo solo en invierno suave. Así, el proceso de amacollamiento o aparición de hijuelos, predomina en las épocas de crecimiento vegetativo y la proporción de forraje cosechable es menor, cuando los hijuelos inician en proceso de alargamiento de entrenudos. 7. MATERIALES Y MÉTODOS 7.1 Localización del área de estudio El estudio se realizó en el terreno del campo Experimental de Pezmatlán de la escuela Ingeniería Agronómica Zootecnista de la Universidad Autónoma de Puebla. Ubicada en el municipio de Tlatlauquitepec, que se localiza en la parte noreste del estado de Puebla. Las coordenadas geográficas don de se ubica el experimento son: 19° 50´13´´ de Latitud Norte y 97° 29´06´´ de Longitud Occidental (INEGI, 1995) a 1930 msnm (INEGI, 1997). 7.2. Clima Esta región presenta un clima Templado húmedo con lluvias en verano, de mayor humedad C (w2). Una temperatura media entre los 20 y 25º C, alcanzando entre los meses de abril a julio los 32º C; la precipitación anual entre 500 y 1500 mm; con vientos dominantes en invierno, primavera del noreste y sureste y en verano del sureste, los cuales provienen del Golfo de México e irrumpen contra la serranía haciendo muy variable su clima, con fuertes lluvias y tempestades ciclónicas durante el verano y densas neblinas y bajas temperaturas durante el invierno (SDS-CGDERDDER, 2004). Los meses más fríos son diciembre, enero, febrero y mediados de marzo, llegando a alcanzar temperaturas de 18º C a – 3º C, presencia con de hielo, el cual se solidifica sobre la superficie del suelo (García, 1981). 20 18 16 14 12 10 8 6 4 2 0 300 250 200 150 100 50 0 E F M A M J Temperatura J A S O N D Precipitación precipitación y evapotranspiración potencial promedio (mm) Temperatura promedio (ºC) Figura 2. Climograma de la estación Tlatlauquitepec Evapotranspiración Fuente: Valera, (1993) 7.3. Suelo La geología de la localidad presenta formaciones esosómicas que pertenecen al período cretácico, lo que es fácil de comprobar por la gran cantidad de fósiles que existen en sus formaciones rocosas. Se ubica en la porción sudoriental del declive del Golfo. La constitución del suelo es compleja: está formada por minerales derivados de la Roca Madre de la zona donde se origina. El suelo deriva de rocas volcánicas, frecuentemente de arenas (cenizas), es de textura generalmente ligera, reacción algo ácida, contenido elevado de materia orgánica que se deriva de árboles residuos que se incorpora en parte al material del suelo, denotándose la actividad de bacterias actynomices y hongos abundando las lombrices y humedad durante la mayor parte del año, al menos en las capas profundas. Se clasifica como Andosol (T) por ser un suelo derivado de cenizas volcánicas recientes, muy ligeras y de alta capacidad de retención de agua y nutrientes; cubre la mayor parte del territorio. 7.4. Duración del experimento El experimento tuvo una duración de 45 días, a partir del 21 de junio del 2002, en una parcela que se estableció de pasto Orchard de la variedad Potomac. 7.5. Tratamientos y diseño experimental Se evaluarán 3 tratamientos que corresponderán a 3 frecuencias de corte (15, 30 y 45 días), en la parcela de pasto Orchard. Se utilizo un diseño completamente al azar con 6 repeticiones. En la pradera se tomo un área de 162 m2 y se delimitaron 18 parcelas de 3 x 3 m2, ubicadas en 3 bloques. 7.6. Variable a medir La variable evaluada durante el transcurso y conducción de la investigación, fue la siguiente. 7.7. Rendimiento de materia seca (MS) Se tomaron 2 muestras de un cuadrante fijo de 0.5 x 0.5 m. (0.25 m2 ), cortadas a una altura del suelo de 5 cm, se peso el forraje verde y se tomo una submuestra de 100 g, la cual se separo en hoja, tallo y mm, se colocaron en bolsas de papel previamente identificadas, se secaron en una estufa de aire forzado a una temperatura de 55°C durante 72 horas, posteriormente se registro el peso de cada una de las muestras (hoja, tallo, mm). 7.8. Análisis Estadístico Para determinar el efecto de los tratamientos estudiados, las variables medidas en la pradera, se analizaron mediante un Diseño Completamente al Azar con tres tratamientos y seis repeticiones por tratamiento. El modelo estadístico que se utilizó es el siguiente: Yij =µ + Ti + Eij Donde: Yij = Valor de la variable respuesta en el tratamiento i, repetición j. µ = Media General. Ti = Efecto del i – ésimo tratamiento, i = 1 a 3. Eij = Error experimental. 8. RESULTADOS Y DISCUSIONES 8.1. Rendimiento de forraje verde (RFV) El RFV se muestra en el Cuadro 3. Los resultados indican que no hay ninguna diferencia estadística (p>0.05) entre tratamientos (T) dichos resultados son, 2.8873, 3.2688 y 3.0830 TFV ha ˉ ¹) para T1 , T2 y T3 respectivamente, sin embrago el T 2 que corresponde a la frecuencia de corte 30 días presenta una mayor producción de forraje verde (3.2688 TFV haˉ ¹). Dichos resultados, difieren con los resultados obtenidos por Orozco et al., (1999) al evaluar 12 gramíneas forrajeras donde encontraron que los mayores rendimiento de forraje verde se obtuvieron en la frecuencia de corte de 35 días. Cuadro 3. Rendimiento de forraje verde (T FV haˉ ¹) TRAT RED (FV) MEDIA MDS SIGN 1 2.8873ª 3.03326667 0.3866 NS 2 3.2688ª 3.03326667 0.3866 NS 3 3.0830ª 3.03326667 0.3866 NS Trat. 1 = 15 días Trat. 2 = 30 días Trat. 3 = 45 días MDS= Mínima diferencia significativa SIGN= significancia Letras diferentes en columna indican diferencia estadística entre tratamientos 8.2. Rendimiento de materia seca de hoja (RMSH) En el Cuadro 4 podemos observar que el RMSH no presenta ninguna diferencia significativamente (p>0.05) entre tratamientos (190.45, 220.55 y 193.81, kg MSH haˉ ¹), sin embargo, el mayor rendimiento de hoja se presentó con la frecuencia de corte 30 días, con una producción de 220.55 kg de MSH haˉ ¹, que resulta superior a las frecuencias de 15 y 45 días respectivamente, los resultados de la presente investigación coinciden con los encontrados por Zaragoza (2000), donde al evaluar parcelas de Ballico perenne y orchard, encontró que los mayores rendimientos de hoja se encontraron en las frecuencia de corte cada 28 días respectivamente. Cuadro 4. Rendimiento de materia seca de hojas (kg MS haˉ ¹) TRAT RED (MV) MEDIA MDS SIGN 1 190.45ª 199.5526667 32.952 NS 2 220.55ª 199.5526667 32.952 NS 3 193.81ª 199.5526667 32.952 NS Trat. 1 = 15 días Trat. 2 = 30 días Trat. 3 = 45 días MDS= Mínima diferencia significativa SIGN= significancia Letras diferentes en columna indican diferencia estadística entre tratamientos 8.3. Rendimiento de materia seca de tallo (RMST) Los resultados de RMST se muestran el Cuadro 5. No presentó diferencias (p>0.05) entre tratamientos (T); sin embargo el T2 (30 días) presentó el mayor rendimiento de forraje 91.584 kg MST ha ˉ ¹, comparado al T1 y T3 de la frecuencias de corte 15 y 45 días, con una producción de (79.45 y 80.480 kg. MS ha ˉ ¹) respectivamente, Velasco, Hernández, González, Pérez, Vaquera y Galvis, (2001), menciona que para obtener los mejores rendimiento en cuanto a materia seca las frecuencia de corte debe de ser a la 3, 4, 5 y 7 semanas. Cuadro 5. Rendimiento de materia seca de tallos (kg MST haˉ ¹) TRAT RED (MV) MEDIA MDS SIGN 1 79.45ª 82.8632 13.683 NS 2 91.584ª 82.8632 13.683 NS 3 80.480ª 82.8632 13.683 NS Trat. 1 = 15 días Trat. 2 = 30 días Trat. 3 = 45 días MDS= Mínima diferencia significativa SIGN= significancia Letras diferentes en columna indican diferencia estadística entre tratamientos 8.4. Rendimiento materia seca de material muerto (RMSMM) El RMSMM se observa en el Cuadro 6. La cantidad de materia seca no presentó diferencias significativas (p>0.05) entre tratamientos (222.59, 2, 257.77 y 226.52, kg MS haˉ ¹); finalmente en el T2 (30 días) presenta material muerto 257.77 kg MS haˉ ¹, una mayor acumulación de respectivamente, dichos resultados no concuerdan con los encontrados por Tecuanhuehue (2005) ya que menciona que al evaluar el rendimiento materia seca de material muerto en dos ciclos a frecuencias de corte (7, 14, 21, 28, 35, 42 y 49 días ), no encontró diferencias en cuanto a rendimientos de materia seca, de tal forma que se atribuye que la producción de material muerto son debido a la perdida de material influenciado por las condiciones de frió que provocan la fragilidad del material muerto. Cuadro 6. Rendimiento de materia seca de material muerto (kg MS haˉ ¹) TRAT RED (MV) MEDIA MDS SIGN 1 222.59ª 233.2236 38.512 NS 2 257.77ª 233.2236 38.512 NS 3 226.52ª 233.2236 38.512 NS Trat. 1 = 15 días Trat. 2 = 30 días Trat. 3 = 45 días MDS= Mínima diferencia significativa SIGN= significancia Letras diferentes en columna indican diferencia estadística entre tratamientos 8.5. Rendimiento de materia seca total (RMST) Podemos observar que el RMST (Cuadro 7) no se encontró diferencias significativa (p>0.05) entre los tratamientos T1, T2 y T3 que corresponden a las frecuencias de corte 15, 30 y 45 respectivamente, mientras que el rendimiento de forraje en materia seca fue mayor 569.91 kg MST haˉ ¹ correspondiente al T2 de la frecuencia de corte de 30 días en relación con los demás tratamientos. Sin embargo estos resultados obtenidos en esta presente investigación no difieren de los resultados encontrados por Pérez y Melendez, (1976), quienes a mayores intervalos entre defoliaciones obtuvieron mayores rendimientos de materia seca. Judd et al., (1990) observaron que bajo intervalos de defoliación cada 28 días en ballico perenne produce 20 % más materia seca que corta a intervalos cada 14 días; similares resultados encontraron Fulkerson et al., (1993) en praderas de ballico perenne – trébol blanco, concluyendo que la frecuencia cada 28 días, fue superior compara con la de 14 días, por consiguiente, Hodgson y Wade, (1979) observaron, que a frecuencias de corte menores a dos semanas, puede reducirse la acumulación neta de forraje por debajo de 40 %. Estos autores citados por Zaragoza (2000) concluyeron que frecuencias de corte cada 28 días incrementa la producción en un 15 y 17 % por encima de las frecuencias de corte cada 14 y 21 días respectivamente. Cuadro 7. Rendimiento de materia seca total (kg MS haˉ ¹) TRAT RED (MV) MEDIA MDS SIGN 1 492.12ª 515.6387333 85.147 NS 2 569.91ª 515.6387333 85.147 NS 3 500.81ª 515.6387333 85.147 NS Trat. 1 = 15 días Trat. 2 = 30 días Trat. 3 = 45 días MDS= Mínima diferencia significativa SIGN= significancia Letras diferentes en columna indican diferencia estadística entre tratamiento 9. CONCLUSONES El tiempo optimo de corte del pasto orchard (Dactylis gomerata L.) se obtuvo en la frecuencia de cada 30 días obteniendo los mejores rendimientos de materia seca A menor frecuencia de corte se aumentan los rendimientos de materia seca. La alta producción de material muerto se le atribuye a las condiciones pluviales que provocó la muerte de hojas. Con frecuencia de corte cada 30 días se mantiene un equilibrio adecuado del crecimiento dando los mayores rendimientos. 10. LITERATURA CITADA Arnold, G. W. and M. L. Dudzinski 1967. Studies on the diet of the grazing animals lll. 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