Download módulo 5- alimentos funcionales y etiquetado
Document related concepts
Transcript
LA ALIMENTACIÓN CARDIOSALUDABLE MÓDULO 5: Alimentos funcionales y lectura de las etiquetas ALIMENTOS FUNCIONALES El concepto de alimento funcional surge en Japón hacia 1980, bajo la definición de “cualquier producto o ingrediente que, además de poseer valor nutritivo, ejerce un impacto positivo sobre la salud del individuo, su rendimiento físico o su estado mental”. Este concepto surge basado en los cambios que la ciencia de la nutrición ha sufrido desde comienzos del siglo XXI, dónde los expertos han desarrollado la idea de “Nutrición Óptima” basada en la optimización de la calidad de la ingesta diaria a base de alimentos que promuevan la salud y disminuyan el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación. Existen alimentos funcionales naturales, que se encuentran tal cual en la naturaleza, mercado o supermercado y alimentos funcionales industriales en los que la industria añade el componente funcional a alimentos básicos de consumo diario o frecuente (leche, pan, pasta, yogures, huevos, galletas,…). A continuación, trataremos algunos de los ingredientes o alimentos funcionales más destacables e interesantes para la prevención o el tratamiento de las enfermedades cardiosaludables. • La fibra soluble Entre sus múltiples beneficios para la salud, la fibra dietética ejerce positivas acciones sobre el sistema cardiovascular. La fibra dietética especialmente, la fibra soluble, resulta muy interesante gracias a sus efectos de disminuir la absorción de la glucosa, reducir las concentraciones de colesterol LDL, triglicéridos y la insulinemia postprandial. Las principales fuentes alimentarias de fibra soluble son fundamentalmente la fruta, los vegetales, las legumbres y los tubérculos. 1 Ciertos tipos de fibra insoluble (presente principalmente en los cereales integrales) también pueden realizar una acción hipocolesteromiante. • Betaglucano Los betaglucanos son un tipo de fibra soluble que abunda de manera natural en cereales como la avena y la cebada. Diversas investigaciones recientes asocian el consumo de este tipo de fibra con una mejoría en la regulación de la glucemia y en los niveles de colesterol. • Alicina El ajo es sin duda la estrella en la prevención de la arteriosclerosis y la enfermedad coronaria. La sustancia principalmente responsable de su actividad es la alicina, la cual se produce a partir de un producto previo denominado aliina, mediante la transformación producida por un enzima que se libera cuando el ajo se tritura y se expone al aire. Es por ello, que para obtener la máxima efectividad del ajo, se ha de consumir crudo, y machacado (o en su jugo), de forma que desprenda su máximo olor, que es señal de su contenido en alicina. Numerosos estudios demuestran que este compuesto reduce los niveles de colesterol (un 10-15%) y triglicéridos. Por otra parte, al ajo se le han atribuido otros efectos beneficiosos, disminuye la coagubilidad de la sangre, y ayuda a reducir la tensión arterial cuando ésta se encuentra elevada. Además, los vegetales del género allium (ajo, cebolla, puerro) tienen un alto contenido en flavonoides, saponinas y otros fitoquímicos con propiedades antioxidantes. Por lo tanto, los efectos del ajo se hacen notar prácticamente sobre todos los parámetros alterados en la formación de la arteriosclerosis. 2 • Ácido oleico El ácido oleico es un ácido graso monoinsaturado (con un doble enlace en su estructura química). Es un ingrediente funcional muy interesante para las enfermedades cardiovasculares (ECV) ya que consigue en el organismo una reducción de los triglicéridos, del colesterol total y LDL, así como la inducción del aumento de la fracción de alta densidad (HDL). Aunque existen varios alimentos ricos en ácido oleico, tal como hemos visto en las unidades anteriores, el aceite de oliva es el alimento por excelencia más rico en este compuesto funcional. Además, el aceite de oliva, preferiblemente virgen extra, aporta diversos fitoquímicos (terpenos, tocoferoles o vitamina E, esteroles,…) con carácter antioxidante por lo que tiene también un papel protector frente al estrés oxidativo y a la peroxidación lipídica. • Ácidos grasos omega 3 Tal y como hemos visto en el módulo anterior, los ácidos grasos poliinsaturados tipo omega 3 o de la serie 3 han demostrado tener un papel relevante como agentes antiinflamatorios, antiarrítmicos y protectores a nivel cardiovascular. De ellos, los más importantes son los ácidos docosahexaenoico (DHA) y eicosapentanoico (EPA)., presentes en el pescado azul. • Fitoesteroles Los fitoesteroles son compuestos naturales procedentes de plantas y aceites vegetales que se encuentran de forma natural y en pequeñas cantidades en alimentos como las frutas, verduras, frutos secos, leguminosas y aceites. La estructura de los esteroles es muy similar a la del colesterol. Cuando son ingeridos con la dieta, los esteroles vegetales reducen la absorción del colesterol en el intestino, debido a la competición que se produce en dicha absorción, causando un descenso en las concentraciones de colesterol en sangre. No obstante, se ha demostrado científicamente que esta reducción del colesterol sólo ocurre con la ingesta de 1 a 3 gramos de fitoesteroles al día 3 (cantidad difícil de alcanzar con la dieta), no consiguiendo mejores resultados con cantidades superiores a estos niveles. Existen actualmente en el mercado productos enriquecidos con esteroles vegetales (leche, margarinas, yogures, bebidas de soja,…) que permiten alcanzar esta cantidad. Es importante informar al paciente que estos productos enriquecidos con esteroles vegetales no pueden tomarlo niños menores de 5 años, ni mujeres embarazadas y que un consumo prolongado (más de 12 años) o cantidades superiores a 3 gramos pueden provocar una ligera disminución de los niveles de carotenoides en plasma. • Flavonoides Entre los numerosos flavonoides identificados, los, los más conocidos son: los flavonoles, flavonas, catequinas, flavononas y antocianinas. Las fuentes mayoritarias son: los vegetales, las frutas, frutos secos y semillas, el té, la soja y el vino. Existen evidencias de que algunos flavonoides tienen propiedades antioxidantes y que son potentes inhibidores de la oxidación de las LDL in vitro. Este es el caso de los derivados fenólicos del vino. Además, se ha observado que algunos flavonoides producen un efecto de vasodilatación y disminución de la agregación plaquetaria. • Isoflavonas Un metaanálisis de 38 estudios clínicos en humanos investigando el efecto de la proteína de soja sobre los lípidos, concluyeron que el consumo de proteínas de soja en lugar de proteína animal disminuía el colesterol total, colesterol LDL y los triglicéridos, sin afectar el colesterol HDL. Estos efectos se deben a las isoflavonas, un tipo de fitoestrógenos o estrógenos naturales, presentes en la proteína de las legumbres, especialmente la soja. Efectivamente, la actividad estrogénica de las isoflavonas ejerce un efecto hipocolesterolemiante similar al de los estrógenos naturales. 4 Otros estudios han demostrado la capacidad vasodilatadora y antioxidante de las isoflavonas. • Ácido fólico En los últimos años, numerosos estudios han confirmado que el exceso de homocisteína plasmática se asocia, con mayor riesgo de enfermedad coronaria, vascular cerebral y periférica. Este mayor riesgo cardiovascular se explicaría por el efecto citotóxico de la homocisteína sobre las células endoteliales, el aumento de la adhesión y agregación plaquetaria, diversas alteraciones de los factores de coagulación, y fenómenos prooxidativos del colesterol LDL. El incremento de la homocisteína en sangre es debido principalmente a un defecto en el metabolismo de origen genético o al déficit de ácido fólico o folato (vitamina B9) que interviene en el metabolismo de la homocisteína. La piridoxina (vitamina B6) y la cianocobalamina (vitamina B12) también intervienen en el metabolismo de la metionina, y el déficit de cualquiera de estas vitaminas puede asimismo conducir a la acumulación de homocisteína en sangre y por lo tanto a un incremento del riesgo cardiovascular. Aproximadamente 2/3 de los casos de hiperhomocisteinemia están asociados a concentraciones bajas de folato o vitamina B12. Así, una dieta equilibrada y variada con alimentos ricos en ácido fólico es imprescindible para el tratamiento de la hiperhomocisteinemia. La dieta también deberá cubrir los requerimientos de las vitaminas B6 y B12 que ayudan también a metabolizar la homocisteína. Alimentos ricos en ácido fólico Legumbres frescas: habas, guisantes Verduras de hoja verde: espinacas: acelga, borraja Frutas y frutos secos Productos enriquecidos (cereales de desayuno, galletas,…) Hígado y carnes * 5 * Las carnes y especialmente el hígado son fuentes importantes de ácido fólico, pero no se puede recomendar su consumo indiscriminado por su alto contenido en grasa saturada y colesterol. Otros alimentos funcionales muy interesantes para la salud cardiovascular son: a- Alfalfa: El polvo de las semillas de alfalfa o la alfalfa germinada es eficaz en reducir sensiblemente los niveles de colesterol. Debido a que tiene saponinas que se unen al colesterol de la bilis y permiten su eliminación por las heces. b- Arándano: disminuyen la agregación plaquetaria y mejoran la circulación. c- Cúrcuma: es una especia alimentaria conocida en Oriente desde hace siglos. Esta raíz le da color al famoso curry. Los estudios realizados con la curcumina, componente principal de la cúrcuma han demostrado que no sólo reduce el colesterol, sino que además parece hacer egresar la placa ateromatosa, disminuyendo también la adhesividad de las plaquetas. d- Jengibre: esta especia, muy apreciada también en la cultural oriental, disminuye la agregación plaquetaria y reduce los niveles de colesterol. e- Piña: esta fruta tropical, al igual que la papaya presenta un compuesto denominado bromelina o bromelaína que además de su acción proteolítica (ayuda a digerir proteínas), tiene una actividad fibrinolítica. En cuanto a los alimentos funcionales industriales, existen muchísimos. Si os fijáis en la cantidad de alimentos funcionales que hay en vuestros supermercados habituales, comprobaréis que cada día hay más estanterías dedicadas a estos productos. 6 Citaremos solamente algunos de ellos ya que sino la lista sería larguísima: - margarinas enriquecidas con esteroles vegetales. - pan, galletas enriquecidos con inulina, omega 3, ácido fólico,… - leches enriquecidas o bebidas lácteas con esteroles vegetales, ácido oleico, ácido fólico, calcio, vitaminas A y D. - cereales fortificados con fibra, hierro,… - pasta alimenticia enriquecida con vegetales, fibra,… - huevos enriquecidos con omega 3. Aunque no es imprescindible la ingesta de alimentos funcionales, algunos de estos productos pueden ser de gran utilidad para la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. De hecho, siguiendo una dieta equilibrada y variada, probablemente ya estamos incorporando alimentos funcionales en nuestra alimentación diaria. ¿Como introducir alimentos funcionales en nuestra dieta? Aquí tienes algunas recomendaciones para dar a tus pacientes para que puedan incluir alimentos funcionales en su dieta habitual: - Procure consumir 3 raciones de frutas al día. - Incluya en su dieta diaria 2 raciones de verduras diarias, una de ellas mínimo crudas. - Tome legumbres dos veces a la semana como mínimo. - Consuma pescado azul (sardina, boquerón, salmón, caballa, atún,…) 2 veces por semana. Unas tostadas con atún, anchoas o sardinas (como el montadito que te proponemos en las recetas) puede ser una opción muy saludable, fácil y rápida para una cena por ejemplo. - Aliñe y cocine con aceite de oliva virgen. - Procure acostumbrarse a utilizar especias y hierbas aromáticas (ver módulo 2 ). 7 Recetas interesantes Estas recetas, que te proponemos a continuación están compuestas por una gran variedad de alimentos funcionales. Les serán de gran utilidad a tus pacientes!! • Platos únicos : - Judías blancas con puerros • Segundos platos : - Salmón relleno de verduritas 8 LEER LAS ETIQUETAS A la hora de seguir una dieta adecuada en pacientes con algunos o varios factores de riesgo de enfermedades cardiovascualares, es importante cómo hacemos la compra y qué alimentos elegimos. Para ello, hay que leer siempre las etiquetas de los productos, así el paciente sabrá lo que está eligiendo y porqué. ¿De que nos informan las etiquetas de los alimentos? - El nombre del producto: suele venir acompañado de una indicación del estado físico al que se encuentra el producto alimentario o del tratamiento específico al que se ha sometido (concentrado, congelado, en polvo, etc.). - La lista de ingredientes: Estos van en orden, desde el de mayor cantidad al de menor cantidad. En la lista de ingredientes también se incluyen los aditivos. - Alcohol: si el producto en cuestión tiene más de 1,2% de alcohol debe indicarse. Por supuesto, esto quiere decir que no sabremos cuando un producto tiene un 1% de alcohol. - La cantidad neta del producto (tamaño de la ración o peso del contenido). Se expresa en peso en los alimentos sólidos y en volumen en los alimentos líquidos. En los productos congelados, se debe especificar la masa neta del producto. - Lote de fabricación al que pertenece el producto y su origen. Esta información resulta importante para identificar aquellos productos alimentarios que hayan podido presentar un peligro para la salud de los consumidores o si se tiene que hacer reclamaciones. - Como se debe almacenar - El modo empleo - Duración mínima y caducidad : 9 La fecha de caducidad se utiliza en los productos más perecederos por efectos microbiológicos, e indica que a partir de la fecha indicada no debería consumirse el producto. La duración de un producto perecedero siempre debe ser visible con facilidad. El “consumir preferentemente” se usa en aquellos productos que aun después de pasada esta fecha pueden consumirse, aunque sus características organolépticas a partir de ese momento van deteriorándose. Es el caso, por ejemplo, de las conservas. Se indica: - al menos día / mes: en los productos que duren menos de 3 meses. - mes / año: en los productos que duren entre 3 y 18 meses. - año: en los productos que duren más de 3 años. Hay algunos productos como, las frutas y verduras frescas, las bebidas alcohólicas con una graduación superior al 10%, los vinagres, la sal de cocina, los azúcares,...que no precisan la data de caducidad mínima. Todos estos elementos son de declaración obligatoria en todos los productos. Etiquetado nutricional El etiquetado también puede contener la información nutricional. Esta información sólo es obligatoria en determinados productos, como son los productos cuya presentación hace referencia a características nutricionales como, por ejemplo, “rico en calcio”, “bajo en colesterol”, “bajo en sal”,”enriquecido con ácido fólico”,... No obstante, cada vez son más los fabricantes que, de forma voluntaria, añaden la información nutricional. Coexisten 2 formatos principales de etiquetado nutricional. - El más esquemático únicamente indica según este orden: el valor energético, la cantidad de proteínas, los hidratos de carbono y las grasas. 10 - El otro, más amplio, informa sobre lo azúcares, los ácidos grasos saturados, la fibra y el sodio. No obstante, cualquiera de estas dos etiquetas pueden incluir datos sobre otros componentes como: colesterol, vitaminas, sales minerales, almidón,...). De la misma manera, puede mencionarse las cantidades determinadas de vitaminas y sales minerales, en función de los porcentajes que supongan de la Cantidad Diaria Recomendada de este nutriente para una alimentación saludable y equilibrada. Como regla general, un 15% de la CDR se considera una cantidad significativa. La información nutricional deberá expresarse por 100 g o 100 ml. Además, esta información también podrá darse por unidad cuantificada en la etiqueta o por porción siempre y cuando se indique el número de porciones contenidas en el envase. ¿En qué aspectos del etiquetado deberá fijarse un paciente con riesgo de enfermedad cardiovascular? → Cuando en un producto se lea en la lista de ingredientes grasas o aceites vegetales sin especificar de qué tipo, probablemente se tratará de grasas o aceites de coco y palma, no recomendables ya que son fuentes de ácidos grasos saturados. → Aceites vegetales parcialmente hidrogenados. Cuando un producto contiene aceites vegetales parcialmente hidrogenados significa que se han generado ácidos grasos trans (no recomendables en pacientes con síndrome metabólico tal y como hemos visto anteriormente). Aunque actualmente, la legislación española no obliga a poner la cantidad de ácidos grasos trans presentes en un determinado producto, sí que obliga a informar si los aceites han estado hidrogenados, por lo que nos informa de la presencia de ácidos grasos trans. 11 → Ojo con el sodio escondido!! Muchas veces en el etiquetado de un producto no leemos la palabra sal, aunque eso no quiere decir que no contenga sodio. Por lo tanto, habrá que informar a vuestros pacientes que lean las etiquetas y que se fijen si el producto contiene sodio escondido, es decir si leemos: cloruro sódico, glutamato monosódico, bicarbonato sódico, citrato sódico, ciclamato sódico, nitrato sódico,... → Cuidado con los alimentos “Aptos para diabéticos”. Muchos de estos productos contienen fructosa, por lo que presentará las mismas calorías que el producto con sacarosa o glucosa, y además también podrá alterar la respuesta glucémica. → Alimentos Light. Los alimentos light deberían aportar un 30% de calorías menos que su alimento de referencia, sus equivalentes convencionales. No obstante, se ha comprobado que no en todos los casos el valor calórico de estos productos es menor. Además si se toman en exceso también pueden provocar un exceso de peso. También será interesante que los pacientes se fijen en los productos que tienen la valoración nutricional, eligiendo así los productos con un bajo contenido en grasas y con un tipo de grasas interesantes y limitando aquellos productos con un alto contenido en grasas saturadas. Además habrá que limitar aquellos productos con un contenido importante en colesterol y en sodio. Nueva reglamentación y nuevas recomendaciones Existe actualmente muchos alimentos en el mercado con la información: “bajo en grasa“, “rico en calcio”,... que en muchos casos confunde al consumidor. Para poner fin a este desorden, las autoridades sanitarias comunitarias han presentado el reglamento relativo a alegaciones nutricionales y propiedades saludables en los alimentos. Este reglamento (nº 1924/ 2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, del 20 de diciembre) se aplica a todos los Estados Miembros de la UE desde el 12 1 de julio de 2007 y garantiza que los alimentos no anuncien propiedades que no tengan. Así existen nuevos parámetros dirigidos especialmente a la industria alimentaría que deberá fundamentar científicamente las afirmaciones sobre las propiedades específicas de un alimentos. Por ejemplo: Si un alimento lleva la alegación “bajo en grasas”, significa que el producto en cuestión no contiene más de 3 gramos de grasa por cada 100 gramos o 1,5 gramos de grasa por 100ml en el caso de los productos líquidos. En el caso de las alegaciones de propiedades saludables, que son las que relacionen una categoría de alimentos con la salud, la normativa prohíbe hacer referencia a propiedades de prevención, tratamiento o curación de la enfermedad. Nuevas recomendaciones : Recomendación de la CIAA (Confederation of the food and drink industries of the EU) para una esquema común de etiquetado nutricional La CIAA se ha comprometido a mejorar la información nutricional que se proporciona a los consumidores. Muchas compañías en toda Europa ya facilitan información nutricional en el etiquetado de sus productos muy por encima de los requisitos legislativos. Animando a que se preste la información nutricional más amplia de una manera más coherente, la CIAA ha querido realizar una importante contribución para colaborar a que las personas realicen elecciones dietéticas basadas en una mejor información. La CIAA cree que el Esquema Común de Etiquetado Nutricional representa un avance positivo de la industria de alimentación y bebidas para facilitar a los consumidores elecciones alimentarias saludables, y además podrá hacer que las empresas incrementen y mejoren su etiquetado nutricional. El Esquema es voluntario para todos los fabricantes. La CIAA, las Asociaciones Sectoriales Europeas y las Federaciones Nacionales apoyan su libre aplicación voluntaria. 13 Se pretende un etiquetado nutricional que: sea claro, sencillo y comprensible, permitiendo a los consumidores realizar elecciones nutricionales informadas; esté en línea con los requisitos de la Directiva comunitaria sobre Etiquetado Nutricional 90/496/EEC; sea aplicado de un modo coherente en todos los productos de alimentación y bebidas, reconociendo que en algunos productos una información nutricional completa puede no ser relevante o factible; esté basado en la ciencia y no sea discriminatorio; esté basado en la utilización de las Cantidades Diarias Orientativas* de la CIAA; esté en línea con los requisitos de la Directiva 2000/13/EC sobre etiquetado, presentación y publicidad de alimentos, de forma que sea legible; sea apoyado por programas de educación sobre etiquetado nutricional que ayuden a obtener cambios positivos en el comportamiento de los consumidores. * GDA, CDO = Niveles típicos de ingesta de energía y macronutrientes cuyo consumo diario se recomienda a la mayoría de personas para mantener una dieta sana. Las necesidades de las personas varían dependiendo de la edad, sexo y actividad física. Las CDO no deben ser un objetivo en sí mismas sino que facilitan a los consumidores una referencia con la que pueden contrastar la aportación en macronutrientes que proporciona un alimento. 14 Bibliografía: - Salas J., Bonada A., Talledo R., Saló E. Nutrición y dietética clínica. Barcelona, Ed. Masson, 2000. - Serra LL. , Aranceta J. Nutrición y salud pública. Barcelona, Ed. Masson, 2006. - Moreno B.,Monereo S., Alvarez J. Obesidad la epidemia del siglo XXI. Internacional de Ediciones y Publicaciones, S.A. 1999. - Kathleen L., Escote- Stump S. Nutrición y dietoterapia de Krausse. Méjico, Ed. Mac Graw Hill, 2001. - Aranceta J. Epidemiología de la obesidad en los países desarrollados. Nutrición y Obesidad, 1998; 1: 12-22. - Sociedad Española para el estudio de la obesidad (SEEDO). Consenso Español 2007 para la evaluación del sobrepeso y la obesidad y el establecimiento de criterios de intervención terapéutica. Med Clin (Bar) 2007; 128 (5):184-96. - National Institutes of Health. Clinical guidelines on the identification, evaluation, and treatment of overweight and obesity in adults. The evidence report. Obes Res. (1998) 6S2:51S-209S. - Halford J.C.G. Clinical pharmacotherapy for obesity: current drugs and those in advanced development. Current targets 2004, 5:637-46. - Fuster V. La ciencia de la salud, Ed. Columna. - Consumer eroski ( http://www.consumer.es ) - Sociedad Española de arteriosclerosis ( http://www.searteriosclerosis.com/web/contenidos/secciones/71/informesea-2007 ) - Sociedad Española de hipertensión ( http://www.seh-lelha.org ) - Fundación española del corazón (http://www.fundaciondelcorazon.com ) 15