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Entrevista con el Dr. Octavio Ramilo, del Southwestern Medical Center, Dallas, EE.UU. “Quizás a corto plazo podamos reducir la incidencia del asma, pero va a costar años obtener una vacuna” “Todavía no hemos logrado comprender cómo el virus evade el sistema inmune” “Lo ideal sería una vacuna, pero mientras tanto palivizumab tiene un impacto marcadamente importante a la hora de reducir la morbilidad” -“Quizás a corto plazo podamos reducir la incidencia del asma. Esta es una meta clara para nosotros. Otro objetivo más a largo plazo sería lograr una vacuna. Sin embargo, el VRS tiene una respuesta inmunológica muy complicada que, por el momento, no entendemos muy bien. Por ello creo que va a costar años obtener una vacuna.” A la luz de su amplia experiencia americana en torno al virus respiratorio sincitial, puesta de manifiesto en el LIV Congreso de la Sociedad de Pediatría de Galicia, el Dr. Octavio Ramilo, vigués de nacimiento, subraya la relación, cada vez más clara y comprensible, entre infección por VRS y asma. -La relación es evidente, como lo es el impacto que causa sobre la población infantil. No hay que olvidar que el asma es la enfermedad crónica de la infancia. El gran esfuerzo que se está poniendo para actuar sobre las infecciones respiratorias que predisponen al asma, resalta aún más la trascendencia de estas investigaciones. Estrategias de investigación Por el momento, el equipo del Dr. Ramilo trabaja con modelos experimentales animales y con palivizumab, anticuerpo monoclonal que puede prevenir la infección grave en niños de alto riesgo. -La pregunta clave estaría en si este tipo de estrategia también se podría utilizar o si se podría concebir algo parecido para prevenir las secuelas a largo plazo en una población más alta. Lo ideal sería una vacuna, pero mientras tanto palivizumab tiene un impacto marcadamente importante a la hora de reducir la morbilidad en niños prematuros, en niños con enfermedad pulmonar crónica y en niños cardiópatas. ¿Se puede aplicar a los hijos de madre asmática, a una población más global? -A la hora de plantearnos estas perspectivas, siempre entran en juego otros factores de obligada consideración. El más importante es el coste. En el caso que nos ocupa hay que considerar, de entrada, que producir un anticuerpo monoclonal no es tan sencillo como producir un fármaco tradicional. Hay que intentar que las instituciones públicas y la industria trabajen conjuntamente para lograr un impacto en la población lo más beneficioso posible. Aún considerando el alto coste del producto, si se pudiese prevenir o disminuir un 30 % el asma, podríamos discutir si la relación coste/beneficio es aceptable. Para más información: Ibáñez&Plaza (Gabriel Plaza Molina) 91 553 74 62 · 617 573 682 E-mail: ediciones@ibanezyplaza.com · Web: www.ibanezyplaza.com Una vacuna para un virus El objetivo prioritario de todos los implicados en la lucha contra el virus es la tan esperada vacuna. En los años 60 se probó una que fracasó. Los niños que se vacunaban con una muestra tradicional no sólo no estaban protegidos, sino que sufrieron una infección más severa. -No entendemos muy bien todavía cómo podemos proteger al individuo del virus. ¿Por qué el sistema inmune no es capaz de generar un anticuerpo protector frente al virus respiratorio sincitial? -Todavía no hemos logrado comprender cómo el virus evade el sistema inmune. Con las enfermedades tradicionales de la infancia, el sarampión, la varicela, la rubeola..., de alguna manera el sistema inmune aprende y se defiende. Pero este virus no responde a ese esquema. Se escapa y provoca infecciones de repetición incluso en adultos. Nos falta mucho por conocer. Tenemos que utilizar modelos experimentales, líneas celulares que nos den un mejor conocimiento de la situación real. Un enemigo difícil de entender ¿En qué estadio nos encontramos en relación con la lucha contra los virus? -Hace unos años se pensaba que la batalla contra los virus estaba definitivamente ganada, pero la realidad nos está demostrando todo lo contrario. En este sentido, el ejemplo más claro lo tenemos en el coronavirus tipo SAS que se inició en China y está afectando a medio mundo. Hace unas semanas estuve con el grupo de Toronto y me comentaron que justamente los niños lactantes tuvieron una infección muy ligera; ninguno necesitó oxígeno. Sería muy interesante descubrir por qué los lactantes se ven menos afectados que los adultos. Aparte de estos ejemplos también se podría citar el nuevo metaneumovirus, que es causa importante de bronquiolitis y que también ha costado mucho identificar. ¿Qué puede hacerse para mejorar la situación? -Entender la patología originada por los virus es fundamental. Por ello es importante que las instituciones públicas se planteen la necesidad de invertir en métodos, tanto clínicos y de seguimiento, como de investigación, para entender la patogénesis de los virus. Está claro que no podemos seguir dejándonos llevar por la confianza. Para más información: Ibáñez&Plaza (Gabriel Plaza Molina) 91 553 74 62 · 617 573 682 E-mail: ediciones@ibanezyplaza.com · Web: www.ibanezyplaza.com