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Los 7 pilares de la Age
Management Medicine
A partir de las últimas investigaciones, avances científicos y médicos, así como del análisis minucioso de los
protocolos médicos de los mejores centros del mundo especializados en Age Management Medicine, se ha
formado a nuestros médicos especialistas y se ha diseñado el programa más completo y sofisticado a nivel
mundial de Age Management. Todas las áreas del conocimiento, incluso las más vanguardistas, tienden a
estructurarse de una manera ordenada. La Age Management Medicine se encuentra cimentada en una serie
de pilares comunes:
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Los 7 pilares del Age Management Medicine
El Ejercicio
“Todo lo que empeora con la edad mejorar con el ejercicio”
(Dra. Min Lee de la Harvard Medical School)
La prescripción de ejercicio es algo muy estudiado en las ciencias del ejercicio y, al igual que cualquier fármaco, se fundamenta en el tipo de ejercicio, el volumen o duración, la intensidad (se puede medir en pulsaciones
FC o frecuencia cardíaca, velocidad de carrera, kilos movilizados (% de RM )), la frecuencia y la progresión y
adaptación.
Las últimas novedades se centran en el ejercicio orientado a la mejora de la salud y el bienestar y se basan
fundamentalmente en:
Entrenamiento de la fuerza, tanto para hombres como para mujeres e independientemente de la
edad. Múltiples artículos científicos avalan los beneficios que tiene el entrenamiento de fuerza tanto en hombres
como mujeres, desde preservar y mejorar la masa muscular (evita la sarcopenia asociada al envejecimiento),
además de mejorar la composición corporal (menos grasa corporal y más músculo), hasta aumentar la
densidad mineral ósea en mujeres menopáusicas, mejorar el colesterol bueno HDL o reducir la tensión arterial...
HIIT (Higth Intensity Interval Training) o entrenamiento cardiovascular de alta intensidad y en
intervalos, mejora la composición corporal (menos grasa y más músculo), aumenta el consumo de oxígeno
(VO2Máx, el mayor predictor de esperanza de vida), supone una menor duración que el ejercicio cardiovascular de baja intensidad y, por último, genera una termogénesis que hace que durante 24-48 horas aumente el
metabolismo de reposo quemando más calorías por hora de lo normal incluso estando sentado en un sillón sin
hacer nada.
Las propias sociedades científicas relacionadas con el ejercicio como la NSCA (National Strength and Conditioning Association), el ACSM (American College of Sports Medicine) recomiendan sobrepasar los mínimos
recomendados y hacer ejercicios de fuerza.
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Los 7 pilares del Age Management Medicine
La Nutrición
“Somos lo que comemos”
“Si fuéramos capaces de dar a cada persona la dosis adecuada de
comida y ejercicio habríamos alcanzado la salud”
Hipócrates S VI a. de C
Los malos hábitos nutricionales, así como el sobrepeso y la obesidad, influyen negativamente en la salud y
aceleran el proceso de envejecimiento.
El incremento de enfermedades como la diabetes o de los accidentes cardiovasculares se debe en gran
medida a los malos hábitos nutricionales. El hecho de modificar estos hábitos, no solo ayuda a prevenir enfermedades metabólicas o cardiovasculares, sino también a reforzar el sistema inmunológico evitando resfriados,
problemas gastrointestinales y otras enfermedades comunes.
Por lo tanto, es necesario tratar la nutrición de forma integral e individualizada, con el fin de conseguir una
reeducación alimentaria óptima para cada persona.
La nutrición orientada a la Age Management Medicine se fundamenta en la dieta de bajo índice glucémico
que restringe la ingesta de azúcares refinados (dulces, bollería, bebidas dulces carbonatadas…) y alimentos
de alto índice glucémico (pan blanco, arroz blanco, pastas refinadas, patatas…).
De esta manera se logrará mantener bajos los niveles plasmáticos de glucosa e insulina, permitiendo al
páncreas realizar su trabajo de correctamente y liberar la insulina de forma progresiva, en función de la cantidad de azúcar que esté presente en sangre. La sensación de cansancio, sueño y altibajos de energía desaparecen y el cuerpo es capaz de utilizar los ácidos grasos como fuente de energía evitando un incremento de la
grasa y el tejido adiposo.
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Los 7 pilares del Age Management Medicine
Suplementación Nutricional
Tanto en las sociedades desarrolladas como en las que están en vías de desarrollo, la alimentación se ha
modificado drásticamente en el último siglo, de manera que difícilmente podemos asegurar que estemos nutriéndonos de forma sana y equilibrada. Incluso la dieta más sana no podría asegurar unos adecuados aportes de
todos los micronutrientes: vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y antioxidantes.
Los déficits nutricionales han provocado el interés de numerosos científicos y la publicación de miles de estudios
de investigación que los relacionan con la mayoría de las enfermedades. Y es que el contenido de algunos
minerales y vitaminas en ciertos alimentos ha caído más del 50% en tan solo medio siglo.
Son dos las recientes teorías a favor de la suplementación nutricional como uno de los pilares de la Age
Management Medicine:
Triage Theory o Teoría de las Prioridades de Bruce Ames. Propone que el déficit de ciertos micronutrientes potencia la supervivencia a corto plazo en contra de la supervivencia a largo plazo. Por ejemplo, un
déficit de calcio en la dieta obligará al organismo a usar el calcio de nuestros huesos para mantener el normal
funcionamiento de la mayor parte de nuestras células, sin embargo, producirá a largo plazo una descalcificación ósea u osteroporosis.
Evolutionary Aging Theory o Teoría Evolutiva del Envejecimiento. Se fundamenta en la selección
natural, situándose la óptima expresión genética en la edad joven y reproductiva del hombre. Con la edad se
produce una alteración en la expresión de cientos de genes y un deterioro biológico. Ciertos suplementos
nutricionales tienen la capacidad de frenar esta alteración en la expresión de estos genes producida por la
edad.
¿Cuándo debe empezar la suplementación nutricional?
En realidad la suplementación nutricional comienza desde que nacemos e incluso desde antes del nacimiento,
cuando la mujer embarazada toma algunos compuestos como el ácido fólico.
La suplementación nutricional para situaciones de elevado requerimiento metabólico como en los deportistas de
competición o en algunos trabajos físicos, es algo normal y científicamente aceptado.
Desde el punto de vista del Age Management Medicine el momento del comienzo de la suplementación
nutricional debería ser a partir de los 25 años cuando el déficit crónico de ciertos micronutrientes por una dieta
pobre se empieza a acumular. Sin embargo, es a partir de los 40 años cuando esta suplementación se hace
esencial.
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Equilibrio metabólico y hormonal
Las hormonas son moléculas que se generan en las glándulas endocrinas (glándulas adrenales, ovarios,
testículos, tiroides, pituitaria y glándula pineal). El responsable de la emisión de instrucciones para la liberación
de ciertas hormonas es el hipotálamo, una glándula del tamaño de una avellana ubicada en el cerebro.
Con el paso del tiempo, el hipotálamo pierde su habilidad y precisión para controlar los niveles hormonales, y
los receptores de las distintas hormonas en las células van perdiendo su sensibilidad a éstas. Esto implica una
caída de la función y reparación celular, de la síntesis de proteínas y de la reproducción de las células.
Estas son las funciones más destacadas de las principales hormonas:
DHEA (Dehidroepiandrosterona): se produce en las glándulas adrenales y es un precursor de la testosterona, estrógenos y otras hormonas. Favorece la reconstrucción de los tejidos estimulando el metabolismo de
las proteínas y funciona en equilibrio con el cortisol, protegiéndonos del estrés, enfermedades cardiovasculares,
osteoporosis, Alzheimer y mejorando nuestros sistema inmune, memoria, líbido.
Cortisol: es la hormona de estrés por excelencia y nos ayuda a reaccionar ante situaciones de alarma.
El cortisol es responsable de la pérdida de efectividad del hipotálamo para el control de los niveles hormonales.
Tanto el cortisol como la insulina son las dos hormonas cuyos niveles óptimos deben ser más bien bajos y su
tendencia es a subir con la edad.
Testosterona: se produce en los testículos, ovarios y glándulas adrenales. Mejora de la líbido, vitalidad, energía, sensación de bienestar, densidad mineral ósea, masa muscular, fuerza, disminuye la grasa
corporal, protege nuestro corazón y cerebro.
Estrógenos: se producen en los ovarios, en el tejido graso y en las glándulas adrenales. Tienen efectos
positivos sobre el sistema cardiovascular (son cardioprotectores), huesos, vida sexual, tersura de la piel,
bien estar emocional, sueño, capacidad cognitiva, estado de ánimo y emocional, previenen la osteoporosis y
el Alzheimer.
Progesterona: se produce en los ovarios (en los testículos en los hombres) y en las glándulas adrenales.
Tiene efectos positivos sobre el sistema óseo, bienestar emocional, capacidad cognitiva, estado de ánimo y
equilibra otras hormonas.
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Los 7 pilares del Age Management Medicine
Hormonas tiroideas: se producen en el tiroides y regulan la tasa metabólica de todas las células.
GH (hormona de crecimiento): se produce en la pituitaria. Estimula la reparación tisular, la
hidratación de la piel, el desarrollo muscular y óseo, interfiere en el metabolismo…
Las hormonas y la edad
Una vez finalizado el proceso de crecimiento y maduración, comienza un lento y progresivo declive que se
acentúa a partir del final de la década de los 30 años. Algunas de nuestras hormonas empiezan a disminuir
pronto, en la década de los 20, como la DHEA, mientras que otras lo harán más tarde. En estos fenómenos se
basa la teoría hormonal del envejecimiento.
El equilibrio hormonal en el ser humano es clave para mantener un buen estado de salud, a medida que
los niveles hormonales decrecen, así lo hace nuestro estado de salud:
Exposición e incremento del riesgo de enfermedades relacionadas con la edad: osteoporosis,
sistema cardiovascular, neurológicas (Alzheimer)…
Empeoramiento de capacidades físicas: aumento del tejido graso y la grasa abdominal, elasticidad
de la piel, disminución de la masa muscular y de la fuerza…
Empeoramiento de la calidad de vida y capacidades mentales: caída en nuestros niveles de
energía, de vitalidad, disminución de la líbido, pérdida de memoria, alteraciones del sueño, irritabilidad,
cambios de ánimo.
Con el paso del tiempo todos estos síntomas se acentúan a la vez que los niveles hormonales siguen disminu-
yendo el hipotálamo se hace menos eficiente y los receptores hormonales más insensibles.
La Age Management Medicine se basa en la BHRT (Terapia de Reemplazo Hormonal Bioidéntico), protegiendo al hipotálamo de los altos niveles de cortisol y mejorando la sensibilidad de los receptores hormonales.
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Los 7 pilares del Age Management Medicine
Salud Conductual
“Una persona bajo estrés significativo está en esencia acelerando el
proceso de envejecimiento a nivel biológico y también genético, está
activando los genes que provocan inflamación”
(Dtor. Michael Irwin - Director del Centro Cousins de Psiconeuroinmunología
de la UCLA )
Una de las circunstancias que caracteriza a los grupos poblacionales más longevos del mundo es su equilibrio
emocional y la ausencia de estrés. Tanto en la isla de Creta como en Okinawa se encuentran dos grupos de
excepcional longevidad. Además de ser activos físicamente y comer alimentos de la huerta y del mar, se caracterizan por ser gente muy humilde y a la vez feliz, no conocen el estrés, las prisas, la ambición.
Una de las líneas de investigación de la Dra. Blackburn (premio Nobel de 2009) es el efecto del estrés sobre
la longitud de los telómeros. El estrés, la ansiedad, la tristeza, el miedo… tienen un efecto demoledor sobre la
longitud telomérica.
Tanto el envejecimiento como el estrés producen etapas similares de inflamación y el sendero
biológico que contribuye a que se produzcan enfermedades relacionadas con la edad: cardiovasculares, demencia y algunos tipos de cáncer. En estas situaciones adversas lo emocional afecta a nuestros
sistemas neurológico, endocrino e inmunológico.
La psico-neuro-endocrino-inmunología ya es un área del conocimiento en la que se publican decenas de artículos científicos y que da respuesta científica, desde finales de la segunda mitad del siglo pasado, a muchas
“curaciones milagrosas” y terapias alternativas. Es el poder de la mente.
Deshabituación Tóxica y Detoxificación
Los hábitos tóxicos como el tabaquismo, el exceso de alcohol y el consumo de drogas son causas prevenibles
de morbi-mortalidad. El problema es que la deshabituación de un hábito tóxico no es tan sencilla como tener
la voluntad de abandonarlo.
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Los 7 pilares del Age Management Medicine
Medición y control longitudinal de los biomarcadores
“El primer paso para envejecer bien es saber cómo estás envejeciendo”
(Physioage Medical Group)
Un
biomarcador es el resultado de la medición de un parámetro biológico ya sea bioquímico,
fisiológico, morfológico o cognitivo.
El correcto abordaje de un programa de Age Management requiere de una profunda evaluación y un exhaustivo chequeo de numerosos biomarcadores, relacionados, tanto con la edad, como con la salud, así como un
conocimiento profundo del individuo (hábitos de vida, enfermedades padecidas, antecedentes, ...).
Biomarcadores analíticos y telómeros: los análisis de sangre son la fuente de muchos de los biomarcadores utilizados en la Age Management Medicine. Son decenas los parámetros estudiados, desde un
convencional hemograma hasta el sofisticado TAT que mide la longitud de los telómeros y el porcentaje de
telómeros cortos, pasando por un perfil hormonal completo, un estudio de inmunosenescencia o la identificación de ciertos SNP (polimorfismos genéticos), entre otros.
Los biomarcadores fisiológicos: nos informan del estado funcional de nuestro organismo. Son numerosos y van desde algunos sencillos como la toma de la tensión arterial hasta algunos más sofisticados como el
consumo máximo de oxígeno (VO2max), que nos informa de nuestra capacidad cardio-respiratoria o la densitometría ósea que nos indica el grado de mineralización de nuestros huesos.
Biomarcadores morfológicos: altura, peso, porcentaje de grasa, perímetros, cuantificación de la
grasa intraabdominal. Al igual que en los anteriores biomarcadores son decenas de parámetros morfológicos
los que se miden en AMM.
Biomarcadores cognitivos: una completa batería de test psicotécnicos nos informan del grado de
deterioro cognitivo propio de la edad. Estos test cuantifican la memoria verbal, memoria visual, velocidad de
tecleo, codificación de símbolos, etc.
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