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INTRODUCCION Cuando se presentó la posibilidad de profundizar en los elementos de antropología teológica por medio de este tema de síntesis, decidí abordar el recorrido por la teología bíblica, dogmática y moral con un interés centrado, no sólo en dar razón de la Tradición y el Magisterio de la Iglesia con ocasión de la culminación de estudios hacia el ministerio del diaconado permanente, sino en consolidar un proceso de formulación de una oferta pastoral en el ámbito de la academia, el diálogo de la teología y las ciencias y por consiguiente, la evangelización de las culturas. ¿El motivo? Durante el período de mi formación diaconal he estado vinculado como docente de Teología en la carrera de Ecología, Facultad de Estudios Ambientales y Rurales de la Pontificia Universidad Javeriana. Contrariamente a lo que el nombre del claustro universitario pudiera indicar, me muevo en un escenario bastante pluralista, secularizado y en donde los prejuicios contra la iglesia católica son lo que primero aflora con mayor intensidad. En especial, hay una pregunta que mis estudiantes formulan con frecuencia “Qué es el hombre?” aunque algunos particularizan “¿Quién es realmente el ser humano?”. En estos interrogantes hay un pretexto y un contexto: El pretexto, se intuye es la búsqueda de un auténtico sentido a la propia vida. El contexto, una denuncia radical a los horrorosos actos de barbarie que los hombres cometemos contra otros hombres y de paso contra los demás seres de la naturaleza. En consecuencia, para muchos de ellos “el hombre es el bicho más depredador y destructor del universo”, es una “peste que hay que controlar” ( e incluso destruir!!!). Afirmación que parece paradójica al reconocer que no nacimos siendo hormigas, ballenas u osos de anteojos sino seres humanos y que de esa condición no podemos renegar. Lo interesante es que estas posturas se apoyan en un juicio en contra de nuestra religión y de lo que según varios de ellos, tanto estudiantes como profesores, el cristianismo ha propiciado en términos de estilos de vida y modelos de desarrollo. Nos califican como “antropocentristas” y plantean como paradigma alternativo el “ecocentrismo”, derivando, por supuesto en planteamientos que desafían a la teología e interpelan a la iglesia: “Somos (los seres humanos) apenas una fibra en la trama de la vida”, “no somos reyes ni tenemos autoridad para dominar y someter el mundo”, “somos un peligro para el ritmo y la armonía de la vida”. Síntesis Antropología Teológica 1 Esto, por supuesto, condiciona cualquier discurso evangelizador pues no es posible presentar a Jesucristo como el Dios hecho hombre sin antes haber reinvindicado el sentido de lo genuinamente humano. En las clases de ética para ingenieros también me he encontrado con grandes debates sobre la esencia humana. En toda tradición ética subyace una visión de hombre y me he dado cuenta que, de la manera de entenderse a si mismos, depende también la manera de entender a Dios, al mundo, a los otros, a lo otro. La gran diferencia entre las diferentes lecturas éticas y morales de la realidad humana, creyentes o no creyentes, tienen su asidero justamente en la concepción de hombre que han logrado construir y sustentar. En forma similar, en mi Parroquia del Divino Salvador, tanto en jóvenes como en adultos la constante se verifica: Hemos perdido el sentido de lo humano y por tanto, se quebranta la extraordinaria fuerza transformadora del Dios que se hizo hombre para que los hombres redescubriéramos el camino hacia Dios. Tal vez sensibilizado por tan dispares visiones del hombre, he observado atentamente las razones que en otros ámbitos, se argumentan para rechazar la vida de iglesia. Muy en el fondo, hay una equívoca percepción de lo que es ser humano, hay marcados reduccionismos antropológicos, hay una autoimagen vulnerada como hombres y mujeres, una crisis de identidad y de existencia. Por eso, después de revisar varios textos especializados, consultar fuentes eclesiales y repasar apuntes de clase, he obtenido esta síntesis, a través de la cual desarrollo las cuatro facetas del hombre, entendido en clave de Fe: Hombre que ha sido CREADO por el amor infinito de Dios. Hombre que vive el drama del PECADO, de la ruptura con su Creador. Hombre REDIMIDO por Nuestro Señor Jesucristo. Hombre invitado a la plenitud de la comunión con Dios, el Hombre ESCATOLÓGICO. En el presente documento se plantea inicialmente una revisión de las concepciones antropológicas presentes en la Biblia, para detallar luego la visión de hombre que se extrae de la dogmática católica y presentar, finalmente, sus implicaciones morales con el fin de formular una propuesta de aplicación pastoral y unas conclusiones relacionadas con el ejercicio académico. Con mis agradecimientos a nuestros maestros en todo el proceso de formación diaconal, celebro la sabiduría de la fe que la Iglesia, Madre y Maestra, me comunica y reconozco humildemente mi pequeñez frente la magnanimidad de tales misterios. Así mismo, asumo este trabajo teológico como un puente mucho más consistente para diseñar los senderos que nos permitan recuperar al hombre para el hombre y así mismo al hombre para Dios. Alirio Cáceres Aguirre Síntesis Antropología Teológica 2 1. EL HOMBRE EN PERSPECTIVA BIBLICA 1.1. CONCEPTOS FUNDAMENTALES La palabra “Hombre” en español, corresponde a varios términos bíblicos. El hebreo emplea al menos cuatro vocablos1, prácticamente sinónimos, para designar al ser humano en general o al hombre como opuesto a la mujer: “adam”, “is”, “enos”, “geber”. Dos de ellos se encuentran en arameo bíblico: “enas” y “gebar”. En griego, “anthropos” es el ser humano en general, mientras que “aner” es el varón por oposición a la mujer. Es importante precisar que el concepto de hombre ha variado en el tiempo y que incluso mucho de los términos bíblicos utilizados para explicar el misterio humano (“carne”, “alma”, “corazón”, “cuerpo”, “espíritu”) distan mucho de la mentalidad actual en la que se identifica popularmente al cuerpo y al alma como componentes del hombre. El hombre es alma en cuanto es animado por el espíritu de vida; la carne lo muestra como criatura perecedera; el espíritu significa su abertura a Dios; el cuerpo lo expresa al exterior y en ese juego de palabras, hay que precisar que la Biblia mira al hombre de cara a Dios, mientras que la filosofía griega (de la que la civilización occidental es heredera) lo analizaba como un microcosmos que integra lo material y lo espiritual . En el anexo No 1 se actualiza un ejercicio realizado durante la clase de antropología teológica orientada por el Padre Manuel Mora Laguado2, en el que se confronta la lectura cristiana del hombre con otras interpretaciones emanadas de las otras corrientes científicas. En la Biblia, el protagonista es Dios que creó el mundo, creó al hombre y se hizo Él mismo hombre para rescatarlo. En este sentido, la antropología, ya ligada a la teología, resulta inseparable de una cristología: El hombre auténtico es Jesucristo. 1 A.A.V.V. Diccionario enciclopédico de la Biblia. Herder. Barcelona. 1993. p. 734. Curso de Antropología Teológica. Diaconado Permanente. Arquidiócesis de Bogotá. Cuarto semestre. febrero-junio 2000. 2 Síntesis Antropología Teológica 3 Según Colzani3 en la Escritura, se nos presenta la creación: “...como un obrar de Dios, como un acto de su voluntad; más exactamente, la Escritura distingue entre crear (bará) y hacer (asah) para indicar que el segundo término, a diferencia del primero, desarrolla una analogía entre el obrar humano y el divino, presentando este último como un obrar dirigido a un objetivo. Por el contrario, el verbo bará, privado de analogías con el obrar humano, no puede representarse y tiene que mantenerse en su particularidad absoluta.” Más adelante afirma citando a Panneberg4 que “la raíz de la reflexión no está en el modo de concebir a un sujeto divino, sino en la experiencia que realizamos de los hechos de la naturaleza y de la historia como efectos del poder divino”. En esta dirección, la Biblia permite ver en el mundo la realización de un designio divino. Ahora bien, la designación corriente del mundo es la expresión “cielos y tierra” (Gén 1,1); la palabra “tebel” se aplica únicamente al mundo terrenal (cf. Jer 51,15), mientras que en los libros de la época griega hablan del “kosmos” (sap 11, 17; 2 Mac 7,9.23). Es importante tener en cuenta que en la Biblia, las representaciones cosmológicas y cosmogónicas no constituyen sino un material secundario, puesto al servicio de una afirmación religiosa esencial: el mundo, la criatura de Dios, tiene sentido en función del designio divino de salvación, como también en este designio hallará su destino final. Esta perspectiva, dista mucho del pensamiento griego, ya que para ellos, el “Kosmos” con sus leyes, su belleza, su perennidad, su eterno retorno de las cosas, expresa efectivamente el ideal de un orden cerrado sobre si mismo, que incluye al hombre y engloba hasta los dioses, dentro de un paradigma panteísta. Con este marco de referencia, en los siguientes párrafos se intenta una síntesis de lo que a través de los diferentes libros de la Biblia se entiende por “hombre”, adoptando algunas categorías de análisis como los componentes del hombre, su origen, su final, su proyecto, su sentido, su relación con Dios y con la Creación. Vale recalcar que interesa identificar los contextos en los que surgen los textos bíblicos y los pretextos e intencionalidades que los caracterizan de tal manera que hagan explícitas las relaciones Hombre-Mundo-Dios. 3 COLZANI, Gianni. Antropología Teológica. El hombre: paradoja y misterio. Secretariado Trinitario. Salamanca. 2001. p. 464. 4 PANNEBERG, W. Teología sistemática I. Brescia.1990. p.434. Síntesis Antropología Teológica 4 1.2. VISION ANTROPOLÓGICA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO En el siguiente cuadro se intenta hacer una síntesis de las diferentes interpretaciones antropológicas según los textos veterotestamentarios: EPOCA ATEGORIA ORIGENES +_ 1800 a 1200 a.c. HAS 1200 a 1000 a.c. DE Creatura Señor 1000 a.c. Gn 2 Sal 139 (138) Sal 8 Sal 104 UNOS TOS CLAVES CEPTO BRE TRIBALISMO MONARQUIA UNIDA del DIVISIÓN DOMINACIÓN EXILIO EN RETORNO DEL ASIRIA BABILONIA REINO 931 a.c. Dt 12, 23 Tradición La sangre es Yavista. Hombre la vida creado a su imagen y semejanza Totalmente referido a Dios 722 a 587 a.c. 587 a 538 a.c. Jer 1,5 Gn 1 Dios da la vida y escoge a los suyos desde antes de nacer Tradición sacerdotal. El hombre creado varón y mujer a imagen y semejanza de Dios (todo está muy bien) Persas (538 333 a.c.) Griegos (desde el 333 a.c.) Sb 7 2 M 7,21 Job 10-12 Eclo 17,1-1 18, 1-9 Todos l hombres descienden d Adán. Dios lo tom de la tierra y la tierra ha de volver. El hombre depende totalmente de Dios tanto en su origen, finalidad y sentido. Hay una teología de la VES DE prosperidad que entra en crisis. Se buscan explicaciones frente al problema del mal, la injusticia, el dolor. Ha RPRETACION una antropología que se va configurando en la interacción con otras culturas que someten a Israel y de las cuales se adoptan imágenes literarias para explicar su concepción teocéntrica de la vida. Síntesis Antropología Teológica --- -Algunos elementos para destacar dentro de la concepción de hombre que subyace en el antiguo testamento son: El hombre es una criatura de Dios: Una constante es el reconocimiento de Dios como creador no sólo del primer hombre sino de cada individuo, de cada representante de la especie. El nombre “adán” viene de “adamáh” (tierra roja, arcilla”)5 y engloba a toda la humanidad en su definición de hombre. El hombre es imagen de Dios y es mortal. A pesar que en el A.T. se atribuía al hombre una gran dignidad y se consideraba rey de la tierra, centro de un mundo creado para él y subordinado a sus fines, se constata una ley inexorable en el hecho de la brevedad de la vida, la muerte de quien ningún hombre se puede escapar.. El hombre después de la muerte. Durante gran parte de los siglos que cubre el A.T., se consideraba que la bendición de Dios se expresaba en larga vida, muchos bienes y muchos hijos, pero al evidenciar que algunas personas injustas gozaban de todo aquello que consideraban felicidad, este imaginario entró en crisis – tal es el tema del libro de Job –y comenzó a plantearse una esperanza de vida futura aún después de la muerte (que coincide con el período helenista). De todos modos, el hombre del A.T. es un ser de carne y sangre que moría cuando Dios le retiraba su aliento. La vida futura no lo aniquila en estas dimensiones sino que su resurrección se produce, a partir del sueño “en el polvo de la tierra” (Dan 12,2), es decir, en un estado cercano al aniquilamiento. La mujer se describe en hebreo por el vocablo “issah”. En Gén 2,22, el juego de palabras que relaciona “is” con “issah” , refleja una etimología popular basada en la homofonía. A pesar que se reconoce que Dios creó al hombre, varón y mujer, en el mundo bíblico paradójicamente era elogiada como ama de casa 6 pero en muchas ocasiones por enfermedad o infertilidad era despreciada y tratada como un ser inferior. Sin embargo, de la antropología veterotestamentaria se deduce que el hombre es un ser social en su misma naturaleza, cuyas relaciones se fundamentan en el amor y por eso, el hombre en el paraíso no tiene miedo, camina desnudo, está en paz y en armonía. 5 Al respecto hay varias reflexiones ecoteológicas entre las que destaco: HEDSTROM, Ingermar. Hacia una ecoteología en “Somos parte de una gran equilibrio”. Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI),. San José, Costa Rica. 1988.Pág. 100. COMPAÑÍA DE JESÚS (Secretariado para la Justicia Social). Vivimos en un mundo roto: Reflexiones sobre la Ecología. Revista “Promotio Iustatitiae No 70. Roma, Abril 1999.Pág. 21 6 Prov 31, 10-31; 1 Sam 1, 4-8; 2Re 4, 8-24; Eclo 26, 1-4, 13-18 Síntesis Antropología Teológica 6 En todo esto hay un drama que pretende analizarse y explicarse: ¿Por qué existe el mal? ¿Por qué la muerte y la enfermedad? El A.T. indica que todo esto se debe a una ruptura con el Creador y que el desobedecer su voluntad es causa de muerte y sufrimiento. Por el pecado7, se produce el designio divino “tu eres polvo y en polvo te has de convertir” (Gén 3,19) En resumen, antes de Cristo, el pueblo de Israel gozaba una mentalidad totalmente referida a Dios, con una imagen de hombre integral, no fragmentada y cuyo mayor fundamento es la dignidad humana por su origen y destinación divina. El proyecto de vida es cumplir los mandatos del Señor, quien a su retribuirá con abundancia dicha felicidad. 1.3. CLAVES ANTROPOLÓGICAS NEOTESTAMENTARIAS El N.T. permanece en la línea del pensamiento veterotestamentario, si bien la influencia griega, sensible ya en determinados escritos del judaísmo helenístico (p.e. Sb 2,21-3,8; 4,1-7, 5,15s; 8,20), ha introducido en él la idea de la inmortalidad del alma separada del cuerpo (Mt 10,28; Ap 6,9;20,4; 1Tes 5,23; Heb 4,12). En el Anexo No 3, se comentan algunas de las citas representativas del N.T. respecto a la creación y al hombre, pero para efectos de síntesis es fundamental, considerar elementos de la antropología paulina. (ver esquema en la página siguiente). Para Pablo uno es el hombre antes de Cristo y otro después de Cristo, pero no en un sentido cronológico sino experiencial. Por eso, uno de los problemas que Pablo intentó abordar en la descripción que nos hace antes de la venida de Cristo es su misma condición. La incapacidad del hombre para observar la ley de Moisés dimana, en parte, de su condición de “sarkinos”. Para ello, en las cartas paulinas no se ofrece una descripción del hombre in se, sino que nos describe más bien distintas relaciones del hombre ante Dios y se vale de varios términos que no indican partes del hombre, sino perspectiva del hombre integral considerado desde varios ángulos: 7 Ver Anexo No 2 con una ampliación sobre el sentido del pecado en la literatura veterotestamentaria. Síntesis Antropología Teológica 7 Síntesis Antropología Teológica 8 --- -“soma” (cuerpo). Es el elemento tangible y biológico, integrado por miembros (rom 12,4-5; 1Cor 12,12-26). El hombre no tiene un “soma”, es un “soma”. El término designa al hombre total, como organismo unificado, complejo y vivo, incluso como persona pero también cuando está dominado por el poder del pecado. Esto significa que “soma” también se refiere al yo antes de la venida de Cristo (Rom 7,12), o incluso después de la bebida de Cristo si no vive la vida en Cristo. “sarx” (carne) significa el cuerpo físico. En el A:T. la palabra “basar” expresaba la idea de las dos realidades: “cuerpo” y “alma”. La expresión “carne y sangre” quiere decir hombre (Gál 1,16; 1Cor 15,50; Ef 6,12) y apunta a la fragilidad como ser humano , a su presencia natural física y visible, débil y ligado a esta tierra. No equivale necesariamente a “sexo” sino más bien “sarx” es el hombre en contraposición a Dios, sujeto a todo lo que le separa de Dios. “psyché” (alma). No es exactamente el principio vital de la actividad biolñogica del hombre, Es un ser vivo, una persona viva. Indica al hombre con su vitalidad, su conciencia, su inteligencia y volición (1 Tes 2,8; Flp 2,30; 2 Cor 1,23; Rom11,3). Pablo distingue al hombre “psychikos” (que vive sin el Espíritu de Dios” (1 Cor 2,14) del hombre espiritual “pneumatikos”. “pneuma” (espíritu). En 1 Tes 5,23 Pablo esboza las tres partes de que, al parecer, está constituido el hombre: “Soma”, “Psyché” y “pneuma”8 . Este último indica, cuando menos, el yo cognoscitivo y volitivo del hombre, y como tal manifiesta que el hombre es especialmente apto para recibir el Espíritu de Dios. “nous” (mente). Es el sujeto que conoce y juzga; este término indica su capacidad de comprensión inteligente, planificación y decisión (cf. 1 Cor 1,10; Rom 14,5). “kardia” (corazón) significa las reacciones más sensibles y emotivas del yo inteligente y discursivo. Es el corazón del hombre que decide y quiere (Gál 4,9; 1 Cor 10,27). El corazón que ama (2 Cor 7,3), se entristece (Rom 9,2), juzga (1 Cor 4,5), codicia (Rom 1,24) y sufre (2 Cor 2,4). Todas estas facetas de la existencia del hombre están comprendidas en su vida (“zoe”), que es un don divino y designa la existencia concreta del hombre como sujeto de sus acciones personales. Sin embargo, la vida del hombre antes de la venida de Cristo era “según la carne” (Rom 8,12; Gál 2,20) y en virtud a la reconciliación cristiana produjo una unión nueva del hombre con Dios, una “nueva En el libro de FITZMYER, J.A. Teología de San Pablo. Síntesis y perspectivas. Madrid: Cristiandad, 1975. hay interesantes aportes sobre la antropología paulina. 8 Síntesis Antropología Teológica 9 creación” (Gál 6,15; 2 Cor 5,17) en la que Cristo y el cristiano viven una especie de simbiosis. Para Pablo, esta nueva vida en Cristo se concreta por el camino de la fe y se refrenda por el bautismo y la participación eucarística. La fe entendida como un don de Dios, de igual manera que todo el proceso de salvación. El bautismo como la incorporación al misterio de la vida, muerte, sepultura y resurrección de Cristo. La Eucaristía entendida como fuente de unión entre los cristianos y Cristo, sino también de los cristianos entre sí. Esta concepción paulina sobre el hombre tiene profundas implicaciones éticas desde un marcado cristocentrismo. De igual modo que Cristo es la “imagen de Dios” (1 Cor 11,7; Col 1,15), el hombre debe ser en su existencia terrena “la imagen del hombre celestial” (1 Cor 15,49; Rom 8,29). Lo que Pablo recomienda a sus lectores, tanto contemporáneos como modernos, es el desarrollo y el crecimiento en Cristo. De este modo el cristiano vive su vida “para Dios” (Gál 2,19): “Despojaos del hombre viejo con sus obras, y revestíos del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador “ (Col 3,10) Es importante anotar que Pablo, poniendo todo su énfasis en Cristo, insiste una vez más en la referencia última del cristiano al Padre por medio de Cristo. Con estas pistas paulinas puede hacerse un rastreamiento por los evangelios y las cartas católicas con miras a precisar mayores elementos antropológicos. La clave fundamental es la visión del hombre como unidad indisoluble, en la que la redención opera como una “nueva creación”, cuyo centro es el “hombre nuevo” creado en Cristo, “el segundo Adán”. Finalmente dos anotaciones de interés respecto al eje de búsqueda en esta síntesis teológica: La CREACIÓN que fue sometida a su pesar a la vanidad y que hasta este día gime con dolores de parto, conserva también la esperanza de verse liberada de la servidumbre de la corrupción para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Si la condición del trabajo conserva todavía su carácter penoso debido al pecado que hizo irrupción en el mundo, es revalorizada por la esperanza de ser transfigurada en la gloria final (Rom 8, 18 – 30). Y cuando el último enemigo, la muerte, haya sido destruido, el Hijo entregará la realeza a Dios Padre, y así será Dios todo en todos (1 Cor 15, 24-28) Síntesis Antropología Teológica 10 La MUJER goza de la misma dignidad ante los ojos de Dios, así Pablo condicionado por su cultura le asigne unos roles religiosos, sociales, económicos y jurídicos particulares: “Ya no hay hombre ni mujer: todos sois uno en Cristo Jesús” (Gál 3,28). En el Apocalipsis se magnifica a la mujer coronada de estrellas, aquella que da a luz al hijo varón y se ve perseguida en un desierto por un dragón, pero que debe triunfar de él por su progenitura (Ap 12). Esta mujer se compara con la Iglesia, nueva Eva que da nacimiento al Cuerpo de Cristo y tradicionalmente, se asemeja a María, el prototipo que toda mujer desea íntimamente ser. Síntesis Antropología Teológica 11 2. PRINCIPIOS DOGMÁTICOS SOBRE EL HOMBRE 2.1. NÚCLEOS TEOLOGICOS DE LA ANTROPOLOGÍA CRISTIANA En la actualidad, la teología ha recogido aportes de las filosofías personalistas y del método fenomenológico, logrando condensar una formulación muy brillante, novedosa y pertinente. Según Lorda9, dichos aportes se pueden sintetizar en cuatro principios: “a) El hombre es imagen de Dios; ése es el fundamento de la persona humana; éste es el punto de partida. b) Cristo revela el hombre al hombre; ése es el proyecto para cada hombre; es el punto de llegada, el destino de la libertad: la identificación con Cristo. c) En la comunión de las personas humanas hay un reflejo de la Trinidad: éste es el punto de partida para comprender lo que es una sociedad humana y también su aspiración y su meta. d) El hombre encuentra su plenitud en la entrega de sí mismo a los demás; éste es el modo cristiano de concebir la realización personal, y el método cristiano para mejorar el mundo y construir la sociedad: la entrega que nace de la caridad. Todavía se podrían resumir estos principios en dos: la imagen de Cristo como meta y fuente para la realización del hombre; la Trinidad como meta y fuente de la comunión de la sociedad”. Esta Verdad sobre el hombre que la Iglesia posee no puede separarse de la gracia. La Iglesia posee, al mismo tiempo el saber y el poder, la luz del conocimiento y la fuerza de la gracia que es necesaria para vivir así. Por eso en el esquema de la página siguiente, se propone una relación entre Dios, hombre, historia de salvación tomando en cuenta las dimensiones del ser humano, creado, caído, redimido y llamado a la plenitud escatológica con su Creador. En el gráfico se destaca lo siguiente: 9 LORDA, Juan Luis. Antropología. Del Concilio Vaticano II a Juan Pablo II. Libros Palabra. Madrid. 1996. p.196-197. Síntesis Antropología Teológica 12 A. Toda la dinámica se explica por el Amor. Dios es una comunidad de amor (Padre, Hijo y Espíritu santo) que nos creó por amor y nos dio la gracia para que pudiéramos entrar en comunión plena con El. Es decir, Dios nos creó para sí. Es un misterio de Amor. B. Dios nos crea a su imagen y semejanza, pero este hombre creado, con semejante dignidad, cae en el pecado, rompiendo su relación con Dios. Pero, Dios no se queda quieto, le da una nueva oportunidad al hombre, lo busca, se revelan y esto tiene un momento cumbre con el envío de su hijo amado. Es el misterio de la encarnación de Cristo para divinizar al hombre, humanizando a Dios. C. Jesucristo es la gracia en persona. Todo hombre que encuentra íntima y personalmente a Cristo, encuentra también sentido profundo a su existencia. D. Cristo sale al nuestro encuentro y nos recuerda que estamos llamados a la Gloria, a la plenitud en Dios mismo. Por eso, hay una noción escatológica en esa dinámica de la gracia. Una visión beatífica de lo que nos espera al recobrar la esencia de nuestra vida. Hoy por hoy, estamos viviendo una búsqueda de lo esencial del cristianismo y tal como lo expresa el Papa Juan Pablo en su Carta Apostólica “Novo Millenio Ineunte”: “ ...En el misterio de la Encarnación están las bases para una antropología que es capaz de ir más allá de sus propios límites y contradicciones, moviéndose hacia Dios mismo, más aún, hacia la meta de la ¨divinización¨, a través de la incorporación a Cristo del hombre redimido, admitido a la intimidad de la vida trinitaria Sólo porque el Hijo de Dios se hizo verdaderamente hombre, el hombre puede, en él y por medio de él, llegar a ser realmente hijo de Dios”10. En los siguientes párrafos se pretende hacer una aproximación a la manera como ha evolucionado el concepto de hombre en la iglesia, explicitar que es y que no es el hombre, comentar brevemente el drama del pecado y bosquejar unas líneas sobre lo que para los católicos significa la realización humana. 10 Novo Millenio Ineunte, n. 23 Síntesis Antropología Teológica 13 Síntesis Antropología Teológica 14 2.2 EVOLUCION CONCEPTUAL EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA 2.2.1. Patrística y edad media. La enseñanza cristiana sobre el hombre en las diferentes dimensiones de su relación con Dios ha sido, sin duda, una parte importante en el desarrollo doctrinal de los primeros siglos de la iglesia. En el comienzo de la teología cristiana se encuentran reflexiones sistemáticas sobre los primeros capítulos del Génesis, por ejemplo “De Principiis” de Orígenes o “De hominis opificio” de Gregorio de Nisa. Desde el símbolo a la Summa; con esta breve frase se intenta resumir la evolución de la teología y sobre todo del método de la misma entre el final de la edad patrística y la primitiva escolástica. Los esquemas acuñados por los grandes pensadores medioevales han ejercido gran influjo a lo largo de los tiempos y en gran medida, lo siguen ejerciendo en la actualidad. La antropología teológica en sus nociones fundamentales se ha tratado en la sistemática de la edad media en relación con la creación. Por ejemplo, “De sacramentis fidei” de Hugo de San Víctor, está estructurado a partir del estudio de por qué ha sido creado el hombre, cómo ha sido creado, cómo ha caído. Luego responde cómo ha sido reparado el hombre y se centra en la redención de Cristo.. Otro caso notable es la Summa teológica de Santo Tomás. En la parte I se trata al hombre en cuanto es criatura de Dios. El hombre, en cuanto es a la vez criatura espiritual y corporal, viene a sintetizar toda la obra creadora de Dios. Luego discute sobre la creación y el gobierno del mundo. Más adelante desarrolla el tema del pecado original y los principio intrínsicos (hábitos, virtudes, vicios y pecados) y extrínsecos (ley y gracia) de los actos humanos11. El “Breviloquium” de San Buenaventura, trata de la creación en la parte 2, inmediatamente de haber estudiado la Trinidad. Después de la creación en general y de la creación de los ángeles, se trata del hombre y de su producción como cuerpo y como espíritu. Luego sigue el estudio del pecado, la encarnación y la gracia, presentando un alto grado de dispersión respecto a otras enseñanzas sobre el hombre. 2.2.2. Epoca postridentina. Los problemas fundamentales teológicos tuvieron aguda discusión en los tiempos de la Reforma y de las controversias que siguieron al Concilio de Trento (Bayo, controversia de auxiliis, jansenismo...). En este período sigue habiendo una referencia obligada a Santo Tomás de Aquino, enfatizando sobretodo en el tema de la gracia. La obra de Francisco Suarez puede servir como ejemplo par mostrar como después de los tratados dedicados a Dios uno y trino viene el estudio “de Deo creaturarum omnium effectore”; primero vienen los ángeles, y después las obras 11 LADARIA, Luis F. Introducción a la antropología teológica. Verbo divino 8. Navarra.1993. p. 19 Síntesis Antropología Teológica 15 -de los seis días de la creación donde la creación del hombre adquiere especial importancia. Hay predominio de la filosofía sobre la teología y una concepción antropológica que privilegia claramente al alma sobre el cuerpo desde fuertes alusiones escatológicas. 2.2.3. Del S. XIX al Concilio Vaticano II. El hombre ocupa un lugar privilegiado en el conjunto del tratado sobre la creación. Hay un viraje del principio del obrar del hombre a la realización en éste de la obra de la salvación. Aparece con más claridad la relación de la gracia a Cristo, lo que lleva a identificar dos bloques de perfil antropológico: uno que privilegia la creación, elevación y pecado y otro que se encamina por la gracia. Es interesante constatar que la antropología teológica como tal comienza a ser preocupación hacia mediados del Siglo XX. Ladaria12 menciona un escrito de Karl Rahner de 1957 en el que propone que el punto de partida ha de ser la conciencia del hombre cristiano de saberse personalmente interpelado por Dios, con la palabra de su autocomunicación absoluta, libre y gratuita en su propia vida. Es decir, hay un énfasis en la condición creatural del hombre como un sujeto caracterizado por su apertura frente a Dios. También precisa en otro de sus escritos que no debería hablarse de la “gracia” en abstracto sino del hombre agraciado. Se trata de una antropología del hombre redimido y justificado, donde el punto de partida sería la comunicación con el Dios trino; dicha comunicación es el acto fundamental de Dios en Cristo hacia lo no-divino. En este sentido, se podría afirmar que en los años previos al Concilio se tendía a articular la antropología con la cristología por la llamada del hombre a la comunión con Dios en Cristo. 2.3. REDUCCIONISMOS Y PRECISIONES ANTROPOLÓGICAS El Documento de Puebla trae un apartado sobre las visiones del hombre en América Latina. Esta explicación es oportuna ya que contribuye a desmitificar falsas concepciones antropológicas, como las siguientes: Visión determinista (DP 308). El hombre sería prisionero de fuerzas ocultas, en las que Dios estaría determinando e imponiendo todo lo que acontece. Visión psicologista (DP 310). Reduce a la persona humana en última instancia al psiquismo, cayendo en un sometimiento a los instintos o a la simple reacción estímulo-respuesta. Visiones economicistas (DP 311). Una es la visión consumista, otra es la individualista y una última es la visión colectivista. El ser humano queda convertido en un engranaje de producción industrial y eficacia económica. 12 Ibid. P.26 Síntesis Antropología Teológica 16 - - -- Visión estatista (DP 314), basada en la teoría de la Seguridad Nacional, en la que se privilegian las actitudes bélicas por encima de las necesidades de las masas abandonadas. Visión cientista (DP 315) en la que la vocación del hombre es la conquista del universo. Esta visión sólo reconoce como verdad aquello que la ciencia puede demostrar y cae en una tecnocracia donde los individuos sereducen a meros elementos de cálculo. Este planteamiento profético tiene su raíz en las bases antropológicas que aportó el Concilio Vaticano II y entre las cuales se destacan las siguientes que se han tomado de la Constitución Pastoral “Gaudium et Spes”: El hombre es imagen de Dios, ha sido creado con capacidad de conocer y amar inteligentemente a su Creador; es también, un ser social que no puede comprenderse a si mismo sin entrar en relación con los demás; es una síntesis del universo material pero goza de una superioridad sobre éste, basada en la espiritualidad y la inmortalidad de su alma. La libertad verdadera es signo eminente de su imagen divina y de igual forma, la conciencia es el núcleo más secreto, el sagrario donde el hombre se encuentra a solas con Dios. Es decir, el hombre disfruta la gracia de ser creatura y su máxima vocación es la de entrar en comunión plena con Dios.(Cf GS 14-19) Sin embargo, el hombre comprueba su inclinación al mal y de desliga de su fin último, rompiendo las relaciones vitales con su propia persona, con los demás y con el resto de la creación. Por eso, su vida se torna dramática, una pugna entre el bien y el mal. “Pero el Señor vino en persona para liberar y vigorizar al hombre, renovándolo interiormente y expulsando al príncipe de este mundo, que le retenía en la esclavitud del pecado” (Cf. GS 13). Hombre creado, hombre caído, Hombre redimido, Hombre escatológico-glorificado: Esa es la dinámica interna de autocomprensión de la razón última de la existencia humana y es desde allí que surgen principios normativos para plenificar la vida, haciendo el bien y evitando el mal, en todos los ámbitos de la historia. Por tal razón, G.S. n. 25 afirma: “El sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana, la cual, por su misma naturaleza, tiene absoluta de vida social”. Esto explica que desde el escenario familiar hasta el macroámbito de la comunidad internacional, la norma de vida invite a construir lazos de hermandad, en justicia, armonía y paz. (f. GS 32, 52, 65, 69, 83 entre otros) Síntesis Antropología Teológica 17 Hay en síntesis, una primacía del valor de la vida. Es un valor sagrado porque proviene de Dios. El respeto a la persona humana es una nota característica de la moral cristiana. “Todo cuanto atenta contra la vida – homicidios de cualquier clase, genocidios, aborto, eutanasia y el mismo suicidio deliberado-; cuanto viola la integridad de la persona humana....cuanto ofende a la dignidad humana....son totalmente contrarias al honor debido al Creador·” (GS 27) La conciencia moral del Hombre se fundamenta en esa gracia divina comunicada por el amor de Dios: “Este es el gran misterio del hombre que la Revelación cristiana esclarece a los fieles. Por Cristo y en Cristo se ilumina el enigma del dolor y de la muerte, que fuera del Evangelio nos envuelve absoluta oscuridad. Cristo resucitó; con su muerte destruyó la muerte y nos dio la vida, para que, hijos en el Hijo, clamemos en el Espíritu: ¡Abba! ¡Padre!” (GS 22) Sin embargo, vale precisar sobre la importancia del diálogo Fe-ciencia que en “Humani Géneris”13, Pio XII, ya había previsto y que hoy tiene singular vigencia para responder a la pregunta sobre lo genuinamente humano. En la parte final de la Encíclica exhorta: "Esfuércense por todos medios y con entusiasmo para contribuir al progreso de las ciencias que enseñan; pero eviten también el traspasar los límites por Nos establecidos para la defensa de la fe y de la doctrina católica. A las nuevas cuestiones que la moderna cultura y el progreso del tiempo han hecho de gran actualidad, dediquen los resultados de sus más cuidadosas investigaciones, pero con la conveniente prudencia y cautela; finalmente, no crean, cediendo a un falso irenismo, que pueda lograrse una feliz vuelta-a la Iglesia- de los disidentes y los que están en el error, si la verdad íntegra que rige en la Iglesia no es enseñada a todos sinceramente, sin ninguna corrupción y sin disminución alguna...". Este planteamiento refrenda la idea de diálogo interdisciplinar y reconoce que el pecado original vicia el entendimiento humano, por lo que se debe defender las verdades que la Revelación Divina ha comunicado, frente a las teorías científicas como por ejemplo evolucionismo, poligenismo, y las corrientes filosóficas tales como monismo, panteísmo, idealismo, pragmatismo, existencialismo, inmanentismo, falso historicismo, etc DE LAS FALSAS OPINIONES CONTRA LOS FUNDAMENTOS DE LA DOCTRINA CATÓLICA. Carta encíclica del Papa Pío XII promulgada el 12 de agosto de 1950 13 Síntesis Antropología Teológica 18 2.4. EL HOMBRE ENTRE EL PECADO Y LA GRACIA “EL REDENTOR DEL HOMBRE, Jesucristo, es el centro del cosmos y de la historia. A Él se vuelven mi pensamiento y mi corazón en esta hora solemne que está viviendo la Iglesia y la entera familia humana contemporánea. En efecto, este tiempo en el que, después del amado Predecesor Juan Pablo I, Dios me ha confiado por misterioso designio el servicio universal vinculado con la Cátedra de San Pedro en Roma, está ya muy cercano al año dos mil. Es difícil decir en estos momentos lo que ese año indicará en el cuadrante de la historia humana y cómo será para cada uno de los pueblos, naciones, países y continentes, por más que ya desde ahora se trate de prever algunos acontecimientos. Para la Iglesia, para el Pueblo de Dios que se ha extendido —aunque de manera desigual— hasta los más lejanos confines de la tierra, aquel año será el año de un gran Jubileo. Nos estamos acercando ya a tal fecha que —aun respetando todas las correcciones debidas a la exactitud cronológica— nos hará recordar y renovar de manera particular la conciencia de la verdad-clave de la fe, expresada por San Juan al principio de su evangelio: «Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros», y en otro pasaje: «Porque tanto amó Dios al mundo, que le dio su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna». En este párrafo inicial de la encíclica “Redemptor Hominis”14, la primera del Pontificado de Juan Pablo II, en la que se destaca la centralidad en JESUCRISTO en el misterio del hombre y su relación con la gracia. En el siguiente párrafo, SS Juan Pablo II hace una síntesis de la fuerza y valor de la Encarnación y su sentido de Salvación: También nosotros estamos, en cierto modo, en el tiempo de un nuevo Adviento, que es tiempo de espera: «Muchas veces y en muchas maneras habló Dios en otro tiempo a nuestros padres por ministerio de los profetas; últimamente, en estos días, nos habló por su Hijo...», por medio del Hijo-Verbo, que se hizo hombre y nació de la Virgen María. En este acto redentor, la historia del hombre ha alcanzado su cumbre en el designio de amor de Dios. Dios ha entrado en la historia de la humanidad y en cuanto hombre se ha convertido en sujeto suyo, uno de los millones y millones, y al mismo tiempo Único. A través de la Encarnación, Dios ha dado a la vida humana la dimensión que quería dar al hombre desde sus comienzos y la ha dado de manera definitiva —de modo peculiar a él solo, según su eterno amor y su misericordia, con toda la libertad divina— y a la vez con una magnificencia que, frente al pecado original y a toda la historia de los pecados de la humanidad, frente a los errores del entendimiento, de la voluntad y del corazón humano, nos permite repetir con estupor las palabras de la Sagrada Liturgia: «¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!» 14 Jesucristo, redentor del hombre. 4 de marzo de 1979. Síntesis Antropología Teológica 19 San Gregorio de Nisa lo había explicado de la siguiente forma: “Nuestra naturaleza enferma exigía ser sanada; desgarrada, ser restablecida; muerta, ser resucitada. Habíamos perdido la posesión del bien, era necesario que se nos devolviera. Encerrados en las tinieblas, hacía falta que llegara la luz, estando cautivos esperábamos un salvador; prisioneros, un socorro; esclavos, un liberador. ¿No tenían importancia esos razonamientos? ¿No merecían conmover a Dios hasta el punto de hacerle bajar hasta nuestra naturaleza humana para visitarla, ya que la humanidad se encontraba en un estado tan miserable y desgraciado?” Más adelante, en la Encíclica el Papa retoma el Plan de Salvación para ubicar allí el sentido de la gracia como una invitación a plenificar el amor. “Al reflexionar nuevamente sobre este texto maravilloso del Magisterio conciliar, no olvidamos ni por un momento que Jesucristo, Hijo de Dios vivo, se ha convertido en nuestra reconciliación ante el Padre. Precisamente Él, solamente Él ha dado satisfacción al amor eterno del Padre, a la paternidad que desde el principio se manifestó en la creación del mundo, en la donación al hombre de toda la riqueza de la creación, en hacerlo «poco menor que Dios», en cuanto creado «a imagen y semejanza de Dios»; e igualmente ha dado satisfacción a la paternidad de Dios y al amor, en cierto modo rechazado por el hombre con la ruptura de la primera Alianza y de las posteriores que Dios «ha ofrecido en diversas ocasiones a los hombres». La redención del mundo —ese misterio tremendo del amor, en el que la creación es renovada— es en su raíz más profunda «la plenitud de la justicia en un Corazón humano: en el Corazón del Hijo Primogénito, para que pueda hacerse justicia de los corazones de muchos hombres, los cuales, precisamente en el Hijo Primogénito, han sido predestinados desde la eternidad a ser hijos de Dios y llamados a la gracia, llamados al amor. La Cruz sobre el Calvario, por medio de la cual Jesucristo —Hombre, Hijo de María Virgen, hijo putativo de José de Nazaret— «deja» este mundo, es al mismo tiempo una nueva manifestación de la eterna paternidad de Dios, el cual se acerca de nuevo en Él a la humanidad, a todo hombre, dándole el tres veces santo «Espíritu de verdad». Este proceso de vuelta a la comunión con Dios requiere de la conversión que es obra de la gracia, en la que el hombre debe hallarse plenamente a sí mismo. Finalmente, destaco el siguiente apartado la esencia espiritual de la vida humana que no es otra cosa que vivir en la gracia de Dios: “Esta unión de Cristo con el hombre es en sí misma un misterio, del que nace el «hombre nuevo», llamado a participar en la vida de Dios, creado nuevamente en Cristo, en la plenitud de la gracia y verdad. La unión de Cristo con el hombre es la fuerza y la fuente de la fuerza, según la incisiva expresión de San Juan en el prólogo de su Evangelio: «Dios dioles poder de venir a ser hijos». Esta es la fuerza que transforma interiormente al hombre, como principio de una vida nueva que no Síntesis Antropología Teológica 20 se desvanece y no pasa, sino que dura hasta la vida eterna. Esta vida prometida y dada a cada hombre por el Padre en Jesucristo, Hijo eterno y unigénito, encarnado y nacido «al llegar la plenitud de los tiempos» de la Virgen María, es el final cumplimiento de la vocación del hombre. Es de algún modo cumplimiento de la «suerte» que desde la eternidad Dios le ha preparado. Esta «suerte divina» se hace camino, por encima de todos los enigmas, incógnitas, tortuosidades, curvas de la «suerte humana» en el mundo temporal. En efecto, si todo esto lleva, aun con toda la riqueza de la vida temporal, por inevitable necesidad a la frontera de la muerte y a la meta de la destrucción del cuerpo humano, Cristo se nos aparece más allá de esta meta: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí ... no morirá para siempre». En Jesucristo crucificado, depositado en el sepulcro y después resucitado, «brilla para nosotros la esperanza de la feliz resurrección ..., la promesa de la futura inmortalidad», hacia la cual el hombre, a través de la muerte del cuerpo, va compartiendo con todo lo creado visible esta necesidad a la que está sujeta la materia. Entendemos y tratamos de profundizar cada vez más el lenguaje de esta verdad que el Redentor del hombre ha encerrado en la frase: «El Espíritu es el que da vida, la carne no aprovecha para nada». Estas palabras, no obstante las apariencias, expresan la más alta afirmación del hombre: la afirmación del cuerpo, al que vivifica el espíritu” La realidad de la existencia humana sólo adquiere verdadero sentido desde Jesucristo, quien nos libera del pecado y desata los lazos de la muerte. Por eso, una gran síntesis de la vida cristiana es la posibilidad de trascender hacia la divinidad pese a la desobediencia y rebeldía que constituyen el “pecado original”. Es en esta realidad, la del hombre pecador, el hombre “caído” en donde adquiere toda su dimensión la creaturalidad y se comprende el infinito amor de Dios para redimir al hombre a través de su hijo que se hace hombre. Al respecto el Catecismo Católico trae bastantes precisiones sobre la relación entre el pecado original y el plan salvífico divino realizado en Cristo Jesús: 390. "El relato de la caída [Gn 3 .] utiliza un lenguaje hecho de imágenes, pero afirma un acontecimiento primordial, un hecho que tuvo lugar al comienzo de la historia del hombre. La Revelación nos da la certeza de fe de que toda la historia humana está marcada por el PECADO ORIGINAL libremente cometido por nuestros primeros padres." (ver Anexo No 2) 404. "¿Cómo el pecado de Adán vino a ser el pecado de todos sus descendientes? Todo el género humano es en Adán 'sicut unum corpus unius hominis' ['Como el cuerpo único de un único hombre'] [Santo Tomás de Aquino]. Por esta 'unidad del género humano', todos los hombres están implicados en el pecado de Adán, como todos están implicados en la justicia de Cristo. Sin embargo, la transmisión del PECADO ORIGINAL es un misterio que no podemos comprender plenamente. Pero sabemos por la Revelación que Adán había recibido la santidad y la justicia originales no para él solo sino para toda la Síntesis Antropología Teológica 21 naturaleza humana: cediendo al tentador, Adán y Eva cometen un pecado personal, pero este pecado afecta a la naturaleza humana, que transmitirán en un estado caído. Es un pecado que será transmitido por propagación a toda la humanidad, es decir, por la transmisión de una naturaleza humana privada de la santidad y de la justicia originales. Por eso, el PECADO ORIGINAL es llamado 'pecado' de manera análoga: es un pecado 'contraído', 'no cometido', un estado y no un acto." 405. "Aunque propio de cada uno, el PECADO ORIGINAL no tiene, en ningún descendiente de Adán, un carácter de falta personal. Es la privación de la santidad y de la justicia originales, pero la naturaleza humana no está totalmente corrompida: está herida en sus propias fuerzas naturales, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al imperio de la muerte e inclinada al pecado [esta inclinación al mal es llamada 'concupiscencia']. El Bautismo, dando la vida de la gracia de Cristo, borra el PECADO ORIGINAL y devuelve el hombre a Dios, pero las consecuencias para la naturaleza, debilitada e inclinada al mal, persisten en el hombre y lo llaman al combate espiritual." 407. "La doctrina sobre el PECADO ORIGINAL -vinculada a la de la Redención de Cristo- proporciona una mirada de discernimiento lúcido sobre la situación del hombre y de su obrar en el mundo. Por el pecado de los primeros padres, el diablo adquirió un cierto dominio sobre el hombre, aunque éste permanezca libre. El PECADO ORIGINAL entraña 'la servidumbre bajo el poder del que poseía el imperio de la muerte, es decir, del diablo'. Ignorar que el hombre posee una naturaleza herida, inclinada al mal, da lugar a graves errores en el dominio de la educación, de la política, de la acción social y de las costumbres." 602. "En consecuencia, san Pedro pudo formular así la fe apostólica en el designio divino de salvación: 'Habéis sido rescatados de la conducta necia heredada de vuestros padres, no con algo caduco, oro o plata, sino con una sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sin mancilla, Cristo, predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos a causa de vosotros' [1Pe 1,18-20 .]. Los pecados de los hombres, consecuencia del PECADO ORIGINAL, están sancionados con la muerte. Al enviar a su propio Hijo en la condición de esclavo, la de una humanidad caída y destinada a la muerte a causa del pecado, 'a quien no conoció pecado, Dios le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él' [2Co 5,21 .]." En resumen, el bien y la plenitud del hombre no es algo distinto de Dios mismo. Como decía San Ireneo: "Gloria enim Dei vivens homo, vita hominis visio Dei" (El hombre es la manifestación de la gloria de Dios en cuanto vive, es decir, en cuanto ve y conoce a Dios, mediante la revelación de Jesucristo). Síntesis Antropología Teológica 22 2.5. EL SENTIDO DE LA REALIZACIÓN HUMANA Al revisar la estructura interna de la Constitución Pastoral “Gaudium et Spes”, se observa que parte de una mirada a la situación del hombre en el mundo de hoy para explicitar luego, la visión de la iglesia sobre la dignidad y vocación del hombre e iluminar finalmente, problemas urgentes de la humanidad como el matrimonio y la familia, la cultura, el desarrollo económico-social, la política, la paz y la guerra, y la cooperación internacional para enfrentar tareas comunes. Entre los lineamientos se destaca que es el hombre; pero el hombre todo entero, cuerpo y alma, corazón y conciencia, inteligencia y voluntad, quien es el objeto central de las explicaciones del Concilio con el fin de esclarecer las angustias sobre la evolución del mundo, el sentido de los esfuerzos individuales y colectivos, el sentido último de las cosas y de la humanidad : “Es la persona del hombre la que hay que salvar. Es la sociedad humana la que hay que renovar”. (Cf. GS 3). En este enfoque es claro que la iglesia es solidaria con el género humano y con su historia, ya que tiene una muy alta valoración de lo que significa ser hombre (varón – mujer).. El esbozo de dichos rasgos característicos de lo que significa ser una persona humana desde la mentalidad reflejada en el Concilio Vaticano II y en general, en el Magisterio Católico, tiene unas aplicaciones muy concretas en la historia de cada creyente y de la sociedad de la cual hace parte. En otras palabras, ser humano tiene unas connotaciones que superan las netamente relacionadas con lo biopsico-social para adentrarse en lo íntimo de cada hombre, en la conciencia pero también para darle sentido a todo sus acciones. El hombre no se reduce a corporalidad, mente o voluntad, sino que es un todo que se comprende en función de un proyecto que encuentra sentido solo en Dios y más concretamente en el misterio de Cristo. Para el objeto de análisis de este estudio, la cristología se vuelve antropología y la antropología solo alcanza su verdadera dimensión en Cristo. Por consiguiente, tal como lo expresa Gaudium et Spes en el capítulo III dedicado a la actividad humana en el mundo, frente a los notables avances científicos y tecnológicos fruto del trabajo del hombre, siempre subyacen muchas preguntas: “¿Qué sentido y valor tienen esa actividad? ¿Cuál es el uso que hay que hacer de todas esas cosas? ¿A qué fin deben tender los esfuerzos de individuos y colectividades?” 15. La respuesta pasa por vincular y subordinar la actividad humana a la voluntad divina ya que “creado el hombre a imagen de Dios, recibió el mandato a gobernar el mundo en justicia y santidad, y sometiendo a sí la tierra y cuanto en ella se contiene, y de orientar a Dios la propia persona y el universo entero, reconociendo 15 GS 33 Síntesis Antropología Teológica 23 a Dios como Creador de todo, de modo que, con el sometimiento de todas las cosas al hombre, sea admirable el nombre de Dios en el mundo”16 Por eso se afirma que, la perfección de la actividad huma se halla en el misterio pascual, y por tanto, la ley fundamental de transformación del mundo, es la del amor. “Al mismo tiempo advierte que esta caridad no hay que buscarla únicamente en los acontecimientos importantes, sino, ante todo, en la vida ordinaria”. 17 De ahí que para la opción del cristiano, el Concilio precise algunos criterios morales que especifican lo que implica concebir al ser humano desde una perspectiva católica y visualizar la responsabilidad de su tarea en el mundo para difundir el Reino de Dios: ! “El hombre vale más por lo que es que por lo que tiene” (GS 35) ! “La norma cristiana es que hay que purificar por la cruz y la resurrección de Cristo y encauzar por caminos de perfección todas las actividades humanas, las cuales, a causa de la soberbia y el egoísmo, corren diario peligro” (GS 37) ! “La actividad económica debe ejercerse...dentro del ámbito del orden moral, para que se cumplan los designios de Dios sobre el hombre” (GS 64) ! Por el carácter sagrado del matrimonio y de la familia, “esta íntima unión, como mutua entrega de dos personas, lo mismo que el bien de los hijos, exigen plena fidelidad conyugal y urgen su indisoluble unidad” (GS 48) ! “Hay que desarrollar hoy la cultura humana, de tal manera que cultive equilibradamente a la persona humana íntegra y ayude a los hombres en la tareas a cuyo cumplimiento todos, y de modo principal los cristianos, están llamados, unidos fraternalmente en una sola familia humana” (GS 56) Ahora bien, al proclamar en el credo que "Dios es creador del cielo y de la tierra"18, estamos afirmando un misterio que desborda cualquier argumento profano y racional. Dicho misterio tiene su punto de referencia en la relación entre Creación y Encarnación, debido a que Dios mismo creador ha querido llegar a ser Creatura por la Encarnación. O sea que, la Creación contiene a Cristo, quien en si mismo es supremo misterio (verdadero Dios y verdadero Hombre) y se convierte así en la medida perfecta del porqué y para qué de las creaturas. Ninguna religión cotiza tan alto a lo mundano, salvo el cristianismo, que sin negar la posibilidad del GS 34 GS 38 18 Cf. Catecismo de la Iglesia Católica. 295 –301. 16 17 Síntesis Antropología Teológica 24 conocimiento de la noción de creación por vía de la razón, ubica en Cristo el valor y dignidad de lo creado. El Misterio de Fe debe comprenderse como un proceso, ya que tenemos una percepción inicial de la voluntad divina pero sólo llegaremos a su comprensión total, después de la muerte en la visión beatífica. Síntesis Antropología Teológica 3. FUNDAMENTOS MORALES DE LA ANTROPOLOGIA CRISTIANA 3.1. Una moral cristocéntrica 25 La idea central de la Teología Moral es la opción del cristiano, quien como seguidor de Jesús está llamado a dar respuestas coherentes con el Evangelio en el aquí y ahora del mundo. Es evidente que el siglo XXI, nos encuentra tratando de rescatar la identidad cristiana en un escenario complejo, pluralista y diverso en múltiples sentidos. Estamos viviendo una búsqueda de lo esencial del cristianismo y tal como lo expresa el Papa Juan Pablo en su Carta Apostólica “Novo Millenio Ineunte”: “.Sólo porque el Hijo de Dios se hizo verdaderamente hombre, el hombre puede, en él y por medio de él, llegar a ser realmente hijo de Dios”19. En esta perspectiva, el problema moral sólo se entiende desde un imaginario de lo que es ser Hombre y esto, desde la fe solo se entiende en el misterio de Jesucristo. Por tanto, nuestra moral es cristocéntrica y sus implicaciones tienen que ver con la respuesta al llamado que Cristo nos hace para encarnar su propuesta de vida abundante en la historia. “Una moral cristocéntrica es la confrontación de la historia de la salvación y del misterio de Cristo con las preguntas y respuestas de la existencia humana”20 Esto es muy significativo pues si Cristo es la realidad y el modelo fundamental para cada hombre, la antropología cristiana, modelada sobre la cristología, debe iluminar los caracteres básicos de la auténtica realización del ser humano, sirviendo de criterio definitivo para las normas del obrar humano. 19 Op.cit. n. 23 20 Departamento de Teología, Facultad de Teología, Pontificia Universidad Javeriana. Prospecto 2000: Servicios de Formación Teológica y Religiosa a las Facultades”. p.69 Síntesis Antropología Teológica 26 Siendo así, la tarea de la teología moral consiste en pensar, desde marcos teológicos, la vida moral de quienes viven en un contexto concreto. Es decir, “consciente de estar prestando atención a la voz de Dios que se manifiesta en la historia, cuando se dedica a la reflexión sobre las costumbres humanas”21 La teología moral parte de la vida moral misma de la comunidad, que acoge y atiende con respeto, para poder entender sus voces, sus silencios, sus preocupaciones, sus gozos y esperanzas, con el fin de discernir en ella la presencia misma de Dios, de modo que pueda promover todas las tendencias al “crecimiento de la humanidad” que encuentre, e invite al cambio de las diversas situaciones de inhumanidad y deshumanización según el Plan salvífico del Dios revelado plenamente en Jesucristo. Lo específico de la MORAL CRISTIANA es CRISTO, el Misterio Pascual como fundamento de todo lo que existe. En la radicalidad de la entrega de Jesús hasta la muerte, en un acto de amor que no conoce límites, se realiza en grado máximo la plenitud humana. La ética cristiana no puede tener otro punto de arranque que no sea Cristo. En consecuencia, las motivaciones morales del cristiano han de encarnarse en unas opciones prácticas que normalmente no pueden diferir de las que se imponen al hombre en la misma coherencia de su existencia en el mundo. En ningún momento, lo cristiano es algo superpuesto al "orden natural", ni se considera al mundo como un marco neutral, sino que por la mediación de Cristo, la creación adquiere todo el sentido de bondad y consistencia propia de Creador. 3.2. La sacralidad de la vida En el esquema de la página siguiente ha querido plasmarse una idea-fuerza de la ética y la moral cristianas: Toda vida es sagrada porque la vida es un don de Dios. El Catecismo lo especifica muy claramente en el No 2258: “La vida humana es sagrada, porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término; nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente” (CDF, instr. “Donum vitae” intr. 5) 21 FLECHA Andrés, José Román. Teología Moral Fundamental. Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid, 1994. p. 15. Síntesis Antropología Teológica 27 Síntesis Antropología Teológica 28 Con el fin de intentar una síntesis de los principios morales, se organiza una secuencia según el ciclo de la vida, es decir en sus orígenes, en su desarrollo y en su culminación. A) Moral cristiana y el origen de la vida. El Catecismo hace mención directa de la instrucción “Donum Vitae” para puntualizar la posición de la iglesia católica frente al respeto y protección absolutas que toda vida humana merece desde el momento de la concepción. Desde los números 2270 a 2274, el Catecismo aclara que hay malicia moral en todo aborto provocado y que es un crimen abominable. También aclara que el embrión deberá ser defendido en su integridad, cuidado y atendido médicamente en la medida de lo posible, como todo otro ser humano ya que se considera persona desde la concepción. De ahí que se rechace el reduccionismo del embrión a simple material biológico y se consideren los óvulos y los espermatozoides con un alto valor por su potencialidad para perpetuar la vida que como ya se ha dicho es un don de Dios. Por esta misma razón, la iglesia rechaza todo método anticonceptivo que no sea natural ya que es una afrenta muy grave que desconoce la autoridad divina. B) Moral cristiana y la culminación de la vida. La eutanasia es moralmente inaceptable y en sentido general, la distanasia no tiene asidero en la vida cristiana. El contenido ético del morir se resume en la realización de dos valores: El respeto ético a la vida humana y la exigebcia ética de muerte digna de la persona. Estos dos valores son los que han iluminar éticamente las decisiones que tienden por una parte, a abreviar la vida del enfermo (real o virtual) en su fase última (eutanasia) y por otra parte, a prolongar la vida de forma inadecuada del enfermo (real o virtual) en su fase última (distanasia). El ideal es guardar el equilibrio entre ambos valores para que se logre la ortonasia. De todas formas, tanto en el comienzo como en el final de la vida, los católicos fundamentamos nuestra acción en dos imperativos categóricos que se pueden resumir en las siguientes dos frases: “Escoge la vida, para que vivas, tú y tu descendencia” (Dt 30, 15.19). De origen bíblico ¡Respeta, defiende, ama y sirve a la vida, a toda vida humana! ¡Sólo siguiendo este camino encontrarás justicia, desarrolo, libertad verdadera, paz y felicidad!” (EV 5). De origen eclesial. Síntesis Antropología Teológica 29 --C) La moral cristiana y el desarrollo de la vida. En coherencia con los anteriores postulados, son inaceptables moralmente los siguientes actos: El suicidio 22, el homicidio23, la tortura, el secuestro, el terrorismo,24 la violación de los derechos humanos, el irrespeto a los muertos25 Es decir, cualquier agresión contra la vida humana sea la propia o contra la vida ajena sale del fuero de la vida cristiana. Hay casos excepcionales como la legítima defensa, la huelga de hambre, la pena de muerte legalizada, que tienen una consideración especial pero la tendencia no cambia: Dios es el único dueño de la vida. Dentro de la idea de armonía entre los hombres entre sí y con todo lo creado, vale la pena destacar, la aplicación que trae el Catecismo sobre el séptimo mandamiento en los números 2415 a 2418 sobre el respeto a la naturaleza y todos los códigos sociales referente a la vida matrimonial y a la construcción de la comunidad. Aquí es muy importante mencionar los principios de la Bioética que pueden orientar el juicio de situaciones quepongan en riesgo la vida. El principio de respeto a la persona El principio de la beneficialidad ( o maleficencia) El principio de la justicia En general hay referencias a teorías de carácter teleológico (utilitarismo de la norma) y de carácter deontológico (deber ser) pero este es un campo de mucho quehacer teológico en razón a los grandes avances científicos en biotecnología y la constante violación de los derechos de los hombres y mujeres a gozar de la vida que Dios quiere en abundancia para todos (Jn 10,10). CIC. 2280-2283 Ibid. 2268-2269 24 Ibid.2297 25 Ibid 2299-2301 22 23 Síntesis Antropología Teológica 30 4. . APLICACIONES PASTORALES Es hermoso constatar la solidez de la doctrina enraizada en una historia de amor de Dios por su creación. Nuestro Dios se ha revelado como el Dios de la Vida que le da sentido a todo lo que existe. Considero que la iglesia, Madre y Maestra brinda una profunda y sabia carta de navegación de lo que significa ser cristiano en el mundo. El gran dilema y a la vez, la gran decisión de todo hombre y mujer es si construye un proyecto a la luz del evangelio o de espaldas a el. Las diversas formas de ateísmos, la crisis de la humanidad con sus aristas económicos, políticos, sociales, religiosos, ecológicos y ambientales reflejan la profundidad de la crisis moral del hombre. En esta perspectiva, la tarea pastoral tiene un eje en la valoración de la vida como don de Dios y en cierta forma, la reinvindicación de una autoimagen de los seres humanos rica en alegría y esperanza por estar sellados con la dignidad de hijos, creados por amor, salvados por amor, llamados a la comunión plena por amor. Especialmente en el ámbito de la academia, la ciencia ha caído en una gran aridez. Es fundamental retomar el enfoque del Concilio Vaticano II para responder a los gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los hombres de nuestro tiempo. Hay que abordar la dimensión antropológica para reencontrar el camino hacia la divinización, pues Dios mismo tomó la iniciativa para hacerse hombre y mostrarse como el Camino, la Verdad y la Vida. Esto, implica volver la mirada hacia los gritos y clamores de la gente de nuestro tiempo, partir de dichas realidades, confrontarlas con el querer de Dios y disponer estrategias para hacer opciones morales que conduzcan al bien común. Es el Amor lo que perdura, lo que salva y transforma. El desafío moral pasa por aprender a amar de nuevo. Parece obvio y sencillo, pero es el principio y la experiencia fundante de la iglesia. Nosotros como diáconos también estamos llamados a ser profetas del amor, sacramentos de la vida en abundancia, mensajeros de la paz, la justicia y la comunión eterna con el Creador. En este contexto, el Documento de Santo Domingo, presenta ámbitos en donde debemos inculturar el evangelio y anunciar con hechos y palabras la buena nueva del Señor: Síntesis Antropología Teológica ---------Los Derechos Humanos (DS 164-168) Ecología (DS 169 –170) La tierra: Don deDios (DS 171 –177) Empobrecimiento y solidaridad (DS 178 –181) El trabajo (Ds 182 –185) La movilidad humana (Ds 186 –189) El orden democrático (DS 190 –193) Nuevo orden económico (DS 194 –203) Integración latinoamericana (DS 204 31 –209) La familia: santuario de la vida (DS 210 –215)+ El dialogo intercultural (DS 231 – 286) Todos estos ámbitos son propicios para evangelizar desde lo cotidiano, poniendo en marcha una moral social cristiana. En forma especial, son campos en los que los diáconos permanentes podemos dar testimonio de servicio y contribuir a hacer realidad las directrices de la iglesia. 32 Síntesis Antropología Teológica 5. A MANERA DE CONCLUSION Dios crea por Amor. La creación es fruto de su libertad y de su amor desinteresado que tiene por objeto el bien del hombre y su pleno desarrollo, la bondad de la creatura tiene su consistencia en la libertad y el amor con que Dios la crea. Al respecto, es famosa la pregunta de Albert Einstein sobre si Dios, antes de crear el mundo, había hecho alguna elección y que los científicos como Stephen Hawking, a través de la explicación del Big Bang y la expansión del universo, han retomado recientemente. La interpretación teológica nos conduce al amor desinteresado de Dios que crea sin ningún tipo de coacción o necesidad. En la unidad de perspectiva que nos da a conocer Cristo, esta libertad de la creación es el marco en que se desarrolla la libertad de comunicación de Dios a los hombres en el Hijo y en el Espíritu Santo. Es decir que, la creación no tiene otro fin que la llamada del hombre a la comunicación con Dios. Precisamente porque todo ha salido de Dios en forma libre, el mundo no es una cadena simple de procesos ciegos, sino que hay en el una margen para la libertad creadora del hombre. Esto tiene una gran trascendencia pastoral, porque en el ámbito universitario donde me muevo, abundan múltiples interpretaciones de lo que es ser persona y por supuesto, del sentido de lo humano y en general, del sentido de la vida. A la base de dichas formas de entenderse y entender el mundo hay una visión de hombre que fundamenta, conciente o inconscientemente, correcta o incorrectamente, los comportamientos y decisiones cotidianas de la gente. Luego de este esfuerzo académico, experimento la necesidad de precisar conceptualmente la doctrina de la Iglesia Católica para tener herramientas de diálogo y debate en la evangelización de las culturas. Por eso considero que este trabajo contribuye a hacer un compendio de los argumentos que brotan de la reflexión y sistematización de la fe en Jesucristo para bosquejar la imagen del Hombre, las raíces de su dignidad y la razón de ser de las pautas morales que la Iglesia traza para sus fieles. Sin embargo, también reconozco humildemente que son muchos los vacíos que debo llenar para ejercer dignamente la ministerialidad diaconal y por eso me acojo a la Providencia Divina, para mayor gloria suya. 33 Síntesis Antropología Teológica CUADRO DE SÍNTESIS SOBRE ANTROPOLOGÍA TEOLOGICA Desde la Teología Desde la Teología Desde la Teología BIBLICA DOGMATICA MORAL MBRE CREADO OMBRE CAIDO En los primeros capítulos del Génesis, en los Salmos y en la literatura judía de influjo helenista. En el Génesis con el relato del paraíso, en el pecado denunciado por los profetas y en la experiencia del dolor y la muerte (Job) En la literatura paulina, MBRE REDIMIDO los evangelios, hechos y las cartas católicas, Jesús es el Cristo, el nuevo adán, el Mesías, el que nos salva y redime, constituyéndonos en una nueva creación: El hombre nuevo Jesucristo es el Hombre, el nos HOMBRE muestra el camino SCATOLÓGICO para llegar al Padre. Implicación PASTORAL Somos hijos de Dios. La vida Creados a su imagen y sagrada semejanza por amor humana es Todos somo hermanos y hermanas Hay igualdad d derechos oportunidades. El pecado abunda en nuestra sociedad. Con Reconocernos El drama del pecado lo pecadores es camino es una realidad. misericordia y de Somos frágiles y reconocemos humildad tratamos de redimirlo mortales, tendemos a renovación. No a por Cristo Jesús soberbia la concuspicencia y nuestro Señor prepotencia. Cristo es nuestro Salvador. El es el Hijo de Dios que se hizo hombre. Feliz culpa que mereció tal redentor. Cumplir la voluntad del padre, implica un comportamiento adecuado, respondiendo a la ley moral fundamentada en la caridad Vivir es Cristo. No son rituales vacíos Misericordia quier que no sacrificios. La ley es el amor. Cristo es nuestra Paz y nuestra esperanza. El es el auténtico camino de realización. Por las virtudes nos vamos configurando en Cristo para que El viva en nosotros. Recuperar l esperanza y optimismo cristiano. A final Dios triunfará. Antropología Teológica ANEXO No 1 1. CONCEPTOS SOBRE EL SER HUMANO Cuadro Comparativo desde diferentes enfoques científicos ANTROPOLOGIA CIENTIFICA ANTROPOLOGIA FILOSOFICA ANTROPOLOGIA METAFISICA ANTROPOLOGIA TEOLOGICA Ser biológico, una ES un ser racional, Es una expresión Un hijo de Dios, u pensante, dotado de de la chispa divina, ser creador por el ES EL HOMBRE ? especie, dotada de lenguaje, fruto de libertad un ser espiritual, amor de Dios la evolución. Un ser llamado a la trascendente A su imagen Una unidad muerte. semejanza biopsico-social Una conciencia moral L ES SU ORIGEN La Evolución La Autoconciencia Ruptura con Dios, la Creación dada por la Inteligencia separación por causa que se desarrolla del mal L ES SU FIN ? La transformación de la Materia La muerte L ES SU SENTIDO Progresar con sus capacidades, adaptarse y transformar el medio ambiente para satisfacer sus necesidades Unión con la Divinidad, Comunión con Dios retorno a su Matriz original El ser en sí, conocerse Trascenderse a si mismo y explicar el mismo y sentido de su vida y de limitaciones su muerte a si Disfrutar de la Vid sus Eterna, vivir en DIo para siempre Antropología Teológica ANEX O No 2 Interpretación Teológica al capítulo 3 del Génesis Según el Folleto con Vocabulario Bíblico de Gruen: PECADO. Es la acción mala del hombre rebelde, débil y desequilibrado. El AT tiene varias palabras para expresar esta realidad (Dt 19, 15; 2 R 18, 14; 1 R 12, 19): crimen, extravío, impiedad, injusticia, etc. Pecado es, pues, todo lo que está fuera de lo normal, de lo divino, de la vida y exige un castigo, puesto que los valores de la vida deben ser mantenidos (Sal 3; 5; 6; 7; 13; 17, 22, etc.; Sal 19, 13; Lev 4). El AT afirma su realidad pero desconoce su origen. El NT conoce la realidad del pecado que tiene muchas manifestaciones según los vicios a que están sujetos los hombres. La ausencia de pecado en el hombre se da en la medida del cumplimiento de los mandamientos, todos subordinados finalmente al mandamiento nuevo de Jesús (Jn 15, 12; 1 Jn 3, 18ss; 4, 7ss; 5, 1ss). La enseñanza paulina es abundante sobre todo en lo referente al origen del pecado (Rom Cap 5). El capítulo 3 del Génesis, escrito hacia el Siglo X a.c., pero cuya legislación del Pentateuco queda unificada hacia el 400 a.c., trata de responder a la siguiente pregunta: ¿"Señor, no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, ha salido la cizaña que aparece"? (Mateo 13, 17 y ss.). ¿Cómo ese mundo que Dios había creado bueno ha venido a ser malo? ¿Quién es el origen del mal en el mundo? (De todo tipo de mal). Los demás pueblos resolvieron muy fácilmente este problema. El origen del mal, según ellos, era un dios malo que introdujo el mal en el mundo creado por el dios bueno. Pero los judíos no podían dar esa respuesta; para ellos no existe más que un dios y ese dios es bueno. No hacen culpable del mal en el mundo a un semidios o a un espíritu del mal; el mal se ha originado en el hombre; es el corazón del hombre el que introduce libremente el mal en el mundo (ver Marcos 7, 21-23). Si leemos en paralelo Ezequiel 28, 1-19 (sobre todo desde el versículo 11 al 19) o Isaías 14, 3-21, tendremos la mejor medida de la intención del autor. : "La serpiente era la más astuta de las bestias del campo que el Señor había hecho. Y dijo a la mujer: ¿cómo es que Dios les ha dicho que no coman de ningún árbol del jardín? Antropología Teológica Fijémonos en que el autor no dice en ningún momento que la serpiente fuera Satanás. Todo lo contrario, dice expresamente que la serpiente era el más astuto de los animales que Dios había creado y Dios lo ha creado todo bueno (Génesis 1, 31). x La serpiente era considerada en casi todos los pueblos de la antiguedad un animal divino que poseía conocimientos sobrehumanos. En Canaán era el símbolo de la fecundidad de la tierra y participaba en los ritos de la fecundidad que constituyeron la eterna tentación para los hebreos. En dichos ritos intervenía la mujer(una sacerdotisa), un árbol con su frutos, una serpiente; todos los elementos que van a aparecer como negativos para el hombre en el capítulo que estudiamos. ¿Había una manera más clara y más pastoral y más judía de decirle al pueblo que en esos ritos no iba a encontrar sino la causa de su castigo y degradación? ¿Había una mejor forma de hacer a la serpiente un animal antipático y peligroso? En otros pueblos, la serpiente era un animal semidivino porque "conocía los secretos de la vida y de la muerte ". Daba la muerte con su picadura y daba la vida a través del órgano genital masculino, cuyo símbolo consciente o inconsciente era. Parecía, según la mentalidad popular, dueña del secreto de la inmortalidad porque cambiaba de piel y se renovaba cada vez que ésta se avejentaba. x Fijémonos en que la serpiente tan sólo plantea la posibilidad de que quizás el hombre haya entendido mal a Dios, ya que Dios no puede haber querido decir eso. Lo astuto de ese asunto está en que la serpiente pretende trabajar tan sólo en favor de Dios. La serpiente sabe de un Dios más grande y más noble, de un Dios que no necesita de tales prohibiciones. La serpiente sabe que la tentación sólo tiene fuerza de verdad si se presenta como viniendo de Dios, como representando la causa de Dios. Con esta tentación se ataca la actitud fundamental de la criatura respecto al creador. Con ella se lleva al hombre a que se convierta en juez de la palabra de Dios, en vez de escucharla y cumplirla sencillamente. x La serpiente, en algunos pueblos antiguos, servía en ritos de vaticinio; su nombre (“nahas”), en hebreo, suena a "vaticinio". El autor dice: la serpiente dio en el origen un vaticinio equívoco, ¿cómo podemos fiarnos ahora? Según la mentalidad hebrea, el que peque debe morir. Sólo hay vida en el ámbito de la alianza con Dios pactada en el Sinaí. En este texto hay todo un lenguaje simbólico por descubrir, por ejemplo: El árbol de la vida, no es el del Antropología Teológica conocimiento del bien y el mal. Ser como Dios es decidir qué es bueno y qué es malo, crear leyes, juzgar. En conclusión, lel mensaje que se quiere transmitir es: 1) Por el pecado se han viciado todas las relaciones que tuvo el hombre: - con Dios - entre los hombres - con los animales - con la materia. Se ha roto el equilibrio y eso se nota en todos los detalles. ¿CÓMO ENTENDER EL PECADO ORIGINAL ? En todo el Antiguo Testamento no aparece ni una sola vez la concepción que actualmente tenemos de una falta cometida por Adán y cuya culpa hubiera manchado a todos los seres humanos, pasando a nosotros por herencia. ¿Qué pretende decirnos este primer relato de la creación? Que sólo Dios es Dios. Que todo lo demás es creatura y ha sido creado por Dios. x Que el hombre debe dominarlo todo. Que todos los seres humanos son iguales entre sí, pues todos tienen el mismo origen. Que la palabra es algo poderosísimo, puede crearlo todo o puede destruirlo todo. Que todo ha sido creado bueno, que, por lo tanto, Dios no es el origen del mal. Que el uso de la sexualidad es una bendición de Dios, una misión confiada al hombre. En un tiempo en el que el hombre todavía adoraba los astros, la tierra, la fecundidad, la lluvia, los rayos, el sol, la luna, la vegetación, los reyes, etc, un teólogo genial se atreve a decirle al hombre que dios hay sólo uno y que todo lo demás es creatura. Que el hombre no debe adorar nada, sino a Dios; que no sólo eso, sino que, más bien, el hombre está por encima de todo, sometido solamente a Dios; que el hombre ha recibido la misión de someterlo todo a su dominio. Es toda una concepción secularizadora de la realidad; toda una concepción escandalosa y revolucionaria. No nos extrañemos de que los demás pueblos hayan llegado a pensar que los judíos eran ateos. Antropología Teológica CONCLUSIONES DEL SEGUNDO RELATO DE LA CREACION El segundo relato de la creación dice, fundamentalmente, las mismas cosas que el primer relato, pero las dice en otra forma. Que sólo Dios es dios. Que Dios lo ha creado todo. La nada aparece representada como un desierto. Dios ha creado al hombre, a la vegetación (el jardín de Edén), a los animales. Dios ha creado todo bueno. Por lo menos no es él quien ha puesto en lo creado algo malo. La mujer y el hombre tienen la misma dignidad; eran uno y están destinados a volver a ser uno complementándose. El ser humano es lo más importante de la creación. Según la mentalidad popular hebrea lo que fue creado primero es lo más importante y el hombre fue creado en primer lugar. Todas las plantas le sirven de comida; los animales fueron creados como ayuda para el hombre (aunque la ayuda necesaria perfecta sólo la encontrará en su mujer). El hombre se realiza como hombre en el trabajo. Dios crea al hombre para cultivar y guardar el jardín que él ha puesto. La sexualidad es buena y no tiene por qué ser motivo de verguenza. El pecado original de Adán es el pecado que da origen a todo pecado: negarse a ser el rey de la creación y dejar que un animal le dicte la conducta. Adán acaba de ser colocado por Dios como rey de la creación (un don que es tarea, como todo don de Dios). Y apenas entronizado, deja que un animal (la serpiente) le dicte la conducta. La historia de Adán se convierte en "mito" para todos los hombres de todas las edades. "Ha Adán", el hombre, cada hombre, es colocado cada día como rey de la creación y deja que el animal que hay en él (los instintos) le dicte la conducta. Abdica de sus posibilidades, se niega a realizar la inmensa riqueza de capacidades que Dios ha puesto en él. Cristo es, para nosotros, el nuevo Adán, una nueva humanidad empieza en él. Como Adán, somos tentados cada día. O somos tentados en Adán, o somos tentados en Cristo. O bien es Adán el tentado en nosotros, y entonces caemos, o el tentado en nosotros es Cristo, y entonces es el mal quien habrá de caer. Cristo ha vencido la tentación y nosotros somos miembros de su cuerpo; es Cristo quien es tentado en nosotros. Y es él quien en nosotros vence el mal. De paso-:cuando la Sagrada Escritura llama a Jesucristo “el nuevo Adán” es porque quiere honrarlo y eso implica que el concepto que esos primeros cristianos(judíos todos ellos) tenían de Adán es un concepto muy honroso;su idea era:¿cómo podía ser el hombre que había salido directamente de las manos y del corazón de Dios, sino perfecto? En Jesucristo, para ellos, había un nuevo Adán, superior a Adán, y con quien comenzaba una nueva creación, superior a la antigua creación. En el relato mítico de Caín y Abel, se observa como el pecado avanza. El hombre había intentado arrebatarle a Dios uno de sus dos grandes atributos: el discernimiento entre lo que es bueno y lo que es malo(el derecho a hacer leyes). El hombre había sido castigado por su intento, pero no escarmienta e intenta arrebatarle a Dios su otro gran atributo: ser el dueño de la vida. El hombre intenta hacerse dueño de la vida y, como no puede hacerlo de otra manera, la quita. Dando la muerte, el hombre intenta apoderarse de otro atributo divino: ser el Señor de la vida. Antropología Teológica ANEXO No ·3 CITAS CLAVES DEL NUEVO TESTAMENTO En referencia al Dios Creador A TEXTO ANALISIS 24 «El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que es Señor del cielo y de la tierra, no habita en santuarios fabricados En la predicación de lo hos 17, 24 - 31 por manos humanas, primeros cristianos, hay un 25 ni es servido por manos humanas, como si de algo explicitación del poder creador estuviera necesitado, el que a todos da la vida, el aliento y todas de Dios y una invitación a ser las cosas. parte de su pueblo elegido. 26 El creó, de un solo principio, todo el linaje humano, para que habitase sobre toda la faz de la tierra fijando los tiempos determinados y los límites del lugar donde habían de habitar, 27 con el fin de que buscasen la divinidad, para ver si a tientas la buscaban y la hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros; 28 pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como han dicho algunos de vosotros: "Porque somos también de su linaje." r 8,6 1, 2-3 , 1-10 1, 15-20 5 Pues aun cuando se les dé el nombre de dioses, bien en el el cielo bien en la tierra, de forma que hay multitud de dioses y de señores, Pablo predica en un ambiente politeísta, la originalidad de un solo Dios 6 para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros. Antropología Teológica 1 Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas; La predicación del apostol es 2 en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio Cristocentrica, en quien s del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo cumple el dsignio divino d los mundos; salvacion sobre todo lo creado 3 el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia, y el que sostiene todo con su palabra poderosa, después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, 4 con una superioridad sobre los ángeles tanto mayor cuanto más les supera en el nombre que ha heredado 1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Para los cristianos nuestr 2 Ella estaba en el principio con Dios. único referente es Cristo. L 3 Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada creación se entiende no desde de cuanto existe. Génesis sino desde Juan. 4 En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, 5 y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. 15 El es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación, 16 porque en él fueron creadas todas las cosas, en Cristo es la cabeza de todo lo los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los creado, el alfa y el omega. Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: A partir del misterio de Cristo todo fue creado por él y para él, es que podemos darle sentido 17 él existe con anterioridad a todo, y todo tiene en a lo creado y a la tarea de los él su consistencia. hombres dentro del Plan de Antropología Teológica Redención 18 El es también la Cabeza del Cuerpo, de la Iglesia: El es el Principio, el Primogénito de entre los muertos, para que sea él el primero en todo, 19 pues Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la Plenitud, 20 y reconciliar por él y para él todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos. , 20-24 17-18 3-14 22-23 En referencia al misterio del hombre 17 toda dádiva buena y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni Todo es gracia sombra de rotación. 18 Nos engendró por su propia voluntad, con Palabra de verdad, para que fuésemos como las primicias de sus criaturas. por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; Dios nos escogió por amor 5 eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia con la que nos agració en el Amado. 20 Pero no es éste el Cristo que vosotros habéis aprendido, 21 si es que habéis oído hablar de él y en él habéis sido Estamos llamados a nacer de enseñados conforme a la verdad de Jesús nuevo en Cristo Jesús 22 a despojaros, en cuanto a vuestra vida anterior, del hombre viejo que se corrompe siguiendo la seducción de las concupiscencias, Antropología Teológica 23 a renovar el espíritu de vuestra mente, 24 y a revestiros del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad. 6, 8-11 8 Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él, 9 sabiendo que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más, y que la muerte no tiene ya señorío sobre él. 8, 21-25 19,20 3,16.17 10 Su muerte fue un morir al pecado, de una vez para siempre; mas su vida, es un vivir para Dios. 11 Así también vosotros, consideraos como muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús 0 La creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no espontaneamente, sino por aquel que la sometió, en la esperanza 21 de ser liberada de la servidumbre de la corrupción para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. 22 Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. La creación también est llamada a la plenitud en Cristo 23 Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo. 24 Porque nuestra salvación es en esperanza; y una esperanza que se ve, no es esperanza, pues ¿cómo es posible esperar una cosa que se ve? 25 Pero esperar lo que no vemos, es aguardar con paciencia. Antropología Teológica 19 En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado: 20 y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí. 16 ¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? 17 Si alguno destruye el santuario de Dios, Dios le La dignidad humana integr destruirá a él; porque el santuario de Dios es sagrado, y vosotros proviene de nuestra condición sois ese santuario. de hijos en el HIjoi 18 ¡Nadie se engañe! Si alguno entre vosotros se cree sabio según este mundo, hágase necio, para llegar a ser sabio; 19 pues la sabiduría de este mundo es necedad a los ojos de Dios. En efecto, dice la Escritura: = El que prende a los sabios en su propia astucia. = 20 Y también: = El Señor conoce cuán vanos son los pensamientos = de los sabios. 21 Así que, no se gloríe nadie en los hombres, pues todo es vuestro: 22 ya sea Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro, todo es vuestro; 23 y vosotros, de Cristo y Cristo de Dios. Antropología Teológica ANEXOS BIBLIOGRAFÍA A.A.V.V. Diccionario enciclopédico de la Biblia. Herder. Barcelona. 1993 COLZANI, Gianni. Antropología teológica: El hombre, paradoja y misterio. Secretariado trinitario. Salamanca. 2001 DENZINGER, heinrich, HUNERMANN, Peter. El Magisterio de la Iglesia: Manual de los símbolos, definiciones y declaraciones de la iglesia en materia de fe y costumbres. Herder. Barcelona. 1999. GELABERT BALLESTER, , Martín O.P. Jesucristo, revelación del misterio del hombre. Ensayo de antropología teológica. San Esteban-Edibesa. Salamanca. Madrid. 2000. GONZALEZ FAUS J.I. Proyecto de hermano: Visión teológica del hombre. Sal Terrae. Santander. 1982. GRELOT, Pierre. Hombre ¿Quién eres ?. Cuadernos bíblicos 5. Verbo Divino. Navarra (España).1982. LADARIA, Luis F. Introducción a la antropología teológica. Verbo Divino. Navarra. 1993 LEON DEFOUR X. Vocabulario de Teología Bíblica. Biblioteca Herder. Barcelona. 1993 LORDA, Juan Luis. Antropología: Del Concilio Vaticano II a Juan Pablo II. Libros Palabra. Madrid. 1996 RUIZ DE LA PEÑA J.L. Las nuevas antropológicas, un reto a la teología. Sal Terrae. Santander. 1983. SAHAGUN LUCAS, Juan de. El Hombre ¿Quién es? Antropología cristiana. Biblioteca básica del creyente. Sociedad editorial Atenas. 1988 SÁNCHEZ GARCIA, Urbano. “La opción del cristiano” Síntesis actualizada de Teología Moral. Sociedad de Educación Atenas. Madrid. 1990. CONTENIDO INTRODUCCIÓN 1. EL HOMBRE EN PERSPECTIVA BIBLICA 1.1. CONCEPTOS FUNDAMENTALES 1.2. VISION ANTROPOLÓGICA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO 1.3. CLAVES ANTROPOLOGICAS NEOTESTAMENTARIAS 2. PRINCIPIOS DOGMÁTICOS SOBRE EL HOMBRE 2.1. NÚCLEOS TEOLOGICOS DE LA ANTROPOLOGIA CRISTIANA 2.2. EVOLUCION CONCEPTUAL EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA 2.3. REDUCCIONISMOS Y PRECISIONESANTROPOLOGICAS 2.4. EL HOMBRE ENTRE EL PECADO Y LA GRACIA 2.5. EL SENTIDO DE LA REALIZACIÓN HUMANA 3. FUNDAMENTOS MORALES SOBRE LA ANTROPOLOGÍA CRISTIANA 3.1. UNA MORAL CRISTOCENTRICA 3.2. LA SACRALIDAD DE LA VIDA 4. APLICACIÓN PASTORAL: DESAFIOS Y PROSPECTIVA 5. A MANERA DE CONCLUSIÓN BIBLIOGRAFÍA INDICE ANEXOS Pág EL HOMBRE: UNA ANTROPOLOGIA EN CLAVE DE FE CRISTIANA Síntesis de teología bíblica, dogmática y moral ALIRIO CACERES AGUIRRE Director ALBERTO OJALVO PRIETO, Pbro COMISION DE SÍNTESIS Martín Gil, Pbro Alirio López Aguilera, Pbro. Manuel Mora Laguado, Pbro. ARQUIDIÓCESIS DE BOGOTA DIACONADO PERMANENTE Bogotá D.C., Junio de 2002 EL HOMBRE: UNA ANTROPOLOGIA EN CLAVE DE FE CRISTIANA ALIRIO CACERES AGUIRRE ARQUIDIÓCESIS DE BOGOTA DIACONADO PERMANENTE Bogotá D.C., Junio de 2002 Nota de aceptación Jurado Jurado Jurado Bogotá D.C., 8 de junio de 2002 “Qué es el hombre? ¿Cuál es el sentido del dolor, del mal, de la muerte, que, a pesar de tantos progresos hechos, subsisten todavía? ¿Qué valor tienen las victorias logradas a tan caro precio? ¿Qué puede dar el hombre a la sociedad? ¿Qué puede esperar de ella? ¿Qué hay después de esta vida temporal? (GS 10)