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elnidito No. 34 / Septiembre 2013 © 2013, Nestlé Nutrition Institute CH–1800 Vevey Suiza M Establecer un inicio saludable de la alimentación con un patrón adecuado, apropiado y seguro Introducción de la alimentación complementaria Raanan Shamir, Tel-Aviv (Israel) Fomentar el desarrollo de conductas de alimentación saludable durante la niñez Alison K. Ventura, Philadelphia, Pa. (EU) Prácticas de alimentación y su influencia sobre la conducta alimentaria Lisa R. Edelson, Lausanne (Suiza) elnidito the nest Introducción de la alim complementaria X aX aXnXa X R n XSXhXa X mir edad.2 Sin embargo, en un estudio de niños europeos, 32% de los participanInstituto de Gastroenterología, Nutrición XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX tes empezó a recibir sólidos antes de los y Enfermedades Hepáticas XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX 4 meses de edad,3 en tanto en Estados Schneider Children’s Medical Center Sackler Faculty of Medicine Unidos, 40.4% de las madres introdujó Tel Aviv University, Tel Aviv, Israel sólidos antes de esa edad.4 shamirraanan@gmail.com Mensaje clave Lo adecuado de la nutrición La alimentación complementaria no debe iniciarse después de los 6 meses de edad (pero tampoco antes de los 4 meses de edad) mientras el lactante aún es amamantado. En contraste a las recomendaciones actuales, muchas madres eligen introducir la alimentación complementaria antes de los 4 meses de edad. No hay ningún alimento que debe evitarse después de los 6 meses de edad, incluidas pequeñas cantidades de productos de leche de vaca. Una de los motivos para la introducción de AC alrededor de los 6 meses de edad (pero no antes de los 4 meses) es que el volumen de la leche materna es insuficiente para cubrir los requerimientos energéticos de proteínas, hierro, zinc, vitaminas A y D. En la actualidad no hay pruebas de que la introducción más temprana de AC (a los 4 meses) provea un valor nutritivo adicional. En un estudio aleatorio realizado en un contexto de altos ingresos y con asignación de los lactantes para amamantamiento exclusivo durante 6 meses o lactancia materna exclusiva por 4 meses con introducción de sólidos al cumplirlos, tuvo un efecto positivo sobre las reservas de hierro, pero no en las cifras de hemoglobina o el crecimiento.5 En otro estudio, la ingestión de carne desde los 4 a 12 y 4 a 16 meses tuvo una relación positiva y significativa con los índices de desarrollo psicomotor.6 Sin embargo, en un estudio de niños de Guatemala de 6 a 24 meses se demostró deficiencia de vitamina A y folato, y una deficiencia ubicua de calcio, zinc y hierro después de la introducción de AC.7 Se carece de estudios similares en contextos de ingresos elevados, pero aún existe una considerable preocupación de que después de la introducción de sólidos, los requerimientos de nutrimentos no se Se recomienda el amamantamiento exclusivo durante los 6 primeros meses de vida.1 A partir de ese momento, se comienza a dar a los lactantes alimentos sólidos por motivos de nutrición, así como de desarrollo. Se ha sugerido que la introducción tardía (después de los 6 meses de edad) o muy temprana (antes de los 4 meses de edad) de los sólidos puede tener consecuencias para la salud en etapas posteriores de la vida. En esta revisión se utiliza el término alimentación complementaria (AC) para la introducción de alimentos diferentes a la leche materna o las fórmulas lácteas para bebés, según la definición del Comité de Nutrición ESPGHAN.2 Como se discutirá después, en las recomendaciones actuales se desalienta la introducción de AC antes de los 4 meses de 2 cumplan por completo, no sólo por un mal estado socioeconómico. Además, aunque fuera del alcance de esta revisión, la introducción de alimentos sólidos debería incluir alentar la ingestión de frutas y verduras, limitar la cantidad de leche de vaca hasta la edad de 12 meses, evitar el jugo de frutas y bebidas edulcoradas, y restringir la ingestión de azucares simples y sales, así como con la implementación del manejo higiénico y seguro de los alimentos y evitar introducir alimentos que pueden causar atragantamiento. Beneficios para la salud Se ha estudiado la introducción de AC en cuanto a muchos resultados de la salud. Se abordan de forma breve los efectos sobre la prevención de las alergias y la enfermedad celiaca. Alergias Hay pruebas considerables de estudios observacionales que incluyen grupos prospectivos de nacimientos, que muestran que la introducción tardía de sólidos, así como la diferida de alimentos alérgicos, leche, huevos, pescado, nueces y soya después de los 6 meses de edad no previene la aparición de alergias a alimentos y puede incluso aumentar su riesgo (Cuadro 1). Por lo tanto, las recomendaciones del Comité de Nutrición ESPGHAN del 20082 de que no debería introducirse la AC antes de los 4 meses de edad (señalada como de 17 semanas) y no después de los 6 meses de edad (26 semanas) concuerdan con las pruebas científicas actuales. mentación Enfermedad celiaca La enfermedad celiaca ocurre en individuos genéticamente susceptibles. Sin embargo, los factores ambientales, incluido el amamantamiento, pueden participar en la patogenia de la enfermedad. Un estudio de un grupo prospectivo de Denver mostró que el riesgo de presentar enfermedad celiaca aumenta cuando se introduce gluten a la alimentación antes de los 3 meses de edad y después de los 7.8 Las pruebas de la edad de introducción, cantidad de gluten e importancia del amamantamiento mientras se inicia el gluten, provienen de observaciones durante la epidemia de la enfermedad celiaca en Suecia. Un metaanálisis que incluyó las observaciones de Suecia mostró que el riesgo de presentar enfermedad celiaca disminuye cuando se introduce gluten a la alimentación, mientras el lactante aún es amamantado.9 En un estudio prospectivo fundado por la Unión Europea (PREVENTCD, FP6), se reclutaron recién nacidos con riesgo genético de presentar enfermedad celiaca y se revisó el efecto del amamantamiento y la introducción de gluten a los 4 meses de edad, en comparación con hacerlo a los 6 meses, sobre la aparición de enfermedad celiaca a la edad de 3 años.10 Para el segundo semestre del 2013, todos los niños en ese grupo tendrán al menos 3 años de edad, lo que permitirá tener mayor información sobre la relación entre la edad de introducción del gluten y la aparición de enfermedad celiaca. Con base en las publicaciones disponibles, en las recomendaciones actuales Cuadro 1. Grupos prospectivos de nacimientos de valoración del efecto de introducción de sólidos sobre el desarrollo de enfermedades alérgicas. Estudio Número de niños País Evidencia GINI11 4 753 Alemania Sin pruebas de que la introducción tardía de sólidos después de los 4 meses o la diferida de casi todos los alimentos alérgenos más allá de los 6 meses prevenga la aparición de eccema. Lisa3 2 073 Alemania Sin pruebas de que la introducción diferida de sólidos después de los 4 o 6 meses prevenga alergias a la edad de 6 años; para el eccema, no pudo excluirse un efecto protector de la introducción diferida. KOALA12 2 558 Países Bajos La introducción diferida de productos de leche de vaca se relacionó con un mayor riesgo de eccema; la introducción diferida de otros alimentos se asoció con un mayor riesgo de atopia a los 2 años de edad. Generation R13 6 905 Países Bajos No hay pruebas de prevención de eccema y cornaje por la introducción diferida de alimentos alérgenos después los 6 meses de edad. se sugiere que deben evitarse ambas, la introducción temprana (antes de 4 meses) y la tardía (7 o más meses) de gluten y que la introducción de gluten debe hacerse cuando el lactante aún sea amamantado.1 En resumen, los conocimientos actuales acerca de las necesidades nutricionales, los requerimientos del desarrollo y el efecto de la introducción de AC sobre los resultados posteriores de la salud sugieren que debería introducirse AC a la dieta a más tardar a los 6 meses de edad (pero no antes de 4 meses) mientras el lactante aún es amamantado, y que no hay alimento que debe evitarse después de los 6 meses de edad, incluidas pequeñas cantidades de productos de leche de vaca. Referencias 1. ESPGHAN Committee on Nutrition, Agostoni C, Braegger C, Decsi T, et al: Breast-feeding. 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Troncone R, Ivarsson A, Szajewska H, Mearin ML; Members of European Multistakeholder Platform on CD (CDEUSSA): Review article: future research on coeliac disease – a position report from the European multistakeholder platform on coeliac disease (CDEUSSA). Aliment Pharmacol Ther 2008;27: 1030–1043. 11. Filipiak B, Zutavern A, Koletzko S, et al: Solid food introduction in relation to eczema: results from a four-year prospective birth cohort study. J Pediatr 2007;151:352–358. 12. Snijders BE, Thijs C, van Ree R, van den Brandt PA: Age at first introduction of cow milk products and other food products in relation to infant atopic manifestations in the first 2 years of life: the KOALA Birth Cohort Study. Pediatrics 2008;122:e115–122. 13. Tromp II, Kiefte-de Jong JC, Lebon A, et al: The introduction of allergenic foods and the development of reported wheezing and eczema in childhood: the Generation R study. Arch Pediatr Adolesc Med 2011;165:933–938. elnidito the nest Alison K. Ventura Departamento de Ciencias de la Nutrición Colegio de Enfermería y Profesiones de la Salud Drexel University, Philadelphia, Pa., EU. akventura@drexel.edu Mensaje clave Las preferencias constituyen un impulso fuerte para la ingestión de alimentos por los niños. Los niños pequeños muestran preferencias innatas por alimentos dulces, salados o de sabor agradable, y aversión a los sabores amargos, pero también una propensión fuerte a aprender de la experiencia. Se pueden promover las conductas de alimentación saludables con la exposición de los niños a alimentos saludables, la conexión de nuevos alimentos saludables con los preferidos ya conocidos, y la introducción de nuevos alimentos en un contexto social positivo. Las preferencias son un fuerte impulso para la ingesta dietética de los niños;1 así, una comprensión de los factores que influyen en las preferencias de alimentos es parte esencial para la comprensión de cómo se pueden moldear las preferencias para promover conductas de alimentación saludables. Las capacidades que subyacen a las preferencias de alimentos y las conductas de alimentación, sabor, olor y destrezas orales y motoras, se desarrollan mucho antes de la primera experiencia directa de un lactante con alimentos sólidos. El Fomentar el de alimentación s Cuadro 1. Puntos de referencia seleccionados del neurodesarrollo con relación a la alimentación. Puntos de referencia Edad, meses Función Pérdida del reflejo de extrusión 2-4 Permite la aceptación de alimentos no líquidos sin atragantamiento o reflejo nauseoso Se sienta con respaldo 3-4 Permite el control de cabeza y cuello necesario para deglutir sólidos Mayor eficacia de la masticación 6-10 Permite la transición de texturas en puré a sólidas Sujeción en pinza 10-12 Mayor capacidad para captar pequeños objetos durante la autoalimentación Movimientos precisos ascendentes y descendentes de la lengua 18-24 Mejor capacidad de masticar alimentos con textura sólida Rotación circulatoria de la mandíbula 24-26 Mejor capacidad de masticar alimentos con textura sólida desarrollo de los sentidos del gusto y el olfato se inicia en el útero y ambos son funcionalmente maduros en el tercer trimestre.2,3 Además, el feto empieza a deglutir cantidades significativas de líquido amniótico en etapas avanzadas de la gestación.4 El funcionamiento prenatal de estas capacidades prepara al feto para conductas de alimentación posteriores y aceptación de la alimentación posnatal. Los recién nacidos muestran conductas, tanto aprendidas como no, que guían su alimentación y moldean los patrones de aceptación de los alimentos. Las conductas no aprendidas incluyen las preferencias por dulces5 y sabores sabrosos,6 así como la aversión a lo amargo.5 A los 4 meses de edad surge la preferencia por sabores salados.7 Varios reflejos innatos que respaldan las capacidades de alimentación, como los 4 de búsqueda y succión del seno materno, también están presentes al nacer. Las respuestas aprendidas incluyen preferencias por estímulos experimentados dentro del útero, como el sabor y los olores de los alimentos maternos, que se trasmiten a través del líquido amniótico.8 Las preferencias de sabor y olor, así como las destrezas neuromusculares necesarias para el consumo de alimentos sólidos continúan en desarrollo en la etapa posnatal. Los sabores y olores de los alimentos de la madre también se transmiten a través de la leche y los lactantes aprenden a preferir dichos sabores.9 De manera similar, los lactantes alimentados con leche de vaca muestran preferencias por sabores específicos del preparado que reciben.10 En el Cuadro 1 se incluyen varios puntos de referencia cognitivos y motores que desarrollo de conductas saludables durante la niñez saludables por su exposición repetida,11 condicionamiento asociativo12 y contextos sociales positivos.13 En el Cuadro 2 se incluyen sugerencias específicas de la forma en que los cuidadores pueden usar esas estrategias para promover conductas de alimentación saludables durante la niñez temprana. Referencias Figura 1. Esquema típico de introducción de nuevos alimentos durante el primer año de vida. Nota: deben evitarse los riesgos de atragantamiento hasta después del primer año (o por más tiempo). Los ejemplos incluyen zanahorias crudas, nueces, semillas, pasas, uvas, palomitas de maíz y fragmentos de “hot dogs”. Cuadro 2. Estrategias específicas para promover conductas de alimentación saludables durante la niñez temprana 1. Amamantamiento exclusivo durante los primeros 6 meses de vida. 2. Llevar una dieta saludable y variada durante el embarazo y la lactancia, para asegurar que el lactante se exponga a los sabores de los alimentos saludables y aprenda a preferirlos. 3. Proveer exposición repetida a nuevos alimentos (en especial los que suelen rechazarse, como las verduras) para promover su aceptación. 4. Introducción de alimentos nuevos en un ambiente social positivo, que incluye el fomento y las prácticas de alimentación de respuesta. Evitar la presión o coaccionar a los niños para comer. 5. Alternar alimentos nuevos con los conocidos o densos en energía. Por ejemplo, agregar leche materna o fórmula láctea a los nuevos purés de verduras cuando se introducen a los lactantes, o servir las verduras con un pequeño aderezo con alto contenido en grasas cuando se introducen nuevos alimentos a los niños en edad de caminar. 6. Use sus propias conductas y actitudes para modelar patrones de alimentación saludables. preparan al lactante para la eventual transición de una alimentación con leche a una de alimentos de mesa. La Figura 1 muestra un esquema típico para la introducción de nuevos alimentos. Esta transición puede ser difícil para los cuidadores que intentan inducir conductas de alimentación saludables en la niñez temprana (en especial en niños de 2 a 5 años de edad), pues presentan cifras elevadas de neofobia, definida como el temor a nuevos alimentos. Además, las preferencias no aprendidas, antes mencionadas, indican que los niños pequeños aceptaran con facilidad alimentos densos en energía y escasos en nutrimentos “para niños”, como pizza y helado, y pueden rechazar alimentos más saludables, como las verduras verdes. Por fortuna, los niños pequeños también muestran plasticidad considerable en las preferencias y se pueden guiar hacia alimentos más 5 1. Birch LL: Dimensions of preschool children’s food preferences. J Nutr Educ 1979;11:77–80. 2. Bradley RM: Development of the taste bud and gustatory papillae in human fetuses; in Bosma JF (ed): Oral Sensation and Perception. Springfield, Charles C Thomas, 1972, pp 137–162. 3. Schaeffer JP: The lateral wall of the cavum nasi in man, with especial reference to the various developmental stages. J Morphol 1910;21:613–707. 4. Pritchard JA: Deglutition by normal and anencephalic fetuses. Obstet Gynecol 1965;25:289–297. 5. 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Los padres tienen una participación importante en el desarrollo de las habilidades de alimentación del niño a través de la selección de alimentos que les ofrecen, así como la forma en que se presentan. Mediante la introducción (y la reintroducción) de alimentos de la forma correcta, los padres pueden ayudar a sus hijos a disfrutar alimentos saludables e ingerir porciones apropiadas. Algunas prácticas de alimentación frecuentes tienen beneficios a corto plazo, pero pueden ser lesivas a largo plazo. 250 Alimento conocido (que le gusta) Ingestión (g) 200 150 100 50 Alimento inicialmente rechazado 0 1 2 3 Media; N = 40 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 Días Figura 1. Cambios en la ingestión de un puré conocido inicialmente rechazado en lactantes de 5 a 8 meses de edad. Después de 78 exposiciones, los niños consumieron tanto del alimento que inicialmente no les gustó como del conocido, que si les gustaba.7 6 Por ejemplo, mediante el uso de un alimento (p. ej., helado) como recompensa por comer otro (chicharos) los padres pueden convencer a los niños de ingerir el alimento saludable en esa comida particular y considerar que esto es un éxito. Sin embargo, este uso de recompensas comunica a los niños un “valor” relativo de los dos alimentos: que el helado es deseable y que los chicharos no. Con el tiempo, esto puede aumentar el gusto por los alimentos de recompensa y disminuir el del alimento diario,1 de manera que cuando los niños pueden seleccionar sus propios alimentos, no se servirán chicharos. Estudios recientes sugieren que el uso de recompensas no alimentarias (p. ej., etiquetas adhesivas) o las alabanzas, pueden ser alternativas eficaces.2 Otra práctica común es pedir a los niños que limpien su plato. Aunque esta práctica desalienta el desperdicio, puede llevar a comer en exceso. Cuando los niños se entrenan para prestar atención a sus claves de saciedad interna, antes que a índices externos, como la cantidad de alimento en el plato, pueden ajustar mejor su ingestión al contenido calórico de los alimentos.3 También se ha establecido que cuando los niños reciben porciones más grandes, consu- entación y su influencia alimentaria Helene Souza/pixelio.de men más alimentos;4 por lo tanto, es importante que los padres sirvan los alimentos en cantidades apropiadas. Una solución a ambos problemas es usar platos de tamaño infantil y servir pequeñas porciones (o incluso dejar que el niño se sirva a sí mismo) y permitirle que tome más si aún tiene hambre: habrá menos desperdicio y la cantidad consumida se basará en el hambre del niño, más bien que en una porción arbitraria. Los niños pequeños a menudo son neofóbicos, es decir, temerosos de intentar comer nuevos alimentos. Una forma eficaz de introducir un nuevo alimento es por “modelado”: la ingestión del alimento con un afecto positivo. Si los niños ven a un padre o a un hermano disfrutar un alimento, estarán más interesados en probarlo.5 Recordar a los padres no rendirse si un niño rechaza el alimento: puede requerir 7 a 10 probadas antes de que le guste (Figura 1),6,7 aunque muchos padres se rinden después de sólo tres rechazos. 7 Referencias 1. Birch LL: Development of food acceptance patterns in the first years of life. Proc Nutr Soc 1998;57:617–624. 2. Cooke LJ, Chambers LC, Añez EV, Wardle J: Facilitating or undermining? The effect of reward on food acceptance. A narrative review. Appetite 2011;57:493–497. 3. Birch LL, McPhee L, Shoba BC, Steinberg L, Krehbiel R: ‘Clean up your plate’: effects of child feeding practices on the conditioning of meal size. Learn Motiv 1987;18:301–317. 4. Orlet Fisher J, Rolls BJ, Birch LL: Children’s bite size and intake of an entrée are greater with large portions than with age-appropriate or self-selected portions. Am J Clin Nutr 2003;77:1164–1170. 5. Addessi E, Galloway AT, Visalberghi E, Birch LL: Specific social influences on the acceptance of novel foods in 2-5-year-old children. Appetite 2005;45: 264–271. 6. Birch LL, Marlin DW: I don’t like it; I never tried it: effects of exposure on two-year-old children’s food preferences. Appetite 1982;3:353–360. 7. Maier A, Chabanet C, Schaal B, Issanchou S, Leathwood P: Effects of repeated exposure on acceptance of initially disliked vegetables in 7-month old infants. Food Qual Prefer 2007;18:1023–1032. the nest INFORMACIÓN PARA LA PROFESIÓN MÉDICA ÚNICAMENTE © 2013, No. 34 em / Septi 13 bre 20 Ne stlé te Ins titu Nu trit ion 00 Vevey CH –18 Suiza elnidito Este folleto está protegido por derechos de autor. Sin embargo, puede reproducirse sin la autorización escrita previa de Nestlé Nutrition Institute o S. Karger AG, pero está sujeto al reconocimiento de la publicación original. El material contenido en este folleto fue enviado como material antes no publicado, excepto en los casos en los que se ha dado crédito a la fuente de la que se deriva parte del material ilustrativo. Fuente de las ilustraciones: Nestlé Nutrition Collection. inicio cer un patrón salud con un y tación alimen o, apropiado adecuad ro u n seg entació le M Estab able de la la alim cción de Introdu mentaria (Israel) comple Tel-Aviv Shamir, uctas de cond e la sarrollo le durant tar el de Fomen tación saludab en ) de alim Pa. (EU delphia, niñez a, Phila Raanan Alison K. Vent ur n y su mentació ta alimentaria uc as de ali Práctic la cond uiza) ia sobre anne (S influenc on, Laus Lisa R. Se ha tenido gran cuidado de mantener la exactitud de la información contenida en este folleto. Sin embargo, ni Nestlé Nutrition Institute ni S. Karger AG pueden hacerse responsables de errores o cualquier consecuencia que derive del uso de la información contenida aquí. Edels Publicado por S. Karger AG, Suiza, para Nestlé Nutrition Institute Avenue Reller 22 CH–1800 Vevey Suiza © Copyright 2013 por Nestlé Nutrition Institute, Suiza ISSN 1270–9743 Publicado en español por: Intersistemas S.A. de C.V. Traducido por: Dr. Felix García Roig Cuidado de la edición: Lic. Cristina Segura Flores © Copyright 2013 de la edición en español Editado e impreso en México