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1 Clases de palabras En la lengua existen diversas categorías gramaticales o clases de palabras, antiguamente llamadas “partes de la oración”. En cada una de ellas hay que plantearse su significado, su forma y sus funciones sintácticas. SUSTANTIVOS Palabra que designa personas, animales, cosas o ideas. Son palabras tónicas. Pueden tener más de un lexema y llevar morfemas derivativos. Pueden llevar trabados morfemas nominales de género y número. En cuanto al género, tenemos los siguientes casos especiales: Género común: mismo sustantivo para distinto sexo (el estudiante / la estudiante) Género ambiguo: mismo sustantivo con dos géneros (el mar /la mar) Género epiceno: sustantivos que no distinguen el género en animales (gorila, rata, cuervo...) Si queremos expresar el género en los sustantivos epicenos tendríamos que añadir macho/hembra. Existen también sustantivos que varían totalmente en su forma de un género a otro: caballo/yegua, por ejemplo. Se dice que son heterónimos. Es el núcleo del SN (sintagma nominal). Como tal, puede ser sujeto, objeto directo, atributo, etc. En cuanto a la sufijación, cabe señalar que algunos se añaden al nombre, y no crean otro nuevo: son los apreciativos, es decir los afijos que expresan la actitud del hablante ante el nombre. Hacemos referencia al tamaño de los objetos, aunque esto se cumple en muy pocas ocasiones. Generalmente aluden a un hecho subjetivo, es decir, expresamos admiración, estima, cariño o aversión hacia el objeto designado por el nombre. Se dividen en: Aumentativos: con ellos aumentamos nuestra consideración del tamaño, real o ficticio, del objeto señalado por el nombre. Y también expresamos nuestra admiración y sorpresa ante el objeto. Ej. Cochazo puede ser tanto un “coche muy grande” como un “coche muy apreciado por nosotros”, y ello aunque su tamaño sea pequeño. Diminutivos: disminuyen la magnitud del lexema. En la mayor parte de los casos, el diminutivo tiene un valor afectivo: expresamos con ellos cariño y estimación. Ej: Papaíto no significa `papá pequeño', sino que mostramos cariño hacia nuestro padre. Despectivos: modifican el lexema con una información de desafecto.Ej: Casucha, poetastro. En ocasiones, los apreciativos no cumplen su función original, sino que se han convertido en en afijos derivativos normales. Pierden su valor apreciativo y crean una palabra diferente. Ej: En sillita el sufijo tiene valor diminutivo, pero no ocurre lo mismo en sillón, donde el sufijo se convierte en morfema derivativo, pues no significa `silla grande'. Ocurre lo mismo cuando hablamos de una mesilla de noche, que no es una mesa pequeña. 2 Clases Concretos / abstractos Individuales / colectivos Comunes / propios Animados / inanimados Contables / no contables Entre los propios, debemos distinguir entre topónimos: Son los que se refieren a ciudades, accidentes geográficos, etc.; y antropónimos: los que se refieren a personas. ADJETIVOS CALIFICATIVOS Palabra que expresa cualidad. Son palabras tónicas. Pueden llevar más de un lexema y morfemas derivativos. La mayoría de los adjetivos tienen grado: Positivo Comparativo: De igualdad De superioridad De inferioridad Superlativo: Absoluto: formado con sufijos, adverbios de cantidad o prefijos (-ísimo / muy / extra- ) Relativo: en relación a un grupo (el más ---- de ...) Algunas formas adjetivas ya llevan el grado: Bueno> mejor> óptimo Malo> peor > pésimo Pequeño> menor> mínimo Grande> mayor> máximo Bajo> inferior> ínfimo Alto> superior> supremo Siempre se relacionan con un sustantivo, o dicen algo de él, concordando en género y número (nota: hay adjetivos que no varían en género: hábil, sutil, egoísta, etc). Funcionan de complemento del nombre (o modificador), de atributo (con verbo copulativo) o de complemento predicativo. En su función de complemento del nombre, los adjetivos: Pueden ir antepuesto al sustantivo: (generalmente) explicativo. Pueden ir pospuesto al sustantivo: (generalmente) especificativo. Los adjetivos pueden tener un valor valorativo (el hablante ofrece una valoración de lo que le parece el referente: “Aquellos maravillosos años”) o estrictamente descriptivo (“Era una casa muy grande”). Los explicativos también se denominan epítetos. Puede apocoparse en algunos casos: grande> gran / bueno> buen Los adjetivos pueden ser sustantivados: la rubia, los enfermos, etc. Esta sustantivación puede ser ocasional, o bien ser permanente y estar lexicalizada: los periódicos, el estrecho de Gibraltar, etc. 3 VERBOS Palabras que expresan la acción, proceso o estado. Son palabras tónicas. Pueden llevar más de un lexema y morfemas derivativos. Siguen un modelo o paradigma: la conjugación (y hay tres). Hay formas personales y no personales. (Nótese bien: no personales. No se debe decir “impersonales”). Las formas no personales son: Infinitivo (simple y compuesto) Gerundio (simple y compuesto) Participio El infinitivo es la forma del verbo para funcionar como sustantivo: el cantar; un deber. El gerundio crea muchas veces subordinadas adverbiales. Y el participio puede funcionar como adjetivo, incluso como adjetivo sustantivado: un helado. Las formas personales pueden variar, y llevar morfemas flexivos: Persona: 1ª, 2ª y 3ª Número: singular y plural Tiempo: pasado, presente, futuro Modo: indicativo, subjuntivo, imperativo Aspecto: perfectivo / imperfectivo Voz: activa/pasiva Las formas pueden ser simples y compuestas (con el auxiliar “haber”). Pueden ser activas o pasivas (con el verbo “ser”). Hay dos grandes grupos verbales: Copulativos: ser, estar, parecer... (con atributo) Predicativos: el resto. Los verbos transitivos llevan CD, y los intransitivos no. Hay verbos regulares e irregulares, según sigan o no, el modelo. La irregularidad puede afectar a la raíz o a la desinencia. Hay relación entre las formas irregulares de un verbo: - Si es irregular en presente de indicativo, lo es también en el imperativo y el presente de subjuntivo. - Si es irregulares en el pretérito perfecto simple, de indicativo, lo será en el pretérito imperfecto de subjuntivo, y en el futuro imperfecto de subjuntivo. - Si es irregular en el futuro imperfecto también lo es en el condicional simple. Hay verbos defectivos: no tienen la conjugación completa (abolir: sólo las formas con “i”; soler: no tiene futuro ni condicional; balbucir: carece de formas con “cz”...). Los verbos impersonales metereológicos pueden considerarse defectivos. Hay verbos pronominales: necesitan de un pronombre para su conjugación: arrepentirse, quejarse, vanagloriarse... (el pronombre va en la misma persona que el sujeto y el verbo.) Algunos verbos que indican interés llevan necesariamente un CI: “me gusta/me interesa/me encanta”. Las perífrasis verbales: son construcciones sintácticas constituidas por dos o más verbos, de los que al menos uno es auxiliar y otro, el segundo, el principal, que aporta el significado léxico. El segundo va en forma no personal. Funcionan unitariamente, como un único núcleo verbal. Pueden ser aspectuales o modales. 4 Locuciones verbales: son expresiones que funcionan como un solo significado: echar a perder, dar a conocer, dar de lado, tener cuidado, echar de menos... Se distinguen de las perífrasis en que son locuciones más o menos fijas. El único caso posible de confusión es cuando hay dos verbos, como en “echar a perder”. Pero vemos que la expresión es fija: no podemos decir *”Echar a estropear”. Otro ejemplo: ir a + infinitivo es perífrasis porque vemos que puede llevar (casi) cualquier verbo en infinitivo. Dar por terminado es una locución porque equivale a un significado conjunto (“considerar”) y porque la palabra “terminado” puede cambiarse incluso por un adjetivo: dar por bueno. ADVERBIOS Son palabras que complementan a toda la oración o predicado, a un verbo, adjetivo u otro adverbio. Son palabras tónicas. Pueden llevar dos lexemas y morfemas derivativos. Son palabras invariables. Pueden ir apocopados: tan (de tanto). Clases de adverbios: De lugar: aquí, allí, encima... De tiempo: hoy, ya, mañana, después... De modo: así, mal... y la mayoría de los acabados en “-mente”. De afirmación: sí, también, claro, ciertamente... De negación: no, tampoco, nada... De duda: quizá, probablemente... De cantidad: bastante, mucho, poco... Algunos pueden funcionar como pronombres relativos: Donde: vivo en la casa donde nací Cuando: me acuerdo de (aquel día) cuando lo pasamos guay Cuanto: hice (todo) cuanto pude Como: lo hice (del modo) como tú querías Los adverbios indefinidos de cantidad pueden confundirse con pronombres o adjetivos determinativos. Por ejemplo, la palabra “mucho”. Es adverbio si es invariable. En “me has puesto mucho” es un pronombre; en “he estudiado mucho” es adverbio; en “hace mucho frío” es adjetivo determinativo: un determinante. Existen locuciones adverbiales: a oscuras, de pronto, a lo mejor, tal vez, la mar de... DETERMINANTES Son palabras que acompañan siempre al nombre. Son átonos, menos los interrogativos y los exclamativos. Son morfemas libres, determinativos. 5 Clases Artículos: presentador del nombre, sin sustancia semántica. Hay determinados e indeterminados. Determinado Indeterminado Masculino Femenino Masculino Femenino Singular El La Un Una Plural Los Las Unos Unas Adjetivos determinativos: actualizadores con sustancia semántica. Indefinidos Interrogativos /exclamativos Numerales (Cardinales, ordinales, partitivos, multiplicativos). Demostrativos Posesivos Existen también pronombres con la misma forma; son determinantes cuando acompañan al nombre. Y son pronombres cuando van solos y equivalen a un sintagma nominal: Así, por ejemplo, si decimos “¡Qué calor!”, la palabra “qué” es determinantes. Igual ocurre si decimos “¿Qué película viste?”. Sin embargo, en “¿Y qué viste?”, la palabra “qué” es pronombre (con función de CD). Demostrativos Formas Proximidad al hablante Distancia media Lejanía del hablante Masculino este ese aquel Singular Femenino esta esa aquella Neutro esto* eso* aquello* Masculino estos esos aquellos Femenino estas esas aquellas Plural (Los señalados con asterisco sólo son pueden ser pronombres. Nótese que son neutros. cOmo un adjetivo acompaña al sustantivo, debe tener género, pues en castellano no hay sustantivos neutros.) Posesivos Un poseedor Varios poseedores Referido a Formas tónicas mío, mía, míos, mías, 1.ª persona Formas átonas mi, mis nuestro, nuestra, nuestros, nuestros Referido a Formas tónicas tuyo, tuyo, tuyos, tuyas, 2.ª persona Formas átonas tu, tus vuestro, vuestra, vuestros, vuestras Referido a Formas tónicas 3.ª persona Formas átonas nuestro, nuestra, nuestros, nuestros vuestro, vuestra, vuestros, vuestras suyo, suya, suyos, suyas su, sus 6 La forma cuyo es un adjetivo determinativo relativo-posesivo: “Ese es el chico cuyas notas son tan altas”. En tiempos antiguos existió como pronombre, pero ya no se emplea. Cuadro de distinción Adjetivo indefinido Pronombre indefinido AdverbioModificador del adjetivo Tiene más coches No compres más Es más alto Hay demasiados coches Son demasiados Son demasiado contaminantes AdverbioComplemento Adverbio-Modificador de circunstancial del otro adverbio verbo ¡No fumes más! ¡Eso está más lejos Fuma demasiado. Es demasiado pronto PREPOSICIONES Son morfemas libres relacionantes; es decir, ponen en relación una palabra con otra: la casa de Pedro. Normalmente van delante de un sintagma nominal. Son invariables. Son átonas (excepto “según”) Son: a, ante, bajo, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por según, sin, sobre, tras. Hay locuciones preposicionales: Están constituidas por dos o más palabras que forman un conjunto indivisible. a causa de: se suspendió la carrera a causa de la lluvia gracias a: Conseguí aprobar gracias a Teresa. CONJUNCIONES Son también morfemas libres relacionantes. Relacionan palabras u oraciones. Son invariables. Son átonas. Las conjunciones pueden ser coordinantes o subordinantes, según establezcan una u otra relación entre las oraciones unidas por ellas. Coordinantes: Copulativas: denotan simple enlace sin matices especiales: y, e, ni. Adversativas: denotan oposición o diferencia entre las oraciones enlazadas: mas, pero, aunque, sino, sin embargo. Distributivas: bien... bien, ya...ya Disyuntivas: expresan contradicción: o, u. 7 Explicativas: es decir, esto es, o sea... Subordinantes: Completivas: enlazan las subordinadas sustantivas: que... Causales: indican que una de las oraciones es causa o motivo de la otra: porque, pues, pues que, ya que, como, como que... Comparativas: así como, así también, de modo que, tal como... Concesivas: expresan en la subordinada una objeción o dificultad para que se efectúe lo que indica la principal, pero este obstáculo no impide la realización del hecho: aunque, por más que, a pesar de, que... Condicionales: la subordinada expresa la condición para que se realice lo que se dice en la principal: sí, con tal que, a condición, siempre que... Finales: expresan en la subordinada el fin de la principal: a que, para que, a fin de que... Modales: entra en su composición un adverbio de modo: conforme, como, según, de modo que, de manera que... Temporales: entra en la composición de algunas un adverbio o expresión de tiempo: cuando, aun no, no bien, desde que, luego que, antes que, después que, mientras que. .. PRONOMBRES Sustituyen a un nombre. Son núcleos del sintagma nominal. Pueden ser átonos y tónicos. Son palabras variables: dependiendo del caso, pueden variar en persona, género y número. Clasificación 1. Personales Pronombres personales: Sujeto (y atributo) Complemento directo Complemento indirecto Complemento preposicional Singular yo me mí, conmigo Plural nosotros (-as) nos nosotros (-as) Singular tú te ti, contigo Plural vosotros (-as) os vosotros (-as) Singular él, ella, ello lo, la, se le, se él, ella, ello Plural ellos (-as) los, las, se les, se ellos (-as) 1ªpersona 2ªpersona 3ªpersona Existen dos tipos de pronombre “lo”: en un caso, como CD, con variación de género (y número): lo vi, la vi. Pero puede ser un pronombre invariable, como atributo: lo es/lo son. Vemos que se puede referir a “ella es alemana”, “ellos son alemanes”. En cuanto al pronombre se, tiene muy diversos usos, y necesitará un comentario especial. 2. Determinativos: Demostrativos 8 Posesivos Indefinidos Interrogativo–exclamativos Numerales Cardinales Ordinales Partitivos Multiplicativos 3. Relativos: que, cual, cuales, quien, quienes, cuyo, cuya, cuyos, cuyas. Su significación es relativa al contexto: en “El libro que compré” que = libro. LA INTERJECCIÓN Las interjecciones forman una clase de palabras que constituyen, por sí solas, enunciados. Por tanto, no se insertan funcionalmente dentro de la oración y actúan como elementos independientes. Se utilizan para expresar, de forma repentina y espontánea, impresiones, sentimientos, actitudes y sensaciones. Su significado puede variar según los casos, pero siempre el contexto nos va a dar su significado concreto. Algunos sustantivos, adjetivos, adverbios, verbos y grupos nominales, cuando se emplean con una entonación exclamativa, pueden realizar función interjectiva: anda, vaya, bravo, etc. Se denominan “interjecciones impropias”. Hay tres tipos de interjecciones, si atendemos a su función comunicativa: 1. Onomatopéyicas. Son adaptaciones fonemáticas de ruidos o acciones. Ej: Ring, ring. ¡Zas! ¡Cataplún! ¡So! ¡Arre! 2. Apelativas. Apelan al interlocutor, para llamar su atención, imponer alguna actitud o simplemente para saludar. Ej: ¡Eh! ¡Hala! ¡Hola! 3. Sintomáticas. Manifiestan el estado de ánimo del hablante sobre lo que se le presenta. Éstas son las más numerosas. Eso sí, los tres tipos de interjecciones citados son prácticamente igual de habituales en el habla. Por ejemplo: ¡Ah!: Alegría, pena, dolor, sorpresa, admiración, burla. ¡Anda!: Sorpresa, admiración. Suele emplearse también para animar a alguien a que haga algo. Cuando se le añade después ya, implica sorpresa o rechazo. ¡Anda ya! ¡Ay!: Dolor, sobresalto, quejido. Seguido de la preposición de y un nombre, expresa pena, temor, o consideración. ¡Bah!: Incredulidad, rechazo, resta de importancia. ¡Bravo!: Aplauso, aprobación, entusiasmo. ¡Caray!: Extrañeza, enfado, sorpresa. ¡Chiss!: Impone silencio. ¡Claro!: Da por cierto o asegura lo que se dice. ¡Cómo!: Extrañeza, enfado. ¡Dios mío!: Extrañeza, dolor, temor. ¡Eh!: Para llamar, preguntar, advertir o reprender. ¡Jolín!: Extrañeza, disgusto.