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Cristianismo Verdadero: “Preparando la esposa del cordero” (…CONT…) “CRISTIANISMO 9. VERDADERO” ¿Hasta que punto tenemos un espíritu de siervos? De acuerdo con las palabras del Señor, la humildad determina la grandeza e indica hasta donde se ha desarrollado un corazón de siervo en nuestras vidas (Mr. 9:33-35, 10:37, 41-45). Jesus fue el siervo de todos los siervos. ¿Qué es un verdadero siervo? Un Siervo es: Uno que esta entregado a otro --- un individuo dedicado a las necesidades y al bienestar de otros. Es lo contrario de la persona egocéntrica y abstraída en sus propias heridas y dificultades. (Fil. 2:19-21). No es exigente --- no insiste en sus propios derechos ni en la igualdad, mas acepta con espíritu de gratitud lo que se le ofrece (Mt. 5:3). Ninguna persona que genuinamente es “pobre en espíritu” tiene un actitud exigente. No es independiente --- es alguien que sobrelleva las dificultades: “soportando todas las cosas por amor a los elegidos”… es lo contrario de la naturaleza caída que declara: “Yo no tengo que soportar esto” (1 Co 9:19, 2 Ti 2:10). Es una persona que no tiene reputación que defender --- un siervo es exactamente como nuestro modelo de siervo, el señor Jesucristo. Jesus nunca tuvo problemas de identidad. No tuvo una imagen que mantener. El buscaba la honra de otro --- de su Padre. El hijo nunca procuró alcanzar un nombre terrenal ni fama para sí mismo. Una persona sin orgullo --- por lo tanto, no se ofende fácilmente ni es enojadizo, solos los patronos se ofenden. Una persona que trabajas más de lo que se le pide --- y aun así, no necesita que se lo agradezcan ni que le den una palmada de reconocimiento en la espalda (Lc 17:7-10). Vive para la alabanza de su amo, no para ser elogiado por sus semejantes (Col 3:2324). Una persona que tiene la presencia de Dios --- Dios camina con el humilde siervo, porque Él también es un siervo (Is. 57:15) Le gusta andar con los que son como El, con ellos encuentra compatibilidad. Iglesia Cristiana “Luz de Cristo” Page 1 Cristianismo Verdadero: “Preparando la esposa del cordero” Tener un Corazón de siervo es la clave para llevarse bien con los demás, especialmente con la gente de casa. El verdadero siervo cumple la ley del amor, que es el desprendimiento total. 10. ¿Qué actitud tenemos hacia los que están en autoridad? ¿Hasta qué punto estamos sujetos al Señor? No tendríamos una manera de saber la respuesta a esta pregunta si Dios no nos diera lecciones objetivas palpables para mostrarnos lo que tenemos en el corazón. Nuestra reacción hacia las autoridades humanas (las que Dios pone sobre nosotros) revela si poseemos la ley de la sujeción. Dios habla y obra a través de hombres. A menudo Dios no habla a través de agentes humanos tales como un profesor, un pastor, un policía, un esposo, y demás. Por eso, cuando los pasamos por alto a ellos, estamos pasando por alto a Dios. (Ez. 3:7, Ro 13:1-7). Consideremos el ejemplo del sumo sacerdote Elí en 1 Samuel, capítulos 1-3. Elí había caído en falta. Por otro lado, juzgo mal a una de las hermanas de la iglesia, acusándola de ebriedad. Ana por supuesto, no estaba ebria, mas en la amargura de su alma, rogaba a Dios por un hijo ante el altar. Cuando ella explicó su situación a este extraviado ministro de Dios, el contestó: “Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho” (1Sa 1:15-20). Dios honró las palabras y las bendiciones de Elí. Honró el cargo de Elí aunque no necesariamente honró a Elí. En el corazón de Ana entró la fe, y al volver a casa concibió al pequeño Samuel. Ana tuvo la sabiduría de discernir que Dios le hablaba a través del hombre. Hizo a un lado las ofensas y escucho la voz de Dios en un ministro cuya vida no estaba en orden. Por lo tanto, vemos la importancia que tienen nuestras actitudes hacia la autoridad. La actitud de una esposa hacia su cónyuge demuestra si posee o no la ley de la sujeción (1Pedro 3:1-7). Lo mismo revelan las actitudes hacia un pastor, un policía, o un jefe mal humorado (1P 2:13-14, 2:18). En el análisis final, cualquiera que dice: “Yo no escucho al hombre, solo al Señor” no está escuchando al Señor tampoco. Dios está intentando hablarle a ese individuo a través de los hombres, pero él no es capaz de oír. Si Dios le hablara directamente, no lo discerniría ni obedecería porque no tiene hábito de obedecer. “La ley de la obediencia no mora en su interior”. 11. ¿Hemos llegado a dominar nuestra vida pensante? No es posible ser espiritual sin dominar primeramente nuestra vida pensante. Las meditaciones que elegimos determinan victoria o derrota porque cada batalla es ganada o perdida en la mente. La meditación es alimento. Con nuestras meditaciones estamos alimentado la nueva naturaleza o la vieja. Recordemos que los pensamientos fructifican (Jer 6:19). Los pensamientos se vuelven actos, los actos se vuelven hábitos, los hábitos se vuelven nuestro destino. Iglesia Cristiana “Luz de Cristo” Page 2 Cristianismo Verdadero: “Preparando la esposa del cordero” El desanimo es la consecuencia de meditar y confesar lo que dice el enemigo en lugar de confesar lo que dice Dios. Los pensamientos de Dios acerca de nosotros son buenos (Jer 29:11). ¿En que estamos pensando cuando estamos desanimados? ¿Son nuestros pensamientos los pensamientos de Dios? (Is. 55:8). El pecado se concibe en los pensamientos. Crece a medida que se alimenta de meditaciones. Luego es dado en luz en forma de acto. El pecado puede cortarse de raíz en los pensamientos. La gente peca porque así lo ha planeado, lo ha tramado de principio a fin. Las meditaciones incorrectas nutren y fortalecen los malos hábitos (Col 3:9. Rom 6:12-13). Las meditaciones correctas debilitan los malos hábitos y los tornan infructuosos. (Col 3:10. Ef. 4:22-24). Las meditaciones influyen en nuestra salud. Vivir constantemente con temor, violencia y venganza puede afectarnos el pulso y la respiración. Los malos pensamientos estimulan exageradamente las glándulas, los órganos y el sistema nervioso, enfermándonos. Las meditaciones (aquello en que constantemente pensamos) afectan espíritu, alma y cuerpo, inclusive. Asimismo, las grandes decisiones surgen de lo que hemos razonado con lógica. “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditaciones de mi corazón delante de ti, oh Jehova, roca mía, y redentor mío” (Sal 19:14). No puede haber victoria si no hemos aprendido a ordenar nuestra vida pensante. No es posible ser espiritual sin ceñir los lomos de nuestro entendimiento (1P 1:13). ¿Qué significa “ceñir los lomos de nuestro entendimiento?”. En tiempos bíblicos, el hombre usaba vestiduras largas y anchas. Cuando quería salir de viaje, recogía firmemente bajo el cinturón su ropa desparramada, y se hacía al camino. Esto era “ceñir los lomos”. Pedro dice que así obremos con la mente. Nuestros pensamientos tienden a desparramarse como esas ropas holgadas. Nos corresponde a nosotros eliminar los pensamientos equivocados y activar los pensamientos correctos. Ciertamente, tenemos el poder para cambiar de enfoque. 13. ¿Somos íntegros en materia de dinero? En la biblia hay más de 2,000 versículos que se refieren al dinero. La siguiente afirmación quizás parezca atrevida al principio, pero que es absolutamente cierta: “Nuestra forma de administrar el dinero, determina si triunfaremos o no en la vida cristiana”. Esta es la razón por la cual Jesus mencionó el tema en dos terceras partes de sus parábolas. La pregunta no es cuánto dinero tenemos, sino que tan bien lo administramos. Iglesia Cristiana “Luz de Cristo” Page 3 Cristianismo Verdadero: “Preparando la esposa del cordero” El dinero y nuestra forma de administrarlo, revelan estos aspectos importantes acerca de nosotros: Si tenemos una buena conciencia o no. Cuáles son nuestras prioridades. Hacia qué cosas hemos enfocado nuestros afectos. Como utilizamos el tiempo. Si tenemos buen juicio y sabiduría. Si amamos a nuestra familia más que al materialismo. En que ponemos nuestra seguridad. Si tenemos fe o incredulidad en el corazón Si somos personas de sacrificio o no Si somos obedientes o no Si tenemos disciplina y dominio propio o no Si Dios puede confiarnos riquezas espirituales o no Finalmente, hasta qué punto estamos entregados al Señor. Es deshonesto hacerse de deudas enormes para luego comprar ropa de moda, muebles y artículos finos, etc. Primero debemos finiquitar nuestras deudas. ¡Esta es la manera Cristiana! En romanos 13:8 Pablo ordena: “No debáis a nadie nada” “Por lo tanto, si no hemos sido fieles con el dinero (el inicuo Mamón), Dios no nos confiara las verdaderas riquezas (Lc 16:10-12). Cristo no enseñó que la mayordomía desleal del dinero es señal de que tampoco en los asuntos espirituales seremos fieles, porque esta es una regla del corazón. En consecuencia, Dios nos prueba primeramente en los aspectos naturales de la vida, como nuestro trabajo, familia y peculio. Si en estos hemos demostrado fidelidad, calificaremos para “las verdaderas riquezas” o para el ministerio y autoridad espiritual. Muchos cristianos se auto descalifican por el dinero. La forma como lo administramos es parte integral del mensaje evangélico, y abarca la conciencia, el carácter y el objeto de nuestros afectos. TRES CAUSAS PRINCIPALES DE ESCLAVITUD ECONOMICA A. No diezmar. No podemos ser benditos si no diezmamos. Proverbios 3:9-10 nos manda diezmar, y tiene promesa de bendición y previsión. Por eso, al no diezmar, estamos desobedeciendo la palabra de Dios. Retener el diezmo es también una incredulidad. La gente dice con frecuencia: “Si pago el diezmo, me faltara para mis propios gastos”. Pero, ¿Cómo podrá bendecirnos Dios si estamos violando su palabra y tenemos un corazón carente de fe? La prosperidad se les promete solamente a los que guardan todos sus mandamientos. (Josué 1:8) Iglesia Cristiana “Luz de Cristo” Page 4 Cristianismo Verdadero: “Preparando la esposa del cordero” Tal como está escrito, cuando descuidamos el pago del diezmo, a Dios le estamos robando (Mal 3:8-11). Asimismo, nos estamos privando de las bendiciones prometidas, ya que al honrar al Señor con lo mejor de nuestros bienes, “El reprende por nosotros al devorador”. Los devoradores son espíritus malos que succionan nuestro dinero. En Malaquías, el devorador llegó en forma de un parasito que disminuyo toda la cosecha. El día de hoy existen devoradores que constantemente nos agotan los recursos, tales como cuentas hospitalarias, reparaciones automovilísticas y maquinaria averiada. ¿Está las bendiciones de Dios sobre nuestra casa e industria? ¿Estamos honrando al Señor con las primicias de nuestros bienes? En Ageo 1:3-11 el pueblo tenía la casa de Dios en el abandono. La vida giraba en torno a sus propias viviendas y otros intereses egoístas. En vista de que las prioridades no encontraban en el orden correcto, Dios soplo sobre sus obras. Cada uno laboraba tiempo extra solo para poner su salario en saco roto. Dios no honra nuestras obras si nosotros no honramos la suya, y ello comprende diezmar. Diezmar no era solo un mandato de la ley mosaica. El diezmo existía mucho antes de la ley. Abraham pagó sus diezmos a Melquisedec (Gen 14:18-20). Jacob diezmó (Gn. 28:22), y ambos tuvieron superabundancia de bendiciones. Nuestro Señor Jesucristo también respalda el diezmo para la era neo testamentaria. En mateo 23:23, el pueblo diezmaba, pero descuidaba los asuntos más importantes de la ley, tales como la misericordia, la justicia y la fe. Cristo declaro: “Esto era necesario hacer (misericordia, justicia y fe), sin dejar de hacer aquello (diezmar)”. Ciertamente, diezmar es una obligación, pero los otros aspectos importantes de la ley – la fe, la justicia y la misericordia, no se deben descuidar. Dios ama al dador alegre (2 Co 9:7). Por eso es de suma importancia la actitud que tenemos al dar. Debemos dar porque así lo deseamos, no por deber. Además, debemos con fe, sabiendo que Dios nos proveerá. Si damos forzadamente, ello no procederá de la fe, sino de la obligación. Sea nuestro sacrificio el resultado de una relación de amor y fe. B. Una mala administración del dinero. ¿Por qué algunos individuos de escasos recursos pueden salir adelante, mientras que otros que tienen mucho más, están siempre endeudados? El problema es una mala administración. Por lo tanto, no se trata de cuanto tenemos, sino de cuan hábilmente administramos nuestros fondos. Muchas veces la gente sufre escasez porque no ha usado sabiamente lo que Dios le ha suplido. Somos mayordomos del dinero que Dios nos da. ¿Qué uso le estamos dando? Iglesia Cristiana “Luz de Cristo” Page 5 Cristianismo Verdadero: “Preparando la esposa del cordero” He aquí algunos ejemplos de la mala administración del dinero: Las malas inversiones: Emprender proyectos precipitadamente, sin antes haber orado o buscado el consejo de asesores competentes. Las tarjetas de crédito: El dinero rápido y accesible es un lazo que nos llevar ser despilfarradores., propasándonos en el gasto. Solicitar préstamos sin discreción: Las altas tasas de interés por periodos largos producen esclavitud. Seamos guiados por el Espíritu Santo antes de construir o de comprar un inmueble. En lo posible, tratemos de refinanciar nuestros antiguos préstamos a una menor tasa de interés. La época inadecuada: Pagar una excesiva cantidad de dinero por artículos que, habiendo aguardado, habríamos adquirido a un precio más bajo. Estemos atentos a las rebajas especiales y esperemos el oportuno momento. Averigüemos primero, con el fin de conseguir mejores ofertas. Las enormes cuentas telefónicas: Limitemos la extensión de nuestras llamadas, busquemos el mejor plan para llamar por larga distancia a esos lugares que acostumbramos. Gastar en exceso: Hacer compras innecesarias. No debemos comprar lo que no es indispensable, ni hacer gastos que no podemos permitir. Desperdiciar nuestros recursos: Las luces y el aire acondicionado sin apagar, el agua del grifo sin cerrar, etc. Pensemos conservadoramente! C. La Falta de disciplina y de carácter: “No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan” (Ec 2:10) Salomón no tenia dominio propio. Iba detrás de todo lo que sus ojos veían. Salomón incursionó en todo lo que había debajo del sol, tratando de hallar dicha y satisfacción. Sin embargo, la dicha se encuentra tan solo en Cristo, no en estas cosas. Muchos cristianos se “enredan en los negocios de la vida” (2 Ti 2:4). El Señor advierte que los afanes, las riquezas y los placeres de este mundo ahogan la vida del reino (Lc 8:14). Nuestro supremo llamamiento es cumplir los dos grandes preceptos de Mateo 22:36-40: Amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza y a nuestro prójimo como a nosotros mismo. Para obedecer esto, debemos consagrar a Dios nuestro tiempo, energía y afectos. Si ocupamos nuestra vida en el materialismo y en trabajar horas extras, no podremos cumplir nuestro llamamiento. DINERO “Luz afecta IglesiaELCristiana de nuestra Cristo” vida espiritual. ¡El dinero revela quienes somos! No podemos Page 6ser espirituales si no administramos sabiamente nuestros fondos. Todo redunda en esto – la esclavitud financiera nos impide hacer la voluntad de Dios para nuestras vidas. Por eso, ¡Procuremos por todos los medios ser económicamente libres! La seguridad es otra cosa predominante para que la gente ame el dinero. Sin embargo, la