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UNIVERSIDAD DE COLIMA LA FORMACIÓN DEL TRABAJADOR SOCIAL EN COLIMA TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRA EN EDUCACIÓN PRESENTA: MARISA MESINA POLANCO ASESORA: DRA. SARA GRISELDA MARTÍNEZ COVARRUBIAS COLIMA, COL., OCTUBRE de 2002 UNIVERSIDAD DE COLIMA DIRECCIÓN GENERAL DE POSGRADO Oficio 225/02 Colima, Col. a 27 de agosto de 2002 DR- JUAN ELIÉZERDE LOS SANTOS V., DIRECTOR DE LA FAC. DE PEDAGOGIA. VILLA DE ÁLVAREZ, COL. Por este conducto tengo el agrado de comunicarle que la Lic. Marisa Mesina Polanco ha concluido satisfactoriamente el proceso de elaboración de su trabajo recepcional para la obtención del grado de Maestra en Educación. Ha titulado su trabajo como “La formación del trabajador social en Colima”, y a mi juicio reúne las características necesarias para avanzar al proceso de revisión previo a la defensa, para lo cual me permito sugerir al Consejo Académico a dos colegas como integrantes del jurado: la Mtra. Sara Aliria Jiménez García, en virtud de su formación en pregrado como trabajadora social y a la Dra. Susana Aurelia Preciado Jiménez, igualmente trabajadora social de origen y actual directora de la Facultad de Trabajo Social, quien además cumple el requisitos de marcado en el Art. 42 del Reglamento General de Estudios de Posgrado, de ser ajena a la dependencia. Profesora-investigadora de la ac. Pedagogía y Directo a Gral. de Posgrado. c.p. Interesada. Archivo. Minuta. SGMC/rae. Av. Universidad 333, Colima, Colima, México, Cp 28040 Tels. (3) 316 1105, 316 10 OO, Ext. 37701, Ext. Fax 37703 • posgrado@venus.ucol.mx RESUMEN El presente trabajo es un estudio histórico sobre la creación y desarrollo de las escuelas de trabajo social profesional y técnico en el estado de Colima: Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Colima, Escuela de Trabajo Social “Vasco de Quiroga” curso normal y curso de verano en Comala, Escuela de Trabajo Social “Sor Juana Inés de la Cruz” y “Academia Solís” en Tecomán. Dicho estudio abarca el período comprendido entre la creación de la primera escuela de trabajo social en Colima (1962), que fue la “Vasco de Quiroga” curso normal en Comala hasta el año 2000. La investigación de campo se llevó a cabo en un período de 7 meses, durante el cual se recabó información a través de documentos escritos y entrevistas sobre las razones que impulsaron el surgimiento de las escuelas de trabajo social en Colima, ponderando la importancia de los antecedentes de la profesión en el Estado. Esto permitió escribir este documento, con el interés de que sea utilizado como material de consulta por trabajadores sociales en formación y profesionistas en ejercicio a fin de que se conozcan las razones del surgimiento de estos planteles y sobre todo, el origen de esta profesión en Colima. En relación a este último objetivo se hizo necesaria la revisión de los antecedentes de las formas de ayuda existentes en Colima a fin de determinar si tuvieron o no una relación con el surgimiento de las escuelas de trabajo social, tomando en cuenta principalmente que las formas de ayuda existentes en los siglos pasados, como la filantropía, la beneficencia y la caridad1 han sido consideradas como el punto de partida del surgimiento de la formación de los trabajadores sociales en el mundo 2. 1 Evangelista (1998: 15-21) define a la caridad como una forma de demostrar el amor a Dios, dando amor al hombre con acciones concretas, ya sea dando alimento, vestido o refugio. Beneficencia, por su parte, es otra forma de ayuda social consistente en “prestar asistencia o ayuda a los necesitados, protección a los grupos vulnerables, a los que no pueden valerse por sí mismos, a los individuos en situación de miseria o en calidad de desvalidos”. Tanto la caridad como la beneficencia están ligadas a movimientos de la Iglesia, sin embargo, la beneficencia, en sus formas más actuales se relaciona con acciones de grupos organizados privados o pertenecientes al estado. Por su parte, la filantropía es la búsqueda del bienestar a través de la fraternidad humana y está ligada a movimientos laicos. 2 Actualmente estas formas de ayuda coexisten con el trabajo social. SUMMARY The present work is a historical study on the creation and development of the professional and technical social work schools in Colima state: Scool of Social Work at Universidad de Colima, School Vasco de Quiroga in Comala (Summer School and Normal Course), Sor Juana Inés de la Cruz Social Work School and Solis Academy in Tecomán. This study includes the period between the creation of the first social work school in Colima (1962), that was Vasco de Quiroga, normal course in Comala to the year 2000. The field research was realized on 7 months. The information was obtained through written documents and interviews about the reasons that stimulated the emergence of the schools of social work in the State of Colima, weighing the importance of the precedents of the profession in the State. This allowed to write this document, with the interest of which it is used as material of consultation by social workers, students and professionals in order that they know the reasons of the emergence of these school and especially, the origin of the profession in Colima. In relation to this last goalthere was done necessary the review of the antecedents of the existing forms of aid in Colima in order to determine if they had or not close relation with the sprouting of the schools of social work, taking into account the existing forms of aid in the last centuries, like philanthropy and charity that have been considered like the departure point of the emergence of the formation of the social workers in the world. ÍNDICE Página RESUMEN INTRODUCCIÓN 1 Justificación 2 Fundamentación 2 Objetivos 11 Metodología: 12 Fuentes 12 Variables 13 CAPÍTULO UNO: Antecedentes del Trabajo Social en México y en Colima. Formas de ayuda 15 1.1. En La Nueva España 15 1.2. En El México Independiente 21 1.3. En El México Revolucionario 32 1.4. En El México Moderno: a partir de 1930 y hasta 1962 Surgimiento del Trabajo Social como profesión 37 CAPÍTULO DOS: La Escuela de Trabajo Social “Vasco de Quiroga” curso normal 56 2.1.- Antecedentes y Fundación 56 2.2.- Influencia teórica 60 2.3.- Cambios curriculares 62 2.4.- Orientación del plan de estudios 64 2.5.- Desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje 64 2.6.- Evaluación curricular 67 2.7.- Financiamiento 68 2.8.- Infraestructura 70 2.9.- Atención a la demanda estudiantil 70 2.10.- Recursos Humanos 72 CAPÍTULO TRES: Escuela de Trabajo Social “Vasco de Quiroga” curso de verano y supervisión continua. 74 3.1.- Antecedentes y Fundación 74 3.2.- Influencia teórica 77 3.3.- Cambios curriculares 78 3.4.- Orientación del plan de estudios 79 3.5.- Desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje 80 3.6.- Evaluación curricular 84 3.7.- Financiamiento 84 3.8.- Infraestructura 85 3.9.- Atención a la demanda estudiantil 86 3.10.- Recursos Humanos 86 CAPÍTULO CUATRO: La Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Colima 88 4.1.- Antecedentes y Fundación 88 4.2.- Influencia teórica 92 4.3.- Cambios curriculares 93 4.4.- Orientación del plan de estudios 96 4.5.- Desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje 99 4.6.- Evaluación curricular 101 4.7.- Financiamiento 105 4.8.- Infraestructura 105 4.9.- Atención a la demanda estudiantil 107 4.10.- Recursos Humanos 108 CAPÍTULO CINCO: Academia Comercial “Solís” 109 5.1.- Antecedentes y Fundación 109 5.2.- Influencia teórica 110 5.3.- Cambios curriculares 111 5.4.- Orientación del plan de estudios 112 5.5.- Desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje 113 5.6.- Evaluación curricular 114 5.7.- Financiamiento 115 5.8.- Infraestructura 116 5.9.- Atención a la demanda estudiantil 116 5.10.- Recursos Humanos 117 CAPÍTULO SEIS Instituto Sor Juana Inés de la Cruz 118 6.1.- Antecedentes y Fundación 118 6.2.- Influencia teórica 120 6.3.- Cambios curriculares 121 6.4.- Orientación del plan de estudios 121 6.5.- Desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje 122 6.6.- Evaluación curricular 124 6.7.- Financiamiento 124 6.8.- Infraestructura 125 6.9.- Atención a la demanda estudiantil 125 6.10.- Recursos Humanos 126 CAPÍTULO SIETE: Análisis comparativo de los procesos de formación de trabajadores sociales en las escuelas de Trabajo Social en el Estado de Colima 127 7.1 Origen de las Escuelas de Trabajo Social en el Estado 128 7.2 Formación Académica 136 7.3 Condiciones de operación y problemática del plantel 147 CAPÍTULO OCHO: Perspectivas para la formación del Trabajador Social en Colima 150 CONCLUSIONES 159 ANEXOS 163 BIBLIOGRAFÍA 183 INTRODUCCIÓN El Trabajo social es una ocupación en donde los profesionales “orientan a sus clientes o pacientes en lo que concierne a problemas de índole social con el objeto de que éstos puedan hallar y utilizar los recursos y medios necesarios para superar sus dificultades y lograr determinados objetivos” (OIT,1991:89). En Colima, son cinco las escuelas que imparten esta carrera, cuatro a nivel técnico y una a nivel licenciatura. Estos planteles buscan, desde su propia visión de la profesión, formar profesionales que respondan a las necesidades sentidas y planteadas por determinados grupos sociales. Para poder entender estas visiones y alcances de las mismas, es necesario hacer un análisis de las razones que motivaron su creación, de los factores que intervinieron y de las consecuencias actuales y futuras de estos eventos en lo relativo a la formación de este tipo de profesionales. Es el interés de este estudio, el primero en su género en Colima, profundizar en la comparación de los planteles donde se gestan trabajadores sociales a fin de proveer de material de discusión que pueda ser útil a la toma de decisiones para la reorientación de la oferta educativa, si es necesario, incluyendo por supuesto los planes y programas de estudio y demás elementos organizativos que derivan en un perfil profesional socialmente útil. 1 JUSTIFICACIÓN El interés por abordar este tema se deriva de la necesidad de reflexionar sobre la profesión a fin de contribuir en la construcción de planes y programas de acción que le permitan su desarrollo acorde con las necesidades sociales existentes. Es necesario saber qué es lo que pasa en nuestro Estado con la formación en trabajo social y encontrar en esas reflexiones las posibilidades de desarrollo de la profesión. La historia del trabajo social en Colima no ha sido escrita y el profesionista en este ámbito desconoce las raíces propias de la acción social, que tuvo en Colima un desarrollo particular y el cual puede marcar las directrices futuras de campos de acción diversos para la profesión e incluso su transformación. FUNDAMENTACIÓN Como punto de partida de este análisis es importante describir cuáles son las tesis de abordaje de la historia de la profesión y definir cuál de ellas es la que permitiría la comparación de los datos obtenidos a través de búsquedas documentales. Una tesis de análisis del surgimiento de la profesión del trabajo social sitúa a cualquier forma de ayuda como antecedente del trabajo social, es decir, acciones como la caridad, la filantropía y la beneficencia son consideradas acciones precursoras de la profesión y la establecen como la primera etapa de la profesión, situándola como modelo asistencial ( Lucena, 1980:123). No se analiza entonces, el papel que puede jugar el trabajador social en el orden social existente y la historia de la profesión se convierte en una mera sucesión de etapas y de evolución de las anteriores etapas, es decir, consideran “la profesión a partir de sí misma” (Montaño, 1998:16), sin considerar la realidad social como el fundamento de la creación y desarrollo de la profesión. 2 Esta tesis tiene, por otro lado, una clara visión particularista o focalista, en la medida en que ve el surgimiento del servicio social directamente personales vinculado como a las colectivas, opciones de los particulares, sujetos tanto “filántropo- profesionales”, en hacer evolucionar (sistematizar, organizar, profesionalizar) las acciones que ya desarrollaban de forma sistemática, desorganizada y voluntariamente. El surgimiento de la profesión es visto como una opción personal de los filántropos en organizarse y profesionalizarse, con el apoyo sea de la Iglesia, sea del Estado, pues la explicación de su génesis es intrínseca al servicio social y remite siempre a sí mismo. Los “actores” o los “protagonistas” del surgimiento y evolución del servicio social (lo mismo ocurre en la Reconceptualización) son, en esta perspectiva, siempre personas individualidades. No singulares, se nombres, analiza...la en existencia definitiva, de actores colectivos, de actores y relaciones sociales vinculados a categorías socioeconómicas y políticas y condicionados por el contexto histórico: la clase política dominante, la burguesía, la mujer, el trabajador asalariado, etc. Dentro del orden burgués (Loc.cit.). Vista así, la profesión del trabajo social sería una mera acumulación de conocimientos en torno a la filantropía, como lo apunta Netto, la cual inicia organizando “la filantropía y cuya culminación se localizaría en la gradual incorporación... de parámetros teórico-científicos y en el perfeccionamiento de un instrumental operativo de naturaleza técnica” (1997:64) Sin embargo, existe una tesis más que considera al trabajo social como un producto de “proyectos político-económicos que operan en el desarrollo histórico, donde se reproduce material e ideológicamente la fracción de clase hegemónica, cuando, en el contexto del capitalismo en su edad monopolista, el 3 estado toma para sí las respuestas a la cuestión social” (Montaño, 1998:19 ). Vista así, la profesión es considerada como un “producto histórico” (Iamamoto, 1997:147 ) que tiene que ver con la lucha de clases y con el estado y no precisamente con una evolución de las formas de ayuda existentes en la edad media. Para que surja una profesión (trabajo social o cualquier otra) en necesario que se cree “un espacio ocupacional donde el agente técnico se moviliza- más exactamente, el establecimiento de las condiciones histórico sociales que demandan este agente, configuradas en el surgimiento del mercado de trabajo.” (Netto, 1997: 65). Al no considerar el papel que juega el trabajo social dentro del orden social tampoco se considera la “función socioeconómica y política” (Montaño, 1998: 18) que se tiene en el mismo. De esta manera, la tarea del trabajador social sólo es considerada por la primera postura3 a partir de los servicios que presta, a los usuarios, clientes o pacientes 4 y no de las instituciones que los emplean y mucho menos del contexto socioeconómico y político en el que se desarrolla su práctica como profesionista, planteamiento defendido por la segunda postura teórica5. Si se considera que es importante para este trabajo hacer una reconstrucción histórica del surgimiento de las escuelas de trabajo social en el Estado de Colima, la segunda tesis es la más adecuada, la que tiene un mayor poder explicativo. No se puede pensar en la creación de las escuelas de trabajo social si sólo vemos en ellas a las individualidades que empujaron su surgimiento y se dejan 3 Defendida por teóricos como Ezequiel Ander Egg, Kruse, Lima, Alayón, Ottoni Viera, Barreix, Kisnerman, Lucena Dantas, Parola, entre otros. 4 El nombre que se le otorga al destinatario de los servicios de un trabajador social depende del autor, de la metodología de abordaje y del contexto dentro del cual se brinda el servicio. 4 de lado las condiciones sociales, políticas, económicas y culturales del momento, que permitieron que en Colima se viera la necesidad de formar profesionales que atendieran las necesidades sociales existentes. Si bien el trabajo social no evolucionó de las primeras formas de ayuda existentes en la Nueva España, fueron éstas las que sentaron las bases para que existiera la necesidad de un profesionista que se hiciera cargo de atender la problemática social existente a medida que dicha problemática formó parte de las acciones del estado y las acciones dejaron de verse como caritativas, filantrópicas o de beneficencia. Cuando estas formas de ayuda no fueron suficientes, entonces surge el trabajo social en Colima, pero no como una necesidad de estas mismas formas de ayuda para reorganizarse, sino viendo a la profesión “como un subproducto de la síntesis de los proyectos políticoeconómicos que operan en el desarrollo histórico, donde ....el Estado toma para sí las respuestas a la `cuestión social`”(Montaño, 1998: 19). Desde esta perspectiva teórica se considera al trabajo social como la profesión “que participa en la reproducción de las relaciones de clases y de la contradictoria relación entre ellas” (Iamamoto, 1997: 84), considerando a la reproducción de las relaciones sociales no sólo a la reproducción de la fuerza viva de trabajo y de los medios vivos de producción (instrumentos de producción y materias primas), [sino]... a la reproducción de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción en su globalidad, involucrando también la reproducción de la producción espiritual, esto es, de las formas de conciencia social: jurídicas, religiosas, artísticas o filosóficas a través de las cuales se toma conciencia de los cambios ocurridos en las condiciones materiales de producción...Así, la producción de relaciones sociales es la reproducción de la totalidad del proceso social, la reproducción de determinado modo de vida que 5 Los autores que la defienden son en su mayoría brasileños, entre los que se encuentran los citados en 5 envuelve el cotidiano de la vida en sociedad: el modo de vivir y de trabajar de forma socialmente determinada, de los individuos en sociedad...Alcanza la totalidad de la vida cotidiana, expresándose tanto en el trabajo, en la familia, en el esparcimiento, en la escuela, en el poder, etc. Como también en la profesión. (Iamamoto, 1997: 86-87). El trabajo social debe entenderse entonces como una profesión que participa de los mecanismos de dominación y explotación, pero también da respuesta a las necesidades de sobrevivencia de las clases trabajadoras, pues al estar inserta como profesión en un contexto social, cultural, económico y político en donde se gestan y desarrollan contradicciones de clase, ella misma (la profesión) manifiesta contradicciones inherentes a la posición de clase de quiénes la ejercen , ya que pertenecen a la clase trabajadora, pero ha surgido como una necesidad del estado para reproducir las clases sociales y atenuar las contradicciones entre ellas. En ese sentido, la caridad, la filantropía y la beneficencia, que eran formas de paliar las necesidades sociales empiezan a transformarse, pero no por la propia necesidad de ser más eficaces en la atención a las clases sociales a quienes atienden, sino al mismo acercamiento de estas clases sociales a las instancias de poder y a una manifestación más abierta de la lucha de las clases por el poder. Por otra parte, siendo el trabajo social una profesión que se ejerce mayoritariamente de manera institucionalizada 6, son esas instituciones las que marcan las directrices de su acción social. este texto y algunos otros: Netto, Iamamoto, Martinelli, Montaño, Borguiani. 6 En algunos países se considera al trabajo social como una profesión liberal, es decir, que puede ejercerse independientemente, pero en nuestro país, aunque hay esa posibilidad, la profesión se ejerce mayoritariamente a través de instituciones . 6 En el caso de México, las instituciones donde se emplea el trabajo social son mayoritariamente instituciones públicas, es decir, pertenecientes al estado. Al evolucionar el estado, al cambiar quienes ejercen la hegemonía (la clase en el poder) cambian las formas de enfrentar la atención de las necesidades sociales y es ahí cuando surge el trabajo social como profesión. En la evolución de una sociedad feudal, colonizada, a una sociedad democrática, independiente, México se transforma y se modifican sus necesidades sociales y por tanto, eso transforma las formas de abordaje de las mismas y por ende, a las profesiones que atienden a éstas, entre ellas, al trabajo social. El trabajo social surge, en Europa y en Estados Unidos como “un instrumento necesario de la burguesía que, aliada al estado y a la iglesia católica, buscaba dotar de legitimidad al orden social burgués, ocultar sus contradicciones y desmovilizar o desarticular las reivindicaciones sociales colectivas de los trabajadores” (Montaño, 1998:23) 7. Es así que en Inglaterra, el resultado de esta alianza se concretiza en la creación de la C.O.S. (Sociedad de la Organización de la Caridad o Sociedad de Organizaciones Caritativas, como también se le llama) en 1869, “surgiendo así, en el escenario histórico, los primeros asistentes sociales como agentes ejecutores de la práctica de la asistencia social” (Martinelli, 1997: 71). En Latinoamérica el surgimiento de la profesión tuvo sus particularidades en función del orden económico prevaleciente en el momento de su surgimiento y de la historia de sociedades concretas. Esto quiere decir que en México ha tenido su propia historia e incluso en Colima, cada una de las escuelas abordadas tiene un devenir particular, pero aunado a las circunstancias sociales, económicas, políticas y culturales por las que atravesaba el país y el estado en particular. 7 Otra autora que coincide con este punto de vista es Martinelli (1997:71). 7 El presente trabajo define las formas de llevar a cabo la formación de los trabajadores sociales en el Estado, considerando que esta formación responde también al esquema social, político, económico y cultural que se espera de un trabajador social y que este esquema debe estar institucionalizado y legitimado por las instancias correspondientes. En otras palabras, la formación del trabajador social debe tener una utilidad real dentro de la sociedad en la cual surge y se desarrolla y para esto se basa en una enseñanza especializada que califica para el ejercicio profesional. Si tomamos en cuenta la definición de lo que es una profesión como punto de partida de esta discusión, nos encontramos que “...puede ser considerada como la ocupación habitual y continuada de un individuo en un ámbito laboral” (Sánchez Cerezo,1997; 1431) cuyas características son que cuenta con una formación que es específica y que recibe el reconocimiento social, es decir, se valida oficialmente para ejercerse, además, tiene su propio código ético y reglas de funcionamiento, constituyen una base de ingreso económico para el individuo y debe reportar algún beneficio para la sociedad (Idem). Así, los profesionales o profesionistas se clasifican por la OIT (Organización Internacional del Trabajo) en distintas categorías, dependiendo del tipo de ejercicio profesional que realizan. En el caso de trabajo social, esta se ubica en las profesiones científicas e intelectuales, en el subgrupo de los Especialistas en Ciencias Sociales y Humanas caracterizadas porque para la realización de sus tareas es necesario tener un nivel de conocimientos profesionales. Sin embargo, también encontramos que trabajo social se ubica en el grupo de los Técnicos y profesionales de nivel medio (lo mismo pasa con enfermería y los profesionales dedicados a la enseñanza elemental), en donde se engloban “las ocupaciones cuyas tareas principales requieren para su desempeño los conocimientos técnicos y experiencia de una o varias disciplinas 8 de las ciencias físicas y biológicas o de las ciencias sociales humanidades” (OIT,1991:6). y las En ambos casos, es decir, como profesión científica o intelectual o como Técnico profesional de nivel medio, el trabajo social se define de la misma manera: Es una ocupación en donde los profesionales “orientan a sus clientes o pacientes en lo que concierne a problemas de índole social con objeto de que éstos puedan hallar y utilizar los recursos y medios necesarios para superar sus dificultades y lograr determinados objetivos” (OIT,1991:89). Las tareas que tiene que desarrollar este profesionista o técnico van encaminadas a la intervención social, familiar e individual y hacia la elaboración ejecución y evaluación de políticas sociales: en pocas palabras, lo que realiza el trabajador social son servicios sociales, considerados éstos como una categoría económica, que surge en determinado momento del desarrollo capitalista cuando ingresa en su fase monopolista (finales del siglo pasado) y, al lado de la forma salario (forma capitalista por excelencia) constituyen las modalidades de reproducción de la fuerza de trabajo. El trabajo social es entonces una ocupación asalariada y contribuye, con su ejercicio profesional, al mantenimiento de las estructuras sociales existentes. Este estudio pretende demostrar que en Colima, la creación de una carrera como el trabajo social busca dar respuesta a las condiciones económicas, políticas y sociales del entorno y ello está íntimamente ligado con el surgimiento de planteles educativos que buscan formar profesionistas para atender las necesidades sociales. Se busca formar recursos humanos al servicio de quienes detentan el poder económico y político, pero disfrazada con la mística de ayuda a los demás, algo que no se discute al interior de la mayoría de los planteles, como son los planteles de nivel técnico. 9 Sin embargo, a nivel licenciatura esta discusión existe desde el momento en que se realiza investigación sistemática por los profesores investigadores, la cual busca encontrar las raíces de la profesión y las razones de ser del licenciado en trabajo social y de su ejercicio profesional8. Desde el punto de vista del campo laboral, la formación de Trabajo Social de nivel medio y de nivel superior tienen retos distintos y problemas no superados hasta este momento. La mayoría de los egresados de uno y otro nivel se ubican en el municipio de Colima, en el sector público y en el ramo de educación (Cuevas Ruiz et al, 1998:42-80), sin posibilidades reales de ascenso desde hace ya algún tiempo y con un salario que no consideran equitativo para las funciones que desempeñan y el tiempo que dedican a su trabajo, la mayoría no pertenece a ninguna asociación profesional y la principal actividad que realizan en su trabajo es la orientación. La diferencia real entre un nivel y otro es que los egresados de nivel licenciatura, en contraposición con los de nivel técnico han buscado y encontrado puestos de dirección que los hacen superiores al resto [de trabajadores sociales]. El 22% de los egresados de la Universidad de Colima se encuentra al frente de un departamento, escuela, institución, etc. A diferencia del 6% del Vasco de Quiroga que realiza esas funciones (Op. cit.: 77 y 78). Otra diferencia importante encontrada también en el estudio antes citado es que los egresados de nivel licenciatura tienen mayores posibilidades de promoción laboral (40% de los entrevistados) que los egresados de nivel técnico (17% de los entrevistados). 8 En la Facultad de Trabajo Social existen a la fecha tres líneas de aplicación y generación del conocimiento, una de las cuales, denominada áreas de intervención e investigación en trabajo social aborda la temática apuntada. 10 Estas diferencias en las opciones de empleo radican fundamentalmente en las habilidades que los egresados ofrecen a quienes los contratan en función de su formación. Para que siga habiendo mejores oportunidades y para crear nuevas, es importante que el trabajador social que se forma a nivel licenciatura atienda los estándares de calidad para la educación superior, lo cual implica la capacitación continua y la actualización. Por su parte, las escuelas técnicas de trabajo social deberán replantearse qué tipo de profesionista quieren formar y reflejarlo en una educación de calidad que implique el desarrollo de habilidades y competencias propias del trabajador social, deberán realizar investigaciones y estudios que les permitan a través de sus resultados, influir en las decisiones en torno a las políticas del estado, la formación para el autoempleo, que implique el desarrollo de capacidades para la elaboración, ejecución y evaluación de proyectos sociales y, replantearse si con el nivel educativo técnico pueden asegurar su permanencia como instituciones educativas que respondan a las necesidades del entorno. OBJETIVOS • Identificar a través de la historia de la formación del trabajador social en Colima el momento en que se abre paso la profesión como tal en respuesta a las condiciones económicas, políticas y sociales del entorno. • Comparar los procesos de formación de técnicos y licenciados en trabajo social a fin de marcar las diferencias y similitudes de los planteles desde su origen, sus planes de estudio, su evolución y sus propias perspectivas. • Plantear, a partir del análisis histórico y del desarrollo actual de los planteles, algunas opciones para la mejora de la formación del Trabajo Social en Colima. 11 METODOLOGÍA Este estudio se realizó a partir del análisis de ocho entrevistas realizadas a las personas que protagonizaron el surgimiento de los planteles educativos Escuela “Vasco de Quiroga” curso normal, Escuela “Vasco de Quiroga” curso de verano y supervisión continua, Academia Comercial “Solís”, Instituto “Sor Juana Inés de la Cruz” y Facultad de Trabajo Social9 y así como a partir de la revisión de fuentes documentales. FUENTES • Directoras de las escuelas de Trabajo Social existentes en el Estado de Colima • Documentos oficiales sobre la creación de las escuelas. • Textos varios (tesis y memorias de servicio social). Para la realización de las entrevistas se elaboró una guía de 22 preguntas relativas al surgimiento de los planteles, 20 sobre el desarrollo de los mismos, 4 sobre sus fuentes de financiamiento, 4 sobre la práctica académica y 13 sobre atención a la demanda, más un apartado de observaciones y comentarios finales (anexo 1). Las preguntas señaladas corresponden a las categorías de análisis consideradas para este estudio, las cuales son tres: • Creación de las escuelas de Trabajo Social en el Estado de Colima • Proceso de formación y planes de estudio. • Condiciones de operación de los planteles. 9 De la Escuela Vasco de Quiroga curso normal se entrevistó a la Lic.Pastora Ferráez Lepe, quién fue la primera directora del plantel y a Ángela Escobosa Hass quién es actualmente la directora. De la Escuela Vasco de Quiroga curso de verano, se entrevistó a Aída Segura, quién es la actual directora de esa escuela; de la Facultad de Trabajo Social se entrevistó al Lic. Miguel Chávez Michel, director de Ciencias Políticas cuando se inicia la carrera, a la Lic. Ana Cecilia García Luna, la primer directora del plantel y al Lic. Arturo Moctezuma Solórzano, quién perteneció a la primer generación de Trabajadores Sociales de la Universidad de Colima y fue director del plantel. De las Escuelas de Tecomán se entrevistó a sus directoras y propietarias: T.S. Guadalupe Torres en el Instituto Sor Juana y Sra. Angelina Solís, de la Academia Solís. 12 VARIABLES Cada una de las categorías de análisis contiene distintas variables y cada una de ellas, sus respectivos indicadores. Así, para la categoría de análisis denominada Creación de los planteles educativos de Trabajo Social en el Estado de Colima las variables y sus indicadores son: Variables Indicadores Antecedentes Necesidades sociales (tipos, magnitud, trascendencia) Personas que atendían esas necesidades (cantidad, formación, filiación ideológica) Programas sociales existentes (vigentes en el momento de la creación) Fundación Fecha Estructura inicial Fines que perseguía Sostenimiento económico (fuentes de financiamiento) Infraestructura Recursos humanos (número, características de formación, formas de contratación, experiencia). Influencia teórica Orientación ideológica del grupo fundador Corrientes teóricas del Trabajo Social prevalecientes. Para la categoría de análisis denominada: Procesos de formación y planes de estudio, las variables e indicadores son: Variables Indicadores Estructura curricular Número de planes de estudio ( a la fecha) Periodo de vigencia para cada uno de ellos. Características generales del currículo: • Documento curricular (perfil del aspirante, perfil del egresado, campo de trabajo, plan de estudios, programas de las asignaturas ). 13 • Requisitos de egreso y titulación. • Organización del plan estudios • Duración del plan de estudios Orientación del plan de estudios Tipo de asignaturas (Seminarios, talleres, relación de horas teóricas y prácticas). Áreas de formación del trabajo social (básica, derecho, salud, jurídica, ciencias de la conducta, investigación, características previstas para el análisis de la problemática social, etc.) Desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje Prácticas académicas Relación maestro-alumno Metodología didáctica Formas de participación del alumno en el proceso de EA Evaluación curricular Cómo se realiza Resultados Cambios a partir de resultados. La última categoría considerada, Condiciones de operación, tiene como variables e indicadores los siguientes: Variables Indicadores Financiamiento Costos generales de operación Fuentes Diversificación Montos destinados a cada actividad Infraestructura Instalaciones Equipo Biblioteca Atención a la demanda estudiantil Adecuación a la demanda Procedencia académica de los aspirantes Procedencia geográfica de los aspirantes Características generales de los aspirantes. Recursos Humanos Tipo de contratación Formación profesional experiencia) Disposición para trabajar 14 (nivel, disciplina y CAPÍTULO UNO ANTECEDENTES DEL TRABAJO SOCIAL EN MÉXICO Y EN COLIMA: Formas de ayuda 1.1.- LA NUEVA ESPAÑA A partir de la conquista, el México prehispánico sufrió profundas transformaciones en las formas de vida social existentes hasta ese momento. Las clases sociales previas se diluyen y emergen con fuerza otras distintas. Conquistados y conquistadores constituyeron una nueva forma social desconocida hasta entonces por los indígenas, las ideas dominantes revolucionan entonces la manera de ver el mundo y a los hombres. Los intereses económicos de los primeros pobladores españoles en tierras de América prevalecieron por encima de cualquier razón y la religión católica fue un elemento significativo para el sometimiento de los indios, pues su poder real sobre la corona española y la posibilidad de influir directamente a través de las ideas con los indígenas le daban un papel privilegiado aunque aparentemente se buscará el beneficio de los más desprotegidos. Los indígenas fueron sometidos y todos aquellos que se oponían a la conquista “quedaban en condición de esclavos y se les marcaba con una g de guerra” (Valero Chávez, 1994:21). Los indios que no ofrecían resistencia fueron equiparados a una clase social denominada los rústicos (Evangelista, 1998: 34), entonces, bajo la tutela de los españoles radicados en América, sufrieron de una explotación cruel que los obligaba a trabajar hasta morir, que los despojaba de sus tierras y de sus costumbres y los retenía lejos de sus familiares y comunidades, a través de las encomiendas, en donde indios y tierras eran puestos en manos de los españoles. Cuando por el maltrato, la explotación, el hambre, las enfermedades o los accidentes de trabajo los indios morían, los encomenderos simplemente 15 pedían más. Los tres siglos de dominación española contribuyeron enormemente al decrecimiento de la población indígena y Colima no estuvo ajena a las mismas condiciones, las cuales incluso se recrudecían debido a lo alejado del territorio respecto de las capitales de la colonia y a lo incomunicado del mismo. Los indios en Colima son tomados como bestias de carga para que trabajaran a la fuerza y sin pago alguno en las minas, principalmente (Guzmán Nava; 1973: 64). En lo que ahora conocemos como Colima no hay grandes desarrollos mineros, pero La Nueva Galicia abarcaba todo el territorio que ahora es Colima, Jalisco, parte de Nayarit y Michoacán entonces. Los desplazamientos de los indígenas eran realmente grandes. Las mujeres eran separadas de sus maridos e hijos para trabajar como panaderas en las minas. Los indios, al ser considerados como rústicos, debían pagar tributo en oro a la corona, además de trabajar en las tierras de los hacendados y de edificar las construcciones de la época (Guzmán Nava, 1973: 64-70). Los encomenderos no eran vigilados para cumplir las ordenanzas reales y se agudizaron los problemas de explotación, despoblación, desintegración familiar (aunque las familias que existían entonces eran familias extensas, éstas empezaron a verse desmembradas, destruidas), enfermedades y pérdida de valores culturales, tales como, la convivencia comunitaria y la separación de los núcleos familiares. Por otra parte, las ordenanzas emitidas por la Corona tenían como único propósito mantener la economía de España a través de las contribuciones de las colonias y con la utilización de los recursos naturales: materias primas e indios, aún cuando algunas ordenanzas parezcan muy humanitarias. Una de ellas, dada por el Rey Carlos V de España en diciembre de 1528 (Guzmán Nava, 1973: 64-68) prohibía el uso de los indios como bestias de carga, que fueran empleados en lugares alejados de su pueblo, que hicieran trabajo de esclavos, que se distrajeran de su labor para sembrar la de los hacendados, la separación de las mujeres de su familia y obligaban a estar separados los españoles de los indios, creándose así las Repúblicas de Indios y de Españoles. A esta separación territorial se aunaba la separación jurídica, 16 estableciendo normas diferentes para cada grupo de personas. Sin embargo, la riqueza concentrada en unas cuantas manos (todas españolas), fue el principal punto de desigualdad y le impidió a los indígenas participar en los repartos de tierras que se hacían a través de las Mercedes y para ellos era prácticamente imposible tener un patrimonio. Estas condiciones sociales permearon la posibilidad de que los grupos de religiosos que se establecieron en el país trabajaran activamente, sobre todo en la formación de las repúblicas de indios. De acuerdo a lo descrito en Evangelista (1998: 35), dentro de los más notables religiosos que tomaron estos preceptos legales como formas de ayuda para los indios se encuentran Pedro de Gante, Motolinía, Bartolomé de las Casas y Vasco de Quiroga. “Una vez que la Corona propone la creación de las repúblicas de indios con la finalidad de aprovechar al máximo la mano de obra indígena y explotar las riquezas naturales de sus territorios, los misioneros dan impulso a la idea pero con otra visión, ven la formación de estas comunidades como forma de evitar los excesos y atropellos de los conquistadores” (Evangelista, 1998: 36). En Colima, el 26 de agosto de 1556 se funda el Convento y Pueblo de San Francisco de Almoloya, siendo los fundadores Fray Honorato y Fray Jerónimo de la Cruz, monjes franciscanos (Guzmán Nava, 1973:115-126). Este pueblo tenía como característica principal el ser formado por indígenas que buscaban la protección de los frailes y en el cual vivían 200 naturales, con sus esposas e hijos, tenía límites definido, estaba cercado y tenía para su uso el agua del Río Colima. El pueblo se crea a raíz de una ordenanza emitida por el visitador de Colima, Lorenzo Lebrón de Quiñones, quién había estado por Colima entre 1551 y 1553 (Guzmán Nava, 1973: 115). Durante un poco más de dos años, Lebrón de Quiñones se dio cuenta de la situación social prevaleciente en esta parte de la colonia y lo relató en un documento que se denomina “Relación breve y sumaria”, redactada en Taximaroa (ahora Cd. de Hidalgo, Michoacán ) el 10 de septiembre de 1554 (Guzmán Nava, 1973. 115-126). Entre las cosas 17 que se destacan en el documento y relacionadas con la situación de los indígenas con las que se encontró es que los españoles cuidaban más a sus caballos que a los indios, además, hacían uso de ellos sin tener siquiera un título de posesión, lo que finalmente podía ser lo que más preocupaba a la corona, ya que los tributos que se esperaba que le fueran enviados por pago de derechos no llegaban hasta España. También encontró que los clérigos se aprovechaban de los indios, los usaban como sirvientes y les cobraban por los servicios religiosos, así como también otorgaban a algunos españoles los títulos de alcaldes, alguaciles o fiscales junto con los cuales hacían fechorías y los que cometían delitos graves contra la población, como estupros, incesto, abortos, hechicería, amancebamientos, mujeres públicas, alcoholismo, etc. Todo esto lo hizo establecer ciertas disposiciones que le valieron el mote de DEFENSOR DE LOS NATURALES por parte de los encomenderos (Guzmán Nava, 1973: 115). Estas disposiciones estaban encaminadas a mejorar la situación social de los indígenas e incluyen temas de religión, esclavismo, la administración pública, principalmente. Entre las más importantes obras consecuencia de su venida están la creación del convento y pueblo de Almoloya y la fundación de hospitales, los cuales atendían principalmente las enfermedades epidémicas, como el tabardillo, la viruela, el sarampión y otras como la lepra. Al respecto de las ordenanzas de Lebrón de Quiñónez, Guzmán Nava (1973: 147) escribía “la suma de ordenanzas sobre cada uno de los asuntos que el Licenciado Lebrón atendió, constituyen por sí mismas una avanzada legislación humana y valiente que abarca todos los aspectos de la vida social, espiritual, económica, moral, administrativa, cultural y jurídica de la provincia de Colima”. En otras partes de la república y bajo los principios de “amor a Dios y al prójimo” y yendo más allá que la simple caridad, se crean diferentes organismos de ayuda, entre los que destacan, por ejemplo, los pueblos-hospitales, como les llamó Vasco de Quiroga (Valero Chávez, 1994: 27), los cuales eran 18 “comunidades indígenas dirigidas y administradas por los frailes, en las cuales la práctica rigurosa de la vida fraterna era considerada como norma religiosa” (Evangelista, 1998: 36). Estas comunidades tenían como característica principal el compartir bienes, trabajo y beneficios con base en las necesidades de cada una de las familias que vivían en ellas, muy similar a como funcionaba en Colima el pueblo de San Francisco de Almoloya. Otras formas de ayuda fueron las cofradías, constituidas con fondos colectivos de animales o tierras y que tenían fines de sostenimiento. También proliferaron los hospitales para menesterosos, ancianos y cualquier tipo de gente pobre y sin recursos, en donde se les proveía de alimentos, cobijo y curaciones. Existieron además las cajas de comunidad, las cuales eran una especie de fondo común el cual era utilizado para acciones de beneficio colectivo, aunque Valero Chávez (1994: 20) manifiesta que en realidad se dedicaban al sustento de los religiosos y de las iglesias. Estas cajas de la comunidad existieron bajo esa misma denominación en Colima y bajo la tutela de los clérigos. Ahora bien, las principales acciones de ayuda social eran encaminadas hacia los indígenas, tal vez porque ellos encabezaban la lista de marginados, pero no fueron los únicos que sufrieron la explotación de la corona española, ya que ésta se extendía hacía las denominadas castas, grupos humanos surgidos de las mezclas entre indígenas, negros y mestizos, estos últimos impedidos para pelear derechos de sucesión relacionados con encomiendas. Todo esto prevaleció hasta el final de la colonia, sin embargo, durante todo ese período se realizaron esfuerzos para contrarrestar las grandes injusticias que prevalecían como una forma de vida justificada y hegemónica, que hacía ver, por parte de los españoles, como algo natural estas diferencias en el trato de unas y otras clases sociales. Las misiones, aunque tenían otros fines primordiales, fueron una forma de contrarrestar las injusticias a través de las diferentes ordenes religiosas. La compañía de Jesús llegó a la Nueva España en 1572 y según Evangelista (1998: 39), buscaban apoyar a los más 19 necesitados con acciones que les permitieran alcanzar un mejor nivel de vida y, en la medida de lo posible, allegar adeptos a la religión católica. Los jesuitas se distribuyeron principalmente por la zona norte del país, debido a que fueron de las últimas órdenes religiosas que llegaron a la Nueva España y las zonas del centro y occidente ya estaban cubiertas por frailes agustinos y franciscanos . El poder de los jesuitas llegó a ser tan grande que conformó una alianza política religiosa que permitió el desarrollo de diferentes acciones de ayuda social, como fueron los Hospitales de Indios, Hospital de San Hipólito, el Real tribunal del protomendicato 10, la escuela de San José de los Naturales, la escuela de Santa Cruz de Tlatelolco y el Colegio de San Gregorio (Evangelista, 1998: 40), estas últimas eran escuelas exclusivamente para indígenas y todas estaban ubicadas en el centro de la colonia. Con el tiempo, el poder del clero no resultó adecuado para los fines de la corona española, ya que, aparte de la fuerza política que tenía, despuntó con un gran poder económico que se reflejaba en las innumerables propiedades que la iglesia tenía. Para finales de 1767 (Evangelista, 1998: 41) se confiscan las propiedades de la iglesia y las tierras y mansiones que poseían pasan a manos de la corona, principalmente lo perteneciente a la compañía de Jesús, pues esta orden se opuso a los mandatos de la corona y fueron expulsados de América e incluso de España. Todo esto sucede a partir de que reina en España Carlos III, quién, entre otras cosas, elimina las repúblicas de indios y establece una política de integración social de indios, negros, mestizos y castas que fue muy productiva para la colonia. No había más separación entre estas clases, lo que permitía que cualquiera pudiera ser contratado como peón, lo que recrudeció la explotación y por ende los problemas sociales, que obligaron el incremento de hospicios, leprosarios, casas de expósitos, hospitales, cofradías y permitió la aparición del Monte de Piedad en 1775 (Evangelista, 1998: 42). Este cambio de estructura 10 Organismo que tenía a su cargo la enseñanza de la medicina y de vigilar el ejercicio legal de los médicos 20 política económica permitió mayores ganancias económicas a la corona española. En conclusión, durante la época de la colonia, los españoles establecieron sus leyes por encima de las etnias indígenas existentes y lograron hacer prevalecer su ideología a través de la utilización de la fuerza y la segregación social. Las ordenanzas lanzadas por la corona procuraban marcar perfectamente las diferencias entre españoles y el resto de los pobladores de la Nueva España. El orden social imperante era una cadena de segregación, en donde el último eslabón estaba compuesto por indios, negros, mestizos y castas. Dentro de las formas que adoptó la explotación se encuentran el trabajo forzado en plantaciones y minas y tuvo como consecuencia la destrucción de sus hogares, la extracción territorial y la pauperización. Los grupos sociales antes mencionados estaban totalmente desprotegidos frente a los españoles y fueron vencidos por la tecnología, por las enfermedades y por las barreras ideológicas e idiomáticas existentes entre las etnias. Los esfuerzos por enfrentar esta situación se traducen en acciones de la iglesia, que si bien trabajaba a favor de la colonia, realizó actos importantes en defensa de los más pobres. Todo esto marcó la pauta para el cambio de orden social que llegó después con el movimiento independentista, teniendo como eje central a los criollos y mestizos mejor favorecidos, quienes se contagiaron con el pensamiento liberal de Locke, Montesquieu, Voltaire y otros. 1.2.- EL MÉXICO INDEPENDIENTE Desde el momento en que México surge como nación independiente, se empieza a pensar cómo impulsar el desarrollo económico y social del país, lo cual se ve obstaculizado por un estado débil, con conflictos por el poder, en contraposición a la poderosa organización prevaleciente desde la época monárquica: La iglesia, la cual tenía un profundo monopolio de los asuntos civiles, de la educación, de los servicios sociales y de la fe religiosa. 21 Surgen dos corrientes antagónicas “los liberales que no deseaban mantener el sistema vigente… y la hacienda...” (Valero, 1994: 35) los primeros establecieron cambios en el agro mexicano y establecieron medidas para reducir el poder económico de la iglesia mientras que los segundos mantuvieron las formas de trabajo asociadas a la hacienda, cuya característica principal era la explotación. En Colima “no sólo vimos perderse la mitad de nuestro territorio...También atravesamos por una guerra fraticida de dimensiones funestas cuyo significado era la ruptura de la cohesión social” (Ortoll, 1997: 93). Esto resultó en la lucha entre liberales y conservadores, lo cual afectó territorio colimense de igual manera que se afectó el territorio nacional. Hasta mediados del siglo XIX, la anarquía impide a los gobiernos, que se multiplican constantemente, el visualizar una pauta de desarrollo social que fuera viable. Por ello, las instituciones emanadas de la iglesia católica continuaron con las labores sociales, tan es así, que para el año 1824 (Evangelista, 1998: 44) , a pesar de que se da a conocer una Acta constitutiva que pone en mano de los ayuntamientos a los establecimientos de beneficencia, estos, por falta de recursos para atenderlos, los dejan a cargo de la iglesia. En 1828, en Colima, la situación social imperante no era muy diferente a la del resto del país; la confusión y la falta de atención alcanzaba distintas esferas. No había reglamentos ni leyes para regular las relaciones entre los individuos, no había posibilidades de estudio para los jóvenes, no había un hospital adecuado (el único existente, el de San Juan de Dios era realmente pobre). Con las leyes de reforma no era tan fácil sostener asilos, hospitales y seminarios: la obra social de la iglesia. Los reclamos más fuertes de la iglesia como grupo político radicaban principalmente en la imposibilidad de seguir teniendo penetración 22 ideológica en los pobladores mexicanos debido a las prohibiciones para los clérigos y personas devotas a manifestar abiertamente sus creencias. Según lo que dice Ortoll (1997: 63- 97), el estado se encontraba en quiebra y cualquier recurso que entraba a las arcas era destinado a los movimientos militares, a las causas juaristas o conservadoras, dependiendo quién era el que estaba en el cargo de gobernador en ese momento y cuales eran sus simpatías. Lo cierto es que si el estado no tenía dinero, conseguía préstamos forzosos entre los pobladores, con base en una lista de personas que se elaboraba por el gobernador. Los primeros intentos por organizar una beneficencia independiente del clero se ubican en individuos de pensamiento liberal, en la época de Valentín Gómez Farías. El Dr. José María Luis Mora en el documento titulado “Arreglo de la Deuda Exterior Mexicana” (Evangelista, 1998: 45), establece, entre otras cosas, que todas aquellas propiedades que pertenecen al clero o que son administradas por el mismo y que no se usen para la atención a los “desposeídos” deben destinarse a pagar la cuenta pública y las que si tienen esa finalidad debían pagar una especie de impuesto. Consideraba que los conventos deberían de mantenerse, siempre y cuando fueran útiles y se destinaría una parte de lo recabado para su manutención, es decir, que el estado contribuiría para su sostenimiento. Con Santa Anna (1841) se crea el consejo de salubridad general encargado de la vigilancia del ejercicio profesional de los médicos, del funcionamiento de las farmacias y de ciertas medidas relacionadas con salud pública. En 1843 (Evangelista, 1998: 45) se crea la junta de fomento artesano como una forma de contrarrestar la falta absoluta de industria nacional, la cual estaba dando sus primeros pasos. Junto con esto se crean varias formas de acción social laicas, que buscaban disminuir los efectos de la pobreza y la marginación. Las casas 23 de Beneficencia surgieron en este ambiente y se daba en ellas educación física, cultural y técnica a quienes quisieran. Más adelante surgen los fondos de beneficencia, con contribuciones comunes, que como las actuales cajas de ahorro, permitían tener un fondo común, a utilizarse en situaciones de enfermedad, muerte, matrimonio o bautismos de los hijos de los “socios”. En 1847 y con la amenaza de la guerra con EEUU encima, se crea por Valentín Gómez Farías la Ley de Desamortización de los Bienes Eclesiásticos, a fin de proteger de hipoteca o subasta pública a los hospicios, casas de beneficencia, hospitales, colegios, etc y todos aquellos bienes productivos y que brindaran ayuda o protección social (Evangelista, 1998: 46). En 1853, los esfuerzos del estado protector por atender la demanda de los grupos marginados no alcanzan una cobertura adecuada, lo que obliga al surgimiento de grupos de autoayuda, como lo fue la Sociedad particular de socorros mutuos (Valero Chávez, 1973: 36). No es sino hasta 1855, tras la promulgación del plan de Iguala cuando se empieza a concretizar una política social que tenía como fundamento reconocer a la beneficencia como una obligación del estado, a fin de brindar asistencia a los necesitados, aunque no existen recursos para concretizar la idea y los servicios de este tipo los sigue brindando la iglesia (Evangelista, 1998: 47). En 1856 se destaca el liberalismo, con la promulgación de la Ley Lerdo en donde se habla de la libre circulación de la riqueza, como base fundamental del desarrollo económico. Con esta ley, se suprimen las corporaciones civiles y eclesiásticas y sólo se permite dejar vigentes las encargadas de dar ayuda social, así como también se prohíbe que las corporaciones religiosas tales como hermandades, parroquias, congregaciones, etc. adquieran o administren bienes. 24 Con la constitución de 1857 se viene el auge del liberalismo y la política social incipiente no prospera (Evangelista, 1998: 47-48). En 1857 (Valero Chávez, 1973: 37 y Evangelista, 1998:48), con Benito Juárez como mandatario se promulga la Ley de Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos, con la cual pasan al poder de la nación todos los bienes del clero y desaparecen las órdenes del clero regular. Al aprobarse la ley, se hace necesario secularizar las actividades de ayuda social y en 1861 (Evangelista, 1998: 49 y Valero Chávez, 1973: 39) se lanza el decreto de Secularización de los Hospitales y establecimientos de beneficencia, resaltando en este hecho que pasan al gobierno de la Unión y a los gobiernos respectivos, de acuerdo a donde estén ubicados. Para 1863 se decreta la desaparición de las comunidades religiosas en toda la república, exceptuando a las hermanas de la Caridad, quienes hacían servicio a la comunidad En Colima, a pesar de los constantes ires y venires de la lucha entre gobierno e iglesia, nacieron y se consolidaron distintas organizaciones de civiles de extracción católica y promovidas principalmente por José Ramón Arzac, como la Sociedad Católica de Colima, formada por hombres y la Sociedad Católica de las Señoras, cuyas funciones principales giraban en torno a la beneficencia (Ortoll, 1997: 342- 346). Las acciones realizadas por estas sociedades, entre otras, fue la creación de escuelas de ambos sexos, los inicios de la construcción del templo de la Merced y del Hospicio de Huérfanos. Arzac, cura originario de Almoloyan, promovió además, la creación de escuelas en casi todos los centros parroquiales, instruía a los presos, visitaba los enfermos, distribuía limosnas y su gran obra fue lograr que Colima se convirtiera en ciudad episcopal. 25 Cuando los Duques de Habsburgo llegan a México, impulsan las leyes de reforma y establecen importantes políticas sociales en favor de indígenas y campesinos, dictando leyes como la del Peonaje, que abolía castigos corporales, horarios excesivos de trabajo, garantizaba el pago salarial, el descanso semanal, derecho a recibir habitación y servicios médicos y escuela gratuita proporcionada por el patrón. Un ejemplo de esas acciones fue el Comité Protector de las clases menesterosas (Evangelista, 1998: 49-51), que ejecutaba acciones encaminadas a mejorar el nivel de vida de los más desprotegidos, el cual no funcionó realmente debido a que los funcionarios responsables de la realización de actividades se encontraban reacios a participar, obstaculizando las acciones de denuncias y procesos con una excesiva burocracia. Maximiliano se hace impopular entre los conservadores que lo habían mandado llamar así que la reforma social propuesta de manera incipiente no alcanza a concretizarse en el corto período de tiempo que dura su reinado. Sin embargo, después del derrocamiento del emperador, empiezan a tener auge las sociedades mutualistas, organizadas por la clase trabajadora y con tintes de cooperativismo, lo que impulsó más tarde la organización de los obreros y la lucha de sus propios derechos. Durante este período de tiempo, en México se recrudecen las guerras interiores, las intervenciones extranjeras y el centralismo, que favorecen considerablemente el clima de violencia en el país. Ni que decir que todo esto obstaculizó ostensiblemente la aplicación e incluso el surgimiento de políticas sociales. México estaba ocupado en los enfrentamientos. Así continua el país hasta el surgimiento del Porfiriato, instituido a partir de la promulgación del Plan de Tuxtepec que le quitó el poder a Lerdo de Tejada en 1876 (Evangelista, 1998: 52). 26 Esta época se caracteriza por la persistencia de una sociedad agraria, el impulso sin fronteras para la inversión extranjera y la concentración de las propiedades en unas cuantas manos, lo que permitió el acrecentamiento de la clase trabajadora compuesta por peones agrícolas, quienes laboraban en situación de extrema explotación, forzados a trabajar en horarios agotadores, con poca paga y ésta, muchas veces en especie, obligando a los trabajadores a estar sujetos a la tienda de raya. Por otra parte, los bienes producidos en esta época eran, principalmente henequén, caucho, azúcar y tabaco que se obtenían en las propiedades de las compañías extranjeras El interés de Díaz era promover el desarrollo económico y eso permite que la inversión extranjera se extienda a rubros como la minería, el petróleo, los ferrocarriles y el comercio, entre otras. Esto le dio a México un auge económico, pero lo sometió al capital extranjero y fomentó las desigualdades sociales, a través de una explotación inmoderada de los recursos naturales y humanos, en donde las grandes masas de trabajadores del campo y la ciudad vivían en una situación de marginalidad, en contraste con la opulencia de extranjeros, hacendados y terratenientes (Evangelista, 1998: 5262 y Valero Chávez, 1973: 40-43). El gobierno de Porfirio Díaz (1877-1910) se caracterizó por el apoyo total hacia las fuentes de inversión y para lograr mantener este entregismo total estableció un sistema de represión a los opositores a fin de preservar la paz. El orden y el progreso no estaba ligado a un ideal de libertades humanas y el Porfiriato se caracterizó por un sometimiento total de los poderes legislativo y judicial, por violar ideales constitucionales como el “sufragio efectivo, no reelección” por la utilización del ejército con fines represivos y por reconciliarse con la iglesia a fin de extender sus vínculos de poder que le permitieran sostener su política exterior encaminada a la apertura de inversiones extranjeras. 27 Las acciones de política social fueron limitadas a un ámbito de acción centrado en la Cd. De México y sustentadas en el reconocimiento del Estado como capaz de brindar beneficencia pública, en el otorgamiento de concesiones a la iniciativa privada para que se brindaran servicios sociales y educativos y en el impulso y restablecimiento de la asistencia religiosa a través del otorgamiento de privilegios a la iglesia, la cual restauró parte del poder económico y político perdido en los gobiernos liberales. Algunas de las acciones importantes fueron la adjudicación de hospicios, hospitales e instituciones de beneficencia a la Dirección de Beneficencia Pública. Uno de los pilares de la política social porfirista fue sin duda, la educación, que floreció en todos sus niveles. En Colima, por su parte, se siguieron desarrollando juntas de caridad, las cuales tuvieron una función que cumplir en crisis como las producidas por la fiebre amarilla en 1893, la cual se recrudeció en 1894. La ayuda proporcionada por la iglesia consistía, principalmente, en el envío de médicos que atendieran a los más pobres, así como también se apoyó con medicinas y alimentos que se preparaban para los más pobres por la Sociedad Católica de Señoras. Estos hechos hicieron que gobierno e iglesia trabajaran juntos para desterrar la epidemia, lo cual provocó un cambio fundamental en las relaciones de ambos poderes, en donde la iglesia se vio fortalecida, permitiendo con esto la difusión de la fe y la evangelización (Gutiérrez Grageda, 1995:46), ejemplo de esta expansión religiosa fue la organización del Círculo de obreras católicas, quienes difundían la religión y la moral y buscaba mejorar la condición de las mujeres que trabajaban fuera de casa A nivel nacional, se promulga la Ley de instrucción (1888) en donde se establecía como obligatoria la educación elemental y se manifestaban preceptos importantes que extendían la educación hasta el campo y que 28 permitieron el florecimiento de las escuelas rurales y ambulantes. En 1899 se expide la Ley de Beneficencia Privada del Distrito y Territorios Federales que permite la adquisición de bienes y servicios para apoyar las actividades educativas y de filantropía. A nivel nacional se generan en el Porfiriato múltiples organizaciones, tales como la Escuela de Ciegos, la Escuela de Sordomudos, la Correccional, el Manicomio General “La Castañeda”, el Hospital General de la ciudad de México, El internado Infantil, el Hospital para niños en Tlalpan, etc. La cobertura de estas instituciones, sin embargo, siempre fue insuficiente y esto generó malestar por parte de las clases marginadas, quienes empezaron a organizarse en diferentes asociaciones que buscaban una atención a sus demandas contra la explotación y el capitalismo extranjero. En Colima, en 1905, aparece un manifiesto de Manuel Ávila y los hermanos Flores Magón, quienes reclamaban jornadas máximas de 8 horas, salario mínimo, higiene en fábricas y talleres, prohibición del trabajo infantil, descanso dominical e indemnización por accidentes, entre otros. Estos postulados se difundieron ampliamente y sirvieron para que la clase trabajadora organizara los centros y círculos de obreros que permitieron canalizar las inquietudes laborales y buscaron que las demandas obreras se hicieran efectivas. Surgen, en la difícil situación social imperante, verdaderos defensores de los derechos de los obreros, los cuales manifestaban sus puntos de vista en torno a la situación obrera en foros públicos. Tal es el caso del presbítero J. Jesús Carrillo, quién manifestaba que el problema de los obreros no radicaba solo en ellos, sino también en los ricos, en sus empleadores, ya que si bien consideraba que falta de trabajo no había en Colima, si era necesario capacitar a los obreros para que se desempeñaran adecuadamente y además, era muy necesario que recibieran una justa retribución por sus 29 actividades laborales. Tres fueron los principales problemas detectados por el cura en torno al desempleo de los obreros: El primero tenía que ver con la falta de capacitación para el trabajo, el segundo, con el poco interés que mostraban algunos para trabajar y el tercero, con la invalidez o ancianidad. Estos tres problemas convergían en el desempleo, lo cual podía ser combatido , en el primer caso, por escuelas de obreros fundadas y gobernadas por los curas y sus parroquias y las cuales podrían ser sostenidas por la caridad, colocando alcancías en empresas y comercios y solicitando donativos a los más ricos. El segundo problema, o sea, la indiferencia para el trabajo, él hablaba de combatirlo con pláticas individuales y familiares para concienciar a los individuos de la necesidad de tener un empleo digno. Para el tercero, sugirió la necesidad de emplear a los ancianos e inválidos en actividades menos pesadas y propugnó por la creación de un seguro de vejez en las empresas, a fin de asegurar una cuota, aunque fuera mínima para el sostenimiento de los obreros en su vejez. Estas posturas ideológicas de la iglesia fueron el fundamento de muchas acciones encaminadas hacia los más necesitados, lo cual permitió la fundación de una escuela gratuita nocturna en la casa episcopal, en donde se daban las enseñanzas más elementales 11. Pero el problema de los obreros no era sólo debido a la falta de trabajo, sino al sinnúmero de problemas que se generaban entre los que ya laboraban. Estudiosos del fenómeno obrero detectaron enfermedades profesionales (Gutiérrez Grageda, 1995: 51) como la explotación de menores, la tisis que afectaba por igual a los algodoneros y a las mujeres que se dedicaban a la elaboración de cigarros, paludismo (en los trabajadores del ferrocarril Manzanillo Tuxpan, quienes dormían a la intemperie a merced de los mosquitos). 11 Lectura, escritura, aritmética, geometría, geografía, gramática, sistema métrico, moral y religión. 30 Sin embargo, quienes los empleaban no tenían ningún interés en mejorar la situación de vida de sus empleados, debido principalmente a que en Colima siempre había quién quisiera trabajar o quién tuviera necesidad de un empleo, entonces podían los ricos pagar lo que quisieran a los obreros que contrataban (op. cit.: 53). Como puede observarse, la acción social desarrollada por la iglesia católica en Colima a finales del Porfiriato está encaminada, como en otras partes del país, la la atención de las necesidades de los obreros, de los desposeídos, especialmente de los indígenas que ahora tenían que enfrentar una vida al mando de otros y cuya estructura cultural y social no estaba bien definida para favorecer este nuevo orden social. Los ricos no aceptaban las demandas de los pobres, a quienes consideraban como obligados a aceptar los sueldos de miseria que pagaban 12y los pobres se negaban a capacitarse, a aprender un oficio (en muchos de los casos) o trabajar jornales enteros de una semana, debido principalmente a la influencia de la ideología dominante, a sus condiciones de vida y problemas culturales, se mantenían sometidos a los dueños del capital. En el medio rural las cosas no eran muy distintas y los campesinos pobres vivían endrogados con los hacendados y amedrentados por ellos mismos, debido principalmente por los ánimos expansionistas de los mismos. A nivel nacional, los obreros del Valle de Orizaba convirtieron su sociedad mutualista en un sindicato de resistencia que se denominó Círculo de Obreros Libres y que se constituyó en la primera organización sindical con fuerza política y se extendió muy pronto a otros estados del centro, como Hidalgo, Puebla Tlaxcala y el Estado de México. 31 En 1906, los mineros de Cananea reclamaron para sí la Cananea Consolidated Cooper Company a través de un movimiento que fue reprimido por el gobierno y la gerencia de la compañía. Esto alertó a otras compañías que prohibieron la aparición de organizaciones similares en sus propios espacios de influencia y favoreció que los obreros de Atlixco, Puebla, Río Blanco, Santa Rosa, Nogales y Veracruz estallaran en huelga. El 7 de enero de 1907 las instancias gubernamentales favorecieron con su fallo a los industriales y los obreros fueron reprimidos brutalmente (Evangelista ,1998:56). Estos hechos fueron detonantes para la aparición del movimiento revolucionario en un país donde, si bien existía crecimiento económico caracterizado por el auge industrial y financiero, también fue un país donde fueron olvidados los campesinos, los indígenas y los obreros, quienes constituían una mayoría que se resistía a permanecer ignorada. 1.3.- EL MÉXICO REVOLUCIONARIO (1910-1929) Después de la revolución se da la consolidación de varios organismos de apoyo a las clases trabajadoras surgidos en el Porfiriato y hasta esos momentos, en manos principalmente de la iglesia católica. Así surgen dentro del gobierno leyes o decretos, los cuales tenían por finalidad la creación y desarrollo de instituciones que dependieran de la República y dieran atención a las demandas sociales. En 1911, por ejemplo, se decreta la creación de las escuelas de Instrucción Rudimentaria, a fin de impartir conocimientos tales como la enseñanza de la lectura y escritura y operaciones aritméticas básicas a indígenas y campesinos del País (Evangelista, 1998:59). 12 El salario diario era de 50 centavos, excepcionalmente podría llegar a 75 centavos o a un peso. Las mujeres se contrataban de preferencia porque se les pagaba menos ( entre 27 y 21 centavos al día). 32 Estas y otras acciones, como la creación de un laboratorio que elaborara medicamentos de primera necesidad, la remodelación de centros de atención para la salud, entre los que destacan los hospitales General, Juárez, Homeopático, Morelos y el Manicomio de la Cd. De México y las obras de mejoramiento y conservación de instituciones como la Escuela de Ciegos, la Escuela de Sordomudos, la Casa de Expósitos, el Hospicio de Niños y de los Dormitorios y Lavaderos públicos (Evangelista, 1998:60), hablan, todas ellas, de una exigencia concreta de la sociedad civil para que se atendieran sus demandas y de una respuesta del gobierno ante dichas exigencias, dado que a la Iglesia católica, la misma revolución la había restado poder e influencia y la había imposibilitado para desarrollar muchas de estas acciones que antes desarrollaba. Estas demandas sociales quedaron plasmadas en documentos oficiales, planteadas en la Constitución de 1917 y que buscan elevar los niveles de calidad de vida de la población en varios aspectos: La cuestión económica, la cuestión social, la cuestión agraria, la cuestión educativa y la cuestión democrática. Esta actitud del gobierno reflejada en el documento magno transforma la pasividad de un gobierno espectador en un estado participativo y protagonista en la política social. En Colima, las exigencias sociales, principalmente del incipiente sindicalismo, surgido de las sociedades mutualistas, lograron impactar en las políticas sociales y cada uno de los gobiernos existentes dio atención a determinadas necesidades Sociales. Juan José Ríos creó la Junta de Conciliación y Arbitraje y estableció el Salario mínimo (Ochoa Rodríguez, 1996:12) El profesor Felipe Valle, primer gobernador posrevolucionario de Colima, buscó en las donaciones y la caridad apoyos para el Hospital Civil, el Asilo de Huérfanos y el Hospicio de Niñas, pidió préstamos federales para hacer obras 33 sociales consiguió unir telefónicamente la comunidad del Mamey (hoy Minatitlán) con Colima y consiguió el servicio de 6 carros del ferrocarril, mismos que cubrían los tramos Guadalajara- Colima- Manzanillo (Ochoa Rodríguez, 1995:213). En 1919, mientras gobernaba Valle, surgió un fuerte movimiento social organizado por la Unión de Estibadores y Jornaleros, establecida en Manzanillo, la cual libró batalla para erradicar el monopolio en las aduanas marítimas y con ello, una más justa retribución a su labor. Si bien no fue un movimiento independiente, ya que en él se entrecruzaban muchos intereses, como por ejemplo, los de los otros agentes aduanales que querían también eliminar el monopolio existente por el Sr. José S. Razura (Ochoa Rodríguez, 1996: 13-17) y de la clase política en el poder, que veía a la Unión de Estibadores y Jornaleros un apoyo enorme a sus aspiraciones políticas, permitió la creación de uno de los sindicatos más fuertes en el entorno local, así como la creación de un partido político local (El Partido Liberal Manzanillense) que apoyó las candidaturas de varios aspirantes a presidentes municipales en el puerto. Este movimiento trascendió hasta el siguiente periodo, el de Álvarez García (1919-1923), que al margen del movimiento de los estibadores, realizó obras del mejoramiento del puerto iniciando con la introducción del agua potable. En Colima se hicieron obras de remodelación del teatro Hidalgo y a nivel general se modificó el sistema educativo gracias a la creación del Consejo Superior de Educación Pública, y al aumento de personal docente en los municipios, cuyos salarios corrieron a cargo de los ayuntamientos. Sin embargo, Álvarez García fue un gobernador con ideas sumamente tradicionalistas y dentro de las acciones más marcadas en este sentido, está el despido masivo de mujeres empleadas públicas, alegando lo impropio e inmoral que resultaba que en las oficinas convivieran personas de ambos sexos, así como también, en el retiro de fondos públicos al Asilo de Huérfanos, de donde 34 despidió a las enfermeras encargadas y en su lugar puso a monjas “josefinas” para que se hicieran cargo. Aún con estas circunstancias, florecieron otras organizaciones, como la Liga de comunidades Agrarias que presionó para la elaboración de una Ley Estatal del Trabajo “cuya inexistencia era causa de la prolongación de conflictos , que de otra manera serían, al menos en teoría, fácilmente resueltos” (Ochoa Rodríguez, 1996: 22), la cual no fue aprobada sino hasta en diciembre de 1925. La Sociedad Mutualista de artesanos “Unión y Trabajo”, conformada por artistas e intelectuales de todas las clases fue también un organismo con gran presencia social y prestigio ganado por su lucha constante para la obtención de mejoras sociales los individuos que la conformaban. Incluía en sus estatutos, la protección mutua entre sus miembros, la atención de la salud entre otras cosas. Si bien no se involucraron mucho en la lucha por derechos sociales de sus conciudadanos, llegó a ser un grupo social con cierto poder dentro de los gobiernos estatales, al mismo tiempo que otros grupos como la Cámara de Comercio, la Asociación católica de jóvenes mexicanos y la unión católica de acción social. Todas estas asociaciones tuvieron parte activa en el desarrollo y puesta en marcha de acciones de desarrollo social, que, aunque deberían estar incluídas en el conjunto de políticas públicas emanadas del estado, no podía dárseles una continuidad a las mismas debido a que esta época fue de grandes conflictos y múltiples cambios de gobierno estatal, sobre todo, como reflejo de la vida nacional, que se debatía entre todas las fracciones políticas surgidas con el movimiento revolucionario. La Unión católica de acción social, por ejemplo, promovió la creación de bibliotecas, y dio atención a enfermos en los hospitales, lo que no ocurría en 35 otros estados, en donde los católicos eran perseguidos, principalmente por la política anticlerical de Plutarco Elías Calles. Solórzano Béjar, gobernador constitucional del estado a partir de mayo de 1925 y hasta el 31 de octubre de 1927, arremetió contra el catolicismo con fuerza y se cerraron escuelas y se tomaron hospitales, como el Hospital del Sagrado Corazón, el cual se convirtió en un hospital militar y se intervinieron obras como el Asilo de Niños. Aunado a esto existió una encarnizada lucha contra los cultos religiosos (Ley de Cultos), lo cual provocó movimientos de resistencia por parte de quienes profesaban la religión católica. La sociedad colimense tomó partido (Ochoa Rodríguez, 1995: 258). Una manera de protestar ante la Ley de cultos fue negarse a consumir artículos de personas consideradas como enemigos de la iglesia. Dejaron de asistir al cine, de consumir energía eléctrica, de viajar por otro medio que no fuera los propios pies, retiraron a los hijos de las escuelas públicas dependientes del gobierno y se hicieron ayunos y penitencias a favor de la iglesia católica: esto sería el inició en Colima de lo que se llamó La revolución cristera. La sociedad fanatizada apoyó las instigaciones de los curas, quienes eran los principales oponentes a políticas públicas tan importantes como el reparto agrario. El trasfondo de la guerra cristera radica en esa afectación que hicieron los gobiernos revolucionarios a la propiedad privada, propiedad que los curas y los hacendados tenían y que no estaban dispuestos a dejarla repartir. El ejército nacional de liberación estaba formado principalmente por campesinos y seminaristas. El ejército de mujeres fue decisivo para la lucha cristera, ya que fungían como espías, como enfermeras y en el acopio y fabricación de elementos de guerra (Gutiérrez Grageda, 1995: 273). 36 Aún cuando a nivel local no se puede hablar todavía de la aparición de personas preparadas profesionalmente para dar atención social (debido también a que cualquier esfuerzo del gobierno por formar académicamente a la sociedad colimense era vista como un atentado contra la religión), a nivel nacional se empieza a vislumbrar la necesidad de incluir en los servicios que prestan las instituciones de apoyo social, principalmente los hospitales, cierto personal que pudiera hacerse cargo de orientar a las familias sobre el cuidado de los enfermos. 1.4.- EL MÉXICO MODERNO (a partir de 1930 y hasta 1962). Surgimiento del Trabajo Social como profesión. Para Ezequiel Ander-Egg (1987: 27-49), las escuelas de trabajo social en América Latina pasaron por cinco etapas: La primera de ellas, la asistencial institucionalista, es donde las escuelas recibieron una marcada influencia de las asociaciones católicas fundadas en Europa. Aunque en la primera que se funda, la Dr. Alejandro del Río, en 1925 en Chile con una marcada influencia europea no se reconoce claramente la influencia católica, la cual si se identifica la escuela Elvira Matte de Cruchanga, en 1929, también en Chile, la cual siempre contó con un respaldo económico fuerte de la UCISS 13. Estas escuelas formaban las llamadas entonces Visitadoras Sociales para que procuraran que los pacientes fueran atendidos adecuadamente en sus domicilios, haciendo labor con los familiares de los pacientes, a fin de que no se descuidara su tratamiento. En otro texto que enmarca el surgimiento de las escuelas de trabajo social en Estados Unidos, Friedlander (1981: 574) menciona que, en ese país se plantea la necesidad de preparar a las Sociedades de Organizaciones Caritativas 13 Unión Católica Internacional de Servicio Social. 37 (C.O.S., por sus siglas en inglés) 14 a fin de que el trabajo de beneficencia fuera hecho con mayor profesionalismo y que permitiera la realización de reformas sociales y legislativas a favor de los más pobres. Así, a finales del siglo XIX se da el primer curso de adiestramiento de seis semanas por parte de la Sociedad de Organizaciones Caritativas de Nueva York, lo cual se institucionaliza y da origen a la primera escuela de trabajo social de este país ya entrado el siglo XX, en 1940 15. Aunque la primera escuela de trabajo social que existió se fundó en Amsterdam, en 1899, para García Alba (1993:25-26) el período moderno del trabajo social inicia precisamente con la Creación de las C.O.S. en Estados Unidos y fue Mary Ellen Richmond quien sentó las bases científicas para el surgimiento de una nueva profesión. 16 En México, después de la Revolución y hasta cerca de los años 50`s, se instauró un sistema de gobierno benefactor el cual regulaba la vida económica, social y política de toda la nación. Las clases sociales más atendidas y favorecidas eran obreros y campesinos y a través de ellos se dio una amplia participación popular. Este período de tiempo abarca sexenios como el de Álvaro Obregón (1920-1924), que es donde empiezan a darse cambios sustanciales que permiten considerar la necesidad de un profesionista que pueda atender las necesidades sociales, antes atendidas por la iglesia. Estos cambios van aunados al desarrollo de ese estado protector, el cual se hace cargo de las necesidades del pueblo, con la finalidad de proporcionar toda la ayuda social que antes provenía de las instituciones privadas, principalmente la iglesia. Así, se reorganizó la beneficencia y se asignaron los productos de la Lotería Nacional. Con estos productos se reabrieron establecimientos cerrados durante 14 Estas Sociedades de Organizaciones Caritativas se originaron en Europa, durante la Revolución Industrial. 15 La Escuela de Trabajo Social de Nueva York, afiliada a la Universidad de Columbia. 38 el movimiento armado y se realizó la contratación de personas que fungían como inspectoras, que si bien, no tenían una formación académica ni una capacitación previa para el desempeño de sus labores, permitían el aseguramiento de las condiciones mínimas necesarias para el funcionamiento de estos establecimientos, principalmente asilos de niños y escuelas especiales, como la de Sordos y Mudos (Valero, 1994:47). En México, la aparición y desarrollo de la profesión del trabajo social, aunque tardía con respecto al resto de América Latina, tiene mucho que ver con el desarrollo de diversas políticas sociales surgidas a partir de la revolución de 1910. La guerra había sido larga, en algunos estados más que en otros, y era necesario, pasando los esfuerzos de la reconstrucción, tener un estado fuerte, el cual cohesionara los intereses de los habitantes del país en ideales políticos y sociales que permitieran la permanencia del poder en los revolucionarios. Lo primero que había que hacer entonces era dar atención a las necesidades sociales manifestadas por los grupos sociales que de alguna manera podían legitimar a este nuevo orden social, instrumentando para ello, como estrategia principal, políticas sociales que atendieran dichos grupos. Esto originó la creación de hospitales, de asilos, de escuelas y el desarrollo de programas de atención social encaminados principalmente a combatir el rezago alimenticio. Un desarrollo posterior (entre 1925 y 1928) en torno a las políticas sociales fueron los programas como el de la Gota de Leche, que buscaba combatir el raquitismo y las altas tasas de mortalidad infantil o las Brigadas Sanitarias Móviles, las cuales realizaban brigadas médico sociales (Evangelista, 1998: 70). 16 Mary E. Richmond recibió el grado de Master of Arts en 1921 y su obra principal fue Diagnosis social. 39 Para el desarrollo de todas estas políticas públicas de carácter social era necesario la contratación de personal, que, como ya se dijo, fungían como inspectoras de servicios, las cuales, en algunas ocasiones eran rápidamente puestas al tanto en algún efímero curso de capacitación para que pudieran desempeñar con éxito sus funciones. En la medida en que los alcances de estas políticas públicas permitieron abarcar más y más el territorio nacional, se hizo más apremiante la necesidad de contar con un cuerpo de capacitadores y a la vez, de un conjunto de conocimientos que pudieran cohesionarse en lo que más tarde sería una profesión. Principalmente ha sido la corriente positivista del pensamiento arraigada en los gobiernos de Álvaro Obregón (1920-1924), Plutarco Elías Calles (1928-1932) y Abelardo L. Rodríguez (1932-1934) la que se puede mencionar como un sustento teórico metodológico para la profesión, hablando a nivel nacional y tomando en cuenta la primera escuela que surge en el país, lo cual se refleja en la manera en como se ve al individuo que es sujeto (o en este caso objeto) de atención social. Para los primeros (o más bien primeras) instruidos (porque no los podemos llamar profesionistas) para dar atención social en México, las personas que presentaban algún problema social eran “débiles sociales” (Valero Chávez, 1994:86), enfermos que hay que curar. Desde este punto de vista, el que está mal es el individuo que solicita ayuda o la necesita (aunque no la pida) y no se cuestiona el entorno social que incide en su situación particular. El estado es paternalista y las personas recién instruidas para atender “anomias” actúan como intermediarias entre los individuos y otros servicios o profesionistas que les pueden dar una atención especializada. Aquí el trabajo social no da atención directa, pero proporciona información a otros organismos o profesionistas de lo que observa en la realidad social en la que se introduce. Más adelante y con una formación técnica, su ubicaron principalmente en hospitales, siendo el Hospital Infantil de México (Valero Chávez, 1994:59) un 40 espacio de relativa importancia para la profesión, pues los fundadores de este hospital son considerados como los principales promotores de la creación de la Escuela Nacional de Trabajo Social. La primera escuela en México de trabajo social (Velásquez, 1984:26 y Valero Chávez, 1994:81) fue la Escuela de Enseñanza Doméstica de la Secretaría de Educación Pública, la cual se fundó el 2 de febrero de 1933, a la que tiempo después se le agregó “y de Trabajo Social” (Valero Chávez, 1994: 82).Otros autores consideran como primera escuela de trabajo social al CETIS no. 5, ubicada en el DF y la cual sigue ofreciendo la carrera de Trabajo Social a Nivel Técnico (Segura, 1999, Flores, M.L. 1991:17), aunque hay un consenso nacional por la primera postura. Después de que se fundara la primera escuela, ya en 1940 y a raíz de la capacitación brindada a personal del tribunal de menores en el D.F. es como surge la Escuela Nacional de Trabajo Social, dentro de la Escuela de Jurisprudencia de la UNAM (Valero Chávez, 1994: 100), aunque ésta no fue la primera escuela de trabajo social, si ha tenido una singular importancia, ya que por muchos años ha generado un gran desarrollo bibliográfico y ha sido el punto de partida de muchas otras escuelas de trabajo social a nivel licenciatura fundadas a lo largo y ancho del país. En el estado de Colima, tomando en cuenta la situación que se vivía durante estas primeras décadas posteriores a la revolución, se “experimentó un proceso de diversificación, ampliación y organización, basado en función del desarrollo capitalista agroindustrial, comercial y de servicios” (Serrano, 1997:181). Esto permitió la consolidación de la burguesía agraria, la cual llegó a tener un gran poder político y económico, basado principalmente en la fortaleza de sus organizaciones, quiénes de acuerdo a Serrano (1997:181), eran expertos en la canalización de los recursos gubernamentales hacia las áreas de interés de estos mismos y ejercían un fuerte control de la mano de obra que 41 era contratada. Los municipios más beneficiados fueron Tecomán, Manzanillo y Colima. En este periodo es cuando da inicio la Universidad Popular, la cual ofrece una carrera denominada Economía Doméstica, misma que cerró a los pocos años de fundada la Universidad y la que, sin embargo, no se menciona por los universitarios como antecedente de la Facultad de Trabajo Social. .En ninguna de las entrevistas realizadas a las ex directoras y al ex director del plantel se hace mención ha esta formación que proporcionaba la Universidad; es decir que, aquellos quienes estuvieron presentes y participaron en la creación de la carrera de trabajo social y después en la creación de la Escuela –hoy facultadno asocian economía doméstica con trabajo social (García 1999, Moctezuma, 1999, Chávez, 1999). Más adelante se da otro período marcado por una forma diferente de intervención del gobierno en los asuntos nacionales, denominado como Desarrollo Estabilizador (Espada et al., 1998: 22-42), que abarca los sexenios de López Mateos y Díaz Ordaz (aproximadamente de 1954 a 1977). El Desarrollo Estabilizador se caracterizó por un gran impulso y apoyo económico a la industrialización y a la producción de bienes de consumo. A fin de hacer atractivo el país para la inversión extranjera, se controlaron los movimientos obreros y campesinos y se dejó de apoyar sus demandas de la misma manera que lo hacía el gobierno en el período postrevolucionario inmediato. Aquí se considera que el estado se convirtió en intervensionista, sobre todo en la cuestión económica y se propició un endeudamiento colosal que perdura hasta nuestros días. Colima no vivió una realidad muy diferente a la del resto del país. “Las industrias que florecieron con el aporte del capital nacional en Colima cubrían una amplia variedad de giros” (Serrano, 1997:140), los cuales eran beneficiados con una política de exención de impuestos que permitió una expansión 42 económica. El capitalismo regional estaba basado en la generación de riqueza agroindustrial, comercial y turística. En este panorama nacional y local es donde nace la primera escuela de trabajo social en el estado, con una ideología basada en la filosofía cristiana y fundamentada en los valores de la iglesia católica. La Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga Curso Normal también estuvo ligada estrechamente a las políticas sociales en apoyo al campo. Con la primera carrera ofertada en este plantel se buscaba ofrecer educación a las mujeres del campo a fin de que pudieran regresar a sus lugares de origen con una formación que les permitiera incidir directamente en las familias campesinas, con el desarrollo de actividades emanadas de la Secretaría de Agricultura, el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Instituto nacional de protección a la Infancia. El siguiente período es denominado de Desarrollo Compartido (Espada et al., 1998: 42-43), contempla el sexenio de Echeverría Álvarez (1970-1976) y se caracteriza por el aumento del Gasto Social, a raíz del descontento de amplios sectores de la población (principalmente obreros y campesinos) prácticamente abandonados en periodos anteriores. De acuerdo a Espada (1998:43), la estrategia buscada consistió en aumentar los impuestos a los empresarios, quienes eran ( y son) un grupo social importante (y más fuerte que los grupos populares), los cuales amenazaron con abandonar el país y por esas presiones, la reforma fiscal no se llevó a cabo. El país continúa endeudándose, comprando empresas en quiebra y permitiendo la evasión fiscal. La agricultura entró en una severa crisis que tuvo, en los períodos siguientes, serías repercusiones alimentarias. Con un campo mexicano donde la inversión es prácticamente nula por parte del estado y donde los campesinos abandonando sus tierras para buscar oportunidades en las grandes ciudades, México importó alimentos de consumo 43 básico para satisfacer las demandas de la población y se creó una nueva estrategia denominada Alianza para la Producción (Espada et al., 1998: 44-50), la cual duró desde 1976 hasta 1982 . Este período se caracterizó por fuertes enfrentamientos entre campesinos, obreros y el estado, por un gran impulso a la producción petrolera y otras industrias asociadas al manejo y transformación de este recurso natural, como: energéticas, químicas, metalúrgicas. El país en crisis se endeudó más y más y continúo con políticas proteccionistas empresariales. Una de las medidas más impopulares de ese período es el establecimiento de topes salariales a los trabajadores en general. Esto aumentó el descontento social, pero favoreció la inversión extranjera, pues se ponía un límite a los salarios que habían de ganar los trabajadores. También se caracterizó por un fuerte control social, centralizando las decisiones y en general todo el poder en la figura del presidente, se amplió el sistema burocrático y creció el grupo de trabajadores dependientes de gobierno federal. Como el campo siguió abandonándose por falta de apoyos, aumentaron las importaciones de productos básicos y creció el neolatifundio: las mejores tierras las tenían los pequeños propietarios, éstos eran los que recibían los apoyos de gobierno para producir y los campesinos fueron fuertemente regulados y controlados a través de dos mecanismos importantes: la reforma agraria y la Confederación Nacional Campesina (CNC). Los obreros, por su parte, fueron controlados por la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Sin embargo, esto no evitó que hubiera brotes de insurgencia rural y movimientos obreros de gran envergadura como el de Ferrocarrileros, que pedían mejoras salariales y autonomía sindical. Este movimiento fue ampliamente apoyado por otros grupos como los de telefonistas, telegrafistas, petroleros y electricistas, los cuales eran grupos organizados que iban adquiriendo fuerza en la vida nacional (Serrano, 1997:504, 510-512 y Espada et. al, 1998: 50-55). 44 En Colima la CTM, por ser la instancia oficial, aglutinó una gran cantidad de gremios, los cuales veían conveniente el formar parte de esta organización para satisfacer sus demandas. Sin embargo, se desarrolló otra agrupación muy fuerte, la cual fue determinante en la lucha gremial de Manzanillo y que sin embargo, se extendió pronto hacía otros municipios: la Confederación Revolucionaria de Obreros Mexicanos (CROM), que estaba compuesta de 17 organizaciones sindicales y la cual llega a tener mucha fuerza y poder político en el estado. El gremio más fuerte de esta organización era el Gremio Unido de Trabajadores de Mar y Tierra. CROM y CTM tuvieron un papel preponderante en la lucha por el control de los gremios de Tecomán, Colima y Manzanillo, los tres polos más importantes de desarrollo de Colima a finales de los 60´s y hasta la fecha. También florecieron otros grupos sociales, los cuales tuvieron un papel importante en las decisiones políticas y sociales que se tomaban en torno al estado de Colima y los cuales, aunque independientes de las organizaciones antes mencionadas, tuvieron poder e influencia en los funcionarios de gobierno: Salineros, profesores, estudiantes, electricistas, telefonistas (estos últimos, apoyados por un fuerte movimiento central), católicos, comité nacional evangélico y logias masónicas. Sin embargo, esto no impidió que cada día aumentara el poder económico y político de otro grupo social: Los empresarios, quienes lograron imponer sus propias necesidades ante las de los demás grupos sociales como un poder hegemónico que llevaría al sistema de gobierno de estado protector en crisis hacia nuevos derroteros. La situación general del país llevó a una severa crisis, que abarcó prácticamente toda la década de los 80`s, cubriendo los períodos presidenciales desde López Portillo hasta Salinas de Gortari (Espada et al., 1998:55-67). Durante este tiempo, se dio el auge petrolero, favorecido por los altos precios 45 del crudo en el mercado internacional y se incrementó la participación del estado en industrias como: la minería. petroquímica, infraestructura eléctrica y en la adquisición de empresas en bancarrota. Las importaciones se liberaron y entraron al país, desde entonces, muchos bienes de consumo suntuario, provocando esto que decayera la industria nacional y la triplicación de la deuda externa (en 1976 se debían 23,000 millones de usd, en 1978, 34,000 m.d y en 1982, 85,000 m.d). Esta situación y el aumento de las tasas de interés de los préstamos internacionales, llevó a la decisión de nacionalizar la banca en 1982, lo que provocó los fenómenos de inflación y devaluación más graves en la historia nacional. La crisis fue general y se recrudeció en la cuestión del agro mexicano, donde se dieron conflictos fuertes entre gobierno y campesinos, quienes exigían tierras aptas para el cultivo, mejorías en los precios de garantía de los productos agrícolas y en los salarios de los jornaleros agrícolas y derecho a elegir sus propias autoridades ejidales, gremiales y locales. La poca atención al campo aumentó los movimientos migratorios del campo a la ciudad y las tierras quedaron abandonadas. En Colima, se ubica la fundación de la Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga Curso de Verano a finales de los 70`s, influenciada por la necesidad de profesionistas de los gobiernos estatales existentes, mismos que atendieran los diferentes grupos sociales que demandaban atención, principalmente en el campo, a través del DIF Estatal. Esto se da debido a que formar recursos humanos resultaba muy caro, pues había que enviar hasta al D.F. a las personas que el estado había habilitado para dar atención social al campo con el programa Red Móvil. El interés era ofrecer una opción educativa que permitiera frenar las movilizaciones migratorias y por ende, el fortalecimiento del campo mexicano. 46 En el período de López Portillo, el 95% de las tierras con qué se habían dotado a los campesinos eran no aptas para el cultivo (Espadas et al., 1998:68), así que los créditos otorgados al campo fueron aprovechados por los pequeños propietarios en lugar de apoyar a los ejidatarios, hacía los cuales se dirigieron programas de Asistencia Social. “El Colima de los ochenta es de transformación continua en todas sus estructuras, por la intervención del estado en la economía, en la sociedad, en la política y en la cultura” (Serrano, 1997:529). Empezaron a darse los procesos de descentralización de las distintas estructuras sociales y políticas del país y esto fortaleció los grupos regionales de poder en el estado. Esta fue la década que alcanzó a dos gobernadores colimenses que marcaron una diferencia en cuanto al apoyo social se refiere: Griselda Álvarez Ponce de León y Elías Zamora Verduzco. Griselda Álvarez, que gobernó de 1979 a 1985 se caracterizó por una política enfocada a lo social, reflejada en el denominado Plan Colima, que tuvo continuidad hasta el sexenio de Zamora Verduzco (1985-1991). Griselda Álvarez puso atención a diferentes situaciones sociales provocadas por una población urbana en aumento que demandaba servicios y la atención a las necesidades surgidas durante el periodo de Noriega Pizano y provocadas por la desigualdad social, la marginación, los conflictos por las tierras, la contaminación ambiental, la paralización de la inversión en la industria, los problemas ocasionados por el turismo, la delincuencia y la violencia dentro de las ciudades (Serrano, 1997:531). Esto sienta las bases para que los gobiernos estatales se den cuenta que la problemática social está cambiando y que existen entonces otros grupos 47 sociales que entran en juego, que demandan la apertura de oportunidades sociales (empleo, educación, salud), los cuales hacen que las políticas sociales enfoquen hacia la ciudad. Esta tendencia hacia la atención de los aspectos sociales emergentes hizo a Colima una entidad atractiva para la llegada de emigrantes, nacionales, principalmente, quienes venían atraídos por la creación de fuentes de empleo y la ampliación de actividades económicas en el campo, en la industria y en los servicios. “Colima fue tierra de oportunidades para los forasteros” (Serrano, 1997:537). Sin embargo, ni el gobierno de Griselda Álvarez ni el de Elías Zamora Verduzco lograron eliminar las desigualdades sociales y el crecimiento poblacional acelerado superó los esfuerzos por atender las necesidades de servicios públicos . El programa de gobierno de Álvarez, extendido hasta el sexenio de Zamora, buscaba mejoras en los niveles de bienestar social a través de programas construcción de viviendas, infraestructura y transporte, de aseguramiento de la autosuficiencia alimentaria y la promoción de mejoras a grupos sociales marginados, entre los que se encontraban las mujeres y para las cuales consideraba importante promover una mayor participación en condiciones de igualdad y de respeto (citado en Serrano, 1997: 541,543,549). Esta situación particular permite la ampliación de la oferta educativa en la Universidad de Colima y permite el impulso de carreras profesionales que entran dentro de la categoría social de profesiones femeninas, como lo es trabajo social. La aparición de esta última profesión en el entramado de las carreras ofrecidas por la universidad es tardía con respecto a la Universidad de Colima y con el tema de la economía doméstica, he incluso con respecto al resto de escuelas surgidas en la república mexicana, ya que la mayoría de las escuelas en el país 48 fueron fundadas entre 1933 y 1980, situándose el 66% del total de planteles existentes (44 escuelas), con fechas de fundación entre 1968 y 1978 (Valero Chávez, 1994:118). La crisis de los 80´s, manifestada también por un gran deterioro de la infraestructura nacional, como carreteras, comunicaciones (teléfono, telégrafo, correo), transportes, electricidad no alcanzó del todo a Colima, ya que aquí se vivió una década de crecimiento, de diversificación de los grupos políticos colimenses y de desarrollo de la industrialización. Sin embargo, la historia nacional fue determinante, la crisis alcanzó todos los sectores sociales y el gobierno hizo un cambio de estrategia. Con Miguel de la Madrid empieza a abandonarse el sistema del estado de bienestar y da inició un esquema de desarrollo neoliberal (Espada et al., 1998:69). Empieza a reducirse la intervención del estado en la economía, se da prioridad a la inversión privada, tanto nacional como extranjera y se reduce la inversión pública en el sector agropecuario, manifestada con el estancamiento en el crecimiento de la de la superficie dedicada a la producción agrícola, disminución de productos básicos (protegidos con precios de garantía) y el incremento de las importaciones en alimentos. En el sexenio de Salinas de Gortari (Espadas et al., 1998:69) se le dio mayor impulso al Neoliberalismo, se modificó el art. 27 constitucional para poder comprar y vender las tierras ejidales, que antes eran inafectables y se firma el TLC. En torno a las políticas de bienestar social, los 80´s se caracterizaron por una reducción de la participación del estado en los aspectos de vivienda, salud, alimentación y educación. Los recursos se quedaron centrados en las ciudades, hubo despidos masivos de empleados del sector público, aumentaron las enfermedades vinculadas al empeoramiento de las condiciones de vida de la 49 población, se desarrollaron acciones de salud desarticuladas, se construyeron viviendas con condiciones de funcionamiento mínimas (en Colima, el caso de las viviendas para los profesores es un ejemplo de ello) y más de la mitad de los mexicanos no tuvieron (ni tienen) la posibilidad de acceder a un programa de vivienda, muchos de los alimentos son importados y el apoyo al campo solo se da en aquellos productos que son susceptibles de venderse en el extranjero, las familias rurales tienen un ingreso de menos de un salario mínimo ( a pesar de que toda la familia trabaja y aporta), los campesinos y obreros en general tienen ingresos reducidos, pagan más por los alimentos que consumen, no tienen instalaciones domésticas que les permitan conservar sus alimentos, no tienen facilidades comerciales y consumen alimentos baratos, pero poco nutritivos (Espadas et al., 1998: 89-98, 101-102). Todo esto genera descontento pues las condiciones de vida de la gran mayoría de mexicanos se deterioran y la pobreza aumenta considerablemente. Se agudiza el descontento rural y aparecen movimientos armados que persisten hasta ahora, como el EZLN. El candidato más firme a la presidencia de la República era Luis Donaldo Colosio, candidato a PRI al máximo escaño político del país. Sin embargo, Colosio tenía ideas propias, no compartidas el ideario político de su partido, lo que provocó su muerte en 1994, por genocidio. Cuando llega Zedillo al poder (1994-2000) encuentra un país sumido en la crisis, provocada esta por una política de estado tendiente a favorecer políticas económicas en donde sólo los que más tienen pueden salir adelante. Esta situación prevaleciente afectó los rubros más importantes de la vida del país, como fueron la educación, la salud y el apoyo social. Tan sólo en 1998 se redujeron 18 mil 115.5 millones de pesos al gasto público, afectando con esto las políticas en materia de desarrollo social, rural y del combate a la pobreza extrema (Novedades Editores: 21 de febrero de 1998). 50 Dentro de las políticas a nivel de educación se favoreció el desarrollo de las profesiones tecnológicas y se dio un fuerte impulso a las carreras técnicas, lo que se consideraba necesario “para impulsar la industrialización en México” (Rubio, : mayo 2000). En una biografía sobre él (www.geocities.com.mx) se comenta que: desde que asumió el cargo de presidente de la república mexicana creo las condiciones para que se diera la alternancia en el poder, pero una alternancia dirigida a un partido de derecha como el PAN, jamás un partido de izquierda como el PRD al que consideraba un partido dado al mesianismo y la violencia y los extremos y con muy poca capacidad política para llevar las riendas de un país como México. Desgasto con reformas anti populares a la bancada del PRI en el congreso, obligándolos a aprobarlas, con el poder omnímodo que todavía mantenía un presidente que había perdido la mayoría absoluta en el congreso pero mantenía el mando absoluto en las riendas del PRI. Es famoso su apresuramiento a aceptar el triunfo de Vicente Fox cuando todavía, posiblemente, no llegaba ninguna acta de escrutinio a los Consejos Electorales... Es posiblemente, el presidente políticamente con menos poder en los últimos tiempos de la hegemonía del PRI. Esto sienta las bases para la transición democrática. La sociedad en general encontró que las versiones del poder emanadas del PRI no dejaban satisfechas sus necesidades sociales más apremiantes y se empieza a gestar la idea de tener un gobierno diferente. Es este el gobierno que existe en el momento en el que surgen las dos últimas escuelas de trabajo social en el estado, las cuales, desde su inicio, han estado marcadas por una falta de apoyos de diversa índole para su desarrollo. A pesar del despegue en la educación técnica en el país, el Instituto Sor Juana Inés de 51 la Cruz y la Academia Comercial Solís han tenido serios problemas para su sostenimiento, lo que repercute considerablemente en la formación académica que se ofrece al alumnado de la carrera de Técnico en Trabajo Social que se imparte dentro de sus aulas. El gobierno de Zedillo permite la llegada al poder de un partido político distinto al que había gobernado más de 70 años a México y el gobierno de Fox se plantea nuevos derroteros. Junto con la transición del poder han llegado otros cambios que, aunque paulatinos, están dando otra fisonomía a la vida política, social y económica del país y los que no necesariamente son los más positivos. Durante los primeros meses de la gestión presidencial de Fox han ido tomando fuerza actores sociales importantes como son las asociaciones civiles, las cuales están incluidas en el Plan Nacional de Desarrollo como una alternativa importante para promover desde ahí el desarrollo social (PND 2001-2006, 2001: 25). Esto pone de manifiesto que cada vez más la sociedad civil y cada vez menos el gobierno del país atenderá las necesidades sociales existentes, mientras se siga manteniendo un sistema económico neoliberalista como lo conocemos hasta ahora. El estado en estas circunstancias juega un papel de mero regulador de las relaciones entre particulares y en lo que respecta a las cuestiones sociales, se encaminará su participación (del estado) a regular el funcionamiento de los organismos de particulares que atiendan los problemas más acuciantes de México, como son: El cambio demográfico (grupos de interés: mujeres, ancianos, jóvenes y niños), la seguridad pública, la violencia dentro del hogar, adicciones, trabajo infantil, el acceso a la educación, indígenas, discapacitados, la inequidad de géneros, la pobreza crónica, el deterioro ambiental (PND 2001-2006, 2001:73-95), entre otros. Este enfoque de apoyo a los problemas sociales antes mencionados a través de la sociedad civil implica una influencia significativa en la forma en que se 52 educan a los trabajadores sociales en este momento en la mayoría de las escuelas del país y, por ende, influirá en las futuras escuelas de trabajo social que puedan crearse en este período gubernamental, pues las perspectivas de su formación deben considerar las posibilidades de empleo y las condiciones de trabajo que encontrarán sus futuros egresados. En este capítulo se ha mostrado que la aparición de las escuelas de trabajo social en el país entre 1933 y 1980 (Valero Chávez, 1994: 118 ), cada una de ellas con distintas maneras de entender y abordar las problemáticas sociales, lo que hacía que el cuerpo de conocimientos que se impartían al interior de sus aulas fuera (y sea, hasta ahora), muy heterogéneo. Las corrientes de pensamiento que han dado cohesión y fuerza a las distintas épocas de la formación de los trabajadores sociales tienen que ver principalmente con la manera en que se analizan los problemas sociales y en el papel que juegan los principales actores sociales en estas mismas concepciones, que emanan de una forma de ver el mundo por parte de quienes detentan el poder (económico, político, cultural) y quienes son los que aprueban o no determinadas políticas sociales. Si se sitúa la evolución de las escuelas de trabajo social en relación a las políticas públicas existentes en cada uno de los gobiernos de la república en los momentos en los que se sitúa el surgimiento de cada una de las escuelas de trabajo social del país, podríamos ubicar a éstas con una perspectiva acorde con la manera de pensar de quienes en ese momento dirigían el país. Esto sucede porque desde sus orígenes, la profesión está ligada a las políticas públicas y responde a las necesidades del estado relacionadas con dar cumplimiento a las acciones que cada uno de los gobiernos, en su momento ha establecido (Montaño, 2000:8, Montaño, 1998:17, Iamamoto, 1997:91 y Netto, 1997:70). 53 En general, se puede decir que la primera etapa en la formación de los trabajadores sociales se ubica en la carrera técnica (Valero Chávez, 1994: 81104 y Evangelista, 1998: 73-76), la cual formaba individuos que provenían de un nivel educativo de primaria, primero, y de secundaria después. La incorporación de los estudios de licenciatura se da más tarde, la mayoría de las ocasiones, como una transformación de los planteles educativos, los cuales primero ofrecieron la carrera técnica y después el nivel licenciatura, con cierto periodo de transición en que ambas carreras estuvieron presentes. En el caso de Colima, esta transformación no se ha dado, ni se dio. Las escuelas que nacieron siendo técnicas, ofrecen todavía ese nivel y la Universidad de Colima nunca tuvo nivel técnico en trabajo social. Aún cuando la OIT (Organización Internacional del Trabajo)(1991:6, 88, 139) hace una diferenciación entre Profesionales científicos e intelectuales 17 y los técnicos y profesionales de nivel medio 18, a la hora de definir lo que hace un profesional del trabajo social y sus tareas anota exactamente la misma definición y las mismas tareas que un trabajador o asistente social de nivel medio, dándole el carácter de orientador de personas sobre problemas sociales y equiparándolo con otras ocupaciones como trabajador social nivel medio, trabajador social nivel medio-empresa, visitador social nivel medio, asistente social, asistente social-empresa y visitador social. Las tareas a desarrollar por el trabajador social, llámese profesional o de nivel medio (que en México sería técnico o licenciado) se centran en ayudar a las personas (individuos, familias, etc.) a resolver sus problemas sociales a través de asesorías y análisis de su problemática, ofreciéndole alternativas de solución, así como también se enfocan a la prevención de problemas sociales, a la atención de grupos 17 “Comprende las ocupaciones cuyas tareas principales requieren para su desempeño conocimientos profesionales de alto nivel y experiencia en materia de ciencias físicas y biológicas o ciencias sociales y humanidades. Sus tareas consisten en ampliar el acervo de conocimientos científicos o intelectuales; aplicar conceptos y teorías para resolver problemas o por medio de la enseñanza, asegurar la difusión sistemática de esos conocimientos” (OIT, 1991:6). 18 “Comprende las ocupaciones cuyas principales tareas requieren para su desempeño conocimientos técnicos y experiencia de una o varias disciplinas de las ciencias físicas o biológicas o de las ciencias sociales o humanidades. Esas tareas consisten en llevar a cabo labores técnicas relacionadas con la aplicación de conceptos y métodos en relación con las esferas ya mencionadas y en impartir enseñanza de cierto nivel" (OIT, 1991:6) 54 sociales marginados y a la participación en el mejoramiento de los servicios de protección y asistencia social. 55 CAPÍTULO DOS ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL “VASCO DE QUIROGA” CURSO NORMAL. 2.1.- ANTECEDENTES Y FUNDACIÓN El trabajo social se desarrolló de manera diversa en cada región del país. Las áreas prioritarias de ubicación laboral y por ende, de formación, dependían (y dependen) del tipo de necesidades sociales existentes en el entorno. Así, en sus inicios, las escuelas de trabajo social se enfocaban a las áreas de la salud y del campo. A finales de los 50´s e inicio de los 60´s un aspecto crucial en el desarrollo de la diferentes regiones del país era el campo. Consecuencia de los movimientos sociales vividos y la lejanía de los estados respecto a una política social que centralizaba los servicios en las grandes ciudades, las zonas rurales estuvieron realmente olvidadas y con poco desarrollo social y los esquemas tradicionales de vida resultaban un escollo que saltar en los intereses nacionales de lanzar al país a una situación económica y social mejor. En un estudio realizado por la UNAM (Aguirre Harris, 1984: 82-83) sobre las escuelas de trabajo social existentes al final de la década de los setentas e inicio de los ochentas, se establecieron como razones comunes que permitieron la fundación de los planteles el responder a la demanda de trabajo social, principalmente en estados del país donde la profesión empezó a despuntar como un polo importante de desarrollo en el aspecto social. Las instituciones empezaron a demandar profesionistas que hicieran frente a los problemas sociales existentes y sobre todo que estos profesionistas fueran personas con 56 una formación sólida y que pudieran atender adecuadamente la demanda social. Al mismo tiempo empezó a haber mayor cantidad de estudiantes que requerían de estos estudios y la demanda estudiantil creció de manera importante. Crear los planteles favoreció además a los estados porque evitó la emigración de estudiantes. Al haber tantos alumnos interesados hizo entonces atractiva la creación de este tipo de escuelas. La Vasco de Quiroga no estuvo exenta de esto. Aún cuando ya había personas que daban atención social a través de distintas dependencias, estas no tenían una formación profesional, sino que tenían cursos de diversa índole, los cuales no estaban articulados. La característica primordial de la Escuela Vasco de Quiroga fue que se encaminó hacia la atención de las mujeres del campo (López, 1987: 2-5). La escuela de Trabajo Social se creó para dar oportunidad a hijas de campesinos sin formación para que obtuvieran una profesión que les permitiera mejorar sus condiciones de vida. La principal impulsora de la creación de una instancia que permitiera formar a las hijas de campesinas fue Margarita Septién, quién fue reconocida por el interés profundo que tenía respecto a las necesidades del campesinado, ya que, aún sin tener formación académica, había vivido y convivido con esas necesidades en distintas regiones del país. Con base en el comentario de su actual dirigente (Escobosa Hass, Angela. Directora de la escuela de Trabajo Social “Vasco de Quiroga. Grabación hecha el 10 de noviembre de 1999), se puede ubicar el origen de la Escuela “Vasco de Quiroga” en una escuela para mejoradoras del hogar rural denominada “La labor” (fundada en 1952), ubicada en Apaseo el Grande, lugar donde radicaba Margarita antes de casarse. Ella (Margarita), con una filosofía de la vida muy humanista, emanada de su apego por la religión católica, de la cual era practicante convencida, reconocía la 57 importancia de educar a las campesinas como un medio para sacar a las familias campesinas de la pobreza y marginación en las que estaban sumergidas y sobre todo, para propiciar polos de desarrollo para las mujeres, ya que, en el campo, eran el sector social con menos oportunidades “en aquel entonces todo se dificultaba para la mujer... la mayoría no tenía acceso ni siquiera a la primaria” (Escobosa, 1999). El interés de Margarita Septién era que las personas, mujeres formadas en una carrera técnica, regresaran a sus lugres de origen, a sus hogares e hicieran el trabajo en la comunidad pero con bases más sólidas, dadas a través de una formación escolar (Escobosa, 1999).. La atención social emanada de las instituciones del estado y del federalismo exigían la pronta ubicación laboral de las egresadas del Vasco de Quiroga, a fin de suplir las carencias de personal capacitado lo más pronto posible. Los programas sociales existentes al momento de la fundación de la “Vasco de Quiroga” y en los cuales tenían cabida sus egresadas, fueron generados, principalmente, por la Secretaría de Agricultura, el Seguro Social, el DIF, que en ese entonces era el Instituto Nacional de Protección a la Infancia 19 El 20 de junio 1962 se fundó la escuela en las instalaciones de la Hacienda de Nogueras20, que era la vivienda de Margarita Septién y Alejandro Rangel Hidalgo, su esposo. La escuela se pensó como una oportunidad de formación no solo para las mujeres campesinas, sino también del sur de Jalisco y de la región costera de Michoacán. La primera carrera que se ofreció fue la de mejoradora del hogar rural. Se ingresaba a la escuela con antecedentes de primaria, y como documento probatorio se pedía el certificado de sexto año de primaria. Funcionó como internado desde un inició, contando hasta con 80 internas, todas las alumnas vivían en las instalaciones escolares debido 19 Su programa prioritario era el de La gota de leche, y consistía en procurar el abastecimiento de este alimento a los pequeños menores de un año y evitar así el raquitismo 58 principalmente a que no era tan fácil ir y venir a sus casas. El primer nombre que recibió esta escuela fue el de Centro de Economía Doméstica. Poco tiempo después, Alejandro Rangel Hidalgo y su hermano Javier donaron el terreno donde actualmente funciona el plantel. En la Hacienda de Nogueras se laboró por espacio de 2 años y después se hizo el cambio a las instalaciones actuales. Los objetivos que perseguía entonces la escuela en realidad eran, por un lado, “[Propiciar el] desarrollo cultural, ético y económico del campesino mexicano y [por otro] la adquisición de los bienes muebles e inmuebles que sean necesarios para la realización de sus fines” (Escritura pública no. 1676, 20 de junio de 1962). “ Vasco de Quiroga” fue la primera Escuela de Trabajo social que se fundó en el Estado de Colima y su historia ha recorrido por derroteros interesantes. Las primeras fuentes de financiamiento provenían de la misma Margarita Septién y de su esposo, aunque con el tiempo consiguieron que un grupo católico alemán denominado MISERIOR financiara gran parte de la actividad de la escuela. Las primeras maestras que tuvo el plantel era un grupo de 6 monjas francesas, con experiencia en trabajo comunitario y educación rural, las cuales apenas si percibían algún sueldo, pero a las cuales la señora Septién les consiguió alumnas de francés entre las familias acomodadas del lugar, a fin de que éstas, al tener más recursos, pagaran cuotas mensuales por las clases de idioma, lo que permitiría la entrada de recursos económicos para estas monjas y pudieran ellas seguir con la labor educativa dentro del plantel. En un inicio, como ya se comentó, no existían instalaciones físicas para la escuela, pero eso se resolvió pronto y con ayuda del CAPFCE21 se construyeron las aulas y los dormitorios para las estudiantes, aunque también se recibieron aportaciones de MISERIOR. El edificio, tal como se encuentra en la actualidad data de 1965 y se comparte en los veranos con la Escuela de Trabajo Social “Vasco de 20 21 Escritura pública no. 1676, presentada ante la Notaría del Lic. Julio Santa Ana, en Colima, Col. Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas 59 Quiroga” curso de verano y supervisión continua, la cual también se fundó con un fuerte impulso de Margarita Septién. 2.2.- INFLUENCIA TEÓRICA En un inicio, cuando se crea la escuela, no había una idea clara de lo que era el trabajo social, sino que en realidad, lo que fundamenta la creación es más que nada el apoyo al campo y a las mujeres campesinas. En ese sentido es que se abre la carrera de mejoradoras del hogar rural y la fundamentación teórica principal sienta sus bases en el humanismo católico el cual considera como prioritario el apoyo al necesitado. La concepción de la realidad obligaba a una acción social muy asistencial. Las materias que se impartían en un principio intentaron dar respuesta a la problemática rural que en ese momento se consideraba como de atención prioritaria 22 Poco después, cuando ya realmente se crea la carrera de trabajo social, éste se concibe, “como una ciencia no solo desarrollista sino como una ciencia que fuera darle [sic] a la mujer la capacidad de gestionar su propio desarrollo” (Escobosa, 1999). Margarita Septién fue la principal defensora de esta postura teórica que estaba basada en la metodología de desarrollo de comunidad y en el desarrollo humano. De acuerdo a la opinión de la actual directora del plantel, Angela Escobosa (1999), lo que se quería es que el trabajo social no fuera “sólo una ciencia afiliada a las otras ciencias sino que tuviera sus bases propias”, es decir, la influencia teórica que prevaleció una vez que se creó la carrera de trabajo social fue principalmente el que trabajo social se considerara más que como disciplina, como una ciencia. Esta postura teórica se fortalece con el movimiento de reconceptualización, que si bien en México no manifestó brotes importantes, en el caso de la “Vasco de Quiroga” se ve influenciada por la presencia, en épocas posteriores a su fundación, de profesores chilenos y 22 Ver en anexo 3 el esquema del primer plan de estudios. 60 argentinos que vinieron a formar parte de su planta de maestros, lo cual ayudó a redefinir el rumbo de la escuela. Estos profesores, de los que destaca un ministro de educación Chileno y su esposa, los cuales eran amigos de Margarita y llegaron exiliados al país 23, habían vivido de cerca el movimiento de reconceptualización en el cono sur y uno de sus principales planteamientos era redefinir la concepción tradicionalista del trabajo social paliativo y paternalista. Esto hace que se empiecen a cuestionar materias como Artesanías, Economía doméstica y sobre todo, la práctica de las estudiantes. Al ocurrir estos cuestionamientos la escuela se dividió y se formaron por lo menos tres grupos plenamente identificados (Lira Trujillo y Soto Medina, 1986:37). Por un lado se encontraban las maestras francesas, con una tendencia conservadora y con gran influencia en las alumnas; por otro, estaban algunos alumnos y los maestros extranjeros y el tercer grupo lo formaba el patronato, el cual no acertaba a tomar una decisión a favor o en contra de ningún grupo, incluso el mismo patronato se vio dividido y la mayoría decidió retirar el apoyo a la escuela, alegando que se estaban gestando en su interior tendencias comunistas. Una de esas organizaciones que ya no apoyaron económicamente a la “Vasco de Quiroga” fue precisamente MISERIOR. Como los recursos llegaban vía el obispo de la ciudad, el que fungía como tal en esa época se disgustó por la presencia de los chilenos y llamó la atención a Margarita Septién, instándola a que prescindiera de sus servicios como profesores, como una condición irrevocable para poder seguir percibiendo los recursos de MISERIOR. Como la señora Septién se negó a las peticiones del obispo, entonces este retiró el apoyo económico “por tener comunistas en la escuela” (Ferraez, Pastora. Profesora fundadora de la Escuela de Trabajo Social “Vasco de Quiroga” de Comala, Colima. Grabación realizada el 25 de octubre de 1999). Después de enfrentamientos desgastantes entre ambas corrientes de pensamiento, se decidió la renuncia masiva de los profesores, tanto de uno 23 Luis Echeverría simpatizó siempre con el presidente Salvador Allende y cuando éste fue derrocado, ofreció asilo político a muchos chilenos perseguidos por el régimen dictatorial de Augusto Pinochet. 61 como de otro bando, a fin de evitar la clausura del plantel. La directora del mismo era entonces Pastora Ferráez, la cual también renunció y en su lugar quedó el que era entonces el administrador del plantel, Luis Macedo, mismo que asumió la dirección en 1977 (Lira Trujillo et al. 1986:38). Con la nueva administración y con nuevos profesores, la escuela reestructuró los contenidos de sus programas de estudio en base a las propuestas de la reconceptualización24 y para el ciclo escolar 1977-1978 se solicitaron nuevos requisitos para ingresar al plantel, lo que incluía un curso propedéutico de tres días y sobre todo, se modifica la práctica académica25. Desde esta concepción, las funciones del trabajo social, al no ser asistencial, reconoce en el profesionista de esta área funciones no sólo de apoyo a otras profesiones, sino una participación más activa en el campo laboral, con un interés de generar programas de acción social que sean viables y que sean coordinados por trabajo social en las oficinas o dependencias. De acuerdo a la opinión de Angela Escobosa (1999), pareciera que la influencia teórica tiende a un ejercicio individualista y con una visión de cambiar las situaciones sociales pero a partir de la perspectiva del trabajador social. Ella dice: “Las funciones se resumirían en que el trabajador social debe ser propositivo y creativo para estar pensando en qué necesidad hay y cómo la voy a atender desde mi profesión” (Escobosa, 1999). Debido a esto, muchos intelectuales dejaron su país y se vinieron a México, encontrando en estos espacios un lugar para desarrollarse profesionalmente. 24 Los planteamientos principales de los chilenos llegados a Comala eran que la escuela debería tener una estructura tal que permitiera a las alumnas discutir la situación social actual y cuestionar el papel de las instituciones en la misma, así como replantearse los métodos de intervención actuales y sustituirlos por modelos metodológicos que respondieran realmente a las necesidades sociales, ya que los métodos tradicionales, como caso, grupo y desarrollo de comunidad se consideraban obsoletos en el cono sur, lugar en donde el movimiento de reconceptualización se dio con más fuerza que en México. 25 La práctica académica es el espacio que tienen los estudiantes para incidir en algún aspecto de la realidad social, de acuerdo al escenario que le ha sido asignado para tal efecto Las prácticas académicas, para desarrollarse, tienen el apoyo de profesores que fungen como supervisores y son los encargados de evaluar en el alumno los conocimientos prácticos que va adquiriendo en el ejercicio de su profesión. Es actuar como trabajadores sociales pero con el asesoramiento constante de la escuela y la corrección de los procesos a fin de poder lograr un aprendizaje en los futuros trabajadores sociales. 62 2.3.- CAMBIOS CURRICULARES Hasta el momento han existido en la Escuela “Vasco de Quiroga” cuatro planes de estudios distintos identificados con nomenclaturas distintas, pero estos mismos planes han tenido modificaciones a lo largo del tiempo en que han estado vigentes a fin de que puedan adecuarse a las exigencias del medio social, del estudiantado y de las posibilidades de empleo existentes. El primer plan de estudios de trabajo social de inició en 1969, es decir, a 7 años de fundada la escuela con la carrera de mejoradoras del hogar rural (anexo 3 ). En 1970 se introducen nuevas materias como investigación, planeación y desarrollo humano. En 1972, las estudiantes que inician el año escolar como estudiantes de la carrera de mejoradoras del hogar rural se incorporan definitivamente a trabajo social y con un nuevo plan de estudios se les otorga el título de trabajadora social rural (Cuevas et al., 1998:26). Este plan es modificado de nuevo en 1975 y se otorga, a partir de esa fecha, el título de trabajador social (1998:27). De 1976-1977 se “revoluciona” el plan de estudios (anexo 4), influenciada la escuela principalmente por el movimiento de reconceptualización, el cual llega con retardo al plantel con respecto a América del Sur, donde ya tenía más de 10 años de desarrollo e incluso, en donde se estaba ya apagando.26 En su última transformación en 1995, el plan de estudios incorpora estudios de bachillerato (anexo 5), en donde, a parte de salir con una formación técnica en trabajo social, el alumnado tiene una formación de bachillerato en humanidades que le permite acceder a la educación superior. La duración del plan de estudios son cuatro años. 26 Ezequiel Ander-Egg, en su “Diccionario del Trabajo Social” considera que el movimiento puede considerarse como “cerrado”a finales de los 70`s (1988:258) 63 Para ser un trabajador social egresado de la “Vasco de Quiroga” es necesario realizar servicio social constitucional, presentar una memoria de servicio social constitucional por escrito (resultados de la sistematización de la práctica, aunque ante la Dirección de Educación Pública del Estado está considerada como una tesis) y carta de la institución o dependencia en donde se prestó dicho servicio que indique su culminación y presentar examen profesional, el cual se solicita a la SEP (Escobosa, 1999). El examen se sustenta ante un profesor titular de la escuela, un directivo y un representante de la Dirección de Educación Pública del Estado. 2.4.- ORIENTACIÓN DEL PLAN DE ESTUDIOS El plan de estudios que era de tres años hasta 1994 se convierte en uno de cuatro años. Al principio los periodos escolares eran por años escolares completos, y después de que egresó la primera generación de trabajo social se planeó por semestres para que fueran 8 semestres, incluyendo en el octavo semestre el servicio social constitucional. En total son 67 materias en el plan de estudios actual, lo que representa 390 horas de teoría por semestre y 120 horas de práctica y se procura que la participación del estudiante sea constante, apropiándose éste del conocimiento como sujeto de la educación, no como objeto de la misma. Estos aspectos se describen en el plan de estudios registrado ante la Dirección de Educación Pública del Estado, el cual contiene 9 áreas de formación a saber. el área básica de trabajo social, el área de español, el área de ciencias sociales, área de administración, de complementarias, de ciencias de la salud, de ciencias de la conducta, de investigación y de servicio social interno El plan de estudios cuenta además con un perfil del aspirante y menciona la proporción entre horas teóricas y prácticas (Escobosa, 1999). Si bien en horas clase hay más carga horaria de materias teóricas, las horas de práctica, que 64 son 6 a la semana, le dan al alumnado la oportunidad de aplicar lo que aprendieron en las aulas 2.5.-DESARROLLO DEL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE El proceso de enseñanza aprendizaje en la Escuela “Vasco de Quiroga” está caracterizado por una participación activa de los y las estudiantes, ya que “tanto los alumnos como el personal docente se involucran conjuntamente en las actividades teóricas y prácticas del proceso de enseñanza- aprendizaje” (López, 1987: 5 ). El trabajo pedagógico en esta escuela está organizado por fases. A la primera se le denomina Fase introductoria y abarca el 1º y 2º semestre y comienza desde el curso propedéutico (López Carvajal, 1987: 12). El alumno realiza investigación documental y consulta a expertos para conocer el Estado de Colima un poco más a fondo y empiezan a visitarse “diferentes comunidades rurales,... industrias de transformación de productos del campo y sobre todo, parcelas y terrenos productivos” (Lira y Soto, 1986: 40). El interés de estas visitas es tener una primera aproximación a la realidad laboral y a las condiciones sociales, económicas, políticas y culturales del campo y la zonificación de regiones productivas en el estado. La segunda fase se denomina de praxis comunitaria; es cuando los y las estudiantes acuden a escenarios rurales o suburbanos a realizar sus prácticas de campo . Esta fase se desarrolla en 3º, 4º y 5º semestres (López, 1987:12) y la metodología de abordaje de la realidad es la investigación-acción. Aquí el estudiante deben identificar y comprender la situación en la que se encuentran las comunidades (Lira et al., 1986: 41) y sobre todo, elaborar, juntos, estudiantes y comunidad, planes de acción para hacer frente a esas 65 necesidades27. En esta fase, los estudiantes se quedan a vivir en las comunidades con las que trabajan, esto les permite “ir conociendo la comunidad, todas sus costumbres y cómo y de qué vive esa comunidad (Escobosa, 1999). La elección de la comunidad en la que se va a trabajar la hacen los alumnos y después la escuela formaliza la práctica enviando un oficio al comisario ejidal u otra autoridad de la comunidad. De acuerdo a lo que narra Angela Escobosa Hass (1999) .Los estudiantes organizados por equipos acuden a la práctica supervisados por un docente ya sea en la comunidad o en las dos horas que dura el taller de supervisión de la práctica.28 A veces, en el contexto de la práctica, los estudiantes dejan proyectos inconclusos, pero no son obligados por el plantel a terminarlos. Si no se dieron las condiciones necesarias en las comunidades para finalizar, los proyectos se quedan así y no siempre se les da continuidad por los equipos que vienen, ya sea porque esa comunidad no será escenario de práctica o porque los equipos de práctica que llegan desarrollan sus propios proyectos. En torno al tema de las prácticas académicas, las alumnas van en equipo pero tienen 2 horas de supervisión a la semana, el supervisor tienen que estar con el equipo 2 horas ya sea en la comunidad o en la escuela para ver los diarios de campo de todas, para ver si cumplieron lo que nosotros llamamos cuadro de control. Tienen un cuadro de control donde planean toda su práctica y después hacen la evaluación de la práctica con el supervisor y vuelven a planear su práctica, entonces esta práctica tiene que registrarse en un diario de campo y tiene que [realizarse en] equipo con el supervisor, no el alumno [de manera individual], para que a través del diario de campo, de las aportaciones de 27 La metodología de abordaje de la realidad más utilizada en la Escuela “Vasco de Quiroga es la de Investigación acción participativa, implica que el equipo de prácticas y la comunidad, conformada como equipos de personas interesadas en sus problemas comunes, se corresponsabilizan del desarrollo de las actividades programadas y sobre todo, entienden de dónde surgen y cómo deben enfrentarlas. 28 Los talleres de supervisión son reuniones, por lo regular en el aula o en un espacio destinado en la comunidad , en donde se hace trabajo denominado de gabinete, en donde se discuten los problemas 66 todo el equipo se pueda evaluar cómo se realizó y si se cumplieron los objetivos de esa práctica. (Escobosa, 1999) La última fase es también la que se ubica en los últimos semestres de estudio (6º, 7º y 8º) y es cuando los y las estudiantes se ubican en alguna institución y se desarrollan plenamente como trabajadores o trabajadoras sociales institucionalizados, es decir, están ubicados en programas institucionales (López, 1987: 12). 6º y 7º se consideran todavía prácticas de campo. Aquí el papel del estudiante es ubicarse como trabajador social en el contexto institucional, mientras que 8º semestre es para el servicio social constitucional. Para esta actividad los y las estudiantes deben asistir 5 días a la institución en donde están asignados. En este espacio de tiempo los alumnos no acuden a clases, pero son supervisados por un profesor o profesora a quién se le asigna un número determinado de alumnos y que es designado como responsable por la institución. (Escobosa, 1999). 2.6.- EVALUACIÓN CURRICULAR La primera aproximación de las mujeres del campo hacia los procesos educativos empezó a cuestionarse por los fundadores de la escuela, quienes veían la necesidad de seguir apoyando la formación de la mujer campesina, pero con perspectivas distintas, ofreciéndole a ellas una visión más amplia de su realidad, para que naciera en ellas el interés por transformarla. Además, las egresadas del plantel se enfrentan a otra problemática, que es la falta de empleo. En un principio, las egresadas de la carrera de mejoradoras del hogar rural encuentran empleo rápidamente e incluso, antes de que egresaran ya estaban siendo requeridas por las instituciones, sobre todo Secretaría de Salud y DIF, pues de acuerdo con las necesidades del país en ese momento, existían muchos proyectos relacionados con desarrollo rural. Sin embargo, tiempo comunes a los que se van enfrentando los estudiantes en la realización de su práctica y se busca una solución en equipo, junto con el supervisor o supervisora. 67 después estas mismas instituciones veían ciertas deficiencias en las egresadas de la “Vasco de Quiroga”, debido principalmente a que su nivel académico era muy bajo (Ferráez, 1999). Esto propicia el cambio y se inicia por Margarita Septién un proceso de búsqueda de personas que podrían favorecer este cambio, tales como María Atilano y Adolfo Manzano, dos trabajadores sociales importantes en esa época y con experiencia en la docencia (Ferráez, 1999). Además de consultar los planes de estudio de otras escuelas en el país, Margarita Septién busca en Guadalajara (nuestra realidad social más próxima con mayores opciones educativas que Colima en la década de los 60´s) la posibilidad de traer profesionistas técnicas en trabajo social que se interesasen por la docencia y que fueran originarias de Colima. Es así como se incorporan a la escuela tres recién egresadas de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Femenina de Guadalajara: Ángeles y Teresa García Pelayo y Pastora Ferráez Lepe. Esta última se involucra ampliamente en la creación de un plan de estudios que llega a aprobarse y se inicia en 1971. Actualmente, en la escuela se realizan reuniones de academia, las cuales se organizan para revisar el plan de estudios, para agregar contenidos a las materias, para invitar personas como conferencistas, para revisar los contenidos de los talleres. Según la opinión de Angela Escobosa Hass (1999), existe flexibilidad en el plan y mientras no se salgan de los lineamientos establecidos por la SEP, que indica cantidad de créditos a cubrir por los alumnos, pueden ir modificando materias, adaptándolas a los tiempos actuales, a los cambios sociales. La última evaluación fue en 1995 y en ella participaron los directivos y principalmente los maestros. La escuela ha tenido en total 5 planes de estudios distintos desde su creación ( 1969, 1970, 1972, 1977, 1995). 68 2.7.-FINANCIAMIENTO Con una influencia católica imperante, la escuela de mejoradoras del hogar rural se mantuvo hasta 1976 con aportes de una fundación católica alemana llamada MISERIOR y fue un recurso muy importante para equipar y construir las aulas en los terrenos donados por los hermanos Rangel Hidalgo. También el CAPFCE apoyó en la construcción de los primeros edificios. Otra fuente importante de financiamiento han sido las cuotas que pagan las y los alumnos. Si bien en un principio el pago era mínimo, actualmente es la principal fuente de financiamiento que tiene la escuela, junto con el apoyo del patronato 29. Antes, cuando las estudiantes no podían pagar en efectivo, hacían donaciones en especie, donando recursos para la granja que había en los terrenos de la escuela, lo que les servía para alimentarse a sí mismas, ya que la escuela siempre, desde su fundación, ha funcionado como internado. Actualmente sigue habiendo internas y se les llama grupo comunitario, ellas llegan el miércoles y se van el sábado. El dinero que ingresa a la escuela sirve para dar mantenimiento a las instalaciones y para pagarle a los profesores, mayoritariamente para pago de profesores es para lo que se usa. La cuota que pagaban los alumnos en 1999 era de 215 pesos mensuales Cuando hay gastos más fuertes que hacer de reparaciones o compra de equipo es la Asociación Civil la que lo proporciona. Esta Asociación civil son los que gestionan los recursos ante los gobiernos estatal y municipal y ante particulares (Escobosa, 1999). “Se considera como fuente de financiamiento a los maestros” (Escobosa, 1999), ya que lo que se les paga por impartir la clase realmente es simbólico (15 pesos 29 El patronato estaba constituido por cinco personas, una de ellas era Alejandro Rangel Hidalgo. Actualmente son cuatro y Pastora Ferráez Lepe es parte de este grupo . Cuando Angela Escobosa Hass se refiere al patronato está hablando de la asociación civil. Utiliza ambos términos indistintamente. 69 la hora) y se considera que ellos también aportan mucho a la escuela, pues van a impartir su cátedra por el poco dinero que se les paga. Los maestros deben tener otras fuentes de subsistencia ya que la escuela no puede pagarles adecuadamente y entonces su participación como profesores se considera como un servicio casi voluntario. Las trabajadoras sociales que imparten clases en la Escuela “Vasco de Quiroga” también tienen su trabajo por la mañana y por la tarde dan las clases, ya que es una escuela que funciona en horario vespertino. 2.8.- INFRAESTRUCTURA En cuanto a este rubro, podemos señalar lo siguiente: • La escuela cuenta con una biblioteca con más de 2500 títulos que hablan de Problemas sociales de México, de historia, de geografía y sobre todo, de trabajo social. Es la biblioteca más completa de trabajo social que existe en el estado. • Hay un laboratorio para física y química el cual fue construido con aportaciones extra de los alumnos, las cuales llegaron con rifas o actividades diversas • También cuentan con un dormitorio con capacidad para 150 personas • 5 aulas • Oficinas • Una cancha de básquetbol y voleibol • Cafetería • Auditorio con capacidad para 200 personas. • Espacios recreativos comunes y • Áreas verdes 2.9.-ATENCIÓN A LA DEMANDA ESTUDIANTIL 70 Las características principales del alumnado cuando inicia la escuela con la carrera de mejoradoras del hogar rural es que eran todas mujeres, hijas de campesinos y solteras, muy jóvenes, todas ellas con una formación apenas de primaria. El interés era formar mujeres que a su vez formaran a otras como amas de casa calificadas, lo cual les permitiría propiciar un desarrollo económico en las familias, ya que su función principal en el ejercicio profesional era entrenar a mujeres en la cría de animales domésticos para consumo familiar y la adquisición de habilidades que permitiera a estas mujeres cuidar el gasto proporcionado por sus maridos. Esta visión tan tradicional de la formación de las mejoradoras del hogar rural respondía, obviamente, a la idiosincrasia de comienzos de los años 50`s, donde la sociedad, con su grado de maduración exigía ese papel a las mujeres. El sexo femenino no tenía una oferta educativa muy amplia. Ahora, la población estudiantil sigue siendo muy joven, ya que son egresados de secundaria. Se les pide un promedio mínimo de 8.5, pues es el requerimiento de la SEP. En ese entendido, “Vasco de Quiroga” , al modificar su oferta educativa y ofrecer en la actualidad la carrera técnica en trabajo social con opción de bachillerato, les permite a las y los estudiantes, acceder a otros niveles educativos, si es que así lo desean. Esto ha sido un acierto por parte de las directivas del plantel y una buena forma de atender la demanda estudiantil, sin embargo, la mayoría entra motivada por estudiar trabajo social y lo manifiestan de esa manera con su trabajo cotidiano (Escobosa, 1999). En promedio, los aspirantes aceptados son un 70% del total y con ellos forman dos grupos de primer semestre que oscilan entre 35 a 40 alumnos por grupo. Por otra parte, se considera que sí se atiende la demanda estudiantil ya que se evalúa al final de cada semestre cual ha sido la problemática enfrentada y la forma en como pueden resolverse o se han resuelto, tomando en cuenta las necesidades más apremiantes. 71 La Escuela “Vasco de Quiroga” sigue ofreciendo servicio de internado a mujeres, lo que permite a las estudiantes que vienen de lugares lejanos, tener un lugar económico y seguro para vivir mientras están estudiando, aprendiendo y conviviendo. Ellas mismas elaboran sus alimentos y si necesitan comprar despensa, lo hacen en Comala. Al mismo tiempo que se preparan para ser trabajadoras sociales, aprenden lo que es vivir en comunidad porque son cerca de 40 las que viven aquí en la escuela, “entonces nosotros sólo las asesoramos en que tengan equipo de cocina, de aseo, [en sus] ... compras pero entre ellas hacen su menú ... organizan la forma de alimentarse” (Escobosa, 1999). Actualmente la población estudiantil es de ambos sexos y se procura que sean provenientes de familias campesinas, a fin de que, una vez, que egresen, regresen a sus lugares de origen con mejores elementos para propiciar el desarrollo social en su entorno. No siempre sucede esto, pero esa es la pretención de la escuela, lo cual no deja de ser poco realista, debido principalmente a que la movilidad social de los individuos formados escolarizadamente los empuja a buscar fuentes de trabajo remuneradas, las cuales no siempre se encuentran en los lugares de origen. Llevado esto al medio rural, es casi imposible encontrar espacios laborales para la mano de obra calificada, lo que hace que las personas formadas con una profesión (ya sea de nivel técnico o de nivel licenciatura) se concentren en las grandes ciudades o en las capitales de los estados. En el caso de trabajo social, las principales fuentes de trabajo se ubican en las instituciones públicas, las cuales regularmente no tienen plazas laborales en el medio rural. 2.10.- RECURSOS HUMANOS 72 Las primeras profesoras que laboraron en este plantel fueron las monjas francesas con experiencia en escuelas rurales, después se incorporaron Pastora Ferráez y las hermanas García Pelayo, todas trabajadoras sociales. Unas como otras estuvieron activas desde 1962 y hasta 1976, año en que se da la renuncia masiva de profesores debido al conflicto entre los grupos de poder que se generaron por la llegada de los profesores chilenos exiliados, con ideas más revolucionarias en torno al trabajo social. Actualmente son 24 profesores, 5 de las cuales son religiosas de la orden de las Adoratrices (la directora del plantel se encuentra entre ellas), 9 son trabajadoras sociales técnicas, 10 cuentan con formación de licenciatura ( 2 contadores públicos, 2 sociólogos,1 licenciado en ciencias políticas, un profesor en matemáticas, un ing. químico, un licenciado en letras y comunicación y un licenciado en teología) Los profesores se contratan a través de otros profesores que los invitan. 73 CAPÍTULO TRES ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL “VASCO DE QUIROGA”, CURSO DE VERANO Y SUPERVISIÓN CONTINUA. 3.1 ANTECEDENTES Y FUNDACIÓN Esta escuela surge como una opción de formación académica para promotores sociales del DIF, quienes tenían una basta participación en el desarrollo de la comunidad30, para la cual eran capacitados de manera continua por parte del DIF Nacional. Estas promotoras sociales acudían cada cierto tiempo al Distrito Federal a recibir dicha capacitación y resultaba bastante costoso para el sistema, ya que de toda la república eran enviadas las promotoras sociales a estudiar a la capital, pero todos estos estudios eran considerados sin valor curricular. Eran cursos, talleres, sin cuerpo teórico que les diera fundamentación y eso impedía que las asistentes a los mismos se ganaran con eso un título académico. Después estos talleres y cursos empezaron a impartirse en Comala, en las instalaciones de la Escuela “Vasco de Quiroga”, creándose así el CECADER (Centro de capacitación para el desarrollo rural), apoyado fuertemente por una organización de Pátzcuaro, Michoacán denominada CREFAL (Centro Rural 74 Educativo y de Formación de América Latina) con la que Margarita Septién mantenía fuertes lazos de comunicación y cooperación. CECADER impartía cursos cortos de dos o tres meses con internado y se consideraba un complemento de la Escuela “Vasco de Quiroga” (Ferráez, 1999). Con este antecedente, Margarita Septién considera que existe la posibilidad de articular estos cursos cortos como una profesión técnica que permitiera integrar a la profesión a estos promotores empíricos “cuyo compromiso social ya se daba en la práctica” (Velásquez, Segura y Mendoza, 1985: 33). Las personas que son invitadas por la señora Margarita Septién como consultores son dos trabajadoras sociales: Luz Rosales y María Atilano (Segura, Aída. Directora de la Escuela de Trabajo “Social Vasco de Quiroga” curso de verano. Grabación realizada en julio de 1999 en Comala, Col. ). Luz Rosales era la directora de un centro de trabajo social en la ciudad de México y la cual tenía una formación teórica impregnada del movimiento de reconceptualización31 que le venía de los sudamericanos, principalmente chilenos, llegados a México durante la época de apertura del país a la presidencia de Salvador Allende. Esto fue durante la época de Luis Echeverría Álvarez, quién proporcionó asilo a refugiados chilenos después del derrocamiento de Salvador Allende por el dictador Augusto Pinochet (www.monografías.com.mx, febrero 2001). Estos chilenos son los mismos que estuvieron colaborando en la escuela “Vasco de Quiroga” curso normal. Esta influencia teórica le permitió a Luz Rosales ser comisionada por la Dirección General de Educación Tecnológica e Industrial (DGETI) para construir 30 Modelo de intervención que busca propiciar el mejoramiento social, político, económico y cultural de las poblaciones que sufren procesos de marginación. 31 La reconceptualización se planteó, principalmente, la necesidad de reformular los métodos de intervención en trabajo social existentes hasta antes de este movimiento latinoamericano de la profesión. Estos métodos eran caso, grupo y desarrollo de comunidad. Lo que se buscaba con esto era conocer mejor la realidad latinoamericana y nacional, contribuir al mejoramiento de las ciencias sociales y sacar a la profesión del Trabajo Social de la crisis a la que se enfrentaba por no poder responder a las exigencias sociales emergentes y que demandaban una forma de abordarlas con eficacia, lo que no lo daban los métodos tradicionales, desde la perspectiva de los profesionales que se inmiscuyeron en el movimiento. 75 un plan de estudios para trabajo social en donde se trabajara con un método básico.32 Este proyecto alternativo se desarrolló en el CETIS No. 733, pero no llegó a concretarse la idea porque después de iniciado el proyecto, se regresa a trabajar con los métodos tradicionales y el proyecto queda olvidado (Segura, 1999), debido principalmente a que Luz Rosales deja de ser directora de aquel plantel y existían profesores en el mismo que no estaban de acuerdo con el cambio de estrategia. Sin embargo, el proyecto renace en Colima cuando Margarita Septién busca a Luz Rosales para plantearle la posibilidad de desarrollar un plan de estudios en trabajo social que permitiera fortalecer el Centro de Capacitación para el Desarrollo Rural (CECADER), naciendo así la escuela de verano (Velásquez et al., 1985:31), con el apoyo de María Atilano, quién también compartía los puntos de vista de Luz Rosales y trabajó con ella en la adaptación del curriculum a las necesidades del CECADER. La escuela fue fundada en 1978, aunque recibe su incorporación oficial el 25 de septiembre de 1980 (anexo 9) . El modelo de organización era muy flexible, pues lo que se buscaba era que se permitiera la reflexión y la relación continua de la realidad, como procesos elaborados por el estudiantado, eligiéndose el sistema modular como el más propio para el manejo de los contenidos teóricos y tomando a la práctica como la base para el aprendizaje, partiendo de que el alumno comprende mejor la realidad actuando en ella. Los objetivos que se perseguían en ese entonces eran: Colaborar con el país en la formación de profesionales que actúen en la realidad agraria; integrar a nuestra profesión a aquellas personas que han funcionado como promotoras rurales con un trabajo empírico y comprometido, reforzándolos para que logren una mayor eficiencia; Recoger, analizar y sistematizar la experiencia rural e incrementarla; 32 En la reconceptualización, los caminos que se siguieron para la reformulación de los métodos de intervención fueron tres: Mejorar los métodos tradicionales (caso, grupo y desarrollo de comunidad), hacer una aplicación integrada de los métodos tradicionales o elaborar una nueva metodología que se denominara método único, método básico o método integrado. 33 La que fue la primera escuela de trabajo social dentro del sistema de educación tecnológica en el país. 76 Llevar a las comunidades la aportación teórica, metodológica y técnica que nuestra profesión ofrece [y] dar a nuestra profesión una nueva alternativa de formación profesional, donde la práctica reflexionada sea la principal fuente de conocimiento (Velásquez et al., 1985: 31-32) El primer plan de estudios se denominó TETS 78 y a partir de ahí ha habido 3 modificaciones, es decir, que la escuela ha contado con cuatro planes de estudio (Segura; 1999). Para poder cursarlo, exige certificado de secundaria y otorga 320 créditos, se imparte en cuatro años, con cursos presenciales en verano y con una supervisión continua el resto del tiempo (10 meses). En el transcurso del tiempo fueron acercándose al plantel personas que trabajaban en el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE) en hospitales psiquiátricos, en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), etc. “Entonces nos damos cuenta que el problema de lo empírico es más amplio que lo rural”(Segura, 1999) y la escuela empezó a trabajar en esa vertiente. En un principio la escuela tuvo seis profesores, quienes a su vez eran docentes y supervisores y cuya formación era trabajo social a nivel técnico. Con respecto al financiamiento, inicialmente la Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua tenía el apoyo financiero de la Asociación Civil “Vasco de Quiroga”. 3.2. INFLUENCIA TEÓRICA Uno de los grandes problemas en las instituciones públicas era que se habían abierto espacios para el trabajo social, pero a falta de recursos formados se contrataron personas empíricas, quienes necesitaban formación profesional. La filosofía de la escuela era que “no tiene caso que combatas a una empírica, mejor edúcala” (Segura, 1999) y bajo ese precepto se trabajó y se trabaja todavía. 77 Los principios teóricos que dan sustento a este esquema académico de trabajo modular representó un avance en la enseñanza del trabajo social debido a que Supera la formación que parte del conocimiento fragmentado y la simple ordenación vertical de las asignaturas comprendidas en un plan de estudio; representa una renovación curricular que permite la interrelación entre la investigación, la docencia y el servicio a la comunidad; permite determinar el eje central a partir del cual se genera el proceso formativo, lo que ayuda a su vez a recuperar la práctica que en este caso ya es realizada por los alumnos; plantea la selección de objetivos de transformación para que a partir de las necesidades de éstos, se construyan los ejes conceptuales (Velásquez et al., 1985:38) Este tipo de sistema modular, se constituyó en una alternativa pedagógica capaz de articular los talleres de trabajo social a realizarse en el plantel y con esto, permitir una mejor relación y retroalimentación entre la teoría y la práctica. 3.3. CAMBIOS CURRICULARES Con respecto al plan de estudios, éste ha sufrido grandes transformaciones a lo largo de la historia de esta escuela, debido principalmente a la necesidad imperante de adecuarlo a las demandas sociales. Se considera que contiene las áreas esenciales del conocimiento para la formación de un trabajador social y éstas se mantienen aún con las modificaciones de las que ha sido objeto el plan de estudios. A la fecha son cuatro las estructuras que ha tenido el plan de estudios. El primer plan de estudios distribuía los conocimientos por materias las cuales fueron organizadas por la escuela de manera modular, y quedó formado por cuatro módulos más el introductorio ( anexo 6) (Velásquez et al., 1985:34). 78 El módulo introductorio tenía como objetivo “Conocer el tipo de alumnado que se recibe y proporcionar la información de las características específicas de la formación teórica práctica” (Velásquez, et al., 1985:39). Este módulo se imparte en el primer verano. Las áreas de estudio del plan de estudios son: Básica del trabajo social, Filosófica, Económico social o económica, Investigación social, Biopsicosocial o psicosocial y jurídica 34. Las áreas se definen en el esquema del plan de estudio modificado (anexo 7), además de que los módulos tienen claramente definidos sus objetivos por año trabajo. El primer plan que se tomó como base para la construcción del plan modular 35 se desarrolló en la Escuela Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua sólo el primer año, al igual que en el sistema DGETI (Dirección General de Educación Técnica Industrial). Este plan ya modificado por las trabajadoras sociales María Atilano y Luz Rosales se aplicó a partir de 1979 y este estuvo vigente hasta 1984, después se le hacen modificaciones que lo mantienen vigente hasta 1994. A partir de entonces se desarrolla el plan actual, que busca tener una forma modular pero esta dado de alta ante la Dirección de Educación Pública del Estado en un esquema tradicional, por materias. 3.4. ORIENTACIÓN DEL PLAN DE ESTUDIOS El plan de estudios que se desarrolla actualmente en la Escuela “Vasco de Quiroga” curso de verano y supervisión continua se basa en los talleres. En sí 34 La terminología con que se designa a las áreas de formación cambia de denominación en el mismo plan, llamándose en ocasiones de una manera y en ocasiones de otra, pero según la conversación con Aída Segura en 1999, en realidad son las mismas. Es decir, económico social y económica es la misma área, así como biopsicosocial y psicosocial se refieren a la misma también. 35 El sistema modular es, desde el punto de vista de Velázquez et al. (1985: 99) “como la sistematización del conocimiento (concreto-abstracto) en donde [las agrupaciones de las materias ] se generan, a partir de las áreas que se consideran indispensables para la formación, las que a su vez contienen tres momentos de conocimientos existentes: un conocimiento base, de fundamentación, un conocimiento a nivel explicativo de contexto y a nivel de síntesis, de adiestramiento” 79 no hay materias específicas que cursar, sino que son módulos que se trabajan como talleres. En este sentido, todos los módulos son teórico-prácticos, existiendo una proporción equilibrada de horas teóricas y prácticas. En total son 40 materias distribuidas 10 en cada verano, lo que otorga un total de 320 créditos, 80 por verano. Las áreas de formación fundamentales en el plan de estudios vigente son 7: trabajo social, ciencias sociales, administración social, investigación, complementarias, ciencias de la salud, ciencias de la conducta. y los módulos son tres por cada área (Velásquez et al., 1985). En el área de trabajo social los módulos son metodología, política social y supervisión y taller; en la de ciencias sociales, los módulos son filosofía, análisis de la realidad y economía; por último, en el área de administración social se cursan los módulos: planeación, comunicación y proyectos específicos (anexo 7). Los módulos, como se decía antes, se trabajan como taller, concebido a este como “una alternativa pedagógica que intenta romper con la dicotomía teoríapráctica y que supera el simple enlistado de materias teóricas que conforman un plan de estudios, buscando su interrelación con el proceso de las prácticas escolares, lo que debiera sintetizarse en una práctica totalizadora”. (Velásquez et al., 1985: 103), reconociendo así que el aporte de los estudiantes es esencial para conseguir los objetivos de aprendizaje planteados en cada módulo. “El taller es la instancia que requiere de un método de intervención, de análisis e interpretación, a través del cual sea posible la producción de los elementos teóricos y técnicos y estos se generan a partir de la propia explicación de la realidad...” (Velásquez et al., 1985.104) 80 3.5. DESARROLLO DEL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE A los estudiantes se les inculca el deseo de aprender, se les motiva a estudiar. Dado que se da la convivencia cotidiana (no solo en el aula) esto permite que se enriquezca la clase de siete horas diarias. El resto del tiempo (porque es una escuela donde se está las veinticuatro horas del día durante mes y medio) se convive y se conversa intensamente en los dormitorios, en los lavaderos, en el comedor; la clase se enriquece con “el cuchicheo de los salones, de los pasillos, de los comedores...”(Segura, 1999). Estos procesos son acompañados de los profesores, quienes viven ahí durante varios días con los alumnos [Son] 21 horas con dinámicas, con ejercicios(...)tú llegas, presentas tu programa, das el temario, das los materiales(...), los compañeros se van a corrillos, se regresa a plenaria (...) los alumnos(...) te hacen un corrido(...), te hacen una parodia (...), te hacen un sociodrama(...), el alumno empieza a ver la dinámica del conocimiento científico(...) de forma creativa (Segura, 1999) En el proceso de enseñanza-aprendizaje se prioriza la utilización de técnicas grupales que facilitan el manejo del grupo y el autoaprendizaje. El alumno es participativo y comparte su experiencia con los demás. Este esquema se considera adecuado debido a que se trabaja con personas que hace mucho dejaron de estudiar en el sistema educativo formal, dentro de un aula, y no están acostumbrados a leer, entonces resulta para ellos más motivante una clase donde se priorice la participación activa y creativa del alumno a aquella donde tienen que adoptar una actitud de pasividad. El taller en la Escuela Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua es una forma de enseñar-aprender y se desarrolla a través de diversas fases: 81 • INFORMACIÓN DE LA PRÁCTICA. Es el momento en el cual “el equipo de trabajo se encuentra para explicitar las vivencias que les ha proporcionado [a sus integrantes su]... práctica social y en específico su práctica escolar” (Velásquez et al., 1985:105). Es importante para trabajar en esta primera fase que el estudiante o supervisado traiga documentos generados por él mismo, como el diario de campo, el cual es muy importante para que sirva como punto de partida sobre lo que se hizo en la práctica. • ANÁLISIS Y REORDENACIÓN DE LA PRÁCTICA. Aquí, “se observa como cada integrante del equipo realiza intentos de análisis y de correlación de situaciones en la práctica” (Velásquez et al., 1985: 106). Lo importante de esta fase es que el análisis colectivo de las situaciones y los intentos de interpretación de las mismas ayudan a la construcción del conocimiento. • PLANEACIÓN DE LA PRÁCTICA. “Por un lado se establecen actividades a realizarse en la comunidad o institución y responden al proceso cognoscitivo en el avance y profundización del mismo, y por otro, se analizan las actitudes frente al proceso de la práctica, además se diseñan las tareas de revisión de aquellos elementos que contribuyan a la clarificación de la práctica.”(Velásquez et al., 1985: 106- 107). Lo que se busca aquí es que los alumnos junto con el supervisor decidan cuáles son las acciones más importantes a seguir en los escenarios de práctica a partir de una planeación en equipo de las actividades a realizar. Estas fases en el desarrollo del taller, según Velásquez et al. (1985:108) posibilita ir construyendo el conocimiento, permitiendo a los estudiantes y al mismo supervisor adquirir nuevas actitudes ante la vida, así como una formación teórica que le permita analizar y entender el contexto sociopolítico en el que se desenvuelve y por ende, dar una mejor respuesta a las necesidades sociales, reflejadas en la práctica social y académica. 82 Para que la riqueza de los talleres no se pierda es importante la sistematización de los mismos, lo cual se hace nombrando un secretario que levante las actas de las reuniones, las cuales pueden ser leídas y analizadas después por el grupo y un moderador, que no necesariamente es el profesor supervisor de prácticas. Las prácticas académicas se realizan durante todo el año, entre un verano y otro y se hacen en los centros de trabajo de los alumnos. Ellos reciben una supervisión constante de un grupo de profesores quienes cada año se reúnen para evaluar los procesos y programar actividades para el año siguiente, así como también para sistematizar los resultados de la práctica. Los alumnos, por su parte, escriben su diario de campo y realizan lo que se denomina “aproximaciones teóricas” (Velázquez et al., 1985:105) con lo que conformará su memoria para el examen recepcional. La práctica nació con esta metodología y continúa de la misma manera hasta este momento. Los centros de prácticas son regularmente los lugares de trabajo de los estudiantes y se ubican en cualquier ámbito laboral y en cualquier parte de la república, dependiendo de donde proviene el estudiante. La escuela no tiene proyectos propios de desarrollo social o de intervención social, ya que los que se trabajan son aquellos generados en las instituciones donde se encuentran ubicados laboralmente los alumnos. La revisión del trabajo en la práctica es mensual, durante todo un día de trabajo y las actividades que se realizan y los tiempos destinados son: • Revisión del trabajo ubicando teoría y práctica 3 hrs. • Supervisión de campo 3 hrs. • Evaluación de las actividades realizada 1 hr. 83 • Participación con los equipos en donde el alumno está incluido o dirija 2 hrs. • Programación del trabajo a seguir • TOTAL: 1 hr. 10 hrs. (Velásquez et al., 1984). Actualmente son 12 profesores los que componen el cuerpo de supervisores y viven en los estados en donde están ubicados geográficamente los estudiantes. Como los supervisores son pagados por la escuela, es importante que vivan en el mismo lugar en donde desarrollan su práctica los alumnos, pues al terminar el curso de verano se regresan a su lugar de origen a desarrollar su práctica. Eso reduce costos y además, permite que el profesor, que conoce el contexto en donde se desarrolla la práctica porque está inmerso en ella, tenga más elementos para apoyar a su supervisado. Actualmente, se tienen alumnos de Jalisco, Chihuahua, Distrito Federal, Chiapas, Oaxaca, Colima, Coahuila y Sonora 3.6. EVALUACIÓN CURRICULAR El plan de estudios ha modificado su estructura y su metodología a partir del análisis constante de los profesores, supervisores, directivos y alumnos que ha tenido la escuela a lo largo de la historia, poniendo énfasis sobre todo, en la importancia que ha tenido trabajar en taller y agrupar las materias por módulos. Así, la evaluación al plan de estudios se hace también en talleres de discusión en donde se discute precisamente la formación teórica, la metodología de intervención, la supervisión de la práctica y el taller como metodología de enseñanza. 84 El resultado de estas constantes evaluaciones ha sido el cambio del plan de estudios por cuatro ocasiones (1978, 1979, 1984, 1994) y se encuentra registrado ante la Dirección de Educación Pública del Estado 3.7. FINANCIAMIENTO Los aportes económicos que sostienen al plantel son principalmente las contribuciones de los alumnos en forma de colegiatura e inscripción, aunque también se recibe apoyo de organismos autónomos, como asociaciones de profesionistas o personas que voluntariamente aportan apoyos económicos para el plantel. Hace poco se fundó el Centro de promoción y educación profesional Vasco de Quiroga, A.C., México (CPEP) que es una asociación de profesionistas y técnicos del trabajo social y ciencias sociales y cuyos objetivos son • “Ser un centro de apoyo y promoción de la Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua. • Consolidarse como un centro de investigación en el área del trabajo social (teoría y práctica). • Promover actividades derechos humanos, y proyectos estudios de relacionados género, con ecología, cooperativismo, servicios públicos, etc.” (presentación general, 1998). Este centro da aportaciones económicas y recaba fondos haciendo promoción entre posibles donadores, a quienes se les extienden comprobantes deducibles de impuestos. También se hacen diversas actividades sociales para recabar fondos para sostenimiento del plantel. 85 Otro apoyo importante se recibe de la Escuela “Vasco de Quiroga” que funciona en curso normal. Antes prestaban sus instalaciones, las cuales permanecen cerradas en verano por las vacaciones del sistema escolarizado, sin embargo, ahora pagan una renta a esta escuela por el uso de los espacios. El rubro más importante en el cual se invierten los recursos financieros es en el pago de salarios. La escuela no ha realizado obras de mejoramiento de instalaciones y prácticamente el plantel se encuentra igual que cuando fue fundada la escuela, debido, principalmente, a que es rentado. 3.8. INFRAESTRUCTURA En la biblioteca existen cerca de 500 volúmenes, muchos de los cuales son “viajeros”, ya que son transportados cada año desde el Distrito Federal, que es donde radica usualmente la directora del plantel: la T.S. Aída Segura y es ella la que los resguarda de un año a otro. Los espacios comunes con los que cuentan son, aparte de las aulas, unas canchas de voleibol, el comedor y los dormitorios y no tienen ningún tipo de laboratorios. 3.9. ATENCIÓN A LA DEMANDA ESTUDIANTIL Los estudiantes provienen de distintas partes de la república y viven en la escuela durante los cursos de verano. No importa el promedio del nivel de secundaria, pues se considera que es bastante esfuerzo el que hacen los alumnos por asistir a clases, por su condición de adultos con múltiples responsabilidades como para exigirles además un promedio, la mayoría son mujeres de extracción religiosa, es decir, son monjas de alguna congregación y 86 católicas. El costo por verano ha ido variando de acuerdo a la época, teniendo en ocasiones incrementos considerables 36. “La mayoría son adultos que tienen muchos años de haber dejado la escuela y a los que les cuesta trabajo retomar el hilo de la lectura, de la asistencia a clases y de la discusión en grupo, son de extracción humilde, con grandes carencias económicas, para quienes estarse un verano estudiando representa un verdadero sacrificio” (Segura, 1999). Esto ha hecho que cada vez sean menos los aspirantes que pueden realmente costearse la estancia en Comala durante 40 días. Aún así, los grupos tienen un número razonable de alumnos. En 1998 eran 30 alumnos por grupo y ese nivel se ha mantenido hasta ahora. 3.10 RECURSOS HUMANOS Los profesores se contratan cada año, se les paga por materia impartida y todos son profesionistas (es decir, tienen nivel licenciatura) en distintas áreas: derecho, trabajo social, antropología, sociología, filosofía, historia, medicina, comunicación, etc., los cuales laboran en otras instituciones educativas o en ONG´s. Actualmente se tienen 40 profesores con distintas formaciones académicas y que provienen de la Universidad de Chapingo, la UNAM, el ITESO, la Universidad de Colima, diversas ONG`s y el Centro de Promoción y Educación Profesional Vasco de Quiroga, A.C., del Distrito Federal (CPEP). De esos 40 profesores, 12 son supervisores regionales miembros de CPEP, quienes tienen a su cargo los estudiantes de su región a quienes asesoran en sus prácticas. A 22 años de su creación, la escuela de verano Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua tiene como perspectivas a futuro ampliar su oferta educativa y está trabajando para incorporar una licenciatura en trabajo 36 En 1993 el costo eran 800.00 pesos. Para el 94 se incrementó a 2000.00. Del 94 al 95 el incremento fue mínimo, pues se estuvo cobrando 2200.00. Para 1997 el incremento fue de 1000.00 pesos. En 1998 se cobró 4500.00 y en 1999, 5000.00. Para el año dos mil la cuota fue de 6000.00. 87 social a través de cursos de verano, que con la misma metodología de enseñanza forme profesionistas a otro nivel dentro de la misma área de formación: el trabajo social. Consideran que tiene posibilidades de ofrecer una formación adecuada y sobre todo, seguir proporcionando un modelo educativo hasta ahora único en la república mexicana en relación al trabajo social: Los talleres de enseñanza ya descritos. 87 CAPÍTULO CUATRO FACULTAD DE TRABAJO SOCIAL 4.1. ANTECEDENTES Y FUNDACIÓN Las primeras trabajadoras sociales ya formadas llegan a Colima principalmente de la Universidad Femenina de Guadalajara. Esto, aunado a necesidades sociales diversas y a factores diversos, permiten la consolidación de una necesidad de formar trabajadores sociales a nivel licenciatura. Uno de ellos es que las políticas sociales empiezan a preocuparse y a observar la situación del campo como un aspecto que era necesario desarrollar, principalmente las comunidades rurales (Cárdenas y Quiroz, 2000:7). Esto propicia que estas necesidades sean atendidas y se habilitan espacios para la atención de las necesidades sociales manifestadas en el país. Al buscar quién atienda estas necesidades y a la gente que las manifiesta, surge otra disyuntiva, que es cómo 88 formar cuadros de profesionistas que puedan desarrollar o aplicar de manera operativa. Es aquí cuando se ve la necesidad de fundar centros educativos que formen a los profesionales de la atención social (Cárdenas et al., 2000:8). Esto se consolida con la voluntad política de actores sociales con poder de decisión, los cuales dan un gran impulso a carreras sociales que atiendan necesidades manifestadas por las poblaciones. En Colima, la Gobernadora Griselda Álvarez dio un decisivo impulso para las carreras sociales y sobre todo, para la profesionalización del sexo femenino. Impulsó enormemente la formación profesional de las mujeres y , aunque con una visión netamente tradicionalista, procuró la creación de carreras en el área de ciencias sociales que tenían un cariz femenino y eso permitió que la Universidad se viera como una opción de formación académica importante para este grupo social que no tenía mucha oferta educativa y ni siquiera opciones de seguirse formando, pues la misma sociedad y sus costumbres impedían que salieran del estado a seguirse formando. Así, en 1979, la Universidad de Colima a cargo del Lic. Humberto Silva Ochoa crea varias escuelas, entre las cuales se cuentan a la de Letras y Comunicación y la de Ciencias Políticas, que nace albergando cuatro licenciaturas: ciencias políticas, administración pública, sociología y trabajo social. Inicialmente, la licenciatura de ciencias políticas se impartía en la ahora Facultad de Derecho, pero también empezó a tener gran demanda y eso es otro factor que impulsa la creación de esta nueva escuela. Desde el punto de vista del Lic. Chávez Michel (Chávez Michel. Director de la Facultad de Ciencias Políticas y sociales en período 1984- 1988. Grabación realizada el 3 de noviembre de 1999), las escuelas en la Universidad de Colima han surgido como derivado de otros planteles 37, lo que permite iniciar el proceso de trabajo con un a experiencia previa, tanto administrativa como curricularmente. 37 De la Escuela de Medicina surgió la Escuela de Psicología, de la Escuela de Contabilidad y Administración surgió Telemática, de la Escuela de Derecho surgió Ciencias Política y de esta, a su vez, nace Trabajo Social, por citar ejemplos 89 El Lic. Enrique Álvarez Navarro fue el primer director de la escuela de Ciencias Políticas y fue el responsable de la elaboración de los primeros planes de estudio para las cuatro carreras. Él visitó la UNAM y de ahí se obtuvieron los primeros planes de estudio que se aplicaron tal cual, aunque poco a poco se fueron adaptando a la realidad social colimense, aunque sin hablar de un real proceso de evaluación curricular. Trabajo Social fue desde su inicio una carrera con gran demanda estudiantil, la que se incrementaba cada año, lo cual propició el interés del Licenciado Humberto Silva Ochoa por estudiar la posibilidad de abrir otro plantel que albergara solamente esta licenciatura. Así, paralelamente al trabajo que se venía haciendo en el plantel, se comisionó al Lic. Miguel Chávez Michel y a la Licenciada María Teresa Quinto Rosas para que presentaran un proyecto de creación de la nueva escuela de Trabajo Social (Chávez Michel, 1999). Se integró un equipo de trabajo compuesto por profesionistas relacionados con el Trabajo Social, como lo fué Marcelo Ascasio, La Lic. Ana Cecilia García Luna, Martha Acosta, Teresa Quinto, Pastora Ferráez, Ángeles García Pelayo, Lic. Raúl Naranjo, Lic. Ismael Aguayo Figueroa, etc. Otro hecho que aceleró el proceso de creación de la escuela de Trabajo Social fue un movimiento estudiantil generado a partir de la lucha política entre dos facciones que buscaban alcanzar el poder sobre el estudiantado, lo cual degeneró en una lucha entre partidos políticos y con la huelga de hambre de uno de los implicados: Felipe Flores, alumno entonces de la licenciatura en ciencias políticas. El sentir de los alumnos de trabajo social originó que fueran excluidos y enviados físicamente lo más lejos posible de la Escuela de Ciencias Políticas, para desmembrar el movimiento y acabar con la antipatía generalizada de los alumnos hacia los directivos de esa escuela. 90 Para Chávez Michel (1999) eso no tuvo nada que ver, pues el proceso de creación de la escuela de trabajo social ya se había generado desde un año antes y queda de manifiesto en que la única carrera dentro de la Escuela de Ciencias Políticas que contaba con una coordinadora propia era la de trabajo social. La coordinadora era la Licenciada Ana Cecilia García Luna. Para 1983, solicitaron ingresar a esta licenciatura 154 alumnos, los cuales representaban las dos terceras partes de los alumnos aspirantes a la Escuela de Ciencias Políticas. El resto se dividía en las otras tres carreras que ofrecía el plantel. Desde el punto de vista de la Lic. Ana Cecilia (García Luna, Ana Cecilia. Directora de la Facultad de Trabajo Social, en el período de 1984-1988. Grabación realizada el 9 de diciembre de 1999.), la creación de la Escuela de Trabajo Social “obedece al afán de cubrir diversas necesidades de algunos [grupos sociales] como lo son [los estudiantes]... con la finalidad de formar profesionales capacitados en las propuestas a la solución de los problemas sociales”. Según Cárdenas Martínez et al. (2000:9), la escuela de Trabajo Social en la Universidad de Colima se funda para responder a la realidad colimense donde se encuentra inmerso el ejercicio profesional, poniendo énfasis sobre todo en las políticas sociales y específicamente en las políticas educativas, ya que durante el periodo del Rector Humberto Silva Ochoa se dan apoyos económicos a las universidades a partir de las licenciaturas que ofrece. El objetivo inicial que da origen a la Facultad de Trabajo Social en Colima fue “formar profesionistas comprometidos con la sociedad, que planeen y promuevan alternativas de [atención]... a las necesidades sociales, por medio del diagnóstico, objetivos y acciones de planeación y tratamiento” (García, 1999). 91 Los primeros profesores en la licenciatura y posteriormente cuando se forma el propio plantel fueron: Lic Ana Cecilia García Luna, quien fue la primera directora, la Lic. Teresa Quinto, el Lic. Marcelo Ascacio, las trabajadoras sociales Martha Acosta, Pastora Ferráez Lepe, Ángeles García Pelayo, Rosario Moreno, Elvira Cortéz, que aunque eran técnicas, eran personas con mucha experiencia en el campo laboral y eran capaces de compartir dicha experiencia.. También había economistas, sociólogos, abogados, etc. quienes impartían clases en el resto de las carreras (ciencias políticas, sociología y administración pública). La fecha oficial de la creación del escuela de Trabajo Social, marca el 30 de enero de 1984 (anexo 9), según acuerdo no. 3 de rectoría de ese año. Entre las razones que se argumentan en los considerandos son la necesidad de consolidar académicamente las áreas de formación socio-humanística, de formar trabajadores sociales comprometidos con el cambio social y responder a una demanda de la población, manifestada por el estado dirigido por la Lic. Griselda Álvarez como gobernadora en relación a la necesidad de extender los servicios de la educación superior para los distintos campos de la convivencia humana. En 1995, con la creación de la especialidad en orientación familiar la escuela se eleva a rango de Facultad por acuerdo 11 de rectoría (anexo 10). 4.2. INFLUENCIA TEÓRICA La escuela nace con una fuerte influencia teórica proveniente del centro del país. El primer plan de estudios se adapta del que tenía entonces la Escuela Nacional de Trabajo Social en la UNAM. 92 El trabajador social era formado para intervenir en la realidad social con la metodología tradicional38, la cual incluye caso, grupo y desarrollo de comunidad y esto queda plasmado en el documento oficial que da origen a la escuela. Con base en el acuerdo No. 3 de rectoría de 1984, “Trabajo Social pertenece a las disciplinas social humanísticas que mediante estructuras metodológicas realizan análisis sociales, económicos, políticos y culturales para explicar y transformar la sociedad”, esto es con la posibilidad de “crear profesionales debidamente capacitados para participar en la organización y manejo de la problemática de nuestro país”, buscando con esto el cambio social, teniendo como ejes principales la persona y la familia. 4.3. CAMBIOS CURRICULARES Dentro de la Universidad de Colima se ha considerado que es muy importante evaluar continuamente los planes de estudio de las carreras que imparte a través de sus diferentes planteles educativos y en el caso de trabajo social no ha sido la excepción. El plan de estudios es “la base consistente y habilitatoria de una adecuada formación académica de los profesionistas del Trabajador Social, ya que estos estarán en posibilidad de comprender la realidad, así como de promover nuevas posiciones y opciones para introducirse en problemas concretos, con técnicas y métodos flexibles, logrando así el bienestar y el progreso social (García, 1999). Así, la licenciatura en trabajo social ha tenido a 38 Llamada así porque era la metodología anterior al movimiento de reconceptualización. Los métodos tradicionales son los primeros que se utilizaron en la profesión para intervenir en la realidad social y son propios del trabajo social, aunque adaptan propuestas de otras metodologías provenientes de diversas disciplinas. Aparecieron en tiempos distintos y en lugares diferentes. Caso surge en Estados Unidos y se considera como su precursora a Mary Richmond, quién escribió un libro denominado “Social Diagnosis” el cual ha sido traducido a varios idiomas y es lectura obligada para cualquier trabajador social. Grupo y Comunidad se desarrollaron principalmente en América latina, concretamente en los países sudamericanos y quienes más escribieron sobre esto han sido Herman C. Kruse, Ezequiel Ander Egg y Natalio Kisnerman. En México, la metodología de grupos puede leerse en un texto de Yolanda Contreras de Whilhem, quién sintetiza a los principales exponentes sudamericanos y analiza sus propuestas. 93 la fecha 6 planes de estudio distintos, los cuales han resultado de las evaluaciones periódicas que se le han hecho a los planes de estudio vigentes. En 1979 inicia la licenciatura en trabajo social haciendo tronco común con ciencias políticas, sociología, administración pública y trabajo social, todas estas carreras eran de 9 semestres. El primer plan de estudios de licenciatura en trabajo social se denominaba SP e incluía tres semestres de tronco común, donde se cursaban las mismas materias para las cuatro carreras que impartía la entonces Escuela de Ciencias Políticas. Después, en 1980 se integra un nuevo plan de estudios, el T1, ya sin tronco común, es decir, desde el primer semestre se cursan materias propias de trabajo social y se considera que con este, el alumno obtiene una formación de trabajador social general. Para 1981 se modifica nuevamente el plan de estudios y ahora se extiende la carrera a 10 semestres, con cuatro áreas terminales: rural, médico, penitenciario y escolar. Estas áreas se determinan a partir de las necesidades sociales existentes, con un sondeo que se realiza en las instituciones públicas “que dan servicio a la población colimense” (Escuela de Trabajo Social, 1984: s/p). Sin embargo, estas áreas terminales representaron para los egresados grandes limitantes debido a que al insertarse en el campo laboral, los egresados perdían oportunidades de empleo porque en sus títulos aparecía una de las áreas mencionadas, esto se daba cuando solicitaban empleo en áreas distintas a las cuales se habían formado . Este plan de estudios constaba de 91 materias y se estudiaban a lo largo de 5 años. Para 1989 se realizaron modificaciones al plan de estudios y surgió uno nuevo denominado T2, el cual volvió a formar trabajadores sociales generales, ya sin áreas y se cursaba en cuatro años y medio, es decir, nueve semestres. Este plan se conservó por cinco años y en 1994 sufre una leve modificación, la cual agrega la materia de inglés en cada uno de los nueve semestres que 94 contempla el plan y se le da una nueva denominación: T3. Esta adición de la materia inglés se hace a todas las carreras de licenciatura de todos los planteles de la Universidad de Colima, por acuerdo de rectoría. La Licenciada Ana Cecilia García Luna (1999) comenta al respecto que, una de las materias que es eliminada del plan de estudios en 1989 fue la materia de inglés, la cual estaba incluida en el plan de estudios por áreas terminales. Dentro del comité de diseño curricular se discutió bastante sobre si se quedaba o no, habiendo muchos profesores partidarios de que se quedara esta materia, eliminándose por fin en el plan de estudios de 1989 por considerarse que si el estudiante tenía interés en reforzar la lengua, podría hacerlo por su cuenta. Al correr del tiempo se vio que realmente era necesaria la inclusión de otro idioma en la formación de profesionistas y es así como se determina que el inglés sea una materia obligatoria en todos los semestres de licenciatura. En 1997, la Facultad de Trabajo Social inició un programa de trabajo para reformar el plan de estudios, tomando en cuenta la opinión de los alumnos, maestros, cuatro generaciones de egresados de la misma Facultad, considerando los intereses y necesidades de los empleadores, así como también las necesidades más emergentes dentro del ámbito nacional, las cuales se traducen en nuevos espacios de acción para la profesión. Este nuevo plan de estudios se denomina T5. Entre sus planteamientos más importantes es que amplia el tiempo dedicado a la práctica académica, de cinco horas a doce, de las cuales diez son efectivas de trabajo con la gente y dos son de taller de asesoría de la práctica. También se amplía el aporte metodológico, permitiendo al alumno conocer más opciones de intervención planificada para trabajar con y para la gente, en lugar de la única opción que se tenía antes, que era caso, grupo y desarrollo de comunidad, como únicas opciones metodológicas. También se establece un apartado en el plan de estudios que habla de estrategias de flexibilización, con la finalidad de poder propiciar que el alumnado tenga posibilidades de movilización que le permitan ampliar sus 95 opciones educativas. Así, puede tener la posibilidad de, en su último semestre de la carrera pueda desarrollar su práctica académica en cualquier lugar de México e incluso del mundo, manteniéndose en contacto con la escuela a través del uso de la tecnología (CORREO ELECTRÓNICO). Otra característica importante es que reduce la duración de la carrera, de semestres. nueve a ocho Es decir, estudiar la licenciatura en trabajo social le lleva normalmente a un alumno cuatro años, lo que permite una más rápida inserción al campo laboral. Para obtener el título de licenciado en trabajo social existen diversas opciones, las cuales se encuentran mencionadas en el artículo 15 del Reglamento de Exámenes Profesionales y Expedición de Títulos de la Universidad de Colima: • Por promedio mínimo de 9 y examen TOEFL con puntuación mínima de 550 puntos. • Por créditos de posgrado. • Por trabajo de investigación, defendido ante un jurado nombrado por la Facultad. • Por memoria de Servicio Social o Práctica Profesional, expuesta ante un jurado nombrado por la Facultad. • Por análisis del plan de estudios. • Por examen general de conocimientos, obteniendo una calificación mínima de ocho. Los requisitos previos para obtener el título son: • Ser alumno regular • Acreditar el Servicio Social Constitucional • Presentar examen general de conocimientos • Tener terminado un trabajo de investigación. En lo que respecta a las prácticas profesionales, uno de los profesores de tiempo completo supervisa el quehacer de los estudiantes ya sea elaborando proyectos específicos de vinculación con el sector laboral, los cuales permiten a 96 su vez cubrir las expectativas de las empresas empleadoras, aunque esto es una actividad que no se hace en la facultad todavía. En general, las modificaciones al plan de estudios permite incluir temáticas que van más acordes a la problemática social y a las necesidades actuales. 4.4. ORIENTACIÓN DEL PLAN DE ESTUDIOS Si se quisiera analizar por etapas la vida de la Facultad de Trabajo Social, podrían decirse que existieron tres: cuando surge la carrera, cuando se funda la escuela y cuando se eleva a rango de Facultad, lo cual se logra cuando se aprueba el plan de estudios de la especialidad en orientación familiar39. Hablando del plan de estudios actual, tiene materias que se imparten según el criterio del profesor, aunque en general, se utiliza la exposición verbal del profesor y la exposición oral por parte de los alumnos, se hace mucho trabajo práctico al interior y al exterior del aula, se prioriza la elaboración de ensayos como un aspecto importante para evaluar al alumno, se hacen prácticas en los distintos laboratorios de la Facultad, como el centro de cómputo y las salas de Gessell, y el alumno tiene que investigar por su cuenta, leer los textos recomendados y usar su creatividad para presentar los resultados de sus búsquedas en exposiciones en las cuales tienen que utilizar diversas técnicas de manejo de grupos. Los aspectos que se contemplan en el documento curricular vigente (T5) son: fundamentación, objetivos generales y específicos, perfil del aspirante, requisitos de ingreso, perfil del egresado, campo de trabajo, gráficos por horas teóricas y prácticas, gráfico por áreas de formación, Tira de materias con carga horaria y valor en créditos, mapa curricular, plan de evaluación curricular, estrategias de flexibilización y programas de las materias, distribuidas por semestre. 39 Este es el plan de estudios T4 97 Las áreas de formación que se contemplan son: jurídica, ciencias sociales, trabajo social, ciencias de la conducta, salud, investigación social, complementarias y extensión universitaria (anexo 11), con un porcentaje de horas teóricas y prácticas que está muy equilibrado (51% y 49% respectivamente), aunque hay una ligera tendencia hacia las horas teóricas, ya que, de las 252 horas que componen el plan de estudios, 123 son prácticas y 129 son teóricas. En el área jurídica, las materias son 3: derecho I, derecho II y derecho III. Estas representan el 4% del total de materias del plan de estudios. En el área de trabajo social las materias son 14 y representan el 21% del total. Estas materias son teoría y métodos I, II, III y IV, desarrollo histórico del trabajo social, taller de técnicas para la organización y promoción social, administración en trabajo social, prácticas de intervención en trabajo social I, II, III y IV, trabajo social y familia y práctica profesional. El área de ciencias sociales está conformada por sociología I, sociología II, antropología social, política y planificación social I y II, desarrollo regional, análisis social de la realidad mexicana, políticas de bienestar social, ecología y sociedad y educación popular y estas representan el 15% de todo el plan de estudios. El área de ciencias de la conducta está compuesta por las materias de psicología del desarrollo, psicología social y desarrollo humano y al igual que el área de jurídicas, representan un 4% del total de materias. El área de salud, por su parte, se conforma por las materias de salud pública, educación para la salud y orientación sexual y planificación familiar, representando también un 4% del total de materias, al igual que ciencias de la conducta y jurídicas. El área de Investigación está conformada por 7 materias que representan el 10.29%. El área de asignaturas complementarias está 98 formada por 12 materias, las cuales cubren un porcentaje del 17.64%. Las materias que pertenecen a esta área son todos los cursos de Inglés, ya que hay uno por cada semestre y además, ética profesional, didáctica general, comunicación e informática. Por último, el área de extensión universitaria contempla 16 materias, las cuáles representan el 23.52% del total de materias. Hablando de porcentajes, puede observarse que el área con mayor carga de materias es la de extensión universitaria, esto ocurre porque a nivel general, la universidad instituye que los planes de estudio organizados por semestres deben contemplar créditos para una formación integral del alumno, es decir, una formación que busque un desarrollo integral del estudiante. Esta materia que se incluye en todos los semestres es actividades culturales y deportivas y servicio social interno. Los alumnos deben cursar 50 horas cada semestre para cada una de las materias. En el caso de las actividades culturales y deportivas, 25 horas son para una actividad cultural y 25 para una actividad deportiva. Los alumnos con algún impedimento físico para realizar deportes tienen opciones que les brinda la Dirección General de Deportes de la Universidad de Colima. La instancia que acredita actividades culturales en la Universidad es el programa amigos del arte y las actividades deportivas las acredita la Dirección General de Deportes. El servicio social interno, por su parte, son horas de labor voluntaria, por así decirlo, a favor de la Universidad, de su plantel o de la sociedad, a través de programas o actividades avaladas por la Dirección General de Servicio Social Universitario. 4.5. DESARROLLO DEL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE En la Facultad de Trabajo Social existe un ambiente de acercamiento entre los maestros y los alumnos propiciado, probablemente, escuela. Hasta julio de 2001 eran 99 por el tamaño de la 169 estudiantes los que convivían diariamente en la facultad con 29 profesores y profesoras: 10 profesores de tiempo completo, dos de medio tiempo y la mayoría (17) por horas o por asignatura, como también se les llama. Algunos de estos profesores tienen la posibilidad de participar como tutores de alumnos, con los cuales tienen una relación estrecha, o como asesores de tesis, lo que les permite ir orientando el trabajo de los alumnos a través de un mayor acercamiento intelectual. Los profesores de tiempo completo, que son 10, deben tener tiempo de dedicación para tutorear alumnos y para asesorarlos en sus proyectos de investigación, lo que hace que la relación que establecen con esos alumnos sea estrecha. Otra actividad realizada por los alumnos y maestros en donde se puede ver la relación que existe entre unos y otros es la supervisión de prácticas académicas. Los profesores supervisores tienen a su cargo, por lo regular, 10 o 12 estudiantes con los que conviven estrechamente por el trabajo práctico. Estos alumnos y su supervisor o supervisora establecen redes de apoyo importantes, las cuales no sólo tienen que ver con la materia que están cursando y por la cual son supervisadas por el profesor o profesora, sino que estos vínculos fuertes les permiten orientar a las y los alumnos en otras materias o temas de trabajo. Existen algunos alumnos que fungen como profesores adjuntos, pero ésta no es una práctica difundida entre todos los profesores, ya que no están muy claros los procesos que hay que seguir para tener un alumno que participe en esta forma y además los estudiantes no manifiestan interés en este sentido. Algo que es importante mencionar es el aspecto de las horas prácticas en el plan de estudio, sobre todo, esas prácticas académicas ubicadas en las materias de prácticas de intervención I, II, III y IV. Esta práctica se realiza fundamentalmente en comunidades y se busca la formación y organización de grupos de trabajo, atendiendo casos; apoyándose en la concientización, organización y movilización, creando en las personas la necesidad de cambiar su problemática social. Fundamentalmente se trabaja a partir de proyectos y 100 cada supervisor de prácticas tiene a su cargo 10, 11 ó12 estudiantes, los cuales desarrollan proyectos propios o apoyan proyectos de la propia Facultad, como por ejemplo el proyecto “Vive en pareja”, el cual tuvo el apoyo de 10 estudiantes en 2000 y de 11 en 2001.40 En estos proyectos, los alumnos participan desde la elaboración de un diagnóstico confiable de necesidades sociales el cual es presentado en forma de documento escrito al final del semestre en que se cursa la materia de prácticas de intervención I. Para prácticas de intervención II el alumno tiene que diseñar y llevar a cabo un proyecto de intervención y para prácticas de intervención III y IV se repite el mismo proceso pero en otros escenarios, a fin de que los estudiantes tengan experiencias distintas que los preparen para la vida profesional. 4.6. EVALUACIÓN CURRICULAR Las evaluaciones curriculares son una actividad continua y sistemática en la Universidad de Colima. Esto evita estancamientos y permite adecuar los planes de estudio a las necesidades del entorno. En el caso de la Facultad de Trabajo Social, esto ha permitido que del primer plan de estudios, la cual era sólo una tira de materias, ahora se tenga un documento curricular completo (ver plan actual en anexo 11). Desde el punto de vista de la Lic. Ana Cecilia García Luna (1999), antes no había mucha exigencia por parte de la estructura universitaria por armar documentos curriculares como deben de ser, pero esto poco a poco se fue 40 Vive en pareja es un proyecto de la Facultad de Trabajo Social propuesto al Comité para la Vigilancia de los Derechos de los Niños el cual busca propiciar un espacio de reflexión sobre lo que es la vida en pareja y propiciar un cambio de mentalidad desde la concepción de violencia hacia una cultura de la no violencia en las relaciones de pareja y por ende, de la familia. 101 haciendo una necesidad, considerando que una tira de materias no es suficiente para fundamentar la estructura de una carrera ni su justificación dentro del ámbito de lo social. Ahora, las mismas políticas institucionales son las que exigen el que cada plantel educativo construya planes de estudio bien fundamentados, acordes a las necesidades sociales. Así ha evolucionado el plan de estudio de la Licenciatura en Trabajo Social en la Universidad de Colima, analizando tanto lo que sucede en el entorno social, tomando en cuenta lo que de alguna forma se espera que impacte en la sociedad y se analiza al interior; considerando los recursos que se tienen, el estado que guarda la infraestructura: edificios, laboratorios, así como las características del personal disponible. En las dos últimas revisiones del plan de estudio se hizo una consulta con los empleadores, a quienes se les preguntó sobre lo que esperaban de un trabajador social y los aspectos que sugirieron fueron tomados en cuenta para las modificaciones al plan de estudios. Otro aspecto que interviene en la evaluación de los planes de estudio son las políticas nacionales (García, 1999), ya que de acuerdo con lo que ellas mismas plantean es como deben reestructurarse los planes de estudio y los documentos curriculares. En 1984 la política a nivel nacional era apoyar a las Universidades a partir de los programas de estudio que ofrecían a la población, dando más apoyo económico a aquellas en donde más carreras existían. Eso afectó a la Licenciatura en Trabajo Social41, la cual ofreció las cuatro áreas terminales que se mencionaron antes 42. Esto era, en la práctica una sola carrera con cuatro áreas terminales, pero estaban registradas como cuatro licenciaturas distintas, lo que permitía mayores apoyos económicos para la Escuela y para la Universidad. Cuando la estrategia de distribución del 41 en otras carreras de la misma Universidad se dio esta misma situación: en Letras y Comunicación, Psicología, Economía, Pedagogía, etc. 102 presupuesto federal se modificó, se redujeron las opciones educativas de nuevo, quedando otra vez, en el caso de la Facultad de Trabajo Social, con una licenciatura general en trabajo social. También influyó en esta determinación el análisis que se hizo del campo laboral, ya que para las posibilidades de empleo existentes en la región no era necesario tener una especialización tan temprana en la profesión. Ahora las exigencias son distintas. “Hay una tendencia a nivel nacional de reducción de semestres en los planes de estudio de las carreras de licenciatura” (García, 1999) y sobre todo, se enfoca hacia una mayor participación del alumno fuera del aula, investigando y propiciando la generación de su propio conocimiento, un saber práctico que le permita ser útil socialmente. En las evaluaciones que se han realizado dentro de la Facultad se han tomado en cuenta, a parte de la opinión de los empleadores y las políticas educativas a nivel nacional, la opinión de alumnos que estén cursando el programa a evaluar, los profesores que imparten las materias, los egresados y expertos en el área, además de los documentos curriculares o planes de estudios anteriores, a fin de que, partiendo de su análisis, se pueda considerar cuales son los aspectos débiles y cuales son sus aspectos fuertes a tomar en cuenta. En la última revisión al plan de estudios, se evaluó a partir de un esquema de planeación estratégica el plan de estudios anterior, en donde se identificaron las debilidades, fortalezas, oportunidades y fuerzas restrictivas, a partir de donde se identifica que el objetivo curricular anterior debía ser modificado y por ende, todo el documento curricular, pues establecía que los trabajadores sociales deberían ser ejecutores de políticas sociales, es decir, llegar a las instituciones a cumplir órdenes y a ejecutar planes y programas. Actualmente, en el nuevo documento curricular se establece que no solo puede ejecutarlos, sino participar 42 Licenciatura en Trabajo Social Médico, Licenciatura en Trabajo Social Penitenciario, Licenciatura en 103 en el diseño y evaluación de los programas sociales e incluso, en la elaboración de políticas sociales más pertinentes para hacer frente a las situaciones sociales. Es un hecho que la Licenciatura en Trabajo Social sigue manteniéndose como una opción educativa debido a la demanda social para cursar esta carrera, es decir, existe interés por estudiar la carrera y además, existen necesidades sociales dónde intervenir o incidir como profesionistas. Los problemas sociales como la situación económica y política imperante, los problemas familiares, la pérdida de valores, los cambios de normas en la familia, etc. Hace necesaria la presencia del trabajo social en nuestro entorno . En ese sentido, la oferta es adecuada y puede atenderse con la infraestructura actual del plantel, aunque desde el punto de vista de los alumnos, es necesario hacer algunas reformas o cambios importantes. En 2000 se realizó un sondeo (Contreras López, 2000: s/p) entre los alumnos para analizar la percepción que tienen sobre su propio plantel. Entre los resultados obtenidos, los estudiantes expresan que les gustaría que su escuela mejorara en cuanto infraestructura y equipamiento y que se priorizara el uso de nuevas tecnologías en el proceso de enseñanzaaprendizaje para agilizar las clases y hacerlas más amenas. De los 24 profesores que conforman la planta de profesores, solo 6 tienen formación de posgrado y dos están por obtener el grado de maestría. Algunos estudian posgrado y otros no están estudiando. Existen tres líneas de investigación incipientes o de reciente creación y desarrollo. Estas líneas son: Trabajo Social y Familia, Áreas de Intervención e Investigación en Trabajo Social y Estudios Rurales, dentro de las cuales existen productos importantes: Trabajo Social Escolar y Licenciatura en Trabajo Social Rural. 104 LINEAS DE INVESTIGACIÓN Trabajo Social y Familia PRODUCTOS Proyecto de investigación e intervención “Vive en pareja” Áreas de investigación e intervención La formación del trabajador social en en trabajo social Colima Estudios Rurales “Desarrollo rural, tenencia de la tierra y organizaciones campesinas en los países de la Cuenca del Pacífico” “Historias de familias rurales en Colima” La investigación resulta ser, para la Facultad de Trabajo Social, un camino para conseguir recursos económicos vía proyectos, lo que resulta importante en este momento. También es una oportunidad de que los alumnos se inserten en una actividad de su interés, la cual pueda redituarles un aprendizaje y conocimiento de problemas sociales actuales de nuestro entorno y el desarrollo de habilidades como trabajar en equipo, elaboración de instrumentos de recopilación de datos y aplicación y análisis de los mismos, etc. 4.7. FINANCIAMIENTO Los recursos económicos que sostienen a la Facultad son recursos Federales y estatales, lo que cubre los salarios de los profesores y demás personal que labora en la Facultad (intendente, dos secretarias, un chofer, secretaria administrativa) así como también apoyo para la mejora las instalaciones académica. También se obtienen recursos a partir de proyectos generados en la Facultad y en la cual participan profesores y maestros. Actualmente se tiene un proyecto apoyado por FOMES 2000 (Fondo Mexicano para la Educación Superior) el cual está encaminado a la elaboración de historias de vida y de familia dentro 105 de algunas comunidades rurales del Estado de Colima y otro más que está apoyado por el Fondo Álvarez Buylla. Otros ingresos corresponden a las aportaciones de los alumnos, quienes pagan una cuota al inscribirse que se denomina de Talleres y Laboratorios. Esta cuota sirve para dar mantenimiento a los equipos existentes, adquirir equipo necesario y apoyar las prácticas de intervención. 4.8. INFRAESTRUCTURA La Facultad cuenta con cuatro edificios para el desarrollo de sus actividades cotidianas. En uno de ellos se encuentran seis salones de clases, nueve cubículos de profesores y una sala de juntas. Recientemente, en el mismo edificio se han construido 2 aulas de uso múltiple y un salón de tutorías las cuales contarán con aire acondicionado, pisos alfombrados y mesas de trabajo y sillas acojinadas. En este mismo edificio funciona un espacio como pequeña biblioteca, la cual, para octubre de 2000 (Mesina, 2000), contaba con 165 títulos nuevos, de los cuales 115 eran libros y 50 revistas, aparte de las tesis o trabajos de investigación y memorias elaborados por los egresados ya titulados. Cabe señalar que en el Campus Colima 43, donde esta ubicada la Facultad de Trabajo Social existen tres importantes bibliotecas al servicio de los estudiantes, las cuales están conectadas entre sí a las demás bibliotecas de la Universidad de Colima ubicadas en otros campus y a muchas bibliotecas del mundo, a las cuales se puede acceder vía internet. Estas bibliotecas son la de Ciencias de la Salud, la de Ciencias “Miguel de la Madrid” y la de Ciencias Sociales, en la cual, para el 2000 había 100 títulos nuevos de Trabajo Social que sumados a los otros 485 existentes, suman apenas 585 títulos propios de la profesión, aunque existen más de 23 mil libros sobre distintas temáticas dentro de esta biblioteca, los cuales están al servicio de esta y otras carreras que se imparten en la Universidad de Colima. 43 La Universidad de Colima cuenta con 5 campus universitarios: Manzanillo, Tecomán, Coquimatlán, Villa de Alvarez y Colima. 106 Otro edificio que se comparte con el Centro Universitario de Estudios Literarios alberga el centro de cómputo, el cual también ha sido reformado, cuenta con servicio de internet y tiene ahora 35 máquinas nuevas al servicio de los estudiantes. En el mismo edificio están dos aulas Gessell y una sala de observación, las cuales permiten trabajar con casos y familias que requieren atención especializada de Trabajo Social, estas aulas están equipadas con mobiliario adecuado, una para trabajar con niños (con sillas pequeñas, material lúdico) y otra para trabajar con adultos, que asemeja una sala de estar de una casa. Otro edificio se comparte con la Facultad de Enfermería y alberga el Auditorio “Lic. Jorge Humberto Silva Ochoa”, el cual se comparte con dicha facultad. Este edificio fue el que albergó por primera vez la Facultad cuando se separó de Ciencias Políticas la carrera de licenciatura en trabajo social. Un último edificio, compartido también con la Facultad de Enfermería son las oficinas administrativas y ahí se encuentran ubicadas la coordinación de la licenciatura, la coordinación de la maestría en trabajo social, la coordinación de Servicio Social Constitucional y Práctica Profesional de la Facultad y la Secretaría Administrativa. Aún cuando no son edificios propios para la Facultad de Trabajo Social, los estudiantes de la Universidad de Colima puede hacer uso de instalaciones como la Cafetería Universitaria, el Polideportivo, los distintos auditorios del campus, con previa solicitud y de equipos compartidos como los autobuses que pertenecen a la delegación 3, a la que pertenece el campus Colima (previa solicitud). 4. 9. ATENCIÓN A LA DEMANDA ESTUDIANTIL Los aspirantes a la Licenciatura en Trabajo Social son, en su mayoría, mujeres provenientes de los distintos municipios del Estado de Colima, de la zona costera de Michoacán y de la zona Sur del Estado de Jalisco 107 Los estudiantes necesitan de una formación previa de bachillerato o su equivalente y haber sido alumnos regulares, es decir, que no tengan ningún adeudo de materias en el nivel previo de estudios. A los alumnos de primer ingreso se les aplica una encuesta socioeconómica, la cual refleja una mayoría de estudiantes que pertenecen a familias de bajos recursos y se interesan por la profesión porque tienen una idea muy romántica de la misma. Buscan ayudar a los demás y creen que trabajo social les va a permitir dar esa asistencia especializada. Hasta este momento son 19 generaciones las que han terminado la licenciatura en trabajo social con 498 de egresados, de los cuales 398 están titulados, lo que da un índice de titulación de un 80%, porcentaje alto a nivel licenciatura a nivel nacional. 4.10 RECURSOS HUMANOS Como se comentaba anteriormente, existen 29 profesores en la Facultad, de los cuales 2 son de medio tiempo, 10 son de tiempo completo y 17 son profesores por asignaturas. Las profesiones de estos varían y se tiene licenciados en trabajo social, ingenieros en sistemas computacionales, médicos, psicólogos, licenciados en lengua extranjera, contadores públicos, licenciados en educación, licenciado en derecho como profesiones de origen. Una profesora tiene grado de doctora, 5 profesores tienen estudios completos de maestría y están titulados, 9 tienen especialidad y 14 licenciatura, de los cuales, 5 están por concluir estudios de maestría y dos más están inscritos como alumnos de nuevo ingreso en la maestría en trabajo social. 108 Los profesores son contratados semestralmente y sólo dos de los profesores de tiempo completo tienen Constancia de definitividad en sus puestos de trabajo. Los demás están sujetos a un contrato de trabajo que los coloca como profesores eventuales y que, según la decisión de los directivos, pueden ser removidos de sus puestos si su rendimiento no es el esperado. Los profesores de tiempo completo deben trabajar 40 horas a la semana y deben estar distribuidas entre la docencia, la investigación, la gestión y la difusión del conocimiento. A 16 años de su fundación, la Facultad de Trabajo Social es una escuela joven y con mucho camino por andar. CAPÍTULO CINCO ACADEMIA COMERCIAL “SOLÍS” 5.1. ANTECEDENTES Y FUNDACIÓN La Academia Comercial Solís es un plantel educativo de nivel técnico, el cual tiene más de 25 años de haber sido fundado. Surgió como una escuela independiente que se sostenía con recursos propios. Su fundadora y propietaria es la contadora Angelina Solís, la cual funge como Directora del plantel desde su creación y maneja la academia como un negocio familiar, incorporando al servicio educativo del plantel a su esposo, a su hija y a su yerno. Este plantel ha formado muchas generaciones de contadores privados y secretarias ejecutivas. Con el tiempo, el plantel se incorporó al sistema de educación pública, para dar validez a los títulos que expedía. Actualmente este 109 plantel está incorporado a la Dirección General de Educación Tecnológica e Industrial (DGETI) dependiente de la Subsecretaría de Educación e Investigación Tecnológicas de la Secretaría de Educación Pública. Esto le ha permitido al plantel ampliar su oferta educativa, incluyendo las carreras de Puericultura y Bachillerato Tecnológico en Trabajo Social. Esta última carrera, inicia labores en 1996 y está considerada en la categoría de Bachillerato Bivalente o Educación Media Superior Bivalente, lo que significa que, además de ofrecer una carrera técnica que permita al estudiante colocarse en el mercado laboral una vez que egrese, puede, además, continuar estudios superiores. Una de las razones por las cuales se incluyó la carrera de trabajo social fue por una necesidad manifiesta de la población, en búsqueda de nuevas opciones de formación profesional técnica de la zona económica que comprende Tecomán, Armería y el sur de Michoacán. El plantel empezó a tener una demanda de esta profesión por lo que se hizo un estudio de mercado laboral y así se vio que se justificaba plenamente la apertura de esta especialidad, “principalmente porque las comunidad lo pedía, lo pedían los muchachos que recurrían a nuestro plantel para solicitar informes. Cuando abríamos periodo de inscripciones preguntaban por el área de trabajo social” (Solís, Angelina. Directora de la Academia Comercial Solís de Tecomán. Entrevista realizada el 2 de febrero de 2000) . Las carreras que se imparten en la Academia están avaladas por la DGETI y trabajo social es una de ellas. Esta opción fue incorporada a la SEP en 1995. Los recursos económicos que sostienen la Academia, son y han sido siempre las aportaciones económicas de los y las estudiantes de las distintas carreras técnicas. 110 Trabajo social comparte infraestructura con el resto de las carreras técnicas y las aulas se utilizan todo el día, pues la escuela funciona en dos turnos. El personal para trabajo social son 8 profesores por semestre, todos con diferentes licenciaturas de procedencia. 5.2. INFLUENCIA TEÓRICA El objetivo que persigue desde sus inicios la Academia Comercial “Solís” con la carrera de trabajo social es preparar gente que sea socialmente productiva, que pueda titularse al final de la carrera y que al mismo tiempo tenga la opción de seguir preparándose profesionalmente en otros niveles educativos superiores (Angelina Solís, 2000). El propósito fundamental con la sociedad es de ayudar, es decir, se forman trabajadores sociales para que ayuden a la gente necesitada y principalmente, para que desarrollen funciones como gestoras de los recursos que se requieren para “solventar la problemática que se presente” (Angelina Solís, 2000). La visión que se tiene del trabajo social es descontextualizada, en el sentido de que se considera al trabajo social como una profesión que por sí sola puede llegar a responder a las necesidades sociales, sin tomar en cuenta la posibilidad social real que existe para que un trabajador social pueda intervenir con éxito en la atención a una problemática determinada. 5.3. CAMBIOS CURRICULARES El primer plan de estudios aplicado en la Academia Comercial Solís para el Bachillerato Tecnológico en Trabajo Social fue el TTS 92 (anexo 12), denominado “Plan de estudios de Bachillerato Tecnológico en Trabajo Social” sin embargo, la DGETI le da otra denominación dos años después, a partir de entonces se denomina TTS94 el cual es el plan de estudios vigente, denominado “Plan de estudios de Bachillerato Tecnológico Trabajo Social” el cual tiene vigencia desde septiembre de 1994 en toda la República Mexicana (anexo 13), aunque en Tecomán, concretamente en la Academia 111 Comercial Solís no empieza a ofrecerse sino hasta 1996. La carrera dura tres años y el diploma o título de Técnico en Trabajo Social se obtiene mediante examen sustentado por los egresados ante un jurado designado por la Secretaría de Educación Pública. A partir de agosto de 2001 empezará a desarrollarse el plan de estudios TTS2000 (anexo 14), el cual fue aprobado por la DGETI en el 2000 y obliga a todos los planteles donde se imparte el Bachillerato Técnico en Trabajo Social a aplicarlo. Este nuevo plan de estudios tiene 358 créditos contra los 335 que tenía el anterior. Una de las ventajas que se observan al estar incorporada a la Dirección General de Institutos Tecnológicos (Angelina Solís, 2000) es que en la Dirección General de Profesiones en México expiden cédula profesional y avalan el título otorgado por la Academia. Existen varias formas titulación instrumentadas al interior del plantel, como son el examen general de conocimientos, la memoria de servicio social, la tesina o el promedio. En caso de tener un promedio mayor de 8 la titulación es automática, es decir, el estudiante solo tiene que hacer los trámites ante la SEP y pagar los aranceles. En el caso de la Academia Comercial Solís los egresados del Bachillerato Tecnológico en Trabajo Social son ya tres generaciones de egresados (generaciones 96-99 y 97-2000, 1998- 2001), la mayoría puede alcanzar la titulación por el promedio. En 1999 egresaron 11, en el año 2000 fueron 15 y en 2001 egresaron 13. es decir, a la fecha hay un total de 39 egresados de los cuales solo una se ha titulado. Esta falta de titulados es por cuestiones de tipo económico (Angelina Solís, 2000), las alumnas argumentan que no tienen posibilidades de pagar los trámites. 112 5.4. ORIENTACIÓN DEL PLAN DE ESTUDIOS El plan de estudios está organizado por semestres cuyos períodos van de agosto a enero y de febrero a julio. En total son 39 materias las que se imparten, aproximadamente 7 materias en cada grado y tiene una proporción de 67.5% horas teóricas(135) por 32.5% horas prácticas(65). Las áreas de formación incluidas en el plan de estudios son : AREAS MATERIAS Ciencias Sociales introducción a las ciencias sociales, sociología, planificación y organización para el bienestar social, historia de México, estructura socioeconómica de México Económico Administrativas economía desarrollo organizacional relaciones públicas administración Salud salud pública Ciencias de la Conducta desarrollo motivacional psicología Investigación métodos de investigación I y II Ciencias Básicas filosofía química I y II física I y II biología matemáticas I, II, III, IV y V Derecho derecho Complementarias técnicas grupales y audiovisuales actividades cocurriculares I y II computación lengua adicional al español I y II Español lectura y redacción I y II Trabajo Social teoría y práctica del trabajo social teoría y práctica del trabajo social de casos 113 teoría y práctica del trabajo social de grupo teoría y práctica del trabajo social en desarrollo de comunidad teoría y práctica del trabajo social institucional. 5.5. DESARROLLO DEL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE Los estudiantes asisten un promedio de 32 horas a la semana a clases. Durante ese tiempo pueden participar activamente en clase, aunque se conserva un esquema tradicional de impartición de las materias en donde el maestro es el que dicta la cátedra. Las alumnas (en femenino porque todas son mujeres) tienen una actitud participativa y exponen temas y dan sus puntos de vista sobre los materiales revisados y las clases tomadas. El maestro utiliza recursos comunes como pizarrón y gis, pero además utiliza otros recursos como la televisión y la video. Algunos profesores permiten que sus alumnas se acerquen a ellos al terminar las clases y aclaran dudas o resuelven problemas prácticos. Las materias de teoría y práctica de trabajo social, ya sea de casos, grupos y en comunidad tienen contenidos teóricos y también prácticos, donde las alumnas acuden a diversos centros de práctica para desarrollar sus actividades, estos centros son comunidades urbanas (colonias o barrios en la ciudad de Tecomán), comunidades rurales (de los municipios de Tecomán o Armería), instituciones (como el Instituto Mexicano del Seguro Social, diversas guarderías y escuelas). La participación puede ser porque el grupo de prácticas así lo decidió o a petición de las instituciones, barrios o comunidades quienes solicitan por escrito a la Academia “Solís” la presencia de las alumnas para el desarrollo de ciertas actividades. En cuanto a las prácticas de servicio social, la profesora Zurita, titular de las materias de trabajo social en la Academia, es la que escoge los escenarios de 114 práctica, ella es el enlace de la Academia ante las instituciones públicas y privadas del sector salud, industrial o educativo, a las que envía oficios para presentar a los alumnos y solicita cartas de aceptación, requisitos que deben cubrirse para validar el servicio social constitucional de los alumnos y además, supervisa constantemente la labor de los mismos. 5.6 EVALUACIÓN CURRICULAR La evaluación curricular la realiza la Dirección General de Educación Tecnológica e Industrial (DGETI) a través de un grupo de expertos que laboran en esta dirección general a nivel nacional quienes deciden cuándo y cómo se hará esa evaluación. Las evaluaciones locales no se han dado, porque los planes de estudio de las profesiones técnicas que ofrece la Academia Comercial “Solís” dependen directamente de la DGETI. Lo que si se hace anualmente por parte de los directivos y profesores de este plantel es un estudio en el sector productivo en torno a las carencias que el mismo observa en los estudiantes insertos como prestadores de servicio social constitucional o como practicantes de algún método de intervención que están aprendiendo a manejar (caso, grupo, desarrollo de comunidad) y de ello se realizan modificaciones internas al plan, por lo regular se agregan otras materias que no tienen valor dentro del plan de estudios pero que se evalúan y que, como no se encuentran enlistadas como materias oficiales, se emite para ellas un documento por parte de la directora que se denomina CARTA DE RECOMENDACIÓN (Solís, 2000), en donde se especifica que el alumno tiene conocimientos sobre determinadas materias. Estas materias son, en este momento, mecanografía y ortografía y son obligatorias para todos los estudiantes de trabajo social. Hasta el momento, son tres los cambios que se han operado en el plan de estudios, desde que surge el primero en 1992. En el nuevo plan de estudios no se encuentran cambios significativos. Se aumenta una materia de trabajo social 115 en segundo semestre, se agrega una materia denominada informática, la cual se ubica en el área de complementarias, se agrega una materia al área de derecho y se le cambia la denominación a varias materias, principalmente las del área de trabajo social. Como ya se dijo antes, en agosto de 2001 entrará en vigencia el nuevo plan reestructurado en el 2000. 5.7 FINANCIAMIENTO Las principal forma de obtención de recursos en la Academia Comercial Solís es la colegiatura que pagan sus estudiantes y se destina principalmente al pago de nómina. Según la maestra Solís (febrero, 2000) “el 80% se va a pago de nómina y el 20% se va a compra de equipo”, aunque en realidad estos porcentajes resultan exagerados, debido principalmente a que la escuela debe reportar ganancias para su propietaria y debe quedar un remanente para el mantenimiento del edificio y para solventar los gastos de papelería, si no, realmente sería incosteable tener un plantel como negocio y sustento económico, ya que el plantel es una empresa familiar, en donde están implicadas la Directora Angelina Solís, su esposo, como secretario técnico, su hija como secretaria y recepcionista y su yerno como profesor y encargado del servicio de cafetería. Así mismo, la Directora (Solís, 2000) manifiesta que actualmente el plantel ha atravesado por una situación económica muy dura, que la ha llevado a pensar incluso en cerrar. Los estudiantes no pagan a tiempo y ella se ve en apuros para pagar a los maestros. 5.8 INFRAESTRUCTURA El edificio que ocupa la escuela es de dos plantas y tiene 4 aulas, un laboratorio para física y química y oficinas. En 1999 se adquirió un terreno el cual está anexo al terreno de la escuela y ha permitido construir ahí una cancha de voleibol y una cafetería. La intención de la directora, Angelina Solís es construir, además, un pequeño auditorio. No cuenta con biblioteca y entre los apoyos didácticos con los que se cuenta en el 116 aula son la TV, la video casetera, videos de apoyo, rotafolios y pizarrón. Hay material videográfico para impartir clases y algunas veces son películas comerciales rentadas por los propios profesores para dar la clase. 5.9 ATENCIÓN DE LA DEMANDA ESTUDIANTIL En esta escuela todos los aspirantes a cualquier carrera técnica quedan inscritos, debido principalmente a que la demanda no es mucha porque , entre otras razones, la oferta educativa en Tecomán se ha diversificado y en el caso de trabajo social, existen dos escuelas donde se imparte la carrera a nivel técnico y ambas se encuentran por la misma calle, a una calle de distancia. Los estudiantes de bajo promedio escolar pueden acceder a la educación que ofrece la Academia Comercial “Solís” pues, debido a la difícil situación económica en la que se encuentra el plantel no puede darse “el lujo” de pedir promedio. Para la directora Angelina Solís (febrero, 2000), la Academia Comercial “Solís” satisface adecuadamente la demanda estudiantil que solicita entrar al bachillerato técnico en trabajo social. Los estudiantes para las carreras que ofrece el plantel (Técnico en Trabajo Social y Técnico en Contabilidad) provienen de zonas aledañas a Tecomán, principalmente de la zona rural de Michoacán y de poblaciones de Tecomán y Armería como son Madrid, Caleras, Santa Rosa, Rincón de López, Los Reyes, Cofradía de Juárez y las propias cabeceras municipales, es decir, Tecomán y Armería. En general son estudiantes que provienen de familias de escasos recursos económicos, a los cuales les resulta realmente difícil sostener a un hijo dentro de un sistema privado de educación, pero que ven en éste una opción viable para insertar rápidamente a sus hijos en el campo laboral y con esto, lograr que contribuyan a la economía familiar. 117 5.10 RECURSOS HUMANOS Los profesores son todos de nivel licenciatura, contratados por horas (ninguno es de tiempo completo). En el caso de las materias propias de trabajo social, las imparte la licenciada en trabajo social Teresa Zurita. No puede haber profesoras ni profesores sin cédula profesional, es decir, que además de ser egresados de nivel licenciatura deben estar titulados. Cada semestre se contratan 8 profesores para la carrera de técnico en trabajo social, aunque hay algunos que, al impartir materias de tronco común en los primeros semestres, como química, física y matemáticas, son contratados para todas las carreras que se imparten en la Academia Comercial “Solís”. Los profesores están formados en las disciplinas que imparten y la mayoría de ellos se encuentran insertos laboralmente en instituciones diversas donde ejercen como profesionistas de su área. Otros son maestros en los planteles de la Universidad de Colima ubicados en el Campus Tecomán. Se cuenta además con personal para atender la cafetería y hacer el aseo y una recepcionista. CAPÍTULO SEIS INSTITUTO “SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ” 6.1 ANTECEDENTES Y FUNDACIÓN El Instituto “Sor Juana Inés de la Cruz” es un plantel de reciente creación en Tecomán, Colima. Su directora, Guadalupe Torres, concibió la idea una vez que egresó de la carrera técnica en trabajo social en el Vasco de Quiroga de Comala. Con recursos económicos suficientes y mucha voluntad, rentó una casa y realizó los trámites correspondientes ante la SEP para ofrecer preparatoria en sistema abierto. 118 Esta actividad inicia en marzo de 1996 , sin embargo, no dura mucho tiempo. Entre las razones que se argumentan para dejar el sistema abierto (Torres, Guadalupe. Directora de la Escuela de Trabajo Social “Sor Juana Inés de la Cruz” de Tecomán, Col. Entrevista realizada el 2 de febrero de 2000.) es que la función del plantel era preparar estudiantes para la realización de los exámenes ante la SEP en Colima, sin embargo, en el momento en que iban a presentar dichos exámenes los estudiantes no acreditaban y culpaban al plantel de no haber dado una adecuada preparación. Esto hizo a la directora abandonar el sistema abierto y decidirse por el escolarizado y concretamente por el bachillerato técnico en trabajo social, dependiendo directamente de la Secretaría de Educación Pública, con la clave de incorporación 06PBH000-5H. Entre las razones que ella argumenta (Torres, 2000) como antecedentes de la creación de esta escuela son, por una parte, las necesidades sociales de una población como Tecomán y sus alrededores, tales como falta de servicios, problemática familiar creciente, situaciones laborales irregulares, poblaciones flotantes que trabajan en el campo, en la cosecha de los productos agrícolas, principalmente y por otro, la necesidad de contar con profesionistas cuya formación permita la atención de dichas necesidades. Aunado a esto se encuentra el interés personal de la directora, ya que al ser trabajadora social le movía interiormente el deseo de crear una escuela que pudiera formar profesionistas en esta área. Los recursos económicos aportados para la creación de esta escuela fueron directamente obtenidos de la propietaria del plantel, la trabajadora social Guadalupe Torres. El instituto, con el sistema escolarizado, inicia sus funciones el 24 de agosto de 1996. Los principales objetivos que perseguía entonces, de acuerdo al relato 119 de la directora (Torres, 2000) eran proporcionar una educación profesional técnica a la población demandante de Tecomán. En Tecomán se encontraron las condiciones adecuadas, principalmente por la dificultad que representa a las zonas aledañas el desplazarse hasta la ciudad de Colima a recibir una formación académica que les permita la inserción laboral rápida de jóvenes que, por las circunstancias sociales en las que viven, requieren contribuir lo más pronto posible a la economía familiar. Es el caso del Instituto “Sor Juana Inés de la Cruz”, ya que ofrece la carrera técnica en trabajo social como opción de formación. Después de su fundación se ofreció el bachillerato en humanidades como otra opción de formación y que ha respondido a los intereses de la población estudiantil demandante, quienes buscan su inserción a niveles educativos superiores. Anteriormente funcionaban en un edificio que era casa habitación y contaba con cuatro aulas 44. Uno de los salones de clases era en realidad la sala de estar del segundo piso de esa casa habitación. Ahora han cambiado de edificio y desarrollan sus clases en espacios más amplios, aunque sigue siendo una casa que se adecuó para dar el servicio de plantel educativo 6.2. INFLUENCIA TEÓRICA Desde el punto de vista de la directora del plantel (Torres, 2000), el trabajo social “ es una ciencia salida de la rama de las ciencias sociales ... que nos ayuda a conocer [la] ...problemática [de] una sociedad con necesidades y que [cuenta con]... métodos [propios]”. Así, desde esa perspectiva, se considera que el trabajo social es capaz, por sí solo, y aplicando adecuadamente su metodología propia, de solucionar los problemas sociales, considerando que para eso el trabajador social debe tener, antes que otra cosa “la convicción de 44 El domicilio anterior era Allende esquina con 18 de marzo #120 en Tecomán. 120 servir” y de trabajar en equipo. Desde esta perspectiva, las funciones del trabajo social se centran en gestionar para los demás, orientar y concientizar a la población sobre sus problemas y organizar a la misma para dar solución utilizando un nivel micro de intervención social. Los niveles de intervención para el trabajo social podrían distribuirse en tres: a nivel micro, enfrentando los hechos o manifestaciones de las problemáticas sociales más grandes, es decir, el problema del agua, por ejemplo, se ve como un problema de la comunidad en la que se interviene, sin mirar que este es un problema más grande, entonces las soluciones se reducen a resolver el problema de la comunidad que lo manifiesta, muchas veces sin atacar las verdaderas causas del mismo, sino solo sus consecuencias. A nivel medio estamos hablando de intervención en regiones más amplias, así, los problemas se enfrentan a partir de proyectos más elaborados, que incluyen la participación de diversos actores sociales, no solo los directamente afectados con el problema. Por último, a nivel macro se trabaja con problemas que afectan a nivel nacional o mundial y se analizan multifactorialmente y se ven sus dimensiones globales. En este nivel, el trabajador social puede intervenir como asesor social en organismos diversos, nacionales o internacionales. Se considera en este plantel al trabajador social como el que posee las herramientas de acción y que puede comunicar a otros las formas de resolver los problemas, considerando que esta orientación que se brinda puede ser suficiente, por sí sola, para que las personas resuelvan sus problemas. 6.3. CAMBIOS CURRICULARES El plan de estudios no ha sido modificado desde que inició el Bachillerato Técnico en Trabajo Social y se denomina Bachillerato Técnico en Trabajo Social. Los estudiantes de esta carrera pueden tener opción de continuar con estudios superiores, debido a que tienen formación de bachillerato. 121 Se aplica tal y como lo establece la Secretaría de Educación Pública. Ha tenido variaciones en la teoría y la práctica del trabajo social, que antes se englobaba en una sola materia y ahora se tienen dos, una para cada una. La carrera se cursa en tres años, distribuidos por semestres y los maestros desarrollan el programa de la materia que les corresponde con base en lo especificado por la SEP 6.4. ORIENTACIÓN DEL PLAN DE ESTUDIOS El plan de estudios tiene aproximadamente 50% de horas teóricas y 50% de horas prácticas. Esta organizado por semestres. En los dos primeros son seis materias por curso, en tercero y cuarto se cursan 7 materias cada semestre y en los dos últimos los estudiantes cursan ocho materias en cada uno. Las áreas que contempla el plan de estudios corresponden a: ciencias económico administrativas, ciencias de la conducta, ciencias de la salud, derecho, investigación, ciencias básicas, español, trabajo social, complementarias y ciencias sociales. En ciencias sociales se cursan materias como planificación y organización del bienestar social, historia de México I y II e introducción a las ciencias sociales. En el área de complementarias se ve programación, actividades paraescolares, lengua adicional al español I y II (en este caso es inglés). En cuanto al área de español las materias son taller de lectura y redacción I y II. Las ciencias básicas que se estudian son filosofía I y II, biología, matemáticas I, II, III, IV y V, química I, II y III, física I, II y III. En investigación se tiene métodos de investigación I y II, materias del área de derecho son cuatro, de ciencias de la salud son dos: salud pública I y II, de ciencias de la conducta se tienen tres: psicología I y II y psicología del desarrollo. En ciencias económico administrativas se cursa una sola materia que es administración y en el área de trabajo social se ven teoría y práctica del trabajo social, del I al VI . En estas materias se trabaja con la metodología tradicional, es decir, se aprende trabajo social de caso, de grupo y en desarrollo 122 de comunidad y se realizan las prácticas correspondientes a cada método de intervención. 6.5. DESARROLLO DEL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE Las materias son impartidas, generalmente, de forma tradicional, aunque también se toman en cuenta actividades donde el alumno participa activamente en la clase, utilizando para esto técnicas grupales y exposiciones de los alumnos. La materia de actividades paraescolares no tiene un contenido específico marcado por la SEP pudiéndose desarrollar aquí actividades manuales, danza, relaciones humanas, técnicas grupales o música, dependiendo de los intereses que la directora observa en la población estudiantil y la necesidad de desarrollar tal o cual actividad en el entorno, es decir, la utilidad que se va a tener de dichas habilidades en los lugares de práctica. Así, se hace un sondeo entre el estudiantado en donde se les pregunta qué actividad les gustaría tener en el siguiente semestre a cursar y entonces se elabora una lista de propuestas y es la directora quién decide, con base en recursos económicos y disponibilidad para conseguir instructores cuál es la actividad paraescolar que se impartirá en el semestre. La práctica (Torres, 2000) ha ido transformándose continuamente a partir de un análisis del impacto en las comunidades donde ésta se desarrolla. Esto ha hecho que existan ampliaciones en los horarios dedicados a esta actividad. Cuando la escuela se funda se tenían doce horas de práctica a la semana y en la actualidad se tienen dieciséis, pues se consideró que era insuficiente el tiempo dedicado al trabajo con la gente, ya sea en casos, en grupo o en comunidades. 123 La forma en que se desarrolla la práctica depende del semestre en el que las estudiantes se ubican. Se inicia con una investigación de los antecedentes históricos de la región en donde se va a hacer la práctica; después se analizan los productos agrícolas e industriales de la región, lo que se hace en el siguiente semestre. La finalidad de esta investigación es que los alumnos conozcan la región y sus fuentes de empleo, así como la problemática social que esto genera en la población (condiciones de empleo, las personas que viven y se desarrollan en ese espacio o región, etc). Los siguientes semestres son propiamente de intervención y los estudiantes de trabajo social actúan principalmente como sensibilizadores y como gestores de recursos. Actualmente, las prácticas se evalúan de forma separada a la teoría del trabajo social. Es decir, anteriormente las materias de Teoría y Práctica del Trabajo Social otorgaban 50% a la teoría y 50% a la práctica. Ahora se evalúan por separado “ahora lo [que] queremos [es] ... que la gente [los estudiantes] se enfoque a lo que es la práctica porque de ahí ...depende cómo va a ser como profesionista” (Torres, 2000). Los escenarios de práctica se eligen con base en las necesidades que se presentan, detectadas en el diagnóstico que se elabora por los estudiantes sobre la zona de influencia, que es Tecomán Además, los estudiantes realizan un censo para conocer cuáles son los puntos de atención dentro de las poblaciones y con esto, al trabajar junto con su profesora de prácticas, deciden las áreas y formas de intervención a desarrollar. 6.6. EVALUACIÓN CURRICULAR La evaluación curricular la realiza directamente la SEP, sin embargo, en lo que se refiere a los talleres o actividades paraescolares, es la escuela la que decide cuáles son los que se impartirán en cada semestre (cuando toca el semestre en el cual se imparte la materia). Por parte de la escuela se pueden hacer adecuaciones al plan de estudios, para actualizar los contenidos de las materias, en las cuales participan los profesores que las imparten. La SEP es la 124 única instancia legalmente válida para modificar el plan de estudios, así como también es la única que puede otorgar el título de Técnico en Trabajo Social. 6.7. FINANCIAMIENTO Cuando surge la escuela el recurso que se invirtió fue particular, sin embargo, son ahora las colegiaturas de los estudiantes lo que en realidad sostienen el plantel. Actualmente cuenta con 120 estudiantes, la mayoría inscritos en el Bachillerato en humanidades y solamente 7 inscritas en el Bachillerato Técnico en Trabajo Social (todas son mujeres). Aunque cada carrera es distinta, ambas sostienen el plantel y su funcionamiento. El principal destino de los ingresos es el pago de nómina, otra parte se destina al pago a la SEP por la incorporación (esto es lo que le da validez oficial a los estudios que imparte el plantel), lo cual se hace una vez al año, otro porcentaje se destina a gastos de mantenimiento, operación e instalaciones, tales como el pago de la luz, la renta, compra de mobiliario, aseo del inmueble, material didáctico y otra parte va al acondicionamiento del edificio. De acuerdo a la opinión de la directora y propietaria del plantel, el dinero que ingresa cada año permite el crecimiento del plantel y hay la proyección de construir un laboratorio para las materias de Química y Física 6.8. INFRAESTRUCTURA La escuela, desde sus inicios ha funcionado en edificios acondicionados para ello, los cuales han sido dos hasta ahora, ambos en realidad casas habitación muy amplias que se han adecuado a las necesidades del plantel. El edificio actual tiene 6 aulas dedicadas a ambas formaciones que ofrece, es decir, Bachillerato Técnico en Trabajo Social y Bachillerato en Humanidades y hay la intención de adquirirlo en propiedad. Tiene un pasillo amplio en donde se imparten los talleres de danza y música y donde se realizan eventos extracurriculares, como conferencias y ceremonias diversas. Las aulas están 125 equipadas con lo mínimo necesario para impartir las clases de manera tradicional, es decir, butacas para los alumnos, escritorio para el profesor y pizarrón. Una de las aulas, la de la planta baja no tiene puertas ni ventanas, es decir, es un espacio semiabierto el cual, por la forma en que esta dispuesto se presta a muchas distracciones por parte del alumnado. Cuenta con oficina de recepción y de la dirección, una bodega para la papelería y el material de mantenimiento y aunque tiene espacio suficiente, no tiene biblioteca, ni cafetería. El espacio destinado anteriormente a cocina piensa acondicionarse como laboratorio para las clases de Química y Física 6.9. ATENCIÓN DE LA DEMANDA ESTUDIANTIL Los estudiantes de esta escuela provienen, la mayoría, de lugares aledaños a Tecomán, como lo es la zona rural de ese municipio, de Armería y de la zona costera de Michoacán. Los estudios previos que se solicitan son secundaria y no se le exige al estudiante un promedio mínimo para ingresar. Actualmente la carrera de trabajo social ha sufrido una baja considerable, incluso se ha tenido que cerrar un grupo debido a la falta de estudiantes interesados en cursar esta carrera y a la deserción del alumnado. De acuerdo a lo que comenta Guadalupe Torres (2000), el grupo requiere de un mínimo de estudiantes para funcionar. Cuando esta cantidad mínima no es cubierta, entonces el grupo debe disolverse, pues no es costeable, pues no alcanza ni para pagar a los maestros y el plantel tiene que trabajar con números rojos. Lo que se ha hecho con estas alumnas (todas mujeres) es incorporarlas al bachillerato en humanidades. Esta opción educativa ha crecido mucho y uno de sus atractivos principales es que en dos años adquieren el certificado, lo que les permite incorporarse más rápidamente a la educación superior. En la actualidad se tienen 9 egresadas, de las cuales tres ya se han titulado. El procedimiento que escogieron para titularse fue la elaboración de una memoria de servicio social constitucional. 126 6.10 RECURSOS HUMANOS Los profesores que laboran en el plantel, para la carrera de trabajo social son siete desde que inició sus funciones el plantel y la profesora de las materias de trabajo social es la misma que en la Academia Solís, es decir, la licenciada en trabajo social Teresa Zurita. La planta de profesores tiene nivel licenciatura y están titulados, lo cual es un requisito que impone la SEP para el personal académico. CAPÍTULO SIETE ANÁLISIS COMPARATIVO DE LAS ESCUELAS DE TRABAJO SOCIAL EN EL ESTADO DE COLIMA. Los planteles que forman trabajadores sociales en el Estado de Colima son: Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga curso normal, Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua, Facultad de Trabajo Social, Academia Comercial Solís e Instituto Sor Juana Inés de la Cruz. 127 Cada uno de ellos ha seguido diversas trayectorias desde su fundación, han generado trabajadores y trabajadoras sociales desde su propia perspectiva de formación, influidas por las circunstancias económicas, políticas y sociales del momento y por las características particulares de cada plantel y de cada sistema educativo al que pertenecen. Sin embargo, a pesar de la diferencia de los niveles, en lo que respecta a los niveles técnico y licenciatura, existen algunas cuestiones que permiten observar ciertas similitudes en el origen, desarrollo y problemática actual de cada una de ellas, así como marcadas diferencias Durante el presente análisis, aún cuando se habla de un período que no es muy amplio desde que se funda la primera escuela de trabajo social en el estado y hasta que se funda la última (son 34 años), pueden vislumbrarse con claridad tres épocas distintas en las escuelas de trabajo social, dadas en razón de los acontecimientos que rodean la creación de cada una y la situación social, política y económica del momento. Así, se engloban en la primera época a las escuelas Vasco de Quiroga, tanto la de curso normal como la de verano y supervisión continua. Una segunda época está dada por la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Colima y la última época, más reciente, es la que comprende el surgimiento de las dos últimas escuelas donde se brinda formación de Trabajo Social a nivel técnico: la Academia Comercial Solís y el Instituto Sor Juana Inés de la Cruz. 7.1 ORIGEN DE LAS ESCUELAS DE TRABAJO SOCIAL EN EL ESTADO Las primeras dos escuelas de trabajo social que surgen en el Estado de Colima nacen a partir de una mayor necesidad de trabajadores sociales en provincia a 128 fin de evitar la migración de estudiantes a las grandes ciudades y para favorecer la formación académica de las mujeres del ámbito rural, además de que se buscaba satisfacer las necesidades específicas de instituciones como DIF encaminadas a atender la problemática social generada en el campo, en la zona que comprende Colima, sur de Jalisco y zona costera de Michoacán. Estas primeras escuelas nacen vinculadas a un proyecto de asistencia social gubernamental y de promoción social al campo, a fin de capacitar a personas que, sin una formación profesional adecuada, habían sido habilitadas para desarrollar acciones de promotoría social, a través de cursos que el DIF nacional promovía desde el centro. La ideología prevaleciente en ambas escuelas tiene que ver con una visión humanista católica de ayuda a sectores sociales desprotegidos, principalmente mujeres provenientes de zonas agrícolas con prácticamente una nula posibilidad de desarrollo educativo y que podrían convertirse, desde la perspectiva de estas escuelas, en agentes de desarrollo social en el campo, al volver a sus lugares de origen con una formación técnica sólida, sustentada en la metodología de desarrollo de comunidad (lo cual continúa hasta este momento, pues es el método tradicional más usado para impactar socialmente), basada en una visión filantrópica y considerada como una extensión de las labores domésticas desarrolladas tradicionalmente por las mujeres. La profesión se reviste de un carácter filantrópico y se ve al Trabajo Social como un instrumento de cambio, en donde se prioriza el activismo social a través del método de Desarrollo de Comunidad y la formación que se da a los estudiantes está basada en una necesidad de mejorar la comunidad y la evolución o cambios dados dentro de la misma profesión se sustentan en una visión endogenista, es decir, se afirma que los cambios en la profesión se dan desde adentro, por el impulso de los propios trabajadores sociales y no se analiza la influencia del entorno. 129 Las dos décadas (prácticamente) en donde ubicamos el surgimiento de las primeras escuelas (60´s y 70´s) están marcadas con variaciones importantes en torno a las políticas económicas dirigidas al campo. En los 60´s deja de darse apoyo al campo y surgen movimientos obreros y campesinos como respuesta al abandono gradual de apoyo a sus necesidades; estos campesinos eran controlados a partir de diversas organizaciones, como la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM), la Confederación Nacional Campesina (CNC) y la Confederación Revolucionaria de Obreros Mexicanos (CROM). México tiene que importar sus alimentos y la nación entra en crisis, con un campo empobrecido y abandonado, con obreros en condiciones de extrema pobreza y con un déficit importante en el abastecimiento de productos básicos. Esto provoca que se realice un plan emergente denominado Alianza para la producción, el que se concreta con acciones a favor de grupos sociales ligados a este sector, que en el caso concreto de Colima y en relación con las primeras escuelas de Trabajo Social surgidas en el Estado, son las mujeres campesinas. La idea principal que subyace en la formación de ambos planteles tiene que ver con una visión instrumentalista del trabajador social, es decir, se le dota de herramientas necesarias que le permitan transformar su realidad, tomando en cuenta para esto, una sólida formación de valores religiosos y el arraigo a sus comunidades45 como premisas fundamentales y basadas en un saber práctico, evolucionando más tarde hacia tendencias de izquierda, pues es en ambas escuelas donde con mayor fuerza se desarrollan los preceptos de la reconceptualización del trabajo social, influenciada por la llegada de profesionistas chilenos, quienes tuvieron un papel preponderante para la 45 El arraigo de los aspirantes a la carrera de técnico en Trabajo Social consiste, desde el punto de vista de estas escuelas, en comprobar que son personas que pertenecen a una zona rural de Colima y cuyo interés principal sea regresar a sus lugares de origen una vez adquirida la carrera técnica para que apoyen el desarrollo de sus propios espacios geográficos y sociales. 130 discusión crítica de la situación prevaleciente en Colima y en México en el entorno social, político y económico al interior de las aulas. Las escuelas de Trabajo Social y sus planes de estudio evolucionan a la par del desarrollo histórico vivido en el Estado, aunque no sea una situación que quede muy clara en el interior de dichos planteles, porque la discusión sobre la ingerencia del Estado en los procesos educativos no es algo que se discuta. Las primeras escuelas, es decir Vasco de Quiroga Curso Normal y Vasco de Quiroga Curso de Verano y Supervisión Continua surgen en la medida en que las necesidades sociales existentes en Colima empiezan a ser atendidas por el Estado y la forma en que se organizan sus planes de estudio tiene que ver con esto. En la primera escuela, por ejemplo, se inicia la preparación para el trabajo con fines muy específicos: las mejoradoras del hogar rural no eran trabajadoras sociales, pero los fines que perseguía esta profesión técnica tenían que ver con lo que en ese momento preocupaba al Estado: Atender la problemática de los bajos niveles de bienestar de las familias campesinas. En el caso de Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua, busca reorganizar los saberes empíricos de promotores sociales en ejercicio, a los cuales resultaba muy costoso capacitar continuamente ya que eran trasladadas (todas eran mujeres), en el caso de las de Colima, a México para darles cursos. Aquí puede verse, de nuevo, que la formación de trabajadores sociales responde a una necesidad específica del gobierno: en primera, se capacita de forma más estructurada a personas que ya están en ejercicio y por otro, se reducen costos en esa capacitación. Por su parte, la Facultad de Trabajo Social surge a partir de un ideario político más encaminado hacia la equidad de género, que permitiera la formación profesional de las mujeres, quienes tenían muy pocas expectativas de 131 movilidad a otros lugares para estudiar debido a costumbres sexistas. Este ideario tenía el aval del gobierno de ese entonces, el de Griselda Álvarez, quién, en su discurso de toma de posesión como gobernadora del estado apuntaba hacia la formación profesional de las mujeres que les garantizara una vida laboral más digna y sobre todo, un trato más justo y equitativo. Para cuando surge la Facultad de Trabajo Social el panorama social y político de Colima se había transformado con respecto a la época en la que surgen las anteriores escuelas. En la lucha social se encontraban inmersos otros grupos importantes (no sólo campesinos y obreros) y que tuvieron una gran influencia en las decisiones que afectaban la vida política local, regional e incluso nacional, como lo fueron el grupo del magisterio, los estudiantes y la propia Universidad de Colima, como grupo de poder. El país se encontraba en crisis, sin embargo, esta situación no golpeó con la misma fuerza al estado de Colima y hubo muchas posibilidades de crecimiento económico y el partido en el poder, comprometido con el “experimento político”, como se dio por llamar al sexenio de Griselda Álvarez, apoyó el plan sexenal denominado Plan Colima, el cual estaba encaminado a mejorar los niveles de bienestar social en el estado y a conciliar los intereses de los grupos sociales que en el sexenio de Noriega Pizano habían tenido una postura de franco enfrentamiento con el gobierno estatal; entre ellos, la Universidad de Colima, debido, en gran parte, a la falta de una estrategia política de diálogo. La Universidad de Colima diversificó su oferta educativa durante el sexenio de Griselda Álvarez y fortaleció áreas de formación prioritarias en ese momento, como las Ciencias Sociales y Humanidades. Sin embargo, el impulso a estas áreas de formación no es un movimiento estatal, sino nacional, pues al aumentar la situación de crisis en el país se genera más pobreza y el estado crea nuevos programas basados en políticas sociales encaminados a combatir este fenómeno que se recrudecía. 132 Pero no bastaba el apoyo gubernamental para la creación de las escuelas, sino que era importante hacer un diagnóstico de necesidades que justificara la creación de una carrera, ya que esto estaba contemplado también dentro de las políticas sociales de apoyo a la educación desarrolladas en ese sexenio, es decir, la formación académica ofrecida en las universidades debía estar avalada por un interés real de la población por formarse en ese sentido y además, debería haber posibilidades reales de empleo en el entorno social. Así surge trabajo social, primero como carrera dentro de la entonces Escuela de Ciencias Políticas, con el apoyo de las primeras trabajadoras sociales provenientes de Jalisco, concretamente de la Universidad de Guadalajara y de la Universidad Femenina de Guadalajara, algunas de ellas, como la Lic. Ana Cecilia García Luna y la Mtra. María Teresa Quinto Rosas quienes directamente se incorporan a la planta de maestros de la carrera y otras, como Ángeles García Pelayo y Pastora Ferráez que primero participaron como docentes en las Escuelas Vasco de Quiroga de Comala para después formar parte de la planta de maestros en la entonces escuela de Ciencias Políticas. Después de 4 años funcionando como una carrera más en ese plantel, se da un incremento importante en la demanda de esta profesión, todavía en el periodo de Griselda Álvarez y para las inscripciones de 1983, en agosto, la sola carrera de trabajo social tenía 78 estudiantes en primer semestre, mientras que las demás carreras que impartía el plantel (sociología, administración pública y ciencias políticas) tenían 69 estudiantes en tronco común para que después de dos semestres, los estudiantes eligieran la carrera que les interesaba. Esta fue una de las razones que justificó la creación de la Escuela de Trabajo Social, aunque también se considera importante un movimiento estudiantil desarrollado a fines de 1983 a raíz de unas elecciones para presidente de la sociedad de alumnos, donde las y los estudiantes de trabajo social tuvieron un papel importante, involucrándose con convicción en el movimiento, generado a partir de una descalificación considerada en ese momento como injusta de uno de los contendientes a la presidencia de la sociedad de alumnos. Este movimiento se 133 generalizó a otras comunidades estudiantiles dentro de la misma Universidad de Colima, pero perdió fuerza cuando dejó de ser un movimiento puramente estudiantil y se convirtió en un punto de debate político y de ingerencia de partidos y grupos de poder. Como se ha dicho, incidió en la creación de la escuela el hecho de que, por un lado, en el país se gestaban políticas de apoyo a distintos sectores sociales que requerían de un profesionista que pudiera ser el ejecutor de las mismas para brindar atención social, y por otro, era imperante tener opciones de formación profesional para las mujeres, que cada vez con más fuerza ( y en particular en este sexenio) solicitaban ingresar a este nivel educativo y tenían menos posibilidades, por cuestiones de tipo cultural-familiar, de desplazarse a otras entidades para seguirse formando . Aunado a esto, las instituciones de salud en el estado comenzaron a ampliar su radio de atención al público y solicitaban trabajadores sociales, que empezaron a llegar principalmente de Guadalajara para ocupar puestos de trabajo en instituciones como el ISSSTE y el IMSS. Una vez creada, la Facultad de Trabajo Social se liga a necesidades de diversas instituciones, no como en el caso de las anteriores escuelas que respondían a requerimientos de una sola institución, ni siquiera a un solo tipo de institución, sino que, desde su nacimiento, la formación socio-humanística está encaminada a responder a una amplia variedad de necesidades sociales, tan es así, que se dan áreas terminales muy tempranas de formación académica, encaminadas a la atención de la problemática social emanada de los ámbitos rurales, médicos, escolares y penitenciarios. Por su parte, las escuelas de Tecomán justifican su creación a partir de una necesidad de diversificar la oferta educativa en ese municipio y como una oportunidad de hacer negocio, ofreciendo otra opción educativa de nivel técnico en sus aulas. A pesar del apoyo a la formación técnica emanada del gobierno Zedillista, el motor principal de estas escuelas para impartir la carrera de trabajo 134 social es la posibilidad de captar recursos económicos, ubicándose en un ambiente rural importante, en donde las carreras técnicas tienen relevancia por la necesidad de las familias de estos lugares por dar pronta cabida a sus miembros en el mercado laboral. Esta formación, basada principalmente en considerar a esta carrera como negocio, repercute en las bases científicas, éticas y filosóficas que dan sustento a la profesión y se encaminan más bien a resolver necesidades materiales en la aplicación del trabajo social que en un verdadero cambio de actitudes en la población que se interviene, con miras a que permita cuestionar la labor de los actores políticos y sociales en el seno de las comunidades donde el trabajador social hace su labor. Es decir, los fines son más que nada mercantilistas y, en contraposición con las otras escuelas, se ve a la formación de trabajadores sociales como un negocio lucrativo. Su origen reciente se inserta de lleno en el modelo neoliberal y nacen con franca desventaja respecto a las escuelas anteriores, debido entre otras cosas, a lo caro que resulta educarse en una escuela particular y al prestigio y status social que rodea a las escuelas más antiguas, además de que no cuentan con otras fuentes de financiamiento que no sean los propios alumnos, como podrían serlo el apoyo de fundaciones u organismos privados o públicos, por ejemplo. Con una visión instrumental del trabajo social, la finalidad última de la creación de estas escuelas es netamente remedial y adolece de una planta de maestros que en cuestiones de trabajo social pueda formar adecuadamente a los estudiantes que transiten por sus aulas, considerándose que no están en igualdad de condiciones con respecto a las escuelas más antiguas ya que, mientras las primeras escuelas de trabajo social surgen con una planta de maestras recién egresadas de un nivel técnico, pero con buenas bases filosóficas y con claridad en cuanto a la visión de lo que es un trabajador social 135 y la Facultad de Trabajo Social tiene una amplia planta de profesionistas venidos de diferentes partes de la República, los cuales participan en la elaboración del diagnóstico que justifica su creación, la Academia Comercial Solís y el Instituto Sor Juana Inés de la Cruz sustentan toda la formación de los trabajadores sociales que pretenden formar en una profesora, que si bien es egresada de la Universidad de Colima, por sí sola no puede generar una discusión en torno a la profesión que pueda permitir el avance teórico y el análisis social de su entorno, tomando en consideración la formación de trabajadores sociales. No hay un ideario, no hay valores intrínsecos en la formación, como pudiera ser el humanismo católico en unas y el interés por impulsar las carreras de tipo social humanístico y la diversificación de la oferta educativa, por la otra. Los estudiantes de ambas escuelas, por su parte, ven mas que nada una doble oportunidad: por un lado adquieren una carrera técnica y por otro, tienen opción de seguirse formando académicamente porque adquieren la categoría de bachilleres. Por otra parte, aún cuando han surgido en épocas distintas, todas las escuelas de trabajo social en el estado surgieron con una visión endogenista, es decir, con la firme creencia de que, dotando a las personas de herramientas prácticas, en unos casos y teórico-prácticas en otro, el trabajador social será capaz de transformar las condiciones sociales de dependencia y de marginación de las personas con las cuales trabaja, siempre y cuando esas personas se hagan responsables de su propio desenvolvimiento. Esto sucede porque se observa a la profesión desde sí misma y no se hace un análisis de cuáles son las condiciones sociales, políticas, económicas y culturales que favorecen o no el ejercicio profesional. Se ve a la profesión ligada a los esfuerzos de particulares (Margarita Septién, Humberto Silva, Guadalupe Torres, Angelina Solís, etc) y no como un producto de la lucha de clases, de las decisiones hegemónicas de la clase en el poder y del papel que tiene el estado en todo esto. Sin embargo, es difícil que al interior de estos planteles pueda 136 darse esta discusión teórica si no se dan las condiciones para hacerlo, condiciones que tienen que ver con un saber teórico-práctico, con una visión de la profesión más apegada a la generación de conocimiento y no sólo a la aplicación de los saberes prácticos. Ese endogenismo se manifiesta también en que las escuelas no cuestionan el papel de las instituciones en la sociedad, sino que buscan responder a sus demandas. Ahora, es evidente que, por lo menos en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Colima esta visión hacia el interior está cambiando, pues estas discusiones se reflejan en las reuniones de academia y en los productos de investigación que la Facultad está generando y que son inexistentes en el resto de los planteles (ver apartado 4.6). Estos productos de investigación marcan una diferencia básica entre la formación de trabajadores sociales técnicos y de nivel licenciatura. 7.2 FORMACIÓN ACADÉMICA Una característica general en los planes de estudio de las escuelas técnicas de trabajo social en el Estado es que no cuentan con un documento curricular, el cual manifieste los objetivos que persigue la formación académica y los conocimientos que intentan trasmitir a las nuevas generaciones. También se percibe una diferencia muy marcada entre ellas en cuanto a las revisiones que se han hecho a sus planes de estudio. Las escuelas Vasco de Quiroga han tenido mayor cantidad de planes de estudio que las escuelas de Tecomán: Vasco de Quiroga curso normal ha tenido 5 planes de estudio, Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua ha tenido cuatro, Academia Comercial Solís ha tenido dos y Sor Juana sólo ha tenido uno, siendo justificable por la razón de que es la más joven de todas las escuelas. 137 Otra diferencia que existe entre las escuelas técnicas es que tienen formas distintas de incorporación a la educación oficial. El Instituto Sor Juana Inés de la Cruz y las dos escuelas Vasco de Quiroga se encuentran incorporadas a la Educación Oficial del Estado, en cambio, la Academia Comercial Solís pertenece al sistema federal. Esta diferencia es significativa en el sentido de que, mientras las tres escuelas que están incorporadas al Estado tienen la libertad de modificar los planes de estudio según sus propios planteamientos y necesidades de formación, la Academia Comercial Solís, por su parte, está sujeta a los cambios impuestos a partir del sistema federal y se limita a hacer los cambios que establece la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial. Sin embargo, las dos escuelas Vasco de Quiroga y el Instituto Sor Juana Inés de la Cruz establecen las modificaciones a su criterio, sin que medie una revisión exhaustiva por parte de la Dirección de Educación Pública del Estado, pues en esta dependencia no existe personal calificado que evalúe planes y programas de trabajo social ni solicitan apoyo a las organizaciones que podrían dar una opinión más autorizada, como las asociaciones de profesionistas. El caso de la Facultad de Trabajo Social es distinto. Es, junto con el Vasco de Quiroga curso normal, el plantel que ha tenido más evaluaciones curriculares, las cuales se han llevado a cabo de acuerdo con la política de la Universidad de Colima. Estas evaluaciones son, a la fecha cinco y han generado planes de estudio con diferentes niveles de estructuración curricular, pasando de esquemas más o menos escuetos que incluían tira de materias y programas correspondientes, a planteamientos más elaborados que incluyen objetivos curriculares, perfil del egresado, campo de acción del egresado, requisitos de ingreso y egreso, mapa curricular y lineamientos de evaluación curricular. En ese sentido, aún cuando no es la más antigua de todas las escuelas de trabajo social en Colima, es la que más ha evaluado sus planes de estudio y la única que ha tomado en cuenta en esas evaluaciones a los empleadores, 138 egresados, profesores y alumnos del plantel, a diferencia de los escuelas técnicas, donde las modificaciones se han hecho prácticamente solo por los directivos y maestros. La escuela que tiene más egresados a la fecha es Vasco de Quiroga curso normal, con 610, sin embargo, de acuerdo a la cantidad de egresados, la Facultad de Trabajo Social es la que tiene un mayor porcentaje de titulados ya que son 498 titulados de los cuales son 365 titulados(73.3%) y la Academia Comercial Solís representa el porcentaje más bajo (2.56%), pues de 39 egresados, sólo se ha titulado una. Estos datos son significativos en el sentido de que reflejan diferencias muy grandes en los índices de titulación de uno y otro plantel. Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua tiene 374 egresados y 296 titulados y el Instituto Sor Juana tiene 9 egresados y tres titulados, lo que refleja también menor porcentaje de titulación con respecto a la Universidad de Colima. Analizando otro aspecto, es la Facultad de Trabajo Social la que más opciones de titulación ofrece, considerando 6 formas distintas de obtener la Licenciatura en Trabajo Social. Las escuelas técnicas se limitan a una sola opción, que se denomina tesis, aunque en realidad se trata de una memoria de servicio social que debe ser defendida ante un jurado, formado por un directivo de la escuela, un profesor titular y un representante de la Secretaria de Educación Pública46, que, en el caso de la Academia Comercial Solís es un representante del sistema de Bachilleratos Tecnológicos, y en el caso de las otras tres escuelas de nivel técnico es un representante de la Dirección de Educación Pública del Estado. 46 Las formas a que se hace referencia por parte de la Universidad de Colima fueron descritas en el apartado 4.3, sobre los cambios curriculares. 139 En cuanto a la cantidad y tipo de materias que se cursan en cada plantel. La escuela con mayor número de asignaturas es la Vasco de Quiroga curso normal (69) y con menor número de materias es la Academia Comercial Solís(39). Partiendo de un seguimiento de los últimos planes de estudios de cada plantel, se observa que las escuelas que dan formación exclusiva de Trabajo Social son Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua y la Universidad de Colima, mientras que la Academia Comercial Solís y el Instituto Sor Juana Inés de la Cruz forman además en bachillerato general y la Escuela Vasco de Quiroga curso normal forma trabajadores sociales técnicos con opción de Bachillerato en Humanidades (incluida en el plan de estudios de Trabajo Social). Sin embargo, el porcentaje de materias del área de Trabajo Social es más alto en la Escuela Vasco de Quiroga curso normal, representando el 25.37% del total de materias del plan de estudios y el más bajo lo tiene el Instituto Sor Juana Inés de la Cruz con el 12.5%. En el plan de estudios dado de alta en la Dirección de Educación Pública del Estado, Vasco de Quiroga curso de verano no registra créditos para la práctica académica que los alumnos realizan entre un verano y otro y que representa el saber práctico o la puesta en marcha de los conocimientos adquiridos por los alumnos, por lo que contando solo las asignaturas teóricas, un 12.5% del total de las materias del plan de estudios son del área de trabajo social y se ve bajo el porcentaje. Esta actividad de Supervisión Continua representa 40 horas a la semana de práctica académica supervisada una vez al mes, ya que las personas que asisten a clases en verano realizan su práctica académica en sus lugares de trabajo 47. 47 Por ejemplo, muchas de las estudiantes actuales son religiosas misioneras, las cuales después se insertan en el campo, en la sierra o en lugares muy apartados y con problemas de accesibilidad, en donde viven el resto del tiempo que no están estudiando y donde ponen en práctica lo aprendido en la Escuela Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua 140 Por su parte, la Facultad de Trabajo Social tiene un 22.5% de materias referentes al trabajo social en relación al total de materias que se imparten en sus aulas y aunque hay otra área de formación con mayor porcentaje, como es la denominada de Extensión Universitaria, con un 25% del total de materias, en realidad la de mayor importancia en cuanto a carga horaria es la de Trabajo Social, pues Extensión Universitaria engloba actividades deportivas y culturales y servicio social, las cuales buscan el desarrollo biopsicosocial de los estudiantes y una formación cívica, basada en que los alumnos “se sensibilicen y participen socialmente en la solución de los problemas internos de la institución y en el fortalecimiento de la imagen de la Universidad de Colima” (Reglamento del Servicio Social Institucional : 4-5) y a fin de que “se favorezca el desarrollo profesional del estudiante, por medio de la ejecución de tareas o actividades de servicio que contribuyan a la solución de necesidades nacionales” (Reglamento del Servicio Social Institucional:13-14.) PORCENTAJE DEL PLAN DE ESTUDIO DEDICADO A LAS MATERIAS DE TRABAJO SOCIAL VQCN Porcentaje de 25.37% materias del área de VQCVySC FTS ACS ISJIC 12.5% 22.5% 13.15% 12.5% Trabajo Social Para la Vasco de Quiroga curso normal, las materias totales cursadas son 69, que se imparten en 261 horas semana/mes, de las cuales 158 son teóricas y 103 son prácticas. La Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua tiene 38 materias, no especifica horas de trabajo, no hace división de horas teóricas y prácticas y es el plantel con el menor número de materias. La Facultad de Trabajo Social tiene 68 materias, impartidas en 252 horas semana/mes, de las cuales 123 son prácticas y 129 son teóricas y representa al plantel con mayor número de materias. La Academia Comercial Solís imparte la carrera técnica con 39 materias, distribuidas en 200 horas semana/mes de las 141 cuales 135 son teóricas y 65 son prácticas. El Instituto Sor Juana Inés de la Cruz no especifica horas de trabajo, pero si materias, las cuales son 42. Si las pusiéramos en un cuadro, podrían observarse ciertos aspectos que llaman la atención y dan pauta a un análisis de los planes de estudio. MATERIAS Y HORAS VQCN VQCVySC FTS ACS ISJIC Materias 69 39 68 39 42 Total de horas 261 No especifica 252 200 No especifica Horas teóricas 158 No especifica 129 135 No especifica Horas No especifica 123 65 No especifica 103 prácticas Por ejemplo, la Facultad de Trabajo Social es la que más equilibrio tiene entre las horas prácticas y teóricas, con respecto al resto de los planteles, por lo menos, dentro de los planteles que especifican horas de trabajo. Los planteles que mayor cantidad de horas de trabajo tienen son la Vasco de Quiroga curso normal y la Facultad de Trabajo Social, es decir, en estos planteles se dedica mayor cantidad de tiempo a la formación de trabajadores sociales aunque es la Facultad de trabajo social la que forma exclusivamente trabajadores sociales, no así la Vasco de Quiroga, pues aparte de proporcionar la carrera técnica en trabajo social, el mismo plan de estudio otorga los créditos del bachillerato en humanidades. En cuanto a las áreas de formación, se encuentra que todos los planteles tienen dentro de su plan de estudios las áreas de trabajo social, ciencias sociales, complementarias, ciencias de la salud, ciencias de la conducta e investigación. Las ciencias jurídicas solo están presentes en tres planteles (FTS, ACS e ISJIC), español está en cuatro planteles (VQCN, VQCVySC, ACS e ISJIC), así como el área de administración o económico administrativas y ciencias básicas. Vasco de Quiroga Curso Normal maneja un área de servicio social interno, que desde la Facultad de Trabajo Social se encuentra incluido en 142 el área denominada extensión universitaria. De acuerdo a la cantidad de materias que existen por áreas, se pueden inferir las prioridades de cada plantel con respecto a la formación en trabajo social, encontrando que es la Vasco de Quiroga curso normal la que más materias tiene en relación al área de trabajo social y la que menos tiene es la Academia Comercial Solís, priorizando este último plantel, junto con el Instituto Sor Juana Inés de la Cruz, la formación de bachillerato general. AREAS DE FORMACIÓN VQCN VQCVySC FTS ACS ISJIC Trabajo Social 18 11 14 5 6 Ciencias Sociales 11 13 10 6 6 Ciencias Jurídicas 1 1 3 1 2 la 5 1 3 2 2 Salud 2 1 3 1 1 Investigación 7 3 7 2 2 Complementarias 6 4 12 7 6 2 5 Ciencias de Conducta Extensión 16 Universitaria Económico 3 1 Español 6 1 2 3 Ciencias Básicas 3 2 10 9 38 42 administrativas Servicio Social 7 Interno Total de materias 69 39 68 Por otra parte, no todos los planteles tienen infraestructura necesaria para ofrecer a los alumnos un ambiente propicio y adecuado para el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje, encontrándose con que las mejores instalaciones están en la Universidad de Colima, donde se cuenta con tres edificios compartidos y uno propio en donde hay seis aulas, un centro de cómputo, aulas Gessell, oficinas, auditorio para 100 personas, nueve cubículos para profesores de tiempo completo, cuatro salas de usos múltiples y otros servicios universitarios como un polideportivo, cuatro auditorios diversos y tres bibliotecas cercanas, las cuales cuentan con un acervo de más de 60,000 143 volúmenes relacionados con las ciencias sociales. Todo esto permite que el alumno se inserte adecuadamente en el uso de nuevas tecnologías y encuentre lo que necesita para su desarrollo como estudiante prácticamente al alcance de su mano. Le sigue en infraestructura la Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga curso normal ya que cuenta con laboratorio para química y física, 5 aulas, oficinas, canchas de voleibol y basquetbol, cafetería, auditorio para 200 personas, espacios recreativos, áreas comunes y áreas verdes muy agradables. El menos equipado es el Instituto Sor Juana Inés de la Cruz, pues el edificio en que desarrolla actividades no se considera adecuado ni propicio para los procesos de enseñanza-aprendizaje. Si se analiza al personal docente, se encuentra que en ningún plantel los maestros tienen horarios designados extra clase para dar esa atención al alumnado, a excepción de la Facultad de Trabajo Social que cuenta con 9 profesores de tiempo completo los cuales tienen horas pagadas por la institución que deben dedicarse a asesorías individuales y a tutorías. En el caso concreto de la Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua se da un hecho peculiar, ya que, por lo menos en el tiempo que dura el curso de verano, los profesores conviven las 24 horas del día con sus alumnos, pues funciona como internado. En la Facultad hay líneas de investigación coordinadas por profesores de tiempo completo y la inserción de los estudiantes en los procesos de investigación es una forma de aprender ligada a la elaboración teórica y al análisis de información proveniente de la realidad social. Las líneas de investigación no existen en las otras escuelas de trabajo social en el estado y no hay profesores que coordinen actividades de este tipo con los alumnos 144 Las prácticas académicas son un aspecto interesante y cada escuela las desarrolla de acuerdo a las necesidades de los estudiantes y de los espacios disponibles para la realización de las mismas. Las escuelas técnicas de Tecomán dividen sus prácticas académicas en caso, grupo y desarrollo de comunidad, las cuales se realizan por espacio de una año cada una y se trabaja por etapas. En la Academia Comercial Solís las etapas son los métodos de aplicación de la profesión en los ámbitos individuales, grupales y comunitarios y se desarrollan en comunidades urbanas y rurales del municipio de Tecomán y Armería. En el Instituto Sor Juana Inés de la Cruz son diferentes procesos los que se siguen: la primera etapa es la de diagnóstico, la cual permite conocer la región, la segunda etapa es la elaboración de un censo de la población en la que se va a intervenir y en la tercera etapa se da la intervención propiamente dicha, escogiendo para ello alguno de los métodos tradicionales del trabajo social, como lo son caso, grupo y desarrollo de comunidad. Las otras tres escuelas, es decir las dos Vasco de Quiroga y la Universidad de Colima siguen una metodología integrada. La escuela de Verano Curso Normal prioriza, de todas formas, el abordaje de la comunidad, pero sigue el esquema de investigación-acción participativa y también distribuye a la práctica académica por etapas o fases. En la primera fase, los estudiantes viven en la comunidad, desarrollándose prioritariamente en zonas rurales o semiurbanas y la práctica se supervisa a partir de un taller. En ese tiempo los estudiantes elaboran proyectos de acción con la participación de la comunidad y no siempre se concluyen. La segunda fase es la práctica que se desarrolla en las instituciones y se busca en este nivel insertar a los estudiantes en los programas institucionales. El servicio social institucional se considera también una fase más de la práctica y se realiza durante los días domingo, lunes y martes, completando para ello 24 horas de actividades. La escuela Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua utiliza también un método 145 integrado y basado en la Investigación acción participativa, pero a diferencia del otro plantel, esta práctica se hace durante toda la carrera en el lugar de origen del alumno y en donde desarrolla normalmente sus funciones laborales. Así, la práctica está íntimamente ligada a la ocupación laboral del alumno y busca mejorar la eficacia de la acción social realizada con anterioridad en su ámbito de influencia. Los estudiantes están distribuidos por todo el país (las demás escuelas tienen centros de prácticas en el estado, cercanas al lugar donde se ubica el plantel y en el caso de la escuela Vasco de Quiroga curso normal, en zonas cercanas de Jalisco y Michoacán) y tienen supervisores de práctica en cada uno de los lugares donde hay alumnos, los cuales ejercen la supervisión continua, con sesiones de asesoría un fin de semana al mes durante diez meses. Es la escuela que dedica más horas a la semana a las prácticas académicas (40) debido a que se considera que el trabajo cotidiano de los alumnos es parte de su práctica académica, pero como se dijo antes, esas horas no están consideradas como horas crédito en el plan de estudios registrado en la Dirección de Educación Pública del Estado, las cuáles deberían contenerse, pues la formación práctica es fundamental en la formación de los trabajadores sociales de esta escuela y debería estar reconocido oficialmente el tiempo que le dedican a esto. La Facultad de Trabajo Social desarrolla actualmente sus prácticas sin especificar métodos de abordaje, sino más bien, productos concretos de trabajo del estudiante, basados en el diseño, desarrollo y evaluación de proyectos sociales. Así, en la actualidad se desarrollan 10 proyectos sociales en diversos ámbitos y con diferentes grupos sociales que requieren atención en las comunidades o centros de práctica. Se abarca atención directa a mujeres, padres de familia, jóvenes, ancianos y se atienden necesidades más generales de diversas poblaciones, como La Becerrera, El Chanal y Chiapa, entre otras. 146 La influencia entre los planteles es de considerar, en el sentido de que las últimas escuelas fundadas en Tecomán basan la formación de trabajo social en una profesora que es egresada de la Universidad de Colima, la cual fue formada bajo los esquemas de la metodología tradicional enseñada hace tiempo como la única opción de formación metodológica de intervención en la profesión, la cual ya ha sido superada, por lo menos, en este plantel y la que además, recibió una fuerte influencia de las primeras trabajadoras sociales en el Estado, quienes, así como contribuyeron a la formación de las técnicas en el Vasco, también sentaron las bases de la formación metodológica en la Universidad de Colima. En general, se puede decir que las primeras escuelas de Trabajo Social en el estado (Vasco de Quiroga, ambas y Facultad de Trabajo Social) han ido adecuando sus planes de estudio de acuerdo a la problemática social y a las exigencias laborales que enfrentan los y las trabajadoras sociales y las segundas (Instituto Sor Juana Inés de la Cruz y la Academia Comercial Solís) en realidad se han modificado para ofrecer al mercado una oferta educativa que les permita mejores ingresos. 7.3.- CONDICIONES DE OPERACIÓN Y PROBLEMÁTICA DEL PLANTEL. La forma en como las escuelas han evolucionado y la forma en como han logrado seguir adelante nos permite reconocer sus posibilidades de subsistencia en un medio social, político y económico cada vez más exigente, en el cual se requiere de múltiples elementos para permanecer en la competencia por el liderazgo educativo, basado en lo cada una de ellas ofrece. 147 Esto puede analizarse a partir de la disposición que las escuelas tienen para atender la demanda estudiantil, los recursos humanos con los que cuentan, la infraestructura y el financiamiento, como elementos claves para entender su problemática. En las escuelas técnicas de Trabajo Social existe problemática similar. Por un lado está la poca exigencia en cuanto a los niveles de calidad de los aspirantes que aceptan, reflejada, de acuerdo a la forma en que se valida la educación formal, en las calificaciones de los mismos. Es decir, estas escuelas no se interesan por el promedio que tienen las personas que aspiran a estudiar la carrera técnica, debido principalmente a que la cantidad de alumnos que solicitan entrar a cualquiera de ellas es menor que la capacidad de atención que tienen. En cambio, en la Universidad de Colima, la Facultad de Trabajo Social, debido a las exigencias nacionales e internacionales para la educación superior, está obligada a establecer y operar con los estándares de calidad en cuanto a recepción de aspirantes. Se busca que el acceso de la población estudiantil responda a los estándares rigurosos, lo que puede repercutir significativamente en apoyos económicos gubernamentales de diversa índole, siempre y cuando se asegure que los alumnos que son aceptados son alumnos de calidad, que permanecerán en la escuela hasta que obtengan el grado de licenciatura y que se insertarán lo más rápidamente al sistema laboral. Otro aspecto significativo a considerar es la planta de profesores con los que cuentan estos planteles, quiénes tienen un papel importante en el desarrollo de las actividades cotidianas de los planteles de trabajo social. La Vasco de Quiroga curso normal tiene 24 profesores, la Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua tiene 38 profesores, la Facultad de Trabajo Social tiene 29, la Academia Comercial Solís tiene 8 y el Instituto Sor Juana Inés de la Cruz 148 tiene 7. El único plantel con profesores de tiempo completo es la Facultad de Trabajo Social y los demás planteles trabajan con profesores por honorarios. Se tiene una mayor atención estudiantil en la Universidad de Colima por esta particularidad. En cuanto a la formación profesional de los profesores, es la Facultad de Trabajo Social la que cuenta con una planta profesores con grados académicos altos, teniendo maestros y doctores entre sus miembros, los cuales son inexistentes en las otras escuelas y facultades. En las dos escuelas Vasco de Quiroga se tienen técnicos en Trabajo Social dentro de los directivos y planta de maestros, aunque también hay profesores con nivel de estudios de licenciatura y uno tiene maestría, y en las dos escuelas de Tecomán, el nivel de estudio de los profesores que exige la Secretaría de Educación Pública para impartir cátedra en ambos planteles es el de licenciatura. Si se analiza la proporción de alumnos por maestro, podremos ver que la escuela en donde hay menos alumnos por maestro es en el Instituto Sor Juana y en donde existen más alumnos por maestro en la Vasco de Quiroga Curso Normal, sin embargo, aunque sea un indicador de calidad tomado en cuenta en la educación superior, esto no es muy significativo en la realidad, pues en el Instituto Sor Juana Inés de la Cruz la carrera es incosteable por el número de estudiantes y además, la planta de maestros es muy pobre en el área profesional del trabajo social. Lo que si es altamente significativo es la diversificación de las tareas del profesorado, ya que mientras en todos los planteles técnicos la labor única del profesor es la docencia, en la Facultad de Trabajo Social un profesor de tiempo completo realiza actividades complementarias a la docencia, como son la gestión educativa, la investigación y la tutoría, entre otras. En relación al financiamiento, las escuelas técnicas, dependen prácticamente de lo que pagan los estudiantes de inscripción y colegiatura y se encuentran en 149 la disyuntiva de mantener una carrera que puede resultar incosteable o cerrarla, por lo menos un tiempo. En la Facultad de Trabajo Social, por el contrario, existen diversas fuentes de financiamiento, cubriendo el estado la mayor parte de las necesidades del plantel, lo que le da una seguridad económica que no tienen las otras escuelas. Con respecto a la infraestructura, se describió en páginas anteriores, aunque se puede decir que definitivamente, las instalaciones y el equipamiento de los planteles técnicos de trabajo social no reúnen las condiciones necesarias para que puedan satisfacer las necesidades del estudiantado, en cuanto a los servicios educativos, pues trabajan con las carencias ya descritas. CAPÍTULO OCHO PERSPECTIVAS DEL TRABAJO SOCIAL EN COLIMA Partiendo de los planteles que se han analizado se puede ver la necesidad de replantear lo que se desea en cada uno de ellos y lo que éstos pueden ofrecer a la sociedad colimense y aún, al propio trabajo social. Si la razón de ser del Trabajo Social son las necesidades sociales, el profesionista de esta área debe plantearse la intervención en ellas con miras a 150 producir cambios que permitan atenderlas, considerando a las mismas, de acuerdo con Maslow, como Aquellas tendencias hacia la consecución de los medios que satisfagan estados de tipo carencial y sentidos que afectan a grupos o sistemas o bien cuando la satisfacción de las necesidades individuales implique la participación, en éstas, del grupo o la comunidad (García Alba et al., 1993: 132). Si se toma en cuenta que las necesidades sentidas por las personas son cada vez más sociales y menos individuales 48, debido principalmente a que cada vez existe una mayor complejidad en los servicios y prestaciones hacia las personas (llámese trabajadores, derechohabientes, etc.) y una mayor interrelación entre la vida privada y colectiva, entonces se puede decir que la perspectiva del trabajo social, a nivel mundial, es hacia la expansión de la profesión, por diversificarse los campos de acción. Sin embargo, este crecimiento debe estar acompañado por una flexibilización en las instituciones donde se emplean trabajadores sociales, lo cual permita incorporar en el ejercicio profesional actividades complementarias de la labor del profesionista y además actuar en las necesidades sociales, permitiendo con esto que el trabajador social pueda desarrollar elementos para su comprensión, es decir, que incluya la investigación como un elemento fundamental para entender mejor estas necesidades sociales y sobre todo, para incorporar nuevas metodologías que permitan hacer más eficaz la labor del trabajador social. Esto conllevaría la formación de una red básica de investigación-acción que permita un trabajo interdisciplinar, a fin de lograr enfoques holísticos y sobre todo, que la formación de los trabajadores sociales en México y por ende, en Colima, esté enfocada a permitir que los saberes teóricos se unan al desarrollo de habilidades de investigación y de trabajo en equipo que permitan incidir en la política social, en la reformulación de ésta con miras a una mejor sociedad y en 48 Las necesidades individuales son “tendencias hacia la consecución de medios, que les son propios, para su mantenimiento y desarrollo. Se manifiesta un estado de carencia de los medios para satisfacerlas, 151 el entendimiento de los porques de las necesidades que demandan grupos y comunidades. Retomando lo que ya se apuntaba en la introducción, en relación a que una profesión requiere de condiciones político sociales que la favorezcan, es importante tomar en cuenta estas mismas condiciones cuando se habla de la evolución de la profesión en cuestión y al evolucionar la profesión también afecta la respuesta que la misma da a las necesidades sociales desde las instituciones en donde se desarrolla. En este caso, si bien es cierto que las políticas sociales del estado en el cual está inmerso el trabajo social no van a cambiar por la investigación que este profesionista realice en torno a la realidad social en la que se desenvuelve, si puede orientar las decisiones de quienes tienen que tomarlas en torno a este rubro. Por eso mismo, en la formación de un trabajador social deben incluirse, además, saberes relacionados con la comprensión de las políticas sociales existentes en nuestro país y las opciones actuales de la sociedad civil para hacer frente a las demandas sociales, lo que es cada vez más una tarea de agrupaciones no gubernamentales y cada vez menos del estado, debido principalmente a los procesos de globalización social. Esta formación debe permitir que la labor del Trabajo Social sea un puente entre las necesidades sociales locales y la economía globalizada, interesándose el profesional mismo por obtener una conciencia de la importancia de lo internacional en los asuntos nacionales y una apreciación más adecuada de lo complejo y contradictorio que es el mundo globalizado y de la influencia que tiene este modelo de desarrollo en la disminución de la inversión del estado en políticas sociales y de cómo se debe entonces encauzar la en una primera fase, para ulteriormente acceder a otras. Afectan al individuo como tal (García Alba et al, 1993: 132). 152 acción social para disminuir la presencia de problemáticas diversas y tratar de acortar las distancias en términos de condiciones de vida y desarrollo entre los diferentes grupos sociales. Por supuesto, no pueden formarse trabajadores sociales sin una base práctica importante de intervención social, considerando al término intervención no como una acción violenta y realizada, por ende, en contra de la voluntad de quienes son sujetos de ella. En Trabajo Social la intervención es considerada como la manera de abordar las necesidades sociales y modificar, con la participación de los grupos y comunidades implicados, las situaciones sociales desfavorecedoras para un desarrollo integral. En relación las prácticas académicas existentes en los diversos planteles analizados, es necesario poner más atención en este rubro. Esto implica, entonces, que al interior de las escuelas de trabajo social se debe hacer una amplia reflexión sobre los métodos de intervención utilizados hasta ahora y proponer a partir de ahí prácticas innovadoras que permitan un verdadero cambio social o plantearse desde el punto de vista ideológico, filosófico y teórico cual es el tipo de trabajador social que les interesa formar, sin perder de vista las condiciones sociales, políticas y económicas existentes, lo cual permitiría proponer un proceso metodológico adecuado para enseñar desde la práctica al estudiante y que permita realmente formar a un profesionista apto para hacer frente a la realidad social. Existen diversas opiniones sobre cuál debería ser el modelo de intervención que deben priorizar los trabajadores sociales en un futuro. Esas opiniones difieren con base en la ubicación geográfica, social, económica y política de los trabajadores sociales en el mundo. 153 Mientras que en los países desarrollados, tanto de América como de Europa (Canadá, E:E.U.U., España, Inglaterra, Francia, Alemania, etc.) hay una tendencia fuerte al desarrollo social, que insiste en una “integración de la política social y económica” (Midgley, J., 2000: 17) y donde el trabajo social participaría en el desarrollo humano con miras a potenciar las habilidades individuales para lograr una situación individual mejor, en otros, los países pobres (en general están incluidos aquí los países de América Latina, África y Asia, exceptuando en este último apartado a Japón) la tendencia es francamente de enfrentamiento hacia las estructuras sociales, políticas y jurídicas existentes, consideradas éstas a favor del capitalismo exacerbado. Las escuelas de trabajo social deberían permitir un análisis de cada una y de las dos posturas y decidir, a través de los profesores como cuerpo colegiado, cuál de ellas es la más acertada para formar trabajadores sociales que puedan encontrar ubicación laboral en la sociedad (tanto a nivel México como a nivel estatal) e incluso, proponer posturas alternativas que permitan enfocar el problema del desarrollo social como una oportunidad de vida para las personas en general. Como lo apunta Stiglitz (julio-diciembre 1988: 5) El desarrollo consiste en una transformación [sic] de la sociedad, en un movimiento de las relaciones tradicionales...a formas que sean más modernas. El desarrollo enriquece la vida de las personas, ampliando sus horizontes y reduciendo la sensación de aislamiento...mejorando la calidad de vida”. Esto implica analizar la sociedad, someterla al escrutinio profundo de las teorías sociales, para que se puedan hacer propuestas acordes con los datos que nos arroja la revisión de las situaciones sociales a partir de las diferentes corrientes del pensamiento. También es importante abrir espacios que permitan la reflexión y el reconocimiento de nuevas áreas de aplicación de la profesión, que surgen a 154 partir de la complejidad de las necesidades sociales manifestadas por los grupos. Áreas como los derechos de la mujer, empoderamiento social, desarrollo comunitario, asesoramiento familiar, gerontología, educación y formación en trabajo social, planificación urbana, medioambiente, educación de la salud, economía comunitaria e internacional, trabajo social médico y hospitalario, VIH/SIDA, refugiados, violencia doméstica, asuntos laborales, salud mental y práctica transcultural (Rowe, W., et al., 2000: 73) son aspectos a considerar dentro de los planes de estudio de las escuelas de trabajo social, tomando en cuenta que estas temáticas a nivel mundial inciden directa o indirectamente en la problemática nacional y local, aunque habría que partir de un reconocimiento de cuales son las necesidades que específicamente tienen que ver con nuestro entorno y enfocarse a prioridades nacionales como son la seguridad pública, la violencia intrafamiliar, el mejoramiento de las condiciones de las mujeres, el combate a la pobreza, el desarrollo sustentable de las zonas rurales del país, la dignificación de los pueblos indígenas y el fortalecimiento de la educación para el desarrollo del país (PND 2001-2006, 2001:25-95). Otra discusión pendiente es la cuestión de los valores que deben regir la actuación de un trabajador social, mismos que deben ser vistos también, con una perspectiva global. En el Trabajo Social se cuestiona si no es el propio quehacer profesional el que perpetúa, con el tipo de servicios que brinda, una situación de dependencia constante de aquellos que son los receptores de nuestros servicios. De momento, los problemas abordados no están resueltos, a pesar de que desde los inicios mismos de la profesión, la acción del trabajador social ha estado vinculada a los problemas sociales de aquellos que constantemente se encuentran en la lucha por la sobrevivencia, por obtener mejores oportunidades, por alcanzar una mejor calidad de vida, que les permita crecer como personas y como parte de un todo social más amplio. 155 Reflexionando sobre eso, se observa que mucho de este fracaso está relacionado con el hecho de que el ejercicio profesional ha sido vinculado a prácticas mecanicistas, que se encuentran inmersas en un puro asistencialismo o se asocian a prácticas paliativas. En ese entendido, el Trabajo Social debe exigirse a sí mismo encontrar otras formas de intervención que permitan trabajar de manera conjunta a los sujetos sociales y a los profesionales de esta disciplina y sobre todo, concebir a esos actores sociales con los que se puede intervenir desde una perspectiva más amplia. Actualmente el trabajador social debe atender rezagos sociales pero a partir de una superación de la intervención tradicional y de una adecuación a los aspectos que conllevan la modernidad, proponiendo espacios de desarrollo desde otras perspectivas. No basta entonces trabajar con la marginalidad social, con el campo descapitalizado, con los contrastes económicos, con tensiones sociales, con insurrecciones civiles, con la farmacodependencia, el narcotráfico, el alto costo de la vida, la inseguridad pública, el pandillerismo, etc., como si fueran problemas aislados y de diferente extracción, sino que es necesario integrar todo esto en un concepto globalizante de lucha de capitales por el poder hegemónico sobre todas las sociedades, en donde la tecnología de punta juega un papel importante y donde lo más importante pareciera que es comprar y vender. Esta perspectiva, esta visión totalizante implica que el trabajador social debe tener una actitud diferente ante los problemas sociales y debe abordarlos con una actitud innovadora que le permita la asunción de responsabilidades más amplias a partir de un conocimiento real de las condiciones que rodean a la 156 profesión, como pueden ser la situación del empleo, la vida económica del país, la crisis de valores humanos y sobre todo, la crisis de las instituciones. Ahora, como antes, es importante tener iniciativa, aunada con una formación de calidad que haga del profesionista del Trabajo Social un profesionista de calidad, con actitudes, valores, conocimientos y habilidades que le permitan ser sensible a la realidad social y a la vez, ser capaz de intervenir en ella desde cualquier ámbito en el que se desenvuelva como profesionista, con una visión transformadora de la realidad y con la confianza de que puede trabajar junto con ella en su mejoramiento, no desde un optimismo falso, sino a partir del conocimiento real del funcionamiento social actual, propiciando una acción participativa sustentada en valores humanos y en el reconocimiento de la diversidad como un valor importante que implica el respeto a las diferencias humanas y el reconocimiento de necesidades especiales en los diferentes grupos sociales que conforman una cultura cada vez más global. Un liderazgo profesional orientado por el análisis científico de la realidad y por el conocimiento y manejo de los avances de la tecnología sería el camino cierto del trabajador social. Esto implica salir de una concepción endogenista que analiza al trabajo social desde sus mismas propuestas como profesión y asumir una actitud más abierta que permita encontrar los puntos de encuentro que la sociedad tiene con la profesión. Algo que falta por hacer es la posibilidad de generar opciones de autoempleo. El trabajo teórico (lo que debería hacerse), el trabajo real (lo que en realidad hacemos, o podemos hacer, o nos dejan hacer) y la presión que puede ejercer el marco institucional sobre nosotros son aspectos que tienen una gran ingerencia dentro del marco laboral. 157 Los retos que enfrenta la nación, obligan a mantener lazos cada vez más estrechos entre las instituciones educativas y los sectores laborales y productivos, por consiguiente la rapidez de los cambios que se dan en la sociedad, hacen que los conocimientos que tienen los ya profesionales en trabajo social queden obsoletos y exige capacitarse en programas de educación continua que los dote de elementos para enfrentarse con éxito a esos cambios, de tal manera que la profesión de trabajo social siga proyectándose y ocupe los espacios académicos y profesionales que le corresponden en el quehacer social, fundamentalmente en el contexto de la transformación. Es importante mencionar que el trabajo social debe entenderse como una profesión cuya intervención se realiza mediante un saber especializado y no solamente por la voluntad propia, se tiene que pensar en un trabajador social más ejecutivo, más normativo, que participe en la política social, que sea capaz de diseñar políticas sociales diferentes, orientadas a mejorar los niveles de vida de la población. El trabajador social juega un papel preponderante al interior del sector educativo por proyectar sus compromisos esenciales hacia otras profesiones a través de un modelo de acción. Este perfil definitivamente solo lo pueden tener los trabajadores sociales formados en un nivel de licenciatura, pues aunado a su madurez emocional por la edad en la que egresan de este nivel educativo, se encuentran las diferencias palpables en Colima entre ambos niveles educativos, mismas que ya fueron comentadas en el capítulo anterior. 158 CONCLUSIONES Desde el inicio de este trabajo se plantearon tres objetivos. El primero de ellos, era identificar a través de la historia de la formación del trabajador social en Colima el momento en que se abre paso la profesión como tal en respuesta a las condiciones económicas, políticas y sociales del entorno. 159 El análisis de la evolución de las formas de ayuda en diversos periodos históricos y de las influencias sociales, económicas y políticas permiten concluir que el trabajo social surgió como profesión a partir de las formas de ayuda, en el país y en Colima, pero no como una evolución de las mismas hasta que llegaron a ser trabajo social, sino como una forma del sistema económico prevaleciente de hacer frente a las necesidades sociales. Cuando el estado toma para sí la atención de lo social (lo cual antes estaba reservado a la iglesia) es cuando se ve la necesidad de que exista un profesionista que atienda desde el estado dichas necesidades y esto se concreta a mediados del siglo XX en la capital del país y llega a Colima prácticamente a principios de los años 60. En este estudio se ha visto que los avances en la profesionalización del trabajo social en Colima no han sido únicamente producto del desarrollo al interior de cada una de las escuelas sino que en los cambios, avances y modificaciones que se han suscitado, la sociedad colimense, directa o indirectamente ha tenido un papel relevante. Los avances y retrocesos que las escuelas han tenido implican, además, la influencia del estado en los diferentes planteles. Es indudable que las Escuelas Vasco de Quiroga florecieron y tuvieron su mayor auge cuando el estado intervino en ellas, de tal forma que prácticamente todos sus egresados eran absorbidos por la maquinaria gubernamental. Cuando el estado dejó de interesarse por estas escuelas fue cuando las políticas sociales en el país se contrajeron y por lo tanto, se requirió de menor cantidad de personal con este tipo de perfiles profesionales para atender desde el aparato de gobierno las necesidades sociales. El segundo objetivo de este estudio fue comparar los procesos de formación de técnicos y licenciados en trabajo social a fin de marcar las diferencias y similitudes de los planteles considerando su origen, influencia teórica, orientación de sus planes de estudio, evaluación y cambios curriculares y el desarrollo de los procesos de enseñanza aprendizaje, fuentes de 160 financiamiento y atención a la demanda estudiantil. Del análisis comparativo de los caminos que cada plantel ha seguido y las propuestas de formación que han logrado concretar, se desprende que las escuelas técnicas han optado por formar a sus estudiantes para estudios posteriores y por ello tienen un doble carácter: técnico y propedéutico, es decir, buscan que la misma formación les permita ofrecer una carrera terminal (como lo es la carrera técnica en trabajo social) y además una formación de bachillerato, para permitirle al estudiante seguir estudiando si así lo desea, dentro de esa misma área o en cualquier otra. En los planteles de nivel técnico se aprecia que las prácticas académicas están desarticuladas y los programas de intervención que se realizan a partir de los planteles pueden quedar inconclusos sin que exista el compromiso por parte de los estudiantes por terminarlos. También se observa que en los planteles técnicos no existe la infraestructura necesaria para el acceso a una formación integral pues se carece de instalaciones deportivas adecuadas, espacios comunes como, módulos de cómputo, salas de uso múltiples, auditorios y bibliotecas especializadas. Por su parte, quienes se forman a nivel licenciatura en el único plantel que ofrece estudios en esta área a nivel estatal, tienen a su alcance estos servicios y cuentan además con una orientación hacia la investigación, como fuente de saberes, partiendo de los líneas de generación y aplicación del conocimiento establecidas en la facultad y que empiezan a desarrollarse con el apoyo de una planta de maestros constituida mayoritariamente de posgraduados. Es importante reconocer también que en el caso de la licenciatura han intervenido otras disciplinas e innumerables ciencias que le han dado a la profesión su soporte teórico y que le han permitido dirigir la práctica hacia nuevos espacios sociales, en proyectos concretos que se sistematizan y de los cuales el alumno aprende también. Esto ha permitido que paulatinamente la visualización del trabajador social como parte de la comunidad, se va modificando para considerarlo ya un agente de cambio, cuya actuación se 161 genera a partir de un trabajo metodológico y propuestas viables para la solución de los múltiples problemas que afronta. Con esto dirige su acción hacia el cambio social que sin duda se convierte en la fuerza motriz de su propio quehacer profesional. Las escuelas de trabajo social en el estado han tenido que enfrentarse cotidianamente al reto de mejorar o estancarse, y en este esfuerzo algunas ellas han tenido mayor éxito que otras. A fin de subsistir como tales, estos planteles deberán considerar para la formación de futuros profesionistas los siguientes puntos: 1. Tomar en cuenta como punto de partida para su acción las necesidades sociales existentes; es importante mejorar y si es necesario, transformar, el abordaje metodológico a fin de producir cambios, no solo en la realidad social sino también en la manera de pensar y de actuar de los futuros trabajadores sociales. 2. Si se apunta que los campos de acción del trabajo social están diversificándose, es importante que esto se refleje en la formación del trabajador social, ofreciendo la posibilidad de que los estudiantes estén en contacto con dichos campos, a través de la práctica y de los contenidos teóricos revisados en las aulas. 3. La investigación como un elemento fundamental para entender mejor las necesidades sociales y sobre todo, para incorporar nuevas metodologías que permitan hacer más eficaz la labor del trabajador social. Por lo tanto, las escuelas deben poner énfasis a la adquisición de estas habilidades por parte de los estudiantes. 4. La formación en las aulas debe también priorizar el trabajo en equipo, como herramienta fundamental a desarrollarse en el ejercicio profesional actual. 5. Las escuelas deben incluir capacitación para sus egresados en programas de educación continua o de formación permanente que los 162 doten de los elementos para enfrentar con éxito los cambios constantes de la sociedad en la que se encuentran inmersos, ofreciendo nuevas perspectivas y niveles mas altos de formación. Plantear opciones para la mejora de la formación del trabajo social en Colima se fijó como tercer objetivo de este estudio y a partir del análisis histórico y del nivel de desarrollo que han alcanzado los planteles se puede concluir que es necesario expandir la formación hacia nuevos campos de acción mediante: • la flexibilización de los planes y programas de estudios, • la incorporación de la investigación como elemento fundamental en la formación y • la inclusión de saberes relacionados con la comprensión de las políticas sociales, • y un análisis de los métodos de intervención utilizados en las prácticas académicas a fin de proponer prácticas que formen para la atención de las necesidades sociales existentes. El trabajo social es una profesión con futuro, pero debe transformarse y adaptarse al nuevo orden mundial. No puede seguir dependiendo de los ires y venires de los gobiernos locales, sino que debe buscar la solidaridad internacional para fincar espacios laborales que, con una perspectiva más amplia, atiendan las necesidades sociales desde el marco gubernamental y con la mirada puesta en una sociedad más justa e igualitaria. 163 ANEXOS 164 ANEXO 1 GUIA DE ENTREVISTA La formación del trabajador social en Colima Objetivo: Conocer el devenir histórico de las escuelas de Trabajo Social del Estado de Colima. Entrevistad@_____________________________________________________ Entrevistadora____________________________________________________ Fecha y lugar de realización_______________________________________________________ ORIGEN: 1. ¿Cuáles necesidades sociales existentes en el momento en que surge la escuela motivan su creación? 2. ¿Con qué frecuencia se presentaban estas necesidades sociales? 3. ¿Porqué eran tan importantes estas necesidades sociales? 4. ¿Cuándo fué fundada la escuela? 5. ¿Tenía un plan de estudios? 6. ¿Cómo era este? 7. ¿Cual era su duración? 8. ¿Cuántos créditos proporcionaba? 9. ¿Qué tipo de períodos escolares se tenían? 10.¿Cómo se hacían las prácticas? 11.¿Qué estudios antecedentes se requerían para poder cursar la carrera? 12.¿Cómo se medían los períodos escolares? 13.¿Qué finalidad se perseguía con la fundación de esta escuela? 14.¿Cuáles eran los objetivos a corto, mediano y largo plazo? 15.¿Cómo se concebía al trabajo social? 16.Desde esa perspectiva ¿Cuáles serían las funciones que debía cumplir el trabajador social? 17.¿De dónde provenían los apoyos económicos para su financiamiento? 18.¿Cuántas aulas tenían? 19.¿Con qué tipo de laboratorios contaba? 20.¿Contaba con edificio propio? 21.¿Con cuantos profesores se da inicio al programa? 22.¿Qué formación tenían estos profesores? 165 DESARROLLO 1. ¿Se cuenta actualmente con documento curricular? 2. ¿Qué aspectos generales contiene? 3. ¿Cómo se miden los periodos escolares? 4. ¿Cual es la proporción, en porcentaje, de horas teóricas y prácticas? 5. ¿Cuantas horas a la semana asisten los alumnos a clases? 6. ¿Cual es la duración total en horas del plan de estudios? 7. ¿Cuáles son los requisitos para obtener el grado? 8. ¿Qué grado es el que se otorga? 9. ¿Cuántas materias tiene el plan de estudios? 10.¿Qué tipo de unidades didácticas se tienen en el plan de estudios? 11.¿Qué áreas de formación están incluidas en su plan de estudios? 12.¿Se hace algún tipo de evaluación al plan de estudios? 13.¿Quiénes participan en la evaluación del plan? 14.¿Quién diseña los instrumentos de evaluación? 15.¿Quiénes los aplican? 16.¿Se han insertado cambios al documento curricular a partir de las evaluaciones? 17.¿De qué tipo han sido estos cambios? 18.¿Cuántos planes de estudio ha habido a la fecha? 19.¿Cuáles han sido las fechas de inicio y de término de cada uno de ellos? 20.¿Cuáles fueron las razones que motivaron el cambio del plan de estudios? 1. 2. 3. 4. FINANCIAMIENTO ¿Cuáles son las principales fuentes de financiamiento de esta escuela? ¿Cuáles son los rubros en los que se invierte el financiamiento? ¿Qué porcentaje se destina a cada uno? ¿Con lo que se invierte anualmente en sostener la escuela se contempla la posibilidad de crecimiento? PRÁCTICAS ACADÉMICAS 1.¿Cómo eligen los escenarios de práctica? 2. ¿Cuántos tienen y donde están ubicados? 3.¿Cuánto tiempo tienen trabajando en esos centros de práctica? 4. ¿Hay proyectos en marcha? 1. 2. 3. 4. 5. 6. ATENCIÓN A LA DEMANDA ¿El plan de estudios cubre la demanda estudiantil? ¿Qué estudios previos tienen los aspirantes? ¿Cual es el rendimiento académico de los aspirantes? ¿De que lugar provienen? ¿Cual es el estatus socioeconómico de los aspirantes? ¿Porqué se interesan en estudiar trabajo social? 166 7. ¿Cuántos estudiantes tienen en cada período escolar? 8. ¿Cuántos aceptan? 9. ¿Cual es el tipo de contratación de los profesores actuales? 10. ¿Cual es el nivel de formación de los profesores? 11. ¿En qué disciplina se han formado? 12. ¿Han obtenido experiencia laboral en su área de formación? 13. ¿Desea agregar alguna otra información? OBSERVACIONES:_______________________________________________ ________________________________________________________________ ________________________________________________________________ ¡MUCHAS GRACIAS POR SU COOPERACION! Marisa Mesina Polanco 167 Anexo 2 Primer plan de estudios de la Escuela Vasco de Quiroga curso normal (1969 – 1970) Primer año: 1963-1964 Segundo año: 1964- 1965 Tercer año: 19651966 Roles familiares Roles familiares Roles familiares Manejo del Hogar Caligrafía Psicología Ética profesional Ética profesional Ética profesional Lengua Nacional Lengua Nacional Lengua Nacional Aritmética Aritmética Aritmética Historia Historia Historia Geografía Geografía Geografía Educación Física Educación Física Educación Física Educación Musical Educación Musical Educación Musical Costura Industrial Costura Industrial Costura Industrial y Bordado Corte y Confección Corte y Confección Manejo del establo Huerto Avicultura Avicultura Higiene Higiene y primeros auxilios Trabajos con Comunidad Nutrición y Cocina Nutrición y Cocina Civismo Fuente: Lira Trujillo, Celia y Soto Medina, Irma Yolanda. (noviembre de 1986). Proceso de educación integral en la Escuela de trabajo Social Vasco de Quiroga. Memoria. Pp54. 168 Anexo 3 Tercer plan de estudios de la escuela Vasco de Quiroga curso normal (1972-1977) Primer semestre Trabajo Social I Introducción al estudio de la Filosofía Introducción a las vivencias Sociales Técnicas de Investigación I Ética Taller de técnicas y redacción I Servicio Social Interno I Prácticas de trabajo social I Segundo semestre Trabajo Social II Antropología Cultural Psicología EvolutivaI Investigación Social II Derecho I Comunicación I Taller de lectura y redacción II Servicio Social Interno II Prácticas de Trabajo Social II Tercer semestre Trabajo Social III Investigación Social III Quinto semestre Trabajo Social V Economía II Psicología Evolutiva II Derecho III Sociología I Comunicación II Taller de lectura y redacción III Derecho II Servicio Social Interno III Prácticas de Trabajo Social III Cuarto Semestre Trabajo Social IV Economía I Psicología III Antropología II Comunicación III Estructura Agraria Salud Pública I Taller de lectura y redacción V Servicio Social Interno V Prácticas de Trabajo Social V Sexto semestre Trabajo Social VI Política I Psicología IV Estadística I Administración y programación Taller de lectura y Taller de lectura y redacción redacción III VI Sociología II Sociología III Servicio Social Interno IV Servicio Social Interno VI Prácticas de Trabajo Prácticas de Trabajo Social Social IV VI Séptimo semestre Trabajo Social VII Derecho IV Historia del movimiento obrero Política II Estadística II Taller de lectura y redacción VII Problemas latinoamericanos Servicio Social Interno VII Prácticas de Trabajo Social VII 169 Fuente: López Carvajal, Irene. ( noviembre 1987). El significado de Supervisión en la Formación del Trabajo Social en la Escuela Vasco de Quiroga. Memoria de Servicio Social. P.51. Anexo 4 Actual plan de estudios de la Escuela Vasco de Quiroga curso normal (1995-a la fecha:2000) PRIMER SEMESTRE Trabajo Social I Economía I TERCER SEMESTRE Trabajo Social III Problemas socioeconómicos de México I Historia Universal Historia de México II Moderna y Contemporánea Filosofía Psicología II Técnicas de Comunicación II Investigación QUINTO SEMESTRE SÉPTIMO SEMESTRE Trabajo Social V Trabajo Social VII Ciencias Políticas y Talleres de Integrados Sociales I de Trabajo social Taller de redacción I Taller de Redacción e Investigación Documental I Taller de clásicos Taller de lectura de Universales autores modernos y universales. Prácticas de Trabajo Prácticas de Trabajo Social I Social III Servicio Social Interno I Servicio Social Interno III SEGUNDO CUARTO SEMESTRE SEMESTRE Trabajo Social II Trabajo Social IV Economía II Problemas socioeconómicos de México II Historia de México I Teoría de la Historia Estadística I Psicología I Psicología III Estética II Comunicación I Taller de Redacción II Comunicación III Taller de redacción e Investigación documental II Taller de lectura de autores modernos españoles e Hispanoamericanos Prácticas de Trabajo Social IV Servicio Social Interno IV Salud Pública II Estadística II Taller de lectura de clásicos españoles e hispanoamericanos Prácticas de Trabajo Social II Servicio Social Interno I 170 Geografía I Seminario de Tesis I Estética I Salud Pública I Derecho Problemas socioeconómicos América Latina Administración programación I II de y Psicología IV Ética social II Prácticas de Trabajo social V Servicio Social Interno V SEXTO SEMESTRE Prácticas de Trabajo social VII Servicio Social Interno VII OCTAVO SEMESTRE Trabajo Social VI Ciencias Políticas Sociales II Geografía II Ética Social I Psicología V Prácticas de Trabajo social VI Trabajo Social VIII y Ética social III Taller de Supervisión de su práctica Institucional Servicio Social Institucional Seminario de Tesis II Servicio Social Interno VI Fuente: Dirección de Educación Pública del Estado de Colima, julio 2001. Anexo 5 Primer plan de estudios de la Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua (1978- 1979) PRIMER SEMESTRE Teoría y práctica del Trabajo Social I Metodología y técnica de investigación social I Sociología I Lectura y redacción Estadística I Economía Filosofía SEGUNDO SEMESTRE Teoría y práctica del Trabajo Social II Metodología y técnica de investigación social II Sociología I Antropología social Estadística Social Estadística II Psicología I TERCER SEMESTRE Teoría y práctica del Trabajo Social III Metodología y técnica de investigación social III Planificación y Organización para el Bienestar Social Comunicación I Derecho Familiar Psicología II QUINTO SEMESTRE Teoría y práctica del Trabajo Social V Sistema y readaptación social Salud Pública CUARTO SEMESTRE Teoría y práctica del Trabajo Social IV Metodología y técnica de investigación social IV Comunicación II Derecho Agrario Relaciones Humanas SEXTO SEMESTRE Seminario especialización* Prácticas Seguridad social Administración Fuente: Velásquez L., Laura; Segura Hernández, Aída y Mendoza Rangel, Ma. Del Carmen (1985). Trabajo Social: Formación a través de la práctica reflexionada. Comala: Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga Curso de Verano y Supervisión Continua. pp. 122 * Especialidades: Trabajo Social Escolar, Médico Asistencial, Laboral, Penitenciario, en la comunidad, Psiquiátrico 171 de Anexo 6 Segundo plan de estudios de la escuela Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua. (1979- 1984) PRIMER AÑO Módulo introductorio Análisis de la experiencia de los alumnos Módulo 2 Área de filosofía: Introducción a la filosofía social Ärea de economía: Proceso económico Módulo 3 Área básica del Trabajo Social: Metodologías tradicionales y de transición Área filosófica: Teoría del conocimiento Área económica: Corrientes sociológicas Módulo 4 Área básica del trabajo social: Método científico Economía social: El proceso histórico Economía social: Estructura Agraria SEGUNDO AÑO TERCER AÑO Módulo I Módulo I Área básica de Trabajo Área básica del Social: Análisis del Trabajo Social modelo empleado Investigación social: Área económico social: Proceso de Influencia de la investigación científica situación internacional Economía social CUARTO AÑO Módulo I Área básica de Trabajo Social Área biopsicosocial: Área económico social: Medios de Problemas sociales comunicación masiva urbanos Área económico social: Área biopsicosocial: Problemas agrarios Técnicas de comunicación Módulo 4 Módulo 4 Taller de redacción Seminario de tesis Área biopsicosocial: Educación de adultos. Alfabetización Área jurídica: Administración Derecho Social Módulo 4 Examen profesional Área biopsicosocial: La educación en México Área económico social: Análisis de la situación latinoamericana Módulo 2 Módulo 2 Módulo 2 Área básica del Área básica del Área básica del Trabajo Social: Grupo Trabajo Social: Trabajo Social: en el método científico Presentación de trabajos Área biopsicosocial: Área de investigación Área económico social: Técnicas pedagógicas Antropología social Social: Análisis de El indigenismo datos estadísticos Área económico social: Área psicosocial: Área biopsicosocial: Realidad obrera en Psicología social Salud Pública en México México Relaciones Humanas Módulo 3 Módulo 3 Módulo 3 Área básica del Área básica del Área básica del Trabajo Social: Trabajo Social: El Trabajo Social: Cooperativismo trabajo social Instituciones de institucional Bienestar Social 172 Fuente. Velásquez L., Laura; Segura Hernández, Aída y Mendoza Rangel, Ma. Del Carmen (1985). Trabajo Social: Formación a través de la práctica reflexionada. Comala: Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga Curso de Verano y Supervisión Continua, pp. 128 Anexo 7 Tercer plan de estudios de la Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga Curso de Verano y Supervisión Continua AREAS TRABAJO SOCIAL MÓDULO METODOLOGÍA CIENCIAS SOCIALES MÓDULO ADMINISTRACIÓN SOCIAL MÓDULO FILOSOFÍA PLANEACIÓN POLÍTICA SOCIAL TALLER Y SUPERVISIÓN ECONOMÍA REALIDAD SOCIAL COMUNICACIÓN PROYECTOS ESPECÍFICOS Fuente: Velásquez L., Laura; Segura Hernández, Aída y Mendoza Rangel, Ma. Del Carmen (1985). Trabajo Social: Formación a través de la práctica reflexionada. Comala: Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga Curso de Verano y Supervisión Continua. pp. 132 173 Anexo 8 Incorporación a la educación oficial de la Escuela Vasco de Quiroga curso de verano y supervisión continua Asunto: Se concede incorporación oficial C. T.S. MA. AIDA SEGURA HERNÁNDEZ, Marcos Carrillo # 241, Colonia asturias, México 8, D.F. En atención a su solicitud relativa, de fecha 20 del mes de junio próximo pasado, ya que la documentación que se sirvió remitir a esta Dirección General una vez revisada se encontró que llena los requisitos establecidos para que funcione con reconocimiento de Validez Oficial e Incorporación al Sistema Educativo Estatal la Institución que presuntamente usted dirige, se le ruega tomar nota de los siguientes puntos: PRIMERO.- Se sugiere utilizar como nombre oficial de dicha institución educativa el de: ESCUELA NACIONAL DE CAPACITACIÓN PARA EL TRABAJO SOCIAL (Cursos de verano y Supervisión Continua). SEGUNDO.- Se conviene en que la escuela de referencia funcionará como Particular Incorporada a la Educación Oficial del Estado. TERCERO.- Se acepta que funja usted como Directora Técnica de la mencionada Escuela. CUARTO.- Se aceptan las propuestas a favor de las personas cuya documentación obra en esta Dirección General, para integrar el Personal Docente. QUINTO.- Se acepta el plan de estudios que se propone para la escuela citada en el primer punto, con la obligación de informar – inmediatamente- de cualquier cambio o modificación que se pretenda hacer al mismo en lo sucesivo. SEXTO.- Existirá, por parte de la Dirección de la Escuela, del Personal de Supervisión, de su Personal Docente y Administrativo, la obligación ineludible de observar en sus labores educativas lo que señala la Constitución General de la República y las Leyes y Reglamentos que con base en ella norman la educación del país a todos los niveles. Atentamente. Colima. SUFRAGIO EFECTIVO, NO REELECCIÓN. Colima, Col., a 25 de septiembre de 1980. EL DIRECTOR GENERAL DE EDUCACIÓN PÚBLICA PROFR. BENJAMÍN FUENTES GONZÁLEZ. Fuente: Velásquez L., Laura; Segura Hernández, Aída y Mendoza Rangel, Ma. Del Carmen (1985). Trabajo Social: Formación a través de la práctica reflexionada. Comala: Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga Curso de Verano y Supervisión Continua. pp. 137 174 ANEXO 9 ACUERDO no. 3 DE RECTORÍA DE 1984 A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA: El Rector de la Universidad de Colima, en el ejercicio de las facultades que le confieren las fracciones X, XII, XIII y XIV del artículo 27 y el artículo 29 de la Ley Orgánica de esta Institución y, C O N S I D E R A N D O PRIMERO.- Que la Universidad de Colima, como institución encargada de realizar actividades docentes, de investigación, difusión de la cultura y extensión universitaria, busca la renovación constante que le permita adecuar sus funciones a las necesidades que demanda la sociedad; SEGUNDO.- Que los fines de la Universidad implican para su logro un profundo conocimiento del ser y de la conciencia social, así como del estudio crítico y sistemático de las demandas de su entorno; TERCERO.- Que es tarea fundamental de la Universidad formar profesionistas con profundo sentido humanista, dotados de un instrumental teórico-práctico que los haga capaces de ser factores de cambio social, mediante la aplicación de sus conocimientos en las diferentes áreas institucionales o privadas, en los sectores urbano o rural; CUARTO.- Que la Universidad, al través de sus diferentes planteamientos y acciones, trata de establecer una estrategia entre lo teórico metodológico y lo técnico, en la formación del alumno, coadyuvando con esto a satisfacer las necesidades de preparación profesional que la sociedad requiere; QUINTO.- Que existe en la Universidad el interés de consolidar académicamente las áreas de formación socio-humanística; SEXTO.- Que desde el nacimiento de la Escuela de Ciencias Políticas y Sociales en el año de 1979, se incluyó en el tronco común de la misma la carrera de Trabajo Social y, tomando en cuenta que el desarrollo de la misma acorde con la carga doctrinaria que nutre su acontecer, ha alcanzado un grado de madurez; 175 SÉPTIMO.- Que la carrera de Trabajo Social pertenece a las disciplinas social humanísticas que mediante estructuras metodológicas realizan análisis sociales, económicos, políticos y culturales para explicar y transformar la sociedad; OCTAVO.- Que la formación de trabajadores sociales corresponde al interés de la Universidad de crear profesionistas debidamente capacitados para participar en la organización y manejo de la problemática de nuestro país, a fin de lograr un verdadero cambio social que fomente la solidaridad humana, la dignidad de la persona y la integridad de la familia; NOVENO.- Que por la importancia y trascendencia de la carrera de Trabajo Social se hace indispensable propiciar su autorregulación, a fin de que los futuros egresados cuenten con un plan de estudios que desde un principio considere la carga conceptual propia de esta disciplina; DÉCIMO.- Que la C. Gobernadora el Estado, Lcda.. Griselda Älvarez, interpretando las demandas de la población, ha recomendado extender los servicios de la educación superior en la formación de profesionistas para los distintos campos de la convivencia humana, En tal virtud, ha tenido a bien dictar el siguiente A C U E R D O ARTÍCULO 1º .- Se crea la Escuela de Trabajo Social y se desconcentra la carrera de Trabajo Social que hasta la fecha funcionaba en la Escuela de Ciencias Políticas y Sociales. ARTÍCULO 2º .- Se aprueba el proyecto de modificación de Plan de Estudios de siete semestres de tronco común y tres semestres de las especialidades: ESCOLAR, MÉDICO, PENITENCIARIO Y RURAL. ARTÍCULO 3º .- El personal docente de la Escuela de Trabajo Social, preferentemente, deberá contar con estudios de Maestría o Doctorado y como mínimo el nivel licenciatura. En todo caso, deberá acreditarse con el título o grado académico correspondiente. ARTÍCULO 4º .- Las autoridades de la Escuela de Trabajo Social elaborarán al inicio de cada semestre un Plan de Trabajo, precisando con toda claridad los aspectos de docencia vinculados estrechamente con la investigación y el servicio y al final del mismo, un informe que contemple las acciones concretas realizadas. ARTÍCULO 5º .- La Escuela de Trabajo Social se ajustará a lo dispuesto en la legislación universitaria vigente, leyes, reglamentos y demás normas. 176 T R A N S I T O R I O S : PRIMERO.- La Rectoría designará a las autoridades de la Escuela de Trabajo Social, de conformidad con lo establecido en la fracción II y VI del artículo 27 de la Ley Orgánica de esta Institución. SEGUNDO.- Para efectos del primer semestre de funcionamiento de la Escuela de Trabajo Social, la elaboración del plan de trabajo, análisis de presupuesto, plantilla de catedráticos, organización, cargas horarias, etc., corresponderá a las autoridades actuales. TERCERO.- Las nuevas autoridades se abocarán a aplicar el plan de trabajo propuesto y a culminar el proceso de reinscripción, ajustándose a los lineamientos marcados por las Direcciones Generales de Servicios Escolares, Coordinación Académica y Superación Profesional, Recursos Humanos y Centro de Cómputo. CUARTO.- Para su normal funcionamiento se dotará a la Escuela de Trabajo Social de los recursos financieros y humanos, así como de la infraestructura, material y equipo que garanticen la congruente operatividad de este nuevo plantel. El presente acuerdo se expide en la Ciudad de Colima, Capital del Estado del mismo nombre, el día treinta del mes de enero de mil novecientos ochenta y cuatro y surtirá sus efectos a partir de la misma fecha. A T E N T A M E N T E. ESTUDIA – LUCHA – TRABAJA EL RECTOR, LIC. J. HUMBERTO SILVA OCHOA. FUENTE: SECRETARÍA PARTICULAR DE LA UNIVERSIDAD DE COLIMA, ACUERDOS 177 ANEXO 10 ACUERDO NO. 11 DE RECTORÍA DE 1995 A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA: El Rector de la Universidad de Colima, en ejercicio de las facultades que le confieren las fracciones X, XII, XIII y XIV del artículo 27 de la Ley Orgánica de la Institución y, C O N S I D E R A N D O PRIMERO.- Que la Universidad de Colima, como institución encargada de realizar actividades docentes, de investigación, difusión de la cultura y extensión universitaria, debe constantemente renovarse y adoptar políticas académicas que sean congruentes con los nuevos requerimientos que la sociedad manifiesta; SEGUNDO.- Que la Universidad, para el logro de sus actividades académicas sustantivas y los altos fines que se le han encomendado, requiere de la formación de recursos humanos altamente capacitados en el estudio científico de la realidad, capaces de comprenderla y transformarla racionalmente; TERCERO.- Que la Escuela de Trabajo Social nació dentro del marco filosófico de consolidación académica de las áreas de formación sociohumanística que deben generar cuadros profesionales con sensibilidad social, vocación de servicio, mentalidad crítica y creadora y sólida solvencia académica; CUARTO.- Que la Escuela de Trabajo Social ha satisfecho plenamente a nivel de licenciatura el objetivo de crear trabajadores sociales con las características ya enunciadas en el considerando anterior, profesionales que por su formación multidisciplinaria pueden desempeñarse en las diferentes esferas de la vida social; QUINTO.- Que no obstante la importancia y la validez de formar profesionistas con una visión global de la sociedad y con suficientes conocimientos, habilidades y destrezas para ejercer una práctica profesional en los diferentes órdenes de la vida, la múltiple gama de fenómenos sociales que se van presentando en nuevas formas cuantitativas y cualitativas exigen la presencia de profesionistas especializados en su tratamiento; SEXTO.- Que partiendo de la base de la unidad y concatenación de los fenómenos en la realidad, la Escuela de Trabajo Social, congruente con las actuales políticas 178 académicas en materia de posgrado existentes en esta Universidad, ha sentido la necesidad de iniciar actividades y acciones que en materia de orientación y promoción social debe brindar un profesionista especializado; SÉTIMO.- Que la familia, siendo el bastión fundamental de la sociedad, su funcionamiento positivo o negativo se refleja en el ámbito social; OCTAVO.- Que en su ejercicio profesional, el trabajador social de hecho está vinculado a la problemática familiar, pues está arriba al utilizar cualquier metodología, por lo que se hace necesario formar un especialista que sea un analista capaz de descifrar los aspectos determinantes, condicionantes y desencadenantes de dicha problemática, poseedor de un marco conceptual sociohistórico, psicológico y operativo que le permita contar con los elementos teóricos-metodológicos para abordar a la familia como institución multideterminante y multideterminada, y NOVENO.- Que en esta Casa de Estudios, como Universidad de Estado, democrática y popular y en fiel comprensión del papel histórico que le toca desempeñar, ha percibido la necesidad que tiene la familia como institución social, de contar con los recursos humanos especializados que le proporcionen atención y orientación, siendo más urgente la misma en aquellos grupos pertenecientes a los sectores populares, ha tenido a bien dictar el siguiente A C U E R D O : ARTÍCULO PRIMERO.- Se crean los estudios de posgrado de la Escuela de Trabajo Social de esta Institución, estableciéndose la Especialidad en Orientación Familiar. ARTÍCULO SEGUNDO.- En virtud de los estudios de posgrado que hoy se crean, la Escuela de Trabajo Social se eleva a rango de Facultad de Trabajo Social. ARTÍCULO TERCERO.- Se aprueba el plan de estudios de dos semestres con trece materias que conforman las áreas de apoyo teórico-metodológico y operativa para la Especialidad de Orientación Familiar. T R A N S I T O R I O S : ÚNICO.-Este acuerdo surte sus efectos a partir de la fecha de expedición. Dado en la Ciudad de Colima, Col., el veintiocho de julio de mil novecientos noventa y cinco. A T E N T A M E N T E : ESTUDIA- LUCHA- TRABAJA. EL RECTOR, 179 LIC. FERNANDO MORENO PEÑA FUENTE: SECRETARÍA PARTICULAR DE LA UNIVERSIDAD DE COLIMA, ACUERDOS ANEXO 11 UNIVERSIDAD DE COLIMA COORDINACIÓN GENERAL DE DOCENCIA DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR FACULTAD DE TRABAJO SOCIAL LICENCIATURA EN TRABAJO SOCIAL PLAN T5 PRIMER SEMESTRE TERCER SEMESTRE QUINTO SEMESTRE Teoría y métodos de Trabajo Social I Desarrollo Histórico del Trabajo Social Ética Profesional Métodos de Investigación Social Estadística I Psicología del Desarrollo Sociología I Inglés I Servicio Social Actividades Culturales y Deportivas SEGUNDO SEMESTRE Teoría y métodos de Trabajo Social II Taller de técnicas para a promoción y organización social Técnicas de investigación social Estadística II Sociología II Salud Pública Derecho I Inglés II Servicio Social Actividades Culturales y Deportivas SÉPTIMO SEMESTRE Prácticas de Prácticas de Teoría y métodos de Intervención en Intervención en Trabajo Social III Trabajo Social IV Trabajo Social II Administración en Política y Planificación Seminario de Trabajo Social Investigación I II Trabajo Social y Informática Análisis Social e la Familia Derecho III Taller de Investigación Realidad Mexicana Inglés VII Comunicación Social Servicio Social Educación popular Antropología Social Actividades Culturales Derecho II Educación para a y Deportivas Inglés V Salud Servicio Social Inglés III Actividades Culturales Servicio Social Actividades Culturales y Deportivas y Deportivas CUARTO SEMESTRE SEXTO SEMESTRE OCTAVO SEMESTRE Teoría y métodos de Trabajo Social IV Prácticas de Intervención en Trabajo Social I Política y Planificación Social I Ecología y Sociedad Didáctica General Inglés IV Servicio Social Actividades Culturales y Deportivas Prácticas de Intervención en Trabajo Social III Desarrollo Regional Políticas de Bienestar Social Orientación Sexual Inglés VI Servicio Social Actividades Culturales y Deportivas Seminario de Investigación II Práctica Profesional Seminario de Integración a la Práctica Desarrollo Humano Inglés VIII Servicio Social Actividades Culturales y Deportivas FUENTE: Coordinación General de Docencia 180 Anexo 12 Plan de estudios de Bachillerato Tecnológico en Trabajo Social TTS 92 Academia Comercial Solís PRIMER SEMESTRE TERCER SEMESTRE Matemáticas I Matemáticas III Matemáticas V Taller de lectura y redacción I Física I Historia de México Lengua adicional al español I Salud pública Filosofía Relaciones Humanas Métodos de Investigación I Derecho Teoría y práctica del Trabajo Psicología Teoría Y práctica del Trabajo Social Actividades cocurriculares I QUINTO SEMESTRE social en Comunidad Teoría y práctica de Trabajo Desarrollo organizacional Social de Casos Química I Computación SEGUNDO SEMESTRE CUARTO SEMESTRE SEXTO SEMESTRE Matemáticas II Matemáticas IV Economía Taller de lectura y redacción II Física II Estructura Socioeconómica de México Química II Métodos de Investigación II Adminsitración Lengua adicional al español II Introducción a las Ciencias Teoría y práctica de Trabajo Sociales Social en Instituciones Biología Sociología Técnicas grupales y Teoría y práctica de Trabajo audiovisuales Social de grupo Actividades cocurriculares II Planificación y Organización para el Bienestar Social Desarrollo Motivacional Fuente: Subsecretaria de Educación e Investigación Tecnológicas. Dirección General de Educación Tecnológica Industrial 181 ANEXO 13 ACADEMIA COMERCIAL SOLÍS PLAN TTS94 PRIMER SEMESTRE TERCER SEMESTRE QUINTO SEMESTRE Matemáticas I Matemáticas III Matemáticas V Taller de lectura y redacción I Física I Historia de México Química I Salud Pública Filosofía Lengua adicional al español I Metodología de Investigación I Derecho Relaciones Humanas Psicología Teoría y práctica del Trabajo Social en Comunidad Teoría y práctica del Trabajo Teoría y práctica del Trabajo Social Social de casos Actividades Cocurriculares I Computación SEGUNDO SEMESTRE CUARTO SEMESTRE Matemáticas II Matemáticas IV Taller de lectura y redacción II Física II Economía Química II Introducción a las Ciencias Estructura socioeconómica de Sociales México Metodología de Investigación Administración Lengua adicional al español II Desarrollo Organizacional SEXTO SEMESTRE II Biología Sociología Teoría y práctica del Trabajo Social en Instituciones Técnicas Grupales y Teoría y práctica del Trabajo Audiovisuales Social de Grupos Actividades Cocurriculares II Planificación y Organización para el Desarrollo Social Desarrollo motivacional Fuente: Subsecretaria de Educación e Investigación Tecnológicas. Dirección General de Educación Tecnológica Industrial 182 ANEXO 14 ACADEMIA COMERCIAL SOLÍS PLAN TTS 2000 PRIMER SEMESTRE TERCER SEMESTRE QUINTO SEMESTRE Matemáticas I Matemáticas III Matemáticas V Taller de lectura y redacción I Física I Historia de México Química I Computación Filosofía Lengua adicional al español I Métodos de Investigación I Derecho I Relaciones Humanas en Psicología La atención individualizada en Trabajo Social el Trabajo Social Teoría y práctica del Trabajo Teoría y práctica del método Social I de organización y desarrollo Desarrollo Organizacional de la Comunidad Actividades Cocurriculares I Salud Pública Operación de paquetes de cómputo en Trabajo Social Técnicas grupales y audiovisuales en Trabajo Social SEGUNDO SEMESTRE CUARTO SEMESTRE SEXTO SEMESTRE Matemáticas II Matemáticas IV Derecho II Taller de lectura y redacción II Física II Economía Química II Introducción a las Ciencias Estructura socioeconómica de Sociales México Metodología de Investigación Administración en Trabajo II Social Sociología Teoría y práctica del Trabajo Lengua adicional al español II Biología Social en Instituciones Teoría y práctica del Trabajo Teoría y práctica del Trabajo Social II Social de Grupos Actividades Cocurriculares II Desarrollo motivacional Planeación y Organización del Bienestar Social Fuente: Subsecretaria de Educación e Investigación Tecnológicas. Dirección General de Educación Tecnológica Industrial 183 FUENTES CONSULTADAS ABESS/CEDEPSS (1996) Curriculum mínimo para o curso de Serviço Social, , Río de Janeiro, 28pp. Aguilar García, Elías. (mayo 2000). La crisis de la Educación Superior en México y Veracruz. Universidad Veracruzana. http://www.e-h.uv.mx Aguirre Harris, Yolanda (1984). Características socioacadémicas de las Escuelas de Trabajo Social en la República Mexicana. México: UNAM, 250 pp. Alayón, Norberto (1991). Reflexiones sobre el Trabajo Social. Argentina: Hvmanitas, 125 pp. Ander-Egg, Ezequiel (1976). El Trabajo Social como acción liberadora. España: ECRO, 102 pp. Ander- Egg, Ezequiel (1982). Diccionario del Trabajo Social. México: El ateneo. 350 pp. Ander - Egg, Ezequiel. (1992) Introducción al Trabajo Social. ACCION SOCIAL Asistencia Social. España: Siglo veintiuno Editores, 269 pp. Ander - Egg, Ezequiel (1993). Formación para el Trabajo Social. Argentina: Hvmanitas, pp.95-140. 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