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Título: El Codex y los alimentos para animales Ing. Mauricio Nájera Quirós Jefe del Departamento Regulatorio y Gestor de Calidad Dirección de Alimentos para Animales-SENASA-MAG EL Codex Alimentarius y Los Alimentos para Animales (Piensos) Introducción Los animales contribuyen enormemente en el suministro de alimentos para humanos y su capacidad para hacerlo depende de muchos factores, entre ellos: genética, manejo, ambiente y, sobre todo, una nutrición adecuada. Según Maynard (1979) la dieta humana más acertada, en términos de nutrición óptima, es la que contiene nutrientes de origen animal. El aporte nutricional, a la alimentación humana, de lo productos animales se resume en 17 % de la energía y más del 35 % de la proteína de los requerimientos diarios, para los 6 billones de personas en el mundo. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la demanda total por productos animales podría duplicarse en el 2030 en los países en desarrollo (Stephens, 2005). El International Food Policy Research Institute (IFPRI) ha explorado tales tendencias de consumo en el futuro, con su modelo mundial de alimentación llamado IMPACT, que contiene datos sobre 37 países y grupos nacionales y 18 productos básicos. Estos datos indican que el consumo de carne y leche en los países en desarrollo crecerá 2,8 % y 3,3 % anual, respectivamente, entre comienzos de los años noventa y el año 2020. Las tasas de crecimiento correspondiente al mundo desarrollado son de 0,6 % y 0,2 % anuales, respectivamente (Delgado et al, 1999). El aporte nutricional de los productos de origen animal puede verse disminuido si no se garantiza que éstos son aptos, sanos e inocuos (Sthephens, 2005). La manufactura de alimentos para animales juega un rol de liderazgo en la industria global de alimentos para consumo humano. La producción intensiva de carne, leche, huevos y otros alimentos requiere de alimentos para animales de alta calidad 1 e inocuos. Las técnicas modernas de manufactura de alimentos para animales permiten a los productores pecuarios reducir costos, mantener e incrementar la calidad y consistencia de los alimentos y mejorar la salud y bienestar de los animales suministrando una adecuada nutrición en cada etapa de vida (crecimiento y producción). Esta industria también permite reducir la contaminación potencial ocasionada por los desechos animales al proveer al animal dietas conteniendo solo las cantidades necesarias de nutrientes altamente digestibles (AFIA, 2004). Desarrollo 1) Inocuidad y Piensos La inocuidad es definida por la Real Academia Española como el carácter de ser inocuo, o sea que no causa daño y es una parte fundamental de la calidad (Castillo, 2004). Otra definición de inocuidad es la que describe la Norma ISO 22 000: “la inocuidad es la garantía de que los alimentos no causarán perjuicios al consumidor, cuando sean preparados e ingeridos de acuerdo con su uso previsto, que cumplan con los requisitos legales de los consumidores y de los productores y que contribuyan a disminuir el porcentaje de enfermedades transmitidas por los alimentos” (CONINDUSTRIA, 2006). Cuando se habla de inocuidad de los alimentos se hace referencia a todos los riesgos, sean crónicos o agudos, que pueden hacer que los alimentos sean nocivos para la salud del consumidor (FAO/OMS, 2003). El riesgo relativo al alimento no proviene directamente del alimento sino de otros agentes que éste puede contener. Estos agentes pueden ser: biológicos (bacterias patógenas, parásitos, ciertos virus, entre otros), químicos (residuos de agroquímicos tóxicos, medicamentos veterinarios, metales pesados, dioxinas, entre otros) o físicos (objetos duros o punzo cortantes) (Castillo, 2004). La FAO propone, como estrategia para lograr la producción de alimentos sanos y seguros (inocuos), el enfoque relativo a la calidad e inocuidad de los alimentos basado en la cadena alimentaria. Este, parte del principio de que todos los que intervienen en la cadena alimentaria comparten la responsabilidad del suministro de alimentos inocuos, sanos y nutritivos (FAO, 2003). Esta responsabilidad involucra 2 las funciones de producción, elaboración, comercialización, así como el consumo de alimentos. La cadena alimentaria abarca desde la producción primaria al consumo final, incluyendo en ella: agricultores, pescadores, operadores de mataderos, elaboradores de alimentos para animales, transportistas, distribuidores mayoristas y minoristas y consumidores, así como los gobiernos, que deben velar por la salud pública (FAO/OMS, 2003). 2) Riesgos a la inocuidad de los alimentos de origen animal y los piensos La seguridad alimentaria tiene una alta prioridad en todo el mundo y la seguridad de los piensos constituye un elemento intrínseco de ésta (Sijtsma, 2002), ya que conforma la base para garantizar la producción de alimentos de origen animal (leche, carne y huevos) sanos y aptos para el consumo humano (FAO,1996). La American Feed Industry Association (AFIA) considera que la industria de alimentos para animales nace de la necesidad que han tenido las empresas de alimentos para consumo humano de desechar los remanentes de su producción, más que de una necesidad de alimentar adecuadamente a los animales. En esta circunstancia de máximo aprovechamiento de los residuos de granos y subproductos agroindustriales se cierne la fabricación industrial de alimentos para animales, que luego se torna en una industria totalmente autónoma y fundamentada en aspectos científicos y de tecnología moderna, como por ejemplo: la formulación de dietas balanceadas a partir de los requerimientos nutricionales de los animales (AFIA, 1994). El reciclaje de grandes cantidades de variados subproductos, de la industria alimentaria para humanos, constituye la circunstancia que provoca el nacimiento de la industria de alimentos para animales; esto, representa un beneficio para el medio ambiente y para las economías de los países en desarrollo. Sin embargo, la falta de responsabilidad sobre los métodos de procesamiento y mecanismos de control de ese reciclaje, pueden potenciar los riesgos sobre la salud. (Acedo y González, 2001). Es precisamente en la industria de piensos o alimentos para animales, donde se han detectado la mayoría de los problemas de inocuidad que han afectado tanto la salud animal como la humana (Acedo y Gonzáles, 2001). Los principales cuestionamientos se centran en: “La preocupación surgida en torno a los brotes de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) en Gran Bretaña, Irlanda del Norte y otros países, así como, otros problemas alimentarios más frecuentes, como los asociados a la contaminación por dioxinas y por bacterias como: Salmonella, Escherichia coli entero hemorrágica y otros microorganismos” (FAO/OMS, 2007). Para entender el efecto de los piensos en el comercio y la inocuidad de alimentos de origen animal, es preciso hacerse una idea del tamaño de la industria de piensos y su relación con la producción y comercialización mundial de alimentos de origen 3 animal. La siguiente figura muestra un esquema de las relaciones en la “red mundial de producción de alimentos” y las relaciones con la producción y comercialización de piensos. Figura 1. Diagrama de la red global de producción de alimentos. Fuente: Tomado de “Feed Manufacturing Technology V” de AFIA, 2005. AFIA (2005) estima que la industria de piensos (unas 8000 plantas manufacturadotas alrededor del mundo), emplea a más de 250 000 trabajadores especializados, técnicos, administradores y profesionales, en la producción de más de 600 millones de toneladas métricas de alimentos balanceados. Esta producción genera alrededor de $ 85 billones, en ventas anuales. Todo éste entorno mundial de producción y comercialización de alimentos para animales debe ser regulado y normalizado para maximizar el objetivo de seguridad alimentaria de la FAO. Colaborando en la búsqueda de éste objetivo, los industriales de alimentos para animales, a nivel mundial, han realizado esfuerzos por identificar los desafíos que les son comunes y que deben enfrentar; así en 1993, se llevó a cabo en México, la primera Cumbre Internacional de Alimentos Balanceados, en donde se reunieron representantes de México, Canadá, Europa y Estados Unidos; quienes se plantearon las siguientes cuestiones: 1. Seguridad de los alimentos para el consumo humano: “como un eslabón en 4 la cadena alimentaria, la industria de los alimentos balanceados debe asumir su papel para garantizar la seguridad de los alimentos”. 2. Consistencia reglamentaria: “las asociaciones industriales deben trabajar juntas para establecer normas y reglamentos comunes, en especial para las definiciones de los ingredientes y la calidad final del alimento balanceado”. 3. Bienestar animal: la industria de los alimentos balanceados se preocupa por el bienestar y la cría de los animales y fomenta el desarrollo de códigos recomendados de prácticas para el cuidado y manejo del ganado y aves de corral. 4. Protección ambiental: la industria de los alimentos balanceados debe seguir ampliando su papel como usuario importante de productos secundarios agrícolas e industriales que de lo contrario causarían problemas ambientales y de desecho (AFIA, 1994). 3) La Comisión del Codex y el establecimiento de normas comunes. El Codex Alimentarius, código que nace en 1962, cuando la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), reconocieron la necesidad de que existieran normas internacionales que sirvieran de orientación a la industria alimentaria, en expansión en todo el mundo y protegieran la salud de los consumidores, adoptando estándares para la producción y comercio de alimentos, a escala mundial, regional, nacional y local, con la finalidad de protegerlos de alimentos nocivos y de prácticas fraudulentas, reconociendo que un alimento no es nutritivo, si no es inocuo. (A.I.S., Bolivia, 2003). En mayo de 1963, se aprobó el establecimiento del Programa Conjunto FAO/OMS sobre Normas Alimentarias, con la Comisión Conjunta FAO/OMS del Codex Alimentarius (Codex) como el órgano principal. Desde entonces ésta Comisión ha elaborado muchas normas internacionales (mas de 300) sobre inocuidad de los alimentos, y por lo general los Estados Miembros las han utilizado en la legislación nacional (OMS, 2002). Las normas Codex se fortalecieron con las exigencias planteadas en la Organización Mundial del Comercio y el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (Acuerdo MSF), las cuales indican que: “los requerimientos de salud e inocuidad deben justificarse en el campo de la protección de la salud y deben basarse en una evaluación de riesgos científicamente sólida. Así mismo recomienda que, cuando se encuentren disponibles, deben usarse 5 como referencia las normas del Codex para temas de inocuidad de los alimentos” (OMS, 2002). La labor desarrollada por el Codex, en cuanto a la aplicación del marco de análisis de riesgo, en el campo de la alimentación animal, facilita la comprensión del potencial impacto de la inocuidad de los alimentos para los animales en la salud pública y la adopción de medidas basadas en el riesgo para prevenir y controlar los peligros. 4) La Comisión del Codex Alimentarius y la normalización de la producción y comercio de alimentos para animales La Comisión estableció un Grupo de Acción Intergubernamental Especial sobre Alimentación Animal, en su 23º período de sesiones (julio de 1999) con el fin de abordar todas aquellas cuestiones relacionadas con la alimentación animal; su objetivo principal fue: elaborar directrices o normas, según conviniera, sobre buenas prácticas de alimentación animal, a fin de garantizar la inocuidad y la calidad de los alimentos de origen animal. Dicho grupo se reunió cinco veces entre los años 2000 y 2004 y obtuvo como principal resultado el “Código de Prácticas sobre Buena Alimentación Animal”, que fue adoptado por la Comisión FAO/OMS del Codex Alimentarius en 2004. El Grupo de acción tomó como base para sus trabajos un código de prácticas para la buena alimentación animal elaborado por la Consulta de expertos sobre alimentación de los animales e inocuidad de los alimentos en 1997. El Código de Prácticas sobre Buena Alimentación Animal elaborado por el Grupo de Acción Intergubernamental especial sobre alimentación animal, incluye todos los aspectos pertinentes de la sanidad animal y el medio ambiente con el fin de reducir al mínimo los riesgos para la salud de los consumidores. Se aplica a la producción y utilización de todo el material destinado a los piensos y sus ingredientes a todos los niveles, ya se produzcan de forma industrial o en las explotaciones agrícolas. Abarca asimismo el pastoreo o la crianza libre, la producción de cultivos forrajeros y la acuicultura. El Codex, obtiene de la FAO y la OMS, la base científica. Esta se genera en reuniones y consultas de científicos independientes y, de manera más concreta, por conducto del Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), las Reuniones conjuntas FAO/OMS sobre residuos de plaguicidas (JMPR), las Consultas mixtas FAO/OMS de expertos sobre evaluación de riesgos microbiológicos (JEMRA) y las Reuniones conjuntas especiales de expertos FAO/OMS sobre la evaluación de la inocuidad de los alimentos obtenidos por medios biotecnológicos. Desde la aprobación del Código de Prácticas sobre Buena Alimentación Animal en 6 2004, el Codex y la FAO, en general, han prestado asistencia a sus Estados Miembros en los siguientes ámbitos: implantar el Código en la legislación nacional; velar por su cumplimiento y verificación; armonizar, a nivel nacional, las distintas normas y requisitos; coordinar los distintos organismos e instituciones responsables de garantizar la inocuidad de los piensos; integrar a los pequeños y medianos productores y empresas en el proceso; difundir la información y sensibilizar a la opinión pública. Como acción de mejora y con fin de proporcionar a los responsables de la reglamentación, a los productores y a los profesionales en general una herramienta útil para aplicar el Código, la FAO, en colaboración con la Federación Internacional de Industrias de Piensos (IFIF, por sus siglas en inglés), redactaron un manual de buenas prácticas para la industria de piensos que fue presentado en el III Congreso Mundial de Alimentos para Animales, celebrado abril del 2010, en Cancún, México. La FAO y específicamente La Comisión del Codex, por medio de sus otros comités: sobre Aditivos Alimentarios y Contaminantes (ahora dividido en el Comité sobre Aditivos Alimentarios y el Comité sobre Contaminantes de los Alimentos), de Higiene de la Carne, de Residuos de Medicamentos Veterinarios en los Alimentos, de Residuos de Plaguicidas y Etiquetado de los Alimentos, ha elaborado también textos pertinentes para el sector de la alimentación animal. Uno de las últimas actividades ejecutadas por la Comisión del Codex referente a Alimentación Animal, fue la implementación de un Grupo de Trabajo Electrónico sobre Alimentación Animal que tuvo como objetivo principal desarrollar un análisis de los Códigos Codex, para determinar su aplicabilidad a los piensos. La labor de dicho Grupo inició en agosto del 2009 y concluyó en enero del 2010 con una propuesta formal de los países miembros enviada a la Comisión para implementar cambios en los códigos de tal manera que sean aplicables a la normalización de la alimentación animal. La Comisión mantiene el intercambio de información referente a los peligros sobre la inocuidad de los alimentos para animales a través de sus diferentes Comités y Grupos de trabajo, principalmente en cuestiones como: definición de nuevos peligros, revisión y análisis de nuevas tecnologías para combatir los peligros, capacitación a los involucrados en la cadena alimentaria para desarrollo de la capacidad de los países miembros en el cumplimiento de las normas Codex y la legislación nacional, según aplique, entre otras. 7 Conclusión El crecimiento de la población mundial ha “disparado” la demanda por alimentos de origen animal, tanto en los países subdesarrollados como desarrollados y paralelamente, se incrementó la necesidad de que éstos sean totalmente inocuos en virtud del objetivo de la FAO de “Seguridad Alimentaria” La inocuidad se entiende como la capacidad de los alimentos de no causar daño a los consumidores y los riesgos sobre ésta condición pueden provenir de cualquier eslabón de la cadena alimentaria; sin embargo los principales cuestionamientos apuntan a la Industria de los alimentos para animales (piensos), porque aunque dicha industria ha generado innumerables beneficios para la humanidad, igualmente puede generar peligros, si no se maneja bajo criterios claros de responsabilidad y calidad. La industria de alimentos para animales se ha propuesto mitigar los peligros sobre la inocuidad de los alimentos, mediante la normalización de la calidad, tanto de los procesos como de los productos. Es aquí, donde La Comisión del Codex Alimentarius hace un aporte importantísimo al cumplir con la responsabilidad otorgada en el seno de la Organización Mundial del Comercio y específicamente en el Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, de ser referente en la elaboración de normas sobre la inocuidad de los alimentos, que desde el enfoque de la cadena alimentaria de la FAO, abarca también a los piensos. Entre los principales aportes del Codex están: la elaboración del Código de Prácticas de Buena Alimentación Animal y el Manual de Buenas Prácticas de Manufactura para la Industria de Piensos, elaborados en conjunto con la Federación Internacional de la Industria de Piensos. Igualmente, continúa generando información, de base científica, para la definición de normas modernas sobre inocuidad de piensos para obtener alimentos de origen animal para el consumo humano, también inocuos y lograr, de ésta manera, el objetivo global propuesto por la FAO, de Seguridad Alimentaria. 8 Bibliografía 1. A.I.S. (Acción Internacional por la Salud). Codex Alimentarius y Seguridad Alimentaria: En busca de una buena salud. La Paz, Bolivia. Noviembre, 2003. 2. Acedo, Juan y González, Rico. Seguridad Alimentaria y Fabricación de Piensos Compuestos. Influencia de la Tecnología de Fabricación y del Diseño de Fábricas. Material XVII Curso de Especialización, Federación Española para el Desarrollo de la Nutrición Animal (FEDNA). 2001. 3. AFIA (American Feed Industry Association). Tecnología para la Fabricación de Alimentos Balanceados. Primera edición en español. Estados Unidos de América. 1994. 4. AFIA (American Feed Industry Association). Feed Manufacturing Technology V. 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