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! CONTEXTO HISTÓRICO-CULTURAL Y FILOSÓFICO René Descartes nació en la Haya (Francia) en 1596. Vivió el final del Renacimiento y el inicio de la Edad Moderna, marcada por cambios en el ordenamiento geográfico y político: se consolidaron los nuevos Estados europeos, se dieron los viajes transoceánicos que posibilitaron los grandes descubrimientos y se produjo el final del feudalismo, el ascenso de la burguesía y el inicio del capitalismo. En el siglo XVII se produjo un fuerte desarrollo de las ciudades y de la burguesía vinculada al mercantilismo y al nuevo modo de producción e manufacturas , favorecido a su vez por la expansión del comercio marítimo y colonial. El contexto histórico en el que fue escrito el Discurso del Método (1637) es el de Francia en el siglo XVII. Ésta, al igual que el resto de las grandes naciones europeas, se organizaba como una Monarquía Absoluta, que llegaría a su apogeo con Luis XIV, rey que encarnaba la identificación entre monarca y estado. El siglo XVII es, sobre todo, un período de crisis en Europa: la caída del sacro imperio germánico, la consolidación de los estados modernos, sus afanes imperialistas y la lucha por la hegemonía entre Francia, España, Holanda e Inglaterra, provocaron rivalidad y enfrentamientos. Una buena parte de la vida de Descartes coincidió con la Guerra de los 30 años -Descartes participó en esta contiendaentre estados católicos y protestantes, que produjo una profunda crisis económica y demográfica, algunas regiones europeas quedaron devastadas y diezmada en su población. Como consecuencia de este conflicto bélico, la autoridad del papa y la unidad religiosa se fue fragmentando. Este proceso de pérdida de fe católica era, en realidad, la continuación del ya iniciado por el nominalismo de Ockham, el Humanismo renacentista y la Revolución copernicana. La afirmación de la dignidad y la libertad del hombre durante el humanismo y el Renacimiento supuso una nueva concepción del sujeto moderno. ! En lo cultural, el siglo XVII se corresponde con el Barroco: una época cuyo tono general es pesimista, expresión cultural de la crisis. La concepción de la vida como sueño (Calderón de la Barca), el carácter ilusorio de la vida, la fugacidad del tiempo y la presencia amenazante de la muerte van a ser las ideas recogidas por el Barroco, y que Caravaggio recogerá en su pintura. A este pesimismo contribuyó, en gran medida, la confrontación católicos-protestantes. En el El Discurso del Método (1637), Descartes no sólo nos quiere ofrecer una propuesta metodológica sino también un instrumento práctico que nos ofrezca certezas para sobrevivir a la crisis del momento y superar el escepticismo. Sobre esta cuestión, Bertrand Russell opina que “el cansancio intelectual que esta interminable guerra provocó tuvo el efecto de desviar la atención de las mentes más brillantes hacia temas no religiosos, especialmente la ciencia y las matemáticas”. ! Es importante destacar, como avance cultural, el desarrollo de de la imprenta y las publicaciones en lenguas nacionales que permitió la extensión de la divulgación científica fuera del ámbito eclesiástico, e hizo que el latín dejase de ser la única lengua culta. -El texto que vamos a comentar fue una de las primeras obras escritas en francés-. La nueva forma de comunicación científica se establece ahora en las sociedades y academias científicas como la Royal Society o la academia parisina de las matemáticas que parecen sustituir a las universidades que permanecían ancladas en una docencia escolástica. Descartes consideraba que la enseñanza escolástica era uno de los motivos por los que las ciencias no habían avanzado ya que consistía en opiniones y comentarios que sólo servían para hablar de todo con apariencia de verdad y poder ser admirado por los menos sabios. En el ámbito filosófico, debido a la crisis de la escolástica y el aristotelismo, el conocimiento, la razón como facultad natural y la búsqueda de un nuevo método se convirtieron en el objeto principal de la reflexión filosófica. Este es el terreno en el que Descartes es considerado fundador y principal representante de la corriente racionalista: fundador de la filosofía moderna y e iniciador del idealismo. Los temas implicados en la res cogitans y en la res extensa de Descartes son los que determinan de un modo decisivo los desarrollos de la filosofía moderna (subjetivismo y mecanicismo). Por ello, Alfred N. Whitehead escribió que “la historia de la filosofía moderna es la historia del desarrollo del cartesianismo en su doble faceta de idealismo y de mecanicismo”. !El racionalismo de Leibniz, Malebranche, Spinoza y Descartes se caracterizaba por tener una confianza plena en la razón como facultad natural. La razón es la única facultad que puede conducir al hombre al conocimiento "Razón” se opone, pues, no solo a fe-revelación, sino a los sentidos, la imaginación y la pasión, que son considerados como engañosos. El poder de la razón radica en la capacidad de sacar de sí misma las verdades primeras y fundamentales llamadas ideas innatas - a partir de las cuales, y por deducción - es posible obtener todas las demás, y construir el "sistema del mundo” (innatismo racionalista): la razón es una facultad sistemática y coincide con la realidad. Reaparece así el postulado de Parménides: lo mismo es el pensar y el ser. La confianza en la razón es tal que se acepta su valor sin previa crítica;- es, como dirá más tarde Kant, una razón dogmática. En contraste con el racionalismo y como replica a esta la teoría del conocimiento se desarrolló en Inglaterra el empirismo de Locke y Hume, que situaba el origen de todas nuestras ideas en la experiencia, negando cualquier tipo de innatismo concebían la mente como una tabula rasa. ! El siglo XVII es también el siglo de la búsqueda de un método que posibilite el avance científico con nuevos descubrimientos; se trata de encontrar un método adecuado de razonamiento, Ya Bacon (Novum organum, 1620) había acusado al método silogístico de Aristóteles de valer únicamente para exponer las verdades ya conocidas (contexto de justificación), pero no para descubrir nuevas verdades y ampliar el conocimiento (contexto de descubrimiento). Aunque su propuesta metodológica se basaba en tablas de observación de fenómenos para alcanzar de forma inductiva verdades universales. Para los racionalistas se trata también de encontrar un método de descubrimiento, pero el modelo lo encuentran en el método matemático, que tiene como antecedente el método de resolución y composición de Galileo, aunque prescindiendo de la experimentación, quieren proceder del mismo modo que los matemáticos (more geométrico, dirá Spinoza), de tal manera que el sistema filosófico construido posea la misma evidencia y necesidad que un sistema matemático. El nuevo criterio de verdad -evidencia- se va a dar en el interior del sujeto. El modelo perfecto es, para ellos, los principios de geometría de Euclides: se tratará, en filosofía, de establecer -al modo de los geómetras- unas definiciones (construidas a priori por la razón) y unos axiomas de los que pueda deducirse con evidencia y necesidad un sistema filosófico cerrado y completo que, entre otras cuestiones, venza el escepticismo de Michel de Montaigne que sostenía la imposibilidad de alcanzar verdades definitivas. ! La visión científica del mundo vigente en el siglo XVII es el mecanicismo, que tiene su origen en el cambio de paradigma surgido con la revolución científica renacentista de Copérnico, Galileo y Kepler y que culminara con los Principios Matemáticos de filosofía natural del Newton. El mundo es una máquina para cuya explicación no son precisas ni las formas substanciales, ni las «cualidades ocultas», ni la ordenación finalística de los aristotélicos. Basta recurrir a partículas de materia extensa y a causas eficientes (que no son sino movimientos que dan lugar a otros movimientos), todo ello según las leyes de la mecánica. Descartes se dejó seducir por esta explicación, y la extendió incluso a los cuerpos animados (animales, cuerpo humano). Pero dejó aparte el alma humana -substancia pensante-, haciendo de ella un mundo independiente. El Universo queda fraccionado en dos mundos: la máquina y el pensamiento. El pensamiento medieval era profundamente objetivista y realista: el hombre es un ser volcado hacia un mundo de cuya realidad es imposible dudar. Ahora, en el siglo XVII, triunfa un subjetivismo: el hombre es un ser vuelto sobre sí mismo, que no conoce directamente sino su propio pensamiento. Las cosas son sólo conocidas en las ideas, no directamente en sí mismas. Por ello, es posible dudar de su existencia. La realidad del mundo ya no es evidente: ha de ser deducida. Por supuesto, la no-evidencia de la existencia del mundo se refiere únicamente a una no-evidencia filosófica. ! !! Sin embargo la tesis racionalista de identidad entre razón y realidad permite a Descartes y a los cartesianos construir una metafísica de altos vuelos, basada en el concepto de substancia. Substancia es, pues, la primera idea innata de la que todo derivará por un estricto proceso deductivo. Los racionalistas son ante todo metafísicos, y con ellos la metafísica alcanza un nivel comparable a la metafísica de Aristóteles. !! !! !! !! ! ! ! Vicente Marín Morales , enero 2014