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EL HOMBRE HOMBRE PRIMITIVO Y SUS ACTIVIDADES En el llamado período neolítico, o sea cuando el hombre primitivo comenzó a pulir la piedra y se produjo un avance en su cultura rudimentaria, aparecieron las ciudades lacustres, de las que aún se encuentran vestigios. En estos sitios pantanosos, en las lagunas y los remansos de los ríos, las cabañas estaban construidas sobre un tablado sostenido por pilotes hincados bajo el agua, unidas en las orillas por pasarelas levadizas. Estas viviendas recibieron el nombre de palafitos. Los primeros hombres no se diferenciaban mucho de los animales en la manera de procurarse el alimento. El hombre primitivo se limitaba a recolectar lo que su ambiente le ofrecía. Pero su inteligencia habría de mostrarle otros caminos para asegurar su sustento permanente. Testimonios antiquísimos prueban que el hombre primitivo cazaba y pescaba. Algunos autores sostienen que el hombre de los primeros tiempos era antropófago, es decir que se alimentaba de carne humana. Pero esta es una cuestión muy discutida y que probablemente jamás se pondrá en claro. Los primeros instrumentos de que se valió el hombre para sus actividades de caza y pesca, así como también las primeras armas que le sirvieron para atacar y defenderse, le fueron suministrados por la misma naturaleza: palos y piedras. Hay quienes afirman la existencia de una "edad de madera". Con el tiempo, el hombre comprendió que le era necesario tener esos elementos siempre a mano, y que debía perfeccionarlos. Lo mismo ocurrió con sus herramientas de trabajo. Así talló sus agudas hachas, y las afiladas puntas de flechas. Con palos y piedras hizo mazas y hachas de combate. De ese modo comenzó a fabricar él mismo sus armas y utensilios. Su vida fue un constante esfuerzo para sobrevivir, ya que el frío, el hambre, la sed, los animales feroces y los mismos hombres lo mantenían en un incesante estado de alerta. También hubo de buscar algo que le permitiera poder afrontar los rigores del tiempo. Las pieles de los animales que cazaba le procuraron abrigo. Rudimentariamente curtidas, o sin curtir, las enrollaba 1 en torno a su cuerpo, y las sujetaba con alfileres hechos de espinas vegetales o de pescado que, como no duraban mucho, fueron luego reemplazados por alfileres de hueso. El segundo paso importante en su vestimenta fue dado cuando consiguió hilar la lana de los animales que cazaba, reduciendo los vellones a hilos gruesos, que un telar rudimentario entrelazaba en basto tejido. A los alfileres sucedieron luego las agujas de hueso y espinas, que les permitieron unir con hilos o cordeles las distintas partes de una prenda. Poco a poco, a través de centenares de años, los hombres continuaron esa lenta evolución que les fue proveyendo de todos los elementos cuyo uso les era impuesto por la necesidad o la comodidad. Así llegaron a contar con utensilios y armas más efectivas para el trabajo y para la lucha por la vida: el arco y la flecha, que les permitía alcanzar al enemigo a distancia; la honda que hacía más violento el impacto de la piedra lanza da desde lejos; el arpón y el anzuelo, que facilitaron la pesca; la piragua primitiva tallada en un tronco, con la que vadearon los ríos o los recorrieron impulsándola con los remos. Con la domesticación de los animales pudo disponer, de forma continuada, de alimentos tan necesarios y tan nutritivos como la carne y la leche. Habiendo observado cómo se reproducen y crecen las plantas, se dedicó a recoger semillas y a plantarlas. La necesidad de defensa y la ayuda mutua condujo a los hombres a vivir agrupados bajo la dirección del cazador más valiente y experimentado, o la de los ancianos del grupo. Esas asociaciones eran nómadas o sedentarias. Las primeras se trasladaban de un sitio a otro, en busca de mejores lugares de caza y pesca. Las sedentarias, en cambio, permanecían mucho tiempo en un lugar determinado, que les ofrecía abundante caza y pesca, o que les era propicio para sus cultivos y cría de ganado. Desde el período paleolítico, es decir antes de que el hombre aprendiera a pulir la piedra, se conoció el uso del fuego. Probablemente ese conocimiento nació de algún hecho fortuito, como la caída de un rayo o el choque de dos piedras. El hombre aprendió más tarde a producir el fuego, frotando entre sí dos trozos de madera finos y muy secos y acercando paja seca para que las chispas prendiesen en ella y naciera la llama. El fuego se convirtió en un elemento indispensable en la vida del hombre. Su importancia es excepcional, puesto 2 que les sirvió como defensa de los animales merodeadores nocturnos, pudo cocinar sus alimentos, y le dio calor para defenderse del frío. Tan grande fue su preciosa ayuda, que el hombre primitivo lo reverenció como a un dios poderoso y bienhechor. Como no podía comprender los múltiples fenómenos que ocurrían a su alrededor, les dio una interpretación supersticiosa y religiosa. Los elementos de la naturaleza se convirtieron para él en motivo de adoración y su inteligencia limitada vio divinidades benefactoras en aquellos que le eran favorables, mientras que aquellos que le eran perjudiciales, los temía y honraba como divinidades nefastas, cuya simpatía era menester atraerse con ofrendas e impetraciones. El hombre primitivo, cazador y guerrero, agricultor o ganadero, encontró en la danza una expresión ritual de sus sentimientos y acciones. Antes de usar la palabra como medio de comunicación con sus semejantes, los ademanes y la pantomima le permitieron reproducir las alternativas de una lucha o expresar sus anhelos y temores. La danza se formó de la repetición de movimientos similares, con un determinado sentido que le dio su carácter ritual. Por medio de ella, imitaba a la naturaleza, honraba a sus dioses o conmemoraba los grandes acontecimientos de su vida, los nacimientos, matrimonios y muertes. Otra forma de expresión del hombre primitivo, de la que poseemos incomparables muestras, es el arte pictórico. En las llamadas pinturas rupestres de las cavernas, todo un mundo de imágenes vivientes aparece ante nuestros ojos: caballos, ciervos y bisontes en vivas actitudes de movimiento, escenas de lucha entre grupos enemigos y escenas de caza que nos muestran las armas que usaban. Mientras en algunas regiones del arte rupestre son las figuras de animales las representadas son mayor frecuencia, en otras regiones la figura humana aparece reproducida con preponderancia, como protagonista de la existencia de otra vida cuando termina la terrena, pues se han hallado tumbas de esas épocas en que junto a los restos mortales había depositados objetos, utensilios y enseres que se abrían dejado allí en la creencia de que el difunto tendría que necesitarlos en la otra vida. 3 Es muy posible que hayan creído en dinámicas escenas de caza o de danzas rituales y otras diversas escenas de la actividad de aquellos antepasados nuestros que nos han legado impresionantes obras de arte admiradas por los hombres de nuestro tiempo. ¿Cómo vivían los hombres primitivos del Paleolítico? En este tiempo los hombres y mujeres vivían en grupos de varias familias llamadas tribus. Recogían frutos y raíces. Cazaban bisontes, mamuts, caballos, renos y pescaban. No tenían sitio fijo para vivir, eran nómadas. Cuando se terminaba la comida buscaban otro lugar. 4 Vivían en cuevas o en algún refugio natural que encontraban. También construían chozas o tiendas con diversos materiales .Hacían sus vestidos con pieles de animales. Descubrieron el fuego y lo utilizaban para cocinar los alimentos calentarse espantar animales iluminar Usaban las piedras para tallar herramientas. Pintaban en el interior de las cuevas y en lugares abrigados. Dibujaban los animales que cazaban (ciervos, bisontes, caballos…) y escenas de caza. Hacían las pinturas con colorantes naturales (tierra, carbón, sangre…) En España son muy famosas las pinturas de las cuevas de Altamira Se le llama pintura rupestre También esculpían la piedra para representar animales y la figura humana. A los muertos les daban un trato especial pues los enterraban con alimentos, flores u otros utensilios. La ocupación principal de los hombres era la caza. Si se atrevían podían cazar hasta mamuts, bisontes, renos, y caballos salvajes, pero como para matar a su presa solo disponían de garrotes y lanzas de madera, generalmente 5 tenían que contentarse con piezas menores. Solían comer en el mismo lugar donde cazaban al animal, pero a veces llevaban lo que podían al campamento. Esta gente del campamento comía cruda la carne y los huesos. Los huesos los quebraban alrededor del fuego y sorbían la medula, Luego las mujeres machacaban los huesos con la ayuda de martillos de madera y de piedra hasta convertirlos en una pasta que también les servia de alimento. El descubrimiento del fuego: El Homo Erectus logro desarrollar la inteligencia, descubrió el fuego, y le era muy útil. En los días en que la glaciación estaba reciente, pues se calentaba. Al principio le temía pues hacía incendios, pero aprendió y logro de él la luz y el calor. También aprendió a cocinar carne, y le parecía menos desagradable el paladar. La pesca: Al hacerse el hombre sedentario, y establecerse en las orillas del mar o ríos, encuentran facilidad para pescar, elaboraba redes que permitían obtener mejores beneficios de los mismos. La pesca fue solo un complemento de la agricultura. La agricultura: Al finalizar el Paleolítico, el hielo se derritió cubriendo las zonas del norte de espesos bosques y numerosos animales que sirvieron de alimento al hombre. El hombre tuvo que aprender a recolectar frutas, pero no eran suficientes. Sin embargo esto lo enseño al ver que al botar una semilla al suelo, esta se formaba en planta y empezaba a crecer, así descubrió la agricultura. El hombre se vuelve sedentario con este descubrimiento, y así inicia las primeras civilizaciones. Las vasijas de barro: 6 Se han encontrado vasijas de barro elaboradas por la mano del hombre de la prehistoria y demuestra la facilidad que tenían para trabajar con barro. Las vasijas eran utilizadas para comidas, agua y otras elaboradas con adornos y gran colorido. La cerámica: Al establecerse tuvo la oportunidad de trabajar con la cerámica. Al principio se crearon las vasijas, después adornos como figuras humanas y de animales. La habitación: El hombre se volvió sedentario y empezó a realizar las primeras habitaciones así como las primeras aldeas. El hombre logra vivir en poblados, la mayoría de las casas estaban en las orillas de los ríos y por eso se construyeron sobre pilotes "palafitos" La habitación del hombre paleolítico; Inferior: Habitaba en cavernas o cuevas. Era indispensable para la protección. Pudo crear casa en las cuales poder vivir. Superior: Ya habitaba en chozas que tenían soportes de colmillos de mamut y cubierta por pieles. Con el fin de resguardarse al ir de cacería. La domesticación de animales: Al establecerse el recurre a la domesticación de animales pequeños para alimentarse de ellos; y que se reprodujeran en un solo lugar. El hombre logra así obtener un máximo provecho de estos y abastecerse de carne sin necesidad de ir de un lugar a otro. La cacería: En las cuevas de Pekín se encontró un Homo Erectus. Estos homos cazaban 7 elefantes, rinocerontes, bisontes, caballos, camellos, entre otros. Tenían que ser inteligentes pues era difícil este tipo de caza y así creció su volumen craneal. Tuvieron que cazar en grupos y utilizaban: flechas, lanzas, hachas, etc. La recolección de frutos: En el Paleolítico, recolectaban vegetales y cazaban. En la edad de piedra, al sedentarse sabían que había lugares donde había abundantes vegetales. Recolectaban frutas, vegetales, hierbas y otras plantas que ayudo para saber las dificultades curativas. Los ídolos: Eran estatuas de figuras humanas femeninas con cuales tenían rituales y mitos, estas se realizaron por el 30 000 y 20 000 A.c. Los utensilios: El hombre de Cro-Magnon dividía las labores, salía a cazar y a la recolección, mientras las mujeres se dedicaban a las labores domesticas, pero al sedentarizarse, necesito de utensilios domésticos para la producción y facilitar el proceso de alimentación. En el Neolítico, se encuentra con el descubrimiento de la cerámica y así poder usarlo para guardar alimento y procesarlo. Filosóficamente, quizá no haya tarea más compleja para el Hombre que definir al mismo Hombre, debido a la complejidad que ello representa. Desconocemos los alcances y el destino de nuestra propia especie. El papel del hombre en el Universo es múltiple: como admirador, que no artífice, como inquisidor y como Ser que ha procurado, en algún modo, trascender dejando una impronta o huella en él. Se ha de afirmar que hemos de ser concientes de las potencialidades así como las limitaciones que como especie tenemos y muchas veces el intento de tomar el control no va más allá de ingenuas fantasías que alimentan nuestra mitología moderna. 8