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HÁBITOS NUTRICIONALES Y SOCIALES QUE INFLUYEN EN LOS ADOLESCENTES DE ALCORCÓN Proyecto (PBL) “Nutrición y Salud” “Quiero dar las gracias a todos los profesores implicados en este apasionante proyecto y sobre todo, a los alumnos que, en definitiva, son los verdaderos protagonistas de dicha aventura”. ¡Gracias profes!! ¡Enhorabuena chavales!! Tabla de contenido 1 -. Resumen 3 2 -. Introducción 3 3 -. Antecedentes y estado actual 4 4 -. Objetivos 7 5 -. Material y métodos 7 6 -. Resultados 8 7 -. Discusión 13 8 -. Conclusiones 16 Referencias bibliográficas 18 Anexos 21 Índice de tablas Tabla 5.1 Valoración en puntos de los hábitos nutricionales de cada encuestado. 7 Tabla 5.2 Puntos de corte del IMC para definir sobrepeso y obesidad. 8 Tabla 6.1. Gráfico y Tabla de hábitos nutricionales por sexo 9 Tabla 6.2. Tabla de IMC por sexo y categorías. 9 Tabla 6.3. Consumo de alimentos en relación a su IMC. 10 Tabla 6.5. Comidas. 12 Tabla 6.7. Ejercicio físico en relación con el IMC y los Hábitos Nutricionales. 13 Tabla 7.1. IMC frente a puntuación encuesta 13 Tabla 7.2. Puntuaciones medias obtenidas por cada grupo de IMC. 14 2 1-.Resumen Objetivos: evaluar los hábitos nutricionales y sociales del adolescente y su relación con el estado nutricional. Material y métodos: se realizó un estudio transversal descriptivo en estudiantes de ESO y Bachillerato del Colegio Santísima Trinidad en Alcorcón (Madrid); el cuestionario aplicado incluía los ocho grupos de alimentos. Variables: edad, sexo, hábitos nutricionales, peso, talla, índice de masa corporal, estado nutricional y hábitos sociales. Análisis de datos: estadística descriptiva y coeficiente de Spearman. Resultados: se entrevistaron 300 adolescentes entre 12 y 18 años de edad, 58% chicos y 42 % chicas; los hábitos nutricionales de acuerdo a la evaluación de la encuesta fueron de muy buenos a regulares en el 67,2 % (A, B, C). El 16,8 % refirió hacer tres comidas al día, mientras que el 81% realizaba más de tres comidas. Conclusiones: estos resultados demuestran que los hábitos nutricionales no están relacionados estadísticamente con el estado nutricional; sin embargo, se observó que cuando los hábitos son deficientes el adolescente presenta desnutrición, sobrepeso u obesidad. Palabras clave: adolescencia, obesidad, sobrepeso, alumnos. 2-.Introducción Las poblaciones de los países subdesarrollados fallecen de hambre. Las poblaciones de países desarrollados fallecen por exceso de alimentación. El inicio del proceso patológico, la obesidad, se inicia cada vez más frecuentemente en la infancia. De tal magnitud es el problema que se considera que en la población infantil y juvenil, los escolares prepuberales son un grupo de riesgo y clave para la prevención de la obesidad (5). La obesidad y el sobrepeso, junto con las enfermedades que las complican, se han convertido en un azote para las poblaciones desarrolladas de carácter epidémico. El sobrepeso y la obesidad son los mayores factores de riesgo para una buena parte de enfermedades crónicas, siendo responsable de alrededor del 80% de casos de obesidad tipo II en adultos, del 35% de casos de cardiopatía isquémica y del 55% de casos de hipertensión arterial en adultos de países europeos (17). La adolescencia es el periodo en el que se establecen los hábitos alimentarios, madura el gusto, se definen las preferencias y las aversiones pasajeras o definitivas, constituyendo la base del comportamiento alimentario para el resto de la vida. En esta etapa las condiciones ambientales, familiares, culturales y sociales tienen una importante influencia para la definición de la personalidad alimenticia, de la cual 3 dependerá el estado nutricional (22, 27). La adolescencia se caracteriza por ser un periodo de maduración física y mental, en consecuencia, los requerimientos nutricionales en esta etapa se incrementan variando de acuerdo al sexo y al individuo (42, 51). Los problemas alimenticios comunes en los adolescentes pueden conducir a trastornos tales como la bulimia, anorexia nerviosa, desnutrición, sobrepeso y obesidad; estos trastornos pueden ser causados por el sedentarismo, cambios en el estilo de vida y el auto concepto que se refleja en la percepción errónea del cuerpo al querer parecerse a los arquetipos difundidos por los medios de comunicación. Otras causas se refieren a que este grupo de edad está sometido a horarios escolares rígidos y actividades extraacadémicas. Algunos jóvenes -de nivel socioeconómico bajoemplean sus escasos recursos económicos para cubrir las necesidades mínimas familiares, lo cual en ocasiones genera la omisión de algunas comidas, especialmente el desayuno, situación que favorece la presencia de malos hábitos nutricionales (16, 33). Los resultados de algunos estudios refieren como origen de este problema el incremento en la independencia familiar, el deseo de verse aceptados por círculos de adolescentes y el acoso publicitario de alimentos “basura”, situación que ha generado patrones alimentarios erróneos (42, 29). El objetivo del presente estudio es evaluar los hábitos nutricionales y sociales del adolescente y su relación con el estado nutricional, para de acuerdo a los resultados, realizar programas de prevención primaria y promoción de la salud, que ayuden a mejorar la nutrición de esta población, favoreciendo así el crecimiento y desarrollo normal del individuo. 3-.Antecedentes y estado actual La obesidad es una enfermedad del metabolismo energético de carácter crónico, en cuya génesis intervienen múltiples factores entre los que destacan un componente genético y un componente ambiental que determinan un mal balance entre la ingesta de calorías y el gasto energético a favor del primero. Se caracteriza por un exceso de grasa corporal con un aumento del peso y del volumen corporal. Tanto la composición de los alimentos como su riqueza y accesibilidad hacen que la energía ingerida supere la demanda metabólica. Una demanda también reducida por las condiciones ambientales en las que se desarrolla la vida de los niños y jóvenes. Los alimentos ricos en grasa (que aumenta la palatabilidad y transferencia de sabor y aroma) que para ser asequibles son industrialmente producidos a base de grasas (saturadas y trans) de un coste menor que las tradicionales (monoinsaturadas y cis), y la aparición de alimentos con azúcares de absorción rápida (dulces) frente a los de absorción lenta (almidones) no compensan la pobreza proteica relativa de la dieta de nuestros jóvenes. La abundancia y la facilísima accesibilidad a esos alimentos hacen que, tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo, la dieta sea excesiva. 4 Por otra parte, el gasto de energía de los jóvenes y niños es escaso, pese a que haya multitud de actividades extraescolares, puesto que el juego con movimiento, tan habitual y prolongado en épocas menos desarrolladas, está reducido al mínimo, sustituido por los juegos sin movimiento (de ordenador o consola, o trabajo escolar para casa o actividad extraescolar sin gasto de calorías). Conceptualmente la obesidad es una enfermedad caracterizada por el exceso de grasa corporal. La dificultad radica en el establecimiento de las cifras de grasa corporal que se consideran fuera de la normalidad. En adultos se utilizan valores absolutos de índice de masa corporal (IMC) por encima del 12 al 20% en varones y del 20 al 30% en mujeres adultas (47). En las edades infantil y juvenil los criterios diagnósticos se complican y, aunque existen diversos métodos (pliegues cutáneos, bioimpedancia eléctrica, absorción dual de rayos X y resonancia magnética) (57), el más utilizado clínica y epidemiológicamente es el que relaciona edad, sexo, peso, talla e IMC (49). Tradicionalmente, aun a pesar de la falta de acuerdo al respecto (13), se han utilizado para el cálculo del exceso de peso los puntos de corte correspondientes a los percentiles 85 para sobrepeso y 97 para obesidad por edad (anual) y sexo de IMC según los valores publicados por Hernández, et al.(30), citado por Serra-Majem, et al (49). La prevalencia de obesidad en España es del 13,9% según el percentil 97 de las tablas de Hernández, et al (28), citado por Serra-Majem, et al (49). La prevalencia de sobrepeso y de obesidad es del 26,3% y la prevalencia de sobrepeso es del 12,4%. La prevalencia de obesidad es mayor en varones (15,6%) que en mujeres (12,0%) y también el sobrepeso. La obesidad es superior en edades más jóvenes (6-13 años). La prevalencia de sobrepeso y obesidad en chicos y chicas de 13 y 15 años es inaceptablemente alta en Europa. Todos los países muestran una gran proporción de chicos y chicas con sobrepeso. Lamentablemente, los datos aportados por la Organización Mundial de la Salud para los países europeos sitúan a España como el segundo de 32 países, tras Malta, en sobrepeso, incluyendo obesidad, en niños y niñas de 13 años y con un 25 y 12% respectivamente de prevalencia, y el cuarto en sobrepeso, incluyendo obesidad, en niños y niñas de 15 años, con un 21 y 12% respectivamente de prevalencia (17). Por tanto, prevalencia de obesidad en niños y adolescentes aumenta en forma alarmante en todo el mundo (62, 34). En EE.UU. Gortmaker y cols. encontraron un incremento de sobrepeso de un 39 % y de un 64% de obesidad en niños entre 12 y 17 años de edad entre 1976 a 1980 (34, 25, 56). Dietz y cols., en una evaluación de 6 estudios nacionales representativos, encontraron que la prevalencia de sobrepeso iba de 5 a 18% y de obesidad entre 0.1 y 4% hasta los 18 años de edad (61). Se ha relacionado a la obesidad en niños y adolescentes con un incremento en todas las causas de morbimortalidad en la edad adulta (dislipemia, HTA, intolerancia glucosa,..). Además de las consecuencias para la salud, inmediatas y a largo plazo, la obesidad en niños y adolescentes tiene efectos psicosociales importantes. La aceptación en los 5 grupos sociales es menor para los obesos, y las mujeres obesas tienen más obstáculos para conseguir empleo (19, 12). Los niveles de autoestima son más bajos en las adolescentes obesas (53, 21). Se calcula que 1/3 de los niños obesos en edad preescolar, y que la mitad en edad escolar serán adultos obesos, además la presencia de obesidad en niños mayores de 3 años es un predictor importante para el desarrollo de obesidad en la edad adulta (61). Se postula que el aumento de peso representa la interacción entre factores genéticos con un medio ambiente que propicia el sedentarismo y un elevado consumo de calorías. En relación con el factor genético, se ha establecido que su principal papel estaría relacionado con los grados más extremos de obesidad, donde el riesgo de los descendientes de familiares con obesidad de tipo II o III aumenta 8 veces (31). El rápido incremento en la prevalencia de obesidad en etapas tempranas de la vida enfatiza el rol de los factores ambientales, ya que cambios genéticos no pueden producirse en tan corto tiempo (54, 45, 7). La obesidad en los padres favorece la aparición de la misma en los niños (54, 38, 35, 31, 60). Se ha observado en estudios de seguimiento a largo plazo que los niños que pasan mayor cantidad de tiempo frente al televisor, o la computadora tienen mayores aumentos del Índice de Masa Corporal (IMC), así como los que incrementan el ingreso calórico (6, 14). Los mecanismos postulados para el aumento del IMC al mirar televisión se relacionan con una disminución del gasto energético al disminuir notablemente la actividad física, y un incremento del ingreso calórico ya sea mientras mira televisión o como consecuencia de la publicidad (14, 43). La influencia de la actividad física en el peso y contenido de grasa corporal de los adolescentes es controvertido. Existen estudios que indican que los jóvenes con sobrepeso son menos activos que sus pares no obesos (40), otros estudios encontraron que los adolescentes obesos son más activos que los no obesos (38), mientras que otros grupos de investigadores no encontraron relación entre los niveles de actividad física y el peso corporal (32), y otros estudios nos indican que existe una significativa relación inversa entre actividad física e índices de obesidad (18), comprueban la eficacia del ejercicio físico para el aumento de la pérdida de grasa corporal (18, 23). Personas que se ejercitan regularmente consiguen alcanzar mejores resultados en la pérdida de masa corporal que los que no realizan ningún tipo de actividad física. Los efectos combinados de la transición hacia un estilo de vida sedentario, la reducción de la práctica de actividad física y los cambios en la dieta con un aumento de la ingesta calórica, han tenido como consecuencia una epidemia de sobrepeso/obesidad en todas las sociedades desarrolladas (59). Esta epidemia no afecta sólo a la población adulta sino que se ha puesto de manifiesto en la población infantil, aumentando drásticamente en los últimos años (1). El estudio enKid (49), realizado entre 1998 y 2000 sobre una muestra aleatoria representativa de la población española con edades entre 2 y 24 años, ha permitido conocer la prevalencia de los problemas de exceso de peso en la población infantil y juvenil española. 6 4-.Objetivos Debido a la importancia que tienen para la salud pública, las tendencias crecientes de la obesidad en los niños debe ser estrechamente controlada. El presente estudio se diseñó con el objeto de conocer la prevalencia de obesidad y otros factores de riesgo cardiovascular en adolescentes entre 12 y 18 años en la ciudad de Alcorcón, y correlacionar los datos hallados con los antecedentes familiares, estilo de vida (sedentarismo, actividad física, hábitos alimentarios), presión arterial, diabetes y colesterolemia (analizado en la parte del trabajo de Riesgos Cardiovasculares). 5-.Material y métodos Se llevó a cabo un estudio en el Colegio “Santísima Trinidad” de Alcorcón (Madrid) entre el 3 de febrero y el de 1 marzo de 2016. Se realizó el estudio con alumnos de ESO (toda la etapa) y 1º y 2º de bachillerato. Para evaluar los hábitos nutricionales se aplicó una encuesta tipo escala de Likert, abordando la frecuencia semanal y/o diaria de la ingesta de los ocho grupos de alimentos básicos según la Food and Nutrition Board, National Academy of Sciences del National Research Council (46). Se tomaron en cuenta algunas costumbres alimentarias que sin pertenecer a la alimentación “cotidiana” podrían ejercer un papel importante en los hábitos de los adolescentes; las diecisiete primeras preguntas fueron calificadas puntuando con 5 puntos si la respuesta era un buen hábito nutricional, con 0 puntos si la respuesta era un hábito nutricional malo y con valores intermedios de 1 y 3 los hábitos nutricionales regulares. También se puntuaron con 1 y 0 si era un hábito nutricional bueno o malo las preguntas 13 y 14 que reflejaban lo que regularmente desayunan y cenan los alumnos encuestados; por último, asimismo, estas diecisiete primeras preguntas fueron ponderadas según un valor por la importancia de la misma a nivel nutricional, dicha ponderación consistió en multiplicar dicha pregunta por 1, 2 ó 3 puntos (Ver anexo). El máximo valor de la encuesta se estima en 225 puntos y con este valor creamos 5 rangos para calificar a cada alumno en qué situación se encuentra en base a sus hábitos nutricionales. Dichos valores son: RANGO VALOR PUNTOS MUY SALUDABLE SALUDABLE NORMAL POCO SALUDABLE NO SALUDABLE A B C D E >= 160 Puntos >= 140 Puntos < 140 - >= 110 Puntos < 120 - >= 80 Puntos <= 80 Puntos Tabla 5.1 Valoración en puntos de los hábitos nutricionales de cada encuestado Esta encuesta fue validada por un grupo de expertos nutriólogos y médicos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid (U.N.E.D.). 7 La encuesta incluye 3 partes: 1ª Hábitos Nutricionales: ingestas diarias (desayuno, comida y cena), consumo de leche y derivados (queso y yogur), alimentos proteicos: carnes rojas y blancas, pescados y embutidos, alimentos principalmente compuestos por hidratos de carbono (pan, cereales, repostería, dulces, pasta, arroz, pizza, hamburguesas y legumbres), alimentos ricos en vitaminas, minerales y oligoelementos (verdura, ensalada, fruta y frutos secos), esta parte es la que está evaluada con puntos; 2ª Hábitos sociales: el lugar donde se realizaban las ingestas y con quien las realizan, cuánto tiempo tardan en realizar dichas ingestas, si trabajan o no sus padres, si realizan algo especial para cuidar su alimentación, si es igual dicha alimentación entre semana y los fines de semana, si están contentos con su peso, que razones tienen para llevar una alimentación sana, la práctica de algún deporte, horas de T.V/Ordenador/Consola al día y; 3ª Problemas Cardiovasculares del propio alumno y sus familiares (analizado en el trabajo del Módulo 16). El estado nutricional se evaluó a través del indicador antropométrico índice de masa corporal (IMC), para el cual se tomaron valores de referencia los siguientes parámetros para definir el sobrepeso u obesidad en hombres y mujeres entre 16-18 años, utilizándose para ello las recomendaciones del reporte de la International Obesity Task Force (61) , se obtuvo dividiendo el peso en kg entre la talla en metros elevado al cuadrado, siendo delgado si el valor era menor de 20, normal cuando este se encontraba entre 20-24,9, en sobrepeso cuando el valor era entre 25-29,9 y por último obesidad cuando el valor era mayor a 30, de acuerdo con la Heath Examination Survey and First Nacional Meath and Nutrition Examination Survey (46) y la postura desarrollada por el Centro Nacional para estadísticas de Salud en colaboración con el Centro Nacional para prevenir Enfermedades Crónicas y Promoción para la Salud (55). Se utilizó una báscula con estadiómetro, pesando y midiendo a los adolescentes descalzos y con ropa ligera. Las variables fueron: e d a d , sexo, hábitos nutricionales, peso, talla, IMC y estado nutricional. CALIFICACIÓN DELGADO NORMOPESO SOBREPESO OBESIDAD IMC <20 20 – 24,9 25 – 29,9 >30 Tabla 5.2 Puntos de corte del IMC para definir sobrepeso y obesidad 6-.Resultados Se entrevistaron a un total de 244 adolescentes, 58% chicos y 42% chicas con edades entre los 12 y 18 años. El 67,2% de los adolescentes encuestados sus hábitos nutricionales fueron clasificados de buenos a regulares (A, B, C). El porcentaje para el grupo de adolescentes con nutrición normal fue similar entre chicos y chicas (63,43% y 70,75%, respectivamente). 8 HÁBITOS NUTRICIONALES RANGO A B C D E 60% SEXO F 4,42% 39,01% 27,32% 17,60% 11,65% M 7,96% 6,23% 49,24% 28,79% 7,77% Total 6,59% 18,90% 40,77% 24,47% 9,27% 50% 40% 30% F 20% M 10% 0% A B C D E Tabla 6.1. Gráfico y Tabla de hábitos nutricionales por sexo Los valores de sobrepeso y obesidad fueron, en términos generales y respectivamente, de 16,47% y 10,85%, correspondiendo en cuanto a sexos un 26,2% en chicas y un 28% en chicos. IMC/SEXO IMC Delgado Normal Sobrepeso Obesidad SEXO F 29,36% 44,34% 8,91% 17,38% M 17,13% 54,90% 21,23% 6,74% Total general 21,86% 50,82% 16,47% 10,85% Tabla 6.2. Tabla de IMC por sexo y categorías A. Hábitosnutricionales: Este estudio demuestra que estadísticamente los hábitos nutricionales no están relacionados con el estado nutricional. En el 34% de la población estudiada los hábitos fueron malos, posiblemente por la ingesta de alimentos rápidos o comida basura, favorecida por las actividades a que se ven sometidos los adolescentes; New y Livingstone (36) lo atribuyen a los productos que se venden en los colegios lo cual evidentemente repercute en el estado nutricional. Los resultados fueron buenos a regulares (B, C) en el 59,6% de la población estudiada, porcentaje similar al de un artículo con estudiantes de secundaria (11) donde tuvieron un promedio de IMC de 22.6, menor al obtenido en este estudio de 22.9. El 33,74% de la población presentó una mala nutrición, de éstos, el 36% de los chicos y 29% de las chicas, porcentajes menores a los encontrados en otros estudios (11) del 42% de los chicos y 37% de las chicas, así como, a los reportados por Silva (52) del 47% en los primeros y 33% en las segundas; este tipo de resultados algunos lo atribuyen al sedentarismo y al tipo de dieta (10). El 9% total de los adolescentes presentaron desnutrición leve (E), si bien en cuanto a sexos el porcentaje es igual aunque cambiado al artículo de Briones y Cantu del 12% para el género masculino y 6% para el femenino (11) lo cual podría deberse a un tema cultural o de tradiciones y al estatus económico. Para la Food and Nutrition Board, National Academy of Sciences del National Research Council (42) los grupos de alimentos recomendados en la pirámide nutricional son los cereales, frutas, verduras, leche y derivados, carnes, legumbres, grasas y azúcares, mismos que refirieron consumir en nuestra encuesta. CONSUMO DE ALIMENTOS EN RELACIÓN A SU IMC ALIMENTOS LÁCTEOS BOLLERIA CHUCHERIAS VERDURA FRUTA LEGUMBRE CARNE PESCADO PATATAS FRITAS PASTA/ARROZ... LÍQUIDO BEBIDA AZUCARADA IMC DELGADOS NORMOPESO SOBREPESO OBESIDAD 65% 1 al día 0% come bollería 15% todos los días 51% 3-4 veces 70% más de 4 veces semana semana Siempre Toman poca Siempre toman 87% 1-2 veces 100% 1-2 veces semana semana Todos toman 3-4 veces semana, la diferencia está en el tipo de carne En general toman el 70% 1-2 veces semana 97%comeaveces 76%comeaveces 69%comeaveces Les gusta este alimento y lo comen más...no 50% 1-2 veces 70% 1-2 veces están pendientes del peso semana Semana Esgeneralizadoelbeber2omáslitrosaldía 77% los fines de 50% todos los días en Todos en mayor o menor medida toman semana las comidas Tabla 6.3. Consumo de alimentos en relación a su IMC CONSUMO DE ALIMENTOS EN RELACIÓN A SUS HÁBITOS NUTRICIONALES ALIMENTO LÁCTEOS BOLLERIA CHUCHERIAS A 66% 2 al día VERDURA FRUTA 85% toma mucha CARNE PESCADO PATATAS FRITAS PASTA/ARROZ... LÍQUIDO BEBIDA AZUCARADA HÁBITOS NUTRICIONALES C D E 64% todos los días. No hay ninguno que nunca coma. 22% todos los días 71% comen muy poca verdura 65% toman muy Poca No comen regularmente 60% nunca come 74% come 3-4 o +4 veces semana LEGUMBRE B Todos por lo general toman 1-2 veces semana legumbres 66% más de 4 veces semana Comen como 45%-65% comen pescado 3-4 veces a la mucho 1-2 veces semana semana 32% nunca 66%-86% las toman de vez en cuando, es decir, es un hábito generalizado 58% 1-2 veces 73% 3-4 veces Semana Semana 50% beben sólo 1 litro/día 55% todos los días Es generalizado el consumo en las comidas Tabla 6.4. Consumo de alimentos en relación a sus Hábitos Nutricionales 10 El consumo de frutas de manera habitual fue del 69% y el de verduras del 71 %. La ingesta de HC (pasta, arroz,..) ocurrió en el 100% (más de 2 veces semana 56%), la de lácteos en un 100% (2 o más de 2 unidades al día 79%). Las legumbres fueron consumidas, en un 94%, más de 2 unidades semanales, consumiéndose principalmente en el hogar; teniendo la dieta un patrón monótono y como el artículo de Álvarez y Restrepo en su estudio (3) nos dice que está constituido por un conjunto de alimentos que aportan un alto porcentaje de calorías (arroz, pasta, azúcar, leche, carne roja, chocolate, patata, aceite,.) por otra parte son productos al alcance de las familias de escasos recursos. La ingesta proteica (carnes, pescados) dio los siguientes resultados: la ingesta de carne es del 100% (más de 2 unidades 73%) y pescado es del 97% (más de 2 unidades 31%); donde están las diferencias en cuanto a la carne es en el tipo de carne consumida, donde los datos nos revelan que el 60% de los encuestados prefiere las carnes rojas que son más perjudiciales para la salud por la grasa saturada que poseen. Otra fuente de aporte de energía fueron los alimentos no convencionales y la comida basura, con una preferencia de 1.3 a 2 veces por semana en Estados Unidos (41); en nuestra población lo analizamos a la hora de cenar (hamburguesas, pizza) fue del 23% y 40% a diario. En cuanto a las bebidas azucaradas un 26% su consumo es diario, mientras que un 55% la bebe regularmente los fines de semana, Escuelas anglosajonas cuentan con maquinas expendedoras de alimentos entre ellas refrescos en el 98% (26, 46). Algunos artículos (58) reportan la preferencia de estos estudiantes por bebidas azucaradas, en lugar de zumos y leche; otros artículos (33) mencionan que el 38% de los jóvenes los consume todos los días, este fenómeno se ha visto favorecido por la mercadotecnia, poniéndolos al alcance de todos los individuos (30). También analizamos el consumo de bollería industrial y chucherías, siendo en cuanto al primero el consumo habitual en un 46% y del segundo en un 20%. Es de destacar, en los hábitos nutricionales de los encuestados el consumo de patatas, siendo muy significativo los datos que nos revelan que el 57% las consume preferiblemente fritas. En cuanto al habito de desayunar, destacaremos la ingesta preferente dentro del mismo de la leche (100%), al igual que la ingesta en un 50% de galletas en el desayuno; hábitos muy saludables como la ingesta de fruta (20%), cereales (43%) o tostadas (37%) son destacables. En la cena, destacaremos la ingesta de verdura (49%), pescado (66%), carne (63%), fruta (40%), pero también destacaremos que un 40% cena pizza hábito poco saludable, y más si su ingesta es por la noche, por ser un HC de alto índice glucémico. 11 B. Hábitossociales: Los resultados revelan que el 42% de los adolescentes de nuestro estudio comen solos o con los abuelos, el 61% sus padres trabajan y el 75% tarda en comer entre 10 y 20 minutos, estos tres datos nos reflejan hábitos nutricionales que influirán negativamente. Nº COMIDAS 3 Comidas 4 Comidas 5 Comidas + 5 Comidas % 16,81% 39,80% 37,86% 4,13% COMIDA DÓNDE SOLOS 36% ABUELOS 7% TIEMPO 10 min. 15.82% 20 min 69,99% Tabla 6.5. Comidas A su vez, el estudio refleja que los adolescentes no cuidan especialmente su alimentación, un 61% come lo que le pongan. Un dato interesante es que los fines de semana si aumentan la duración de las comidas un 60%, debido a que comen en familia y con menos prisa lo cual es positivo, si bien, va unido al dato que también los fines de semana se dan más caprichos un 65%. El 46% está contento con su peso, sobre todo los delgados y normopesos, pero llama la atención el 41% que desearía adelgazar, de los cuales el 17% más de 7 kilos (55% sobrepeso y 68% obesos). La encuesta refleja que las razones que mueven a los adolescentes a llevar una alimentación sana es muy variada, destacando el 35% para protegerse de problemas cardiovasculares o vivir más años, 30% les importa la condición física y en cuanto a la imagen es de destacar que para el 50% no es importante el ser atractivo. ALIMENTACIÓN SANA IMC PRIORIDADES DELGADOS ATRACTIVOS ESTADO FÍSICO SALUDABLE VIVIR MÁS AÑOS NO TENER E.C.V. >RENDIMIENTO NORMOPESO Poco importante SOBREPESO 1ª o última prioridad Poca importancia para todos en general. OBESIDAD Última prioridad destacada 67% 2ª prioridad HÁBITOS NUTRICIONALES A BCD E Poco valorada. La dan la importancia justa 45% 1ª prior. Algo importante para los delgados, pero en general, poco importante al ser muy jóvenes los encuestados. 64% 1ª 17% prioridad 34% 2ª prioridad Tabla 6.6. Prioridades de los adolescentes para llevar una alimentación sana en relación al IMC 12 4ª prior. En cuanto a la práctica de algún deporte o ejercicio un 23% no realiza actividad física y en cuanto a sexos hay un dato significativo entre chicos (41% más de 4 horas/semana) y chicas (29% 1-2 horas/semana); de estos son el 47% de los que tienen hábitos nutricionales malos los que nunca hacen ejercicio y, en cambio los que tienen hábitos saludables el 62% realiza 1-2 horas a la semana y un 37% más de 4 horas a la semana; si lo relacionamos con el IMC queda claramente reflejado que los sobrepeso y obesos son los que realizan menos ejercicio (ninguno más de 2 horas), en cambio el 65% de los delgados y normopeso realizan más de 2 horas a la semana. Silva nos dice en su artículo (55), que el sedentarismo es un factor que influye en el estado nutricional más en las chicas en esta población. Dato muy significativo y asociado a la práctica deportiva es las horas de TV/Consola/Ordenador que al día tienen los encuestados, un 50% está con las tecnologías entre 2 y más de 4 horas al día. EJERCICIO FÍSICO HORAS DE ACTIVIDAD IMC DELGADO NORMOPESO NO EJERCICIO 1-2 HORAS 47% 3-4 HORAS 65% Realiza + 2 horas SOBREPESO OBESIDAD Son los que menos realizan ejercicio 47% HÁBITOS NUTRICIONALES A BCD E 47% 62% +2 horas no realiza casi nadie +4 HORAS 37% Tabla 6.7. Ejercicio físico en relación con el IMC y los Hábitos Nutricionales 7-.Discusión Puntuación de la encuesta A continuación se muestra una gráfica donde se ven reflejadas las puntuaciones obtenidas en la encuesta en función del IMC así como los valores esperados y los límites superior e inferior (media ± desviación típica). 200 180 160 140 120 100 80 60 Valores obtenidos Límite superior Límite inferior Valores esperados 0 10 20 30 40 50 IMC Tabla 7.1. IMC frente a puntuación encuesta 13 La media obtenida de las puntuaciones de la encuesta es 120,5 con una desviación típica de 25,15. Antes de realizar la encuesta se podía esperar que al aumentar el IMC de una persona disminuiría su puntuación en la encuesta ya que se puede pensar que una persona con IMC alto tiene hábitos que han sido valorados con poca puntuación en la encuesta, como no realizar ejercicio, comer bollería industrial... Sin embargo, los datos obtenidos no siguen una tendencia clara por lo que a continuación se realizará una estratificación de los datos en función del IMC (delgado, normopeso, sobrepeso y obeso). En la gráfica se observa que los valores de puntuación para un IMC próximo a 30 son inferiores al resto. IMC Delgado Normopeso Sobrepeso Obeso Puntuación encuesta 118.8 119.3 118 136.4 Tabla 7.2. Puntuaciones medias obtenidas por cada grupo de IMC. Podemos analizar dicha tabla donde vemos datos más clarificadores para analizar nuestro estudio. En primer lugar observamos cómo, salvo los obesos, todos se mantienen en la media general del estudio (120,5 puntos) y que son los obesos los que claramente tienen hábitos más saludables. De todo esto, lo primero que nos informa es que los obesos son los que son conscientes de su enfermedad y claramente están intentando poner remedio. Este grupo incluso podría mejorar si pudiesen aumentar el ejercicio realizado, pero este factor va en su contra, ya que, realizan poca actividad física, deduciendo que incluso no la realizan por su estado; dicho de otra manera, no hacen actividad física por los problemas que su obesidad les provoca al realizarla como problemas óseos y dolores articulares, que les lleva a que abandonen o la realicen con menos asiduidad que la que a ellos les gustaría. Observamos en la gráfica como en el sobrepeso hay un grupo que no es consciente del problema que se les avecina y por tanto, no ponen el remedio adecuado a su problema, estando valorados en la encuesta muy por debajo de la media del grupo en general. Luego es un grupo con gran riesgo que en un corto periodo de tiempo caerá en la obesidad. En cuanto al grupo de delgados y normopeso, hay mucha variabilidad de los datos ya que hay bastantes valores fuera de los límites tanto por arriba como por abajo (media ± desviación típica) lo que nos indica que hay alumnos que se cuidan mucho y hacen ejercicio y otros que, dada su fisonomía, se cuidan muy poco. Al respecto, podemos ver a su vez, que los que no se cuidan al ser tan jóvenes tienen también riesgo de caer poco a poco en la obesidad e incluso de tener más problemas cardiovasculares asociados a su familia (lo analizaremos en el trabajo del módulo 16). 14 Antes de realizar el estudio se podía esperar que hubiese sido significativa la importancia que tendrían que haber dado los adolescentes a la imagen corporal. Sorprendentemente, la población analizada no le da mucha importancia al “ser atractivo”, pero, a su vez, si es de destacar como los sobrepeso y más los obesos es su última prioridad, es decir, el nivel de su imagen corporal y de baja autoestima asociado a su obesidad es elevado; debemos tener en cuenta que el adolescente obeso, muchas veces, vive experiencias deshonrosas, recibe motes peyorativos relacionados con su exceso de peso. Esto puede condicionar, en gran medida su autoestima, su percepción, su estado de ánimo, etc... llevando a veces, a un estrés mental insostenible y no sólo a un problema de salud pública (48). Estudiando las diferencias psicosociales al peso y satisfacción corporal, Pesa y col (1995) (citado por Aparecida y colaboradores) (4) constataron que el 21% de los adolescentes con sobrepeso y obesidad revelaron sufrir una baja autoestima. En cuanto a los hábitos alimenticios que son perjudiciales para la salud existe un porcentaje de alumnos/as, alrededor del 88% (bollería industrial) y del 82% (chucherías) que consumen azúcares, al menos un día a la semana, e incluso la bollería industrial la consumen con asiduidad el 50% de los encuestados. Debemos recordar que la OMS recomienda que el azúcar añadido no supere un nivel entre 6-10% de la ingesta alimentaria total y añaden que los alimentos y bebidas azucaradas deben consumirse moderadamente y jamás entre comidas (15). En este estudio es relevante la ingesta de bebidas azucaradas los fines de semana, un 55% la concentra los sábados y domingos y, de este porcentaje el 34% lo mezcla con el alcohol que es otro factor determinante para ir poco a poco ganando peso, aparte de los múltiples problemas y enfermedades que con el tiempo van unidas al consumo del mismo. Freeman y Sheiham (20) estudiaron los factores que influyen en la decisión de los adolescentes de consumir azúcares. Concluían en que el placer inmediato del paladar azucarado lleva al no reconocimiento de los perjuicios asociados a su consumo; también la experiencia pasada de la condición alimentaria, el nivel de educación, conjuntamente con el comportamiento de los padres influyen en la decisión de consumir azúcar (50). De entre los factores alimentarios, el exceso de energía, principalmente la alta ingesta de lípidos e HC, favorece el aumento de la adiposidad. En este estudio, según los resultados obtenidos, queda reflejado de nuevo que el consumo de HC de alto índice glucémico y la ingesta de patatas fritas en obesos (70% HC y 52% patatas fritas no las comen) manifiestan que son conscientes de su enfermedad y están poniendo remedio, para ello sólo toman HC de alto índice glucémico 1-2 a la semana y patatas cocidas, por el contrario, los alumnos en normopeso y delgado, les gusta este tipo de alimento y los toman 3-4 veces semanales en un 70%, no prestando atención por tanto a su alimentación. En cuanto al consumo proteico lo que destaca es el más alto consumo general de carnes rojas (60%) frente a las blancas (40%), lo que marca negativamente este hábito nutricional. Ahora bien, vuelve a manifestarse en la muestra que los obesos son los 15 que más se cuidan o están intentando cambiar su IMC, al ser claramente los que en un 70% comen carnes blancas. La práctica de actividad física es bastante frecuente entre los jóvenes consultados y sólo en un 23% de los casos encuestados la actividad física es nula. Varios autores encuentran resultados similares, por ejemplo Boreham y colaboradores (9). Por su parte Nieman (39) en su estudio, al igual que el nuestro, deduce que los niños demuestran resultados superiores en cuanto a niveles de actividad física a los de las niñas. En los valores del IMC, también se han obtenido resultados similares en cuanto al sexo, siempre menores a 23 kg/m2, lo que nos indica que nuestros alumnos están en la media de un peso aceptable, dentro de los valores normativos (44), situándose por debajo del percentil 85, que sería el indicador del sobrepeso. No obstante, debemos tener en cuenta las limitaciones que este indicador (IMC) presenta para el colectivo objeto del estudio. Los resultados de nuestro estudio indican que los hábitos alimentarios de los alumnos/as son poco variados en algunos casos, por otro lado se ha visto el alto porcentaje de alumnos/as que practican actividad física y aunque más en los chicos (41% más de 4 horas/semana) que en las chicas (41% 2-3 horas/semana) podemos decir que estamos ante una muestra que se considera activa. Así mismo, los resultados demuestran que 1/3 de la muestra analizada está en sobrepeso u obesidad. En cuanto a la alimentación, hemos comprobado que es deficitaria, sobre todo, en aquellos que no están en sobrepeso ni obesidad y que sobre todo los obesos son los que se cuidan más al estar más concienciados de su enfermedad y estar ya poniendo remedio a su problema; por tanto, podemos constatar que son los que tienen más preocupación. 8-.Conclusiones Se ha conseguido el objetivo general del trabajo que era demostrar la existencia de gente obesa en adolescentes de entre 12 y 18 años. Después de realizar el estudio de IMC los datos nos revelan que el 16,4% de los encuestados tienen sobrepeso y el 10,8% son obesos. Estos valores reflejan la sociedad actual, lo que da validez al estudio realizado. Antes de la realización del estudio, se podía esperar que el IMC y la puntuación obtenida en la encuesta fueran inversamente proporcionales, es decir, que a mayor IMC menor puntuación en la encuesta. Sin embargo, el grupo que ha sacado mayor puntuación en la encuesta ha sido el que mayor IMC tiene (obesos). Bajo mi punto de vista, esto se debe a que en este grupo ya existe una fuerte concienciación sobre los 16 hábitos alimenticios. Con respecto al ejercicio físico, a mayor IMC menos horas de actividad física, como era previsible. Durante la realización del trabajo, he encontrado dificultades a la hora de puntuar las preguntas, ya que, era difícil valorar cada respuesta o incluso ponderar las que consideré más importantes. Durante el análisis de las respuestas de la encuesta me pareció que el número de preguntas era excesivo dada la dificultad que supone el análisis de un volumen de información tan extenso. Para concluir diremos que, la lucha contra la obesidad y el sobrepeso requiere una acción conjunta de todos los elementos implicados: familia, entorno educativo y sanitario, comunidad, autoridades y el propio individuo, y que se centra fundamentalmente en el aumento del tiempo dedicado al ejercicio físico y a la modificación de los hábitos alimentarios. Desde mi posición, y como profesor de Educación Física del Instituto donde se ha realizado la encuesta, ya introduje en el programa el tema de nutrición y hábitos alimenticios que he ido perfeccionando a medida que he ido especializándome en dicho tema. En un futuro me parecería interesante aumentar la carga lectiva de este tema al igual que veo indispensable aumentar las horas de actividad física dentro del colegio. Para finalizar, y aunque no esté en mi mano, creo que las autoridades públicas deberían tomar cartas en este asunto con más ímpetu porque considero que es un problema de vital importancia. 17 Referencias bibliográficas 1. Acosta MC, Manubay J, Levin FR. Pediatric obesity: parallels with addiction and treatment recommendations. Harv Rev Psychiatry 2008;16: 80-96. 2. Alegría E, Cordero A, Laclaustra M, Grima A, León M, Casasnovas JA, Luengo E, Del Río A, Ferreira I. Investigadores del registro MESYAS. Prevalencia del síndrome metabólico en población laboral española. El registro MESYAS. Rev Esp Cardiol 2005; 58:797-806. 3. Álvarez UMC, Restrepo BLF. La variedad de alimentos disponibles en el hogar: metodología para identificar vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria y nutricional en hogares campesinos. Revista Salud Pública y Nutrición 2003;4(4). http://www.respyn.uanl.mx/iv/4/articulos/metoseg. htm. 4. Aparecida, M.; Petroli, M. y Dianezi, A. 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D Ternera/cerdo/cordero D Pollo/pavo/conejo 8. ¿Cuánta carne comes a la semana? D 1-2 Veces semana D 3-4 Veces semana D Más de 4 D Ninguna 9. ¿Cuánto pescado comes a la semana? D 1-2 Veces semana D 3-4 Veces semana D Más de 4 D Ninguna 10. ¿Cómo comes regularmente las patatas? (Elegir 1) D Fritas D Asadas D Cocidas 11. ¿Comes regularmente patatas fritas? D Todos los días D Casi todos los días D De vez en cuando D Nunca 12. ¿Cuánta pasta/arroz comes a la semana? D 1-2 Unidades semana D 3-4 Unidades semana D +4 Unidades semana D Ninguna 23 13. ¿Qué desayunas? Indica todos los alimentos que tomas D Nada D Fruta D Leche D Yogurt D Galletas D Cereales D Tostadas D Mermelada D Otros: 14. ¿Qué sueles cenar? Indica todos los alimentos que tomas D Nada D Verdura D Pescado D Carne D Patatas fritas D Hamburguesa D Pizza D Pasta D Fruta D Yogurt D Otros: 15. ¿Cuántas comidas haces al día? D 2 Comidas D 3 Comidas D 4 Comidas D 5 Comidas D +5 Comidas 16. ¿Cuántos litros de líquido bebes al día? D 1 Litro D 2 Litros D + 2 Litros 17. ¿Tomas regularmente bebidas azucaradas (Coca-cola, fanta,...)? D D D Todos los días Los fines de semana Nunca 24 18. ¿Tomas algún tipo de suplemento? D Nada D Suplementos para adelgazar D Complejo vitamínico D Suplementos deportivos D Otros: 19. ¿Bebes alcohol los fines de semana? D Si D No 20. ¿Fumas habitualmente? D Si D No 25 Hábitos sociales 21. ¿Con quién sueles comer? D Solo D Padres D Abuelos D Compañeros (comedor escolar) 22. ¿Trabajan tus padres? D Si, los dos, todo el día D Si, los dos, no todo el día D Solo uno de ellos D Ninguno 23. ¿Cuánto tiempo sueles tardar en comer? D 10 Minutos D 20 Minutos D 30 Minutos D + 30 Minutos 24. ¿Haces algo especial para cuidar tu alimentación? D No, como lo que me pongan D Intento evitar alimentos que engordan mucho D Intento cuidar las cantidades de las raciones D Me salto alguna comida al día D Otros: 25. ¿Cómo valoras la alimentación de los fines de semana en comparación con el resto de la semana? (señala todas las que sean correctas) D Realizo menos comidas al día D Aumento el número de comidas al día D La cantidad de alimentos por comida es mayor D La duración de las comidas aumenta D Consumo más dulces, chucherías,... D Me doy algunos “caprichos” en las comidas (hamburguesas, pizzas, kebab,...) D Intento cuidar más mi alimentación 26. ¿Estas contento con tu peso? D Sí, creo que estoy en mi peso ideal D No, creo que debería engordar algunos kilos D No, creo que debería adelgazar algunos kilos D No, creo que debería adelgazar más de 7 kilos 26 27. Ordena las siguientes razones en función de su importancia para llevar una alimentación sana (siendo 1 la más importante y 5 la menos importante) D Resultar más atractivo D Para tener una condición física aceptable D Para vivir más años D Para protegerme de enfermedades cardiovasculares D Para aumentar mi rendimiento deportivo 28. ¿Qué cantidad de ejercicio físico realizas a la semana? D No realizo ejercicio físico D 1-2 Horas D 3-4 Horas D +4 Horas 29. ¿Cuántas horas dedicas a la TV/ordenador/consola al día? D Ninguna D 1-2 Horas D 3-4 Horas D + 4 Horas 30. ¿Hacen tus padres ejercicio regularmente? D Si D No 27 Problemas cardiovasculares de la familia 31. ¿Tienes colesterol? D Si D No 32. ¿Tienes algún otro problema cardiovascular? Indícalo D Ninguno D Hipertensión D Obesidad D Diabetes D Ácido Úrico D Otros: 33. ¿Tomas medicación para estos problemas? D Si D No 34. -¿Tienes familiares con algún problema cardiovascular? (padres, hermanos, abuelos,..) D Si D No 35. ¿Qué tipo de problema cardiovascular padecen tus familiares? D Obesidad D Hipertensión D Colesterol D Diabetes D Ácido Úrico D Otros: 36. ¿Fuman tus padres? D Sólo mi padre D Sólo mi madre D Ambos D Ninguno 28 PUNTUACIÓN Y PONDERACIÓN DE LAS PREGUNTAS: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 A B C D E F G H I J 1 0 0 1 5 5 0 1 1 0 0 5 0 0 0 1 0 5 1 1 3 3 3 5 5 5 3 1 3 1 1 1 5 1 3 3 3 5 1 1 3 3 5 3 1 1 1 3 5 0 5 5 0 0 0 0 0 5 0 1 1 5 - 0 0 5 - 1 0 - 1 0 - 0 0 - 1 - 1 - 29 x1 x2 x3 30