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LA POESÍA ESPAÑOLA DEL FIN DE SIGLO. RUBÉN DARÍO Y ANTONIO MACHADO Las tres figuras fundamentales de la lírica en castellano en el cambio de siglo son Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez (de una generación posterior, la del 14, o Novecentismo). Estos tres poetas, que reciben la herencia de G. A. Bécquer y el influjo del simbolismo francés, crearán sin embargo una poesía original que inaugurará caminos por los que discurrirá la mejor poesía española del siglo XX. 1. RUBÉN DARÍO Este poeta nicaragüense es el máximo representante de la lírica modernista en lengua española. Sus principales libros son: Azul (1888), Prosas profanas (1896) y Cantos de vida y esperanza (1905). Su poesía se abre con Azul (1888), libro que incluye breves cuentos y poemas. El lenguaje es muy cuidado, hay prosa poética, símbolos e imágenes sorprendentes. Se notan las influencias del simbolismo, del parnasianismo y del romanticismo, pero Darío no imita a nadie, es un arte nuevo: el modernismo. Los temas tratados son: o Deseo de evasión de la realidad (por ej. en el soneto “Caupolicán”, sobre un héroe precolombino). o La búsqueda del ideal y de la poesía misma ( a través del símbolo del azul ) o Erotismo. Es el tema fundamental de la poesía de Darío. El encuentro erótico se recrea en algunas de las composiciones de Azul y se concibe como una manera de trascender el tiempo y lo terrenal. Por ej. en “Primaveral” o en “Estival”. o Sacralización de la naturaleza. La naturaleza se considera un lugar sagrado donde se produce el encuentro amoroso. En 1896 aparece Prosas profanas, que supone la culminación del modernismo esteticista, evasivo y cosmopolita. Su verso es muy musical y apela a los sentidos (poesía “sensitiva”). Los temas son: el erotismo, el escapismo o evasión (“Sonatina”), la Francia del XVIII (“Era un aire suave”), la mitología clásica… Cantos de vida y esperanza (1905) es su libro más profundo, maduro y complejo. Supone un cambio en la trayectoria poética del autor. El abandono del escapismo o evasión anterior se concreta en dos puntos: o La reflexión existencial. Se ve el desengaño y melancolía por el paso del tiempo. Y la angustia ante la muerte y ante la imposibilidad de encontrar un sentido a la vida: “ ¡y no saber adónde vamos,/ ni de dónde venimos!... “(Poema “Lo fatal”). o La reivindicación de lo español. Darío reivindica la cultura española frente al materialismo y mercantilismo del mundo anglosajón (vínculo entre Mod. Y 98). 2. ANTONIO MACHADO 2.1. Vida Sevilla Antonio Machado (1875-1939) nació en Sevilla, en el seno de una familia ilustrada de convicciones republicanas. Madrid Pronto la familia se traslada a Madrid. Allí, Antonio y su hermano, Manuel ingresan en la Institución Libre de Enseñanza (ILE), un proyecto pedagógico laico que sintoniza con el afán regeneracionista de los intelectuales del momento. En 1900 viaja a París donde comenzará a leer a los poetas simbolistas franceses (sobre todo a Paul Verlaine). A su regreso, conoce a Rubén Darío y publica su primer libro, Soledades (1903). Soria En 1907, Machado obtiene una plaza de profesor de francés en un instituto de Soria. Allí escribe los primeros poemas de Campos de Castilla (1912). En 1909 se casa con Leonor Izquierdo, hija de los dueños de la pensión donde se aloja. Tras dos años de felicidad, Leonor enferma y, un año después muere (1912). Baeza Machado pide entonces traslado a Baeza, donde escribe algunos poemas que expresan su soledad y abatimiento por la muerte de su esposa (“Allá en las tierras altas…”). El conocimiento de las desigualdades sociales en Andalucía y la incultura de las clases desfavorecidas, acentúa su preocupación por la regeneración de España e inicia una evolución ideológica desde el Liberalismo reformista anterior a posturas ligadas al Socialismo. Segovia Durante la década de los 30, Machado ejerce en Segovia. Viaja mucho a Madrid y estrena varias obras de teatro en colaboración con su hermano, Manuel. En 1928 se enamora de la poetisa Pilar Valderrama, mujer casada que no aceptó los requerimientos del poeta y que dará lugar a las “Canciones a Guiomar”. La guerra, el exilio, la muerte En 1932 consigue plaza en Madrid. Tras el estallido de la Guerra Civil (1936-1939), Machado se compromete con la República, hecho que pone en riesgo su vida. Decide huir del país exiliándose en Francia, acompañado de su madre y su hermano José. Tras cruzar la frontera en penosas condiciones muere en Colliure (1939). En un bolsillo de su abrigo se encontró un trozo de papel con el que fue tal vez su último verso. “Estos días azules y este sol de la infancia”. 2.2. Obra Primer ciclo poético: Soledades, galerías y otros poemas (1917). -Son los años del magisterio de Rubén Darío, pero el modernismo de Machado es intimista y romántico, próximo a Bécquer y Rosalía de Castro, de los que se sentirá influido. -El protagonista de su poesía es el “yo” y los temas son los “universales del sentimiento”: la angustia por el paso del tiempo, la soledad, la búsqueda de Dios, la nostalgia de la infancia, el amor perdido… -En cuanto a los rasgos de su estilo, destaca el uso de símbolos. Los elementos del paisaje se cargan de valor simbólico para expresar el estado de ánimo del “yo” poético. Ejemplos de símbolos son: la tarde(melancolía, presentimiento de la muerte); la fuente o la noria (las ilusiones y esperanzas o la monotonía de la existencia); el camino o el río (la vida el paso del tiempo); las galerías (caminos hacia su mundo interior, los sueños o los recuerdos…) Segundo ciclo: Campos de Castilla (1912). -Machado entra de lleno en el espíritu del 98, aligerando el estilo modernista. -El tema fundamental es el paisaje castellano, no solo como proyección de su estado de ánimo, sino como expresión de la realidad de España (pobreza, analfabetismo, corrupción... frente al glorioso pasado de la Castilla del Cid). El protagonista es el “tú” (el paisaje castellano), aunque también aparecen los temas anteriores y los poemas cuyo tema es la enfermedad, la muerte o la evocación de la esposa muerta. Por último, poemas de carácter filosófico (“Proverbios y cantares”) y poemas críticos donde el poeta muestra su repulsa hacia el presente de España y su confianza en una España nueva y vigorosa. Nuevas Canciones (1924). Últimos poemas y prosa filosófica. -En este libro el protagonista es el “nosotros”: el pueblo trabajador con el que el poeta se siente unido. Son poemas breves en los que aparece el paisaje de Baeza. Los más conocidos son los “Proverbios y Cantares”, sentencias, pensamientos de tipo filosófico (“Hoy es siempre todavía”) - A partir de 1925 su producción poética es escasa. Destacan sus Poesías de la guerra, entre las que destaca su elegía a Lorca (“El crimen fue en Granada”) y “Canciones a Guiomar”, su último amor. -En estos años el poeta va a escribir sobre todo prosa de tipo filosófica. Machado considera que la identidad individual es multiforme e inaprehensible y por ello se desdobla en diversos escritores ficticios a los que atribuye sus textos. Así por ej., Juan de Mairena, es el pseudónimo con el que Machado firma sus colaboraciones en prensa, agrupadas en el volumen titulado Juan de Mairena (1936). En este libro encontramos variadas reflexiones filosóficas, estéticas y literarias, pero podemos encontrar dos hilos conductores: El escepticismo, la imposibilidad de conocer la verdad absoluta o conclusión definitiva acerca de la realidad El ser humano vive encerrado en su propio yo, pero necesita salir de sí mismo y unirse a los demás. I) Yo voy soñando caminos de la tarde. ¡Las colinas doradas, los verdes pinos, las polvorientas encinas!... ¿Adónde el camino irá? Yo voy cantando, viajero a lo largo del sendero... - la tarde cayendo está - II) Es una tarde cenicienta y mustia, destartalada, como el alma mía; y es esta vieja angustia que habita mi usual hipocondría. La causa de esta angustia no consigo ni vagamente comprender siquiera; pero recuerdo y, recordando, digo: -Sí, yo era niño, y tú, mi compañera. "En el corazón tenía la espina de una pasión; logré arrancármela un día: ya no siento el corazón." Y no es verdad, dolor, yo te conozco, tu eres la nostalgia de la vida buena y soledad de corazón sombrío, de barco sin naufragio y sin estrella. Y todo el campo un momento se queda, mudo y sombrío, meditando. Suena el viento en los álamos del río. Como perro olvidado que no tiene huella ni olfato y yerra por los caminos sin camino, como el niño que en la noche de una fiesta La tarde más se oscurece; y el camino que serpea y débilmente blanquea, se enturbia y desaparece. se pierde entre el gentío y el aire polvoriento y las candelas chispeantes, atónito y asombra su corazón de música y de pena, Mi cantar vuelve a plañir: "Aguda espina dorada, quién te pudiera sentir en el corazón clavada." así voy yo, borracho melancólico guitarrista lunático, poeta, y pobre hombre en sueños, siempre buscando a Dios entre la niebla. (Soledades, galerías y otros poemas) III) Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que una fontana fluía dentro de mi corazón. Di, ¿por qué acequia escondida, agua, vienes hasta mí, manantial de nueva vida de donde nunca bebí? Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que una colmena tenía dentro de mi corazón; y las doradas abejas iban fabricando en él, con las amarguras viejas blanca cera y dulce miel. (Soledades, galerías y otros poemas) Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que un ardiente sol lucía dentro de mi corazón. Era ardiente porque daba calores de rojo hogar, y era sol porque alumbraba y porque hacía llorar. Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que era Dios lo que tenía dentro de mi corazón. (Soledades, galerías y otros poemas) IV) Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo, algunas hojas verdes le han salido. . ¡El olmo centenario en la colina...¡ Un musgo amarillento le lame la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento. . Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador, y el carpintero te convierta en melena de campana, lanza de carro o yugo de carretera; antes que rojo en el hogar, mañana, ardas de alguna mísera caseta. . Antes que el río hasta la mar te empuje por valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida. Mi corazón espera también hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera. (Campos de Castilla) V) ¡Colinas plateadas, grises alcores, cárdenas roquedas por donde traza el Duero su curva de ballesta en torno a Soria, oscuros encinares, ariscos pedregales, calvas sierras, caminos blancos y álamos del río, tardes de Soria, mística y guerrera, hoy siento por vosotros, en el fondo del corazón, tristeza, tristeza que es amor! ¡Campos de Soria donde parece que las rocas sueñan, conmigo vais! ¡Colinas plateadas, grises alcores, cárdenas roquedas!... (Campos de Castila) VI) PROVERBIOS Y CANTARES XXI Ayer soñé que veía a Dios y que a Dios hablaba; y soñé que Dios me oía... Después soñé que soñaba. XXIII No extrañéis, dulces amigos, que esté mi frente arrugada. Yo vivo en paz con los hombres y en guerra con mis entrañas. XXVIII Todo hombre tiene dos batallas que pelear. En sueños lucha con Dios; y despierto, con el mar. XXIX Caminante, son tus huellas el camino, y nada más; caminante, no hay camino: se hace camino al andar. Al andar se hace camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar. L —Nuestro español bosteza. ¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío? Doctor, ¿tendrá el estómago vacío? —El vacío es más bien en la cabeza. LIII Ya hay un español que quiere vivir y a vivir empieza, entre una España que muere y otra España que bosteza. Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón. XLIV Todo pasa y todo queda; pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar. XLVI Anoche soñé que oía a Dios gritándome: ¡Alerta! Luego era Dios quien dormía, y yo gritaba: ¡Despierta! VII) Estos días azules y este sol de la infancia ( Este es el último verso que Machado escribió, y que se le encontró en el bolsillo de su pantalón a la hora de la muerte ) 3. OTROS POETAS En la órbita el modernismo literario se sitúa la obra de diversos poetas españoles: Salvador Rueda,, Francisco Villaespesa, Manuel Machado o Ramón M. del Valle-Inclán. Mención aparte merece el poeta modernista catalán Joan Maragall. 3.1. MANUEL MACHADO Mantuvo una estrecha relación con su hermano Manuel, con quien escribió obras teatrales en colaboración. La guerra civil lo sorprendió en zona donde había triunfado el golpe de Estado. Aunque años atrás había abominado tanto del fascismo como del comunismo, se adhirió al bando franquista. En la obra lírica de Manuel Machado se alternan dos vertientes poéticas: el modernismo y el andalucismo. Su libro más importante es Alma, donde se aprecia la influencia de Darío y el parnasianismo francés. 3.2. VALLE-INCLÁN Su poesía modernista se agrupa en los siguientes libros: -Aromas de leyenda. Poemas ambientados en una Galicia arcaica, religiosa y rural. Por contraste hay un rechazo del mundo contemporáneo. - La pipa de Kif. Poemario en el que vemos ejemplos de deformación grotesca propio del esperpento, su aportación fundamental para la historia del teatro español.