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ISSN 0009-7411 CIRUGÍA Y CIRUJANOS Contenido CIRUGÍA Y CIRUJANOS Órgano de Difusión Científica de la Academia Mexicana de Cirugía FUNDADA EN 1933 Editorial 127 La sobresaturación de los servicios de urgencias médicas Jorge Alberto Castañón-González, Carlos Polanco-González, Sergio Camacho-Juárez Artículos originales 129 142 150 157 163 170 Metástasis a ganglio centinela de pacientes con carcinoma ductal in situ de la mama Eva Ruvalcaba-Limón, María de Jesús Garduño-Raya, Verónica Bautista-Piña, Claudia Trejo-Martínez, Antonio Maffuz-Aziz, Sergio Rodríguez-Cuevas Tumores carcinoides apendiculares. Evaluación de los resultados a largo plazo en un hospital de tercer nivel Juan Manuel Suárez-Grau, Salud García-Ruiz, Carolina Rubio-Chaves, Manuel Bustos-Jiménez, Fernando Docobo-Durantez, Francisco Javier Padillo-Ruiz Abordaje laparo-endoscópico transgástrico para lesiones de difícil acceso. Modelo experimental Marcel Adalid Tapia-Vega, Carlos Ernesto Morales-Chávez, Itzé Aguirre-Olmedo, Adolfo CuendisVelázquez, Martín Edgardo Rojano-Rodríguez, Luis Eduardo Cárdenas-Lailson Tratamiento quirúrgico del hipospadias y sus complicaciones en relación con la edad del niño Joel Arreola-García, Osvaldo Daniel Castelán-Martínez, Rodolfo Rivas-Ruiz, Carlos Abel MoralesGonzález, Fernando González-Ledón, Mario Díaz-Pardo Plasma rico en plaquetas versus paracetamol oral para el tratamiento de la osteoartrosis temprana de rodilla. Estudio preliminar Carlos Acosta-Olivo, Francisco Esponda-Colmenares, Félix Vilchez-Cavazos, Jorge Lara-Arias, Oscar Mendoza-Lemus, Tomas Ramos-Morales Evaluación de la adquisición de habilidades psicomotrices básicas en procedimientos laparoscópicos en estudiantes de pregrado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima Emilio Prieto-Díaz-Chávez, José Luís Medina-Chávez, Rafael Martínez-Lira, Rebeca Millán-Guerrero, Clemente Vázquez-Jiménez, Benjamín Trujillo-Hernández Vol. 82, No. 2, MARZO-ABRIL 2014 Casos clínicos 177 183 188 195 200 206 212 Liposarcoma mixoide de mediastino anterior. Reporte de caso y revisión de la bibliografía Javier Luna-Martínez, Daniel Molina-Ramírez, Carlos Javier Mata-Quintero, Luis Roberto García-Arrona, Diana Pérez Peña-Rosas, Erwin Eduardo Mondragón-Pinzón Churg-Strauss manifestación abdominal Roberto Suarez-Moreno, Luis Virgilio Ponce-Pérez, Miguel Ángel Margain-Paredes, Heriberto Garza-de la Llave, Mario Madrazo-Navarro, Arturo Espinosa-Álvarez Coledocolitiasis y embarazo. Tratamiento hibrido laparo-endoscópico en una etapa David Valadez-Caballero, Roberto González-Santamaría, Héctor Soto-Mendoza, Jorge Alberto Blanco-Figueroa, Juan Manuel Flores-Pantoja Hernia de Amyand: presentación de dos casos y revisión de la bibliografía Maria del Carmen Manzanares-Campillo, Virginia Muñoz-Atienza, Susana Sánchez-García, Esther García-Santos, Francisco Ruescas-García, Jesús Martín-Fernández Adenocarcinoma mucoproductor en un divertículo de Meckel. Reporte de caso y revisión del tema Luis Ricardo Ramírez-González, Karla Lisseth Leonher-Ruezga, Francisco Javier Plascencia-Posadas, José Alfredo Jiménez-Gómez, José López-Zamudio, Clotilde Fuentes-Orozco Pseudomixoma peritoneal. Reporte de dos casos Ixchel Carranza-Martínez, Gilberto Cornejo-López, Montserrat Monroy-Argumedo, Eduardo Villanueva-Sáenz Linfoma tipo Burkitt bilateral de ovario. Presentación de un caso Andrés Alejandro Briseño-Hernández, Deissy Roxana Quezada-López, Agar Castañeda-Chávez, Michel Dassaejv Macías-Amezcua, Julio Cesar Pintor-Belmontes Información General 219 231 Tratamiento quirúrgico de la diabetes mellitus tipo 2 Raúl Carrillo-Esper, María Jimena Muciño-Bermejo La procalcitonina como marcador de infección intraabdominal Elías Domínguez-Comesaña, Julio Roberto Ballinas-Miranda Volumen 82, No. 2, marzo-abril 2014 Versiones en inglés y español: www.amc.org.mx Index Medicus: www.ncbi.nlm.mih.gov CIRUGÍA Y CIRUJANOS ISSN 0009-7411 Contenido Editorial 127 La sobresaturación de los servicios de urgencias médicas Jorge Alberto Castañón-González, Carlos Polanco-González, Sergio Camacho-Juárez Órgano de Difusión Científica de la Academia Mexicana de Cirugía FUNDADA EN 1933 CUERPO EDITORIAL EDITOR Acad. Dr. Alejandro Reyes Fuentes EDITORES ASOCIADOS Acad. Dr. Raúl Carrillo Esper Acad. Dra. María del Carmen Dubón Peniche Acad. Dr. David Homero González Barcena MPH Sharon Morey CONSEJO EDITORIAL Coordinador Acad. Dr. Jesús Tapia Jurado Acad. Dr. Francisco Javier Ochoa Carrillo Acad. Dr. José Antonio Carrasco Rojas Acad. Dr. Fernando Bernal Sahagún COMITÉ EDITORIAL Acad. Dr. Joaquín S. Aldrete (EUA) Acad. Dr. Carlos Baeza Herrera Dr. Jacques Baulieux (Francia) Acad. Dr. José de Jesús Curiel Valdés Acad. Dr. Antonio De la Torre Bravo Dr. Tom DeMeester (EUA) Dr. Brent Eastaman (EUA) Acad. Dr. Francisco Hernández Orozco Acad. Dr. Jorge Islas Marroquín Acad. Dr. Luis Ize Lamache Acad. Dr. Francisco Navarro Reynoso Dr. André Laurent Parodi (Francia) Dr. Sami René Achem (EUA) Acad. Dr. José Felix Patiño Restrepo (Colombia) Dr. Marco Antonio Peñalonzo Bendifelt (Guatemala) Dr. Raúl Romero Torres (Perú) Acad. Dr. Luis Horacio Toledo Pereyra (EUA) CORRECTORA DE ESTILO EN INGLÉS Dra. Gloria Loera Romo ASISTENTE EDITORIAL M. en C. Gloria Esther Mercado Sánchez Artículos originales 129 Metástasis a ganglio centinela de pacientes con carcinoma ductal in situ de la mama Eva Ruvalcaba-Limón, María de Jesús Garduño-Raya, Verónica Bautista-Piña, Claudia Trejo-Martínez, Antonio Maffuz-Aziz, Sergio Rodríguez-Cuevas 142 Tumores carcinoides apendiculares. Evaluación de los resultados a largo plazo en un hospital de tercer nivel Juan Manuel Suárez-Grau, Salud García-Ruiz, Carolina Rubio-Chaves, Manuel Bustos-Jiménez, Fernando Docobo-Durantez, Francisco Javier Padillo-Ruiz 150 Abordaje laparo-endoscópico transgástrico para lesiones de difícil acceso. Modelo experimental Marcel Adalid Tapia-Vega, Carlos Ernesto Morales-Chávez, Itzé Aguirre-Olmedo, Adolfo CuendisVelázquez, Martín Edgardo Rojano-Rodríguez, Luis Eduardo Cárdenas-Lailson 157 Tratamiento quirúrgico del hipospadias y sus complicaciones en relación con la edad del niño Joel Arreola-García, Osvaldo Daniel Castelán-Martínez, Rodolfo Rivas-Ruiz, Carlos Abel MoralesGonzález, Fernando González-Ledón, Mario Díaz-Pardo Plasma rico en plaquetas versus paracetamol oral para el tratamiento de la osteoartrosis temprana 163 de rodilla. Estudio preliminar Carlos Acosta-Olivo, Francisco Esponda-Colmenares, Félix Vilchez-Cavazos, Jorge Lara-Arias, Oscar Mendoza-Lemus, Tomas Ramos-Morales 170 Evaluación de la adquisición de habilidades psicomotrices básicas en procedimientos laparoscópicos en estudiantes de pregrado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima Emilio Prieto-Díaz-Chávez, José Luís Medina-Chávez, Rafael Martínez-Lira, Rebeca Millán-Guerrero, Clemente Vázquez-Jiménez, Benjamín Trujillo-Hernández Casos clínicos 177 Liposarcoma mixoide de mediastino anterior. Reporte de caso y revisión de la bibliografía Javier Luna-Martínez, Daniel Molina-Ramírez, Carlos Javier Mata-Quintero, Luis Roberto García-Arrona, Diana Pérez Peña-Rosas, Erwin Eduardo Mondragón-Pinzón Churg-Strauss manifestación abdominal 183 Roberto Suarez-Moreno, Luis Virgilio Ponce-Pérez, Miguel Ángel Margain-Paredes, Heriberto Garza-de la Llave, Mario Madrazo-Navarro, Arturo Espinosa-Álvarez Coledocolitiasis y embarazo. Tratamiento hibrido laparo-endoscópico en una etapa 188 David Valadez-Caballero, Roberto González-Santamaría, Héctor Soto-Mendoza, Jorge Alberto Blanco-Figueroa, Juan Manuel Flores-Pantoja Hernia de Amyand: presentación de dos casos y revisión de la bibliografía 195 Maria del Carmen Manzanares-Campillo, Virginia Muñoz-Atienza, Susana Sánchez-García, Esther García-Santos, Francisco Ruescas-García, Jesús Martín-Fernández 200 Adenocarcinoma mucoproductor en un divertículo de Meckel. Reporte de caso y revisión del tema Luis Ricardo Ramírez-González, Karla Lisseth Leonher-Ruezga, Francisco Javier Plascencia-Posadas, José Alfredo Jiménez-Gómez, José López-Zamudio, Clotilde Fuentes-Orozco Pseudomixoma peritoneal. Reporte de dos casos 206 Ixchel Carranza-Martínez, Gilberto Cornejo-López, Montserrat Monroy-Argumedo, Eduardo Villanueva-Sáenz 212 Linfoma tipo Burkitt bilateral de ovario. Presentación de un caso Andrés Alejandro Briseño-Hernández, Deissy Roxana Quezada-López, Agar Castañeda-Chávez, Michel Dassaejv Macías-Amezcua, Julio Cesar Pintor-Belmontes Información General 219 Tratamiento quirúrgico de la diabetes mellitus tipo 2 Raúl Carrillo-Esper, María Jimena Muciño-Bermejo 231 La procalcitonina como marcador de infección intraabdominal Elías Domínguez-Comesaña, Julio Roberto Ballinas-Miranda CIRUGÍA Y CIRUJANOS se encuentra indizada en: Science Citation Index Expanded (SciSearch), Journal Citation Reports/Sciencie Edition; Anuario Bibliográfico de Investigación en Salud; Base de datos sobre Literatura Latinoamericana en Ciencias de la Salud (LiLaCS); Chemical Abstracs; Excerpta Médica; Index Medicus Latinoamericano (IMLA); Medline del Sistema MEDLARS (clave de acceso: Cir-Cir); Periódica-Índice de Revistas Latinoamericanas en Ciencias (CICH-CODE-UNAM), CENIDS-SSA; CD-ROM: Artemisa 11, Biblat. En INTERNET, indizada y compilada en versión completa en: www.amc.org.mx CIRUGÍA Y CIRUJANOS. Órgano de Difusión Científica de la Academia Mexicana de Cirugía,su publicación es bimestral. Toda correspondencia deberá dirigirse al Editor, Acad. Dr. Alejandro Reyes Fuentes, Academia Mexicana de Cirugía, Bloque B, Tercer piso, Unidad de Congresos, Centro Médico Nacional Siglo XXI, Av. Cuauhtémoc 330, Col. Doctores, 06725 México, D.F., teléfono (55) 5761 0574, 5761 2581 y 5761 0608 (directo) o a los apartados de la Academia 7994 y 12-1029. Correo electrónico:cirugiaycirujanos@prodigy.net.mx Derechos reservados para todos los países signatarios de la Convención Panamericana y de la Convención Internacional sobre Derechos de Autor. Copyright: Academia Mexicana de Cirugía. Se prohibe la reproducción parcial o total de los artículos contenidos en este número sin consentimiento por escrito del Editor. Las opiniones expresadas en los artículos son exclusivamente responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente las opiniones o recomendaciones de la Academia Mexicana de Cirugía o de los Editores. Reserva de título No. 04-2001-062914250500-102 de la Dirección General de Derechos de Autor. SEP. Certificado de Licitud de Título No. 8256 y Certificado de Licitud de Contenido No. 5823 de la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas. SG. Publicación Periódica: Distribuida por SEPOMEX. Registros Postales PP09-1352. Formación (Elidé Morales R), comercialización (Georgina González T, Alejandra Nieto S) y distribución: Edición y Farmacia (Nieto Editores). Calle E, manzana 8, núm. 1, colonia Educación, C.P. 04400, México, D. F. Tel.: (55) 5678 2811. CIRUGÍA Y CIRUJANOS Contents Editorial 127 Emergency departament crowding Jorge Alberto Castañón-González, Carlos Polanco-González, Sergio Camacho-Juárez Órgano de Difusión Científica de la Academia Mexicana de Cirugía FUNDADA EN 1933 CUERPO DIRECTIVO 2013-2014 Presidente Acad. Dr. Alejandro Reyes Fuentes Vicepresidente Acad. Dr. Francisco P. Navarro Reynoso Secretario Acad. Dr. Felipe Cruz Vega Tesorero Acad. Dra. María del Carmen Dubón Peniche Primer vocal Acad. Dr. Jesús Tapia Jurado Segundo vocal Acad. Dr. Rubén Argüero Sánchez Tercer vocal Acad. Dr. David González Barcena Cuarto vocal Acad. Dr. Héctor Gerardo Aguirre Gas Quinto vocal Acad. Dra. María del Carmen Dubón Peniche Comisión científica Coordinador Acad. Dr. Raúl Carrillo Esper Vocales Acad. Dr. Jesús Carlos Briones Garduño Acad. Dr. S. Francisco Campos Campos Acad. Dr. Guillermo Careaga Reyna Acad. Dr. Gerardo Guinto Balanzar Acad. Dr. Sergio Rodríguez Cuevas Coordinador del Programa de Actualización Médica Continua Acad. Dr. Eduardo Pérez Torres Editor de la Revista Cirugía y Cirujanos Acad. Dr. Alejandro Reyes Fuentes Editor de Clínicas Quirúrgicas Acad. Dr. César Athie Gutiérrez Editor Página Web Acad. Dr. Jaime Rivera Flores Presidentes de Capítulos Occidente Acad. Dr. Alejandro Bravo Cuellar Oriente Acad. Dr. Arturo Molina Sosa Centro Acad. Dr. Jorge Manuel Sánchez González Sur Acad. Dr. David Martínez Villaseñor Original articles 129 Sentinel lymph node metastasis in patients with ductal breast carcinoma in situ Eva Ruvalcaba-Limón, María de Jesús Garduño-Raya, Verónica Bautista-Piña, Claudia TrejoMartínez, Antonio Maffuz-Aziz, Sergio Rodríguez-Cuevas 142 Appendiceal carcinoid tumors. Evaluation of long-term outcomes in a tertiary level Juan Manuel Suárez-Grau, Salud García-Ruiz, Carolina Rubio-Chaves, Manuel Bustos-Jiménez, Fernando Docobo-Durantez, Francisco Javier Padillo-Ruiz 150 Transgastric laparo-endoscopic approach for difficult access lesions. Experimental model Marcel Adalid Tapia-Vega, Carlos Ernesto Morales-Chávez, Itzé Aguirre-Olmedo, Adolfo CuendisVelázquez, Martín Edgardo Rojano-Rodríguez, Luis Eduardo Cárdenas-Lailson 157 Surgical treatment of hypospadias and complications in relation to the child’s age Joel Arreola-García, Osvaldo Daniel Castelán-Martínez, Rodolfo Rivas-Ruiz, Carlos Abel MoralesGonzález, Fernando González-Ledón, Mario Díaz-Pardo 163 Platelet rich plasma versus oral paracetamol for the treatment of early knee osteoarthritis. Preliminar study Carlos Acosta-Olivo, Francisco Esponda-Colmenares, Félix Vilchez-Cavazos, Jorge Lara-Arias, Oscar Mendoza-Lemus, Tomas Ramos-Morales Psychomotor skills assessment in basic procedures of laparoscopic surgery in undergraduate 170 medical students at the School of Medicine of the University of Colima Emilio Prieto-Díaz-Chávez, José Luís Medina-Chávez, Rafael Martínez-Lira, Rebeca Millán-Guerrero, Clemente Vázquez-Jiménez, Benjamín Trujillo-Hernández Clinical cases 177 Myxoid liposarcoma of the anterior mediastinum. A case report and bibliography review Javier Luna-Martínez, Daniel Molina-Ramírez, Carlos Javier Mata-Quintero, Luis Roberto García-Arrona, Diana Pérez Peña-Rosas, Erwin Eduardo Mondragón-Pinzón 183 Churg-Strauss abdominal manifestation Roberto Suarez-Moreno, Luis Virgilio Ponce-Pérez, Miguel Ángel Margain-Paredes, Heriberto Garza-de la Llave, Mario Madrazo-Navarro, Arturo Espinosa-Álvarez Choledocholithiasis and pregnancy. Hybrid laparo-endoscopic treatment in one step 188 David Valadez-Caballero, Roberto González-Santamaría, Héctor Soto-Mendoza, Jorge Alberto Blanco-Figueroa, Juan Manuel Flores-Pantoja 195 Amyand’s hernia: a report of two cases and review of the bibliography Maria del Carmen Manzanares-Campillo, Virginia Muñoz-Atienza, Susana Sánchez-García, Esther García-Santos, Francisco Ruescas-García, Jesús Martín-Fernández 200 Adenocarcinoma mucoproductor in Meckel’s diverticulum. Case report a nd review Luis Ricardo Ramírez-González, Karla Lisseth Leonher-Ruezga, Francisco Javier Plascencia-Posadas, José Alfredo Jiménez-Gómez, José López-Zamudio, Clotilde Fuentes-Orozco Pseudomyxoma peritonei. Two-case-report 206 Ixchel Carranza-Martínez, Gilberto Cornejo-López, Montserrat Monroy-Argumedo, Eduardo Villanueva-Sáenz 212 Bilateral ovarian Burkitt’s lymphoma. A case presentation Andrés Alejandro Briseño-Hernández, Deissy Roxana Quezada-López, Agar Castañeda-Chávez, Michel Dassaejv Macías-Amezcua, Julio Cesar Pintor-Belmontes General information 219 Surgical treatment of type 2 diabetes mellitus Raúl Carrillo-Esper, María Jimena Muciño-Bermejo 231 Procalcitonin as a marker of intra-abdominal infection Elías Domínguez-Comesaña, Julio Roberto Ballinas-Miranda Av. Cuauhtémoc No.330, Piso 3, Bloque B Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional Siglo XXI Col. Doctores, C.P. 06720 México, D. F. Tel.: (55) 5588-0458, (55) 5761-2581, (55) 5761-0574 Conmutador IMSS: (55) 5627-6900 Exts. 21266, 21269 acameci@yahoo.com.mx; acameci@amc.org.mx Página Web: www.amc.org.mx Editorial Cir Cir 2014;82:127-128. La sobresaturación de los servicios de urgencias médicas Emergency departament crowding Jorge Alberto Castañón-González1 Carlos Polanco-González2 Sergio Camacho-Juárez2 1 Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Anáhuac. 2 Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma de San Luis Potosí. No se requiere un análisis muy profundo del proceso de atención en los Servicios de Urgencias Médicas en la mayoría de los Hospitales públicos de nuestro país, para observar que con gran frecuencia están sobresaturados, y que ésta sobresaturación −definida como el momento en el cual la necesidad de atención médica excede a los recursos disponibles en los servicios de Urgencias Médicas del hospital o de ambos, afecta en forma negativa la calidad de la atención médica ofertada en dos de los seis indicadores de calidad de la atención propuestos por el Instituto de Medicina de Estados Unidos de Norteamérica: seguridad para el paciente, y oportunidad de la atención.1 La sobresaturación de los servicios de Urgencias se ha convertido en una barrera que impide a la población recibir una atención médica de urgencias oportuna, ya que los pacientes enfrentan tiempos de espera prolongados para ser admitidos y tratados en el servicio; y tiempos de espera aún más prolongados para ser ingresado a una cama de hospitalización. La prevalencia de estas condiciones continúa afectando los indicadores de calidad, pues aunque el acto médico sea óptimo desde el punto de vista técnico-médico, el aumento en los tiempos de espera, de estancia en el servicio de Urgencias y el subsecuente retraso para el ingreso a quirófano y a hospitalización, impactan desfavorablemente (morbilidad y mortalidad) en la evolución de los enfermos, incrementan los costos de la atención médica, y bajan la satisfacción de los usuarios y prestadores de servicios. La importancia de los servicios de Urgencias Médicas en el sector salud en estos días se analiza y discute en un contexto en donde el grado de incertidumbre que se acepta en el proceso asistencial sanitario, −tanto por parte de los profesionales de la salud, como por parte de la propia sociedad− es cada vez más bajo, por lo que el reto para el médico es formidable, ya que al desafío de planificar eventos clínicos imponderables o no programados, atendidos por los servicios de Urgencias Médicas, se suma al hecho de trabajar frecuentemente en un servicio sobresaturado, con recursos humanos y materiales limitados.2 De lo anterior se desprende la necesidad de generar información local actualizada y compartida, que permita ubicar adecuadamente la ocurrencia www.amc.org.mx Recibido: 7 de Mayo 2014 Aceptado: 15 de Mayo 2014 Correspondencia Jorge Alberto Castañón González Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Anáhuac, Av. Universidad Anáhuac 46, Col. Lomas Anáhuac, 52786 Huixquilucan, Estado de México, México. jorgec@prodigy.net.mx 127 Editorial de eventos críticos como la sobresaturación del servicio. Esta información propiciará una aplicación más eficiente de los recursos en favor de los usuarios de la red hospitalaria, ya que al identificar estos eventos en forma temprana permitirá al médico re-direccionar flujos de pacientes, re-asignar recursos humanos y materiales, modificar procesos o corregir desviaciones. La diversidad en cuanto a tamaño, localización (urbana, suburbana o rural), tipo de hospital donde se ubica el servicio, área geográfica, cobertura, infraestructura, número y capacitación de personal, equipamiento, presupuesto, tipo y grado de control de sus procesos, entre otros factores, hacen que todos los servicios de Urgencias Médicas sean diferentes. Partiendo de la premisa de que no existen dos servicios de Urgencias Médicas iguales, la selección y uso generalizado y homogéneo de los indicadores de urgencias que influyen en la génesis de la sobresaturación, englobados en programas computacionales3,4 de uso común, prácticos, confiables y fácilmente reproducibles permitirá a los clínicos, investigadores y administradores, comparar y contrastar resultados de intervenciones médico-administrativas (impacto clínico, seguridad del paciente, satisfacción de los pacientes y del personal, costo de la atención, etc.) efectuadas en sus unidades, utilizando una métrica común y así comprender mejor este fenómeno. El uso de estos programas ayudará al médico a prescribir soluciones locales “a la carte”, que contribuirán a identificar y corregir “in situ” algunas de las causas de sobresaturación. Lo anterior implica que cada servicio de Urgencias Médicas en los hospitales de la red genere su propio diagnóstico y subsecuente corrección a partir de contabilizar los flujos reales de la demanda de servicios, contrastándolos con sus recursos para identificar eventos en los procesos que incidan en la ciclicidad del flujo “alterado” dentro del servicio reubicando los recursos necesarios para corregir éstos, y así fortalecer la capacidad de atención. En otras palabras, efectuará acciones 128 en forma local, pero con impacto regional al compartir información en tiempo real con los servicios de Urgencias de su área geográfica. Estamos conscientes de que la sobresaturación en los servicios de Urgencias, es el reflejo de una pobre correlación entre la oferta y la demanda de servicios médicos en todo el sector salud de nuestro país, que no se podrá solucionar analizando en forma aislada a éstos servicios. Para encontrar soluciones definitivas tenemos que analizar la sobresaturación de estos servicios en el contexto del sector salud, usando métodos confiables para entender, medir, y monitorear la capacidad de todo el sector. La manera más eficiente y confiable es que estos sistemas computacionales informen de manera transversal y jerarquizada simultáneamente, sobre puertos de comunicación de internet seguros y capaces de transmitir, a un mínimo de velocidad el máximo de datos posibles, replicando la información crítica en dispositivos “online” y “offline”, para efecto de garantizar la continuidad y la seguridad de la comunicación en el peor de los escenarios posibles.5 Referencias 1. Serna-Ojeda JC, Castañón-González JA, Macías AE, MansillaOlivares A, Domínguez-Cherit G, Polanco-González C. Encuesta sobre la capacidad de respuesta de los hospitales de alta especialidad ante un desastre médico: después de la influenza pandémica en México. Gac Med Mex. 2012;148(3):227-235. 2. Castañón-González JA, Macías-Hernández AE, Polanco-González C, Domínguez-Cherit G. Broadening the scope of health care personnel in critical care medicine. Cir Cir 2011;79(6):471-472. 3. Polanco-González C, Castañón-González JA, Buhse T, Samaniego-Mendoza JL, Arreguín-Nava R, Villanueva-Martínez S. Índice de saturación modificado en el servicio de urgencias médicas. Gac Med Mex. 2013;149(4):417-424. 4. Castañón González JA. Una herramienta administrativa para evaluar la Sobredemanda de atención en los Servicios de Urgencias Médicas. Convergencia Administrativa-Matemático-Computacional. Tesis de Maestría en Administración de Organizaciones de la Salud. Facultad de Negocios, Universidad La Salle, México, D.F. 2014. 5. Polanco C, Castañón-González JA, Samaniego JL. Comment to the Original Research article: Arabi YM, Arifi AA, Balkhy HH, Najm H, Aldawood AS, Ghabashi A, et al. Clinical Course and Outcomes of Critically Ill Patients with Middle East Respiratory Syndrome Coronavirus Infection. Ann Intern Med. 2014;160(6):389-397. doi: 10.7326/ M13-2486. Artículo original Cir Cir 2014;82:129-141. Metástasis a ganglio centinela de pacientes con carcinoma ductal in situ de la mama Eva Ruvalcaba-Limón1 María de Jesús Garduño-Raya1 Verónica Bautista-Piña2 Claudia Trejo-Martínez3 Antonio Maffuz-Aziz1 Sergio Rodríguez-Cuevas1 Departamento de Oncología Mamaria Quirúrgica Departamento de Patología 3 Departamento de Medicina Nuclear Instituto de Enfermedades de la Mama (IEM) de la Fundación del Cáncer de Mama, A. C. (FUCAM) 1 RESUMEN Antecedentes: en pacientes con carcinoma ductal in situ la biopsia de ganglio centinela es motivo de controversia porque se reportan ganglios positivos en 1.4-12.5% debido al carcinoma invasor oculto en la pieza quirúrgica. 2 Objetivo: conocer la frecuencia de metástasis en ganglio centinela en pacientes con carcinoma ductal in situ e identificar las diferencias entre los casos positivos y negativos. Material y métodos: estudio retrospectivo, transversal, analítico de pacientes con carcinoma ductal in situ a quienes se realizó una biopsia de ganglio centinela por requerir mastectomía, tener un tumor palpable, lesión radiológica ≥ 5 cm, inadecuada relación mama-tumor o porque la escisión pudiera afectar el flujo linfático. Resultados: de 168 carcinomas in situ, se incluyeron 50 casos con carcinoma ductal in situ y biopsia de ganglio centinela, de pacientes con edad promedio de 51.6 años, 30 (60%) de ellas asintomáticas. Los signos reportados fueron: nódulo palpable (18%), secreción por el pezón (12%) o ambos (8%). Predominaron las microcalcificaciones (72%), comedonecrosis (62%) y grado histológico -2 (44%) con 28% de receptores hormonales negativos. En el estudio transoperatorio 4 (8%) pacientes tuvieron ganglio centinela positivo y un caso en estudio histopatológico definitivo (60% micrometástasis, 40% macrometástasis), todos con carcinoma invasor en la pieza quirúrgica. Las pacientes con ganglio centinela transoperatorio positivo eran más jóvenes (44.5 vs 51 años), con más tumores palpables (50 vs 23.1%), más grandes (3.5 vs 2 cm), más comedonecrosis (75 vs 60.8%), más indiferenciados (75% vs 39.1%) y menos receptores hormonales (50 vs 73.9%), que las que tenían ganglio centinela negativo, sin que estas diferencias tuvieran significación estadística. Conclusiones: puesto que 1 de cada 12 pacientes con carcinoma ductal in situ tiene afectación ganglionar en el ganglio centinela, se recomienda seguir tomando la biopsia para evitar segundas cirugías por un carcinoma invasor oculto. Palabras clave: carcinoma ductal, biopsia, ganglio centinela, cáncer, mama. Sentinel lymph node metastasis in patients with ductal breast carcinoma in situ ABSTRACT Background: Sentinel lymph node biopsy in patients with ductal carcinoma in situ still controversial, with positive lymph node in www.amc.org.mx Recibido: 27 de agosto 2013 Aceptado: 3 de diciembre 2013 Correspondencia Dra. Eva Ruvalcaba Limón Ginecología Oncológica, Departamento de Oncología Mamaria Quirúrgica Instituto de Enfermedades de la Mama – FUCAM Av. Bordo 100 04980 México DF Tel.: +1-52 (55)-5678-0600 ext.: 111 y 203. Fax: +1-52 (55)-5678-0600 ext. 211 evaruvalcaba@hotmail.com, evaruvalcaba@yahoo.com.mx 129 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Cirugía y Cirujanos range of 1.4-12.5% due occult invasive breast carcinoma in surgical specimen. Objective: To know the frequency of sentimel node metastases in patients with ductal carcinoma in situ, identify differences between positive and negative cases. Methods: Retrospective study of patients with ductal carcinoma in situ treated with sentinel lymph node biopsy because mastectomy indication, palpable tumor, radiological lesion ≥ 5 cm, non-favorable breast-tumor relation and/or patients whom surgery could affect lymphatic flow drainage. Results: Of 168 in situ carcinomas, 50 cases with ductal carcinoma in situ and sentinel lymph node biopsy were included, with a mean age of 51.6 years, 30 (60%) asymptomatic. The most common symptoms were palpable nodule (18%), nipple discharge (12%), or both (8%). Microcalcifications were common (72%), comedonecrosis pattern (62%), grade-2 histology (44%), and 28% negative hormonal receptors. Four (8%) cases had intra-operatory positive sentinel lymph node and one patient at final histo-pathological study (60% micrometastases, 40% macrometastases), all with invasive carcinoma in surgical specimen. Patients with intra-operatory positive sentinel lymph node where younger (44.5 vs 51 years), with more palpable tumors (50% vs 23.1%), and bigger (3.5 vs 2 cm), more comedonecrosis pattern (75% vs 60.8%), more indifferent tumors (75% vs 39.1%), and less cases with hormonal receptors (50% vs 73.9%), compared with negative sentinel lymph node cases, all these differences without statistic significance. Conclusions: One of each 12 patients with ductal carcinoma in situ had affection in sentinel lymph node, so we recommend continue doing this procedure to avoid second surgeries due the presence of occult invasive carcinoma. Key words: Ductal carcinoma, sentinel lymph node biopsy, breast, cancer. ANTECEDENTES La prevalencia de cáncer de mama in situ se ha incrementado debido a los programas para su tamizaje.1,2 En países con programas debidamente organizados se reportan cifras superiores a 20%. La American Cancer Society estimó que a fines del año 2013 el cáncer de mama in situ representaría 21% de los casos nuevos de cáncer mamario.3 En países en vías de desarrollo, don- 130 de difícilmente se realiza tamizaje para cáncer de mama, su prevalencia in situ es menor a 5%. En centros de referencia para la atención de pacientes con cáncer mamario, como el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), la frecuencia de casos con cáncer de mama in situ fue de 3.18%, congruente con el compendio 2000-2004.4 El Instituto de Enfermedades de la Mama-FUCAM (IEM-FUCAM) de la Ciudad de México, que atiende a mujeres de población Ruvalcaba-Limón E y colaboradores. Ganglio centinela en carcinoma ductal in situ abierta del área metropolitana, reportó una frecuencia de cáncer de mama in situ entre 9.5 y 10.3%, gracias al programa de tamizaje que funciona desde el año 2000.5,6 Con la finalidad de disminuir la morbilidad de la disección ganglionar axilar en pacientes con axila clínicamente negativa, la American Society of Clinical Oncology (ASCO) recomienda la biopsia de ganglio centinela como parte del protocolo de tratamiento quirúrgico del cáncer de mama, sobre todo del invasor en etapas tempranas.7,8 La biopsia de ganglio centinela en pacientes con cáncer de mama in situ, específicamente en carcinoma ductal in situ, es motivo de controversia, sobre todo porque éste no invade la membrana basal y, en teoría, carece de potencial para metástasis. Desde el año 2005 se ha recomendado, con evidencia limitada, realizar una biopsia de ganglio centinela a las pacientes con carcinoma ductal in situ, sobre todo cuando vaya a realizarse mastectomía o reconstrucción mamaria inmediata. Lo mismo para las pacientes en quienes el carcinoma ductal in situ tiene una extensión mayor de 5 cm; esta recomendación tiene un nivel de evidencia insuficiente.8 En los últimos años se han extendido las recomendaciones para la biopsia de ganglio centinela en pacientes con diagnóstico inicial de carcinoma ductal in situ, como el tumor palpable,9 los tumores mayores de 2.5 cm, microcalcificaciones extensas, multicentricidad, lesiones de alto grado, comedonecrosis y pacientes menores de 40 años de edad. En las piezas quirúrgicas de pacientes con biopsia inicial de carcinoma ductal in situ con una o más de las características mencionadas, la coexistencia de un componente invasor o de microinvasión, o ambas, es de entre 2535.9%.10,11 En México existe poca información que sustente los riesgos y la necesidad de la biopsia de ganglio centinela en pacientes con carcinoma ductal in situ. En la revisión de 24 pacientes con carcinoma ductal in situ y biopsia de ganglio centinela realizada por Maffuz y colaboradores12 se concluye que existe riesgo de microinvasióninvasión cuando el tumor mide ≥ 2.5 cm, posee alto grado histológico y tumor palpable; se identifican ganglios metastásicos en 12.5% de los casos. El Consenso Nacional de Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer Mamario, en su segunda, tercera, cuarta y quinta revisión, recomienda la biopsia de ganglio centinela en pacientes con carcinoma ductal in situ que, por índice pronóstico de Van Nuys, tengan calificación de 10, 11 o 12 puntos, tumores iguales o mayores a 4 cm, y de tipo comedocarcinoma.13-16 El objetivo de este estudio fue: evaluar la frecuencia de metástasis en ganglio centinela en pacientes con diagnóstico inicial de carcinoma ductal in situ en un hospital de alta especialidad para cáncer de mama. MATERIAL Y MÉTODOS Estudio retrospectivo, transversal, analítico, de pacientes mayores de 18 años de edad, tratadas en el IEM-FUCAM por diagnóstico de carcinoma ductal in situ en la biopsia inicial y a quienes se tomó una biopsia de ganglio centinela como parte del tratamiento quirúrgico. El Comité de Ética e Investigación dio su aprobación. Las biopsias se tomaron con aguja de corte, en el consultorio o guiadas por imagen, según los hallazgos clínico-radiológicos; en algunos casos la biopsia se obtuvo mediante escisión de la lesión sospechosa debido a discordancia diagnóstica o imposibilidad para tomar una biopsia con aguja de corte. Las indicaciones de la biopsia de ganglio centinela se fundamentaron en las recomendadas por el Consenso Nacional de Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer Mamario: pacientes con indicación de mastectomía o en quienes la escisión del carcinoma ductal in situ pudiera afectar el flujo linfático en caso de reque- 131 Cirugía y Cirujanos rir una segunda cirugía, en tumores palpables o en tumores mayores o iguales a 5 cm. También se consideró indicación para mastectomía la inadecuada relación mama-tumor en lesiones clínicas o radiológicas menores de 5 cm que la escisión dejaría un defecto cosmético importante. Se excluyeron las pacientes embarazadas o casos que en la biopsia inicial tuvieron carcinoma ductal in situ con componente microinvasor. Biopsia de ganglio centinela Para el procedimiento de biopsia de ganglio centinela en el IEM-FUCAM se utiliza doble técnica, combinando la aplicación de colorante y radiotrazador. En el último caso se utiliza sulfuro coloidal de renio (NANOCIS) marcado con 99mTc (vida media física de 6 horas) en un volumen de 0.4 mL con actividad de 37 MBq (1 mCi). En el departamento de Medicina Nuclear, una hora previa a la cirugía, en la mama afectada, previa asepsia, se aplican 0.1 mL de radiotrazador en cada uno de los 4 puntos cardinales a nivel subdérmico periareolar; 20 minutos después se hace la linfogammagrafía para poder localizar el ganglio centinela. Se toman imágenes estáticas en proyección anterior y oblicua anterior derecha o izquierda según sea el caso, con una Gammacámara Siemens modelo Orbiter, con colimadores de baja energía y alta resolución (LEHR), matriz 256 × 256, ventana de 140 keV duración de 3 minutos, para finalmente marcar en piel la región donde se encuentra localizado el ganglio centinela. Ya en sala de quirófano, el radiotrazador es detectado externamente con la gammasonda (Neoprobe Neo-2000, Gamma Detection System, modelo 2200, Neoprobe Corporation, USA). Con la paciente anestesiada y previa profilaxis con dosis única de 250-500 mg de hidrocortisona, se inyecta 1 mL de azul patente (Bleu Patenté V, Sodique Guerbet 2.5%, laboratorio Guerbet, 95943 Roisy CdG Cedex, France) en forma periareolar y finalmente se da masaje mamario durante 10 minutos para favo- 132 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 recer la migración del colorante. Se consideró ganglio centinela al teñido de azul, con el conducto linfático teñido de azul, o con al menos una décima fracción del conteo basal a nivel mamario con la gamasonda durante el mapeo linfático (ganglio centinela “caliente”). Estudio transoperatorio Después de identificar los ganglios centinelas, en el departamento de patología se realizó el estudio transoperatorio siguiendo las recomendaciones del Consenso Nacional de Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer Mamario:13-16 los ganglios menores de 0.5 cm se cortaron por el eje mayor en dos partes, los ganglios mayores a 0.5 cm se cortaron a intervalos de 2 a 3 mm por el eje mayor, se realizó impronta de cada una de las caras del ganglio obtenidas en el corte, se tiñó el extendido de acuerdo con el método de tinción utilizado por cada patólogo (H/E o técnica de Papanicolaou). Se reportó el número de ganglios resecados y de ganglios positivos y negativos. Cuando al menos se reportó un ganglio centinela positivo para metástasis, se completó la disección axilar de los niveles I y II. La disección axilar se justificó en ausencia de migración del colorante y del radiotrazador. En nuestro Instituto, los ganglios no centinela sospechosos de infiltración neoplásica también los estudia el patólogo en el transoperatorio. Análisis estadístico Se analizaron las variables sociodemográficas asociadas con la enfermedad, características histopatológicas del tumor, aspectos radiológicos, tratamiento quirúrgico, estudio transoperatorio e histopatológico definitivo del tumor, y ganglios. La información se obtuvo de los expedientes clínicos. Con estadística descriptiva con medidas de tendencia central, dispersión y determinación Ruvalcaba-Limón E y colaboradores. Ganglio centinela en carcinoma ductal in situ de frecuencias para las variables cualitativas se realizó análisis univariado para describir a la población de estudio. Para encontrar diferencias entre los casos con ganglio centinela positivo y negativo, para las variables categóricas se utilizó la prueba exacta de Fisher, y para diferencias entre variables cuantitativas el estadístico de UMann Whitney. Se consideró estadísticamente significativo un valor de p ≤ 0.05. El valor de p se calculó a 2 colas. Se utilizó el paquete estadístico SPSS v. 16.0 para Windows. RESULTADOS Se diagnosticaron 2,195 casos con cáncer de mama (entre el 17 de junio de 2005 y el 20 abril 2012), de los que 168 (7.7%) fueron carcinomas in situ. Sólo 50 pacientes reunieron los criterios de inclusión (Figura 1). La edad promedio de las pacientes fue 51.6 ± 10.1 años, con edad a la menarca de 12.8 ± 1.8 años, primer parto a los 24.2 años en promedio. La mediana de embarazos fue de 3 y la mayoría (82%) amamantó a sus hijos. Se identificaron 28 (56%) pacientes premenopáusicas. En las 22 mujeres posmenopáusicas la edad promedio a la menopausia fue de 48.6 años. La hipertensión arterial sistémica fue la comorbilidad más frecuente, con 20% de los casos (Cuadro 1). Cuadro 1. Características generales de las pacientes Variable Edad (años) Menarquia (años) Edad al primer parto (años) Embarazos Lactancia positiva Mujeres premenopáusicas Mujeres posmenopáusicas Edad a la menopausia (años), n= 22 Uso de hormonales anticonceptivos Diabetes mellitus Hipertensión arterial Tabaquismo IMC (kg/m²) n= 50* 51.6 ± 10.1 12.8 ± 1.8 24.2 ± 6.1 3 (0-11) 41 (82%) 28 (56%) 22 (44%) 48.6 ± 3.2 14 (28%) 5 (10%) 10 (20%) 1 (2%) 27.3 ± 3.8 *Valores en media ± desviación estándar o mediana (rango). Cáncer de mama 2,195 - Cáncer de mama invasor - Carcinoma ductal in situ con microinvasión 2,027 Cáncer de mama in situ 168 Pacientes incluidas 50 - Carcinoma ductal in situ sin biopsia de ganglio centinela - Carcinoma lobulillar in situ con o sin carcinoma ductal in situ 118 Figura 1. Flujograma de pacientes incluidas. 133 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Cirugía y Cirujanos Todas las pacientes contaban con mastografía, que correspondieron 30 (60%) a pesquisa, y 20 (40%) diagnósticas. La imagen mastográfica más frecuente fue la de microcalcificaciones con o sin densidad asociada en 36 casos (72%), nódulo sin microcalcificaciones 7 (14%), y asimetría en 5 pacientes (10%). La unifocalidad radiológica se identificó en 34 casos (68%). En 16 pacientes (32%) se describió multifocalidad o multicentricidad radiológica (Cuadro 2). Cuadro 2. Aspectos radiologicos Variable Valor n= 50 Motivo de la mastografía Pesquisa 30 (60%) 20 (40%) Diagnóstica (nódulo, secreción o eccema de pezón) Imagen mastográfica Microcalcificaciones Microcalcificaciones con densidad o nódulo Nódulo Asimetría Sin alteraciones* Casos con más de un foco de CDIS Multifocal Multicéntrico 27 (54%) 9 (18%) 7 (14%) 5 (10%) 2 (4%) 16 (32%) 6 (12%) 10 (20%) * Casos con enfermedad de Paget. CDIS= carcinona ductal in situ. Se registraron 30 pacientes asintomáticas (60%). En las 20 pacientes sintomáticas la manifestación clínica predominante fue el tumor palpable (18%), la secreción anormal por el pezón (12%) o ambos (8%). De las 10 pacientes con secreción por el pezón predominó la secreción espontánea (60%) y de aspecto sanguinolento (70%). Hubo cuatro pacientes (8%) con mastalgia, este síntoma no se consideró en las manifestaciones clínicas de este estudio. La biopsia utilizada con más frecuencia fue la de mínima invasión mediante estereotaxia en 26 casos (52%), seguida de la biopsia con aguja de corte en consultorio en 7 casos (14%). Para establecer el diagnóstico 134 de carcinoma ductal in situ todas las pacientes tuvieron, al menos, biopsia con aguja de corte o incisional. En ningún caso se emitió el diagnóstico de carcinoma ductal in situ con citología del tumor o de la secreción por el pezón (Cuadro 3). Los grados histológicos más frecuentes fueron el 2 y 3 con 44 y 42%, respectivamente. En la mayor parte de las biopsias se identificó más de un patrón de crecimiento. El orden de los patrones de crecimiento, solos o en combinación, fue: tipo comedo (62%), cribiforme (42%), sólido (34%), papilar (12%), micropapilar (6%) y plano (2%). En 28% de los tumores se reportó ausencia de expresión de receptores hormonales (Cuadro 4). El tratamiento quirúrgico realizado con más frecuencia fue la mastectomía en 44 pacientes Cuadro 3. Aspectos clínicos Variable Mama afectada Derecha Izquierda Manifestación clínica (casos) Asintomáticas Nódulo palpable Secreción por el pezón Secreción y nódulo Eccema de pezón Aspecto de la secreción por el pezón n= 10 Sanguinolenta Hialina Verdosa Tipo de secreción por el pezón n= 10 Espontánea Solo a la presión Tiempo de evolución (pacientes sintomáticas, en meses) n= 14 Tamaño de la lesión Tamaño clínico (cm), n= 13 Tamaño radiológico (cm), n= 49 Tamaño en pieza quirúrgica (cm), n= 50 n= 50 17 (34%) 33 (66%) 30 (60%) 9 (18%) 6 (12%) 4 (8%) 1 (2%) 7 (70%) 2 (20%) 1 (10%) 6 (60%) 4 (40%) 4.5 (1-60) 2 (1 – 5) 4 (0.9 – 15) 2.2 (0.5 – 9.8) Ruvalcaba-Limón E y colaboradores. Ganglio centinela en carcinoma ductal in situ Cuadro 4. Aspectos histopatológicos del tumor en la biopsia n= 50 Patrón de crecimiento (solos o combinados) Comedo Cribiforme Sólido Papilar Micropapilar Plano Grado histológico 1 2 3 Receptores hormonales Positivos (RE y/o RP) Negativos Enfermedad de Paget 31 (62%) 21 (42%) 17 (34%) 6 (12%) 3 (6%) 1 (2%) 7 (14%) 22 (44%) 21 (42%) 36 (72%) 14 (28%) 4 (8%) RE= receptores de estrógeno; RP= receptores de progesterona. (88%); se efectuó cirugía conservadora en 6 casos (12%); todos los tratamientos quirúrgicos se acompañaron de biopsia de ganglio centinela. La indicación más frecuente de mastectomía fueron las microcalcificaciones dispersas o extensas en 43.2%, seguida de la relación mama-tumor inadecuda, multicentricidad y carcinoma ductal in situ de localización central en 22.7, 18.2 y 13.6%, respectivamente. Sólo en una paciente se hizo mastectomía debido a que no aceptó la radioterapia en caso de cirugía conservadora. De las mastectomías realizadas, en 11 pacientes (25%) se hizo reconstrucción mamaria inmediata (Cuadro 5). El procedimiento de biopsia de ganglio centinela realizado con más frecuencia fue con doble técnica (radiotrazador y azul patente) en 82% de los casos, seguido del uso de radiotrazador y azul patente como modalidades únicas en 16 y 2%, respectivamente. El ganglio centinela se identificó en100% de los casos, con un promedio de identificación de 3.3 ganglios centinelas. En el estudio del procedimiento de la biopsia de ganglio centinela se reportaron como ganglios metastásicos en 1 o más ganglios centinelas en 4 casos (8%), mismos en los que se completó la disección axilar de niveles I y II. En total se realizaron 9 disecciones axilares: 4 por ganglios centinelas positivos en el estudio transoperatorio, 1 caso por ganglio centinela positivo (micrometástasis) en estudio definitivo y en 4 pacientes con ganglios centinelas negativos, para validación del procedimiento de la biopsia de ganglio centinela como parte de la curva de aprendizaje del personal médico. En las pacientes en quienes se utilizó azul patente, ninguna experimentó una reacción alérgica al colorante (Cuadro 5). En el estudio histopatológico defintivo, las cuatro pacientes con biopsia de ganglio centinela positivo en el estudio transoperatorio, tuvieron carcinoma invasor en el tumor primario. En 2 casos (50%) la afectación ganglionar correspondió a micrometástasis y 2 (50%) a macrometástasis. En la mitad de los casos de biopsia de ganglio centinela positivo, el ganglio centinela fue el único ganglio con metástasis de carcinoma. En los casos con biopsia de ganglio centinela negativo en que se realizó la disección axilar como validación del procedimiento, no hubo gaglios afectados en el estudio histopatológico definitivo. El carcinoma ductal in situ diagnosticado en la biopsia inicial y que en pieza quirúrgica existía carcinoma invasor oculto, ocurrió en 11 casos (22%), 4 de ellos con ganglios axilares positivos para metástasis identificados mediante biopsia de ganglio centinela en el estudio transoperatorio, 1 caso con micrometástasis ganglionar y 6 casos sin afección ganglionar. La afección ganglionar en el estudio histopatológico definitivo ocurrió en 5 de los 11 casos (45.4%) con carcinoma invasor oculto. Las etapas patológicas de las 4 pacientes con biopsia de ganglio centinela positivos fueron 3 casos en etapa IIA y 1 paciente 135 Cirugía y Cirujanos Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Cuadro 5. Aspectos quirúrgicos Variable Tipo de cirugía Cuadrantectomía +ML + BGC Mastectomía total + ML + BGC Mastectomía total + ML + BGC + DRA Mastectomía Conservadora Indicaciones de la mastectomía, n= 44 Microcalcificaciones dispersas o extensas Relación mama-tumor inadecuada Multicentricidad Localización central No aceptación de radioterapia Procedimiento de ganglio centinela, n= 50 Azul patente Radionúclido Azul patente y radionúclido ETO de GC (Núm. casos) Positivo a malignidad Negativo a malignidad GC identificados Ganglios centinelas por paciente (mediana) Ganglios centinelas por paciente (media) DRA, n= 9 Validación de DRA DRA por GC positivo para metástasis en ETO DRA por GC positivo en estudio definitivo (pNmic) Valor 6 (12%) 34 (68%) 10 (20%) 44 (88%) 6 (12%) 19 (43.2%) 10 (22.7%) 8 (18.2%) 6 (13.6%) 1 (2.3%) 8 (16%) 1 (2%) 41 (82%) 4 (8%) 46 (92%) 166 3 (1-7) 3.3 4 (8%) 4 (8%) 1 (2%) ML= mapeo linfático, BGC = Biopsia de ganglio centinela; DRA= disección radical de axila; GC= ganglio centinela; ETO= estudio transoperatorio. en etapa IIB. Los 7 casos restantes correspondieron a 4 pacientes en IIA y 3 en etapa I. en la edad a la menopausia ni en el índice de masa corporal (Cuadro 6). Diferencias entre pacientes con ganglios centinelas negativos y positivos Las pacientes con ganglio centinela positivo tuvieron más tumores palpables (50%), tumores más grandes, de más alto grado histológico (75%), con mayor comedonecrosis (75%) y tendencia a menos receptores hormonales positivos (50%), comparadas con las pacientes con ganglios centinelas negativos, ninguna de estas características con diferencias estadísticamente significativas. El tamaño radiológico fue la única característica con significación limítrofe, pues las pacientes con ganglios positivos tuvieron lesiones radiológicas mayores en comparación Se encontraron 4 casos (8%) con biopsia de ganglio centinela positivo y 46 (92%) con biopsia de ganglio centinela negativo. Las pacientes con biopsia de ganglio centinela positivo eran 6.5 años más jóvenes que las que tuvieron ganglios negativos, sin existir diferencias estadísticamente significativas (44.5 años vs 51 años, p= 0.325). De igual forma, no hubo diferencias entre la frecuencia de pre o posmenopáusicas, 136 Ruvalcaba-Limón E y colaboradores. Ganglio centinela en carcinoma ductal in situ Cuadro 6. Comparación de las características del CDIS de pacientes con BGC negativa y positiva GC negativo n= 46 GC positivo n= 4 p Edad (años) IMC (kg/m²) Función ovárica Premenopausia Posmenopausia 51 (25 - 71) 27.4 ± 3.9 44.5 (41 - 65) 25.6 ± 1.4 0.325* 0.374* 25 (54.3%) 21 (45.7%) 3 (75%) 1 (25%) 0.425 Edad a la menopausia (años), n= 16 Lesión palpable Tamaño de lesión palpable (cm), n= 13 Tamaño de lesión radiológica (cm), n= 49 Tamaño de lesión patológica (cm), n= 50 Grado de CDIS en biopsia inicial, n= 50 Grado 1 Grado 2 Grado 3 Comedonecrosis Multicentricidad o multifocalidad Receptores hormonales positivos 50 (44 – 55) 11 (23.1%) 2 (1 - 3) 4 (0.9 - 15) 2.2 (0.5 – 9.8) 42 2 (50%) 3.5 (2 – 5) 6.5 (5 -10) 2.1 (1.3 – 5.6) 0.101* 0.440 0.220* 0.054* 0.844* 7 (15.2%) 21 (45.7%) 18 (39.1%) 28 (60.8%) 15 (32.6%) 34 (73.9%) 0 1 (25%) 3 (75%) 3 (75%) 1 (25%) 2 (50%) 0.351 Pacientes con CDIS, n=50 0.577 0.754 0.307 CDIS= Carcinoma ductal in situ; BGC= biopsia de ganglio centinela; IMC= índice de masa corporal. * Prueba U de Mann-Whitney de muestras independientes. con los casos de ganglios negativos (6.5 cm vs 4 cm, p= 0.054). Los 4 casos (8%) con enfermedad de Paget tuvieron ganglios centinelas axilares negativos. De las 4 pacientes con biopsia de ganglio centinela positivo, sólo una tenía el antecedente de secreción de aspecto hialino por el pezón. DISCUSIÓN En México, como en otros países, la frecuencia de cáncer de mama in situ se ha incrementado como consecuencia de los programas de tamizaje de cáncer de mama, con valor aproximado a 10% en el IEF-FUCAM.5,6 Si se toman en cuenta todos los casos tratados en el Instituto con cáncer de mama in situ (no sólo los provenientes del programa de tamizaje), la frecuencia es de 7.65% (Figura 1), porcentaje más alto que el de otros centros oncológicos.4 En el estudio mastográfico la presentación más frecuente del carcinoma ductal in situ son las microcalcificaciones, asociadas o no con densidad, casi siempre en pacientes asintomáticas. Menos frecuente es la identificación de nódulos palpables y la secreción por el pezón. En las pacientes incluidas, las asintomáticas se identificaron en 60% y con microcalcificaciones en 72%, similar a lo reportado en la mayor parte de las series internacionales. Conocer el estado ganglionar mediante la biopsia de ganglio centinela forma parte del tratamiento quirúrgico de las pacientes con cáncer de mama invasor en etapas tempranas; sin embargo, en pacientes con carcinoma ductal in situ sigue siendo controvertida la biopsia de ganglio centinela, por la incapacidad de esta entidad para las metástasis. En piezas quirúrgicas sólo con carcinoma ductal in situ no se han reportado ganglios metastásicos.11 La biopsia de ganglio centinela se justifica en pacientes con diagnóstico inicial de carcinoma ductal in situ, por la posibilidad de carcinoma microinvasor o invasor oculto en la pieza quirúrgica, reportado 137 Cirugía y Cirujanos en 20 a 41.5% de los casos.11,12,17,18 En nuestra serie, donde se incluyeron pacientes con carcinoma ductal in situ con enfermedad de alto riesgo para invasión que ameritaron biopsia de ganglio centinela, el carcinoma invasor oculto fue de 25%, en los mismos parámetros reportados en la bibliografía médica. En general, las indicaciones de la biopsia de ganglio centinela prácticamente son las características o factores de riesgo de identificación de enfermedad invasora en la pieza quirúrgica cuando se tiene una biopsia inicial de carcinoma ductal in situ, con variaciones en las diferentes publicaciones. Los factores de más alto riesgo de enfermedad invasora oculta en pacientes con carcinoma ductal in situ en biopsia inicial y que ameritarían biopsia de ganglio centinela son: carcinoma ductal in situ de alto grado,10,17,19-22 tumor palpable,10,11,19,23 tumor o nódulo en estudios de imagen (mastografía o ultrasonido)10,19-21,23,24 y gran extensión de microcalcificaciones en el estudio mastográfico (> 4 cm).17,22 Yen y colaboradores17 reportaron como factor de riesgo adicional tener 55 años de edad o menos; sin embargo, son escasos los estudios que reportan los factores de riesgo independientes que ameriten biopsia de ganglio centinela en carcinoma ductal in situ, como la comedonecrosis y las lesiones extensas en el estudio mastográfico, siendo el tumor palpable el único factor predictivo, el tumor palpable es el único factor predictivo de ganglios centinela positivo. 17 En el estudio de Catteau y colaboradores,25 que incluyó pacientes con carcinoma ductal in situ, del que se excluyeron los casos con tumor palpable o tumores en los estudios de imagen, la frecuencia de ganglio centinela positivo fue de 4.5%. En nuestro estudio sólo el tamaño de la lesión radiológica fue el único factor con significación estadística limítrofe (p= 0.054) entre el grupo de pacientes con ganglios centinela positivos y negativos. 138 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Schneider y colaboradores9 reportaron el hallazgo de ganglios centinela positivos durante el estudio transoperatorio en 3 (8.8%) de los 34 casos de carcinoma ductal in situ en que se tomó biopsia de ganglio centinela; las cirugías fueron: 20 (58.8%) mastectomías y 14 (41.17%) cirugías conservadoras. Las mastectomías de este estudio fueron mayores (88%) y el porcentaje de positividad en ganglios centinelas fue similar (8%), prácticamente 1 de cada 12 pacientes tuvo, al menos, un ganglio centinela positivo en el estudio transoperatorio. Existen autores que no apoyan la biopsia de ganglio centinela en el diagnóstico inicial de carcinoma ductal in situ, por la baja prevalencia de enfermedad axilar metastásica, como los trabajos de Intra26 y de Leonard27y sus colaboradores con 1.4% y 1.5%, respectivamente. Sin embargo, hay estudios como el de Miyake y colaboradores11 donde a pesar de la baja prevalencia de ganglios positivos en carcinoma ductal in situ inicial (1.9%) recomiendan la biopsia de ganglio centinela en pacientes con carcinoma ductal in situ cuando existe riesgo elevado de carcinoma invasor. En 10-20% de las pacientes con diagnóstico inicial de carcinoma ductal in situ establecido mediante biopsia con aguja de corte se ha reportado carcinoma invasor en las piezas quirúrgicas, 28 26% en coexistencia con tumor palpable y 28% en pacientes con mastectomía por componente intraductal extenso.17 En este estudio se identificaron 11 (25%) casos de carcinoma invasor oculto, con cambio de etapificación en 38.4% de los tumores palpables y en 24.1% de los casos con mastectomía por carcinoma ductal in situ extenso o inadecuada relación mama-tumor, muy similar a lo reportado por Yen y colaboradores.17 De esos 11 casos, 5 tuvieron ganglios axilares metastásicos y 6 pacientes no tuvieron afectación ganglionar. En las 6 pacientes con carcinoma invasor oculto en la Ruvalcaba-Limón E y colaboradores. Ganglio centinela en carcinoma ductal in situ pieza quirúrgica la biopsia de ganglio centinela en la cirugía inicial evitó la segunda cirugía para establecer el estatus ganglionar axilar. Este es uno de los principales argumentos que sustentan este procedimiento en pacientes con carcinoma ductal in situ de alto riesgo. Existen pocas publicaciones de carcinoma ductal in situ y biopsia de ganglio centinela en población hispana. En la serie de 49 casos publicada por Rubio y colaboradores,18 en España, se realizó biopsia de ganglio centinela en pacientes con carcinoma ductal in situ en quienes en la biopsia se documentó alto grado, tumores mayores de 2 cm, palpables o en las pacientes a quienes de realizaría mastectomía. La frecuencia de ganglios centinela metastásicos ocurrió en 4% y el carcinoma invasor en la pieza qurúrgica fue de 29%. Las indicaciones de biopsia de ganglio centinela de este estudio fueron muy similares a las de Rubio y colaboradores.18 En nuestra serie se identificaron más casos de ganglios centinela positivos (8%) y menos casos (25%) con carcinoma invasor oculto. En la serie de 24 pacientes mexicanas, publicada por Maffuz y colaboradores,12 la frecuencia de ganglios centinela positivos fue de 12.5%, mayor que la encontrada en este estudio, mientras que el carcinoma invasor o microinvasor fue de 41.5%, muy por arriba de lo encontrado en nuestro estudio. El promedio de ganglios identificados en ambas series fue de 2.3 y 2.25 , respectivamente, mientras que en nuestro estudio la media fue de 3.3 ganglios. En la serie española se utilizó exclusivamente radiotrazador, mientras que en las dos series mexicanas en la mayoría de los casos se utilizó radiotrazador y azul patente. La realización de biopsia de ganglio centinela en carcinoma ductal in situ es motivo de controversia, sobre todo cuando se ha efectuado en estas pacientes cirugía conservadora. En estudios como en el NSABP B-17 y B-24 con seguimiento de 15.3 y 11.5 años, respectivamente, Julian y colaboradores29 no recomiendan la biopsia de ganglio centinela en pacientes con cirugía conservadora por carcinoma ductal in situ, porque las recurrencias ganglionares ipsilaterales son extremadamente raras. La biopsia de ganglio centinela es una opción para evitar el sobretratamiento en cirugía conservadora en pacientes que en realidad la requieran hasta después del estudio de la pieza quirúrgica. Con verde de indocianina fluororescente se ha identificado que 44.9% de las pacientes con carcinoma ductal in situ tienen más de dos vías de drenaje linfático, sin afectar el drenaje linfático posterior a un procedimiento quirúrgico conservador.30 En nuestra serie sólo hubo 6 (12%) casos de cirugía conservadora, ninguno con ganglios metastásicos o carcinoma invasor en la pieza quirúrgica. En pacientes con carcinoma ductal in situ la positividad de ganglios centinela generalmente corresponde a células tumorales aisladas o a micrometástasis. En el estudio realizado en Finlandia por Meretoja y colaboradores,31 en relación con la repercusión de la biopsia de ganglio centinela en pacientes con carcinoma ductal in situ con y sin microinvasión, no se encontró alteración en la supervivencia en el seguimiento promedio a 50 meses, tomando en cuenta que 76.2% de los ganglios sólo tenían células tumorales aisladas, 13.3% micrometástasis y 9.5% macrometástasis. En nuestro estudio los cinco casos con ganglios metastásicos (4 identificados en estudio transoperatorio y 1 en estudio definitivo) correspondieron: 40% a macrometástasis y 60% a micrometástasis. En todas se realizó disección axilar de los niveles I-II y el tratamiento oncológico adyuvante se indicó de acuerdo con la etapa patológica correspondiente. No hubo reporte de casos con células tumorales aisladas en los ganglios linfáticos. Se discuten las ventajas de la disección axilar en coexistencia de ganglios centinelas positivos porque en congruencia con el estudio ACOSOG Z0011,32 las pacientes 139 Cirugía y Cirujanos tratadas con cirugía conservadora que requerirán radioterapia por alta puntuación del índice pronóstico de Van Nuys, no consiguen mayor beneficio en términos de supervivencia cuando en el estudio transoperatorio se les completa la disección ganglionar axilar en caso de obtener 1-2 ganglios centinelas positivos. 4. Rizo-Rios P, Sierra-Colindres MI, Vázquez-Piñón G, CanoGuadiana M, Meneses-García A, Mohar A. Registro hospitalario de cáncer: compendio de cáncer 2000-2004. Cancerología 2007;2:203-287. CONCLUSIONES 6. Rodríguez-Cuevas S, Guisa-Hohenstein F, LabastidaAlmendaro S. First Breast Cancer Mammography Screening Program in Mexico: Initial Results 2005-2006. Breast J. 2009;15:623-631. De acuerdo con las recomendaciones del Consenso Nacional de Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer Mamario en México y de otros lineamientos, como los del Colegio Americano de Patólogos de Estados Unidos,33 la biopsia de ganglio centinela en pacientes con carcinoma ductal in situ puede realizarse cuando hay un carcinoma intraductal extenso, un tumor palpable o cuando se ha indicado la mastectomía. Con base en esas recomendaciones y haber identificado en este estudio que 1 de cada 12 pacientes tiene ganglios centinela positivos en presencia de carcinoma ductal in situ extenso, tumor palpable o en indicación de mastectomía, consideramos que está justificado seguir realizando éste procedimiento. El trabajo preliminar de este artículo obtuvo el segundo lugar en trabajos libres del “6th Inter-American Breast Cancer Conference”, Universidad de Miami, Florida, julio de 2012. REFERENCIAS 1. Tabár L, Gad A, Holmberg LH, Ljungquist U, Fagerberg CJG, Baldetorp L, et al. 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Tercera revisión del Consenso Nacional sobre Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer Mamario. Colima 2008. Gaceta Mexicana de Oncología 2008;7(supl 6):1-35. 2. Cortesi L, Chiuri VE, Ruscelli S, Bellelli V, Negri R, Rashid I, et al. Prognosis of screen-detected breast cancers: results of a population based study. BMC Cancer 2006;6:17. 15. Cárdenas-Sánchez J, Erazo-Valle A, Maafs-Molina E, Poitevin-Chacón A. Consenso Nacional sobre Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer Mamario. Cuarta revisión, Colima, México. Enero 2011. Gaceta Mexicana de Oncología 2011;10(supl 5):1-58. 3. Online American Cancer Society 2013, Breast cancer: What are the key statistics about breast cancer? página 9. (consultado 2013 mayo 12). Disponible en http://www.cancer. org/acs/groups/cid/documents/webcontent/003090-pdf. pdf 16. Cárdenas-Sánchez J, Bargalló-Rocha E, Erazo-Valle A, MaafsMolina E, Poitevin-Chacón A. En: Consenso Nacional sobre Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer Mamario. Quinta revisión, Colima 2013. 1ª edición, México, D.F.: ELSEVIER 2013. p. 41. Disponible en http://consensocancermamario. Ruvalcaba-Limón E y colaboradores. Ganglio centinela en carcinoma ductal in situ com/documentos/FOLLETO_CONSENSO_DE_CANCER_DE_ MAMA_5aRev2013.PDF 17. Yen TWF, Hunt KK, Ross MI, Mirza NQ, Babiera GV, MericBernstam F, et al. Predictors of invasive breast cancer in patients with an initial diagnosis of ductal carcinoma in situ: A guide to selective use of sentinel lymph node biopsy in management of ductal carcinoma in situ. J Am Coll Surg 2005;200:516-526. 18. Rubio IT, Roca I, Sabadell D, Xercavins J. Benefit of sentinel node biopsy in patients with breast ductal carcinoma in situ. Cir Esp 2009;85:92-95. 19. Meijnen P, Oldenburg HSA, Loo CE, Nieweg OE, Peterse JL, Rutgers EJT. Risk of invasion and axillary lymph node metastasis in ductal carcinoma in situ diagnosed by coreneedle biopsy. Br J Surg 2007;94:952-956. 20. 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Axillary Dissection vs No Axillary Dissection in Women With Invasive Breast Cancer and Sentinel Node Metastasis. A Randomized Clinical Trial JAMA 2011;305:569-675. 33. Lester SC, Bose S, Chen YY, Connolly JL, de Baca ME, Fitzgibbons PL, et al. Protocol for the Examination of Specimens From Patients With Ductal Carcinoma In Situ of the Breast. Arch Pathol Laborat Med 2009;133:15-25. 141 Artículo original Cir Cir 2014;82:142-149. Tumores carcinoides apendiculares. Evaluación de los resultados a largo plazo en un hospital de tercer nivel RESUMEN Antecedentes: los tumores apendiculares se encuentran en cerca de 1% de las apendicectomías y representan 0.5% de las neoplasias intestinales. El tipo de tumor más frecuente es el carcinoide apendicular, que casi siempre es un hallazgo durante la apendicectomía por otro motivo. Su pronóstico es excelente y la supervivencia es mayor de 95% a cinco años de la intervención. Juan Manuel Suárez-Grau1 Salud García-Ruiz2 Carolina Rubio-Chaves2 Manuel Bustos-Jiménez2 Fernando Docobo-Durantez2 Francisco Javier Padillo-Ruiz2 1 Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo Hospital General Básico de Riotinto Minas de Riotinto, Huelva, España 2 Unidad de Gestión Clínica de Cirugía General y del Aparato Digestivo Hospital Universitario Virgen del Rocío, Sevilla, España Objetivo: reportar una serie de casos y analizar la supervivencia media a cinco años posteriores a la identificación el tumor. Material y métodos: análisis retrospectivo (1990-2010) de pacientes con tumor carcinoide apendicular intervenidos en el servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario Virgen del Rocío, Sevilla, España. Se analizaron: la supervivencia a cinco años, la necesidad de tratamiento complementario y las pruebas para seguimiento en la consulta. Resultados: se encontraron 42 pacientes intervenidos por tener un tumor carcinoide apendicular. En 38 pacientes la operación fue de urgencia, la mayoría por sospecha de apendicitis aguda, sin que en ninguno se hubiera establecido el diagnóstico de tumor carcinoide antes de la operación. El síntoma predominante al ingreso fue el dolor abdominal. El tratamiento quirúrgico fue: apendicectomía en 34 pacientes (12 por laparoscopia), en el intraoperatorio siete pacientes requirieron resecciones colónicas mayores debido a la afectación del colon; sólo uno requirió la reintervención para completar la hemicolectomía derecha. Al momento del diagnóstico dos pacientes tenían enfermedad diseminada (metástasis hepáticas). La supervivencia a cinco años fue superior a 95%, sin recidivas o tratamiento posterior de la enfermedad. Conclusiones: el tumor carcinoide apendicular difícilmente se diagnostica antes del procedimiento quirúrgico. La apendicectomía suele ser suficiente aunque en algunos pacientes las resecciones colónicas son necesarias por diseminación. La supervivencia a 5 años es superior a 95%. Palabras clave: carcinoide, tumor, apéndice cecal, supervivencia, pronóstico. Appendiceal carcinoid tumors. Evaluation of long-term outcomes in a tertiary level Abstract Background: Appendiceal tumors are found in about 1% of appendectomies performed and 0.5% of intestinal neoplasias. Appendiceal carcinoids are the predominant histology in this group and are usually casual after 142 Recibido: 31 de mayo 2013 Aceptado: 26 de noviembre 2013 www.amc.org.mx Suárez-Grau JM y colaboradores. Resultados a largo plazo de tumores carcinoides apendiculares appendectomy for other reasons. The prognosis is excellent and survival is 95% at 5 years after surgery. Methods: Retrospective analysis of all patients with appendiceal carcinoid surgery in our hospital for 20 years (1990-2010) and survival at 5 years. We also discuss the need for additional treatment and testing for follow-up visits. Results: 42 patients underwent surgery for appendiceal carcinoid tumor. 38 of them were operated on urgently, mostly for suspected acute appendicitis, without having reached the carcinoid tumor diagnosed preoperatively in any of them. The predominant symptomatology at admission was abdominal pain. Surgical treatment was appendectomy in 34 patients (12 laparoscopic), 7 patients required colon resections over intraoperatively by colonic involvement; only one patient required reoperation to complete right hemicolectomy. 2 patients had disseminated disease at diagnosis (liver metastases). The 5-year survival is over 95%, with no recurrence. Conclusions: The appendiceal carcinoid tumor is difficult to diagnose preoperatively. Appendectomy surgical treatment is usually sufficient, although colonic resections may be needed for dissemination. The 5-year survival is over 95%. Key words: Carcinoid, tumor, cecal appendix, survival, prognosis. ANTECEDENTES El tumor carcinoide es el tipo histológico maligno más frecuente en la patología apendicular, con prevalencia aproximada de 0.32% entre los tumores digestivos.1,2 Puesto que sólo a un mínimo porcentaje de la población se le extrae la apéndice puede asumirse que la mayoría de los pacientes con carcinoide apendicular no tienen manifestaciones clínicas y no requieren tratamiento, sin que ello afecte su esperanza de vida, a pesar del tumor abdominal.3 El carcinoide apendicular suele aparecer en jóvenes adultos (edad mediana, 40 años) y con menor frecuencia en individuos de edad avanzada.4 Casi siempre son tumores menores de un centímetro y por lo general se localizan en la punta del apéndice.5 El escaso porcentaje de los que se asientan en la base (entre 5-8% según las series) tienen el peligro añadido de causar obstrucción apendicular o mucocele. La metástasis es excepcional y se relaciona principalmente con el tamaño del tumor (más frecuente en tumores mayores de 2 cm).1,2 La hemicolectomía derecha se contemplaba en el acto quirúrgico (sobre todo en pacientes jóvenes con tumoraciones mayores de 2 cm), hecho que no ha sido respaldado en la bibliografía médica. No es necesario realizar hemicolectomía derecha de urgencia, salvo cuando el tumor se extiende claramente al mesoapéndice y zonas adyacentes al apéndice cecal (ciego o colon ascendente).1,2 Se reporta una serie de 42 pacientes con tumor carcinoide apendicular tratados en nuestro servicio de Cirugía General y Digestiva en 20 años y se analiza la supervivencia media a los 5 años posteriores a la identificación del tumor. 143 Cirugía y Cirujanos MATERIAL Y MÉTODOS Análisis retrospectivo de pacientes a quienes se realizó apendicectomía en el servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital General Básico de Riotinto, Minas de Riotinto, Huelva, España, con una población de referencia de más de 800,000 personas. El estudio histopatológico demostró que se trataba de tumor carcinoide apendicular durante los últimos 20 años (entre el 1 de febrero de 1990 y el 1 de enero de 2010). Se analizaron las variables: edad, sexo, síntomas, métodos diagnósticos preoperatorios, tipo de intervención, complicaciones postoperatorias, características histopatológicas del tumor (tamaño, localización, estadiaje y extensión), y seguimiento postoperatorio. Se analizó la supervivencia de los pacientes a cinco años de la intervención, y las secuelas postoperatorias: recidivas y aparición de metástasis. Para el análisis se consultó cada historia clínica, informe anatomopatológico y el informe inmunohistoquímico para confirmar la estirpe tumoral. El análisis estadístico (análisis descriptivo) se realizó con el programa informático SPSS v.12. RESULTADOS Se diagnosticaron 42 pacientes con tumor carcinoide apendicular (990 y 2010), de 7,845 apendicectomías, lo que supone una incidencia de 0.54%. La media de edad de los pacientes fue de 35 años, con límites de 7 y 81 años. En distribución por sexos: 23 varones y 19 mujeres (proporción 1.2: 1 hombres-mujeres). De los 42 pacientes, 38 se intervinieron con urgencia por los datos clínicos sugerentes de apendicitis aguda o peritonitis, obstrucción intestinal 2, colitis ulcerosa 1, tuberculosis intestinal 1, y dolor abdominal recurrente 1. En los 144 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 cuatro pacientes restantes hubo tres hallazgos incidentales en las apendicectomías profilácticas realizadas durante otras intervenciones y una hemicolectomía derecha efectuada ante el diagnóstico de metástasis hepáticas secundarias al tumor carcinoide. Sólo un paciente intervenido con urgencia tuvo metástasis hepáticas en el estudio de extensión y requirió reintervención para la hemicolectomía derecha (Cuadro 1). Sólo un paciente se intervino por sospecha preoperatoria de enfermedad carcinoide, sin sospecha diagnóstica de tumor carcinoide en alguno de los pacientes intervenidos. En el único paciente en el que se detectó el tumor carcinoide antes de la operación se sospechó en el diagnóstico incidental de metástasis hepáticas. Cuando se completó el estudio preoperatorio se demostró el tumor carcinoide primario apendicular. El resto de los casos fueron hallazgos ocasionales encontrados en las piezas analizadas con microscopia, y con técnicas de inmunohistoquímica. Las enfermedades concomitantes de los pacientes estudiados no son de gran importancia, excepto en dos pacientes: uno con colitis ulcerosa que requirió proctocolectomía de urgencia por brote severo, y otro con tuberculosis intestinal, que provocaba obstrucción intestinal. El diagnóstico preoperatorio se completó mediante ecografía en 21 pacientes (50%), en los que sólo en un caso se sospechó la existencia de un tumor apendicular durante su realización (Figura 1), sin confirmarse ese diagnóstico antes de la operación. A todos los pacientes se les tomaron radiografías de tórax, biometría hemática, y bioquímicas preoperatorias, sin mostrar alteraciones específicas. La apendicectomía fue el único procedimiento quirúrgico realizado en 34 pacientes (12 laparoscópicas y 22 mediante incisión de McBurney) (Figuras 2 y 3). A otros siete se les hicieron Suárez-Grau JM y colaboradores. Resultados a largo plazo de tumores carcinoides apendiculares Cuadro 1. Intervenciones realizadas a los pacientes con tumor carcinoide apendicular Urgentes Programadas Total Apendicectomía Laparoscópica Laparotómica 34 (80.95%) 11 (32.35%) 23 (67.65%) 1 (2.38%) 1 (100%) 0 (0%) 35 (83.33%) 12 (34.28%) 23 (65.72%) Hemicolectomía derecha Colectomía total Cequectomía Total 3 (7.14%) 1 (2.38%) 1 (2.38%) 38 (90.5%) 2 (4.76%) 1 (2.38%) 0 (0%) 4 (9.5%) 5 (11.90%) 2 (4.76%) 1 (2.38%) 42 (100%) Figura 1. Ecografía de apéndice que se realizó por la sospecha de apendicitis aguda. El informe radiológico mostró: engrosamiento de la pared apendicular superior a 2 cm, motivo por el que antes de la operación se sospechó la existencia de un tumor. resecciones colónicas (5 hemicolectomías derechas, 1 colectomía total, y 1 cequectomía), y un paciente precisó reintervención para hemicolectomía derecha en un segundo tiempo quirúrgico. Todos los pacientes recibieron tratamiento antibiótico intravenoso: empírico en pacientes intervenidos de urgencia (con posterior ajuste de acuerdo con el antibiograma), y tratamiento antibiótico profiláctico en todos los pacientes intervenidos de forma reglada. Todos los pacientes completaron el tratamiento postoperatorio con éxito, se dieron de alta entre 1 y 12 días después de la intervención (media 2.3 días); todos los Figura 2. Imagen intraoperatoria de apendicectomía por vía laparotómica. Aunque no se evidenciaron alteraciones intraoperatorias, salvo un excesivo tamaño del apéndice, la anatomía patológica de la pieza reportó un tumor carcinoide apendicular menor de 1 cm en su extremo. informes anatomopatológicos se recogieron en consulta. En la primera revisión postoperatoria en consultas de Cirugía General ningún paciente tuvo complicaciones que requirieran reingreso o reintervención. El tiempo de seguimiento en consultas fue de una media de 1.83 años (comprendiendo desde los 10 meses a los seis años). La mayor parte de las veces los tumores se encuentran en la punta del apéndice cecal (83.33%) (Figura 4). En todas las piezas quirúrgicas se practicó inmunohistoquímica por personal del servicio de Anatomía Patológica, dando el 145 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Cirugía y Cirujanos Enseguida del diagnóstico histológico de tumor carcinoide a todos los pacientes se les realizaron determinaciones bioquímicas hepáticas a los 3 y 6 meses. En 40 casos también se determinaron las concentraciones de serotonina en orina, que sólo se mostró elevada en un paciente con dos metástasis hepáticas y que requirió reintervención. En los pacientes con tumor mayor de 1 cm o invasión del mesoapéndice en la pieza quirúrgica, el estudio postoperatorio se completó con ecografía abdominal, y tomografía computada abdominal. Figura 3. Imagen postoperatoria de la pieza quirúrgica de la hemicolectomía derecha realizada debido a la existencia de un gran plastrón apendicular. La histología reportó un tumor carcinoide apendicular. La supervivencia a cinco años en la serie es de 97.2%, sólo con una recidiva con necesidad de reintervención para ampliación a hemicolectomía derecha (con supervivencia sólo de 4 años tras la identificación del tumor). Del resto de los pacientes, 41 tuvieron una supervivencia de 100% en la última revisión de enero de 2010. DISCUSIÓN Las neoplasias del apéndice cecal suponen 1% de las causas de apendicectomías realizadas y representan 0.5% de las neoplasias intestinales.1 En la mayor parte de las series publicadas los tumores carcinoides son las neoplasias más frecuentes del apéndice cecal, que comprenden alrededor de 50-60% de los tumores del apéndice.1,2 Figura 4. Anatomía patológica del tumor carcinoide apendicular en el que se observa al tumor en el extremo distal del apéndice. resultado final de enfermedad carcinoide con positividad en la muestra para cromograninas, enolasa y sinaptofisina. En los resultados inmunohistoquímicos se encontraron: 24 tumores carcinoides menores de 1 cm, 15 tumores entre 1 y 2 cm de diámetro, sólo 3 eran superiores a 2 cm (uno de ellos metastásico). El grado de infiltración del tumor se muestra en el Cuadro 2. 146 El origen de los tumores carcinoides, tal como describió Lubarsch,3 son las criptas de Leiberkün. Aunque se conocía la histología de este tumor, no fue sino hasta 1890 cuando Ransom4 describió el síndrome carcinoide en un paciente con un tumor carcinoide en el ileon con metástasis hepáticas. Posteriormente, Oberndorfer5 acuñó el término de “Karzinoide” para señalar la naturaleza benigna de este tumor. Los tumores carcinoides intestinales crecen a partir de las células enterocromafines, descritas de acuerdo con Masson,6,7 por Kulchitsky Suárez-Grau JM y colaboradores. Resultados a largo plazo de tumores carcinoides apendiculares Cuadro 2. Anatomía patológica registrada en la serie Anatomía patológica Sin invasión de capa muscular Invasión Capa muscular Invasión capa serosa Invasión mesopéndice Metástasis 42 piezas 11 17 9 3 2 en 1899; en la primera mitad del siglo XX se demuestra la existencia de serotonina en esas células. Thorson8 describió el síndrome producido por una alteración endocrina, que hoy se conoce como síndrome carcinoide.6-8 En 1980 la OMS definió a los carcinoides como tumores del sistema neuroendocrino difuso o neoplasmas benignos con mejor pronóstico que los carcinomas; se caracterizan por un patrón de crecimiento típico, afinidad argentófila y reacción inmunohistoquímica con marcadores específicos neuronales capaces de expresar diferentes péptidos y aminas biógenas.9 Los tumores carcinoides pueden clasificarse según su origen embrionario10 del intestino anterior cefálico y se originan en el esófago, sistemas bronquiales, pancreáticos, gástricos, sistema biliar y duodeno. Del intestino medio: se originan en el intestino delgado (yeyuno, íleon, divertículo de Meckel), apéndice cecal, colon proximal y ovario. Del intestino posterior o caudal: se originan en el colon transverso, descendente y recto.9 En función de sus características histológicas se acuñó el término de tumor neuroendocrino y carcinoma neuroendocrino, distinguiendo entre el tumor neuroendocrino bien diferenciado (se aplica al tumor carcinoide), carcinoma neuroendocrino bien diferenciado (carcinoide atípico), carcinoma neuroendocrino de alto grado y carcinoma mixto endocrino-exocrino. Los tumores neuroendocrinos se clasifican, también, en función de la actividad proliferativa (según el número de mitosis por 10 campos de gran aumento o el índice Ki-67), en: a. Grado 1, cuando tienen una mitosis o Ki-67 ≤ 5, b, o ambos. Grado 2, si existen de 2 a 20 mitosis o Ki-67 3-20, o ambos, y c, Grado 3, cuando hay más de 20 mitosis o Ki-67 más de 20, o ambas.10 Estos tumores son excepcionales, su incidencia en autopsias varía de 0.2 a 1.1%, lo que supone una prevalencia estimada en la población general de 1.5 por cien mil habitantes.11 La relación hombre-mujer es de 1.5 a 1, sin diferencias entre distintos grupos étnicos, y aunque pueden aparecer a cualquier edad, son más frecuentes en la tercera y cuarta décadas de la vida, con edad media de aparición de 42.2 años.8-10 Los tumores carcinoides digestivos son más frecuentes en el intestino delgado (29%) y luego en el apéndice cecal (19%), y el recto (13%).6 Son ocho veces más frecuentes en el íleon que en el yeyuno. El 80% aparecen en los 60 cm distales del íleon.11 Representan 23% de todos los tumores del intestino delgado, y 47% de las neoplasias malignas del intestino delgado,12-14 y constituyen menos de 2% de los tumores malignos colorrectales.15 En escasas ocasiones los tumores carcinoides del apéndice cecal y del recto dan metástasis a distancia, aunque pueden tener amplia infiltración local. En cambio, los de íleon, colon y estómago que infiltran la capa muscular de la pared, aunque sea parcialmente, tienen metástasis ganglionares y a distancia en el momento del diagnóstico.16 La mayor parte se ubica en el tercio distal del apéndice cecal, donde tienen poca probabilidad de causar obstrucción.1,16 Como consecuencia, la mayoría de los pacientes permanece asintomática. Los síntomas son más probables en 147 Cirugía y Cirujanos pacientes con tumores grandes, y en casos raros con metástasis más allá de los ganglios linfáticos regionales.17-19 Aproximadamente 10% se localiza en la base del apéndice cecal, donde pueden obstruir y provocar apendicitis.20 El comportamiento clínico y la evolución dependen, sobre todo, del tamaño del tumor; los tumores menores de 2 cm (encontrados en aproximadamente 95% de los pacientes) tienen poca probabilidad de metástasis. Los tumores mayores de 2 cm originan metástasis a distancia hasta en una tercera parte de los pacientes en el momento del diagnóstico, o en la intervención quirúrgica, que afectan principalmente a los ganglios regionales.20-22 148 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 a que la mayor parte de los tumores carcinoides apendiculares se encuentran durante las apendicectomías.23 A diferencia de la apendicectomía simple, la colectomía reseca los ganglios linfáticos del apéndice cecal, y cualquier enfermedad residual que pudiera quedar en la base del apéndice cecal o en el mesoapéndice. Si se demuestra la invasión del mesoapéndice, en caso de tumores pequeños, se recomienda hemicolectomía derecha al igual que para tumores mayores de 2 cm.23,24 Raramente se producen metástasis hepáticas, pero en los que las hayan presentado debe completarse la hemicolectomía derecha como tratamiento del tumor.25,26 La valoración hepática requiere la toma de una tomografía computada abdominal, o una gammagrafía con octeótrida. Sin embargo, en general, la investigación radiográfica es innecesaria salvo que haya prueba del tamaño del tumor mayor a 2 cm, resección incompleta, o síntomas sugerentes de síndrome carcinoide.2 En caso de sospecha de metástasis del hígado o de síndrome carcinoide está indicada la cuantificación de la serotonina (5-HIAA) en orina de 24 horas.2,25-27 La prueba de imagen más utilizada para valorar pacientes con tumor carcinoide apendicular es la tomografía computa simple o con contraste.21 Existen, además, nuevas técnicas como gammagrafía de receptores de somatostatina (Octreoscan In), y la tomografía por emisión de positrones (PET, Positron Emission Tomography), que aportan información de tipo metabólico o molecular. La tomografía con emisión de positrones con el radionúclido Ga68 unido de forma simultánea a una tomografía permite obtener imágenes funcionales y anatómicas fusionadas, conocidas como PET/CT Ga68.22 Las características de este radionúclido permiten la adecuada marcación mediante un procedimiento simple de radioquímicos de péptidos análogos de la somatostatina, como el DOTA0-Tir3-octreotato (DOTATATE). Luego de inyectar el radiofármaco se fija específicamente en las células con aumento de la expresión de los receptores de somatostatina, como ocurre con los tumores neuroendocrinos y sus metástasis, que facilitan su identificación y estadificación del carcinoide intestinal.22 En nuestro estudio la tasa de hemicolectomías es escasa en relación con el resto de series publicadas,27 debido a los pocos pacientes con tumores mayores de 3 cm, invasión de la serosa o metástasis. La baja tasa de recidiva demostrada después del seguimiento a cinco años de la intervención quirúrgica, y la alta tasa de supervivencia de nuestra serie avalan que la baja agresividad de estas neoplasias digestivas puede permitir un único tratamiento quirúrgico localizado (apendicectomía), junto con seguimiento en consultas externas. Los pacientes con tumores mayores de 2 cm, con invasión del mesoapéndice, órganos vecinos o metástasis a distancia requieren otra intervención quirúrgica para realizar hemicolectomía, debido En nuestra serie de casos la mayoría de los pacientes se diagnosticó después de la operación, como es común que suceda con este tipo de tumores que evolucionan asintomáticos, y Suárez-Grau JM y colaboradores. Resultados a largo plazo de tumores carcinoides apendiculares son hallazgos incidentales en las piezas quirúrgicas o que inician simulando apendicitis aguda.13,16,18,25,27 CONCLUSIONES El tumor carcinoide apendicular es prácticamente imposible de diagnosticar en el preoperatorio, suele ser un hallazgo en el estudio anatomopatológico de las piezas quirúrgicas de apendicectomías (urgentes o programadas). Ante la sospecha, el tratamiento del carcinoide apendicular debe centrarse sólo en la apendicectomía, siempre que no se demuestren intraoperatoriamente: adenopatías, invasión de órganos cercanos, metástasis o tumor mayor de 2 cm de diámetro. Siempre debe descartarse la enfermedad metastásica y realizar un estricto seguimiento, con búsqueda específica de síntomas del tumor carcinoide. La mayoría de los pacientes con enfermedad tumoral localizada tiene un pronóstico excelente, con alta tasa de supervivencia a largo plazo porque la posibilidad de diseminación de la enfermedad es baja. 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Modelo experimental Marcel Adalid Tapia-Vega Carlos Ernesto Morales-Chávez Itzé Aguirre-Olmedo Adolfo Cuendis-Velázquez Martín Edgardo Rojano-Rodríguez Luis Eduardo Cárdenas-Lailson RESUMEN División de Cirugía General y Endoscópica Hospital General Dr. Manuel Gea González México, Distrito Federal. Antecedentes: las neoplasias gástricas pueden tratarse de forma segura y eficaz mediante laparoscopia. Debido a su localización algunas lesiones son inaccesibles mediante cirugía laparoscópica, como alternativa se propone el abordaje transgástrico. Objetivo: exponer los resultados con la aplicación de una técnica laparo-endoscópica en un modelo animal que mantenga funcional la anatomía, para resecar neoplasias gástricas de la pared posterior del estómago, próximas al cardias y a la región pre-pilórica. Material y métodos: el estudio se efectuó entre los meses de mayo a diciembre de 2011en el Hospital General Gea González y consistió en experimentar en 12 cerdos la técnica laparo-endoscópica para resección de neoplasias gástricas de la pared posterior. La inserción de los trócares intragástricos se realizó mediante endoscopia. Se efectuaron tres gastrotomías en la pared anterior y con visión endoscópica los trócares se introdujeron con el auxilio laparoscópico. El estómago se insufló con CO2. La lesión se resecó manteniendo un margen circunferencial de 20 mm, se suturaron las gastrotomías, se utilizaron la prueba de t de Student y la prueba exacta de Fisher para el análisis estadístico. Resultados: todas las resecciones fueron exitosas y se efectuaron en un tiempo promedio de 102.33 minutos (± 4.50), hubo dos complicaciones y ninguna defunción transoperatoria. Conclusiones: el abordaje laparoscópico transgástrico es factible y seguro para resecar neoplasias de la pared posterior del estómago, próximas a la unión esófago-gástrica y área prepilórica. Palabras clave: cirugía laparoscópica, cirugía endoluminal, cirugía intragástrica, neoplasias gástricas. Transgastric laparo-endoscopic approach for difficult access lesions. Experimental model ABSTRACT Background: Gastric neoplasms can be treated by laparoscopy in a safe and efficient way. Some lesions are not accessible to laparoscopic surgery due to their location. A transgastric approach is proposed as an alternative. 150 Recibido: 14 de agosto 2013 Aceptado: 3 de diciembre 2013 Correspondencia Dr. Marcel Adalid Tapia Vega Calzada de Tlalpan 4800 14080 México DF Tel.: (0155) 4000 3000 ext.: 3059 adachin@hotmail.com www.amc.org.mx Tapia-Vega MA y colaboradores. Abordaje laparo-endoscópico transgástrico Objective: Show the results with the application of an endoscopic laparotomy in an animal model that maintains functional anatomy, to resect the posterior gastric neoplasms of the stomach wall, close to the cardia and pre-pyloric region. Methods: The laparo-endoscopic technique for resection of gastric neoplasms located in the posterior wall was developed in twelve pigs at the Hospital General Gea González from May to December 2011. Technique: An endoscopy was performed to establish the site of insertion of intragastric trocars. Three gastrotomies were made in the anterior wall; under endoscopic and laparoscopic vision the trocars were inserted. The stomach was insufflated with CO2. The lesion was resected maintaining a 20 mm circumferencial margin. The gastrotomies were sutured. The statistic analysis was made with t Student and exact Fisher tests. Results: One-hundred percent of resections were achieved in an average time of 102.33 minutes (± 4.50). Two complications and no transoperatory deceases occurred. Discussion: The technique we describe allows an appropriate approach to gastric lesions located in the posterior wall, those near to the esophagogastric juntion and the prepiloric region, due to the excellent exposure managed by working inside the stomach with a laparoscopic vision and the two intragastric movile ports. Conclusions: The laparoscopic transgastric approach is feasible and safe for the resection of gastric neoplasms located in the posterior wall, those close to the esophago-gastric junction, and the pre-pyloric region. Key words: Laparoscopic surgery, endoluminal surgery, intragastric surgery, gastric neoplasms. ANTECEDENTES En el pasado era imposible el tratamiento mínimamente invasivo de las lesiones gástricas que por su localización o naturaleza requerían resecciones amplias o transmurales. Sólo era posible el abordaje por laparotomía. Este abordaje tradicional es desproporcionado para el tratamiento de lesiones benignas, limítrofes o pequeñas. Las técnicas laparoscópicas actuales minimizan el traumatismo quirúrgico y permiten la resección de las lesiones de la pared anterior del estómago.1 En la actualidad está bien establecido que las neoplasias gástricas submucosas,2 los tumores del estroma gastrointestinal3 y los carcinomas gástricos tempranos4 pueden abordarse mediante laparoscopia de forma segura y eficaz.2-8 Sin embargo, debido a su localización no todas esas lesiones son accesibles mediante cirugía laparoscópica; en general, sólo las ubicadas en la pared posterior del estómago y especialmente las próximas al cardias o al píloro. El abordaje laparoscópico tradicional para el tratamiento de estos casos implica resecciones más amplias y, por tanto, menos funcionales. El abordaje endos- 151 Cirugía y Cirujanos cópico transgástrico (cirugía endoluminal) es una alternativa poco practicada porque se considera técnicamente compleja.1 La técnica laparo-endoscópica para resección de neoplasias gástricas de la pared posterior del estómago se desarrolló en el Hospital General Dr. Manuel Gea González, en la División de Cirugía Endoscópica, y se experimentó con ella del 2 de mayo al 30 diciembre del 2011 en 12 cerdos sanos, criollos, hembras, con peso entre 20 y 30 kg. El objetivo de este trabajo es mostrar los resultados con la aplicación de la técnica laparo-endoscópica que mantiene la anatomía funcional a la hora de resecar neoplasias gástricas de la pared posterior del estómago próximas al cardias y a la región pre-pilórica, en un modelo animal. MATERIAL Y MÉTODOS Estudio efectuado en dos grupos de cerdos, en el grupo A incluyó a los primeros seis cerdos en quienes se aplicó el procedimiento, y el B con los seis últimos cerdos. Se registraron: tiempo quirúrgico, complicaciones transoperatorias, y si fue factible o no concluir el procedimiento por vía laparoendoscópica. Todos los procedimientos se efectuaron conforme a lo estipulado por los Comités de Ética e Investigación de nuestra institución que, a su vez, aprobó el CICUAL (Comité Institucional para el Cuidado y Uso de Animales de Laboratorio) de acuerdo con lo estipulado en la NOM-062ZOO-1999 y el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud. Los animales (cerdos) permanecieron en cuarentena y adaptación antes de ser intervenidos, previa valoración de su estado de salud 152 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 y desparasitación de endo y ectoparásitos. Se les proporcionó libre acceso al agua potable diariamente y a una dieta que reunía los requerimientos nutricionales de la especie (Criacerdina de la marca Purina); todos los cerdos permanecieron alojados en jaulas colectivas. Descripción del procedimiento El modelo experimental se colocó en decúbito dorsal, con anestesia general, que se indujo con una combinación de tiletamina zolazepam (4.4 mg/kg IM) y xilazina (2.2 mg/kg IM) con posterior intubación endotraqueal. Se administró isofluorano al 3% para su inducción y al 2% para el mantenimiento de la anestesia general. Se realizó asepsia y antisepsia del campo quirúrgico. Se hizo una incisión supraumbilical transversa de 10 mm y por ella se introdujo una aguja de Veress para insuflar el neumoperitoneo con CO2 a 15 mmHg. Enseguida se introdujo un trócar de 10 mm a través de la misma incisión. Con visión directa se colocó un trocar subcostal izquierdo de 5 mm en la línea axilar anterior, otro subcostal derecho de 5 mm en la línea axilar anterior, y uno más de 10 mm supraumbilical a la altura de la línea media clavicular izquierda (Figura 1). Se realizó endoscopia digestiva alta, y con el estómago en máxima distensión se eligió el sitio de inserción de los trocares. Después de seleccionar el sitio de los puertos se colocó un punto simple de polipropileno del 0 a manera de riendas para facilitar la inserción de los trocares sin desgarrar la pared gástrica y, posteriormente, para facilitar su síntesis. Se efectuaron tres incisiones con electrocauterio en la pared anterior del estómago: dos de 5 mm (localizadas en fondo), y otra de 10 mm (localizada en el cuerpo) (Figura 2). La insuflación enérgica permitió que la pared gástrica anterior se aproximara a la pared anterior Tapia-Vega MA y colaboradores. Abordaje laparo-endoscópico transgástrico Figura 1. Colocación de puertos de trabajo en el modelo experimental. Un trocar de 10 mm supraumbilical en la línea media. Un trocar subcostal izquierdo de 5 mm en la línea axilar anterior, otro subcostal derecho de 5 mm en la línea axilar anterior y otro de 10 mm supraumbilical a la altura de la línea media clavicular izquierda. Figura 2. Visión laparoscópica de la gastrotomía con electrocauterio y colocación de riendas de polipropileno para facilitar la introducción de trocares intragástricos y cierre de las gastrotomías. del abdomen, lo que facilitó la inserción de los trocares al estómago (Figura 3). Figura 3. Esquema de la disposición de los trocares intragástricos en la técnica de nuestro centro hospitalario. A través de las gastrostomías, bajo visión endoscópica y laparoscópica simultáneas, se introdujeron dos trocares de 5 mm, y otro de 10 mm con globo en el extremo distal. Después de posicionar los trocares, los globos se insuflaron para evitar la fuga de aire del estómago y traccionar hacia la pared anterior del abdomen (Figura 4). El estómago se insufló con CO2 a 8 mmHg, y a través del puerto de 10 mm se introdujo un lente de 30°. En la pared posterior del estómago se colocó un endoloop de polipropileno que tomó alrededor de 2 cm de tejido próximo a la unión esófago-gástrica o área pre-pilórica para simular la neoplasia. A través de uno de los puertos de 5 mm se introdujo una pinza atraumática y por el otro puerto, el electrocauterio (Figura 5). Con la pinza y el electrocauterio se resecó la lesión, con un margen circunferencial de 20 mm, incluido el espesor total de la pared gástrica (Figura 6). 153 Cirugía y Cirujanos Figura 4. Visión laparoscópica de la introducción de trocares intragástricos. Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Figura 6. Visión intragástrica del margen circunferencial tras la resección de la lesión. aproximó la aponeurosis con puntos simples de poliglactina 910 del 1, y la piel con puntos simples de nylon 3-0. Al término del procedimiento los animales se sacrificaron, con pentobarbital sódico 90-210 mg/kg IV. Para comparar la diferencia de medias de peso y tiempo quirúrgico se utilizó la prueba de t de Student. El valor de p menor de 0.05 se consideró significativo. Para comparar el porcentaje de complicaciones transoperatorias en cada grupo se recurrió a la prueba exacta de Fisher. RESULTADOS Figura 5. Visión intragástrica de la resección de la lesión con pinza atraumática y electrocauterio. Al término de la resección la pared posterior del estómago se aproximó con puntos simples de polipropileno del 0 con nudos extracorpóreos tipo Gea. Con el auxilio de la visión endoscópica y laparoscópica se extrajeron del estómago los trocares. El cierre de las gastrostomías se efectuó con las riendas previamente colocadas. Los trocares de la pared abdominal se extrajeron con el auxilio de la visión laparoscópica. Se 154 En ambos se logró el 100% de resecciones exitosas en un tiempo quirúrgico promedio de 102.33 (± 4.50) minutos (Cuadro 1). Sobrevinieron dos complicaciones transoperatorias (desgarro de la pared anterior del estómago, en el sitio de introducción del trocar). Todos los procedimientos se concluyeron por vía laparo-endoscópica. En el transoperatorio no hubo defunciones. DISCUSIÓN Las neoplasias gástricas benignas y las lesiones de cáncer gástrico temprano pueden tratarse median- Tapia-Vega MA y colaboradores. Abordaje laparo-endoscópico transgástrico Cuadro 1. Comparación de los resultados logrados en cada grupo Peso (kg) Tiempo quirúrgico (minutos) Complicaciones transoperatorias (%) Procedimiento laparoscópico completo (%) Grupo A Grupo B p 27.17 ± 2.56 116.17 ± 4.62 2 (33%) 6 (100%) 26.5 ± 2.88 102.33 ± 4.50 1 (16.6%) 6 (100%) 0.681 * 0.000 * 1.000 + *t de Student. + Prueba exacta de Fisher. te resecciones locales porque el daño linfático es excepcional y, por lo tanto, el abordaje laparoscópico resulta atractivo por sus ventajas inherentes al dolor postoperatorio, sangrado transoperatorio, días de estancia hospitalaria, infección del sitio quirúrgico y cosméticas. Desde luego que existen sitios o localizaciones anatómicas hasta ahora inaccesibles al abordaje laparoscópico, como las que se ubican en la pared posterior del estómago, próximas al cardias, y a la región pilórica. Para estos casos se propone un abordaje transgástrico (abordaje endoluminal).1 Para el tratamiento de neoplasias gástricas se han descrito diversos abordajes laparoscópicos, sobre todo para las localizadas en la pared anterior del estómago con la ayuda de engrapadoras. Su uso se ha descrito en neoplasias de la pared posterior a través de una gastrostomía en la pared anterior. Sin embargo, un inconveniente del uso de estos dispositivos es que al momento de la resección se pierde mucho tejido, y el margen de resección es inadecuado. Esto puede llevar a la pérdida de la funcionalidad e incluso a la obstrucción, en especial cuando la resección se realiza próxima a la unión esófago-gástrica, y al área pre-pilórica.9 La técnica descrita permite tratar las lesiones gástricas de la pared posterior, próximas a la unión esófago-gástrica y a la región pre-pilórica, debido a la excelente exposición y gran margen de maniobra que se logra al trabajar dentro del estómago con la visión laparoscópica, y dos puertos intragástricos con gran movilidad; además del apoyo endoscópico. Con esta técnica, los trocares se introducen a la cámara gástrica de forma segura porque esto se realiza con visión endoscópica y laparoscópica que evita gran parte de las complicaciones descritas. Más aún, con este abordaje pueden efectuarse resecciones con márgenes suficientes, sin grandes pérdidas de tejido y, por lo tanto, de función. En el futuro la cirugía transgástrica puede lograr un gran desarrollo porque con este tipo de abordaje se podrán tratar diferentes lesiones, como la de Dieulafoy, hemorragia por úlcera péptica, resección de lesiones benignas de duodeno, y en pacientes con anatomía distorsionada acceder al árbol biliar. CONCLUSIONES En neoplasias de la pared posterior del estómago, próximas a la unión esófago-gástrica y área prepilórica, es factible el abordaje laparoscópico transgástrico. Sin embargo, hacen falta más estudios para evaluar su seguridad, resultados a mediano y largo plazo. Agradecimientos Agradecemos a la Dra. Lucía Vázquez Sánchez, por su colaboración en la realización de los esquemas de este trabajo. REFERENCIAS 1. Spivak H, Hunter JG. Endoluminal surgery. Surg Endosc 1997;11:321-325. 155 Cirugía y Cirujanos 156 2. Matthews BD, Walsh RM, Kercher KW, Sing RF, Pratt BL, Answini GA, et al. Laparoscopic vs open resection of gastric stromal tumors. Surg Endosc 2002;16:803-807. 3. 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Los datos incluyeron: edad, tipo de hipospadias, técnica quirúrgica y complicaciones. El seguimiento se efectuó incluso seis meses después de la cirugía. Los pacientes se clasificaron según su edad: el grupo A menores de 24 meses, grupo B de 24 a 48 meses y el grupo C mayores de 48 meses. Se calculó el riesgo relativo y los intervalos de confianza de 95%. Resultados: se analizaron los expedientes de 170 pacientes. La incidencia de complicaciones fue de 24.1%, la más frecuente fue la fistula uretrocutánea (52.2%). La mediana de edad en meses del grupo con complicación fue: 40.8 (6-196), mientras que en el grupo sin complicación fue: 37.5 (6-196). La edad no se asoció con mayor riesgo de complicaciones, grupo B (RR= 0.975 [IC 95% 0.374-2.547]); y el grupo C (RR= 0.966 [IC 95% 0.386-2.416]) al compararla con el grupo A. Conclusiones: la edad al momento de la corrección del hipospadias en un tiempo quirúrgico no se asocia con complicaciones quirúrgicas. Palabras clave: hipospadias, complicaciones, edad. Surgical treatment of hypospadias and complications in relation to the child’s age ABSTRACT Background: Hypospadias is one of the most common congenital malformations. Few studies have explored the association of age at time of surgery and the occurrence of complications after hypospadias repair. Objective: Determine whether age at hypospadias repair is a risk factor for development of complications. Methods: Retrospective cohort of patients with hypospadias repair in one surgical time. The data included: age, type of hypospadias, surgical www.amc.org.mx Recibido: 27 de mayo 2013 Aceptado: 8 de noviembre 2013 Correspondencia Dr. Mario Díaz Pardo Hospital Infantil de México Federico Gómez Departamento de Urología Doctor Márquez 162 06720 México DF Tel.: 01 (55) 5228 9917 ext.: 9072 diazpardo@excite.com 157 Cirugía y Cirujanos Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 technique and complications presented. The monitoring was conducted for six months after the surgery. Patients were classified according to age group A less than 24 months, group B from 24 to 48 months and group C over 48 months. We calculated the relative risk and confidence intervals of 95%. Results: 170 patients were included in the analysis. The incidence of complications was 24.1%, the most frequent complication was urethrocutaneous fistula (52.2%). The median age in months of the complication group was 40.8 (6-196), whereas in the group without complications was 37.5 (6-196). Age was not associated with an increased risk for complications, group B (RR= 0.975 [95% CI 0.374-2.547]), and group C (RR= 0.966 [95% CI 0.386-2.416]) when compared with group A. Conclusions: Age at time of surgery for hypospadias correction in one phase is not associated with complications. Key words: Hypospadias, complications, age. ANTECEDENTES El hipospadias es una malformación congénita donde la uretra se caracteriza por la abertura ectópica en la superficie ventral del pene, escroto o periné.1 Es una de las anomalías congénitas más comunes que ocurre en aproximadamente 1 de cada 250 nacimientos.2,3 La incidencia en Estados Unidos es de 0.26 por cada 1000 nacidos, mientras que en México es de 2.11 por cada 1000 nacidos.4 Se acompaña de un espectro de anomalías como: curvatura ventral del pene (cuerda), aplanamiento del glande y prepucio asimétrico por ausencia en su cara ventral. La acodadura del pene y el exceso de piel del prepucio son inconstantes.1,4 En la práctica actual, la cirugía de corrección del hipospadias se realiza a edades tempranas. La Academia Americana de Pediatría (APP) y la Asociación Europea de Urología (EAU) recomiendan que se efectué entre los 6 y 18 meses de edad con el propósito de disminuir los efectos 158 psicológicos por el periodo de separación de la familia.5-7 Además, debe considerarse que el desarrollo emocional, la adquisición de la imagen corporal, la identidad sexual, y el desarrollo cognitivo en la niñez temprana ocurren alrededor de los 18 meses de edad.7-9 A estas recomendaciones se suma la evidencia que sugiere un aumento en las complicaciones secundarias a la reparación del hipospadias cuando se realiza después de los 12 meses de vida.10 Sin embargo, existe controversia si la edad es relevante en la corrección en niños en edad preescolar porque el crecimiento del pene es moderado, con un promedio de 3 mm por año entre los 6 meses y 5 años.3 Weber y colaboradores11 realizaron un estudio en 77 niños con el propósito de identificar la edad ideal para la cirugía, los resultados demostraron que no había diferencias en la tasa de complicaciones cuando los pacientes se operaban antes de 18 meses con respecto a los intervenidos a edades mayores. Se han descrito diversos procedimientos para la corrección del hipospadias. La técnica más Arreola-García J y colaboradores. Complicaciones en la corrección de hipospadias utilizada para los tipos glandelares y coronales es el avance del meato y glandeplastia (MAGPI, por sus siglas en inglés). Este procedimiento no implica la necesidad de uretroplastia.12 De acuerdo con Osama y sus coautores,13 en 1994, Snodgrass describió la incisión y tubularización de la placa uretral (TIP, por sus siglas en inglés) una modificación de la técnica de Thiersch-Dupplay. Estas técnicas requieren un surco uretral ancho, si no se cuenta con esta característica puede usarse tejido no uretral. Si se toma un rectángulo de mucosa pediculada del prepucio para formar la neouretra la técnica se conoce como Onlay.14 En México, reparar el hipospadias antes de los 18 meses de edad es complicado por la gran demanda de atención y resolución de problemas urológicos, la escasez de urólogos pediatras y el diagnóstico tardío. El objetivo de este estudio es determinar si la edad al momento de la corrección del hipospadias es un factor de riesgo de complicaciones. MATERIAL Y MÉTODOS Estudio de cohorte retrospectiva de pacientes con reparación del hipospadias en un tiempo quirúrgico. Para integrar la cohorte se revisaron los expedientes clínicos de pacientes con reparación de hipospadias en un solo tiempo quirúrgico (1 de agosto de 2005 al 28 de febrero de 2012), atendidos por los médicos del servicio de Urología Pediátrica del Hospital Infantil de México Federico Gómez, que es un hospital de tercer nivel de atención, en donde durante el periodo señalado dos médicos cirujanos pediatras con especialidad en urología realizaron las correcciones de hipospadias, asistidos por médicos residentes. Los datos obtenidos fueron: tipo de reparación del hipospadias, edad al momento de la cirugía y complicaciones quirúrgicas. Para su análisis los pacientes se dividieron en dos grupos, con complicaciones y sin éstas en un lapso no mayor a seis meses del postoperatorio. Para determinar si la edad se asociaba o no con la aparición de complicaciones secundarias a la reparación del hipospadias, los pacientes se clasificaron en tres grupos según la edad. El grupo A lo integraron pacientes de 6 a 23 meses, el grupo B pacientes de 24 a 48 meses y el grupo C con mayores de 48 meses. Los datos se presentan con el número de pacientes y porcentajes para las variables cualitativas, mientras que la edad se representa como mediana y rango. Se utilizó la prueba de la χ2 para calcular la diferencia en las variables cualitativas y la prueba de U de Mann-Whitney para muestras independientes para contrastar la edad. La diferencia estadística se consideró significativa con una p ± 0.05. Para determinar si la edad al momento de la cirugía de corrección del hipospadias es un factor de riesgo para complicaciones se estimó el riesgo relativo con intervalos de confianza de 95% para cada grupo. El análisis estadístico se realizó con el software SPSS versión 20 (IBM, USA). RESULTADOS Se incluyeron al estudio 170 pacientes en quienes la incidencia de complicaciones asociadas con la reparación del hipospadias en una fase fue de 24.1%. El hipospadias medio (58.5%) fue la localización más frecuente, y el procedimiento quirúrgico que más se practicó fue el plato incidido y tubularizado (31.6%) (Cuadro 1). La complicación más frecuente fue la fistula uretrocutánea (51.2%) (Cuadro 2). Ningún paciente se operó antes de los seis meses de edad. La mediana de edad en meses de los pacientes con algún tipo de complicación fue de 40.8 (6196), mientras que en el grupo sin complicación fue 37.5 (6-196), Cuadro 1. En este estudio, el grupo de pacientes con corrección del hipospadias antes de los 24 meses fue de 23%, mientras que 33.6% se operó entre los 24 y 48 meses y 43.4% 159 Cirugía y Cirujanos Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Cuadro 1. Características demográficas Con complicación n= 41 Sin complicación n= 129 p 37.5 (6-196) 40.8 (6-196) 0.720a Tipo de hipospadias (%) Anterior Medio Posterior 9 (22.0) 24 (58.5) 8 (19.5) 78 (60.5) 46 (35.7) 5 (3.9) < 0.001b Tipo de cirugía (%) MAGPI TIP T. Duplay Onlay Otra 4 (9.8) 18 (31.6) 10 (24.4) 6 (14.6) 3 (7.3) 67 (51.9) 39 (30.2) 21 (16.3) 2 (1.6) 0 (0) < 0.001b Variable Edad en meses, Mediana (min-máx.) Los valores se presentan como número (%) o mediana (min-máx).a U de Mann-Whitney, b c2. MAGPI, Avance Meatal y Glandeplastia; TIP: plato incidido y tubularizado; T. Duplay, Thiersch-Duplay. Cuadro 2. Frecuencia de complicaciones n= 41 (%) Fístula uretrocutánea Estenosis del meato Dehiscencia Regresión del meato Divertículo uretral Sangrado Cuerda residual 21 (51.2) 8 (19.5) 7 (17.1) 2 (4.9) 1 (2.4) 1 (2.4) 1 (2.4) después de los 48 meses, Figura 1. La edad no se asoció con mayor riesgo de complicaciones, grupo B (RR= 0.975 [IC 95% 0.374-2.547]), y el grupo C (RR= 0.966 [IC 95% 0.386-2.416]) cuando se comparan con el grupo A (Cuadro 3). DISCUSIÓN Los resultados de este estudio sugieren que la edad al momento de la reparación del hipospadias no es un factor de riesgo para complicaciones secundarias al procedimiento quirúrgico. Estos datos coinciden con lo encontrado por Weber y colaboradores,11 quienes no 160 35 30 Frecuencica Tipo de complicación 25 20 15 10 5 0 <1 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 121314 15 16 Edad en años Con complicación Sin complicación Figura 1. Frecuencia de complicaciones por edad. mostraron evidencia para apoyar las recomendaciones relativas a la edad ideal para la reparación del hipospadias. Hayrettin y su equipo, en un estudio restrospectivo con 107 pacientes, concluyeron que la edad no afecta el resultado final de la corrección del hipospadias.12 En una cohorte prospectiva de niños con cirugía de plato incidido y tubularizado con límites de 3 a 144 meses se observaron resultados similares.15 Arreola-García J y colaboradores. Complicaciones en la corrección de hipospadias Cuadro 3. Riesgo relativo de complicaciones asociadas con la edad al momento de la cirugía reparadora del hipospadias (n= 170) Edad Menor de 24 meses De 24 meses a 48 meses Mayor de 48 meses Con complicación n= 41(%) Sin complicación n= 129 (%) Complicaciones RR (IC 95%) 9 (22.0) 18 (43.9) 14 (34.1) 29 (22.5) 56 (43.4) 44 (34.1) 1 0.975 (0.374-2.547) 0.966 (0.386-2.416) Cuadro 4. Estudios previos que exploraron la edad como factor de riesgo de complicaciones postquirúrgicas en la reparación de hipospadias Estudio/lugar Periodo estudiado Edad en meses n Complicaciones (%) Dodson y cols.18/EUA 1979-2002 > 120 meses 31 48 Alta incidencia de complicaciones Hayrettin y cols.12/ Turquía Martínez y cols.16/ Colombia Marroco y cols.17/Italia 1986-2003 1986-2005 1990-2000 6-156 12-168 media de 43.5 ± 36 107 207 693 25.2 6.49 ND ND Menor tasa complicaciones en niños menores de 12 meses Bush y cols.15/ EUA Weber y cols.11/Suiza Este estudio México 1999-2011 1991-2005 2005-2012 3-144 72-204 6-196 669 77 170 11.5 NR 24.1 ND ND ND Conclusión ND, no hay diferencia en complicaciones con respecto a la edad al momento de la corrección del hipospadias. En Latinoamérica, en un estudio retrospectivo con 207 pacientes se demostró que la edad mayor a 24 meses al momento de la reparación del hipospadias no era un factor de riesgo de aparición de fistulas uretrocutáneas (RR= 0.73 [IC 95% 0.53-1.02]), ni para estenosis (RR= 1.02 [IC 95% 0.6-1.6]).16 En contraste, Marrocco y sus coautores,17 en una serie retrospectiva de 693 pacientes con hipospadias y reparación primaria, observaron más complicaciones en el grupo de niños mayores de 12 meses en comparación con los menores de 12 meses (18.7 vs 3.4%). Dodson y su equipo,18 en 31 pacientes mayores de 120 meses, reportaron una prevalencia de 48% de complicaciones en la corrección del hipospadias: fístula uretrocutánea en 32%. Se trató de estudios descriptivos en los que no calcularon la magnitud de la asociación. La incidencia reportada de complicaciones postoperatorias es de 5 a 54%, la fístula uretrocutánea, la estenosis y los divertículos son las más frecuentes.19 Dos estudios independientes mostraron en población mexicana 36% de incidencia de complicaciones, porcentaje superior al de este estudio. La fístula uretrocutánea es la complicación más frecuente reportada en niños mexicanos con corrección del hispospadias.20,21 Este estudio es el primero que explora la influencia de la edad en las complicaciones derivadas de la corrección del hipospadias en niños mexicanos. 161 Cirugía y Cirujanos CONCLUSIÓN La edad al momento de la corrección en un tiempo quirúrgico del hipospadias no se asocia con complicaciones quirúrgicas. Agradecimientos Osvaldo Daniel Castelán Martínez agradece al CONACYT por la beca número 215637. REFERENCIAS 1. Díaz PM, Meza RV. Cirugía en patología urológica del niño. Introducción a la Pediatría. 7ª edición. México: Méndez Editores, 2007;849. 9. Schultz JR, Klykylo WM, Wacksman J. Timing of Elective Hypospadias Repair in Children. Pediatrics 1983;71:342-351. 10. Perlmutter AE, Morabito R, Tarry WF. Impact of patient age on distal hypospadias repair: A surgical perspective. Urology 2006;68:648-651. 11. Weber DM, Schonbucher VB, Gobet R, Gerber A, Landolt MA. Is there an ideal age for hypospadias repair? A pilot study. J Pediatr Urol 2009;5:345-350. 12. Ozturk H, Onen A, Selcuk Otçu, Kaya M. The outcome of onestage hypospadias repairs. J Pediatr Urol 2005;1:261-266. 13. Sarhan O, Saad M, Helmy T, Hafez A. Effect Suturing Technique and Urethral Plate Characteristics on Complication Rate Following Hypospadias Repair: A Prospective Randomized Study. J Urol 2009;182:682-686. 14. Elder JS, Duckett JW, Snyder HM. Onlay island flap in the repair of mid and distal penile hypospadias without chordee. J Urol 1987;138:376-379. 2. Paulozzi LJ, Erickson JD, Jackson RJ. Hypospadias Trends in Two US Surveillance Systems. Pediatrics 1997;100:831-834. 15. Bush NC, Holzer M, Zhang S, Snodgrass W. Age does not impact risk for urethroplasty complications after tubularized incised plate repair of hypospadias in prepubertal boys. J Pediatr Urol 2013;9:252-256. 3. McLorie G, Joyner B, Herz D, McCallum J, Bagli D, Merguerian P, et al. A prospective randomized clinical trial to evaluate methods of postoperative care of hypospadias. J Urol 2001;165:1669-1672. 16. Martínez Montoya JA, Chams Anturi AA, Contreras Pérez DF. Relación entre algunas técnicas de reparación de hipospadias y complicaciones en el Hospital Universitario San Vicente de Paul 1986-2005. Actas Urol Esp 2008;32:332-340. 4. Shukla AR, Patel RP, Canning DA. Hypospadias. Urol Clin North Am 2004;31:445-460. 17. Marrocco G, Vallasciani S, Fiocca G, Calisti A. Hypospadias surgery: a 10-year review. Pediatr Surg Int 2004;20:200203. 5. Ziada A, Hamza A, Abdel-Rassoul M, Habib E, Mohamed A, Daw M. Outcomes of Hypospadias Repair in Older Children: A Prospective Study. J Urol 2011;185:2483-2486. 6. American Academy of Pediatrics, Section on Urology. Timing of elective surgery on the genitalia of male children with particular reference to the risks, benefits, and psychological effects of surgery and anesthesia. American Academy of Pediatrics. Pediatrics 1996;97:590-594. 7. Manley CB, Epstein ES. Early hypospadias repair. J Urol 1981;125:698-700. 8. Woodhouse CRJ, Christie D. Nonsurgical factors in the success of hypospadias repair. BJU Int 2005;96:22-27. 162 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 18. Dodson JL, Baird AD, Baker LA, Docimo SG, Mathews RI. Outcomes of Delayed Hypospadias Repair: Implications for Decision Making. J Urol 2007;178:278-281. 19. Retik AB, Keating M, Mandell J. Complications of hypospadias repair. Urol Clin North Am 1988;15:223-236. 20. López VV, Sámano J, González RG, Romero MV, Olvera- DJ, Romero TO. Experiencia quirúrgica en hipospadias. Rev Mex Cir Pediatr 2001;8:75-77. 21. Espinosa GB, Muñoz IE, Torres ME. Tratamiento de hipospadias; experiencia clínica en cinco años. Rev Mex Urol 2010;70:152-156. Artículo original Cir Cir 2014;82:163-169. Plasma rico en plaquetas versus paracetamol oral para el tratamiento de la osteoartrosis temprana de rodilla. Estudio preliminar RESUMEN Carlos Acosta-Olivo1 Francisco Esponda-Colmenares1 Félix Vilchez-Cavazos1 Jorge Lara-Arias2 Oscar Mendoza-Lemus1 Tomás Ramos-Morales1 Departamento de Ortopedia y Traumatología Banco de Hueso y Tejidos Hospital Universitario Dr. José E. González Universidad Autónoma de Nuevo León. Monterrey, NL. México 1 2 Antecedentes: la osteoartrosis se caracteriza por dolor, rigidez articular y crepitación, con datos radiológicos específicos. El dolor se controla con analgésicos y antiinflamatorios no esteroides. En la actualidad, el plasma rico en plaquetas es una alternativa de tratamiento de esta enfermedad. Objetivo: comparar el efecto del plasma rico en plaquetas versus paracetamol en el tratamiento de pacientes con osteoartrosis de rodilla grado I. Material y métodos: ensayo prospectivo y experimental en el que se estudiaron 42 pacientes que se asignaron al azar a dos grupos. Al grupo 1 (experimental) se le indicaron 5 mL de plasma rico en plaquetas, en dos aplicaciones; el grupo 2 (control) se trató con 1 g de paracetamol oral cada 8 horas durante 30 días. Ambos grupos recibieron terapia física supervisada, con un tiempo de seguimiento total de seis meses. Para determinar las concentraciones de sangre periférica se tomaron muestras de IL-1β, TNF-α y TGF-β en plasma el día 0 y a los 6 meses. La valoración clínica se realizó con el Knee injury and Osteoarthritis Outcome Score (KOOS) al inicio y mensualmente durante el estudio. Resultados: los resultados de IL-1β y TNF-α no mostraron diferencia significativa entre los grupos tratados con plasma rico en plaquetas y paracetamol. La escala KOOS para el grupo 1 al inicio del tratamiento fue de 30.1 puntos y al finalizar el tratamiento 48.2 puntos, con mejoría clínica de 60%. Conclusiones: los pacientes tratados con plasma rico en plaquetas tuvieron un incremento significativo en las concentraciones séricas de TGF-β1 que se asoció con la mejoría clínica relacionada con el KOOS. Palabras claves: osteoartrosis de rodilla, plasma rico en plaquetas, KOOS, factores de crecimiento. Platelet rich plasma versus oral paracetamol for the treatment of early knee osteoarthritis. Preliminar study ABSTRACT Background: in the treatment of early osteoartrosis, analgesics and non-steroidal anti-inflammatory drugs are frequently used to relieve pain. Currently, platelet rich plasma is used as an alternative in the treatment of osteoartrosis. The aim of this study was to evaluate the www.amc.org.mx Recibido: 12 de julio 2013 Aceptado: 22 de octubre 2013 Correspondencia Dr. Carlos A. Acosta Olivo Servicio de Ortopedia y Traumatología Hospital Universitario Dr. José E. González Av. Madero y Gonzalitos s/n 64460 Monterrey NL, México Tel / Fax: (81) 83476698 dr.carlosacosta@gmail.com 163 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Cirugía y Cirujanos effect of platelet rich plasma compared to paracetamol as a treatment for patients with knee osteoartrosis grade I. Methods: we evaluated 42 patients who were randomized into two groups. Group one was treated with 5 mL of platelet rich plasma in two applications, while group two was treated with 1 gr of oral paracetamol every 8 hours for 30 days. Both patient groups received supervised physical rehabilitation during the 6 month observation period. Peripheral blood samples were taken to measure plasma IL-1β, TNF-α and TGF-β1 levels at day 0 and at 6 months post-treatment. Clinical evaluation was conducted using the KOOS at the start of the study and for every subsequent month during the study period. Results: the Knee injury and Osteoarthritis Outcome Score (KOOS) for group one at the start of the treatment was measured at 30.1 points, whereas at the end, it was measured at 48.2 points, showing a clinical improvement of 60%. There were no statistically significant differences in IL-1β and TNF-α levels between groups treated either with platelet rich plasma or paracetamol. Conclusions: Our patients treated with platelet rich plasma showed a statistically significant increase in the serum levels of TGF-β1, which was associated with an improvement in the clinical evaluation used (KOOS). Key words: Knee osteoarthritis, platelet rich plasma, KOOS, growth factors. ANTECEDENTES La osteoartrosis es una enfermedad articular degenerativa de origen multifactorial.1 La prevalencia es de 4 a 30%, dependiendo de la edad, sexo y la definición de la enfermedad.2 Los factores de riesgo incluyen: obesidad, lesión articular previa, actividad física intensa, osteoartritis de mano e historia familiar de enfermedad.3,4 A pesar de que no es una enfermedad inflamatoria aguda suele ser tratada con antiinflamatorios no esteroides (AINEs) y analgésicos.5 El riesgo de padecer osteoartrosis sintomática en pacientes adultos es de 44.7%, cuando se asocia con obesidad se incrementa su incidencia, incluso se ha relacionado al ejercicio intenso como un factor que puede desencadenarla.6-8 164 Los pacientes con osteoartrosis pueden tener inflamación crónica latente, con concentraciones séricas elevadas de citocinas inflamatorias, como la interleucina-6 (IL-6) y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) como resultado de daño al tejido.9,10 Wassilew y sus colaboradores 11 evaluaron la expresión de metaloproteasas de la matriz extracelular (MMPs) y citosinas proinflamatorias en la sinovial de rodillas con problemas traumáticos y con osteoartrosis no traumática, en sus estudios no encontraron diferencias en la expresión de metaloproteasas de la matriz extracelular, IL-1β o TNF-α entre tejidos sinoviales de pacientes en ambos grupos. La concentración de TNF-α en el tejido sinovial se correlacionó con el tiempo de lesión y el daño condral en pacientes con alteraciones traumáticas de rodilla, de tal manera que la cuantificación de TNF-α Acosta-Olivo C y colaboradores. Osteoartrosis de rodilla tratamiento con plasma rico en plaquetas puede servir para cuantificar el factor de riesgo individual para osteoartrosis. Para el tratamiento de pacientes con osteoartrosis se han descrito múltiples opciones: ácido hialurónico, sulfato de condroitina, antiinflamatorios no esteroides.12-15 En la actualidad para tratamiento de los defectos osteocondrales se utiliza, con buenos resultados, el plasma rico en plaquetas intraarticular.16 El objetivo del trabajo fue: comparar la eficacia del plasma rico en plaquetas intra-articular vs paracetamol oral para el tratamiento de la osteoartrosis temprana (grado I), mediante valoración con la escala clínica Knee Injury and Osteoarthritis Outcome Score (KOOS), y medir las concentraciones séricas del factor de crecimiento TGF-β1 y citosinas proinflamatorias (IL-1β y TNF-α). MATERIAL Y MÉTODOS Estudio prospectivo y experimental al que se incluyeron pacientes mayores de 40 años, sin distinción de género, con dolor de rodilla de tres meses de evolución, sin tratamiento previo, con datos radiográficos de osteoartrosis primaria grado I, según la clasificación de Kellgren y Lawrence.17 Se excluyeron los pacientes con obesidad grado III, IV o mórbida, con deformidades angulares mayores de 15º en varo-valgo, datos de inestabilidad articular, antecedente de artritis séptica de rodilla, enfermedades autoinmunes, enfermedad cerebrovascular o enfermedades malignas, infecciones activas, hemoglobina menor o igual a 11.0 g/dL, defectos en la coagulación, que hubieran recibido tratamiento anticoagulante, corticoesteroide sistémico administrado en los tres meses previos a la visita inicial, cirugía mayor o transfusión de sangre en los dos meses previos, antecedentes de abuso de alcohol o drogas. El estudio fue aprobado por el Comité de Ética de nuestro hospital, todos los pacientes fueron informados del procedimiento y firmaron un consentimiento informado para ser ingresados en nuestro estudio. Los pacientes se asignaron al azar a dos grupos distribuidos con auxilio del programa Alea-T-7/33. El grupo 1 (experimental) recibió plasma rico en plaquetas y el grupo 2 (control) se trató con 1g cada 8 horas de paracetamol oral. Además, ambos grupos recibieron educación al respecto de su enfermedad; se enviaron a terapia física para que realizaran ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular de las extremidades inferiores, supervisado por terapista. Durante la visita inicial se conformó la historia clínica, evaluación del KOOS, radiografías de rodilla con apoyo en dos proyecciones (anteroposterior y lateral). A los pacientes del grupo 1 se les aplicó una inyección intra-articular del plasma rico en plaquetas, en dos ocasiones, con 15 días entre una y otra. En cada visita se les tomó una muestra de 60 cc de sangre total de la vena basílica o antecubital del miembro superior que se procesó con el sistema GPS® III Platelet Concentrate Separation Kit with ACD-A (Biomet®, USA). Después de procesar las muestras se aplicó la inyección intra-articular del plasma rico en plaquetas, previa asepsia de la región de la rodilla, y en condiciones estériles, en la esquina supero-lateral de rodilla, se aplicaron 5 mL. Los pacientes se dejaron en reposo relativo durante 24 horas, a ese término reiniciaron sus actividades diarias conforme las toleraron, después los ejercicios de rehabilitación indicados. El grupo 2 recibió 1g de paracetamol cada 8 h por vía oral; la rehabilitación se inició igual que en el grupo 1. La terapia física fue con ejercicios isométricos e isotónicos del muslo, grupos supervisados por un terapista. Los pacientes se evaluaron mediante la Knee Injury and Osteoarthritis Outcome Score (KOOS), 165 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Cirugía y Cirujanos al inicio del tratamiento y mensualmente hasta el final del estudio. Esta escala valora pacientes jóvenes con lesión de rodilla de corta o larga evolución, se divide en cinco subescalas: dolor, otros síntomas, deporte y actividades recreativas, actividades de la vida diaria, y calidad de vida.18 Detección sérica de IL-1β, TNF-α y TGF-β Para la detección y el análisis cuantitativo de las proteínas IL-1β, TNF-α y TGF-β en plasma, se extrajeron 20 mL de sangre periférica, se utilizó el sistema de arreglos en suspensión Bio-Plex® (Bio-Rad Laboratories, Inc. California USA), que consiste en la combinación de técnica de ELISA y citometría de flujo; en la primera se atrapa una proteína entre dos anticuerpos específicos que se unen mutuamente en sitios exclusivos de la proteína y en la segunda se separan y cuantifican las células marcadas con fluorocromos, a partir de una mezcla. El análisis estadístico se realizó con la prueba t de Student y análisis de varianza (ANOVA). Los datos se analizaron con el programa STATAIC-10-2008. RESULTADOS En la evaluación inicial de los pacientes no se encontró diferencia significativa entre ambos grupos, el valor promedio del grupo 1 fue de 30.1 puntos (± 13.8), en el grupo 2 de 28.7 puntos (± 13.0). En la valoración del segundo mes, el grupo 1 tuvo un valor promedio de 41.3 puntos (± 17.8), y el grupo 2 de 36.3 puntos (± 11.4) (p= 0.03). Los resultados obtenidos al cuarto mes de tratamiento mostraron una diferencia significativa entre ambos grupos; el valor promedio para el grupo 1 fue de 51.2 puntos (± 15.4), y para el grupo 2 de 42.2 puntos (± 14.7) (p= 0.008). Los resultados al final del estudio mostraron diferencias significativas a favor del grupo 1, con valores 166 de 48.2 puntos (± 15.0) vs 41.3 puntos (± 22.0) (p= 0.0008) del grupo 2. Concentraciones séricas de TGF-β, IL-1β y TNF-α Al inicio del estudio el valor promedio de TGF-β1 de los pacientes del grupo 1 (plasma rico en plaquetas) fue de 13.9 pg/mL (± 12.7) y en el grupo control la concentración fue de 27.9 pg/mL (± 10.3). Durante la evaluación al final del estudio el grupo que recibió plasma rico en plaquetas tuvo un valor de 29.3 pg/mL ( 7.5) (p= 0.003); en tanto que el grupo control tuvo un valor promedio de 29.1 pg/mL (± 6.3) (Cuadro 1). Los valores obtenidos de IL-1β antes del tratamiento del grupo 1 fueron: 1.54 pg/mL (± 2.4), y al finalizar: 1.07 pg/mL (± 1.5). El grupo 2 obtuvo valores iniciales de 0.96 pg/mL (± 1.2) y al final 1.46 pg/mL (± 2.7). Los valores de TNF-α en el grupo 1 fueron: 3.21 pg/mL (± 0.8) y al término 5.03 pg/mL (±1.4); en el grupo 2 el valor inicial fue: 3.53 pg/mL ( 1.3) y al final 5.83 pg/ mL (± 1.7), sin ser estadísticamente significativo (Cuadro 1). DISCUSIÓN El plasma rico en plaquetas es la porción de una fracción del plasma autólogo que contiene altas concentraciones de plaquetas y proteínas secretoras. Un estudio piloto, realizado por Sampson y colaboradores,19 reportó la evaluación de 14 pacientes con osteoartritis primaria o secundaria con aplicación de tres inyecciones intra-articulares de plasma rico en plaquetas. Los investigadores midieron la escala de KOOS por un año, y no encontraron efectos adversos con este tratamiento; también observaron mejoría en los valores medios de puntuación en reposo y en actividades de movimiento y flexión de rodilla. Nuestros resultados para ambos grupos Acosta-Olivo C y colaboradores. Osteoartrosis de rodilla tratamiento con plasma rico en plaquetas Cuadro 1. Valores obtenidos de TGF-β1, IL-1β y TNF-α al inicio del tratamiento y al final (6 meses). Los valores se muestran en pg/mL, con su desviación estándar Valor inicial Valor final TGF-β1 IL-1β TNF-α Control PRP Control PRP Control PRP 27.9 (10.3) 29.1 (6.3) 13.9 (12.7) 29.3 (7.5) 0.96 (1.2) 1.46 (2.7) 1.54 (2.4) 1.07 (1.5) 3.53 (1.3) 5.83 (1.7) 3.21 (0.8) 5.03 (1.4) (p= ns) (p= 0.003) (p= ns) (p= ns) (p= ns) (p= ns) Abreviaturas: PRP= plasma rico en plaquetas, TGF-β1= factor transformador de crecimiento-beta 1, IL-1β= interleucina 1beta, TNF-α= factor de necrosis tumoral-alfa, ns= no significativa. siguieron un comportamiento semejante en periodos de mejoría, que fue al segundo mes, y posteriormente al cuarto mes, experimentaron una disminución importante de los síntomas al evaluarlos con la KOOS, al final del estudio ambos grupos tuvieron mejores puntuaciones promedio que al inicio. La respuesta al TGF-β parece tener relación con la edad y un cambio en la señal de este factor de crecimiento puede jugar un papel decisivo en las enfermedades relacionadas con la edad. Diversos reportes indican que los condrocitos de cartílago con osteoartrosis, también expresan factores anabólicos como TGF-β.20,21 Está demostrado que las células cartilaginosas de ratones jóvenes sintetizan proteoglicanos como respuesta al estímulo del TGF-β.22 Anitua y colaboradores23 estudiaron a 63 pacientes para observar la relación entre las concentraciones de factores de crecimiento y grado radiográfico y encontraron una relación directa y significativa entre las concentraciones de marcadores anabólicos, como TGF-β, con el grado de severidad radiográfica. Nelson y su grupo24 estudiaron pacientes para saber si el TGF-β1 sérico que predice la incidencia o la progresión de osteoartrosis de cadera o rodilla, realizaron mediciones en 330 pacientes de más de 45 años de edad y no encontraron relación entre la incidencia y progresión de la osteoartrosis radiográfica, osteofitos y disminución del espacio articular con la concentración sérica de TGF-β1. En nuestro estudio encontramos un aumento significativo en la expresión de TGF-β en los pacientes que recibieron plasma rico en plaquetas, contrario a los pacientes tratados con paracetamol oral. Los condrocitos de cartílago lesionado por osteoartrosis pueden estimularse con citosinas catabólicas para liberar productos de degradación y ocasionar un severo daño articular. La IL-1 es la principal citosina mediadora de daño articular que interviene en el proceso inflamatorio en pacientes con osteoartrosis, que estimula a los condrocitos para producir colagenasas que degradan las fibras de colágeno y agrecandos.25 Además de las áreas fibriladas, el cartílago proximal a las lesiones macroscópicas de osteoartrosis también expresa altas concentraciones de IL-1α y β, en comparación con los condrocitos de cartílago normal, de tal manera que las células cartilaginosas de los pacientes con osteoartrosis son más sensibles a la acción de la IL-1.26,27 En este estudio no hubo un cambio significativo en las concentraciones de IL-1β entre los grupos tratados con plasma rico en plaquetas o paracetamol. Van Buul y colaboradores28 reportaron que al administrar plasma rico en plaquetas a condrocitos osteoartrósicos cultivados in vitro ante IL-1β, disminuyó el efecto inhibitorio que mantenía la IL-1β en la expresión de ColA1 y ACA. Se concluye que el plasma rico en plaquetas disminuye los múltiples efectos de IL-1β en condrocitos humanos artrósicos. Además de IL-1β, el TNF-α es una citosina proinflamatoria que influye en la degradación de la matriz extracelular del cartílago articular.29 Wu y 167 Cirugía y Cirujanos colaboradores30 evaluaron la función del plasma rico en plaquetas en las citosinas inflamatorias en un modelo de osteoartrosis in vitro, y administraron IL-1β (10 ng/mL) más TNF-α (20 ng/ mL) y observaron una disminución significativa de moléculas de degradación sintetizadas por el estímulo de ambas citosinas al administrar plasma rico en plaquetas. Sin embargo, en otro estudio se encontró que el plasma rico en plaquetas concentrado en leucocitos, incrementó la expresión génica de IL-1β y TNF-α en tendones normales de equino; en tanto que el plasma rico en plaquetas bajo en leucocitos, tuvo una expresión génica optima, con baja expresión de genes catabólicos.31 Nuestros resultados ponen de manifiesto el incremento en la determinación sérica de TNF-α, en ambos grupos de pacientes, aunque no fue estadísticamente significativo. Esto podría explicarse porque el grupo que recibió plasma rico en plaquetas, también de una alta concentración de leucocitos, mientas que el grupo control tuvo una degradación cartilaginosa asociada con ese incremento en esa citosina. La aplicación de plasma rico en plaquetas se ha asociado con inflamación articular y dolor leve, que suele ser pasajero y durar alrededor de unos cuantos días,32-34 debido a la liberación de los factores de crecimiento que ocasiona una respuesta inflamatoria leve, y por la expansión del espacio articular sinovial, debido al volumen del plasma rico en plaquetas aplicado.34 El nivel de degeneración articular también influyó en la evolución clínica en todo el seguimiento, con mejores resultados para estadios tempranos de degeneración articular. Además, hubo más dolor e inflamación articular en los pacientes con aplicación de plasma rico en plaquetas.33 CONCLUSIÓN Los pacientes tratados con plasma rico en plaquetas tuvieron un incremento significativo en la detección de TGF-β1, asociado con mejoría de 168 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 la escala de valoración clínica (KOOS); no se encontró disminución en la expresión de citosinas inflamatorias (IL-1β). El tratamiento con plasma rico en plaquetas es una opción para pacientes con osteoartrosis de rodilla temprana (estadio 1), que debiera ser con baja concentración de leucocitos para evitar posibles efectos adversos y expresión génica de citosinas proinflamatorias. Sin embargo, es necesario realizar estudios que analicen los biomarcadores anabólicos y catabólicos en el líquido articular. REFERENCIAS 1. Felson D, Lawrence RC, Dieppe PA, Helmick CG, Jordan JM, Kington RS, et al. Osteoarthritis: New Insights. Part 1: The Disease and Its Risk Factors. Ann Intern Med 2000;133:635646. 2. Lanyon P, O´Reilly S, Jones A, Doherty M. Radiographic assessment of symptomatic knee osteoarthritis in the community: definitions and normal joint space. Ann Rheum Dis 1998;57:595-601. 3. Felson DT, Zhang Y, Hannan MT, Naimark A, Weissman B, Aliabadi P, et al. Risk factors for incident radiographic knee osteoarthritis in the elderly. The framingham study. Arthritis Rheum 1997;40:728-733. 4. 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Evaluación de la adquisición de habilidades psicomotrices básicas en procedimientos laparoscópicos en estudiantes de pregrado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima Emilio Prieto-Díaz-Chávez1 José Luís Medina-Chávez1 Rafael Martínez-Lira1 Rebeca Millán-Guerrero2 Clemente Vázquez-Jiménez3 Benjamín Trujillo-Hernández1 Departamento de Educación y Técnica Quirúrgica, Facultad de Medicina Universidad de Colima Colima, México 2 Unidad de Investigación en Epidemiología Clínica Hospital General Zona y Medicina Familiar 1 Instituto Mexicano del Seguro Social Colima, México 3 Facultad de Medicina y Centro Universitario de Investigaciones Biomédicas Universidad de Colima, México 1 RESUMEN Antecedentes: la educación basada en competencias señala que el estudiante debe dominar tres rubros: saber, saber hacer y ser. El primero se refiere al conjunto de conocimientos teórico-prácticos, el segundo a las habilidades psicomotrices y el tercero al comportamiento profesional. El estudiante de Medicina adquiere las primeras destrezas en cirugía laparoscópica a través de modelos animales y simuladores virtuales. Sin embargo, no hemos evaluado la trascendencia de esta capacitación. Objetivo: evaluar en alumnos de pregrado las destrezas en cirugía laparoscópica obtenidas después de un curso con un simulador virtual. Material y métodos: estudio de investigación educativa, analíticocomparativo efectuado como parte de las actividades del programa de Aprendizaje Basado en Problemas de la asignatura de Educación y Técnica Quirúrgica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima. Resultados: todos los participantes alcanzaron en el simulador un mejor nivel durante la tarea 1 después de tres repeticiones (p= 0.001). En la evaluación de la calificación final de los alumnos se observaron diferencias significativas en las medias que fueron más bajas durante la evaluación inicial (8.60 ± 0.76) en comparación con la final (8.96 ± 0.58) p= 0.001. Conclusiones: la adquisición de habilidades en el simulador es más prolongada y al final es superior a la adquisición de habilidades basada en el método tradicional; demuestra que conduce a la adquisición de competencias que favorecen la transferencia de habilidades al entorno quirúrgico Palabras clave: habilidades básicas, competencias, cirugía laparoscópica. 170 Recibido: 13 de mayo 2013 Aceptado: 26 de noviembre 2013 Correspondencia Dr. Emilio Prieto Díaz Chávez. Corregidora 380 28030 Colima, Colima, México Tel. y Fax: +52 (312) 3144404 epdch@hotmail.com www.amc.org.mx Prieto-Díaz-Chávez E y colaboradores. Evaluación de habilidades básicas en cirugía laparoscópica Psychomotor skills assessment in basic procedures of laparoscopic surgery in undergraduate medical students at the School of Medicine of the University of Colima ABSTRACT Background: The changes in recent decades in the training of medical student seem to agree that the educational model for professional skills is most appropriate. The virtual simulator translates skills acquired the operating room, in the Faculty of Medicine of the University of Colima noticed the need to prepare the students of pregrade transferring surgical trainees’ skills in basic laparoscopic activities that require a simple cognitive effort. Objective: The hypothesis in this study was to evaluate the acquisition of skills in laparoscopic simulator in students of pregrade. Methods: Educational research, analytical comparison, which was conducted within the activities of the program of Problem Based Learning in the program of Education and Surgical Technique, Faculty of Medicine of the University of Colima. Results: All participants in the simulator achieved a significantly better during the task one after three repetitions (p= 0.001). The evaluation of final students calcification, we observed significant differences in means being lower during the initial assessment (8.60 ± 0.76) compared to the end (8.96 ± 0.58) p= 0.001. Conclusions: The acquisition of skills in the simulator is longer but at the end is better than the acquisition of skills from the traditional method, showing that leads to the acquisition of skills that promote the transfer of skills to the surgical environment. Key words: Basic skills, competencies, laparoscopic surgery. ANTECEDENTES En la última década, el paradigma de formación del estudiante de Medicina en el sistema educativo mexicano ha experimentado cambios significativos. El cambio de modelo educativo por competencias profesionales parece ser el más apropiado para los alumnos y las exigencias de aprendizaje de hoy.1,2 Este modelo ofrece una alternativa a la práctica educativa tradicional y se basa en una propuesta epistemológica opuesta. 171 Cirugía y Cirujanos La introducción de la cirugía laparoscópica, o mínimamente invasiva, ha cambiado la forma en que los pacientes prefieren ser operados, y los cirujanos la manera de realizarla. En un esfuerzo por mejorar la enseñanza quirúrgica y siguiendo el ejemplo de otras disciplinas, como la aviación,3 una de las preocupaciones de las universidades es que los alumnos adquieran las destrezas en diferentes tipos de procedimientos quirúrgicos en modelos animales y simuladores. Los formadores de recursos humanos hemos adoptado la simulación laparoscópica con el propósito de mejorar el rendimiento de los estudiantes antes de ingresar a un escenario clínico en los hospitales. Está demostrado que un simulador de realidad virtual es lo suficientemente sensible para distinguir entre los diferentes niveles de habilidades psicomotoras adquiridas por un cirujano, y puede ser una herramienta útil para evaluar la curva de aprendizaje4-7 mediante escalas métricas sencillas, y la retroalimentación de errores, y de desempeño que facilitan su valoración.8 Desde hace siete años, en la asignatura de Técnica Quirúrgica impartida en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima se inició la capacitación del alumnado en técnicas laparoscópicas en simuladores. Sin embargo, no hemos evaluado la repercusión de esta capacitación en las habilidades psicomotrices de los alumnos. Por lo anterior efectuamos el presente estudio cuyo objetivo principal fue evaluar las destrezas obtenidas después de un curso de un año con un simulador de cirugía laparoscópica. MATERIAL Y MÉTODOS Estudio descriptivo efectuado en alumnos del sexto y séptimo semestres de las asignaturas de Educación y Técnica Quirúrgica, del laboratorio de adiestramiento del Centro de Realidad Virtual de la Facultad de Medicina de la Universidad 172 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 de Colima (enero 2006- 31 julio de 2009). Los alumnos fueron sus propios controles. El estudio fue aprobado por el Comité Local de Investigación. Todos los alumnos carecían de conocimientos de cirugía laparoscópica, y tres profesores expertos en cirugía laparoscópica, con más de 10 años de experiencia en el campo, impartieron los conocimientos teórico-prácticos de la técnica dos veces por semana con una duración de una hora durante un año. Para la realización de las prácticas en el simulador se utilizó un sistema Procedicus MIST® de Mentice que cuenta con un procesador de cómputo de 200 MHz con 32 Mb de memoria RAM vinculado a una plantilla de dos instrumentos laparoscópicos, en la posición anatómica con 5 grados de libertad. Esto proporciona una exposición en tiempo real de movimientos de los instrumentos que producen una visualización gráfica en un monitor de color de 15 pulgadas. Las tareas del simulador están representadas por un cubo tridimensional y objetos circulares con un diámetro de 12 mm que aparecen al azar dentro del campo operatorio y que pueden ser manipulados y pinzados por el operador. Evaluación. Con el simulador Procedicus MIST® se evaluaron las siguientes tareas básicas: a) Tarea de ubicación de lugar (AP por sus siglas en inglés Acquire place task,) que consiste en registrar un ciclo de repeticiones de movimientos para tomar un objeto y colocarlo en un receptáculo de destino. Esta tarea evalúa el tiempo empleado, comisión de errores y el ahorro de movimientos del instrumento en relación con el objeto destino (Figura 1). b) Contexto de inserción (WI por sus siglas en inglés Withdrawinsert context) es el que registra la habilidad del usuario para tomar un objeto y cambiarlo de mano a la otra pinza simulando la estabilización del cuello de la vesícula (Figura 2). Prieto-Díaz-Chávez E y colaboradores. Evaluación de habilidades básicas en cirugía laparoscópica Figura 1. Tarea de ubicación de lugar (AP). Registrar un ciclo de repeticiones de movimientos para tomar un objeto y colocarlo en uno destino. Figura 3. Transferencia de lugar (TP). Registra la habilidad del usuario de tomar un objeto con una pinza y transferirlo a la pinza opuesta. Figura 2. Contexto de inserción (WI). Registra la habilidad del usuario para tomar un objeto y cambiarlo de una mano a otra (estabilización del cuello de la vesícula). c) Transferencia de lugar (TP por sus siglas en inglés Transfer place), esta tarea evalúa la habilidad del usuario para la manipulación: cómo tomar un objeto con una pinza y transferirlo a la pinza opuesta de la mano contraria; con esa forma virtual se simula la elevación del fondo vesicular hacia el cuadrante superior derecho (Figura 3). d) Diatermia (DT por sus siglas en inglés Diathermy), en la que se registra la habilidad del usuario para aplicar diatermia a un blanco elegido en la superficie de un objetivo (Figura 4). Los alumnos fueron se evaluaron al inicio del sexto semestre (medición basal) y al término del séptimo (evaluación final). Tipos de tareas realizadas Variable dependiente. Competencia clínica de laparoscopia; es decir, grado de dominio de Figura 4. Diatermia (DT). Registra la habilidad del usuario para aplicar diatermia a un blanco elegido. movimientos básicos y dominio de la ausencia de tercera dimensión que minimiza la comisión de errores. Variable independiente. Adiestramiento en simulador de realidad virtual, con insistencia en el dominio de estrategias de participación para el desarrollo de la aptitud clínica, como dominio y economía de movimientos. Instrumento de evaluación. El simulador de laparoscopia es capaz de graficar y cuantificar en forma automática el tiempo promedio de realización de movimientos y el número de errores de 173 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Cirugía y Cirujanos mano derecha, izquierda y de ambas, y valorar cuantitativamente en una hoja de verificación de Excel los niveles de eficiencia alcanzados. ± 0.63 al inicio versus 8.63 ± 1.07 al final, con significación estadística (p= 0.001) e intervalo de confianza de 95% de 5.0 a 10. Para la comparación intergrupal de los resultados iniciales y finales de las medianas globales se utilizó la prueba de Kruskall Wallis Por último, en la evaluación de la calificación final de los alumnos la comparación entre el resultado inicial y final tuvo diferencias significativas en las medias; fueron menores durante la evaluación inicial (8.60 ± 0.76) en comparación con la final (8.96 ± 0.58) con una p= 0.001. RESULTADOS Se evaluaron 425 estudiantes de cuatro generaciones, con un promedio de edad de 22 ± 2.3 años. Todos los participantes alcanzaron en el simulador un nivel significativamente mayor durante la tarea uno (AP) después de tres repeticiones que fue constante y estadísticamente significativo con un valor medio de 47.67 ± 33.4 para la tarea inicial y de 62.2 ± 40.5 para la tarea final. Para facilitar el análisis de todos los resultados estos se transformaron a una escala de 0 a 10; es decir 8.214 ± 1.61 en el grupo inicial vs 9.04 ± 0.85 en el grupo final (p= 0.001) con un intervalo de confianza (IC) de 95% de 4, 10 a 10. En la tarea dos (WI) hubo un rendimiento significativamente mayor en la evaluación final en comparación con su línea de base con calificaciones de 9.21 ± 0.79 vs 8.54 ± 1.05, respectivamente (p= 0.001) con un IC de 95% de 4.75 a 10. En las puntuaciones objetivas alcanzadas para la tarea tres (TP) en los grupos inicial y final durante las pruebas, el valor de p reflejó diferencias entre los grupos en el intervalo, el rendimiento fue significativamente mayor al final con una media de 8.98 ± 0.96 en comparación con la línea inicial con media de 8.32 ± 1.07 (p= 0.001) con IC de 95% de 4.54 a 10. En cuanto al rendimiento de la intervención durante la calificación final de la tarea cuatro (DT) fue mayor que la inicial, con una media de 8.84 174 DISCUSIÓN Por norma, el aprendizaje de la cirugía siempre se ha considerado difícil no sólo para el que aprende sino también para el que enseña.9 Las ventajas potenciales de la adquisición de habilidades psicomotrices básicas en procedimientos laparoscópicos en estudiantes de pregrado han llevado a los profesores de la facultad a diseñar estrategias para el adiestramiento adecuado en este tipo de procedimientos. El aprendizaje quirúrgico tradicional quedó atrás porque el proceso de enseñanza debe ser escalonado y la cirugía en vivo, que pudiera poner en riesgo la seguridad del paciente no permite centrarnos en la adquisición de competencias clave. Proponemos una opción de adquisición de habilidades laparoscópicas básicas fundamentada en una evaluación objetiva con un sistema de cómputo. Los resultados de este estudio confirman la hipótesis de que la transferencia de habilidades en el simulador permite la adquisición de destrezas propias de la cirugía laparoscópica en el entorno clínico. Con nuestros resultados demostramos que el dominio de habilidades por parte de los alumnos principiantes, los lleva a la adquisición de competencias en cirugía laparoscópica en comparación con métodos tradicionales basados en la formación educativa tradicional. Prieto-Díaz-Chávez E y colaboradores. Evaluación de habilidades básicas en cirugía laparoscópica La repetición de tareas se reflejó en mejoría significativa de las habilidades de los alumnos y de las competencias al dominar los movimientos básicos, en ausencia de tercera dimensión que minimiza la comisión de errores. Además, este estudio demostró que con base en indicadores objetivos es posible aprender y mejorar las habilidades psicomotoras de la laparoscopia básica. y menos errores a medida que desarrollan más habilidades básicas en procedimientos laparoscópicos; esto fue comparable con nuestros resultados. Estos hallazgos sugieren que el instrumento de evaluación es confiable para medir las habilidades que los estudiantes adquieren en la realización de procedimientos laparoscópicos básicos en el simulador. Las tareas efectuadas con el simulador fueron sencillas, con sólo cuatro posibles resultados claramente definidos, en comparación con lo reportado en estudios con simuladores MIST.1 Para la realización de una colecistectomía utilizan las seis tareas originales con diferentes niveles de complejidad para enseñar habilidades psicomotoras y manejo de instrumentos laparoscópicos. No se consideraron por el alto nivel de competencia en comparación con los requeridos por los estudiantes de medicina. CONCLUSIONES En nuestro trabajo demostramos que el adiestramiento virtual en simuladores de laparoscopia, como lo refiere Jakimowicz y Jakimowicz10 en su revisión, minimiza el número de errores y movimientos incensarios en los estudiantes. Coincidimos con Aggarwa y colaboradores11 en que a la hora de la exposición en pacientes se cometen menos errores y mejoran los requerimientos profesionales básicos de uniformidad. Esto es lo que se consigue con el adiestramiento laparoscópico desde los niveles de educación de pregrado. Después de la intervención los participantes consiguieron mejor rendimiento, lo que les dará mayor seguridad en el quirófano al iniciar sus prácticas clínicas, en comparación con la falta de capacitación para el dominio inicial de esta competencia. Sereno Trabaldo y su equipo12 demostraron que los individuos adiestrados en simuladores consiguen una mejoría notable en eficiencia La habilidad se adquiere mediante la repetición; en el caso de las habilidades laparoscópicas el método ideal es con simuladores. Estos sistemas debieran estar incluidos en los programas de residencia quirúrgica; en la actualidad es necesario generalizar su práctica a los estudiantes de licenciatura con base en el contacto que tendrán con pacientes a quienes se realizará este procedimiento, cada vez más frecuente entre los médicos internos de pregrado. La formación en el simulador toma más tiempo pero ha demostrado ser superior que la adquisición de habilidades basada en la formación tradicional. En este estudio se demostró que la adquisición de competencias mediante el dominio de las tareas realizadas favorece la transferencia de habilidades al entorno quirúrgico cuando se inicia su práctica clínica. REFERENCIAS 1. Reznick RK, MacRae H. 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Reporte de caso y revisión de la bibliografía Javier Luna-Martínez1 Daniel Molina-Ramírez2 Carlos Javier Mata-Quintero1 Luis Roberto García-Arrona1 Diana Pérez Peña-Rosas3 Erwin Eduardo Mondragón-Pinzón1 Servicio de Cirugía General Servicio de Cirugía de Tórax 3 Servicio de Pediatría Médica Hospital Central Sur de Alta Especialidad, PEMEX México DF 1 RESUMEN Antecedentes: la incidencia de sarcomas de tejidos blandos es de 1.8 a 5 casos por año; 50% aparecen en las extremidades, 40% en el tronco y retroperitoneo. Los liposarcomas primarios de mediastino representan menos de 1% de los tumores mediastinales. 2 Caso clínico: paciente femenina de 53 años de edad, originaria y residente de Tabasco, con antecedente de liposarcoma pleomórfico de mediastino anterior (durante su tercer embarazo) 16 años antes de su ingreso actual; fue tratada en el Instituto Nacional de Cancerología con resección y radioterapia. Acudió a su unidad de adscripción por dolor torácico, tos y expectoración hialina, la trataron como neumonía. Después se agregó disnea de medianos esfuerzos, y edema de miembros pélvicos; con la tomografía computada de tórax se diagnosticó un tumor mediastinal delimitado de 9 × 9 cm; la enviaron a nuestra unidad para su resección. Conclusiones: los liposarcomas representan menos de 1% de los tumores del mediastino, y requieren seguimiento a largo plazo por su alta recidiva después de un largo periodo libre de enfermedad. Palabras clave: liposarcoma mixoide, neoplasia mediastinal. Myxoid liposarcoma of the anterior mediastinum. A case report and bibliography review ABSTRACT Background: Soft tissue sarcomas have an incidence rate of 1.8 to 5 cases per year. Of those cases 50% are located in the extremities and 40% are located in the trunk and retroperitoneum. Primary mediastinal liposarcomas represent less than 1% of mediastinal tumors. Clinical case: A 53 year old female, native and resident of Tabasco, with a history of anterior mediastinal tumor was treated with resection at the National Institute of Cancerology about 16 years ago with histopathological diagnosis of pleomorphic liposarcoma. She started her condition with chest pain, cough and hyaline expectoration, managed as pneumonia in her unit. Other simptoms occured, moderate exertion dyspnea and edema of lower limbs, chest computed tomography prompted for documenting mediastinal tumor measured to be 9 × 9 cm and sent to our unit which is managed with resection. www.amc.org.mx Recibido: 13 de noviembre 2013 Aceptado: 21 marzo 2014 Correspondencia Dr. Erwin Eduardo Mondragón Pinzón Calle Sur 101 B 648 09060 México DF Tel.: (55) 62 79 85 20 erwin_mondragon@hotmail.com 177 Cirugía y Cirujanos Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Conclusion: Liposarcomas represent less than 1% of mediastinal tumors. They require long-term monitoring, given its high recurrence after a long disease-free period. Key words: Myxoid liposarcoma, mediastinal neoplasms. ANTECEDENTES Los sarcomas de tejidos blandos son tumores malignos que aparecen en los tejidos mesodérmicos de las extremidades, tronco y retroperitoneo; su incidencia es de 1.8 a 5 por cada 100,000 casos por año.1 En Estados Unidos, para el año 2012, se estimaron 11,280 nuevos casos y 3,900 muertes por tumores de tejidos blandos.2 En México, en 2006, el registro histopatológico reportó 1595 casos de tumores de tejido conjuntivo y blando, que representaron 1.5% de las neoplasias malignas.3 Los liposarcomas primarios de mediastino (considerados dentro del grupo de los sarcomas de tejidos blandos) representan menos de 1% de los tumores mediastinales, con menos de 150 casos reportados en la bibliografía, de los que la mayoría aparece en el mediastino posterior y sólo se encuentran algunos casos reportados en el mediastino anterior,4 lo que demuestra que son neoplasias poco frecuentes. El 9% de los sarcomas primarios de mediastino corresponden a liposarcomas,5 con edad media de presentación de 43 años.6 La mayoría de los casos se nanifiesta con: disnea, dolor torácico, tos, síntomas constitucionales, y con menor frecuencia signos de obstrucción de vena cava superior, 15% son asintomáticos.7 Las recidivas de este tipo de tumores casi siempre aparecen en los primeros seis meses, pero pueden presentarse incluso después de 20 años de la operación inicial.8 CASO CLÍNICO Paciente femenina de 53 años de edad, originaria y residente del estado de Tabasco. Antecedente 178 de liposarcoma pleomórfico grado III diagnosticado en el Instituto Nacional de Cancerología a la edad de 37 años durante el curso de su tercer embarazo, de 24 semanas de gestación. En el puerperio fue tratada con toracotomía posterolateral izquierda y teleterapia con dosis total de 56 Gy, por invasión a menos de 1 cm de uno de los límites quirúrgicos. Con seguimiento anual los últimos 16 años, y última consulta en 2012 en el Instituto Nacional de Cancerología. El padecimiento actual se inició un año antes con: dolor torácico, tos y expectoración hialina diagnosticada y tratada como neumonía en su unidad de adscripción (Hospital Regional Villahermosa de Petróleos Mexicanos). Cuatro meses antes de ingresar a nuestro hospital se agregó: disnea de medianos esfuerzos y edema de miembros pélvicos. Los estudios de imagen documentaron un tumor mediastinal, que fue el motivo de envío a nuestro hospital (Central Sur de Alta Especialidad de PEMEX) para programación de la resección del tumor mediastinal. A su ingreso estaba en buenas condiciones generales con escala ECOG de 0, peso de 86 kg, y talla 1.42 m. La tomografía computada tóracoabdominal evidenció un tumor en el mediastino anteroinferior izquierdo bien definido y delimitado, redondeado, con diámetros de 91 × 90 × 90 mm, de aspecto heterogéneo que desplazaba al corazón en sentido cefálico, al estómago en sentido posterior, y al diafragma ipsilateral en sentido inferior; que refuerza discretamente tras la administración del medio de contraste, con densidades de entre 7 a 23 UH (Figuras 1 y 2). El reporte de la resonancia magnética fue: tumor Luna Martínez J y colaboradores. Liposarcoma de mediastino anterior 1 2 Figura 1 y 2. Tomografía computada tóraco-abdominal, cortes axial y coronal. Se observa un tumor redondeado, bien definido y delimitado de 91 × 90 × 90 mm, heterogéneo, con densidades de 7 a 23 UH (flecha blanca), desplaza al corazón en sentido cefálico (flecha negra), al estómago en sentido posterior, y al diafragma ipsilateral en sentido inferior. de mediastino inferior izquierdo con múltiples septos internos y tenue realce, tras la adminis- tración de contraste endovenoso de 99 × 92 mm que comprime extrínsecamente al ventrículo izquierdo de 99 × 92 mm (Figura 3). Se le tomó una tomografía por emisión de positrones para descartar actividad tumoral a distancia; esto porque al momento del ingreso no tuvo un reporte histopatológico del tumor inicial resecado en el Instituto Nacional de Cancerología. El reporte oficial indicó: actividad tumoral intratorácica con probable infiltración al pericardio, pleura, ganglios de la unión esofagogástrica y retrocrurales, sin datos de actividad tumoral a distancia (Figura 4). Los estudios de laboratorio del 28 de mayo de 2012 reportaron: biometría hemática con leucocitos 10.37 mil/μl, hemoglo- Figura 3. Resonancia con gadolinio en el que se identifica al tumor de mediastino inferior izquierdo con múltiples septos internos, y tenue realce tras la administración de contraste endovenoso con diámetros de 99 × 92 mm (flecha negra) que condiciona compresión extrínseca del ventrículo izquierdo (flecha blanca). 179 Cirugía y Cirujanos Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 transaminasa glutámico oxalacética 68 UI/L, transaminasa glutámico pirúvica 71 UI/L, deshidrogenasa láctica 541 UI/L. Con los resultados de imagen se programó para cirugía y se realizó esternotomía media y se encontró un tumor de 10 × 9 cm (Figuras 5 y 6) que se resecó y envió a patología para el diagnóstico definitivo. El reporte histopatológico fue de: liposarcoma mixoide de bajo grado de 10 cm de diámetro, 3 ganglios linfáticos con hiperplasia mixta. La paciente ingresó a la unidad de cuidados intensivos para vigilancia postquirúrgica con evolución adecuada y por mejoría egresó y fue enviada a Oncología para su seguimiento. DISCUSIÓN Figura 4. Tomografía por emisión de positrones, imagen en corte coronal. Se observa actividad tumoral intratorácica con probable infiltración al pericardio, pleura, ganglios de la unión esofagogástrica y retrocrurales, sin datos de actividad tumoral a distancia. bina 15.44 g/dL, hematócrito 48.56%, plaquetas 240,000 mm3, glucosa 93 mg/dL, BUN 22, urea 47.1 mg/dL, creatinina 0.74 mg/dL, sodio 133 mEq/L, potasio 4.3 mEq/L, cloro 93 mEq/L, 180 Los tumores primarios de mediastino son neoplasias poco frecuentes y los liposarcomas de mediastino anterior, de acuerdo a Klimstra y sus colaboradores,6 son más comunes a los 43 años; puesto que sus síntomas son inespecíficos se dificulta su diagnóstico; algunas manifestaciones son: disnea, tos y dolor torácico.7 Los hallazgos predominantes de estos tumores en la radiografía de tórax convencional son: ensanchamiento de mediastino, desviación de la tráquea y vasos. En la tomografía y resonancia magnética se identifican tumores grasos heterogéneos que varían de apariencia, dependiendo de su contenido de tejido graso, bandas fibrosas y componentes sólidos. Estos últimos disminuyen luego de la administración de contraste.7 Valores entre 50 y 150 unidades Hounsfield en la tomografía computada apoyan la existencia de tejido compuesto por grasa, mientras que en la resonancia magnética la intensidad de la señal se muestra aumentada en T1 y disminuye en T2, por lo que entre los diagnósticos diferenciales se encuentran: lipoma, teratoma, timolipoma, linfoma e incluso grasa preperitoneal herniada.2 Luna Martínez J y colaboradores. Liposarcoma de mediastino anterior Figura 5. Esternotomía media, se aprecia el ventrículo izquierdo (flecha negra) desplazado por un tumor heterogéneo de consistencia firme. Figura 6. Pieza quirúrgica de tumor ovoide, de superficie irregular, lobulado, de consistencia firme de 10 × 9 cm en sus diámetros mayores. El tratamiento óptimo de estas neoplasias consiste en la excéresis quirúrgica con márgenes negativos. La radioterapia y quimioterapia pueden administrarse como terapia adyuvante; sin embargo, se ha reportado que estos tumores tienen baja sensibilidad. con reporte histopatológico de liposarcoma pleomórfico grado III, que aparece después de 16 años del tratamiento inicial de un tumor de mediastino anterior con reporte histopatológico de liposarcoma mixoide de bajo grado. Los síntomas, hallazgos radiológicos y comportamiento del tumor de nuestra paciente coinciden con lo reportado en la bibliografía y resulta de interés para la comunidad médica para insistir en la necesidad de seguimiento continuo en este tipo de tumores en los que la recidiva es alta y, aunque la mayoría ocurre en los primeros seis meses, puede retrasarse 5 a 10 años, o incluso de acuerdo a lo reportado por Matsubara y colaboradores8 después de 20 años de la operación inicial en la que se ha relacionado con una escisión incompleta.2 El caso expuesto es de interés por los antecedentes de nuestra paciente y la posibilidad de comparar en los diferentes estudios de imagen las características de esta patología, lo que no se encontró en ningún artículo de la bibliografía consultada. CONCLUSIONES Se reporta el caso de una paciente con antecedente de resección del tumor mediastinal 181 Cirugía y Cirujanos Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Referencias 1. 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Recurrent Mediastinal Liposarcoma Twenty Years after the Initial Operation: Case Report. Ann Thorac Cardiovasc Surg 2007;13:407-409. Caso clínico Cir Cir 2014;82:183-187. Churg-Strauss manifestación abdominal RESUMEN Antecedentes: la enfermedad de Churg-Strauss es poco común, idiopática, caracterizada por hipereosinofilia en sangre y tejidos, aunada a vasculitis sistémica en pacientes con antecedentes de asma o rinitis alérgica. Las manifestaciones gastrointestinales del síndrome de Churg Strauss se caracterizan por dolor abdominal, seguido de diarrea y hemorragia en 31-45% de los casos. Roberto Suárez-Moreno Luis Virgilio Ponce-Pérez Miguel Ángel Margain-Paredes Heriberto Garza-de la Llave Mario Madrazo-Navarro Arturo Espinosa-Álvarez Cirugía General Hospital Ángeles Metropolitano México DF Caso clínico: paciente masculino con antecedente de asma que acudió a consulta por abdomen agudo con probable apendicitis aguda; durante el protocolo de estudio se diagnosticó síndrome de Churg Strauss, con manifestaciones intestinales. Conclusión: el síndrome de Churg Strauss es una vasculitis poco frecuente que puede manifestarse con síntomas intestinales, como en este caso; es importante tenerlo en mente a la hora de los diagnósticos diferenciales. Existen pocos reportes con este síndrome asociado con abdomen agudo, todos ellos con mal pronóstico. Palabras clave: síndrome de Churg Strauss, vasculitis necrotizante, vasculitis intestinal. Churg-Strauss abdominal manifestation ABSTRACT Background: Churg-Strauss is a rare, idiopathic, hypereosinophilic disease characterized by blood, tissue, and systemic vasculitis in patients with a history of asthma or allergic rhinitis. Gastrointestinal manifestations of Churg Strauss appear in a 31-45% of the patients according to some series of studies, abdominal pain being the most frequent symptom followed by diarrhea and bleeding. Clinical case: Male patient with a history of asthma who presents abdominal pain apparently due to acute appendicitis. During the hospital stay the study protocol is complemented, confirmating the diagnosis of Churg Strauss syndrome with intestinal manifestations. Conclusion: Churg Strauss syndrome is a rare vasculitis that may present with intestinal manifestations so it is important to take into consideration the differential diagnosis. There are few cases in the literature associated with this syndrome and acute abdomen, all of them on the poor prognosis of this association. Key words: Churg Strauss syndrome, necrotizing vasculitis, intestinal vasculitis. www.amc.org.mx Recibido: 10 de septiembre 2012 Aceptado: 25 de marzo 2013 Correspondencia Dr. Luis Virgilio Ponce Pérez Tlacotalpan 59 Consultorio 310 Torre Diamante 06760 México DF Tel.: 52651800 ext.: 4310 kamelv@hotmail.com y drlvponce@hotmail.com 183 Cirugía y Cirujanos Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 ANTECEDENTES previo al ingreso hospitalario inició con petequias en la región inguinal bilateral, y aumento de volumen testicular que desaparecieron progresivamente con tratamiento médico. Cuando ingresó al hospital tenía un dolor abdominal localizado en la fosa iliaca derecha, de intensidad 9/10, acompañado de náusea, vómito de contenido gastrobiliar, evacuaciones diarreicas con pujo y tenesmo. En la exploración física el paciente se encontró diaforético, con taquicardia 100 y taquipnea 25 por minuto, hipoventilación bibasal pulmonar, abdomen distendido, a la palpación dolor en las fosas iliacas (con predominio derecho), y en punto de Mc Burney, signo de Von Blumberg dudoso. La granulomatosis alérgica, angeítis y vasculitis necrotizante con eosinofilia periférica (o síndrome de Churg-Strauss) es una enfermedad poco común, idiopática, caracterizada por hipereosinofilia en sangre y tejidos, aunada a vasculitis sistémica en pacientes con antecedentes de asma o rinitis alérgica.1 La lesión clásica descrita por Churg y Strauss es el granuloma alérgico, aunque su ausencia no excluye el diagnóstico.2 El síndrome de Churg-Strauss se manifiesta con una amplia gama de síntomas donde el asma afecta a prácticamente a todos los individuos (97%), y puede preceder a la vasculitis incluso en 10 años; 61% de los pacientes tendrán sinusitis; 40% artralgias y 49% cambios en la piel.3 Las manifestaciones gastrointestinales del síndrome de Churg Strauss se manifiestan en 31 a 45% de los pacientes, según algunas series de estudios. El dolor abdominal es el síntoma más referido, luego de la diarrea y hemorragia. Pocas veces es necesaria la intervención quirúrgica; sin embargo, la inflamación intestinal puede originar irritación peritoneal con manifestaciones de abdomen agudo. La dehiscencia de tejidos reparados es una complicación adicional en pacientes quirúrgicos y refleja el estado nutricional, las dosis de esteroides y el efecto inflamatorio sistémico de la vasculitis subyacente.4,5 El objetivo de este estudio es reportar el caso clínico de un paciente con vasculitis intestinal y revisar la bibliografía. CASO CLÍNICO Paciente masculino de 27 años de edad, con antecedente de asma y tratamiento con esteroides y broncodilatadores desde la infancia. Un mes 184 La radiografía de tórax mostró datos de cardiomegalia grado III, hiperclaridad parenquimatosa, aplanamiento del hemidiafragma derecho, rectificación de los arcos costales y aumento de la trama bronquiovascular e infiltrados pulmonares difusos (Figura 1). Las radiografías de abdomen se observaron con niveles hidroaéreos en la fosa iliaca derecha, borramiento del psoas derecho (Figura 2). Hemograma: leucocitosis de 26,000 células por mm3, neutrófilos 58%, linfocitos 17%, eosinófilos 23%. El ultrasonido mostró derrame pleural derecho no cuantificado, vesícula biliar con doble halo y con pared engrosada. En la fosa iliaca derecha se apreció un plastrón dependiente de las asas del intestino fijo. En la tomografía de tórax se corroboró el derrame pleural bilateral moderado y el derrame pericárdico. La tomografía de abdomen corroboró la existencia de un tumor en la fosa iliaca derecha dependiente del ciego, con estenosis de su luz. (Figura 3) En la laparotomía exploradora hubo hallazgos de isquemia en el ciego e íleon terminal y liquido libre en la cavidad peritoneal; se realizó hemicolectomía derecha, con íleo-tranverso y anastomosis. Durante el postoperatorio se complementó el estudio del paciente debido a la aparición de petequias en las extremidades (Figura 4). El ecocardiograma reportó derrame pericárdico global de 1200 cc, Suarez-Moreno R y colaboradores. Churg-Strauss manifestación abdominal Figura 1. Radiografía de tórax con datos de cardiomegalia. Figura 3. Tomografía de abdomen donde se observa un tumor en la fosa iliaca derecha dependiente del ciego. Figura 4. Múltiples petequias en los miembros pélvicos. sin evidencia de taponamiento, fracción de expulsión de 67%. En el perfil inmunológico destacaron las concentraciones de IgE 5, 125, IgG 1028, resto negativos. Al tercer día de postoperatorio sobrevino un estado de choque y datos de abdomen agudo; por eso se le realizó una segunda laparotomía exploradora y se encontró dehiscencia de anastomosis. Se realizó la ileostomía y el cierre distal en la bolsa de Hartmann. Figura 2. Radiografía de abdomen con múltiples niveles hidroaéreos hacia la fosa iliaca derecha. El reporte de histopatológico de la pieza fue de colitis isquémica aguda panmural con datos de trombosis en vasos de pequeño y mediano 185 Cirugía y Cirujanos calibre que afectaba, principalmente, a la pared del ciego; la mucosa del colon ascendente y del íleon terminal con inflamación crónica y aguda moderada inespecífica, congestión vascular y trombosis focal de vasos de pequeño y mediano calibre. La vasculitis mesentérica es una causa rara de isquemia intestinal, que sólo se encuentra en 2% de los casos, casi siempre asociada a lupus, artritis reumatoide, arteritis de células gigantes, granulomatosis de Wegener y síndrome de Churg Strauss. La evolución hospitalaria posterior fue hacia la mejoría, estabilidad hemodinámica, tolerancia de la vía oral, con estoma funcional. Se dio de alta del hospital y el tratamiento posterior fue en conjunto con los médicos del servicio de Reumatología en la consulta externa. Cuatro meses después, con notoria mejoría del estado nutricional, se restituyó el tránsito intestinal, sin complicaciones. El paciente permanece estable, en seguimiento en la consulta externa. Entre las manifestaciones gastrointestinales están: dolor abdominal agudo, evacuaciones sanguinolentas, diarrea y, en ocasiones, náusea y vómito, el intestino delgado es el más afectado.9,10 DISCUSIÓN En 1950 Churg y Strauss publicaron este síndrome en una serie de autopsias de pacientes con asma severa, acompañada de fiebre, hipereosinofilia, síntomas de insuficiencia cardiaca y renal y neuropatía periférica secundaria a vasculitis sistémica.6 El síndrome de Churg Strauss es una vasculitis necrotizante de pequeños vasos (menores a 0.5 mm). La edad media de aparición es 30 años. El dolor abdominal coexiste incluso en 45% de los casos, de causa desconocida.7 En 1990 el Colegio Americano de Reumatología propuso seis criterios para clasificar la enfermedad; para establecer el diagnóstico se necesitan 4 de 6, con sensibilidad de 85% y especificidad de 99.7%: 1) asma, 2) eosinofilia mayor de 10% en diferencial, 3) mono o polineuropatía, 4) infiltrados pulmonares difusos radiológicos, 5) anormalidades en los senos paranasales, 6) biopsia con vasos sanguíneos con eosinófilos extravasculares.3,8 En este caso coexistieron cuatro de los criterios mencionados. 186 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Nuestro paciente tuvo un cuadro clínico de apendicitis aguda; sin embargo, durante la operación se encontró necrosis en el ciego y el apéndice, la isquemia fue secundaria a la vasculitis mesentérica; estos pacientes también pueden cursar con hemorragia o perforación. En pacientes con síndrome de Churg Strauss la angiografía muestra microaneurismas, estenosis y pocas veces arterias trombosadas. La afección gastrointestinal es la principal causa de muerte en el síndrome de Churg Strauss. El dolor abdominal no se asocia con mal pronóstico, pero sí la afección severa gastrointestinal (sangrado, perforación, infarto o pancreatitis). La tasa de supervivencia en pacientes con afección gastrointestinal puede llegar incluso a 43.2% a seis años, en comparación con los pacientes sin afección (78.9%), y la mortalidad en pacientes con abdomen agudo es de 44% en comparación con los que no lo tienen (18%).11 Churg y Strauss encontraron anormalidades miocárdicas en más de 50% de las autopsias, que van desde la sustitución extensa de miocardio por granulomas y de tejido cicatrizante hasta vasculitis en los vasos coronarios.6 El daño miocárdico puede ser causado por mediadores tóxicos liberados por eosinófilos in- Suarez-Moreno R y colaboradores. Churg-Strauss manifestación abdominal filtrantes activados o por lesiones en el miocardio y vasculitis en los vasos coronarios. La miocarditis puede conducir a fibrosis postinflamatoria y la miocardiopatía restrictiva o insuficiencia cardiaca congestiva mientras la vasculitis coronaria puede dar lugar a enfermedad isquémica del corazón. de dehiscencia. En la bibliografía existen pocos casos asociados con este síndrome y abdomen agudo y todos ellos se enfocan en el mal pronóstico de esa asociación. La isquemia intestinal aguda es una urgencia quirúrgica con consecuencias que ponen en peligro la vida. La vasculitis mesentérica es una causa rara de isquemia intestinal y representa 2% de los casos. El síndrome de Churg Strauss junto con artritis reumatoide, esclerodermia, lupus eritematoso sistémico, arteritis de células gigantes, granulomatosis de Wegener son enfermedades sistémicas que en raras ocasiones pueden causar isquemia e infarto intestinal.12 1. Pagnoux C, Guillevin L. Churg-Strauss syndrome: evidence for disease subtypes? Curr Opin Rheumatol 2010;22:21-28. REFERENCIAS 2. Churg J, Strauss L. Allergic Granulomatosis, Allergic Angiitis, and Periarteritis Nodosa, Am J Pathol 1951;27:277-301. 3. Rees J, Burgess P. An Abdominal Presentation of ChurgStrauss Syndrome. Case Reports in Medicine 2010;1-4. 4. Guillevin L, Lhote F, Gayraud M, Cohen P, Jarrousse B, Lortholary O, et al. Prognostic factors in polyarteritis nodosa and Churg-Strauss syndrome. A prospective study in 342 patients. Medicine (Baltimore) 1996;75:17-28. 5. Singh R, Singh D, Abdou N. Churg-Strauss syndrome presenting as acute abdomen: are gastrointestinal manifestations an indicator of poor prognosis? Int J Rheumat Diseases 2009;12:161-165. Es una afección poco frecuente que, cuando se confirma el diagnóstico, es importante dar tratamiento a cada una de sus manifestaciones clínicas. En el caso de pacientes operados deben tenerse en mente los probables riesgos y complicaciones. El reporte histopatológico de la pieza quirúrgica es obligatorio para confirmar el diagnóstico. 7. Berlioz M, Triolo V, Sirvent N, Albertini M. Churg-Strauss syndrome revealed by acute abdominal pain. Pediatric Pulmonology 2001;32:92-94. CONCLUSIÓN 9. Schoretsanitis G, Wakely D, Maddox T, Wastell C. A case of Churg-Strauss vasculitis complicated by small bowel necrosis. Postgrad Med J 1993;69:828-831. El síndrome de Churg Strauss es una vasculitis poco frecuente que puede manifestarse con síntomas intestinales, como en el caso aquí reportado, por lo que es importante tenerlo en mente como parte de los diagnósticos diferenciales. El estado inmunológico del paciente es relevante para la toma de decisiones en casos de perforación intestinal porque existe alto riesgo 6. Churg J, Strauss L. Allergic Granulomatosis, Allergic Angiitis, and Periarteritis Nodosa. Am J Pathol 1951;27:277-301. 8. Masi A, Hunder G, Lie J, Michel B, Calabrese L, Edwoethy S, et al. The American College of Rheumatology criteria for the classification of Churg-Strauss syndrome (allergic granulomatosis and angiitis). Arthritis Rheum 1990;33:1094-1100. 10. Cojocaru M, Cojocaru IM, Silosi I, Vrabie CD. Gastrointestinal Manifestations in Systemic Autoimmune Diseases. J Clinical Med 2011;6:45-51. 11. Reetu S, Dushyant S, Nabih A. Churg-Strauss syndrome presenting as acute abdomen: are gastrointestinal manifestations an indicator of poor prognosis? Int J Rheumat Diseases 2009;12:161-165. 12. Mosley J, Marston A, Buckley G, Fiddian-Green R, Hagland U. Splachnic Ischaemia and Múltiple Organ Failure. Edward Arnold, London, 1989;282. 187 Caso clínico Cir Cir 2014;82:188-194. Coledocolitiasis y embarazo. Tratamiento hibrido laparoendoscópico en una etapa RESUMEN Antecedentes: las complicaciones asociadas con la coledocolitiasis son poco comunes durante el embarazo. Sin embargo, cuando aparecen incrementan la morbilidad y mortalidad para el feto y la madre. David Valadez-Caballero Roberto González-Santamaría Héctor Soto-Mendoza Jorge Alberto Blanco-Figueroa Juan Manuel Flores-Pantoja Servicio de Cirugía de Invasión Mínima y Cirugía Bariátrica Hospital Regional de Alta Especialidad Zumpango, Estado de México Caso clínico: paciente femenina de 25 años de edad, en el segundo trimestre de embarazo. El padecimiento actual lo inició cuatro días previos a su ingreso al hospital, con dolor abdominal en el hipocondrio derecho acompañado de náuseas y vómito. A las 24 horas se agregó ictericia y coluria. A la exploración física se encontró tinte ictérico, dolor en el hipocondrio derecho, sin irritación peritoneal. Útero a nivel de la cicatriz umbilical, sin actividad uterina. Los exámenes de laboratorio mostraron: elevación de bilirrubinas y transaminasas, sin leucocitosis; el ultrasonido reportó producto único vivo intrauterino, con frecuencia cardiaca de 128 latidos por minuto, vesícula biliar con múltiples litos en su interior, colédoco 10 mm y dilatación de vía biliar. Se realizó colecistectomía laparoscópica y colangiografía transoperatoria con colocación de guía transcística para canulación selectiva de la vía biliar. Durante la colangiografía endoscópica transoperatoria se extrajeron algunos litos. La evolución fue satisfactoria, toleró la dieta y fue fue dada de alta del hospital a las 48 horas. Conclusión: en el tratamiento de la coledocolitiasis y embarazo la combinación de laparoscopia y colangiografía endoscópica terapéutica en un solo tiempo es eficaz porque disminuye el riesgo de complicaciones asociadas con la canulación de la vía biliar. Palabras clave: coledocolitiasis, embarazo, colangiografía retrógrada endoscópica, cirugía laparo-endoscópica. Choledocholithiasis and pregnancy. Hybrid laparo-endoscopic treatment in one step ABSTRACT Recibido: 13 de febrero 2013 Background: Complications associated with choledocholithiasis are uncommon during pregnancy. However, when it occurs, the morbidity and mortality related for the product and the mother increses, so a proper treatment is imperative in these patients. Aceptado: 18 de junio 2013 Clinical case: A 25-year-old pregnant woman on her second trimester. The current condition was started four days prior to the hospital admission with abdominal pain in the right upper quadrant with nausea and vomit. 188 Correspondencia Dr. David Valadez Caballero Carretera Zumpango-Jilotzingo 400 55600 Zumpango de Ocampo, Estado de México. Tel.: (55) 46113902 david.valadez@cirugia-laparoscopica.com www.amc.org.mx Valadez-Caballero D y colaboradores. Coledocolitiasis y embarazo Twenty-four hours later jaundice and dark urine is observed. Physical examination shows scleral jaundice, right upper quadrant abdominal pain without peritoneal irritation. Uterus at umbilicus level without uterine activity. Laboratory tests showed elevated bilirubin and transaminases without leukocytosis, ultrasound reported live intrauterine unique product, with a heart rate of 128 beats per minute, Uterus at umbilicus level without uterine activity. Laboratory tests showed elevated bilirubin and transaminases without leukocytosis; ultrasound reported live intrauterine unique product, with a heart rate of 128 beats per minute, gallbladder with multiple images inside that cast acoustic shadowing, and a 10 mm common bile duct dilated bile duct with dilatation of intrahepatic bile ducts. It was perform laparoscopic cholecystectomy with intraoperative cholangiography and placement of a transcystic jaguar guide for selective cannulation of the common bile duct. Intraoperative endoscopic retrograde cholangiopancreatography was performed with endoscopic stone extraction. The outcome was satisfactory with a hospital discharge at 48 hours. Conclusion: Current evidence has shown that the combined use of laparoscopy and therapeutic endoscopic cholangiography in one step is effective for the treatment of choledocholithiasis, decreasing the risk of complications associated with cannulation of the bile duct. Key words: Choledocholithiasis, pregnancy, endoscopic retrograde cholangiopancreatography, laparo-endoscopic surgery. ANTECEDENTES La apendicitis aguda y la colelitiasis sintomática representan urgencias no obstétricas comunes durante el embarazo y son causa de cirugía abdominal en 1 de cada 500-635 mujeres embarazadas.1 La incidencia de cálculos biliares en el embarazo es de alrededor de 4%,2,3 y la coledocolitiasis se asocia con colangitis y pancreatitis. Si bien la pancreatitis durante el embarazo es excepcional (1 caso por cada 1,000-12,000 embarazos),4 66.3% de los casos son de origen biliar y se asocian con: parto prematuro, muerte fetal y admisión a terapia intensiva en 18.6, 4.7 y 2.3%, respectivamente,5 por lo que el tratamiento oportuno es importante. El tratamiento de la coledocolitiasis, mediante colangiografía retrógrada endoscópica preopera- toria seguida de colecistectomía laparoscópica, es seguro y efectivo durante el embarazo;6-8 sin embargo, las complicaciones y riesgos asociados con la colangiografía endoscópica terapéutica permanecen latentes y no existen ensayos clínicos en pacientes embarazadas.9-11 En los últimos años la combinación de laparoscopia y endoscopia en un solo tiempo ha demostrado ser eficaz para tratar a pacientes con coledocolitiasis.12 Esta técnica (laparoendoscópica) es un procedimiento híbrido, que combina la resección de la vesícula biliar por laparoscopia y la extracción de litos mediante endoscopia con canulación selectiva de la vía biliar durante el mismo procedimiento quirúrgico, sin necesidad de equipo adicional distinto al utilizado en esos procedimientos,13 con lo que disminuyen el riesgo y las complicaciones asociadas con la 189 Cirugía y Cirujanos canulación tradicional de la vía biliar mediante colangiografía retrógrada endoscópica.14 Se reporta el caso de una paciente embarazada con diagnóstico de coledocolitiasis, llevada a cirugía hibrida laparoendoscópica. CASO CLÍNICO Paciente femenina de 25 años de edad, con embarazo de evolución normal, de 18.5 semanas de gestación, con adecuado control prenatal previo a su ingreso. El padecimiento actual lo inició cuatro días previos a su ingreso al hospital, con un cuadro clínico caracterizado por: dolor abdominal en el hipocondrio derecho, irradiado a la espalda, que se acompañó de náusea y vómito, que cedió parcialmente al ayuno y a la ingestión de antinflamatorios no esteroides automedicados. Veinticuatro horas después la intensidad del dolor se incrementó y se agregó ictericia y coluria, por lo que acudió a valoración médica, donde fue enviada a esta unidad. En la exploración física la paciente se encontró en buenas condiciones generales, con hidratación adecuda, con tinte ictérico en escleras, sin afectación cardiopulmonar, abdomen blando depresible, con dolor a la palpación profunda en el hipocondrio derecho, signo de Murphy positivo, sin datos de irritación peritoneal. El útero se palpó a la altura de la cicatriz umbilical, sin actividad uterina, pero sí peristalsis, genitales sin pérdidas transvaginales, miembros inferiores sin edema, y reflejos osteotendinosos normales. Los exámenes de laboratorio mostraron: leucocitos 5,590 células por mm3, hemoglobina 10.4 g/dL, hematócrito 31.1%, plaquetas 235,000 células por mm3, glucosa 119 g/dL, nitrógeno ureico 7 g/dL, creatinina 0.6 g/dL, bilirrubinas totales 4.2 UI/L, bilirrubina directa 3.7 UI/L, aspartato aminotransferasa 103 UI/L, alanina aminotransferasa 102 UI/L, fosfatasa alcalina 281 UI/L, amilasa 145 UI/L, 190 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 tiempo de protrombina 11.4 segundos, tiempo tromboplastina 26.4 segundos. El ultrasonido obstétrico reportó la existencia de un feto único vivo intrauterino, con frecuencia cardiaca fetal de 128 latidos por minuto. El ultrasonido del hígado y las vías biliares evidenció a la vesícula biliar con múltiples imágenes ovoideas que proyectaban una sombra acústica posterior y se movilizaban con los cambios de posición. Pared vesicular 7 mm, colédoco 10 mm y dilatación de vía biliar intrahepática. La paciente fue trasladada al quirófano, se le administró anestesia general y se le realizó una laparoscopia en la que se observó al útero gestante a la altura de la cicatriz umbilical (Figura 1). La disección de la vesícula biliar se inició desde el peritoneo visceral hasta las estructuras a nivel del triángulo de Calot; se logró la visión crítica de elementos, engrapado y corte de la arteria cística. Mediante sección parcial del conducto cístico se realizó colangiografía transoperatoria y fluoroscópica, previa protección del útero gestante, se observó la dilatación de la vía biliar intra y extrahepática y un lito a la altura del conducto colédoco (Figura 2). Se colocó una guía endoscópica, tipo jaguar, transcística hacia el duodeno para canular selectivamente la vía biliar (Figura 3) y efectuar una colangiografía retrógrada endoscópica, con la que se extrajeron litos de forma satisfactoria mediante canastilla tipo Dormia (Figuras 4 y 5). La vesícula biliar se extirpó de forma habitual. La evolución postoperatoria fue adecuada, sin fiebre, con tolerancia de la dieta a las 12 horas; resultados normales de enzimas pancreáticas a las 4 y 8 horas. La paciente fue dada de alta del hospital a las 48 horas, previa valoración del bienestar fetal. DISCUSIÓN El tratamiento del dolor abdominal en la paciente embarazada es un dilema, por lo que el cirujano debe considerar los riesgos y ventajas de las Valadez-Caballero D y colaboradores. Coledocolitiasis y embarazo Figura 1. Embarazo intrauterino. Visión laparoscópica de trocar óptico con útero a nivel de la cicatriz umbilical. Figura 3. Canulacion transcística. Visión laparoscópica donde se observa la introducción de la guía tipo jaguar transcística. Figura 2. Fluoroscopia. Colangiografia transoperatoria donde se observa la dilatación importante de la vía biliar, con defecto de llenado a la altura del colédoco distal compatible con lito. Figura 4. Canulación selectiva de la ámpula de Vater. Visión endoscópica donde se observa la canulación selectiva del ámpula, por medio de una guía tipo jaguar transcística. modalidades diagnósticas y terapéuticas, para la madre y el feto. Un principio fundamental para el diagnóstico diferencial del dolor abdominal establece que “el diagnóstico temprano significa un mejor pronóstico”. En mujeres embarazadas con dolor abdominal, el bienestar fetal depende del bienestar de la madre.15 Durante sus inicios, algunos autores argumentaron contraindicación de la cirugía laparoscópica durante el embarazo, debido al riesgo de lesiones uterinas y disminución de la perfusión fetal. En la actualidad, con la experiencia adquirida, la laparoscopia se ha convertido en el tratamiento de primera línea para muchas enfermedades 191 Cirugía y Cirujanos Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 colecistectomía laparoscópica es el tratamiento de elección por sus ventajas en relación con las bajas complicaciones y efectos secundarios.21 No ha habido reportes de muerte fetal para la colecistectomía laparoscópica realizada durante el primer y segundo trimestre del embarazo. Además, la disminución de aborto espontáneo y trabajo de parto prematuro se han reportado en la colecistectomía laparoscópica en comparación con la cirugía abierta.22 Figura 5. Extracción de lito. Visión endoscópica donde se observa la extracción del lito mediante una canastilla tipo Dormia. quirúrgicas en la paciente grávida. En el pasado, no se recomendaba el tratamiento quirúrgico de la colelitiasis sintomática durante el embarazo.16 Hoy día el tratamiento quirúrgico temprano es de elección, con base en los datos que mostraron síntomas recurrentes en 92, 64 y 44% de las pacientes tratadas no quirúrgicamente durante el primer, segundo y tercer trimestre, respectivamente.17 Este retraso en el tratamiento quirúrgico se traduce en mayores tasas de hospitalizaciones, abortos espontáneos y parto prematuro en comparación con las pacientes a quienes se hizo colecistectomía.18,19 En general, el tratamiento no quirúrgico de los cálculos biliares sintomáticos en las pacientes embarazadas se traduce en síntomas recurrentes en más de 50%, y 23% de estas pacientes tendrá colecistitis aguda o pancreatitis biliar, esta última se asocia con pérdida fetal en 10 a 60% de los casos.20 En la mujer grávida la morbilidad y mortalidad asociadas con la enfermedad de la vesícula biliar favorecen el tratamiento quirúrgico. La 192 Si bien se ha demostrado que el tratamiento de la coledocolitiasis en el embarazo mediante colangiografía retrógrada endoscópica preoperatoria seguida de colecistectomía laparoscópica es seguro y efectivo,6-8 no existen estudios que la comparen con otros abordajes. En la actualidad, la combinación de laparoscopia y endoscopia transoperatoria en un solo tiempo ha emergido como una opción viable para el tratamiento de la coledocolitiasis y ha demostrado ser efectiva y segura.23-25 Esta técnica híbrida laparoendoscópica (Figura 6) combina la resección de la vesícula biliar por laparoscopia y la extracción de litos mediante endoscopia transoperatoria con canulación selectiva de la vía biliar, con lo que se pretende disminuir el riesgo de pancreatitis,12,14 además de asociarse con menor estancia hospitalaria.26,27 CONCLUSIÓN El tratamiento de elección de la coledocolitiasis asociada con el embarazo es difícil de definir debido a la falta de ensayos clínicos controlados en este grupo de pacientes. La recomendación actual señala a la colangiografía retrógrada endoscópica preoperatoria y colecistectomía laparoscópica, como el tratamiento de primera elección. Sin embargo, los abordajes híbridos laparo-endoscópicos podrían ofrecer una ventaja terapéutica al canular selectivamente la vía biliar y con ello, disminuir el riesgo de complicaciones que resultarían catastróficas para la madre y el Valadez-Caballero D y colaboradores. Coledocolitiasis y embarazo 8. Sungler P, Heinerman PM, Steiner H, Waclawiczek HW, Holzinger J, Mayer F, et al. Laparoscopic cholecystectomy and interventional endoscopy for gallstone complications during pregnancy. Surg Endosc 2000;14:267-271. 9. Bani Hani MN, Bani-Hani KE, Rashdan A, AlWaqfi NR, Heis HA, Al-Manasra AR. Safety of endoscopic retrograde cholangiopancreatography during pregnancy. ANZ J Surg 2009;79:23-26. 10. Cappell MS. Risks versus benefits of gastrointestinal endoscopy during pregnancy. Nat Rev Gastroenterol Hepatol 2011;8:610-634. 11. Chan CH, Enns RA. ERCP in the Management of Choledocholithiasis in Pregnancy. Curr Gastroenterol Rep 2012;14:504-510. Figura 6. Cirugía híbrida laparoendoscópica donde se observa la disposición del equipo laparoendoscópico. feto; además, reduciría los costos relacionados con el tratamiento. Se requieren estudios en este grupo de pacientes que validen estas potenciales ventajas. REFERENCIAS 1. Kort B, Katz VL, Watson WJ. The effect of nonobstetric operation during pregnancy. Surg Gynecol Obst 1993;177:371376. 2. Maringhini A, Ciambra M, Baccelliere P, Raimondo M, Orlando A, Tine F, et al. Biliary Sludge and Gallstones in Pregnancy: Incidence, Risk Factors, and Natural History. Ann Intern Med 1993;119:116-120. 3. Basso L, McCollum PT, Darling MRN, Tocchi A, Tanner WA. A descriptive study of pregnant women with gallstones. Relation to dietary and social habits, education, physical activity, height, and weight. Eur J Epidemiol 1992;8:629633. 4. Ramin KD, Ramin SM, Richey SD, Cunningham FG. Acute pancreatitis in pregnancy. Am J Obstet Gynecol 1995;173:187-191. 5. 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Clínicamente simula una hernia inguinal incarcerada y el diagnóstico preoperatorio adecuado se establece en contadas excepciones. María del Carmen Manzanares-Campillo Virginia Muñoz-Atienza Susana Sánchez-García Esther García-Santos Francisco Ruescas-García Jesús Martín-Fernández Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo Hospital General Universitario de Ciudad Real, España Se reportan dos casos excepcionales de hernias de Amyand y se revisa la bibliografía. Casos clínicos: 1. Paciente masculino de 78 años con una hernia inguinal derecha, incarcerada, en el que el diagnóstico de hernia de Amyand se estableció antes de la cirugía mediante tomografía computada abdominal. Caso clínico 2. Paciente femenina de 82 años de edad, con clínica de hernia crural derecha incarcerada con una hernia de Amyand a través de una hernia inguinal derecha. Conclusiones: la hernia de Amyand es una rara enfermedad cuyo diagnóstico preoperatorio es infrecuente y que siempre debe considerarse en el diagnóstico diferencial en los casos con signos clínicos de hernia inguinal derecha incarcerada. Palabras clave: hernia de Amyand, apendicitis aguda, hernia incarcerada. Amyand’s hernia: a report of two cases and review of the bibliography ABSTRACT Background: Presence of the vermiform appendix in an inguinal hernia sac is an uncommon finding (1%), exceptionally rare if it’s inflamed (0.13%). Clinically simulating incarcerated inguinal hernia and proper preoperative diagnosis is exceptional. We present two unusual cases of Amyand’s hernia, and review of the bibliography. Clinical cases: 1. Male patient 78 year old with an incarcerated right inguinal hernia which was performed preoperatively the diagnosis of Amyand’s hernia by abdominal Computed Tomography. Clinical case 2. Female patient 82 year old with symptoms of an incarcerated right femoral hernia that finally showed an Amyand’s hernia through a right inguinal hernia. Conclusions: Amyand’s hernia is a rare entity whose preoperative diagnosis is uncommon, that it should always be considered in the differential diagnosis in cases with clinical signs of incarcerated right inguinal hernia. Key words: Amyand’s hernia, acute appendicitis, incarcerated hernia. www.amc.org.mx Recibido: 24 de agosto 2012 Aceptado: 22 de marzo 2013 Correspondencia Dra. María del Carmen Manzanares Campillo Calle Atalaya 8, 3º Derecha 13002 Ciudad Real, España Tel.: (34) 635122916 / 926-278000 Ext.: 79784 carmenmc2010@gmail.com 195 Cirugía y Cirujanos Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 ANTECEDENTES tamiento con antidiabéticos orales y bronquitis crónica, que acudió al servicio de Urgencias debido a dolor abdominal generalizado, náuseas y vómitos de 24 horas de evolución. En la exploración física se apreció en la región inguinal derecha un tumor indurado, doloroso a la palpación e irreductible compatible con hernia inguinal incarcerada. El abdomen se encontró distendido, a la palpación profunda en el hipogastrio se advirtieron signos de irritación peritoneal. Los reportes de laboratorio estaban dentro de la normalidad, con 7100 leucocitos/ mm3, neutrófilos 77.5%, hemoglobina 12.6 g/dL, hematócrito 38.2% y 266,000 plaquetas/mm3. En la tomografía computada abdominal se observó: apendicitis aguda con contenido de la hernia incarcerada, sin líquido libre intraabdominal (Figura 1 y 2). Un saco herniario inguinal puede contener, en ocasiones: vejiga urinaria, ovario, trompa de Falopio, colon con diverticulitis o, como en los dos casos referidos de presentación inusual del apéndice vermiforme, en cuyo caso se conoce como hernia de Amyand. De acuerdo con Hutchinson y Kueper y colaboradores, aunque DeGarangeot describió en 1731 por primera vez la particular disposición del apéndice cecal no inflamado en una hernia inguinal indirecta, no fue sino hasta 1735 cuando Claudius Amyand realizó la primera apendicectomía. Este cirujano, cofundador del St. George´s Hospital y precursor de la vacunación contra la viruela, intervino a un niño de 11 años que padecía una hernia inguinoescrotal complicada con una fístula estercorácea. En la intervención quirúrgica se objetivó el apéndice perforado dentro del saco herniario y se realizó la primera apendicectomía con éxito descrita en la bibliografía científica, a través de un acceso inguinal.1,2 Los hallazgos clínicos y las pruebas complementarias condujeron al diagnóstico de hernia de Amyand, por lo que el paciente se intervino quirúrgicamente de forma urgente. Recibió profilaxis antibiótica con gentamicina y metronidazol. El abordaje fue por vía inguinal y Encontrar el apéndice vermiforme en un saco herniario inguinal es un hallazgo infrecuente (1%), sobre todo si se encuentra inflamado (0.13%) y casi siempre descrito en varones. Desde el punto de vista clínico simula una hernia inguinal incarcerada, pocas veces el diagnóstico se establece adecuadamente antes de la operación.3,4 Se reportan dos casos inusuales de hernias de Amyand y se revisa la bibliografía. CASOS CLÍNICOS Caso clínico 1 Paciente masculino de 78 años de edad, con antecedentes de diabetes mellitus tipo 2 en tra- 196 Figura 1. Visión frontal de la tomografía computada abdominal preoperatoria del paciente masculino con hernia de Amyand. El apéndice está inflamado en el canal inguinal derecho (flecha blanca). Manzanares-Campillo MC y colaboradores. Hernia de Amyand: presentación de dos casos Figura 2. Visión lateral de la tomografía computada abdominal del paciente masculino con hernia de Amyand. El apéndice está inflamado en el canal inguinal derecho (flecha blanca). se confirmó el diagnóstico de sospecha mediante el hallazgo de apendicitis gangrenosa con exudado inflamatorio como contenido del saco herniario, en la hernia inguinal indirecta. Ante el avanzado proceso inflamatorio y el alto riesgo de infección se decidió reparar la hernia mediante herniorrafia con la técnica de Bassini, con sutura de polipropileno (Surgilene©). El paciente evolucionó favorablemente y fue dado de alta al sexto día postoperatorio. El estudio anatomopatológico informó que se trataba de apendicitis aguda gangrenosa. En la actualidad, luego de dos años de seguimiento el paciente se encuentra asintomático, con signos de recidiva herniaria. Caso clínico 2 Paciente femenina de 82 años de edad, con antecedentes personales de: hipertensión arterial y fibrilación auricular en tratamiento con doxazosina, acenocumarol y digoxina. Fue estudiada en el servicio de Urgencias por dolor púbico de tres meses de evolución que se incrementó en las últimas 24 horas. Estaba afebril y no refería dolor abdominal. En la exploración física se objetivó, en la región púbica derecha, un tumor eritematoso, con placas de necrosis y edema extendido hasta el labio mayor derecho, muy doloroso a la palpación, sugerente de hernia crural derecha complicada. La radiografía simple de abdomen no mostró ningún hallazgo patológico. En el hemograma se apreciaron leucocitosis con 13,100 leucocitos/mm3, neutrófilos 78.5%, hemoglobina 12.4 g/dL, hematócrito 37.7%, plaquetas 250,000/ mm3. La actividad de protrombina era de 8.9% que se corrigió con la administración de factor IX, como complejo IIVII-IX-X. Se decidió intervenir de forma urgente a la paciente mediante un acceso inguinal derecho. En la cirugía se objetivó un absceso limitado al tejido celular subcutáneo secundario a la perforación del saco herniario por una apendicitis gangrenosa perforada en la punta y dispuesta en dicho saco, que finalmente formaba parte de una hernia inguinal directa. Se realizó apendicectomía y herniorrafia inguinal derecha según la técnica de Bassini; debido al exudado purulento adyacente se utilizó sutura de polipropileno (Surgilene©). Se estableció el diagnóstico de hernia de Amyand y ameritó tratamiento antibiótico y curaciones hasta la resolución de la infección de la herida quirúrgica. El estudio anatomopatológico confirmó el diagnóstico de apendicitis aguda gangrenosa perforada en la punta. Luego de un año de seguimiento, la paciente no ha tenido recidiva herniaria. DISCUSIÓN La hernia de Amyand, definida por Fernando y Leelaratna5 como una hernia inguinal cuyo saco puede contener: a) un apéndice cecal normal, b) un apéndice inflamado o c) un apéndice perforado, constituye una entidad poco frecuente. Losanoff y Basson6 la clasificaron en cuatro tipos: Tipo 1: apéndice normal; tipo 2: apendicitis agu- 197 Cirugía y Cirujanos da; tipo 3: apendicitis aguda y peritonitis y tipo 4: apendicitis aguda y otra afección abdominal. Es más frecuente en varones y se ha descrito en un amplio límite de edad (de tres semanas a 89 años).7 Casi siempre sucede en el lado derecho, por la posición anatómica del apéndice cecal; sin embargo, en casos de situs inversus, malrotación intestinal y ciego móvil, puede presentarse en el lado izquierdo.8,9 Nuestro segundo caso es inusual debido al hallazgo de una apendicitis gangrenosa en una hernia inguinal en una mujer. Las teorías etiopatogénicas sitúan a esta afección como un hallazgo o, por el contrario, como la correlación entre la incarceración apendicular y la inflamación. La mayoría de los autores defiende la segunda hipótesis, que sugiere que la entrada del apéndice cecal en el saco herniario lo expone a traumatismos que darían lugar a adherencias intrasaculares. Los continuos traumatismos y la contracción de los músculos de la pared abdominal reducirían o suprimirían el aporte sanguíneo apendicular, lo que favorece la apendicitis aguda.8,10,11 Las manifestaciones clínicas descritas en la bibliografía refieren un cuadro típico de apendicitis, con dolor epigástrico o periumbilical irradiado a la fosa iliaca derecha. El dolor característico es de tipo cólico, en contraste con el dolor sordo y continuo del intestino estrangulado. No son constantes la fiebre y la leucocitosis. Ante una hernia inguinal derecha incarcerada estas manifestaciones dificultan el diagnóstico adecuado preoperatorio.3,9 La ecografía abdominal o la tomografía computada preoperatorias son las pruebas radiológicas más útiles para el diagnóstico; sin embargo, en la mayoría de los casos no se realizan de forma rutinaria.3,8,11 Sólo un alto grado de sospecha en un paciente con una hernia inguinal derecha 198 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 incarcerada, con signos de peritonitis local y sin clínica de obstrucción intestinal, nos llevará a la realización de una ecografía o tomografía computada abdominales que permitan establecer un diagnóstico preoperatorio correcto. Sobresale lo excepcional de nuestro primer caso con diagnóstico preoperatorio por una tomografía computada abdominal, que se ha descrito en muy pocos casos en la bibliografía.12-14 El diagnóstico diferencial debe establecerse con la hernia estrangulada, apéndice epiploico estrangulado, hernia de Ritcher, torsión testicular, orquioepididimitis, tumor testicular hemorrágico, hidrocele agudo, y linfadenitis inguinal.3,8 El procedimiento quirúrgico de elección es la apendicectomía, cuando ésta se encuentra inflamada, y la reparación herniaria. Existe controversia en relación con el momento adecuado y la técnica de la intervención herniaria. De acuerdo con la clasificación de Losanoff y Basson,6 en las hernias tipo 1 lo recomendado es la apendicectomía y hernioplastia, con acceso único a nivel inguinal o incluso por vía laparoscópica.15,16 En las tipo 2 apendicectomía vía inguinal con herniorrafia y en las tipos 3 y 4 apendicectomía con exploración abdominal vía laparotomía y herniorrafia inguinal. En los tres últimos tipos, la herniorrafia es la técnica de reparación herniaria más recomendada debido al elevado riesgo de complicaciones infecciosas por el proceso abdominal séptico que implica la realización de una hernioplastia.3,8,9 La mortalidad por hernia de Amyand, con adecuado tratamiento perioperatorio, se ha reducido de 14-30% a 5.5% en series recientes. La infección de la herida quirúrgica es la complicación más frecuente, seguida de la recurrencia herniaria tras una herniorrafia (4.9-7.6%), el absceso intraabdominal y la fascitis necrotizante si se demora el tratamiento quirúrgico.3,7,9 Manzanares-Campillo MC y colaboradores. Hernia de Amyand: presentación de dos casos CONCLUSIONES La hernia de Amyand es un padecimiento excepcional con un diagnóstico preoperatorio poco frecuente, que debe considerarse siempre en el diagnóstico diferencial en los casos con signos clínicos de hernia inguinal derecha incarcerada. REFERENCIAS 1. Hutchinson R. Amyand’s hernia. J R Soc Med 1993;86:104105. 2. Kueper MA, Kirschniak A, Ladurner R, Granderath FA, Konigsrainer A. Incarcerated recurrent inguinal hernia with covered and perforated appendicitis and periappendicular abscess: case report and review of the literature. Hernia 2007;11:189-191. 3. Sharma H, Gupta A, Shekhawat NS, Memon B, Memon MA. Amyand’s hernia: a report of 18 consecutive patients over a 15-year period. Hernia 2007;11:31-35. 4. Vidal González P, Contreras R, Sánchez G, Flores LM, Kunz W, Menéndez AL, et al. Hernia de Amyand. Cir Gen 2005;27:328-329. 5. Fernando J, Leelaratna S. Amyand’s hernia. Caylon Med J 2002;47:71. 6. Losanoff JE, Basson MD. Amyand hernia: a classification to improve management. Hernia 2008;12:325-326. 7. D’Alia C, Lo Schiavo MG, Tonante A, Taranto F, Gagliano E, Bonanno L, et al. Amyand’s hernia: case report and review of the literature. Hernia 2003;7:89-91. 8. Singal R, Gupta S. “Amyand’s Hernia”- Pathophysiology, Role of Investigations and Treatment. J Clin Med 2011;6:321-327. 9. Salemis NS, Nisotakis K, Nazos K, Stavrinou P, Tsohataridis E. Perforated appendix and periappendicular abscess within an inguinal hernia. Hernia 2006;10:528-530. 10. Meinke AK. Review Article: Appendicitis In Groin Hernias. J Gastrointest Surg 2007;11:1368-1372. 11. Ranganathan G, Kouchupapy R, Dias S. 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Reporte de caso y revisión del tema Luis Ricardo Ramírez-González1 Karla Lisseth Leonher-Ruezga1 Francisco Javier Plascencia-Posadas1 José Alfredo Jiménez-Gómez1 José López-Zamudio1 Clotilde Fuentes-Orozco2 Departamento de Cirugía General Unidad de Investigación Médica en Epidemiología Clínica Unidad Médica de Alta Especialidad Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional de Occidente Instituto Mexicano del Seguro Social Guadalajara, Jalisco, México 1 RESUMEN Antecedentes: el divertículo de Meckel es la anomalía congénita más frecuente en el intestino delgado, que resulta de la obliteración incompleta del conducto onfalomesentérico; su diagnóstico suele ser incidental, pocas veces con sangrado, obstrucción, diverticulitis o en casos raros una neoplasia. 2 Caso clínico: paciente femenina de 67 años de edad, que inició su padecimiento con síntomas urinarios (disuria, polaquiuria, pujo y tenesmo vesical). El cistograma demostró: defecto en el domo de la vejiga, bordes irregulares y efecto de compresión. La tomografía computada reportó: vejiga con lesión hipodensa infiltrante en el domo vesical, al resecarla se encontró un divertículo de Meckel con un tumor infiltrante; el estudio histopatológico confirmó el diagnóstico y demostró los bordes libres; todos los estudios de extensión resultaron sin actividad tumoral. Conclusiones: el adenocarcinoma mucoproductor derivado de un divertículo de Meckel es una entidad clínica que debido a sus síntomas inespecíficos y variabilidad de presentación sólo se diagnostica por lo que se aprecia en las imágenes radiológicas. Este adenocarcinoma tiene un alto índice de mortalidad pero baja prevalencia. Palabras clave: divertículo de Meckel, adenocarcinoma. Adenocarcinoma mucoproductor in Meckel’s diverticulum. Case report and review ABSTRACT Background: Meckel’s diverticulum is the most common congenital anomaly in the small intestine, which results from incomplete obliteration omphalomesenteric duct, usually the diagnosis is incidental, rarely reaching with bleeding, obstruction, diverticulitis or in rare cases a neoplasm. Clinic case: 67 year old woman that started her condition with urinary symptoms (dysuria, frequency, bladder tenesmus and pushing), within the study protocol a cystogram was performed and demonstrated a defect in the bladder dome edges with compression effect, the computed tomography reported a bladder infiltrating hypodense lesion, which is decided to resect finding Meckel’s diverticulum with a tumor that infiltrates the bladder dome, the histopathological confirmed the diagnosis shown free edges but insufficient, which need a reintervention to increase margins; all the extension studies shown without tumor activity. 200 Recibido: 17 de diciembre 2012 Aceptado: 25 de marzo 2013 Correspondencia Dr. Luis Ricardo Ramírez González Calle Los Viñeros 17 45645 Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, México. Tel.: (33) 36298737 luisricardo.rg@hotmail.com www.amc.org.mx Ramírez-González LR y colaboradores. Adenocarcinoma en divertículo de Meckel Conclusions: Mucoproductor adenocarcinoma derived from a Meckel’s diverticulum is a clinical entity that because of its nonspecific symptomatology and variability of presentation, is diagnosed incidentally on radiological images. The disease has a high mortality rate and a low prevalence. Key words: Meckel’s diverticulum, adenocarcinoma. ANTECEDENTES De acuerdo con Thirunavukarasu y colaboradores, en 1598 Fabricius Hildarus describió al divertículo en el intestino delgado (íleon distal) que más tarde recibiría el nombre del anatomista alemán Johann Meckel, quien describió su embriología en 1809. El divertículo de Meckel es un divertículo verdadero, un remanente del conducto onfalomesentérico debido a una obliteración incompleta.1,2 El divertículo de Meckel es la anomalía congénita más frecuente del aparato gastrointestinal con prevalencia de 2%. La localización predominante en 90% de los casos es a 100 cm de la válvula ileocecal, de alrededor de 3 cm de longitud.1,3 Epidemiology and End Results Program, que en un periodo de más de 30 años encontraron una incidencia de 0.7 casos por cada 100,000 habitantes-año, lo que da lugar a un riesgo de por vida 50 a 60 veces mayor en esa población.6 Los divertículos de Meckel son asintomáticos, salvo que haya complicaciones concomitantes, que tienen una incidencia aproximada de 4 a 6% durante su vida y son: hemorragia (rara en pacientes menores de 30 años), obstrucción intestinal, y diverticulitis7 estas dos últimas aparecen en 20% de los enfermos con divertículo de Meckel que es sintomático y se acompaña de un síndrome clínico que es imposible de diferenciar de la apendicitis aguda (80%). En 0.5 a 3.2% de los divertículos de Meckel sintomáticos hay neoplasias, casi siempre por tumores carcinoides.3 Se han descrito diversos tipos de tumores derivados de los divertículos de Meckel, de los que el carcinoide es el más frecuente. Otros tipos incluyen: adenocarcinoma, carcinoma pancreático, neoplasia papilar intraductal, GIST, leiomiosarcomas, lipomas, linfomas, adenomiomas y adenomas vellosos.4,5 En el caso de las neoplasias del intestino delgado, casi todas son asintomáticas, hasta que el tumor crece lo suficiente. La obstrucción parcial del intestino delgado es la principal causa de los síntomas concurrentes: dolor abdominal tipo cólico, distensión, náuseas, y vómito. La coexistencia de un divertículo de Meckel implica un riesgo elevado de cáncer porque al comparar la superficie del divertículo en relación con la del íleon, el riesgo de cáncer es 70 veces mayor que en el resto del íleon. Esto se basa en lo señalado en una revisión del Surveillance La exploración física es poco útil porque no revela datos que encaminen al diagnóstico nosológico, y 25% de los pacientes con neoplasias malignas de intestino delgado tienen un tumor abdominal palpable. El cuadro clínico es inespecífico para cada tipo de tumor de intestino delgado.7 201 Cirugía y Cirujanos La mayor parte de los divertículos de Meckel se descubren como un hallazgo en imágenes radiológicas, durante la endoscopia o en una operación. Cuando no existe hemorragia, los divertículos de Meckel rara vez se diagnostican antes de la intervención quirúrgica. Para los que dan síntomas sugerentes es difícil obtener imágenes que lo confirmen.7 Debido a la ausencia de síntomas cardinales específicos, la mayor parte de las neoplasias del intestino delgado, raramente se diagnostican antes de la intervención quirúrgica. Las pruebas de laboratorio son inespecíficas. En el caso de los adenocarcinomas se acompañan de valores elevados de antígeno carcinoembrionario, pero sólo cuando existen metástasis al hígado. Las técnicas habituales de formación de imágenes pueden utilizarse para descartar otras patologías o metástasis; sin embargo, no hay un estudio de imagen patognomónico de este carcinoma. La radiografía del intestino delgado con contraste puede mostrar lesiones benignas y malignas, con una sensibilidad de 90% en la detección de tumores del intestino delgado y este es el estudio de elección para neoplasias del intestino delgado distal. El gammagrama con radionúclidos (pertecnetato 99mTc) ayuda al diagnóstico del divertículo de Meckel, pero sólo tiene resultado positivo si el divertículo contiene mucosa gástrica ectópica capaz de captar el marcador; su sensibilidad es de 90% en pacientes pediátricos y menor de 50% en adultos. La sensibilidad de la tomografía computada para la detección de tumores intramurales o mucosos es baja, pero es útil para la estadificación de neoplasias malignas intestinales. Los tumores relacionados con hemorragia importante se 202 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 localizan mediante angiografía o estudios de eritrocitos marcados con radioisótopos.7 El adenocarcinoma mucinoso se diagnostica cuando más de 50% del tumor comprende un patrón mucinoso en el examen histológico. Representa de 6 a 20% de todos los cánceres colorrectales, y difiere del adenocarcinoma no mucinoso con respecto a sus características clínico-patológicas, perfiles genéticos y vías patogénicas.8 El tratamiento quirúrgico de los divertículos de Meckel consiste en diverticulectomía, con extirpación de las bandas que unen el divertículo a la pared del abdomen o al mesenterio intestinal. Si lo que indica la diverticulectomía es una hemorragia, se practica una resección segmentaria del íleon, que abarca al divertículo y a la úlcera péptica ileal adyacente. Podría ser necesaria la resección ileal segmentaria si el divertículo contiene un tumor, o si la base del divertículo está inflamada o perforada.7 En general, el tratamiento quirúrgico de las neoplasias malignas del intestino delgado suele ser la resección local amplia del intestino que contiene la lesión. Cuando se trata de un adenocarcinoma se hace una escisión amplia del mesenterio correspondiente, a fin de lograr una linfadenectomía regional, como se hace en los adenocarcinomas del colon. En caso de enfermedad localmente avanzada o metastásica se hace una resección o derivación intestinal paliativa. En el tratamiento complementario o paliativo de los adenocarcinomas de intestino delgado no se ha demostrado la efectividad de la quimioterapia.7 El pronóstico del adenocarcinoma mucoproductor ha sido motivo de discusión en estudios previos; se reporta que la mucina puede ser un factor pronóstico independiente de superviven- Ramírez-González LR y colaboradores. Adenocarcinoma en divertículo de Meckel cia. Las directrices establecidas por la National Comprehensive Cancer Network no describen el reporte histológico mucinoso como un factor clínico que debe influir en el algoritmo terapéutico; sin embargo, en algunos estudios se informa que el adenocarcinoma mucoproductor se asocia con peores características clínico-patológicas y mal pronóstico.8 El objetivo general de este trabajo es reportar un caso con adenocarcinoma mucoproductor con un divertículo de Meckel. CASO CLÍNICO Se expone el caso clínico de una paciente femenina de 67 años de edad con antecedentes de: hipertensión arterial sistémica, quistes renales bilaterales, hernia hiatal, divertículos diagnosticados por colonoscopia, e infecciones de vías urinarias recurrentes. Los antecedentes de cirugías previas son: colecistectomía e histerectomía por miomatosis, ambas sin complicaciones. El padecimiento motivo de este reporte se inció en el año 2007 con: disuria, polaquiuria, pujo y tenesmo vesical acompañado de dolor en el hipogastrio, tipo cólico, y salida de material gelatinoso por la uretra. El protocolo de estudio se inició con un cistograma que reportó: un defecto en el domo de la vejiga, con bordes irregulares, con efecto de compresión. La cistoscopia reportó: uretra elástica permeable, con trígono simétrico sin lesiones, meatos ortotópicos en herradura, con orina clara; el piso, las paredes, el fondo y el retrocuello estaban libres de tumor o litos. En el domo vesical se identificó: un tumor de 3 cm con aspecto vegetante, base amplia con múltiples sitios de necrosis, y fragilidad vascular. La tomografía de abdomen reportó: hígado de bordes regulares, sin lesiones o tumores evidentes, páncreas de aspecto normal, calcificaciones en la aorta abdominal, quiste renal izquierdo Bosniak I, riñón derecho normal, vejiga con lesión hipodensa infiltrante en el domo vesical. Los reportes prequirúrgicos de laboratorio fueron: leucocitos 4.9 miles/uL, hemoglobina 13.2 g/dL, hematócrito 40.7%, plaquetas 209 miles/μL, tiempo de protombina 13.2 s, INR 1.04, tiempo parcial de tromboplastina 32.1 segundos, glucosa 86 mg/dL, urea 22 mg/dL, creatinina 0.5 mg/dL, albúmina 3.3 g/dL y deshidrogenasa láctica 547 U/L. En el procedimiento quirúrgico se encontraron adherencias en el espacio de Retzius que afectaban al domo y peritoneo. Al realizar la adherenciolisis se encontró el tumor de aproximadamente 3 cm en el domo vesical, que infiltraba la pared vesical (Figuras 1 y 2) y continuaba hasta un divertículo de Meckel que, al palpar la porción distal del divertículo, se encontró otro tumor de aproximadamente 3 cm, dos pequeños quistes peritoneales y líquido de aspecto mucoso, por lo que se decidió realizar cistectomía parcial con resección del divertículo con anastomosis término-terminal. Durante la evolución postquirúrgica la paciente se encontró estable y sin complicaciones, por lo que se dio de alta y continuó atendiéndose en la consulta externa. Figura 1. Segmento de intestino delgado con el divertículo de Meckel. 203 Cirugía y Cirujanos Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 con el propósito de ampliar los márgenes, y la vejiga se encontró sin datos de actividad tumoral, múltiples adherencias, anastomosis intestinal previa en el íleon a 100 cm de la válvula ileocecal, tumor en el mesenterio de 2 × 2 × 3 cm de diámetro a nivel de la anastomosis, sin adenopatías. Se resecaron 5 cm proximales y 5 cm distales al sitio de la lesión, con anastomosis término-terminal manual. El estudio histopatológico reportó bordes libres sin datos de actividad tumoral, y de actividad inflamatoria negativos para malignidad. Figura 2. Resección del divertículo Meckel. El estudio histopatológico reportó: adenocarcinoma mucoproductor bien diferenciado, infiltrante, con invasión panmural hasta la serosa (Figura 3), tumor de 1.2 cm, boca del divertículo con margen quirúrgico de 0.6 cm del borde de la neoplasia; la biopsia de pared vesical reportó un proceso inflamatorio agudo-crónico, con cambios reparativos y fibrosis de la pared, sin evidencia de neoplasia infiltrante. Los estudios de extensión no demostraron metástasis o actividad tumoral. Dos meses después se intervino quirúrgicamente por segunda vez Figura 3. Corte histológico con abundante mucina en el tejido. 204 La paciente se dio de alta del hospital en adecuadas condiciones generales, permaneció en vigilancia por los médicos de la consulta externa y a nueve meses de seguimiento no ha manifestado datos sugerentes de actividad tumoral o de metástasis. DISCUSIÓN El divertículo de Meckel es la variante anatómica más frecuente del tubo digestivo que se caracteriza por complicaciones en 4 a 6% de los casos, por ejemplo: sangrado, obstrucción intestinal, y diverticulitis que además en este tipo de variantes anatómicas tienen alta probabilidad de convertirse en neoplasias con incidencia de 0.5 a 3.2%; es más frecuente el tipo carcinoide, a diferencia de nuestra paciente a quien se diagnosticó adenocarcinoma, que ocupa el tercer lugar de acuerdo con su frecuencia.3 Por lo general, el divertículo de Meckel es asintomático hasta que la neoplasia aumenta de tamaño y frecuentemente genera un cuadro de obstrucción intestinal; lo relevante de nuestro caso es su presentación atípica con síntomas urinarios secundarios a la infiltración de la vejiga por parte del adenocarcinoma mucoproductor en el divertículo de Meckel. Ante estos hallazgos se toma la decisión de realizar una cistectomía parcial con resección del divertículo con anasto- Ramírez-González LR y colaboradores. Adenocarcinoma en divertículo de Meckel mosis. Se necesitó una reintervención con la finalidad de ampliar los márgenes, en este caso la mejor opción terapéutica para la paciente, porque en el seguimiento no hubo datos de actividad tumoral.3 Debido al alto riesgo de neoplasia de estos tumores Irunavukarasu,1 Park,4 y Lesquereux-Martínez y sus colaboradores9 recomiendan la resección del divertículo cuando como hallazgo se diagnostica divertículo de Meckel y que, además, se asocia con otros factores de riesgo, como: edad menor de 50 años, sexo masculino, longitud del divertículo mayor de 2 cm e histología de tejido anormal. Las manifestaciones se relacionan directamente con el grado y la duración de la obstrucción. Este carcinoma tiene un alto índice de mortalidad y baja prevalencia, lo que abona a su poco conocimiento y alta complejidad. Cullen y Kelly10 reportaron que el riesgo de complicaciones de un divertículo no disminuye con la edad, y demostraron que a largo plazo éstas son menores cuando se realizan diverticulectomías incidentales. Desde el punto de vista oncológico, como lo es en nuestro caso, se realizó una segunda intervención quirúrgica para ampliar los márgenes de resección para eliminar el tejido anormal que puede encontrarse incluso en 60% y sólo en 38% será palpable en un divertículo de Meckel en un paciente asintomático; por este motivo se hacen estas recomendaciones, por el alto potencial de una resección curativa y la buena supervivencia a largo plazo.1 3. Sagar J, Kumar V, Shah DK. Meckel’s diverticulum: a systematic review. JR Soc Med 2006;99:501-505. CONCLUSIONES Debido a su poca especificidad en los síntomas y a la variabilidad de presentación, el adenocarcinoma mucoproductor derivado de un divertículo de Meckel es una entidad clínica que se diagnostica como un hallazgo de estudios radiológicos. REFERENCIAS 1. Thirunavukarasu P, Sathaiah M, Sukumar S, Bartels CJ, Zeh H 3rd, Lee KKW, et al. Meckel’s diverticulum--a highrisk region for malignancy in the ileum. Insights from a population-based epidemiological study and implications in surgical management. Ann Surg 2011;253:223-230. 2. Yahchouchy EK, Marano AF, Etienne JC, Fingerhut AL. Meckel’s diverticulum. J Am Coll Surg 2001;192:658-662. 4. Park JJ, Wolff BG, Tollefson MK, Walsh EE, Larson DR. Meckel diverticulum. The Mayo Clinic experience with 1476 patients (1950-2002). Ann Surg 2005;241:529-533. 5. Kusumoto H, Yoshitake H, Mochida K, Kumashiro R, Sano C, Inutsuka S. 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Current management of Meckel’s diverticulum. Adv Surg 1996;29:207-214. 205 Caso clínico Cir Cir 2014;82:206-211. Pseudomixoma peritoneal. Reporte de dos casos Ixchel Carranza-Martínez Gilberto Cornejo-López Montserrat Monroy-Argumedo Eduardo Villanueva-Sáenz RESUMEN Cirugía General Hospital Ángeles del Pedregal México DF. Antecedentes: el pseudomixoma peritoneal se caracteriza por la diseminación celular intraperitoneal de un tumor adenomucinoso; el apéndice cecal es la etiología más frecuente. Objetivo: reportar la experiencia de un grupo de Cirugía General y revisar la bibliografía. Casos clínicos: 1: paciente femenina de 74 años de edad, que cuatro días previos inició con dolor abdominal tipo cólico en el mesogastrio y fosa iliaca derecha, evacuaciones diarreicas y fiebre. A su ingreso al hospital se la encontró con datos de irritacion peritoneal y resistencia muscular, leucocitosis de 14,500 células por mm3, neutrófilos 89%, bandas 1%. Se diagnosticó: apendicitis aguda y se programó para laparoscopia diagnóstica, con distensión importante de asas, por lo que se decidió convertir a laparotomía. Caso 2: paciente masculino de 73 años de edad; el padecimiento actual se inició con dolor intermitente en la fosa iliaca derecha e hipogastrio, de un año de evolución. Al cuadro se agregaron: disnea, estreñimiento alternado con periodos de diarrea, plenitud gástrica, y pirosis. A la exploración física se encontró un tumor palpable en el mesogastrio y ambas fosas iliacas. Por eso se le realizó la laparotomía exploradora. En ambos casos el diagnóstico se estableció en el transoperatorio con el hallazgo de múltiples implantes tumorales mucinosos multilobulados diseminados en la cavidad peritoneal, el diagnóstico se confirmó con el reporte histopatológico de pseudomixoma peritoneal. Conclusiones: el pseudomixoma peritoneal es una neoplasia poco frecuente y de difícil diagnóstico, caracterizada por producción copiosa de ascitis mucinosa y de múltiples implantes tumorales en la serosa de las vísceras intracavitarias. El tratamiento ideal es la cirugía citorreductiva y la quimioterapia intraperitoneal perioperatoria o la quimioterapia postoperatoria, o ambas. Palabras clave: pseudomixoma peritoneal, neoplasia apendicular. Pseudomyxoma peritonei. Two-casereport ABSTRACT Background: Pseudomyxoma peritonei is a disease characterized by an intraperitoneal adenomucinous tumor cell disemination, being cecal appendix the most common etiology. 206 Recibido: 24 de octubre 2012 Aceptado: 22 de marzo 2013 Correspondencia Dr. Eduardo Villanueva Sáenz Cirugía General, Hospital Ángeles del Pedregal Camino a Santa Teresa 1055-676 10700 México DF Tel.: (0155) 51350067 dredvilla@me.com www.amc.org.mx Carranza-Martínez I y colaboradores. Pseudomixoma peritoneal. Reporte de dos casos Objective: To report a surgeon´s group experience and a detailed up to date literature review. Clinical cases: 1. A 74 year old woman with a history of four days with mesogastrium and right lower quadrant abdominal pain associated with diarrhea and fever was admitted to our institution. Upon admission she presented with signs of peritoneal irritation and muscular rigidity, leukocytosis of 14,500 cels/mm3, 89% neutrophils and 1% bands. An acute apendicitis diagnosis was established, being scheduled for diagnostic laparoscopy, during procedure, significant bowel distention was found, so conversion to laparotomy was required. Case 2. A 73 year old male with a history of one year with intermitent abdominal pain at right iliac fossa and hypogastrium was admitted to our institution. Dyspnea, constipation alternating with periods of diarrhea, gastric fullness and heartburn occured. On physical examination only a palpable tumor occupying mesogastrium and both iliac fossae was noticed, therefore, a laparotomy was performed. In both cases diagnoses were made during procedure, finding multiple scattered multilobulated mucinous tumor implants within the peritoneal cavity. Histopathological studies confirmed a pseudomyxoma peritonei diagnoses. Conclusions: Peritoneal pseudomyxoma is a rare malignant tumor with a difficult diagnosis characterized by copious production of mucinous ascites and multiple tumors implants on serosa of intracavitary viscera. The gold standard treatment consists of cytoreductive surgery and perioperative intraperitoneal chemotherapy and/or adjuvant chemotherapy. Key words: Pseudomyxoma peritonei, appendiceal neoplasm. ANTECEDENTES De acuerdo con Bevan y colaboradores,1 el pseudomixoma peritoneal lo describió Werth en 1884 asociado en ese caso a un tumor mucinoso de ovario.2 La enfermedad se caracteriza por la diseminación intraperitoneal de lesiones sólidas de aspecto mucoide producidas por el implante celular de un tumor adenomucinoso en la superficie peritoneal.3,4 Antes se consideraba una lesión benigna; con el transcurso de los años se demostró que es una lesión limítrofe con un grado de malignidad dependiente de la progresión de la enfermedad.1 Su etiología más frecuente es el apéndice cecal; sin embargo, puede aparecer en cualquier órgano de la cavidad abdominal.5,6 CASOS CLÍNICOS Caso 1 Paciente femenina de 74 años de edad, alérgica a la sulfasalazina. Acudió al servicio de Urgencias debido a cuatro días con dolor tipo cólico en el mesogastrio y la fosa iliaca derecha de moderada intensidad, sin irradiaciones ni factores que lo desencadenaran o modificaran. Se acompañaba de tres evacuaciones diarreicas 207 Cirugía y Cirujanos Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 abundantes, fétidas, sin moco, sin sangre; esos síntomas permanecieron constantes durante las siguientes 72 horas, con incremento en el número de defecaciones y del dolor que se convirtió en constante, opresivo, intenso e incapacitante. Febrícula (37.5°C) e hiporexia. Al interrogatorio dirigido mencionó la pérdida de 2 kg en los últimos dos meses, antes de iniciado el padecimiento actual. Fue tratada con analgésicos y antibióticos, sin mejoría, por eso fue llevada al servicio de Urgencias. A la exploración física se la encontró con taquicardia (103´ x). El resto de los signos vitales sin alteraciones, ruidos cardiacos rítmicos, con murmullo vesicular. El abdomen estaba distendido en los cuadrantes inferiores, con resistencia muscular, doloroso a la palpación, con peristalsis disminuida, Mc Burney, Rovsing, Lanz, Dunphy y talo-percusión positivos. El hemograma reportó: hemoglobina 12.3 g/dL, hematócrito 37.7%, plaquetas 294,000, leucocitos 14,500 células por mm3, neutrófilos 89%, bandas 1%, linfocitos 7%, tiempo de protombina 16.9 segundos, tiempo parcial de tromboplastina 42.1 segundos, INR 1.31, glucosa 148 mg/dL y sodio 122 mEq/dl. Se estableció el diagnóstico de abdomen agudo, quizá secundario a apendicitis complicada, y se programó para laparoscopia diagnóstica. Por la importante distensión de asas durante el procedimiento quirúrgico se decidió insuflar la cavidad peritoneal con técnica abierta; sin embargo, el abordaje no fue posible, por lo que se cambió a la línea media infra supraumbilical. Se encontró líquido serohemático (ascitis), múltiples adherencias interasa, distensión de las asas de intestino delgado, implantes tumorales de aspecto aframbuesado de morfología irregular, gelatinosos, multilobulados de color oscuro y citrino en toda la cavidad peritoneal, que afectaba las vísceras y el epiplón mayor (Figura 1). En la exploración abdominal no se identificó 208 Figura 1. Laparotomía en la línea media que muestra los implantes tumorales de aspecto aframbuesado, gelatinosos y multilobulados en toda la cavidad abdominal. el apéndice cecal secundario a lisis de esta por los alcances del tumor. El útero y sus anexos se observaron normales (Figura 2). Se realizó cirugía de reducción para resecar los implantes peritoneales y el epiplón mayor, múltiples implantes milimétricos en el hiato de Winslow, espacio subdiafragmático y corredera cólica derecha. El reporte de patología fue: pseudomixoma peritoneal. Durante la evolución hospitalaria se corrigió la hiponatremia, el tratamiento antibiótico se inició con ertapenem 1 g IV cada 24 horas; el tratamiento fue conservador por íleo prolongado que mejoró al séptimo día postquirúrgico. La evolución posterior fue satisfactoria y se dio de alta del hospital por mejoría; se propuso quimioterapia intraperitoneal pero la paiente no la aceptó. Caso 2 Paciente masculino de 73 años de edad. El padecimiento actual se inició con dolor intermitente en la fosa iliaca derecha e hipogastrio, de un año de evolución. Un mes previo al ingreso al Carranza-Martínez I y colaboradores. Pseudomixoma peritoneal. Reporte de dos casos Figura 2. Drenaje de material mucinoso de la cavidad abdominal. hospital tuvo incremento del dolor e irradiación al hipocondrio ipsilateral, disnea de medianos esfuerzos, estreñimiento alternando con periodos de diarrea, plenitud gástrica y pirosis. Por eso acudió a valoración médica. En la exploración física se encontró un tumor palpable en el mesogastrio y ambas fosas iliacas. La tomografía computada de abdomen reportó la existencia de un tumor en la fosa iliaca derecha de 10 × 15 cm compatible con probable linfangioma abdominal (Figuras 3 y 4). Figura 3. Tomografía computada de abdomen, corte sagital que muestra un tumor de 10 × 15 cm. En la laparotomía exploradora se encontró material mucinoso intraperitoneal diseminado, múltiples implantes multilobulados de consistencia mucosa en las asas intestinales, mesenterio y pared abdominal. Además, un tumor de 16 × 10 cm dependiente de la punta del apéndice cecal. Se realizó apendicectomía, omentectomía y citoreducción y drenaron tres litros de material mucinoso. El estudio histopatológico definitivo reportó: mucocele apendicular roto asociado con pseudomixoma peritoneal (Figura 5). Figura 4. Tomografía computada de abdomen, corte axial que muestra un tumor de bordes bien definidos que desplaza a las asas intestinales. 209 Cirugía y Cirujanos Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Los síntomas más frecuentes son: dolor abdominal, distensión, tumor palpable7 como en los casos expuestos. El estudio de imagen de elección para el diagnóstico es la tomografía computada en la que se observan los implantes tumorales en la superficie visceral de la cavidad acompañados de ascitis.10,11 Figura 5. Vista macroscópica del tumor mucinoso, mucocele apendicular roto (flecha) asociado con pseudomixoma peritoneal. DISCUSIÓN La fisiopatología del pseudomixoma peritoneal se explica por un tumor mucinoso apendicular en la mayoría de los casos. Este moco intraluminal se acumula y forma un mucocele apendicular, que al incrementar la presión intraluminal ocasiona distensión y ruptura progresiva, lo que condiciona la diseminación del contenido mucinoso en la cavidad peritoneal. Su distribución depende de factores físicos, como la circulación del fluido peritoneal y la fuerza de gravedad.7,8 Finalmente, el tumor infiltra el epiplón por fagocitosis y forma el llamado “pastel epiploico”, que se define como una capa delgada de tumor entre el hemidiafragma derecho y el hígado, que se va acumulando en la pelvis por gravedad.9 La principal forma diagnóstica del pseudomixoma peritoneal es mediante laparotomía o laparoscopia diagnóstica porque no se sospecha este diagnóstico en la mayoría de los casos. El diagnóstico preoperatorio suele ser de apendicitis aguda o de cáncer de ovario cuando se realiza una tomografía computada abdominal. 210 Entre los exámenes de laboratorio son de utilidad los marcadores tumorales; CA 19-9 y antígeno carninoembrionario que se eleva en 56-75% y el CA 19-9 en 58-67%. Las concentraciones de estos marcadores sirven de base porque se relacionan con la extensión del tumor, resección completa y seguimiento postoperatorio.2 El tratamiento de esta enfermedad lo describió por primera vez Sugarbaker en 1987,9 quien incluyó una combinación de cirugía citorreductiva y quimioterapia intraperitoneal hipertérmica. La solución suele contener 5 fluouracilo y mitomicina C administrada a 40°C, con el fin de prevenir la reimplantación residual de tumores mucinosos. Sin embargo, los requerimientos precisos para el lavado mecánico y las cantidades de los agentes quimiotácticos siguen sin definirse.12 La obstrucción segmentaria del intestino delgado e implantes tumorales mayores de 5 cm se consideran criterios radiológicos predictivos de una citorreducción incompleta hasta en 88% y, por lo tanto, mal pronóstico.10 La tasa de mortalidad postoperatoria con la terapia combinada es de 2%, la tasa de supervivencia media es de 16.3 años, con supervivencia libre de enfermedad de 8.2 años. Por último, la supervivencia a 5 y 10 años es de 74% y 62%, respectivamente. Chua y su equipo13 reportaron una tasa de supervivencia a 5 años de 24% en pacientes sin cirugía de citorreducción óptima. En contraste con los pacientes que no reciben Carranza-Martínez I y colaboradores. Pseudomixoma peritoneal. Reporte de dos casos terapia neoadyuvante la supervivencia a cinco años se reduce a 7.5%.14 5. Mukherjee A, Parvaiz A, Cecil TD, Moran BJ. Pseudomyxoma peritonei usually originates from the appendix: a review of the evidence. Eur J Gynaecol Oncol 2004;25:411-414. CONCLUSIÓN 6. Sherer DM, Abulafia O, Eliakim R. Pseudomyxoma peritonei: A Review of Current Literature. Gynecol Obstet Invest 2001;51:73-80. El pseudomixoma peritoneal es una neoplasia poco frecuente y de difícil diagnóstico que suele originarse de un mucocele apendicular perforado o de un tumor mucino de ovario. Se caracteriza por la producción copiosa de ascitis mucinosa y de múltiples implantes tumorales en la serosa de diversas vísceras intracavitarias. El tratamiento ideal consiste en cirugía citorreductiva y quimioterapia intraperitoneal perioperatoria o quimioterapia postoperatoria, o ambas. REFERENCIAS 1. Bevan KE, Mohamed F, Moran BJ. Pseudomyxoma peritonei. World J Gastrointest Oncol 2010;15-2:44-50. 2. Smeenk RM, Bruin SC, Van Vanvelthuysen ML, Verwall VJ. Pseudomyxoma peritonei. Curr Probl Surg 2008;45:527575. 3. 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Sulkin TVC, O’Neill H, Amin AI, Moran B. CT in Pseudomyxoma Peritonei: A Review of 17 Cases. Clin Radiol 2002;57:608-613. 12. Yan TD, Black D, Savady R, Sugarbaker PH. A Systematic Review on the Efficacy of Cytoreductive Surgery and Perioperative Intraperitoneal Chemotherapy for Pseudomyxoma Peritonei. Ann Surg Oncol 2007;14:484-492. 13. Chua TC, Moran BJ, Sugarbaker PH, Levine EA, Glehen O, Gilly FN, et al. Early- and Long-Term Outcome Data of Patients With Pseudomyxoma Peritonei From Appendiceal Origin Treated by a Strategy of Cytoreductive Surgery and Hyperthermic Intraperitoneal Chemotherapy. J Clin Oncol 2012;30:2449-2456. 14. Glehen O, Mohamed F, Sugarbaker PH. Incomplete Cytoreduction in 174 Patients With Peritoneal Carcinomatosis From Appendiceal Malignancy. Ann Surg 2004;240:278-285. 211 Caso clínico Cir Cir 2014;82:212-218. Linfoma tipo Burkitt bilateral de ovario. Presentación de un caso Andrés Alejandro Briseño-Hernández1 Deissy Roxana Quezada-López1 Agar Castañeda-Chávez1 Michel Dassaejv Macías-Amezcua2 Julio César Pintor-Belmontes1 RESUMEN 1 Departamento de Patología Hospital General de Occidente Zapopan, Jalisco, México 2 Unidad de Investigación en Epidemiología Clínica Unidad Médica de Alta Especialidad Hospital de Especialidades Centro Médico Nacional de Occidente Instituto Mexicano del Seguro Social Guadalajara, Jalisco. México Antecedentes: el linfoma de Burkitt es una forma agresiva de los linfomas no Hodgkin de células B que ocurre con mayor frecuencia en niños y adultos jóvenes; el linfoma de ovario puede aparecer como lesión primaria o, más comúnmente, como una metástasis. Las lesiones primarias de ovario son manifestaciones raras que corresponden a 0.5% de los linfomas no Hodgkin y 1.5% de los tumores de ovario. Caso clínico: paciente femenina de 31 años de edad, con debilidad generalizada, incapacidad para la marcha, disnea, hiporexia, fiebre, diaforesis, pérdida de 20 kg de peso, abdomen plano, con dolor abdominal; Ca125 610 U/mL. La tomografía computada abdominal mostró un gran tumor de aspecto sólido que afectaba a la cavidad pélvica derecha. Se extirparon los tumores ováricos bilaterales. Desde el punto de vista microscópico ambas lesiones muestran una imagen en “cielo estrellado” compuesta por un patrón de infiltrado monótono de linfocitos mezclada con macrófagos de citoplasma amplio y claro, abundantes mitosis atípicas, zonas de necrosis y hemorragia. La inmunohistoquímica reveló positividad para CDI0 y CD20, negativo con CD3, índice de proliferación Ki67 alto. Se diagnosticó linfoma tipo Burkitt bilateral de ovario. Conclusiones: el linfoma de Burkitt de ovario bilateral es poco frecuente, con variabilidad de presentación; el dolor abdominal y los tumores abdominales son lo más frecuente. El pronóstico a corto plazo de las pacientes es malo, por lo que es necesario conocer esta afección para poder establecer el diagnóstico temprano. Palabras claves: linfoma tipo Burkitt, ovario. Bilateral ovarian Burkitt’s lymphoma. A case presentation ABSTRACT Background: Burkitt lymphoma, is described as an aggressive form of non-Hodgkin lymphoma of B cells which occurs most often in children and young adults, ovarian lymphoma can appear as a primary lesion or more commonly referred to as a metastasis. Primary ovarian lesions are rare manifestations corresponding to 0.5% of non-Hodgkin lymphoma and 1.5% of ovarian tumors. Clinic case: 31 years old female with general weakness, march incapacity, dyspnea, hyporexia, fever, diaphoresis, weight loss of 20 kg, flat abs with abdominal pain; Ca125 610 U/ml. Abdominal computed tomography shows a solid aspect tumor which affects the right pelvic cavity. Bilateral ovarian tumors were removed. Microscopically, both lesions show a “starry sky” pattern composed by a monotonous infiltration of 212 Recibido: 15 de enero 2013 Aceptado: 11 de junio 2013 Correspondencia Dr. Michel Dassaejv Macías Amezcua Avenida San Fernando 150 28000 Colima, Colima, México Tel.: 01 (52) (312) 1571112 mikedassaejv@hotmail.com www.amc.org.mx Briseño-Hernández AA y colaboradores. Linfoma tipo Burkitt bilateral de ovario lymphocytes mixed with large and clear macrophages, several atypical mitoses, and necrosis and hemorrhage areas. Immunohistochemistry was positive for CD10, CD20, and negative for CD3 and high Ki67 proliferation index. Bilateral ovarian Burkitt’s lymphoma was diagnosed. Conclusion: Bilateral ovarian Burkitt´s lymphoma is a rare entity, with a variability of presentations, the abdominal pain and abdominal tumors are the most frequent. The patient’s prognosis at short term is poor, therefore it’s necessary to know this entity and make an early diagnosis. Key words: Burkitt’s lymphoma, ovary. ANTECEDENTES El linfoma de Burkitt de ovario es la presentación más agresiva de los linfomas no Hodgkin de células B; este linfoma tiene mayor incidencia en niños y adultos jóvenes y puede aparecer como una lesión primaria (0.5%) o más comúnmente como metástasis (26%).1-3 La Organización Mundial de la Salud define al linfoma de Burkitt como un linfoma no Hodgkin altamente agresivo, compuesto por células B monomórficas de tamaño intermedio, citoplasma basófilo y numerosas figuras mitóticas atípicas; lo clasifica en tres subtipos de presentación: endémico, esporádico y asociado con inmunodeficiencia. En el hemisferio occidental la mayoría de los casos aparece en el aparato gastrointestinal.4-6 CASO CLÍNICO Paciente femenina de 31 años de edad, que acudió a consulta por: disnea y ataque al estado general de dos meses de evolución. El padecimiento se inció con: debilidad generalizada e incapacidad para la marcha, acompañada de disnea de medianos esfuerzos e hiporexia, fiebre intermitente no cuantificada, diaforesis, pérdida de peso de 20 kg (de manera no intencionada en los últimos 2 meses); carecía de antecedentes de importancia. A la exploración física se encontró con el abdomen plano, peristalsis disminuida; a la palpación sintió dolor opresivo, leve, sin irradiaciones a las fosas iliacas, y sin datos sugerentes de irritación peritoneal. En la fosa iliaca derecha se palpó un tumor único de bordes irregulares, de consistencia pétrea, de 15 × 10 cm de diámetro. Los estudios de laboratorio reportaron: deshidrogenasa láctica de 375 UI/L, hemoglobina de 9.2 g/dL, leucocitos totales de 5,280 células por mm3, plaquetas 180,000 células por mm3, Ca125 de 610 U por mililitro. Citología de líquido pleural sin evidencias de células malignas, sólo con proceso inflamatorio crónico agudizado. Serologías para VIH negativas. La tomografía computada de abdomen reportó un gran tumor de aspecto sólido, bien definido e hipodenso que afectaba a la cavidad pélvica derecha porque comprimía severamente el colon sigmoides y la vejiga. La laparotomía exploradora reportó un tumor ovárico bilateral, el ovario derecho de 14 × 9 × 7 cm, el izquierdo 7 × 4 × 2 cm, ambos de forma ovoide, con superficie externa lobulada y rugosa 213 Cirugía y Cirujanos de color marrón-amarillo, con focos de hemorragia (Figura 1). Al corte eran de: consistencia blanda, superficie lisa, color blanco-grisáceo, homogénea con zonas de hemorragia localizada (Figura 2). Al microscopio ambas lesiones mostraron una imagen en “cielo estrellado” compuesta por un patrón de infiltrado monótono de linfocitos mezclada con macrófagos de citoplasma amplio y claro, con abundantes mitosis atípicas, zonas de necrosis y hemorragia; que reemplazaba 96% del estroma ovárico (Figuras 3 y 4). Se realizaron tinciones de inmunohistoquímica, que fue positivo para CD20 (+++ o > 75% de expresión) y CD10 (+++), negativo para CD3 (< 5%), con índice de proliferación con Ki67 alto (95%), IgM (+++), bcl-6 (90%) y bcl-2- (86%). Reúne criterios clínicos, histológicos e inmunohistoquímicos para linfoma tipo de Burkitt bilateral de ovario. Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Figura 2. Imagen macroscópica. Al corte, el ovario derecho tiene una superficie lisa, color blanco-grisáceo con zonas de hemorragia. El tratamiento médico se inició con dos ciclos de terapia Hyper-CVAD (ciclofosfamida, vincristina, doxorrubicina, dexametasona) y rituximab. La paciente experimentó complicaciones severas durante y después del tratamiento: hipertensión Figura 3. Corte histológico con hematoxilina y eosina (4x / 0.10). Se aprecia pérdida de la arquitectura normal del ovario, reemplazada por un patrón difuso y monótono linfoide mezclado con macrófagos de citoplasma claro, imagen en “cielo estrellado”. Figura 1. Imagen macroscópica. Se aprecian dos tumores, el mayor corresponde al ovario derecho que mide 14 × 9 × 7 cm, ovario izquierdo 7 × 4 × 2 cm. Tienen una superficie externa lobulada, rugosa, color marrón-amarilla, de consistencia ahulada. 214 e insuficiencia renal que requirieron ingresarla a terapia intensiva en donde además sufrió episodios de fiebre y neutropenia con la consecuente sepsis e insuficiencia orgánica múltiple que ameritaron la descontinuación de la quimioterapia por toxicidad; la paciente falleció a los dos meses del diagnóstico. Briseño-Hernández AA y colaboradores. Linfoma tipo Burkitt bilateral de ovario (límites 6 y 74 años) y la mayoría se manifiesta con dolor abdominal o tumores pélvicos, y la presentación bilateral es excepcional. El tipo histológico más frecuente es el difuso de células B grandes.7,10,11 Figura 4. Corte histológico con hematoxilina y eosina (40x / 0.65). Se observan células de tamaño intermedio, con núcleos redondos y ovales, cromatina con grumos gruesos, nucléolos pequeños, numerosas mitosis atípicas y macrófagos que fagocitan detritus celulares. DISCUSIÓN La existencia de linfomas primarios de ovario se ha puesto en duda porque los estudios recientes reportan que no pueden originarse en el ovario debido a la falta de tejido linfoide, aunque en 54% de las pacientes se han reportado grupos pequeños de linfocitos en el ovario, en la periferia de los vasos sanguíneos y de los cuerpos lúteos.7,8 Los linfomas no Hodgkin aparecen por excepción en la zona ginecológica; sin embargo, cuando lo hacen, el ovario es el sitio anatómico más afectado.8 La aparición ovárica del linfoma puede ser primaria o secundaria; la distinción entre uno y otro es importante debido a que el linfoma extranodal primario es menos agresivo, con supervivencia a cinco años de 80%, en contraste con el linfoma maligno secundario que es de 33%.9 La edad media de los pacientes con linfomas no Hodgkin primario de ovario es de 35 años La OMS clasifica al linfoma de Burkitt en tres variantes clínicas: a) linfoma de Burkitt endémico, b) linfoma de Burkitt esporádico, y c) linfoma de Burkitt asociado con inmunodeficiencia.12 Este caso, particularmente, se considera linfoma de Burkitt esporádico debido a que la paciente contaba con serologías negativas para VIH, además de que en nuestro país no se considera una zona endémica. Estratificar los linfomas primarios de ovario es complicado, sobre todo al categorizar si es primario o secundario. El sistema de clasificación de FIGO es posiblemente más benéfico que el de Ann Arbor. Según la clasificación de este último, la paciente se ubica en IVB (afección difusa o diseminación a uno o más órganos extraganglionares distantes, con o sin afección asociada de los ganglios linfáticos; con síntomas B) y IB (crecimiento limitado a ambos ovarios, sin ascitis con células malignas y sin tumor en la superficie externa) acorde con la estadificación propuesta por la FIGO.13,14 Fox y sus colaboradores15 sugieren como criterios diagnósticos para establecer que se trata de un linfoma primario de ovario: a. En el momento del diagnóstico el linfoma es clínicamente confinado al ovario, sin evidencia de que se encuentre en cualquier lugar fuera del ovario; b. La sangre periférica y la médula ósea no deben contener células neoplásicas; c. Las lesiones futuras en sitios remotos al ovario deberán demostrarse meses después de la lesión primaria. En este caso, la paciente tuvo la afección principal en el ovario sin manifestaciones al momento del diagnóstico en la médula, sangre o algún otro sitio corporal. 215 Cirugía y Cirujanos Los linfomas malignos del ovario pueden confundirse con disgerminomas, sarcomas granulocíticos, tumor de células de la granulosa o carcinoma indiferenciado metastásico de mama; por esto es necesario el diagnóstico diferencial con estas afecciones.7,9,10 Ferrozzi y sus colaboradores16 describieron los hallazgos ultrasonográficos, tomográfico y de resonancia magnética del linfoma de ovario en ocho pacientes. En todos los casos reportaron un patrón ultrasonográfico inespecífico, homogéneo e hipoecoico. En la tomografía computada los autores refieren lesiones bien definidas, hipodensas y con hipocaptación de contraste en todos los casos. Los hallazgos en la resonancia magnética incluyeron tumores sólidos bilaterales, con baja intensidad en proyecciones T1, y mediana intensidad en T2 en todos los casos. Esta es la prueba más específica para el diagnóstico de este tumor. En nuestro caso, por falta de recursos no se tuvo acceso a la resonancia magnética; apoyados en la compatibilidad de los hallazgos tomográficos y debido a la evolución y severidad del padecimiento se optó por la laparotomía exploradora con la finalidad de continuar con el abordaje diagnóstico y terapéutico del tumor. Desde el punto de vista histológico el linfoma de Burkitt se caracteriza por el alto índice de mitosis y su patrón en “cielo estrellado” acompañado de múltiples histiocitos que fagocitan detritus celulares. Morfológicamente las células del linfoma aparecen de forma monótona en el tejido, de tamaño intermedio, con núcleo redondo, cromatina gruesa, múltiples nucleólos pequeños y un citoplasma anfofilo o basófilo escaso, que puede tener pequeñas vacuolas lipídicas.2,5,10,11,17,18 El linfoma difuso de células B grande y el linfoma de Burkitt constituyen la mayor parte de los linfomas de células B en niños y adolescentes; la distinción entre ambos es importante para establecer una estrategia terapéutica porque 216 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 ambos tienen un pronóstico diferente. Los casos clásicos de estos dos linfomas tienen una similitud morfológica importante, que dificulta su diferenciación sólo por morfología, por lo que es necesario recurrir a métodos auxiliares.18 Desde la perspectiva inmunohistoquimica el linfoma de Burkitt se caracteriza por la expresión de seis proteínas (c-myc, CD10, bcl-6, bcl-2, CD138 y MIB-1); la de la proteína c-myc es consecuencia de la traslocación en el cromosoma 8q24, mientras que el CD10 es una endopeptidasa asociada con la proteína de membrana. Chuang y sus coautores6 encontraron CD10 positivo en 100% de los 20 casos estudiados de linfoma de Burkitt. La oncoproteína bcl-2 es útil en distinguir entre una proliferación reactiva y una neoplasia de células B, en la mayor parte de los linfomas de Burkitt esta oncoproteína no se expresa. MIB-1 es un anticuerpo que reconoce la proliferación y la asociación con el antígeno Ki67, que se utiliza para determinar el índice de proliferación de la población celular en el tumor, los casos típicos de linfoma de Burkitt revelan una fracción de crecimiento alto en órdenes de 90 a 100%. La proteína bcl-6 tiene la utilidad de expresarse en células linfoides o derivarse de los centros foliculares.2,6,18 Huang y colaboradores18 reportan 21 casos de linfoma de Burkitt que se expresan inmunofenotípicamente CD45+/CD3-/ CD20+/CD79a+/IgM+/IgG-/IgA-/TdT-/CD10+. Chuang y coautores6 reportan que el prototipo inmunofenotipo del linfoma de Burkitt es IgM+ (89%) / CD10+ (100%) / bcl-2- (89%) / bcl-6+ (96%), con un índice de proliferación de Ki67 cercano al 100%. En todos los estadios el tratamiento de este agresivo tumor es la quimioterapia sistémica; de acuerdo con las Guías de Práctica Clínica,19 en México es la quimioterapia combinada de hyperCAVD más rituximab, la que ha demostrado la remisión completa de 87% de los linfomas de Burkitt, supervivencia libre de enfermedad a Briseño-Hernández AA y colaboradores. Linfoma tipo Burkitt bilateral de ovario cinco años de 48% y mortalidad asociada con el tratamiento de 8%.20-22 En la mayoría de los casos reportados en la bibliografía médica se recurrió a la laparotomía exploradora con tumorectomía, con la finalidad de precisar el diagnóstico histopatológico y no el tratamiento de la patología en cuestión. Esto debido a que se ha observado que la citorreducción del tumor no se relaciona con mejor pronóstico.2,3,5,10,11,23,24 CONCLUSIONES El linfoma de Burkitt de ovario bilateral es poco frecuente, sus manifestaciones son diversas y el dolor abdominal y los tumores abdominales son las formas más frecuentes. El pronóstico de las pacientes es malo a corto plazo. Para poder ampliar las posibilidades diagnósticas es importante conocer este tipo de tumor y confirmarlo con base en la clínica y el reporte de patología que considere los hallazgos morfológicos del tejido, en conjunto con los resultados de la inmunohistoquimica para así establecer el diagnóstico correcto y poder clasificar al paciente para su correcto abordaje terapéutico. REFERENCIAS 1. Bonet-Fonseca I, Díaz-Anaya A. Francis T, Fajardo-Tornés YL. Linfoma de ovario. Rev Cub Obste Ginecol 2012;38:424430. 2. Hatami M, Whitney K, Goldberg GL. 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Tratamiento quirúrgico de la diabetes mellitus tipo 2 Raúl Carrillo-Esper María Jimena Muciño-Bermejo Unidad de Terapia Intensiva Fundación Clínica Médica Sur RESUMEN Diversos procedimientos de cirugía bariátrica y otros quirúrgicos gastrointestinales pueden remitir la diabetes mellitus tipo 2 y disminuir la hiperlipidemia e hipertensión arterial en pacientes obesos y no obesos. Está demostrado que en esos pacientes los efectos metabólicos de la cirugía bariátrica no sólo se reflejan en pérdida de peso e ingesta calórica, sino también en cambios endocrinos resultantes de la manifestación quirúrgica del tubo gastrointestinal. Se revisan los resultados clínicos de esas intervenciones (“cirugía metabólica”) en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y las perspectivas de su papel en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2. Palabras clave: cirugía bariátrica, cirugía metabólica, diabetes mellitus tipo 2. Surgical treatment of type 2 diabetes mellitus ABSTRACT Sustained remission of type 2 diabetes mellitus and significantly improved hyperlipidemia and arterial hypertension, control has been achieves in both lean and obese patient after bariatric surgery procedures or other gastrointestinal surgical procedures. It has been demonstrated that the metabolic effects of bariatric surgery in these patients derives not only in reducing weight and caloric intake, but also endocrine changes resulting from surgical manifestation gastrointestinal tract. In this article we review the clinical outcomes of such interventions (collectively called “metabolic surgery”) and the perspectives on the role that these surgeries in the treatment of patients with type 2 diabetes mellitus. Key words: Bariatric surgery, metabolic surgery. www.amc.org.mx Recibido: 30 de julio 2013 Aceptado: 9 de diciembre 2013 Correspondencia Acad. Dr. Raúl Carrillo Esper Unidad de Terapia Intensiva, Fundación Clínica Médica Sur Puente de Piedra 150 14050 México DF sgmena@yahoo.com. 219 Cirugía y Cirujanos Epidemiología En el mundo hay más de 347 millones de personas con diabetes mellitus.1,2 Se calcula que en 2004 fallecieron 3.4 millones como consecuencia de esta enfermedad. En la Encuesta Nacional de Salud 2000 la prevalencia nacional de diabetes mellitus en individuos mayores de 20 años fue de 7.5%.2 En la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 la prevalencia de diabetes mellitus tipo 2 aumentó a 14%, es decir 8 millones de personas. En México, la diabetes mellitus ocupa el primer lugar en número de defunciones por año.2 De acuerdo con la OMS, en todo el mundo 300 millones de adultos sufren obesidad.1 En México, de 1980 a la fecha, la prevalencia de obesidad y sobrepeso se ha triplicado, 39.5% de la población adulta tiene sobrepeso, y 31.7% obesidad, lo que implica que 70% de la población adulta tiene un índice de masa corporal inadecuado.2 Tratamiento quirúrgico de la diabetes mellitus tipo 2 Hasta el momento, las metas para lograr un control glucémico adecuado a largo plazo en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 mediante cambios en el estilo de vida y estrategias farmacológicas no se han alcanzado. No obstante que las modificaciones en el estilo de vida y el tratamiento farmacológico (sulfunilureas, metformina, glitazonas, inhibidores de la dipeptidilpeptidasa y agonistas del péptido 1 similar al glucagón) tienen un lugar bien establecido en el control de la diabetes mellitus, los algoritmos de tratamiento actuales no son suficientes para lograr un adecuado control glucémico en algunos casos. Hay tratamientos intensificados, que incluyen un esquema farmacológico complejo, que pueden inducir aumento de peso o un pobre apego.3 Está demostrado que la cirugía bariátrica, 220 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 una forma de cirugía gastrointestinal diseñada para lograr y mantener una pérdida significativa de peso, es efectiva en la prevención y tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2.3 Mecanismos de control de la diabetes mellitus tipo 2 de la cirugía metabólica La disminución o remisión de la diabetes mellitus tipo 2 luego de una gastrectomía se reportó por primera vez en 1995, cuando Pories y Friedman y sus colaboradores4,5 describieron los cambios sostenidos en el control glucémico 14 años después de haber realizado una derivación gástrica a pacientes diabéticos con obesidad mórbida. En 2004 Rubino y su equipo6 reportaron los efectos metabólicos benéficos de la cirugía bariátrica en modelos animales diabéticos no obesos.4-6 Los mecanismos por los que la cirugía bariátrica remite la diabetes mellitus tipo 2 incluyen: alteraciones en la anatomía gastrointestinal, malabsorción, alteraciones en la actividad de las células beta, y cambios hormonales.6 Casi inmediatamente después de las cirugías que involucran la reestructuración del tubo gastrointestinal mejoran la sensibilidad y las vías de señalización de la insulina, facilitan el metabolismo de los ácidos grasos y disminuyen la cantidad de grasa hepática y muscular, y de manera más tardía en quienes se practican cirugías restrictivas. Existen dos hipótesis para explicar esta reacción:7 la primera (“intestino anterior”) establece que la hiperestimulación del intestino anterior (estómago, duodeno y yeyuno) es un factor causal de la diabetes mellitus tipo 2 y, por lo tanto, las cirugías que derivan estas porciones del tubo digestivo disminuyen la estimulación de estas áreas, y se consigue mejor control glucémico.8 La segunda (“intestino posterior”) es alterna pero no excluyente y sugiere: que la estimulación del intestino delgado distal es el factor responsable. Al facilitar la presentación Carrillo-Esper R y Muciño-Bermejo MJ. Tratamiento quirúrgico de la diabetes mellitus tipo 2 del contenido intestinal al íleo se incrementa la liberación de incretinas, en especial del péptido-1 semejante al glucagón y el péptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GLP-1), lo que resulta en disminución significativa de la diabetes mellitus tipo 2.8-10 Está demostrado que las cirugías malabsortivas inducen mayor cantidad de cambios hormonales en comparación con los procedimientos meramente restrictivos. Después de la cirugía los cambios hormonales se relacionan con mejoría en la homeostasis de la glucosa. 1) Las incretinas son péptidos que se secretan en respuesta a la ingesta que induce la secreción de insulina. Rubino y sus coautores11 proponen que el aumento o inicio temprano de señalizaciones anti-incretinas lleva a la pérdida de equilibrio de los mecanismos homeostáticos incretina-antiincretina que conllevan la alteración de múltiples órganos participantes en la regulación del metabolismo, incluidas las células beta pancreáticas, el tejido adiposo y el cerebro. 2) El péptido posprandial plasmático Y es una hormona secretada y liberada a la circulación por las células L en el intestino proximal, después de las comidas. Esta hormona genera un efecto de saciedad, junto con el GLP-1, que disminuye la motilidad intestinal, el vaciamiento gástrico, el tránsito del intestino delgado y la ingesta.12 3) El péptido gástrico inhibitorio, otra hormona que participa en el control glucémico, es secretado por las células K del intestino delgado proximal y estimula la síntesis y secreción de insulina.13 4) La leptina es una hormona derivada de los adipocitos con receptores en el hipotálamo; la estimulación de esta hormona disminuye las concentraciones del neuropéptido Y que suprimen el apetito e incrementan el metabolismo basal.13 5) La grelina es un estimulante del apetito que se secreta en el fundus gástrico. Puede tener propiedades estimulantes e inhibidoras de la secreción de insulina. Aunque las hormonas mencionadas juegan, al parecer, un papel importante en la homeostasis del peso corporal y en la glucemia, se requieren más investigaciones que dejen en claro su compleja interrelación.13 La cirugía bariátrica (llamada metabólica por su repercusión en el metabolismo de carbohidratos, lípidos y sensibilidad a la insulina) mejora la calidad de vida y disminuye las comorbilidades relacionadas con la obesidad, como por ejemplo: apnea obstructiva del sueño y la dislipidemia. La cirugía metabólica disminuye la mortalidad atribuible a enfermedades cardiovasculares, cáncer en la mujer, y diabetes mellitus tipo 2.3 A partir del advenimiento de las técnicas quirúrgicas laparoscópicas y la disminución de la morbilidad y la mortalidad de los procedimientos bariátricos, el interés por la cirugía como opción terapéutica para la diabetes mellitus tipo 2 se ha incrementado. En el año 2007 se convocó la cumbre de expertos en cirugía de diabetes en Roma, Italia.14 En el año 2009, la ADA incluyó a la cirugía bariátrica como una opción terapéutica para la diabetes mellitus tipo 2.15 En 2011 la International Diabetes Federation publicó su postura ante la cirugía bariátrica. En el mismo año, Zimmet señaló que aunque la diabetes mellitus tipo 2 había sido controlada mediante tratamiento médico, la cirugía bariátrica representa una terapéutica real para pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y obesidad mórbida.16 La cirugía metabólica se practica en menos de 1% de los pacientes que podrían beneficiarse 221 Cirugía y Cirujanos con este tratamiento. Las causas de su baja práctica incluyen poco conocimiento por parte de los médicos acerca de las opciones quirúrgicas para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, estigmatización y discriminación de los pacientes obesos y los métodos para tratar la obesidad, acceso limitado a servicios de salud con quirófanos equipados y limitaciones económicas para solventar los gastos que implica una cirugía bariátrica.4 Procedimientos quirúrgicos Las cirugías metabólicas se clasifican en: restrictivas, malabsortivas y mixtas. Entre las cirugías restrictivas están: la colocación de banda gástrica por vía laparoscópica y la gastroplastia vertical. En los procedimientos malabsortivos se incluye la derivación biliopancreática. Los procedimientos mixtos, como la derivación gástrica en Y de Roux, que incluyen la restricción del estómago y una derivación del intestino delgado.11 En Estados Unidos, la derivación gástrica en Y de Roux representaba 65% de las cirugías metabólicas, para el año 2008 representó 49%. En Europa, para el año 2003, esta cirugía representó 11% de las cirugías bariátricas y en 2008, el 39%.17 La derivación biliopancreática, en cualquiera de sus variantes, es una cirugía malabsortiva; sin embargo, su práctica ha disminuido y hoy sólo representa 2% de los procedimientos. La gastrectomía en banda ha ganado aceptación y actualmente representa 5 a 15% de los procedimientos bariátricos, sin evidencia de los desenlaces clínicos a un plazo mayor de tres años.17,18 La elección del procedimiento quirúrgico debe basarse en múltiples factores, incluida la experiencia del centro donde se realice la cirugía, efectividad, seguridad, complejidad 222 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 y reversibilidad de la técnica; así como la infraestructura existente para la atención postquirúrgica. También deben considerarse los factores relacionados con el paciente, como el estado general de salud, comorbilidades y susceptibilidad a las complicaciones perioperatorias.16 Indicaciones Las guías regionales e internacionales de indicaciones del tratamiento quirúrgico para pacientes con obesidad y diabetes mellitus toman como base la guía nacional de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos de 1995.19 Enseguida se enumeran los criterios de elegibilidad para cirugía bariátrica según diversos organismos de salud. Federación internacional de diabetes mellitus 201116 Son prioritarios para tratamiento quirúrgico los pacientes con un IMC (índice de masa corporal) mayor a 40 o mayor a 35 cuando la diabetes mellitus tipo 2 y otras comorbilidades no se han controlado con tratamiento médico óptimo. Deben considerarse aptos para cirugía bariátrica los pacientes con IMC mayor de 35 o mayor de 30 cuando la diabetes mellitus tipo 2 y otras comorbilidades no se han controlado con tratamiento médico óptimo. Asociación Americana de Diabetes 201115 La cirugía no debe ser el tratamiento de elección para ningún grupo de pacientes. Deben considerarse susceptibles para cirugía bariátrica los pacientes con IMC mayor o igual a 35, pacientes con diabetes mellitus tipo 2 o cualquier otra comorbilidad no controlada con cambios en el estilo de vida y tratamiento farmacológico. Para pacientes con IMC entre 30 y 35 se recomienda la intervención quirúrgica sólo como parte de protocolos de investigación. Carrillo-Esper R y Muciño-Bermejo MJ. Tratamiento quirúrgico de la diabetes mellitus tipo 2 Grupo Científico Colaborador de Cirugía Bariátrica 200720,21 Son susceptibles de tratamiento quirúrgico los pacientes con IMC ≥ 35 con una comorbilidad que pueda controlarse con pérdida de peso. El antecedente de pérdida de peso antes de la cirugía no cambia la elegibilidad. Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica, Estados Unidos 200622 La cirugía será prioritaria en pacientes con IMC mayor o igual a 50. Se consideran pacientes elegibles para cirugía metabólica quienes tengan un IMC ≥ 35 con una comorbilidad que pueda ser controlada con pérdida de peso. Centros de servicios Medicare y Medicaid, Estados Unidos, 2006.22 Son pacientes elegibles para cirugía bariátrica los que tengan IMC ≥ 35 con una comorbilidad relacionada con la obesidad y falla del tratamiento farmacológico de la obesidad. y de las tasas de remisión de diabetes mellitus tipo 2. Enseguida se describen brevemente las ventajas, desventajas, eficiencia y seguimiento durante el postoperatorio básico de las cirugías metabólicas realizadas con más frecuencia. La banda gástrica (cirugía restrictiva) es ajustable y se coloca alrededor de la parte superior del estómago, creando una pequeña bolsa, para restringir el volumen y tipo de alimento que puede consumirse. Es un procedimiento ajustable, reversible, que no necesita cortar o redireccionar el intestino y puede realizarse como cirugía ambulatoria (Figura 1).23 La pérdida de peso esperada es de 20 a 30% y alcanza su máximo 2 a 3 años después de la cirugía. A un año de seguimiento del postoperatorio, 64% de los pacientes conservan concentraciones normales de hemoglobina glucosilada sin tratamiento médico, 26% tiene mejoría significativa en el control glucémico y sólo 10% no tiene cambios en éste. Después de dos años de seguimiento, 80% de los pacientes logran la remisión de la diabetes mellitus tipo 2. De acuerdo con las guías de práctica clínica más recientes, los mejores resultados se obtienen en pacientes entre 18 y 65 años de edad, IMC > 30, diabetes mellitus tipo 2 de menos de cinco años de evolución, fracaso del tratamiento con dieta y metformina que no han iniciado un segundo hipoglucemiante ni insulina, o que se hayan estado aplicando insulina por un corto periodo, con concentraciones séricas de péptido C pancreático mayores de 1 ng/mL y pacientes con diabetes mellitus tipo 2, insulinodependientes de difícil control.14 Desenlaces clínicos: ventajas, desventajas y seguimiento médico Entre las diferentes cirugías metabólicas existen diferencias en la velocidad de pérdida ponderal Figura 1. Representación esquemática de la colocación de la banda gástrica. 223 Cirugía y Cirujanos Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 El riesgo de deficiencia de hierro, vitamina B12 y folatos es bajo. Existe información del desenlace clínico a largo plazo, y se ha documentado aumento de la supervivencia.3,23,24 Las desventajas de la colocación de la banda gástrica son: pérdida de peso gradual y necesidad de ajustes periódicos a la banda, sobre todo en los primeros 12 meses. Las principales complicaciones son: dilatación del reservorio gástrico, migración de la banda u erosión hacia el estómago, fugas del sistema de la banda gástrica y aumento de peso por ingesta de líquidos con alta densidad calórica. La tasa de pérdida excesiva de peso a 3-4 años es de 50%, la mortalidad postoperatoria a 30 días es de 1%, la morbilidad postoperatoria a 30 días por complicaciones mayores es también de 1%, y la morbilidad a 1 año de 4 a 5%.3,23,24 La gastrectomía en manga es una cirugía restrictiva en la que se retira 85% y se deja un remanente gástrico cilíndrico (en manga). La válvula de salida gástrica y la inervación del estómago permanecen intactas (Figura 2). La pérdida de peso es similar a la obtenida con cirugía de derivación gástrica, de 20 a 30%, con un pico a los 12 a 24 meses. A un año de seguimiento 76 a 81% de los pacientes experimentan la remisión de la diabetes mellitus tipo 2, y de 10 a 15% adicional tiene una mejoría significativa del control glucémico.3,23,24 La gastrectomía en manga es un procedimiento permanente y no se tiene información acerca de los desenlaces clínicos a largo plazo. Las principales complicaciones son la dehicencia de la línea de grapas quirúrgicas, enfermedad por reflujo gastroesofágico, dilatación del remanente gástrico, deficiencias nutricionales y recuperación del peso perdido. La pérdida excesiva de peso es de 50 a 60%, la mortalidad postoperatoria a 30 días va de 0 a 4%, la morbilidad postoperatoria a un año es de 10.8%. 224 Figura 2. Representación esquemática de la gastrectomía en banda. Los pacientes operados con este procedimiento deben llevar un control nutricional de por vida, y tienen un riesgo moderado de deficiencias de hierro, vitamina B12, calcio, vitamina D, cobre y cinc.3,23,24 La derivación gástrica puede ser una cirugía restrictiva o mixta, dependiendo de si se acompaña o no de gastrectomía. Combina la extirpación o exclusión de dos tercios del estómago (mediante resección horizontal o vertical) con una derivación intestinal larga que disminuye, significativamente, la absorción de grasas. El estómago reducido de tamaño se anastomosa con los 150 centímetros distales del intestino delgado. El intestino delgado excluido, que contiene bilis y secreciones pancreáticas, se conecta al brazo alimentario. La bilis se mezcla con el alimento ingerido sólo en una pequeña porción del intestino delgado. Esta técnica quirúrgica es la más eficaz para el control de peso y resolución de Carrillo-Esper R y Muciño-Bermejo MJ. Tratamiento quirúrgico de la diabetes mellitus tipo 2 la diabetes mellitus tipo 2; es un procedimiento ajustable y reversible mediante un segundo abordaje quirúrgico, y es una excelente segunda opción en pacientes en quienes otras técnicas quirúrgicas han fracasado (Figura 3).3,23,24 y pueden absorberse en la porción remanente del intestino delgado. Esta cirugía no requiere ajustes ni materiales artificiales (Figura 4).3,23,24 Figura 3. Representación esquemática de la derivación biliopancreática. Enseguida de la derivación biliopancreática se espera la disminución de 70 a 90% del exceso de peso corporal en un periodo de 12 a 24 meses, con con pérdida máxima a un año de 30 a 40% del peso corporal. Trascurridos dos meses de seguimiento, 75% de los pacientes alcanzan la normalización de la glucemia en ayuno luego de 20 años de seguimiento. Los pacientes a quienes se practica esta cirugía requieren seguimiento médico y nutricional de por vida debido al riesgo alto de deficiencias de hierro, vitamina B12, folatos, calcio, cobre, cinc, y vitaminas liposolubles.3,23,24 La derivación gástrica en Y de Roux es una cirugía mixta en la que se utiliza una engrapadora quirúrgica para crear un pequeño reservorio gástrico vertical, que independientemente del remanente gástrico, se anastomosa al yeyuno. El extremo biliar excluido se anastomosa al tubo alimentario. Después de la cirugía la ingesta se deriva en 95% del estómago, la totalidad del duodeno y una porción del yeyuno, pero la bilis y los nutrientes se mezclan en el yeyuno distal Figura 4. Representación esquemática de la derivación gástrica en Y de Roux. Después de la derivación gástrica en Y de Roux se espera una reducción de 75% del exceso de peso corporal, con una pérdida de peso rápida de 25 a 35%, y que alcanza su máximo a los 12 a 24 meses. Con el tratamiento médico adicional, luego de 14 años de experiencia quirúrgica, 83% de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y 98.7% de los que tienen tolerancia a la glucosa alterada conservan concentraciones séricas de glucosa e insulina normales.3,24 El tiempo de recuperación es mayor que en otras cirugías. Las principales complicaciones son: dolor abdominal, dehiscencia de la línea de grapas quirúrgicas, úlceras gástricas, 225 Cirugía y Cirujanos obstrucción intestinal y litiasis vesicular. Otras complicaciones son el síndrome de vaciamiento gástrico temprano y la fuga de la línea de grapas. La pérdida excesiva de peso a 3 a 5 años es de 60%, la mortalidad posoperatoria a 30 días es de 0.3 a 0.5%, y la morbilidad a 30 días de 4.8% para las cirugías realizadas por laparoscopia y 7.6% para las abiertas. Estos pacientes requieren seguimiento médico y nutricional de por vida, tienen un riesgo moderado de deficiencias de hierro, vitamina B12, folatos, calcio, vitamina B12, vitamina D, cobre y cinc, y pueden requerir suplementos alimenticios.3,23,24 En las Figuras 5 y 6 se representa la interposición duodeno-yeyunal de la interposición ileal. Desenlaces clínicos: tratamiento quirúrgico vs tratamiento médico En grupos seleccionados de pacientes bariátricos con diabetes mellitus tipo 2 descontrolada está reportado que la opción quirúrgica sola o combinada con tratamiento médico es más efectiva que el tratamiento farmacológico solo.25 En un estudio unicéntrico, no ciego, aleatorizado, controlado, de 60 pacientes de entre 30 y 60 años Figura 5. Representación esquemática de la interposición ileal, una cirugía metabólica no convencional en la que un segmento de íleo con inervación e irrigación intacta se interpone quirúrgicamente en el intestino delgado proximal, lo que aumenta su exposición a los nutrientes. Puede ser realizada con o sin gastrectomía en banda. 226 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Figura 6. Representación esquemática de la interposición duodeno-yeyunal, una cirugía metabólica no convencional en la que se conserva el estómago y se crea una interposición de un segmento corto de la parte proximal del intestino delgado, similar al que se deriva en una cirugía en Y de Roux. de edad con IMC mayor de 35, antecedentes de al menos cinco años de diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2, y hemoglobina glucosilada mayor de 7% asignados al azar a tratamiento quirúrgico o médico de diabetes mellitus tipo 2 el desenlace primario fue la remisión de la diabetes (definido como glucosa en ayuno menor a 100 y hemoglobina glucosilada menor de 6.5% en ausencia de terapia farmacológica). Después de dos años de seguimiento, 0% de los pacientes del grupo de terapia médica, y 75% de los operados tuvieron remisión de la diabetes mellitus tipo 2. La mejoría en el control glucémico fue significativamente mayor en el grupo de tratamiento quirúrgico que en el médico.26 En un estudio unicéntrico no aleatorizado no ciego, en el que se evaluó la eficacia de la terapia médica intensiva contra la terapia médica intensiva sola con derivación gástrica en Y de Roux o gastrectomía en manga, se incluyeron 150 pacientes con diabetes mellitus tipo 2 descontrolada.27,28 La edad promedio era de 49 ± 8 años, y la hemoglobina glucosilada promedio era de 9.2 ± 1.5%. El desenlace primario era el porcentaje de pacientes con una Carrillo-Esper R y Muciño-Bermejo MJ. Tratamiento quirúrgico de la diabetes mellitus tipo 2 hemoglobina glucosilada ≤ 6.0% a 12 meses de seguimiento. No había diferencias estadísticamente significativas en cuanto al uso de insulina, edad, sexo, IMC, circunferencia de cintura, relación cintura cadera, tabaquismo, dislipidemia, hipertensión o síndrome metabólico entre los tres grupos estudiados.27,28 Un 93% de los pacientes completaron el seguimiento a 12 meses. En el grupo de tratamiento médico 12% de los pacientes alcanzaron la meta primaria, mientras que 42% alcanzó dicha meta en el grupo de tratamiento médico y derivación gástrica (p= 0.002) y 37% de los pacientes que recibieron tratamiento médico y gastrectomía en banda (p= 0.008).27,28 Luego de 12 meses de seguimiento la hemoglobina glucosilada promedio era de 7.5 ± 1.8% en el grupo de tratamiento médico solo, 6.4 ± 0.9% en el grupo de tratamiento médico y derivación gástrica (p< 0.001), y 6.6 ± 1.0% en el grupo de tratamiento médico y gastrectomía en banda.27,28 Los pacientes tratados con cirugía bariátrica tuvieron una pérdida de peso significativamente mayor que el grupo de tratamiento médico. El tratamiento con hipoglucemiantes, hipolipemiantes y antihipertensivos disminuyó en los grupos en que se incluyó tratamiento quirúrgico e incrementó en el grupo que recibió solo tratamiento médico. La resistencia a la insulina disminuyó significativamente después de la cirugía bariátrica.27,28 En los grupos en los que se incluyó tratamiento quirúrgico en comparación con el grupo que sólo recibió tratamiento médico se observó mayor incremento de las concentraciones de HDL y mayor descenso de las concentraciones de LDL y colesterol. Esta diferencia fue significativa cuando se comparó cualquier grupo tratado quirúrgicamente con el tratamiento médico solo, pero no hubo diferencias significativas entre los dos grupo quirúrgicos.27,28 En un estudio multicéntrico, aleatorizado, no ciego que incluyó 120 pacientes con IMC entre 30 y 39.9, péptido C ³ 1.0 ng/mL, y diabetes mellitus tipo 2 de por lo menos 6 meses de diagnóstico se comparó la eficacia del tratamiento médico acompañado de cambios en el estilo de vida con o sin derivación gástrica en Y de Roux para alcanzar la meta compuesta de hemoglobina glucosilada ≤ 7%, LDL < 100 mg/ dL y presión arterial sistólica de 130 mmHg. Al cabo de 12 meses de seguimiento 49% de los pacientes del grupo de derivación gástrica en Y de Roux y 19% del grupo sin tratamiento quirúrgico alcanzaron la meta compuesta (razón de momios 4.8). El grupo con cirugía bariátrica requirió 3 fármacos menos. El porcentaje del peso inicial perdido fue de 26.1% en el grupo con cirugía bariátrica vs 7.9% en el grupo de tratamiento médico. Hubo 22 eventos adversos serios en el grupo quirúrgico, y 15 en el de tratamiento médico.29 En un estudio retrospectivo de casos y controles de pacientes obesos con diabetes mellitus tipo 2 que comparó la eficacia relativa del tratamiento médico versus la interposición duodenal, la colocación de la banda gástrica y la derivación gástrica en Y de Roux para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, se encontró que la derivación gástrica en Y de Roux se asoció con mayor pérdida de peso, normalización de la hemoglobina glucosilada y disminución del número de medicamentos en comparación con el tratamiento médico y la colocación de la banda gástrica. La interposición duodenal produjo mayores reducciones en la hemoglobina glucosilada, que la derivación gástrica en Y de Roux, sin diferencias significativas en cuanto a pérdida de peso.30 Los cambios neurohumorales documentados después de la cirugía metabólica incluyen la normalización de la primera fase de secreción de insulina y el aumento en la secreción de incretinas, como el GLP-1.31,32 227 Cirugía y Cirujanos Los pacientes con derivación gástrica en Y de Roux o colocación de banda gástrica tienen una tendencia no significativa a la disminución de las concentraciones de grelina que no se correlacionan con la pérdida de peso.33 Las concentraciones posprandiales de GLP-1 no tienen un aumento significativo en pacientes a quienes se coloca la banda gástrica. Los pacientes con derivación gástrica en Y de Roux tienen un aumento significativo del GLP-1 postprandial, tres veces superior al observado en pacientes a quienes se coloca una banda gástrica.33 En pacientes con derivación gástrica en Y de Roux y a los que se les coloca una banda gástrica disminuyen las concentraciones de leptina, las mínimas las alcanzan a las 2 a 12 semanas del postoperatorio en los de banda gástrica y a las 26 a 52 semanas en los de derivación gástrica en Y de Roux. La disminución en las concentraciones de leptina tiene una correlación significativa con la pérdida de peso.33 A las 52 semanas siguientes a la colocación de la banda gástrica no hay cambios significativos en el perfil tiroideo, pero el porcentaje de cambio en las concentraciones de T3 libre se correlaciona con el porcentaje de pérdida de peso. A las 52 semanas posteriores a la derivación gástrica en Y de Roux disminuyen significativamente las concentraciones de T3 pero sin correlación con el porcentaje de pérdida de peso.33 La principal determinante del resultado clínico en los pacientes bariátricos es su capacidad para mantener el apego estrecho a un régimen nutricional saludable. Para esto se han utilizado diversos instrumentos de evaluación sociodemográfica y psicológica que predicen la capacidad psicosocial del individuo apto para cirugía bariátrica de adaptarse a un estilo de vida y alimentación idóneos para un buen resultado 228 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 clínico. Sin embargo, no se han encontrado elementos psicosociales que sirvan de predictores fidedignos del desenlace clínico postquirúrgico en pacientes bariátricos.34 A pesar de la variabilidad en los criterios de elegibilidad para cirugía bariátrica entre diversos psicólogos, los motivos más frecuentes de exclusión son relativamente constantes: psicopatología significativa, trastorno bipolar o psicosis, depresión sin tratamiento o tratamiento no óptimo, trastornos alimenticios, estresores ambientales significativos y falta de comprensión de los riesgos y requerimientos postoperatorios asociados.35,36 En general, los criterios de exclusión aplicados con más frecuencia se correlacionan con un peor desenlace clínico. En un estudio prospectivo que incluyó 140 pacientes operados con cirugía bariátrica, quienes tenían dos o más psicopatologías significativas tuvieron una pérdida de peso significativamente menor a 30 meses de seguimiento postoperatorio.37 En una revisión sistemática de la bibliografía médica, el antecedente de pérdida de peso significativa voluntaria previa a la cirugía se asoció con mayor pérdida de peso postoperatoria.38 Aunque los estudios mencionados no están enfocados al control glucémico, los resultados sí resaltan la importancia de la evaluación psicológica preoperatoria en pacientes aptos para la cirugía metabólica. CONCLUSIONES La cirugía metabólica tiene efectos benéficos en el control glucémico de pacientes con diabetes mellitus tipo 2 obesos y no obesos, a un año de seguimiento la diabetes mellitus tipo 2 remite en más del 60%. Los mecanismos que logran el control glucémico no sólo incluyen disminución de peso por restricción de la ingesta calórica, sino también modulación de la cascada Carrillo-Esper R y Muciño-Bermejo MJ. Tratamiento quirúrgico de la diabetes mellitus tipo 2 neurohumoral relacionada con la obesidad y resistencia a la insulina. Aunque tiene tasas bajas de morbilidad y mortalidad a 1, 12 y 48 meses, sólo una pequeña proporción de pacientes con indicación para este tratamiento se beneficia de esta opción porque el médico de primer contacto la desconoce, por limitaciones económicas o por la necesidad de seguimiento a largo plazo. Las guías de cirugía bariátrica recomiendan su realización temprana, antes de trascurridos cinco años del diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2 y con un tiempo de insulinización breve. La cirugía metabólica es una opción terapéutica efectiva para la diabetes mellitus tipo 2, incluso en pacientes no obesos, también es una posibilidad terapéutica de salvamento dirigida a la disminución de peso en pacientes con obesidad mórbida. Como parte de la evaluación preoperatoria de los pacientes a quienes la cirugía metabólica debe incluirse una evaluación psicosocial orientada a la identificación y exclusión de quienes padecen una psicopatología significativa, estresores ambientales relevantes y falta de comprensión de los riesgos y requerimientos postoperatorios asociados con el procedimiento quirúrgico. REFERENCIAS 1. World Health Organization. Obesity and Overweight. (consultado el 23 de marzo de 2013). Disponible en http:// www.who.int/hpr/NPH/docs/gs_obesity.pdf (2011) 2. Córdova-Villalobos JA. El Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria como una estrategia contra el sobrepeso y la obesidad. Cir Cir 2010;78:105-107. 3. Dixon JB, Zimmet P, Alberti KG, Rubino F. 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Conclusiones: los resultados de estudios hasta ahora publicados son variables, lo que genera controversia en relación con su utilidad. Palabras clave: procalcitonina, apendicitis, pancreatitis, peritonitis, isquemia intestinal, infección postoperatoria. Procalcitonin as a marker of intraabdominal infection ABSTRACT Background: Procalcitonin is a quite specific biomarker of infection and in recent years has shown its superiority to others markers of inflammation, such as C-reactive protein, for the diagnosis and monitoring of a variety of infections. Aim: For this reason, several researchers have studied the potential role of procalcitonin for diagnosis and management of these infections. Discussion: Intra-abdominal infections are a heterogeneous group of infections that, sometimes, pose difficult challenges to physicians. The published studies have produced mixed results, leading to controversy on the utility of this marker in intra-abdominal infections. Conclusions: This review summarizes these data and discuss the utility of procalcitonin in several intra abdominal infections, including postoperative infections. Key words: Procalcitonin, apendicitis, pancreatitis, peritonitis, bowel ischemia, postoperative infection. www.amc.org.mx Recibido: 23 de abril 2013 Aceptado: 8 de agosto 2013 Correspondencia Dr. Elías Domínguez Comesaña Dr. Loureiro Crespo 57 2ºB 36004 Pontevedra, España Tel.: 034986861045 eliasdomcom@gmail.com 231 Cirugía y Cirujanos 232 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 ANTECEDENTES Fisiología de la procalcitonina Las infecciones intrabdominales son un grupo de enfermedades frecuentes que, en conjunto, causan una importante morbilidad y mortalidad. Los dos principales factores determinantes del éxito del tratamiento de estas infecciones son: el control del origen de la infección y la rapidez con que se administre el antibiótico empírico efectivo, 1 circunstancias que disminuyen el riesgo de complicaciones y mortalidad. En la mayor parte de las veces la anamnesis, la exploración física, los estudios básicos de laboratorio y de imagen elementales permiten establecer un rápido diagnóstico y, por lo tanto, puede iniciarse el tratamiento adecuado con prontitud. Sin embargo, en algunos casos el diagnóstico no es fácil, aun recurriendo a la tomografía computada con contraste oral e intravenoso, que es el método de elección para evaluar a los pacientes con sospecha de infección intrabdominal que no requieran laparotomía inmediata. 2 Las infecciones intrabdominales postoperatorias pueden resultar particularmente difíciles de diagnosticar, sobre todo en sus fases más tempranas, cuando realmente el tratamiento puede resultar más eficaz. Por este motivo se ha intentado encontrar un biomarcador que facilite el diagnóstico rápido y temprano de la infección. La procalcitonina es uno de los más investigados hasta el momento, sobre todo en Europa. En Estados Unidos también se ha despertado en los últimos años el interés por este marcador e, incluso, en las guías auspiciadas por el American College of Critical Care Medicine y la Infectious Diseases Society of America, se establece que la procalcitonina puede utilizarse como una herramienta útil para identificar la infección como causa de fiebre o sepsis en pacientes críticamente enfermos.3 En este trabajo se revisa la evidencia actual acerca de la utilidad de la procalcitonina como marcador de infección intraabdominal. La procalcitonina se descubrió en 1975 por un grupo de investigadores españoles dirigido por Moya.4 Es una proteína constituida por 116 aminoácidos, con peso molecular de 13 kDa y constituye la prohormona de la calcitonina producida por las células C del tiroides. Casi toda la procalcitonina producida por estas células es convertida en calcitonina por la acción de determinadas endopeptidasas, por eso sus concentraciones séricas son muy bajas en pacientes sanos, inferiores a 0.05 ng/mL. La producción de procalcitonina es regulada por el gen CALC-1, localizado en el brazo corto del cromosoma 11. Este gen expresa una proteína de 141 aminoácidos, la preprocalcitonina, a partir de la que se produce la procalcitonina por acción de una endopeptidasa.5 Assicot y sus colaboradores6 fueron los primeros en describir, en 1993, que en pacientes con infección bacteriana se elevan las concentraciones plasmáticas de procalcitonina. La estructura de la procalcitonina detectada en el plasma de estos pacientes es idéntica a la de las células C del tiroides, como precursora de la calcitonina. Sin embargo, la regulación de la producción de procalcitonina es sustancialmente distinta en las células C del tiroides y en los procesos inflamatorios. Las células C del tiroides producen esta prohormona en respuesta a la elevación de las concentraciones de Ca en el plasma y a determinados estímulos hormonales (glucocorticoides, glucagón, gastrina, somatostatina y otros). En los procesos inflamatorios la procalcitonina no es producida por las células C del tiroides, y su producción no depende de las concentraciones de calcio, sino que está ligada, directamente al estímulo generado por antígenos microbianos, sobre todo endotoxinas, e indirectamente a determinadas citocinas, sobre todo IL-1, IL-6 y TNFa.7 En algunos estudios se ha visto que las infecciones causadas por bacterias gramnegativas inducen mayor producción de procalcitonina que las causadas por bacterias Domínguez-Comesaña E y Ballinas-Miranda JR. Procalcitonina e infección intraabdominal grampositivas.8 En ausencia de infección, la transcripción extratiroidea del gen CALC-1 está suprimida, pero cuando ocurre una infección bacteriana, este gen es expresado por células neuroendocrinas repartidas por todo el cuerpo, localizadas, sobre todo, en: el hígado, intestino, pulmón, riñón y páncreas.9,10 Las concentraciones de procalcitonina aumentan a las dos o tres horas de su inducción y van aumentando progresivamente hasta que alcanzan una meseta a las 6-12 horas. Si el estímulo cesa sus concentraciones éstas disminuyen progresivamente y regresan a la concentración basal a los 5 o 7 días.11 El incremento de las concentraciones de procalcitonina en estas situaciones no va seguido de aumento paralelo de las de calcitonina. Se cree que esto se debe a un doble mecanismo; por un lado, las citocinas proinflamatorias y las endotoxinas inhiben la proteolisis de la cadena de procalcitonina y, por otro, fuera de las células C del tiroides no existen los gránulos y enzimas necesarias para su procesamiento.9 La procalcitonina tiene una vida media de 24 a 30 horas y puede detectarse por igual en suero y en plasma. En pacientes con insuficiencia renal grave su vida media llega a 35-40 horas. En personas sanas las concentraciones séricas de procalcitonina son muy bajas, casi siempre inferiores a 0.05 ng/mL.5 Es una molécula muy estable in vitro por lo que no se requieren medidas especiales durante su almacenamiento y manejo preanalítico, lo que facilita su determinación en la práctica clínica habitual. Utilidad de la procalcitonina para el diagnóstico de infección intrabdominal Desde que se demostró que las concentraciones séricas de procalcitonina se elevan en infecciones bacterianas se han efectuado numerosos estudios para investigar su potencial papel en el diagnóstico y tratamiento de infecciones de diversos tipos, sistémicas y locales. Hay eviden- cias de que la procalcitonina es un marcador más específico de infección que otros marcadores, como la proteína C reactiva12 y en algunos contextos clínicos, como las infecciones respiratorias o los pacientes con sepsis, puede llegar a ser realmente útil.3,13 Algunos de estos estudios han demostrado que la procalcitonina puede ser válida para el diagnóstico de determinadas infecciones intrabdominales, incluidas las postoperatorias. Enseguida se analiza la utilidad de este marcador en las infecciones intrabdominales más frecuentes y con mayor trascendencia clínica. Apendicitis aguda Es la urgencia quirúrgica más común, su diagnóstico es generalmente fácil y no es necesario recurrir a costosos medios de imagen. Sin embargo, hay una tasa de apendicectomías innecesarias de 10% y, lo que es peor, en algunos pacientes el diagnóstico puede retrasarse, lo que a veces conduce a complicaciones sépticas sistémicas. Por este motivo, algunos autores han investigado el papel que podrían tener algunos marcadores, como la proteína C reactiva y la procalcitonina, en estos pacientes. En un reciente metanálisis, que incluyó 1,011 pacientes,14 se concluyó que la procalcitonina tiene poco valor para el diagnóstico de apendicitis aguda, con menor fiabilidad diagnóstica que la proteína C reactiva y el recuento leucocitario. Además de baja sensibilidad, la proteína C reactiva y la procalcitonina también tienen un bajo cociente de probabilidades de negativo, por lo que tampoco son útiles para excluir el diagnóstico de apendicitis aguda. Sin embargo, la procalcitonina parece más segura para el diagnóstico de apendicitis aguda complicada, con sensibilidad de 62% y especificidad de 94%, aunque quizá esto no tenga una gran utilidad clínica. En resumen, la procalcitonina no tiene utilidad en el diagnóstico de la apendicitis aguda. 233 Cirugía y Cirujanos Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 Cuadro 1. Aplicaciones de la procalcitonina en pacientes quirúrgicos Escenario clínico Diagnóstico Pronóstico Apendicitis aguda No útil No hay estudios Infección biliar No hay estudios No hay estudios Pancreatitis aguda No útil Predictor de gravedad Predictor de infección de la necrosis pancreática Diverticulitis No hay estudios No hay estudios Oclusión intestinal Ayuda a diferenciar íleo obstructivo Predictor de isquemia-necrosis del no obstructivo No útil Predictor de gravedad Valoración de la efectividad del tratamiento quirúrgico Peritonitis secundaria Infección postoperatoria Poco útil Infecciones biliares y pancreáticas Se carece de estudios que analicen el valor de la procalcitonina en pacientes con colecistitis aguda y colangitis. En el tratamiento de los pacientes con pancreatitis aguda hay dos aspectos fundamentales, en primer lugar, la detección temprana de los pacientes con una forma grave de la enfermedad y, en segundo lugar, el diagnóstico temprano de la infección de la necrosis pancreática, que es la principal indicación de la cirugía. Diversos estudios han encontrado que la determinación de procalcitonina en las primeras 24-72 horas es útil para predecir la gravedad de la pancreatitis aguda, con una sensibilidad de 67 a 94% y especificidad de 73 a 89%.15,16 En un estudio multicéntrico publicado en 2007 por Rau y colaboradores17 se reportó que un valor de procalcitonina mayor o igual a 3.5 ng/mL en el tercer día desde el comienzo de los síntomas identificaba a los pacientes que no supervivirían, con sensibilidad de 100%, especificidad de 82%, valor predictivo positivo de 32% y valor predictivo negativo de 100%. En 2007 se publicó un metanálisis con 1001 pacientes;18 de ellos 234 Predice tempranamente la ausencia de complicaciones infecciosas postoperatorias 826 fueron válidos para analizar la utilidad de la procalcitonina para valorar la gravedad de la pancreatitis y 326 para analizar la predicción de infección de la necrosis pancreática. En ese estudio se concluyó que la determinación de procalcitonina en las primeras 24 horas es razonablemente útil para identificar pacientes con pancreatitis grave, con sensibilidad de 72%, especificidad de 86% y razón de momios de 14.9 (IC 95%: 5.6-39.8). En los estudios incluidos en este metanálisis no hay consenso acerca de cuál es el punto de corte óptimo y éste es heterogéneo; sin embargo, un análisis de sensibilidad sugiere que un valor mayor de 0.5 ng/mL parece ser un predictor seguro de gravedad, sin heterogeneidad significativa entre los estudios que utilizaron este punto de corte.18 La determinación de las concentraciones de procalcitonina permite detectar la infección de la necrosis pancreática, con seguridad similar a la de la aspiración con aguja fina, pero en fases iniciales de la enfermedad, cuando la infección aún no está bien establecida.19,20 En el metanálisis previo se concluyó que la procalcitonina es útil como predictor de infección de la necrosis pancreática, con sensibilidad de 80%, especi- Domínguez-Comesaña E y Ballinas-Miranda JR. Procalcitonina e infección intraabdominal ficidad de 91% y razón de momios de 28.3 (IC 95%: 13.8-58,3), con menor heterogeneidad que para la predicción de gravedad. La mayor parte de los trabajos que estudian la procalcitonina como predictor de infección de la necrosis pancreática tienen en cuenta su valor más alto en las dos primeras semanas de evolución de la pancreatitis aguda. En los estudios en los que se analizó diariamente la procalcitonina se observó que en los pacientes con infección de la necrosis pancreática se incrementan progresivamente las concentraciones de procalcitonina.17 Diverticulitis aguda Se carece de estudios que analicen la utilidad de la procalcitonina en pacientes con diverticulitis aguda. Oclusión intestinal La oclusión intestinal es una de las urgencias quirúrgicas más comunes. La mayoría son secundarias a adherencias postoperatorias, hernias de la pared abdominal o cáncer de colon. Las debidas a adherencias postoperatorias constituyen el grupo más frecuente y el que más dificultades tiene a la hora de decidir si es necesaria o no la cirugía y en qué momento debe ser operado el paciente. La mayor parte de las veces, el cuadro se resuelve sin necesidad de cirugía, pero si el tiempo de espera es prolongado puede aumentar el número de pacientes que necesiten resección intestinal y, por lo tanto, la morbilidad y mortalidad. Hay dos estudios en los que se analiza el papel que puede tener la procalcitonina en este grupo de pacientes. En el primero de ellos, publicado en 2008,20 se observó que la procalcitonina estaba significativamente elevada en pacientes con íleo obstructivo, respecto a los pacientes que tenían íleo paralítico, con una media de 0.75 ng/mL ± 0.26 vs 0.17 ± 0.07 ng/mL. Además, se vio que los pacientes con isquemia eran los que tenían un valor de procalcitonina más alto, con una media de 2.09 ± 1.15 ng/mL. En el segundo estudio, publicado en 2011,21 con 242 pacientes con oclusión intestinal de diversas etiologías, se observó que las concentraciones de procalcitonina, en el momento del diagnóstico, estaban significativamente más elevadas en los pacientes con isquemia respecto a los que no tenían isquemia (9.62 vs 0.30 ng/mL). La elevación era más significativa en los pacientes que ya tenían necrosis intestinal (14.53 ng/mL). La procalcitonina resultó ser un factor predictor independiente de isquemia y necrosis y los autores concluyeron que para la detección de isquemia intestinal un valor de procalcitonina inferior a 0.25 ng/mL tenía un valor predictivo negativo de 83% y un valor superior a 1 ng/mL tenía un valor predictivo positivo de 95%. Todo indica que la procalcitonina permite identificar, al inicio del cuadro, a los pacientes que quizá evolucionarán bien sin necesidad de cirugía y a los pacientes que probablemente ya tienen isquemia intestinal; no obstante, hacen falta más estudios para poder recomendar la utilización rutinaria de la procalcitonina en este contexto clínico. Peritonitis secundaria En el año 2000, Reith y sus colaboradores publicaron un trabajo22 que incluía 246 pacientes con peritonitis secundaria de diversas etiologías en el que se observó que la procalcitonina era un marcador sensible para la predicción de complicaciones sépticas graves y que tenía un buen valor pronóstico, porque discriminaba supervivientes de no supervivientes con sensibilidad de 84% y especificidad de 91%. Los no supervivientes tenían un valor medio inicial de procalcitonina de 4.2 ng/mL, con aumento a un valor medio de 13 ng/mL hasta el momento del exitus o fallecimiento. Los supervivientes, por el contrario, tenían una concentración inicial media de procalcitonina de 2.1 ng/mL, con un pico de 4.9 ng/mL en el primer día de postoperatorio y con progre- 235 Cirugía y Cirujanos siva disminución hasta la normalización. En otro estudio, publicado por Rau y sus colaboradores, en 2007,23 observaron que una concentración de procalcitonina mayor de 1 ng/mL después de la tercera semana desde el comienzo de los síntomas correlaciona con la mortalidad, con sensibilidad de 97%, especificidad de 80%, valor predictivo positivo de 48% y valor predictivo negativo de 99%. Algunos investigadores encontraron correlación entre la procalcitonina e índices pronósticos validados, como el índice de Mannheim, de manera que con un índice mayor de 29, todos los pacientes tenían procalcitonina preoperatoria superior a 10 ng/mL, mientras que con un índice menor de 21, la concentración de procalcitonina era menor de 0.5 en 82% de los pacientes.24 En otro estudio se vio que la utilización conjunta de los valores de procalcitonina y APACHE II en el primer día permite una puntuación que identifica a los pacientes que no supervivirán con sensibilidad de 71% y los supervivientes con especificidad de 77%.25 Por último, la procalcitonina también es útil para valorar la efectividad del procedimiento quirúrgico en la eliminación del foco infeccioso abdominal, al evidenciarse, en este caso, la disminución progresiva de sus concentraciones.26 En resumen, en pacientes con peritonitis, la procalcitonina es, sobre todo, útil para evaluar el pronóstico y la respuesta al tratamiento quirúrgico. Infecciones posoperatorias La cirugía induce elevación de las concentraciones de procalcitonina en el postoperatorio inmediato, aunque este incremento no es igual para todos los tipos de cirugía. Así, se eleva en 21 a 32% de los pacientes con cirugía menor o aséptica, en 47% de los pacientes con cirugía torácica, en 27% con cirugía vascular mayor y en 95% con cirugía gastrointestinal.27-29 Sin embargo, entre los pacientes con cirugía digestiva no hay diferencias en función del tipo de patología.30 En casi todos los estudios hasta ahora 236 Volumen 82, Núm. 2, Marzo-Abril 2014 efectuados se observó que el máximo valor de procalcitonina se alcanza a las 24 horas de la cirugía, con normalización progresiva, que suele alcanzarse a los 5-7 días.29-31 En varios estudios se ha investigado la relación entre valores postoperatorios de procalcitonina y la aparición de infección postoperatoria, incluida la intrabdominal, que es la más frecuente tras cirugía gastrointestinal. Los resultados obtenidos en estos estudios son muy variables en cuanto a los valores de procalcitonina obtenidos, pero en casi todos se observa que los pacientes con infección postoperatoria tienen valores de procalcitonina significativamente más elevados que los que no la tienen. Esta diferencia puede apreciarse en los primeros días de postoperatorio, antes de que la infección sea clínicamente evidente.27,30,32-38 Por lo tanto, parece haber relación clara entre infección postoperatoria y concentraciones de procalcitonina en los primeros días de postoperatorio. Sin embargo, en los estudios en los que se investigó la fiabilidad de la procalcitonina para diagnosticar infecciones postoperatorias se observa que la sensibilidad y especificidad son del orden de 70 y 90%. Desafortunadamente, el valor predictivo positivo de la procalcitonina es bajo, no supera 60%, y, por lo tanto, la procalcitonina no parece ser útil para el diagnóstico de estas infecciones. No obstante, el valor predictivo negativo es alto, superior a 95% en casi todos los estudios publicados, para un valor situado en torno a 1 ng/mL, lo que confiere a este marcador buena capacidad para identificar tempranamente a los pacientes que no tendrán complicaciones infecciosas, lo que sin duda podría ser de utilidad en la clínica, por ejemplo, para facilitar la decisión de alta temprana. Utilidad de la procalcitonina como guía del tratamiento antibiótico En los últimos años se han publicado diversos estudios con asignación al azar en los que se Domínguez-Comesaña E y Ballinas-Miranda JR. Procalcitonina e infección intraabdominal investiga la utilidad de la procalcitonina como guía del tratamiento con antibióticos en infecciones bacterianas de diversas etiologías. La mayor parte de estos estudios se refieren a pacientes con infecciones respiratorias inferiores y con sepsis ingresados en unidades de cuidados intensivos. Los resultados obtenidos parecen sustentar la idea de que el desarrollo de protocolos basados en determinaciones seriadas de procalcitonina permitirían reducir la sobreutilización de antibióticos en ambos grupos de pacientes, seleccionando a los que deben ser tratados con antibióticos y limitando la duración del tratamiento,13,39-42 sin que ello suponga incremento en la mortalidad o en la recidiva de la infección.13,39-42 En pacientes quirúrgicos se han hecho pocos estudios con asignación al azar con escaso número de pacientes. Dos de ellos incluyen pacientes con sepsis o sepsis grave y los efectuó el mismo grupo. El primero incluyó 110 pacientes43 y el segundo 27.44 En ambos estudios un grupo se trató de forma convencional y en el otro el tratamiento antibiótico se interrumpió cuando no había signos de infección y la procalcitonina era inferior a 1 ng/mL o bien había disminuido a menos de 35% de su valor inicial. Los autores concluyeron que en el grupo con tratamiento antibiótico guiado por procalcitonina se redujo el costo en antibióticos en 17.8% y la duración del tratamiento en una media de dos días. En otro estudio, publicado en 2005,33 con asignación al azar de 20 pacientes con cirugía colorrectal que tenían la procalcitonina superior a 1.5 ng/ ml en al menos dos de los tres primeros días de postoperatorio. Diez pacientes fueron tratados con 2 gr de ceftriaxona cada 24 horas y los otros 10 recibieron el mismo tratamiento antibiótico sólo cuando presentaron síntomas de infección. El primer grupo tuvo una incidencia y gravedad de infecciones postoperatorias significativamente menor que el segundo. El número de pacientes incluidos en estos estudios es escaso y por ello no se pueden extraer conclusiones definitivas; sin embargo, parece que la procalcitonina puede facilitar el uso más racional de los antibióticos en pacientes quirúrgicos. CONCLUSIONES La procalcitonina es útil para identificar a los pacientes con pancreatitis aguda grave y puede permitir el diagnóstico temprano de la infección de la necrosis pancreática. La procalcitonina parece ser de utilidad en pacientes con oclusión intestinal, y permite identificar a los que quizá evolucionarán bien sin cirugía y a los pacientes con isquemia intestinal. En pacientes con peritonitis, la procalcitonina es útil para valorar el pronóstico y la efectividad del tratamiento quirúrgico. En el postoperatorio, esta proteína permite identificar pacientes con muy bajo riesgo de complicaciones infecciosas graves. La procalcitonina es útil para guiar la duración del tratamiento antibiótico en pacientes quirúrgicos con infección. REFERENCIAS 1. Marshall JC. Principles of source control in the early management of sepsis. Curr Infect Dis Rep 2010;12:345-353. 2. Solomkin JS, Mazuski JE, Bradley JS, Rodvold KA, Goldstein EJ, Baron EJ, et al. 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Los artículos podrán ser enviados por correo electrónico (cirugiaycirujanos@prodigy.net.mx) o llevados directamente a la oficina de la revista en original impreso y archivo electrónico en CD, marcado con nombre del trabajo y software utilizado; deberá anexarse el formato de cesión de los derechos de autor (firmado por todos los autores) que aparece publicado en la propia revista, en el cual se hace constar que 5. el artículo es inédito. El texto debe elaborarse en computadora, a doble espacio, margen de 2.5 cm por lado, fuente tipográfica Times New Roman a 12 puntos. 6. La extensión máxima de los trabajos es: Editorial: 5 cuartillas y 5 referencias; Artículo original: 20 cuartillas, hasta seis figuras, 6 cuadros y 45 referencias; Caso clínico: 10 cuartillas, hasta seis figuras y 30 referencias; Artículo de revisión o monografía: 7. 15 cuartillas, hasta 6 figuras, 6 cuadros y 45 referencias; Artículo sobre historia de la medicina: 15 cuartillas, hasta 6 figuras y 45 referencias; Carta al editor: 1 cuartilla, 1 figura, 1 cuadro y 5 referencias. Cirugía y Cirujanos solo admite los editoriales y artículos sobre historia de la medicina elaborados por petición expresa del Comité Editorial de la propia revista. El manuscrito comprende: 4.1 Página frontal: títulos completos y cortos (máximo 8 palabras) en español e inglés, nombre del o los autores (máximo seis incluyendo el autor principal), una adscripción (que incluya institución, hospital, departamento o servicio, si fuera el caso). Para el autor al que se dirigirá la correspondencia deberá escribir: el nombre, la dirección postal completa (calle, colonia, delegación o municipio, estado y código postal), teléfonos fijo (incluyendo clave lada) y celular (solo para la Revista), fax, correo electrónico. 4.2 Resúmenes estructurados en español e inglés, donde las entradas de los párrafos sean análogas a las partes del artículo (Introducción, Material y métodos, etc.). Cada resumen no debe exceder 250 palabras. 4.3 Palabras clave y key words basadas en el MeSH (Medical Subject Headings); para obtenerlas consultar www.nlm. nih.gov/mesh/MBrowser.html 4.4 Texto del Artículo original integrado por las siguientes secciones: • • • Introducción (antecedentes, objetivos e hipótesis) Material y métodos (aspectos éticos y pruebas estadísticas) o caso clínico (según corresponda) Resultados • • • • • Discusión (aspectos más importantes del trabajo) Conclusiones Agradecimientos Referencias Cuadros y/o figuras. Se utilizará el término figura para citar por igual ilustraciones, esquemas, fotografías y gráficas. Se utilizará el término cuadro para citar por igual los cuadros y las tablas. Cada hoja del escrito debe llevar en el ángulo superior izquierdo el apellido paterno, materno e iniciales del nombre del primer autor; en el ángulo superior derecho, la numeración de las cuartillas (v. gr.: 1/20, 2/20 …). Los cuadros de datos tabulados que contengan exclusivamente texto deberán elaborarse con la aplicación “Tabla” de Word; los esquemas y diagramas, con Power Point; las gráficas de pastel, barras, dispersión, etcétera, con Excel. Para las fotografías en versión electrónica debe considerarse lo siguiente: • El formato debe ser TIFF o JPG (JPEG). • Solo si el tamaño real de las imágenes resulta excesivo (más de 500 kb por archivo), las imágenes pueden reducirse a escala; dada la pérdida de resolución, no deben incluirse imágenes que requieran aumento de tamaño. • La resolución mínima aceptable es de 300 ppi. Si las fotografías son obtenidas directamente de cámara digital, la indicación debe ser “alta resolución”. 8. Se debe señalar el lugar dentro del texto donde se incluirán las imágenes. 9. Dentro del archivo de texto deben incluirse los cuadros y pies de figura, al final después de las referencias; cada ilustración, esquema y fotografía debe ir en un archivo individual. 10. Cuando los cuadros o figuras sean obtenidos de otro medio impreso o electrónico, deberá entregarse carta de autorización de la institución donde se publicaron. 11. Para las notas al pie de página se deben utilizar símbolos convencionales. Las siglas o abreviaturas se especificarán también en los pies de cuadros/figuras, no obstante haber sido mencionadas en el texto. 12. Las referencias deben enumerarse progresivamente según aparezcan en el texto (en estricto orden consecutivo ascendente y registrarse el número correspondiente utilizando superíndices). Deben omitirse comunicaciones personales y pueden anotarse “en prensa” cuando un trabajo ha sido aceptado para publicación en alguna revista; en caso contrario, referirlo como “observación no publicada”. No usar la opción automática para la numeración. www.amc.org.mx 13. Cuando en una referencia los autores sean seis o menos deben anotarse todos, pero cuando sean siete o más se indicarán solamente los seis primeros seguidos de et al. Ejemplos Publicación periódica Rose ME, Huerbin MB, Melick J, Marion DW, Palmer AM, Schiding JK, et al. Regulation of interstitial excitatory amino acid concentrations after cortical contusion injury. Brain Res 2002;935:40-46. Para mayor información acerca de cómo citar fuentes no descritas en estas normas favor de consultar los ejemplos proporcionados por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos en: http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniform_re- quirements.html Para información complementaria de estas normas para los autores, se recomienda consultar la última versión de “Uniform Requirements for Manuscripts Submitted to Biomedical Journals: Writing and Editing for Biomedical Publications” (junio 2013), del InterLibro national Committee of Medical Journals Editors, en la dirección Murray PR, Rosenthal KS, Konbayashi GS, Pfaller MA. Medical electrónica microbiology. 4th ed. St. Louis: Mosby; 2002; 210-221. www.icmje.org/urm_main.html Capítulo de libro Meltzer PS, Kallioniemi A, Trent JM. Chromosome alterations 14. Los trabajos no aceptados se devolverán al autor principal. in human solid tumors. In: Volgestein B, Kinzler KW, editors. The genetic basis of human cancer. New York: McGraw Hill, Acad. Dr. Alejandro Reyes Fuentes 2002; 93-113. Editor de Cirugía y Cirujanos Academia Mexicana de Cirugía Base de datos o sistemas de recuperación en internet Online Archive of American Folk Medicine. Los Angeles: ReCentro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS, gents of the University of California 1996 (consultado 2007 Unidad de Congresos, Bloque B, tercer piso, Feb 1). Disponible en http://www.folkmed.ucla.edu/. Av. Cuauhtémoc 330, 06725 México, D. F. Teléfonos. (55) 57610574; 55880458; 57612581 Artículos de revistas en internet Teléfono directo: (55) 57610608 Kaul S, Diamond GA. Good enough: a primer on the analyConmutador: (55) 56276900, exts. 21266, 21269 sis and interpretation of noninferiority trials. Ann Intern. 2006 Correo electrónico: cirugiaycirujanos@prodigy.net.mx Jul 4;145(1):62-69. Disponible en http://www.annals.org/reprint/145/1/62.pdf www.amc.org.mx Aceptación de cesión de la propiedad de los derechos de autor (Este formato debe ser enviado con todos los manuscritos sometidos a consideración y debe ser firmado por todos los autores del mismo) “Los autores que firman al calce están de acuerdo con transferir la propiedad de los derechos de autor del manuscrito titulado: __________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________ a la Academia Mexicana de Cirugía, en el caso de que éste sea aceptado para su publicación. Los autores están de acuerdo también en que, de ser aceptado, la Academia Mexicana de Cirugía publique el artículo en un número subsiguiente de la revista Cirugía y Cirujanos, así como en cualquier otro medio de difusión electrónica. Los autores declaran que están enterados y de acuerdo con el orden de autoría señalado en el manuscrito original, que tuvieron una participación en el estudio como para responsabilizarse públicamente de él y que aprobaron la versión final del manuscrito enviado a Cirugía y Cirujanos. Los autores aseguran que el trabajo sometido es original; que la información contenida, incluyendo cuadros, figuras y fotografías, no ha sido publicada previamente o está en consideración en otra publicación; que de ser publicado no se violarán derechos de autor o de propiedad de terceras personas y que su contenido no constituye una violación a la privacidad de los individuos en estudio. Los autores afirman que los protocolos de investigación con seres humanos o con animales recibieron aprobación de la institución donde se realizó el estudio”. Autor responsable: (1)_________________________________________ (nombre completo) ______________________ (firma) Otros autores: (2)________________________________________ _______________________ (nombre completo) (firma) (3)________________________________________ _______________________ (nombre completo) (firma) (4)________________________________________ _______________________ (nombre completo) (firma) (5)________________________________________ _______________________ (nombre completo) (firma) (6)________________________________________ _______________________ (nombre completo) (firma) Fecha: _________________________________________________ www.amc.org.mx CIRUGÍA Y CIRUJANOS Órgano de Difusión Científica de la Academia Mexicana de Cirugía During recent years, we have witnessed many technological advances in electronic publication. The Editors of Cirugía y Cirujanos, in an attempt to bridge the gap between “print publication” and “on-line publication,” beginning with the No. 1 issue, 2006, will publish all manuscripts on-line, in English, as well as continuing the printed publication in Spanish. The accessibility and wide diffusion of on-line English publication will provide the opportunity for our scientific colleagues, not only in Latin America, but throughout the world, to have the opportunity to share the knowledge and skills of our Mexican surgical community, as well as to provide authors from other countries with a forum for participating in our Journal, in order that we may gain knowledge of surgical specialties throughout the world. Manuscripts will continue to be accepted in proficient Spanish, to be published in print. Those written in Spanish will be translated to English for on-line publication. Guidelines for manuscript submission will be published on-line. We are confident that this “evolution” in publication will serve the needs of the international community, as well as to provide our Mexican scientists with greater visibility throughout the global community. The Mexican Academy of Surgery is pleased to offer the on-line version, without fees or subscription. We look forward to the valuable input from our readers in an attempt to maintain the high standards of Cirugía y Cirujanos. Sincerely, Alejandro Reyes-Fuentes, Editor Cirugía y Cirujanos Bloque B, Tercer piso, Unidad de Congresos Centro Médico Nacional Siglo XXI, Av. Cuauhtémoc No. 330, Col. Doctores 06725 México, D. F. Tel. (55) 5761 2581, 5761 0574, 5588 0458 Conmutador IMSS 5627 6900, exts. 21266, 21267, 21268 Teléfono directo (55) 5761 0608 Correo electrónico: cirugiaycirujanos@prodigy.net.mx Página web: www.amc.org.mx www.amc.org.mx