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HISTORIAS DEL MAR Educación Primaria, ESO, Bachillerato Àrea d’Educació i Activitats EL MAR COMO ESPACIO DE OCIO El mar y el ámbito que lo rodea (las playas, los puertos etc.) son espacios donde habitualmente pasamos nuestro tiempo de recreo, un lugar destinado al ocio, al tiempo libre, que se puede disfrutar al lado del mar, practicando deporte, o simplemente tomando el sol, y también dentro del agua, nadando o navegando. El mar y las playas son espacios públicos a los que todo el que quiera puede ir a pasar su tiempo libre. Pero no siempre ha sido así. De hecho, los primeros que iban a la playa lo hacían en lugares exclusivos, para no mezclarse con los “pobres”, y lo hacían en espacios cerrados, con unos bañadores que les cubrían todo el cuerpo, y muchas veces por prescripción médica, ya que se consideraba beneficios para el cuerpo tomar el sol y baños con agua de mar. Flotadores de época Bañadores de época Con el paso del tiempo se desarrolló otra forma de ocupar este espacio, que hasta entonces se limitaba a la playa: se empezó a disfrutar también del mar mediante la navegación deportiva. Hasta hace poco, la navegación deportiva estuvo únicamente al alcance de las élites, las clases más favorecidas. El precio de un barco, su mantenimiento, los amarres, hacían que solo las clases altas se lo pudieran permitir; además, en muchos casos, se hacía con una tripulación contratada, y de hecho todavía hoy en día se da este hecho, con los grandes yates que podemos ver en el puerto de Barcelona. Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 1 Pero también hubo gente que podía permitirse el lujo de disfrutar de la navegación con embarcaciones pequeñas, con uno o dos palos, y navegar cerca de la costa, que permitían unas vacaciones diferentes. En la actualidad, muchas escuelas de navegación han “democratizado” esta actividad, y aunque sigue siendo cara de mantener, la vela está más al alcance de las personas. Y si no, siempre queda la opción del alquiler. Además, algunas actividades no precisan una fuerte inversión: es el caso el surf, el paddle-sur, el remo... El balandro, ejemplo de barco deportivo Es una embarcación relativamente pequeña, armada con un aparejo sencillo, un palo o dos y velas de cuchillo. En la primera mitad del siglo XX éste era probablemente el tipo más común de barco de recreo, ya que permitía pequeñas navegaciones costeras o unas vacaciones diferentes. Modelo de balandro Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 2 LA VIDA A BORDO DE LOS BARCOS Los barcos, históricamente, se han utilizado sobre todo para el transporte de personas y mercancías. Durante mucho tiempo, todos los barcos tenían ambas funciones. Pero en un momento dado, los barcos se especializaron y empezó a construirse pensando en una función muy concreta. Respecto a las personas, debemos tener en cuenta que, a bordo de cada barco, los objetivos y las aspiraciones de cada viajero son diferentes. Hay quien hace del viaje su medio de vida; hay quien únicamente se traslada como imperativo para alcanzar una vida nueva; hay quien navega por el placer de navegar, sin otra intención… Los barcos han llevado a emigrantes en pos de una vida mejor, soldados camino de la muerte, refugiados de mil guerras, apátridas en busca de una nueva oportunidad, hombres de negocios siguiendo la estela del dinero, o simplemente gente que se desplaza por el placer de viajar. Y, por encima de todas, están las personas que trabajan en los barcos yendo de un lugar a otro en un movimiento sin fin. La convivencia entre tripulaciones y pasaje hace de los barcos unos pequeños universos donde se reproducen los esquemas de tierra firme Pongamos como ejemplo al Reina Victoria Eugenia, un vapor como los que a finales del siglo XIX y principios del XX, cubrían la ruta entre Europa y América. Sección transversal y modelo del Victoria Eugenia Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 3 La diferenciación social que, en aquella época, se vivía en tierra, también se reproduce a bordo, donde el contacto entre clases no existe. El espacio destinado a cada categoría de pasajeros está bien definido y aislado del resto. El contacto entre pasajeros de primera y tercera categoría, por ejemplo, no existe. El Reina Victoria Eugenia, de la Compañía Trasatlántica Española, fue uno de los mejores y más lujosos barcos de la flota mercante española. Construido en 1913, era una apuesta por competir con los grandes paquebotes británicos, franceses o alemanes en los viajes transatlánticos. Fueron estos barcos los que permitieron los grandes movimientos migratorios que se dieron entre finales del siglo XIX y comienzo del XX, que trasladaron a millones de europeos hacia América. Transatlánticos: un ejemplo de vida a bordo Siempre se ha dicho que los transatlánticos son la exacta representación piramidal de la sociedad: en los espacios más cómodos y elevados de la primera clase y situados en un degradante descendiente, la segunda, tercera y, en el fondo del buque, sobre el nivel de flotación, los emigrantes. El pasaje de cámara disfrutaba de las estancias más nobles, situadas lejos de la sala de máquinas y de las bodegas. Su posición sobre el nivel de flotación permitía una ventilación adecuada. A estos camarotes no les faltaba de nada: camas bien vestidas, salita con sillas y butacas para disfrutar de intimidad y lavabo con agua corriente. Los de más categoría podían tener incluso una alcoba anexa para la sirvienta. Las estancias comunes (vestíbulos, salas comedor, de lectura, de té, de fumadores, tocador de señoras…) eran de estilo victoriano, neoclásico, modernista o déco, según la moda del momento de construcción del transatlántico. Todo con una decoración fastuosa y precisa que pretendía proporcionar la ilusión de estar en una habitación de un lujoso hotel de tierra firme. Cartel de compañía naviera Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 4 Los dormitorios eran grandes estancias llenas de literas, con poca ventilación y luz natural, y con un aire sobresaturado por centenares de personas amontonadas sin el espacio vital necesario (en general el número de personas de la clase emigrante oscilaba entre las 1.000 y las 2.000 dependiendo del barco). Una situación que propiciaba enfermedades y el hecho de que cualquier anomalía multiplicara sus efectos desastrosos. En el siglo XIX las estancias de emigrantes se describían como calabozos repugnantes con escotillas en el techo que, al abrirse, dejaban escapar un hedor como el de una piara de cerdos. A principios del siglo XX, en estas habitaciones se continuaba comiendo y durmiendo, pero ya tenían luz eléctrica y ventilación asistida, además de la ventilación natural que pudiera preverse en los reglamentos. Las leyes de emigración y de sanidad intentaban dignificar mínimamente estos alojamientos, obligando a instalar avances técnicos y a dotarlos de una mejor calidad en general. El Titanic Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 5 Telegrafía Caldera Salones Cocina Comedor primera clase Cabinas tercera clase / Emigrante Puente de mando DISTRIBUCIÓN INTERIOR DEL VICTORIA EUGENIA Cabinas segunda clase Sala de maquinas Camarotes primera clase Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 6 EL CAMBIO TECNOLÓGICO A lo largo de la historia de la navegación se ha intentado mejorar sus prestaciones para facilitar y optimizar la navegación, en muchos aspectos: la construcción, la propulsión, los instrumentos de navegación, el confort interior… En cuanto a la construcción, en su momento se pasó de la construcción en madera la construcción en hierro; si hablamos de propulsión, del remo se pasó a la vela, y de aquí al motor. Pero estos cambios no fueron inmediatos ni repentinos, sino que se fueron introduciendo de forma progresiva, a menudo combinando sistemas hasta la adopción definitiva de uno u otro. Tenemos un ejemplo en los barcos de propulsión mixta, que podían navegar tanto con velas, aprovechando la fuerza del viento, como con una hélice, gracias a la energía proporcionada por sus calderas y motores a vapor. A principios del siglo XIX los barcos de vela dependían del viento; el transporte era lento, inseguro e irregular. Los barcos de madera tenían limitaciones en la capacidad de carga y de medidas (unos 90 metros de eslora era el límite razonable). Finalmente, las comunicaciones se hacían con sistemas muy precarios, utilizando banderas o campanas. Ejemplo de vapor mixto Con los cambios tecnológicos las actividades marítimas cambiaron de forma radical. La introducción de la propulsión mecánica y la sustitución progresiva de la marina velera por la de vapor fue un proceso largo, lento y complejo que duró prácticamente un siglo. Durante este tiempo coexistieron y compitieron barcos de vela y barcos de vapor; y entre ellos, como transición y también como símbolo de la lucha entre dos formas antagónicas de navegar, estaban los vapores mixtos, que jugaban la carta de las nuevas tecnologías pero manteniendo prudentemente los viejos procedimientos. Así pues, la aplicación fue gradual. Se combinó la propulsión a vela con la nueva propulsión a vapor, y nacieron los primeros barcos “mixtos”. La primera aplicación del vapor a los barcos fue mediante la rueda de palas, dos ruedas situadas a cada lado del barco, en su punto medio, y que hacían avanzar o retroceder al barco, según las necesidades. Este tipo de propulsión era ideal para navegar por superficies planas, sin ondulaciones, como las de los ríos, pero no era el más apropiado para navegar por mar, donde el oleaje era demasiado violento para este tipo de propulsión. Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 7 En cambio, se inventó otro tipo de propulsión ideado para superficies ondulantes como las del mar, adoptándose definitivamente la hélice como el instrumento más adecuado para navegar por este tipo de superficie, ya que gracias a su posición en el barco (a popa, bajo la línea de flotación), podía mejorar la propulsión y la maniobrabilidad del barco. Con el tiempo, a medida que la máquina de vapor fue perfeccionándose, descubrieron las ventajas que tenía frente a la propulsión con velas, y poco a poco la fueron aceptando. Las ventajas eran las siguientes: ♦ ♦ ♦ Se podía navegar con independencia del viento, sin tener que estar pendiente, pero sin renunciar, ya que al montar velas también lo podían aprovechar. El hecho de tener una propulsión constante hacía que los barcos navegaran, más o menos, siempre a la misma velocidad, y que se pudiera prever con mayor fidelidad los días que tardaría en llegar un barco, de modo que la actividad comercial en los puertos también se podía organizar de una forma más controlada. En momentos complicados, como en mitad de una tormenta, los barcos debían tener un mínimo de velocidad constante que les permitiera navegar con mayor seguridad. De esta forma podían superar tormentas que, navegando a vela, les hubiera resultado mucho más complicado. Ejemplo de nave con buque de hierro y propulsión a vapor Con el tiempo, los sistemas de propulsión fueron evolucionando; se aplicaron los mismos sistemas que utilizaban los vehículos en tierra (coches, camiones, etc.) y se pasó del vapor a otros sistemas, como los motores de explosión, la propulsión nuclear, los motores eléctricos, etc., siempre intentando encontrar un sistema que permitiera obtener unas velocidades más altas, para ahorrar al máximo en el transporte de mercancías, que es lo que más encarece los productos que se transportan atravesando los océanos. Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 8 Otro de los aspectos que se tuvo en cuenta en esta revolución tecnológica fue el cambio de materiales de construcción. Paralelamente a la aplicación del vapor en las naves se fue experimentado con la fabricación de buques de acero, que empezaron a aplicarse en 1880. Con los buques de hierro o de acero los barcos conseguían una capacidad de transporte equivalente a la de tres veleros del mismo tonelaje. Otra ventaja es que podía ir aumentando su capacidad, a diferencia de lo que pasaba con los buques de madera, que no podían superar determinadas dimensiones. Así pues, si a principios del siglo XX los veleros podían llegar a tener una capacidad para transportar 175 toneladas, los vapores de buque de acero podían llegar a trasladar 1.320, disminuyendo enormemente el coste del viaje. La tercera gran revolución se produjo en el campo de las comunicaciones y la navegación, que permitió a los barcos establecer contacto aunque no se vieran, pasando de los simples gritos entre una embarcación y otra, a la radio, pasando por los códigos de banderas, señales luminosas… Igualmente, la utilización de rudimentarios instrumentos de navegación para posicionarse y establecer rumbos, como la ballesta o la carta náutica, dejó paso a la inclusión a bordo de herramientas cada vez más sofisticadas para estimar la posición y la ruta: cuadrantes, sextantes, cronómetros… hasta llegar a nuestros días, donde un sistema como el GPS (Global Positioning System) nos permite, gracias a la comunicaciones por satélite, saber dónde estamos exactamente, con un error mínimo. Ballesta Compás náutico Sextante Cuarto cronómetro de Harris Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 9 EL TRANSPORTE MARÍTIMO Los barcos no tienen únicamente la finalidad de transportar personas, sino que también transportan mercancías; de hecho, esta es su principal razón de ser. La navegación existe para transportar cosas o personas. Los barcos mueven mercancías, personas, ideas, tecnología, poder… La mercancía transportada ha condicionado en gran medida al contenedor de dicha mercancía, y también el tipo de barco. De las ánforas de los antiguos romanos hasta los actuales contenedores metálicos, los barcos han tenido que modificar su morfología para adaptarse a los productos que transportaban; así, no es lo mismo un barco que transporta coches que otro que transporta personas o, evidentemente, un barco que transporte carga líquida (petróleo, gases…), ha de ser diferente de otro que transporte grano. Además, el transporte marítimo es el más importante en la actualidad. Más del 85% de todas las mercancías que se trasladan en el mundo lo hacen por mar. El marítimo sigue siendo el transporte más económico, rentable y ecológico de todos. Los portacontenedores En la actualidad, la mayoría de mercancías transportadas por mar lo hacen utilizando el contenedor metálico. La aplicación de este invento de los años de posguerra mundial en el transporte marítimo significó una revolución, no solo por la optimización en el tiempo de carga y descarga, sino también por la facilidad en la distribución de las mercancías tierra adentro, en transporte terrestre (carretera, ferrocarril). La revolución que supuso para el transporte marítimo la invención del contenedor afectó también a los puertos, ya que tuvieron que adaptarse para optimizar al máximo las mejoras que el contenedor comportaba. No solo a la hora de cargar y descargar el barco mucho más rápido que a la manera tradicional, sino también respecto a la distribución de las mercancías hacia los mercados centrales. Ejemplo de barco portacontenedores Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 10 Un transportista norteamericano, Malcom McLean, pensó que en lugar de vaciar el contenido del camión y colocarlo en el barco, la solución pasaba por cargar directamente la caja del camión, con todo el contenido dentro; así, el proceso sería mucho más rápido. Descarga de contenedores Y se puso manos a la obra. Compró dos barcos tanque T4 (parecidos a los actuales petroleros) y mandó construir cajas metálicas con las medidas de sus camiones, sin el sistema de rodamiento. Estos dos viejos barcos tenían capacidad para 58 de estas grandes cajas metálicas, que bautizaron con el nombre de contenedor (container), que además se podían apilar una encima de la otra. Actualmente, el portacontenedores más grande del mundo puede transportar 18.000 contenedores; en un único viaje podría transportar hasta 111 millones de pares de zapatillas deportivas. Mide 400 metros de eslora (longitud), 59 de manga (anchura) y 15 de calado (distancia desde la línea de flotación hasta la quilla). Esta simple invención revolucionó totalmente los transportes. La rapidez con la que se podían cargar y descargar los barcos directamente de sus bodegas a los trenes o camiones que las distribuían por tierra firme, tuvo unas consecuencias comparables a las que tuvieron los inventos de la rueda, la máquina de vapor, el motor de combustión interna o el microchip. Este primer viaje se hizo en abril de 1965, trasladando 58 contenedores de Nueva York a Houston. A modo de ejemplo, un dato: en 2012, los barcos portacontenedores movieron unos 600 millones de contenedores, que trasladaron unos 9.200 millones de toneladas de diferentes tipos de mercancías por todo el mundo. Portacontenedores en el canal de Panamá Este sistema de transporte solo presentaba ventajas: la carga llegaba al destino sin ser manipulada. Es muy fácil pasar de un medio de transporte (barco) a otro (tren y/o camión), ya que las medidas de los contenedores son comunes. Los puertos se convirtieron en lugares de paso rápido, a diferencia de cómo era en el pasado. Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 11 Otras tipologías de barcos de mercancías Aunque, tradicionalmente, los barcos se utilizaban para transportar todo tipo de mercancías (eran polivalentes), en muchos aspectos se adaptaban a cierta especialización. En cualquier caso, esta especialización se produjo a partir del s. XIX, y sobre todo del XX, cuando las embarcaciones se concibieron con unas características específicas, en función del tipo de mercancía que tuvieran que transportar. Por este motivo, hoy en día podemos encontrar barcos de transporte de mercancías de infinidad de tipologías diferentes. Veamos algunos ejemplos. Los petroleros, butaneros y gaseros, que son auténticos depósitos flotantes diseñados exclusivamente para el transporte de líquidos y gases licuados en cantidades industriales. Los barcos frigoríficos, capaces de llevar grandes neveras destinadas al transporte de alimentos Los ro-ro, vehículos especializados para el transporte de vehículos rodados (coches, camiones...) Los portagranos, barcos ideados para el transporte de todo tipo de grano (trigo, cebada...) Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 12 EN BUSCA DE NUEVOS MERCADOS La construcción de la imagen del mundo Los barcos, concebidos para el transporte de mercancías y personas, se convierten en un elemento fundamental del comercio mundial, porque permiten conectar a los mercados, los reales y los potenciales. Los mercados son los lugares en los que se conectan los productos de venta con los compradores, y ambos elementos son fundamentales para que exista un mercado; y si no existen, siempre se pueden crear. Esto es lo que pasó a partir del siglo XV, en la época conocida como de los descubrimientos. En un momento en el que uno de los productos más importantes para el comercio, las especias, había perdido el contacto con los principales compradores, Europa, arrancó una carrera para volver a conectar con este comercio. Por el camino se fueron descubriendo nuevos territorios que rápidamente formaron parte de este mercado, en primer lugar como productores de mercancías, pero rápidamente como consumidores de productos manufacturados. Especias Esta época de grandes descubrimientos originó una serie de avances científicos que debían permitir conocer mejor este mundo que, poco a poco, en cada viaje, se iba construyendo. Cada viaje aportaba nueva información, que era aprovechada en viajes posteriores. Así, gracias a la aportación de información de los marineros y navegantes, se creaban nuevos portulanos que permitían ampliar la imagen del mundo. La imagen del mundo que tenemos en la actualidad es el resultado del trabajo de muchos cartógrafos a lo largo del tiempo, de mucho trabajo diario, resultado de un proceso lento, de viajes y descubrimientos, y la posterior fijación y transmisión de conocimientos. Los navegantes fueron los principales protagonistas de esta construcción de la imagen del mundo, del paso de un mundo clásico, reducido al ámbito geográfico europeo, a una imagen universal, global, mundial, gracias a sus viajes por aguas desconocidas, nunca transitadas por los europeos. Atlas de Cresques (Detalle) Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 13 Estos viajes fueron muy importantes, no solo para aquellos que descubrían nuevos territorios, que rápidamente se repartían entre las potencias europeas, sino también para las personas que allí vivían, y que veían cómo, de repente, cambiaba radicalmente su situación personal, llegando al punto que muchos pagaban este hecho con su vida. Los avances tecnológicos que se produjeron desde finales del siglo XV, no solo en la construcción naval, sino también en la capacidad de crear instrumentos que permitieran definir cada vez con mayor precisión la situación de los lugares sobre el mapa, supuso un impulso definitivo para la conquista de estos nuevos territorios que se abrían y quedaban al alcance de las potencias europeas. El descubrimiento de América, en 1492, fue uno de los hechos capitales de la historia universal. El hecho de encontrar un continente desconocido, imprevisto, en medio de la nada, hizo tambalear todos los conceptos que se tenían, no únicamente del mundo, sino también del Universo e incluso concepciones teológicas que, más tarde, provocarían escisiones en el sí de la iglesia. Otro hecho de capital importancia para dibujar una nova imagen del planeta fue la primera vuelta al mundo, que demostró empíricamente que la tierra era redonda. El barco protagonista de este hecho fue la Santa María de la Victoria. Formaba parte de la flota integrada por 5 barcos y 250 hombres que en 1519 zarpó de España con la intención de llegar a las islas Molucas. De las cinco naves de la Modelo de la Sta. María expedición, comandada por Magallanes, solo regresó la Victoria, con 18 hombres al mando del vasco Juan Sebastián Elcano. Había hecho el viaje navegando siempre hacia occidente, por el Cabo de buena Esperanza, hasta llegar a San Lúcar de Barrameda en septiembre de 1522, casi tres años después de emprender el viaje. La Victoria fue la primera que circunnavegó el globo, haciendo realidad la ruta alternativa hacia las especias que había buscado Colón. Quedaba demostrado que la Tierra es redonda. Los elementos del cambio La invención de nuevos instrumentos de navegación, necesarios para navegar cada vez con mayor seguridad y también para ser capaces de volver a los territorios que se acababan de descubrir, permitieron modificar y ampliar la imagen que se tenía del mundo, desde época medieval, hasta conseguir reflejar la imagen real del planeta. Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 14 Uno de los principales problemas de la navegación es la capacidad de determinar la posición, para saber dónde nos encontramos y, hecho esto, determinar hacia dónde debemos dirigirnos (es decir, el rumbo), si queremos llegar a nuestro destino. Para hacerlo hay que definir la posición mediante un sistema de coordenadas, que se basa en la latitud y la longitud. La latitud es la distancia que hay desde el Ecuador hacia el norte o hacia el sur, mientras que la longitud es la distancia que hay desde un meridiano, hacia el oeste o hacia el oeste. Estas distancias se determinan en grados, dado que la Tierra es una esfera (por tanto, de 360º), que se puede dividir en grados hacia los cuatro puntos cardinales. El punto en el que se cruzan estas dos coordenadas (latitud y longitud) es la posición del barco. En la actualidad, el instrumentos que permite determinar la posición es el GPS (Global Positioning System), que se basa en la triangulación de satélites enviados al espacio por el hombre, pero antiguamente, determinar la posición no era tan fácil como pulsar un botón, y fue posible gracias al esfuerzo de mucha gente que, paso a paso, iba perfeccionando esta ciencia La latitud se podía determinar gracias a la altura de determinados astros respecto al horizonte. La observación de estas estrellas (el sol al mediodía, la Estrella Polar en el hemisferio norte, la constelación de la Cruz en el sur, entre otras), con instrumentos como el astrolabio, la ballesta y el cuadrante, y posteriormente el octante y el sextante, permitía definir la posición respecto al Ecuador, y era una técnica conocida desde época clásica. En cambio, la longitud no se determinó con precisión hasta el siglo XVIII, cuando se llegó a la conclusión de que la mejor forma de hacerlo era comparando la hora entre dos puntos distantes, gracias a la invención del cronómetro marino. Tomando como referencia la hora de un meridiano concreto, se comparaba con la actualización diaria de la hora del lugar en que se encontraba el barco; esta diferencia horaria correspondía a una distancia, definida también en grados, y su correspondencia en millas. Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 15 Todos los descubrimientos geográficos se compilaban en diferentes documentos (mapas, cartas de navegación, derroteros…), que se convirtieron en secretos de estado, ya que la posesión de esta información era determinante para el dominio del territorio. En la actualidad, sin embargo, esta información se comparte para intentar evitar al máximo los naufragios. Todos los descubrimientos geográficos implicaban el hallazgo de nuevos productos de comercio (en el caso de América, nuevos productos de alimentación - que se han convertido en elementales para nuestra dieta, como la patata, el tomate, el maíz…-, metales preciosos como el oro y, sobre todo, la plata — o materias primas), que debían trasladarse a las metrópolis para ser transformados en productos de consumo los cuales, a su vez, volvían a estos nuevos territorios por las rutas marítimas. Astrolabio Compás moderno GPS Náutico Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 16 LA PROTECCIÓN DE LAS RUTAS MARÍTIMAS El conflicto en el mar Con el establecimiento de los mercados que debían permitir el desarrollo del comercio, únicamente queda el traslado de las materias primas y los productos manufacturados a sus puntos de destino. Estos productos, sin embargo, debían transportarse por rutas seguras, para evitar que los beneficios del comercio fueran a parar a otras manos; por este motivo se crean unos barcos específicos, las naves de guerra, que deben proteger estas rutas comerciales, para hacer realidad el dicho: quien domina el mar, domina el mundo. El mar siempre ha sido un espacio de conflicto y un espacio para dominar, controlar y someter a los demás. El control de este espacio inmenso que es el mar conlleva el control del mundo. Esta conflictividad tiene diferentes niveles y puede manifestarse de diversas formas: ♦ ♦ ♦ la presencia intimidatoria de una flota de guerra, la guerra de baja intensidad a través del bloqueo y el corso, la máxima manifestación, la guerra y los combates navales a gran escala. La protección de las rutas comerciales propias, y el ataque a las del enemigo, han sido una constante en la historia de la humanidad. Los enfrentamientos bélicos entre barcos han cambiado mucho a lo largo de la historia. Durante siglos había que recurrir al abordaje y al combate cuerpo a cuerpo. A medida que ha ido pasando el tiempo el combate se ha ido alejando, hasta llegar a los actuales misiles lanzados desde un submarino invisible. Los combatientes ya no se ven. De verle el blanco de los ojos, o de ensuciarse las manos con sangre enemiga, se ha pasado a un simple “bip” en la pantalla de un ordenador. En el intervalo, la historia es rica en combates de barcos de línea o entre acorazados que no se ven nunca, con el añadido más reciente de la guerra aeronaval. Ejemplo de nave para usos militares Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 17 En resumen, los conflictos se pueden gestionar y reprimir, pero cuando acaban descontrolados, destruyen vida y riqueza. Antiguamente, los barcos de guerra se caracterizaban por la absoluta falta de intimidad; estas formidables máquinas de guerra amontonaban en un espacio muy reducido a centenares de hombres (hasta 800), que compartían dependencias y se repartían la jornada laboral en guardias de trabajo y descanso. Marineros, artilleros, soldados de infantería de marina, oficiales de marina, médicos… Todos estos oficios podían encontrarse a bordo de un barco de guerra, y todos tenían que someterse a una organización férrea y a una disciplina muy estricta para mantener el orden; cuando el barco entraba en combate, este orden se convertía en un pandemónium de cierto caos controlado, en el que cada cual sabía qué labor debía llevar a cabo, algo muy difícil de conseguir a tenor del ruido, los heridos y el miedo que sobrevenía en el transcurso de la batalla. LAS MANIOBRAS DEL CAÑÓN Cada cañón tenía asignada una dotación de 6 hombres, cada uno de los cuales tenía una función determinada. Cada vez que había que disparar un cañón, uno de los artilleros debía limpiar el alma de los restos del disparo anterior, mientras otro, acto seguido, metía el saco de pólvora que dispararía la bala; un tercer marinero se encargaba de enviar hacia el fondo del alma la pólvora, la bala y una pieza que evitaba que saliera accidentalmente, de forma consecutiva; después, otro servidor del cañón hacía un agujero en el saco de pólvora por un hueco que había en la parte superior del cañón, y que serviría para prenderla cuando todo estuviera a punto; finalmente, el artillero apuntaba el cañón y cuando estaba en línea con el objetivo (teniendo en cuenta el movimiento del barco y el lugar hacia el que apuntara—al buque enemigo, a las velas y cabos o a la tripulación rival -), acercaba la mecha al cañón y disparaba, una vez todos los servidores se apartaban para evitar que el retroceso los hirirera. La munición podía ser muy variada: - balas macizas para disparar contra el buque, intentando abrir una vía de agua o, más comúnmente, provocando una lluvia de astillas que barría las cubiertas del barco enemigo; también se podían apuntar hacia los palos, con la intención de cortarlos e inmovilizar el barco. - dos balas macizas encadenadas, que al salir disparadas cortaban velas y aparejo del barco, para restarle velocidad y maniobrabilidad. - Un saco con metralla (balas de mosquete, trozos de hierro o cualquier objeto pequeño), que se lanzaban sobre la cubierta del barco para herir a la tripulación enemiga. Cañón llamado “de la Pantera”. Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 18 La piratería y el corso Otro de los peligros que tenían las rutas comerciales, y que en gran medida intentaban aplacar los barcos de guerra, eran los ataques de los piratas. Su presencia siempre se ha documentado allí donde hubiera comercio, ya que era el cebo que atraía a la piratería. Piratería y corso son dos formas de violencia que se confunden en el imaginario popular, si bien son actividades muy diferentes, al menos para quienes las ejercen. Para las víctimas, las diferencias son irrelevantes. El corso es una forma de guerra legítima, bastante digna y económicamente beneficiosa. Con una autorización Real, la Patente de Corso, nuestros antepasados podían armar sus barcos y atacar al enemigo para apropiarse de sus bienes, debilitar su tráfico comercial y, de paso, apoyar a la marina de guerra propia. La piratería es el crimen en el mar: saqueo, secuestro, comercio de esclavos y destrucción ilimitada y gratuita son algunos de sus elementos característicos. La piratería ha sido y continúa siendo un fenómeno global, que ha afectado a todas las épocas y a todos los mares. En nuestro ámbito cultural la piratería tiene dos dimensiones: la mediterránea (con dualidad entre víctimas y verdugos de las riveras sur y norte del Mare Nostrum) y la atlántica, donde los barcos españoles eran la presa deseada por los piratas de diferentes nacionalidades. Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 19 El fenómeno de la piratería y el corso ha existido siempre, con mayor o menor intensidad. La inmensidad del mar otorga cierta impunidad a aquellos que quieren asaltar los barcos. Es por esto que, ya desde época clásica, los piratas existían. De hecho, el propio Julio César fue cautivo de los piratas (y al ser liberado después de pagar el rescate, luchó contra ellos hasta extinguirlos durante un tiempo). La piratería, por lo tanto, ha existido (y existe) allí donde ha habido comercio, donde hay tránsito marítimo y, a lo largo de la historia, se ha producido en los mares más transitados del mundo. El corso, en cambio, entendido como una especie de guerra encubierta, se ha producido en todas partes, ya que era una manera de atacar a los barcos enemigos, sin tener que declarar la guerra (o sí). El Mediterráneo de época clásica, medieval y moderna, fue testigo de la piratería y el corso (en este caso, vinculado con las guerras de religión que aún perduran), y que tenían en el fenómeno de los cautivos uno de los elementos más característicos (el secuestro de personas para conseguir dinero por su rescate, o sus almas para la religión, en el caso de no ser reintegrados). Los barcos escogidos por los piratas siempre tenían las mismas características, independientemente del lugar donde estuvieran. Tenían que ser rápidos, ligeros y maniobrables, para poder huir en caso de necesidad o peligro, o de perseguir a las víctimas con eficacia. Las galeras mediterráneas jugaron este papel durante siglos, y solo fueron sustituidas por los rápidos jabeques cuando la fuerza del remo qudó superada por el desarrollo tecnológico de la vela de los siglos XVII y XVIII. Modelo de jabeque En otras latitudes, como el Atlántico, los barcos escogidos eran bergantines o polacras; en cualquier caso, nunca barcos más grandes que una fragata, con los que podían cazar barcos más grandes y pesados. Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 20 La defensa de los ataques de los piratas tenía, en Catalunya, tres niveles: el primero eran los fuertes o plazas fortificadas que había en la costa africana; el segundo era la creación de flotas que debían prever o perseguir a los corsarios que pudieran atacar la costa catalana; el tercero era el de la red de torres de vigilancia y defensa que se ubicaban en puntos estratégicos de la costa y que permitían avisar a la población cuando se divisaba algún peligro, mediante señales de humo o fuego, y que aún hoy se pueden encontrar en muchos rincones de la costa. Ejemplo de torre de vigilancia. Mataró Las galeras de Catalunya se construyeron en las Reales Atarazanas de Barcelona a principios del siglo XVII para evitar el peligro de los corsarios que atacaban a barcos y pueblos costeros catalanes. Eran 4, y tuvieron una vida efímera, solo 20 años, ya que en un combate en el golfo de León fueron hundidas por los corsarios. Hoy en día todavía quedan dos ámbitos geográficos donde es muy peligroso navegar por los ataques piratas: el estrecho de Malacca, en Indonesia, uno de los lugares con mayor tránsito marítimo, ha sido durante mucho tiempo uno de los lugares preferidos por los piratas para atacar barcos mercantes; amparados por la gran cantidad de islas que hay por la zona, y con la ayuda de embarcaciones muy rápidas, atacaban y huían, poniendo en jaque al comercio. La comunidad internacional, sin embargo, ha conseguido que, gracias al control militar de estas aguas, ya no sean las más peligrosas; en cambio, el lugar más peligroso en la actualidad por la presencia de piratas es en las aguas cercanas a Kenia, Somalia y Yemen, una zona geográfica que controla la entrada del Mar Rojo y, por lo tanto, el acceso al canal de Suez, es decir, el paso de todos los barcos que van desde Asia (principal productor comercial del mundo) hacia Europa (uno de los consumidores más importantes) sin tener que rodear África. A este componente económico, se ha de añadir un componente de guerra religiosa, que agrava el conflicto. Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 21 Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 22 PROPUESTAS DE TRABAJO Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 23 EL MAR COM ESPACIO DE OCIO 1. Lee el texto siguiente: ¡Qué manía, los médicos de hoy día! Parece ser que ahora convienen los baños de mar para tener salud. ¡Quién lo iba a decir! ¡Ir a la playa! ¡Adónde iremos a parar! Conozco gente que incluso se está construyendo casas en los pueblos de la costa, para estar cerca del mar. A todo este tráfico de ir arriba y abajo lo llaman “hacer vacaciones”. Hasta ahora, en la playa, no había nada qué hacer. ¿Qué se podría hacer? Es un lugar sucio, lleno de marineros y pescadores. Una zona de trabajo, en resumen. Pero si los médicos dicen que tomar baños de mar y de sol va tan y tan bien… Pues yo, en la playa, no me pongo. Yo lo que hago son baños de pila, con agua de mar, pero en las bañeras y en las piscinas de los Baños Orientales, que son fastuosos. ¡Qué lujo! ¡Cómo me gusta! Y si lo dice el médico… Hay que gente que sí se mete en el mar, y por placer. ¡Ya me dirás! Todo cambia… Incluso hay quienes practican eso tan moderno que llaman “sport” y tienen barcas de vela. ¡Qué manías, las de hoy en día! - ¿A qué época crees que pertenece este texto? - ¿Cómo imaginas el ocio en el mar en esta época? ¿Quién lo disfrutaba? - Escribe un texto comparativo que lleve por título “EL OCIO EN EL MAR”, remarcando las diferencias y las similitudes entre la época a la que hace referencia el texto y la actual. EL OCIO EN EL MAR Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 24 EL MAR COMO ESPACIO DE OCIO 1. TRABAJO DE INVESTIGACIÓN: “LOS BAÑOS” Busca información para explicar qué eran y cómo funcionaban las entidades conocidas como “baños” que gozaron de gran popularidad en ciudades como Barcelona desde principios del siglo XX. Para redactar el trabajo, puedes tener en cuenta las siguientes consideraciones: - ¿Qué eran? - ¿Cómo funcionaban? - ¿Quiénes eran sus principales clientes? - ¿Los disfrutaba todo el mundo? - ¿Cuáles eran los más conocidos en Barcelona? ¿Conoces alguno en tu localidad? - ¿Hasta cuándo existieron? ¿Existen todavía? ¿Cómo evolucionaron? - ¿Qué ofrecían? - ¿Fueron testimonio de los cambios sociales? Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 25 LA VIDA A BORDO DE UN TRANSATLÁNTICO 1. LA VIDA A BORDO DE UN TRANSATLÁNTICO En la página siguiente encontrarás la sección longitudinal del vapor Victoria Eugenia, de la Compañía Trasatlántica Española, uno de los mejores y más lujosos barcos de la flota mercante española. Construido en 1913, era una apuesta por competir con los grandes paquebotes británicos, franceses o alemanes en los viajes transatlánticos. Como pasaba en todos estos barcos, eran en realidad universos en miniatura, reflejos de la vida en tierra pero unidos en microcosmos. El espacio destinado a cada categoría de pasajeros estaba bien definido y aislado del resto. El contacto entre pasajeros de primera y tercera categoría, por ejemplo, no existe. Lee el texto siguiente, que refleja desde el punto de vista de un cocinero lo que acabamos de explicar: En estos grandes y veloces transatlánticos de hoy en día cabe todo el mundo, gente de todo tipo y trabajadores de casi todos los oficios. Y nosotros, desde la cocina, nos ocupamos de unos y otros, de ricos y de pobres, de hacer platos refinados para la gente de clase alta y rancho para los demás. La cocina no para nunca, con tantos menús diferentes: Para los de primera… caviar, ostras, lenguado, champán… viandas de todo tipo que comen mientras toca la orquesta, bailan y hacen fiestas en los grandes salones de lujo. En tercera no escogen. Para los de tercera, rancho, aunque lo llamen menestra: garbanzos con tocino, un trozo de pan, un vaso de vino y ¡tira! ¡Así es la vida! Y entre unos y otros, vamos sirviendo a la tripulación que trabaja por guardias. Aquí come todo el mundo, del más rico al más pobre, pasando por el capitán, los telegrafistas, los fogoneros, los marineros o las camareras. Con toda esta información, ¿sabrías rellenar los huecos que te proponemos en la página siguiente? Debes incluir lo siguiente: - Camarotes de primera clase - Cabinas de segunda clase - Cabinas de tercera clase / emigrante - Comedor primera clase - Sala de máquinas - Salones - Telegrafía - Puente de mando - Caldera - Cocina Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 26 DISTRIBUCIÓN INTERIOR DEL VICTORIA EUGENIA Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 27 EL CAMBIO TECNOLÓGICO El mundo de los barcos y de la navegación en general vive en constante evolución: de un simple tronco para deslizarse sobre el agua se pasó a su vaciado para construir canoas, y de aquí a los botes, los veleros, los grandes barcos de madera… La aplicación del acero en la construcción naval permitió aumentar el tamaño y la capacidad de las naves, de tal manera que hoy en día podemos ver en cualquier puerto inmensas naves de muchos metros de eslora. De la misma forma, de impulsarnos con las manos pasamos, paulatinamente, a inventar el remo, la vela para aprovechar la fuerza del viento y, finalmente, el motor que permite ganar en velocidad y precisión en los desplazamientos: motores de vapor, de gasolina, nucleares, eléctricos... También los instrumentos de navegación y las cartas náuticas han ido evolucionando con el tiempo: los portulanos ya hace mucho que dejaron paso a complejas y precisas cartas náuticas, y de la misma forma el GPS es el último paso en la evolución de los instrumentos náuticos desde los antiguos astrolabios, cuadrantes, sextantes, ballestas... Pero como orientarse en el mar con un moderno GPS no presenta excesiva dificultad, os proponemos un ejercicio que os permitirá viajar hacia el pasado. La construcción de un cuadrante. Construcción de un cuadrante La construcción y uso del cuadrante permitirá calcular ángulos de altura. De la habilidad en la CONSTRUCCIÓN PRECISA del instrumento y la realización de MEDIDAS EXACTAS dependerá que sea o no sea un instrumento científico valioso… Las consecuencias de un pequeño error en las medidas podrían ser dramáticas: podemos naufragar e incluso morir. Un cuadrante es un cuarto de círculo de madera o latón graduado de 0º a 90º con dos pínulas de mira y un plomo colgado exactamente en el centro de la curvatura que marca un punto en la graduación. Cuando miremos hacia un astro o a través de las pínulas, el plomo marcará sobre la graduación el ángulo de altura sobre el horizonte de este astro. Este instrumento data de la época medieval, y entonces era de dimensiones enormes. Un instrumento tan simple pero de medidas tan grandes servía a los astrónomos para realizar observaciones con cierta precisión porque se podía hacer muchas subdivisiones entre grados. Algunos cuadrantes incluso llevaban grabadas tablas de sombras, escalas gráficas de tangentes y cotangentes, etc. con la finalidad de resolver problemas elementales de trigonometría, importantes en la vida práctica. Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 28 USO El cuadrante se utiliza para medir ángulos de altura sobre el horizonte, no solo de astros sino también de edificios, muros y montañas. Otros usos son determinar la hora durante el día y representar todo el movimiento diurno. La utilización del cuadrante dependía de la finalidad: el cuadrante náutico, por ejemplo, se utilizaba para medir la altura de la estrella Polar o la altura del Sol u otro astro en el momento de su paso por el meridiano del lugar. En todos los casos servía para encontrar la latitud del lugar, y conocer la posición del barco para establecer el rumbo de forma fiable. La utilización del cuadrante a bordo era complicada debido a las oscilaciones constantes del barco. Por esta razón hubo una serie de mejoras en el instrumento como sustituir el hilo del plomo por una barra metálica y hacerlo calado para evitar la fuerza del viento y la consecuente desestabilización del instrumento. ¿Cómo se utiliza el cuadrante? En la navegación: se sujeta el cuadrante con las dos manos intentando mantenerlo lo más estable posible. Con un ojo apuntamos a un astro del cielo a través de las dos pínulas a la vez. El plomo marca un punto en el cuarto de círculo graduado que indica la altura del astro sobre el horizonte. Si este astro es la estrella polar, entonces tenemos directamente el ángulo de latitud de la posición del barco. Para medir la altura de un edificio: se mide la distancia, d, desde donde estamos hasta el edificio. Apuntamos con el cuadrante al punto más alto del edificio de forma que obtenemos el ángulo de altura, a, de este edificio respecto a nuestro plano horizontal. Finalmente, a través de la relación trigonométrica tangente obtenemos la altura, h, del edificio: h tgα = ̶ d h = d· tgα Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 29 CONSTRUCCIÓN Componentes y herramientas para construir el cuadrante: - Cuadrante de madera 25 x 25 cm. Listón o pomo para sujetar el instrumento. Hilo de nylon de color. Plomo de pescador. Cartulinas o cartones que harán de pínulas. Negativos de fotos B/N que servirán de filtro solar. Fotocopia del arco graduado. Pautas de construcción: 1) Se coge la madera de 25 x 25 cm. Con la ayuda del compás se ensaya el punto donde irá situado el arco graduado y su centro de giro, lugar donde ataremos el hilo del plomo. Se trata del paso más importante porque de esto depende la precisión del instrumento y que las medidas sean válidas. 2) Se pega el arco graduado en el lugar correspondiente de forma correcta y se hace el agujero en su centro de giro, con la ayuda de la barrena. Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 30 3) A continuación se pasa el hilo de nylon por el agujero. Se hace un nudo en un extremo y en el otro se ata el plomo de pescador. Plomo 4) A continuación, se hacen dos cortes con el cúter que servirán de base para las pínulas de mira. Estas pínulas son los cartones provistos de un agujero hecho con la punta del compás. Tienen que estar perfectamente alineados. Además, se pueden colocar los filtros (negativos de B/N) cuando la observación y la medida se hagan en dirección cercana al Sol. Cortes para las pínulas 5) Finalmente, y para conseguir un fácil manejo del instrumento, se pega el listón de madera en la parte posterior. Será el asa del instrumento. Filtros solares Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 31 EL TRANSPORTE MARÍTIMO 1. LOS PORTACONTENEDORES Mi padre no se lo creería. Él siempre decía que el trabajo de estibador era labor de hombres fuertes, como él mismo o mis hermanos. Pero yo, hoy, estoy en la silla de mi grúa, cojo el mando y en una sola hora he movido 35 contenedores, con todo lo que llevan dentro. ¡Claro, hombre, pero si ahora para cargar y descargar un barco la fuerza no sirve de nada! Eso sí, se necesitan buenas grúas y buenas explanadas para ir amontonando contenedores uno sobre todo, levantando grandes paredes. Es que esto de los contenedores lo ha cambiado todo, primero se adaptó a los barcos que había para poderlos transportar, hasta que aparecieron los “portacontenedores”. Y hoy en día uno solo puede transportar hasta 20.000 contenedores. Y tras los barcos, los contenedores lo han cambiado todo, todo lo demás también ha cambiado: las grúas, los puertos y la profesión de estibador. ¡Yo soy un ejemplo! ¡Poca broma! Mis hermanos se quejan. Dicen que no es trabajo para mujeres. ¡Machistas! Aunque a mí… ¡A mí mi trabajo me encanta! ¡Es como jugar al tetris! La estiba es solo una de las muchas fases que se han de llevar a cabo para que un producto llegue a nuestras tiendas. Pero este proceso es mucho más complejo e involucra a muchos protagonistas. Aquí tienes una lista de fases y protagonistas imprescindibles para disfrutar de un producto en el mercado. ¿Sabrías ordenarlos para completar el circuito del mercado de los portacontenedores? Aconsejamos agrupar las diferentes fases en dos categorías: Origen y Destino. 1. Viaje 2. Demanda 3. Puerto origen 4. Distribuidor destino 5. Empresa fabricante 6. Camión/tren portacontenedor destino 7. Fábrica 8. Distribuidor origen 9. Comprador 10. Estibador origen 11. Estibador destino 12. Empresa naviera 13. Tiendas 14. Almacén origen 15. Almacén destino 16. Distribuidor destino 17. Camión/tren portacontenedor origen 18. Cliente final ORIGEN DESTINO Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 32 EN BUSCA DE NUEVOS MERCADOS 1. NUEVOS MERCADOS, NUEVOS PRODUCTOS Como ya debes saber, Colón no pudo traer las especias que fue a buscar a las Indias, porque no las encontró. En cambio, descubrió muchos otros productos que también han tenido mucha importancia en Europa y en el resto del mundo, como por ejemplo la patata, que en un principio era un alimento para el ganado y posteriormente se convirtió en un alimento de primer orden, hasta el punto que se conocía como “el pan de los pobres” ¿Sabrías diferenciar de entre todos estos productos cuáles eran los que iba a buscar Colón y los que finalmente trajo de América? Producto Asiáticos Americanos Producto Asiáticos Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 33 Americanos LA PROTECCIÓN DE LAS RUTAS MARÍTIMAS 1. EL CORSARISMO El corso es una forma de guerra, legítima, bastante digna y económicamente provechosa. Los corsarios podían armar sus barcos y atacar al enemigo para apropiarse de sus bienes, debilitar su tráfico comercial y, de paso, apoyar a la marina de guerra propia. Pero, para hacerlo, necesitaban una Patente de Corso firmada por su monarca. Investiga: ♦ ¿Qué es una Patente de Corso? ♦ ¿Para qué servía? ♦ ¿Quién la utilizaba? ♦ ¿Continúan vigentes? En caso negativo, ¿cuándo se puso fin al corsarismo? ♦ Imagina una situación actual que te permita redactar tu propia patente de corso Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 34 LA PROTECCIÓN DE LAS RUTAS MARÍTIMAS 2. EL CONFLICTO EN EL MAR A continuación tienes tres listados con tres conceptos diferentes: modelos de barco, época y conflictos. Relaciona cada elemento de cada concepto con los elementos de los otros dos conceptos que correspondan. BARCOS ÉPOCA CONFLICTO Siglo XX I Guerra Mundial Siglo XVIII Conflictos coloniales Galera Real Jabeque Siglos XV-XVI Batalla Lepanto Submarino Siglo XVI Piratas Mediterráneo Navío 80 cañones Soluciones: 1: Galera Real—Siglo XVI—Batalla de Lepanto / 2: Jabeque—Siglos XV-XVI—Piratas Mediterráneo / 3: Submaríno—Siglo XX— I Guerra Mundial / 4: Navío 80 cañones—Siglo XVIII—Conflictos coloniales Historias de Mar. Museu Marítim de Barcelona 35