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monográfico Consejos nutricionales desde la Oficina de Farmacia La idea de que una buena alimentación ayuda a conservar y mejorar la salud no es algo nuevo, pero sí lo es el hecho de que tenemos cada vez un mayor conocimiento de los mecanismos moleculares que hay detrás de cada nutriente para que ejerza su acción y las singularidades genéticas de cada persona, incluidos los gustos personales. L | a cuestión es cómo hacer llegar una información fiable y actualizada hasta el consumidor para que pueda mantener y mejorar su salud con unas pautas claras y sencillas. Es en este punto donde entra en juego el alto nivel de nuestros farmacéuticos y su proximidad al ciudadano a través de las oficinas de farmacia. El farmacéutico de Oficina de Farmacia, como agente promotor de la salud, y con el objetivo primordial de conseguir una mayor calidad de vida de la población a la que asiste, la puede educar sobre cómo debe de ser su alimentación. La alimentación a lo largo de los tiempos ha variado tanto en su obtención como en sus métodos culinarios, incorporándose tradiciones de unos pueblos a otros. Con la llegada de la revolución industrial se producen una serie de cambios socioeconómicos, surgiendo una mayor demanda de las necesidades básicas. En España, tradicionalmente, la alimentación se ha basado principalmente en el consumo de legumbres, pan, arroz, verduras, patatas, carne, pescado, huevos, frutas, lácteos y aceite 132 de oliva. En las últimas décadas, y debido al movimiento migratorio y a las importaciones de productos alimenticios, se han ido incorporando a nuestra dieta alimentos procedentes de otros países, aportando nuevos sabores monográfico y texturas; llegando incluso al abandono de nuestros hábitos dietéticos tan saludables, conforme demuestran los diferentes estudios realizados al respecto. Desde la profesión de farmacéuticos, y apoyándose en la facilidad de comunicación con el usuario, está en situación privilegiada para atender la demanda de salud en los diferentes niveles preventivos y/o patológicos, incluyendo la alimentación como un hecho probado que influye en los estados de bienestar. Toda esta labor está entendida siempre desde el punto de vista sanitario, como un componente más de este sistema y nunca en sustitución de ningún otro profesional, precisando la realización de seguimientos posteriores a la mayoría de estas actuaciones. Estas medidas dietéticas deben acompañarse de ejercicio físico, atendiendo a edades y patologías. La epidemia del sobrepeso 77 Bimanán barritas Unidades 1.343 Valor 104 Siken Diet 995 21 Optifast 637 Optifast barritas 18 254 Bimanán batido 16 212 367 Resto 1.590 603 Total 5.031 Mercado antiobesidad. Evolución de las ventas. (Octubre, Noviembre, Diciembre 2013) Bimanán barritas 10,2% -11,9% -13,8% Siken Diet -14,2% 5,8% 8,2% Optifast -4,7% Optifast barritas -4,6% 15,7% Bimanán batido 18,9% 2,2% Total -9% Unidades Valor Mercado antiobesidad. Cuota de mercado. (Octubre, Noviembre, Diciembre 2013) Bimanán barritas 12,7% Bimanán barritas 26,7% Resto 31,5% Silken Diet 17,2% Valor Unidades Optifast 3,5% Resto 61% Optifast barritas 3% Bimanán batidos 2,6% Bimanán batidos 4,2% Optifast barritas 5,1% | Los últimos cálculos de la OMS indican que en el año 2005 había en todo el mundo alrededor de 1.600 millones de adultos con sobrepeso y al menos 400 millones de personas mayores de 15 años eran obesos. Además, la OMS estima que en el año 2015 habrá aproximadamente 2.300 millones de adultos con sobrepeso y más de 700 millones de ellos serán obesos. Actualmente en España se disponen de datos sobre la prevalencia de la obesidad a través de diferentes estudios realizados en muchas Comunidades Autónomas tales como el País Vasco, Madrid, Valencia y Cataluña. De los resultados obtenidos es de destacar el dato de la prevalencia de la obesidad del 13,4% de la población (IMC > 30), siendo inferior en el sexo masculino respecto al femenino (del 11,5% en hombres y del 15,2% en mujeres). El sobrepeso afecta por término medio al 19,3% de la población, con una prevalencia superior en el sexo masculino (un 23,3% en varones y en un 15,3% en mujeres). El 41,9% de la población mantiene un peso normal. La prevalencia de la obesidad aumenta progresivamente con la edad, y su crecimiento se manifiesta imparable con el tiempo. En comparación con países de nuestro entorno, España tiene un índice de obesidad inferior a países como EE.UU., Alemania, Polonia o Hungría, pero superior al de Australia, Países Bajos, Suecia, Francia y Bélgica. En relación con las Comunidades Autónomas españolas, se encuentran diferencias entre ellas, lo cual 134 viene reflejado en los resultados obtenidos en el estudio DORICA, siendo Andalucía, Canarias, Galicia y Extremadura, Murcia y Asturias las regiones que presentan mayores tasas de sobrepeso y obesidad. Mercado antiobesidad. Ventas en miles. (Octubre, Noviembre, Diciembre 2013) Fuente: IMS Health Categoría 34 Elaboración: Im Farmacias Silken Diet 19,8% Optifast 12,7% monográfico El farmacéutico va a jugar un papel muy importante a la hora de reconocer quién tiene sobrepeso. Se trata de un profesional sanitario, que por su formación, por su accesibilidad y por la confianza que goza por parte del público tiene un rol fundamental como educador sanitario, y en el ámbito de la alimentación como educador nutricional. Además, al ser la obesidad una enfermedad crónica, el farmacéutico es uno de los profesionales de la salud que probablemente interaccione con la persona de forma más regular y continuada. A toda persona mayor de 18 años que acude a la Oficina de Farmacia y que el farmacéutico sospeche un exceso de peso, debe preguntarle si ha pensado en perder peso o si quiere perder peso, así como puede identificar, mediante la aplicación de un sencillo protocolo, las necesidades del paciente y calcular el índice de masa corporal (IMC). El farmacéutico siempre debe tener en mente la necesidad de ofrecer la posibilidad al paciente de mejorar, mediante la reducción de su peso corporal, su calidad de vida (el bienestar físico y psíquico), sus relaciones sociales y reducir los factores de riesgo asociados a la obesidad. El farmacéutico va a jugar un papel muy importante a la hora de reconocer quién tiene sobrepeso Unidades 5.970 Valor 543 Siken Diet 5.282 102 Optifast 3.072 Optifast barritas Bimanán batido 87 1.218 83 1.109 1.729 Resto 8.278 2.870 Total 24.929 Mercado antiobesidad. Evolución de las ventas. (MAT 12/2013) -2,3% Bimanán barritas Unidades Valor -20,1% -17,9% Siken Diet -16,1% 4,3% Optifast 8,3% -4,2% Optifast barritas -1,8% 9,9% Bimanán batido 15,2% -4,2% Total -14% Mercado antiobesidad. Cuota de mercado.(MAT 12/2013) Bimanán barritas 11,3% Bimanán barritas 23,9% Resto 33,3% Silken Diet 18,9% Valor Unidades Silken Diet 21,2% Optifast 3,5% Resto 60,4% Optifast barritas 3% Bimanán batidos 2,9% Bimanán batidos 4,4% Optifast barritas 4,9% | El farmacéutico deberá: - Transmitir la importancia de la nutrición para promover la buena salud y prevenir el sobrepeso y la obesidad. - Conseguir que el paciente acepte que la nutrición es uno de los factores más importantes que influyen en la salud, pero que la eficacia de una buena nutrición viene siempre en relación directa con la realización de actividad física. - Hacer entender a la persona que un solo alimento no contiene todos los nutrientes esenciales y que uno solo no puede ser sano. - Concienciar sobre la imagen corporal, identificar la conexión entre imagen corporal y confianza propia, la autoestima. - Tratar con firmeza a la persona con exceso de peso, pero también con gran respeto y 136 paciencia. - Debe realizar una valoración del estado nutricional, así como pesar y medir a la persona para calcular el IMC y si hay sobrepeso, medir la circunferencia de la cintura Mercado antiobesidad. Ventas en miles. (MAT 12/2013) 326 Bimanán barritas Fuente: IMS Health Categoría 34 Elaboración: Im Farmacias Optifast 12,3% monográfico Alimentos para regímenes especiales | Es importante conocer, al menos brevemente, cuáles son los tipos de productos sometidos a disposiciones legales y que son útiles en regímenes de pérdida de peso. Tales normativas, de mayor interés, quedan recogidas en los Reales Decretos que se indican a continuación, que incluyen las normas básicas, aunque posteriormente se han ido haciendo pequeñas correcciones. RD 2685/1976, de 16 de octubre, que recoge la Reglamentación Técnico-Sanitaria para preparados alimenticios para regímenes dietéticos y/o especiales. En esta norma se incluyen los alimentos destinados a ser utilizados en dietas de bajo valor energético para reducción de peso. RD 1430/1997, de 15 de septiembre, por el que se aprueba la Reglamentación Técnico-Sanitaria específica de los productos destinados a ser utilizados en dietas de bajo valor energético para reducción de peso. En esta Reglamentación se define a dichos productos del siguiente modo: “Los productos alimenticios que se emplean en dietas de bajo valor energético para reducción de peso son aquellos de formulación especial que, utilizados de acuerdo con las instrucciones del fabricante, sustituyen total o parcialmente la dieta diaria”. Los alimentos para dietas hipocalóricas pueden llevar incorporados: fibra alimentaria (salvado, celulosa), complementos alimenticios, vitaminas, minerales..., sustitutos de la dieta. Entre estos últimos, puede haber ingredientes sustitutos de macronutrientes (grasas, hidratos de carbono). Estos productos alimenticios se dividen en dos categorías: productos destinados a sustituir íntegramente la dieta diaria completa y productos destinados a sustituir una o varias comidas; en ambos casos deberán aportar una cantidad mínima de vitaminas y minerales que se especifican en el propio RD. El etiquetado de estos productos debe contener obligatoriamente la siguiente información: valor energético disponible, expresado en kcal y kj; contenido de proteína, carbohidratos y grasa, en gramos; contenido de vitaminas y minerales en mg o μg por ración; contenido de otros nutrientes. Además, es aconsejable la inclusión de otras especificaciones, como: instrucciones para su correcta utilización, indicando la importancia de seguir dichas recomendaciones; la importancia de ingerir un volumen adecuado de líquidos, así como la advertencia de un posible efecto laxante. No deben hacer referencia al ritmo de pérdida de peso. En el caso de dietas en las que la reducción de la ingesta sea muy elevada, siempre bajo la orientación y el consejo médico, y en las que se pueda producir un bajo aporte de vitaminas y minerales, puede recurrirse al aporte de los mismos a través de suplementos o complementos alimenticios. Se comercializan como “barritas”, formas líquidas o píldoras, que suelen ser fuentes concentradas de algún componente puro, como vitaminas o fitonutrientes. No obstante, a veces, un consumo excesivo de estos suplementos puros puede implicar alteraciones en su absorción intestinal o provocar interferencias con la absorción de otros nutrientes. Otro Real Decreto importante es el RD 1275/2003, de 10 de octubre, relativo a los complementos alimenticios, en el que se dice que los complementos alimenticios son “los productos alimenticios cuyo fin sea suplementar la dieta normal y consistentes en fuentes concentradas de nutrientes o de otras sustancias que tengan un efecto nutricional o fisiológico, en forma simple o combinada, 138 comercializados de forma que permitan una dosificación determinada del producto y que deben tomarse en pequeñas cantidades unitarias”. Pueden contener vitaminas, minerales, sustancias aromáticas, otras sustancias. Se debe indicar la cantidad diaria del producto que se puede consumir. Tercera edad Podemos afirmar que, mientras en los países pobres son los niños los que más padecen desnutriciones, en los mal llamados desarrollados son las personas de edad las más afectadas. Puede considerarse que la nutrición interactúa con el proceso de envejecimiento de varias formas: 1. La mayoría de las funciones corporales declinan progresivamente a lo largo de la vida adulta. La pregunta es cómo la nutrición y formas de estilo de vida contribuyen a empeorar o mejorar la pérdida de tejidos y funciones ligadas a la edad. 2. La frecuencia de enfermedades crónicas degenerativas se incrementa con la edad. Existe clara evidencia de factores dietéticos implicados en la etiología de estas enfermedades que, a su vez, pueden beneficiarse de una intervención nutricional. 3. La mayoría de las personas comen menos a medida que la edad avanza y, en consecuencia, las ingestas de nutrientes pueden resultar más bajas que las recomendadas. 4. Con la edad, los aportes alimentarios tienen un rendimiento metabólico menor y el apetito tiende a disminuir. Por lo tanto, es indispensable administrar al organismo los nutrientes necesarios, sobre todo si el individuo se mantiene activo, en definitiva, mejorar la densidad de nutrientes de la dieta. Recuérdese en este sentido que aproximadamente un 40% de nuestros mayores de 70 años están consumiendo dietas con un contenido energético de menos de 1.500 kcal/día. Dicha ingesta energética les permite la “supervivencia”, pero hace muy difícil que se puedan vehiculizar los nutrientes necesarios, principalmente micronutrientes, para muchos de los cuales, precisamente, no se encuentran disminuidos sus requerimientos. Sería el caso de la vitamina D, el ácido fólico, el zinc, entre otros. Ello hace que el mejorar la densidad de nutrientes en las dietas de nuestros mayores suponga otra de las asignaturas pendientes, y a varios niveles, desde la propia concienciación de los mayores y familiares hasta los servicios de restauración colectiva, pasando por la industria agroalimentaria que debería dedicar sus esfuerzos a los denominados productos senior y, por supuesto, los profesionales sanitarios. 5. Se hace necesario distinguir entre el anciano sano y el anciano enfermo. En el individuo enfermo, el frecuente aumento de los requerimientos nutricionales no se suele acompañar del paralelo aumento en la alimentación, lo que provoca una disminución de las reservas corporales y una mayor fragilidad del organismo. +