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ISSN 1668 4737 Archivos Departamento de Antropología Cultural VI - 2008 CIAFIC ediciones Centro de Investigaciones en Antropología Filosófica y Cultural de la Asociación Argentina de Cultura Archivos, Vol. VI - 2008 ISSN 1668 4737 Directora: Dra Ruth Corcuera Miembros del Consejo Editorial: Dr. Eduardo Crivelli - Universidad de Buenos Aires, Argentina Dr. John Palmer - Brookes University, Oxford, Inglaterra Dr. Tadashi Yanai - Universidad de Tenri, Nara, Japón Dra. María Cristina Dasso - Universidad de Buenos Aires, Argentina Archivos es la publicación periódica del Departamento de Antropología Cultural del Centro de Investigaciones en Antropología Filosófica y Cultural (CIAFIC), que por este medio busca servir a la tarea del conocimiento y la reflexión sobre las culturas. Con esta finalidad, tiene como cometido difundir las investigaciones del Departamento, publicar colaboraciones que versen sobre antropología cultural y rescatar trabajos cuyo valor se considera meritorio para la disciplina. 8 2010 CIAFIC Ediciones Centro de Investigaciones en Antropología Filosófica y Cultural Asociación Argentina de Cultura CONICET Federico Lacroze 2100 - (1426) Buenos Aires www.ciafic.edu.ar e-mail: ciafic@fibertel.com.ar Dirección: Lila Blanca Archideo Impreso en Argentina Printed in Argentina Aplicaciones del estudio etnológico a proyectos multidisciplinarios de investigación en salud María Cristina Dasso CIAFIC Asociación Argentina de Cultura NOTAS SOBRE LA ALIMENTACIÓN WICHI Dado que el proyecto que se ocupa de la Enfermedad de Chagas introduce hábitos domésticos para el cuidado de mantener a la vinchuca fuera del ámbito de la vivienda y sus unidades vinculadas, el conocimiento de los hábitos alimentarios wichi, juntamente con el concreto conocimiento de cómo y dónde se recolectan frutos y otros recursos, brindan elementos clave para tener en cuenta en los cuidados señalados. Por ejemplo, saber de dónde y en qué estado recolectan leňa, plantas, etc., nos daría una idea aproximada de dónde destacar la verificación de no introducir involuntariamente a los insectos en la casa o el peridomicilio. La leňa, por ejemplo, o el acarreo de plantas de chaguar pueden introducir vinchucas en el caso de que se trajera la planta completa o el trozo de tronco sin desbastar. De igual modo, cuando elaboramos el segundo manual sobre algunas costumbres buenas para el cuidado de los niños, percibimos que no se justificaba insistir con el tema de la lactancia o sugerir alimentos para los niños, cuando su dieta es vigilada de parte de la familia. De tal modo, bastaba complementar información a la que ya poseía bien asentada la propia cultura [1]. Los alimentos, como los mas variados aspectos de la vida humana, tienen un horizonte mitico de referencia que se expone no solamente para comprender su importancia sino además para captar en qué profundidad se encuentran arraigados los temas que otorgan sentidos a las prácticas que se encuentran hoy en esta sociedad. La realidad de la cultura impone su peso objetivo, el cual debe ser evaluado en todos los casos en que se propone un proyecto que interviene en las personas y la sociedad en general, de modo que se intenten resultados (los beneficios) bajo control. 29 ALIMENTOS Y MITOS Los bienes alimentarios constituyen uno de los rasgos de la vida paradisíaca que mantenía unidos el cielo y la tierra en el cosmos wichi. La marisca (es decir, caza y recolección de especies animales y vegetales) de los hombres, realizada en el cielo, brindaba el buen alimento a las familias terrestres. El castigo a la mezquindad en el reparto, la desconsideración hacia el anciano solicitante cierra ese capítulo de vida que estaba establecido a horcajadas en dos planos (celeste y terrestre), que desembocaría en la humanidad actual. Los mariscadores y el árbol Hace mucho había un árbol alto que llega hasta el cielo y los mariscadores subían por el árbol y alcanzaban el cielo Es que en el cielo había muchas animales y frutos e iban los mariscadores que mariscan Había unos mariscadores que mariscaban y se suben a los árboles para ir al cielo. Y después vino una mujer vieja y vio ese árbol y ella los observa y buscó fuego y le incendió el tronco y se prendió todo y después los mariscadores que estaban mariscando no pudieron bajar del cielo pues no tienen más camino y los mariscadores no tuvieron ningún camino a la tierra. y arrojaron a la tierra sus yicas y sus yicas llegaron a la tierra y se convirtieron y se multiplicaron. No hay más Los alimentos de aquellas bolsas arrojadas a la tierra cuando los mariscadores comprendieron que no regresarían quedaron aptos para multiplicarse. También, las estrellas se perciben como pródigas en algarroba para los parientes terrestres. Es decir que los bienes alimentarios llegaban de manos de parientes generosos que perduraron en un estado mitico, de ancestro o palha. 30 Hay una cantdad abundante de relatos míticos donde el alimento es un aspecto destacado, cuando no central [2] (Dasso 1999:73-140): a) b) c) d) e) f) g) h) i) j) k) l) m) Los ancestros o palhalis van a visitar a los antiguos del fuego, itoh palha, y son convidados con comida cocida. El mundo incendiado recupera su vida gracias a Takwiátso que produce un algarrobo a partir de sus brasas. Las mujeres estrella descienden y roban la carne de los hombres. Tokwaj se desquita de las burlas de las mujeres estrella desatando las correas de sus bolsas repletas de mistol que ellas recolectaban en el mundo terrestre. El sol ordena a su hija que busque esposo que la alimente, y encuentra a Carpintero, un melero de gran habilidad. Los carancho –Ka’o’o, Afwuntsej to fwaj, Hetsaj-, padre e hijo, matan a los monstruos que comen gente Tokwah quiere devorar crías de gualacate y cae en el submundo, lo rescata el ave rapaz fwentaj a cambio de comer la carne de su pierna. Tokwaj se hace llevar por el tigre a cambio de ser su alimento. Tokwaj devora a la nieta de la abejita moro moro mientras su abuela trae agua Tokwaj desata la desgracia de “buscar el alimento” al herir con su flecha a la Madre de los peces y derramar las aguas que almacenaba el palo borracho. El muchacho solitario atrapa al fwentaj que le da sus espolones para que sea buen cazador. El muchachito solitario es acompañado por la mujer estrella que produce algarroba. Su suegro (el sol) lo devora en una parrilla. 31 n) ñ) o) p) El tigre mata a su yerno corzuela y le da su carne a la hija y nietos. La Atsina palha devora crudos los pichones de loro que le arroja su esposo, y luego devora a su esposo El gato montés le enseña a cazar al tigre Los animales silvestres temen que el ganado bovino recién llegado del naciente, agoten todos los alimentos (Dasso, 1999) Como ejemplo, cada una de estas frases concierne al tema de cada relato donde aparece la alimentación como un tópico central. De ellos, algunos indican el aprendizaje de una práctica alimentaria, en otros se establecen asociaciones entre alimentos y personajes, connotando si el tipo de almentacion es humano, animal o monstruoso. En todos, sin embargo, se advierte el trasfondo donde se deja ver que el alimento correcto es, directa o indirectamente, un don. Precisamente en la narrativa relacionada con los recursos hay momentos o hitos de corte. Por ejemplo, la destrucción del vínculo cielo/tierra -sin el cual los hombres quedan desvalidos para conseguir el alimento- o rupturas habidas en el propio mundo, como cuando se rompe el árbol de las aguas y, en adelante, los humanos deberán circular por la tierra en busca de peces y sustento. Los relatos subrayan –como se ha señalado en otra parte- la figura de los que devoran “a la gente” y dan cuenta constante del temor a ser devorado física o metafísicamente (Dasso, 2004:219221). Hay dos ejes significativos que ordenan tiempo y espacio en modalidades ontológicas que son existencias dotadas de un distinto caudal de poder: Un eje vertical de existencia compartida con los personajes celestes y de los otros mundos encerrados en o’nat, la tierra, que luego perdurarían como el alejado pelé o cielo separado del mundo; y el eje horizontal que pone a las bandas terrestres en 32 relación entre sí, desarrolladas en un ámbito acotado que debe ser recorrido. El incendio y hundimiento del árbol que une cielo y tierra señala el fin del don alimentario directo, cuando los mariscadores arrojan las bolsas repletas a la tierra sabiendo que no podrán regresar. En adelante, el don será indirecto, como el relato refiere en la conversión de las bolsas en especies que sirven a la subsistencia. O como cuando se indica que el tronco quemado y hundido queda como una vara erguida –una alusión shamánica. En adelante se subraya el sufrimiento emergente de la inestabilidad y el conflicto del nuevo modo requerido para obtener el sustento y ambos se funden en la expresión de estar “inamoviblemente enterrados” (Palmer, 2005). Como representación del tránsito por el plano terrestre, el eje horizontal asienta en los humanos cierta pasividad, a causa de la necesidad y sufrimiento diverso sin dones. Es decir que hallamos el tiempo del espacio vertical recorriendo el eje cielo/tierra,y el tiempo del espacio horizontal recorriendo la tierra hasta los “bordos” que son las costas u orillas elevadas que circundan el mundo de la gente. La fuerza motriz de ambos recorridos está jalonada por la búsqueda del alimento. Esa fuerza se vincula con una clave wichí: mantenerse como familia de aquellos mariscadores celestes que ahora -en el ulterior mundo transformado- desde el cielo, pele, periódicamente renuevan su don en el decurso estacional. A la vez, la gente obra subrayando la buena perdurabilidad de la costumbre alimentaria: seguir recogiendo los peces de las aguas dispersas, recogiendo el fruto de los algarrobos y otros árboles del monte, atrapando las presas silvestres. Todos ellos son, en la conciencia wichí, alimentos fuertes. Ya en el mundo, el monte conservaría los alimentos silvestres, “fuertes” de la buena vida wichí (Dasso, 1992). Con el contacto cultural, los alimentos más cercanos en los almacenes del poblado tendrían su atractivo y su riesgo inherente: 33 la mezcla enfermante de potencias nutricias diversas (silvestres y criollas) que deberían conservarse por separado para no enfermar al individuo que se alimenta con ellas (Dasso, 1992). A la vez, el monte existente que fue reducido debido a porciones dedicadas a la vida agrícola o al pueblo criollo, conoció cambios en su vegetación y aguadas. Consecuentemente, su don requirió buscarse más lejos, involucrando el peligro de topar o enfrentarse con extraños más sospechosos –o tanto- como el conjunto de seres poderosos e inhumanos, ahot, que lo habitan en las horas nocturnas y aquejan a los hombres. Buscar el sustento montaraz supone, por lo tanto, una carga de riesgo, tiempo y esfuerzo que vuelve tentador el recurso a los alimentos de los comercios. También, las nuevas generaciones son acusadas por las viejas en cuanto a rechazar ciertos sabores y texturas de los alimentos fuertes de los tiempos pasados. I. EL ALIMENTO NUEVO Y LA MEZCLA Un problema de importancia que fue registrado precisamente en comunidades de Misión Nueva Pompeya en 1991 y tiene que ver con el efecto atribuido a la mezcla alimentaria. Si los alimentos silvestres son fuertes, sanos y limpios, también han dejado ver que tienen una potencia diferente de la de los alimentos industrializados, accesibles por compra en los almacenes del pueblo. De modo que la persona, para cuidar su salud y evitar los efectos quemantes de la mezcla alimentaria, debe optar por unos o por otros alternativamente. Este tema se desarrolla acompañando –muchas veces- la disponibilidad de alimentos de monte, que con frecuencia son recogidos en etapas precisas, cuando su obtención es segura. Fuera de ellas, se compran víveres. Por la escasez de dinero entre la mayoría de los wichí, el alimento accesible es polenta, arroz, fideos, algo de carne, azúcar, sal, yerba. Todos ellos son nutritivamente más pobres que los silvestres. Este aspecto tiene una influencia directa en fenómenos 34 directamente apreciables: la salud dental, la salud nutricional y los aun contados casos de obesidad que afloran en los últimos tiempos entre algunos jóvenes wichí. Otros aspectos vinculados con esta nueva dieta quizás se relacionen con los índices de talla y peso infantil, los cuales han sido mensurados en la segunda etapa del proyecto sin que aun se hayan formulado conclusiones definidas. Los alimentos silvestres vigentes Hoy, al igual que en el pasado, la alimentación de estas comunidades se basa también en parte en los productos obtenidos por la pesca durante varios meses al año, cuyas especies se detallan mas abajo. Tambien se nutren de productos silvestres vegetales y animales obtenidos por recolección y caza. Entre los primeros pueden citarse como los más utilizados la vaina de algarroba (Prosopis alba y Prosopis nigra), el fruto del chañar (Geofroea Decorticans), del mistol (Ziziphus mistol), de la bola verde(Capparis speciosa), poroto del monte (Capparis retusa), y entre los segundos la vizcacha (Lagostomus maximus), charata (Ortalis canicolis), chancho del monte (Pecari tajacu), corzuela (Marzama americana), los diversos armadillos como el pichi (Chaetophractus vellerosus), quirquincho (Tolypeutes mataco) mulita (Dasypus novemcinctus), y la paloma (Columba picazuro), catas verdes (Myiopsitta monacha), tortuga (Chenoloidis chilensis), lagartija (Teius teyou), huevos de suri (Rhea americana), iguana (Tupinambis rufescens), miel de distintas clases de abejas y avispas silvestres, y larvas de algunas de ellas. Estas enumeraciones hallan coincidencias con estudios realizados en otras areas (Torres y Santoni, 2001). Como se puede advertir en innumerables ocasiones, un signo claro de la persistencia de la cosmovisión se relaciona con el cuidado alimentario que las personas de una cultura llevan a cabo observando pautas culturales específicas y, aunque a veces se pueda confundir una prohibición ritual con una alimentaria [3], es claro que uno de los campos que mejor protegido suele quedar en el 35 contacto es el de los alimentos. Esto es así porque comer supone una relación directa y unidireccional entre un sujeto y un objeto natural, de modo que en esta acción es central su presentación como paradigma de las actividades incorporativas en general, ya que son imprescindibles para el organismo aunque regulables socialmente y capaces de control individual. Al permitir un abanico amplio de variación cualitativa y cuantitativa, las actividades de alimentación tienen como rasgo poder desplazarse entre la restricción -el ayuno- y el exceso –la fiesta-, dejando ver una escala de requisitos culturales que comprende los distintos tipos de sujetos y símbolos que se asocian a sus prohibiciones o licencias alimentarias. Las leyes dietarias no son universales en sus contenidos. Profundas asociaciones simbólicas que definen qué cosas pueden comerse y cuáles no, cuáles son deseables y cuáles no lo son (Dasso, 2002). Esta normativa explícita en la costumbre pero predominantemente implícita en el cotidiano desenvolvimiento de los individuos [4], se manifiesta resistente a los cambios y argumentos prestados “desde fuera”, a la vez que cada vez que se manifiesta permeable a cambios e incorporaciones nuevas, parece requerir procesos asociativos nuevos que se vinculan estrechamente con la mitopoyesis [5]. Se trata de un caudal de cambios entrelazados que analizaremos y tienen que ver profundamente con el tema de la salud. El siguiente cuadro de Especies con uso alimenticio, aditivos e infusiones es un importante listado de los alimentos empleados en otras comunidades wichi y coinciden (y exceden a) con los vegetales que hemos hallado en el campo: Nombre científico Nombre vulgar Parte utilizada Acantholippia sp. varios según la especie Aditivo Acacia sp. Acanthosyris sp. Aromo sacha pera Arecastrum romanzoffianum Pindó Aristotelia maqui Bauhinia argentinensis 36 Maqui pata de vaca flores, frutos Frutos fruto, cogollo Fruto Aditivo Nombre científico Nombre vulgar Parte utilizada Bumelia obtusifolia Guaraniná Fruto Berberis sp. Capparis sp. Carica papaya Carica quercifolia Celtis sp. Copernicia alba Calafate varios según la especie Mamón mamón del monte Tala Caranday Embothrium coccineum Notro Ephedra sp. Varios Feijoa sellowiana Guayaba Eugenia sp. Ficus sp. Gevuina avellana Glabowskia obtusa Hymenaea stilbocarpa Inga sp. Maytenus boaria Morrenia odorata Passiflora sp. Piper fulvescens Pithecolobium saman Rollinia emarginata Rumex sp. Schinus sp. Stenocalyx uniflorus Stetsonia coryne Syagnus yatay Symplocos uniflora Trithrinax biflabellata Vitex sp. Vochysia tucanorum Varios Higuerón Avellano Fallampé Yatobá Inga Maitén Doca pasionaria; mburucuyá Yaguarundí Saman Arachichú lengua de vaca Varios Ñangapirí Cardón Yatay azahar del campo Carandillo Tarumá palo vino Fruto Planta Fruto Fruto Fruto fruto, cogollo Fruto Fruto Fruto Fruto Fruto Fruto condimento fruto, semilla flores, frutos semillas tallo, flores, frutos Frutos condimento Vainas Fruto Hojas Fruto hojas, frutos Fruto cogollo, tonco, fruto Aditivo Cogollo Fruto Savia 37 Nombre científico Nombre vulgar Parte utilizada Zizyphus mistol Mistol Fruto Ximenia americana Pata flor, fruto, semilla (Fuente: Base de Datos, DRFN; III Encuentro sobre reconocimiento y Aprovechamiento de Plantas Alimenticias del Monte. Chaco. Argentina.1991) ¿Cuál es el vínculo y la frecuencia con que el individuo acude al monte, y más aún, cuál es la distancia “cercana” y “lejana” que estipulan los wichí en la realización de sus actividades de subsistencia? Un estudio realizado en una pequeña comunidad cercana a nuestra área de estudio deja ver otros datos valiosos (Tessaro y Téve, 1999:18-124), en primer lugar respondiendo nuestra pregunta al señalar “La mayoría de los encuestados expresó que debían ir lejos para buscar leña, tomando esta distancia como 200 a 300 metros de la vivienda. En un solo caso se mencionó que a sólo 50 metros de la vivienda podía encontrar leña”[6]. En este orden, la recolección sistemática se aplica a los productos conservables, como ocurre con la algarroba, recolectada en noviembre-diciembre y cuyas trojas se hallan en las casas aún en los meses de mayor sequia y escasez, como julio y agosto. Junto con la algarroba, otros apreciados frutos para este tipo de recolección esencialmente femenina, son Mistol (Zizyphus mistol), Chañar (Geoffroea decorticans), Poroto del monte (Capparis retusa), Pasacana (Harrisia bomplandii), Doca (Morrenia odorata), Chaguar (Bromelia sp.) [7]. Uno de los productos más apetecidos es la miel, que se consume familiarmente y se recoge “durante todo el año, recogiéndose la de mayor calidad entre Mayo y Julio, a partir de allí las abejas tienen menos miel porque empiezan a consumir sus propias reservas para mantenerse” (Barbarán y Saravia Toledo, 2000). La miel es provista por avispas sociales conocidas vulgarmente como “bala”, “lechiguana” Brachygastra lecheguana y la abeja europea Apis mellifera conocida como “extranjera”. Abejas sin aguijón de los géneros Mellipona y Trigona (Brewer y Arguello, 1980) producen mieles llamadas “alpamisqui”, “llana”, 38 Colmenas “mestizo”, “moro-moro”, “puisquillo”, “quella” y “señorita”, según los informantes Las diferentes especies productoras de miel son las denominadas extranjera, llana y lechiguana [8]. Algunos insectos productores de miel de la Región Chaqueña. Producción Ubicación del Denominación por panal panal (litros) Extranjera —Cavidades de árboles Lechiguana Burro 30 1 Señorita 2-4 Moromoro queya o pusquiillo yana o peluquera Alpamisqui 2-4 2 4 5 Colgante de ramas Cavidades de árboles Cavidades de árboles Cavidades de árboles Cavidades de árboles Cavidades de árboles Bajo el suelo Arbol en el que se la encuentra preferentemente Prosopis ruscifolia, Aspidosperma quebracho blanco, Calicophyllum multiflorum Prosopis sp., Schinopsis sp. Prosopis ruscifolia Aspidosperma quebracho blanco — — — (Fuente: Charpentier, 1998; Díaz, 1996) Datos tomados de Abalos Romero, Marta “Productos forestales no madereros en America Latina”, en Proyecto de Informacion y analisis para el Manejo forestal sostenible: Integrando esfuerzos nacionales eInternacionales en 13 paises Tropicales en America Latina” Tit. (GCP/RLA/133/EC) (GCP/RLA/133/EC) 39 Desde la primavera y por unos meses la actividad masculina de la pesca obtiene bagre, dorado, surubí, palometa, monchola. La época de pesca comienza con el cierre de la época seca y se prolonga durante la temporada estival más húmeda. En las casas hay animales que crían, como gallinas, cabras o chivas, chanchos que se emplean especialmente para la venta del animal y, en el caso de las aves, tambien de los huevos. Preguntados por su consumo, señalan que los consumen si hace mucha falta, pues en rigor prefieren venderlos. En los hechos, con frecuencia hemos encontrado individuos que van a comprar carne al pueblo aunque en la casa tengan animales domésticos (especialmente chivos) que servirían al consumo. Este es un aspecto de interés, pues las chivas han sido centrales en la ejecución de Proyectos de promoción apadrinadas por diversas instituciones, y se las encuentra con mucha frecuencia, aunque no se hallan sus restos especialmente útiles (cueros) en todas las estaciones en las casas, cosa que sí se advierte con pequeños animales silvestres a lo largo del año [9]. A diferencia de lo que se observó en Comandancia Frías (Tessaro y Téves, 1999) no hemos visto ni se nos ha comentado que los wichi consuman cerdos o lechones en Chiquero con corral Choza de algarroba ( Fotografías de Alejo A. Perez de la Hoz, 2005-2006) Misión Nueva Pompeya [10]. Hay además burros sueltos en los parajes, aunque rara vez se ve que los monten o empleen para acarreo. 40 El siguiente listado de especies de la fauna de la Región Chaqueña nos provee de un adecuado encuadre zoológico para nuestras consideraciones: Nombre vulgar Armadillo Nombre científico Priodontes sp. Charata Ortalis canicollis Conejo de los palos Curiyú* Gato montés Gato onza – Ocelote Sylvilagus brasiliensis Eunectes notaeus Felis geoffroyi Felis pardalis Aves canoras Capibara, carpincho Hydrochaeris hydrocharis Chuña Comadreja Conejo de los palos Chunga burmeisteri Didelphis azarae Pediolagus salinícola Guazuncho, corzuela Mezama gouazoubia parda Iguana overa y Tupinambis sp. colorada, lagarto Inambúes Ipacáa Jaguar, yaguareté* Lampalagua* Liebre europea Loro de cabeza negra Loro de los palos* Loro hablador Nothoprocta sp. – Eudromia sp. Aramides ipacaa Panthera onca Boa constrictor Lepus capensis Nandayus nenday Aratinga acuticaudata Amazona aestiva Parte utilizada Uso Carne A Cuero B Mascotas Cuero B Carne (40 Kgr.) A Hueso D Grasa Carne A Deportivo Carne A Piel B Piel B Carne A Carne A Cuero B Piel B Piel B Carne A Cuero B Carne (20 kgr.) A Cuero C Carne A Grasa M Huevos A Carne A Piel Cuero Deportivo B B Deportivo Mascota Mascota Mascota 41 Nombre vulgar Martineta colorada Nombre científico Rinchotus rufescens Parte utilizada Uso Deportivo Paloma mediana Zenaida auriculata Carne Pato picazo Cairina mostacha Carne Martineta copetona Nothoprocta cinerascens Mono Alouatta caraya Ñandú* Rhea americana Pluma Huevos Cuero Nutria o coipo Myocastos coypus Carne Piel Palomas Pecaríes* Perdiz chica Puma Quirquinchos Tapir, anta Tortuga de tierra* Vizcacha Columba sp. Carne Tayassu sp. – Catagonus Carne wagneri Piel Nothura maculosa Felis concolor Chaetophractus sp. Tapirus terrestres Geochelone chilensis Lagostomus maximus Carne Caparazón Piel Carne Carne Piel Deportivo Mascota B A B A B A Deportivo A Deportivo A Deportivo A B D Deportivo Deportivo A B B A Mascota A B Deportivo Yacaré Caiman sp. Carne A Cuero B Zorrinos* Conepatus sp. Piel B Zorros* Cerdocyon thous Piel B A = alimento B = comercio C = construcción D = artesanía M = medicinas (Fuentes: Programa Bosque Modelo del Oeste Formoseño. Universidad Nacional de Formosa - Gobierno de la Provincia de Formosa. Año: 2000; Ruiz Murrieta, 1995; Dirección de Fauna y Flora Silvestre de la Provincia del Chaco) 42 Los varones wichí preparan y mantienen en cercos enramados de sus parajes algunas huertas, de las que obtienen zapallo, maíz, batata, calabaza, anco, sandía, doca, lechuga, zanahoria, poroto, repollo, cebolla, tuna. En ocasiones reciben la semilla de Proyectos de promoción agroalimentaria, y en otras las consiguen los mismos responsables familiares. Uno de nuestros informantes afronta la temporada solar más perjudicial para su campo preparando enramadas que protegen a las plantas, o plantando los vegetales más delicados a la quemante luz solar debajo de los árboles más frondosos. II. EL SENTIDO DE LA TIERRA RECUPERADA: ALIMENTACIÓN, COSTUMBRE Y CAMBIO El entorno natural del monte ha brindado alimentos a lo largo del tiempo a las sociedades que en él han vivido. En la actualidad, como se ha visto, se ha tornado una fuente más reducida de subsistencia que sin embargo colabora en una alimentación equilibrada y continua a lo largo del año, combinada con otros productos de origen animal, vegetal o industrial que hoy se encuentran al alcance de esas mismas poblaciones y configuran nuevas opciones nutricias. Buena parte de este fenómeno de persistir en el monte se halla en la anhelada privacidad del wichí en su porción recuperada de territorio, en el que puede deambular con mayor tranquilidad que cuando hallaba otros pobladores diferentes haciendo un uso ciertamente avasallante del medio: Misión Nueva Pompeya se encuentra en el centro del hoy reconocido territorio wichí consistente en las 20.000 hectáreas que los franciscanos recibieron del gobierno Nacional y preservaron para esas comunidades. Sus ocupaciones actuales abarcan tareas agropecuarias, mano de obra asalariada, peones rurales y obrajeros; además de algunos individuos empleados por algún proyecto de desarrollo social e innumerables beneficiarios de planes provinciales, nacionales y locales de protección social (pensiones, jefes de hogar, etc). Como consecuencia de la cesión gubernamental, la primera manifestación de la voluntad aborigen fue el cercado de las tierras obtenidas. En 43 la actualidad, están cercados no sólo el perímetro externo del área de las 20.000 hectáreas, sino también el interno, colindante con el poblado municipal y los caminos vehiculares. En los territorios propios se organizan en parajes a veces denominados “barrios” que agrupan entre 100 y 200 personas cada uno. Son extensiones regulares de terreno donde se asientan las familias extensas matrilocales en núcleos próximos de viviendas. En el mismo terreno también, otra familia extensa vinculada – emparentada de algún modo- puede asentarse y así ir creciendo hasta que se genera otro paraje vecino relacionado, donde los integrantes son parientes afines o consanguíneos en mayor o menor grado pero con capacidad para considerarse un grupo familiar. Cada paraje suele estar representado en una Asociación Comunitaria integrada por presidente, secretario y vocales. Para los Wichí, habitar en el monte significa observar con atención el territorio, usar los matices mínimos del espacio, anotando de éste cada característica y presencia, elementos acuáticos y terrestres, sedimentos materiales e inmateriales. Los movimientos de los hombres y mujeres Wichí en el territorio vuelven a diseñar las líneas que impone la cultura de la cual sólo ellos son los depositarios y a la que los “otros”, es decir todos los que no son Wichí, no pueden tener acceso inmediato [11]. III. GLOSARIO LOCAL ALIMENTACION A’WULA calabaza AFWETAJ sardina ANKÚ zapallo ATHU afuera, o campo AKASEN crudos ATSOWE animal AFATA despluma AMITH ustedes ASUKWI azúcar ASNU burro 44 RELACIONADO AMUTAJ AFWETAS AKPAS AKAS ALKUYIS ATSOTO AFWTAHEN ALINA ALUS ALO CON LA chancho quimilero sardinas camaleón crudo alcohólico animales desplumen harina arroz tu animal ASNU ALOI ALAMLAS ATSETAS ASNATAK ATHEFWAS ATHETAS AWETSES AHET’SAS ASALA burro tus animales alambre naranjas perdiz o copetona iguanita yacarés chanchos moritos caranchos asado ALO ASNAJ ATSETAJ ASES ATHE ATHETAJ AWETSAJ AHETSAJ ATHE POSET AKOJ EKK CHILECHEKW come, o comer quitilipi o ñacurutu cuchillo o hierro EKUE CHIYAPUP CHITSANITAS CHOHOT tortuga marina ucle, una tune que da fruta y se come quebrale en la mitad oruga, mariposa, milpintos pozo u hoyo grande se dice de una persona que le gusta mezclar pichi ciego / pl CHUWATHCHE mariscar o buscar CHOHAT quebrale AKOJA AKOSWET’O CHINAJ CHONT’U LCHWEJ CHUKUKW CHUWEJTAJ CHUTHITES HISET /HISET THAIS HUINA HUENATAJ/(plS) algo muy limpio están contentos o felices AKOJTHI AKOJU CHITSAJ CHUTH CHUL CHUWATHA tu animal perdiz naranja murciélago iguana yacaré chancho, morito carancho alacrán o escorpión algo que se come y es sabroso contento o feliz por ejemplo un pozo cuando se limpia y queda algua limpia para beber busque cacúi chaguar comestible con fibra y sirve langosta langosta se dice para cazar algo CHUHEN se dice por ej de las frutas de la tuna que tienen HIP’U / HIP’U- quema o hace asado/ pl HEN guaschin, arbol de HUENAJ/(pl.S) pichi, peludo chico fruta comestible pichi peludo ICHIM tiene sed grande 45 INOT ISAJI ISIT ISINEJ IPEN IPENHU KOJLOMM KOJJI KHUKHAHI KUTSINU KUTSALUN LAKUNEK / LAKUNEKAI ILUPEN CHITANHI FWA YEK FWALAKW FWAAYEK LES FWAAYEK FWEY TSI FWAA YIU FWAAYEK AKA FWIJTEN FWIYELAJ FWU’YETAJ 46 agua cortar o picar raspa o pela oler hierve INOTES ISAJ ISIT’THI ISINLO IPENHU machucar algo o moler agua turbia y sucia sin sabor y potable cochino cucharón tierno / tiernos KUTSU hervir algo para KOJLO ellos algo agradable, el KOJJIMM sabor, deseos flaco tortuga algarrobo doca brotes de algarrobo algarrobo y una raiz chauchas de algarrobo maduras algarrobo verde hacer secar o crear enredadera que tiene frutas y se come pato ganso KUTSALA aguas corta está raspando olfato llenar algo con líquido algo agradable por el sabor algo líquido y sabroso, ej. agua dulce cerdo cuchara KUMILA comida LATSUTE (pl-EI) dientes, muelas ILU hilo ILUPNHEN CHILAYI WA’AI FWALAYEKW FWAAYEK LAFWET TSIL FWAA flacos paloma, urpila vaina de algarrobo planta de la doca algarrobo y raíces FWAAYEKW THACHA FWIJTENHEN gajo de algarrobo FWAA AKAS chaucha de algarroba chaucha de algarroba verdes FWU’YAJ crear varias cosas o secar pato picazo FWUKATSAJ tatú mulita CHAMUK THACHA CHECHE CHETHYEKW FWITSONHI TAKALI TAPAÑHI (pl .CHE) TEMHAS tala y sus gajos CHEFWIYEJ quebracho colorado pájaro marron de pico largo patalca, fruta verde muy amargo CHENHU cotorras o cata comer junto con alguien CHEFWCHETSI quiza, pájaro quirquincho o tatú mataquito FWITSEKYELAJ palmera de cogollo comestible TAPAI amargo TEMATAJ TEFW tuna de monte con TEWUK espina fina y pegajosa comer TETCHEÑEN TEFWI pica o picante TENELUL TISI TISCHE TUWEJ TULU T’ISAN TULU T’OJ TSECHUFWAJ tenedor TEINELU convidar a otro TIS TIM convidar a varios T’ISAN olla de hierro TULU cuero de vaca TUTK carne de vaca TULU NHES TSEWUS yarará o vibora de TESTAS la cruz parásitos TSIWU TSOHOK chajá TSIWA TSUK TSUNHA chiva hembra TSIWU’CHE agarre TSUNHATAJ pl:_S) TSUKTHI TSUKLU guasuncho, corzuela choclo THECH’E huevo THATHA fruta TSUNIS TSEMTHOLKW THAI IHI THECH’ETH tuna de monte, fruta comestible río Teuco siembran ternero. lo traga convidar pulpa o carne animal vacuno nariz de vaca pequeña tortuga de agua diarrea chivo macho cuerno de chivo peine oveja chivilI palo borracho o yuchán tienen fruta huevos 47 THIP THIP’AJ pedazo pedacito UKUAJ UKUATHI morder UKUAJI masticar por ej un UKNAJ hueso (pl:UKNAS) calabaza seca, WUNHA porongo tirar o desechar WUMEK algo hacer beber YOYIS THOK WUTSUTAJ WUMYAJ YOINEJ YUKUAJ YUKUAJCHE NCHEYE NICHEYE LACHEIHEN alimentos THIPEY THOKWE THOKFWAS IHI mordió YUKUAJI mastica algo largo,YUKUAJWEK ej choclo tengo hambre LACHEYE tiene hambre YANCHEIHEN tenéis hambre NICHEIHEN (fuente Diccionario de Albino Polo, m.i.) pedazos vasija para llevar agua hay víveres para comer masticar borracho enjambre de avispa bala tirar o desechar algo le gusta beber bebidas alcohólicas mastica dientes molares, incisivo tienes hambre tenemos hambre tienen hambre IV. ALGUNAS NOTAS Entre 1991 y 2002 ya había realizado personalmente abundantes relevamientos acerca de la alimentación wichi, que en función de los Proyectos en curso, se completaron y constataron. Al respecto, entre los wichi de Pompeya nuestros interlocutores han señalado que sólo hay dos animales que se prohíben comer absolutamente por contagiosos, lehwúm, que son el chancho doméstico nitsétah, sus scrofa domestica, y el quimilero, awutsáh, Pecari tajacu. El chancho majano, nitsáh, Tayassu pecari, no es contagioso “porque come raíces”, confirmando lo que indicamos en otro trabajo con respecto a la importancia de la fuente de alimentación del animal para calificar su carácter de alimento (Dasso, l998). Según los interlocutores, el contagio radica en unos granos que salen de la nariz del animal y se contagian proliferando incluso en los órganos internos de la persona. 48 En el caso de niños recién nacidos y durante el amamantamiento, la madre no debe comer carne de chancho pues la leche se le mezcla con la grasa y hace mal al pequeño. Esta mezcla es evitada (en diferentes posibilidades de conjunción) en el caso de mujeres purperas y en lactantes. Pero también se deja ver otro animal prohibido que es la yarará, hotsáh, bothrops newedi meridionalis (o diporus, yarará amarilla) porque tiene veneno. No así la lampalagua, la:táh, boa constrictor occidentalis, potencialmente comestible porque no tiene veneno, ponzoña. Todos los felinos pueden comerse, hayóh, yaguareté, panthera onca. También walháj, puma, puma concolor. Lo mismo silokhóy, gato montero, Oncifelis geoffroyi. Con respecto a la aves, el reparo común que se aduce con pájaros como el carancho, hetsáj, Polyborus plancus, o el cuervo, setwó, Coragyps atratus, lo mismo que con boyeritos (tseyís /ala amarilla, Archiplanus albirostris, sipolóp, negro, Archiplanus solitarius) es que comen “cualquier cosa”, especialmente las osamentas o esqueletos con cuerpos descompuestos que se hallan en el campo, y eso les da a las aves una carne olorosa. O tambien, en el caso de pájaro carpintero, siwok, Coepholeus lineatus, C.erythrops, Neophloeotomus schultzii o Scapaneus leucoppogon) se dice que come miel junto con los gusanos que la rodean y por eso se rechaza. Las aves de buen tamaño son comestibles, (suri wonlhój, Rhea americana; chajá tsohot, Chauna torquata. La cotorra tchéche y elé, loro hablador Amazona aestiva o también el loro de los palos, Aratinga acuticaudata, un loro grande, loro verde o cotorra, sa`tas, Aratinga leucophtalmus. Se puede comer anta o tapir, ye`lá, Tapirus terrestris Respecto de los peces, comen dorado, wajnula,Salminus maxillosus; ísa:k, surubí, Pseudoplatystoma coruscans y ps.fasciculatis, al’j, que son muy veloces y esquivos para pescar; bagre, asaka; palometa nifwek; lo mismo que raya, pulhín, 49 Potamotrigon hystrix, y otros que han sido nombrados mas arriba. Al pescado se le limpian las escamas, lafwinchu, y se corta la cola antes de cocinarlo. Sirve a la alimentación también la tortuga chitaní (de tierra), en tanto que tutká, de agua, no se come. Se come iguana, ahle, excepto la hibernante, y yacaré alhetaj. Los niños son cuidados tanto en su comida propia, así como se cuida la dieta materna si aun son lactantes. De estos modos casi todas las prácticas, como hemos dicho, evitan que se mezcle la grasa con la leche que los amamanta. Nadie come sapo, sapú, bufo arenarum, ni rana totnái, según han declarado. En cuanto a los vegetales, raices y tubérculos, son consumidos la mandioca de monte, newúk, que se deja al rescoldo media hora y queda semejante a la batata. Hay una liana, whiyelák, que se corta en trozos, se hierve y es suave como el zapallito. Mencionan asimismo un tubérculo grande con agua dentro, que se llama yakón, lekón, letsáh que auxilia en casos de necesidad en el monte. En caso de que el recién nacido no pueda amamantarse, los adultos pueden mezclan miel con onyáh, con poroto de monte y cogollo de la bromelia uyé y grasa, dándole una mezcla parecida a la leche, cuyo valor nutritivo encuentran semejante a la materna. Se advierte como en este caso, en ausencia de leche, se acude a un compuesto que cuenta a la grasa entre sus elementos. El palo verde es un árbol que da un fruto similar a pequeñas naranjas de las que se hierven las semillas internas y se guardan para cuando no hay qué comer. Dichas semillas se muelen a medida que hacen falta. La tuna da frutos en diciembre y éstos se comen. Al respecto, es preciso señalar que distinguen tres tipos, y solo toman frutos de la mediana, ya que la de mayor tamaño posee frutos venenosos. En las fotografías se aprecian los dos tipos que no se consumen. 50 El algarrobo hwayúk, da la apreciada algarroba, frutos de vaina larga y apreciable cualidad alimenticia. Otro tipo de algarroba es hwiná, de vaina más corta. En ambos casos, la recolección de diciembre se guarda ya reseca en trojas de vainas con gran capacidad de conservación en seco, las cuales se muelen cuando hace falta. Hemos hallado abundante existencia de estas vainas en trojas en el mes de agosto, cuando termina la época más escasa de alimentos silvestres (lú:p). Alimentos y avatares femeninos y masculinos Hace bastante años (Dasso, 1992) señalamos las prohibiciones alimentarias que regian para la mujer embarazada y la puerpera. Las razones aducidas residían fundamentalmente, en las riesgosas consecuencias de mezclar grasa y leche, la necesidad de que la madre y el niño no engordaran demasiado en el tiempo previo al parto para evitar dificultades y los daños que provenían de que ciertas especies -manipuladas por el esposo y coinadas por la mujer- produjeran lamentables herencias de rasgos animales o mutilaciones en el cuerpo en formación del niño. De tal modo, si se cocinaba, la cocción podía simultáneamente afectar al pequeño, o los cortes de la pieza producirse en el cuerpito infantil, etc. Habia, entonces y ahora, una serie de limitaciones alimentarias producidas para evitar, en ciertos casos específicos, la 51 furia del Lawu o Arco Iris (Dasso, 1993). En este mismo orden, los parientes de una persona recientemente muerta se privan de comer carne de animales durante un tiempo que varia según la edad del fallecido. Alrededor de dos meses si se trata de un infante, y el lapso de extiende cuanto mas anciano es el pariente que ha muerto. En esos lapsos no se come pescado, ni iguana, chivo, puerco, corzuela u otras especies silvestres. Solamente pueden comer charata, pollo o vaca sin correr riesgo. De igual modo, quedan prohibidos los fiambres como salame, mortadela, jamon en estas ocasiones. Ciertamente las costumbres alimentarias han ido cambiando, como asi también la práctica de pescar o cazar –y aún la marisca masculina. Los interlocutores recuerdan perfectamente las salidas de sus padres, pero ellos mismos, en buen número, reconocen que han dejado de practicarla, sólo quedando como un recurso alternativo en tiempos de escasez. Se caza con rifle 22, se hacen trampas que se denominan con el préstamo del castellano talampa o igual que el anzuelo, katimek. Las aves como la charata son atrapadas con la gomera (wu:ma, por la goma que la compone) y bodoque o bola de barro (iňhot) Otros recursos valiosos, como la pesca, adquieren igualmente un carácter ocasional y los hombres adultos en ocasiones han vendido su equipo de pesca sin reponerlo, o reemplazándolo por anzuelos, katimek, que emplearan eventualmente. Algunos conservan, sin embargo, las redes hutanaj (red mediana estructurada por el cruce apical de dos palos que la maniobran) y waha (red de gran tamaño que se cierra con dos maderas paralelas flexibles de unos 2 mt., accionadas con una pequeña madera lateral a una de aquellas) para pescar en el rio Bermejito. La salida al monte involucraba tanto ir a la tardecita y regresar cuando se había atrapado algo, cuanto internarse a mayores distancias y quedarse un día o dos en el mismo. Hay que ser buen conocedor para adentrarse de este último modo y el temor de perderse en el monte sobresale en las charlas. Las limitaciones horarias de las obligaciones laborales y empleos (por ejemplo 52 municipales) es una razón que con frecuencia se aduce para explicar el abandono de estas prácticas. Bibliografia citada y de referencia Arenas, Pastor. (1997) “Las bromeliáceas textiles utilizadas por los indígenas del Gran Chaco”. Parodiana 10 (1-2). Arenas, Pastor (2003) Etnografía y alimentación entre los toba-ñachilamoleek y wichí-lhuku’tas del Chaco Central (Argentina), Edición del autor, Buenos Aires. Barbarán, Francisco (1998) “Reclamo de tierras y uso sustentable en el Lote Fiscal 55”. Actas del III congreso Internacional de Etnohistoria. San Salvador de Jujuy, 4-7 de agosto. Barbarán, Francisco (1999b) El aborigen del Chaco Salteño. Iniciativas de desarrollo 1969-1992. Centro de Estudios Indígenas y Coloniales. Universidad Nacional de Jujuy.. 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Notas [1] Remitimos al exhaustivo trabajo de Pastor Arenas (2003), Etnografía y alimentación entre los toba-ñachilamoleek y wichí-lhuku’tas del Chaco Central (Argentina), quien ademas consigna, en su «Panorama de la alimentación», los temas relativos al sabor, consumo de algunos alimentos segun la edad personal, partes de las piezas para el consumo, etc. [2] Torres posee tanto datos que coinciden con nuestra propia casuística cuanto otros. que, como los relativos a la enseñanza de Tokhwaj en relacion al cultivo, la caza y etc., no los hemos obtenido de primera mano ni en las comunidades wichi de Salta ni en Chaco. [3] La afirmación relativa a la presion religiosa a favor del abandono del consumo de maíz y de algarroba debido a las celebraciones orgiásticas a las que daba lugar (Torres y Santoni, 1999 p.3) sería mas pertinente en lo referido al ritual de la aloja, entre los wichí, puesto que las afirmaciones de la bondad del fruto y su cualidad alimenticia fue destacada por los propios religiosos (Cf por ejemplo Remedi, 1912-14). [4] No hemos hallado, ciertamente, narraciones míticas que directamente atribuyan normas alimentarias concerniente al embarazo y puerperio, aunque sí abundantes explicaciones nativas sobre la razón de la regla, al estilo de lo que Torres y Santoni (1999) mencionan como narrativa mítica”. También pueden citarse algunas narraciones míticas que hacen mención a la prohibición o tabúes de ciertos alimentos, relacionados con ciertos momentos del ciclo vital, como la 56 menarca y la menstruación, el embarazo, el parto, la lactancia. Durante los mismos se ponen en práctica una serie tanto de prescripciones como de prohibiciones alimentarias. Como ejemplo se puede men ionar que “en época cercana al parto...si los padres comen oculto, el hijo tendrá dientes ‘al costado’; si comen boga, tendrá los dientes ‘para adentro’; si comen pejerrey, nacerá con la boca pequeña. El peligro aumenta con animales como la corzuela y el chancho del monte; si los padres los ingieren, el hijo será invadido por granos deformantes 7 (amók) que harán desaparecer la nariz. Sólo parecerían permitidos el pescado, las aves y las frutas del monte” (de los Ríos, 1974:59). Por su parte, las mujeres menstruantes no deben comer miel. Dice el relato mítico que “las mujeres con reglas no comían miel. Pasa que cuando comen, el hombre, cuando iba a buscar miel, no hallaba bastante, sólo poquito [...] cuando la mujer tenía reglas antes comía toda clase de miel. El hombre iba a buscar miel y no encontraba y la mujer se volvía flaca. Por eso dijo Tokwáh que la señora que le daba la regla no tenía que comer esa miel porque si comía se volvía muy flaca” (Mashnshnek, 1975:24). [5] Así resulta, por ejemplo, del análisis de la dieta Ayoreo actual, que incorporó pollos y gallinas luego de disquisiciones sobre su carácter comestible -no prefigurado en los mitos. [6] Otras variables que se suman a la distancia son el esfuerzo de preparación que requiere el producto recolectado, el gasto de agua para los hervores y su rendimiento en el consumo familiar, factores que muchas veces conducen a la opción del alimento industrializado que se vende en el pueblo. [7] La cosecha de chañar ocupa el primer lugar en la recolección cuando comienzan las lluvias El mistol se recolecta de octubre a febrero y es considerado muy nutritivo (Maranta, 1987). Tambien Barbaran y saravia Toledo señalan las Caparidáceas como la bola verde Capparis speciosa y la sacha sandia Capparis salicifolia. El fruto del poroto del monte Capparis retusa además de ser alimento humano, el algarrobo blanco Prosopis alba y la doca Morrenia odorata, el mistol Ziziphus mistol y el chañar Geoffrea decorticans. [8] Barbaran y Saravia Toledo (2000) indican “La “bala” construye el panal colgando de ramas o en el suelo, la “lechiguana” lo hace en la base de arbustos o ramaje, y la “extranjera” puede o no construir panales en árboles huecos. Las demás abejas prefieren árboles huecos sobremaduros para nidificar, aunque de acuerdo a los informantes, el “moro-moro” y el “puisquillo “ pueden hacerlo en el piso y la “señorita” suspendido de ramas. (…) De acuerdo a los aborígenes, los árboles huecos usados con más frecuencia por las abejas para construir panales, son los algarrobos blanco y negro Prosopis alba y P. nigra, el duraznillo Rupechtia triflora, el palo cruz Tabebuia nodosa, el palo santo Bulnesia sarmentoi y la tusca Acacia aroma. (...). 57 [9] Tambien Barbaran y Saravia Toledo (2000), observan “En prácticamente todos los puestos ganaderos es posible observar cueros de corzuela en mal estado, evidenciando que la carne es el objetivo principal de la captura, para evitar empobrecerse en ganado”. [10] De hecho alguno de nuestros conocidos ha manifestado con frecuencia no querer consumir un sándwich porque estaba hecho con jamón y no con “carne” dejando ver cierta persistente resistencia al cerdo como contaminante [11] Según los estudios realizados, la identidad wichí se expresa específicamente a través de la exhibición de una máscara cuya posesión y conservación se convierte en la garantía de una identidad específica y culturalmente definida (Dasso, 1999:351). En la relación con el otro, con el que no es Wichí, “el habitante del monte” lleva una máscara. No es una máscara que cubra el cuerpo ni la cara, es una máscara que se lleva ante una realidad sospechosa, ante relaciones interculturales; es algo que ayuda a la adaptación con lo diferente y que señala un peligro inminente. “Se enmascara lo que se considera el lugar privilegiado en el que se inscribe la identidad” (Dasso, 1999: 349). 58