Download Novena a Santa Paula
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
NOVENA A SANTA PAULA MONTAL PARA LAS ESCOLAPIAS NOVENA A SANTA PAULA MONTAL INTRODUCCIÓN Madre Paula Montal y Fornés, fundadora de las Hijas de María, Religiosas de las Escuelas Pías, más conocidas como Escolapias, nos ofrece un ejemplo de santidad sencilla y alcanzable por todos, ya que está basada en el amor, la confianza y la entrega a Dios y a los pequeños. Con esta novena vamos a pedir su intercesión para que el Señor nos ayude en nuestras necesidades concretas, especialmente a tenerla como ejemplo en el vivir cotidiano y a captar sus actitudes. INVOCACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Abre, Señor, nuestra mente y nuestro corazón para nos ilumines con tu Palabra y aprendamos a vivir de acuerdo con las actitudes de vuestra sierva Madre Paula Montal. ORACIÓN PARA CADA DÍA Padre nuestro que estás en los cielos, te damos gracias porque nos diste en SANTA PAULA MONTAL de San José de Calasanz, una imagen viva del Evangelio de tu Hijo. Haz que sepamos ver en ella la Madre que nos enseña con su Palabra y nos estimula con su ejemplo. para que podamos imitarla, alcánzanos: la fortaleza en las dificultades, la humildad en la verdad, la fidelidad a la gracia, la generosidad en la entrega por amor a Ti y a nuestro hermanos los hombres. Concédenos, por su intercesión la gracia… Gloria al padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amé DIA 1º M. PAULA ENCARNÓ EL ESPÍRITU DE LAS BIENAVENTURANZAS Invocación inicial PALABRA DE DIOS: Mt. 5, 3-12: Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es le reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. CC. 15: “Nuestro Salvador llamó a los que quiso para formar el grupo de sus discípulos. Después de resucitado les envío el Espíritu prometido para que, con su presencia, hiciesen realidad el mensaje de las Bienaventuranzas, con su palabra, con sus obras, y sobre todo, con el testimonio de su vida”. COMENTARIO: Las Bienaventuranzas son un programa de vida propuesto por Jesús a toda persona que quiera vivir en profundidad el cristianismo. Son los valores esenciales y fundamentales del Reino. Nos presentan la manera de situarnos ante la vida. Son promesas de felicidad y el camino para alcanzarla Madre Paula siguió este camino y nos dejó un buen ejemplo a lo largo de su prolongada existencia. PETICIÓN: Ayúdanos, M. Paula, a vivir este camino de la verdadera felicidad propuesto por Jesús para que nos ayude a liberarnos de nuestras tendencias negativas, a crecer como personas y a ser auténticamente seguidoras de Jesús y apóstoles de su Reino. Oración final para cada día DÍA 2º M. PAULA, APASIONADA POR DIOS, VIVÍA EN SU PRESENCIA AMOROSA Invocación inicial PALABRA DE DIOS: Lc. 24,32: “¿No estaba ardiendo nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?”. CC. 39 y 42: “El trato familiar y asiduo con la Sagrada Escritura nos introducirá en el conocimiento íntimo de Dios y de sus planes”. “La fidelidad a la oración y la presencia de Dios durante el día nos disponen para las celebraciones litúrgicas...”.. COMENTARIO: Dios está deseoso de darse gratuitamente, sin exigir nada a cambio. Va derramando amor en nuestros corazones y quiere ser nuestro compañero de camino. Madre Paula vivía anclada en Dios y conservaba, a lo largo del día, esta intimidad con el Señor. Su oración continua era muy sencilla. A la maestra de novicias le recomienda: “Les enseñará a andar siempre en la presencia de Dios por medio de jaculatorias, y dirigir todas las cosas que hagan con rectitud y pureza de intención”. PETICIÓN: Enséñanos, M. Paula, a estar receptivas a las llamada del Señor y a ser conscientes de presencia a lo largo del día y a liberarnos de las dificultades que nos apartan de Él. Oración final para cada día. DÍA 3º M. PAULA MANTENÍA UNA ORACIÓN INTENSA Invocación inicial PALABRA DE DIOS: Mt.6,6: “Cuando ores entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará”. Ap.3,20: “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguien oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” RR. 15: “Cuida con esmero el tiempo dedicado a la oración personal, al trato íntimo con el Señor: Él dará sentido nuevo a tu vida y a las cosas… Recuerda que es preciso hacer silencio dentro de ti para permanecer atenta a la llamada del Señor”. COMENTARIO: El cuidado de la oración es consecuencia del apasionamiento por un Dios Amor. Es una experiencia que da sabor y contenido a nuestra vida; nos transforma, porque Dios es quien nos plenifica. Madre Paula sabía, por experiencia, que la oración es la fuente de donde brota la vida, porque se percibe el amor de Dios, y se nos revela el Hijo en lo secreto y en el silencio. La oración iba empapando y fecundando su corazón y lo preparaba para la donación total, por eso decía “Cuando mi corazón esté dispuesto de esta suerte, envíame cruces y penas, que todo lo sufriré con alegría”. PETICIÓN. M. Paula, enséñanos a orar como tú enseñabas a tus hermanas con estas palabras: “En la oración de la mañana hemos de procurar encender el braserillo de amor de Dios, y conservando el rescoldo durante el día, basta en la oración de la tarde apartar la ceniza para que arda de nuevo”. Oración final para cada día. DÍA 4º M. PAULA CONTEMPLABA A JESÚS CRUCIFICADO, SU AMADO ESPOSO Invocación inicial PALABRA DE DIOS: Hbr. 2,18: “Como él ha pasado por la prueba del dolor, puede auxiliar a los que ahora pasan por él”. CC. 38 “Cristo crucificado y sus misterios, a ejemplo de San Pablo, serán el objeto constante de nuestra contemplación”. COMENTARIO: La persona que ama quiere parecerse al Amado, por eso nos quedamos en silencio contemplando el abajamiento de Cristo, que, “siendo de condición divina se rebajó y se hizo obediente hasta someterse a la muerte y una muerte de cruz”, como nos dice Pablo en la carta a los Filipenses.. El amor de Dios cautivó el corazón de Paula; se dejó seducir por la voz del maestro y se enamoró de Él. Fruto de la contemplación de su misterio de dolor es el gran deseo de estar cerca de Jesús e identificarse con su vida. “Mi amado es para mí y yo para mi Amado”. Estas palabras del Cantar de los Cantares ocupaban muchos momentos de su vida. PETICIÓN. M. Paula, enséñanos a contemplar a Jesús que aceptó los sufrimientos: el dolor físico, la incomprensión, el abandono, la humillación, la soledad, las burlas… y todo por amor, y que esta contemplación nos ayude a aceptar nuestros sufrimientos y a aliviar el de nuestros hermano”. Oración final para cada día. DÍA 5º M. PAULA BUSCABA SIEMPRE CUMPLIR LA VOLUNTAD DE DIOS Invocación inicial Palabra de Dios: Jn. 4,34: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra”. CC. 71: “Todas las religiosas, para realizar fielmente lo que agrada al Padre, intentamos descubrir su voluntad en confrontación de pareceres y comunión de oraciones. Voluntad que se nos da a conocer a la luz del Espíritu Santo, en las justas aspiraciones de la comunidad y en los signos de los tiempos, por medio de las superioras, de las hermanas, y de los acontecimientos”. COMENTARIO: La obediencia tiene un fundamento místico. Sólo contemplando a Jesús, que por amor a la voluntad del Padre se hizo obediente hasta la muerte y una muerte de cruz, llegaremos a entregar a Dios la propia voluntad como una ofrenda de nuestra vida. M. Paula consideraba la obediencia como la plena aceptación de la voluntad de Dios a través de las mediaciones humanas. Manifestó más de una vez que sus deseos no coincidían con lo que habían dispuesto sus superiores, pero la obediencia la llevaba a una total disponibilidad. Una exclamación muy propia de ella era: “La santa obediencia lo ha dispuesto así: ¡Hágase en todo la voluntad de Dios!”. PETICIÓN: Ayúdanos, M. Paula, a contemplar a Jesús apasionado por cumplir la voluntad del Padre, para que llegamos a entregar a Dios nuestra propia voluntad. Oración final para cada día DÍA 6º M: PAULA PROFESABA UN AMOR ENTRAÑABLE A MARÍA, SU MADRE Invocación inicial Palabra de Dios: Hch 1,14: “ Todos ellos se dedicaban a la oración en común, junto con María, la Madre de Jesús, y con sus hermanos” CC. 22: “La Virgen María, asociada a su Hijo en total comunión de amor; fiel compañera de su pasión, primera partícipe de su Resurrección, nos antecede con su luz en el seguimiento de Cristo. Con su presencia y ayuda podremos conseguir que Cristo, a quien Ella engendró y educó, tome forma en nosotras”. COMENTARIO: En María tenemos un precioso ejemplo de vida consagrada. La narración de la anunciación del ángel es verdaderamente un relato vocacional, una llamada a una misión: la de aceptar ser la madre de Jesús, su educadora y luego su discípula de su mismo Hijo, acompañándole hasta el momento supremo de la cruz. María está muy presente en la vida de Madre Paula. Quiso que la figura de María impregnara nuestra vida y nuestras Constituciones. Para ella María es madre, protectora, modelo de seguimiento, ejemplo de vida contemplativa, maestra de oración y de vivir la presencia de Dios, , guía en el camino hacia Jesús. Su jaculatoria preferida era “María, Madre mía” y pronunciando estas palabras se durmió en el Señor.. PETICIÓN: Ayúdanos, M. Paula, a cantar cada día nuestro Magníficat, como María, para agradecer al Señor todo lo que ha realizado y va haciendo en nuestra. Y también a pedirle a María, como tú lo hacías, que sea para las escolapias, madre, maestra, modelo de entrega y de seguimiento que nos lleve a Jesús. Oración final para cada día. DÍA 7º M: PAULA AMABA A LAS NIÑAS Y POR ELLAS SE DESVIVÍA Invocación inicial: PALABRA DE DIOS: 1 Cor.13,4-8: “El amor es paciente, es servicial; no tiene envidia, nos es jactancioso, no se engríe; no es grosero, no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo escusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. El amor no pasa nunca”. CC. 12: “A imitación de nuestra Fundadora nos comprometemos, con voto, a la formación integral de la niñez y juventud”. RR. 63. “No es posible educar sin amar a los niños”. COMENTARIO: Nuestra presencia en el mundo de la educación forma parte de la labor evangelizadora de la Iglesia y está impulsada por ella. Dentro de la Iglesia se nos ha confiado la labor de evangelizar por medio de la educación a la niñez y juventud. Para nosotras, que hemos hecho opción por el ministerio de la educación, la escuela es el lugar donde encontramos a Dios. En cada pequeño, en cada joven hemos de descubrir el rostro de Jesús y nuestra manera de actuar ha de ser un reflejo de las actitudes de Jesús, porque no podemos educar sin amar a quienes educamos. El amor es el eje fundamental de la pedagogía de Madre Paula. Es el mismo amor de Dios que se manifiesta y traduce en amor a los pequeños. Es Se dice de nuestra fundadora que “amaba al pobre y al rico; para todos guardaba palabras de bondad. Tenía el corazón grande para Dios y para los hombres”. El amor de M. Paula es un amor profundamente femenino, lleno de delicadeza, de bondad, de intuición, sabiendo descubrir en cada niña lo que necesitaba. PETICIÓN: Ayúdanos, M. Paula, a entregar nuestra vida a la tarea de educar, con las características que tú querías para las escolapia, con amor entrañable, hecho de ternura y aceptación, fruto de nuestro trato con el Maestro divino.. Oración final para cada día DÍA 8º EN M. PAULA DESTACA SU AUSTERIDA, SU HUMILDAD Y SENCILLEZ Invocación inicial PALABRA DE DIOS: Sal 130, 1-2: “Mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros; no pretendo grandezas que superan mi capacidad. Acallo y modero mis deseos, como un niño en brazos de su madre” CC. nº 19: “Cristo, al vivir con los humildes y bendecir a los niños que se le acercaban, nos llama a la sencillez de los pequeños diciendo: Quien no acepte el Reino de Dios como un niño no entrará en él”. COMENTARIO: De la verdadera pobreza brota la humildad y la sencillez. Calasanz llamó a la pobreza “madre de la humildad”. La humildad reconoce la propia fragilidad y que todo lo ha recibido de Dios. Las escolapias hemos de ser sencillas para comprender a los pequeños, para acercarnos a ellos y dejar que en nuestro corazón resuenen las palabras del Maestro: “Si no volvéis a ser como niños…”. Madre Paula vivió su consagración en un abandono total al Señor que la fue transformando hasta identificarse con Cristo. Amante de la pobreza, escogía siempre lo más pobre y tenía predilección por las niñas más necesitadas. Quería que en todo brillara la pobreza. Su humildad no fue indecisión, ni falta de carácter, sino una respuesta de amor, un vaciamiento de sí misma para que estar habitara por Dios. Su sencillez hacía que siempre tuviera actitudes de acogida y buen trato con todas las personas. PETICIÓN: Ayúdanos, M. Paula, a vivir con humildad, a vaciarnos de nosotras mismas para poder estar habitadas por Dios; a vivir con austeridad para poder ayudar a quien lo necesite; a vivir con sencillez, que se traduce en en acogida, buen trato, amabilidad, preocupación por los demás, especialmente por quien más nos necesite. Oración final para cada día. DÍA 9º M: PAULA VIVÍA CON ALEGRÍA Y GOZO Invocación inicial Palabra de Dios: Sal 4,8: “Gracias, porque has puesto en mi corazón más alegría que si abundara en trigo y en vino”” CC. 101: “Yo, consciente del momento, con alegría y esperanza, ante el pueblo de Dios aquí presente…hago voto de castidad, pobreza y obediencia y de entregarme a la misión educadora de la Iglesia”. RR. 1,2: “Ayuda a crear en la comunidad un clima de alegría y cordialidad” . COMENTARIO: La alegría y el gozo son como el clima donde se desarrollan las otra virtudes. Por eso Pablo nos recomienda: “estad siempre alegres en el Señor, os lo repito, estad alegres”. La alegría es el testimonio más claro de que el Señor da sentido y plenitud a nuestra vida. El gozo anidaba en el corazón de M. Paula. No era un gozo pasajero, sino un gozo profundo, íntimo y totalizante, que no sabía cómo expresarlo con palabras. “Su vida fue haciéndose cada vez más semejante a la del Maestro”, como nos dicen en su necrología. Paula expresaba su deseo de unirse definitivamente al Señor, “y esto lo decía con tanta alegría y confianza que causaba una sana envidia a todas las religiosas”. PETICIÓN: Ayúdanos, M. Paula, a vivir con alegría, con gozo interior y con gran serenidad y afabilidad los acontecimientos que nos va ofreciendo la vida de cada día; una alegría fruto de nuestra relación profunda con el Señor y sincera con los otros, Oración final para cada día.