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LA POESÍA ESPAÑOLA DE
PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
Modernismo, 98 y
Generación del 27
Eduardo Bonilla Hidalgo
La poesía modernista 1/2
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

Modernismo:
movimiento artístico
rupturista con la estética
y el espíritu utilitario de la
época, que busca la
belleza y la evasión de la
vida real.
En Hispanoamérica:
Rubén Darío.
En España: Manuel
Machado, Juan Ramón
Jiménez.
La poesía modernista 2/2
Características.


Los poetas modernistas estuvieron
influidos por dos movimientos
franceses:
 El Parnasianismo, que
representa el culto por la
perfección formal.
 El Simbolismo o el arte de
sugerir ideas y sentimientos por
medio de símbolos, apoyado en
un lenguaje de efectos musicales.
Los modernistas buscan la armonía, la
perfección y la belleza a través de un
lenguaje dirigido a los sentidos: la
vista, el oído, el tacto …
Rubén Darío
(Metapa, Nicaragua, 1867 - León, Nicaragua, 1916)
La princesa está triste… ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso olvidada se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, pirueta el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente,
la libélula vaga de una vaga ilusión. (…)
Prosas profanas y otros poemas.
Juan Ramón Jiménez
(Moguer, Huelva, 1881 - Puerto Rico, 1958)
CREPÚSCULO
El poniente me invade con sus flores
melancólicas de oro, mientras canta
el ruiseñor de todos mis amores
frente al llanto sin fin de mi garganta.
Yo, al ver este oro entre el pinar sombrío,
me he acordado de mí tan dulcemente,
que era más dulce el pensamiento mío
que toda la dulzura del poniente.
¡Oh dulzura de oro!, ¡oh campo verde,
corazón con esquilas, humo en calma!,
no hay en la vida nada que recuerde
estos dulces ocasos de mi alma.
Las hojas verdes
¡AMOR!
Todas las rosas son la misma rosa,
¡amor!, la única rosa;
y todo queda contenido en ella,
Breve imajen del mundo,
¡amor!, la única rosa.
Poesía
La poesía del 98

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Pronto los poetas se despegan del
Modernismo y se inclinan por una
mayor sencillez de la expresión y
un mayor intimismo.
Los poetas del 98 se muestran
tristes y ensimismados, mirando
siempre hacia su interior. Su
paisaje es el austero panorama de
Castilla.
Antonio Machado
Antonio Machado
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Es el principal poeta de la Generación del
98.
Nació en Sevilla en 1875 y murió en
Colliure (Francia) en 1939.
Pronto se trasladó a Madrid, donde
estudió en la Institución Libre de
Enseñanza.
A los 32 años se trasladó a Soria como
profesor de instituto (de francés), y allí se
casó con Leonor.
Ésta muere poco después a los 18 años y
Machado se traslada a Baeza.
Más tarde se marcha a Segovia y de nuevo
a Madrid.
Durante la Guerra Civil apoyó a la
República, por lo que tuvo que huir a
Francia, donde murió.
Antonio Machado
Sus principales obras son:
Poesía
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Soledades, galerías y otros poemas
(1907).
Campos de Castilla (1912-1917).
Proverbios y cantares (1907-1917).
Prosa
•
Juan de Mairena (1936).
XI
Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas! …
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero …
-La tarde cayendo está-.
En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
ya no siento el corazón.
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada.
Soledades, galerías y otros poemas
Campos de Soria
¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas
por donde traza el Duero
su cruva de ballesta
en torno a Soria, oscuros encinares,
ariscos pedregales, calvas sierras,
caminos blancos y álamos del río,
tardes de Soria, mística y guerrera,
hoy siento por vosotros, en el fondo
del corazón, tristeza,
tristeza que es amor! ¡Campos de Soria
donde parece que las rocas sueñan,
conmigo vais! ¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas!
Campos de Castilla
A un olmo seco
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
…
…
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
Campos de Castilla
XXIX
Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.
Proverbios y Cantares
La poesía de la Generación del 27
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El Grupo poético del 27 está formado
por poetas que buscan nuevos cauces
de expresión.
El nombre les viene por coincidir el
año 1927 con la celebración del
centenario de Góngora, poeta
admirado por el grupo.
Todos reciben también la influencia de
Juan Ramón Jiménez y de las
Vanguardias (sobre todo del
surrealismo).
Buscan impresionar al lector con
palabras que sugieren y evocan
sentimientos.
Posteriormente, ante los
acontecimientos históricos, los poetas
adquieren un fuerte compromiso
social.
Los poetas del 27
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Rafael Alberti.
Vicente Aleixandre.
Dámaso Alonso.
Manuel Altolaguirre.
Luis Cernuda.
Gerardo Diego.
Federico García Lorca.
Jorge Guillén.
Emilio Prados.
Pedro Salinas.
Federico García Lorca
(Fuentevaqueros, Granada, 1898 – Víznar, Granada, 1936)
•
Nació en una familia acomodada que le
permitió desarrollar la temprana vocación
literaria que le llevó a cultivar con gran
éxito la poesía y el teatro.
•
Dentro de su obra poética se pueden
destacar: Libro de poemas (1921),
Canciones (1927), Primer Romancero
gitano (1928), Poema del cante jondo
(1931), Llanto por Ignacio Sánchez Mejías
(1935) y Poeta en Nueva York, publicado
póstumo.
•
Como autor teatral destacan: Mariana
Pineda (1927), Bodas de sangre (1933),
Yerma (1934), Doña Rosita la soltera
(1936) y La casa de Bernarda Alba (1936).
Romance de la luna, luna
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna.
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.
…
…
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
¡ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.
Romancero gitano
CIUDAD SIN SUEÑO
(Nocturno del Brooklyn Bridge)
No duerme nadie por el cielo.
Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Las criaturas de la luna
huelen y rondan las cabañas.
Vendrán las iguanas vivas
a morder a los hombres que no sueñan
encontrará por las esquinas
al increíble cocodrilo quieto
bajo la tierna protesta de los astros.
No duerme nadie por el mundo.
Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Hay un muerto en el cementerio más lejano
que se queja tres años
porque tiene un paisaje seco en la rodilla
y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto
que hubo necesidad de llamar a los perros para
[que callase. (…)
Poeta en Nueva York
LLANTO POR IGNACIO SÁNCHEZ MEJÍAS
La cogida y la muerte
A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.
El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde. (…)
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde,
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en punto de la tarde.
Luis Cernuda
(Sevilla, 1902 – México, 1963)
•
Discípulo de Pedro Salinas en la
Universidad de Sevilla, donde estudió
Derecho, pasó después a Madrid, en 1928.
•
Parte de la poesía clásica, recoge la
influencia del surrealismo y evoluciona
hacia una poesía coloquial, reflexiva y
moral. Marchó al exilio en 1938.
•
Reúne todos sus libros de poesía
publicados a lo largo de los años en un
solo volumen titulado La realidad y el
deseo, 1936.
•
También escribió obras en prosa, tanto
poética (Ocnos) como de crítica literaria.
I
Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece
[el tormento.
Allá donde termine este afán que exige un
[dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.
Donde habite el olvido
PREGUNTA VIEJA,VIEJA RESPUESTA
¿Adónde va el amor cuando se olvida?
No aquel a quien hicieras la pregunta
Es quien hoy te responde.
Es otro, al que unos años más de vida
Le dieron la ocasión, que no tuviste,
De hallar una respuesta.
Los juguetes del niño que ya es hombre,
¿Adónde fueron, di? Tú lo sabías,
Bien pudiste saberlo.
Nada queda de ellos: sus ruinas
Informes e incoloras, entre el polvo,
El tiempo se ha llevado.
El hombre que envejece, halla en su mente,
En su deseo, vacíos, sin encanto,
Dónde van los amores.
Mas si muere el amor, no queda libre
El hombre del amor: queda su sombra,
Queda en pie la lujuria.
¿Adónde va el amor cuando se olvida?
No aquel a quien hicieras la pregunta
Es quien hoy te responde.
Desolación de la Quimera
Rafael Alberti
(Puerto de Santa María, Cádiz, 1902 – 1999)
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•
Uno de los poetas más fecundos y
brillantes en la versificación de la poesía
contemporánea.
El abandono de su ambiente y la llegada a
Madrid en 1917, le irán haciendo derivar
de su primera vocación de pintor a la
literatura.
Obras anteriores a su exilio: Marinero en
tierra (1925), Sobre los ángeles (1929), El
poeta en la calle (1938).
Algunas obras del exilio: Entre el clavel y la
espada (1941), Pleamar (1944), Roma,
peligro para caminantes (1968), etc.
Desde 1976 reside nuevamente en
España.
También escribió teatro: El hombre
deshabitado (1930), El Adefesio (1944),
Noche de guerra en el Museo del Prado
(1956).
MI CORZA
Mi corza, buen amigo,
mi corza blanca.
Los lobos la mataron
al pie del agua.
Los lobos, buen amigo,
que huyeron por el río.
Los lobos la mataron
dentro del agua.
Marinero en tierra
LOS NIÑOS DE EXTREMADURA
Los niños de Extremadura
van descalzos.
¿Quién les robó los zapatos?
Les hiere el calor y el frío.
¿Quién les rompió los vestidos?
La lluvia
les moja el sueño y la cama.
¿Quién les derribó la casa?
No saben
los nombres de las estrellas.
¿Quién les cerró las escuelas?
Los niños de Extremadura
son serios.
¿Quién fue el ladrón de sus juegos?
El poeta en la calle
METAMORFOSIS DEL CLAVEL
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo;
que la noche, la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas, rocío;
que el calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón, su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)
Entre el clavel y la espada
CANCIÓN 8
Hoy las nubes me trajeron,
volando, el mapa de España.
¡Qué pequeño sobre el río,
y qué grande sobre el pasto
la sombra que proyectaba!
Se le llenó de caballos
la sombra que proyectaba.
Yo, a caballo, por su sombra
busqué mi pueblo y mi casa.
Entré en el patio que un día
fuera una fuente con agua.
Aunque no estaba la fuente,
la fuente siempre sonaba.
Y el agua que no corría
volvió para darme agua.
Baladas y canciones del Paraná