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Formación Profesional en la República Federal de Alemania Discurs de Lutwin Strauch MA (2011). Las Características del Sistema de la Formación Dual en Alemania Experiencias concretas y perspectivas de la Formación Dual en Alemania. Madrid La formación profesional en la República Federal de Alemania se lleva a cabo paralelamente en las empresas y en las escuelas de formación profesional. De acuerdo al principio del llamado sistema dual, las empresas se encargan del aspecto práctico de la formación, mientras que en las escuelas de formación profesional se imparte una enseñanza complementaria que abarca aspectos teóricos de la profesión y conocimientos de cultura general. Rasgo característico de este sistema es unir la transmisión de conocimientos y habilidades con la adquisición de experiencias necesarias para el ejercicio de la profesión. De tal manera se asegura que la formación se desarrolla en las mismas condiciones bajo las cuales tendrá que ejercerse posteriormente la profesión aprendida. Es obvio que sólo en la empresa el aprendiz puede, por un lado, aprender a responder satisfactoriamente a las cambiantes exigencias de la actividad empresarial. Y por otro lado, obtener una experiencia directa sobre las múltiples vinculaciones sociales que se dan en el mundo laboral. Este tipo de aprendizaje fomenta la independencia personal y la conciencia de responsabilidad, ya que el aprendiz puede demostrar los conocimientos y habilidades aprendidos en tareas de trabajo concretas y bajo las condiciones reales del mundo laboral. De aquí se deduce con claridad que la formación en la empresa tiene una amplitud mayor que los procesos de aprendizaje organizados e institucionalizados (por el Estado, por ejemplo). La Ley de Formación Profesional de 1969, renovada en 2005 En el año 1969 el Parlamento Alemán (Bundestag) aprobó una Ley de Formación Profesional y otorgó carácter legal a muchos puntos que, hasta esa fecha, eran válidos sólo como normas estatutarias de las Cámaras. En Abril de 2005 la ley fue renovada, es decir modernizada, pero no cambiada en su substancia. La consecuencia de esta legislación es que la formación profesional en las empresas se debe regir por la misma ley en toda Alemania. Esto significa que para cada profesión existe un propio decreto nacional con respecto a los contenidos del aprendizaje y los contenidos de los exámenes intermedios y finales. Significa también que existen la misma administración de los aprendizajes a través de las Cámaras, los mismos exámenes organizados y administrados a través de las Cámaras. Más allá, la Ley también contiene regímenes para la formación continua y el perfeccionamiento profesionales. Pero al mismo tiempo hay que tomar en consideración que en concordancia con las áreas de competencia fijadas por la Constitución Alemana, la Ley de Formación Profesional no rige para las escuelas de formación profesional. Ellas caen, más bien, bajo la competencia de cada uno de los estados federales. Las diferentes áreas de competencia que corresponden al Ministerio Federal de Economía - para las empresas - y a los Ministros de Educación de los estados 1 federales - para las escuelas profesionales – dificultan de vez en cuando la coordinación en la práctica. La naturaleza de nuestro sistema de formación profesional tiene en las empresas a sus principales sostenedores y descansa sobre el principio básico de «aprender haciendo». La relación jurídica entre la empresa y el aprendiz se basa, en un contrato de enseñanzaaprendizaje del derecho privado, al cual deben aplicarse las normas y principios jurídicos válidos para el contrato de trabajo. Para las empresas no hay obligación de comprometerse a la formación profesional. Más bien existe libertad de contrato. No existe el deber en enseñar o aprender, ni para las empresas ni para los jóvenes. Cada empresa decide por sí misma si desea formar aprendices y con quién está dispuesta a firmar un contrato de enseñanza-aprendizaje. Lo mismo es válido para el joven. No existe dirigismo en la elección de la carrera, sino únicamente existe la orientación vocacional y una información sobre las plazas de aprendizaje (que está publicada periódicamente por el Ministerio de Trabajo). Formación Profesional y mano de obra En el Sistema Dual, la capacidad educacional está en relación directa con la demanda de mano de obra calificada. No se requiere una planificación estatal integral, ni siquiera regional o suprarregional. En su lugar, más bien, se suman las decisiones particulares que las empresas toman sobre la necesidad de aprendices que formarán la base de su futuro personal especializado. El resultado de la suma constituye la demanda y, al mismo tiempo, la oferta educativa total. De esta manera no pueden someterse graves errores de planificación. Además, entre las empresas que forman aprendices y las que no lo hacen tiene lugar un permanente intercambio, de modo que las correcciones que posteriormente haya que hacer a las decisiones particulares de las empresas, se verifican a través del mercado de trabajo. Naturalmente, este estrecho acoplamiento de la formación profesional a la empresa tiene también consecuencias para su financiación. La financiación corre a cargo de la misma empresa, es decir los costos de la formación son egresos de la empresa que se incluyen en los cálculos de gastos. Y por lo tanto, este hecho puede revelarse como problema grave en tiempos de crisis económica. No quiero ocultar a Ustedes, estimados Señores, que también en Alemania en los últimos años hemos sufrido problemas con la multitud de jóvenes sin puesto de formación o empleo. Pero un esfuerzo común del gobierno federal, de la asociación empresarial y de las asociaciones de las cámaras de industria y comercio y de los artesanos, fijado en un Pacto para la Formación Profesional logró que un gran número de jóvenes ha podido aprender una formación aunque no fuera la profesión preferida o la empresa favorita. En el pacto las empresas se comprometieron a crear nuevos puestos de formación profesional mismo en empresas que hasta entonces no formaron a aprendices o a ofrecer más puestos que previsto en la propia empresa. (Ejemplo: En 2010 a cada joven apto y dispuesto fue ofrecido la oportunidad de un puesto de formación o calificación. Se han creado más de 70.000 nuevos puestos de formación en toda Alemania, entre ellos en más de 40.000 empresas nuevas en la tarea de formación 2 profesional.) El pacto entre los socios está siempre válido hasta hoy día, (recientemente ha sido prolongado hasta 2014) a pesar del hecho de que las empresas más y más estén luchando para satisfacer sus necesidades de nuevos empleados o mejor dicho de personal especializado. La ejecución de la formación profesional Aunque - como lo he explicado antes - la empresa es libre de decidir si desea impartir enseñanza o no, la enseñanza en si misma está sujeta a determinadas reglas. Esto es válido sobre todo en relación con los contenidos de la enseñanza. “La formación profesional debe proporcionar, a través de estudios ordenados, una preparación de ancha base, así como las habilidades y conocimientos especializados necesarios para el ejercicio de una actividad profesional calificada. Además, debe posibilitar la obtención de las experiencias profesionales que sean necesarias" dice Articulo 1 de la Ley Profesional. Como marco básico para esta formación, así como para su adaptación a los requerimientos técnicos, económicos y sociales y a su desarrollo el Ministerio Federal correspondiente debe expedir reglamentos de instrucción destinados a fijar el nombre de la profesión, la duración de la formación (por lo general entre dos y tres años), así como las habilidades y conocimientos que deben proporcionarse durante el tiempo que dura la formación. Cada empresa formadora está obligada, a formar aprendices dentro de este marco básico y de acuerdo con un cronograma y plan de contenido. La estructuración temporal y temática de la formación profesional debe figurar en el acta escrita del contrato a ser firmado entre la empresa y el aprendiz. Para la elaboración de este plan de formación se publican - como anexo de los reglamentos de instrucción - orientaciones para la estructuración temporal y temática de la formación profesional. Se ha hecho norma utilizar a los contenidos de la enseñanza para la formulación de los objetivos del aprendizaje en el contrato empresa-aprendiz. En el sistema dual, como lo implica el nombre, la escuela de formación profesional desarrolla su labor paralelamente a la formación en la empresa. Cada aprendiz debe frecuentarla de ocho a doce horas de clase semanales. Estas escuelas son estatales. La enseñanza gira en torno a la profesión y, por lo general, es impartida en clases especiales para, cada profesión. Ca. 350 carreras reconocidas Actualmente existen en la República Federal de Alemania alrededor de 350 carreras reconocidas de formación profesional que preparan para ejercer más de 20.000 actividades y oficios. Cuán flexible es este sistema educativo, se revela también en el hecho de que el grado de especialización de cada una de las profesiones es diferente. Así, por ejemplo, en la formación comercial rige el principio de que cada rama de la economía tiene su propia profesión. 3 Como ejemplo deben citarse el comerciante industrial, el comerciante al por mayor y en comercio exterior, el perito en Seguros, el perito en Transportes o Logística y el perito bancario. La situación es muy distinta en el sector industrial. En ello la formación está orientada a funciones que difieren enormemente en su amplitud y variedad. La profesión industrial que está más fuertemente representada es la de mecánico, con cerca de 50,000 aprendices. Frente a ella figura, por ejemplo, la profesión del constructor naval - con un grado de especialización mucho mayor que la anterior - con sólo unos 50 aprendices. Los reglamentos de instrucción son de vital importancia para el sistema alemán de formación profesional. Ellos son, por cierto, derecho del Estado. Pero las organizaciones representativas de la economía tienen participación determinante en su elaboración y en la ejecución posterior. Para la realización de los trabajos preliminares, el Ministro Federal correspondiente recurre a los servicios del Instituto Federal de Formación Profesional, (BIBB), el que, por su parte, es asesorado por especialistas de las diferentes áreas profesionales reunidos en grupos de trabajo y nombrados por las organizaciones centrales de la economía (p. e. las Cámaras y las Asociaciones Profesionales) y de los sindicatos. Idoneidad de las empresas La necesidad arriba citada de tener que tomar en cuenta las diferentes condiciones reales de las empresas para la elaboración de los reglamentos de instrucción, no significa que cada empresa deba poder formar aprendices de acuerdo a tales reglamentos. Este no es tampoco el caso en la práctica. En el sector de las Cámaras de Industria y Comercio, por ejemplo, poco más del 10% de las empresas afiliadas a dichas Cámaras forman aprendices. Sin embargo, en el sector artesanal el porcentaje es mayor (casi 40%). Siempre existirán empresas que debido a su estructura, a sus instalaciones, a su grado de especialización, a su programa de producción, a su oferta de servicios, a la estructura de su personal o a factores similares, no estarán en condiciones de formar aprendices. Para aquellas empresas existen talleres o combinados de formación común donde se imparten partes de la formación que el único no es capaz de enseñar. Las tareas de las Cámaras Dentro de la formación profesional a las Cámaras cae el cumplimiento de las siguientes tareas fundamentales: o Asesoramiento y control de la formación Una de las tareas más importantes de las Cámaras es el asesoramiento de las empresas formadoras. Cada empresa que desee formar aprendices debe reunir determinados requisitos indicadores de la aptitud para el cumplimiento de esta tarea. Así, en las instalaciones, en el programa de producción o en la oferta de servicios de la empresa deben estar dadas las condiciones para proporcionar los conocimientos y habilidades prescritas. 4 De la misma manera, el instructor debe reunir determinados requisitos desde el punto de vista personal, profesional y pedagógico. Las Cámaras verifican la existencia de estos requisitos antes de comenzar la formación y - en forma continuada - también durante el tiempo que ella dure. Para esta tarea se toma como base el registro de las relaciones de formación profesional, que es llevado por las Cámaras y en el que deben estar registrados todos los contratos de enseñanza-aprendizaje que se hayan suscrito. El asesoramiento y el control de las empresas están a cargo de colaboradores de las Cámaras contratados especialmente con este fin: los asesores para la formación. También el aprendiz debe rendir condiciones antes de comenzar su formación tales como la aptitud física para la profesión o salud. En su proceso de asesoramiento, las cámaras exigen de las empresas atestaciones correspondientes de su aprendiz previsto. o Examen Intermedio y Examen Final Durante su formación cada aprendiz debe rendir un examen intermedio. Este examen sirve para comprobar el nivel de rendimiento. Al término de su formación cada aprendiz puede rendir un examen final que acredite la calificación profesional obtenida. Con este fin las Cámaras constituyen comités examinadores integrados, por lo menos, por tres miembros: representantes de los empresarios y de los trabajadores, en número igual así como, por lo menos, un profesor de una escuela de formación profesional. Para la realización de los exámenes, la Comisión de Formación Profesional de la Cámara compuesta de forma paritaria por representantes de los empresarios y de los trabajadores, así como por profesores de formación profesional en calidad de asesores debe expedir un reglamento de exámenes. Este reglamento norma la admisión al examen, su estructuración, los criterios de calificación, la expedición de los certificados de exámenes, las consecuencias derivadas le los actos de la violación del reglamento y la repetición del examen. Lo que ha de exigirse en los exámenes está indicado en los reglamentos de instrucción. Para la admisión al examen final el aprendiz tiene que presentar su Comprobación de formación en la cual ha fijado por escrito durante su formación en la empresa todos los trabajos que ha efectuado así como sus temas de ensenanza en cursos y clases tanto en Ia empresa que en Ia escuela. Los reglamentos de instrucción pueden prever un examen de habilidad y / o de conocimientos, de acuerdo a Ia profesión. En el examen de habilidad se exigen pruebas de trabajo y /o piezas de examen. EI examen de conocimientos se realiza en forma oral y /o escrita. Para el examen escrito se utilizan -cada vez en mayor cantidad -tareas programadas. Para un gran número de profesiones ya existen tareas de examen uniformes a nivel nacional. Una vez aprobado el examen, el aprendiz recibe un certificado de Ia Cámara. Este certificado no es un diploma. Su valor reside, en primera Iínea, en la certificación de aptitud para el desempeño de una determinada actividad profesional. Pero este certificado es también el fundamento para avanzar y ascender en la carrera profesional. 5 La aprobación deI examen final es requisito general para Ia admisión a los exámenes de maestría y a muchos otros exámenes de perfeccionamiento; sirve como examen de aptitud para impartir enseñanza en una serie de ramas profesionales y económicas. Desde hace poco, el examen aprobado puede – en ciertas condiciones – abrir la puerta a un estudio a la universidad o facultad sin tener que pasar el bachillerato. Sólo para redondear mi discurso, vale añadir con respecto al papel de las cámaras en el ámbito de la formación profesional que las Cámaras también pueden realizar exámenes para Ia comprobación de conocimientos, habilidades y experiencias que hayan sido adquiridas a través deI perfeccionamiento profesional. Con esta explicación detallada quise darles una imagen profunda de los sistemas de las Cámaras así como del sistema dual de la formación profesional. Vale darles una recopilación de datos interesantes subrayando la importancia del sistema de la profesionalización de los jóvenes en Alemania por medio del sistema dual: • • • • • • • Cada año, la economía alemana gasta unos € 30 billones para la formación profesional En Alemania existen aproximadamente 350 carreras reconocidas de formación profesional (entre ellos 270 en el sector industrial o comercial o de prestación de servicios) En 2009, en Alemania había un total de más de 1.6 millón de aprendices, y más de medio millón de contractos de aprendizaje nuevos En mi país, más de 500.000 empresas participan en el sistema dual para la formación profesional. Sólo con respecto a las empresas-miembros de CCIs, es decir en el sector industrial comercial o de prestación de servicios, sobre 320.000 instructores trabajan a favor de la formación profesional en su empresa Más de 160.000 especialistas profesionales colaboran como “miembro a honorario”, es decir voluntariamente y sin remuneración en grupos de examinadores de las CCIs A pesar de tales hechos y números: El promedio de costos por año que una empresa gasta para la ejecución de la formación profesional de un aprendiz en el sistema dual se lleva sólo a € 18.000. Es evidente que el sistema dual en Alemania es un sistema de formación probado por muchos años. Es probado porque todos los socios involucrados aprovechan de las ventajas que el sistema ofrece – o come se dice hoy es una «situación win-win». • El beneficio para las Empresas es que pueden: • influir el contenido del aprendizaje y implementarlo según plano acordado • reducir - a medio plazo - las expensas para el reclutamiento de personal • formar y así garantizar el personal especializado de la (su) generación futura • El beneficio para los Aprendices es que pueden: • conseguir una formación especializada y con relevancia para el mercado laboral • adquirir competencias sociales y desenvolver la propia personalidad 6 • • vivir una situación de alta motivación personal (aprender y ganar dinero al mismo tiempo) El beneficio para el Estado es que • la contribución alta del sector privado reduce en gran medida el presupuesto público • hay una cuota relativamente baja de paro juvenil. 7