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GLORIA AL Gloria al SAGRADO CORAZÓN Sagrado Corazón! ¡ LOS 7 SACRAMENTOS DE LA IGLESIA OFICINA DEL MINISTERIO HISPANO Jesucristo, en su amor infinito a los hombres, instituyó los siete sacramentos, por medio de los cuales llegan hasta nosotros los bienes de la redención. Los Sacramentos son eficaces en sí mismos, porque en ellos actúa directamente Cristo. En cuanto signos externos también tiene una finalidad pedagógica: alimenta, fortalecen y expresan la fe. Cuanto mejor es la disposición de la persona que recibe los sacramentos, mas abundantes son los frutos de la gracia. ¿Qué son los sacramentos? Son signos eficaces de la gracia, instituidos por Jesucristo y confiados a la Iglesia, por los cuales no es dispensada la vida divina. ¿Cuántos y cuales son los sacramentos? Los sacramentos son siete, a saber: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal, y Matrimonio. ¿Qué es el carácter sacramental? El carácter sacramental es un sello espiritual que configura con Cristo al que lo recibe. Por ello, se trata de un sello indeleble, es decir, permanente y, por tanto, el cristiano los recibe una sola vez en la vida. ¿Cuáles son los sacramentos que imprimen carácter? Son: Bautismo, Confirmación y orden Sacerdotal. Bautismo Nos da el nacimiento a la vida divina: nos hace herederos del cielo. El fruto del Bautismo, o gracia bautismal, es una realidad rica que comprende: El perdón del pecado original y de todos los pecados personales. El nacimiento a la vida nueva, por la cual el hombre es hecho hijo adoptivo del Padre, miembro de Cristo, templo del Espíritu Santo. La incorporación a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y la participación del sacerdocio de Cristo. Confirmación Spalding Pastoral Center, 419 NE Madison Ave. * Peoria, IL 61603 Fortalece y acrecienta la vida divina: nos convierte en soldados de Cristo. La Confirmación perfecciona la gracia bautismal; es el sacramento que da el Espíritu Santo para: - Enraizarnos más profundamente en la filiación divina. - Incorporarnos más firmemente a Cristo. - Hacer más sólido nuestro vínculo con la Iglesia, asociándonos todavía más a su misión. - Ayudarnos a dar testimonio de la fe cristiana por la palabra acompañada de las obras. * Tel. 3096711550 EXT. 8043 Eucaristía Alimenta la vida divina. La Eucaristía es el memorial de la Pascua de Cristo, es decir, de la obra de la salvación realizada por la vida, la muerte y la resurrección de Cristo, obra que se hace presente por la acción litúrgica. Por la consagración se realiza la transubstanciación del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Bajo las especies consagradas del pan y del vino, Cristo mismo, vivo y glorioso, está presente de manera verdadera, real y substancial, con su Cuerpo, su Sangre, su alma y su divinidad. La Comunión del Cuerpo y de la Sangre de Cristo: - Acrecienta la unión del comulgante con el Señor. - Le perdona los pecados veniales y lo preserva de pecados graves. - Puesto que los lazos de caridad entre el comulgante y Cristo son reforzados, la recepción de este sacramento fortalece la unidad de la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo. Boletín Mensual VOL 17 NOV. 2015 Vida de Santa Margarita María Alacoque Continuación... Quien es Santa Margarita? Tercera revelación En lo que probablemente era el primer viernes de junio de 1674, fiesta de Corpus Christi, tuvo Margarita la tercera gran revelación. Una vez entre otras, escribe Sta. Margarita, "que se hallaba expuesto el Santísimo Sacramento, después de sentirme retirada en mi interior por un recogimiento extraordinario de todos mis sentidos y potencias, Jesucristo mi Amado se presentó delante de mi todo resplandeciente de Gloria, con sus cinco llagas brillantes, como cinco soles y despidiendo de su sagrada humanidad rayos de luz de todas partes pero sobre todo de su adorable pecho, que parecía un horno encendido; y, habiéndose abierto, me descubrió su amante y amable Corazón." Entonces Jesús le explicó las maravillas de su puro amor y hasta que exceso había llegado su amor para con los hombres de quienes no recibía sino ingratitudes. Esta aparición es mas brillante que las demás. Amante apasionado, se queja del desamor de los suyos y así divino mendigo, nos tiende la mano el Señor para solicitar nuestro amor. Le dirige las siguientes peticiones: º Comulgarás tantas veces cuanto la obediencia quiera permitírmelo º Jueves a viernes haré que participes de aquella mortal tristeza que Yo quise sentir en el huerto de los olivos; tristeza que te reducirá a una especie de agonía mas difícil de sufrir que la muerte. º Por acompañarme en la humilde oración que hice entonces a mi Padre en medio de todas mis congojas, te levantaré de once a doce de la noche para postrarte durante una hora conmigo; el rostro en el suelo, tanto para calmar la cólera divina, pidiendo misericordia para los pecadores, como para suavizar, en cierto modo, la amargura que sentí al ser abandonado por mis apóstoles, obligándome a echarles en cara el no haber podido velar una hora conmigo... "Una vez, estando expuesto el Santísimo Sacramento, se presentó Jesucristo resplandeciente de gloria, con sus cinco llagas que se presentaban como otro tanto soles, saliendo llamaradas de todas partes de Su Sagrada Humanidad, pero sobre todo de su adorable pecho que, parecía un horno encendido. Habiéndose abierto, me descubrió su amabilísimo y amante Corazón, que era el vivo manantial de las llamas. Entonces fue cuando me descubrió las inexplicables maravillas de su puro amor con que había amado hasta el exceso a los hombres, recibiendo solamente de ellos ingratitudes y desconocimiento. Continuará... Una devoción permanente y actual Por: Guillermo Juan Morado | Fuente: Catholic.net ...CONTINÚA La ternura de Jesús El Evangelio deja constancia de la ternura de Jesús. Él es "manso y humilde de corazón". Es compasivo con las necesidades de los hombres, sensible a sus sufrimientos. Su amor privilegia a los enfermos, a los pobres, a los que padecen necesidad, pues "no tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos". La parábola del hijo pródigo resume muy bien su enseñanza acerca de la misericordia de Dios. El Señor, con su actitud de acogida con respecto a los pecadores, da testimonio del Padre, que es "rico en misericordia" y está dispuesto a perdonar siempre al hijo que sabe reconocerse culpable. "Sólo el corazón de Cristo, que conoce las profundidades del amor de su Padre, ha podido revelarnos el abismo de su misericordia de una manera a la vez tan sencilla y tan bella" (Catecismo de la Iglesia Católica, 1439). La parábola del hijo pródigo es, a la vez, una profunda enseñanza acerca de la condición humana. El hombre corre el riesgo de olvidarse del amor de Dios y de optar por una libertad ilusoria. Por el pecado se aleja de la casa del Padre, donde era querido y apreciado, para ir a vivir entre extraños. El mal seduce prometiendo una felicidad a corto plazo. El hombre sigue así un camino que lleva a la esclavitud y a la humillación. Nuestra época constituye un testimonio claro de este engaño. Vivimos en una cultura que margina positiva- mente lo religioso, que, dejando a Dios de lado, prefiere rendir culto a los ídolos falsos del poder, del placer egoísta, del dinero fácil. Es importante - lo recordaba el Papa - ayudar a descubrir en la propia alma la "nostalgia de Dios". En el fondo de todo hombre resuena una llamada del Amor; una llamada que no debe ser desoída. Quizá el ruido externo no permite captarla y por eso es urgente crear espacios que no ahoguen la dimensión espiritual que todo ser humano posee en tanto que creado por Dios y llamado a la comunión de vida con Él. Nuestras iglesias, nuestras comunidades, pueden ser uno de estos espacios propicios para escuchar la brisa en la que Dios se manifiesta. Al entrar en una iglesia, el hombre de nuestro tiempo debe tener aún la posibilidad de preguntarse sobre el motivo que anima a quienes la frecuentan. La vida de los cristianos debe ser para todos un indicador que apunta hacia Dios, una señal de que por encima de todo está Él. El misterio de la Cruz "Con amor eterno nos ha amado Dios; por eso, al ser elevado sobre la tierra, nos ha atraído hacia su corazón, compadeciéndose de nosotros" (Antífona 1 de las I Vísperas del Sagrado Corazón). La Cruz del Señor es el momento supremo de la manifestación de su inmenso amor al Padre en favor nuestro. El Señor nos "amó hasta el extremo"(Jn 13,1), ya que "nadie tiene un amor más grande que el que da la vida por sus amigos" (Jn 15, 13). Su Corazón es un corazón traspasado a causa de nuestros pecados y por nuestra salvación. Un corazón que nos ama personalmente a cada uno. Toda la humanidad está incluida en ese corazón infinitamente dilatado. Ya nadie puede sentirse solo o desamparado, pues al ser amado por Cristo es amado por Dios. No hay fronteras ni límites que contengan el alcance de la redención: Él se ha puesto en nuestro lugar, ha cargado con todo el pecado y la culpa de la humanidad, para expiar con su muerte nuestro alejamiento de Dios. Él es el Cordero Inmaculado que con su entrega obediente repara nuestra desobediencia. NOVIEMBRE PRIMER VIERNES Jesús misericordioso, que prometiste, a cuantos invoquen confiados tu sagrado Corazón, darles las gracias necesarias a su estado: te ofrezco la comunión del presente día para alcanzar, por los méritos e intercesión de tu Corazón Sacratísimo, la gracia de una tierna, profunda e inquebrantable devoción a la Virgen María. Siendo constante en invocar la valiosa providencia de María, Ella me alcanzará el amor a Dios, el cumplimiento fiel de mis deberes y la perseverancia final. Amen. ORACION FINAL PARA TODOS LOS VIERNES: Jesús mío, te doy mi corazón, te consagro toda mi vida, en tus manos pongo la eterna suerte de mi alma y te pido la gracia especial de hacer mis nueve primeros viernes con todas las disposiciones necesarias para ser participe de las mas grandes de tus promesas, a fin de tener la dicha de volver un día a verte y gozarte en el cielo. Amen. PROMESAS DEL SAGRADO CORAZON "Voy a establecer la paz en sus hogares” •"La paz es la tranquilidad del orden, la serenidad de la mente, con sencillez de corazón, es el vínculo de la caridad". (San Agustín) Fue la primera cosa que los ángeles desearon a los hombres en el nacimiento de Jesús. Nuestro Señor mismo ordenó a sus discípulos que dieran la paz: "En cualquier casa donde entréis, decid primero: ¡Paz a esta casa" (Lucas 10,5) •En el Corazón de Jesús se encuentra la verdadera paz, que hace que la casa sea su reflejo y el anticipo de nuestro hogar celestial. TESTIMONIOS Fecha: Septiembre 11, 1998 Nombre: Hector M. Garcia Ciudad: Miami, FL Descripción de Revelación Espiritual: Hace 7 meses, fui diagnosticado con un aneurisma cerebral en mi arteria cerebral media. Cuando supe la presión, comprime mi nervio óptico y me causa ceguera in mi ojo izquierdo. Después de 2 diferentes CAT scans con dos diferentes médicos, se determinó que era inoperable. En Agosto 12 de 1998, llamé a mi madre para averiguar la dirección de la casa en Hollywood, Florida, donde la Virgen Madre se aparece. En Agosto 13, 1998, fui a esa dirección cuando y había empezado el Rosario una hora atrás. La Virgen Madre apareció y lo único que pude ver fue una luz blanca brillante, aunque no había ninguna luz en el cuarto. La señora de la casa comenzó a curar a la gente en el cuarto. Algunos tenían cáncer, otros tenían enfermedades completamente diferentes, y ella se encargó de todos uno a uno. Yo era el último y esperé pacientemente. Al poner ella su mano en mi espalda, mi espina dorsal reaccionó como si la hubieran cerrado con un zipper. Ella puso su mano en mi cabeza y mi dolor de cabeza se volvió tan intenso, disminuyó y después desapareció. El dolor en mi ojo aumentó, disminuyó y desapareció también. Estando sentado, ella me dijo que la Virgen quería saber que era lo que yo estaba viendo. Vi a la distancia con mis ojos cerrados y vi a Jesucristo viniendo hacia mí con Sus Brazos completamente abiertos en movimiento lento. La luz que reflejaba detrás de Él era más brillante que el sol y ¡cuando Él me tocó, me caí! Él estaba usando un manto rojo sobre un vestido dorado. La ternura en Sus Ojos me relajó tanto, que a la fecha pienso, y no comprendo: ¿porqué yo? Eso fue el jueves, Agosto 13. Al siguiente martes 18, fui al CAT scan que debería hacerme y así fue. El resultado mostraba como si hubiera tenido una cirugía de bypass hecha ya y nadie, más que la Mano de Cristo, me tocó. El neurocirujano y el neurólogo que había visto no podían explicarlo o creerlo, pero yo sé que ya no tengo nada; yo soy médico. Ahora he encontrado renovación en mi fe, en mí mismo y sobre todo en Cristo. (Firma) Hector M. Garcia, Jr. M.D. 9/11/98