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Posición de WWF sobre el desarrollo de la energía nuclear en España 1. Situación actual de la energía nuclear en España 30-40 años de su vida útil, sólo dan trabajo a un centenar de personas. El debate sobre la conveniencia de incentivar la energía nuclear para conseguir reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y así luchar contra el cambio climático supone un paso atrás en el desarrollo y fomento de fuentes de energía limpia. En España, la electricidad de origen nuclear representó el 20,5% de la generación eléctrica en 2008, por detrás de los ciclos combinados y de las energías renovables. Se prevé una progresiva disminución de la participación de la energía nuclear, tendencia que debería acentuarse en el futuro hasta conseguir la eliminación completa de la energía nuclear del “mix” energético. Las energías renovables tienen un potencial mucho mayor de generación de empleo a corto, mediano y largo plazo ya que son tecnologías con un gran potencial de desarrollo en los costes y en las aplicaciones a escala mundial. España cuenta en la actualidad con 6 centrales nucleares (8 reactores) en funcionamiento, en su mayoría, desde mediados de los años 80; es decir, que ya han superado la mitad de su ciclo de vida previsto (40 años), siendo la más antigua la de Garoña, cuyo permiso de funcionamiento expira en 2009. 2. La energía nuclear es cara y no es una solución al cambio climático La energía nuclear es actualmente una opción cada vez más cara, más lenta de desarrollar y más peligrosa que las energías renovables y que la adopción de medidas de ahorro energético. Además, con la incertidumbre actual sobre los costes y los plazos de construcción, en los países desarrollados no hay ninguna empresa eléctrica privada que esté dispuesta a construir una central nuclear sin ayuda del Estado. Por otra parte, la energía nuclear no genera un número significativo de puestos de trabajo más que en la fase de construcción y desmantelamiento de una central. Una vez construidas, durante los La energía nuclear no es una opción social ni ambientalmente aceptable para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Apostar por la energía nuclear desvía recursos económicos y tecnológicos del camino realmente necesario en la lucha contra el cambio climático. En efecto, la electricidad de origen nuclear es más cara, más peligrosa y más lenta (se emplea un promedio de 10 años más en su construcción que la electricidad eólica). Según las últimas estimaciones de costes (Moodys y Standard & Poor’s), la construcción de una nueva central nuclear de 1000 MW costaría entre 4.300 y 5.000 millones de euros. Además, todas las agencias de crédito internacionales aseguran que los costes van a seguir subiendo, tanto los de construcción como los del combustible nuclear (la eólica no tiene costes por combustibles). Con 4.500 millones de euros se pueden instalar unos 4.000 MW de eólica que producirían unos 8.400 GWh anuales a partir del 5º año desde la decisión de invertir en eólica. La central nuclear sólo produciría electricidad a partir del 9º año desde el momento de la toma de decisión de construirla y sólo produciría 7.800 GWh anuales. “El sector nuclear ha sido el mayor desastre económico de la historia empresarial de Estados Unidos. Ha significado 100.000 millones de dólares en inversiones derrochadas y costes adicionales, sobrepasada en magnitud sólo por la guerra de Vietnam”, según la revista Forbes -1Posición de WWF sobre la energía nuclear en España. Junio de 2009 En los primeros 20 años desde la decisión tomada, la energía eólica habrá producido 134.400 GWh, mientras que la nuclear sólo 85.800 GWh. Asimismo se habrá tenido que importar uranio y se generarían residuos radioactivos. Por lo tanto, el esfuerzo inversor nacional debería centrarse en la promoción de nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente. Optando por soluciones energéticas autóctonas y renovables que contribuyan a reducir de forma duradera las emisiones de gases de efecto invernadero y mejoraren el “mix” energético en la generación de electricidad, lo que disminuiría la enorme dependencia energética española del exterior (80%). Esta dependencia no sólo se limita a los combustibles fósiles sino que también se da en el caso del uranio, materia prima necesaria para la producción de energía nuclear. Además, contrariamente a la idea que se quiere propagar, afirmando que la energía nuclear es una energía limpia, en todo el proceso de producción de esta fuente de energía se generan emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes tóxicos y radioactivos que se acumulan localmente. Por todos estos motivos, la energía nuclear no es una opción energética para la lucha contra el cambio climático. 3. Otros problemas y riesgos asociados a la energía nuclear Además de las emisiones generadas en todo el proceso de producción de la energía nuclear, existe otro problema que supone en la actualidad el mayor riesgo derivado del uso de la energía nuclear: la generación de residuos radiactivos una vez utilizado el uranio en la centrales eléctricas. La energía nuclear produce residuos radiactivos de alta, media y baja actividad, que constituyen un grave peligro para la salud del ser humano y del medio natural. Tenemos ya desgraciadamente ejemplos claros de desastres nucleares como el de Chernobyl en Rusia en 1986, que puso de manifiesto los efectos dañinos e irreversibles que tienen las radiaciones sobre el hombre y el medio. En España se han producido unos 50 fallos de seguridad en el parque nuclear español, confirmado los elevados riesgos inherentes al funcionamiento de estas centrales. También se ha constatado la extrema gravedad de las consecuencias que estos fallos tendrían sobre la salud del ser humano y el medio ambiente. La ineficiente gestión de las centrales nucleares entraña un elevado riesgo si se compara con otro tipo de central eléctrica. Por lo tanto, tener en cuenta este riesgo comparativo es un elemento fundamental a la hora de decantarse por este tipo de energía. En la actualidad no se ha encontrado una solución satisfactoria al problema de qué hacer con los residuos nucleares, sobre todo teniendo en cuenta que perduran durante miles de años condicionando la seguridad de las generaciones futuras. La opción sobre gestión definitiva de residuos nucleares, que hasta la fecha parece más viable, es el recurso a los almacenamientos geológicos profundos que exigen un exhaustivo estudio previo que garantice su capacidad para guardar residuos radiactivos sin ningún peligro durante miles o decenas de miles de años. España no dispone de este tipo de lugares, y la toma de decisión sobre su posible implantación no se realizará a corto plazo. Sin embargo, por los intentos llevados a cabo en EEUU e Inglaterra, lo que si se sabe es que su coste va a ser altísimo. Por lo tanto, el problema de la gestión de los residuos radiactivos no está solucionado y se verá acentuado en nuestro país a partir del año 2010, fecha en la que se recuperarán de Francia residuos de alta actividad vitrificados originados del proceso de combustible gastado de la central nuclear de Vandellos I. A este hecho hay que añadirle la progresiva saturación de las piscinas de almacenamiento donde se enfría el combustible gastado. 2 Posición de WWF sobre la energía nuclear en España. Junio de 2009 4. Posición de WWF: hacia un mundo sin energía nuclear 1. No al desarrollo nuclear: WWF no apoya de ninguna manera el desarrollo de la energía nuclear en España. Además, se opone a la construcción de nuevas centrales nucleares en nuestro territorio, así como al alargamiento de la vida útil de las centrales ya construidas. En un mundo de recursos finitos y menguantes, estos deberían garantizar la sostenibilidad del sistema energético para generaciones futuras de todo el planeta en lugar de ser utilizados para revitalizar artificialmente un sector nuclear que estaba prácticamente moribundo por sus propios méritos. 2. Desmantelamiento de nucleares: WWF aboga por el desmantelamiento progresivo de las centrales nucleares que ya existen en España. 3. Energías alternativas y eficiencia energética: La energía nuclear no es una opción energética para el futuro de nuestro planeta, sino que forma parte del pasado WWF apoya el fomento y la inversión, tanto pública como privada, en energías renovables y en políticas de eficiencia energética que contribuyan realmente a luchar contra el cambio climático y reducir la dependencia energética española. Más información: Mar Asunción: Responsable del Programa de Cambio Climático de WWF España Tel. 91 354 05 78 // mail: clima@wwf.es Heikki Willstedt Experto en Energía y Cambio Climático de WWF España Tel. 91 354 05 78 // mail: clima@wwf.es Cristina Martín: Departamento de Comunicación de WWF España Tel. 91 354 05 78 // mail: cmartin@wwf.es WWF España Gran Vía de San Francisco, 8. 28005 Madrid www.wwf.es 3 Posición de WWF sobre la energía nuclear en España. Junio de 2009