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Editorial Silvia Gascón, editora responsable Yo te saludo, mujer Esta edición de Lazos está dedicada a recordar el Día de la Mujer. Hay varias notas referidas al tema. En la excelente presentación que nos hace Lalo Painceira, recorre la historia de mujeres valientes, apasionadas, aventureras, creadoras, Mujeres que supieron ganar el espacio público, que levantaron su voz, que sobresalieron. Que dejaron huella, e hicieron caminos para todas las que siguieron. Y nos avisa en su nota que la lucha continúa, por que nada alcanza cuando los prejuicios y estereotipos prevalecen. Entre tantas mujeres que han hecho la historia, pocas son las recordadas, las que tienen su historia oficial. Sólo aquellas capaces de torcer su propio destino, de dejarse perder en la identidad fabricada para crear una nueva y decir otra vez esta soy y esto quiero. Y esta es también la historia de tantas mujeres clandestinas que todos los días, y sin que nadie se entere, hacen oir su voz, cometen una traición, un escape, una conquista. Transgreden normas, escapan del molde preparado para ellas y conquistan nuevos espacios de libertad individual y social. Y las hay de todas las edades. Quiero destacar en esta editorial los cambios producidos en las mujeres que hoy transitan los 60. Aquellas que dieron sus primeras luchas, justamente por los años 60. Ingresaron a la universidad, usaron minifaldas, fumaron cigarrillos, pregonaron y practicaron el amor libre con silencios y culpas, militaron a la par de los varones e irrumpieron masivamente en el mundo del trabajo. Se casaron, se divorciaron y se volvieron a casar. Y las más mayores, las que ya cumplieron los 70 o más y que se animaron a todo, ahora en la llamada tercera edad: inventaron nuevas abuelidades, construyeron nuevas parejas, descubrieron vocaciones, participaron de nuevas luchas contra abusos y maltratos, impensables años atrás. Por eso es cierto que la lucha continúa, en nosotras, nuestras hijas y nuestras madres. Por eso es necesario seguir juntas, hablar entre nosotras, contarnos nuestros desvelos y nuestros éxitos. Desterrar normas que nos atrapan, nos encierran, nos mutilan. Nos ponen en situación de desventaja. Conmemoremos todos este 8 de marzo, varones y mujeres comprometidos con un mundo con iguales oportunidades y responsabilidades, sin diferencia de edad, de género, de color o religión. Día de la Mujer Pese a los grandes avances “la lucha continúa” Por Lalo Painceira El 8 de marzo de 1857, las obreras de una fábrica textil de Nueva York que reclamaban por sus derechos laborales, fueron reprimidas con bombas incendiarias, muriendo en el incendio 146 de ellas. Mucho han luchado las mujeres en toda la historia humana por la igualdad de derechos con los varones. El siglo XX fue pródigo en avances, pero la discriminación todavía subsiste en muchos ámbitos. “Un epitafio romano del siglo II antes de nuestra era, señalaba: No tengo mucho que decir, amigo mío; para y lee. Esta hermosa tumba, que no es bella, es sin embargo la de una mujer hermosa. Le dieron sus padres el nombre de Claudia. Amó a su esposo en su corazón. Le dio dos hijos, de los que uno se lo llevó la tierra y el otro deja tras sí. Su conversación era amable y grácil su caminar. Llevó la casa e hizo labores de lana. Eso es todo. Vete en paz”, reproduce Susana Bianchi en “Feminismo, ciencia, cultura, sociedad (compiladoras Nené Reynoso, Ana Sampaolesi y Susana Sommer)”. La historiadora agrega luego que “como observa Mosos Finley (‘Las mujeres silenciosas de Roma’), queda claro que el epitafio fue redactado por el esposo de Claudia o por algún miembro varón de su familia. ¿Qué pensaba ella de sí misma? Nunca lo sabremos. No tuvo la oportunidad de expresarse ni de escoger ni de decidir. Es posible que, apenas cumplidos los doce años, haya consumado su matrimonio –la ley lo autorizaba- con un hombre elegido por su padre. Es posible que haya amado a ese hombre, como se ama a un dueño con poder absoluto sobre su esposa, sobre sus hijos e hijas, sobre las mujeres y los hijos de sus hijos, sobre sus esclavos y sus esclavas y sobre todas sus otras propiedades. Posiblemente, Claudia aceptó y defendió los valores y las normas que le impusieron. No conocía otro mundo. Quizás, intentó rebelarse. Nunca lo sabremos. La sociedad negó las voces de la mayor parte de las Claudias…”. Desde aquellas matronas romanas hasta hoy, mucho han tenido que luchar y hasta combatir las mujeres, para que sus voces penetren los oídos blindados de una sociedad construida a imagen, semejanza y antojo de los varones. Y subrayo que fueron excepciones, al menos hasta el siglo XIX, comienzo de las grandes y heroicas luchas obreras . Fueron importantes también los combates por los derechos civiles, entre ellos, el sufragio del que estaban excluidas. LAS EXCEPCIONES En la Grecia clásica hay dos mujeres que sobresalen por su rebeldía: Antígona, que como señala Arnold Hauser (Historia de la Literatura y el Arte – Tomo I), “se levanta contra el estado democrático” y sobre todo Lisístrata y su revuelta pacifista declarando, junto a otras mujeres, una huelga sexual contra los hombres que hacen la guerra. En la antigüedad, imposible no hablar de Cleopatra (31 a.C), recordada por su belleza y su seducción, pero los historiadores (siempre varones) ocultan que manejó con mano de hierro uno de los imperios más grandes de su tiempo. Jesús inauguró un ciclo distinto. A diferencia de otras religiones, el Evangelio es testimonio del protagonismo de las mujeres en la Iglesia primitiva. Empezando por María, aquella adolescente que aceptó el designio divino con una fe que aún maravilla. Madre de Jesús, fue quien le pidió su primera manifestación pública en las bodas de Caná. Por otra parte, fue ella quien lo crió, lo siguió, lo escuchó, fue su consuelo en la Cruz y luego se quedó hasta su muerte con sus discípulos conviviendo en las primeras comunidades cristianas. Junto a María, siempre permaneció Magdalena quien junto a la otra María y a Marta, se integraron a los primeros discípulos. Fueron mujeres las primeras que dieron cuenta de la Resurrección y el ángel les habló a ellas para anunciarles que Jesús no estaba entre los muertos. Es importante señalar el rol que la primera Iglesia, la perseguida, la que vivía en comunidades, le dio a la mujer. Después, y por un largo período, las excepciones se encierran en los conventos y en los castillos, salvo santa Juana de Arco, la heroica doncella de Orleáns, llevada a la hoguera por el Santo Oficio (paradojas y curiosidades de la Iglesia, llamar “Santo oficio” a la más brutal represión religiosa en la historia de la humanidad: la Inquisición) por hereje y después, transportada a los altares. Santas que mostraron precozmente un rigor y una voluntad que cautivaron su tiempo, como Clara de Asís, que provocó una avalancha de vocaciones religiosas entre las muchachas de la nobleza y la naciente burguesía (Clara fundó su orden cuando tenía sólo 19 años, en 1212); que mantuvieron una santa rebeldía transformadora, como Teresa de Avila o que iluminaron el camino a la santidad desde las cosas sencillas de la vida, describiendo su hondura, como Teresita de Lissieux, otra santa precoz y de vida breve. Y sólo ellas por nombrar algunos de los cientos de ejemplos. Entre las paredes de los palacios sobresalieron Isabel la Católica y su tocaya británica además de Victoria. Y si hablamos de Inglaterra, cómo no nombrar a Lady Godiva y su particular manera de luchar contra los impuestos que su propio esposo obligaba a pagar al pueblo. COMIENZA LA LUCHA La primera irrupción masiva y pública de las mujeres fue la Revolución Francesa. Codo a codo con los varones lucharon por la Igualdad, la Fraternidad y la Libertad, derechos que la humanidad todavía aguarda. Pero será el siglo XIX el que hizo visible la irrupción femenina reclamando por sus derechos, lucha que incluyó la del 8 de marzo de 1857, en la fábrica textil de la Triangle Short Waist Company de Nueva York, huelga ferozmente reprimida por la policía con bombas incendiarias. En esa gesta murieron carbonizadas 146 obreras. Su crimen: pedir mejores condiciones de trabajo y seguridad. En su homenaje fue instituido el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, que se conmemoró por primera vez en nuestro país con el retorno a la democracia, en 1984. A las luchas de las obreras se sumaron las emprendidas por las sufragistas, pidiendo el derecho a votar, a elegir gobernantes como lo hacían los varones. Tampoco fueron ajenas al estallido social de la Comuna de París, un preanuncio de las grandes revoluciones socialistas del siglo XX. En el siglo XIX la mujer empezó a ganar los espacios públicos antes destinados al varón, tanto dentro de la cultura como de la política. Aunque los hombres se hicieran los desentendidos, la mujer empezó a hablar en voz alta diciendo lo que pensaba, a manifestar sus opiniones, a escribir, contar historias, pintar y hacer música. Es como si se hubiera hartado de ser un adorno o la anfitriona de los salones sociales. George Sand (Armandina Lucila Aurora Dupin -1804-1876), fue el rostro más conocido y difundido de aquella rebeldía. Desafiante, vestida de varón para demostrar su independencia y su crítica, su adhesión a las ideas de vanguardia política y sus amores con grandes artistas de su tiempo, Federico Chopin el más célebre, la hicieron trascender sobre otras mujeres artistas, que compartieron también la bohemia, el hambre y el talento con los grandes de su tiempo. Porque desde las vanguardias estéticas aún hoy se cavan trincheras de rebeldía y se dinamitan los cimientos retrógrados e injustos de la sociedad, con la misma potencia de otras expresiones explícitamente políticas. LAS REBELDES CRIOLLAS Mientras esto ocurría en la Europa iluminada y en la naciente potencia del Norte, en la Argentina las mujeres dijeron presente en la resistencia al invasor imperial en 1806 y 1807 y participaron activamente, desde el sector nacional y popular, en las incipientes guerras de liberación. María Magdalena Güemes, peleó junto a su hermano Martín defendiendo el territorio patrio en Salta; Delfina, la combativa compañera de Pancho Ramírez y la boliviana Juana Azurduy, todas ellas desde el combate, desde la acción directa. En las postrimerías del siglo XIX, la mujer participó en las grandes ciudades argentinas de los primeros centros obreros y de los combativos actos del 1º de mayo de socialistas y de anarquistas. Por eso no extrañó que entre el 18 y el 23 de mayo de 1910 se realizara en Buenos Aires el Primer Congreso Femenino Internacional, convocado por la Asociación de Universitarias Argentinas que presidía la doctora Cecilia Grierson y que tenía como secretaria a una feminista y luchadora desde entonces por el voto femenino, como la platense doctora Julieta Lanteri, que llegó a fundar un partido feminista de vida efímera en los años 20. Pero son dos mujeres las que sintetizan las conquistas de la mujer en la Argentina. Contemporáneas y enfrentadas pese a las posiciones de vanguardia en lo político y en lo social que mantuvieron ambas. La doctora Alicia Moreau de Justo y Eva Perón, Evita, como la sigue aún nombrando su pueblo. Las dos reconocidas militantes en pos de la justicia social, laboral y el voto femenino, que en la Argentina recién se concretó en 1951 y queda en la memoria la dramática fotografía de Evita votando en su lecho de enferma. Opositoras en el campo político, siguiendo rumbos paralelos que nunca tuvieron puntos de contacto, ambas fueron y son el símbolo de las luchas y de las conquistas de la mujer en el país. HOMENAJE FINAL El siglo XX empezó a escuchar las voces femeninas y cedió a sus reclamos. No fue fácil. Las mujeres debieron luchar y mucho. Rosa Luxemburgo, Golda Meier, Indira Ghandi, La Pasionaria en la Guerra Civil española, Simon de Beauvoir (su libro “El segundo sexo” revolucionó a la generación de los 60) y la irrupción total en el arte, en las ciencias, en la filosofía, son el prólogo necesario para que no sorprenda que hoy Carmen Bachelet presida Chile y que Hillary Clinton, Ségònel Royal y Cristina Fernández de Kirchner, estén en el sitio de largada, ocupando lugares de privilegio, para ocupar la presidencia de sus respectivos países. Como en todo listado, hay seguramente ausencias notables e injustas, omisiones que son involuntarias. Pero este homenaje a las mujeres debe incluir otro homenaje especial: a todas las jóvenes desaparecidas en la dictadura militar, a las compañeras de todos aquellos que sufrieron persecución, cárcel o que fueron muertos. Y sobre todo, a las que no callaron ante los militares brindando un testimonio admirable, como las Madres de Plaza de Mayo y las Abuelas de Plaza de Mayo, que aún continúan su lucha por la verdad y la justicia y por recuperar a los hijos de sus hijos, robados como botín de guerra. Pero no todo ha terminado. Como decían las consignas juveniles de los 70, “la lucha continúa”. La mujer no ha alcanzado la igualdad de oportunidades. La pobreza es cada vez más femenina, como la desnutrición, el sida. La mujer sigue siendo víctima de violencia, de prostitución, de desamparo. Existe en muchas empresas y reparticiones públicas el “techo de cristal” que limita ascensos y cuando se aspira hay que responder exigencias mucho mayores que para sus pares masculinos; sus salarios son inferiores a los de los varones y les cuesta más obtener empleo. Así ocurre en el siglo XXI, en este país, al que alguna vez le mintieron y le dijeron que era del primer mundo, aunque debe reconocerse que se avanzó muchísimo en el siglo XX, en la que las mujeres protagonizaron su propia revolución. Pero resulta increíble en esta civilización, llamada cristiana, que todavía en algunos sitios se manejen valores de desigualdad de género de manera tan desvergonzada, con mujeres en los altares a quienes rezar pero que tanto ha costado y cuesta poner en el mismo nivel para hablar y simplemente compartir, de igual a igual. Pero ya mucho se ha avanzado y resta muy poco. Como decía Liliana Mizrahi, “es hora de que lleguen otros tiempos para mí”, que es decir, a toda mujer. Preparación para el retiro laboral, un desafío a distancia Parte I El Instituto Universitario ISALUD ofrece un innovador programa para todas aquellas personas próximas a jubilarse. Las personas se capacitan para ingresar y permanecer en el mercado laboral, pero en general los trabajadores no se preparan para dejar el trabajo. El fin del trabajo de Jeremy Rifkin es, sin duda, la obra que mayor impacto ha provocado en la opinión pública norteamericana y mundial. Sobre ella opina Wassily Leontief, premio Nóbel de Economía, "nos enfrenta de forma hábil y astuta al mayor problema de la sociedad contemporánea, algo que la mayoría de los economistas ni siquiera se atreven a analizar". Rifkin plantea que estamos entrando en una nueva fase de la historia humana, caracterizada por lo que "ya parece una permanente e inevitable decadencia de lo que hasta ahora entendíamos por trabajo". El punto de partida es la constatación del nivel alcanzado por el desempleo, a escala mundial, que es el mayor desde la gran depresión del 30. "El número de personas infraempleadas o que carecen de trabajo está creciendo a un ritmo vertiginoso... Más de 800 millones de seres humanos están en la actualidad desempleados o subempleados en el mundo". Para el autor, dicho fenómeno sería una consecuencia de una nueva "revolución tecnológica". El impacto de la cibernética, la robótica, las telecomunicaciones y otras formas de la alta tecnología están sustituyendo rápidamente a los seres humanos en la mayor parte de los sectores económicos. Marchamos, según sus palabras, a un "mundo sin trabajo". La peculiaridad de la nueva "revolución tecnológica" consistiría en que todos los sectores han caído "víctimas" de la reestructuración tecnológica y no ha irrumpido ningún sector "significativo" habilitado para canalizar la mano de obra desplazada. El proceso de cambio que experimenta actualmente el mundo del trabajo produce nuevos modelos y figuras a ritmo vertiginoso. El trabajo virtual, el teletrabajo, el trabajo electrónico, la robotización, la informatización integral, las oficinas electrónicas, son algunos de los términos que ya no resultan extraños a las organizaciones bancarias, a las cadenas de comercialización masivas, las industrias o a las empresas de tarjetas de crédito. Ni a empleados, clientes, proveedores ni público en general. A pesar de la existencia de numerosas teorías, conceptos, técnicas, herramientas y sistemas orientados al hombre en el ámbito del trabajo, considerándolo el elemento más valioso al conformar -con sus conocimientos, habilidades, aptitudes y actitudes- el capital intelectual de la empresa. Lo lamentable es que los modelos racionales de gestión empresaria no siempre tienen en cuenta al factor humano. Siendo el trabajo la actividad destinada a proveer las necesidades del ser humano, la asignatura pendiente post desarrollo tecnológico, es que se tomen acciones para ayudar a convertir a cada persona en alguien motivado, orgulloso y satisfecho de sí mismo y de su aporte a la empresa. Qué dicen los especialistas Analizamos los planteos de Ursula Lehr, una de las expertas en gerontología de mayor reconocimiento a nivel mundial, quien afirma que una política para la vejez no debería ser sólo determinada por la pregunta qué podemos hacer por los mayores sino también cuestionarse qué pueden hacer los adultos mayores por la sociedad, “porque la mayoría de los mayores son competentes y desean emplearse para otra gente, para la sociedad” -sostiene Lehr. Las ciencias y las políticas, dice la especialista, están juntas procurando con mucho empeño crear nuevas condiciones médicas y económicas para este fin, así como educar a las personas para un estilo de vida más sano. Estableció que la vejez no debería ser vista como un problema, sino como una oportunidad y un reto, “para cada uno de los adultos mayores, para su familia y para nuestra sociedad, de tal manera que se vea a la senectud como capital humano”. Ursula Lehr recomienda enfocar la prevención y la rehabilitación en la activación de capacidades físicas, mentales y sociales y considerar la rehabilitación no sólo desde el punto de vista médico, sino también bajo los aspectos psicológicos y sociales. Curiosamente en Argentina... En medio de estas visiones, encontramos recientemente en nuestro país noticias y titulares que nos sorprenden gratamente como los siguientes: Proyecto oficial en la provincia de Buenos Aires: Cuando la experiencia es el valor más buscado por las Pymes. Un plan impulsa la reinserción de profesionales que por su edad no consiguen empleo: Experiencia Pyme. - La Nación 2-10-06. Transmisión de valores y recambio generacional: Cómo rescatar el conocimiento del personal que se retira. - La Nación 4-2-07. La etapa prejubilatoria: trabajar distinto, poquito, nada... Amén de los conceptos compartidos, para una masa de población muy amplia, en las sociedades occidentales el trabajo sigue siendo aún el eje que articula y estructura la vida de las personas y por ende la vida en sociedad en su conjunto. El trabajo tuvo y tiene una posición significativa en la vida de las personas y estas se llegan a desarrollar en la faz personal, familiar y social debido preponderantemente a los resultados que se obtienen en relación a su capacidad productiva laboral. Como podemos apreciar, la mayoría de las sociedades actuales se configuran en torno al trabajo. La importancia que se le otorga al mismo no es exclusivamente una elección de la persona, sino que se halla condicionada por el significado y el valor que cada sociedad y el momento histórico le asigna. Este se internaliza a través de un proceso complejo de socialización, en el que son parte el entorno familiar, la cultura, la educación y los ámbitos sociales económicos en los que se interactúa. Las personas se mueven dentro de ámbitos que garantizan continuidades, pero a su vez se nutren de permanentes modificaciones y cambios. Por eso afirmamos que la vida humana es cambio, y el vivir cotidiano es cambiar, y este supone pasar de un momento biológico y psicosocial a otro momento superador del anterior. Cada uno de estos momentos tiene características, contenidos, intereses, limitaciones y posibilidades que le son propios. El paso del tiempo marca la edad cronológica y esta determina las edades de la niñez, adolescencia, juventud, adulto y del adulto mayor. También algunos acontecimientos que se desarrollan en el transcurso de la vida, son los que señalan el comienzo y fin de las diferentes etapas que exigen numerosos procesos de adaptación: a la escuela, al primer empleo, al matrimonio, a la pérdida de seres queridos, etc. (P. Lain a estas fases las denomina “Vidas Sucesivas”). Cuando se va cumpliendo el “curso de la vida”, junto al desarrollo normal de los acontecimientos que marcan el transcurso del tiempo en los ámbitos familiares, sociales y laborales de una persona, rara vez esta se detiene a pensar y planificar su futura jubilación o retiro laboral. Al imperar en la sociedad valores que exaltan la juventud (rapidez, competitividad, flexibilidad, etc.), esta es vislumbrada como única fuente de construcción, desarrollo y éxito, esto lleva a concebir a la jubilación o el retiro como algo hostil, lo que atemoriza y crea una resistencia a iniciar esta etapa de la vida. Etapa que la sociedad asigna a la vejez y esta no goza de buen predicamento, lo que relega a los adultos mayores a desempeñar roles poco significativos. Mi cuerpo es viejo pero yo soy joven Dr. Ricardo Iacub Esta frase, a pesar que resulte curiosa y algo extraña, es más que habitual. Como me dijo una señora mayor cuando le pregunté si la había escuchado: “Eso ya lo decía mi abuela”. Algunas veces la gente lo nota al pasar por una vidriera y ve una figura que pareciera no reconocer, preguntándose quién es esa vieja o viejo, cuando esa figura representa, ni más ni menos que su propio reflejo. El escritor inglés Priestley lo describió de este modo: “Como si caminando por la avenida Shaftesbury como un joven despreocupado, hubiese sido súbitamente raptado, introducido en un teatro y, maquillado con el pelo gris, con arrugas y con otros atributos de la vejez hubiese sido forzado a salir al escenario. Detrás de la apariencia de viejo yo soy la misma persona, con los mismos pensamientos que cuando era joven”. Estas situaciones nos presentan un curiosa sensación que tienen muchos adultos mayores y a la que se la ha denominado “el cuerpo máscara” (Featherstone y Hepworth, 1991) En mis propias investigaciones he podido comprobar que esta mirada sobre el propio cuerpo se encuentra muy extendida y muestra como a los adultos mayores les cuesta aceptar, comprender e incorporar su cuerpo con los cambios lógicos que producen los años. Por esto cabe preguntarnos: ¿qué pasa con la edad que puede llegar a modificar el poder pensarnos de una manera integrada a lo largo de la vida? Evidentemente las miradas negativas y descalificantes que existen para con esta etapa vital llevan a que ubiquemos en el cuerpo, que sabemos que es lo más visible de la edad, lo viejo y dejemos en aquello que parece más oculto, nuestra identidad, lo más joven. Separando de un manera más o menos consciente dos partes que son verdaderamente inseparables. “Yo sigo siendo el mismo a pesar de que mi cuerpo envejeció”: Esta frase la decía un señor ¿tratando de mostrarme qué?: ¿acaso las transformaciones corporales deberían modificar nuestra forma de ser, de pensar o de sentir?, ¿o ser el mismo significaría ser eternamente joven? A lo largo de la vida cambiamos en muchos aspectos, sin embargo hay ciertos rasgos que parecen más estables relacionados con los deseos más íntimos, los afectos más profundos y cierta forma de actuar ante la vida que van más allá de ser joven o viejo. Para mucha gente sentirse joven por dentro, como se suele decir, implica separarse de los significados negativos que esta sociedad le brinda al envejecimiento. Ser joven o ser viejo no implican significados buenos o malos en si mismos. Hoy sabemos que ni la felicidad ni la alegría son atributos de los jóvenes, así como tampoco la falta de deseo es propia de los mayores. Estos son prejuicios implantados desde hace siglos y que llevan a que los mayores se nieguen a si mismos cuando sienten deseos, pasiones, emociones que supuestamente “ya no son para su edad”. Por esta razón debemos ser menos críticos con el propio cuerpo y si ser más críticos con los prejuicios sociales acerca de los mayores, para que no nos dejen encerrados en un sentimiento de vergüenza hacia nosotros mismos. Un nueva mirada Recuerdo que una señora me decía: “desde que lo conocí a Juan empecé a verme distinta” ¿Por qué? Simplemente por que su cuerpo dejo de ser visto desde una mirada descalificatoria (la de ella, aunque influenciada por los demás) sino por la de un persona que la amaba, la hacía sentir bella y le mostró que ese cuerpo, que ella negaba, podía ser gozado y vivido de una manera muy positiva. Pero no solo con el amor uno puede volver a unificar su cuerpo, sino a través de seguir disfrutándolo, encontrándole belleza, sintiéndole vibraciones y experiencias nuevas. Los “achaques de la edad” no deberían llevar a negarlo, ocultarlo o a pelearnos con él, sino por el contrario a mimarlo, explorarlo y contemplarlo para reconocerlo cada día como una parte indisociable de nosotros mismos. Mujeres en el sillón de los directores Martín Carrasco Quintana En el Mes de la Mujer, una interpretación cínica del cine podría decir que es la industria donde los hombres viven de las imágenes de mujeres hermosas. No es tan así. Si hay explotación, no se discrimina por sexos; veamos, si no, los réditos dejados por Rodolfo Valentino, por Tyrone Power y por Leonardo DiCaprio. Con todo, el cine ha sido siempre una actividad manejada por hombres. Digamos, como productores y directores; también, los que ponen la música, y los que sintetizan la obra para que llegue a determinada cantidad de minutos. Eso sí, las mujeres de detrás de la escena son cada vez más y sus labores no se acotan a los eternos Maquillaje y Peinado. Las hay guionistas, productoras y especialistas en los más complejos trabajos del mundo del cine. Avance persistente Eso sí, el lugar más emblemático es el de la dirección. Y la imagen del sujeto de voz áspera enfundado en breeches y botas se esfuma y aparece el perfil femenino. Para empezar por alguien, una buena directora es Maya Deren, norteamericana que entre las décadas del ´40 y del ´50 realizó películas de bajo presupuesto y también fue una teórica capaz de debatir teorías fílmicas en pie de igualdad con cualquiera. También Liliana Cavani, italiana especializada en obras de extrema morbosidad, como Portero de Noche, Galileo y Más allá del bien y del mal. Estupenda resultó la neocelandesa Jane Campion, de temprano prestigio por el Oscar para La lección de piano. Desde la India, Mira Nair asombró por su poder descriptivo con Salaam Bombay y La boda. Nair no teme tocar con el ojo de la cámara temas crudos, como la prostitución infantil. Nacida en el cine (recordemos la infantil prostituta de Taxi Driver), Jodie Foster ganó dos Oscar como actriz y después se lanzó a la dirección con Mentes que brillan. También Anjelica Hous-ton (foto), hija del genial John, se fue detrás de la cámara y dirigió Agnes Brown. El influjo político Hasta aquí, mujeres en un cine comercial ¿Y que pasa con la problemática alemana Lenni Riefensthal, contemporánea de Hitler? Fue pionera en técnicas, enfoques y planos, pero le llevó el carro al nazismo con películas de propaganda e hizo suyo el modelo del horror, de la muerte, y de las persecuciones. Un talento perdido. Por haber nacido en 1942, otra alemana, Margarethe von Trotta, escapó a las garras del nazismo y pudo dirigir en libertad, después de ser actriz de la mano de Rainer Werner Fassbinder. Dos de sus películas son insoslayables: El honor perdido de Katarina Blum y El segundo despertar de Christa Klages. Cine nacional Para orgullo de los argentinos, en estas latitudes las mujeres que quisieron acercarse a la dirección cinematográfica lo hicieron con especial suceso. Digamos María Luisa Bemberg (y con la asistencia en la producción de Tita Tamames). Cerebral, descriptiva, no comprometida, la joven Lucrecia Martel nos deslumbró con su ópera prima, La ciénaga y entró en la leyenda. Digamos que aquí pudimos escapar a la filosa frase de John Lennon: “La mujer es el negro del mundo”. Y finalmente -aunque el final es abierto- está la sorpresa de Sofía Coppola. Criada en el concepto paterno de un cine hermoso pero hecho con brocha y martillo, rompió el molde con Las vírgenes suicidas y después hizo estallar una lluvia de estrellas con Perdidos en Tokio, donde pasa de todo donde parece que no pasa nada. Ahora nos deslumbra en este momento con el refinado detallismo de María Antonieta. Como en otros terrenos, las mujeres han demostrado mayor enjundia y mejor ojo como directoras. Un día no lejano se quedarán con todo el mundo del cine. Y tal vez sea para bien de todos. Mujeres platenses de tres generaciones Lazos reunió a tres mujeres de una misma familia, pertenecientes a tres generaciones distintas, para establecer las coincidencias y diferencias que se fueron dando en el mundo de la mujer a través del tiempo. TRABAJO ¿A qué edad comenzó a trabajar? Liliana: Nunca trabajé. Terminé el secundario y comencé a estudiar profesorado de Matemáticas. Me casé. Mi marido fue muy claro: “No permitiré que te vayas de casa. Vamos a formar una familia, es necesario que cuides y eduques a los hijos“. Alicia: Comencé a trabajar a los 20 años. En la Facultad hacía planos. Antes hacía artesanías, para vender. El motor para trabajar era tener independencia. Inés: A los 17 años. Para juntar plata y hacer un viaje. Ahora también trabajo para tener independencia. ¿Hay desigualdades entre mujeres y varones en el trabajo? Liliana: Hoy en el trabajo están a la par hombres y mujeres, porque las mujeres son muy capaces. Alicia: Sí, pero creo que mucho depende de nosotras. Nos ponemos nuestro propio techo. Primero los hijos y el marido. Tenemos miedo a crecer. Inés: Hasta ahora no sentí discriminación por ser mujer. Pero sí lo sentí en Inglaterra. Trabajé en un Mc Donalds y me trataron muy mal, me proponían tareas irrealizables. DINERO ¿Quién aporta más en su casa? Liliana: Era mi marido el que aportaba para la casa. Yo le iba pidiendo a medida que necesitaba. Alicia: Cuando recién nos casamos, yo ganaba más, hasta me compré un auto. Eso no afectó la relación. Era una lucha codo a codo. ¿Las decisiones económicas las toma Ud. o su marido? Liliana: Cuando decidimos comprar la casa, lo hablamos los dos. Alicia: En relación a la casa, el auto, yo decido. En las cuestiones de negocios decide él. Y no mezclamos las cosas. LA POLÍTICA Y EL PODER ¿La participación de la mujer en la política podría ayudar a mejorar las cosas? Liliana: Dudo que las mujeres mejoren la falta de moral que hay en la política. Creo que tienen igualdad de derechos. Alicia: Seguro. Pero debe ser el resultado de un proceso, una trayectoria. No solo porque es mujer, sino por la historia que tiene. Inés: Me gusta que la mujer participe en política. Me gustan las mujeres que hacen cosas. Tampoco la exageración feminista que la mujer “debe estar” en política. ¿Alguna vez pensó en participar en política? Liliana: Nunca pensé en participar, tampoco mi marido. Alicia: No me veo como una política. Pero si me interesa participar, modificar la realidad. De hecho, me comprometo. Inés: Trabajé en un barrio, pero lo dejé. Me pareció un trabajo muy asistencialista. ¿Qué inconvenientes y facilidades tienen las mujeres para construir poder político? Liliana: Las mismas que los varones. Alicia: A las mujeres se les exige siempre más. A veces si son atractivas, les puede jugar en contra. Sobre todo con las otras mujeres. Inés: Las mujeres, tienen muchas mas dificultades, pero se puede. Lo importante es saber lo que uno quiere y elegir. MATRIMONIO ¿A qué edad se casó? Liliana: A los 23 años, era lo correcto en mi época. Tengo tres hijos y seis nietos y una muy buena relación con ellos. Vienen a casa y hablamos de todo. Alicia: Me casé a los 26 años. Para mi época era bastante grande. Las chicas se casaban a los 21, 22 años. Primero me recibí de arquitecta. Yo no tenía como proyecto principal casarme. Pasaba horas en los tableros. Yo quería hacer hospitales, escuelas. Cuando escuché por primera vez a una amiga de mi hermana decir “Yo no quiero tener hijos, me quiero dedicar a mi profesión”, fue impresionante. Inés: El casamiento no se está dando en las chicas de mi edad. No se lo cree tan necesario. Algunos creen que es mejor convivir y luego casarse. ¿Por qué ahora se casan más tarde? Liliana: Por que hay más libertad sexual Alicia: Porque los padres renunciaron a su rol hegemónico. A ser los dueños de la casa. Tenemos mejor relación, pero están demasiado cómodos. Eso sumado a la incertidumbre en los empleos, hace más lento el motor de la independencia. Inés: Se quieren postergar ciertas obligaciones. Está el mandato de saber qué te gusta, qué querés hacer a los 18 años. ¿Y si no sabés?. Que nos aguanten un poco más en nuestras casas. Me da más tiempo para indagar tranquila, saber adónde quiero ir. Yo el día de mañana me quiero ir. Pero ahora no tengo plata y además no me siento mal con mis padres. Hasta los 30 años, todo bien. Después, si te quedás, sos un desubicado. ¿Qué opina de las relaciones prematrimoniales? Liliana: Soy amplia. Mi nieta de 26 se fue a vivir con el novio y me vino a avisar. Hoy, juntarse está bien mirado. En mi época, no. Yo estuve casada 55 años con el mismo hombre. Alicia: ¿Llegar al matrimonio virgen?....Ni loca. Inés: La mujer estuvo muy reprimida y ahora nos fuimos al otro extremo. Hace cosas para rebelarse y no piensa que le pueden hacer mal. Pasamos de la mujer que solo podía estar en la casa a la mujer que hace de todo. Hay que bajar un cambio. ¿Cuáles son las claves para vivir juntos? Liliana: Saberse aguantar y perdonar. Es la única forma posible. La fidelidad es muy importante. Alicia: La clave es escuchar al otro. Esto implica también escuchar a los hijos. Enfrentar las dificultades con sentido del humor y relajarse. ¿Cómo se decidieron a tener hijos?. Liliana: Nadie se preguntaba si era el momento oportuno o había que esperar. Simplemente llegaban. Una se casaba y lo más importante era tener hijos. Alicia: Lo hablamos y decidimos tenerlos. Inés: Antes casarse y tener hijos era lo mismo. Hoy no forma parte de mi plan. Si algún día encuentro a la persona que me motiva, puede ser. Creo que podría ser feliz sin tenerlos. SEXO En su generación ¿a qué edad se iniciaban en la actividad sexual? Liliana: Sólo después de casarse. Ahora es muy diferente. Tengo una nieta que dice casarse virgen es re-aburrido. Lo que me da miedo es que queden embarazadas. Me parece terrible. Con mis hijas nunca hablé de sexo. Y jamás se me ocurrió que podían quedar embarazadas solteras. Alicia: En mi generación era común los 17, 18 años iniciarse sexualmente. Pero no se hablaba ni con las amigas. Sentíamos culpa por la formación religiosa. Una no sabía que las amigas también lo hacían. Inés: Cuando se despierta la sexualidad. En algún momento pasa. A medida que uno se conoce se aprende a disfrutar. Nadie te enseña. Al despedirnos Alicia Cabarrou de Eliçabe nos dice: “Hoy, para la mujer hay más oportunidades. Pero la contracara es la exigencia. Queremos hacer todo bien. Mi hija me dice, yo, mamá, no quiero ser una super-mujer”. Liliana Cledrys de Cabarrou. Nació en Buenos Aires. Inició estudios de Matemáticas en la Universidad. Se casó con el prestigioso médico platense Arturo Cabarrou y vino a vivir a La Plata. Es viuda, tiene 3 hijos y 6 nietos. Alicia Cabarrou de Eliçabe: Nació en La Plata. Es una reconocida arquitecta. Casada con el empresario platense Ricardo Eliçabe. Tiene dos hijos: Manuel e Inés. Inés Eliçabe: 24 años. Estudió sociología. Trabaja independiente. MAL DE ALZHEIMER : Cómo ayudar al paciente Llega un momento, con la evolución de la enfermedad, en que el paciente de Alzheimer se vuelve totalmente dependiente. Generalmente deja de comunicarse, y es posible que su deterioro cerebral progresivo complique su fragilidad física. Un resfrío, una leve infección o una deshidratación pueden empeorar gravemente su situación. Aunque el paciente no conserve el lenguaje verbal, es importante mantener el contacto con él. Comprende cuando recibe muestras de afecto, caricias, sonrisas, trato cariñoso. El familiar puede utilizar el lenguaje gestual, que el paciente comprende muy bien. Asimismo se debe procurar mantener su higiene personal, proteger su piel, cuidar los posibles casos de deshidratación y/o estreñimiento. Es muy importante mantener la adecuada hidratación, sobre todo cuando hace más calor o si el enfermo está padeciendo alguna infección. Puede llegar el momento de plantearse la necesidad de llevar al paciente a un centro asistido. Para muchos cuidadores, el ingreso de su familiar a una residencia geriátrica se vive mal. Pero hay que comprender que esta situación no es en sí, algo que esté bien o mal, sino algo que depende de la situación del enfermo. Ante la situación de tener que decidir la internación del enfermo en un centro asistido, el familiar no debe pensar que se trata de un abandono del paciente. Los centros geriátricos generalmente suelen disponer de todos los servicios necesarios para dar una buena atención al enfermo. Sí es conveniente antes de tomar la decisión, visitar distintas instituciones, y confirmar que tienen todas las acreditaciones legales, y que está preparado para atender ese tipo de enfermos. No deje de visitarlo en caso de resolver la internación. El familiar debe comprender que aunque pueda resultarle triste la situación, su enfermo necesita su presencia y recibir sus manifestaciones de cariño. En la medida en que el familiar asuma la enfermedad de su ser querido, mejorará tanto su situación como la del enfermo, que lo necesita en buen estado físico y psíquico, y requiere de su comprensión y cariño. Si se encuentra muy angustiado, no dude en buscar apoyo profesional y/o de grupos de ayuda donde podrá compartir experiencias y tal vez encontrar procedimientos para actuar ante distintas situaciones que se le presenten. Los familiares suelen sentir mucha presión, por lo cual es muy importante que el cuidador cuide, dentro de lo posible, su salud física como psíquica. A veces, para posibilitar el descanso, se puede utilizar el sistema de rotación con otro familiar o un asistente. El familiar de un enfermo de Alzheimer debe aprender a buscar momentos de descanso en la estresante tarea que provoca el cuidado continuo de estos enfermos. No olvidemos la importancia de “cuidar al cuidador” El grupo ALMA – La Plata se reúne los primeros sábados de cada mes en el Hospital San Roque de Gonnet, calle 18 e/0508 y 509, 1er piso por escalera caracol Aula Docencia e Investigación. Próximas reuniones: sábados 04-03-07 y 01/04/07 El nuevo Código de Tránsito y la discriminación a los mayores La provincia de Buenos Aires acaba de dictar una norma por la cual las personas mayores de 65 años, al renovar el carnet de conductor, deberán volver a rendir los exámenes físicos y teórico. Seguramente la medida surge a partir del escandaloso incremento de accidentes viales. Y a la necesidad de “hacer algo” frente al hecho. Estamos de acuerdo con la necesidad de implementar todas las buenas medidas que ayuden a prevenir lo que ya podemos considerar una nueva epidemia social. Pero en este caso, el hilo se corta por lo más delgado, se enjuicia a los mayores. Otra vez se parte de un prejuicio, un paradigma equivocado que asocia vejez a imposibilidad, déficit, carencia. Que pone el acento en lo que se pierde en lugar de lo que se gana. No se pretende ensalzar la juventud, ni tampoco la edad mayor, solo tener en cuenta algunas consideraciones que han sido estudiadas y probadas en otros países y creo que ponen las cosas en su justo medio: • Una persona joven puede ver más rápido algo que signifique un riesgo, pero tardan en reconocerlo como tal. Mientras que los mayores reconocen más rápidamente los riesgos, aunque reaccionen un poco mas lento. • Los conductores jóvenes tienden a manejar más rápido. Los mayores se inclinan por hacerlo más despacio. • Los conductores muy jóvenes (18 a 26 años) a menudo juegan cuando van manejando, se distraen fácilmente con otros en el interior del vehículo. Los mayores suelen manejar muy atentos y concentrados. • Los conductores jóvenes son más omnipotentes, y les cuesta reconocer los riesgos. Los conductores mayores son mas prudentes. • Las personas mayores conocen y respetan más las normas de tránsito • Los conductores jóvenes suelen ir por caminos desconocidos. Las personas mayores prefieren los caminos conocidos, más seguros. • Los conductores jóvenes suelen conducir vehículos con fallas. Los conductores mayores toman prevenciones antes de viajar, controlan las condiciones del auto, preparan mapas. • Los conductores muy jóvenes suelen conducir pese a haber consumido alcohol o drogas. Es menor la incidencia de personas mayores que conduzcan excedidos en alcohol o drogas • Los conductores jóvenes reaccionan más rápido. Los conductores mayores reconocen antes la necesidad de reaccionar. No hay estudios que avalen la necesidad de reiterar exámenes visuales o auditivos antes de los cinco años. La patología que eventualmente puede afectar estos órganos sensoriales en una parte de la población mayor tiende más bien a ser de evolución lenta. Pero lo más disparatado resulta la norma que obliga a rendir otra vez el examen teórico. ¿De dónde surge que las personas mayores pueden olvidar las normas de tránsito aprendidas y experimentadas a través de los años?. Esta situación implica un franco desconocimiento del proceso del envejecimiento. Implica estigmatizar a un grupo. Y a eso nos oponemos. Silvia Gascón Directora de la Maestría en Gestión de Servicios de Gerontología Instituto Universitario ISALUD sgascon@speedy.com.ar Red Mayor La Plata 2007 ¡Se viene con todo! Desde el mes de Marzo, en la Red Mayor La Plata, se implementarán los cursos Cuidadores Domiciliarios, La Experiencia Cuenta y Prevención de Abuso y Maltrato. Todas estas actividades son de carácter gratuito y se realizarán en forma conjunta con el Instituto de Cultura y Comunicación La Red y en convenio con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. En el Curso Cuidadores Domiciliarios sólo podrán inscribirse personas mayores de 21 años hasta 55 años, tiene una duración de cuatro meses y tiene como objetivo capacitar a cuidadores para jerarquizar la atención de la población anciana, de las personas con discapacidades y de las personas con distintas patologías. Al finalizar el curso los egresados participarán del servicio de Cuidadores Domiciliarios de la Red Mayor y recibirán una beca por su trabajo. El Curso de Prevención de Abuso y Maltrato tiene como propósito prevenir las situaciones de discriminación, abuso y maltrato hacia los adultos mayores y su entorno inmediato desde una perspectiva de los derechos. Tiene una duración de seis meses y está organizado en cuatro componentes: 1) Capacitación a los equipos técnicos locales 2) Fortalecimiento a los adultos mayores y cuidadores informales 3) Sensibilización comunitaria y Asesoramiento 4) Contención a personas en situación de maltrato. Está dirigido a todos los profesionales y técnicos, tanto del sector público como privado, que trabajan en temas relacionados con los adultos mayores. El Curso La experiencia cuenta tiene como objetivo facilitar la transmisión de saberes y oficios tradicionales desde los adultos mayores hacia las personas jóvenes y de mediana edad. El mismo tiene una duración de seis meses. Inscripción de docentes: todas aquellas personas mayores que deseen enseñar oficios comunicarse con la Red Mayor La Plata, Tel/ Fax 451-0090, de lunes a viernes de 17 a 19 hs. Calle 55 Nº 1165 entre 18 y 19. Desde la segunda semana del mes de marzo, se reinicia la actividad de Tejido Solidario. Las personas interesadas se pueden acercar a la Red Mayor los días miércoles de 17 a 19 hs. Las prendas confeccionadas serán donadas a distintas instituciones de la ciudad. Los Adultos Mayores comienzan sus clases Lugares en donde se pueden inscribir: 1- PEPAM. Programa de Educación Permanente de Adultos Mayores ( UNLP) 50 Entre 17 y 18. tel. 457 2505. 2- El Centro de Médicos Jubilados y Pensionados comunica que desde el lunes 5 de febrero , está abierta la inscripción de todos los cursos para Adultos Mayores que se dictarán en el 1er. cuatrimestre. Informes e inscripción, calle 55 Nº 485 (entre 4 y 5) de 9 a 12 hs. Teléfono: 483 9845. 3- Centro de Ingenieros: 53 Nº 416 y 1/2( 3 y 4 ). Tel. 421 8232. 4- Centro de Fomento Gral San Martín , Club Tacuarí. La inscripción ya está abierta y las clases comienzan el 19 de marzo. Grupo Tercera Edad UPCN (Informes al 425-8925/ 71925/ 8705 Int. 116) ¡Feliz cumple! En febrero apagaron las velitas Raquel Villareal, Jorge Rodríguez, Sara Rabusko, Beatriz Jasime, Olga Martínez, Edil Etchevest, Matilde Bragañolo, Raúl Amelva, Lucía Olivero, Rosa Pedraza, Vilma Riveiro, Ernestina Abramovich, Jorge Errecalde, María Estandar, Leticia Marotta, Mirta Vara, Elida Roldán y el día 23, bajo el signo de Piscis, nada menos y nada más que Walter Vidal, Presidente del Centro de Jubilados UPCN. Para todos muchas felicidades, por muchos, muchos, años. En el Día Internacional de la Mujer... Benditas sean todas las mujeres. Las abuelas, las madres, las hijas. Porque son la vida. Por eso el 7 de marzo, a las 18 horas, el Centro de Jubilados les rendirá homenaje con una exposición excepcional en el salón Rubén Landívar, en AMAUPCN, calle 14 Nº 1023. En la inauguración de la temporada 2007 expondrán Ana Pikulik y Elsa Russetti y se presentará el libro Huellas de la escritora Hilda Verón. El libro cuenta parte de la historia de vida de esta integrante de la Tercera Edad de UPCN. La coordinación, impecable, como siempre, estará a cargo de Alicia Baccini. Nuevos talleres En el mes de marzo se agregarán nuevos cursos a los que ya se vienen dictando en "La Casita" de UPCN. El primero en implementarse será el de telar y artesanías indiígenas. En los próximos días se comunicarán los horarios, para que puedan inscribirse todos los que lo deseen. Super pileta Fue el anuncio del año. Ante la cantidad de jubilados que durante todo el verano asistieron a la pileta del camping UPCN (calle 89 y 143) el Secretario General del Gremio, Carlos Quintana, les anunció que para la próxima temporada quedará inaugurada la nueva pileta olímpica. Será la mejor equipada de la ciudad y estará a total disposición de los mayores. ¡A disfrutar! Alimentos funcionales y prevención Una nueva era en las ciencias de los alimentos y de la nutrición se ha hecho presente con mayor intensidad: el área de la interacción alimentos-medicina. Estudios epidemiológicos “in vivo”, “in vitro”, clínicos y de medicina basada en la evidencia indican que una dieta a base de "alimentos saludables y/o funcionales" reduce el riesgo de enfermedades crónicas. La prevención de enfermedades utilizando diariamente estos alimentos es una opción especialmente eficiente, tanto en la prevención primaria como secundaria de una gran cantidad de dolencias crónicas. Todos los alimentos saludables y/o funcionales tienen un denominador común: actúan de forma beneficiosa sobre una o varias funciones específicas del organismo. Pero para obtener estos efectos es preciso integrarlos en la dieta habitual. Por regla general, los alimentos funcionales huelen y saben como sus equivalentes comunes y presentan el mismo aspecto que éstos. Como explica el Dr. Ros, director de la Unidad de Lípidos del Servicio de Nutrición y Dietética del Hospital Clínico de Barcelona, los alimentos funcionales contienen uno o más ingredientes que afectan positivamente a determinadas funciones del organismo. Dichos alimentos pueden ser macronutrientes (como los ácidos grasos insaturados de los aceites de oliva y semillas), micronutrientes (como las vitaminas) o compuestos sin valor nutritivo (como los flavonoides). Pero siempre son componentes naturales de los alimentos, presentes en el propio alimento no elaborado (ácidos grasos omega-3 en el pescado azul, vitamina C en los cítricos) o añadidos por fortificación ( calcio y vitamina D en la leche, ácido fólico en los cereales, omega-3 en milanesas de soja o hamburguesas de merluza). El Programa de Prevención del Infarto en la Argentina (PROPIA), de amplio reconocimiento nacional e internacional, que funciona en la ciudad de La Plata, promueve el proyecto de Alimentos Funcionales. Se basa en la modificación de la composición lípida (grasas y aceites) de alimentos de consumo masivo. Su director, el Dr. Tavella explica: "El colesterol, las grasas saturadas y las hidrogenadas se conocen como grasas malas porque su consumo aumenta el colesterol en sangre. En cambio, la grasa insaturada (Omega 3, 6 y 9) es reconocida como grasa buena porque beneficia la salud". La combinación de medidas dietéticas con el uso de comidas funcionales puede evitar el tratamiento farmacológico en pacientes con hipercolesterolemia leve o moderada, y en otros reducir las dosis de fármacos hipolipemiantes. Utilizada como un alimento funcional, una milanesa de soja con omega-3, o una hamburguesa de merluza con omega-3, o una leche enriquecida en esteroles vegetales y ácidos grasos omega-3, podría reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular hasta un 25% en la mayoría de la población con concentraciones moderadamente elevadas de colesterol. La evidencia de que los ácidos grasos omega-3 son saludables en muchas maneras, incluyendo como agente antiinflamatorio sistémico y en las arterias, es incuestionable. Necesitamos incluir más omega3 en la dieta. Recordemos que la dieta es el tratamiento básico de la hipercolesterolemia, de la diabetes, de la obesidad y en muchos casos también de la hipertensión arterial. Se debe contar con los servicios eficaces en los aspectos esenciales de la dieta, y las metodologías periódicas que informen a los pacientes y a sus familiares de la necesidad de un patrón de comportamiento. En una dieta familiar en este marco es necesario aumentar la ingesta habitual de ácidos grasos omega-3. La manera más sencilla es incorporar estos alimentos funcionales en nuestros hábitos de alimentación. Dr. Germán Niedfeld DIRECTOR MEDICO COALSA CONSUMO DE ALIMENTOS SALUDABLES Filet de pescado a la manteca INGREDIENTES 50 gramos de manteca 1 cucharada de aceite 1 kilo de filetes o medallones de pescado 200 cc. de crema de leche 1/2 cucharadita de pimienta negra 1/2 cucharadita de sal fina PREPARACION Coloque en una sartén grande la manteca y el aceite. Derrita en la misma y coloque los filetes, cubriendo la superficie de la sartén. Espolvoree provenzal y salpimiente a gusto. Cocine a fuego moderado de ambos lados, minutos antes de terminar la cocción vuelque crema de leche con la pimienta y la sal.