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V L O S INMIGRANTES COMO P R O B L E M A NACIONAL. L A OPINIÓN P U B L I C A ESPAÑOLA ENTRE LA SOLIDARIDAD Y E L RACISMO INTRODUCCIÓN C o n la misma metodología cualitativa que en el capítulo anterior, se analiza ahora la o p i n i ó n pública española sobre los inmigrantes. Hemos e s c o g i d o cuatro sectores sociales c o m o más representativos: madres de familia de ciase media que pueden reflejar los t ó p i c o s más frecuentes de la población media española que no tiene un c o n tacto directo con extranjeros; asalariados y desempleados españoles que c o n s t i t u y e n el estrato de población socialmente más p r ó x i m o a los "inmigrantes e c o n ó m i c o s " ; empresarios españoles que contratan mano de obra extranjera; y gestores políticos y trabajadores sociales que se relacionan con la problemática de los inmigrantes. Se añade también un análisis de c o n t e n i d o de diversos medios de c o m u n i c a c i ó n en lo que atañe a la imagen que ofrecen los extranjeros (ver i n t r o d u c c i ó n metodológica). Podrá c o m p r o b a r s e el amplio abanico de discursos existente en nuestro país, así c o m o la frecuente ambivalencia entre actitudes segregacionistas y solidarias, éstas menos frecuentes. 284 1. LOS G R U P O S E S C O G I D O S Y SU S I G N I F I C A C I Ó N 1.1. 1.1.1. Mujeres casadas de clase media. Delimitación del sector. FICHA T E C N I C A DE 7RGD • Ocho mujeres, madres de familia, entre 40-60 años. • Mayoría "amas de casa". Cristianas practicantes. Algunas en Asociaciones religiosas. • Clase social media de diversos barrios de Zaragoza (algunas de clase mediaalta; algunas de clase baja). • Sin contacto personal directo con extranjeros. • Fecha de aplicación: 29 septiembre 1984. • Local: Sede Campamentos Virgen Blanca. Zaragoza. • Duración: 75 minutos. Nuestra intención era poder captar, mediante esta reunión, los estereotipos de la clase media española en relación a los extranjeros; por ello pensamos en un grupo de mujeres, madres de familia de cierta edad, pertenecientes a la pequeña burguesía provinciana (sector de marcado conservadurismo). Otro factor, éste no buscado por nosotros, que caracteriza a las mujeres participantes en la reunión es que la mayoría de ellas son personas próximas a las parroquias y colaboradoras en diversas actividades parroquiales. La concurrencia de estos dos factores no crea por necesidad un grupo atípico, ya que el sector femenino de dicha pequeña burguesía es bastante conocido por su cristianismo practicante de corte más bien tradicional. Este hecho pensamos que no afecta al interés del grupo, sino que en cierta medida lo realza de cara a nuestros objetivos: el análisis de las actitudes de los españoles hacia los emigrantes. Esta especificidad del grupo permite que el análisis se centre en un tema de gran complejidad, pero también de evidente interés, cual es el de la posible compatibilidad o incompatibilidad entre una forma de interpretar el mensaje cristiano (esencialmente universalista) y el nacionalismo (esencialmente localista) a la hora de tratar el asunto de las actitudes hacia el emigrante. Desde el punto de vista de nuestro objeto, el grupo es proyectivo, no posee una experiencia directa de la relación con el inmi- 285 grante económico; tiene que elaborar, a partir de sus referentes ideológicos, sus actitudes hacia el inmigrante. Ese proceso de elaboración tiene su riqueza en la medida que los complejos ideológicos asociados al tema aparecen con más nitidez que si las actitudes estuvieran ya elaboradas previamente. 1.1.2. Los extranjeros como hermanos necesitados. Dado el componente religioso de este grupo de mujeres, no existe nada que en principio se oponga a la entrada de extranjeros en España: "Si nos metemos cristianamente, tenemos que aceptarlos" (7RGD, 7). Este "dejar entrar" a los extranjeros supone, desde el punto de vista cristiano, un rasgo de caridad en el sentido más genérico, es decir, dar algo de lo propio a aquel que lo necesita: "—Yo también, yo opino que esto está muy bien, que vengan aquí, que se les dé trabajo siempre que trabajen y sean... —¡Cumplidores! —Un trabajo digno y, claro, (...) a las personas que se porten bien. —Que sean honrados, unas personas honradas, trabajadoras, y que no se metan con los demás. Yo es que estoy de acuerdo en darles..." ( 7 R G D , 6 ) . Este ideal de caridad, referido a los extrajeros, exige dos requisitos básicos, sin los cuales se convierte en otra cosa: el que ejerce la caridad no debe aprovecharse del que la recibe, dada su situación de indefensión (en la cita: "trabajo digno"). Lo contrario aparecería como una suerte de explotación; el que recibe la caridad, por su parte, debe mostrarse agradecido, y no aprovecharse a su vez de la benignidad del que ejerce la caridad. Podemos considerar estos dos requisitos como las cláusulas de un contrato ideal entre autóctonos y extranjeros; clausulas que, de incumplirse, darían por roto el contrato, y cualquiera de los contratantes podría actuar en consecuencia libre de todo prejuicio moral: el autóctono podría expulsar al extranjero, y el extranjero agredir al autóctono. Si nos olvidamos de la palabra "caridad", y del origen religioso de la propuesta, observaremos que los términos del contrato son esencialmente los mismos que en otros grupos de discusión. En otro lugar denominamos a ese contrato "contrato de servidumbre". En términos generales ese contrato se basa en la indefensión de uno de los contratantes; el contrato se establece, por tanto, como don gra- 286 tuito de una de las partes sobre la otra parte que, a cambio, guardará perpetuo agradecimiento (el discurso de las empleadas de hogar internas del Tercer Mundo y el de estas mujeres, en el punto que estamos tratando, casan como anillo al dedo). La esencia del inmigrante, para el autóctono, consiste en ser un trabajador modelo, incluso por encima de los trabajadores españoles. Es algo que surge como por generación espontánea de la misma relación: "Hombre, claro, es que tienen, ellos se ve que (7RGD, 23). t i e n e n q u e rendir m á s p a r a agradar" El inmigrante tiene que "agradar", es su razón de ser, ya que su existencia en España es un don gratuito de los españoles, y ia única manera de mantener ese favor es rindiendo más que los mismos españoles. De este modo, una relación que parecía regirse por el desinterés de la caridad, aparece como una ventaja para el empleador, y que le permite tener trabajadores modelo. El emigrante, a cambio de lo que le den, tiene que observar una conducta intachable, tiene que ser más trabajador que nadie, no crear problemas de ningún tipo y además ser amable con los españoles. Si no, automáticamente el contrato quedará rescindido y el español podrá con toda razón usar su derecho a expulsarle. 1.1.3. Los extranjeros como "extraños".' "Y se les tiene miedo. Mira, por mi casa vinieron a vender alfombras unos portugueses..." (7RGD.68). "Lo que pasa es que siempre creemos que un extranjero o una persona desconocida nos va a timar" (7RGD, 69). Estas citas muestran algo que se insinuaba: el español nunca puede estar del todo seguro de que el extranjero cumpla el pacto. A pesar de las buenas intenciones del grupo y de su confianza en la bondad natural del indigente, el emigrante no deja de producir miedo. Pero miedo ¿a qué?: naturalmente miedo a ser agredidos y, todavía más, miedo a lo desconocido (tal como muestra la segunda cita). Lo "extraño" es una forma de agresión, y los inmigrantes son "extraños": "Allá donde fueres haz lo que vieres. Entonces ellos verían nuestras costumbres y poco a poco dejarían el..., dejarían todas esas cosas" (7RGD, 72). "Allá donde fueres haz lo que vieres": vemos que el contrato excede lo meramente laboral y se extiende a todas las facetas cultu- 287 rales. El emigrante no tiene derecho a ser diferente, ya que su diferencia será interpretada como una agresión (tal como percibía, desde el otro lado, el discurso "marginal" de los inmigrantes). El tema de la diferencia cultural de los extranjeros desvía al grupo hacia otro colectivo, también diferente, que tienen más cerca: los gitanos. Veamos la solución que el grupo da al problema del A C T U R , que aún estaba vivo en Zaragoza cuando tuvo lugar la reunión: "Pues mira, yo ¿sabes qué haría?: dejarles vivir con los payos, pero no juntos. O sea, poner una familia gitana en mi casa, otra familia... ¡separarlos! (...), integrar poco a poco" (7RGD, 56). El grupo se muestra experto en tácticas de guerra: divide al enemigo y vencerás. Es algo que se repite con el problema de los ghettos en la emigración, pero pocas veces se ha pensado que el ghetto es también —además de un campo de concentración— una forma de defensa del emigrante frente a la sociedad mayoritaria que pugna por disolver su diferencia; y que el ghetto tiende a aparecer para el autóctono como una forma de invasión. Lo que el grupo llama integración es un proceso de disolución, que en varias ocasiones se denomina en el texto como "civilización", especialmente refiriéndose a los gitanos. De ahí que el miedo sólo lo produzcan los inmigrantes económicos. 1.1.4. Los extranjeros como "intrusos". La religiosidad del grupo —en principio universalista— se funde con su pertenencia nacional, lo que achica su universalidad cristiana. Es España, como sujeto colectivo, quien acoge o no acoge, quien ejerce o no ejerce la caridad sobre sujetos en cierta medida extraños, ya que no forman parte de ese sujeto colectivo, y que en principio no tienen ningún derecho a las propiedades comunes de dicho sujeto. La regulación de los intercambios entre sujetos nacionales por medio de la caridad constituye un ideal; no siempre es posible, como veremos, asumir en la práctica ese ideal, ya que la caridad bien entendida —piensa este sector— empieza por uno mismo. En particular, el paro crea en el grupo un grave problema de conciencia: "Si nos metemos cristianamente, hay que aceptarlos. Ahora, si nos metemos ya... tal como es la cosa del Ministerio de Trabajo... aquí ya cambia la cosa, porque ya es otra cosa, otro problema, entonces, de buscar q u e n o h a y p u e s t o s d e t r a b a j o p a r a los e s p a ñ o l e s " (7RGD, 7). 288 Las participantes venían pensando que el estudio era para Caritas, pero el moderador prefirió explicitar la demanda del Ministerio de Trabajo para evitar una discusión centrada excesivamene en la dimensión religiosa. El efecto fue que las participantes, que venían con su discurso preparado, se vieron en la necesidad de adoptar otro más coherente con la demanda. El discurso cristiano, regido por el "haz el bien y no mires a quién", permitiría aplicar el principio de la caridad a todo el mundo sin distinción; pero la aparición del problema del paro obligaba a dar prioridad a los españoles. ¿Dónde está la contradicción? Las participantes hablaban de "egoísmo" por oposición al altruismo que supondría socorrer a todo el que lo necesita. Parece que el grupo toma conciencia de que asumir el principio de la caridad con todas sus consecuencias perjudicaría, en una situación de paro, a los españoles. Es decir, que las condiciones no están como para ejercer la caridad. No obstante el grupo se mantiene en una especie de postura esquizoide que intenta solucionar: o bien repartir lo que tenemos los españoles (que supondría la aceptación del mensaje cristiano), o bien preservar egoístamente la propiedad de uno (en este caso a nivel nacional). La solución posible a esta contradicción la plantea una participante: "Pero bien mirado, en la Iglesia son muy bien recibidos todos" (7RGD, 12). Es decir, en la Iglesia ejercemos la caridad; fuera de ella no. Dar lo que nos sobra no compromete nada; sin embargo, dar trabajo parece que sí. Pero la forma más extendida en el grupo para superar su mala conciencia al haber optado por la posición egoísta, es demostrar que los trabajadores extranjeros están abusando de su confianza, es decir, han roto el pacto de servidumbre. Si el emigrante no se comporta como un trabajador modelo, cobra de más y se emborracha en el trabajo (no digamos ya si es delincuente), queda rota la obligación de ejercer la caridad, y existen todas las razones "cristianas" para expulsarle de España. Bajo el tinte de una ideología universalista, como la cristiana, aparece un nacionalismo esencial, inconfesable, porque su objeto consiste en mantener intereses económicos y de rango social. Los principios del nacionalismo son siempre los mismos, se oculten o no con ideologías más o menos universalistas. El extranjero nunca tiene ningún derecho, y su existencia depende del arbitrio del autóctono. El emigrante no podrá nunca, desde la lógica nacional que preside su relación con el español, situarse en competencia con el autóctono. La ruptura del "pacto de servidumbre" supondría mantener un ataque frontal con el autóctono y entonces éste utilizará 289 todo su poder, incluso el de expulsarle. Esto quiere decir que la razón de ser del emigrante es la de ocupar aquellos trabajos que el autóctono no quiere para sí; es decir, indefectiblemente los escalones más bajos de la escala laboral; y que además, por ello, ha de sentirse agradecido en grado sumo. En una situación de crisis de empleo lo que procede, en consecuencia, es la expulsión y/o el cierre de fronteras. 1.2. 1.2.1. Asalariados y desempleados españoles. Delimitación del sector. FICHA T E C N I C A DE 8RGD • Ocho varones entre 35-55 años. • Situación laboral: 3 obreros en activo, 3 en paro (trabajos eventuales, chapuzas...), un pequeño agricultor y un asalariado del sector servicios. • Nivel cultural medio-bajo. • Fecha de aplicación: 6 noviembre 1985. • Local: Centro Pignatelli (Zaragoza). • Duración: 90 minutos. Mediante este grupo, queríamos abordar el discurso del sector español más próximo, desde el punto de vista socio-económico, a los "inmigrantes económicos": trabajadores no cualificados, desempleados, trabajadores eventuales, etc. Se supone que este sector tiende a rechazar a los inmigrantes a quienes considerarían competidores "no legítimos" en el mercado de trabajo español. Sin embargo, veremos que si bien tal actitud resulta a la postre dominante, lo es de forma ambivalente o enfrentada con otra actitud "obrerista", más solidaria con los extranjeros. La reunión tuvo lugar en Zaragoza con un grupo de obreros, trabajadores eventuales y desempleados que representaban muy fielmente el sector social que se quería analizar. 1.2.2. Imagen distorsionada de los "inmigrantes económicos". A lo largo de la reunión, se distinguen al menos cinco tipos de inmigrantes: — Extranjeros del Primer Mundo: entran en España legalmente trayendo "marcos y dólares"; viven "mejor que los españoles" 290 (a sugerencia del moderador no se extienden en describir este sector). — Estudiantes: se ve bien que vengan a España a estudiar, pero siempre que retornen a su país una vez terminada la carrera. — Refugiados políticos: aparecen muy poco en la reunión, quizás porque se supone que su número es muy reducido. — Inmigrantes económicos: que vienen a España a causa de la pobreza y el hambre que padecen en su país. Ha habido "una avalancha" en los últimos años. — Inmigrantes "delincuentes", "vándalos", "aprovechados": suponen que son muchos, a partir de lo reflejado en los medios de comunicación social, más incluso que los inmigrantes económicos propiamente dichos. Las imágenes de los dos últimos sectores de inmigrantes (pobres/ delincuentes) aparecen superpuestas o mezcladas a lo largo de toda la reunión. Así, el concepto de "ilegal" se aplica indistintamente a los dos sectores por lo que hay un fácil corrimiento entre ilegales = - clandestinos = delincuentes. Se supone así mismo que la delincuencia extranjera parte casi exclusivamente de los inmigrantes tercermundistas (en contra de los datos oficiales que recogemos en el apartado sobre delincuencia, capítulo III, 10.3). Por último, de todo lo anterior se desprende que son mayoría los extranjeros problemáticos y minoría los extranjeros pobres pero honestos: "Este tipo de gente es gente normalmente marginada: unos delincuentes, otros predelincuentes y otros, pues eso, que han venido con la buena intención de poderse ganar ia vida y están siendo explotados" (8RGD, 10). "La gente esa que en su país no puede hacer ni una comida al día (...), un p o r c e n t a j e m i n o r i t a r i o que viene a comer él y su familia, aunque sólo sea un plano y se lo tenga que ganar con engaño desde el mismo momento que entra ¡legalmente. (...) Y el segundo factor, u n p o r c e n t a j e b a s t a n t e e l e v a d o que nos ha traido pues... prostitución, droga, etc. etc. etc." (8RGD, 12-13). La marginalidad que acompaña al inmigrante económico le aproxima a la delincuencia lo que incluso es visto con comprensión por un sector del grupo: "La delincuencia que hay aquí con los extranjeros yo no la entiendo, ni mucho menos, pero cuando se sale uno de su país (...) y estás pasando hambre... estás pasándola en tu país y en el país que llegas sigues pasando hambre... yo creo que... me da qué pensar... vamos, si le p o n e n a l g o d e v i o lencia... pues... (lo entendería). Ahora bien, siempre y cuando estén pasando hambre" (8RÓD, 17). Esta imagen del extranjero del Tercer Mundo, que engloba en un sólo paquete "pobreza-ilegalidad-delincuencia" puede ser consecuencia (teniendo en cuenta que en Zaragoza hay pocos extranjeros 291 y, por tanto, los reunidos no hablan por propia experiencia) de la imagen distorsionada transmitida por los medios de comunicación social (televisión, prensa, radio) donde sabemos que el tema de los extranjeros está frecuentemente vinculado a sucesos de delincuencia, tráfico de drogas, inseguridad ciudadana, etc. Incluso al discurso político sobre extranjeros, transmitido fundamentalmente desde el Ministerio del Interior, vincula estrechamente "delincuencia-clandestinidad-indocumentación" (esta última categoría figurando como uno de los motivos de expulsión más frecuente). En cuanto a los inmigrantes económicos propiamente dichos, los asalariados y desempleados españoles destacan, en primer lugar, que son duramente explotados en formas de economía sumergida, "lo pasan francamente mal" y viven "como gitanos", "como tocinos": "Todo viene ligado a tener trabajo ¡legalmente. No hay un control (...), no tienen documentos y tal, y automáticamente se a p r o v e c h a n d e ellos... trabajando 10 y 12 horas diarias... jornales pues, no sé, de miseria... (...) y viviendo en viviendas semidestruidas... p e o r q u e los g i t a n o s , o sea, como en los peores tiempos, o sea, c o m o t o c i n o s " (8RGD, 8-9). Por otra parte, al trabajar ellos, le quitan el trabajo a un español lo que perjudica a los parados del país: "En España hay mucha gente parada, yo soy uno de ellos, y resulta que la gente que viene de fuera (...) lo que hace es... quitar u n puesto d e trabajo (...). Se aprovechan de ellos y encima quitan un puesto de trabajo (a un español)" (8RGD, 6-7). De este modo, los inmigrantes indocumentados benefician a los patronos —que abusan de ellos— y perjudican a los trabajadores españoles —a quienes quitan un puesto de trabajo—. Se constata, por otra parte, que son personas necesitadas, más necesitadas incluso que los parados españoles, lo que hace que un sector minoritario del grupo les apoye mientras la mayoría, con mala conciencia, les siga rechazando. 1.2.3. Solidaridad familiar-nacional con los trabajadores. frente a solidaridad internacional El tema de los "inmigrantes pobres", cuya situación de necesidad todos reconocen, hace aparecer dos posiciones contrarias, una de corte individualista-competitivo y otra de corte universalista-igualitario, tal como reflejan los siguientes textos: Posición individualista-competitiva "Generalizando, todos n o s o m o s ¡gua- les" (8RGD, 5). Posición universalista-igualitaria "Generalizando, yo somos iguales" creo que (8RGD, 4). todos 292 La igualdad de todos los hombres es el principio general que estrblece un sector del grupo para, desde ahí, juzgar "egoísta" e insolidaria la actitud de rechazo de los inmigrantes económicos. Desde esta lógica igualitaria, se afirma que todos los hombres, por el hecho de ser hombres, tienen derecho a comer, a trabajar y a vivir en el país que quieran (este discurso ya lo vimos en 5RGD). Lo mismo que se defienden los derechos de los emigrantes españoles en Suiza o Alemania, hay que respetar los derechos humanos de los emigrantes asentados en España: "Nos estamos quejando de lo que nos hacen en otros países que los están mandando para casa a los emigrantes, y hay una cosa que es que lo q u e no q u i e r a s p a r a ti n o lo q u i e r a s p a r a n a d i e ¿ e h ? (...) Nos guste o no, es otra cosa, esos, para mí t i e n e n t o d o el d e r e c h o a estar e n el m e r c a d o d e t r a b a j o " (8RGD, 11). Ante estos argumentos, la posición individualista-competitiva plantea que "cada país tiene sus problemas" y que "cada palo aguante su vela"; por tanto, aunque reconocen que puede ser "egoísta", lo primero que hay que hacer es cubrir las necesidades familiares (pan para todos en mi familia) y nacionales (trabajo para todos en mi país) y, sólo si sobra, compartirlo con los demás: "Pienso que cada uno de los países tiene sus problemas y no voy a hablar de política ni mucho menos pero pienso que para darles trabajo a esas personas que vienen de fuera, yo —de una manera egoísta— a todos ustedes que están aquí: primero yo, después yo y después yo. P r i m e r o m a n t e n e r a m i familia; después, si me sobra algo, indiscutiblemente podré ayudarles, pero deberíamos ser nosotros los primeros que nos eleváramos. No al contrario... Compartirlo sí, pero s i e m p r e y c u a n d o n o n o s q u i t e m o s d e n o sotros" (8RGD, 5). La propiedad privada subyace como criterio inviolable frente a la idea de compartir lo que se tiene —poco o mucho— con los que no tienen. El argumento se retrotrae del ámbito nacional al ámbito familiar: del mismo modo que antes tengo que dar de comer bien a mi hijo que a otras personas necesitadas que no son de mi familia, primero tengo que resolver la pobreza y el paro dentro de mi país y, sólo después, ayudar a resolverlo en otros países. La defensa del patrimonio familiar se vuelve así coartada para no compartir lo propio con los "extraños", del mismo modo que la defensa de los intereses nacionales sirve para justificar la ¡nsolidaridad con los extranjeros. Las dos posiciones descritas, tan enfrentadas, difícilmente pudieron llegar a un acuerdo a lo largo de la reunión; sin embargo, se llegaron a establecer bastantes puntos de consenso que, en definitiva, reflejan las actitudes dominantes de la clase obrera española frente a los extranjeros: — Se asume enseguida como algo "normal" ("es una cosa obvia") el querer más a los de la propia familia que a los extraños y a los naturales de tu país 293 que a los extranjeros. Desde aquí, se plantea la necesidad de n o p e r j u d i c a r al o b r e r o e s p a ñ o l y llevar a c a b o u n estricto c o n t r o l d e f r o n t e r a s que evite las "avalanchas". Los extranjeros que entran en España, deben ser legales y sólo se deben aceptar aquellos que podamos acoger con dignidad ("cupos"). — Se reconoce, con mala conciencia, que tanto a nivel individual como familiar o nacional, los trabajadores españoles actúan más con criterios de c o m p e t i tividad que con criterios de s o l i d a r i d a d . Los trabajadores han perdido la antigua "conciencia de clase" y los sindicatos han adoptado una actitud de colaboración estrecha con las empresas ("la empresa en realidad somos todos"). La crisis económica ha debilitado todavía más la posición de los trabajadores que viven "angustiados por su puesto de trabajo" y se reconocen cada vez más individualistas ("egoístas" dicen). — Al reconocer el estado de necesidad en que se encuentran los inmigrantes (marroquíes, negros, etc.), se plantean las siguientes soluciones parciales: reconocer el derecho de los que han trabajado ya varios años en España, legal o ¡legalmente, y que ahora están desempleados; ayuda concreta para el desarrollo de los países del Tercer Mundo; dar becas a estudiantes de países pobres para que luego puedan contribuir al desarrollo de sus países; aceptar en España sólo a aquellos inmigrantes nuevos que nuestro mercado de trabajo sea capaz de absorber sin perjuicio de los españoles y sin explotarles a ellos. — El Estado debe asumir como responsabilidad suya la política de inmigración: estableciendo "cupos" que salvaguarden los intereses de los españoles y la dignidad de los extranjeros; regularizando a los ilegales; expulsando a los delincuentes; controlando las fronteras, etc. La polémica entre la posición igualitaria y la individualista se salda en estos puntos de consenso que no satisfacen del todo a ninguno de los dos extremos. El discurso está lleno de ambigüedades y autoinculpaciones que reflejan, por un lado, la nostalgia de otro modelo de sociedad —regido por la igualdad y la solidaridad— y, por otro, una especie de principio de realidad que les inclina a defender lo propio, en este caso el mercado de trabajo, frente a los intrusos. La oscilación entre estos dos polos se resuelve en la práctica a favor del segundo para lo que cuenta decisivamente la política de "consenso nacional" y de "concertación" asumida en España por empresarios, sindicatos y gobierno (el pacto incluiría la defensa de los intereses nacionales a costa de cualquier planteamiento de solidaridad internacional que perjudicara a alguno de los pactantes). 294 1.3. 1.3.1. Payeses y empresarios del Maresme. Delimitación del sector. FICHA T E C N I C A DE 9RGD • Ocho varones y una mujer, entre 40-60 años. • 3 payeses, 2 propietarios de Hotel, comerciantes, un mecánico y un carpintero. • Relación cotidiana de todos con los negros del Maresme; los payeses y hoteleros han tenido o tienen a los negros como asalariados. • Todos casados y de clase social acomodada. • Fecha de aplicación: 4 octubre 1984. • Local: Club social del Pueblo. Malgrat de Mar (Barcelona). • Duración: 90 minutos. Mediante esta reunión se quería conocer el punto de vista de los españoles que contratan, legal o ¡legalmente, mano de obra extranjera. De hecho varios de los participantes tenían contratados en sus fincas u hoteles a inmigrantes centroafricanos. La región del Maresme, con más de 200.000 habitantes, tiene, además del sector de hostelería, unas feraces tierras donde se recogen con las más avanzadas técnicas agrícolas tres y hasta cuatro cosechas anuales de flores, fresones, tomates, etc. Los "morenos", como a ellos les gusta llamarse, comenzaron a llegar a la comarca hace unos 10 años, llegando a ser cerca de 4.000 en 1979. A partir de 1982, en que hubo un intento frustrado de expulsión masiva, han disminuido paulatinamente y ahora permanecen en torno a 2.500. La mayoría provienen de Senegambia. Casi siempre son varones en edad de máximo rendimiento laboral; sólo muy recientemente, algunos han comenzado a traer a su familia desde el país de origen, lo que no es bien visto por los participantes en nuestro Grupo de Discusión. Algunos payeses, según nuestras informaciones, trajeron expresamente a los primeros negros a sus campos y poco a poco esta mano de obra —barata, eficiente, sin capacidad de protesta— se fue extendiendo por la comarca hasta que en los últimos años el Gobierno Civil y el INEM han aumentado las dificultades de contratación legal. Miembros del Grupo de Discusión aprovechan la ocasión que se les brinda para dirigirse a la administración y exigirle que defina de una vez su política de extranjeros, de modo que puedan contratar t r a n q u i l a m e n t e a los negros o, si no, que los echen del país (el G r u p o tuvo lugar antes de aprobarse la Ley de Extranjería). 1.3.2. El negro como "mano de obra barata": un bien para Cataluña. Los payeses presentes en el G r u p o de Discusión —apoyados por el propietario de un hotel que también tiene trabajadores n e g r o s imponen su discurso al resto de los participantes. Los " m o r e n o s " son excelentes trabajadores: fuertes y resistentes, dóciles, baratos, ahorrativos, etc. Además, son nobles, limpios y, por si fuera poco, muy religiosos (musulmanes). Entre ellos se ayudan y viven form a n d o " c o m u n i d a d e s " . S o n p o c o g a s t a d o r e s en g e n e r a l y les basta con comer arroz y tomate para trabajar a pleno rendimiento. En suma, son buenos ciudadanos y extraordinarios trabajadores. Escogemos uno de los m u c h o s textos presentes en este sentido a lo largo de la reunión: " S o n m u y h e r m a n o s ¿ e h ? , s o n m u y h e r m a n o s . Si u n o n o t i e n e , se lo d a n . Son m u y buenos muchachos... Entre ellos con un kilo de arroz y tomate, y la h a b i t a c i ó n r e p a r t i d a e n t r e c u a t r o o c i n c o , p u e s r e s u l t a b a p o c o d i n e r o . . . y a h o r r a b a n (...) y los v e s b i e n v e s t i d o s , c u i d a d o q u e e s t o a m í m e ha l l a m a d o la a t e n c i ó n : l i m p i o s y b i e n v e s t i d o s " ( 9 R G D , 4 5 ) . Se c o m p a r a la situación actual de los negros a la de los antiguos inmigrantes murcianos, castellanos o andaluces que acudían a Cataluña: " E l m o r e n o , e n g e n e r a l , p u e s es b u e n o ; es b u e n o p o r q u e es c o m o m i p a d r e c u a n d o vino aquí desde M u r c i a , que era b u e n o . C u a n d o mi padre vino aquí era b u e n o p o r q u e había pasado h a m b r e y p o r q u e quería trabajar. Claro, c u a n d o u n o se h a a c o s t u m b r a d o a la v i d a b u e n a y a n o q u i e r e t r a b a j a r . Y a q u í e s o es m á s c l a r o q u e el a g u a " ( 9 R G D , 14). Los españoles ya no quieren trabajar la tierra porque "se han a c o s t u m b r a d o a la vida buena"; es decir, los españoles ya no aceptan las condiciones de trabajo que se imponen a los negros. Esta es la razón por la que los payeses y hoteleros consideran un bien para la economía de Cataluña la presencia de inmigrantes: ellos sí aceptan trabajar en condiciones de gran explotación y, por tanto, de gran beneficio para la economía de Cataluña. Es por consiguiente un error poner trabas legales, c o m o se está haciendo, para dar trabajo a los negros. 296 1.3.3. El negro como "extranjero": un problema político. Los empresarios catalanes son conscientes del problema político que supone el número de parados en España. En ese sentido, reconocen la buena intención del gobierno cuando trata de traspasar a parados españoles el puesto de trabajo que ocupan los negros. Sin embargo, piensan los empresarios, los parados españoles —sean jornaleros andaluces o sean jóvenes apuntados en las listas del paro del I N E M — no quieren trabajar en la tierra o, cuando lo hacen, abusan del payés y son poco eficientes: "Un amigo mío cogió este año una familia de andaluces para la recolección de la fresa. Firmaron los contratos de 3 ó 4 meses. Cuando tuvieron firmado el contrato abusaron tanto de él que me dijo el otro día: el año que viene cogeré morenos; prefiero pagar la multa que me venga, porque la he pagado mucho más cara este año: me robaban, no trabajaban, decían que estaban enfermos..." (9RGD, 17). "También el INEM ha buscado una solución en encontrar un trabajo a los jóvenes para trabajar en el campo... La oferta era grande, pero... yo he visto chavales con toda su voluntad... pero cuatro chavales en ocho horas —son 32 horas— haciendo el mismo trabajo que una mujer de campo en 4 horas" (9RGD, 23). Esta situación perjudica al patrón, a quien se impide contratar negros, so pena de ser multado; perjudica a los negros, que se ven en la calle, y perjudica a Cataluña, que se ve privada de una fuente de riqueza. En cambio, se benefician los sindicatos obreros, que engañan al moreno prometiéndole los derechos que no pueden darle, y el juez de la comarca, que gana prestigio defendiendo una causa también perdida. Por su parte, la administración y la policía adoptan una postura ambivalente y paralizadora: no expulsan a los negros pero tampoco les dejan trabajar y, para colmo, todavía no existe una política definida de fronteras (la reunión tuvo lugar antes de la Ley de Extranjería): "Cada día vienen más. ¿Por qué les dejan pasar la frontera? Si un español quiere ir a Inglaterra no pasa, si quiere ir a Francia no pasa, y aquí pasa todo el mundo. Y vendrá un día en que hasta los ratones de allí vendrán aquí, porque los dejan pasar" (9RGD, 10). 1.3.4. La lógica económica y la lógica nacional. En el discurso de los payeses se plantea a la administración un problema central, de naturaleza económica: el "libre mercado", reconocido en la Constitución, no funciona para la mano de obra extranjera, y ello perjudica al patrón que se ve privado de óptimos trabaja- 297 dores. Siguiendo este razonamiento, los payeses p r o p o n e n a la administración que legalice a aquellos extranjeros que, c o m o ios morenos del Maresme, son beneficiosos para la economía española, pero que se les legalice en las condiciones de libre concurrencia, no precisamente dándoles todos los derechos y beneficios del trabajador español. C o m o vemos, para un patrón cuenta más el beneficio empresarial, para el que no existen fronteras, que los intereses nacionales. La lógica nacional debe supeditarse a la lógica del capital. 1.4. 1.4.1. Gestores políticos y agencias de asistencia que se ocupan de los inmigrantes. Delimitación del sector. FICHA T E C N I C A DE 10RGD • • • • • • 4 varones y 3 mujeres, entre 35-55 años. R e p r e s e n t a n t e s d e d i v e r s o s ó r g a n o s d e la a d m i n i s t r a c i ó n ( e s t a t a l y m u n i c i p a l ) q u e se o c u p a n d e e x t r a n j e r o s ; y r e p r e s e n t a n t e s d e v a r i a s o r g a n i z a c i o nes de asistencia: A C N U R , C r u z Roja, C o m i s i ó n E p i s c o p a l de E m i g r a c i ó n , IEPALA, etc. P e r s o n a s i n t e r e s a d a s e n la i n v e s t i g a c i ó n s o b r e l o s e x t r a n j e r o s . F e c h a d e a p l i c a c i ó n : 28 s e p t i e m b r e 1984. Local: Colectivo IOE (Madrid). D u r a c i ó n : 115 m i n u t o s . El otro sector de españoles cuya o p i n i ó n sobre los extranjeros queríamos recabar coincidía precisamente con el g r u p o - c l i e n t e de la presente investigación: funcionarios de la administración con competencias en el tema de extranjeros (nivel nacional y municipal) y personal de instituciones asistenciales (ACNUR, CEAR, Cruz Roja, etc.). Por eso, el análisis de este G r u p o de Discusión se convierte en cierto m o d o en un análisis de la demanda de la presente investigación. Los reunidos están p r e o c u p a d o s por afrontar el grave problema social de los inmigrantes económicos; son conscientes de que la polít i c a actual española hacia ellos es a m b i g u a y c o n t r a d i c t o r i a ; se necesita urgentemente definir con precisión las dimensiones del problema a fin de atajarlo con realismo. El presente estudio s o c i o l ó gico debería contribuir a ese objetivo. Entre los invitados al G r u p o de Discusión, se pueden percibir ciertas diferencias entre las agencias de asistencia —más abiertas a un plantamiento internacional y, en esa medida, más sensibles al p r o - 298 blema humano de la inmigración— y los representantes de la administración, sobre todo preocupados por salvaguardar los intereses nacionales que, teniendo en cuenta el paro existente en España, se riñen con un trato igualitario hacia los extranjeros o con una política de fronteras abiertas (esta Reunión tuvo también lugar antes de aprobarse la Ley de Extranjería). 1.4.2. La marginación de los inmigrantes es inaceptable. Los reunidos hacen un análisis muy crítico de la situación en que se encuentran los inmigrantes económicos en España: explotados a nivel laboral (casi siempre en la llamada "economía sumergida") y abocados con relativa frecuencia a situaciones extremas (mendicidad, delincuencia, prostitución...); indefensión jurídica (por indocumentados); separación familiar de algunos de ellos; miseria social y cultural, etc. Se repasan en este sentido muchas situaciones concretas referentes a diversos colectivos con los que se ha trabajado: mendigos portugueses, internas filipinas, delincuentes iraníes, cubanos exiliados, guiñéanos, etc. Toda esta compleja problemática, además tiende a agravarse por tres motivos: — Los inmigrantes ilegales están aumentando al haber una política de fronteras abiertas, mientras en otros países europeos el control es cada vez mayor. — Los que ya residen tienden a estabilizarse, a medida que pasan los años y sus hijos crecen en nuestro país. — Se retrasan las soluciones legales, en especial la Ley de Extranjería (todavía no había entrado en vigor al hacerse esta Reunión). Los inmigrantes económicos, de este modo, resultan ser sujetos de acción social, no sujetos de derechos: "La inmensa mayoría de las veces, sin ser sujetos d e d e r e c h o o de derechos, en cambio son sujetos d e a c c i ó n social; no quisiera decir b e n e f i c i e n cia porque es que a veces no podemos llegar más lejos, pero... por más que digan, son sujetos de acción social y nada más" (10RGD, 4-5). Se remite así a una relación de desigualdad entre extranjeros y españoles que hace vivir a aquéllos en un rango de servidumbre y dependencia, propio del antiguo régimen (cuando había ricos y pobres, éstos destinatarios de la caridad), mientras los ciudadanos 299 españoles ya han a d q u i r i d o el rango de igualdad que caracteriza a un Estado democrático basado en la soberanía popular. Paralelamente, crece la xenofobia de la población española, incluso entre los sindicatos obreros (insolidarios c o n las clases explotadas de otros países) y entre los propios marginados españoles que ven en los inmigrantes posibles c o m p e t i d o r e s a la hora de recibir ayudas. Los responsables políticos y de agencias de asistencia no pueden aceptar, en mala conciencia, que las cosas sigan así. De ahí que planteen la urgente necesidad de soluciones políticas. 1.4.3. Política migratoria llena de contradicciones. El g r u p o reconoce que la política española de extranjeros está llena de contradicciones: se les deja entrar fácilmente, pero luego no se dan cauces legales para atenderles y darles trabajo; los diversos departamentos de la administración están descoordinados y lo mismo pasa con las agencias de asistencia, etc. Se c o n c l u y e que España es un país de inmigración sin política de inmigración. Se alude también a los emigrantes españoles en otras partes del m u n d o : se reclama para ellos lo que luego no damos nosotros a los extranjeros que tenemos dentro. Las ayudas y subvenciones para atender a los extranjeros, a pesar de ser superiores a las que se conceden en otros países de Europa, son sólo parches que no solucionan los problemas de fondo. Se reconoce incluso una dosis notable de hipocresía en nuestra clase política que, por un lado, da una limosna para los extranjeros mientras, por otro, se les niegan los mínimos derechos ciudadanos lleg a n d o a no existir para la administración. Se puede captar en este sector de o p i n i ó n un enfoque voluntarista en el modo de tratar la pobreza material o la marginación social de los inmigrantes e c o n ó m i c o s . Se supone, en efecto, que ese estado de indigencia depende de no tener los mismos derechos que los españoles; la s o l u c i ó n estaría en darles acceso a la igualdad de oportunidades y a la movilidad social. C o m o si los pobres y marginados españoles fueran todos por voluntad, al margen de las c o n d i ciones que los mantienen sumidos en la pobreza y la marginación. El g r u p o distingue, por ejemplo, entre el " m e n d i g o por necesidad" y el " m e n d i g o por profesión"; en el primer caso se trataría de una miseria material y en segundo de una "miseria cultural": " E v i d e n t e m e n t e , la m e n d i c i d a d s i e m p r e es u n a r e l a c i ó n e n s i t u a c i o n e s d e m i s e r i a , e s o , e s o es e v i d e n t e ; o t r a c u e s t i ó n es q u e e n e s a s s i t u a c i o n e s d e 300 miseria la gente se profesionalice, y no haga ningún esfuerzo por salir de esa situación ya, porque se ha resignado a vivirla. (...) Yo estoy de acuerdo en que son situaciones de miseria lo que a esta gente la empuja, aunque, y eso pasa con lo españoles también, la gente termina cronificada en unas situaciones de las que no hace ningún esfuerzo por salir" (10RGD, 12-13). El problema implícito que se plantea es la renuncia subjetiva de algunos marginados a creer y confiar en la propia posibilidad de promoción dentro del sistema. Esa falta de confianza conduce a la cronificación en la miseria, lo que se identifica con la "miseria cultural". Para superar esta situación el grupo plantea "promocionar" a los inmigrantes marginados, es decir, hacerles asumir la ideología de la igualdad de oportunidades y de la posibilidad de ascenso social en base al esfuerzo y, en definitiva, a la voluntad de los individuos. Tampoco aparece en el Grupo de Discusión un planteamiento serio de las diferencias y contradicciones existentes entre el Primer Mundo y el Tercer Mundo, como causa más profunda del problema de los inmigrantes económicos. No se aboga, por tanto, por un solución a nivel internacional (en especial, un nuevo orden económico mundial). Todo nos induce a concluir que sobre todo preocupa el problema que ocasionan los inmigrantes a los españoles, no tanto el problema en sí de los inmigrantes. Los intereses nacionales priman sobre la solidaridad con el Tercer Mundo metido dentro de nuestras fronteras. 2. LA I M A G E N DE LOS EXTRANJEROS EN LOS M E D I O S C O M U N I C A C I Ó N SOCIAL. Durante 1985 el volumen de información transmitida sobre extranjeros por los principales periódicos españoles podemos decir que ha sido considerable: 45 espacios en ABC; 85 en El País; y 58 en El Periódico de Barcelona. Se aprecia claramente la mayor atención que El País dedica en conjunto a esta cuestión. En cuanto a los temas tratados, destacan dos de carácter coyuntural: la Ley de Extranjería y el caso de Melilla y Ceuta, ligado precisamente a la puesta en vigor de la citada ley. Siguen después otros temas relativos a la delincuencia, situación económico-laboral, racismo y refugiados políticos. 301 C O N T E N I D O T E M Á T I C O D E LA I N F O R M A C I Ó N S O B R E E X T R A N J E R O S E N LA P R E N S A E S P A Ñ O L A Tema ABC EL PAÍS EL P E R I Ó D I C O Ley de extranjería 44,9% 39,2% 28,9% Ceuta y Melilla 32,0% 29,7% 10,0% Delincuencia 17,8% 10,2% 4,5% Económico-laboral 5,1% 5,1% 14,5% Racismo-xenofobia 3,9% 7,5% 10,0% Asilo-Refugiados 3,9% 6,7% Otros 7,3% 2,2% 6,6% F U E N T E : Elaboración propia (resultados del año 1985). Hay que hacer aquí una primera aclaración: todos estos temas no necesariamente aparecen de un m o d o único en determinado texto, sino que más bien en un mismo texto pueden tener presencia varios temas simultáneamente. Si descartamos los dos temas coyunturales (Ley de Extranjería y Ceuta y Melilla), resalta la frecuencia de la delincuencia extranjera, sobre t o d o en A B C y El Periódico. Este mero hecho ya puede ser un síntoma de la imagen distorsionada que la prensa tiende a dar de los inmigrantes, c o m o si sobre todo fueran delincuentes. T a m b i é n hemos analizado varios programas de Radio Nacional y Televisión Española que servirán para completar una presentación general de la imagen que ofrecen los medios de c o m u n i c a c i ó n sobre los extranjeros. En otra parte de este informe se recoge lo relativo a la Ley de Extranjería (Vl,4) y a Ceuta y Melilla (111,13.6). En cuanto a la d e l i n cuencia también la hemos analizado en otro lugar (III) pero la volveremos a recoger aquí brevemente. 2.1. Los extranjeros delincuentes. Radio Nacional de España: En los programas analizados se destaca que: — N o t o d o s l o s e x t r a n j e r o s s o n d e l i n c u e n t e s e i n c l u s o e n t r e q u i e n e s lo s o n h a y q u e t e n e r e n c u e n t a las s i t u a c i o n e s d e m a r g i n a c i ó n s o c i a l q u e les h a n l l e v a do a delinquir. R e s p e c t o d e e s t e ú l t i m o p u n t o , m e r e c e d e s t a c a r s e la s i g u i e n t e o p i n i ó n e x p r e s a d a e n la r a d i o : " h a y m u c h a s p e r s o n a s q u e , si e s t á n e n e s t e país e n u n a 302 situación de marginación, sin poder trabajar y en una situación objetivamente difícil, claro, pues es mucho más fácil que rocen el mundo del delito. Quiero decir que no se trata tampoco de ciudadanos con plenitud de derechos y que se han puesto a delinquir, sino que en muchas ocasiones son ciudadanos que, a partir de una situación de marginación, les lleva precisamente a delinquir". Televisión Española: En el programa analizado de "Informe Semanal" destacan tres contenidos básicos respecto de la delincuencia: — No todos los extranjeros son delincuentes. — España es vista como centro de la delincuencia internacional. — La condición de marginación en que se encuentran ciertos extranjeros es caldo de cultivo para el delito. 2.2. Problemática económico-laboral de los extranjeros. El medio escrito que mayor atención dedica a este tema es El Periódico. En cuanto a los medios audiovisuales sobresalen referencias en el programa Informe Semanal. ABC: — La presencia de los extranjeros agrava el paro. — Es injusta la preferencia del candidato extranjero sobre el nacional por parte de las empresas. — Emigrantes extranjeros trabajan clandestinamente. — La Ley de Extranjería debe servir para forzar la salida de estos extranjeros, tal como se hace en cualquier país civilizado. La opinión de ABC se condensa en el siguiente texto: "Cuando muchos españoles no pueden encontrar un trabajo digno que necesitan desesperadamente, es injusto el espectáculo de preferencia que muchas empresas siguen dispensando al candidato extranjero"(23/XI). En un amplio reportaje sobre la situación de los inmigrantes marroquíes en España, se señala que "más de la mitad de los marroquíes en España trabajan de forma clandestina" y, sobre todo, que "existe entre los trabajadores españoles un sentimiento de rechazo hacia estos emigrantes como elementos que agravan el paro en nuestro país"(11/VI). Finalmente en una columna de opinión se dice: "si se llega a aplicar con todo su rigor la nueva Ley de Extranjería, muchos extranje- 303 ros que se encuentran en España sin trabajo o trabajan clandestinamente se verán obligados a regresar a sus países. Esta práctica resulta normal y plausible en cualquier país civilizado, y no digamos más en unos m o m e n t o s en que casi tres millones de españoles carecen d e t r a b a j o " ( 2 3 / I X ) . El País: — A m p l i o tratamiento y d e n u n c i a implícita, del círculo vicioso "permiso de trabajo-autorización de residencia". administrativo — España despierta expectativas de mejora laboral y e c o n ó m i c a . — P r e s e n c i a d e e x t r a n j e r o s e n la e c o n o m í a marginación e infraremuneración. sumergida y en situaciones de Tras recoger una sentencia dictada por el Tribunal Constitucional según la cual no es exigible c o n s t i t u c i o n a l m e n t e en España la i g u a l dad de trato en materia de acceso al trabajo entre españoles y extranjeros (10/IV), El País deja entrever la existencia de serios p r o blemas: los extranjeros, para suscribir contratos laborales han de haber resuelto el requisito administrativo de la autorización de residencia, pero para obtener éste último, el Ministerio del Interior exige el permiso de trabajo; el criterio de que "en materia salarial, los extranjeros no pueden ser discriminados respecto de los españoles en puestos de trabajo equiparables" no se c u m p l e en el m o m e n t o que los primeros proceden a reclamar diferencias salariales, sus c o n tratos son considerados nulos por carecer del requisito administrativo correspondiente; el problema de los latinoamericanos que, en virtud de los vigentes tratados internacionales suscritos donde recíprocamente se rechaza la necesidad de permiso de trabajo para acceder al m u n d o laboral, gozaban en España de ciertas ventajas y que ahora sólo podrán hacerlo si están legalmente en España, es decir, si cuentan con el correspondiente permiso de residencia (10/IV). En cuanto a la economía sumergida de extranjeros, se señala que "la economía sumergida y el trabajo negro, sea para españoles o extranjeros, tiene las mismas causas, la libre explotación de los trabajadores sin cargas sociales y seguridad en el trabajo. Una situación que no puede resolverse con medidas administrativas contra los trabajadores extranjeros, sino atacando la raíz del m a l " (Tribunal Libre del 9/XI). El Periódico: — Favorable a una e m i g r a c i ó n que c u b r a puestos de trabajo no cubiertos por españoles. estacionales 304 — Esta emigración vive clandestinamente y está explotada: trabajan sin contrato, sobre todo africanos, y si lo pideh se les despide sin indemnización. — Muchos de estos trabajadores pueden ser absorbidos por la comunidad y estabilizarse. — Para un sector de la opinión pública, la entrada de emigrantes es una provocación para los parados, además de ser elementos que revientan el mercado normalizado. La línea de opinión de este medio se expresa en el siguiente comentario editorial: "No estamos en contra de una emigración que sólo aspira a cubrir los puestos de trabajo estacionales para los que, por lo visto, no hay aspirantes del país. Por lo menos no consta la denuncia de las centrales sindicales contra esa competencia desleal que, frecuentemente, está siendo explotada"(2/IV). En contraste, un lector opina que, a pesar del paro y de otros problemas económicos, "España permite la entrada de emigrantes africanos en busca de puestos de trabajo. Esta situación es una provocación para los parados del país" (1/1II). En línea similar, en un reportaje sobre los comercios indios en determinado barrio de Barcelona, se percibe una actitud de rechazo que se traduce en acusar a esos vendedores extranjeros de reventar el mercado (4/XI). Más en consonancia con la línea editorial, se nos pinta el siguiente panorama de muchos extranjeros, sobre todo africanos: "no (tienen) ningún medio legal de ganarse la vida"(8/IV), "todos buscan un trabajo para sobrevivir"(2/IV), "realizan trabajos de carácter clandestino"(13/lll), "su futuro es más negro que el color de la piel de algunos"(24/XI). Hay algunos marroquíes, portugueses, etc., que "pese a que trabajan, no consiguen un contrato laboral" y cuando "han solicitado contrato firmado de trabajo para poder residir legalmente en España, han sido despedidos sin indemnización"(10/VIII). Considera El Periódico que "más que como legales o autorizados a residir, habría que distingirlos por las actividades a que se dedican en España. Es evidente que la mayoría de los africanos que se han quedado de manera subrepticia y que aquí han encontrado un precario modo de vida, se dedican preferentemente a actividades agrícolas de recolección a las que no aspiran la mayoría de los españoles en paro. (...) Estos inmigrantes, generalmente de una vida ordenada, no causan ningún problema y pueden ser perfectamente absorbidos por la comunidad"(2/IV). 305 Radio Nacional de España: — Aparece de modo implícito la existencia de problemas para encontrar trabajo entre los extranjeros, sobre todo entre los que están en situación de mayor marginación. Televisión Española (Informe Semanal): — La crisis trae extranjeros pobres y de piel oscura que vienen a buscar trabajo para mejorar su situación económica. — Los negros del Maresme hacen tareas que los españoles no quieren. — Muchos extranjeros carecen de derechos socio-laborales, están en la economía sumergida en peores condiciones que los trabajadores españoles en la misma situación. 2.3. Racismo-xenofobia. Aquí predomina también El Periódico, seguido de El País. Veamos los contenidos más relevantes. ABC: — No hay tratamiento explícito del tema (sólo referencias a sucesos que pueden considerarse expresión del racismo-xenofobia socialmente existentes). — Es necesario preocuparse por los nacionales antes que por los extranjeros. — La Ley debe utilizarse para forzar la salida de los extranjeros. El País: — Denuncia clara del racismo en la sociedad española. — La cuestión de Ceuta y Meíilla pone en evidencia la existencia de un auténtico apartheid racial y religioso (crítica al gobierno por movilizar, en el caso de Melilla, sentimientos xenófobos, así como por su política coloreada de racismo). — Existen formas diversas de racismo y, entre ellas, están las leyes de extranjería y la discriminación en el empleo. El tema del racismo aparece de modo explícito en El País, incluso hay un editorial dedicado directamente a la cuestión y otros dos en los que se hace referencia a esta problemática. Esto se completa con la opinión de varias cartas al Director, Tribunas Abiertas y diversas noticias. En la línea editorial de El País resalta lo siguiente: la cuestión de los musulmanes en Melilla está generando "un auténtico apartheid 306 racial y religioso", con los razonamientos sobre el tema se "acumulan prejuicios religiosos (al) comportamiento racista"(26/V); "El racismo no tiene su único hogar en Sudáfrica, y el gobierno socialista, si no enmienda su actitud en este caso, no puede tirar la primera piedra contra nadie"(17/XII); "En sectores de la sociedad europea se manifiesta ya abiertamente una creciente hostilidad hacia esta oleada (de inmigrantes del Tercer Mundo) que crece continuamente. Una hostilidad que toma formas diversas de racismo, desde las más atenuadas y legalizadas, como las Leyes de Extranjería, y las invisibles en las discriminaciones de empleo (...) hasta las actitudes políticas de líderes nacionalistas que coinciden en algunos puntos de su ideario con ideologías de la extrema derecha"(23/XII). Para un lector, "la reciente Ley de Extranjería es sectaria, por no decir racista", al dar un tratamiento preferencial a determinadas nacionalidades en desmedro y discriminación de otras como la Andalusí(7/VIII). En una Tribuna Libre se considera que "en el fondo, La Ley de Extranjería (...) y las medidas del Ministerio del Interior tienen un tufo racista y xenófobo"(9/XI). Por su parte, "representantes de las comunidades musulmanas de Ceuta y Melilla (...) califican de 'réplica racista' la manifestación convocada (...) por todos los partidos políticos, en defensa de la aplicación de la Ley de Extranjería"; en contraste el Delegado del Gobierno reconoce "que existe una cierta marginación del colectivo musulmán, aunque no racismo"(1/XII). Finalmente, en Canarias el Gobierno decide aplicar discrecionalmente la Ley en el sentido de facilitar "la entrada y salida de extranjeros con documentación defectuosa o sin ella. Representantes de los sectores exportadores de las Islas han acogido con optimismo esta medida (pues) habían manifestado que determinadas actitudes oficiales en los aeropuertos canarios, que calificaron como "racistas", estaban dificultando el comercio con los países del norte de África. Según la misma fuente, los viajeros africanos son objeto con frecuencia de vejaciones en la comisaría de la frontera" (26/XII). El Periódico: — Posiciones contrastadas sobre el racismo en Cataluña. — Los extranjeros de piel oscura encuentran problemas especiales para resolver sus trámites legales (además, la mayoría de los expulsados son de raza negra). — Existencia de un racismo social e inconfesado, apenas expresado, que la presencia de minorías étnicas ha despertado. Respecto de este último punto, una firma habitual de El Periódico publicó un artículo titulado "El racismo que no cesa" donde señalaba que al margen del escandaloso racismo oficial e institucional, legali- 307 zado por un gobierno, tal es el caso de Sudáfrica o lo fue el de Hitler, existe "el racismo ilegal o inconfesado (que) es una práctica cotidiana en las costumbres de la sociedad civil. En España se decía siempre que no existía racismo, porque nuestro pueblo es un pueblo secularmente cristiano. Quienes eso afirmaban no se acordaban de los gitanos, precisamente porque los pobres gitanos son ciudadanos de segunda categoría, principio y fundamento del racismo social. Pero ha bastado con que unos centenares de negros se instalaran en la costa catalana y que unos miles de marroquíes (anden) por nuestras ciudades, para que el dragón del racismo apareciera entre nosotros. Es decir, antes apenas había racismo porque tampoco había minorías étnicas" (13/VIII). Conviene resaltar que El Periódico dedica amplia información al problema del racismo en Europa, concretamente en Francia, a partir de la existencia de un movimiento juvenil que ha iniciado una amplia campaña antirracista (16/VI, 17/VI, 24/VI). Televisión Española (Informe Semanal): — La xenofobia suele acompañar al extranjero que ha venido a España en los últimos años. — Existe el tópico de que los extranjeros de piel oscura son delincuentes. 2.4. Refugiados políticos En este tema es "El Dominical" de Televisión Española dedicado a los refugiados el que ofrece una más amplia y profunda atención; en los otros medios destaca El País. ABC: — Referencia a unos pocos casos: los exiliados políticos se encuentran entre el amparo de las leyes y el rechazo social. — Según la procedencia, varían los problemas específicos de los exiliados. El País: — Referencia a casos bastante diversos resaltando su problemática de adaptación que en determinados casos conlleva el desequilibrio físico. — Dificultades agravadas por la actitud de las autoridades. El Periódico: — Referencia al caso específico de los iraníes en Cataluña: desarraigo y dificultades de adaptación, carencia de medios, impedimentos para trabajar, problemas de comunicación. 308 Merece recogerse parte de un texto titulado "Un millón de iraníes que luchan contra Jomeini desde Barcelona": "Son la izquierda iraní refugiada en el exilio para salvar la vida (...). Iniciaron en España la ruta de su huida porque era el único país de Europa Occidental que, entonces, no exigía visado al extranjero (...), llegaron tan desprovistos de todo como cualquier otro inmigrante. Hablando únicamente la complicada, para nosotros, lengua farsí, sin certificados ni documentos, y con poquísimo dinero en el bolsillo. Más de una vez, explican, se rindieron en plena calle y empezaron a llorar. 'Es al principio. No te entiende nadie, no puedes ir a comprar, no sabes dónde ir a comer' (...). La llegada a Barcelona, el ritmo de una ciudad europea, el sometimiento a unas normas de convivencia social (...) son dificultades añadidas para estas gentes. (...) Observándolos, no obstante, se hace evidente que, por encima de todo, son unos iraníes en pie de guerra, refugiados en un país extraño porque así lo sugirió su instinto de supervivencia. Eso que se conoce como un exiliado político... Tan sólo 250 iraníes han recibido la tarjeta de exiliado político que extiende el Ministerio del Interior. El resto debe demostrar mensualmente a la policía que sigue aquí. No pueden abandonar España, ni trabajar, según dice la Ley" (12/V). Televisión Española (El Dominical): — Referencia a casos concretos y diversos de refugiados en España. — Agudas dificultades en la vida de los refugiados. — Existencia de instituciones que dan asistencia al refugiado. — Rigurosas condiciones para conceder el Título de Refugiado. El reportaje "Refugiados en España. Testimonio de un exilio forzado" se inicia con los testimonios de una niña que narra por qué su abuela murió víctima de la represión jomeinista; de un vietnamita que recuerda las dificultades que tuvo para encontrar trabajo en el interior de una panadería de la que ahora es propietario; de una familia chilena que en el salón de su casa recuerda emotivamente a la familia que quedó en Chile; de tres palestinos que nos hacen partícipes de la fragmentación forzosa de sus familias y pueblo; y el testimonio de otro chileno cuya imagen aparece en negativo para que con su testimonio su familia no sufra persecución en su país de origen. Estos testimonios son ejemplos a través de los cuales se transmite a la audiencia la vida de los exiliados en España, sus carencias, sus nostalgias. Las imágenes del Madrid periférico en las que habita gran parte del exilio; la exposición de una doctora sobre las enfermedades más comunes entre los refugiados; la asistencia que a este colectivo 309 viene o f r e c i e n d o la Cruz Roja; el restaurante al que acceden m u c h o s de ellos mientras regularizan su situación o la escenografía realizada por un g r u p o de iraníes en las calles de Madrid sobre la represión cotidiana en su país aparecen ante el telespectador c o m o secuenc i a s - m o m e n t o s de las vidas de estos refugiados de estos exiliados que viven en España. Mediante estas puestas en escena se p r o d u c e una especie de vaciado espiritual de los protagonistas en la historia que nos c u e n tan. En ellas, el telespectador asume el papel de testigo; no se requiere de él un papel de enjuiciador sino de solidaridad. 2.5. Otros temas A g r u p a m o s aquí algunos temas sueltos, o de muy poco desarrollo, que aparecen en los diarios que estamos analizando, concretamente en El País y en El Periódico ya que A B C no da cabida a otros temas distintos de los analizados. El País: Un tema suelto que aparece varias veces es el de la cultura. Por un lado, las dificultades de integración cultural de los exiliados (ver 28/IV); por otro, la d e n u n c i a del agravio c o m p a r a t i v o y marginación a que se somete a la cultura andalusí con la Ley de Extranjería (ver 7/VII), O t r o de los temas se refiere a los p r o b l e m a s de nacionalidad que tienen, al retornar a España, los emigrantes españoles nacionalizados en Iberoamérica: se les trata " c o m o extranjeros" (ver 5/XI y 27/XII). Marginalmente aparecen referencias a los latinoamericanos, casi siempre vinculados a situaciones problemáticas (ver 10/IV, 9/XI, 2 5 / I X y 29/XII). T a m b i é n hay que resaltar una amplia referencia al Informe Intermedio de la presente investigación (lOE/Cáritas) sobre los extranjeros en España (10/XII). El Periódico: Aquí también nos e n c o n t r a m o s referencias al tema de la cultura: las dificultades de cambiar una cultura africana por otra europea (27/I); la experiencia de unos trabajadores negros del Maresme que incursionan en el teatro c o n una obra de Genet titulada "Los negros" (31/111 y 2 4 / X l i ) ; finalmente una o p i n i ó n crítica sobre el uso de la 310 Casa Bloc, "una de las obras cumbres del racionalismo en Cataluña", como cárcel de extranjeros en trámite de expulsión (20/XI). Sobre la situación vital de los extranjeros hay unas breves referencias (24/XI y 8/1V), escasas también las relacionadas con los latinoamericanos (24/XI). Información general sobre extranjeros en España aparece a través de la reseña de dos informes: el de lOE/Cáritas (2/IV) y el de la comisión Socías (11/IV), amplia en el primer caso y muy breve en el segundo.