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Año: 23, Diciembre 1981 No. 499 LA REVALORIZACION DEL DOLAR Y LOS VALORES MORALES 1 Hace días escuchando una transmisión de Radio sobre el vertiginoso aumento del valor del dólar, capté un pasaje del que no recuerdo las palabras textuales, pero que en resumen quería decir que tras ese fenómeno estaba el gran fondo de valores morales resultante del triunfo electoral de Reagan. Momentáneamente sentí repulsión por esos comentaristas que nunca pierden la oportunidad para hacer retórica. No soy experto en economía y entiendo poco de monedas. Pero me parece que para captar el motivo de la creciente revaluación del dólar no se requiere nociones profundas. El hecho de que el dólar sea la moneda menos raída por la inflación y que los bancos norteamericanos paguen hasta el 20% de interés a quienes depositen sus ahorros, explica ampliamente la razón por la que en todas las bolsas del mundo haya tanta demanda del dólar y que por lo tanto su 1 [i] El presente articulo se publicó en la Revista OGGI con el título «NON CON LORO MA COL FERRO E STATO RILANCIATO IL DOLLAR» por Ondro Montanelli. valor suba continuamente (y a veces en forma vertiginosa). El que tuvieran que ver en todo esto los valores morales, lo sabía únicamente el radiocomentarista a quien deberíamos preguntar el porqué atribuía la restauración de estos valores morales a Reagan. Que Reagan esté demostrando ser un buen presidente es verdad. Mas no se puede decir que los electores norteamericanos lo hayan enviado a la Casa Bianca para restaurar los valores morales que nadie había pisoteado o amenazado. Esto se podía decir de Carter que fue elegido precisamente para devolver a la máxima magistratura de la República aquel rigor, aquel decoro y aquella respetabilidad que Nixon le había quitado con el escándalo de Watergate, o para mejor decir, que los norteamericanos creían que Nixon le había quitado. Después debieron de descubrir a su costa, que no basta la honradez para hacer un buen presidente. Carter, quien no había robado ni un centavo, hizo a Norteamérica más daño que un batallón de ladrones. Pero no se puede ciertamente decir que despues de él, fuese necesario un depurador y que en base de ello los electores hayan escogido a Reagan. Este actúa sobre la economía de su país, sólo con los medios que la economía le ofrece y que son para resanaría, siempre los mismos, con perdón de los grandes expertos que creen inventar siempre nuevas fórmulas y recetas; premiar a quien más produce y más economiza, y reducir los gastos públicos aliviando lo más posible al estado de aquellas atribuciones asistenciales que lo convierten en una obra piadosa administrada por un ejército de empleados de los cuales un tercio son ineptos, un tercio aprovechados y un tercio ineptos y aprovechados a la vez. En efecto: Esta es la fórmula de Reagan que basta por sí para explicar la buena salud de la economía norteamericana y por tanto también del dólar que constituye por decir así, el termómetro. ¿Qué tienen que ver los valores morales? ¿A qué otros valores no especificadamente técnico-económicos se refería aquel comentarista radiofónico de que hablamos? Probablemente, me dije, en la fogosidad de su discurso, había cedido a la tentación, a la cual los italianos casi nunca saben resistirse, de acudir al empleo de palabras altisonantes y exageradas para lograr efecto. Mas después, reflexionando bien, caí en que lo del radiocronista no era efectivamente una tonteria. Era más bien una cosa justa, sólo que dicha en forma un tanto equivocada por haberse expresado de prisa. En este sentido: que lo de Norteamérica es también una reacción económica, pero que opera de manera potente y resuelta porque se origina en la reivindicación o resurrección de aquellos valores morales con que se bautizó Norteamérica, que constituyeron su fuerza y su grandeza y que le consintieron al país alcanzar el nivel en que ahora se encuentra: El valor, la iniciativa, la fe en el mañana y la indestructible convicción de que cada hombre es responsable ante sí mismo, ante los demás hombres y ante Dios de su propio destino. Si es del todo cierto, no lo sé. La experiencia me enseña que a veces nuestros éxitos y nuestros fracasos dependen más que de nosotros mismos, de las circunstancias, y muchas veces también de la casualidad. Nacido cincuenta años antes, Napoleón hubiera terminado siendo coronel en cualquier cuartel de la Francia Monárquica y si hubiese tenido un lugarteniente más capaz que Grouchy, probablemente hubiera vencido en Waterloo. Mas reconozco que como lección pedagógica, eso de la responsabilidad es la mejor del mundo, porque sólo cuando el hombre está convencido de ser responsable de su propio destino, da lo mejor de sí y está pronto a superarse con todas sus fuerzas. Y sólo cuando se siente protagonista de su propio destino enfrentará con la debida determinación todos los obstáculos que se le presenten delante. Aún aquellos que a primera vista le parezcan imposibles. Reagan cuando trabajaba en el cine, era un actor mediocre. Pero siempre impersonaba ese tipo de norteamericano armado de confianza y de valor. Y los otros norteamericanos le han dado su voto porque deseaban el retorno a la Casa Blanca de un norteamericano que encarnase esas cualidades. Durante los últimos decenios, estos se habían en parte dormido en los brazos de un estado asistencial mucho mejor administrado (y se necesita muy poco) que el nuestro, 2 mas como el nuestro intento en obstaculizar a la iniciativa privada y a reglamentar la vida económica a modo de dar seguridad a todos independientemente de su capacidad, de su energía y de su audacia. Reagan está desmantelando ese Estado-mamá, y dice a los norteamericanos: «Todos a correr y que venza el mejor. Quien tenga cualidades para triunfar, que triunfe; quien no, que fallezca». Y con la restitución a la vida de este sabor de desafío es que la economía norteamericana ha cobrado alas, el espíritu emprendedor ha reflorecido, llevando la producción a metas nunca alcanzadas y el dólar ha adquirido en la 2 [ii] El autor del artículo se refiere a Italia. confianza del mundo entero el puesto de seguridad y refugio que hasta ayer y no sólo por tradición, tenía el oro. Bien: ahora que alguien no diga «Necesitamos un Reagan también en Italia» Porque aquí se ve cuánto cuentan las circunstancias sobre la suerte de los hombres. Si hubiera nacido en Italia donde el valor y la confianza son motivo de escarnio Reagan hubiera permanecido un mediocre actor de cinema, cuando más un émulo de Sardi. En Italia deberíamos estudiar la lección de Reagan. No es con el despilfarro del dinero público que se restablece una moneda, sino con favorecer el valor emprendedor, la iniciativa y la confianza. «La inflación tiene una sola causa y una sola curación. Proviene de que el gobierno gasta más de lo que percibe y sólo desaparecerá cuando el gobierno lo deje de hacer y no de ninguna otra forma». Ronald Reagan El Centro de Estudios Económico-Sociales, CEES, fue fundado en 1959. Es una entidad privada, cultural y académica , cuyos fines son sin afan de lucro, apoliticos y no religiosos. Con sus publicaciones contribuye al estudio de los problemas económicosociales y de sus soluciones, y a difundir la filosofia de la libertad. Apto. Postal 652, Guatemala, Guatemala correo electrónico: cees@cees.org.gt http://www.cees.org.gt Permitida su Reproducción educativos y citando la fuente. con fines