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CUADERNOS UNIVERSITARIOS DE LA REFORMA Nº 5 UNIVERSIDAD Y REGIÓN Documento de la Comisión Universidad y Región Presidente: Vicente Salas, docente de Sociología Vicepresidente: Fernando Morán, estudiante de Economía Secretario Técnico: José Evelio Aguiño, profesional de Planeación PASTO, MAYO DE 2010 2 INTRODUCCIÓN La Comisión Universidad y Región continuó con el trabajo adelantado en la Mesa Temática que llevó el mismo nombre. El tema de Universidad y Región es transversal a los temas de las otras comisiones. El mismo no puede ser recogido en una norma determinada, como sucede, por ejemplo, con el PEI o con el Estatuto General. Como se recordará, en la primera fase se integraron ocho mesas temáticas y posteriormente se adicionó la Mesa número nueve, pensando en la propuesta central de la Reforma: “pensar la Universidad y la Región”. En la Comisión se han elaborado varios documentos, además de que los informes del proyecto de investigación “Desarrollo Endogénico” tienen relación estrecha con el trabajo de la Comisión. Finalmente, se integraron tres subcomisiones con la tarea de elaborar tres documentos: Pensamiento propio, Educación y autonomía y Concepto de región. Al interior de la Comisión se llevaron a cabo esfuerzos por construir consensos alrededor de los tres temas, lo cual se logro en lo fundamental; esto lo corrobora el hecho de que en este documento no se encuentren contradicciones protuberantes, sí pueden encontrarse en cambio algunas repeticiones que hemos decidido mantenerlas, porque creemos que no molestan la presentación, sino que reafirman algunos principios. Invitamos a la comunidad universitaria a leer este documento, que no pretende ser más que una invitación al diálogo, y tener en cuenta los aspectos que consideren pertinentes en la elaboración de los documentos que tienen el propósito de convertirse en normas para la Universidad. PENSAMIENTO PROPIO Por pensamiento propio entendemos un tejido de pensamiento fruto del esfuerzo original de los docentes y estudiantes de la Universidad de Nariño, el cual será pertinente a la Universidad y, por ende, a la región. No se tratará de un pensamiento acabado ni obligatorio para nadie, por el contrario, será un proceso permanente, libre y voluntario. Una reflexión inacabada. Se trata, por supuesto, de un pensamiento para cambiar la realidad, para construir mundos mejores. Para 3 ello, sugerimos partir de la realidad existente, particularmente en la región, como punto de partida hacia el cambio, y de la lectura crítica del pensamiento existente, tanto el de origen europeo como el de los ancestros. En ese proceso, es menester acoplar los esfuerzos a las tendencias recientes de las ciencias, en lo relativo a la complejidad y la transdisciplinariedad. Esto implica la superación tanto del pensamiento lineal positivista como de las disciplinas cerradas. Ya hay suficientes argumentos en el sentido de que frente a una realidad múltiple, compleja y contradictoria se requiere un pensamiento igualmente complejo, de que las disciplinas simplificadoras aisladas las unas de las otras se quedaron cortas frente a la comprensión de la realidad cambiante. No estamos hablando de eliminar las disciplinas y las especializaciones, pero es necesario tener claro que la división no está en el objeto, ya Anaxágoras nos había dicho hace 2.500 años que “las cosas que están en un universo no están separadas como cortadas unas de otras con un hacha”, la división está en el conocimiento, que la disciplina es un constructo mental pero en la naturaleza el objeto de la Física no está separado del objeto de la Química ni este del objeto de la biología. Una explicación de la marcha actual de las ciencias lo encontramos en el informe de la Comisión Gulbenkian, donde podemos entender que estamos ante la necesidad del “reencantamiento del mundo”: El llamado al "reencantamiento del mundo" …es un llamado a derribar las barreras artificiales entre los seres humanos y la naturaleza, a reconocer que ambas forman parte de un universo único enmarcado por la flecha del tiempo. El reencantamiento del mundo se propone liberar aún más el pensamiento humano. El problema fue que, en el intento de liberar el espíritu humano, el concepto del científico neutral (propuesto no por Weber sino por la ciencia social positivista) ofrecía una solución imposible al laudable objetivo de liberar a los estudios de cualquier ortodoxia arbitraria. Ningún científico puede ser separado de su contexto físico y social. Toda medición modifica la realidad en el intento de registrarla. Toda conceptualización se basa en compromisos filosóficos. Con el tiempo, la creencia generalizada en una neutralidad ficticia ha pasado a ser un 4 obstáculo importante al aumento del valor de verdad de nuestros descubrimientos (Wallerstein, 2006: 81-82). No estamos partiendo de cero en esta tarea, contamos con el Acuerdo Número 108, del Honorable Consejo Superior, Por el cual se aprueba el Plan de Desarrollo 2008-2020. Pensar la Universidad y la Región. Este acuerdo recoge el trabajo de las Mesas Temáticas. En la página 26 del Plan podemos leer lo siguiente: El propósito fundamental de la reforma es contribuir a la reflexión teórica sobre desarrollo alternativo, entendido como un mejor vivir de toda la comunidad. Esto implica un modelo de organización social donde la lógica de los medios, de más productos y más construcciones, se cambie por la lógica de los fines, de tal manera que en el centro de todos los propósitos se sitúe el ser humano, entendido como comunidad no como individuo. Una condición sine qua non para tales logros es pensar con cabeza propia, como dijera Simón Rodríguez: creamos o erramos. Se trataría de construir pensamiento propio, entendido como una construcción compleja e hibridada que no rechace los aportes de la ciencia europea, leída críticamente, y que integre de manera creativa los aportes de los ancestros tanto indígenas como afro descendientes. En la página 25 del mismo documento se recoge el aporte de la Mesa de Universidad y Región: En un proceso de pensamiento e imaginación complejo y democrático se han dado pasos importantes hacia la construcción teórica de un sueño de bienvivir en una REGION CON AUTODETERMINACION Y JUSTICIA SOCIAL. Entendida como un espacio humano-natural, que posee una cosmovisión compleja que se comprende, se reconoce y se autorregula, que está en permanente cambio, en interacción con otros ámbitos de realidad; con seres humanos solidarios capaces de entender y respetar al otro como igual y diferente, que genera condiciones de equidad y libertad. 5 La anterior es la orientación de la autoridad de la Universidad para que continúe desenvolviéndose el pensamiento propio, como un esfuerzo colectivo y creativo de estudiantes y docentes en las distintas actividades propias de su quehacer: la docencia, la investigación y la convivencia responsable en la región. Cuando hablamos de región y de pensar desde la región, no estamos hablando de ponernos de espaldas a lo universal; frente a esta duda, habíamos planteado en otro lugar lo siguiente: …quiero adelantarme a la crítica posible en relación con la supuesta ignorancia de la globalización actual, de la cual, se insiste, no existe escapatoria alguna. El modelo propuesto no es, como podría juzgarse a primera vista, un modelo autárquico. Se trata sí de resistir las imposiciones de los centros de poder. La consigna engañosa de pensar globalmente y actuar localmente implica aceptar el dominio teórico de los países centrales que son los que disponen de los medios para hacer conocer su pensamiento, como pensamiento global. Tal pensamiento, como se evidencia, es impuesto a través de los organismos multinacionales, tipo Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional, así como las grandes universidades de los países centrales, en las cuales nuestros jóvenes se creen obligados a estudiar para que sus títulos sean respetables. Nuestro modelo plantea simplemente la posibilidad de pensar nuestro futuro con nuestra propia cabeza y participar en el mundo globalizado, a partir de nuestras decisiones autónomas. En ningún caso estamos pensando en un modelo autárquico, este sí inviable (Sabogal, 2009: 213214). Espacios de construcción de pensamiento propio Construcción de pensamiento propio en la docencia. El mejor estímulo a la creación de pensamiento propio, en la relación con los estudiantes, consiste en tomar como punto de partida el supuesto de que en ciencias y particularmente en ciencias sociales no existe una verdad única. El pensamiento social obedece a concepciones filosóficas, principios metodológicos, principios ideológicos, contextos históricos y geográficos, intereses económicos, etc. En el origen mismo de las ciencias sociales se encuentra con facilidad el contenido ideológico de estas. Son claras las razones que llevaron, de un lado, a Carlos Marx a seguir la 6 metodología que se desprende de la dialéctica hegeliana y, de otro, al pensamiento económico neoclásico a buscar sus raíces epistemológicas en la física clásica. Al respecto, se impone la pregunta por qué el pensamiento neoclásico no retomó, por ejemplo, el enfoque de un pensador como Lineo y su visión holística. Este autor, ya en el siglo XVIII, tenía una comprensión integradora de la naturaleza, que perfectamente había podido llevar a las ciencias sociales, si hubieran elegido este camino, a una visión igualmente holística de la sociedad. En cambio, al tomar el camino newtoniano, se llegaba a una simplificación conveniente a determinados intereses; la simplificación propia de la Física clásica permitía hacer abstracción de ciertos componentes de la complejidad de la sociedad concreta, como las clases sociales y la contradicción entre las clases, incómodos a algunos grupos sociales. Este punto de partida se constituye, en sí mismo, en una invitación a pensar por cuenta propia. La lección es obvia para el estudiante: si existen visiones científicas del mundo y de la sociedad que corresponden a los intereses de grupos sociales o a grupos de países en el planeta, yo estoy obligado a tomar una posición en el mundo. En otras palabras, estoy obligado a pensar con mi propia cabeza. Y si, además, cada manera de entender el mundo responde a posiciones filosóficas y epistemológicas, estoy obligado a conocer la historia de la teoría del conocimiento. Estoy obligado a construir mi propio pensamiento, para no ser presa fácil de cualquier manera de entender la sociedad. El docente debe hacer explícita su posición teórica particular, la concepción teórica con la cual simpatiza y, a la vez, debe cuidarse de influir al estudiante con determinada manera de pensar; no debe buscar adeptos. La mejor manera que tiene un docente de poner en claro sus posiciones teóricas es escribiendo sus propias obras; cada docente debe ofrecer a los estudiantes un libro de su autoría sobre el área de su labor. Un componente muy importante del proceso de aprendizaje es el ejemplo, por ello el profesor debe contagiar al estudiante el amor por la lectura, por la escritura, por el pensamiento independiente; como señala el manifiesto de Córdoba de (1918): Si no existe una vinculación espiritual entre el 7 que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y por consiguiente infecunda. Construcción de pensamiento propio en la investigación. La investigación ha de ser una actividad conjunta de estudiantes y docentes, lo cual no implica que el profesor no tenga más conocimiento científico y de procesos investigativos, lo que implica es que el estudiante no debe dedicarse solo a actividades secundarias sino que debe involucrarse en la medida de sus posibilidades en las preguntas principales de la investigación. En el paradigma de Universidad y Región se entiende que la región, sus problemas complejos y sus alternativas de futuro, forman parte de los procesos investigativos. En los casos en que las ciencias existentes se queden cortas en la búsqueda de alternativas novedosas, surgirá la necesidad de crear pensamiento alternativo. Esta tarea ha de estar siempre presente en las preguntas de toda investigación que se considere parte del nuevo paradigma. El concepto de región es flexible, como lo veremos más abajo. En el caso de las ciencias sociales, cuando hablamos de pensamiento propio estamos en el contexto de América Latina. La necesidad de un abordaje teórico desde América Latina, ya ha sido formulada, antes que nosotros, en el primer “Manifiesto por la autoestima en la ciencia colombiana”, suscrito por Orlando Fals Borda y Eduardo Mora Osejo. Los autores plantean que: “Los paradigmas científicos europeos y norteamericanos, con su referente cultural en las zonas templadas donde se originaron, y en condiciones geográficas, históricas y humanas concretas, han tenido la ventaja de su extensión al resto del mundo por virtud de un proceso de acumulación meritorio y eficiente. Pero ello no los hace únicos ni más perfectos que los generados en otras partes del globo terráqueo. Al mismo tiempo, se amplía innecesariamente la brecha entre los países poseedores de una fuerte capacidad moderna de creación de conocimientos y aquellos países, como el nuestro, todavía con una débil capacidad para tal propósito. Este desequilibrio no solamente se traduce en un poderoso instrumentario económico, apoyado por tecnologías cada vez más sofisticadas, sino también en un sistema político mundial dominado por aquellos países dueños de tales avances” (Fals Borda, 2001: 148-149). 8 Construcción de pensamiento propio en la convivencia responsable con la región. La convivencia con la región es una actividad compleja. En el aula, el proceso docente debe hacerse cargo de que allí está la región representada en sus estudiantes (estos llegan de todas las partes del Departamento y de los departamentos vecinos), los procesos docentes no deberían intentar uniformar a todos los integrantes de un grupo, sino, por el contrario, involucrar los saberes que los estudiantes traen consigo al proceso pedagógico. Los estudiantes no son un recipiente vacío que debamos llenar con conocimientos pre elaborados, no son un papel en blanco donde el docente escribe lo que él cree necesario. Un estudiante indígena es portador de los conocimientos ancestrales que ha aprendido de sus mayores, lo mismo un estudiante afro descendiente. La responsabilidad con la región implicaría no cambiar el pensamiento que el estudiante trae por el pensamiento europeo dogmático, sino involucrar en la formación de nuevo pensamiento un proceso de hibridación de pensamientos variados, incluidos los pensamientos que los estudiantes traen consigo. En los procesos investigativos la responsabilidad consiste en convertir los problemas propios de la región en temas de investigación, en la medida en que esto sea posible, y, sobre todo, contribuir desde la ciencia a buscar alternativas de futuro regional. Un tercer campo de convivencia responsable es la participación tanto de docentes como de estudiantes en las actividades propias de la región, particularmente las de carácter comunitario, llevando allí las propuestas de pensamiento propio y enriqueciendo este con los aportes de la comunidad. Y, finalmente, forma parte de la convivencia responsable el proceso de formación de profesionales autónomos y éticos que van a buscar modos de bienvivir para la comunidad en la que les toque desempeñarse. Si pensamos, por ejemplo, que uno de los problemas fundamentales del departamento de Nariño en la actualidad es la violencia, los estudiantes de la Universidad y los egresados tendrían que constituirse en hacedores de paz. Esto no se logra, por supuesto, con nuevas materias sino con la manera como en la vida académica y cotidiana se aprenda a 9 abocar los problemas y en la manera de tejer pensamiento alternativo. No se trataría de esconder las contradicciones propias de la sociedad, sino explorar nuevas maneras de tramitarlas. Las preguntas y las respuestas posibles del pensamiento propio La pregunta fundamental es: ¿por qué necesitamos un pensamiento propio? La respuesta es que tenemos razones para pensar que no vivimos en el mejor de los mundos posibles y que las ciencias existentes, al menos las sociales, son impotentes en la búsqueda de futuros alternativos. Detengámonos someramente en algunas características del mundo actual, a fin de plantear que el mundo podría ser mejor. Son muchas las razones que nos llevan a concluir que el modelo imperante no es el adecuado a la vida humana. Detengámonos solo en dos de esas razones. La primera es que por tener como fin último la ganancia, el modelo está obligado a producir y vender mercancías de todo tipo en forma ilimitada; dado que la obtención de rentabilidad no tiene límite, la producción de objetos tampoco lo tiene. Se presenta entonces la contradicción entre el crecimiento infinito de la producción y el consumo, frente a la naturaleza finita. El resultado es la destrucción permanente de la naturaleza, es decir, la destrucción del sustento de la vida humana. En segundo lugar, la propiedad privada y la competencia como mecanismo de relación entre productores lleva a la concentración de la propiedad en pocas manos y el aumento de la pobreza para la mayoría de la población. Los datos recientes de la FAO así lo demuestran. Mientras en 1996 el número de personas que padecían hambre en el planeta era de 400 millones, en 2008 esa cantidad pasó de 850 millones y en 2009 esa cantidad llegó a 1.020 millones. El modelo imperante no ofrece soluciones viables ni al deterioro del ambiente ni al aumento de la pobreza. Según la misma FAO bastarían inversiones por 44.000 millones de dólares al año para derrotar la pobreza, pero quienes tienen el dinero no pueden proporcionarlo porque estaría contra el principio de la rentabilidad, puesto que proporcionar alimentos a los pobres no produce ganancia. No falta el dinero, sino que su destinación no puede llevarse a cabo a favor de la vida humana. 10 Lo mismo sucede con el problema del ambiente. La agresión a la naturaleza no es propia del comportamiento humano en sí mismo, no estamos condenados por nuestra condición innata a maltratar la naturaleza. Por el contrario, el problema ambiental es un problema histórico, es propio del modelo imperante debido al crecimiento ilimitado y desordenado de la industria en busca de rentabilidad. Muchos de los problemas del mundo actual se encuentran también en nuestra región y en algunos casos incluso con mayor gravedad: piénsese en la pobreza de nuestra costa Pacífica y en la violencia. Entre los principales problemas globales, algunos también de la región, podemos enumerar los siguientes: incremento de la población con hambre y enfermedades derivadas de la desnutrición; insuficiente acceso al saber y a la información, debido a las inversiones insuficientes en educación, ciencia y tecnología; el calentamiento del planeta, debido a las emisiones de efecto invernadero proveniente de la industrialización descontrolada en los países centrales; contaminación del aire; agotamiento acelerado de las fuentes fósiles de energía, como el petróleo. Si los problemas del mundo no solamente persisten sino que se agudizan cada vez más, podemos pensar que las ciencias, particularmente las ciencias sociales, que deberían encontrar soluciones, son insuficientes y que la alternativa es su renovación. La dirección en que las ciencias deben ser reconstruidas también parece estar más o menos clara. Respecto al problema ambiental parece pensamos que: La sustentabilidad del modelo depende del reconocimiento del carácter natural del ser humano, solo este reconocimiento hace que las personas traten la naturaleza como el suprasistema del cual ellas mismas forman parte. …es la concepción eurocéntrica de la separación tajante entre rex extensa y rex cogitans lo que ha llevado al tratamiento de la naturaleza como un objeto externo e ilimitado puesto allí para servir al hombre. Seguramente la concepción de algunos de nuestros antepasados, en cambio, que se ven a sí mismos como parte integrante de la 11 tierra, ofrece una concepción epistemológica apropiada para la conservación de la naturaleza (Sabogal, 2009: 185). Para el caso de la Economía, se trata de transformar la Economía de la ganancia en la Economía para la vida. Al respecto veamos la propuesta del pensador latinoamericano, de origen alemán, Franz Hinkelammert: …la demanda de la recuperación del sujeto, de la vida humana concreta, de la vida para todos, en las relaciones humanas, en las instituciones sociales y en las construcciones culturales –ciencia, arte, filosofía, teología, etc.– es la demanda más urgente en el mundo de hoy. … …proponemos un horizonte, para una reconstrucción teórica de la economía, ciencia que desde sus orígenes se ha debatido entre el arte del lucro (crematística) y el arte de gestionar la producción y distribución de los bienes necesarios para abastecer a la comunidad y satisfacer las necesidades humanas (oikonomia). En esta última dirección es que pensamos debería reformularse la economía, como una ciencia de la reproducción o sustentabilidad de las condiciones materiales (biofísicas y socio-institucionales) que hacen posible la vida, esto es, como una Economía para la vida (Hinkelammert, 2009: 29). La propuesta es que los problemas principales del mundo y de la región sean preocupación de los procesos de docencia, investigación y convivencia responsable en la región, independiente del área del saber o la creatividad de que se trate: igual en Economía que en Agronomía, igual en Matemáticas que en Arte, igual en Derecho que en Física y que en todas exista el compromiso en la creación del pensamiento pertinente a la búsqueda de la solución de los problemas. Lo anterior implica un replanteamiento pedagógico en la Universidad. Pasar de tratar al estudiante como una tabula rasa a establecer una relación entre 12 docentes y estudiantes como seres inteligentes capaces de pensar y construir nuevo pensamiento. Aspiramos a tener, para la región, profesionales conscientes de que, como decía Montaigne, vale más una cabeza bien puesta que una cabeza repleta (Cfr. Morin, 2001: 21). EDUCACIÓN Y AUTONOMÍA La educación en la sociedad que habitamos tiene una serie de objetivos, de finalidades, que buscan “formar” y “preparar” para la vida a los seres humanos. Pero esa formación, esa educación, lleva en sus programas una ideología que es la de preservar el orden social instituido, de ello depende la subsistencia y sobrevivencia de esa sociedad. Asegurar por medio de ella un control de la psiquis humana. Un medio lábil de domesticación del humano. Pero, en la educación no sólo interviene el aparato educativo, intervine también la ciudad con todos los dispositivos de “información” y comunicación, que es la prolongación del sistema central educativo. Los medios, la prensa, entre otros, ejercen un control sobre los individuos. La ciudad es entonces también formadora del individuo. Es la ciudad la que educa al hombre, escribía Simónides, y Sócrates es una creación de Atenas, de su ciudad. La sociedad produce el individuo que requiere, pero a su vez el individuo reproduce la sociedad en la que es criado. Las paredes y los muros de las ciudades educan. Allí se expresan con vehemencia el clamor, la furia de las gentes; allí se enarbolan pensamientos y sueños que tocan en lo más hondo el alma de los ciudadanos; allí se revela la inconformidad social. Los seres humanos allí forjados aspiran la sociedad por todos los poros. La famosa frase de Marx sobre los educadores que deben ser educados, tiene una significación muy grande para la escuela en nuestros días; pero, no olvidemos que Marx había encontrado en la realidad capitalista –las condiciones socioeconómicas materiales de vida– al gran educador. Las circunstancias objetivas que harían brotar una conciencia social en la sociedad, entre los educadores y los educandos. No obstante, las condiciones objetivas en las que vive la sociedad de la esclavitud asalariada moderna nos indica que tanto educadores como alumnos 13 estamos inmersos en las significaciones imaginarias sociales creadas por esa sociedad. Reproducimos sus condiciones sociales de vida, sus valores y sistemas de creencias, su orden, su ideología, su pensamiento. Más aún, defendemos con furor los alcances y conquistas de la sociedad moderna; nos deleitamos de sus “maravillas”, y lo “esplendoroso” del mundo capitalista. De ahí, que el mayor obstáculo para los cambios y transformaciones sociales sea el propio individuosocial que ha fabricado la sociedad. Un individuo heterónomo que sólo en su psique y en sus actividades sublimatorias inviste sólo objetos ya instituidos plenamente: el consumo, el capital, el progreso, la productividad, la competencia, el desarrollo, el mercado, los negocios, la patria, las tasas de interés, el fanatismo e histeria colectiva por el fútbol, etc. La sociedad espectáculo copa la vida de sus gentes y los enceguece con sus medios masivos de comunicación. Sin embargo, no podemos reducir el ser humano a esa sola actividad sublimatoria. Él inviste igualmente objetos socialmente creados nuevos. Es el caso de la comuna de Paris de 1871, donde los obreros aceptan morir por ciertos objetivos. Hay una sublimación y se lucha por una transformación social de la institución. Romper el cerco que la sociedad tiende sobre el individuo-social; romper la alienación, son tareas que la educación puede lograr, a condición de un cambio muy grande en la forma de pensar y de actuar de los docentes. Poner en cuestión las significaciones imaginarias sociales, interrogarlas, y preguntar cómo nosotros de manera inconsciente lo reproducimos, es un trabajo de estudio y reflexión, para crear otro imaginario que sea dador de sentido. Estamos inmersos y empapados hasta la médula de los huesos de la cultura de esta sociedad. De modo que esto nos debe llevar a preguntarnos: ¿cuál es el fin de la educación en esta sociedad, qué enseñar y para qué enseñar? Cuestiones que nos remiten como se quiera a una reflexión de tipo social, cultural y político. El establecimiento reclama una educación para su sistema, para su sobrevivencia, para su reproducción. En ese sentido es enajenante. De ahí que las políticas educativas vayan en contravía de la famosa “autonomía universitaria”, vulneran las aspiraciones que puedan darse en el marco de una reforma profunda de la universidad. Pero, no sólo es este 14 aspecto el que hay que anotar y que por esa vía se llegue a justificar que no se puede llevar a cabo un proceso de reforma. Aquí, los docentes debemos preguntarnos qué es lo que enseñamos y para qué. Bajo qué pensamientos “educamos” a los estudiantes; bajo qué ideología formamos a los alumnos. Para qué sociedad estamos entrenando y adiestrando a los jóvenes. Entonces, la discusión con los docentes es a fondo: ¿qué significaciones sociales imaginarias reproducimos en el aula de clase? ¿Qué sistema social usted defiende con esa cultura que dice profesar, así sea un científico? ¿Ese sistema social que usted dice profesar es verdadero, es justo, tiene sentido? ¿Y, si no lo es, por qué lo enseña? ¿La realidad que usted enseña es un constructo, es una actividad subjetiva, como la tenemos todos, por qué considera usted que esa es la realidad y no otra? ¿Es la educación una escuela libre? ¿Qué tipo de discursos movilizamos los docentes? ¿Desde qué lugar los docentes hablamos? ¿Tiene el sistema de enseñanza que tener una sola cosmovisión? ¿Por qué las evaluaciones que lleva a cabo el gobierno, solo evalúan un sólo perfil y exigen competencias solo en el menú que ellos determinan evaluar? ¿Qué es lo que buscan evaluar? ¿Acaso la evaluación no tiene un contenido profundamente ideológico? ¿Entonces, otra educación, bajo otras perspectivas no tiene cabida, o es que la “libertad de pensamiento y de cátedra” es solo retórica? La educación no es neutra como tampoco la ciencia. Ambas se nutren de los intereses de los grupos sociales, de las demandas que el sistema requiere. Una educación libre, que tenga por propósito formar un individuo autónomo todavía está en ciernes. La noción de educación está imbuida con la imaginación social creadora y la educación que agenciamos no apunta hacia esa dirección, sino a apuntalar el mundo instituido. En ese sentido es alienante, enceguecedora. No contribuye a la edificación de un mundo nuevo, castra la posibilidad infinita que los humanos tienen de crear, porque limita el pensamiento a repetir el mundo dado. Hemos dicho que la educación no se limita a la escuela, el colegio, la universidad, sino que transvasa esos linderos. La familia, de la cual provenimos, es también responsable de nuestro modo de ser; ahí se incuban desde la infancia nuestros 15 primeros elementos imaginarios sociales de esa sociedad y no de otra, y que corren a cargo de la madre. El núcleo familiar, …tiene, evidentemente, las dos vertientes. La interacción entre lo imaginario social y la imaginación radical singular está aquí, desde el principio; la ruptura de la mónada psíquica comienza con esto. Y el agente esencial de esa ruptura, de la socialización del infans, es la madre. Los psicoanalistas, lo escribí ad nauseam, hablan de la madre como si cayera del cielo y como si fuera una entidad específica y exclusivamente psicoanalítica. ¿Pero qué es la madre? Ella es, para el bebé la delegada en forma simultánea de la sociedad existente y de tres millones de años de humanización. Evidentemente, está allí con su inconsciente, que actúa sobre el niño de manera decisiva. Pero este mismo inconsciente, el inconsciente materno, ha sido fuertemente marcado por toda la socialización a la que la madre fue sometida. Si no hubiera sido sometida a esta socialización, no habría sido madre y, en todo caso, no habría estado capacitada para enseñar a hablar al niño. Por lo tanto, esta interacción de lo imaginario social y de la imaginación singular está siempre presente (CASTORIADIS, 2002: 210). Una revolución en la educación no quiere decir cambiar solamente los programas ni los currículos, es ante todo una actitud del docente y del estudiante, por ahora. Una revolución significa subvertir el pensamiento heredado hasta ahora; es un cambio radical en nuestros modos de pensar y de hacer. Una subversión del mundo instituido, de las cosas instituidas, de las instituciones; del sentido que hasta el momento ha proveído la sociedad. Es la autotransformación individual y colectiva de la escuela. Y, esos cambios no pueden llevarse a efecto, en tanto no se forme un individuo autónomo que sea capaz de ponerse en tela juicio él mismo y la institución social que lo formó. En última instancia, es una puesta en cuestión de la cultura moderna: del mito de la razón y del desarrollo que proclaman sus defensores; y cuando hablamos de cultura nos referimos a un conjunto de saberes, saber-hacer, reglas, estrategias, hábitos, costumbres, normas, prohibiciones, creencias, ritos, valores, mitos, ideas, adquiridos, que se perpetúa de generación en generación, se reproduce en cada individuo y 16 mantiene, por generación y regeneración, la complejidad individual y la complejidad social. La cultura constituye de este modo un capital cognitivo, técnico y mitológico no innato (MORIN, 2003: 332). La educación por la que aspiramos deberá volver su mirada hacia esas fosas enmohecidas, putrefactas de todos los valores instituidos por el mal llamado mundo “moderno”. ¿Cuáles son los fines culturales a los que aspiramos, no sólo en la universidad, sino en el ámbito social? Pero antes es menester preguntarnos qué tipo de cultura es la que queremos, y cuál es el proyecto cultural que proponemos. Lo de la educación, y en este caso lo atinente a la reforma profunda de la Universidad, tiene como tarea inaplazable la formación de un individuo autónomo. Esta autonomía tiene condiciones establecidas históricamente, está condicionada por la sociedad en que vivimos. Por tanto, es menester educar a los jóvenes para que sean autónomos. Y, ser autónomos, no sólo es una cuestión teórica sino un deseo de serlo. La autonomía no es un simple hábito, decirlo sería una contradicción en los términos. Como cuando hablamos de la democracia y en seguida pregonamos, la libertad, la igualdad y la justicia. La democracia es todo eso y mucho más. El régimen democrático es por excelencia el lugar de la vida y del esplendor para la misma. Por eso, no puede hablarse en forma separada de libertad y por otro lado de justicia o de igualdad. Igual ocurre con la autonomía. Se es autónomo en actos libres, de elección y decisión. Nos hacemos iguales en la arena, todos deliberando, reflexionando y decidiendo, cuáles son las mejores leyes que tenemos que darnos. Aquí, no puede haber embustes, ni maromas, ni manipulaciones en el momento de darnos un modo de vida de esta forma. Por eso, la reforma debe producir en sus lineamientos jurídico-políticos en forma expresa estas premisas teórico-practicas, so pena de quedar asfixiada nuevamente. La educación está implicada directamente con la vida. Y, el fundamento para una revolución del pensamiento, y del desarrollo de las ciencias es que la institución universitaria crea y defienda su propia polis universitaria; para que nadie se sienta perseguido, ni restringido en este sentimiento oceánico que 17 nos proponemos navegar. Ese es uno de los pilares de la reforma profunda. Profunda porque escarba, como el viejo topo, porque desempolva los viejos pergaminos donde reposan los saberes ancestrales, porque parte de una nueva genealogía desde las ciencias. De nuevo, la institución universitaria debe garantizar y propiciar a nivel de toda la academia los procesos autónomos. Desde luego que al principio esto molestará, sobre todo, a aquellos docentes y estudiantes, que hemos estado viviendo en un mundo heterónomo, donde la pregunta por lo que sabemos es escrutada. Finalmente, uno de los propósitos del proceso autónomo es crear un nuevo sentido para la vida, para la psiquis humana. Aunado a esto hay otros problemas que atañen al ejercicio pedagógico. No puede haber educación ni pedagogía si los docentes no suscitamos la pasión por el saber, y si el estudiante no inviste lo que aprende, si los docentes no suscitamos el eros en el estudiante, el amor por la sabiduría y el aprendizaje. La crisis de la educación que se sitúa en este caso, como una crisis de pedagogía, acentúa aún más esta problemática del arte de educar. La educación no termina con la investidura de doctor o licenciado. No, eso es una parte de lo que podríamos llegar a decir de lo que somos, pero ahí no termina, se trata de un proceso infinito. Somos un fragmento de este caos, somos una forma de ese caos, de ese abismo sin fondo que es el ser. Y ese proceso formativo no termina sino con la muerte. De ahí, que Freud hablara de la educación como una de las profesiones imposibles. El birrete es un disimulo, una fiesta efímera, porque estamos abocados a nuevos desafíos que desde el imaginario instituyente nos cuestiona y, por tanto, debemos estar atentos para esos duelos que la vida nos depara. Estamos hechos y por hacer. La institución social está en el individuo-social y, a su vez, este está en la institución de la sociedad. La institución social fabrica al individuo social, lo reproduce. Y ese proceso de fabricación es continuo, día a día. Lo “normaliza”, lo domestica. Le repite los valores, las normas, la ley. Se trata en una palabra de conservar la institución social. Y cada sociedad lleva a cabo esa labor, y uno de 18 los medios más expeditos para conservarla es la educación. De ahí, que nos preguntemos, una y otra vez: ¿qué educación? ¿Para qué educar? Ahora bien, las regiones no escapan a ese proceso de resocialización. Al principio son rebeldes, se muestran resistentes a inscribirse en el formato general que la institución social impone. Sin embargo, poco a poco son desarticuladas y sometidas al imaginario social instituido; poco a poco son asimiladas al modo de vida de la sociedad “moderna” y puestas a su servicio. El modelo imperante termina por adiestrar a los seres humanos en su propio imaginario: la pseudo ilimitada racionalidad económica. De ahí se encaminan todas las ciencias y saberes a justificar y hacer posible ese mundo. Cada una por su lado pone su grano de arena para hablar de las bondades de este mundo y lo “afortunados” que somos por vivir en la era de la tecno-ciencia. Una borrachera generalizada. Y, ahí, está la educación con sus menús preestablecidos: lo que debe y lo que no debe enseñarse. Ya están las prescripciones médicas, las recetas para “instruir” al joven recién llegado. La educación coadyuva a destruir antiguos imaginarios ancestrales y al cabo de un tiempo ha colonizado el inconsciente del joven sobre las nuevas expectativas que ofrece el mundo del capital, del beneficio, del interés. Pero, lo más grave de esa educación es que no lleva al estudiante a investir psíquicamente el mundo de la verdad que se le ha impuesto; es la verdad ya dada de una vez por todas. Es un condicionamiento, que no permite la capacidad de pensar y tener una actitud y aptitud crítica, reflexiva y deliberada de esa sociedad y de su modo de existencia. Cualquier estudiante que cree en una religión, piensa que esta es la verdadera. El mundo moderno es una hechura del derecho romano y cristiano. Es la versión actualizada de las religiones monoteístas. Es el dominio y la hegemonía del gran capital trasnacional. Es el imperio del Management. Como dice Pierre Legendre: “Han llegado la salvación y el poder” estas gloriosas palabras de la devoción cristiana anunciaron el reino de Cristo. Hoy, exaltan las promesas y los poderes de la economía globalizada. Es la hora del triunfo del management, de la gestión universal, científica y técnica” (Legendre, 2008: 19). He aquí la nueva religión enquistada en los discursos que circulan en nuestras universidades, y de los cuales se hacen socios los estudiantes en breve tiempo. 19 La institución universitaria y en general la sociedad no debe criar a los sujetos en la verdad, sino en la pregunta abierta, en la interrogación. No en verdades sustantivas y determinadas. Se debe educar en la búsqueda de la verdad. Ya sabemos a que ha conducido el educar a los individuos en la verdad. Es el caso, por ejemplo, del socialismo.* La verdad última, el fin de la historia, todo ya está dicho. Y, de modo similar, ocurre, con la verdad del mercado. El mercado es la panacea: dejad a la libre competencia y no intervengas las fuerzas del mercado, que ellas, por sí misma, resuelven las contradicciones de la sociedad. El derecho a equivocarnos, el derecho a cometer errores es un asunto que debe ser asumido por una reforma de la Universidad. El error también hace parte de la creación humana. Y el error, lleva a nutrir el pensamiento y a buscar nuevas explicaciones para la vida. Un sujeto que inviste su propia creación históricosocial, que inviste la verdad y que tiene la capacidad de elegir y por tanto tiene la capacidad de equivocarse, es el nuevo individuo-social que debe procurar fabricar la universidad. La verdad es una creación histórico-social. No está dada de una vez para siempre. Preguntemos sobre la verdad de esta sociedad y encontraremos nuevas respuestas al modo de vida que deberíamos darnos. Aquí, es donde está la formación de un individuo autónomo, del verdadero proyecto autónomo que deberíamos buscar. Pero, la puesta en cuestión la verdad instituida requiere de condiciones propias, de un modo de vida democrático. En una sociedad totalitaria, heterónoma, o los fascismos que atraviesan las sociedades no son posibles tal proyecto. Ya están sancionadas las verdades y las formas de organización social. Desde el lenguaje vía pensamiento se dice: “es que el mundo es así”; “es que la vida es así”; “es que nosotros somos así”; “qué le vamos hacer”. Y, en el lenguaje podemos encontrar una infinidad de expresiones de claro sabor popular que circulan en la cotidianidad * A propósito: Castoriadis cita a Rosa Luxemburgo acerca de los errores que puede cometer una dirección política, llámese comité central en los siguientes términos: “Los errores cometidos por un movimiento obrero verdaderamente revolucionario son infinitamente más fecundos y preciosos históricamente que la infalibilidad del mejor comité central” 20 y que son la expresión más clara, hasta dónde ha sido domesticada la psiquis del individuo-social. Pero los hombres “cultos”, tampoco, escapan a ese mundo, solo que acá se habla de manera acartonada y con la “razón” en la mano. Es de aclarar que el hecho de que haya una fabricación por parte de la institución social del individuo, no quiere decir que haya determinismo psíquico y que ese ser educado ya está hecho de una vez por todas. La vida de las sociedades indica, que a pesar del proceso educativo y del proceso de resocialización del imaginario de esa sociedad en el individuo, queda una parte asocial, que escapa a ese proceso y, por tanto, es un factor de alteridad de lo social, de lo instituido. Aquellos que consideran que esas leyes son injustas, que la “democracia” que vende el gobierno y los partidos del régimen es una mentira, son seres que han escapado al control y dominio del juego de los poderes establecidos. Los seres humanos no somos bolas cerradas, interactuamos, nos comunicamos. Son seres que tienen la capacidad de percepción y de investigación; son capaces de modificarse a sí mismos. Son capaces de cuestionarse y de cuestionar el mundo dado; y tienen la capacidad de auto-organizarse y de recrearse. La subjetividad humana no es una obra terminada, no obstante los procesos de resocialización a que ha sido sometida por la sociedad, en especial, por el régimen de domesticación de la escuela. Los intentos de llevar hasta lo indecible ciertas prácticas y conductas humanas, ha llevado a cometer los más horripilantes crímenes y genocidios en la historia humana. Y, es aquí, donde la educación juega un papel crucial en la creación de un ser humano en el pleno sentido de la palabra. No un carcelero, no un calculador, sino un hombre de bien. ¿Qué es un ser humano? ¿Cómo fabricar un ser humano? Son preguntas deben estar presentes en todo el aparato escolar. Y sobre todo ahora, que se abre este espacio para la reflexión y la deliberación en la Universidad. Se trata de formar un ser capaz del cuidado de sí y de los demás, que no necesita pastores, ni guías, ni jefes, porque él es su propio maestro. Se trata de un ser autónomo, libre, que puede conducirse a sí mismo. Un ser no determinado, por la verdades terminadas. Un ser en la búsqueda de la verdad. La relación docente-estudiante, debe suscitar 21 la inquietud de sí, no sólo al docente sino también al estudiante. El mundo del aula es para interrogar nuestro modo de pensar y de nuestras prácticas. Lugar por excelencia para la reflexión de las teorías y de su veracidad y consistencia. APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE REGION En este documento, intentamos contextualizar la noción del espacio histórico que es construido socialmente, como realidad de la universitas, principio que acordamos denominar región, no tanto por ser cuestión de discusión para su definición, sino cuestión ontológica del espacio de la universidad. Según, Arnold M (2009), “La ontología se aboca a la definición de un sistema y al entendimiento de cómo están plasmados los sistemas en los distintos niveles del mundo de la observación, es decir, la ontología se preocupa de problemas tales como el distinguir un sistema real de un sistema conceptual”. En esta óptica, entendiendo a la universitas en el sistema mundo, en la práctica social del conocimiento, cuando se materializa su Misión en la incesante “…búsqueda de la verdad…ejercicio libre y responsable de la crítica, de la cátedra y del aprendizaje…” (Art.57, Ley 30 de 1992), donde orienta sus acciones en el espacio creado, producido conjuntamente con la sociedad (Lefebvre: 1974), es cuando identificamos su organización particular, donde ella misma se ha realizado, se realiza y desarrollará para el futuro como sociedad del conocimiento. La universidad en su Misión universal, es imposible que esté en todas partes o en ninguna parte. Esta aquí, en el contexto donde se produce. El interrogante principal consiste en si es dable una definición satisfactoria, consensuada, individualizada del espacio “región” o se trata de la práctica histórica que construye el espacio donde se materializan las acciones de la universidad. Emerge, la región, en sentido histórico, la extensión de los territorios, pero también la expresión cualitativa por su contenido, el genotipo que la identifica, (no el recipiente), la construcción social que se manifiesta en la superficie como forma, el fenotipo que la hace visible (Pantoja: 2008). 22 La universitas, discípulos y maestros, la sociedad, las clases sociales, producen el espacio de su realización material. Es el de convivencia, producción y comunicación de conocimiento, o realización del sistema vigente, la dominación social (Lefebvre: 1974). De aquí la contradicción entre espacio de acuerdo a los actores que lo crean, las políticas que lo determinan (Lefebvre: 1977). Es imprescindible la convivencia de ellos en la región como nueva organización de las acciones de la universidad democrática y del estado democrático. ¿Cuál, entonces, es el espacio que debemos construir con la sociedad? Este ha de ser la respuesta a la relación Universidad Región, pues no es con la presente configuración del espacio del poder establecido, sino con los propósitos de la humanidad. No es a partir de los conceptos de las clases dominantes, que tratan de imponer espacios de dominio en la Universidad, códigos de pensamiento “educativo” muy acordes con la liberación de las fuerzas económicas dominantes, en el principio del beneficio privado mundial (neoliberalismo), sino en los objetivos de la humanidad y de la vida. Cuando se intenta el dominio de la Universidad, se exige la producción en serie de seres “capacitados”, “especializados”, “desideologizados” y baratos, es fácil hacerse al espacio del capital, supeditado, sometido a la producción de excedentes. Por ello, esta relación, que no es una dicotomía positiva, es el compromiso social, universitario a construir una Nueva Universidad para orientar sus acciones a la construcción de nuevos mundos, donde sea posible la autonomía, auto-organización, la región autopoiética. Algunas definiciones Las siguientes definiciones, en consecuencia, son un intento de contribución al conocimiento del proceso actual de Reforma, adicionando algunos aportes críticos en la descripción, llamando a examinar la evolución de las ideas de región, tanto desde las ciencias que estudian este proceso, como desde las ciencias exactas que la han entronizado en las ciencias sociales (Grupo Chadule: 1980). 23 La discusión llevada a cabo en la Comisión ha entendido la necesidad de la percepción de la “…realidad universal de la universidad…” indisoluble con los procesos sociales históricos de construcción de espacio, lo que es reconocible en el movimiento de la sociedad y de la Universidad (Santos: 2000) Por ello, nos apartamos de cualquier enfoque mecánico, estático, que reduzca a la descripción de un constructo en objetivos contingentes. Nos proponemos construir un concepto de región que reconozca el proceso social histórico de producción de espacio universidad región. La interrelación región universidad, insistimos, es auto-reconocimiento, autonomía, auto-organización. Los siguientes apartes, como se anunció arriba, se refieren a algunas definiciones que intentan acercarnos a nuestra realidad en Nariño, donde es preciso reexaminar la existencia de la región. Para el efecto, es preciso citar lo que más frecuentemente se maneja y tiende a confundir, en su semántica, el concepto de región; nuestro primer acercamiento comienza por las nociones de área, zona, región, espacio y territorio (Grupo Chadule: 1980). Área- Clasificación geográfica, descripción monotemática, sin fijación histórica, de uso común en la descripción de una extensión territorial con un solo criterio; se entiende como delimitación de áreas de extensión. Ejemplos: área de papa (km2), área de manglar (km2); es un descriptor en dos dimensiones (X, Y). Zona- Clasificación geográfica politemática del territorio por la extensión de cierto número de criterios y con alguna fijación en el tiempo. Si un área de papa permanece en el tiempo genera mercados, relaciones, etc., pero no gentilicios. Ejemplos: zona papera, zona cafetera, zona ecológica, zona económica, etc.; poseen estructura de mercado, consumo, redes, etc., crea estructuras, relaciones, pero aún no son regiones. Son espacios en consolidación que aún carecen de personalidad y fijación en la historia. 24 Región- Clasificación compleja de una formación social en el espacio tiempo, con fijación histórica, territorialidad (conformación y dominio de territorio) (S), evolución y desarrollo (T), producción del espacio geográfico auto-identificable, autoorganizativa por el grado de control y poder autónomo que es capaz de ejercer la sociedad (H). La capacidad de saberse a sí misma, auto-determinarse y autoorganizarse en el mundo, esa es la región, es autopoiética. (Grupo Chadule: 1980. P.232-233) Espacio- (Santos: 1990). La percepción de espacio más común es la de algo vacío, “el lugar donde están las cosas”; es decir, el contenedor que puede estar lleno o vacío, algo susceptible de ocuparse o desocuparse. En la física cuántica el espacio es el espacio tiempo, la dimensión tetradimensional de los seres y las cosas. Este espacio “…que parece ser homogéneo, que parece ser completamente objetivo en su forma pura, así como lo estimamos es un producto social... como todo, el espacio es un producto histórico” dice Henri Lefebvre (1974) para referirse a su construcción social y subjetiva, también presente en su creación (socio-génesis). Alain Lipietz llama "concepción empirista del espacio" (1979), lo que está relacionado con la percepción de recipiente, pero lo descubre como lo que considera, constructo del capital y para el gobierno de su territorio. Territorio- Conocido empíricamente como el soporte físico, visible de los seres, evoluciona a lo social como hábitat del ser en su existencia material. Se ha estudiado el territorio desde diferentes enfoques, intentándose la explicación como paisaje, (fenotipo, geografía anglosajona) hasta el genotipo de la práctica social (ruso-francesa). En la complejidad de los procesos históricos es soporte material en cada modo de producción, en el cual se expresa en una típica organización del territorio (Lefebvre: 1976). Tal como afirma Palacios: “…es preciso distinguir entre espacio y territorio, no como instancias comprables, sino como dimensión y objeto del cual es dimensión respectivamente” (Palacios, 1983). 25 La región se define en el positivismo, generalmente, como “…un territorio delimitado y continuo, de extensión variable, caracterizado por determinados elementos físicos y humanos…” (Isard: 1975). En este concepto, existen variadas representaciones conceptuales de región: por propósitos, por objetivos, como extensión espacial, como lugar. Examinemos estos conceptos: Región objeto- En el positivismo se privilegia la dicotomía sujeto objeto, donde el sujeto está separado del objeto de estudio, este es la cosa en sí. Se concibe también como extensión espacial, por lo que es determinismo físico, objeto de estudio de las ciencias físicas o naturales, ciencias administrativas, ciencias sociales, etc. Puede ser un área (medida por el ancho o largo), zona (ancho largo alto), objeto de plan, programa, donde se trivializa la capacidad de auto- reconocimiento, auto-organización de las comunidades de los territorios de dominio. Región económica- Desde los postulados incrementalistas del crecimiento económico como desarrollo, región es la extensión de la variable económica en el espacio. A esta definición le aportan los modelos del crecimiento localizado de la región económica abstracta de F. Perroux, (1956) y J. Boudeville, (1964). Región problema- Es un espacio objeto de una política o programa de gobierno. Es la región diseñada para la ejecución de un plan o programa, en zonas previamente identificadas o unidades administrativas del país. Región administrativa- Es la división territorial para el ejercicio del poder político administrativo del Estado, intencionalmente, instrumento de manejo y dominio territorial del país. La unidad político administrativa para el gobierno territorial del Estado, donde se ubica la Universidad. Regiones homogéneas- Son criterios de región manejados popular u oficialmente desde la delimitación de espacialidades monotemáticas, un solo descriptor, 26 ejemplo: región fisiográfica, extensión del criterio físico, fisiográfico. Se expresa en los mapas de la geografía física determinista, posibilista. Desde la geografía regional (de origen francés), se ha estatuido el criterio de región como unidad en la superficie natural, y se utiliza en la descriptología geográfica posibilista, donde sigue siendo el espacio un recipiente, descriptor, instrumento de la geopolítica del poder, el espacio vital (Friederich Ratzel) que es preciso conquistar, copar, defender. Esta costumbre ha facilitado la aplicación del concepto de espacio absoluto, que impide el multicriterio. Región climática- Criterio de extensión climática, en temperatura, humedad, pluviosidad etc. Región natural- Extensión geográfica de una caracterización física del territorio, que involucra un solo criterio de extensión espacial Región hidrográfica- Extensión de la superficie de una cuenca de un río, etc. Es aplicación del concepto de espacio absoluto, utilizado en la racionalidad matemática, abstracción medible y por ello cuantificable. Concepciones de región como extensión Región isotrópica- Aporte de la Escuela Alemana (Christaller y Losch), donde región es el espacio isotrópico, isomorfo, centrado por una ciudad o lugar, que ofrece un bien, el que crea un rango y el límite de mercado, es un espacio del mercado, en la influencia espacial de las relaciones de oferta y demanda. Es lugar geográfico de las actividades productivas (de bienes y servicios) de las firmas. Región polarizada o nodal- Plantea una nueva regionalización, sobre la base de los efectos de crecimiento concentrado en el espacio. El espacio como entidad 27 abstracta, ejemplo: el espacio económico, que generalmente se confunde con región (Perroux, Boudeville). Región económica- Es el espacio isotrópico. Las reformas que quieren recortar la misión en lo local, regional, intentan ceñir la institución a los requerimientos del mercado mundial, es la realidad. Contra los hechos de región actúan quienes comparten el papel de la sociedad masificadora de la ley del mercado y el equilibrio de la oferta y la demanda en el espacio. Región integrada- En esta concepción se pretende que están integrados los factores de constitución de la región. Esta integración es posible por la misma complejidad de la región. Sin embargo, esta región es poco verificable. Región sujeto. Esta región realmente vio aparecer, necesito, necesita y necesitara para su desarrollo, saberse ella misma y reconocerse con otras comunidades del territorio y en interrelación con ella. Es subjetiva, como construcción social, pero luego que aparece, es y será, en interrelación autónoma con el mundo. Región en la complejidad Región autopoiética, autónoma- Es construcción social en la interrelación del mundo, dinámica espacial temporal abierta; es una realidad que se auto identifica, sujeto comprobable en la práctica histórica. Compone desde su diversidad el lugar y la condición para adaptar lo universal a lo local y lo regional en lo universal. Desde los saberes de los mundos que conviven, puede identificarse ella misma e identificar el medio, otras regiones, para enseñar a comunicar el mundo. Son ellas mismas producto de sí mismas, mega-diversidad, una compleja red de interrelaciones naturales–sociales, que y expresan el espacio-tiempo que construye la nueva nacionalidad. En esta región se realiza el diálogo y la convivencia permanente de la universidad con la humanidad que conoce, donde 28 es y donde habita como el sujeto autopoiético consciente de sí mismo en el espacio tiempo. A esta concepción le aportaron la escuela neo-marxista, cuantitativa en geografía Harvey: 2001), al ligarla con la región social que plantea el espacio como construcción social (Lefebvre: 1974) o el espacio del capital (Lipietz: 1979) en los diferentes modos de producción y que es sujeto de las políticas del Estado (Lefebvre: 1977). Sin embargo, en modo más complejo, la región es espacio tiempo-consciencia, (Pantoja: 2008). Pues en el espacio-tiempo, es “,…sentido de pertenencia e identidad, el de conciencia regional, al igual que el ejercicio de ciudadanía y de acción de ciudadanía, (donde) solo adquieren existencia real a partir de su expresión de territorialidad…” (Santos, 2000) de los individuos de una sociedad. Esto implica, la consideración de la ocupación, uso, construcción del lugar común, donde se es parte de una realidad colectiva y concreta, en una formación social concreta con la cual convive la universitas. Esta es la consciencia, (H), el desarrollo histórico más avanzado de la materia, la más elaborada respuesta de la sensibilidad de los seres superiores al mundo exterior, distinto de las sensaciones o complejo de sensaciones. Conclusiones La característica de nuestro tiempo es que las comunidades humanas y no humanas que habitan la realidad, se levantan por sus propios límites y, como las células de un organismo, se crean a sí mismas diferenciándose del medio circundante, formando parte del organismo principal; esto es lo que las hace capaces de auto-organizarse desde sus propias dinámicas y por lo que son autopoiéticas. En consecuencia, son auto-construcción colectiva material y espiritual, organismo complejo de espacio–tiempo y conciencia colectiva. 29 Las regiones plan, polarizada, económica, social, integral, etc., son construcciones ideológicas que de alguna manera se apartan del hecho histórico, carecen de identidad, son ajenas al proceso de construcción social que realmente es la base de la nueva organización territorial. La inclusión de la variable tiempo al análisis geográfico (Hagerstrand), plantea, el análisis de cuatro dimensiones en geografía, es la noción tetradimensional del espacio. El más importante aporte al análisis de lo regional que, desde la sociología, economía, matemática, psicología, política, ecología, etc., confirma la presencia del trabajo humano, el suelo firme desde donde cada parte se mira en el universo, en la construcción de la región y su forma en lo subjetivo. El intento de definir región o de implantarla nunca llevaría a entender la nueva dinámica de la Universidad. En la Universidad somos conscientes de la complejidad del mundo, que se expresa en complejos movimientos de desarrollo. La región evoluciona, es nueva nacionalidad, sociedad territorial (Engels: 1980) en el desarrollo de la Nación burguesa, entre el territorio de la nación, comunidad económica, territorial, política, etc. Es la nación que siempre debió acudir a la Universidad para sobrevivir, pues, “…tanto en los países centrales como en los semiperiféricos y periféricos, la Universidad pública ha estado siempre ligada a la construcción del proyecto de nación, la mayor parte de las veces elitista.” (Sousa Santos, 2005). Hoy, se debe ligar a la construcción de región, cuando la nación parece decaer en la globalización. Sousa Santos, dice: “Durante los veinte últimos años, la globalización neoliberal ha buscado devastar cualquier idea de Estado nacional, pues lo considera un obstáculo para la expansión del capitalismo “mundial” y en ello coincide con los capitalismos “nacionales”. Se trata de un colonialismo de “tercera generación”, pero, tampoco quiere la región, más bien, ansía el Estado Mundial. Entre algunos se proclama la reinvención del proyecto nacional sin el cual no podrá haber reinvención de la Universidad, más bien se debe reinventar la región 30 para la nueva Universidad. De aquí, el nuevo contrato universitario resultado de un proceso de cambio fundamental de la universidad, es la re-definición de su papel crucial en la construcción de un lugar en el mundo polarizado “…entre globalizaciones contradictorias.” (De Souza: 2005). Las regiones son como una célula que se diferencia de su entorno, perfeccionando su organización autopoiética, con auto-organización y autonomía, que conservan y desarrollan su dinámica para crearse ellas mismas acotando su identidad, en lo cual, como seres colectivos vivos son el primer orden de una nueva vida. Nada las opacará ni las desaparecerá, porque llegaron para quedarse. BIBLIOGRAFIA ARNOLD, M. 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