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Obtención de vacunas comestibles, problemática de su utilización y posibles soluciones. Revisión bibliográfica actual. Trabajo de Fin de Máster Carla Rebeca Moreno Valarezo Tutora: Margarita Cacho Máster en Agrobiotecnología Julio 2013 Agradecimiento Al Gobierno de Ecuador y a la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación como entidad responsable del proceso de becas Convocatoria 2012-‐2013, a mi tutora Margarita, a la Universidad de Salamanca y al personal docente del Máster en Agrobiotecnología. A mi madre, mi tía y mi hermano que han hecho que este sueño sea una realidad y al infinito apoyo de mi familia, amigas y amigos (los que he encontrado aquí y los que me esperan allá). A la mágica experiencia de aprender y … crecer A Salamanca, por su color. INDICE INTRODUCCION 1 DESARROLLO 3 HISTORIA DE LAS VACUNAS 3 TIPOS DE VACUNAS VACUNAS CONVENCIONALES Vacunas atenuadas Vacunas inactivadas NUEVAS VACUNAS Vacunas vivas recombinantes Vacunas basadas en virus vivos atenuados por eliminación de genes implicados en virulencia. Vacunas basadas en virus vivos portadores de genes heterólogos Vacunas subunidad recombinantes Vacunas basadas en proteínas recombinantes Vacunas basadas en VLPs Vacunas ADN Vacunas en plantas 5 5 5 5 5 5 5 6 6 6 6 6 6 PLANTAS TRANSGÉNICAS EN LA PRODUCCIÓN DE VACUNAS 8 SELECCIÓN DEL MATERIAL 8 SELECCIÓN DEL PROMOTOR 10 ROL DE LOS ADYUVANTES 11 MÉTODOS DE TRANSFORMACIÓN 12 SISTEMAS DE EXPRESIÓN DEL ANTÍGENO EN PLANTAS 13 Expresión estable en plantas transgénicas 14 Subunidad B de la enterotoxina lábil al calor de Escherichia coli, (LT-‐B) y la subunidad B de la toxina del cólera (CTB) 17 Antígeno de superficie (HBsAg) del virus de la hepatitis B 19 Expresión vía cloroplastos 20 Transformación transitoria de expresión rápida 26 Proteína de la cápside del virus de Norwalk (NVCP) 28 Cultivos de células vegetales 28 Expresión en semillas 29 Otras vacunas 32 BENEFICIOS Y DESVENTAJAS 32 BIOSEGURIDAD/ ACEPTACIÓN DEL PÚBLICO 33 RENTABILIDAD ECONÓMICA 34 ENSAYOS CLÍNICOS 35 CONCLUSIONES 37 BIBLIOGRAFÍA 39 INDICE DE TABLAS E ILUSTRACIONES TABLA 1. CARACTERÍSTICAS DE LOS DIFERENTES CULTIVOS UTILIZADOS PARA EXPRESIÓN DE ANTÍGENOS ........................................................................................................................................................ 8 TABLA 2. CONSTRUCCIONES GÉNICAS, SEÑALES DE EXPRESIÓN, DISEÑO DEL PÉPTIDO, PARA LA PRODUCCIÓN DE VACUNAS EN PLANTAS GENÉTICAMENTE MODIFICADAS. ................. 11 TABLA 3. TRANSFORMACIÓN ESTABLE VS. EXPRESIÓN TRANSITORIA. .............................................. 15 TABLA 4. EXPRESIÓN ESTABLE DE ANTÍGENOS EN PLANTAS .................................................................. 21 ILUSTRACIÓN 1. ESTRATEGIAS DE PRODUCCIÓN DE UN ANTÍGENO EXPRESADO EN TEJIDOS DE PLANTAS COMO CANDIDATO PARA UNA VACUNA. ..................................................................... 14 INTRODUCCION La inmunoprofilaxis, definida como la prevención de una enfermedad a través de la inmunidad conferida por la administración de sueros o vacunas, es una de las intervenciones medicas más rentables, permite el control y la posible erradicación de enfermedades epidémicas a nivel mundial y con especial énfasis en los países en vías de desarrollo. La vacunación constituye uno de los mayores éxitos de la medicina moderna. A las vacunas se les debe la eliminación y control de plagas importantes para la humanidad como la viruela, poliomielitis, cólera o sarampión, permitiendo así un ascenso en la curva demográfica a finales del siglo XIX (Carrasco y Almendral 2006). Sin embargo en la actualidad existen ciertos factores que podrían interferir en la aplicación de programas de inmunización, como por ejemplo la falta de una infraestructura adecuada para la atención sanitaria, personal capacitado, coste de algunas vacunas. En base a este panorama, se requieren cambios en la forma de producción, distribución y administración de las vacunas para hacerlas ampliamente disponibles. Estos objetivos condujeron a los investigadores a la idea de producir vacunas comestibles mediante la ingeniería genética (Mor, Gómez-Lim et al. 1998). La evolución de la genética de plantas ha llevado a cambiar el concepto de producción de alimentos a producción de plantas como biorreactores para la obtención de proteínas terapéuticas recombinantes. Las plantas transgénicas que expresan proteínas recombinantes son vehículos económicos y convenientes para la producción de antígenos protectores (Rigano, Manna et al. 2009). Además aportan una tecnología viable para la producción de proteínas a nivel industrial; entre sus ventajas se encuentran: el bajo coste de producción, la posibilidad de un almacenamiento estable en semillas (Hood 2002), poco riesgo de contaminación con patógenos de seres humanos (Daniell 2006). Varias técnicas usadas en biotecnología vegetal como el fitomejoramiento moderno, propagación clonal, hibridación somática, cultivos de suspensión de protoplastos, cultivos de raíces y transformación genética juegan un rol importante en el establecimiento del uso de plantas como “organismos sustitutos de producción” (Tiwari, Verma et al. 2009). Según Han, Su et al. (2006) el ejemplo mas notable, es la producción de vacunas comestibles a través de plantas transgénicas; la planta es utilizada como biorreactor para expresar el antígeno específico y producir vacunas con capacidad de prevenir enfermedades. El uso de tecnología recombinante en el campo de la industria de las vacunas ha revolucionado la forma en la que los antígenos son generados y ha provisto de medios más seguros y efectivos para proteger a los organismos contra bacterias, virus y parásitos. En la actualidad, las plantas transgénicas son reconocidas como fuentes viables para el desarrollo de vacunas orales, debido a que se ha demostrado que los antígenos procesados en plantas provocan respuesta inmune al ser probados en humanos y animales (Lamphear, Streatfield et al. 2002), (Moravec, Schmidt et al. 2007). Una vacuna debe ser lo suficientemente potente para limitar su dosis a un tamaño practico y asequible. Además debe permanecer potente, eficaz y segura durante el transporte y el almacenamiento (Lamphear, Streatfield et al. 2002). El campo de administración de las vacunas orales incluye también el de los animales, se cree que éstas serán un medio efectivo de inmunización para mitigar enfermedades epizoóticas que se puedan contagiar a otros animales o humanos. (Moravec, Schmidt et al. 2007). El panorama general de vacunación indica que en la actualidad se inmuniza a más de 100 millones de niños menores de un año con las tres dosis necesarias de vacuna triple (difteria, tétanos, tos ferina o DTP). Sin embargo, según cifras de la OMS y UNICEF quedan todavía sin vacunar 24 millones de niños, en el 2007 más del 10% de niños menores de un año de países en vía de desarrollo no recibieron ninguna dosis de DTP, frente a un 2% en países industrializados. La mayor parte de los niños no inmunizados viven en los países más pobres, donde su situación se combina a numerosos factores que acaban con la esperanza de vacunación: servicios de salud con infraestructura frágil, topografía difícil, conflictos armados, entre otros problemas (UNICEF,OMS). Razón por la cual la investigación en el campo de las vacunas orales producidas por plantas es una forma efectiva de mitigar este problema. El presente trabajo tiene como objetivo realizar una recopilación bibliográfica sobre la obtención de vacunas comestibles, evolución histórica, beneficios y desventajas de su utilización. DESARROLLO HISTORIA DE LAS VACUNAS La vacunología es una ciencia multidisciplinaria que involucra aspectos básicos y continuos avances con la finalidad de lograr productos prácticos y que puedan salir a la venta. Considerando el proceso de evolución en el campo científico de fabricación de vacunas, se puede decir que la era moderna ha sido la era más productiva de todas. La ciencia de la vacunología y la inmunología fueron descubiertas hace apenas dos siglos por los estudios científicos de Edward Jenner sobre la prevención de la viruela mediante la inoculación del virus de la viruela de las vacas en 1796 (Hilleman 2000) o también conocida como variolación. Jenner observaba que las personas que habían superado la viruela no la volvían a padecer y que las lecheras que contraían una enfermedad llamada vacuna, que consistía en una manifestación mucho más débil de la viruela humana, nunca llegaban a enfermar de viruela. Con el fin de probar sus observaciones Jenner transfirió material de una lesión de vacuna pústula en las ubres de vacas- al brazo de un niño. Posteriormente el niño fue inoculado con pus de viruela humana seis semanas más tarde, el niño no enfermó ya que estaba inmunizado y protegido (Carrasco y Almendral 2006). Ya en China se practicaba la variolación desde la Edad Media (Quer 2003) con métodos muy parecidos a los de Jenner. Durante el siglo XVIII esta pasó a ser una practica muy común tanto en Europa como en Norte América. A Jenner, quien es considerado el padre histórico de la inmunología y de la vacunación, le siguen en el siglo XIX los estudios realizados por Louis Pasteur, Robert Koch, Emil von Behring y Paul Ehrlich. Louis Pasteur demostró que el virus de la rabia se podía atenuar in vivo por repetidos pases intracerebrales en conejos. La estirpe viral obtenida por Pasteur ha sido el prototipo para la mayoría de preparados vacunales contra el virus de la rabia (Carrasco y Almendral 2006). Robert Koch realizó un gran aporte por sus estudios en tuberculosis y los llamados Postulados de Koch que establecen las condiciones para que un organismo sea considerado la causa de la enfermedad. Emil von Behringm recibió el primer Premio Nobel en Medicina por sus estudios sobre anticuerpos e inmunoterapia. Paul Ehrlich hizo aportaciones importantes sobre la inmunidad de cadena lateral, quimioterapia y se le atribuye también el desarrollo del primer medicamento sintético para la sífilis, Salvarsan. El siguiente avance se dio en los años 30 con la adaptación de la estirpe 17D del virus de la fiebre amarilla (YFV) a cultivos in vitro en explantes de tejidos y su atenuación por 160 pases en embrión de pollo (Hilleman 2000), (Carrasco y Almendral 2006). Esta estirpe constituye en la actualidad la base de las vacunas y se considera una de las primeras demostraciones de que los virus se podían cultivar y producir in vitro. En 1940 se da otro paso importante por J.F. Enders y su equipo, la demostración de que el virus de la polio (PV) se podía multiplicar en tejidos no nerviosos y que en cultivos celulares se podían producir virus susceptibles de ser inactivados (vacuna Salk) o atenuados por repetidos pases (vacuna Sabin) (Carrasco y Almendral 2006). En la era moderna surgen la vacunas contra (bacterias) el neumococo, meningococo y la Haemophilus influenzae. Posteriormente los esfuerzos se dirigen hacia la preparación de vacunas vivas contra las enfermedades pediátricas: vacuna contra el sarampión, vacunas contra las paperas, vacuna contra la rubeola y posteriormente el surgimiento de la vacuna triple vírica (SPR), la misma que es considerada como la bandera insignia de la inmunización pediátrica y continúa administrándose con gran éxito. Otro esfuerzo desarrollado es la vacuna contra la varicela. En 1971, Saul Krugman y colaboradores demostraron que el antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (HBV) presente en altas concentraciones en el plasma humano de portadores asintomáticos, confería inmunidad frente al virus. La vacuna contra la hepatitis B está dentro del programa de la OMS como campaña de vacunación rutinaria para inmunizar a bebés en más de 100 países (Hilleman 2000). La primera demostración de la expresión de un antígeno como vacuna dentro de una planta se produjo en 1990. Curtiss y Cardineau expresaron el antígeno de la superficie de la proteína A (SpaA) de Streptococcus mutans en tabaco. Esta investigación fue seguida por la expresión en plantas del antígeno de superficie (HBsAg) de la hepatitis B, la enterotoxina termolábil de E. coli responsable de la diarrea, la proteína de la cápside del virus de Norwalk y la glicoproteína del virus de la rabia. Los antígenos producidos en estas plantas indujeron anticuerpos IgA e IgG cuando fueron probadas en ratones y humanos (Sala, Manuela Rigano et al. 2003). TIPOS DE VACUNAS VACUNAS CONVENCIONALES Obtenidas a partir de los virus originales y sin manipulación genética. Pueden ser: vacunas inactivadas y vacunas atenuadas. Vacunas atenuadas Compuestas por virus vivos atenuados de manera natural o en un laboratorio vía cultivo in vitro bajo condiciones controladas. Se realiza una selección de mutantes con virulencia reducida, lo que favorece una replicación mas lenta en el huésped, provocando una reproducción de la infección original pero sin causar síntomas clínicos. Vacunas inactivadas Están compuestas por virus inactivados químicamente (tras el tratamiento con formaldehído, B-propiolactona, bromoetilenimina –BEI-, etc.) o por tratamiento físico (radiación, calor, etc.). Se las considera más fáciles de preparar, más estables y más seguras. NUEVAS VACUNAS Se distinguen vacunas vivas recombinantes (equivalentes a las atenuadas) y vacunas subunidad recombinantes (equivalentes a las inactivadas). Se encuentran también las vacunas ADN, vacunas peptídicas y vacunas en plantas. Vacunas vivas recombinantes Vacunas basadas en virus vivos atenuados por eliminación de genes implicados en virulencia. Deleción mediante el uso de ingeniería genética de los genes implicados en la virulencia de un virus en particular. Vacunas basadas en virus vivos portadores de genes heterólogos Consiste en la introducción de un gen que codifique una proteína viral inmunogénica implicada en neutralización, en el genoma de otro virus. El virus que expresa un gen foráneo se llama virus recombinante. Vacunas subunidad recombinantes Que agrupan a: Vacunas basadas en proteínas recombinantes No han tenido mucho éxito ya que la administración aislada de proteínas individuales no ha resultado eficaz debido a que no es capaz de reconstruir todos los epítopos de interés para provocar una inmunogenicidad efectiva. Vacunas basadas en VLPs De Virus Like Particles o pseudopartículas se obtienen por la capacidad de las proteínas virales para autoensamblarse en estructuras multiméricas que son morfológica y estructuralmente idénticas a la partícula viral original. Son muy seguras debido a que no contienen ADN o ARN de los virus originales. Vacunas ADN Inmunización con ADN plasmídico conteniendo genes de antígenos inductores de protección. Dentro de la célula huésped, el gen de interés se expresa desde el ADN plasmídico y si logra producir grandes cantidades de proteína, inducirá respuesta inmune. Vacunas en plantas Mediante la utilización de plantas como biofactorías. Se puede utilizar la planta como medio de expresión de los antígenos vacunales o empleando virus de las plantas como portadores de epítopos neutralizantes procedentes de otros virus. Permitiendo así el concepto de vacunas comestibles (Carrasco y Almendral 2006). Con la llegada de la ingeniería genética se ha planteado la posibilidad de producir vacunas en plantas transgénicas, en órganos de la planta (hojas, frutos), extractos crudos (seco o en polvo) o proteínas purificadas, que al ser administrados de manera oral o parenteral produzcan proteínas inmunológicas que desencadenen la respuesta inmune (Sala, Manuela Rigano et al. 2003). El concepto original de vacuna comestible implica que la fruta o vegetal transgénico que expresa un antígeno de un virus o una bacteria puede ser comido crudo sin necesidad de un procesamiento previo y actúe como vacuna para que desencadene la suficiente respuesta inmune contra una enfermedad específica. Este concepto ha ido evolucionando y se lo ha reemplazado por antígenos de vacunas derivados de plantas. La primera razón, diferentes frutas de la misma planta pueden expresar diferentes niveles de antígeno, por lo cual se vuelve difícil obtener una concentración homogénea del antígeno; se necesitaría para este proceso al menos un mínimo de procesamiento, antes de la incorporación en formulaciones o cápsulas para la vacunación oral. Segunda razón, es importante asegurarse por completo de la separación de frutas o vegetales destinados a la alimentación humana o animal de aquellos destinados a usos farmacéuticos como las vacunas. La expresión de antígenos en tejidos de plantas abre una alternativa importante como respuesta a la demanda de vacunas más baratas, más seguras y de mejor calidad (Tiwari, Verma et al. 2009). Una planta ideal usada para la producción de vacunas debería tener las siguientes características: Susceptibilidad a la transformación Expresión en tejidos comestibles que puedan ser consumidos crudos, debido a que los antígenos son sensibles al calor. Que los tejidos seleccionados sean ricos en proteínas debido a que la proteína de la vacuna será solamente un pequeño porcentaje del total de proteína. El tejido seleccionado no debe producir moléculas tóxicas. Correcto plegamiento del antígeno de la proteína (Tiwari, Verma et al. 2009) (Rybicki 2009). Preservar el antígeno por un largo período de tiempo en condiciones ambientales. Inducir a la inmunidad protectora. Proteger contra digestión enzimática en el tracto gastrointestinal. Entrega efectiva del antígeno insertado a tejidos de la mucosa, incluyendo células M (Nochi, Takagi et al. 2007). Provocar respuesta inmune en el intestino (Chikwamba, Cunnick et al. 2002). PLANTAS TRANSGÉNICAS EN LA PRODUCCIÓN DE VACUNAS SELECCIÓN DEL MATERIAL Un importante paso para la producción de vacunas transgénicas es la selección del material, se debe tener en cuenta dos consideraciones importantes: expresión alta del antígeno y que sea fácil de almacenar y administrar (Han, Su et al. 2006). La Tabla 1 presenta las características de las plantas usadas con frecuencia para la expresión de antígenos, sus ventajas y desventajas. El contenido total de proteína en las hojas es baja, razón por la cual se considera una estrategia no recomendable, las hojas tienen una actividad proteasa alta, la presencia de pigmentos y compuestos fenólicos hace que la purificación de proteínas recombinantes desde las hojas sea difícil y caro. La implementación de buenas prácticas de manufactura se hacen más difíciles debido a la manipulación de grandes contenidos de biomasa. La producción de antígenos de vacunas derivados de plantas debe tener entre sus consideraciones la económicamente competitiva. La expresión de altos niveles de proteína recombinante se ve también influenciada por factores medio ambientales. Estos altos niveles se pueden obtener en suspensiones de células, cultivos de raíces (in vitro) y de semillas (in vivo). Las semillas representan también una herramienta fundamental para la producción y extracción de proteínas a nivel comercial. Las semillas recombinantes ofrecen la posibilidad de usarlas directamente como vacunas orales. Se ha demostrado que las proteínas expresadas en las semillas son altamente estables durante mucho tiempo y en condiciones climáticas diversas (Tiwari, Verma et al. 2009) (Chikwamba, Cunnick et al. 2002). Tabla 1. Características de los diferentes cultivos utilizados para expresión de antígenos Planta Alfalfa Ventajas Sistema de transformación relativamente eficiente Alto contenido de proteínas en las hojas Hojas comestibles Vacunas de animales Desventajas Dispersión de polen en el campo Problema para limpiar el campo por su sistema radicular profundo Planta Legumbres o Cereales Ventajas Tecnología de producción ampliamente establecida Alto contenido de proteína en semillas Almacenaje estable de proteína en semillas Aptos para vacunas de animales Procesamiento de la semilla a nivel industrial establecido Fácil, sistema de transformación eficiente Promotores específicos disponibles Propagación clonal, bajo potencial de cruzamiento en el campo Procesamiento industrial del tubérculo establecido Desventajas Sistemas de transformación ineficientes Desnaturalización de la proteína y pobre inmunogenicidad al cocinar los granos (excepto el de maíz) Tomate Sistema de transformación relativamente eficiente Fruto lista para comer Promotores específicos disponibles Cultivo en invernadero establecido Procesamiento industrial del fruto establecido Bajo contenido de proteína Ácido del fruto puede ser incompatible con algunos antígenos o al momento de administrar a niños. No hay un sistema in vitro para probar la expresión del fruto. Tabaco Fácil, sistema de transformación eficiente Abundante material para caracterización de proteína Cultivada ampliamente en países en vías de desarrollo donde las vacunas son necesarias Se comen crudas tanto por niños como adultos Propagación clonal, bajo potencial de cruzamiento en el campo Una vez establecido el cultivo, la fruta está lista de 10-12 meses Alcaloides tóxicos Dispersión de polen Patata Banana Adaptado de (Warzecha and Mason 2003) Bajo contenido de proteína en el tubérculo No es palatable en su forma cruda, al cocinarlo la proteína se desnaturaliza y pierde inmunogenicidad. Sistemas de transformación ineficientes Poca información sobre expresión génica, especialmente sobre promotores para la fruta Superficies grandes para el cultivo, muy caro en invernadero. SELECCIÓN DEL PROMOTOR La selección de un buen promotor es de gran importancia para alcanzar altos niveles de expresión del antígeno que codifica el gen, y un alto nivel de expresión de la proteína. El promotor CaMV35S del virus del mosaico de la coliflor ha sido ampliamente utilizado por ser un promotor fuerte y constitutivo. Sin embargo la expresión en otros tejidos que no sean el órgano objetivo de preparación del antígeno es un desperdicio de recursos. Se ha demostrado que la expresión de una proteína con el promotor CaMV35S no permite una expresión génica regulada, aunque el promotor CaMV35S expresa genes en un nivel relativamente alto en hojas y raíces, se ha encontrado un bajo nivel de proteína total (2-5% en producto fresco) en estos tejidos. Con el promotor CaMV35S se ha reportado niveles de expresión de cerca del 0.2% de proteína soluble total (TSP) en hojas (Tiwari, Verma et al. 2009). La mayoría de los fármacos producidos por plantas se han logrado mediante transformación nuclear, donde el gen de interés es incorporado directamente en el genoma nuclear de la planta. El promedio de acumulación de proteína ha alcanzado un 0,01-0,4%, lo cual es un dato muy bajo en relación al costo efectivo de producción de moléculas que puedan generar respuesta inmune e inducir tolerancia en los individuos. De todos modos, el uso de esta tecnología permite determinar el sitio o el tejido donde la proteína se va a expresar lo cual es una ventaja. Hay una alternativa y es la integración del gen en el genoma del plasto. Una vez integrado los transgenes expresan grandes cantidades de proteína debido al gran número de copias del cloroplasto lo cual es una elección rentable, además de que esta tecnología permite una tasa de expresión uniforme del transgen y no hay silenciamiento génico. Sin embargo las ventajas se reducen al saber que esta técnica sirve para pocas especies y que la expresión plasmídica ofrece menos opción para modificaciones post traslacionales (Rigano, Manna et al. 2009). Por ejemplo, la glicosilación de las proteínas a menudo determina la solubilidad, estabilidad e inmunogenicidad de los antígenos, los cloroplastos no tienen la maquinaria de glicosilación para realizar este proceso (Tiwari, Verma et al. 2009). La Tabla 2 muestra las diferentes estrategias llevadas a cabo para lograr una mejor expresión del antígeno en plantas genéticamente modificadas. Tabla 2. Construcciones génicas, señales de expresión, diseño del péptido, para la producción de vacunas en plantas genéticamente modificadas. Objetivo Optimización del uso de codones Optimización de la secuencia del epítopo Selección del promotor Dirigir la proteína al cloroplasto Dirigir la proteína al retículo endoplasmatico Integración del ADN del epítopo en el ADN del cloroplasto Integración del ADN del epítopo en un vector viral Expresar ARNm policistrónico Selección de genes marcadores Enfoque Adaptar el uso del codón a los preferidos por los genes de las plantas Adaptar la composición A+T a aquellas encontradas en los genes de las plantas. Eliminar secuencias que desestabilicen el ARNm. Este debe ser: constitutivo de la planta, específico de tejido, inducible por factores ambientales Integrar la secuencia de ADN en el ADN nuclear y usar un péptido de transito al cloroplasto N-terminal: la proteína se acumulará en el cloroplasto Usar una señal reguladora específica del retículo endoplasmatico como SEKDEL Usar un promotor viral cuando el epítopo está integrado en el virus de la planta. Uso de un promotor viral cuando el epítopo se integra en el virus de la planta. Uso de un virus defectuoso para mejorar el rendimiento y la seguridad ambiental Integración en el ADN de la planta de un poli epítopo bajo una única señal de expresión Uso correcto del gen seleccionado Remover el gen después de la selección Adaptado de (Sala, Manuela Rigano et al. 2003) ROL DE LOS ADYUVANTES Una función de los adyuvantes es activar las células dendríticas (DC) y las células presentadoras de antígenos (CPA) en el sitio donde se libera el antígeno. La activación de las CPA mejora su capacidad de enviar señales coestimuladoras para la activación de las células T y las células B ante el encuentro con un antígeno (Roitt, Burton et al. 2008). Según la OMS en muchas vacunas se añaden adyuvantes para aumentar su inmunogenicidad y eficacia. Se han utilizado como adyuvantes las sales de aluminio (alumbre) y se consideran generalmente inocuas. En el estudio de Moravec, Schmidt et al. (2007), donde se produjo una subunidad de toxina termolábil (LT)B en semillas de soya como vacuna oral administrada a ratones, se usó el anti FimHt como adyuvante. El extracto de semillas no transgénicas administrado a los ratones no tuvo ningún efecto sobre la producción de anti FimHt IgG, sin embargo la administración conjunta de FimHt con extracto de soya transgénica con LTB mejoraba significativamente la respuesta anti FimHt IgG. El futuro de las vacunas comestibles dependerá en la factibilidad de producir suficiente cantidad de vacunas inmunogénicas. Las vacunas comestibles que posean inmunogenicidad y no requieran de adyuvantes adicionales serán las vacunas más exitosas tanto para uso humano como animal (Pascual 2007). “La administración de antígeno solo, rara vez es suficiente para inducir una respuesta inmunitaria potente, aún cuando el antígeno esté compuesto por una proporción alta de determinantes no propios; se requiere la administración conjunta de un adyuvante“ (Roitt, Burton et al. 2008). Se ha demostrado que un poderoso adyuvante es el LT-B, las subunidades no tóxicas de LT-B y CT-B son considerados inmunógenos potentes. Estas subunidades evitan la tolerancia cuando se administran por vía mucosal y generan fuertes respuestas séricas y mucosas. Usado como adyuvante, el LT-B provee seguridad y es una forma de inmunización mucosal rentable contra patógenos entéricos que pueden ser controlados por subunidades de vacunas recombinantes (Chikwamba, Cunnick et al. 2002). MÉTODOS DE TRANSFORMACIÓN Los métodos de transformación más frecuentes son: Método mediante Agrobacterium tumefaciens Método de biobalística La bacteria del suelo Agrobacterium tumefaciens es usada para transferir un pequeño segmento de ADN o ADN-T en el genoma de la planta. El ADN-T se localiza en un plásmido que se denomina Ti (inductor de tumores). Tras la transferencia de ADN-T se integra el genoma nuclear de la planta y su expresión induce el fenotipo tumoral. Posteriormente la planta se regenera por completo a partir de una única célula. Para la expresión de antígenos en plantas éste método es ampliamente utilizado. Debido a que el sitio de inserción es al azar y el número de copias de ADN-T insertadas pueden variar, el nivel de expresión del antígeno es diferente entre los transformantes. Durante la construcción del vector de expresión, el gen de interés es insertado entre los elementos de regulación del ADN que controlan la transcripción del ARNm y la maduración en las células de la planta. Para iniciar la transformación pequeños cortes de la planta son inoculados con Agrobacterium tumefaciens que se adhiere al sitio de la herida. El ADN-T del plásmido binario es transferido a la célula de la planta, donde se integra establemente en el cromosoma nuclear. Los explantes son cultivados en un medio de agar conteniendo el gen marcador, por ejemplo un antibiótico para destruir las células de A. tumefaciens. Muchas células de las plantas son totipotentes, por lo cual pueden regenerar en una planta completa. Una célula transformada puede producir brotes con raíces para ser posteriormente trasplantada a un invernadero (Mason and Arntzen 1995). El método de Agrobacterium tumefaciens permite la integración en el ADN nuclear. El método de la biobalística se basa en el bombardeo de microproyectiles. Los microproyectiles cubiertos con moléculas de ADN o ARN son acelerados a alta velocidad para atravesar la pared y las membranas celulares para integrarse en el genoma nuclear (Mishra, Gupta et al. 2008). La integración del gen o el epítopo en el ADN circular del cloroplasto (ADNcp) es una opción para la expresión estable. La transformación se realiza con frecuencia mediante la biobalística y tiene como resultado sitios específicos para la integración (Sala, Manuela Rigano et al. 2003). SISTEMAS DE EXPRESIÓN DEL ANTÍGENO EN PLANTAS El gen que codifica el antígeno de organismos patógenos (virus, bacterias) que previamente ha sido caracterizado y cuyos anticuerpos están disponibles puede ser manejado de dos formas. La primera es insertar el gen completo en un vector de transformación de plantas entre el extremo 5´y 3´ para permitir la transcripción y acumulación de la secuencia codificante en la planta. La segunda opción es identificar el epítopo en el antígeno y utilizar el fragmento de ADN para construir genes mediante la fusión con las proteínas de la cápside del virus de plantas como por ejemplo TMV o CMV. El virus recombinante es usado para infectar plantas. Las vacunas comestibles son utilizadas para ensayos inmunológicos (Mishra, Gupta et al. 2008) (Mason and Arntzen 1995). La Ilustración 1 muestra las estrategias de producción de un antígeno en plantas. Adaptado de (Mishra, Gupta et al. 2008) Ilustración 1. Estrategias de producción de un antígeno expresado en tejidos de plantas como candidato para una vacuna. Expresión estable en plantas transgénicas La expresión estable ofrece dos opciones: la inserción del gen en el genoma nuclear o en el genoma del cloroplasto. La cantidad de tejido de la planta que se convertirá en vacuna debe tener un tamaño práctico para su producción en campo y su administración. Debido a los bajos niveles de expresión del antígeno en ciertos estudios, se ha estudiado diferentes factores que pueden influir en la expresión del gen en plantas. Entre ellos se incluye uso del codón, promotor, señales de poliadenilación. La Tabla 3 permite observar las diferencias entre el sistema de transformación estable (nuclear o por cloroplasto) y el de expresión transitoria, del cual se hablará más adelante. Tabla 3. Transformación estable vs. expresión transitoria. Aplicabilidad Herencia del rasgo Tiempo para el desarrollo Niveles de expresión Expresión exclusiva en ciertas partes de la planta (frutas, granos, etc.) Procesamiento de la proteína Silenciamiento génico Riesgo con el ambiente Posibilidad para expresión simultanea de múltiples transgenes Transformación Nuclear Mayoría de especies Mendeliana Expresión Transitoria Mayoría de especies No Largo Transformación Por Cloroplasto Especies limitadas Materna (excepto pocas especies) Muy largo Bajo/Moderado Logrado mediante el uso de promotores específicos Alto Improbable, solamente en algunas frutas como tomates Alto No Eucariota Procariota Si Se desconoce No Medio Bajo Alto Posible mediante el cruce de diferentes líneas transgénicas Posible mediante el uso de mensajes policistrónicos Bajo por la limitación del tamaño del gen Bajo Adaptado de (Warzecha and Mason 2003) Una amplia gama de tipos de plantas y sistemas han sido usados como medio de expresión de antígenos en plantas, entre ellos se incluye varias especies de Nicotiana spp., Arabidopsis thaliana, alfalfa, espinaca, patatas, fresas, zanahorias, tomates, aloe vera y algas unicelulares (Rybicki 2010). Se han obtenido algunos avances importantes en este campo como por ejemplo en A. thaliana, incluyendo antígenos del virus de la gastroenteritis transmisible porcina (Gómez, Carrillo et al. 1998), antígeno IpaC de Shigella flexneri (MacRae, Preiszner et al. 2004), antígeno de Mycobacterium tuberculosis (TB) ESAT-6 (Rigano, Dreitz et al. 2006), antígenos contra la hepatitis B/ virus de la inmunodeficiencia humana (partículas HBV/HIV y proteína HIV p24) (Greco, Michel et al. 2007), y proteína L1 del virus del papiloma humano (Kohl, Hitzeroth et al. 2007). En tabaco se han hecho importantes estudios, por ejemplo en Nicotiana tabacum var. Samsun se expresó la subunidad B de la toxina del cólera (CTB), detectándose suero IgG anti CTB en los ratones a los que se les administró la dosis (Jani, Singh et al. 2004). Sin embargo las propiedades agronómicas de plantas modelo como la A. thaliana o Nicotiana tabacum las hacen poco útiles dentro del marco de vacunas comestibles (Rybicki 2010). En cuanto a plantas con características agronómicas están las frutas y los tubérculos, como los tomates en los que se han expresado algunos antígenos: la glicoproteína G del virus de la rabia (McGarvey, Hammond et al. 1995), glicoproteína del virus respiratorio sincitial F (Sandhu, Krasnyanski et al. 2000), antígeno F1-V contra la Yersinia pestis (Alvarez, Pinyerd et al. 2006), un antígeno sintético HBV/HIV (Shchelkunov, Salyaev et al. 2006), antígeno de superficie (HBsAg) del virus de la hepatitis B (Lou, Yao et al. 2007), etc. Los tubérculos de patatas también han sido usados como medios de expresión de antígenos: enterotoxina termo lábil de Escherichia coli (LT-B) (Mason, Haq et al. 1998), proteína del virus Norwalk (Mason, Ball et al. 1996), proteína VP60 del virus de la enfermedad hemorrágica del conejo (Castanon, Marin et al. 1999), proteínas E7 y L1 del virus del papiloma humano (Franconi, Bonito et al. 2002), entre otros. En cuanto a los cultivos de hoja comestible se encuentran la alfalfa, espinaca, lupinos y lechugas para la producción de antígenos (Rybicki 2010). Uno de los antígenos con frecuencia expresados en plantas transgénicas son las toxinas LT y CT de la Escherichia coli y el Vibrio cholerae. La diarrea causada por Escherichia coli enterotoxigénica (ECET) es una enfermedad modelo para el desarrollo de vacunas a base de plantas. La ECET es la causa más común de diarrea infecciosa en climas tropicales, ocurre principalmente en niños y es conocida también como la enfermedad del viajero. Su transmisión ocurre al beber agua contaminada por la bacteria. La enterotoxina lábil cal calor de Escherichia coli (LT) es el mayor factor de patogenicidad de ECET. La subunidad B de LT (LTB) es de especial interés por su inmunogenicidad, actividad adyuvante y su falta de toxicidad, lo que la hace un candidato viable para la preparación de vacunas contra la diarrea provocada por ECET (Rosales-Mendoza, Soria-Guerra et al. 2008). La diarrea provocada por ECET tiene mucho en común con el cólera. La estructura y función de LT son similares a la toxina del cólera (CT), las dos contienen subunidades A y B cuyas secuencias de aminoácidos muestran una similitud del 80% y tienen el mismo modo de acción (Rosales-Mendoza, Soria-Guerra et al. 2008). Subunidad B de la enterotoxina lábil al calor de Escherichia coli, (LT-B) y la subunidad B de la toxina del cólera (CTB) El primer estudio realizado por Mason, Haq et al. (1998) en el que se construye una planta transgénica de patata expresa un gen sintético de la subunidad B de la enterotoxina lábil al calor de Escherichia coli, (LT-B). La expresión del gen se realizó bajo el control de un promotor constitutivo (CaMV35S) y produjo la acumulación de LT-B en hojas y tubérculos. Se demostró la capacidad inmunogénica en ratones que previamente habían sido alimentados con el tubérculo transgénico crudo, además se comparó la IgG e IgA con aquellas producidas por ratones alimentados por sonda con la bacteria LT-B. Los ratones inmunizados con la patata LT-B tuvieron mayores niveles de anticuerpos anti LT-B tanto en el suero como en la mucosa que aquellos inmunizados con LT-B bacteriano. Ninguno de los ratones estuvo completamente protegido, sin embargo este estudio mostró la factibilidad de una vacuna comestible contra Escherichia coli. Posterior a este se realizaron más estudios, Chikwamba, Cunnick et al. (2002) construyeron una planta de maíz capaz de expresar la subunidad B de la enterotoxina termolábil de Escherichia coli. Al alimentar ratones con el maíz transgénico, se obtuvieron anticuerpos IgA e IgG anti LT-B. El maíz transgénico fue diseñado para sintetizar los polipéptidos LT-B que se ensamblan a estructuras oligoméricas con afinidad a los gangliósidos GM1. Al ser tan similares entre sí la toxina LT-B y la CTB del cólera, el estudio también involucró la medición de anticuerpos anti CT-B que estimulaban la respuesta inmune. La transformación se hizo mediante bombardeo de partículas y expresó un rango entre el 0.01% - 0,05% de LT-B del total de proteína soluble. Los ratones alimentados con maíz transgénico mostraron una acumulación menor de líquido en el intestino que aquellos que no fueron inmunizados. Se concluyó que el maíz transgénico que expresa LT-B tiene características similares a la bacteria nativa LT-B como el peso molecular, la capacidad de unión GM1 y que induce a la inmunidad. Los resultados obtenidos demuestran que el maíz puede ser eficazmente transformado para producir, acumular y almacenar antígenos funcionales. Jani, Meena et al. (2002) expresaron la subunidad B de la toxina del cólera (CTB) en plantas de tomate con un nivel del 0.02 al 0.04% del total de proteína soluble tanto en hojas como en fruto. Mishra, Yadav et al. (2006) expresaron la subunidad B de la toxina del cólera (CtxB) en hojas de tabaco transgénico. Con el fin de mejorar la expresión del transgén, hicieron una construcción con ubiquitina (Ub). Las plantas transgénicas de tabaco expresaron CtxB o Ub-CtxB. CtxB acumuló en las hojas de tabaco niveles 2.5 mayores de plegamiento de la proteína en la construcción con ubiquitina. En los mejores resultados, CtxB acumuló 0.9% de proteína de la hoja soluble total. La CtxB producida en hojas de tabaco tuvo mayor afinidad de unión a los receptores GM1. Nochi, Takagi et al. (2007) desarrollaron una vacuna oral a base de arroz que expresó la subunidad de la toxina B del cólera (CTB). Se calcula que un promedio de 30 ug de CTB por semilla fueron acumulados en los cuerpos proteicos del arroz, lo que representa un 2.1% del total de proteína de la semilla. El endospermo del arroz contiene dos órganos de almacenamiento de proteínas, PB-I (prolaminas) y PB-II (gluteinas), que se distinguen entre sí por su forma, densidad y composición proteica (Pinciroli 2010). Para examinar el grado de acumulación de CTB en los cuerpos proteicos del arroz que resistían la digestión de la proteasa en el estómago, todas las semillas fueron sujetas a un tratamiento con pepsina. Un promedio del 75% de CTB acumulado en el arroz permaneció intacto después del tratamiento con pepsina. Estos resultados sugieren que la mayoría de CTB expresada en el arroz transgénico puede ser protegida de las condiciones del tracto intestinal. También se observó que las semillas de arroz que expresaban CTB fueron captadas por las células M, enterocitos especializados en la captación de antígenos luminales y que cubren las placas de Peyer, y que además indujeron a la producción de anticuerpos IgG e IgA con actividad neutralizante. Los ratones inmunizados con arroz que expresaba CTB no mostraron signos clínicos de diarrea después de una exposición a CT. El arroz transgénico permaneció estable y mantuvo su capacidad inmunogenica a temperatura ambiente por 1.5 años. El trabajo concluyó que la vacuna era efectiva para la inducción de inmunidad protectora comparada con otras vacunas de las mucosas. Sharma, Singh et al. (2007) expresaron la subunidad A (TCPA) de Vibrio cholerae en plantas de tomate. La subunidad A es conocida como un antígeno capaz de proveer inmunidad ante la colonización de las bacterias. En el estudio se generaron 2 epítopos P4 y P6 del TCPA con la finalidad de generar antígenos más potentes, estos fueron fusionados con la subunidad B de la toxina del cólera (ctxB) y expresados en tomate. Las proteínas quimérica CTB-P4 y CTB-P6 acumularon entre 0.17 y 0.096% de proteína soluble total en el fruto del tomate. El grupo de Rosales-Mendoza, Soria-Guerra et al. (2008) demostró que la ingestión de zanahorias transgénicas que expresan la subunidad B de enterotoxina termolábil de Escherichia coli, protegió a ratones contra la toxina del cólera. En el trabajo se midió la inmunidad inducida por la ingestión de tres dosis semanales de 10 ug de LTB derivada de zanahorias transgénicas. Las zanahorias transgénicas provocaron respuestas inmunes, se observó IgG e IgA anti LTB. La respuesta fue menor comparada con la administración de dosis puras de LTB recombinante (rLTB). Sin embargo la inmunidad lograda en el estudio es suficiente para proteger a los ratones contra el cólera. Las raíces de zanahoria contenían 3ug de LTB por gramo de raíz fresca (23 ug/g de biomasa seca). El contenido de proteína en la zanahoria es bajo y según los autores la mejor manera de administrarla como vacuna es como producto congelado mezclado con leche o agua e incrementar la dosis para obtener mejores resultados. Antígeno de superficie (HBsAg) del virus de la hepatitis B La hepatitis B es una infección hepática potencialmente mortal causada por el virus de la hepatitis B (VHB). Constituye un importante problema de salud a nivel mundial y es el tipo más grave de hepatitis viral. Puede causar hepatopatía crónica y conlleva un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer hepático. Según la OMS en el mundo hay unos 2000 millones de personas infectadas por el VHB y más de 350 millones con infección hepática crónica. Cada año mueren unas 600000 personas a causa de los efectos agudos o crónicos de la hepatitis B. El antígeno de superficie (HBsAg) del virus de la hepatitis B, consta de una glicoproteína que se inserta en la superficie del virus, cuando se detecta en la sangre indica la infección de hepatitis B (Tiwari, Verma et al. 2009). El primer reporte de una vacuna desarrollada contra la hepatitis B fue el de Mason, Lam et al. (1992) en plantas de tomate con una bajo nivel de expresión (0.01%) del total de proteína soluble. Posteriormente Kapusta, Modelska et al. (1999) expresaron el HBsAg en hojas de lechuga encontrando anticuerpos en los ratones alimentados con las plantas transgénicas. Al administrar a voluntarios humanos las hojas de lechuga desarrollaron anticuerpos IgG. Posteriormente Shchelkunov, Salyaev et al. (2006) expresaron un gen sintético de fusión que codificó los epítopos inmunogénicos ENV y GAG del virus de la inmunodeficiencia (VIH-1). He, Jiang et al. (2008) expresaron el antígeno de superficie del gen (HBV-S2 + S/HBsAg M) bajo el control del promotor E8 en plantas de tomate y tabaco. El promotor E8 reguló la expresión del antígeno en los tomates maduros pero no en las hojas de tabaco, flores o semillas, lo que sugiere que podría actuar de manera específica según la especie. Expresión vía cloroplastos La ingeniería genética de cloroplastos ofrece muchas ventajas, entre las que se incluyen altos niveles de expresión, reducción de contaminación cruzada por el transgén vía herencia materna y expresión de genes múltiples en un solo evento de transformación. La expresión de antígenos contra cólera, tétano, ántrax, parvovirus canino va desde 4-31% de la proteína soluble total en cloroplastos transgénicos (hojas) y en otros plastos como en zanahoria o tomate. Entre las ventajas adicionales están la disponibilidad de marcadores libres de antibióticos y la facilidad de administración (Daniell 2006). Dentro de los estudios realizados sobre expresión de antígenos vía cloroplasto está la vacuna contra el ántrax (Bacillus anthracis) mediante el antígeno protector (PA) expresado en tabaco (Koya, Moayeri et al. 2005) (Watson, Koya et al. 2004), vacuna contra la amebiasis causada por (Entameoba histolytica) mediante el antígeno de superficie LecA, logrando una producción del 6.3% de proteína total soluble (Chebolu and Daniell 2007), vacuna contra el cólera (Vibrio cholerae) mediante la producción de la toxina del cólera (CT), acumulando un 31% de proteína soluble total (Daniell, Lee et al. 2001) (Molina, Hervás‐Stubbs et al. 2004), vacuna contra la peste (Yersinia pestis) mediante la expresión de F1, una proteína capsular de la superficie de la bacteria (Daniell 2006), vacuna contra el parvovirus canino mediante la expresión en cloroplastos de tabaco el péptido sintético 2L21 (Molina, Hervás‐ Stubbs et al. 2004). La transformación vía cloroplasto no es un procedimiento estándar, debido a lo cual está limitada para un número pequeño de cultivos. Debido a que los cloroplastos derivan de bacterias antiguas no poseen la maquinaria eucariota para modificaciones postraduccionales, por lo tanto son incapaces de sintetizar cadenas de glicanos (Yusibov and Rabindran 2008). La Tabla 4 muestra un resumen de las investigaciones que permitieron expresar de manera estable antígenos en plantas. Tabla 4. Expresión estable de antígenos en plantas Planta/tejido Promotor Patógeno/Agente causal V. cholerae Enfermedad Antígeno Tabaco/hoja CaMV35S Cólera Mannopine synthase Mannopine synthase Mannopine synthase Mannopine synthase V. cholerae Cólera Subunidad B de la toxina del cólera (CTB) CTB Patata/tubérculo, hoja Patata/tubérculo, hoja Patata/tubérculo, hoja Patata/tubérculo, callo V. cholerae Cólera CTB V. cholerae e IDDM V. cholerae y rotavirus Cólera y Diabetes Cólera y Gastroenteritis CTB-INS (insulina) Tabaco/hoja (cloroplasto) Patata/tubérculo Operon RNAr (Prrn) Mannopine synthase V. cholerae Cólera V. cholerae, rotavirus y E. Coli Tomate/fruta, hoja Patata/tubérculo CaMV35S Mannopine synthase CaMV35S CaMV35S V. cholerae V. cholerae y rotavirus V. cholerae V. cholerae Cólera, gastroenteritis y diarrea Cólera Cólera y gastroenteritis Cólera Cólera Tabaco/hoja Tabaco/hoja CTB-enterotoxina del rotavirus (NSP4) CTB CTBNSP4/CTA2,CFA/1 CTB CTB-NSP4 CTB CTB-InsB3 Planta/tejido Promotor Tabaco/hoja Tabaco/raíces CaMV35S CaMV35S Lechuga/hoja Tabaco/hoja CaMV35S psbA Tomate/fruta Específico de fruta E8 Específico de endospermo GluB-1 Específico de semilla legumin Específico de fruta E8 y CaMV35S Arroz/semilla Cacahuete/semilla Tomate/ fruta y Tabaco/hoja, flor, semilla Arroz/semilla Patata/tubérculo, hoja Patata/hoja, tubérculo Patata/tubérculo Maíz/semilla Maíz/semilla Patógeno/Agente causal V. cholerae V. cholerae y Erysipelothrix rhusiopathiae V. cholerae V. cholerae y Parovirus Canino (CPV) V. cholerae Enfermedad Antígeno Cólera Cólera y erisipela CTB CTB-Antígeno protector de la superficie (SpaA) sCTB-KDEL CTB-2L21 V. cholerae Cólera CTB V. cholerae y Rabia Cólera y Rabia CTB- glicoproteína V. cholerae y Virus de la Hepatitis B (HBV) V. cholerae Cólera y Hepatitis CTB y HBsAg Cólera CTB E. coli Diarrea CaMV35S E. coli Diarrea Subunidad B de la toxina termolábil al calor (LTB) LTB Específico de tubérculo patatin CaMV35S E. coli Endospermo de trigo Bx17 HMW CaMV35S Cólera Cólera, gastroenteritis hemorrágica Cólera de la rabia (RGP) LTB E. coli y Virus de la gastroenteritis transmisible porcina (TGEV) E. coli Diarrea y Gastroenteritis transmisible porcina Diarrea LTB y proteína S de TGEV E. coli enteropatogénica (EPEC) Diarrea Subunidad A de la formación de pilus estructurales (BfpA) LTB- epítopo 3 de la zona pelucida de los ratones (ZP3) LTB-ESAT-6 Tabaco/hoja Específico de endospermo gamma zein CaMV35S Tomate/fruta, hoja CaMV35S E. coli Diarrea Arabidopsis thaliana/hoja CaMV35S E. coli-M, tuberculosis Diarrea y Tuberculosis CTB LTB Planta/tejido Promotor Tabaco/hoja Ginseng siberiano CaMV35S CaMV35S y Ubiquitina Específico de semilla glicina CaMV35S Soya/semilla Zanahoria/ hoja, raíz Tabaco/cloroplast o Prrn Patógeno/Agente causal E. coli E. coli Enfermedad Antígeno Diarrea Diarrea LTB – SEKDEL LTB E. coli Diarrea LTB E. coli Diarrea LTB E. coli enterotoxigénica (ETEC) Virus de la diarrea epidémica porcina (PEDV) Virus de la diarrea epidémica porcina Diarrea LTB- toxina estable al calor (ST) Diarrea Virus de la Hepatitis B (HBV) HBV HBV Hepatitis Epítopo neutralizante de PEDV (COE) Epítopo neutralizante de PEDV (CO-26K) HBsAg Hepatitis Hepatitis HBsAg HBsAg Patata/ tubérculo CaMV35S Tabaco/hoja CaMV35S Tabaco/hoja CaMV35S Tabaco/hoja Lupina/callo, Lechuga/hoja Patata/tubérculo CaMV35S CaMV35S Específico de tubérculo patatin y CaMV35S HBV Hepatitis HBsAg y HBsAgVspS/VSPL Tabaco NT1 y celúlas en suspensión de soya W82 Tomatillo cherry(hoja, tallo, fruta Tabaco/cultivode células NT-1 Patata/ tubérculo CaMV35S HBV Hepatitis HBsAg CaMV35S HBV Hepatitis HBsAg CaMV35S HBV Hepatitis HBsAg-VSPS Específico de tubérculo patatin y CaMV35S CaMV35S HBV Hepatitis HBsAg S y antígenos preS2 HBV Hepatitis y Gastroenteritis HBsAgM/S y NVCP Ubq3 y enzima formadora del etileno HBV Hepatitis HBsAg Tabaco/ hoja y Tomate/hoja y fruta Banana/ fruta, hoja Diarrea Planta/tejido Promotor Enfermedad Antígeno Ubq3 y EFE Patógeno/Agente causal HBV Tabaco/ cultivo de células en suspensión Patata/ tubérculo, raíces Tomate/futa Hepatitis HBsAg EFE HBV Hepatitis HBsAg CaMV35S HBV Hepatitis CaMV35S Específico de fruta 2A11 Específico de tubérculo patatin y CaMV35S CaMV35S HBV HBV Hepatitis Hepatitis HBsAg-ENV, epítopos GAG de HIV-1 HBsAgM PRS-S1S2S Patata/ tubérculo Tomate/fruta Virus de Norwalk (NV) Gastroenteritis Proteína de la cápsida del virus (NVCP) Rotavirus bovino grupo A (GAR) Proteína de la cápside VP6 Alfalta/hoja CaMV35S Alfalfa/hoja CaMV35S Rotavirus bovino (BRV) Rotavirus Patata/ tubérculo, hoja Patata/ tubérculo, hoja Tabaco/hoja, patata/ tubérculo Tomate/ hoja, fruta Tomate/ hoja, fruta Tomate/ hoja, fruta Arroz/ hojas, semillas CaMV35S Rotavirus Diarreas severas en humanos y animales Gastronteritis en mamíferos Gastroenteritis viral Gastroenteritis CaMV35S Cáncer cervical CaMV35S Virus de papiloma humano (HPV) Virus de papiloma humano (HPV) Virus de la rabia Rabia PBsVP6 rotavirus humano grupo A Glicoproteína de la cápside VP7 HPV11 L1 proteína de la cápside HPV 16 partículas similares a virus RGP CaMV35S Virus de la rabia Rabia RGP CaMV35S Virus de la rabia Rabia Ubiquitina y gluteina Tabaco/ hoja CaMV35S Enfermedad de Newcastle (ND) Sarampión Zanahoria/ hoja, raíces Tabaco/ hoja CaMV35S Virus de la enfermedad de Newcastle (NDV) Virus del sarampión (paramyxovirus) Virus del sarampión Virus del sarampión Nucleoproteína de la rabia (RNP) NDV Patata/ tubérculo, Tabaco/hoja Patata/hoja, tubérculo CaMV35S CaMV35S Cáncer cervical eBRV4 MV-H Sarampión MV-H Sarampión MV-H Planta/tejido Promotor Cacahuete/ hoja CaMV35S Berza/ hoja, Coliflor/ flor madura CaMV35S y OCS3MAS sintético Arabidopsis/ hoja CaMV35S Patata/ tubérculo Tabaco/ hoja CaMV35S Promotor sintético super CaMV35S Arabidopsis/ hoja Patógeno/Agente causal Virus de la Peste bovina Virus vacuna, Coronavirus humano SARS Enfermedad Antígeno Peste bovina Virus de la gastroenteritis porcina (TGEV) TGEV TGEV Gastroenteritis transmisible (TGE) TGE TGE Proteína H del virus de la peste bovina Proteína B5 del virus vacuna y epítopo del coronavirus Glicoproteína S Fiebre aftosa Viruela y SARS humano Patata/ tubérculo, hoja Alfalfa/ hoja CaMV35S Fiebre Aftosa (FMDV) FMDV CaMV35S FMDV Fiebre aftosa Patata/ hoja, tubérculo CaMV35S Patata/ tubérculo CaMV35S Enfermedad hemorrágica del conejo RHDV Tabaco/ hoja CaMV35S Streptococus mutans Tabaco/ hoja CaMV35S Tabaco/ semilla Esecífico de semilla gluteina Gt3 CaMV35S Virus de la estomatitis vesicular (VSVG) Citomegalovirus humano (HCMV) Enfermedad hemorrágica del conejo Enfermedad hemorrágica del conejo Bacteremia y endocarditis infecciosa Síndrome respiratorio severo Enfermedad del sistema nervioso central Enfermedad del parvovirus canino Arabidopsis/ hoja Trébol blanco/ hoja Tabaco/ hoja (cloroplasto) Tabaco, Berza/ hoja Tomate/ fruta Parvovirus canino Fiebre aftosa Glicoproteína S Glicoproteína S Proteína estructural VP1 Proteína estructural VP1 Proteína estructural VP1 Proteína estructural VP60 Proteína estructural VP60 Antígeno A Glicoproteína VSVG Glicoproteína B CaMV35S Bacillus anthracis Ántrax Proteína de la cápside del parvovirus canino VP2 (CPV) Antígeno protector Operón ARNr(Prrrn ) rbCS y CaMV35S Específico de fruta E8 Clostridium tetani Tétano TetC Virus vacuna Viruela Proteína B5 Virus de la inmunodeficiencia VIH SIDA Proteína Tat de VIH-1 Planta/tejido Promotor Patata/ tubérculo CaMV35S Tomate/ hoja CaMV35S Arroz/ semillas Específico de semilla gluteina A CaMV35S Cacahuete / callus Patógeno/Agente causal Causado por neuro degeneración Causado por neuro degeneración Causado por inflamación del cartílago Virus de la lengua azul Taenia solium Enfermedad Antígeno Alzheimer Beta amiloide humano (AB) Alzheimer Beta amiloide humano (AB) Artritis Péptido Colágeno tipo II Lengua azul Gen VP2 Cisticercosis Pancreatitis severa y daño al miocardio Enfermedad del tracto respiratorio Síndrome respiratorio Gripe aviar Péptidos sintéticos KETc1, KETc2, KETc7. Acetilcolinesterasa humana (AchE) Papaya/ clones embriogénicos (ETgpC) Tomate/ hoja, fruta CaMV35S CaMV35S Intoxicación por organosfosforados Tomate/ fruta CaMV35S y específico de fruta E8 CaMV35S Virus sincicial respiratorio (RSV) CaMV35S Tabaco/ hoja, lechuga/ hoja Tabaco/ hoja Coronavirus Tomate/ fruta CaMV35S Virus de la influenza aviar H5/ variante HA1 Yersinia pestis Tabaco/ cloroplasto Tabaco y Arabidopsis/ hoja psbA Yersinia pestis Peste bubónica CaMV35S Virus de la inmuno deficiencia humana (VIH) y hepatitis B (HBV) SIDA y hepatitis B Peste bubónica RSV proteína F Proteína s de SARS-CoV H5/HA1 variante HDEL Proteína de fusión F1-V Proteína de fusión F1-V HIV-1 recombinante/ partículas similares a virus HBV. Adaptado de (Tiwari, Verma et al. 2009) Transformación transitoria de expresión rápida La expresión transitoria ocurre durante un período corto de tiempo, pocos días o hasta culminar el ciclo de vida de la planta, sin ser heredado por la progenie. Un sistema de transformación transitoria utiliza a Agrobacterium tumefaciens. Esta técnica consiste en la infiltración de todo el tejido de la planta en una suspensión de Agrobacterium, el ADN-T es transferido a una alta cantidad de células, donde se puede integrar o permanecer como un episoma, y en cualquier caso expresará su utilidad. Esta transformación somática transitoria o conocida también como “agroinfección” permite altos niveles de expresión sin las incertidumbres inherentes de la regeneración y propagación de plantas transgénicas y al igual que los vectores virales permite elegir el momento propicio (Rybicki 2009). Haynes, Cunningham et al. (1986) concluyeron que el epítopo de un antígeno puede ser expresado en una planta mediante su unión con un péptido viral que se autoensamble en partículas similares a virus. En la investigación realizaron experimentos en el sistema de expresión de E. Coli usando la proteína de la cápside del virus del mosaico del tabaco (TMV) fusionado con el virus de la polio. El TMV ha sido usado como uno de los primeros y más establecidos medios de expresión transitoria, existen también investigaciones en las que usan el virus del mosaico del caupí (CPMV), el virus del mosaico de la alfalfa (AIMV) con la finalidad de producir antígenos recombinantes en plantas. La mayor limitación de usar la proteína de la capside del TMV es que no más de péptidos de 25 aminoácidos pueden ser usados para la fusión, excluyendo a varias moléculas de importancia biomédica (Tiwari, Verma et al. 2009). Entre los estudios realizados están el de Durrani, McInerney et al. (1998) que mediante el CPMV se expresó un péptido de 22 aminoácidos de la proteína de la transmembrana gp41 del VIH-1 IIIB (CPMV- VIH/1). Los ratones inmunizados con CPMV- VIH/1 produjeron anticuerpos IgA e IgG2a. Chichester and Yusibov (2007) expresaron mediante agroinfiltración en Nicotiana bethamiana una fusión entre una liquenasa (LicKM), una enzima termoestable de Clostridium thermocellum, y el dominio 4 del agente protector de Bacillus anthracis (PAD4) y el dominio 1 del factor letal (LFD1). Todos los animales que recibieron la vacuna fueron capaces de desarrollar anticuerpos IgG1. Se ha desarrollado una tecnología que supera ciertas limitaciones del método de Agrobacterium como un agente infeccioso que permite replicas virales. Este nuevo método es utilizado para la amplificación génica transitoria y de alto nivel de expresión industrialmente, se lo conoce como “Magnifection” y combina las ventajas de tres sistemas biológicos: eficiencia del vector, eficiente suministro de ADN mediante Agrobacterium, velocidad y nivel de expresión/rendimiento del ARN del virus de una planta (Gleba, Klimyuk et al. 2005). Proteína de la cápside del virus de Norwalk (NVCP) Las partículas similares a virus (VLP) son producidas por expresión recombinante de la cápside del virus o sus proteínas de envoltura que forman estructuras similares a un virión altamente inmunogénicas pero carentes de material genético del virus (Huang, Elkin et al. 2005). El virus de Norwalk es considerado como un agente importante de gastroenteritis epidémica. Las proteínas recombinantes de la cápside del virus de Norwalk (rNV) expresadas en forma de partículas similares a virus (VLPs) en plantas se ha comprobado que son oralmente inmunogenicas en ratones y humanos. En el estudio realizado por Zhang, Buehner et al. (2006) el gen sintético incrementó la expresión de rNV en plantas de tomate y patata las cuales formaron VLP. Dosis de tomate liofilizado (64 ug rNV – 40 ug VLPs) administrados a ratones indujeron a IgG e IgA anti NV en la mayor parte de los casos. Mientras que dosis de tubérculos de patata liofilizados que contenían 120 ug rNV (90ug VLPs) se necesitaron para tener un 100% de efectividad. Cultivos de células vegetales Las técnicas de propagación de células vegetales comenzaron en 1950 cuando se analizó el potencial de éstas para la síntesis de moléculas de bajo peso molecular. Comercialmente están disponibles dos productos, la shikonina y el paclitaxel (Taxol). Desde que se produjo la primera proteína recombinante en cultivos de células vegetales se han seguido produciendo anticuerpos, enzimas, hormonas, factores de crecimientos, entre otros. Sin embargo la producción de estos compuestos se ha enfocado en unas pocas líneas de plantas, las más populares son los cultivares derivados del tabaco, aunque se encuentran también algunos estudios en Arabidopsis thaliana, Taxus cuspidata, Catharanthus roseus, arroz, soya y tomate (Hellwig, Drossard et al. 2004). Los cultivos de tejidos y raíces son un medio alternativo de ahorro de tiempo y dinero, considerando que para obtener un antígeno producido por una planta se debe seguir una serie de pasos como la siembra, cosecha, extracción de la proteína y purificación si es necesaria. Además los procesos son independientes de condiciones ambientales, estaciones y calidad del suelo (Tiwari, Verma et al. 2009) (Hellwig, Drossard et al. 2004). Las células de las plantas no albergan patógenos humanos ni producen endotoxinas. Una ventaja adicional es que no hay riesgo de contaminación con micotoxinas, herbicidas o pesticidas, sin contar el rápido crecimiento, mayores niveles de expresión, y otras ventajas concernientes con el proceso de compatibilidad. Sin embargo entre los desafíos que se presentan incluyen la formación de agregados, la tendencia de las células a adherirse a las paredes del recipiente de fermentación, deriva genética (variación somaclonal) y silenciamiento génico. Además de expresar bajo nivel de proteína al compararlos con otros sistemas de expresión como el de semillas (Hellwig, Drossard et al. 2004). La producción continua y la fácil recuperación de proteínas provenientes de cultivos celulares minimizan el tiempo y el costo del proceso y permiten una fácil reproducibilidad (Tiwari, Verma et al. 2009). Entre las desventajas están la dificultad para encontrar un promotor adecuado, la inestabilidad de la proteína y el proceso de recolección (Hellwig, Drossard et al. 2004). Expresión en semillas Las semillas se muestran como ventajas útiles para la acumulación de proteínas en un volumen relativamente pequeño y en un ambiente estable en el cual están protegidas de la degradación (Karaman, Cunnick et al. 2012). El pequeño tamaño de las semillas permite que la proteína recombinante llegue a una concentración alta en relación a una pequeña biomasa. Algunas semillas tienen ventajas específicas como la presencia de cuerpos oleosos como en el cártamo y la colza. Como una ventaja adicional la proteína presente en la semilla normalmente no interfiere con el crecimiento vegetativo de la planta. Las semillas aparecen como complemento para la producción de proteínas farmacéuticas, anticuerpos recombinantes y vacunas orales (Stoger, Ma et al. 2005). Cuatro cereales –maíz, arroz, trigo y cebada- se han usado como sistemas de producción basado en semillas. El maíz tiene el rendimiento de grano más alto, un moderado contenido de proteína en la semilla y el intervalo generacional más corto, consiguiendo la concentración más alta de proteína por hectárea. Una desventaja del maíz es el hecho de que es una especie con polinización cruzada (Stoger, Ma et al. 2005). Dos son las leguminosas que han sido usadas, al igual que algunos cereales para la expresión de proteínas recombinantes, los guisantes y la soya. La ventaja de la soya considerándolo un cultivo de alta producción es su alto contenido de proteína (40%). Uno de los grandes problemas de la semilla de la soya es que su alto contenido de aceite podría interferir con el proceso de aguas abajo (Stoger, Ma et al. 2005). Los guisantes tienen un nivel de proteína parecido a la soya, sin embargo su producción es cincuenta por ciento más cara lo cual es un limitante. El único producto farmacéutico reportado es un anticuerpo de cadena sencilla (Stoger, Ma et al. 2005). El maíz es un sistema de expresión eucariota estable y de alto nivel de expresión y producción comercial de proteínas recombinantes y antígenos. Recientemente la comercialización de proteínas recombinantes (avidina y GUS) ha demostrado el potencial de este sistema a gran escala. La bioencapsulación natural de proteínas en el grano de maíz puede mejorar la sobrevivencia del antígeno en el intestino y permitir la entrega del antígeno en las superficies de la mucosa. El estudio de Lamphear, Streatfield et al. (2002), se investiga sobre el uso del grano de maíz como un sistema adecuado para la elaboración de vacunas comestibles contra la Escherichia coli enterotoxigenica (ETEC por sus siglas en inglés), causante de diarrea aguda y el virus de la gastroenteritis transmisible porcina (TGEV). El maíz transgénico con la toxina Lt-B de ETEC y la proteína S de TGEV fueron producidas mediante el método de Agrobacterium tumefaciens. El grano de maíz obtenido de las plantas transgénicas fue fraccionado en germen, sémola y salvado. Se inmunizaron tanto a ratones como a cerdos. Los ratones fueron alimentados con germen desgrasado y se midió suero anti Lt-B IgG e IgA. Los cerdos fueron alimentados con el grano de maíz entero y se midieron anticuerpos anti TGEV y la protección en caso de exposición directa al virus. Los resultados reportaron que el contenido de proteína de Lt-B y TGEV-S eran de aproximadamente 0.8 y 0.1% de proteína soluble total, respectivamente. Además se encontró proteína en todos los compartimentos del grano de maíz, el antígeno Lt-B fue mayor en el germen y su contenido aumento significativamente cuando estaba desgrasada. El antígeno Lt-B enriquecido en el germen del grano de maíz, tras un proceso de molienda estándar, provocó respuesta inmune en los ratones alimentados con el transgénico, permaneció estable al menos un año cuando fue almacenado en condiciones de 4º-23º C. Mientras que el antígeno de TGEV-S en el grano completo de maíz persistió durante el tiempo tanto en harina como en semilla y en temperaturas de 4º y 10ºC, o a temperatura ambiente en condiciones de almacenamiento y mostró en cerdos anticuerpos anti-TGEV neutralizantes en el suero y protección en caso de exposición directa contra el virus (Lamphear, Streatfield et al. 2002). En otro estudio llevado a cabo por Moravec, Schmidt et al. (2007), la subunidad B de la toxina termolábil de Escherichia coli (LTB) fue producida en semillas de soya como una vacuna comestible. La expresión de LTB fue dirigida al retículo endoplasmático de las células del parénquima de almacenamiento de las semillas. Los embriones fueron transformados con un gen de LTB cuya expresión fue específica a los cotiledones así como regulada por el promotor de soya glicina. Se registró una acumulación del 2.4% del total de proteína. El extracto de LTB de soya administrado a ratones de laboratorio con los cuales se hizo el experimento presentó una inducción a respuesta inmune sistémica tanto para IgG, IgA y de anticuerpos para IgA, sin embargo la respuesta con mayor eficiencia obtenida fue el tratamiento que incluía administración parenteral y administración por sonda como estrategia de inmunización. El suero de los ratones inmunizados presentaba una respuesta parcial contra LT al tener contacto directo. El grano de soya tiene un gran potencial en el campo de las vacunas provenientes de plantas debido a su alto contenido de proteína, su gran valor nutricional y la variedad de productos que se pueden sacar de ella. Se debe considerar que si se logra un método para la producción de vacunas a base de soya, las ventajas serían numerosas por los productos comercializados en la actualidad, por ejemplo la leche de soya, harinas, formulas a base de soya, tofu, así como suplementos para animales (Moravec, Schmidt et al. 2007). Karaman, Cunnick et al. (2012) demostraron la expresión de la subunidad B de la toxina del cólera (CT-B) en semillas de maíz. El mayor nivel de expresión encontrado en la generación T1 fue de 0.0014% del total de proteína soluble, mientras que en la T2 el valor se incrementó a 0.0197 % del total de proteína soluble. Al alimentar ratones con el maíz transgénico se evaluaron IgG e IgA anti CT-B en las muestras de suero y heces. Además un grupo de ratones fue alimentado con una mezcla de maíz de CT-B y LT-B (subunidad B de la E. coli), los resultados obtenidos de esta prueba mostraron que los niveles de anticuerpos fueron mayores a las cantidades presentadas por CT-B solo. Estos resultados sugieren una acción sinérgica usando CT-B y LT-B combinados, que en futuras investigaciones podrían ser una idea para una vacuna eficaz contra ambos patógenos. Otras vacunas Malaria: proteínas de la superficie del merozoito MSP4 y MSP5 de Plasmodium falciparum y MSP4/5 de Plasmodium yoelli. Sarampión: usando el antígeno MV-H. Diabetes: mediante la proteína pancreática ácido glutámico descarboxilasa (GAD67). Pasteurelosis neumónica en bovinos: por medio del antígeno leukotixina (LKt) de Mannheima haemolytica A (Mishra, Gupta et al. 2008). BENEFICIOS Y DESVENTAJAS Uno de los principales beneficios que las vacunas comestibles aportan es la facilidad de distribución y consumo. En los países en vías de desarrollo la posibilidad de distribución de vacunas se dificulta debido a que las vacunas deben pasar por procesos de “cadena de frío” desde el lugar de producción al sitio de distribución, sin mencionar la dependencia de las inyecciones (Sala, Manuela Rigano et al. 2003) (Pascual 2007). Otra de las posibles ventajas de las vacunas comestibles es que comúnmente se puede consumir con facilidad las distintas partes de las plantas como hojas, frutas o semillas sin procesarlas. Un obstáculo que las vacunas comestibles presentan es la necesidad de producir inmunidad efectiva. Normalmente las vacunas aplicadas a superficies de la mucosa en la ausencia de un adyuvante fallan al provocar una respuesta inmunogénica y pueden inducir tolerancia. La modificación genética de los alimentos podría ser un problema potencial y resultar en alergias a los alimentos y poner en peligro el consumo de la comida no modificada en la dieta. El problema de las vacunas transgénicas es la inducción a la tolerancia en vez de la inmunidad, esto puede producirse con cualquier vacuna no administrada con un adyuvante (Pascual 2007). Los resultados de las investigaciones han considerado algunos problemas de tipo práctico y ético con el concepto de facilidad en el uso de vacunas comestibles que se tenía en mente. Entre ellos destacan en primer lugar los problemas con el control de calidad, la incapacidad de garantizar suficiente dosis en la vacuna para su eficacia. En segundo lugar, la frecuencia en la administración física de este tipo de vacunas tiene que ser regulada. Otro problema al que se enfrenta este desafío es el que la vacuna tiene que ser reproducible y bajo supervisión para asegurar sus posibles efectos. En la actualidad existen ya algunos productos registrados de acuerdo con las buenas practicas de manufactura (BPM), incluso con ensayos clínicos (Rybicki 2010). En el estudio llevado a cabo por Thanavala, Mahoney et al. (2005) donde se produjo una vacuna contra la hepatitis B en patata se realizaron ensayos en humanos mostrando un dato curioso, mientras con la vacunación vía parenteral se necesitaban solamente 40 ug de HBsAg, se necesitan 3 dosis de 100 g de patata transgénica que contenga una dosis de 1mg de HBsAG para mostrar resultados parcialmente efectivos. Con el paso del tiempo se ha ido obteniendo resultados con mayores niveles de expresión (Huang, LePore et al. 2008). En Rose, Lane et al. (1999) y Gerber, Lane et al. (2001) al comparar entre dosis vía parenteral y oral de la vacuna contra el HPV, se determinó que 10 ug de células que producían partículas similares al virus del HPV con adyuvante eran necesarios para inmunizar a los ratones. BIOSEGURIDAD/ ACEPTACIÓN DEL PÚBLICO Una de las principales preocupaciones de las vacunas comestibles es la bioseguridad. Sin embargo muchos estudios las han citado como seguras y funcionales. Existe también preocupación sobre la tolerancia, una exposición repetida podría causar inmunotolerancia o falta de respuesta inmune; sin embargo se ha demostrado que el antígeno necesario para producir protección es generalmente más pequeño que la cantidad necesaria para producir tolerancia (Han, Su et al. 2006). Otra preocupación es la entrada de proteínas recombinantes producidas en plantas de la cadena alimenticia. Sin embargo cabe recalcar que a pesar de que las vacunas comestibles se expresaran en plantas de consumo masivo no serán consumidas como parte de la dieta base diaria. Las vacunas comestibles deben aplicarse apropiadamente. Para evitar una contaminación se han producido ya algunas estrategias: 1. Establecimiento de machos estériles (genes suicidas, barreras de infertilidad, apomixis). 2. El uso de tejido específico o promotores inducibles para prevenir efectos adversos en el crecimiento y el desarrollo de la planta o del medio ambiente. 3. Utilización de cloroplastos por herencia materna para minimizar el flujo de polen. 4. Establecer buenas practicas de manufactura (BPM) (Han, Su et al. 2006). Existe también preocupación sobre las alergias, se conoce que la soya contiene aproximadamente 15 proteínas que son reconocidas por los anticuerpos IgE de los individuos alérgicos a la soya, por lo tanto, el potencial de esta vacuna de causar alergia es grande, lo que se debe considerar al momento de distribuirla en la población (Moravec, Schmidt et al. 2007). Existen lugares en el mundo como el caso de Estados Unidos, donde hay especial interés en el estudio y la elaboración de plantas como biofactorías para la producción de vacunas contra bacterias y virus que atenten contra la bioseguridad del país o bioterrorismo, entre los organismos de interés están el Bacillus anthracis, Yersinia pestis y el virus de la viruela. En el estudio de estas vacunas se han desarrollado investigaciones con ensayos en macacos y ratones obteniendo respuesta inmune favorable (Rigano, Manna et al. 2009). RENTABILIDAD ECONÓMICA Las proteínas recombinantes expresadas en semillas de maíz pueden producirse en cantidades que excedan los 2kg por acre por un bajo costo de centavos por miligramo. La infraestructura existente para la cosecha del grano de maíz y su procesamiento permite ventajas económicas para la producción (Lamphear, Streatfield et al. 2002). Asumiendo un campo de 250 semillas por planta, se estima que usando una línea elite de expresión de LTB, cerca de 1 kg de proteína LTB puedes ser generada de 2000 plantas, una capacidad que es fácilmente acomodable bajo normas de bioseguridad por ejemplo en invernaderos (Moravec, Schmidt et al. 2007). Se ha demostrado que debido a la alta expresión de un antígeno en cloroplastos 1 acre de plantas transgénicas vía cloroplasto pueden producir hasta 360 millones de dosis de una vacuna limpia, segura y funcional contra el ántrax. Se ha estimado que solamente eliminando la cadena de frío se puede percibir una ganancia de 300 millones de dólares por año, lo que proveería de vacunas a 10 millones de niños en el mundo (Pascual 2007). Sin embargo, el futuro para las vacunas en humanos no es tan claro, mientras por un lado existen muchos esfuerzos por producir antígenos en plantas para enfermedades ya establecidas como HBV y HPV, la producción de vacunas convencionales para el HBV es actualmente muy barata por toda la infraestructura y el sistema existente incluido en el programa de inmunización. Por lo cual se podría decir que la industria farmacéutica no le interesa diversificar su producción (Rybicki 2010). ENSAYOS CLÍNICOS El modelo de antígenos producidos por plantas ha sido estudiado ampliamente y muchos de los resultados obtenidos muestran eficacia, la misma que ha sido comprobada no solamente en modelos con ratones si no con animales superiores como hurones o primates. Los primeros ensayos clínicos en fase 1 aprobados por la USDA fueron realizados en 1997 en plantas transgénicas que desarrollaban el antígeno para el LTB donde se utilizaron voluntarios humanos alimentados con tubérculos de papa, (Universidad del Estado de Arizona en USA). Dentro de las vacunas derivadas de antígenos producidos por plantas en fase I de ensayos clínicos están: curas para la diarrea, gastroenteritis, hepatitis B, rabia, etc. Los primeros resultados obtenidos de esta primera fase son positivos y muestras una inducción elevada en la respuesta inmune de individuos sanos (Tiwari, Verma et al. 2009). Unas pocas proteínas farmacéuticas derivadas de plantas han llegado a alcanzar la fase II de ensayos clínicos, por ejemplo el anticuerpo CaroRX expresado en tabaco transgénico usado contra las caries dentales (Plane Biotechnology Company). Otro anticuerpo expresado en maíz transgénico Avicidin (Monsanto Protein Technology, USA) para la protección de cáncer colorrectal fue retirado por efectos no específicos del anticuerpo. La lipasa gástrica, una enzima producida por maíz transgénico y usada para tratar fibrosis quística esta también en fase II en (Mersitem Therapeutics, Francia). El factor intrínseco, usado contra la deficiencia de vitamina B12 y producido en plantas transgénicas de A. thaliana ha sido llevado a fase II por Cobento Biotechnology, Dinamarca. En el año 2004 la tripsina bovina recombinante, nombre comercial TrypZean desarrollado en plantas de maíz fue comercializado por ProdiGene, USA . El estado y la evolución de productos derivados de proteínas recombinantes muestra que tienen una potencial muy grande en lo referente a tecnología vegetal en la industria farmacéutica y terapéutica (Tiwari, Verma et al. 2009). Las investigaciones necesitan enfocar sus esfuerzos en la realización de estudios para separar los antígenos recombinantes de los metabolitos secundarios potencialmente dañinos, del mismo modo los costos de purificación en el caso de la utilización de plantas como biorreactores (Rigano, Manna et al. 2009). CONCLUSIONES 1. La tecnología en el campo de la vacunología ha evolucionado durante años, de manera que en la actualidad se pueden usar plantas como biorreactores para la producción rentable de antígenos como vacunas. Esta producción de vacunas “comestibles” de bajo costo y fácil administración favorece sobretodo a los programas de inmunización de países en vías de desarrollo donde su correcta distribución se ve limitada por el uso de personal capacitado, cadenas de frío y dificultad en la administración y transporte. 2. Los esfuerzos para la producción de vacunas en plantas se han centrado principalmente en elevar la expresión del antígeno, ya que hasta ahora la mayoría de genes insertados se expresan a niveles muy bajos. Las investigaciones se enfocan en el uso adecuado de sistemas de expresión: estable y transitoria, selección correcta del material, selección de promotores eficaces, uso de adyuvantes. 3. Muchas plantas comestibles y no comestibles son empleadas para la producción de antígenos: banana, patata, tomate, Arabidopsis thaliana. Se han usado diferentes partes de la planta: hojas, tallos, raíces, frutos, tubérculos y semillas. Las semillas con alto contenido proteico como maíz, soya, arroz expresan cantidades de antígeno razonable, razón por la cual se presentan como buenos candidatos para las futuras investigaciones. Plantas como el tabaco han sido utilizadas con resultados prometedores, sin embargo su uso se ha visto limitado debido a ciertos compuestos tóxicos. 4. Las semillas transgénicas que expresan un determinado antígeno pueden ser almacenadas a temperatura ambiente por más de un año sin que éste pierda su eficacia, mientras que otros tejidos de la planta como hojas o frutos necesitan, bajo las mismas condiciones, procesos adicionales como extracción y purificación de la proteína. 5. La expresión estable de los antígenos en las plantas debe ser regulada para evitar el paso del transgén a otros cultivos con el fin de preservar la diversidad génica. Se están realizando esfuerzos importantes en este tema mediante el uso de la transformación genética vía cloroplasto, expresión transitoria, propagación vegetativa y cultivos de células vegetales. 6. La administración de vacunas “comestibles” se ve limitada debido a que no hay una estandarización en la dosis, ya que la concentración de antígeno varía entre plantas de un mismo cultivo, frutos de una misma planta o entre generación y generación. Una solución que se ha encontrado es la fabricación de polvos o soluciones a partir de las plantas transgénicas. 7. En los estudios de inmunogenicidad es muy importante suministrar una vacuna comestible junto a un adyuvante para estimular la respuesta del sistema inmune y permitir una rápida absorción a través de las mucosas. 8. Los estudios de inmunogenicidad, antes de ser probados en humanos, se realizan con animales en laboratorio. Esta metodología permite conseguir información valiosa para investigaciones futuras y beneficia de modo indirecto a la industria pecuaria, debido a que en la actualidad existen productos eficaces provenientes de la ingeniería genética para inmunización del ganado. 9. Las estrategias de producción y comercialización de vacunas “comestibles” se enfocan en el desarrollo de nuevas estrategias para aumentar el rendimiento del antígeno y facilitar su administración. Esto constituye un reto tanto para los gobiernos, la industria y la comunidad científica. 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