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PARÁMETROS SONOROS
Sonido, Silencio, Ruido
Sonido
Cuando un objeto es puesto en vibración este provoca una onda sonora que viaja a
través de cualquier medio elástico –habitualmente el aire-. Si dicha onda –una variación
de presión de las moléculas del aire- llega a nuestro sistema auditivo, y está dentro de la
gama de frecuencias que este es capaz de reconocer (umbrales), se produce la sensación
auditiva que es a lo que llamamos sonido.
Ruido
El ruido es también una forma sonora y por lo tanto lo consideramos como un sonido
más. Sin embargo, es cierto que se trata de un sonido algo especial. Frente al sonido,
que es una vibración “ordenada” o periódica, el ruido es una vibración “desordenada” o
periódica. Es decir, en este último nos cuesta más reconocer patrones o elementos que
lo diferencien claramente de otros.
Subjetivamente, el ruido es también considerado como todo aquel sonido no deseado.
Así, la música de un vecino a la hora de la siesta puede ser un autentico ruido si lo que
deseas es dormir un rato. Por el contra, no todo ruido a de ser, necesariamente,
“desagradable”. La expresión musical usa habitualmente el ruido para crear nuevas
sonoridades que aportan variedad e interés a las obras musicales. Repara, por ejemplo,
en como un ruido como el del secador de pelo puede, tratado adecuadamente, pasar a
formar parte de una música, y llegar a ser hasta divertido.
Silencio
Imagínate que de repente pegas un grito e inmediatamente te callas. ¡Parece que se hace
el silencio! Lo parece por que realmente se hace, en ese momento, para ti y,
seguramente, para los que te rodean.
Y es que en el fondo el silencio es una sensación subjetiva que experimentamos cuando
no hay ningún sonido que reclama nuestra atención. En verdad el silencio absoluto no
existe salvo en el vacío. Por cierto, ¿cómo harán entonces los astronautas para
comunicarse?
Producción, Propagación y Resonancia
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Producción del sonido
El sonido se produce cuando un cuerpo es puesto en vibración. Dicha vibración produce
una onda sonora que está formada por diferencias de presión. Para comprender este
fenómeno prueba, por ejemplo, a estirar la cuerda más grave de una guitarra de tu clase;
suéltala y observa qué es lo que hace.
Propagación
Cuando el objeto en vibración está en contacto con un medio elástico (habitualmente el
aire), las diferencias de presión de la onda sonora se van transmitiendo de unas
moléculas a otras de tal forma que el sonido va recorriendo un espacio determinado (que
es a lo que llamamos propagarse) Como quiera que en ese préstamo de energía de unas
moléculas a otras se va perdiendo energía, cuando el sonido ha recorrido un
determinado espacio llega a desaparecer (deja de escucharse)
Sensación y percepción sonora.
Si la onda de presión sonora llega a nuestro oído se produce la sensación sonora. El
pabellón auditivo (la oreja) recoge el sonido y lo dirige al tímpano a través del canal
auditivo. Con el impacto de la onda sonora el tímpano se pone en vibración; la cadena
de huesecillos se encarga de amplificar el sonido para que, una vez llega al oído interno,
pueda viajar a través del nervio auditivo hasta el cerebro, donde se produce la
percepción sonora.
¡No dirás que esto no es un auténtico viaje!
Resonancia
Seguramente en más de una ocasión habrás experimentado el fenómeno de la resonancia
aunque no sepas que se llama así. Recuerda, por ejemplo, cuando pasa un camión por tu
calle y, de pronto, comienzan a vibrar los cristales de tu ventana o, incluso, algún objeto
de cristal de tu habitación. Esto sucede porque la onda sonora que provoca ese camión
coincide con la frecuencia de vibración del objeto que “resuena”. Lo cierto es que la
mayoría de los objetos “resuenan” de uno u otro modo. ¿Te atreves a descubrir algunos?
Intensidad
En función de la cantidad de aire que entra por la ventana el golpe que esta produce
varía. Esta cualidad sonora que conocemos como intensidad, en términos coloquiales la
asociamos al concepto de volumen. Así, es habitual escuchar frases como: ¡sube el
volumen de la radio!, o ¡baja esa música!
La intensidad indica, por tanto, lo fuerte o débil que es un sonido.
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Para medir la energía de un sonido utilizamos una escala de intensidad, la de los
decibelios (dB), que habrás visto muchas veces, por ejemplo, en cualquier equipo de
música.
Duración
De todos los sonidos que puedes escuchar observa que unos permanecen continuamente
mientras otros se extinguen de inmediato. A esta cualidad que apreciamos en el sonido
le llamamos duración, y nos informa de su longitud en el tiempo.
La sensación sonora que experimentamos de la duración está directamente relacionada
con la duración del movimiento vibratorio que origina el sonido. Así, el rugir constante
del motor del camión de la basura producirá un sonido largo mientras que cada ladrido
del perro tendrá una duración más o menos corta.
Curiosamente, la duración afecta también a la percepción de la altura. En determinados
valores de duración, los sonidos más cortos ofrecen percepciones más agudas que los
largos.
Para medir la duración utilizamos como magnitud básica el tiempo, y como unidad de
medida el segundo.
En la música, la organización en intervalos regulares de los sonidos y los silencios da
origen al ritmo. Esta organización de la duración en valores rítmicos da lugar a unidades
de medida específicas como el compás, el pulso, el tempo, etc.
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