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CENTRO DE ESTUDIOS FILOSÓFICOS TOMÁS DE AQUINO El Lenguaje Universal de Leibniz Álvarez Rocha Diana Laura 08/08/2014 Índice Índice ............................................................................................................................................. 1 Introducción .................................................................................................................................. 2 Capítulo I. Breve biografía de Leibniz ......................................................................................... 3 1.1 Período de los estudios ................................................................................................... 3 1.2 Período de los viajes ........................................................................................................ 3 1.3 Período de los resultados ................................................................................................ 4 1.4 Algunos planteamientos fundamentales acerca del lenguaje ........................................ 4 Capítulo II. El Lenguaje Universal ............................................................................................... 5 1.1 Probables antecedentes del proyecto leibniziano .......................................................... 5 San Agustín y la lengua adánica ............................................................................................ 5 La cábala hebrea ................................................................................................................... 5 El Arte Combinatorio de Lulio ............................................................................................... 6 El Método de Descartes ........................................................................................................ 6 1.2 Características del Lenguaje Universal ............................................................................ 6 1.3 Consecuencias del proyecto ............................................................................................ 7 1.4 Problemas del proyecto .................................................................................................. 8 Conclusiones................................................................................................................................ 10 Bibliografía .................................................................................................................................. 11 1 Introducción En esta monografía se pretende explicar el proyecto de lenguaje universal desarrollado por Gottfried Wilhelm Leibniz, reconocido pensador alemán. Es importante reconsiderar la elaboración de un lenguaje universal porque actualmente se tiene la creencia de que gran parte de los problemas científicos, filosóficos e incluso sociales tienen raíz en la inconmensurabilidad o incomunicabilidad de las culturas. Es verdad que cada sociedad tiene implícito un código semiótico que dota de un carácter peculiar a los significados de los conceptos y los objetos, y que dicho código es prácticamente inalcanzable para un sujeto que no forme parte de dicha cultura, pero si este problema puede ser franqueado por medio de un lenguaje universal, significa que conflictos como la tensión entre E.U.A y Rusia, o la guerra árabe-israelí pueden ser solucionados rápida y pacíficamente. El estudio del proyecto leibniziano se abordará de la siguiente manera: en el primer capítulo se brindará una breve biografía del autor, enseguida se explicarán los probables antecedentes del lenguaje universal de Leibniz, se mencionarán sus características principales y se reflexionará sobre las consecuencias y problemáticas del proyecto. Finalmente se concluirá haciendo un resumen de las ideas más importantes presentadas en esta monografía. El tipo de investigación realizada según los medios es bibliográfica, ya que se retomaron únicamente documentos escritos; y según el nivel de conocimiento es exploratoria. 2 Capítulo I. Breve biografía de Leibniz1 Gottfried Wilhelm Leibniz fue un gran pensador de los siglos XVII y XVIII y es considerado como el último genio universal. “He made deep and important contributions to the fields of metaphysics, epistemology, logic, philosophy of religion, as well as mathematics, physics, geology, jurisprudence, and history [Traducción: Hizo contribuciones profundas e importantes en los campos de metafísica, epistemología, lógica, filosofía de la religión, así como en matemáticas, física, geología, jurisprudencia, e historia]”2. En general, su vida puede dividirse en tres grandes períodos: el primero se extiende hasta 1672 y es la etapa de los estudios y los primeros trabajos; el segundo abarca aproximadamente de 1672 a 1676 y es la fase de los viajes, época en la que se convirtió en bibliotecario de Hanover y se convirtió en amigo y consejero de la nobleza; y el tercero fue el período de los resultados. 1.1 Período de los estudios Nació el primero de julio de 1646 en Leipzig, en el seno de una familia luterana que pertenecía a la élite educada de Alemania. Perdió a su padre muy joven, así que su madre, su tío y él mismo estuvieron a cargo de su educación. Sus intereses se centraron sobre todo en Historia Antigua y Medieval, y lo influenciaron durante toda su vida. En 1661 comenzó sus estudios superiores en la Universidad de Leipzig, donde Jacob Thomasius inculcó en Leibniz un profundo respeto hacia la Filosofía Antigua y Medieval. Fue esto lo que instó al joven Leibniz a intentar reconciliar la Filosofía Moderna, protagonizada por Descartes, Galileo, Hobbes y Spinoza, entre otros; con la de Aristóteles, Platón, los Escolásticos y el humanismo del Renacimiento. Después de graduarse de la Universidad de Leipzig, Leibniz continuó sus estudios en la Universidad de Altdorf. En 1666 publicó un tratado novedoso y brillante: Disertación sobre el arte combinatoria. En él, plantea la posibilidad de crear un lenguaje universal (o característica universal, como él lo denomina) basado en la lógica y en las matemáticas. Este tema consumió gran parte de sus elucidaciones en años posteriores. 1.2 Período de los viajes En 1667 Leibniz conoció al barón Johann Christian von Boineburg, un protestante convertido al Catolicismo que le ayudó a conseguir un trabajo para el Electorado de Maguncia. Dicho empleo cambiaría su vida cuando en 1672 requirió que viajara a París, centro intelectual de la época, donde Leibniz se encontraría con figuras tan importantes como Antoine Arnauld, Nicholas Malebranche y Christiaan Huygens. Este último tomó a Leibniz bajo su tutela y lo formó en las áreas de Filosofía, Matemáticas y Física. También viajó a Londres en 1673 para presentar sus invenciones a la Royal Society con el interés de conseguir un préstamo para desarrollarlo, pero éste le fue negado por diversas razones3. Después de que su empleador muriera, Leibniz se encontró con problemas para mantenerse económicamente en París. No obstante, encontró trabajo como bibliotecario en la casa de Hanover. Cuando se dirigía hacia dicho lugar, se detuvo unos días en Ámsterdam para conocer a Spinoza. En virtud de su nuevo empleo viajó a muchos lugares, incluidos Italia y Viena. 1 Cfr. Look, Brandon C., "Gottfried Wilhelm Leibniz", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Spring 2014 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = <http://plato.stanford.edu/archives/spr2014/entries/leibniz/>. 2 Ibid. 3 Cfr. Esquisabel, Oscar M., “Observaciones de Leibniz sobre un proyecto de lenguaje racional” en Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 2, no. 2, octubre de 2013, pp. 140 – 148. 3 1.3 Período de los resultados Los últimos años de Leibniz fueron turbulentos. Por un lado, fue acusado de haber robado el cálculo infinitesimal de Newton cuando en realidad ambos pensadores dieron con el cálculo casi al mismo tiempo, publicando antes Leibniz. Por otro, la enfermedad lo mantuvo anclado a un sillón. Murió en noviembre de 1716 con publicaciones tan importantes como Nuevo Tratado sobre el Entendimiento Humano (1704), Teodicea (1710) y Monadología (1714)4. 1.4 Algunos planteamientos fundamentales acerca del lenguaje En el Nuevo Tratado sobre el Entendimiento Humano, Leibniz intenta refutar el Tratado sobre el Entendimiento Humano de John Locke5. Aunque podría parecer una labor malintencionada, Leibniz insiste en que la obra del británico es “[…] una de las más bellas y valiosas […]”6 y que su discrepancia con ella “[…] no ha de considerarse como una negación del mérito de tan célebre escritor, sino más bien como un reconocimiento del mismo […]”7. En su obra, Leibniz insiste en primer lugar en el carácter diferencial del lenguaje. Afirma que no sólo es el producto de la necesidad social e histórica de comunicación, sino que también es la expresión de una naturaleza racional, la cual separa al hombre de la bestia. “La facultad del animal, de sacar consecuencias, es por consiguiente algo distinto de la razón humana […] No se toma bastante en consideración que el mundo cambia y los hombres se hacen más hábiles inventando nuevos expedientes, mientras que los ciervos y las liebres de los tiempos actuales no son más astutos que los de la antigüedad”8. El ser humano tiene, además de una estructura morfológica adecuada que le permite proferir sonidos (la cual lo relaciona con la mayoría de los animales); capacidad de raciocinio. Esta facultad le hace posible representarse la realidad a través de ideas. Según Leibniz, las ideas son innatas y no dependen de la experiencia, como pensaba Locke. “[…] las ideas y las verdades son innatas en nosotros como inclinaciones, disposiciones, capacidades o facultades naturales […]”9. No rechaza la gran importancia de los sentidos, pues éstos “[…] son necesarios en todo conocimiento real; pero no son suficientes, porque sólo nos proporcionan ejemplos”10. En el Tratado sobre el Entendimiento Humano, Locke defiende el carácter convencional del lenguaje: dice que la relación entre la palabra y el significado de la misma es arbitraria. Leibniz, al estar convencido del naturalismo lingüístico11, propugna justo lo contrario. Asegura que el vínculo palabra – significado es natural, y que si actualmente parece convencional es por la evolución de la lengua. Por lo tanto, el lenguaje es un medio natural para acceder al conocimiento de la realidad, de la cual ya posee el hombre ideas innatas. 4 Cfr. Leibniz, Nuevo Tratado sobre el Entendimiento Humano. I De las ideas innatas (trad. Eduardo Ovejero y Maury). Editorial Aguilar, Argentina, segunda edición, 1975, p. 9. 5 “John Locke (b. 1632, d. 1704) was a British philosopher, Oxford academic and medical researcher. [Traducción: John Locke (n. 1632, m. 1704) fue un filósofo británico, académico de Oxford e investigador de medicina]”. Uzgalis, William, "John Locke", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Spring 2014 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = <http://plato.stanford.edu/archives/spr2014/entries/locke/>. 6 Leibniz, Nuevo Tratado sobre el Entendimiento Humano. I De las ideas innatas (trad. Eduardo Ovejero y Maury). Editorial Aguilar, Argentina, segunda edición, 1975, p. 25. 7 Ibid., p. 26. 8 Ibid., pp. 29 – 30. 9 Ibid., p. 32. 10 Ibid., p. 28. 11 El naturalismo lingüístico es una postura que considera que existe una relación íntima y necesaria entre lenguaje y realidad. 4 Para fundamentar su tesis naturalista retoma la hipótesis del origen común de una lengua primitiva o adánica. Considera que el alemán, junto con el hebreo y el árabe, son los lenguajes que más vestigios han conservado de dicho naturalismo primigenio. Leibniz apela a la similitud entre los sonidos con los que se pronuncian las palabras y la acción o el objeto que éstos denominan, para mostrar que en el origen de las palabras existe algo natural. Por ejemplo, menciona a que los antiguos pueblos germanos y celtas utilizaron las letras “r” y “l” para referirse a un ruido violento o suave, respectivamente. La razón por la que Leibniz defiende la lengua adánica a pesar de haber fundamentado su hipótesis en datos filológicos no fiables, es para ser coherente con su propio sistema filosófico. En su Metafísica, él aseguró que existía un orden natural (ordo naturalis) que se reflejaba en el pensamiento y, por ende, en el lenguaje. Así, bajo la aparente diversidad de lenguas existentes en el mundo, debía de existir una unidad que explicara el orden natural. El lenguaje universal que Leibniz concibió era una lengua lógica pura, cuya semántica se vinculaba con la ontología: el significado de las palabras realmente era la cosa designada. Capítulo II. El Lenguaje Universal12 1.1 Probables antecedentes del proyecto leibniziano El proyecto leibniziano de lenguaje universal no es el único de su tipo, pero es considerado original porque en el movimiento de la Ilustración se prohibieron, ocultaron y eliminaron obras de temas alquímicos, mágicos y astrológicos. Entre esos trabajos se encontraba el Ars Combinatoria de Raimundo Lulio13. A continuación se mencionarán los probables antecedentes en los que se basó este pensador para desarrollar su teoría. San Agustín y la lengua adánica Según la doctrina de Agustín14, el pensamiento no tendría una relación directa con la lengua natural sino con un lenguaje interno, innato, prístino, una lengua universal que constituye el vehículo más puro del pensamiento. El nombre que Agustín dio a este lenguaje interno fue Verbum Mentis. Probablemente, esta idea de Agustín provenga de sus estudios respecto al libro del Génesis15. En dicho libro, hay un pasaje que describe cómo Adán designó el nombre de los animales. Hay dos posturas con respecto a ese hecho: algunos piensan que lo hizo arbitrariamente, otros, que hablaba una lengua primigenia con la cual se podía comunicar con Dios (y con el cual éste creó el mundo) que le permitió asignar los nombres adecuados a la naturaleza de cada bestia. Es probable que San Agustín obtuviera la idea de su Verbum Mentis de esta lengua adánica. La cábala hebrea Los judíos hicieron su propia interpretación del pasaje del Génesis y concluyeron que la lengua adánica no era otra que la hebrea. Cfr. Manrique Charry, Juan Francisco, “La lengua universal de Leibniz” en Colombia Saga – Revista de estudiantes de filosofía, pp. 109 – 113. 13 Raimundo Lulio fue un fraile franciscano, teólogo, cabalista, escritor y alquimista. También es conocido como el Doctor Illuminatus o Inspiratus. 14 San Agustín de Hipona fue un reconocido teólogo y santo, Padre y Doctor de la Iglesia Católica. 15 Manrique Charry, Juan Francisco, “La lengua universal de Leibniz” en Colombia Saga – Revista de estudiantes de filosofía, p. 109. 12 5 El hebreo tiene la peculiaridad (como la tuvo el griego) de que los números son representados con las propias letras del alfabeto. Se le asigna un número a cada letra según su lugar en el orden alfabético. Así, la gematría [un método de la cábala hebrea] era una práctica en la que se asignaba números a una o varias palabras, se operaba con los números, y luego los números se volvían a convertir en palabras16. Dicha operación mostraba relaciones semánticas necesarias entre algunas palabras. Por ejemplo, el resultado de sumar los valores de las palabras madre y padre, equivale al número que representaba al término hijo. El Arte Combinatorio de Lulio Es probable que Lulio haya sido influenciado por la Cábala Hebrea, pues vivió en España cuando ésta se encontraba en su apogeo. Sin embargo, no hay pruebas concretas. El centro de la idea luliana radica en que todas las proposiciones sobre Dios se pueden poner de manifiesto, o mejor, se pueden construir, a partir de la combinación de un pequeño número de predicados que son llamados Dignitates Dei. Son nueve predicados a los que se les asigna un símbolo (B: bondad, C: grandeza, D: eternidad, E: poder, F: sabiduría, G: voluntad, H: virtud, I: verdad, K: gloria). Con esto, podemos armar tablas de signos con múltiples proposiciones […]17. Lulio pensó que sus nueve predicados eran compartidos por las tres religiones que imperaban en España del siglo XIII, a saber: catolicismo, judaísmo e islamismo; y por eso se atrevió a buscar conversos al norte de África. Cabe decir que esa fue la causa de su muerte. El Método de Descartes Descartes comparte con Leibniz la idea de que las ideas son innatas y no son producto de la experiencia, sino de la intuición. Esto se relaciona especialmente con la lengua adánica y el Verbum Mentis, pues ambos eran inherentes al ser humano. Además, este autor defiende que el método de las matemáticas es aplicable a cualquier ciencia, y que la certeza de las matemáticas no reside en su objeto de estudio, sino en su método. De esta manera, se puede respaldar la cábala hebrea y, más adelante, el proyecto de Leibniz. 1.2 Características del Lenguaje Universal “El proyecto de Leibniz consiste en un lenguaje artificial, filosófico, mediante el cual se pueda alcanzar todo el conocimiento posible”18. Este pensador creía que los principios innatos de los que hablaba Descartes eran verdaderos y fiables, pues Dios los había colocado en la mente; y podían ser simbolizados de una manera universalmente entendible. Los más simples serían representados por los números característicos, mientras que los complejos serían conformados a partir de los sencillos. Es por esta razón que el lenguaje universal leibniziano debe ser combinatorio. La simbolización adquiere en este proyecto una importancia fundamental, pues además de cooperar en la construcción de un lenguaje no ambiguo (por lo cual también es importante que el lenguaje universal sea artificial y no natural), permite analizar el pensamiento hasta llegar a la noción primera que la palabra simboliza para detectar errores de razonamiento. “Valga la pena decir que Leibniz entiende por ‘análisis de los caracteres’ el acto de sustituir una fórmula o conjunto de caracteres 16 Ibid., p. 111. Ibid., p. 112. 18 Ibid., p. 113. 17 6 por otro que le es equivalente”19.También posibilita que el entendimiento pueda, sin riesgo de efectuar razonamientos demasiado complejos, tratar los pensamientos, combinarlos y descubrir sus relaciones. El modelo de pensamiento simbólico que Leibniz considera es el aritmético. Incluso fue él quien inventó el código binario, “[…] es decir, la aritmética que reduce todos los números a combinaciones entre el 0 y el 1 al dividir cada número natural entre 2, tomando los respectivos residuos que siempre son un grupo de combinaciones entre el 1 y el 0”20. En este código, se mantienen las relaciones que son visibles mediante la cábala hebrea. “Al interior de esta característica [lenguaje universal] todo signo tiene una materia y una forma. La materia del signo es su contenido o su significación, es el conjunto de las partes que contiene, mientras que su forma denota la colocación específica de dichas partes en dicho signo”21. Resumiendo, el lenguaje universal de Leibniz debe ser conformado de la siguiente manera: 1. La resolución de todos los conceptos humanamente pensables en una serie de nociones primarias que, simbolizadas, constituirían el alfabeto de los pensamientos. 2. El diseño de caracteres adecuados para representar dichos conceptos. 3. La formulación de reglas de combinación de caracteres. Es importante mencionar que una de las críticas que más se le realiza a este autor es que nunca realizó el paso dos de su proyecto. Sin embargo, en su defensa se puede argumentar que probablemente no lo hizo porque la Royal Society no consintió en patrocinarlo22. 1.3 Consecuencias del proyecto Del proyecto leibniziano se pueden deducir tres consecuencias primordiales, las cuales serán expuestas a continuación. La primera es que el lenguaje universal sería una herramienta para la ciencia, pues si todo conocimiento proviene de las nociones primeras, entonces la combinación entre ellas permitiría alcanzar todo el saber al que el ser humano puede aspirar. La segunda radica en que, gracias a que el alcance de las matemáticas radica en su método, como pensaba Descartes, la característica universal carecería totalmente de ambigüedad. Si hubiera confusiones, se aclararían mediante la simbolización y las operaciones o combinaciones entre los caracteres. La tercera tiene incidencia en las contiendas religiosas, pues un lenguaje que se origina a partir de nociones innatas en el ser humano permitiría que una religión acorde a la razón, en este caso el cristianismo, se expandiera por el mundo. Además, la claridad y el simbolismo de dicha lengua impediría que las personas malinterpretaran los conceptos religiosos. Leibniz, no obstante, no cree que la característica pueda absorber a la teología en su totalidad, sino sólo en las partes de ella a las que la razón puede acceder. Los milagros, la santidad de un apóstol o las victorias de un monarca notable son el tipo de cosas que permanecen en el misterio. Son términos teológicos que son misteriosos por su naturaleza, de modo que ‘aclararlos’ con la característica podría ser equivalente a destruirlos23. 19 Ibid., p. 114. Ibid., p. 114. 21 Ibid., p. 114. 22 Cfr. Esquisabel, Oscar M., “Observaciones de Leibniz sobre un proyecto de lenguaje racional” en Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 2, no. 2, octubre de 2013, pp. 140 – 148. 23 Manrique Charry, Juan Francisco, “La lengua universal de Leibniz” en Colombia Saga – Revista de estudiantes de filosofía, p. 116. 20 7 1.4 Problemas del proyecto Aunque por lo expuesto hasta ahora se puede ver que el lenguaje universal de Leibniz es realmente brillante, como la mayoría de los proyectos, no está exento de dificultades y errores. Son cinco problemas los que perjudican más su teoría, y enseguida se describirán. El primero es la circularidad. Dejando de lado la creencia de Leibniz de que existen las ideas innatas, este pensador cae en el mismo error de Descartes: Leibniz cree en principios innatos porque piensa que Dios, en cuanto creador de la mente y el mundo, no va a poner en nuestra mente principios que no se correspondan con la realidad del mundo externo, e incluso, que a partir de ellos no pueda reconstruirse este mundo. Si ello es así, entonces es necesario que exista Dios, y que Dios no sea contradictorio en sus obras. Pero sabemos que existe Dios gracias a los razonamientos hechos a partir de la prueba ontológica24. El segundo error radica en el simbolismo, pues no está claro qué tipo de símbolo es el más adecuado para representar una idea innata. Leibniz consideraba que eran los números primos, pero la relación entre un número primo y un concepto u objeto, por ejemplo, entre el número siete y un perro, es totalmente arbitraria, y el lenguaje universal debería mostrar la relación íntima y necesaria que tiene con la naturaleza. El tercer problema consiste en la combinatoria, ya que Leibniz nunca clarificó qué operación debería realizarse, “[…] no se decide entre un cálculo sobre signos numéricos que evoquen nociones innatas, o una combinatoria entre signos cualesquiera”25. En su Disertación sobre Arte Combinatorio parece abogar por la segunda26, pero como ya se probó, de realizarse conduciría a un error. La cuarta dificultad es el enciclopedismo, pues si de las ideas innatas se obtiene todo el conocimiento, entonces el entendimiento ya sería poseedor de todo el saber, tanto pasado como presente y futuro, y esto es absurdo. Finalmente, el quinto problema radica en la traductibilidad. Leibniz fue demasiado optimista con respecto a la capacidad comunicativa de su lenguaje universal, pues según él, su característica universal permitiría traducciones al interior de los distintos campos del saber. La universalidad de las nociones innatas y la racionalidad de las reglas de combinación hacen posible que el conocimiento avance sin miedo ante la ambigüedad o el error, o al menos, el simbolismo hará que cualquier error sea fácilmente detectable. En la misma línea, es famosa la consigna de Leibniz según la cual las disputas de toda índole se puedan resolver ‘traduciendo’ los términos de la misma al lenguaje simbólico universal, de modo que, ya traducido el problema, bastaría un ejercicio de cálculo para resolverlo27. Dicho optimismo conlleva dos dificultades. La primera es que Leibniz creía que la traducibilidad de su lenguaje universal podría resolver los problemas religiosos, pero sólo hace falta leer la biografía de Raimundo Lulio para saber que el proyecto leibniziano, de haber sido puesto a prueba, hubiera fracasado radicalmente. Además, de haber funcionado la consecuencia hubiera sido antidemocrática porque implicaría que no habría disenso, y éste es la base del liberalismo, el cual fue súbitamente importante para el desarrollo de la Modernidad. 24 Idem. Idem. 26 Cfr. Leibniz, Dissertation on the Art of Combinations en Loemker, Leroy E. (ed.), Philosophical Papers and Writings, segunda edición, 1976. 27 Manrique Charry, Juan Francisco, “La lengua universal de Leibniz” en Colombia Saga – Revista de estudiantes de filosofía, p. 116. 25 8 La segunda dificultad que la traducibilidad supone es que el lenguaje universal permitiría, en teoría, traducir un lenguaje natural a otro. Sin embargo, esta tarea es casi imposible porque hay lenguas que son radicalmente diferentes a las demás. 9 Conclusiones Leibniz fue uno de los últimos titanes del pensamiento. Su influencia se dejó sentir en ámbitos tan diversos como Filosofía, Lógica, Matemáticas, Ciencia y Religión, y algunos de sus inventos, tales como el cálculo binario, siguen teniendo relevancia actual. Su proyecto de lenguaje universal, pese a no haber sido llevado a la práctica, tiene varios elementos interesantes que merecen ser analizados, tales como el presupuesto de que las ideas son innatas y la posibilidad de que mediante el simbolismo y las operaciones combinatorias se pueda obtener todo el conocimiento a disposición del ser humano. 10 Bibliografía Libros y artículos Esquisabel, Oscar M., “Observaciones de Leibniz sobre un proyecto de lenguaje racional” en Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 2, no. 2, octubre de 2013, pp. 140 – 148. Documento en PDF. Hernández Márquez, Víctor Manuel, “Leibniz y la Lingua Characterica” en Diánoia. Anuario de Filosofía. XLV, Núm. 45 (1999): 35 - 63. Documento en PDF. Leibniz, Dissertation on the Art of Combinations 1666 (Selections) en Loemker, Leroy E. (ed.), Philosophical Papers and Writings, Springer Science & Business Media, segunda edición, 1976. Edición en e-book. Leibniz, Nuevo Tratado sobre el Entendimiento Humano. I De las ideas innatas (trad. Eduardo Ovejero y Maury). Editorial Aguilar, Argentina, segunda edición, 1975. Manrique Charry, Juan Francisco, “La lengua universal de Leibniz” en Colombia Saga – Revista de estudiantes de filosofía. Pp. 109 – 119. Documento en PDF. Páginas de Internet Look, Brandon C., "Gottfried Wilhelm Leibniz", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Spring 2014 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = <http://plato.stanford.edu/archives/spr2014/entries/leibniz/>. Uzgalis, William, "John Locke", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Spring 2014 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = <http://plato.stanford.edu/archives/spr2014/entries/locke/>. 11