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Mionecrosis calcificante: a propósito de cuatro casos. Poster no.: S-1292 Congreso: SERAM 2012 Tipo del póster: Presentación Electrónica Científica Autores: 1 2 3 A. Pons Escoda , J. A. Narváez García , F. Portabella Blavia , 3 4 R. Llatjós Sanuy , M. De Albert De Delás-Vigo , J. Hernández 4 1 2 3 Gañán ; L'Hospitalet De Llobregat/ES, ES, L'Hospitalet de 4 Llobregat/ES, L' Hospitalet de Llobregat/ES Palabras clave: TC, RM, Radiografía simple, Músculo esquelético tejidos blandos DOI: 10.1594/seram2012/S-1292 Cualquier información contenida en este archivo PDF se genera automáticamente a partir del material digital presentado a EPOS por parte de terceros en forma de presentaciones científicas. 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Tenga en cuenta: Los enlaces a películas, presentaciones ppt y cualquier otros archivos multimedia no están disponibles en la versión en PDF de las presentaciones. Página 1 de 31 Objetivos Presentar cuatro casos de mionecrosis calcificante. Definir los hallazgos clínicos y radiológicos de la entidad en base a nuestra experiencia y comparar nuestros resultados con los obtenidos en la literatura revisada. Establecer el diagnóstico diferencial. Material y método Hemos revisado los casos de mionecrosis calcificante diagnosticados en un hospital de tercer nivel entre septiembre 2004 y septiembre 2011. CASO 1: - Remitido a Unidad Funcional de Tumores Óseos y Sarcomas. - Varón, 55 años. - Masa de20 cmocupando región anteroexterna de la pierna ( Fig. 1 on page 4 ). - Fractura supracondílea de fémur 34 años antes. Pie equino residual. - Se realizó radiografía (Rx) ( Fig. 2 on page 5 ), tomografía computarizada (TC) ( Fig. 3 on page 5 ) y resonancia magnética (RM) ( Fig. 4 on page 6 ). - Tratamiento quirúrgico ( Fig. 5 on page 7 ). - Anatomía Patológica (AP): necrosis muscular y calcificaciones. - No se evidenciaron complicaciones ni recidiva. CASO 2: - Acudió a consultas externas de Traumatología. - Varón, 64 años. Página 2 de 31 - Tumoración de 25cm en región anteroexterna de la pierna de crecimiento lentamente progresivo. - Fractura de tibia 12 años antes. Hematomas de repetición y equinismo residual. - Se realizó Rx ( Fig. 6 on page 8 ) y RM ( Fig. 7 on page 9 ) compatibles con mionecrosis calcificante. - Actitud expectante. - Fístula post-traumática a los 3 años que requirió cirugía. - AP: mionecrosis calcificante. - Sobreinfecciones de repetición y fístula crónica. CASO 3: - Remitido a Unidad Funcional de Tumores Óseos y Sarcomas. - Varón, 34 años. - Masa de partes blandas de unos15 cmen región anteroexterna de la pierna ( Fig. 8 on page 10 ). - Fractura de tibia y peroné 12 años antes complicada con síndrome compartimental. Pie equino residual. - Se realizo Rx ( Fig. 9 on page 11 ), TC ( Fig. 10 on page 12 ) y RM ( Fig. 11 on page 14 ). - Cirugía. - AP: mionecrosis calcificante. - Infecciones de repetición y fístula crónica. CASO 4: - Acudió a urgencias. -Varón, 77 años. - Piomiositis en región posterior de pierna izquierda. - Fractura de tibia y peroné 30 años antes complicada con síndrome compartimental. Página 3 de 31 - Se realizó Rx ( Fig. 12 on page 14 ) compatible con mionecrosis calcificante. - Cirugía. - AP: mionecrosis calcificante sobreinfectada. - Sin complicaciones ni recidiva. Los datos se han recogido en Table 1 on page 15 , Table 2 on page 16 y Table 3 on page 17 . Posteriormente hemos realizado una búsqueda bibliográfica encontrando aproximadamente 40 casos descritos en la literatura anglosajona. Comparamos descriptivamente sus resultados e intentamos establecer un diagnóstico diferencial acotado por técnicas de imagen. Images for this section: Página 4 de 31 Fig. 1: Masa de partes blandas de 20 cm, consistencia dura, bien delimitada y a tensión. Ocupa toda la región anteroexterna de la pierna. Fig. 2: a,b. Rx AP y lateral de pierna izquierda. Demuestran una extensa masa centrada en partes blandas antero-laterales de la pierna, fusiforme y parcialmente calcificada. Condiciona remodelación, y engrosamiento cortical tibial anterior. Se asocia calcificación grosera y extensa de la membrana interósea. Página 5 de 31 Fig. 3: a,b. TC axial. Confirma la presencia de una masa de partes blandas ocupando el compartimento anterior de la pierna. Muestra calcificaciones finas y relativamente continuas dando una morfología "en placa" en la periferia de la lesión. Las calcificaciones centrales son amorfas e irregulares. Confirma la reacción perióstica tibial y signos de remodelación y erosión a nivel peroneal. Se delimita la grosera calcificación de la membrana interósea que se extiende hacia el compartimento lateral y posterior. Página 6 de 31 Fig. 4: a,b. Imágenes coronal y axial de RM potenciada en T1 que ponen de manifiesto el componente intralesional ténuemente hiperintenso en relación a material hemorrágico o mucoide-proteinaceo. c,d. Imágenes coronal y axial potenciadas en T2 con supresión grasa que muestran, en el seno de la lesión, la presencia de material marcadamente hiperintenso que corresponde a componente necrótico-quístico. Se visualiza la alteración de señal medular ósea tibial hiperintensa en T2 compatible con edema óseo. En todas las secuencias se identifica halo periférico y imágenes groseras irregulares en el seno lesional marcadamente hipointensas que corresponden a las calcificaciones. Son mejor delimitadas y caracterizadas por la Rx y la TC. Página 7 de 31 Fig. 5: a,b,c. Desbridamiento amplio de la masa de partes blandas obteniendo líquido marronáceo denso, múltiples calcificaciones alargadas, extensa necrosis muscular y restos de hematoma organizado. Página 8 de 31 Fig. 6: a,b. Rx AP y lateral de pierna izquierda. Gran masa de partes blandas anterolaterales, fusiforme y parcialmente calcificada. Reacción periostica homogénea y regular de corticales anterior tibial y peroneal. En algunos puntos imágenes de remodelación cortical y erosiones. Calcificación extensa de la membrana interósea. Página 9 de 31 Fig. 7: a,b. Coronales T1 y T2 con supresión grasa. Se muestra contenido intralesional que alterna regiones característicamente iso-hiperintensas en T1 con otras hiperintensas en T2 que traducen componente proteinaceo-mucoide-hemorrágico y quístico-necrótico respectivamente. Su porción más craneal y lateral disrumpe la fascia muscular superficial y se extiende al tejido subcutáneo. c, d. T1 axial sin y con contraste. No se evidencia captación por parte de la masa. El halo perfiérico y las imágenes irregulares centrales profundamente hipointensas en todas las secuncias se corresponden con las calcificaciones. Página 10 de 31 Fig. 8: Masa de partes blandas de 10 cm, consistencia dura, bien delimitada y a tensión. Ocupa toda la región anteroexterna de la pierna. Página 11 de 31 Fig. 9: a,b. Rx AP y lateral de pierna izquierda. Masa de partes blandas antero-laterales de la pierna, fusiforme y con escasas calcificaciones periféricas lineales. Condiciona engrosamiento cortical tibial anterior. Se asocia calcificación grosera y extensa de la membrana interósea. Página 12 de 31 Fig. 10: TC axial. Confirma la presencia de una masa de partes blandas ocupando el compartimento anterior de la pierna y desplazando los músculos del compartimento lateral. Muestra calcificaciones finas y relativamente continuas dando una morfología "en placa" en la periferia de la lesión. Centro con regiones de densidad líquido y otras heterogéneas de aspecto sólido o hemorrágico. Confirma la reacción perióstica tibial en forma de engrosamiento y esclerosis homogéneos. Signos de remodelación osea en la misma tibia y en cara interna del peroné. Se delimitan calcificaciones groseras de la membrana interósea. Página 13 de 31 Fig. 11: a,b. Axial T1 y coronal T2 con supresión grasa. Masa heterogenea en todas las secuencias. Se alternan aleatoriamente zonas de iso e hiperintensidad en T1 y T2 traduciendo contenido necro-hemorrágico. Imágenes periféricas lineales profundamente hipointensas que corresponden a las calcificaciones. Página 14 de 31 Fig. 12: a,b. Rx AP y lateral de pierna izquierda. Masa fusiforme de partes blandas centrada en compartimentos posteriores, con regiones internas de densidad aire; hallazgo patognomónico de sobreinfección. Se identifican escasas calcificaciones lineales irregulares periféricas y calcificación grosera de la membrana interósea. Zonas de engrosamiento cortical posterior y otras de remodelación son también detectables. Página 15 de 31 Table 1: Datos clíncos. SC= síndrome compartimental. Página 16 de 31 Table 2: Características radiográficas y tomodensitométricas. CAnt= compartimento anterior. CPost= compartimento posterior. RPo= reacción perióstica. MI= membrana interósea. Página 17 de 31 Table 3: Características de RM. NV= no valorable. Página 18 de 31 Resultados Nuestros cuatro casos ocurrían en varones de edad media 62,75 años (rango= 54-77). El 50% fueron remitidos a la Unidad de Tumores con el diagnóstico de sarcoma, un caso acudió a consultas externas y el restante a urgencias. Existió antecedente traumático grave en la extremidad inferior en todos los casos, de media 24 años atrás (rango= 12-34). El 50% explicaron un síndrome compartimental claro; el resto refirieron hematomas de repetición en la evolución. El 75% sufrieron un pie equino residual. El 75% se localizaron en el compartimento anterior y uno en el compartimento posterior. Todos asociaban calcificación extensa de la membrana interósea. Los tres casos del compartimento anterior contactaban ampliamente con la superficie cortical tibial evidenciándose signos de remodelación ósea con reacción perióstica en forma de engrosamiento esclerótico y focos de erosión mal definidos. En los cuatro la morfología de la tumoración fue fusiforme y siguiendo el trayecto de un musculo o grupo muscular que quedaba sustituido por la misma. La presencia de calcificaciones de predominio periférico y su morfología "en placa" circundando la masa fueron un hallazgo constante. El 50% asociaban calcificaciones groseras irregulares en el seno lesional. En los dos casos en que se administró contraste no se objetivaron captaciones significativas. La RM, realizada en tres de los cuatro casos, permitió una mejor caracterización del componente intralesional necrohemorrágico y definió de manera menos específica las calcificaciones. Las lesiones se caracterizaron por alternancia de regiones característicamente iso- hiperintensas en T1 que traducían componente hemorrágico, otras hiperintensas en T2 en relación a componente quístico-necrótico y otras profundamente hipointensas en T1 y T2 que correspondían a las calcificaciones. Un halo periférico hipointenso más o menos continuo se correspondía con las calcificaciones "en placa" periféricas caracterizadas en la Rx y la TC. Uno de los casos mostraba edema en forma de hiperseñal en T2 de la medula ósea tibial y todos mostraban escaso edema de partes blandas circundantes. El 75% de los casos se trataron quirúrgicamente. En el caso restante se tomó actitud expectante y acabó requiriendo cirugía en un segundo tiempo. En el 50% de los casos persistieron complicaciones crónicas en forma de sobreinfección y fístulas. Se dispone de confirmación histológica en los 4 casos. Página 19 de 31 Más del 70% de casos reportados en la literatura revisada, son hombres, lo cual puede explicarse por la mayor tasa de accidentes en este grupo. El antecedente traumático es un dato constante. La latencia entre el traumatismo y la aparición de esta entidad es muy variable siendo el caso reportado más precoz a los 10años y el más tardío a los 64. La presentación clínica mayoritaria es la aparición de una masa de gran tamaño y lento crecimiento. El segundo escenario es un cuadro infeccioso de partes blandas tipo piomiositis. La pierna es el lugar donde se describen más del 90% de los casos. Más del 60% de los casos se localizan exclusivamente en el compartimento anterior. La segunda localización en frecuencia es la de ambos compartimentos anterior y lateral, seguida de la afectación única del compartimento lateral y la de los compartimentos posteriores. Casos aislados de extensión al pie, aparición en el muslo y en el antebrazo han sido descritos. La Rx muestra una masa de partes blandas con calcificaciones lineales de predominio periférico en el 100% de los casos reportados. Se suelen asociar calcificaciones groseras y áreas radiolucentes en el seno lesional. La TC muestra en la práctica totalidad una masa fusiforme que ocupa y sustituye gran parte de un compartimento muscular y está delimitada por calcificaciones periféricas "en placa". Se suelen asociar calcificaciones centrales amorfas e irregulares que se entremezclan con un contenido intralesional heterogéneo. Las erosiones, la remodelación y la reacción perióstica de aspecto reactivo se encuentran en más del 60% de los casos descritos. Pocos autores hablan explícitamente de la calcificación extensa de la membrana interósea, aunque parece ser un hecho muy frecuentemente asociado. En la RM se presenta característicamente como una masa de gran tamaño bien delimitada por un halo hipointenso que corresponde a les extensas calcificaciones periféricas. Su señal interna suele ser heterogénea a expensas de regiones característicamente iso e hiperintensas en T1 y otras iso e hiperintensas en T2 que traducen componente hemorrágico (o mucoide- proteináceo) y necrótico (o quístico) respectivamente. Imágenes amorfas centrales profundamente hipointensas en todas las secuencias son el homónimo de las calcificaciones centrales descritas en la radiografía y TC. Se detecta edema óseo en menos de un 10% de los casos revisados y es frecuente un leve edema de tejidos blandos circundantes por el efecto compresivo de la lesión. Se encuentran pocas afirmaciones explícitas sobre el comportamiento de esta entidad pseudotumoral tras la administración del contraste, pero las existentes coinciden en que no hay captación. Un solo caso afirma la evidencia de aporte sanguíneo a través de ramas de la arteria tibial posterior y captación clara de la tumoración. Página 20 de 31 Más del 85% de autores recomiendan la actitud expectante en ausencia de sintomatología, y contraindican la biopsia sino hay intención de resección. Esto es por el riesgo bien documentado de evolución tórpida con sobreinfecciones de repetición y procesos fistulosos crónicos como principales protagonistas. Nuestros resultados coinciden ampliamente con los obtenidos de la literatura. Por la vertiente maligna, el diagnóstico diferencial por la imagen debería incluir aquellos sarcomas con tendencia a afectar las extremidades inferiores, con calcificaciones y de localización predominantemente yuxtacortical ( Fig. 13 on page 21 ). Los más frecuentes, y en ocasiones semejantes, serían: el sarcoma sinovial, el histiocitoma fibroso maligno (o sarcoma pleomórfico indiferenciado), los osteosarcomas yuxtacorticales ( Fig. 14 on page 22 ) parostal y perióstico y los menos frecuentes osteosarcoma y condrosarcoma de partes blandas ( Fig. 15 on page 23 ). Entidades benignas a tener en cuenta serían la miositis osificante ( Fig. 16 on page 24 ), la osteomielitis crónica ( Fig. 17 on page 25 ) con absceso de partes blandas, la calcinosis tumoral, la necrosis grasa, el condroma de partes blandas, las calcificaciones metastásicas de la insuficiencia renal; y fenómenos de mionecrosis y calcificaciones distróficas en contexto de diabetes y vasculopatías; miositis, dermatomiositis y esclerodermia ( Fig. 18 on page 27 ). La imagen de RM aislada, por las regiones marcadamente hipointensas en todas las secuencias, puede recordar a la de tumores ricos en colágeno (tumor desmoide - Fig. 19 on page 26 - como entidad más frecuente de este grupo). Se evalúan comparativamente los principales diagnósticos diferenciales en la Table 4 on page 28 y la Table 5 on page 29 . Images for this section: Página 21 de 31 Fig. 13: a,b,c. Imágenes de RM T1 y T2 axial y T1 con supresión grasa tras administrar gadolinio. Se puede observar una tumoración de partes blandas que involucra los compartimentos anterior, lateral y posterior (flechas largas) e infiltra el peroné (flechas cortas). La lesión muestra triple señal, con regiones iso-hiperintensas en T1 que deben traducir regiones hemorrágicas, lesiones isointensas al músculo en relación a componente sólido y regiones hiperintensas en T2 en relación a componente necrótico. Es visible destrucción cortical y edema óseo subyacente. Muestra una captación ávida y heterogénea del contraste. El estudio anatomo-patológico desveló un tumor maligno de vaina nerviosa periférica (TMVNP). Página 22 de 31 Fig. 14: a,b,c. Imagen ostecondensante mal definida centrada en vertiente anteroexterna de la metáfasis tibial distal con reacción perióstica agresiva que se extiende hacia las partes blandas. E,f,g. Imágenes axiales y coronales de RM potenciadas en T1 con y sin supresión grasa pre y post administración de contraste. Se pone de manifiesto la lesión centrada en la región cortical y subcortical tibial antero-lateral, de predominio hipointenso traduciendo características escleróticas. Produce una desestructuración de la cortical que queda desdibuja y adelgazada y muestra extensión con componente de partes blandas e infiltración de la musculatura del compartimento anterior. Presenta captación de predominio periférico del contraste que permite una mejor delimitación de la lesión. Correspondió a un osteosarcoma. Página 23 de 31 Fig. 15: a-d. Imágenes de RM sagital y axial potenciadas en T2 con supresión grasa y T1 axial. Se identifica una tumoración de partes blandas localizada en la grasa preaquilea, polilobulada, de predominio hiperintenso en T2 e hipointenso en T1 traduciendo componente quístico o bien cartilaginoso o mixoide. La visualización de alguna imagen "en punto y coma" (flechas en c y d) profundamente hipointensa en probable relación con calcificaciones nos sugirió una naturaleza condroide. Es identificable un halo fino hipointenso en T1 y T2 que también debe corresponder a calcificaciones. Parece una tumoración bien encapsulada y sin signos de infiltración, no asocia edema óseo ni de partes blandas significativo. La histología confirmó un condrosarcoma. Página 24 de 31 Fig. 16: a,b. Rx en proyección lateral y cráneo-caudal en que se identifica una lesión de pequeño tamaño en tejidos blandos plantares mediales del pié mínimamente calcificada en periferia. En presencia de un antecedente traumático se pensó como primera opción en una miositis osificante. c,d,e. La ecografía dirigida muestra la lesión bien definida y algo heterogénea; con las características imágenes hiperecogénicas con sombra acústica posterior compatibles con calcificaciones, de predominio periférico. Se demuestra también una hiperseñal al power-doppler en toda la periferia de la lesión típica de la fase subaguda de la entidad sospechada. Se confirmó histológicamente. Página 25 de 31 Fig. 17: a, b. Se observa un callo de fractura hipertrófico en este paciente con antecedentes de fractura tibio-peronea. Se identifica un engrosamiento cortical irregular de ambos huesos implicados, con algunas zonas radiolucentes y una alteración de la densidad medular que en algunas regiones emula un patrón permeativo. Se asocia una calcificación localizada pero grosera de la membrana interósea. No es detectable con estas exploraciones componente de partes blandas. El diagnóstico fue de osteomielitis crónica. Página 26 de 31 Fig. 19: a,b. En las Rx AP y lateral del muslo parece existir una masa de partes blandas perifemoral que asocia evidentes cambios en el hueso subyacente en forma de: engrosamiento cortical grosero e irregular con algunas zonas de patrón líticopermeativo y algunas espículas cortas perpendiculares a la cortical en relación a reacción perióstica; agresiva y por semiología de evolución lenta- progresiva. C,d. La RM en estas secuencias T1 y T2 con supresión grasa; evidencia un "rodete" tumoral de partes blandas profundamente hipointenso en T1 y T2 que envuelve el fémur. Se halla en forma de hiposeñal en T1 e hiperseñal en T2 signos de infiltración ósea e importante componente de edema tanto óseo como de partes blandas. La semiología conjunta sugería una tumor agresivo de crecimiento lento (fundamentado en los cambios que producía en el hueso) y estirpe fibroso- colágeno (por la señal de resonancia). En este paciente con síndrome de Gardner conocido, se realizó el diagnóstico radiológico y la posterior confirmación anatomo-patológica de tumor desmoide con infiltración ósea. Página 27 de 31 Fig. 18: a,b. Las radiografías del brazo de este paciente afecto de esclerodermia muestran las calcificaciones de tejidos blandos (intramusculares y subcutáneas) típicas de la entidad. Página 28 de 31 Table 4: Diagnósticos diferenciales "benignos". Ca= calcificaciones. Comp= compartimentos. MI= membrana inerósea. RP= reacción perióstica. Se han excluido las entidades que cursan en un contexto clínico-analítico de enfermedad sistémica porque entendemos que este da el diagnóstico per se. Página 29 de 31 Table 5: Diagnósticos diferenciales "malignos". Ca= calcificaciones. Comp= compartimentos MI= membrana inerósea. RP= reacción perióstica. Se han excluido las entidades que cursan en un contexto clínico-analítico de enfermedad sistémica porque entendemos que este da el diagnóstico per se. Página 30 de 31 Conclusiones La mionecrosis calcificante es una rara entidad de etiología post-traumática y aparición tardía. Fue descrita por primera vez en 1960 por Gallie y Thomson. Se caracteriza por la formación de una tumoración de partes blandas necrohemorrágica y parcialmente calcificada que ocurre prácticamente de manera exclusiva en la pierna. La etiopatogenia es desconocida y las hipótesis que se han postulado más frecuentemente la relacionan con eventos isquémicos y lesiones nerviosas (especialmente del nervio peroneo). La imagen en Rx y TC de una tumoración de partes blandas, en la pierna, de morfología fusiforme, que sustituye un músculo o grupo muscular, es de contenido necrohemorrágico y presenta calcificaciones "en placa" periféricas; junto al antecedente traumático en la región, permiten el diagnóstico de certeza de mionecrosis calcificante sin necesidad de biopsia que es causa de complicaciones. La realización de una RM aislada, al ser poco específica en la detección de las calcificaciones prácticamente patognomónicas de la entidad puede llevar al diagnóstico erróneo de sarcomas de partes blandas. Página 31 de 31