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PUBLICACIONES DE BLOG Miércoles 14 de abril de 2010 Me presento. Mi primera publicación en el blog, a ver cómo me sale. Lo primero: me llamo Leticia, tengo 16 años y una vida perfecta. Sí, sonará pedante, pero considero que mi vida se ajusta al nivel de perfección en el baremo de calidad de vida. Os explico: tengo un novio perfecto que me quiere y me ama, guapo, con dinero, inteligente y tierno. Sonará ñoño, pero mis padres también son perfectos. Sí, soy la típica niña de papá, y me siento orgullosa de ello. Me quieren, me dejan hacer lo que quiera siempre y cuando no sea una locura y me dan todos los caprichos que quiero. No podían ser mejores. Mi grupo de amigos es (¡sí, lo habéis adivinado!) perfecto. Puedo contar con ellos cuando quiera, sé que no me van a faltar nunca, y yo nunca les faltaré a ellos. Y, por último, mi perro es el perro más perfecto del mundo, por supuesto. Bueno, ya os he resumido mi vida, a ver si comenta alguien y me perfecciona aún más la vida. ¡Besos! Domingo 18 de abril de 2010 Esos comentarios… Me meto en el blog y me encuentro con casi doscientas visitas en cuatro días, ¡gracias a todos! Pero, cómo no, alguien tenía que criticar… Todos los comentarios que se meten con mi perfecta vida, gracias por nada, los he borrado, y espero que no se vuelvan a repetir. Y al comentario de: “¿puedes presentarme a tu perfecto novio, guapa?” Ni puñetera gracia a la que lo haya puesto. Marcos es mío y sólo mío, y así será durante mucho tiempo. No tengo tiempo para más, me voy con mi novio, es decir, con mi perfecto novio. ¡Adiós blogueros! Martes 20 de abril de 2010 Perfección. El domingo por la tarde alcancé la perfección suprema. La mayor perfección del mundo. Pensé que mi vida no podía ser más perfecta, pensé que mi novio no podía ser más perfecto, pero sí, sí que podía. No os daré demasiados detalles porque me da vergüenza. Por fin llegó el momento. Y fue maravilloso y perfecto. Ahora sé que Marcos es el “hombre” de mi vida (aún no se le puede considerar hombre, tiene 16 años, como mucho joven). Seguid haciéndome visitas, así me gusta. Y gracias por ahorraros los comentarios criticones, se agradece mucho. Y… bueno, respecto a los comentarios obscenos que seguro pondréis después de esto, no aclararé nada chavalería. ¡Hasta más ver blogueros! Sábado 24 de abril de 2010 La cosa se tuerce. La perfección se ha aleja un poco de mi vida. Han ingresado a mi padre en el hospital. Le han detectado un problema en el corazón. No he querido preguntar qué le pasa exactamente. Pero me han dicho que no es grave, que en unos días estará de nuevo en mi casa. A ver, el comentario acerca del tamaño de… bueno, que no lo he medido, y que no os importa. Y repito, fue maravillosamente perfecto. Lo siento, no me apetece contaros nada de mi vida, ni de lo que he hecho ni nada, voy a comerme un bol de helado. ¡Hasta pronto! Domingo 25 de abril de 2010 Me aburro. Me he despertado tardísimo y me he encontrado con que estoy sola en mi casa. Mi madre ha pasado la noche en el hospital y me ha dejado sola… Bueno, hoy será una entrada breve. Simplemente: Marcos, te quiero mucho, recupérate de tu resfriado pronto. ¡Hasta luego blogueros! Domingo 25 de abril de 2010 Dos entradas en un día, no os quejaréis. Nada, que el aburrimiento da para mucho. Sé que os he puesto una entrada hace sólo unas cinco horas, pero es que no sé qué hacer. Mi madre sigue sin volver… y Marcos, como habréis leído, está enfermo. En un rato vendrá mi perfecto grupo de amigos y veremos una película. Bueno, me aburro, voy a contar lo que se siente cuando se está enamorado. Todo el mundo intenta explicar qué se siente cuando se está enamorado. En realidad es más o menos fácil explicarlo. Simplemente debes analizar lo que sientes fríamente y analizarlo cuando más se acentúa la sensación. Ya lo he analizado primero en mi casa, tranquila, y cuando esa persona pasa por delante y el corazón se me desboca. Mis conclusiones son las siguientes: el estómago, como es sabido por todo el mundo, da un triple salto mortal en nuestro interior, y un conjunto de hormigas invisibles recorrer nuestro interior. Las manos y las piernas nos tiemblan, se nos seca la garganta, el corazón late a ritmo de tambor y... en general, nos ponemos muy nerviosos cuando esa persona pasa por nuestro lado, o cuando la vemos a lo lejos, o simplemente cuando piensas en ella. Aunque no lo parezca, es una sensación maravillosa, una sensación que no cambiaría por nada del mundo. Cuando la ves piensas que te gustaría pasar el resto de tus días a su lado, te encantaría probar sus besos y estar entre sus brazos. Te gustaría amarle eternamente y que te amara eternamente. Pero doña Conciencia te dice que es imposible. Pues, doña Conciencia, váyase usted a la mierda. Porque si a mi me apetece amar a esa persona, no vengas a fastidiarme, porque enamorados somos capaces de hacer muchas locuras. Y porque cada vez que le recuerdo parezco volverme loca al pensar que no está a mi lado, que tal vez ame a otra persona, que incluso esté saliendo con otra persona que no soy yo. Eso es lo que siento yo cuando estoy enamorada. Y es algo maravilloso. ¿Me he explayado eh? Bueno, esto lo escribí hace bastante, cuando estaba solita, ahora lo tengo a él y soy la persona más feliz. Bueno, mis amigos llegarán enseguida, ¡hasta luego! Viernes 30 de abril de 2010 Adiós vida perfecta. Mi idílica vida se acaba aquí. Odio mortalmente a mi madre. ¿Os acordáis de que lo que tenía mi padre era algo leve y que enseguida iba a ponerse bien? Mi padre necesita un trasplante de corazón con urgencia, si no… lo siento, no puedo seguir escribiendo, se me empañan los ojos y no veo. Por favor, ahorraos comentarios insultando, por lo menos en esta entrada, no estoy como para ese tipo de bromas. Adiós. Jueves 29 de abril de 2010 Gracias. Gracias por habeos ahorrado comentarios insultando, y sobre todo por los comentarios animándome. En estos momentos estoy en el hospital, viendo cómo a mi padre se lo llevan para hacerle infinitas pruebas. No he podido parar de llorar en todo este tiempo. Sólo de pensar que a mi padre le pueda pasar algo… se me parte el alma. Porque… es tan importante para mí… hemos pasado muchas cosas juntos y estamos muy unidos, no puede pasarle nada, no puede hacerme esto. No tiene derecho. Aún nos quedan demasiadas cosas juntos. Y ahora, si me disculpáis, me voy a llorar otro rato largo. Adiós. Viernes 30 de abril de 2010 Depresión. Hoy es viernes. Y no salgo. Estoy en casa, sola. No quiero que Marcos me vea llorar, y no me apetece estar con mis amigos. En realidad, no me apetece hacer nada. Sólo permanecer sentada y pasar las horas así, sin pensar, sin recordar, sin ver, sin respirar siquiera, sin vivir. Hasta que mi padre se ponga bien. Porque se va a poner bien. Pff… no aguanto más esta presión. Voy a echarme un rato a ver si puedo olvidar todo este tema, aunque sea por poco tiempo. Creo que estoy cayendo en depresión. Adiós. Sábado 31 de abril de 2010 Dominó. Cada vez me siento más sola. Mi madre se pasa el día entero en el hospital, y sólo viene a dormir. Y para cuando despierto ya se ha ido. Es curioso ver como, en cuestión de días, todo se ha ido a la mierda. Mi vida era perfecta, sí, pero en cuanto una de las razones de esa perfección se iba a la mierda, todo cae detrás. Es como un dominó. Cae uno, caen todos. Ahora prácticamente no tengo padres, por decirlo de alguna manera. No quiero ni puedo ver a mis amigos, no tengo fuerzas para mirarlos a la cara, porque les daré pena, me abrazarán y me dirán que lo sienten, y yo no quiero que me den abrazos por pena, ni que me digan lo siento, porque en realidad ellos no tienen la culpa de nada y no tienen porqué decir que lo sienten. Tampoco quiero estar con Marcos. Me mira con ojos tristes y me abraza, y no habla. No. No quiero que mi propio novio se vea afectado por esto. No se lo merece, él no tiene porqué sufrir. Sólo yo tengo porqué sufrir. Y lo hago. Y lo haré hasta que mi padre se ponga bien. Gracias por seguir leyéndome. Adiós y besos. Sábado 7 de mayo de 2010 Luz. Veo un poco de luz en todo esto. Sólo un poco. Mi padre sobrevive con una bomba. Gracias a ese extraño aparato, puedo volver a hablar con él casi con total normalidad. Nunca hablamos de lo que le pasa, sólo de mis avances en el instituto, mi relación con Marcos… cosas banales, superficiales, estúpidas, pero que calmaban las heridas. Quería agradecer profundamente a “María93” todos sus comentarios apoyándome, muchísimas gracias de verdad, me estás siendo de gran apoyo. Y respecto al comentario de “¿y no pueden trasplantarle un corazón de otra persona?” Sí, claro que se puede, y están buscando un corazón que le pueda valer, pero dado que hace cuestión de semanas que necesita un corazón nuevo y que esto normalmente tarda meses y meses, toca esperar. Pero bueno, de momento podemos aguantar. La verdad es que estoy mucho más animada, tanto que esta tarde he quedado con mis amigos tras semanas sin mirarnos siquiera a la cara. Gracias a todos, me ayudáis mucho. Adiós y besos. Domingo 8 de mayo de 2010 Buena tarde. Ayer sonreí por fin. Aún no me lo creo. Sonreí. No me acordaba de que fuera una sensación tan maravillosa. Mi vida poco a poco empieza a ser otra vez perfecta. Pero no volverá a ser como antes. Sigo pensando que todo ha pasado demasiado rápido. En cuestión de días mi forma de verlo todo ha cambiado. Antes me creía el centro de atención. Ahora sólo me creo un peón más en un tablero de ajedrez. Mi padre es el Rey. Y la muerte lo tiene en jaque. Con ayuda de alguien que muera (lo siento, pero en estos momentos es lo que más deseo) mi padre se recuperará. Esperemos que sea así. Me voy a merendar. Adiós y besos. Sábado 24 de julio de 2010 Perdón. Casi tres meses sin saber de mí… Perdón. No me apetecía demasiado pasarme, leer mis primeras y ver que mi vida era perfecta. No quería. La cosa, lógicamente, sigue igual. Tal vez estemos esperando años hasta que mi padre pueda volver a hacer una vida normal, si es que puede… Señor, menuda depresión llevo encima. Mis notas han dado un bajón impresionante, no he suspendido ninguna pero a punto he estado… Y aún así, mi madre sigue sin hacerme caso. Parece que no existo para ella. Pero no puedo recriminárselo. Tiene razones más que suficientes para olvidarse de mí. Ya llego a los doscientos seguidores, ¿tanto os interesa mi vida? (No lo digo como recriminación, todo lo contrario). Bueno, os prometo que no abandonaré tanto tiempo el blog. ¡Hasta luego! Viernes 9 de julio de 2010 Calor, asco. Menudo calor que hace, señor. Y sólo es el principio del verano. Menuda fatiga sólo de subir las escaleras de mi casa. Hoy no voy a hablar de mi padre, no tengo ganas. Os hablaré del hecho de que mañana hago dos años con Marcos. Me tiene una sorpresa preparada (no sé aún nada, pero seguro que es algo maravilloso). Estoy deseando que llegue mañana. Seguro que se supera con el regalo, como acostumbra hacer. No puedo poner lo que le voy a regalar porque, cielo, sé que lees mi blog. Aprovecho: Te quiero mucho. Mañana celebramos dos años, y espero que celebremos muchos aniversarios más. Besos a todos, y adiós. Sábado 24 de julio de 2010 Echar de menos. Voy a estar tres semanas sin verlo. Menuda depresión. Lo voy a echar muchísimo de menos… Pondría aquí todo lo que significa para mí, pero me parece que no va a hacer falta, porque ya lo sabe de sobra. Yo, por supuesto, no tendré vacaciones, ni quiero tenerlas. Mi padre está más o menos bien, enchufado a esa máquina a la que doy gracias todos los días. No apetece mucho hablar de todos los comentarios en la entrada anterior. El regalo fue algo maravilloso, ya os contaré cuando tenga ganas lo que fue. Os aviso, abandonaré un poco el blog durante todo el verano, pero bueno, ahora estaréis todos de vacaciones, así que tampoco os quejaréis demasiado. ¡Hasta luego! Miércoles 18 de agosto de 2010 Mentiras. Jamás pensé que mis padres hubieran podido mentirme de semejante manera. Me he enterado, y por casualidad, de que mi padre llevaba buscando un trasplante de corazón desde hace meses, exactamente desde hace 10 meses. No sabía que mi padre tenía problemas de corazón, porque nunca había estado ingresado en un hospital… O eso pensaba yo. ¿Dónde han quedado todas esas reuniones de varios días? ¿Dónde han quedado todas esas convenciones de no sé qué? En el retrete, No existen tales convenciones, ni tales reuniones. Cuando mi padre se ausentaba días o semanas estaba ingresado en el hospital. Esto ha sido un verdadero palo para mí. Me voy a por un enorme bol de helado, hay alrededor de 40 º en la calle, asfixia total. Hasta pronto, espero. Viernes 1 de octubre de 2010 IMPOSIBLE. Ésta será la última entrada del blog. Mi padre ha muerto, bueno, murió hace casi un mes. Y sigo destrozada. Jodidamente destrozada. Habíamos conseguido un corazón que parecía apto para mi padre. Llegó el momento de la operación. Era una operación arriesgada. Y sucedió lo peor. No sé qué ha pasado exactamente. Hoy, semanas después, sigo en estado de shock. No he llorado demasiado, simplemente porque aún no puedo creerme que mi padre haya muerto. Aún sigo pensando que está en el hospital, enchufado a la bomba, esperando un donante. Pero ese momento no llega. Por más que lo deseo, no llega. He roto con Marcos, no me hablo con mis amigos y mi madre está en depresión. Sí, tenía razón, todo es un dominó. Y en este caso todas las piezas han caído, de manera brutal. ¿Quién me iba a decir a mí hace unos meses que toda mi vida iba a cambiar por completo? No he tenido fuerzas siquiera para volver a mirar a Marcos ni a mis amigos a la cara. No quiero que me vean llorar, no quiero que me vean desmoronarme, no quiero que sientan más pena por mí. He aprendido una cosa: cuando crees tenerlo todo, en realidad no tienes nada. Me voy despidiendo para siempre. No volveré jamás, os lo aseguro, y perdón si a alguien le gusta mucho mi blog, pero los asuntos personales son mucho más importantes. Me he quedado sin padre. Me he quedado sin novio. Me he quedado sin amigos. Me he quedado sin vida. LUCÍA GARCÍA FERNÁNDEZ