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Sara Larraín / REVISTA AMBIENTE Y DESARROLLO de CIPMA Glaciares chilenos: Reservas estratégicas de agua dulce Sara Larraín Directora Programa Chile Sustentable. Seminario 774, Ñuñoa, Santiago, Chile. E-mail: slarrain@chilesustentable.net E l agua es un elemento natural que constituye la base del mantenimiento de la vida en el planeta. Sin agua no hay vida, y el agua no tiene sustitutos. El agua sustenta los ecosistemas, el abastecimiento humano y es un recurso clave para todos los procesos productivos desarrollados por el hombre. Históricamente, todos los asentamientos humanos se han desarrollado donde existen fuentes de abastecimiento de agua. El agua en la tierra es abundante pero salobre. El agua dulce constituye solo 3% del total de agua en el planeta, y un 77,06% de ella esta congelada en los polos y en glaciares en las altas cordilleras (GWP, 2000). Lamentablemente el uso ineficiente del agua a nivel mundial, su desigual distribución geográfica y la creciente contaminación la han puesto en condición de escasez, lo que expone a la población mundial a gran vulnerabilidad y en riesgo de crecientes conflictos sociales, políticos, económicos y ambientales cuyo centro es el agua. A nivel internacional existe consenso de que los glaciares son fuentes estratégicas para el actual y futuro abastecimiento de agua dulce y manutención de los ecosistemas y la economía. Sin embargo, como constituyen sistemas abiertos, con interacciones internas y con el medioambiente; y como su formación obedece a condiciones ambientales únicas y de alta fragilidad cualquier acción que se desarrolle sobre los glaciares o en territorios circundantes puede afectarlos y poner en riesgo a toda la población que se abastece aguas abajo de los deshielos (PNUMA, 2004). Actualmente existe suficiente información científica sobre la importancia estratégica de los glaciares y los impactos de las actividades humanas y del calentamiento global sobre ellos. Sin embargo, en los últimos años no ha existido conciencia publica sobre su importancia, y tampoco acuerdos vinculantes que obliguen a su protección. Aunque desde la Cumbre de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en 1992, los científicos del Panel Intergubernamental de Cambios Climáticos han informado a los gobiernos sobre las consecuencias del calentamiento global sobre sus territorios, incluidos los glaciares, solo algunos países los han incluido como objetos de protección en su legislación sobre recursos hídricos y sobre áreas silvestres protegidas: o bien generando leyes específicas para su conservación como fuentes y reservas estratégicas de agua dulce. Recientemente la atención pública sobre los glaciares se ha intensificado globalmente. A nivel nacional la preocupación se ha centrado en la contaminación y destrucción de glaciares por algunos emprendimientos mineros; alcanzando gran visibilidad e interés ciudadano a partir del proyecto Pascua Lama, en la cuenca del río Huasco, en la III Región del país, que proponía la remoción de los glaciares del área para la extracción de oro a tajo abierto. A nivel internacional la preocupación se ha concentrado en los impactos del calentamiento global 1 Para más información sobre los escenarios de emisiones, puede revisarse el documento: Escenarios de Emisiones. Resúmenes para responsables de políticas. Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (2000). Disponible en: http://www.ipcc. ch/pdf/spenecial-reports/spm/sres-sp.pdf (Nota de la edición). 2 Ver: http://www.eclac.cl/ 28 Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007 Glaciares chilenos: Reservas estratégicas de agua dulce / ARTÍCULOS GENERALES Figura 1: Retroceso del Glaciar San Rafael y San Quintín: entre 1994 y 2002 Fuente: Instituto Geográfico Militar, Grupo de Trabajo Protección de Glaciares, Chile Sustentable, junio 2006. sobre los glaciares, el que conlleva su derretimiento y con ello un elevamiento en el nivel del mar; además de amenazas para la agricultura, la industria, la generación hidroeléctrica y la provisión de agua potable para los asentamientos humanos, especialmente las ciudades. La información científica difundida por el Panel Intergubernamental de Cambios Climáticos; por el Informe Stern, y los informes de variabilidad climática de varias naciones, consignan impactos del cambio climático sobre la salud, el territorio, el medio ambiente, la alimentación y la economía mundial; y proyectan una grave crisis en el abastecimiento de agua, una de cuyas causas principales es el derretimiento de los glaciares. En referencia a América del Sur, se establece que en la zona de los Andes en Sudamérica, el área cubierta de glaciares se ha reducido en un cuarto en los últimos 30 años, y que los glaciares de menor tamaño desaparecerán completamente en la próxima década, Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007 afectando gravemente a ciudades como La Paz y Lima, y a más del 40% de la agricultura de los valles andinos que dependen del caudal de recarga que proveen los glaciares. Informan que el aumento de solo un 1º en la temperatura a nivel global (que se prevé para 2020) impactará los glaciares de los Andes y estiman que más de 50 millones de personas en los países andinos se verán afectadas por disminución de agua proveniente del aporte de los glaciares (Stern,2006). A esta situación hay que sumar la dependencia hídrica de las capitales de Ecuador y Chile de cuencas glaciares, las que además hacen posible la actividad agrícola. El derretimiento de los glaciares y la disminución de las nieves, además del cambio en los patrones de lluvia y temperaturas que trae el calentamiento, sumado a fenómenos interanuales como El Niño y La Niña, aumentarán el riesgo de inundaciones y provocará una drástica reducción de la provisión de agua para un sexto de la población mundial, especialmente en India, China y los países andinos de Sudamérica, en periodos 29 Sara Larraín / REVISTA AMBIENTE Y DESARROLLO de CIPMA R E S U M E N A nivel internacional existe consenso de que los glaciares son fuentes estratégicas para el actual y futuro abastecimiento de agua dulce y manutención de los ecosistemas. En fenómenos climáticos tales como sequía, el abastecimiento de agua dulce por parte de los glaciares llega al 30% y en caso de extrema sequía al 67%. Por ello es que la autora ve con extrema preocupación el retroceso de los glaciares en el mundo y específicamente en Chile, donde un 87% de lo glaciares catastrados evidenciaron retroceso. Llama la atención al hecho de que la legislación chilena no contemple ni siquiera la definición de glaciares dejando su protección exclusivamente en manos del sistema de evaluación de impacto ambiental (SEIA), el que evalúa cada proyecto en particular, con el riesgo que implica limitar la política pública a medidas de conservación reactivas y casuísticas. Finalmente la autora destaca la iniciativa del gobierno de desarrollar una Estrategia Nacional de Cuencas, la cual facilitaría la protección de las cabeceras de cuenca, donde se encuentran los glaciares y se originan los caudales. Palabras claves: Glaciares - cambio climático - sequía - Estrategia Nacional de Cuencas - retroceso - legislación - Chile ABSTRACT At the international level there is a consensus that glaciers are strategic sources for the current and future supply of freshwater and maintenance of associated ecosystems. Under climatic conditions such as drought, glaciers can account for as much as 30% of the fresh water supply, and in case of extreme drought as much as 67%. That is why the author views with extreme concern the retreat of glaciers in the world and specifically in Chile, where 87% of the registered glaciers have shown evidence of shrinkage. It is noteworthy that Chilean law does not even provide a definition of glaciers, and their protection is left solely in the hands of the system of environmental impact assessment designed for assessing specific projects, raising the risks of a reactive mode of public policy whereby conservation measures are limited to special cases. Finally, the author stresses the government’s initiative to develop a National River Basin Strategy, which would facilitate the protection of headwaters, where glaciers, the most common source of these flows, are found. Key words: Glaciers – climate change - drought - National River Basin Strategy - retreat - legislation - Chile de sequía. Adicionalmente el derretimiento de glaciares elevará el nivel del mar, afectando casi 4 millones de km2 de territorios que hoy albergan a 5% de la población mundial (Stern, 2006). En Perú, los expertos aseguran que dicho país perdió 20% de sus glaciares durante los últimos 30 años. En base a ello predicen que todos los glaciares de dicho país, ubicados bajo los 5.500 metros de altura sobre el nivel del mar (es decir la mayoría de los glaciares 30 peruanos), desaparecerán antes del año 2015, afectando gravemente a la mayoría de la población peruana que vive entre los Andes y el mar, y que actualmente recibe el agua desde las montañas (Instituto Nacional de Recursos Naturales, 2006). En el caso de Chile, un estudio del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile, el Instituto Patagonia y el Centro de Estudios Científicos de Valdivia sobre el avance y retroceso de los glaciares a nivel nacional, concluyó, en base a una muestra de 100 glaciares (correspondientes a 5,6% de los glaciares chilenos), ubicados entre la III (Atacama) y la XII Región (Magallanes), que solo 6% de ellos presenta avances; el 7% se encuentra estable, mientras que el 87% de ellos está en evidente retroceso. Esta situación coincide con el caso peruano y con la tendencia mundial, (Figura 1). Pero los glaciares, como reservas estratégicas de agua dulce, no solo están amenazadas por los cambios climáticos asociados al calentamiento global, sino también por actividades humanas que intervienen directamente los glaciares o los afectan indirectamente en las altas cumbres y cabeceras de cuencas. Por ello es urgente y prioritario avanzar en su conocimiento y en regulaciones específicas para su protección. Chile es un país montañoso, con presencia de glaciares a lo largo de todo el territorio nacional. Estos se distribuyen desde los 6.000 metros de altura en el Norte Grande, hasta el nivel del mar en los fiordos y lagos de las regiones australes, como el famoso glaciar San Rafael. Sin embargo, los glaciares más estudiados por la comunidad científica son los glaciares blancos o de superficie, pues al ser totalmente visibles se facilita su identificación. A nivel nacional 70% de la población se abastece de recursos hídricos provenientes de las zonas altoandinas. Los glaciares de mayor importancia para el abastecimiento de agua son aquellos que se encuentran en zonas con periodos de déficit hídrico como la zona centro y norte del país. En estas regiones, durante los períodos de verano y de sequía, los glaciares son las principales fuentes de abastecimiento debido a su respuesta inversa al déficit hídrico: en dichos períodos de menor caída de nieve aflora el hielo más antiguo y oscuro, generándose mayor absorción solar y con ello mayor derretimiento. Al contrario, en años en que la caída de nieve es mayor, la reflectancia aumenta, disminuyendo el derretimiento y la escorrentía de agua desde los glaciares (Milana, 1998). Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007 Glaciares chilenos: Reservas estratégicas de agua dulce / ARTÍCULOS GENERALES Tabla 1: Inventario de Glaciares de Chile Región administrativa I II III IV V Metropolitana VI VI VII VII VIII VIII-IX IX IX-X IX-X X X X X XI XI-XII Inventariados No inventariados Número de % de superficie con Área en km2 glaciares glaciares rocosos Norte Grande* 14 29.70 s/i Norte Grande* 14 12.13 s/i Norte Chico* 49 66.83 s/i Norte Chico * 11 7.02** s/i Aconcagua 267 151.25 s/i Maipo 647 421.9 39 %*** Cachapoal 146 222.42 21 % Tinguiririca 261 106.46 3% Mataquito 81 81.91 s/i Maule 98 35.32 20 % Itata s/i 15 s/i Biobío 29 52.37 2% Imperial 13 18.72 26 % Toltén 14 68.48 21 % Valdivia 6 42.33 25 % Bueno 11 19.35 2% Petrohué 12 60.57 11 % Maullín 1 2.84 0% Chamiza 1 1.05 0% Campo de Hielo Norte 28 4.200 s/i Campos de Hielo Sur 48 9.659**** s/i Total 15.260 Área estimada 5.315 Total 1.751 20.575 Cuenca hidrográfica Fuente Garín (1987) Garín (1987) Garín (987) Garín (1987) Valdivia (1984) Marangunic (1979) Cavieres (1979) Valdivia (1984) Noveroy (1987) G.Tapia (DGA) c/per Rivera et al. (2000) (estimado) Rivera (1989) Rivera (1989) Rivera (1989) Rivera (1989 Rivera (1989) Rivera (1989) Rivera (1989) Rivera (1989) Aniya ( 1988) Aniya et al. (1996) Rivera et al. (2002) Fuente: glaciologia.cl. Inventario de Glaciares de Chile, y Rivera et al 2002” Use of remotely sensed and field data to estimate the contribution of chilean glaciers to eustatic sea level rise”. *Notas:Se trata de un inventario preliminar, donde los glaciares no están asociados a cuencas hidrográficas **No incluye superficie de nieve semipermanente de 31 km2 definida por Garín (1987) ***Denota glaciares de roca y cubiertos por detritos. ****Incluye todos los glaciares del Campo de Hielo Sur, menos aquellos cuyas superficies se encuentran principalmente en Argentina (Upsala, Agassiz, Onelli, Spegazzini, Mayo, Ameghino, Moreno y Frías) La comunidad científica ha inventariado parte importante de los glaciares del territorio nacional. Hasta el año 2002 daban cuenta de un total de 1.751 glaciares catastrados, con un área de 15.260 km2 y estimaban que faltaba por inventariar hielos equivalentes a 5.315 km2 (Rivera et al., 2002). La información existente sobre los glaciares en Chile, identifica pocos glaciares en la zona norte y sur, y mayor cantidad de ellos en la zona central del país. Esto se debe a que se ha realizado mayor cantidad de estudios sobre los glaciares en las regiones centrales; inclusive los glaciares de roca en algunas cuencas. Tabla 1. En la zona norte del país, entre la I y la IV Región, se han catastrado 88 glaciares, con un área de solo 115 km2. En la zona central del país, entre la V y la VII Región, se ha inventariado 1.499 glaciares, equivalentes a 1.016 km2; y en la zona sur, entre la VIII y X Región, los glaciares catastrados son 87, con una superficie equivalente a 265 km2. La mayor superficie englaciada a nivel nacional se encuentra en la zona austral, que debido a la gran dimensión de los Campos de Hielo Norte y Sur, cubren un área de 13.859 km2. Los científicos estiman que en el norte y centro del país predominarían los glaciares de roca (es decir, aquellos cubiertos por derrumbes de roca o aluviones). Pero la falta de un completo catastro nacional de glaciares dificulta el conocimiento y protección de los glaciares de roca, pues no son fácilmente identificables por sistemas aéreos o satelitales. Sin embargo, en regiones donde se han inventariado, tales como en la cuenca del río Maipo en la Región Metropolitana, estos constituyen el 50% (326 glaciares) del total de 647 glaciares en las Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007 31 Sara Larraín / REVISTA AMBIENTE Y DESARROLLO de CIPMA “El 70% de la población chilena se abastece de recursos hídricos provenientes de las zonas altoandinas” de glaciares que no están definidos y ni siquiera se nombran en el marco jurídico vigente; es decir los glaciares son un patrimonio natural fuera de la Ley”. hoyas hidrográficas de los ríos Mapocho, Colorado,Yeso, Volcán y estero San José (Marangunic, 1979ª) Los catastros existentes, que incluyen registro de algunos glaciares cubiertos y de roca, registran un 17% de estos en la cuenca del Cachapoal y solo 3% en las cuencas más al sur. Se estima que los glaciares de roca pueden contener sobre 80% de hielo en su estructura interna (Marangunic,1979a), si el derrumbe rocoso solo cubre la superficie glaciar. El aporte de los glaciares de roca es fundamental para las regiones con déficit hídrico, pues aportan agua a los ríos en verano y otoño, estaciones críticas para el riego agrícola. Sin glaciares, Chile no podría sostener las hectáreas de riego existentes, no podría continuar su desarrollo minero e industrial, y vería seriamente disminuida su generación hidroeléctrica. El modelo de simulación de deshielos realizado por la DGA en el río Maipo, en la zona central de Chile, (donde 50% de los glaciares son de roca), establece que los glaciares de dicha cuenca en años de sequía, como 1968, 1969, 1981 y 1982, aportaron entre 30% de los recursos hídricos en años secos, y 67% del agua en años de extrema sequía (Peña y Nazarala, 1987), permitiendo la mantención de los caudales, el abastecimiento humano, el riego agrícola y las actividades productivas. Estudios posteriores en la cuenca del río Colorado en la provincia de San Juan, Argentina, en 1997, confirman que en años secos, cuando la producción de agua disminuyó por la escasez de nieve, dicho río mantuvo y aumentó la producción hídrica gracias a los glaciares de su cuenca. Evidencias como esta en todo el mundo muestran la urgencia de proteger los glaciares como fuentes 32 y reservas estratégicas de agua dulce para mantener la estabilidad de los ecosistemas; la seguridad del suministro para los asentamientos humanos, la generación eléctrica y el riego agrícola. Sin embargo, en Chile no existe legislación para proteger los glaciares. Ellos no están considerados en el Código de Aguas ni en la legislación sobre Parques Nacionales; y tampoco en los instrumentos de ordenamiento territorial como ocurre en países como España, Francia, Canadá, Perú, Ecuador o Colombia. Peor aún, en Chile los glaciares no están definidos, y ni siquiera se nombran en el marco jurídico vigente; es decir, son un patrimonio natural fuera de la Ley. Nuestro país debe avanzar en el conocimiento y diseño de políticas y normativa pública y legislación para conservar sus glaciares. Debe revisar y regular las actividades que se realizan en la alta cordillera que pueden causar daño a los glaciares; y también protegerlos de impactos causados por actividades humanas, que agravan los efectos del calentamiento global sobre ellos. Entre las prioridades de investigación el país requiere inventariar la totalidad de los glaciares de la zona norte, incluyendo glaciares blancos, cubiertos y de roca por cuenca hidrográfica, y completar las cuencas faltantes en la zona sur tales como la cuenca del río Itata; realizar mediciones de recarga de caudales proveniente de aporte glaciar en las cuencas hidrográficas, al menos en la zona norte y centro del país de mayor dependencia glaciar. Chile también debe ampliar el monitoreo de glaciares. Actualmente solo se cuenta con registros históricos de balance de masa que realiza la Dirección General de Aguas en el glaciar Echaurren Norte, en la cuenca del Maipo a 3.750 m.s.n.m., y el monitoreo del glaciar del volcán Mocho en la cuenca del río Bueno, X Región, que realiza el Centro de Estudios Científicos de Valdivia. El país debe iniciar estudios sobre dinámica de glaciares de roca y del permafrost, ya que la cantidad de agua almacenada en este último es completamente desconocida en Chile. Avanzar en información y conocimiento en estas áreas constituiría un aporte esencial a la estrategia de adaptación a los impactos del cambio climático (Chile Sustentable 2006). En cuanto al conocimiento actualmente existente sobre glaciares, es importante que la comunidad científica, las universidades y la sociedad tengan acceso a la investigación realizada por empresas públicas y privadas, Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007 Glaciares chilenos: Reservas estratégicas de agua dulce / ARTÍCULOS GENERALES particularmente mineras, sobre los glaciares en varias regiones. Además de la necesidad de mayor conocimiento sobre los glaciares, Chile requiere un cambio en el enfoque de la política sectorial y de los instrumentos de gestión de recursos hídricos, hacia estrategias integradas, con criterios ecosistémicos, y que consideren las reservas de agua dulce en las cabeceras de cuenca. La Dirección General de Aguas, en su Política Nacional de Recursos Hídricos (DGA 1999), expresa la necesidad de estrategias para enfrentar la disminución de caudales, la contaminación de los ríos, la sobreexplotación de acuíferos subterráneos y el acceso para los usuarios. Sin embargo, no existe visión, análisis ni medidas para proteger reservas estratégicas para el abastecimiento de agua dulce como los glaciares.Tampoco considera el impacto de mediano y largo plazo que puede tener la intervención de glaciares sobre el abastecimiento hídrico para el consumo humano, la economía y los ecosistemas naturales que proveen alimentos y energía para la población. El sistema normativo chileno entrega a los poseedores de derechos de aprovechamiento de aguas libertades y facilidades para su obtención y uso, pero no les asegura que ese abastecimiento tenga certeza en el futuro. La Dirección General de Aguas sólo enfoca su análisis prospectivo en el aumento del consumo poblacional y de los diversos sectores productivos, pero no considera con profundidad eventuales escenarios restrictivos, ni el alto grado de vulnerabilidad que provoca la disminución de agua dulce por destrucción de la fuente.(Chile Sustentable 2006) Los escenarios futuros muestran una situación restrictiva de recursos hídricos en la mayor parte del país. Se estima que para 2017 las actividades mineras e industriales y el consumo humano aumentarán la demanda al doble, y el riego un 20%.(DGA, 1999) Esta situación alerta sobre la urgencia de cambiar los actuales patrones de gestión y consumo, en base a mayor conciencia sobre la escasez de agua, la necesidad de eficiencia en el consumo domiciliario; de mejorar sustancialmente las tecnologías de riego y de utilización industrial, especialmente en el sector celulosa y minería. También se evidencia la prioridad de proteger las fuentes y reservas naturales de agua como los glaciares, para asegurar que no se pondrá en riesgo el requerimiento de los ecosistemas, de las actividades económicas y las necesidades humanas básicas. Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007 El Código de Aguas no considera a los glaciares como parte de su área de regulación, pues solo norma las aguas líquidas. Esta situación puede considerarse una ventaja, pues el enfoque mercantil de la gestión del agua en el Código chileno, significaría más bien una amenaza para los glaciares. Sin embargo, al mismo tiempo, el vacío legal en que se encuentran, ha posibilitado su intervención indiscriminada por ciertos sectores, y en particular por los emprendimientos mineros (Chile Sustentable 2006). Actualmente la única normativa que ha regulado actividades en altas cumbres donde existen glaciares es el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) que puede a través de la evaluación de cada proyecto restringir y regular actividades productivas que impacten glaciares. Lamentablemente el limitado conocimiento de los servicios públicos y tomadores de decisión sobre el tema, y la ausencia de institucionalidad responsable del resguardo de los glaciares, hace recaer una responsabilidad adicional en el SEIA, cuya atribución es resolver impactos proyecto por proyecto. Ello arriesga al país a continuar cometiendo errores como en el reciente caso Pascua Lama, donde se pretendió reducir la vulnerabilidad de los glaciares solo monitoreando los impactos de la minería sobre ellos. Figura 2. La iniciativa del actual gobierno de desarrollar una Estrategia Nacional de Cuencas, cuyo gran objetivo es el manejo integrado de cuencas, implica una reforma positiva y sustantiva, que cambia totalmente el enfoque de mercado que ha dominado la gestión del agua y el territorio en Chile. De implementarse, esta estrategia permitiría una gestión integral de todos los componentes ambientales y socioeconómicos de cada cuenca, al considerarla como “la unidad de manejo ambiental”; permitiendo un nuevo ordenamiento que hace más eficiente, democrática y transparente la gobernabilidad territorial (Uriarte, 2006). La Estrategia Nacional de Cuencas al considerar la cuenca como unidad fundamental de la gestión de los recursos naturales, y a la planificación ecológica como instrumento de análisis y manejo integrado, sin duda facilitará la protección de las cabeceras de cuenca, en donde se encuentran los glaciares y se originan los caudales. La Estrategia Nacional de Cambio Climático, aprobada en 2006 por el Consejo de Ministros de CONAMA, evidencia la enorme vulnerabilidad que tiene Chile respecto a la disponibilidad de recursos hídricos, especialmente en la zona norte y centro del país, y reconoce que el país enfrentará una intensificación 33 Sara Larraín / REVISTA AMBIENTE Y DESARROLLO de CIPMA Figura 2 Impactos antrópicos sobre los glaciares Toro 1 y Toro 2 en el valle del Huasco (fotos aéreas años 1955, 1981 a 2000) Fuente: Golder Associates, 2004. “A nivel internacional existe consenso información sobre los glaciares de la aridez y un avance del desierto hacia el sur (Comité de que los glaciares son fuentes estra- presentes en el SNASPE, por Nacional Asesor sobre Cambio lo que es perentorio georretégicas para el actual y futuro abaste- ferenciar los glaciares incluidos Global, 2006). El Estudio de Variabilidad Climática elaboracimiento de agua dulce y manutención en el Inventario de Glaciares do por la Universidad de Chile, de los ecosistemas. Ello no ha impedi- de la comunidad científica con para la Segunda Comunicación la superficie del SNASPE, por do que en Chile el 87% de los glaciares cuanto al menos dichos glaciade Chile ante la Convención de Cambio Climático establece un res estarían teóricamente más están en evidente retroceso”. escenario moderado y severo, protegidos. que presenta aumentos de temperatura entre 2° y La urgencia de proteger los glaciares es un desafío 4° Celcius en el territorio nacional al 2070; reducción transversal a muchas políticas, estrategias y planes de de precipitaciones entre 20% y 40%, proyectándose la política pública. Ante la importancia de los glaciares los impactos más severos en la zona central (DGF, tanto para el abastecimiento humano, ecosistémico y Universidad de Chile, 2007). Este hecho agrega mayor de las actividades productivas, es perentorio que se urgencia a abordar con celeridad el resguardo y progenere una normativa específica que los proteja como tección de los glaciares como reservas estratégicas de reservas de agua dulce y como sistemas naturales de agua dulce. regulación hídrica. La Estrategia de Biodiversidad y la normativa del Dado el carácter transversal de la relevancia y de los Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del servicios que proveen los glaciares y las atribuciones Estado (SNASPE), cuyo objetivo es mantener áreas diferenciadas de los servicios públicos sobre estos; se representativas de la diversidad ecológica, paisajes y hace necesaria la creación de una legislación especifica formaciones geológicas naturales, puede, además de y una institución con atribuciones propias, que integre mantener y mejorar los sistemas hidrológicos naturales a todos los órganos competentes en el tema, tanto y preservar los recursos escénicos naturales, constidel ámbito público como académico, privado y no gutuir un sistema normativo funcional a la protección bernamental. Incluyendo atribuciones que le permitan de los glaciares. Sin embargo, actualmente no existe 34 Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 28 - 35, Santiago de Chile, 2007 Glaciares chilenos: Reservas estratégicas de agua dulce / ARTÍCULOS GENERALES Golder Associates. 2004. Informe viabilidad de manejo de glaciares, proyecto Pascua Lama. Compañía Nevada Ltda. Santiago. Intergovermental Panel on Climate Change (IPCC). 2007. Climatic change: the scientific basis. Disponible en: http://www.ipcc.ch Marangunic, C. 1979a. Inventario de glaciares hoya del río Maipo. Dirección General de Aguas, Ministerio de Obras Públicas, Gobierno de Chile. Santiago, Chile. 619 pp. Marangunic, C. 1979b. Inventario de glaciares de la hoya del Río Mapocho y Colorado, hoya del Río Maipú, Región Metropolitana. pp. 4127 - 4140. In: Sociedad Chilena de Ingeniería Hidráulica. IV Coloquio Nacional de Ingeniería Hidráulica, Sociedad Chilena de Ingeniería Hidráulica, Universidad Técnica Federico Santa María, Valparaíso, Chile, 8 al 10 de Noviembre de 1979. tener un registro actualizado de glaciares, supervisar su monitoreo y fiscalización,además de proponer normativas e instrumentos para mejorar su conocimiento y protección. Hoy existe gran preocupación en la comunidad científica, los líderes políticos y la ciudadanía por la disminución de los glaciares. A ello se suma la preocupación de los agricultores, los generadores eléctricos, la minería y el turismo, que dependen de los valores paisajísticos y los recursos hídricos que proveen los glaciares para sus actividades productivas. Adicionalmente el país, dado sus niveles de vulnerabilidad ante el cambio climático y la necesidad de responder a sus compromisos internacionales, debe diseñar a la brevedad su Estrategia de Mitigación y Adaptación a este fenómeno. En este contexto, es hoy y no mañana cuando Chile tiene la oportunidad histórica de avanzar en el conocimiento, la legislación y la institucionalidad necesaria para proteger los glaciares de las actividades extractivas que en su territorio. Esta es probablemente la mayor responsabilidad individual de Chile frente al Cambio Climático Global. Referencias Bibliográficas Milana, J.P. 1998. Predicción de caudales de ríos alimentados por deshielo mediante balance de energía: aplicación en los Andes centrales, Argentina. Revista de la Asociación Argentina de Sedimentología 2(5): 53-69 Milana, J.P. y Güell, A. 2005. Diferencias mecánicas e hídricas del permafrost en glaciares de roca glacigénicos y criogénicos, obtenidas de datos sísmicos, Glaciar de El Tapado, Chile. Peña, H. y Nazarala, B. 1987. Snowmelt-runoff simulation model of a central Chile Andean basin with relevant orographic effects. En: Large Scale Effects of Seasonal Snow Cover. 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