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ACTIVIDAD 2 TEMA 4 CATEGORÍAS GRAMATICALES TEXTO 1: Señala los verbos y analízalos morfológicamente (persona, número, tiempo, modo…). El chal de lentejuelas (Ramón Gómez de la Serna) El caballero desconfiado temía en las travesías a las mujeres que tenían algo de sirenaico y se resistía siempre a la proposición de asomarse a la pasarela de cubierta acompañando a esas damas en traje de noche que rimaban con la seducción del mar. Pero durante aquella velada se había visto arrastrado por la belleza del chal de lentejuelas moradas, que mimaba la tentación del oleaje con aquel chal, que era como un mapa de los cielos oscuros a la par que estrellados cómplices de la fatalidad marítima. Enfrascados en su conversación –botella de naufragio- no se habían dado cuenta del pasar las horas, cuando ella miró el reloj y salió corriendo hacia los salones encendidos. El caballero desconfiado, que se quedó pensativo, meditando si aquello debía continuar, vio de pronto, como alucinación reveladora a la rielante luz del barco, el ala desplegada de aquel chal de lentejuelas extendido sobre las olas. Temía: 3ªpersona del singular del pretérito imperfecto de indicativo del verbo temer. Tenían: 3ªpersona del plural del pretérito imperfecto de indicativo del verbo tener. Resistía: 3ªpersona del singular del pretérito imperfecto de indicativo del verbo resistir. Asomarse: infinitivo del verbo asomar. Acompañando: gerundio del verbo acompañar. Rimaban: 3ª persona del plural del pretérito imperfecto de indicativo del verbo rimar. Había visto: 3ªpersona del singular del pretérito pluscuamperfecto de indicativo del verbo ver. Mimaba: 3ª persona del singular del pretérito imperfecto de indicativo del verbo mimar. Era: 3ª persona del singular del pretérito imperfecto de indicativo del verbo ser. Habían dado: 3ªpersona del plural del pretérito pluscuamperfecto de indicativo del verbo dar. Miró: 3ª persona el singular del pretérito perfecto simple de indicativo del verbo mirar. Salió: 3ª persona el singular del pretérito perfecto simple de indicativo del verbo salir. Quedó: 3ª persona el singular del pretérito perfecto simple de indicativo del verbo quedar. Meditando: gerundio del verbo meditar. Debía: 3ª persona del singular del pretérito imperfecto de indicativo del verbo deber. Vio: 3ª persona el singular del pretérito perfecto simple de indicativo del verbo ver. TEXTO 2: Señala los determinantes, adverbios y conjunciones. Di a qué grupo o clase pertenece cada uno. Cielo e infierno (Carlos Fabretti) El cielo es un lugar perfectamente confortable, pero, a la larga, un tanto monótono, pues ni siquiera Dios puede inventar una diversión eterna. El infierno también es un lugar perfectamente confortable, ya que a la menor incomodidad, la más leve molestia, al prolongarse eternamente, se traduciría en un suplicio infinito, y Dios, dada Su justicia absoluta (por no hablar de Su absoluta bondad), no puede infligir un castigo ilimitado a un ser de responsabilidad restringida como es el hombre. El cielo y el infierno son, pues, prácticamente iguales. Pero ni los bienaventurados ni los condenados lo saben, por lo que los segundos sufren al pensar que pierden las delicias del paraíso, mientras que los primeros obtienen su mayor goce de la idea de haberse librado de las torturas del infierno. Determinantes El, la, los, las Un, una Su Al, del Determinante definido Determinante indefinido Determinante posesivo Enlace + determinante Adverbios Perfectamente Ni siquiera También Más Prácticamente Mientras Primeros Adverbios de modo Adverbios de negación Adverbios de modo o de afirmación Adverbios de cantidad Adverbios de modo o de cantidad Adverbios de tiempo Adverbios de tiempo Conjunciones Pero Pues Ya que Y Ni Por lo que Conjunción adversativa Conjunción causal Conjunción causal Conjunción copulativa Conjunción copulativa Conjunción de consecuencia TEXTO 3: Di a qué categoría gramatical pertenecen las palabras en negrita. Recado de amor (Luis Mateo Díez) Todo lo que me dices en tu carta, querida Berta, me resulta incomprensible. Ni yo soy tan apasionado ni tú te has dejado desvanecer nunca en mis brazos hasta tal extremo. Y no quiero pensar que una vez más Afrodisio ha cometido la tropelía de suplantarme, pues la desgracia de un hermano gemelo se multiplica cuando es abyecto y libertino. De todas formas, lo más doloroso de tu encendida misiva es que alabes mi decisión de llegar tan lejos y que me requieras para repetirlo a ser posible mañana mismo y volver a ir más lejos todavía. Todo: adverbio de cantidad o de modo. Querida: adjetivo. Ni: conjunción copulativa. Tan: adverbio de cantidad. Nunca: adverbio de tiempo. Hasta tal: locución conjuntiva. Vez: sustantivo. Pues: conjunción causal Formas: sustantivo. Lo: pronombre personal. Lejos: adverbio de lugar. Mañana mismo: locución adverbial de tiempo. TEXT0 4: Señala los determinantes y los pronombres. Di a qué clase pertenecen Se os ha dormido un pie, una mano. Ahora esto es vuestro y no es vuestro. Vuestro contorno, vuestro insoportable contorno de siempre, se ha modificado. Ahora termináis más acá de lo que terminabais. Pero más allá -¡más allá que vosotros!– un leve hormigueo os acompaña, un leve hormigueo, en vosotros y fuera de vosotros sentido. De repente, una sensación sorda vuélvese precisa. Un pinchacito de dolor. Un pinchacito de dolor que aumenta la delicia aún. Y la vida que vuelve. El pie, la mano, colonizados de nuevo por el yo normal. El propio contorno, que se modifica, que se ensancha. Ha sido conquistada una díscola provincia de la carne. Eugenio D’Ors, Oceanografía del tedio, 1921. Determinantes El, la Un, una Vuestro Determinante definido Determinante indefinido Determinante posesivo Pronombre Os Esto Vosotros Lo Que Yo Se Pronombre personal Pronombre demostrativo Pronombre personal Pronombre personal Pronombre relativo Pronombre personal Pronombre personal TEXTO 5: Di a qué categoría gramatical pertenecen las palabras en negrita. (..) Decidí ir a ver a Laura, pese a los peligros de caminar por aquellas calles inestables y, al atravesar el descampado, un grupo de chicos de mi calle me llamó para que me uniera a ellos. Estaban escondidos junto a unos arbustos, intentando cazar libros con escopetas de aire (o de aie) y tirachinas (o tiachinas). Me quedé un rato y vimos pasar varios volúmenes grandes, pero volaban demasiado alto. Por fin, cuando ya había decidido retirarme, apareció un libro pequeño, del tamaño de un diccionario escolar, que, separándose del grupo en el que iba, bajó a tierra y se colocó a unos metros de nosotros. Todo el mundo dejó de respirar mientras las armas apuntaban en dirección al libro. Quienes no tenían escopetas ni tirachinas cogieron piedras y, cuando sonó el primer disparo, que acertó de lleno en el lomo del volumen, una lluvia de proyectiles lo sepultó en cuestión de segundos. Saltamos fuera de los arbustos y el que llevaba la voz cantante cogió el libro, que se trataba en efecto de un diccionario, y le sacó las vísceras con la maestría con que los pescadores limpian un pez o los carniceros despiezan un ave. El suelo se llenó en seguida de conjunciones, artículos, preposiciones, y otras partículas menudas que todos despreciaron ávidos de palabras con un significado propio. Aquellas personas que tantas dificultades habían tenido en el colegio con la gramática separaban ahora los sustantivos de los adjetivos y los verbos de los adverbios con una destreza sorprendente. Los términos más valorados eran los sustantivos (los concretos muy por encima de los abstractos). El adverbio era algo así como el hígado de un animal: una rareza gastronómica por la que nadie estaba dispuesto a pelear. En cuatro minutos se habían repartido el libro abandonando en el suelo sus tapas junto a las palabras que consideraron no aprovechables, sobre las que se depositaron rápidamente las moscas, con la misma disposición con que atacaban un trozo de carne descompuesta. A mí, aunque no había participado en la captura, me dejaron un par de pronombres, uno en masculino y otro femenino, explicándome que podía ponerlos en lugar del sustantivo que quisiera. Por lo visto, sin ser tan eficaces como el nombre al que sustituían, realizaban sus funciones con semejante eficacia. Entendí que era algo así como utilizar una cuerda cuando no se tiene cinturón, de modo que los guardé en el bolsillo y me retiré disimuladamente del grupo para ir en busca de Laura (...). MILLÁS, Juan José: El orden alfabético, Ed. Alfaguara Pese a: locución conjuntiva. Escondidos junto: adjetivo. Tirachinas: sustantivo. Alto: adjetivo. Escolar: adjetivo. Mientras: adverbio de tiempo. Quienes: pronombre relativo. Que: pronombre relativo. Fuera: adverbio de lugar. Cantante: sustantivo. Le: pronombre. Otras: pronombre. Así: adverbio de modo. Rareza: sustantivo. Por: preposición adverbial. Cuatro: determinante numeral. Aprovechables: adjetivo. Mí: pronombre personal. Explicándome: verbo. Eficaces: adjetivo. Sus: determinante posesivo. De modo que: locución. Busca: sustantivo.