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the nest INFORMACIÓN SÓLO PARA LOS PROFESIONALES DE LA MEDICINA © 2014, No. 37 mb / Novie re 2014 elnidito No. 37 / Noviembre 2014 Ne stlé Este folleto está protegido por los derechos de autor. Sin embargo, puede reproducirse sin el permiso escrito previo de Nestlé Nutrition Institute o S. Karger AG, pero debe citarse la publicación original. te Ins titu Nu trit ion 00 Vevey CH –18 Suiza za o en Sui Imp res elnidito El contenido de este folleto fue entregado en calidad de material inédito, excepto en los casos en los cuales se ha dado crédito a la fuente de la que deriva parte del material ilustrativo. Fuente de las ilustraciones: Nestlé Nutrition Collection. urante : ición d ez M Nutr ncia y la niñ ? uevo la infa ay de n h é u ¿q ióticos s prob trastorno l de los El pape ención de los les ev funciona en la pr tinales es int gastro (Italia) Ind rio, Bari ad a habilid ticar: un s er a mas nd, Aprend e para los bebé Révé re nt min Le nja Be importa and Flavia l Lore t Chryste (Suiza) ne Laus an vitamina sobre la zación Actuali atia, tante en el lac and Jatinder Bh D Pa te l ) Pinkal , GA (EU Augu sta Se ha tenido mucho cuidado en mantener la precisión de la información que contiene este folleto. Sin embargo, ni Nestlé Nutrition Institute ni S. Karger AG pueden hacerse responsables de errores o de cualquier consecuencia que derive del uso de la información que aquí se presenta. Publicado por S. Karger AG, Suiza, para Nestlé Nutrition Institute Avenue Reller 22 CH–1800 Vevey, Suiza © Copyright 2014 por Nestlé Nutrition Institute, Suiza ISSN 1270–9743 Publicado en español por: Intersistemas S.A. de C.V. Traducido por: Dra. Gabriela Enríquez Cotera Cuidado de la edición: Lic. Brenda González Barajas © Copyright 2015 de la edición en español Editado e impreso en México Para obtener más información acerca del Nestlé Nutrition Institute, y sus recursos y oportunidades para obtener becas para investigación, visitar: www.nestlenutrition-institute.org w w w.nes tlenutrition -ins titute.org © 2014, Nestlé Nutrition Institute CH–1800 Vevey Suiza Impreso en Suiza M Nutrición durante la infancia y la niñez: ¿qué hay de nuevo? El papel de los probióticos en la prevención de los trastornos gastrointestinales funcionales Flavia Indrio, Bari (Italia) Aprender a masticar: una habilidad importante para los bebés Chrystel Loret and Benjamin Le Révérend, Lausanne (Suiza) Actualización sobre la vitamina D en el lactante Pinkal Patel and Jatinder Bhatia, Augusta, GA (EU) elnidito the nest El papel de los probióticos en la prevención de los trastornos gastrointestinales funcionales Flavia Indrio L. reuteri Departamento de Pediatría University of Bari Bari, Italia f.indrio@neonatologia.uniba.it Cólico (min/día) Placebo p 37.7 ± 33.8 70.9 ± 51.9 < 0.01 Regurgitación (eventos/día) 2.9 ± 1.1 4.6 ± 3.2 < 0.01 Evacuación (eventos/día) 4.2 ± 1.8 3.6 ± 1.7 < 0.01 Mensajes clave La administración de suplementos con probióticos puede constituir una estrategia nueva para prevenir los trastornos gastrointestinales funcionales y sus consecuencias tempranas y a largo plazo sobre la salud. Los trastornos gastrointestinales funcionales (TGIF) se definen como una combinación diversa de síntomas intestinales crónicos recurrentes que no puede explicarse a partir de anomalías estructurales o bioquímicas. Puesto que los TGIF en la niñez varían según la edad, la Fundación Roma estableció dos comités pediátricos distintos para identificar los criterios para el diagnóstico de los TGIF: el Comité de lactantes/preescolares (hasta los 4 años de edad) y el Comité de escolares y adolescentes (4 a 18 años de edad).1,2 El cólico del lactante, el reflujo gastroesofágico y el estreñimiento son los TGIF que con más frecuencia inducen a una referencia al pediatra durante los primeros 6 meses de vida, y que a menudo son responsables de la hospitalización, los cambios en la alimentación, el uso de fármacos, la ansiedad en los progenitores y las ausencias laborales por parte éstos, lo que tiene consecuencias sociales relevantes.3 En particular, el cólico del lactante es la causa L. reuteri Placebo Cólico Regurgitación Evacuación Figura 1. Resultado principal después de 3 meses de administración de suplementos con probióticos. de 10 a 20% de todas las consultas al pediatra durante los primeros 4 meses de vida; casi 50% de los lactantes saludables entre 0 y 3 meses de edad regurgitan por lo menos una vez al día, la regurgitación infantil representa 25% de las consultas pediátricas y 3% de las consultas al gastroenterólogo pediatra. El estreñimiento suele ser la etiología en 3% de las consultas al pediatra.4 Si bien los TGIF se han considerado procesos autolimitados, se demostró que es posible identificar cierto grado de inflamación leve en la mucosa, así como alteraciones inmunitarias o motoras, en los lactantes afectados por w w w.nes tlenutrition -ins titute.org 32 cólico, regurgitación y estreñimiento. Este fenómeno lesivo temprano en el intestino puede constituir un factor de riesgo para el desarrollo de síndrome de intestino irritable y problemas psicológicos más tarde en la vida.5 Un trabajo reciente reveló el papel crucial que desempeña la microbiota intestinal en la patogenia de los trastornos gastrointestinales, por ejemplo, los TGIF, y existen muchos estudios que se concentran en el tratamiento con probióticos de trastornos específicos, como el cólico, la regurgitación y el estreñimiento.6-8 El efecto de un probiótico puede tener un papel crucial en la modulación de la inflamación Figura 2. La administración temprana de suplementos con probióticos puede impulsar la colonización por la microbiota, con el objetivo de proteger al intestino de fenómenos lesivos tempranos y prevenir el inicio de TGIF en una fase posterior de la vida. intestinal. Un estudio clínico multicéntrico aleatorizado reciente investigó la efectividad de la administración de suplementos de Lactobacillus reuteri en la prevención de los TGIF en el neonato (Figura 1).9 El fomento de la colonización por la microbiota desde las primeras semanas de la vida mediante la administración de probióticos puede favorecer la permeabilidad intestinal, la sensibilidad visceral y la densidad de células cebadas. La utilización profiláctica de suplementos con probióticos puede representar una estrategia nueva para prevenir los TGIF y sus consecuencias sobre la salud a corto y largo plazo (Figura 2). Referencias 1. Drossman DA: The functional gastrointestinal disorders and the Rome III process. Gastroenterology 2006;130:1377–1390. 2. Hyman PE, Milla PJ, Benninga MA, Davidson GP, Fleisher DF, Taminiau J: Childhood functional gastrointestinal disorders: neonate/toddler. Gastroenterology 2006;130:1519 –1526. 3. 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Es posible observar que el sujeto adulto genera patrones cortos y bien sincronizados entre los músculos; MD y MI corresponden a los músculos maseteros derecho e izquierdo, respectivamente (adaptada de Green, et al.10). -58 -62 La masticación es una habilidad motora fina que necesita aprenderse. Aprender a masticar con texturas apropiadas tiene distintos efectos sobre la experiencia de la nutrición, desde la percepción del sabor, el aroma y la textura, hasta las señales de saciedad, así como el incremento de la variedad de alimentos aceptados. El Nestlé Research Center trabaja en forma activa en la investigación sobre el efecto de las texturas durante y después de la ablactancia, para respaldar el desarrollo de productos con texturas apropiadas. La masticación es una habilidad motora fina que necesita aprenderse. Al igual que los niños deben aprender cómo sostener una pluma y pasar del trazo de garabatos al azar al de líneas controladas, también necesitan aprender a enfrentarse a nuevas texturas en los alimentos. Al mismo tiempo, los niños tienen que adaptarse a los cambios anatómicos increíbles que ocurren en la boca. La boca duplica su volumen entre el nacimiento y los 4 años de edad. Mientras tanto, los músculos de la masticación se engrosan y fortalecen, y la lengua desarrolla una función independiente de la mandíbula, lo que permite un control más fino de los alimentos durante la masticación.1 El aprendizaje de la masticación tiene distintos efectos. Si los niños aprenden a Punto de oclusión constante -50 1 MD -62 -2 0 2 4 6 8 10 -48 12 7.2 B 7.1 -50 Amplitud vertical (mm) 7 -52 -54 -56 -58 6.8 6.7 6.6 6.5 -62 6.4 -6 -4 -2 0 2 Figura 1. Trazos cinemáticos típicos de la mandíbula durante la masticación en el adulto (A) y el preescolar (B). Se puede observar el patrón más regular y controlado del sujeto adulto, así como la coincidencia del punto de oclusión (adaptada de Wilson y Green9). masticar de manera apropiada, se convertirán en adultos capaces de controlar su actividad de masticación con base en la textura del alimento que consumen. Esto permite que resalten la textura de los alimentos, su sabor y olor, lo que convierte a la alimentación en una experiencia más placentera. Incluso va más allá del placer oral, ya que los alimentos bien masticados son más fáciles de digerir y los nutrimentos se absorben de mejor manera.2 La masticación también ayuda a desencadenar la saciedad, que favorece los hábitos saludables para la 4 6.9 -62 -16 -14 -12 -10 -8 w w w.nes tlenutrition -ins titute.org r = 0.53389 p = 0.21708 alimentación al regular el consumo de alimentos.3 Algunos informes también demuestran que los niños prefieren en los alimentos texturas que pueden manipular,4 y la exposición temprana a diversas texturas favorece una mayor aceptación de las mismas en una fase posterior.5 Otros estudios sugieren que una dieta con texturas más sólidas favorece el crecimiento del hueso y el músculo, lo que resulta en un espacio mayor para la dentición permanente.6 La eficiencia para la masticación se acepta en general como aquélla en la tritu- tencia del alimento. Esta es la razón por la que el Nestlé Research Center inició un estudio con el Massachusetts General Hospital para investigar el efecto de la consistencia de los alimentos sobre las habilidades de masticación de los niños (clinicaltrials.gov, NCT02156986), con el objetivo de adquirir una mayor experiencia en torno a las habilidades de masticación del niño para ofrecer productos con un desarrollo apropiado y respaldo para los progenitores. Los resultados están disponibles desde inicios de 2015; sin embargo, ya se demostró que la consistencia de los alimentos de las barras de cereal puede tener un impacto sobre el comportamiento de masticación en el adulto (Figura 3). Referencias 6.6 6.8 7 7.2 Amplitud horizontal (mm) 7.4 7.6 7.8 Figura 3. Efecto de distintos productos alimenticios sobre la amplitud horizontal y vertical registrada mediante cinemática de la mandíbula, con siete barras de cereal para alimentación infantil disponibles en el mercado. Es posible observar que las amplitudes horizontal y vertical no guardan correlación, y que las propiedades de los alimentos controlan de ese modo el procesamiento oral del producto. ración de los alimentos entre los dientes y la manipulación de las partículas resultantes para formar un bolo alimentario deglutible. Esto depende de la anatomía del sujeto (que varía según la edad), la coordinación de estas características anatómicas y la consistencia del alimento utilizado durante las pruebas. Distintos autores han recurrido a distintas medidas, como la observación,7 la descripción del bolo alimentario,8 la medición de la actividad muscular9 y el seguimiento del movimiento de la mandí- bula,10 para cuantificar de manera indirecta la eficiencia de la masticación en función de la edad del niño. Estos instrumentos mostraron que, a la par de la edad, la masticación del niño evoluciona de una masticación vertical descontrolada a una masticación circular (Figura 1), con control del inicio, la sincronía y la duración de las actividades de los músculos de la mandíbula (Figura 2). Sin embargo, la ausencia de alimentos de referencia en estos estudios no permite concluir sobre el efecto que tiene la consis- 5 1. Le Révérend BJ, Edelson LR, Loret C: Anatomical, functional, physiological and behavioural aspects of the development of mastication in early childhood. Br J Nutr 2014;111:403–414. 2. Cassady BA, Hollis JH, Fulford AD, Considine RV, Mattes RD: Mastication of almonds: effects of lipid bioaccessibility, appetite, and hormone response. Am J Clin Nutr 2009;89:794–800. 3. Alvina M, Araya H, Vera G, Pak N: Effect of starch intake on satiation and satiety in preschool children. Nutr Res 2000;20:479–489. 4. Lundy B, Field F, Carraway K, et al: Food texture preferences in infants versus toddlers. Early Child Dev Care 1998;146:69–85. 5. Blossfeld I, Collins A, Kiely M, Delahunty C: Texture preferences of 12-month-old infants and the role of early experiences. Food Qual Pref 2007;18:396–404. 6. Limme M: The need of efficient chewing function in young children as prevention of dental malposition and malocclusion (in French). Arch Pediatr 2000;17:S213–S219. 7. Gisel EG: Effect of food texture on the development of chewing of children between six months and two years of age. Dev Med Child Neurol 1991;33:69–79. 8. Gavião MB, Raymundo VG, Sobrinho LC: Masticatory efficiency in children with primary dentition. Pediatr Dent 2001;23:499–505. 9. Wilson EM, Green JR: The development of jaw motion for mastication. Early Hum Dev 2009;85:303–311. 10. Green JR, Moore CA, Ruark JL, Rodda PR, Morvée WT, VanWitzenburg MJ: Development of chewing in children from 12 to 48 months: longitudinal study of EMG patterns. J Neurophysiol 1997;77:2704–2716. elnidito the nest Actualización sobre la vitamina D en el lactante Pinkal Patel Jatinder Bhatia Medical College of Georgia Georgia Regents University Augusta, GA, EU JATINDEB@gru.edu Mensajes clave Se requiere una suplementación adecuada de vitamina D para lograr un crecimiento óptimo del hueso durante la lactancia, en particular en neonatos prematuros, y la niñez. La deficiencia de vitamina D no sólo tiene un impacto sobre el crecimiento óseo, sino que coloca al paciente en riesgo de presentar trastornos autoinmunitarios, enfermedad cardiovascular, osteoartritis y diabetes mellitus tipo 1. La identificación de la población de pacientes en riesgo, la aportación adecuada de suplementos con vitamina D y el tratamiento temprano de su deficiencia son primordiales. La vitamina D es una vitamina liposoluble. Las fuentes naturales más comunes de ésta son el aceite de hígado de bacalao, el hígado, las carnes derivadas de vísceras, la yema del huevo y el pescado oleoso, como el salmón, la caballa y las sardinas. La vitamina D es un secoesteroide que se sintetiza en la piel (vitamina D3 [colecalciferol]) o se absorbe a partir de la dieta (ergocalciferol). Se sintetiza en la piel por la acción de la luz ultravioleta (UV) sobre un precursor del colesterol; las longitudes de onda más efectivas se encuentran en el intervalo de 290 a 315 nm. El requerimiento die- tético de vitamina D depende del grado de exposición a la luz. Las vitaminas D2 y D3 se consideran prehormonas y de manera subsecuente se someten a una 25-hidroxilación en el hígado, para formar 25-hidroxivitamina D [25(OH)D, calcidiol], que es la forma circulante principal de la vitamina D. A partir del hígado, la 25(OH)D es transportada hacia el riñón para la hidroxilación y constituir la hormona con actividad biológica 1,25-dihidroxivitamina D (calcitriol). El calcitriol es la forma con actividad biológica de la vitamina D, que estimula la absorción intestinal de calcio y fósforo, la reabsorción renal del calcio filtrado, y la movilización del fósforo y el calcio a partir del hueso (Figura 1). La vitamina D también participa en la proliferación y la diferenciación celular, la apoptosis, la angiogénesis y la inmunomodulación. Se demostró que la deficiencia de vitamina D incrementa el riesgo de presentar trastornos autoinmunitarios, osteoartritis, diabetes mellitus tipo 1, enfermedad cardiovascular, esquizofrenia, depresión y enfermedades que se acompañan por sibilancias.1 La deficiencia de vitamina D puede dividirse en tres categorías amplias: deficiencia nutricional de vitamina D, trastornos hereditarios del metabolismo de la vitamina D y resistencia a la acción de la vitamina D. La variedad más frecuente es la deficiencia nutricional de vitamina D. Los niños con piel oscura que llevan dietas vegetarianas estrictas o de culto o rápidas, los lactantes con piel oscura que son alimentados al seno materno de manera exclusiva durante más de 3 a 6 meses, los neonatos prematuros, los ado- w w w.nes tlenutrition -ins titute.org 6 lescentes y los neonatos nacidos de madres con deficiencia de vitamina D, al igual que los pacientes con trastornos hepatobiliares o que utilizan ciertos medicamentos, como los anticonvulsivos (fenobarbital o difenilhidantoína), se encuentran todos en un riesgo más alto de presentar deficiencia de vitamina D.2 La superficie de piel expuesta a los rayos UVB en el individuo también tiene relevancia en la síntesis de la vitamina D. Las mujeres del Medio Oriente que visten ropas tradicionales se encuentran en un riesgo más elevado de desarrollar deficiencia de vitamina D. La utilización de protectores solares, la permanencia prolongada en la sombra o en interiores, la contaminación ambiental, la nubosidad, la altitud mayor (en particular superior a 37.5°) y la temporada de invierno limitan la exposición a la radiación UV y, por ende, disminuyen las concentraciones de vitamina D.3,4 La deficiencia de vitamina D se manifiesta en lactantes menores por síntomas de hipocalciemia. Los lactantes y los niños pueden mantenerse asintomáticos o presentar convulsiones y tetania como consecuencia de la hipocalciemia. También pueden cursar con detención del crecimiento y el desarrollo, hipotonía, fontanelas amplias y abombamiento frontal. Además puede existir craneotabes (adelgazamiento del hueso del cráneo). Los lactantes mayores y los niños presentan cambios óseos y pueden mostrar retraso del desarrollo y de la erupción de las piezas dentales, deformación en varo de extremidades inferiores, cifosis, anomalías pélvicas y abdomen prominente.3 Luz UV Piel Riñón 1,25-dihidroxivitamina D (calcitriol) Vitamina D3 (colecalciferol) Hígado 25-hidroxivitamina D (calcidiol) A partir de la dieta (ergocalciferol) Estimulación de la absorción intestinal de calcio y fósforo Movilización de calcio y fósforo a partir del hueso Figura 1. Síntesis y funciones de la vitamina D. El mejor indicador de las reservas de vitamina D es la concentración sérica de 25(OH)D, que revela la absorción a partir de la dieta y la síntesis en la piel. Otras pruebas útiles para el diagnóstico de la deficiencia de vitamina D incluyen la concentración de 1,25(OH)2D, calcio y fósforo en suero, y la concentración de la fosfatasa alcalina, así como los estudios radiológicos. La American Academy of Pediatrics recomienda que todos los lactantes alimentados al seno materno y aquéllos alimentados con fórmula que no consumen 1 L de leche fortificada con vitamina D por día reciban un suplemento de 400 UI/día de vitamina D. La administración de suplementos debe comenzar pocos días después del nacimiento. Los adolescentes que no consumen 400 UI/D de vitamina D mediante la ingestión de leche y alimentos fortificados con vitamina D deben recibir un suplemento de 400 UI/D. Los individuos con piel más oscura que reciben lactancia materna exclusiva y viven a altitudes mayores pueden requerir hasta 800 UI/día de vitamina D, en particular durante los meses de invierno. Los neonatos prematuros también requieren entre 400 y 800 UI/día como consecuencia de la carencia de reservas suficientes al nacer.2 Según las recomendaciones ESPGHAN, podría requerirse una provisión mayor de vitamina D en neonatos pretérmino para corregir con rapidez la concentración plasmática fetal baja de la vitamina, en el caso de las mujeres con deficiencia de vitamina D durante el embarazo. Se recomienda un consumo de vitamina D de 800 a 1 000 UI/día (y no por kilogramo) durante los primeros meses de vida.5 Con base en la evidencia disponible, las concentraciones séricas de 25(OH)D en lactantes y niños deben ser superiores a 20 ng/mL. El Institute of Medicine emitió en fecha reciente la recomendación de que los niños mayores de 1 año necesitan 600 UI/día.6 El tratamien- 7 to de la deficiencia de vitamina D consiste en la administración de 1 000 UI/día de vitamina D2 para neonatos menores de 1 mes de edad, de 1 000 a 5 000 UI/día para lactantes de 1 a 12 meses, y de 5 000 a 10 000 UI/día para niños mayores de 12 meses hasta que exista evidencia radiológica de resolución. Debe existir evidencia radiológica de mejoría ósea después de 2 a 4 semanas de una terapia apropiada. El tratamiento de mantenimiento puede comenzarse entonces con 400 a 1 000 UI/día de vitamina D, lo que depende de la edad.2,6 La hipervitaminosis D es poco frecuente, pero se presenta cuando existen concentraciones de 25(OH)D superiores a 375 nmol/L. Esta condición puede presentarse cuando se reciben más de 50 000 UI/día de vitamina D. Entre sus signos y síntomas se encuentran hipotonía, anorexia, polidipsia, deshidratación, hipertensión y opacificación corneal.1,3 Referencias 1. Holick MF: Vitamin D deficiency. N Engl J Med 2007;357:266–281. 2. Misra M, Pacaud D, Petryk A, Collett-Solberg PF, Kappy M; Drug and Therapeutics Committee of the Lawson Wilkins Pediatric Endocrine Society: Vitamin D deficiency in children and its management: review of current knowledge and recommendations. Pediatrics 2008;122:398–417. 3. Sethuraman U: Vitamins. Pediatr Rev 2006;27:44–55. 4. Suskind DL: Nutritional deficiencies during normal growth. Pediatr Clin North Am 2009;56:1035–1053. 5. Agostoni C, Buonocore G, Carnielli VP, et al: Enteral nutrient supply for preterm infants: commentary from the European Society of Paediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition Committee on Nutrition. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2010;50:85–91. 6. Institute of Medicine: Dietary Reference Intakes for Calcium and Vitamin D. 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