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LAS FRESAS DE CALIFORNIA: UNA SÚPER FRUTA PARA TODOS LOS DÍAS LAS FRESAS SON NUTRITIVAS Y DELICIOSAS TODO EL AÑO Las fresas de California contienen vitaminas esenciales, fibra dietética, potasio y diversas sustancias fitoquímicas. Una porción, es decir unas ocho fresas medianas, ¡aporta más vitamina C que una naranja! Tabla de Contenido Las fresas: una fuente inagotable de nutrientes ................................................................................ 2 Las fresas de California: guardianas de la salud ................................................................................ 4 Las fresas y la salud cardiovascular ................................................................................ 4 Las fresas y la prevención del cáncer ................................................................................ 7 Las fresas y la función cognitiva ................................................................................ 8 Las fresas y los procesos inflamatorios .............................................................................. 10 El panorama de la ciencia dedicada al estudio de las fresas .............................................................................. 11 Recetas de fresa de California .............................................................................. 14 Referencias adicionales .............................................................................. 17 la dieta y una baja mortalidad gracias a la disminución de la prevalencia de enfermedades cardiovasculares. Las investigaciones epidemiológicas señalan que quienes consumen más vitamina C mostraron menor riesgo de padecer cánceres no dependientes de hormonas que quienes consumen poca vitamina C. 12% VD DE FIBRA DIETÉTICA (3 g) La fibra dietética es un componente natural de las frutas y verduras, es importante para la salud digestiva y puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, entre ellas las cardiovasculares, cáncer colorrectal, obesidad y diabetes tipo 2. LAS FRESAS: UNA FUENTE INAGOTABLE DE NUTRIENTES ¿Sabía que las fresas no solo son una de las frutas favoritas de los estadounidenses, sino que constituyen una fuente de nutrientes de escaso consumo en la dieta del país? Las fresas de California son naturalmente ricas en nutrientes y contienen vitaminas esenciales, fibra dietética, potasio y diversas sustancias fitoquímicas que favorecen la salud, como las antocianinas. Las fresas de California son naturalmente bajas en azúcar, contienen solo 7 gramos de azúcar por porción y tienen un bajo índice glicémico por su contenido de fructosa y fibra. Una porción (alrededor de ocho fresas medianas o una taza) contiene solo 45 calorías y más vitamina C que una naranja. Una porción de fresas aporta: 8% VD DE ÁCIDO FÓLICO (35 mcg) El ácido fólico ayuda a mantener niveles normales de homocisteína, un aminoácido que puede ser un factor de riesgo independiente para las enfermedades cardiovasculares. Se ha establecido una relación entre la baja ingesta de ácido fólico en la dieta, los bajos niveles de ácido fólico circulante o las altas concentraciones totales de homocisteína en plasma y un mayor riesgo de sufrir enfermedad arterial coronaria. La ingesta adecuada de ácido fólico también es importante para todas las mujeres con posibilidad de quedar embarazadas a fin de ayudar a evitar defectos del tubo neural. 140% VD DE VITAMINA C (86 mg) La vitamina C es conocida por sus propiedades antioxidantes que ayudan a proteger al cuerpo del estrés oxidativo. Se ha establecido una correlación entre la alta ingesta de vitamina C mediante 2 6% VD DE POTASIO (220 mg) El potasio es un electrolito muy importante en la preservación de una presión arterial sana. Las dietas que incluyen alimentos considerados como buenas fuentes de potasio y bajos en sodio pueden ayudar a reducir el riesgo de hipertensión y apoplejía. Las investigaciones muestran que los polifenoles contenidos en las fresas se absorben de manera eficiente en el transcurso de una hora a partir de su consumo. SUSTANCIAS FITOQUÍMICAS Las fresas contienen una gran variedad de sustancias fitoquímicas favorables a la salud, como flavonoides, elagitaninos y ácido elágico. El subgrupo de flavonoides predominante en las fresas son las antocianinas, compuestos que dotan a las bayas, las uvas y otras frutas de color azul, rojo o morado, y se encuentran entre los bioactivos principales de las fresas. Esta fruta incluye otros flavonoides como catequina, quercetina, kaempferol y fisetina. Las fresas, incluidas entre las 100 fuentes más ricas de polifenoles dietéticos, y muchos de los compuestos bioactivos que se encuentran en las fresas han sido identificados como coadyuvantes en la protección del cuerpo ante los efectos dañinos de los radicales libres. Las sustancias fitoquímicas siguen siendo objeto de intensos estudios debido a la importante función que podrían tener en la prevención de enfermedades, pues brindan beneficios antioxidantes, antinflamatorios, antihiperlipidémicos, antihipertensivos, anticarcinogénicos y antimutagénicos. 3 Los recientes datos epidemiológicos y estudios clínicos y mecánicos ofrecen evidencias sustantivas para considerar a las fresas como alimento funcional; asimismo, se ha estudiado el posible impacto de las fresas en la salud humana para indicar su potencial papel como coadyuvante en la menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, hipertensión, cáncer, deterioro cognitivo por envejecimiento e inflamación (Basu A, et al., Critical Reviews in Food Science and Nutrition. 2014; 54:790-806; Nile SH y Park SW. Nutrition. 2014; 30:134144). Las fresas siguen a la vanguardia de las investigaciones de nutriología en el sigo XXI a medida que los expertos en nutrición trabajan para caracterizar las actividades favorables a la salud de los numerosos compuestos bioactivos que en ellas se encuentran, así como la facultad protectora de esta fruta. LAS FRESAS DE CALIFORNIA: GUARDIANAS DE LA SALUD Las Directrices de dieta para los estadounidenses publicadas en 2010 recomiendan el consumo de más frutas y verduras por tres factores clave: 1. Las frutas y verduras aportan una importante cantidad de determinados nutrientes cuyo consumo es insuficiente en la dieta estadounidense, como la vitamina C, el ácido fólico, el potasio y la fibra dietética. 2. La ingesta de frutas y verduras se relaciona con un menor riesgo de muchas enfermedades crónicas como las cardiovasculares, y puede proteger contra ciertos tipos de cáncer. 3. Al ser alimentos relativamente bajos en calorías, las frutas y verduras pueden ayudar a controlar el peso si se comen en lugar de consumir alimentos de alto contenido calórico. LAS FRESAS Y LA SALUD CARDIOVASCULAR Las fresas contienen varios nutrientes cardioprotectores, componentes vegetales y fitoquímicos, entre ellos vitamina C, ácido fólico y potasio; fibra dietética; flavonoides como antocianinas, quercetina, kaempferol y fisetina, y ácido elágico. Las investigaciones sugieren que las antocianinas (el flavonoide más prominente en la dieta) y el consumo de alimentos ricos en antocianinas como las fresas pueden desempeñar un papel importante al ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, Las fresas aportan una combinación única de nutrientes esenciales, fibra dietética y sustancias fitoquímicas. 4 según mediciones de menor colesterol total y LDL, y menor presión arterial, además de tener un efecto positivo en los biomarcadores de rigidez arterial y arterosclerosis como la presión arterial central, la presión arterial media (MAP), índice de aumento, velocidad de onda de pulso (PWV) y grosor de la íntima media. Los investigadores evaluaron la eficacia de las fresas como atenuante de los factores de riesgo cardiovascular en 27 hombres y mujeres con síndrome metabólico al suplementar sus dietas con el equivalente a aproximadamente tres tazas de fresas frescas al día (50 g de polvo de fresa liofilizada como bebida de fresa) durante ocho semanas. Se mostró que el suplemento de fresa redujo significativamente el colesterol total y las lipoproteínas de baja densidad (LDL), y tuvo un efecto positivo en otros marcadores de arterosclerosis, entre ellos el tamaño de las partículas de lípidos y los niveles de circulación de moléculas de adhesión celular vascular a las ocho semanas frente a los controles (Basu A, et al., Nutr Res. 2010; 30:462-469). Estos hallazgos respaldan los resultados de un estudio previamente publicado de cuatro semanas con 16 mujeres con síndrome metabólico, donde se mostró que la suplementación con fresas tuvo el efecto de bajar el colesterol y disminuyó la peroxidación lipídica a las cuatro semanas frente a la referencia (Basu A, et al., Nutr J. 2009; 8:43). En un estudio diseñado para evaluar los efectos de agregar fresas como fuente de antioxidantes a fin de mejorar el efecto antioxidante general de una dieta para bajar el colesterol, los investigadores notaron que cuando se añaden alrededor de tres tazas de fresas frescas a la dieta (una libra por 2,000 calorías), la palatabilidad de la dieta mejoraba sin a la eficacia de la reducción de lípidos en sangre o presión arterial. Además, los investigadores concluyeron que la suplementación con fresas era eficaz para reducir la oxidación del LDL circulante, lo que sugiere una función de coadyuvante en la disminución del riesgo de enfermedad de las arterias coronarias (Jenkins DJ, et al., Metabolism Clinical and Experimental. 2008; 57:1636-1644). Los resultados de un estudio cruzado, aleatorio y controlado con placebo durante 12 semanas en 24 adultos con sobrepeso e hiperlipidémicos diseñado para probar el efecto de las fresas en hiperlipidemia posprandial y niveles de colesterol oxidado de lipoproteínas de baja densidad (LDL) 5 mostró que el consumo de fresas se asociaba a beneficios tanto agudos como crónicos. Tras ingerir el equivalente a unas tres cuartas tazas de fresas frescas al día (10 g de polvo de fresa liofilizada como bebida de fresa), la lipemia posprandial y la oxidación del LDL eran significativamente menores cuando las fresas se consumían con un alimento con contenido de grasa. Al ingerirse diariamente por seis semanas, el suplemento de fresa demostró un efecto persistente benéfico en la lipemia posprandial con los niveles totales de colesterol, triglicéridos y LDL 5%, 14% y 5% más bajos respectivamente, en personas que consumieron las fresas frente a quienes recibieron el placebo. Estos resultados respaldan la relevancia de ingerir fresas de manera cotidiana, una fruta rica en compuestos polifenólicos, como estrategia prudente para mantener el equilibrio oxidativo (Burton-Freeman B, et al., J Am Coll Nutr. 2010; 29:46-54). de fresas influyó positivamente en los perfiles de lípidos al reducir significativamente los niveles de colesterol total, el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y triglicéridos en 8.78%, 13.72% y 20.80% respectivamente. El colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL) no cambió. La intervención de las fresas también mejoró los biomarcadores antioxidantes y tuvo un efecto positivo en las defensas antihemolíticas y la función plaquetaria (Alvarez-Suarez JM. J Nutr Biochem. 2014; 25:289-294). Los resultados de un estudio que analiza el historial de ingesta dietética de aproximadamente 27,000 mujeres que participaron en el Estudio de la Salud de la Mujer que duró una década muestran que las mujeres con una ingesta mayor de fresas (dos o más porciones a la semana) tenían más probabilidades de seguir una dieta favorable a la salud del corazón. En promedio, las mujeres en el grupo de la mayor ingesta de fresas comieron alrededor del doble de porciones de frutas y verduras cada día que las mujeres en el grupo de menor ingesta. Además, quienes consumieron más fresas tenían menos probabilidades de tener niveles elevados de proteína C reactiva (un biomarcador de inflamación) que aquellas que reportaron no haber comido ni una en el mes previo (Sesso HD, et al., J Am Coll Nutr. 2007; 26:303310). Los investigadores evaluaron los efectos protectores de las fresas en la salud cardiovascular al agregar alrededor de tres tazas y media (500 g) de fresas frescas a la dieta diaria de 23 mujeres y hombres sanos durante un mes. Los resultados mostraron que la ingesta 6 LAS FRESAS Y LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER Las fresas son una extraordinaria fuente de vitamina C y una buena fuente de fibra dietética. Según el informe experto del American Institute for Cancer Research (AICR) titulado Alimentos, nutrición, actividad física y la prevención del cáncer: una perspectiva global, es probable que los alimentos con alto contenido de vitamina C protejan del cáncer de esófago; además, hay evidencias convincentes de que la fibra dietética reduce el riesgo de cáncer colorrectal. cáncer de piel, de vejiga, pulmonar, de esófago y de mama. Las investigaciones indican que el ácido elágico actúa como antioxidante, ayuda a desactivar carcinógenos específicos y ayuda a ralentizar la reproducción de las células cancerosas. Una porción (una taza) de fresas contiene aproximadamente 63 mcg de ácido elágico. En estudios en animales la quercetina, un flavonoide encontrado en las fresas, ha demostrado inhibir los cánceres inducidos químicamente en pulmón, lengua, colon, glándulas mamarias y boca, y en modelos celulares humanos se ha visto que inhibe el crecimiento de las células de cáncer de próstata y mama. Además de vitamina C y fibra dietética, las fresas contienen una amplia variedad de flavonoides que emplean una gama similar de estrategias contra el cáncer. Se cree que los bioactivos de las bayas tienen un efecto anticáncer porque reducen y reparan los daños provocados por la inflamación y el estrés oxidativo, rastrean los radicales libres y protegen las membranas celulares de la peroxidación lipídica, y porque regulan las enzimas, varios factores de transcripción y crecimiento, y vías de señalamiento subcelular. Los resultados de estudios preliminares en fresas (como polvo de fresa liofilizada y extractos de fresa) en modelos celulares y animales son prometedores al demostrar efectos anticarcinogénicos. Un estudio de cultivo celular con dos variedades de fresa liofilizada agregadas a dos tipos de células de cáncer de mama y dos tipos de células de cáncer cervical muestra que ambas variedades Ciertos estudios en animales in vitro e in vivo han demostrado las propiedades anticáncer de los extractos de bayas y los fenoles que contienen. Las fresas son ricas en ácido elágico, sustancia que en estudios de laboratorio ha mostrado tener la capacidad de prevenir 7 de fresa inhibieron significativamente el crecimiento de los dos tipos de células de cáncer cervical. Las dos variedades también inhibieron los dos tipos de células de cáncer de mama, aunque una de ellas fue más potente que la otra. La investigación de los efectos de las fresas en la formación de tumores en un modelo animal de cáncer oral ha mostrado que la incorporación de fresas en la dieta (como fresas liofilizadas) es efectiva para inhibir el desarrollo de cáncer oral en un entorno experimental. De los 36 participantes en el estudio que consumieron el equivalente a alrededor de cuatro tazas de fresas frescas al día (60 g de polvo de fresa liofilizada como bebida de fresa) durante seis meses, los resultados de especímenes de biopsia antes y después del consumo de las fresas revelaron que 29 de ellos experimentaron una disminución en el grado histológico de las lesiones precancerosas durante el estudio. Los resultados muestran que el consumo de fresas ralentizó el avance del crecimiento precanceroso y redujo los eventos moleculares relacionados con el cáncer. Los investigadores sugieren que las fresas podrían ser una alternativa o trabajar conjuntamente con otros medicamentos quimiopreventivos en la prevención del cáncer esofágico (Chen T, et al., Cancer Prev Res. 2012; 5:41-50). En un estudio internacional realizado en provincias de China donde la población tiene el mayor riesgo de cáncer esofágico en el mundo, un grupo de investigadores que analiza el efecto de la ingesta de fresas en pacientes con lesiones esofágicas precancerosas encontró que el consumo diario de fresas suprimió varios biomarcadores implicados en la carcinogénesis esofágica, incluida la proliferación celular, la inflamación y la transcripción genética. LAS FRESAS Y LA FUNCIÓN COGNITIVA El deterioro de la función cognitiva relacionado con el envejecimiento se ha asociado tanto al estrés oxidativo como a la inflamación. Tal deterioro se manifiesta como alteraciones de la función motora y el comportamiento cognitivo. Las alteraciones de la función motora pueden incluir disminución del equilibro, la fuerza muscular y la coordinación, mientras que los déficits cognitivos incluyen pérdida de la memoria y la capacidad de aprendizaje. Además de la evidencia sustantiva que respalda los efectos protectores de las 8 bayas en el comportamiento en modelos animales de envejecimiento, los efectos de las fresas en la salud humana siguen investigándose para determinar su capacidad de ralentizar o prevenir la degeneración neurológica asociada a la vejez. fresas (≥dos porciones por semana) se asociaba con menores tasas de dicho deterioro, aparentemente retrasando el envejecimiento cognitivo hasta 2.5 años. Los investigadores concluyeron que una simple recomendación sobre la dieta, como aumentar el consumo de bayas, podía tener significativas implicaciones en la salud pública de los adultos mayores (Devore EE, et al., Ann Neurol. 2012; 72:135-143). Un artículo de reseña elaborado por investigadores del Human Nutrition Research Center on Aging USDA (por sus siglas en ingles)de la Universidad de Tufts identificó que los compuestos fenólicos, particularmente las antocianinas que se encuentran en las fresas y otras bayas, tienen potentes efectos antioxidantes y propiedades antinflamatorias. Estos compuestos pueden tener un efecto directo en el cerebro y ayudar a modular los déficits conductuales relacionados con el envejecimiento. La investigación preclínica en modelos animales ha demostrado los efectos de estos fitoquímicos en una mejor cognición y control motor. (Miller MG, et al., J Agric Food Chem. 2012; 60:5709-5715). Varios investigadores de la Universidad de Harvard y la Facultad de Medicina de Norwich de la Universidad de East Anglia en el Reino Unido analizaron los datos de 49,281 hombres en el Estudio de Seguimiento Profesional de Salud y 80,336 mujeres del Estudio de Salud de las Enfermeras para analizar el consumo de flavonoides de cinco principales fuentes de alimentos ricos en estas sustancias, y encontraron una asociación significativa entre el consumo de antocianinas y una fuente dietética rica en esta subclase de flavonoides, las bayas, con un menor riesgo de padecer párkinson en hombres. Se realizó un estudio observacional de la asociación entre el consumo de bayas y flavonoides como parte de la dieta en el largo plazo y el deterioro cognitivo en una muestra de 16,010 mujeres de 70 años o más que participaron en el Estudio de Salud de las Enfermeras. Además de encontrar mayores consumos de antocianinas y flavonoides totales relacionados con menores tasas de deterioro cognitivo, los investigadores encontraron que un mayor consumo de Los hombres que consumieron una porción de bayas a la semana tenían 25% menos probabilidades de desarrollar la enfermedad que aquellos que no las comieron o consumieron pocas (Gao X, et al., Neurology. 2012; 78:1138-1145). 9 intervención de la fresa equivalente a cuatro porciones de fresas al día (como polvo de fresa liofilizada) y a los demás una intervención de control. Después de las tres semanas con la intervención de las fresas se observó una disminución en los niveles de colesterol en la sangre de alrededor del 4% comparada con la dieta de control, así como alteraciones positivas en subfracciones de lípidos. Estas observaciones indican que las fresas tendrían una función como estrategia dietética para reducir el riesgo de contraer enfermedades relacionadas con la obesidad (Zunino SJ, et al., Br J Nutr. 2012; 108:900-909). LAS FRESAS Y LOS PROCESOS INFLAMATORIOS Hay nuevas evidencias donde se reconoce la magnitud de la relación entre la inflamación crónica y la obesidad con el desarrollo de una serie de padecimientos crónicos, entre ellos enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2 y el cáncer. Los estudios siguen mostrando una asociación positiva entre el consumo de fresas y la salud cardiovascular, así como el papel de la fruta en la mediación de la respuesta inflamatoria. En un estudio diseñado para medir los efectos protectores del consumo de fresas en los biomarcadores del estrés oxidativo e inflamatorio con una comida alta en carbohidratos y grasa, hizo un estudio aleatorio en 24 adultos con sobrepeso para que recibieran el equivalente de alrededor de tres cuartos de taza de fresas frescas al día (10 g de polvo de fresa liofilizada como bebida de fresa) o una bebida placebo durante seis semanas. Los resultados mostraron que el consumo de fresas influyó positivamente en las señales de respuesta al estrés inducidas por los alimentos asociados a la inflamación y la actividad fibrinolítica, medida con marcadores IL-1B y trombóticos (PAI-1), lo que indica que la inclusión cotidiana de las fresas en la dieta como fruta rica en polifenoles podría influir en la reducción del riesgo de contraer la Se realizó un estudio piloto cruzado, aleatorio y doble ciego de siete semanas a fin de determinar el efecto de las fresas en los mediadores inflamatorios y los perfiles de lípidos en sangre en personas obesas. Se dio a 20 adultos obesos sanos una dieta preparada de tres comidas al día durante siete semanas que representaba la típica dieta estadounidense promedio con una 10 enfermedad y favorecer la preservación de la salud cardiovascular (Ellis CL, et al., J Atheroscler Thromb. 2011; 18:318-327). EL PANORAMA DE LA CIENCIA DEDICADA AL ESTUDIO DE LAS FRESAS La California Strawberry Commission (Comisión para las Fresas de California) ha financiado más de $2.5 millones en investigaciones sobre nutrición y salud desde 2003. Las próximas investigaciones han sido diseñadas para comprender aún más el potencial que tienen las fresas de influir positivamente en la salud humana. A continuación mencionamos algunos ejemplos de estudios que se encuentran en curso. Otro estudio analizó los efectos metabólicos posprandiales del consumo de fresas en adultos con sobrepeso al darles el equivalente a alrededor de tres cuartos de taza de fresas frescas (10 g de polvo de fresa liofilizada como bebida de fresa) o una bebida placebo junto con una comida alta en carbohidratos y moderada en grasa. Los resultados mostraron que se redujeron significativamente las respuestas inflamatorias con la intervención de la fresa medida por proteína C reactiva de alta sensibilidad e Interleukin 6, junto con una significativa reducción de la respuesta posprandial a la insulina. Los investigadores concluyeron que el alto contenido de polifenoles de las fresas, además de su glutatión y alto contenido de vitamina C influyó en la mediación de la respuesta inflamatoria y redujo resistencia de insulina (Edirisinghe I, et al., Br J Nutr. 2011; 106:913-922). Puesto que la hipertensión afecta a uno de cada tres estadounidenses con más de 20 años de edad, identificar estrategias de dieta que ayuden a normalizar la presión arterial y mejorar la función vascular en las primeras etapas de la enfermedad puede brindar un enfoque seguro y efectivo de estilo de vida a fin de prevenirla. Las fresas constituyen una rica fuente de un conjunto de compuestos fenólicos y sus efectos aditivos y sinérgicos pueden investigarse mediante el estudio de la fruta entera. Las investigaciones en curso en el área de la salud cardiovascular a cargo del Dr. y dietista registrado Bahram H. Arjmandi en la Universidad Estatal de Florida, Tallahassee, analizan los efectos del consumo de fresas en la función vascular y la presión arterial en mujeres que ya pasaron la menopausia y padecen de prehipertensión e hipertensión en etapa 1. 11 Más de la tercera parte de los niños y adolescentes son obesos o sufren de sobrepeso, por lo que tienen mayores probabilidades de estar en riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, como el colesterol alto y la alta presión arterial. Se sabe que los flavonoides mejoran la función endotelial, lo que explicaría, en parte, sus beneficios para la salud cardiovascular. La investigación que dirige el Dr. Carl L. Keen en el Departamento de Nutrición de la Universidad de California, Davis, analiza el papel del consumo de fresas en la reactividad y la función vascular en adolescentes varones con sobrepeso. Más información científica, datos sobre nutrición y recetas para cocinar con fresas de California están disponibles en: www.CaliforniaStrawberries.com Subscríbase y reciba información actualizada sobre los resultados de las investigaciones dedicadas al aporte nutricional de las fresas: www.StrawberryNutritionNews.com Los científicos siguen identificando estrategias basadas en la dieta y el estilo de vida para ayudar a preservar el desempeño de las funciones motoras y de memoria durante el envejecimiento, estrategias que incluyen los beneficios de las frutas y verduras para la salud, específicamente los efectos regionales de los polifenoles en el cerebro. La Dra. Barbara Shukitt-Hale, del USDA Human Nutrition Research Center on Aging de la Universidad de Tufts en Boston, está investigando la evaluación de los efectos positivos del consumo de fresas en la movilidad y la cognición de los adultos mayores. 12 LAS FRESAS DE CALIFORNIA: NUTRICIÓN QUE SABE RICO Las investigaciones sobre los patrones de consumo en el país señalan que las fresas son la fruta predilecta de los estadounidenses. De manera específica, es más probable que los escolares elijan comer fresas si se les da a escoger entre otras frutas, como manzanas, plátanos, uvas, peras y melones. 13 TOSTADA DE FRESAS Ingredientes 2½ tazas (alrededor de 3/4 de libra) de fresas de California frescas, sin rabito y cortadas en cuartos ½ libra de jícama pelada y cortada en cubos de ½ pulgada ½ taza de cilantro picado 1 cucharadita de chiles jalapeños picados 2 cucharadas de jugo de limón verde 1 libra de aguacates pelados y sin hueso, cortados en cubos de ½ pulgada Sal 6 (de 6 pulgadas) tortillas de maíz amarillo Chile piquín 6 cucharadas de queso fresco desmenuzado 6 ramitas de cilantro 1 limón verde cortado en 6 trozos Instrucciones Caliente el horno a 400° Fahrenheit. En un tazón grande mezcle las fresas, la jícama, el cilantro, los chiles y el jugo de limón. Agregue el aguacate e incorpore gentilmente. Sazone con sal. Coloque las tortillas formando una sola capa sobre la charola del horno. Tuéstelas durante unos 10 minutos o hasta que estén crujientes y empiecen a dorarse. Sirva 1 taza de la mezcla de fresa en el centro de cada tortilla. Espolvoréelas con chile piquín y 1 cucharada de queso fresco. Adorne con 1 ramita de cilantro y 1 trocito de limón. Por porción: 252 calorías; 14 g grasa; 5 mg colesterol; 63 mg sodio; 30 g carbohidratos; 8 g fibra; 5 g proteína 14 ENSALADA DE FRESAS Y HABAS CON PECORINO Ingredientes Sal kosher o sal de mar 2 tazas de habas peladas (unas dos libras con vaina) 2 cucharadas de aceite de olivo extra virgen 2 cucharadas de vinagre balsámico 2 cucharadas de jugo de limón amarillo 2 tazas de fresas de California frescas, sin rabito y cortadas en cuartos Pimienta negra molida gruesa 3 tazas de arúgula Queso pecorino Instrucciones En una olla grande caliente a fuego alto 2 cuartos de agua hasta que hierva. Añada una pizca de sal y las habas. Hierva durante 1 minuto, escurra y enfríe las habas en agua helada. Escurra nuevamente y pellizque por un extremo para retirar la cáscara dura de las habas más grandes (la cáscara de las habas pequeñas no suele ser difícil de retirar). Deseche las cáscaras. Bata e incorpore el aceite de oliva, el vinagre y el jugo de limón. En un tazón grande sazone las habas peladas y las fresas con sal y pimienta. Añada la arúgula y suficiente aderezo para cubrir ligeramente la ensalada. Mezcle con cuidado y sirva en una ensaladera o 6 platos para ensalada. Con un pelador de vegetales corte rebanadas de queso y sirva generosamente sobre la ensalada. Muela un poco más de pimienta para terminar. Por porción: 232 calorías; 8 g grasa; 10 mg colesterol; 172 mg sodio; 32 g carbohidratos; 1 g fibra; 15 g proteína 15 LASSI DE FRESA Ingredientes 1½ tazas (unas 8 onzas) de fresas de California frescas, sin rabito y cortadas por la mitad 1 taza de yogurt natural, leche reducida en grasa o entera ½ taza de cubos de hielo ½ cucharadita de cardamomo molido ¼ cucharadita de jengibre molido Instrucciones Licúe todos los ingredientes en la licuadora a velocidad alta hasta obtener una consistencia espumosa; vierta en dos vasos de 12 onzas y sirva inmediatamente. Por porción: 119 calorías; 1.6 g grasa; 7 mg colesterol; 97 mg sodio; 20 g carbohidratos; 2 g fibra; 8 g proteína 16 REFERENCIAS ADICIONALES Smith WA, et al. Mutat Res. 2001;480(SI):97-108. Smith-Warner SA, et al. Int J Cancer. 2003;107:1001-1011. Salud cardiovascular Steinmetz KA, et al. Cancer Res. 1993;53:536-543. Appel LJ, et al. N Engl J Med. 1997;336:1117-1124. Stoner GD, et al. Toxicol Studies. 1999;52(suppl):95-100. 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