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MENÚ (PRESIONA LA TECLA CTRL + CLIC) •ACTIVIDADES NOVENO •ACTIVIDADES TERCERO •ACTIVIDADES CUARTO •ACTIVIDADES QUINTO •ACTIVIDADES SEXTO •ACTIVIDADES SÉPTIMO •ACTIVIDADES OCTAVO TERCERO ACTIVIDAD EN CLASE: 1. Lee los siguientes documentos y resalta lo más importante con la herramienta de Word. PADRES DE LA FILOSOFÍA 1. Tales de Mileto, el padre de la filosofía Tales de Mileto (c. 625/4 a. C.-c. 547/6 a. C.) Fue un filósofo y científico griego. Nació y murió en Mileto, polis griega de la costa Jonia (hoy en Turquía). Fue el iniciador de la escuela filosófica milesia a la que pertenecieron también Anaximandro (su discípulo) y Anaxímenes (discípulo del anterior). En la antigüedad se le consideraba uno de los Siete Sabios de Grecia. No se conserva ningún fragmento suyo y es probable que no dejara ningún escrito a su muerte. Se le atribuyen desde el s. V a. C. importantes aportaciones en el terreno de la filosofía, las matemáticas, astronomía, física, etc., así como un activo papel como legislador en su ciudad natal. Tales es a menudo considerado el iniciador de la especulación científica y filosófica griega y occidental, aunque su figura y aportaciones están rodeadas de grandes incertidumbres. Se suele aceptar que Tales comenzó a usar el pensamiento deductivo aplicado a la geometría, y se le atribuye la enunciación de dos teoremas geométricos que llevan su nombre. Filosofía Se considera a Tales de Mileto como el primer filósofo de occidente por haber sido quien intentó la primera explicación racional a distintos fenómenos del mundo de la que se tiene constancia en la historia de la cultura occidental. En su tiempo predominaban aún las concepciones míticas, pero Tales buscaba una explicación racional, lo que se conoce como "el paso del mito al logos", donde la palabra griega logos alude en este contexto a «razón», uno de sus significados en castellano. 2. San Agustín de Hipona Agustín nació el año 354 d.c. en Tagaste, ciudad situada en la antigua provincia romana de Numidia. Hijo de Patricio, un pequeño propietario rural, y de Mónica, nació en el seno de la familia con una posición económica desahogada, aunque no exenta de esporádicas dificultades económicas, lo que le permitió acceder a una buena educación. Sus primeros estudios los realizará en Tagaste, continuándolos, el año 365, en la cercana ciudad de Madaura (aunque se verá obligado a interrumpirlos el año 369 por dificultades económicas); a partir del año 370 estudiará en Cartago, dedicándose principalmente a la retórica y a la filosofía, destacando de una manera especial en retórica, y encontrando dificultades en el aprendizaje de la lengua griega, que nunca llegó a dominar. Pese a los esfuerzos de su madre, Mónica, que le había educado en el cristianismo desde su más tierna infancia, Agustín llevará en Cartago una vida disipada, muy alejada de las pretensiones de aquella, orientada hacia el disfrute de todos los placeres sensibles. En esa época convivirá con una mujer (cuyo nombre no nos revela en sus Confesiones, pero que pudo haberse llamado Floria Emilia) con la que mantendrá una relación apasionada y con la que tendrá un hijo, Adeodato, el año 372. "En aquel mismo tiempo tenía yo una mujer, no que fuese mía por legítimo matrimonio, sino buscada por el vago ardor juvenil escaso de prudencia; pero era una sola, y le guardaba también fidelidad: queriendo saber por experiencia propia la diferencia que hay entre el amor conyugal pactado mutuamente con el fin de la procreación, y el pacto de amor lascivo, en el cual suele también nacer algún hijo contra la voluntad de los amantes, aunque después de nacido los obliga a que le tengan amor." La lectura del Hortensio de Cicerón le causara una honda impresión que le acercará a la filosofía, adhiriéndose a las teorías de los maniqueos, hacia el año 373. Luego de un año en Tagaste, donde enseñará retórica, regresa a Cartago, donde abrirá una escuela en la que continuará sus enseñanzas hasta el año 383 en que, tras el encuentro con Fausto de Milevo, a la sazón el más destacado representante del maniqueísmo norteafricano, decepcionado, abandonará el maniqueísmo. Ese mismo año se trasladará a Roma, y luego a Milán, donde enseña retórica. De nuevo la lectura de Cicerón, ya abandonado el maniqueísmo, le acercará al escepticismo de la Academia nueva, hasta que escucha los sermones del obispo de Milán, Ambrosio, que le impresionarán hondamente y le acercarán al cristianismo. En este período descubre también la filosofía neoplatónica, leyendo las traducciones que había hecho de Plotino al latín Mario Victorino, y le también las epístolas de San Pablo. En el año 386 se convierte el cristianismo. Ese mismo año se establecerá en Casiciaco, cerca de Milán, con su madre, su hijo y algunos amigos, y comienza a escribir sus primeras Epístolas. El año siguiente se bautiza en Milán y opta por una vida ascética y casta. Tras la muerte de su madre, se traslada a África el año 388, estableciéndose en Tagaste donde fundará un monasterio en el que permanecerá hasta el año 391. Dicho año se trasladará a Hipona, (actualmente Annaba, también en Argelia), ciudad cercana a Tagaste, en la costa, donde será consagrado sacerdote por el obispo Valerio. Allí fundará otro monasterio, en terrenos cedidos por el obispo, desarrollando una fecunda actividad filosófica y religiosa, destacando el carácter polémico contra las diversas herejías (donatistas, pelagianistas...) a las que se enfrentaba el cristianismo, y que San Agustín consideraba el principal problema con el que habría de enfrentarse. El año 396 es nombrado obispo auxiliar de Hipona por Valerio, pasando a ser titular tras la muerte de éste. En los años 418 y 422, en plena descomposición del imperio tras el saqueo de Roma por Alarico, participa en el concilio de Cartago y continua su activa producción filosófica y religiosa que abarcará más de 100 volúmenes, sin contar las Epístolas y Sermones. El año 430, estando sitiada Hipona por las huestes de los vándalos de Genserico, morirá, poco antes de que la ciudad fuera completamente arrasada. 3. Santo Tomás de Aquino Tomás de Aquino fue un teólogo y filósofo católico perteneciente a la Orden de Predicadores, el principal representante de la enseñanza escolástica, una de las mayores figuras de la teología sistemática y, a su vez, una de las mayores autoridades en metafísica, hasta el punto de que, después de muerto, sea el referente de varias escuelas del pensamiento: tomista y neotomista. Es conocido también como Doctor Angélico, Doctor Común y Doctor de la Humanidad, apodos dados por la Iglesia católica, la cual lo recomienda para los estudios de filosofía y teología. Sus obras más conocidas son la Summa theologiae, compendio de la doctrina católica en la cual trata 495 cuestiones divididas en artículos, y la Summa contra gentiles, compendio de apología filosófica de la fe católica, que consta de 410 capítulos agrupados en 4 libros, redactado a petición de Raimundo de Peñafort. Asimismo, fue muy popular por su aceptación y comentarios de las obras de Aristóteles, señalando, por primera vez en la Historia, que eran compatibles con la fe católica. A Tomás se le debe un rescate y reinterpretación de la metafísica y una obra de teología aún sin parangón, así como una teoría del Derecho que sería muy consultada posteriormente. Canonizado en 1323, fue declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y santo patrón de las universidades y centros de estudio católicos en 1880. Su festividad se celebra el 28 de enero. 4. Renato Descartes, padre de la filosofía moderna (La Haye, Francia, 1596 Estocolmo, Suecia, 1650) Filósofo y matemático francés. Después del esplendor de la antigua filosofía griega y del apogeo y crisis de la escolástica en la Europa medieval, los nuevos aires del Renacimiento y la revolución científica que lo acompañó darían lugar, en el siglo XVII, al nacimiento de la filosofía moderna. El primero de los ismos filosóficos de la modernidad fue el racionalismo; Descartes, su iniciador, se propuso hacer tabla rasa de la tradición y construir un nuevo edificio sobre la base de la razón y con la eficaz metodología de las matemáticas. Su «duda metódica» no cuestionó a Dios, sino todo lo contrario; sin embargo, al igual que Galileo, hubo de sufrir la persecución a causa de sus ideas. CUARTO Tema 1: NOMBRE Y DEFINICIÓN DE FILOSOFÍA La palabra filosofía procede del griego phylosophía, amor al saber, derivado de, amar y saber, sabiduría. Etimológicamente, «amor a la sabiduría», donde la palabra, sophía, en lugar de ser traducida como «sabiduría», debe traducirse como «saber teórico», o, en palabras de Aristóteles, como «entendimiento y ciencia»; de igual manera, philos, el «amigo» o el «amante» de este saber intelectual puede entenderse, a la manera de Platón, como aplicado a aquel que desea o está ávido de saber. Antes de emplearse el término “filosofía” aparece en Heráclito de Éfeso el nombre “filósofo”: “Conviene que los hombres filósofos sean sabedores de muchas cosas.” Acepciones más generalizadas de la filosofía: - “Es la ciencia de las cosas humanas y divinas”, - “Es el estudio del ser en cuanto ser”, - “Es el saber de todo saber, la ciencia de todas las ciencias, la ciencia universal”. En nuestra época, la filosofía ha perdido parcelas de conocimiento a medida que la ciencia ha avanzado y se ha desarrollado en numerosas especialidades. Sin embargo, Siempre existe un margen para asombrarnos e interrogarnos, y para reflexionar sobre la vida y el universo, y en ese margen el pensamiento filosófico sigue vigente, porque pensar es “la más elevada y quizá más pura actividad de la que es capaz el hombre”. EL DESPERTAR FILOSÓFICO: LOS ORÍGENES GRIEGOS DEL PENSAMIENTO OCCIDENTAL 1. LA FILOSOFÍA COMO CREACIÓN DE LOS GRIEGOS. En el siglo pasado discutieron largamente los historiadores sobre la antigüedad de la Filosofía. Unos la hacían remontar hasta el origen de la Humanidad: “El día en que el hombre comenzó a reflexionar, ese día comenzó también la filosofía” (V. Cousin). Los panbabilonistas sostuvieron su origen oriental: “Todo cuanto pensamos y todas las maneras como lo pensamos tienen su origen en Asia” (Conde de Gobineau). Otros, como Zeller, la consideraban una creación espontánea y peculiar del genio griego: “A excepción de las fuerzas ciegas de la naturaleza, no se mueve nada en nuestro mundo que no sea griego en su origen”. El hombre, desde que aparece sobre la tierra, ha poseído la facultad de pensar, y la ha ejercitado enfrentándose con los problemas que le plantea la realidad, tratando de darles solución con sus propios recursos racionales. El animismo, el fetichismo, el totemismo, la mitología, etc., son formas primitivas de dar una respuesta a los fenómenos de la naturaleza, buscando sus causas y su explicación. Son modos primarios de pensar y expresión del juicio rudimentario que los hombres primitivos hacían del origen de las cosas. En etapas más avanzadas, en todos los pueblos ha existido también un género de pensamiento, expresado en formas muy diversas. En las religiones orientales es fácil descubrir un fondo filosófico envuelto en formas míticas, bajo las cuales laten las grandes cuestiones que el hombre se ha planteado frente a la realidad. CONOCIMIENTO CIENTÍFICO VULGAR Y Pero debemos distinguir entre conocimiento vulgar y conocimiento científico. El primero lo adquirimos por el funcionamiento directo de nuestros sentidos. Así conocemos cosas y sucesos particulares de los que el entendimiento saca conceptos universales, que coordina entre sí en formas ínfimas y rudimentarias de juicio. Su campo es lo concreto, lo particular, lo sujeto al espacio, al tiempo y a la mutación. Predomina lo sensitivo sobre lo racional. Mas para el conocimiento científico no basta con conocer cosas ni sucesos particulares sino que quiere llegar a conocer sus esencias y sus razones de ser. Para esto es necesario superar la particularidad, la mutabilidad y la contingencia de las realidades concretas, elaborando conceptos abstractos y llegando a formular juicios necesarios de validez universal. Es preciso también ordenar y organizar los conceptos en forma más o menos sistemática. La ciencia no es una simple acumulación de datos, sino un saber ordenado y organizado. Pero el hombre no se contenta con saber cosas ni sucesos particulares, sino que trata de penetrar más, averiguando sus porqués, es decir, sus causas. La admiración ante un fenómeno insólito produce en el hombre la conciencia de un problema, pone de manifiesto su ignorancia y urge a la investigación hasta que encuentra una razón para explicarlo. De esta manera, la admiración combinada con la curiosidad es el origen natural remoto de la ciencia. Entendida la Filosofía en sentido amplio, existe indudablemente antes de los griegos. Pero si la tomamos en sentido más estricto, como un saber científico, organizado, articulado, sistematizado, elevado por encima del aspecto puramente empírico, desligado de la forma mítica y con principios y métodos propios y rigurosos, entonces la cuestión presenta un aspecto muy distinto, y podemos afirmar que hasta los griegos no ha existido propiamente filosofía. 2. CIRCUNSTANCIAS QUE FAVORECIERON EL SURGIMIENTO DE LA FILOSOFÍA EN GRECIA Para entender la filosofía de un pueblo o civilización hay que referirse al arte, la religión y a las condiciones socio-políticas de dicho pueblo. 1. El arte más elevado trata de alcanzar de forma mítica y fantástica, es decir, mediante la intuición y la imaginación, objetivos que también son propios de la filosofía. 2. De forma semejante la religión aspira a alcanzar a través de representaciones de fe, objetivos que la filosofía busca alcanzar mediante los conceptos de la razón. 3. Las condiciones socioeconómicas y políticas de un pueblo condicionan el surgimiento de determinadas ideas. QUINTO ACTIVIDAD EN CLASE 1. Lee el siguiente texto de Sócrates y resalta lo más importante con la herramienta de Word. SÓCRATES 2.1. Vida y pensamiento: fuentes de su Sócrates nació en Atenas en el 470 y murió en el 399 a.C. condenado a muerte por impiedad (acusado de no creer en los dioses de la ciudad y de corromper a los jóvenes, pero tras estas acusaciones se movían intereses políticos y resentimientos personales). Hijo de un escultor y de una comadrona. No fundó ninguna escuela, sino que enseñó en lugares públicos (gimnasios y plazas) como un predicador laico, ejerciendo gran fascinación no sólo entre los jóvenes sino entre hombres de todas las edades, esto le ganó notables aversiones y enemistades. En la vida de Sócrates hay que distinguir dos períodos. Primero fue discípulo de Arquelao (un físico ecléctico) y con él conoció las doctrinas de los naturalistas, luego tuvo contacto con los sofistas y se planteó sus mismos problemas, aunque en abierta polémica con las soluciones que proponían los sofistas mayores. Sócrates no escribió nada ya que consideraba que su mensaje debía comunicarse a través de la palabra viva, a través del diálogo. Sus discípulos pusieron por escrito una serie de doctrinas que se le atribuyen pero es difícil precisar en sí cuál es la auténtica doctrina socrática. La misma personalidad de Sócrates es difícil de establecer: el testimonio más antiguo es del comediógrafo Aristófanes que en su obra Las nubes presenta a Sócrates como un sofista más, quizás el peor de todos. El segundo testimonio es el de Platón quien lo pone como protagonista de casi todos sus diálogos, sin embargo, el testimonio de Platón es reservado ya que ensalza la figura de su maestro y pone en sus labios casi toda su propia doctrina. La tercera fuente para conocer a Sócrates son la Dichos memorables de Sócrates escritos por Jenofonte, pero lo presenta muy reducido y superficial. Aristóteles cita pocas veces a Sócrates, en realidad él no fue contemporáneo suyo. Por último están los llamados “socráticos menores” que fundaron algunas escuelas pero su testimonio de la doctrina del maestro es parcial y distorsionado. En estas condiciones se comprende que es difícil reconstruir la doctrina auténtica de Sócrates, pero con la confrontación de todos estos testimonios se ha hecho el esfuerzo por precisar lo que originariamente pueda ser el pensamiento socrático que se considera como una verdadera revolución espiritual en occidente. 2.3. El método socrático: En el método socrático su concepto del hombre y la prioridad del alma tienen un lugar importante. A diferencia de los sofistas que pretendían enseñar con largos discursos y retórica, Sócrates pretende llegar al alma de sus discípulos y lo hace mediante el diálogo, sirviéndose de preguntas y respuestas en una búsqueda común de la verdad. En la búsqueda de la verdadera sabiduría Sócrates parte precisamente del no saber, una ignorancia que en primer lugar pretende mostrar la vaciedad de quienes se consideran sabios (especialmente los sofistas) y, por otro lado, con el “sólo sé que nada sé”, pretende Sócrates poner de manifiesto su convicción de que toda sabiduría humana -también la suyano es nada en comparación con el saber divino. La ironía es una de las notas más características del método socrático, con ella desenmascaraba la aparente sabiduría de sus interlocutores y luego con la mayéutica, ayudaba a salir a la luz las verdades que encierra el alma. Al igual que la mujer cuando está embarazada necesita de una comadrona para dar a luz, también el discípulo que tiene el alma encinta por la verdad, necesita de una especie de comadrona espiritual que ayude a que la verdad salga a la luz, en esto consiste la mayéutica socrática: “el alma sólo puede alcanzar la verdad si está preñada de ella”. SEXTO ACTIVIDAD EN CLASE EL HUMANISMO GRIEGO: Los sofistas y Sócrates 1. La Sofística 1.1. Origen, naturaleza y finalidad: El término “sofista” no tuvo en su origen un sentido peyorativo. Inicialmente sofista era sinónimo de “sabio” o experto en el saber. Es en Atenas donde la palabra adquiere el significado negativo que hasta hoy perdura. Desde Sócrates y, especialmente con Platón y Aristóteles, la sofística se convierte en una “sabiduría aparente” y con fines lucrativos. En general la sofística es considerada como un período en el cual la filosofía griega entró en decadencia, solamente hasta el presente siglo la sofística ha sido revalorada como un movimiento importante y necesario: “Los sofistas son un fenómeno tan necesario como Sócrates y Platón, más aun, éstos sin aquellos resultan del todo impensables” (W. Jaeger). La importancia fundamental de los sofistas está en que llevaron a cabo una verdadera revolución espiritual ya que desplazaron el eje de la reflexión filosófica desde la physis y el cosmos hasta el hombre y todo lo que comporta la vida del hombre. Se comprende entonces que los temas predominantes de la sofística fuesen la ética, la política, la retórica, el arte, la lengua, la religión, la educación, es decir, todo lo que hoy llamaríamos cultura del hombre. Se puede afirmar sin ningún temor, que gracias a los sofistas se inicia el período humanista de la filosofía antigua. Hay dos causas principales que propiciaron el surgimiento de la sofística: 1) El agotamiento de las posibilidades de la filosofía de la physis. Los filósofos de la naturaleza habían dado tantas y diversas soluciones que en muchos casos se contradecían al hablar del mundo y su origen, esto crea un ambiente de escepticismo y la búsqueda de nuevos problemas e intereses filosóficos. 2) Los fenómenos sociales, económicos y culturales que vivió Grecia durante el s. V a.C. La crisis de la aristocracia y el creciente poder del pueblo (democracia). El creciente mundo del comercio que los puso en contacto con otras culturas y formas de vida, otras leyes y principios morales; todo esto hizo que el hombre griego buscara la manera de abrirse espacio en este nuevo mundo de situaciones y sobre todo abrir espacios políticos. La educación tradicional, a base de música, rítmica y gimnástica, resultaba insuficiente para preparar a quienes deseaban intervenir en política. Se sentía la necesidad de una formación más amplia, acompañada de un dominio exacto del lenguaje y de la flexibilidad y agudeza dialéctica necesarias para derrotar al adversario. Los sofistas supieron responder a esta demanda del pueblo griego, así se explica el éxito que tuvieron sobre todo entre los jóvenes. La virtud (arete) que se consideraba propia de la aristocracia se entiende ahora como alcanzable por todos los hombres a través de la educación, por esto los sofistas fueron fundamentalmente educadores o pedagogos. La sofística se diferencia también de la filosofía precedente por su finalidad. Los naturalistas no buscaban finalidades prácticas sino la sola búsqueda y contemplación de la verdad, en cambio, los sofistas ocupándose del hombre se dirigen también al hombre, quieren un saber no teórico sino práctico, buscan una utilidad concreta: la educación de los hombres. El sofista deja de ser un filósofo tal y como hasta el momento se entendía, para convertirse en un educador. La filosofía no es más para ellos la búsqueda desinteresada de la verdad, sino que se convierte en una profesión, en un medio de vida. “El sofista es un educador ambulante que necesita de un sustento para vivir”. Los sofistas no constituyeron una escuela o bloque compacto, más bien fueron pensadores independientes. Después de los grandes sofistas, Protágoras y Gorgias, que fueron personajes respetados por su rectitud y ética, vienen los sofistas menores (Pródico, Hipias, Antifonte, Critias, etc.) que descuidan los contenidos por fijarse más en los métodos, convirtiendo la sofística en el arte estéril de “convencer con la palabra”, una retórica vacía con fines políticos. Estos últimos sofistas fueron los que le dieron el carácter negativo y peyorativo a todo el movimiento. 1.2. Protágoras: Natural de Abdera (484- 411 a.C.) Hizo varias visitas a Atenas. Es el más eminente de los sofistas. Platón lo llama “padre de la sofística”. Fue sutil gramático y brillante orador. En gramática se le atribuye haber iniciado el estudio científico y sistemático de la palabra distinguiendo los géneros masculino, femenino y neutro y las partes de la oración: sustantivo, adjetivo y verbo. En retórica distinguió las partes del discurso: exordio, preámbulo, disposición, exposición, discusión, refutación y conclusión. Enseñó durante cuarenta años, haciéndose muy rico con sus lecciones. Entre sus escritos se destacan, Sobre la verdad, Antilogías y Sobre los dioses que fue quemado en la plaza publica. Murió en su patria o en Sicilia, a los ochenta años de edad. El relativismo de la verdad: El punto de partida del pensamiento de Protágoras es el siguiente principio: “El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en aquello que son, y de las que no son en aquello que no son” (homo mensura). Por “medida” se entiende la norma de juicio, y por “todas las cosas” se entienden todos los hechos y experiencias. Mediante este principio Protágoras quería negar la existencia de un criterio absoluto que discrimine entre “ser” y “no ser”, entre verdadero y falso. El único criterio es el hombre, el hombre individual: “las cosas son para mí tal como se me aparecen, y son para ti tal como se te aparecen a ti”. Si se acepta este principio entonces nadie estaría en la falsedad, sino que todos estarían en la verdad (en su verdad: la verdad es relativa a cada individuo). El relativismo moral: Para Protágoras todo es relativo, no existe una verdad absoluta, ni existen valores morales absolutos (bienes absolutos). Sin embargo, existen cosas que son más útiles, más convenientes y por lo tanto más oportunas. El sabio es aquel que entre todas las cosas relativas conoce aquello que es más útil y conveniente y que sabe convencer a los demás para que también lo reconozcan y lo pongan en práctica. El bien y el mal son respectivamente lo útil y lo perjudicial; lo mejor y lo peor son lo más útil y lo más perjudicial (utilitarismo). Método (la antilogía): Del relativismo de Protágoras se comprende que su enseñanza se centrara en el arte de las “antilogías”, es decir, saber encontrar para cada tema determinado, las posibles razones a favor y en contra, y hacer que entre ellas prevalezca el argumento más débil. Aunque la vida de Protágoras fue recta y fue respetado por su integridad moral heredada de los filósofos anteriores, es evidente que su doctrina relativista y escéptica, sin criterios permanentes, no puede desembocar sino en una doctrina amoral, o mejor inmoral, ya que no hay ningún criterio para juzgar el bien y el mal sino la utilidad, pero ¿con fundamento en qué se mide la utilidad o conveniencia de algo?. Por otra parte, al menos en teoría (ya que en su vida rindió culto a los dioses de la ciudad), la doctrina de Protágoras es teológicamente agnóstica: “De los dioses no tengo la posibilidad de afirmar ni que existan, ni que no existan”. 1.3. Gorgias: La virtud enseñada por Protágoras consistía exactamente en la habilidad de hacer prevalecer cualquier punto de vista sobre su contrario sin importar el contenido. Esto le trajo gran éxito entre los jóvenes que aspiraban a la vida política. Nació en Leontini (Sicilia) alrededor del 485 a.C. Fue enviado a Atenas como embajador en 427 para solicitar ayuda contra los siracusanos, dejando a los atenienses admirados por su elocuencia. Fue tal vez el orador más brillante entre los sofistas. Profesaba una confianza ilimitada en el poder de la palabra y subordinaba todas al artes a la de persuadir. “La palabra es una gran dominadora, que con un cuerpo pequeñísimo e invisible realiza obras divinísimas”. “El sofista hace discursos, como el médico medicinas”. Entre sus obras se encuentran Sobre el no-Ser o sobre la Naturaleza, Epitafio, Olímpico, Arte Retórica, Elogio a la ciudad de Elea. Murió en Larisa (Tesalia), a los ciento nueve años. impensable. Gorgias afirma que hay muchas cosas pensadas que no existen (V.gr. se puede pensar en niños que corren sobre el mar). Existe pues divorcio o ruptura entre ser y pensamiento. 3. En el supuesto de que el ser fuese pensable, resultaría inexpresable. La palabra no puede comunicar con valor nada distinto de sí misma. “Al igual que la vista no conoce los sonidos, tampoco el oído oye los colores, sino los sonidos, así quien habla dice palabras, pero no dice ni un color, ni una experiencia”. El nihilismo: Mientras que Protágoras parte del relativismo y edifica sobre él el método de la antilogía, Gorgias parte del nihilismo (nihil = nada) y sobre él construye su retórica. Gorgias parte de tres tesis: 1. No existe el Ser, nada existe: Los filósofos que han hablado del ser lo han definido en conceptos que se contradicen y se anulan mutuamente, con lo que el ser no podrá ser ni uno, ni múltiple, ni eterno, ni generado, y por lo tanto no será nada. 2. En el supuesto de que el ser existiese, no podría ser cognoscible, Para sostener esta tesis Gorgias quiso quitarle solidez al principio de Parménides según el cual “ser y pensamiento son lo mismo” y que el no-ser es La retórica: Como se puede apreciar, Gorgias con su nihilismo es totalmente opuesto al pensamiento de los eléatas sobre el “Ser”, y no solamente desvincula el “Ser” del pensamiento, sino también las palabras de la realidad. De este modo la “palabra” se hace autónoma, independiente, sin ningún vínculo ontológico (el ser no existe) ni gnoseológico (la verdad no existe). La palabra está al servicio del hombre para que la utilice con el fin que quiera destinarla. Por eso Gorgias pone el acento en la retórica, en el dominio de la palabra, ésta, si no puede dar a conocer una verdad inexistente, sí puede persuadir y convencer. todavía en los valores éticos tradicionales; sus discípulos, más coherentes con los principios de su maestro, se servirán de la misma retórica para oponerse a tales valores y defender sus propios intereses de orden político. Ética de situación: Al estar la razón del hombre desvinculada del “Ser” y la “verdad”, Gorgias afirma que la función de la razón es iluminar los hechos, las circunstancias o situaciones de la vida de los hombres y de las ciudades. La razón debe hacer un análisis de la situación y debe decidir lo que se debe y no se debe hacer. Gorgias es así uno de los primeros representantes de la ética de situación: los deberes varían según el momento, la edad o la característica social. Una misma acción puede ser buena o mala según quien la realiza. Las circunstancias políticas de Atenas en el s.V a.C. permitieron que la retórica pasara por su utilidad a un primer plano como el instrumento para dominar y triunfar políticamente, en este sentido fue utilizada más que por Gorgias, por sus discípulos. Gorgias sin ningún fundamento ontológico o gnoseológico, cree 1.9. Conclusiones Sofística: sobre la Las principales conclusiones que podemos sacar de todo el movimiento sofista son las siguientes: 1) Como ya se ha señalado, el mérito principal de los sofistas fue el haber desplazado la reflexión filosófica desde el cosmos hasta el hombre. 2) Los sofistas abrieron camino a la filosofía moral, aunque no supieron alcanzar los fundamentos últimos ya que no determinaron la naturaleza del hombre en cuanto tal. Eso será ya tarea de Sócrates. 3) La concepción de lo divino: los naturalistas habían criticado el antropomorfismo de los griegos y habían identificado la divinidad con el “arjé”. Los sofistas también critican a los dioses “oficiales”, pero también rechazan la búsqueda de un “principio divino”, y por lo tanto avanzaron hacia la negación de lo divino. Protágoras se mostró agnóstico. Gorgias con su nihilismo negaba lógicamente la divinidad como el “Ser”; Pródico interpretó a los dioses como una personificación de lo “útil”; Critias afirmó que los dioses eran invenciones de los políticos; en fin, después de todas estas críticas, para pensar en lo divino había que hacerlo ubicando la -divinidad- en una esfera más elevada. 4) El concepto de “verdad”: es aquí donde la sofística fue más demoledora. Los naturalistas habían identificado la verdad con el logos, la verdad se obtenía por la razón, y se despreciaba la función cognoscitiva de los sentidos. Protágoras entiende el logos como contradicción, como antilogía, y Gorgias lo entiende como palabra mágica que convence (retórica). Con los sofistas el pensamiento y la palabra pierden su objeto y su regla que son el Ser y la Verdad. Si no hay “Ser” y no hay “verdad”, entonces para qué Logos, para qué pensamiento? 5) Pensamiento sobre el hombre: Los sofistas destruyeron la concepción que tenían tradicionalmente los griegos sobre el hombre, fundada en la poesía y el naturalismo prefilosófico, pero no supieron construir o encontrar una nueva concepción del hombre. Este fue el punto débil de toda la sofística. Exaltaron al hombre, se centraron en el hombre y lo pusieron como medida y criterio de todo (Protágoras) pero, ¿cuál hombre?, ¿qué es el hombre?. Los sofistas no respondieron este interrogante. Será Sócrates quien sirviéndose de la herencia espiritual de todos los filósofos anteriores (naturalistas y sofistas) establezca bases mucho más sólidas para comprender la naturaleza humana y avanzar por el camino que abrieron los sofistas. 2. SÓCRATES 2.1. Vida y fuentes de su pensamiento: S ócrates nació en Atenas en el 470 y murió en el 399 a.C. condenado a muerte por impiedad (acusado de no creer en los dioses de la ciudad y de corromper a los jóvenes, pero tras estas acusaciones se movían intereses políticos y resentimientos personales). Hijo de un escultor y de una comadrona. No fundó ninguna escuela, sino que enseñó en lugares públicos (gimnasios y plazas) como un predicador laico, ejerciendo gran fascinación no sólo entre los jóvenes sino entre hombres de todas las edades, esto le ganó notables aversiones y enemistades. En la vida de Sócrates hay que distinguir dos períodos. Primero fue discípulo de Arquelao (un físico ecléctico) y con él conoció las doctrinas de los naturalistas, luego tuvo contacto con los sofistas y se planteó sus mismos problemas, aunque en abierta polémica con las soluciones que proponían los sofistas mayores. Sócrates no escribió nada ya que consideraba que su mensaje debía comunicarse a través de la palabra viva, a través del diálogo. Sus discípulos pusieron por escrito una serie de doctrinas que se le atribuyen pero es difícil precisar en sí cuál es la auténtica doctrina socrática. La misma personalidad de Sócrates es difícil de establecer: el testimonio más antiguo es del comediógrafo Aristófanes que en su obra Las nubes presenta a Sócrates como un sofista más, quizás el peor de todos. El segundo testimonio es el de Platón quien lo pone como protagonista de casi todos sus diálogos, sin embargo, el testimonio de Platón es reservado ya que ensalza la figura de su maestro y pone en sus labios casi toda su propia doctrina. La tercera fuente para conocer a Sócrates son la Dichos memorables de Sócrates escritos por Jenofonte, pero lo presenta muy reducido y superficial. Aristóteles cita pocas veces a Sócrates, en realidad él no fue contemporáneo suyo. Por último están los llamados “socráticos menores” que fundaron algunas escuelas pero su testimonio de la doctrina del maestro es parcial y distorsionado. En estas condiciones se comprende que es difícil reconstruir la doctrina auténtica de Sócrates, pero con la confrontación de todos estos testimonios se ha hecho el esfuerzo por precisar lo que originariamente pueda ser el pensamiento socrático que se considera como una verdadera revolución espiritual en occidente. 2.2. El alma: esencia del hombre Después de un lapso dedicado a escuchar la enseñanza de los últimos naturalistas, pero sin hallarse satisfecho con sus doctrinas, Sócrates centró definitivamente su interés en la problemática del hombre. Si los naturalistas buscaban responder el interrogante ¿qué es la naturaleza y cuál es la realidad última de las cosas?, Sócrates tratará de responder al siguiente problema: ¿cuál es la naturaleza y la realidad última del hombre? ¿Cuál es la esencia del hombre? La respuesta que encuentra Sócrates al problema planteado es precisa e inequívoca: el hombre es su alma, es decir, el alma es aquello que distingue al hombre específicamente de cualquier otra cosa. Sócrates entiende por alma (psyché) nuestra razón, el logos, la sede de nuestra actividad pensante y ética. Dicho de otra manera, el alma para Sócrates es el YO consciente, la conciencia y la personalidad intelectual y moral. Es evidente, que si el alma es la esencia del hombre, cuidar de sí mismo significa cuidar no el propio cuerpo sino la propia alma. Enseñar a los hombres el cuidado de su propia alma es la tarea suprema del educador y fue esta precisamente la tarea que se propuso Sócrates; su único interés fue enseñar a los hombres a conocerse, a descubrir el puesto privilegiado que en ellos tiene el alma y, en consecuencia, a cuidarla. Uno de los razonamientos utilizados por Sócrates para hablar del Alma como esencia del hombre es el siguiente: uno es el instrumento del cual nos valemos y otro es el sujeto que se vale de dicho instrumento. Ahora bien, el hombre se vale del propio cuerpo como de un instrumento, lo cual significa que son cosas distintas el sujeto -que es el hombre- y el instrumento que es el cuerpo. A la pregunta ¿qué es el hombre? No se podrá responder que es su cuerpo, sino que es aquello que se sirve del cuerpo, la psyché, el alma, la inteligencia. La conclusión es evidente e inevitable: nos ordena conocer el alma aquél que nos advierte: “conócete a ti mismo”. Esta inscripción se encontraba también en el Templo griego de Delfos 2.3. El método socrático: En el método socrático su concepto del hombre y la prioridad del alma tienen un lugar importante. A diferencia de los sofistas que pretendían enseñar con largos discursos y retórica, Sócrates pretende llegar al alma de sus discípulos y lo hace mediante el diálogo, sirviéndose de preguntas y respuestas en una búsqueda común de la verdad. En la búsqueda de la verdadera sabiduría Sócrates parte precisamente del no saber, una ignorancia que en primer lugar pretende mostrar la vaciedad de quienes se consideran sabios (especialmente los sofistas) y, por otro lado, con el “sólo sé que nada sé”, pretende Sócrates poner de manifiesto su convicción de que toda sabiduría humana -también la suyano es nada en comparación con el saber divino. La ironía es una de las notas más características del método socrático, con ella desenmascaraba la aparente sabiduría de sus interlocutores y luego con la mayéutica, ayudaba a salir a la luz las verdades que encierra el alma. Al igual que la mujer cuando está embarazada necesita de una comadrona para dar a luz, también el discípulo que tiene el alma encinta por la verdad, necesita de una especie de comadrona espiritual que ayude a que la verdad salga a la luz, en esto consiste la mayéutica socrática: “el alma sólo puede alcanzar la verdad si está preñada de ella”. 2.6. Conclusiones sobre Sócrates: La filosofía de Sócrates aporta ciertamente gran cantidad de conceptos, hallazgos y novedades al pensamiento griego, pero deja abiertos una serie de problemas, he aquí algunos: El razonamiento acerca del alma como esencia del hombre, muestra su obra o función en el hombre (se sirve del cuerpo y es por ella que somos buenos o malos), pero se exige una profundización en la naturaleza misma del alma, ¿qué es el alma? ¿En qué se diferencia ontológicamente del cuerpo? Con respecto a Dios hay un problema análogo. Sócrates purifica a Dios de los antropomorfismos y de los elementos físicos que le habían dado los primeros filósofos, pero, ¿qué es Dios? ¿Qué es la inteligencia divina? ¿En qué se distingue de los elementos físicos? Respecto del intelectualismo ético es claro que el excesivo racionalismo “es imposible conocer el bien y no obrarlo”, deja por fuera el campo de la voluntad en la esfera moral. El pecado es sólo fruto de la ignorancia o un error de cálculo: creyendo obrar el bien se obra el mal pero de una manera involuntaria. Así se entiende la libertad como autodominio. Solamente con el pensamiento cristiano se atenderá a la “voluntad” como esencial a la libertad y, por lo tanto, al acto verdaderamente humano y por lo tanto moral Otro problema es el referente al método socrático. El logos socrático no está en condiciones de lograr que todas las almas den a luz la verdad, sino sólo aquellas que están encintas. Es decir, que el logos socrático (y el sistema dialogal maestro-discípulo) no puede producir la verdad y ni siquiera logra que se la reconozca y que se viva de acuerdo con esa verdad. Por otra parte, ¿quién fecunda el alma? ¿Quien la deja preñada? Sócrates no se planteó esta pregunta ni habría podido responder a ella. ______________________ SÉPTIMO GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL SAN AGUSTÍN DE HIPONA SANTO TOMÁS DE AQUINO DEL LIBRO DE LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA EXTRAER UN RESUMEN DEL TEXTO; SUBRAYAR LO PRINCIPAL OCTAVO EL EMPIRISMO Hobbes, Locke, Berkeley, Hume En general se puede considerar el empirismo como la filosofía de la experiencia; son aquellas corrientes filosóficas que consideran la experiencia sensible o fáctica como la única fuente del conocimiento. Suelen considerarse dos aspectos del empirismo: 1) Todo conocimiento deriva de los sentidos, la experiencia de los sentidos. A esto se le llama empirismo psicológico o “genético” 2) Se sostiene que todo conocimiento debe ser justificado recurriendo a los sentidos. El conocimiento verdadero debe estar “testificado” por los sentidos (empirismo epistemológico). En el ambiente de la filosofía moderna se considera el empirismo como opuesto al racionalismo (experiencia - Innatismo). De todas maneras ambas corrientes epistemológicas nacen como deseo de dar un nuevo fundamento a la filosofía haciendo de ella una ciencia en sentido estricto según el modelo de las ciencias exactas; para ello había de encontrarse un punto de partida inmediato y seguro. El racionalismo como vimos, arranca de la inmanencia del pensamiento puro, rebajando el papel de la experiencia. De ésta, en cambio, parte el empirismo, si bien la reduce a la mera impresión sensible; con lo cual rebaja la idea y pensamiento de la razón hasta el punto de diluir la realidad en un complejo de fenómenos o manifestaciones sensibles (Hume). En líneas generales se puede decir que para los empiristas la mente es como una especie de receptáculo, en el cual se imprimen las “huellas” o “impresiones” que proceden del mundo externo. Los empiristas tienen la tendencia a proporcionar una explicación genética del conocimiento utilizando términos como: sensación, impresión, idea, etc., en un sentido casi exclusivamente psicológico. La patria del pensamiento empírico es Inglaterra. Ya en el siglo XIII el franciscano inglés Roger Bacón (Cfr. Historia de la Filosofía Medieval pag. 36: Escuela de Oxford) había buscado una scientia experimentalis y había reconocido la importancia de la matemática para la física. Más tarde, en la escolástica tardía Guillermo de Ockam sería el fundador del nominalismo, que preparó el terreno al empirismo que prevaleció en Oxford ya desde el siglo XV. El empirismo inglés de los siglos XVII y XVIII tuvo como precusores a Francis Bacon (Cfr. Historia de la Filosofía Medieval pag. 49: Renacimiento y ciencia) y Thomas Hobbes, sus representantes más destacados son John Locke, George Berkeley y, sobre todo David Hume. Investiga en Internet la vida, obras y pensamiento de los siguientes filósofos empiristas. 2. subraya o resalta con la herramienta de Word lo más importante de cada filósofo. Acuda al siguiente enlace para profundizar aún más sobre el empirismo: 1. Thomas Hobbes 1588 – 1679 2. John Locke 1632 - 1704 3. George Berkeley 1685 – 1753 4. David Hume 1711 – 1776 https://filosofiacolinpb.wordpress.com/octavo/8-segundo-periodo/ 3. Extrae las conclusiones a la luz de la información disponible. NOVENO