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El modelo de gestión social crítica y transformadora DESCRIPCIÓN: Breve y sustanciosa reflexión sobre la naturaleza de la gestión social en la educación. AUTOR: Fundación PROMIGAS – GALLEGO, M. El modelo de gestión social crítica y transformadora10 La Fundación Promigas ha consolidado una práctica sistemática de gestión social que es objeto de reflexión permanente y le ha permitido configurar un modelo a lo largo de los años. Dicho modelo de gestión social constituye entonces el resultado de un aprendizaje colectivo y, por lo tanto, refleja un proceso dinámico sujeto a renovación y actualización periódica, que se contrapone a una concepción estática de la idea de “modelo”, palabra que desde sus raíces etimológicas suele remitir a la concepción de “patrón” (prototipo inmodificable) y de “ejemplo” (conjunto de verdades incuestionables). De esta manera, el modelo es concebido como una construcción social en permanente evolución, nutrido de una perspectiva transdisciplinar. Entendemos como modelo de gestión social la representación filosófica, conceptual, misional y metodológica que expresa las relaciones entre las concepciones de desarrollo, los procesos de gestión, los proyectos y las prácticas sociales que están presentes en los procesos de desarrollo humano y social que acompaña a la fundación. El modelo tiene como propósito captar el sentido y la complejidad de sus acciones, comprender el trabajo interno, interconectar los proyectos e intercambiar con otros la filosofía y la acción institucional. 10 Véase Hacia una gestión social crítica y transformadora. Promigas, 2009. En <www.fundacionpromigas.org.co>. Orientaciones y aprendizajes. Barranquilla: Fundación 1 Desde esta perspectiva, la idea de gestión cobra múltiples sentidos. En un primer nivel, la gestión implica un conjunto de acciones de asesoría, capacitación y acompañamiento a proyectos, en procura de promover cambios a partir de las potencialidades de los grupos y las personas. En un segundo nivel operativo, la gestión supone el diseño, la réplica y la aplicación extensiva de los proyectos, de manera que el desarrollo humano y social tenga el impacto y la cobertura esperados. En un tercer nivel estratégico, implica un proceso de gestión del conocimiento que refleja el aprendizaje institucional en el esfuerzo de cumplir la misión institucional. En consecuencia, la gestión social se refiere al desarrollo humano de los actores sociales, las comunidades, las organizaciones y las redes sociales, y al acompañamiento que se ofrece en procura de lograr el cambio esperado, con lo cual se establece una marcada diferencia respecto a la simple prestación de un servicio social público o privado, o a la práctica asistencial a comunidades con diversas carencias, asistencia que, aunque pueda tener algún aspecto de intervención dirigida a potenciar el desarrollo comunitario, no constituye el núcleo central de su acción. Lo fundamental en la gestión social de la Fundación es, entonces, aportar a las personas y comunidades oportunidades estratégicas para el desarrollo de su potencial humano, que además estén orientadas por una perspectiva de desarrollo social. Entre esas oportunidades, es fundamental la educación como una condición necesaria para que, por la vía del desarrollo de las capacidades, se logre un desarrollo humano integral, que a su vez propenda hacia una sociedad más democrática y productiva. En las sociedades modernas, el desarrollo está indisolublemente relacionado con el conocimiento y la socialización, y la educación pública es una condición necesaria para un desarrollo económico y social que ofrezca oportunidades más equitativas de acceso al conocimiento y al ejercicio más inteligente de la capacidad de optar, especialmente en los sectores pobres. En las escuelas públicas de los sectores populares, si no hay un mejoramiento en la calidad de la enseñanza y en otros aspectos, los niños y niñas que asisten a ellas difícilmente van a tener oportunidades adicionales. Por tanto, una educación de calidad es también aquella que contribuye a la equidad, a la inclusión, a la movilidad social y al desarrollo de las vocaciones. 2 La Fundación considera que, si bien la educación es valorada y aparece mencionada en las políticas y discursos, aún no se constituye en un bien disponible para toda la población. Esto genera una brecha de inequidad en nuestra sociedad, que debe ser resuelta con acciones combinadas en el aula de clase, en la escuela como institución, en las familias y comunidades, y en las políticas públicas educativas que adelantan los gobiernos locales y el gobierno central. En ese sentido, hay un consenso social en torno a la necesidad de su mejoramiento desde una visión sistémica, entendiendo que sobre la educación no actúa un solo vector sino la confluencia de muchos. En consecuencia, se entiende que la institución escolar incluye tres propósitos centrales: su función formadora en el marco de un proyecto social, su posibilidad de generar y desarrollar capacidades, y el ejercicio de sus actores dentro de un marco de ética y responsabilidad con fines de humanización. En la gestión de las organizaciones escolares, la Fundación apuesta por un manejo basado en la convicción de responsabilidad, buscando que las personas se identifiquen y se comprometan con la escuela como un proyecto. Se asume un marco ético de la responsabilidad que toma distancia de unas estructuras que responden a los modelos empresariales clásicos de cliente-producto, o de las que han optado por un marco político radical en el que se entiende la escuela como un mecanismo de reproducción pasiva de las contradicciones sociales. En contraposición a estas visiones, el modelo de gestión de la Fundación Promigas se mueve desde el compromiso y la convicción; busca desarrollar capacidades en las personas y en las organizaciones, generar redes de aprendizaje, generar conocimientos, documentarlos y compartirlos. Estas acciones están dirigidas a resolver los problemas de las comunidades, de manera que con sus capacidades fortalecidas estén facultadas para andar por sí mismas. Parte integral del modelo de gestión social está constituido por la teoría y la práctica del acompañamiento, que a lo largo de 2010 y 2011 fue objeto de reflexión en la Fundación dentro de su comunidad de práctica. 3