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El control de la Influenza Aviar en Italia, 1997-2003 Ilaria Capua A, Stefano Marangon B, Manuela dalla Pozza B, Calogero Terregino A y Giovanni Cattoli A A National Reference Laboratory for Newcastle Disease and Avian Influenza, B Centro Regionale per l’Epidemiologia Veterinaria, Istituto Zooprofilattico Sperimentale delle Venezie, Via Romea 14/A, 35020 Legnaro, (PD), Italy RESUMEN. Entre 1997 y 2001, Italia fue afectada por dos epidemias de influenza aviar altamente patógena (HPAI) y por varios brotes de influenza aviar de baja patogenicidad (LPAI). La primera epidemia de HPAI fue causada por un virus del subtipo H5N2 y se limitó a 8 brotes en manadas de corral y semi-intensivas. La rápida identificación de la enfermedad fue seguida por la aplicación de la Directiva de la UE 92/40/EEC, lo que condujo a la erradicación de la infección sin que se produjeran graves consecuencias para la industria avícola. En 1999-2000 la epidemia fue causada por un virus del subtipo H7N1, originado por la mutación de un virus de baja patogenicidad, y esta vez originó una epidemia devastadora que afectó a las aves criadas en condiciones industriales, culminando en 413 brotes. Con posterioridad a la erradicación del virus H7N1 se introdujo en la población avícola industrial de la región noreste de Italia un virus LPAI del subtipo H7N3. En el presente texto se describe la epidemia y se informa sobre el resultado de las políticas de control. Palabras clave: Influenza aviar, Italia, epidemia, H5N2, H7N1, H7N3, control, vacuna. Abreviaturas: AI =Influenza Aviar; DPPA = Áreas Avícolas Densamente Pobladas; DIVA = Diferenciación entre Animales Infectados y Vacunados; UE = Unión Europea; HPAI = Influenza Aviar Altamente Patógena; IVPI = Índice de Patogenicidad Intravenosa; LPAI = Influenza Aviar de Baja Patogenicidad; OIE = Oficina Internacional de Epizootías La influenza aviar (AI) es una enfermedad viral de las aves incluida en la Lista A de la OIE, y en la Unión Europea su control está definido por la Directiva 92/40/EEC (8). Esta enfermedad puede tener efectos devastadores para la industria avícola, en especial si afecta a los sistemas de cría industrial, y su presencia en un territorio determinado origina restricciones de los movimientos de animales, y a la comercialización de aves y productos avícolas. Italia ha sido afectada por dos epidemias distintas de influenza aviar altamente patógena (HPAI), en 1997-1998 y en 1999-2000, causadas por dos tipos diferentes de virus, los subtipos H5N2 y H7N1, respectivamente. Aunque ambas epidemias ocurrieron en la parte noreste de Italia, su impacto en la industria avícola fue muy diferente, principalmente debido a que afectaron a distintos circuitos de producción. A continuación se exponen las características, consecuencias y políticas de control que se aplicaron en uno y otro brote. Epidemia de HPAI H5N2, 1997-1998. Esta epidemia consistió en un total de 8 brotes (3), en manadas de aves corraleras o semi-intensivas, localizadas en las regiones del Véneto y Friuli Venezia Giulia. Aunque no se llegó a establecer el origen de la epidemia, la investigación epidemiológica permitió identificar los factores de riesgo presentes en las granjas afectadas, principalmente la comercialización de aves infectadas, la coexistencia de varias especies aviares, y la cría de aves con salida al exterior. La enfermedad fue erradicada por la rápida puesta en práctica de la Directiva 92/40/EEC. Se sacrificaron en total 7731 aves, y hasta la fecha no se han realizado nuevos aislamientos del virus H5N2. Epidemia H7N1, 1999-2000. Durante 1999 y 2000 la parte noreste de Italia fue afectada por una epidemia devastadora de HPAI, causada por un virus de influenza tipo A del subtipo H7N1, originado por la mutación de un virus de influenza aviar de baja patogenicidad (LPAI) del mismo subtipo (1). La epidemia de LPAI y la subsiguiente epidemia de HPAI ocurrieron en las regiones de Véneto y Lombardía, que producen un 65% de la avicultura industrial. Además, algunas de las zonas afectadas (en particular el sur de la provincia de Verona) son áreas avícolas densamente pobladas (DPPA) que cuentan (en algunos municipios) con 70 000 aves por kilómetro cuadrado. La epidemia de HPAI causó, directa o indirectamente, la muerte o eliminación de más de 13 millones de aves, lo que inevitablemente determinó la ruptura de los canales de comercialización, y grandes pérdidas económicas al sector avícola y a la sociedad en general. Después de la despoblación y subsiguiente repoblación de las áreas infectadas por HPAI, la LPAI resurgió por dos veces, lo cual tuvo como consecuencia que la industria avícola solicitara y obtuviese la autorización para vacunar frente a la influenza aviar del subtipo H7. 1a onda epidémica de influenza aviar de baja patogenicidad. El 29 de Marzo de 1999 se notificó oficialmente el primer aislamiento de un virus de influenza aviar de tipo A, H7. Este virus se caracterizó posteriormente, de acuerdo con la Directiva 92/40/EEC (8), como un virus LPAI de tipo A y del subtipo H7N1. Su índice de patogenicidad intravenosa (IVPI) en pollos SPF de 6 semanas fue de 0,0, y se concluyó que la secuencia de aminoácidos del segmento del genoma que codifica el lugar de corte del precursor de la molécula de hemaglutinina era típica de los virus LPAI, puesto que no contenía aminoácidos de bases múltiples (5). Tras esta primera declaración oficial se diagnosticó y notificó un número significativo de brotes, en total 199 manadas infectadas. El mayor número de brotes se produjo en pavos de engorde (164), y sólo fue afectado un escaso número de manadas de pavos reproductores. La infección también afectó a gallinas ponedoras (12 brotes), reproductoras pesadas (11), y broilers (4 brotes) y a dos lotes de pintadas. Según la encuesta epidemiológica realizada, al parecer más de 70 granjas de pavos ya habían sido infectadas cuando se remitió el primer caso. La infección fue particularmente grave en el sector del pavo, causando fuertes pérdidas a los productores (2). Sin embargo, este virus no pudo definirse como de “influenza aviar”, porque no poseía las características enumeradas en la Directiva 92/40/EEC; por tanto no se pudo poner en marcha el sacrificio obligatorio de los lotes afectados, y en ese momento no fue posible llevarlo a cabo de forma voluntaria en un número suficiente de lotes. Además, en esa época tampoco se podían imponer medidas de cuarentena y control de la comercialización. Más aún, puesto que la legislación veterinaria italiana no contempla a la LPAI, se carecía de instrumentos legales para prevenir su difusión. No obstante, las autoridades regionales de las dos zonas afectadas pusieron en práctica algunas normas restrictivas con el fin de reducir el número de nuevos brotes. Las principales estrategias de dichas normas eran evitar la circulación de aves virémicas, y la de aves muertas y cama infectada, factores que habían sido identificados como principales fuentes de infección. Estas medidas, apoyadas por la llegada de la estación calurosa, determinaron un descenso del número de brotes en verano, que de forma inevitable volvieron a incrementar a partir del mes de Septiembre. Aparición de la influenza aviar altamente patógena. El 13 de Diciembre de 1999 un profesional privado remitió muestras patológicas procedentes de una manada de pavos de engorde que sufría altas tasas de mortalidad. Este brote se confirmó como HPAI el 17 de Diciembre, al caracterizar un virus H7N1 aislado con un índice IVPI de 3,0, y una secuencia de aminoácidos que contenía aminoácidos básicos múltiples, típica de los virus de alta patogenicidad (15). Debido a la compleja situación a nivel de campo (en ese momento no era infrecuente aislar un virus H7), no se pudo sospechar inmediatamente de la presencia de un virus HPAI cuando éste apareció por primera vez, y poner en marcha rápidamente medidas de erradicación, lo que originó la diseminación de la infección. Además se acercaban las fiestas de Navidad, y los altos ritmos de sacrificio terminaron de difundir aún más el virus, lo que llevó a una pérdida total del control de la infección. Se diagnosticaron 413 brotes, que comprendían 177 manadas de pavos de engorde, 121 lotes de ponedoras comerciales, 39 manadas de broilers, 29 de reproductoras pesadas (6), 25 de aves camperas (4), 9 lotes de pintadas, 6 de pavos reproductores, 3 granjas de avestruces (5), 2 lotes de faisanes, uno de patos Pekín, y otro de codornices, y que produjeron en conjunto la muerte de más de 13.000.000 de aves. El último brote se declaró el 5 de Abril de 2000. Como resultado de esta masiva mortalidad (por las medidas de eliminación y sacrificio preventivo), muchos establecimientos, como incubadoras, fábricas de pienso, mataderos, plantas de elaborados y otras actividades relacionadas, se vieron obligados a interrumpir su actividad, causando desempleo y fuertes pérdidas económicas a la industria avícola y a la sociedad en general, debido a la interrupción del sistema de comercialización. También se produjeron pérdidas económicas adicionales por la prohibición de exportar que se impuso a las regiones afectadas, y por la despoblación de aves llevada a cabo en la zona afectada. Erradicación de la HPAI. En aplicación de las medidas contempladas en la Directiva 92/40/EEC (8), los lotes infectados fueron eliminados, y se llevó a cabo la limpieza y desinfección de las instalaciones afectadas. Para mejorar los procedimientos de erradicación, se llevó a cabo la despoblación de las aves criadas intensivamente en el área infectada. Con la excepción de unas pocas granjas de reproductoras y de aves cinegéticas regularmente controladas (que se mantuvieron con fines de repoblación), un área de 5.500 kilómetros cuadrados quedó despoblada de manadas intensivas y semi-intensivas, y se mantuvo así durante un período mínimo de 60 días. La repoblación comenzó a realizarse el 15 de Junio de 2000. 2ª y 3ª ondas epidémicas de LPAI. El 14 de Agosto de 2000 se remitió una sospecha clínica de LPAI correspondiente a una manada de pavos localizada en la DPPA, que fue confirmada por el laboratorio el 20 de Agosto de 2000. El Ministerio de Sanidad italiano ordenó la erradicación de la infección mediante medidas de eliminación impuestas por una ley extraordinaria. Se diagnosticaron y eliminaron 55 brotes mediante vaciamiento o comercialización controlada. En este punto los granjeros y la industria avícola solicitaron con firmeza medidas de vacunación contra la influenza aviar, y la Comisión Europea redactó y aprobó un programa de vacunación. La tercera onda epidémica de LPAI se sospechó el 22 de Diciembre de 2000, e involucró a 23 manadas. Sólo una de ellas fue vacunada. La epidemia se controló mediante vaciamiento y control de la comercialización. Medidas de vacunación. El programa de vacunación comenzó el 15 de Noviembre de 2000 y se mantuvo hasta Mayo de 2002. En este programa se incluyeron 6 millones de aves [sólo aves de aptitud cárnica y ponedoras comerciales (todas ellas manejadas con el sistema todo dentro-todo fuera)] criadas en una zona restringida (1.156 km2) al sur de Verona. No se autorizaron para el comercio intracomunitario ni aves vivas vacunadas ni productos avícolas procedentes de la zona de vacunación. Con el fin de ayudar al control oficial de la infección, y de desarrollar una nueva estrategia de control, la vacuna empleada no contenía virus homólogo H7N1, sino que había sido preparada a partir de un virus H7N3 inactivado (A/CK/Pakistan/95/H7N3). El motivo de ello es la posibilidad de utilizar esta vacuna como un “marcador” natural, o dicho con más propiedad, una vacuna DIVA [Diferenciación entre Animales Infectados y Vacunados]. De hecho, la presencia de un antígeno H7 en la vacuna asegura la protección frente a los signos clínicos y la reducción de la colonización vírica, pues es bien conocido que los anticuerpos neutralizantes frente a los virus de influenza A son inducidos principalmente por la molécula de hemaglutinina (14). La presencia de un subtipo diferente de neuraminidasa (N), que induce la producción de anticuerpos específicos (contra N3 en lugar de contra N1) ha permitido, con ayuda de un test de diagnóstico “ad hoc” (7), discriminar entre manadas infectadas y vacunadas, y controlar y seguir la evolución de la situación. Epidemia de H7N3. Durante el mes de Agosto de 2002 se detectó en matadero positividad serológica frente a un virus H7 en 3 manadas de pavos de engorde procedentes de la provincia de Brescia. Este hecho fue consecuencia de un programa de vigilancia que se puso en práctica en Italia tras las epidemias sucedidas en los años anteriores. La intensiva vigilancia llevada a cabo en toda la zona no permitió identificar brotes adicionales. En Octubre de 2002, los tests de inhibición de la hemaglutinación (HI) en muestras de suero procedentes de pavos de engorde en la provincia de Brescia resultaron de nuevo positivos a los anticuerpos del subtipo H7 de influenza aviar. Tras poner en práctica un programa de serovigilancia, se detectaron aves serológicamente positivas en 12 manadas más de pavos de engorde, localizadas en las provincias de Mantua, Vicenza y Verona. El aislamiento vírico puso de manifiesto un virus de influenza A de baja patogenicidad (LPAI) del subtipo H7N3. Hasta la fecha se han declarado unos 380 brotes, la mayoría de ellos en pavos de engorde. El análisis filogenético del gen de la hemaglutinina (H) indicó que este aislado es parte del linaje Eurasiático de virus H7. Este virus estaba relacionado, pero no era idéntico, con el virus H7N1 que causó en Italia la epidemia de influenza aviar de 1999-2001. Dicho virus no se pudo asociar a la cepa H7N3 contenida en una vacuna inactivada (A/ck/Pakistan/95) utilizada en la estrategia de vacunación “DIVA” (Diferenciación entre Animales Infectados y Vacunados), que se empleó para controlar el rebrote de un virus LPAI H7N1 posterior a la epidemia italiana de 1999-2001 (7). Los datos de secuencia obtenidos en los primeros aislamientos indicaban una supresión del tallo de neuraminidasa y la ausencia de lugares adicionales de glucosilación en la cabeza globular de la molécula de hemaglutinina, lo que suele considerarse como resultado de una adaptación adquirida al hospedador doméstico. 1.DISCUSIÓN Tras analizar retrospectivamente la experiencia obtenida en Italia con el virus de la influenza aviar durante los 6 últimos años podrían hacerse unas cuantas consideraciones. En primer lugar, la zona noreste de Italia puede ser definitivamente considerada como una “área de riesgo” de infecciones de influenza aviar. Ello también es apoyado por las epidemias de AI que se produjeron en el pasado (9, 10, 11, 12, 13), causadas por virus de los subtipos H6 y H9. Probablemente esto puede asociarse con las grandes cantidades de aves salvajes que sobrevuelan la zona durante sus migraciones, y también con el gran número de importaciones de aves vivas que llegan a ella. Por esta razón, y considerando la densidad avícola que existe en esta zona, es imperativo aplicar programas de vigilancia para diagnosticar rápidamente las infecciones de AI. La comparación entre las epidemias de 1997-1998 y 1999-2000 indica que si la HPAI es rápidamente diagnosticada y no va precedida por una amplia circulación de su progenitor LPAI, la aplicación de las medidas impuestas por la Directiva 92/40/EEC es eficaz para erradicar la enfermedad. El impacto devastador de la epidemia de HPAI H7N1 en 1999-2000 estuvo ligado a la pérdida del control de la infección, debido principalmente a la circulación previa del virus LPAI, lo cual dificultó la rápida identificación de las manadas infectadas. Es claro que también ayudó a la difusión de la infección su entrada en el circuito industrial de las aves criadas intensivamente. La epidemia italiana de 1999-2000 AI también puso de relieve que granjeros y empresas privadas deberían tener muy en cuenta que, con la vigente legislación europea, en caso de que aparezca LPAI no existen ayudas financieras de los gobiernos locales o nacionales ni de la Unión Europea. Por lo tanto, habría que poner en marcha programas de vigilancia de carácter voluntario y permanente con el fin de posibilitar un diagnóstico rápido de la infección por virus LPAI H5 y H7, y el cumplimiento de medidas de restricción y erradicación hasta que ello sea económicamente factible. En la primavera de 1999 tuvimos que enfrentarnos a más de 70 brotes, y no fue posible hacer cumplir medidas restrictivas, entre ellas el vaciamiento sin compensación de los lotes infectados. La difusión de la infección fue también consecuencia de la estructura y organización de la industria avícola local. En muchas partes del mundo esta industria ha crecido considerablemente, a menudo de un modo irracional, en especial allí donde el sistema se ha desarrollado en forma de integración semi-vertical. Este último (nave propiedad del granjero y pienso y pollitos de 1 día suministrados por una empresa privada) tiene la desventaja de que no existe ninguna planificación de la distribución espacial de las unidades productivas involucradas en el sistema, y que además se da un notable número de contactos entre establecimientos. De hecho, con frecuencia los camiones de distribución de pienso y otros vehículos (por ej. los de transporte a mataderos) visitan a diario varias granjas, sin tener en cuenta las especies que allí se crían y el tipo de producción, y las medidas básicas de bioseguridad son rara vez respetadas. La concentración de naves de cría, incubadoras, mataderos, plantas de procesamiento de residuos y otras instalaciones avícolas en una zona restringida es sin duda conveniente desde un punto de vista organizativo, pero tiene una serie de desventajas desde el punto de vista sanitario, que se ponen de relieve de forma dramática cuando se encara una epidemia de una enfermedad altamente contagiosa. La quiebra de la estructura comercial originó consecuencias sociales, obligando a los granjeros a abandonar la actividad, y en algunos casos favoreció el uso de vacunas ilegales. Esta práctica podría haber causado el resurgimiento de la LPAI, debido a la circulación de aves o cama infectadas procedentes de granjas que contenían portadores clínicamente sanos. Con respecto a las medidas de control, la estrategia puesta en práctica en Italia indica que la combinación de estricta bioseguridad, de restricciones del movimiento de animales y de un programa de vacunación “DIVA” puede ser eficaz para controlar la AI. Sin embargo, en nuestra opinión es imperativo que los resultados obtenidos por la estrategia de control territorial estén disponibles para apoyar la toma de decisiones, y esto sólo puede conseguirse si existe una estrecha colaboración entre granjeros, veterinarios oficiales y de campo, empresas avícolas, laboratorios de diagnóstico, unidades de epidemiología, y autoridades locales y centrales. Sólo así será posible establecer una red de colaboración capaz de sacar el máximo partido de los datos y técnicas disponibles en la lucha para controlar las infecciones de influenza aviar en avicultura. 1. 2.AGRADECIMIENTOS Los autores desean agradecer al equipo de los Departamentos de Virología y Epidemiología del Istituto Zooprofilattico Sperimentale de Venecia y del Istituto Zooprofilattico de Lombardía y Emilia Romagna. 1. 2.REFERENCIAS Capua, I., and S. Marangon. Avian influenza in Italy (1999-2000) a review. Avian Pathol. 29:289-294. 2000. Capua, I., S. Marangon, M. Dalla Pozza, F. Mutinelli, G. Vincenzi, and U. Santucci. The low pathogenicity avian influenza (H7N1) epidemic in the Veneto region, Italy. In: Proc. of the 6th Joint Annual Meeting of the EU Reference Laboratories for Newcastle Disease and Avian Influenza Bruxelles 29-30 November 1999. pp 66-72. 1999. Capua, I., S. Marangon, L. Selli, D.J. Alexander, D.E. Swayne, M. Dalla Pozza, E. Parenti, and F.M. Cancellotti. 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