Download Ponemos nuestro corazón en manos de Dios para ver si lo tenemos
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Para la Biblia el corazón es el centro de la persona, su ser más profundo, donde está el cariño, los proyectos que deseamos realizar y las decisiones que queremos tomar, por eso es siempre tan importante purificarlo constantemente, para DESEAR y de DECIDIR bien. Muchas cosas en la vida nos afectan y pueden endurecer nuestro corazón, veamos algunas; pero pedimos a Jesús los ojos de su corazón para poder vernos con Esperanza y comenzamos desde su Promesa: Ponemos nuestro corazón en manos de Dios para ver si lo tenemos abierto o cerrado, si está herido o desengañado, si se siente traicionado o, por el contrario, se encuentra lleno de paz. Si en esta oración abrimos nuestro corazón a Dios, podremos dejar que Él lo renueve. Todos nacemos y vivimos en una Familia. En un momento dado descubrimos que no es perfecta, pues hay en ella faltas de amor y cuidado de los unos por los otros y sufrimos. Esta herida nos acompaña a lo largo de la vida pero, al reconocerla, acogerla y aceptarla tal cual es, ésta se transforma en instrumento que nos hace comprender a los demás (con heridas como nosotros). Piensa cuál es tu Herida, deja que Dios la toque para sanarla; Él, que es el mejor médico, necesita sin embargo tocarla para poder sanarla. Con el tiempo aparecen también en nuestro corazón agujeros; son como lagunas de afecto que se van creando y con nada se pueden tapar, y lo peor es que a través de ellos el amor que nos llega parece caer en saco roto y nos hace sentir nunca saciados. Mira cuáles son tus agujeros: ¿son pequeños o grandes? ¿se fueron agrandando o haciendo más pequeños hasta casi cerrarse?... sólo si tú quieres, puedes poner tu corazón tal y como está en manos de Dios y Él, que sabe de los agujeros del corazón humano, con su AMOR INCONDICIONAL, los irá cerrando. En un intento por cerrar tus agujeros trataste de poner remiendos; son tus mecanismos de defensa que, en lugar de proporcionarte PAZ al corazón, hacen que te alejes de tu realidad y de la de los demás y que tu corazón no desee volver a arriesgarse a querer a nadie, y esto lleva a la consiguiente muerte de tu corazón. Mira con valentía los remiendos que tú mismo pusiste, quizás tú sólo no puedas hacer ahora ya mucho por quitártelos, pero pídele al Señor pues Él sabe y puede ablandar todo corazón con su ternura infinita; si tú quieres y se lo pides, Él hará ... Como nuestro corazón está bien hecho (“Dios todo lo hace bien”), a pesar de los remiendos que hayas puesto, siempre hay algún momento en que bajas la guardia y algo o alguien “roba” un trozo de tu corazón; al principio casi ni te das cuenta, el pedazo falta y vives como con un vacío y cierta nostalgia... unas veces fueron experiencias únicas que te dejaron huella, otras son personas que pasaron por tu vida y ya no están. Contempla de cerca tu corazón ¿le faltan muchos pedazos? ¿pudieron los demás acceder a ti a pesar de tus barreras? Si es así… ¡ENHORABUENA! Aunque te duela, pues significa que tu corazón aún está vivo, pero puedes pedirle a Dios que llene los vacíos de tu corazón con Su plenitud (sólo eso necesitas para ser feliz, pues sólo Dios puede llenar el corazón del hombre). Todo lo anterior, unido a las diferentes experiencias duras propias de la vida, hizo que tu corazón recibiese golpes; de algunos te has repuesto mejor que de otros, pero todos han dejado huella en tu corazón. Deja que libremente hable y se duela de los golpes recibidos: ¿cuáles han sido? ¿de qué tipo? ¿alguno lo esperabas? ¿alguien de lo avisó?... Nadie está libre de que la vida le golpee pero muchos decidieron un día poner toda su vida (alegrías y también golpes) en manos de Dios; tú también puedes hacerlo y Él podrá entonces hacer en ti el milagro de que, al recibirlos (éstos u otros), no te duelan como dolerían si los vives encerrado en tu soledad. ¿Llegados a este punto podríamos preguntarnos: ¿será posible un corazón PERFECTO? ¿un corazón “SANO”? Éste lo parece pero… no tiene MARCAS del Amor y el Amor Verdadero duele. A querer se aprende “queriendo”, uno puede fallar mucho y le pueden fallar mucho pero, si después de todo acepta siempre volver intentarlo... …el corazón PERFECTO es cada uno de los 5 anteriores que aceptó, a pesar del dolor o del aparente fracaso, volver a empezar una vez más. ¡VÉ Y HAZ TÚ LO MISMO!