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ARTICULOS MEDICOS 2. Actualización del tratamiento de las hipercolesterolemias PARTE 1 Andrea Debeza Médica. PROPIA - UNLP E-mail: adebeza@netverk.com.ar INTRODUCCION América latina vive una transición epidemiológica con coexistencia de enfermedades infecciosas agudas y enfermedades cardiovasculares crónicas. (1) (2). La mortalidad cardiovascular representa el 26 % de las muertes por todas las causas (3) pero podría experimentar un aumento epidémico debido a la creciente prevalencia de factores de riesgo. Estadísticamente las cinco primeras causas de muerte en la República Argentina tienen un patrón común y es que son PREVENIBLES, la primera es la enfermedad cardiovascular seguida por el cáncer, los accidentes de tránsito, accidentes cerebro vasculares y aterosclerosis. (4) La enfermedad cardiovascular (ECV) es la primera causa de mortalidad en nuestro país y en el mundo. En Argentina, de cada 100 muerte en adultos, 46 son producidas por enfermedades del aparato cardiovascular y de éstas el 30% son por infarto, manifestación clínica más grave de la cardiopatía isquémica. Al mismo tiempo se comporta como el principal problema de salud de la población adulta, no sólo por ser causa de mortalidad, sino también de morbilidad e incapacidad a partir de los cuarenta años, lo que incluye al grupo productivo y reproductivo de nuestra sociedad, en el año 1986 de 241.000 defunciones el 46% fueron por patología cardiovascular, dando una frecuencia de UNA MUERTE CADA CINCO MINUTOS (5). Está demostrado que la prevención primaria y el control de sus tres principales factores de riesgo (colesterol alto, hipertensión y hábito tabáquico) disminuyen considerablemente su morbimortalidad (6). En esta monografía haremos una revisión del tratamiento de uno de estos factores, la hiperrcolesterolemia, factor de riesgo silente, y modificable a nivel individual y poblacional. TRATAMIENTO NO FARMACOLOGICO a. Manejo nutricional de la hipercolesterolemia Tratamiento nutricional de la dislipemia Desde principios del siglo XX, se asumió como verdad indiscutible la vinculación entre la ingesta de colesterol dietario y el aumento del riesgo de padecer aterosclerosis. Sin embargo, en los últimos veinticinco años se ha acumulado evidencia científica que relativiza el impacto del consumo del colesterol en el origen de afecciones coronarias. Durante varias décadas se sostuvo la relación directa entre la ingesta de colesterol dietario y el aumento del riesgo de desarrollar aterosclerosis. En ese sentido, un conjunto de estudios en la alimentación de animales, investigaciones epidemiológicas y ensayos clínicos se encargaron de aportar evidencias que posicionaron al colesterol como el enemigo a vencer en la lucha por disminuir las muertes provocadas por las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, a partir de la década de 1970 diversas investigaciones revisaron los resultados de aquellos estudios, creando una visión más compleja Revista Médica de La Plata 25 del origen de las aterosclerosis que relativiza la influencia del colesterol ingerido directamente en la dieta. Los estudios epidemiológicos también fueron durante décadas una fuente privilegiada para sostener la relación positiva entre la ingesta de colesterol y enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, las últimas investigaciones en ese campo señalaron que aquéllos resultados eran obtenidos como consecuencia de un análisis simple, que solo consideraba la ingesta de colesterol. En cambio, la asociación entre el colesterol dietario y su incidencia en la aterosclerosis se desvanece si en el mismo análisis se incorporan los patrones de consumo de ácidos grasos saturados y de frutas, verduras y cereales. El control del nivel de colesterol en sangre sigue siendo fundamental para disminuir el riesgo de padecer aterosclerosis. Los últimos estudios epidemiológicos ubicaron el nivel normal de colesterol total en sangre por debajo de los 200 mg/dl, y señalaron que una concentración mayor aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. Es indispensable que los profesionales de la nutrición aconsejen claramente a sus pacientes sobre el riesgo que implica una concentración mayor de colesterol en sangre. Pero también es fundamental saber que solo un porcentaje menor del colesterol de nuestra sangre proviene de su ingesta directa. Gran parte de ese colesterol es generado por nuestro organismo como consecuencia del consumo de alimentos que contienen ácidos grasos saturados (que se encuentran en la carne, leche, queso y manteca) y de ácidos grasos trans (presentes en alimentos manufacturados con aceites vegetales hidrogenados, como la margarina, pan lactal y galletitas). El ATP III (7) recomienda el abordaje en los cambios en el estilo de vida, para reducir no solo los niveles de colesterol en sangre, sino la prevención de la enfermedad cardiovascular. Estos son: - Reducción en el consumo de grasas saturadas ( > a un 7 % del total de las calorías) y la disminución del consumo de colesterol en menos de 200 mg/dl. - Reducción de peso. - Incremento de la actividad física. 26 Revista Médica de La Plata Opciones para aumentar la disminución del consumo de colesterol seria el uso de estanoles , esteroles (8) (9) (10) y el incremento de fibra soluble (10-25 g/d). * Hidratos de carbono * Proteínas * Grasas total Grasas saturadas (*) Poliinsaturadas Monoinsaturadas Fibras Colesterol Calorías totales 50-60% del VCT 15 % del VCT 25-35 % del VCT 7% del VCT 10% del VCT 20 % del VCT 20-30g/d 200 mg/d Balance entre el ingreso y gasto de calorías para man tener un peso deseable o prevenir su aumento. (*) disminuir el consumo de grasas trans. VCT (valor calórico total) Por otro lado la Asociación Americana del Corazón (AHA) (11), realiza en el 2000 una revisión para los profesionales de la salud, desde el Comité de Nutrición, de donde surgen tres principios: - Hay un conjunto de pautas dietarias, hábitos y comportamientos que todos los individuos pueden adoptar y seguir a lo largo de su vida para alcanzar y mantener la salud cardiovascular y el bienestar general; - Los hábitos dietarios saludables están basados en la adopción de un patrón de alimentación durante un período prolongado de tiempo y no en lo que se ingiera en una sola comida; - Las pautas generales que se indicarán a continuación representan los ejes de la propuesta; a partir de esas pautas, pueden realizarse recomendaciones particulares para cada individuo, tomando en consideración su estado de salud, sus preferencias dietarias y su entorno cultural. Las recomendaciones de la AHA se articulan a partir de cuatro pautas generales: 1- Adoptar un patrón de alimentación saludable, que incluya alimentos de diferentes grupos. Esto supone el consumo de una variedad de frutas, verduras y cereales; también incluye la ingesta de productos lácteos con bajos contenidos de grasa, pescado, legumbres, pollo y carnes magras. 2- Alcanzar o mantener un peso corporal saludable. Se hace hincapié en la necesidad de limitar la ingesta de energía (calorías) a las necesidades energéticas totales, evitando el consumo de comidas con alta densidad calórica y/o baja calidad nutricional (entre las que se incluyen aquellas con un alto contenido de azúcares). También se sugiere mantener un nivel de actividad física que permita alcanzar una aptitud adecuada y un equilibrio entre la ingesta de energía y su gasto; para la reducción del peso, el gasto debe superar la ingesta. 3- Mantener un nivel deseable de colesterol en sangre y de perfil lipoproteico. Se sugiere limitar la ingesta de comidas con un alto contenido de ácidos grasos saturados y de colesterol. Esos productos deben sustituirse por cereales y alimentos ricos en ácidos grasos insaturados, como verduras, pescado, legumbres y nueces. 4- Mantener la presión sanguínea en niveles adecuados. Se debe limitar la ingesta de sal a menos de 6 g. al día, y el consumo de alcohol a un máximo de un trago por día para las mujeres y de dos para los hombres. Es de suma importancia mantener un peso corporal saludable y un patrón dietario basado en el consumo de verduras, frutas y productos lácteos con bajos contenidos de grasa. En esta revisión, la AHA hace un hincapié particular en algunas pautas que tienen beneficios potenciales múltiples en la salud cardiovascular y que representan elecciones positivas de estilos de vida. Entre ellas, se incluye la adopción de una dieta balanceada con énfasis en el consumo de verduras, cereales y frutas, que permita mantener un peso corporal adecuado a través de un equilibrio entre la ingesta de energía y su gasto. Además de prevenir el desarrollo de afecciones cardiovasculares, esos hábitos y comportamientos también pueden reducir el riesgo de padecer otros problemas crónicos de salud, entre los que se incluyen la diabetes tipo 2, la osteoporosis, y ciertas formas de cáncer. La AHA considera de suma importancia el mantenimiento de un peso corporal adecuado. Se recomienda una ingesta de grasa menor al 30 % del total de la energía, para potenciar la limitación del consumo de energía total y de grasa saturada; asimismo, la ingesta de grasas saturadas debe limitarse a menos del 10 % de la energía y el colesterol a menos de 300 mg al día. La ingesta específica de cada individuo debe basarse en sus niveles de colesterol y lipoproteínas, así como en la presencia de otros factores de riesgo, entre los que se encuentran los antecedentes personales y familiares de enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el sedentarismo y el tabaquismo. Estas pautas se proponen como una guía a seguir por cualquier persona mayor de 2 años. En ese sentido, la AHA pone énfasis en la importancia de que los hábitos saludables de alimentación se establezcan a temprana edad, ya que de esa forma se previene el desarrollo de condiciones tales como la obesidad y la hipertensión, que pueden incrementar los riesgos de enfermedad en los años posteriores. Ácidos grasos saturados El alto consumo de ácidos grasos saturados y colesterol es el principal responsable de la hipercolesterolemia (12) y esta del aumento de la morbimortalidad cardiovacular de origen isquémico (13). La industria alimentaria a empezado a utilizar un tercer tipo de grasa la hidrogenada. El consumo de altas cantidades de ácidos grasos trans resulta de un perfil lipoproteico desfavorable (14), compatible con un aumento del riesgo aterogénico (15). El reemplazo de ácidos grasos saturados por insaturados produce una favorable disminución del colesterol LDL y de la relación colesterol total/ colesterol HDL considerados importantes factores predictivos de enfermedad coronaria. Se ha demostrado que la presencia en la dieta de ácidos grasos saturados aumenta los niveles de colesterol en sangre (16) (17) y que su efecto hipercolesterolemiante es mucho mas constante y predecible que el provocado por el mismo colesterol de la dieta (18). Los alimentos de origen animal, los productos lácteos y sus derivados (carne leche queso manteca) son las principales fuentes de ácidos grasos saturados. Revista Médica de La Plata 27 Ácidos grasos insaturados Los efectos hipercolesterolemiantes que provocan el consumo de ácidos grasos saturados y trans puede minimizarse y neutralizarse con su reemplazo por ácidos grasos insaturados. Estos últimos, de configuración cis, se encuentran en los aceites comestibles de origen vegetal (girasol, oliva, canola) y se presentan como la opción más racional a la hora de promover cambios alimentarios a la población (19). Según una declaración de expertos convocada por PROPIA, el ácido linoleico (18:2 n6) (20) es posiblemente el más efectivo en algún tipo de suplementación con EPA. El otro ácido graso omega-3 de cadena larga es el docosahexaenoico (DHA), que está directamente relacionado con la salud y el desarrollo infantil. Tanto el EPA como el DHA son escasos en nuestra alimentación. Los alimentos de origen marino (algas, peces, mariscos, mamíferos) son una buena fuente de EPA y DHA, especialmente los peces grasos. (anchoas, sardina, salmón). En cambio, el ácido alfa linolénico- precursor de ambos- es relativamente abundante, ya que se encuentra en algunos aceites vegetales (por ejemplo, los de canola y soja). mejorar el perfil lipídico plasmático, seguido por el ácido oleico (18:1 n9cis). Asimismo, los ácidos grasos de la familia omega 3 provenientes de los peces (principalmente ácidos eicosapentaenoico y docosa- hexaenoico) y de aceites de plantas (ácido µ linolénico -18:3 n3-) proveen una protección adicional, en particular sobre la enfermedad coronaria fatal. 18.1n9 cis. En los últimos años, se atribuyó gran importancia en la nutrición a los ácidos grasos omega-3, y más particular mente, a los de cadena larga. Aunque diversos estudios señalaron sus efectos benéficos en la nutrición y en la salud humana, las fuentes de estos ácidos no siempre forman parte de las dietas habituales de las sociedades latinoamericanas. Esto supone la necesidad de promover la adopción de nuevos hábitos alimentarios, y al mismo tiempo buscar vías alternativas, por ejemplo a través de enriquecimiento de alimentos que sí son de consumo cotidiano. Uno de lo ácidos grasos omega-3 de cadena larga es el eicosapentaenoico (EPA). Este ácido se asocia a la protección de la salud cardiovascular, ya que reduce los niveles sanguíneos de triglicéridos y de colesterol, a la vez que se le atribuyen efectos antitrombóticos e hipotensores. Es importante su consumo por parte de aquellos individuos con mayor riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, ya sea por su condición genética (hipercolesterolemia familiar), nutricional (sobrepeso, obesidad) o patológica (dislipidemias, diabetes, etc.). Como la dieta occidental aporta una escasa cantidad de EPA o de su precursor, el ácido alfa linolénico, se estima que existe un déficit nutricional crónico de este ácido en la población adulta. Se puede suponer que la gran mayoría de las personas mayores requieren de 28 Revista Médica de La Plata El requerimiento de ácidos grasos omega-3 en un adulto sano es de 1 g/d (en particular, de EPA mg/d). Esas necesidades pueden satisfacerse con el consumo de dos o tres porciones de pescado a la semana, complementado con la ingesta de aceites que contengan una adecuada cantidad de ácido alfa linolénico (como los de soja y canola) y de abundantes vegetales verdes (como lechuga, brócolis, espinacas). Sin embargo, no siempre se logra una ingesta adecuada, por varias razones: - Es sabido que en Latinoamérica es escaso el consumo de pescado, debido a razones de disponibilidad, de precio y de hábitos alimentarios. - Los aceites vegetales que existen en el mercado no contienen en todos los casos cantidades adecuadas de ácido alfa linolénico, que una vez consumido pueda ser transformado en EPA o DHA por el organismo. En ese sentido, los aceites de oliva y de girasol tienen baja cantidad de ácido alfa linolénico o carecen de él, a la vez que se propicia el desarrollo de aceites de canola y soja con bajo contenido (para garantizar que puedan consumirse durante un período prolongado) (21). Isómeros trans de ácidos grasos Los ácidos grasos trans tienen su origen en aceites vegetales de configuración cis, razón por la cual durante la década de 1980 se consideró que su consumo colaboraba a la disminución del colesterol LDL y de la relación colesterol total /colesterol HDL. En ese contexto, se los consideró la mejor alternativa para reem- plazar a los ácidos saturados (grasa animal) en la producción de alimentos.14-15. Sin embargo, en los últimos años varios estudios cuestionaron esas apreciaciones y señalaron que estos ácidos grasos, de configuración cis en su origen, devienen en trans como consecuencia de procesos de hidrogenación en el caso de la industria alimentaria y de procesos bacterianos en el de los rumiantes. En lo que refiere a los efectos, en los últimos años varios estudios controlados indicaron que los ácidos grasos trans generan modificaciones adversas sobre las lipoproteínas plasmáticas, causando incremento de colesterol LDL y descenso del HDL. El consumo de ácidos grasos trans, en particular el ácido elaídico (18:1 n9 trans), es peligroso para la salud cardiovascular. El ser humano siempre ha consumido estos ácidos grasos contenidos en la grasa de los rumiantes (carne, leche y otros productos lácteos), aunque en pequeñas cantidades ya que esos ácidos nunca excedieron el 5 por ciento de los ácidos grasos totales. Pero la utilización de aceites vegetales hidrogenados en la preparación de productos como galletitas y panes industriales, así como el incremento del consumo de margarina como sustituto de la manteca por su menor contenido de colesterol y ácidos grasos saturados, aumentaron en una importante cantidad el consumo de ácidos grasos trans. Los efectos hipercolesterolemiantes que provocan el consumo de ácidos grasos saturados y trans puede minimizarse y neutralizarse con su reemplazo por ácidos grasos insaturados. Estos últimos, de configuración cis, se encuentran en los aceites comestibles de origen vegetal (girasol, oliva, canola) y se presentan como la opción más racional a la hora de promover cambios alimentarios a la población. Según una declaración de expertos convocada por PROPIA, el ácido linoleico (18:2 n6) es posiblemente el más efectivo en mejorar el perfil lipídico plasmático, seguido por el ácido oleico (18:1 n9 cis). Asimismo, los ácidos grasos de la familia omega 3 provenientes de los peces (principalmente ácidos eicosapentaenoico y docosahexaenoico) y de aceites de plantas (ácido µ linolénico - 18:3 n3-) proveen una protección adicional, en particular sobre la enfermedad coronaria fatal . Sumando lo expuesto anteriormente, observamos en el siguiente cuadro los efectos de los componentes de la alimentación sobre los lípidos y lipoproteínas plasmáticas. (Ver Cuadro 1). Estanoles y esteroles En los últimos años, se ha sugerido que los esteroles de origen vegetal tienen efectos benéficos en la reducción de los niveles de colesterol LDL. Esto ha generado un Cuadro 1 - Efectos de los componentes de la alimentación sobre los lípidos y lipoproteínas plasmáticas. Revista Médica de La Plata 29 debate sobre la introducción de estos componentes en alimentos que integran la dieta habitual. El debate sobre los efectos de los esteroles de origen vegetal en la reducción de los niveles de colesterol sanguíneo parece ser un tema novedoso. Sin embargo, ya en la década de 1950 algunos estudios observaron que los esteroles provenientes de las plantas ayudaban a descender los niveles de colesterol sérico, aunque luego fueron reemplazados por productos farmacológicos que mostraron una eficacia mayor y mejor aceptación de los pacientes. Lo realmente nuevo hoy es la incorporación de estos esteroles en alimentos que contienen grasa, lo que según evidencias recientes aumenta la eficacia en el descenso de los niveles de colesterol LDL. Los esteroles son derivados alcohólicos del ciclopentano-perhidro-fenantreno, y son esenciales en las membranas celulares de los animales y las plantas. Mientras el colesterol es el esterol producido por las células mamíferas, los esteroles múltiples (fitosteroles) son generados por las plantas. Aunque estructuralmente son similares al colesterol, los esteroles de origen vegetal no son sintetizados por el cuerpo humano y son apenas absorbidos por el intestino humano. La fuente principal de los esteroles provenientes de las plantas son los aceites de soja y de pino. En la búsqueda de alternativas para enriquecer los alimentos de consumo habitual, estas sustancias pueden ser incorporados a ellos con la intención de descender los niveles sanguíneos de colesterol. Esto se debe a que estos esteroles son esterificados de los ácidos grasos insatu- rados, por lo que aumentan la solubilidad de los lípidos. En los últimos años se ha acumulado evidencia sobre los efectos benéficos del esterol de origen vegetal sobre la hipercolesterolemia. A principios de los 90, se señaló que el suministro de ester de sitostanol (una de las formas de los esteroles) redujo los niveles del colesterol LDL en aproximadamente el 10 % en sujetos con una hipercolesterolemia y el incremento de fibra soluble (10-25 g/d) moderada, a partir del consumo de 3,4 g/d de una margarina enriquecida con aceite de canola y el incremento de fibra soluble (10-25 g/d) (8) (9) (10). Estudios posteriores establecieron que la eficacia máxima en el descenso de colesterol total y colesterol LDL se logra con dosis de 2 g/d, y que los efectos sobre el colesterol HDL y los triglicéridos son ínfimos o nulos. Esos estudios también demostraron que el consumo de grasas que contienen esteros del esterol provenientes de plantas es eficaz tanto para personas con parámetros normales de lípidos (normolipémicas) como para aquellas que presentan algún tipo de desviación (dislipémicos). En la mayoría de los casos, el consumo de 2 g/d de ester del esterol derivados de plantas redujo los niveles de colesterol LDL entre un 9 y un 20 %. De todas formas, es importante señalar que el impacto de las grasas que contienen esteres de esterol/estanol en el descenso de los niveles de colesterol LDL de una persona depende de dos variables: - Por un lado, de que su dieta sea similar a la habitual en los países occidentales o, por el contrario, tenga un bajo consumo de grasas totales, grasas saturadas y colesterol (como se sugiere a personas con hipercolesterolemia) - Por otro lado, de que estas grasas enriquecidas hayan sido incorporadas en la grasa consumida habitualmente o en productos con bajo contenido de grasa. Sobre este último punto, cabe indicar que en los últimos años se desarrollaron una nueva clase de margarinas y de otros productos derivados de la grasa, como mayonesas y aderezos de ensaladas que contienen esteroles de origen vegetal. En los Estados Unidos, estos productos están disponibles en el mercado, pero no sucede lo mismo en muchos países de Latinoamérica, donde la comercialización de productos enriquecidos 30 Revista Médica de La Plata con estos componentes está en sus primeras etapas. Alimentos funcionales (24) Los alimentos funcionales permiten modificar nuestra nutrición a través del consumo de ciertos productos saludables. Integrados en la dieta habitual, los alimentos funcionales pueden garantizar la nutrición básica y actuar de forma beneficiosa sobre determinadas funciones del organismo. El rechazo a las prohibiciones suele ser uno de los factores que el común de la gente señala como obstáculo al momento de decidirse a iniciar una dieta saludable. La percepción dominante es que las recomendaciones para consumir determinados productos que por su composición pueden ser beneficiosos para la salud vendrán acompañadas luego por la indicación de eliminar de la dieta otros de consumo habitual, por lo general los considerados más sabrosos. Con el desarrollo de los alimentos funcionales, el miedo a la prohibición se desplaza a un segundo plano. Es que, como señala el Consejo Internacional para la Información sobre Alimentos,“la buena noticia de los alimentos saludables es que lo que usted efectivamente come puede ser más importante para su salud que lo que no come”. ¿Qué son los alimentos funcionales? Son aquellos alimentos cuyos componentes activos no sólo proporcionan lo necesario para la nutrición básica sino que además actúan de forma beneficiosa sobre determinadas funciones del organismo. Es importante saber que la denominación “alimentos funcionales” no hace referencia tan sólo a algunos productos enriquecidos o fortificados en su composición, sino también a una gran variedad de frutas, verduras y cereales. En ese sentido, las investigaciones científicas realizadas en los últimos años han permitido descubrir atributos funcionales de muchos alimentos tradicionales, como es el ejemplo de las legumbres. Simultáneamente, se han desarrollado nuevos productos alimentarios mejorados con componentes beneficiosos, como los huevos de gallina enriquecidos con ácidos grasos omega 3. El desarrollo y comercialización a escala masiva de una variedad de productos proclamados como “saludables” generó en los últimos años un creciente interés de la sociedad por la relación entre la alimentación y la salud. Esta situación está obligando a organizaciones de los ámbitos académico, científico y gubernamental a establecer pautas claras para certificar y avalar la composición de esos productos y sus efectos. En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) regula la entrada al mercado de productos alimentarios de acuerdo con la naturaleza de su composición y los efectos proclamados en los envases. La FDA permite dos tipos de declaración en los rótulos de los alimentos y suplementos dietarios: por un lado, la estructura y función, describiendo los efectos del producto en el normal funcionamiento del organismo; por otro lado, la reducción del riesgo de enfermedad que ese producto genera. Una dieta adecuada debe estar integrada por alimentos pertenecientes a diferentes grupos, como carotenos (zanahoria, verduras verdes, tomate, huevos, cereales), fibras (granos de cereal, avena, fibras de trigo), ácidos grasos omega 3 (atún, pescado de mar), flavonoides (frutas, cítricos, verduras), prebióticos y probióticos (yogurt y otros lácteos), y saponinas (garbanzos de soja). En todos los casos, la recomendación es consultar a un especialista en nutrición para construir la dieta más adecuada a las necesidades de cada persona. Antioxidantes y suplementos La LDL oxidada es altamente aterogenica. Los antioxidantes se encuentran naturalmente en frutas y vegetales y son componentes importantes de la dieta saludable (55). No hay evidencia en la prevencion primaria de que el suplemento de vitamina Ee o beta carotenos reduzca el riesgo de enfermedad cardiovascular. Homocisteína y folato (25) Diversos estudios señalaron en los últimos años que la hiperhomocisteinemia es un factor de riesgo cardiovascular. Un porcentaje significativo de pacientes con enfer- Revista Médica de La Plata 31 medad isquémica aterosclerótica presenta los factores de riesgo clásicos, como hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad e hipercolesterolemia. Sin embargo, se registraron casos en los que pacientes tratados con fármacos hipolipemiantes murieron como consecuencia de afecciones cardiovasculares, pese a que lograron bajar su colesterol LDL a niveles normales. Estas constataciones son las que impulsaron reciente mente el estudio de la homocisteína como factor de riesgo, en la búsqueda de elementos para identificar una causa de enfermedad cardiovascular poco conocida que permita diseñar luego un tratamiento más adecuado. La homocisteína es un aminoácido sulfurado, que se origina en el metabolismo de la metionina contenida en las proteínas de la dieta, y es una molécula muy agresiva para el endotelio arterial. En condiciones fisiológicas normales, su eliminación se realiza a través de dos rutas metabólicas principales -la transulfuración y la remetilación-, que evitan el aumento de sus concentraciones plasmáticas. A diferencia de lo que sucede con el colesterol, no existe todavía un umbral de concentración plasmática de homocisteína que señalé un límite a partir del cual se inicia o desaparece el riesgo cardiovascular. Aún así, los estudios realizados demostraron que existe una clara asociación entre esa concentración y la extensión anatómica de la aterosclerosis -tanto del territorio coronario como carotídeo- y de las extremidades inferiores. Los resultados de un metaanálisis sugirieron que, por cada 4 mmol/l de aumento en la concentración de homocisteína, se producía un aumento del riesgo de enfermedad coronaria del 32 %. En términos generales, las personas con hiperhomocisteinemia moderada tienen un riesgo relativo entre 1,3 y 5 veces superior de enfermedad coronaria, entre 2,5 y 5 veces de enfermedad vascular cerebral. El aumento de la homocisteína ha sido asociado a un incremento en el riesgo cardiovascular. Su aumento puede ser reducido con la suplementacion de ácido fólico solo o combinado con vitamina B6 y B12 (10). 32 Revista Médica de La Plata Adherencia al tratamiento. Intervención individual La terapia nutricional individualizada llevada a cabo por un profesional formado en nutrición ha ido ganado atención en los últimos años como un efectivo primer paso en el tratamiento de lo altos niveles plasmáticos de colesterol, a fin de disminuir el riesgo de enfermedad coronaria. Las investigaciones clínicas de terapia nutricional han reportado significativas reducciones de colesterol mas importantes cuanto más intensiva es la intervención nutricional en el tratamiento. (26) (27) y que los niveles de colesterol revierten a los valores basales cuando la misma es suspendida. La intervención nutricional individual previene el uso prematura de medicación hipolipemiante con un costo significativamente menor del tratamiento, incluyendo un mínimo de 6 meses de tratamiento nutricional con revisión de las recomendaciones como primera aproximación al tratamiento de la hipercolesterolemia y un mínimo de 3 (150 minutos) o 4 ( 180 minutos) entre vistas nutricionales durante 7 semanas parea asegurar un buen acatamiento al plan nutricional (28) . Intervención poblacional Instruir a la población sobre la compra de productos de bajo contenido graso, en grasas saturadas y en grasas trans, en base a la información que figura en el etiquetado de los alimentos, elegir cortes de carne mas magros y eliminar la piel de aves y la grasa visible antes de cocinar, modificar métodos de cocción. Consumir calorías suficientes para lograr un peso adecuado e incorporar alimentos con acción hipocoles terolemiante (avena u otras fibras solubles frutas secas como almendras y avellanas, ajo, proteína de soja, etc.). En cuanto a este último alimento la Asociación Americana del Corazón ha recomendado recientemente el consumo de 25-50 g/d (29). Educar al paciente y a la población sobre la selección de alimentos, enfatizando sobre la elección y no sobre la prohibición. b. Ejercicio y lípidos Introducción La relación de la actividad física con los niveles de lípidos en sangre y los niveles de lipoproteínas, ha sido revisada extensamente, en hombres y mujeres. La actividad física es definida como cualquier movimiento del cuerpo producido por los músculos esqueléticos, que con lleve un gasto energético, a diferencia del ejercicio que es definido como la actividad física planificada, estructurada y repetitiva, dirigida a mantener, mejorar y promover la salud y la aptitud física. Está ampliamente aceptado que el ejercicio regular es importante para prevenir o mejorar afecciones crónicas y en especial se resalta su valor en la reducción del riesgo de padecer trastornos cardiovasculares. De hecho el sedentarismo (falta de actividad física) es considerado como un factor de riesgo de enfermedad coronaria, tal como el tabaquismo, las dislipidemias o la hipertensión arterial. Dislipemias El efecto del ejercicio físico difiere para las distintas lipoproteínas circulantes. Luego de pocas sesiones de ejercicio y más aún si éste es dinámico y se alcanza un buen nivel de entrenamiento, disminuyen los triglicéridos y aumenta el colesterol HDL. El efecto sobre los triglicéridos se produce en los individuos normolipémicos así como también en los hipertrigliceridémicos. Los ejercicios de fuerza tienen también un efecto beneficioso sobre los niveles de las LDL y de las HDL (30). El aumento de las HDL se produce también en individuos con bajos niveles previos de esta lipoproteína. El entrenamiento disminuye las LDL más efectivamente en los varones que en las mujeres, en quienes los cambios en estas lipoproteínas son dudosos. Estos efectos del entrenamiento son consecuencia del aumento de la actividad de la LPL muscular y de la disminución de la actividad de la triglicérido lipasa hepática (31). El entrenamiento de mujeres obesas, redujo significativamente la insulinemia, aumentó los niveles de HDL2 (y disminuyó la HDL3), redujo el LDL colesterol y la apo B, aunque la pérdida de peso fue inferior a los 5 kg. Esto sugiere que el entrenamiento, aún en ausencia de cambios importantes en la cantidad de grasa corporal, puede modificar favorablemente el perfil lipídico de los obesos (31) (32). Después de 14 semanas de entrenamiento aeróbico, un grupo de 13 varones obesos sedentarios de 45 a 60 años, con un BMI promedio de 30.4 kg/m2, aumentó en un 60% su sensibilidad a la insulina, en un 8% el HDL colesterol y la relación colesterol total/HDL se redujo en un 8%, en tanto que los triglicéridos lo hicieron en un 25%. Esos cambios se asociaron con disminución del perímetro de la contura y de la relación cintura/cadera, aunque debido a la reducción concomitante del muslo, la relación tronco/extremidades no fue modificada (33). Estudios en varones y mujeres destacaron los beneficios de la actividad física sobre el perfil lipídico fueron independientes del nivel de mejoría cardiorrespiratoria. Esto indica una disociación entre la capacidad de transporte de oxígeno y la mejoría metabólica, más relacionada con el gasto energético efectuado que con el nivel de utilización del oxígeno (34) (35) (36). 3. TRATAMIENTO FARMACOLOGICO Estatinas El primer inhibidor de la HMG-CoA reductasa que se descubrió fue la mevastatina, un metabolito fúngico aislados de extractos de Penicillium citrinum en 1976 (37). Las estatinas son: lovastatina, simvastatina, fluvastatina, pravastatina, atorvastatina y cerivastatina. Estructuralmente la fluvastatina y la pravastatina son ácidos abiertos, en tanto que la lovastatina y la simvastatina son derivados lactónicos. La atorvastatina, la cerivastatina y la fluvastatina son derivados sintéticos. Mecanismo de acción Consiste en inhibir la HMG-CoA reductasa (enzima limitante de la velocidad de síntesis del colesterol). Esta inhibición con la siguiente depleción de colesterol intracelular provoca el aumento del número o de afinidad de los receptores de LDL, aumentando el aclaración de las lipoproteínas que contienen apo B y E. Revista Médica de La Plata 33 Como efecto coadyuvante disminuye la producción de apo B 100 (39) (principal constituyente proteico de LDL). Produzca además democión de VLDL e IDL. La disminución de la síntesis lipoproteica contribuye levemente al descenso de los triglicéridos. Con la administración de estatinas se produce: lización de alguna estatina en pacientes que simultáneamente reciben fármacos que inhiben el citocromo P 450 3 A 4 (macrólidos-antifúngicos-ciclosporinas etc). Interacciones de las estatinas con otras drogas - LDL: descenso de 25-60% (descenso cuantitativo, no cualitativo. De considerarse este último es a expensas de LDL menos aterogénicas) (40). - Triglicéridos: descenso entre un 10 y un 20 % (41). - Lp(a): la acción es sobre los niveles de la misma variable. Mientras que la fluvastatina la disminuye, el resto (con excepción de la atorvastatina y la cerivastatina cuyo efecto aún se desconoce) la incrementan. (42) (43). - HDL : aumento entre 5 a 10%. - Fibrinógeno: no se modifica por acción de las mismas. Existe un trabajo que refiere que la atorvastina produce un aumento de 2 a 3 % . (44) (45). Formas de administración y drogas Se administra como única dosis preferentemente nocturna. La fluvastatina puede darse en cualquier momento del día. Estudios de intervención con estatinas Farmacocinética Los datos sobresalientes a considerar son la excelente unión a proteínas plasmáticas. Desde el punto de vista individual esta referida a la acción de la atorvastatina como droga principal y a través de sus metabolitos activos; lo mismo sucede con la crivastatina. Por otra parte, la importante eliminación renal de la pravastatina hace que esté contraindicada en la insuficiencia renal. Efectos adversos (47) Especialmente a altas dosis, estas drogas presentan aumento de las transaminasas de hasta tres veces el valor normal. Esto es reversible. Puede provocar miopatía con aumento de CPK (creatinfosfoquinasa) de hasta diez veces el valor normal. Con menor frecuencia se observan artralgias, trastornos gastrointestinales, debilidad muscular y prolongación del tiempo de protrombina. La incidencia de estos efectos adversos es baja (0,1-2%). El riesgo aumenta sustancialmente y contraindica la uti- 34 Revista Médica de La Plata Dos importantes estudios han sido publicados hasta la fecha en prevención primaria y tres en prevención secundaria, señalando beneficios clínicos en términos de morbimortalidad, luego de tratamientos prolongados con hipolipemiantes. En el estudio WOSCOPS (49) 6595 hombres hipercolesterolémicos sin IAM previo (pero el 5% tenía antecedentes de angina de pecho) recibieron 40 mg. diarios de pravastatin (12) o placebo. Luego de 5 años de tratamiento disminuyeron en más del 30% los riesgos de eventos coronarios y mortalidad coronaria. Otro gran estudio el AF Caps Tex Caps (50), comprendió también un tratamiento de 5 años,también en sujetos asintomáticos con bajo riesgo en general con 20 a 40 mg/día de lovastatina o placebo. Luego del tratamiento se redujo en un 37% la incidencia de IAM fatal o no fatal, desarrollo de angina inestable o muerte súbita. En prevención secundaria con estatinas en el estudio 4S (Scandinavian Simvastatin Survival Study) se randomizaron 4444 hombres (81%) y mujeres (19%) de 35 a 70 años de edad con un LDL en promedio de 188mg/dl. y antecedentes de IAM o angina. Los pacientes recibieron entre 10 y 40 mg. de simvastatina. Se observó luego de 5 años de tratamiento una reducción del LDL de 35% y de mortalidad en general del 30%. En el estudio CARE (Colesterol And Recurrent Events) (51) el tratamiento con 40 mg de provastatina por día durante 5 años en hombres (86%) y mujeres (14%) de 21 a 75 años de edad con antecedentes de IAM y niveles de LDL entre 115 y 174, produjo una reducción de eventos coronarios mayores (IAM no fatal o muerte coronaria) del 24%. En ambos estudios se vieron reducciones en la necesidad de revascularizar, esto es importante a la hora de analizar costos/ beneficios de las medidas preventivas. También para tener en cuenta es disminuyendo el LDL no solo los beneficios se limitan al lecho vascular coronario, sino que disminuyéndolo en un 30% se reduce en un 29% el riesgo de ACV. Efectos extra lipídicos de las estatinas y su potencial rol antiaterogénico Aparte de sus efectos sobre la síntesis de colesterol, hay pruebas que las estatinas tienen mecanismos de acción adicionales que contribuyen a sus efectos antiaterogénicos. Se ha informado que tanto in vitro como in vivo la fluvastatina, la simvastatina, y la lovastatina, pero no la pravastatina, disminuyen la migración y la proliferación de células del músculo liso dosis dependiente. La actividad antiproliferativa in vivo de la fluvastatina se comprobó. Esta última y la simvastatina inhiben la esterificación y deposito de colesterol inducido por LDL acetilada en macrofagos activados. Todos los efectos fueron evitados con el uso de mevalonato. Esto avalaría que las estatinas ejercen un efecto antiaterosclerótico directo sobre la pared arterial, probablemente a través de la inhibición local de la síntesis de isoprenoides. Por su parte, la atorvastatina inhibe la proliferación y migración de las células musculares lisas. Además reduce la viscosidad sanguínea. Se disponen de dos: COLESTIRAMINA y COLESTIPOL Mecanismo de acción (52) Se unen a los ácidos biliares en el intestino. Esto resulta en aumento de la excreción fecal de los mismos. Así se interrumpe la recirculación enterohepática de los ácidos biliares, el tamaño del pool disminuye y esto estimula su aumento de síntesis hepática. Esto resulta en dos cambios compensatorios: - Aumento de la síntesis de colesterol y receptores de LDL de la membrana del hepatocito. Esto estimula el catabolismo de LDL plasmática y disminuye la concentración de estas lipoproteínas. - Disminuye así un 20 a 25 % las LDL. Las HDL aumenta ligeramente. Es interesante destacar que por razones que no se comprenden bien aumentan las síntesis hepáticas de VLDL aumentando de esta manera los triglicéridos. Farmacocinética No se absorben y ejercen su acción enteramente en la luz intestinal. Su sabor es desagradable. Efectos adversos (53) A altas dosis disminuye la absorción de vitaminas liposolubles y ácido fólico. Producen efectos gastrointestinales (constipación, náuseas, dolor abdominal, vómitos) pero son dosis-dependientes. Además dan moderado aumento de fosfatasa alcalina y transaminasas e hipertrigliceridemia. Interacciones con drogas Interfieren en la absorción de hormonas tiroideas, tetraciclinas, cumarínicos, digitales, estatinas, fenobarbital propanolol, tiazidas, fenilbutazona. Para evitar este efecto es conveniente administrarlo una hora antes o cuatro horas luego de las resinas (54). Secuestrantes de ácidos biliares Indicaciones Se han empleado con éxito durante varias décadas para reducir el colesterol. Es el fármaco adecuado para niños mayores de 10 años con hipercolesterolemia no controlables con tratamien- Revista Médica de La Plata 35 to no farmacológico, para mujeres hipercolesterolémicas en edad fértil (todos los demás fármacos están contraindicados, salvo excepciones y con la debida doble barrera anticoncepcional y advertencia de un riesgo de daño al embrión), y para ser asociada a fibratos (reduce la tendencia a formar cálculos biliares propia de los fibratos). Sin embargo en la práctica su principal uso es su asociación con estatinas en hipercolesterolemias severas, lo que potencia la acción reductora de LDL-C de cada uno de los fármacos. Dosis (55) Colestipol: 5-30g/día (cada sachet = 5 gr.) Colestiramina: 4 =24 g/día (cada sachet = 4 gr.). Raramente se toleran más de 8-12 gr./día con los que se obtienen reducción de LDL-C de hasta 20%. Estudios de intervención con resinas (56) -Prevención primaria: LIPID RESEARCH CLINICS CORONARY PRIMARY PREVENTION TRIAL: demostró descenso de LDL (colestiramina) y del riesgo de fatal o no infarto agudo de miocardio. - Prevención secundaria:ANGIOGRAPHIC TRIALS que muestran reducción de la progresión o incremento de la regresión de las lesiones ateroscleróticas en arterias coronarias. Ácido nicotínico El ácido nicotínico (vitamina B3) es necesario en bajas dosis para el normal funcionamiento de las vías metabólicas celulares. Administrado en dosis farmacológicas tiene un efecto favorable sobre el metabolismo de las lipoproteínas y es utilizado aproximadamente desde la década de los 50 (57). Mecanismo de acción (58) La inhibición de la síntesis de lipoproteína es el mayor efecto del ácido nicotínico. La inhibición de la lipólisis de grasas almacenadas en tejido adiposo con la resultante disminución de los ácidos grasos libres eliminados del hígado. El significado de estos mecanismos no ha sido documentado. Se produce la inhibición de la síntesis de VLDL y remanentes. Aumenta el HDL, en especial, la fracción HDL2. Se observó un modesto descenso de Lp(a) por mecanismos desconocidos. Farmacocinética Se absorbe por vía oral. Generalmente es útil darlo con las comidas. Efectos adversos (59) Son frecuentes. Se debe iniciar el tratamiento con dosis bajas. El efecto más frecuente es el rubor cutáneo, causado por vasodilatación. Se observa cuando se inicia el tratamiento o cuando se aumenta la dosis. Para contrarrestarlo debe iniciarse con dosis bajas y tomarlo con las comidas. Es conveniente ingerirlo con líquidos fríos ya que los calientes y el calor aumentan la vasodilatación. El uso de ácido acetilsalicílico disminuye el rubor mediado por prostaglandinas. Puede haber además prurito, sequedad de piel y rara vez acantosis nigricans. Con dosis altas existen trastornos gastrointestinales (dolor, pirosis, náuseas, anorexia y diarreas). Puede haber aumento de transaminasas a dosis altas, que no implican suspensión del tratamiento. Se ve hiperglucemias dosis dependiente. En el 50% de los pacientes tratados se vió hiperuricemia, inclusive gota. 36 Revista Médica de La Plata Dosis (60) Se utiliza dos veces por día administrado con las comidas. La dosis inicial es de 100-250 mg, dos veces por día y puede ir aumentando a razón de 250mg. por semana. La dosis máxima es de 1-2 g/día. Estudios de intervención con ácido nicotínico (61) Son generalmente para prevención secundaria. - Eventos clínicos: CORONARY DRUGS PROJECT. Reducción de IAM y de la mortalidad. STOCKHOLM ISCHEMIC HERAT STUDY : reducción de mortalidad. Asociado a clofibrato. - Estudios angiográficos: reducción de progresión o aumento de regresión de eventos. COLESTEROL LOWERING ATHEROSCLEROSIS STUDY. FAMILIAL ATHEROSCLEROSIS TREATMENT STUDY. Probucol Aunque se ha utilizado durante varias décadas en clínica, su papel terapéutico continúa siendo controvertido y su mecanismo de acción poco claro. Aparentemente no necesitaría la presencia de receptores. Su efectividad es moderada. Aumenta la depuración de LDL, la excreción biliar de colesterol y su transporte reverso. Desciende el HDL aparentemente por disminuir la síntesis de apo A1. Es un potente antioxidante. Farmacocinética Se absorbe por vía gastrointestinal. Se almacena en tejido adiposo. Terapia combinada de la hipercolesterolemia (62) Además de utilizarse la monoterapia, pueden asociarse drogas cuando el paciente no responde a la primera opción. Estas son las variantes: - Estatinas + resinas: ambas aumentan los receptores de LDL por diferentes mecanismos.Tienen mayor efecto que la terapia individual dado que el mismo es sinérgico o aditivo. - Estatinas + ácido nicotínico: Producen mayor aumento de HDL. La estatina aumenta el receptor de LDL y la niacina, inhibe la síntesis lipoproteica. - Resinas + ácido nicotínico: no es bien tolerada por la sumatoria de efectos adversos. Hipertrigliceridemia Fibratos Los derivados del ácido fíbrico están indicados principalmente en el tratamiento de las hipertrigliceridemias. El primero conocido es el clofibrato (ATROMID). Luego aparecen el gemfibrozil (LOPID). El bezafibrato (BEZA LIP), el ciprofibrato (ESTAPRLOL), el fenofibrato común y el fenofibrato micronizado (LIPIDIL). Mecanismos de acción (64) Investigaciones recientes han demostrado que activan factores de trascripción específicos que pertenecen a la superfamilia de receptores nucleares de hormonas denominados PPARs, (peroxisome proliferator activated receptors) modificando la trascripción de genes específicos. Efectos adversos Es bastante bien tolerado. Puede ocasionar trastornos gastrointestinales inespecíficos, prolongación del intervalo QT, aunque las arritmias son raras. Uso clínico y dosis Debe considerarse un fármaco de segunda línea y habitualmente se da asociado a resinas o ácido nicotínico. Sería apropiado para hipercolesterolemia familiar homocigota o en pacientes que no toleren otra medicación. La dosis es de 500 mg dos veces por día. Entre los diferentes PPARs el alfa predominantemente expresado en el hígado, media la acción de los fibratos sobre el metabolismo lipoproteico. Inducen disminución de la síntesis de apo C3 que permite el aumento de la lipólisis mediada por la lipoprotein lipasa. Inducen además la síntesis de apo A1 y A2. El mecanismo de acción puede resumirse de la siguiente manera: 1- Reducción en el nivel de triglicéridos de hasta un 60% por la inducción de la lipólisis al aumentar la actividad de lipoprotein lipasa y disminución de apo C3. Reducción de la producción hepática de VLDL, por Revista Médica de La Plata 37 aumento del catabolismo hepático de ácidos grasos libres y disminución de su síntesis (aumento de la B-oxidación) 2- Aumento en el nivel de HDL de hasta 30% por la normalización de los excesivos intercambios de lípidos neutros en plasma y aumento de la formación de HDL por incremento en la producción hepática de apo A1 yA2. 3- Disminución del nivel de LDL de intensidad variable (máximo con fenofibrato, 35%) y de acuerdo al tipo de dislipidemia por aumento de la depuración de las LDL por cambios en su estructura y composición. Disminuyen fibrinógenos y Lp(a). Farmacocinética (65) cuentes. Tienen un potencial efecto anticoagulante al asociarse a cumarínicos. Aumenta la litogenicidad de la bilis. La miopatía es rara. El gemfibrozil está contraindicado en la úlcera péptica activa. Interacciones con drogas Todos lo hacen con los anticoagulantes y el gemfibrozil, además, interactúa con los hipoglucemiantes orales. Dosis Ciprofibrato: 100 mg/día Bezafibrato: 400 mg/día a 600 mg/día Gemfibrozil: 600 mg/día a 1.200 mg/día Fenofibrato: 100 mg/día a 300 mg/día Fenofibrato micronizado: 200 mg/día Estudios de intervención con fibratos Características particulares Últimamente apareció el fenofibrato micronizado. En el, la fase de la desintegración de la fórmula standar se optimizó. La fase de absorción no se modificó, y si lo hizo la solubilización, mejorándola. Esto logró disminuir el tamaño de la partícula a través de la micronización que se logra al proyectar a gran velocidad las mismas en un flujo de aire que las lleva a un recipiente cerrado. Esto provoca una calidad farmacéutica mejorada (65). El bezafibrato genera mayores aumentos de HDL y descensos de triglicéridos y VLDL que las estatinas. Reduce el fibrinógeno y las concentraciones plasmáticas de glucosa. El gemfibrozil se excreta principalmente por vía renal aunque tiene circulación enterohepática. Disminuye VLDL y la síntesis de apo B. a) Estudios en prevención primaria - WHO Clorofibrate Study: disminución del infarto y aumento de mortalidad no cardiovascular durante el estudio. - Helsinki Herat Study (gemfibrozil): disminuye el 34% el infarto y desciende el riesgo debido al aumento de HDL y descenso de LDL. b) Estudios en prevención secundaria - BECAIT (estudio de intervención de aterosclerosis coronaria con benzofibrato): disminuye la progresión de las lesiones. Ácido nicotínico (Descrito en hipercolesterolemia) Ácidos grasos omega 3 (69) Son efectivos y están presentes en los aceites de pescado. Pueden utilizarse a grandes dosis en la hipertrigliceridemia. Actúan disminuyendo la producción de VLDL. Son bien tolerados. Su efecto protector para aterosclerosis no fue probado. Contraindicaciones en pacientes diabéticos. Dosis Efectos adversos (66) De 5 a 10 g, dos veces por día. Ejercen efectos gastrointestinales (flatulencia, cambio en las características de las heces) que son los más fre- 38 Revista Médica de La Plata (67) (68) Hipertrigliceridemia combinada (70) La terapia combinada se utiliza para el control de múltiples anormalidades lipoproteicas y para usar dosis pequeñas de drogas. Esto reduce el costo y los efectos adversos. Ante un aumento de LDL y triglicéridos, estas son las distintas opciones terapéuticas: a) ácido nicotínico + estatinas: tienen efecto aditivo, menor riesgo de miopatía, descenso de LDL en común y el aumento de HDL por parte del ácido nicitínico. c) ácido nicotínico + fibratos: la dosis del primero es insuficiente para el control de LDL. Efectos de los agentes hipolipemiantes sobre Lp(a) y fibrinógeno. (Ver cuadro 2) Efecto de los fármacos reductores de lípidos sobre los valores de lípidos plasmáticos (71) (Ver cuadro 3) b) estatinas + fibratos: existen diversos trabajos que avalan su uso (fluvastatina + bezafibratos). Se utiliza esta combinación cuando el ácido nicotínico no es tolerado. Aumenta el riesgo de miopatía. Cuadro 2 Cuadro 3 - Efecto de los fármacos reductores de lípidos sobre los valores de lípidos plasmáticos Revista Médica de La Plata 39