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La teoría del imperialismo leninista. Análisis histórico y crítico Este trabajo de investigación no tiene como objetivo elaborar una reseña histórica, aunque es necesario señalarla, sobre la aportación que Lenin entrega desde inicios del siglo XX a los científicos destinados a estudiar la ciencia económica marxista como la teoría del imperialismo que en su forma dialéctica, por una parte concentra el capital a través grandes monopolios apoyados en el capital financiero, y por otra parte un subdesarrollo económico y social, es decir la descomposición concreta de la actual organización económica que argumenta en las tres fases en las que transita el imperialismo; y que los acontecimientos actuales confirman su validez científica. Aunque Lenin no es considerado un economista, sus aportaciones teóricas y metodológicas contienen un valor para el análisis de una situación concreta, esta teoría leninista del imperialismo está basada como un sistema en donde se encuentran vinculadas la teoría del valor, teoría de la plusvalía, la teoría de la crisis, y la teoría de la lucha de clases, creadas por Marx, en dos de sus obras científicas fundamentales en donde desarrolla a la ciencia marxista como El desarrollo del capitalismo en Rusia y El imperialismo fase superior del capitalismo. El sustento histórico que Marx entrega a la ciencia económica, luego de estudiar el modo de producción capitalista en su fase industrial por más de cuarenta años, la encontramos en el tomo I de El Capital donde muestra que la única finalidad del capitalista es la ganancia de la que Lenin lleva a la práctica en una situación particular en Rusia de fines del siglo XIX y principios del siglo XX y le permite desarrollar su teoría imperialista como una fase superior del capitalismo. Es sabido que el desarrollo de la teoría marxista abarca el terreno económico, sociológico, filosófico, histórico, estatal, político, partidista, etc., y la muestra histórica de la defensa y desarrollo del marxismo [materialismo dialéctico y materialismo histórico, o teoría del socialismo científico], la encarnó Lenin quien confrontó coherentemente en el terreno de la Segunda Internacional en discusiones teóricas y metodológicas a las corrientes ideológicas que se desarrollaban a la par del imperialismo como momento histórico concreto. 1 En el marco de las revoluciones rusas y de la primera guerra mundial, los estudios económicos de Lenin trascendieron del ámbito nacional ruso al internacional debido a que la situación concreta, le permitió observar que el desarrollo y organización de los países capitalistas se integraban de una nueva forma para dominio, control y obtener mayor ganancia sobre los demás países. Como parte del desarrollo de la ciencia económica moderna iniciada en el siglo XVIII, nos corresponde a quienes nos hemos formado y estudiamos la crítica a la economía, y sobre todo a quienes estudiamos el desarrollo del método dialéctico materialista confrontar científicamente a las variantes del pensamiento burgués. Sin duda, como ya es conocido y discutido en el orden pensamiento económico, entre otras ciencias, durante el siglo XIX Marx realizó una demoledora crítica al pensamiento burgués mediante el método dialéctico materialista (entendido como aporte científico) con el que demostró las deficiencias teóricas y metodológicas de la ciencia económica burguesa. Según las palabras de Vladimir Ilich Lenin, Marx no sólo nos heredó su método dialéctico materialista como una guía, cristalizada en su obra científica El Capital o crítica a la economía política, basada en cuestiones objetivas concretas como necesidades reales y contradictorias del desarrollo de la sociedad capitalista y sus consecuencias con las que confronta las posiciones clasistas de los teóricos burgueses; sino que además nos permitió comprender el esclarecimiento del estrecho vínculo, casi imperceptible, que existe entre la filosofía y economía, sustentado en la división de clases sociales en la historia de la humanidad. La crítica a la ciencia económica burguesa radica a que sus exponentes dejaban sin fundamentación y explicación científica conceptos o categorías porque estaban sustentadas en factores subjetivos abstractos. Por esta razón, la importancia que cobra esta tesis es que mediante la aplicación del método dialéctico materialista al modelo neoclásico, me permitirá demostrar que detrás de sus conceptos y categorías se encuentra una teoría estéril producto del pensamiento económico clásico burgués del siglo XVIII, que lejos de contribuir al desarrollo científico de la ciencia económica para el tránsito de una sociedad y otra, obstruye a esa transición por su cualidad clasista. Y esta condición es precisamente a la que Marx criticó por no tratarse de una situación concreta 2 momentánea. Es decir, su deficiencia científica radica en la aplicación de su método teórico abstracto, apriorístico. Luego de arduas y prolongadas confrontaciones y de sólidas demostraciones de la veracidad y flexibilidad del método dialéctico, extraídas y basadas en la realidad concreta específica social, contra los ortodoxos alemanes que más que fortalecerlo o desarrollarlo lo tergiversaban o distorsionaban en algunos de sus conceptos o categorías; y contra los incipientes materialistas rusos que no lo trascendían al terreno económico, sino que lo dejaban sólo en el terreno filosófico e histórico; sumados los anarquistas como críticos a este método dialéctico materialista que sólo fungían como ideólogos pequeñoburgueses que únicamente defendían sus intereses de clase y que confundían a la clase trabajadora, Vladimir Ilich Lenin a principios del siglo XX, a través de la aplicación teórica y metodológica adecuada del método dialéctico materialista histórico, demuestra que la teoría marxista es el cimiento científico para la edificación de la ciencia económica socialista. La historia social es el sustento teórico-pràctico que constata la fortaleza del método dialèctico materialista, y permite observar que una de las características de la ciencia económica burguesa es su desdén por estudiar la historia, entonces desarrolla sus propios métodos justificando las variaciones de sus teorías. En el siglo XIX el método dialéctico materialista surge como parteaguas en la investigación científico social, las investigaciones científicas burguesas, por su rechazo sustentan en su propia historia. Esto significa que aún no han podido o no han querido integrar el método dialéctico materialista a su investigación, es decir, no han aprendido, por su necesidad de acumulación de capital inducen a la teoría a transitar en sus esquemas, contraria a que la crítica significa construcción que reditúe en beneficio de la mayoría de la sociedad. Este rechazo que está más fundamentado en cuestiones ideológicas que de sustento científico o metodológico, gradualmente conlleva a esta ciencia económica burguesa a depender de factores subjetivos como los conceptos que desarrolla el dinero bancario reflejado en la economía de mercado; y de factores sicológicos para explicar el consumo social que fungen como panacea y motivación para estudiar los “nuevos” métodos de la ciencia económica. 3 Sin embargo, después de estudiar la confrontación que sostiene Carlos Marx con los economistas clásicos burgueses (Adam Smith y David Ricardo) a mediados del siglo XIX, y con otras variantes ideológicas de la economía política burguesa, se aprecia que al interno de la teoría de la ciencia económica prevalece no sólo la ideología materializada en la lucha de clases como lo señaló Marx, sino cuestiones filosóficas idealistas y materialistas que influyen en el método utilizado para realizar un análisis científico, así como cuestiones. Carlos Marx critica a la economía clásica burguesa, y mediante el uso del método dialéctico materialista, y le proporciona el carácter científico a través de El Capital, en donde demuestra que la ganancia del capitalista se obtiene a través de la explotación de la fuerza de trabajo del obrero, es decir, demuestra que en la historia del desarrollo capitalista, un sujeto social somete a otro mediante la fuerza o a través de la demagogia. Es decir, desde el surgimiento del marxismo en 1850 como crítica a ciencia económica burguesa, entendida la crítica como construcción, sus críticos no han cesado de señalar desde diferentes ángulos aún sin haberlo estudiado ni entendido. Marx contribuye mediante su obra El Capital a criticar a la economía burguesa, por ello Lenin dice, Marx nos ha dejado una lógica con L mayúscula, haciendo énfasis en que Marx nos ha dejado una guía para realizar estudios económicos. Una de las formas más certera que he localizado para realizar el estudio sobre el pensamiento científico social moderno es a través de la aplicación del método dialéctico materialista histórico como parte de este pensamiento científico moderno. Sobre todo porque este método implica un avance materialista objetivo que confronta al pensamiento decimonónico a discusión teórica, metodológica, histórica, política e ideológica, pues hasta ahora existan vestigios en el quehacer científico que demuestren que se haya separado en su totalidad de los viejos pensamientos que se heredaron del siglo XVIII, es decir, del pensamiento religioso que predominó en los conocimientos científicos. Por un lado, encontramos el pensamiento positivista que tiene su legado histórico desde los fisiócratas y que continua con la Economía Política clásica burguesa inglesa lidereada por Adam Smith y David Ricardo (que son los primeros que le 4 dan cientificidad) hasta los recientes neoliberales que son los enemigos naturales del materialismo histórico. Y por otro el origen del pensamiento científico materialista concretado como crítica a la economía política clásica, sustentado en cuestiones filosóficas, históricas y sociales del que conforman el método dialéctico cuyo primer paso es de la ciencia es el interés sobre el terreno básico para entender todo lo demás. Por la otra los ortodoxos marxistas que desde el siglo XIX guardaron con recelo la doctrina de Marx, no es sino con Vladimir Ilich Lenin, en los inicios del siglo XX que desenmascara científicamente que estos ortodoxos sólo reservaban desde una sutil hasta una ignominiosa tergiversación al marxismo, sobre todo en el uso del método dialéctico materialista histórico. Lenin en su obra… a través de un párrafo… deja escrito claramente que el legado de Marx es que El Capital es una guía para quienes estamos interesados apliquemos con versatilidad los conocimientos que Marx deja escritos en esta obra. En la lógica teórico-metodológica de investigación y científico del pensamiento capitalista, así como los teóricos positivistas en la economía política, como enemigos naturales del método dialéctico materialista histórico que argumentan razones y quizá la mayor justificación para el abandono del análisis y estudio teórico de El Capital, se encuentra en la caída del bloque socialista. Lenin confrontó a los enemigos naturales del marxismo (economistas teóricos burgueses); a los nacionalistas, entre ellos los marxistas ortodoxos –alemanes y rusos-; a los socialdemócratas considerados oportunistas; la lucha extrema la tuvo con los revisionistas (tergiversadores) del marxismo -alemanes y rusos- (estos como neorevisionistas son parte esencial para el desarrollo de este trabajo), pues el interés de esta investigación está orientado a la ciencia económica y en particular a la crítica teórica de los neorevisionistas, generación surgida posterior a la muerte de Lenin. Para lograr el objetivo trazado en esta investigación, es necesario elaborar teóricamente un estudio conceptualizado en cuatro capítulos: Primero, describir los planteamientos leninistas mediante la discusión en la Segunda Internacional en el eje bolchevique. Resaltando a Nicolás Bujarin, Rosa Luxemburgo, y Carlos 5 Kautski, para la formulación de su teoría imperialista como fase superior del capitalismo, que a la vez servirá como marco teórico conceptual. Segundo, elaborar un esbozo panorámico que muestre como la propia evolución de la teoría económica burguesa de los clásicos y la teoría neoclásica a través de sus teóricos como John Keynes (capitalismo regulado); y Hayek y Mises (libre iniciativa) por carecer de sustento histórico lleva a la crisis de credibilidad. Tercero, elaborar un esbozo de los neorevisionistas o nuevo revisionismo (ruso, italiano, que no proponen ninguna teoría nueva se limitan a especular con las teorías burguesas y reformistas para remplazar la teoría marxista-leninista, sólo señalaré los postulados de los teóricos del socialismo democrático, que muestre como estos economistas tergiversan por ejemplo, la teoría del valor de Marx que funcionan como un sistema, esta tergiversación la realizan igual que en la Segunda Internacional –con la diferencia de que en la actualidad no exista un espacio como éste para discutirlo-, y lo conducen a una variable del capitalismo regulado como fundamento teórico. Los neorevisionistas propagan el mito del Estado del bienestar general. Creen, por ejemplo, que suplantando los conceptos marxistas como “nivel de vida de los obreros” por el concepto “nivel de salarios” en EU rebate la teoría de Marx. Sin duda, los obreros norteamericanos tienen un mejor salario que los obreros de América latina. Cuarto, se confrontarán los conceptos y las categorías más relevantes de la teoría leninista del imperialismo contra los de los teóricos descritos en los capítulos dos y tres. Principalmente cómo prevalece la teoría del valor como sustento histórico de las teorías marxistas que derivan en teorías como la de la dependencia o la del subdesarrollo, producto de las leyes del desarrollo capitalista que Marx describe en el tomo I de El Capital. El desarrollo de la ciencia marxista, surgida de la crítica en el seno de la propia ciencia económica burguesa, como parte de la contradicción inherente, dialéctica, del propio desarrollo capitalista, se propone, basado en el planteamiento de desarrollo imperialista en sus tres fases, trazado por Lenin a inicios del siglo XX, analizar y demostrar que los fenómenos sociales actuales son una consecuencia 6 Como parte del desarrollo de la ciencia económica moderna iniciada en el siglo XVIII, donde los economistas clásicos aportaron la primera conceptualización científica, teórico metodológica, revolucionando a las teorías precedentes: la fisiócrata y la mercantilista, aunque algunos autores [señalar como quién] conservaros características de alguna de estas dos teorías y en esta línea siguieron su propio desarrollo alejándose gradualmente de un aporte científico que contribuyera al desarrollo de la ciencia económica. En el orden pensamiento económico, entre otras ciencias, a mediados del siglo XIX Marx realizó una crítica al pensamiento burgués a la concepción burguesa porque estos científicos están permeados por ayudado por el método dialéctico materialista histórico (entendido como aporte científico), con el que demostró las deficiencias teóricas y metodológicas, lo que no significa que desecho al avance científico, sino que lo que consideró un aporte valioso y que los economistas ingleses dejaron inconcluso voluntaria o involuntariamente, y que Marx retoma para desarrollar la conceptualización y reorientarla hacia un beneficio social. En El Capital, a través de un arduo análisis histórico y filosófico enmarcado por el momento histórico del naciente capitalismo que se percibe en la incipiente industrialización inglesa. Marx analiza, por ejemplo, la teoría del valor, que critica, explica y sustenta el porque esta concepción subjetiva no logra explicar científicamente la creación de la riqueza. Es decir, la crítica debe entenderse que está en función de revolucionar a la ciencia económica y no sólo de explicarla; y revolucionarla en el sentido de crear una categorización y conceptualización extraída de las necesidades de la sociedad. Para Marx, la ciencia evoluciona incesantemente por su concepción dialéctica. Esto significa que los conceptos, categorías, leyes y teorías se encuentran en constante movimiento, pero no significa que ese movimiento se contraponga radicalmente a éstos, sino que el movimiento dialéctico es gradual al que le corresponde una categorización gradual, pues en la teoría del pensamiento marxista, los conceptos, las categorías, las leyes y la teorías son excluidos del movimiento social, de las necesidades de la sociedad, no se trata de categorías que se desarrollen en la superestructura social, como una concepción apriorística en donde los economistas clásicos formulaban su concepción en el plano teórico 7 dejando a un lado el plano práctico. De aquí se desprende que Lenin en sus estudios sobre el imperialismo demuestra como las particularidades, basadas en las necesidades concretas de la sociedad en un país hacen que el marxismo deje de ser ortodoxo y se cumpla que el método dialéctico materialista creado por Marx sea científico. Para los marxistas, todo impedimento al desarrollo de la ciencia retroceso o desvirtualización debe ser analizado y explicado con argumentos específicos el porqué el rechazo o la aceptación hasta de una parte así como proveer una explicación teórica de los avances de ese efecto en la sociedad. Por otra parte, Marx demuestra que la economía clásica inglesa (proveniente de científicos burgueses) por tratarse de un estudio apriorístico no tiene un sustento histórico ni concreto, sin embargo, de esta deficiencia de los teóricos burgueses, Marx genera sus conceptos teóricos que se encuentran en el seno mismo de la categoría valor, extrayendo de él su concepto valor de uso de donde emana el concepto fuerza de trabajo (según él, única creadora de la riqueza). Una vez creada su conceptualización deriva la creación de leyes como la ley tendencial de la tasa decreciente, además de la creación de la teoría de la plusvalía, la creación de la teoría de la crisis, la creación de la teoría de la lucha de clases que fungen como la columna vertebral de su eje de estudio. Con su contribución a la crítica de la economía política, aporta una nueva concepción de estudiar la realidad social mediante el uso de la dialéctica materialista, para ello aporta elementos sustanciales sustraídos de la propia teoría para el desarrollo de la ciencia económica moderna, crea un parteaguas en el terreno de la ciencia económica; de la ciencia económica burguesa se derivan su propio desarrollo; y por otra parte origina el desarrollo de la ciencia económica socialista. La primera predominante y en boga por ser la ciencia económica oficializada que ya no sólo interpreta la realidad social sino que crea conceptos ambiguos y con sustentos sicológicos más que científicos económicos, y que además separa aún más la cuantificación y la cualificación del desarrollo de la ciencia económica que ha transitado de la escuela clásica hasta con reformistas capitalistas (keynesianos capitalismo regulado) pasando por los neoclásicos con la finalidad de demostrar que el propio desarrollo del capitalismo es capaz de superar las contradicciones inherentes a su inevitable deceso; y la segunda 8 exigua por la obsolescencia a la que han condenado los teóricos burgueses neopositivistas, neokantianos y neoclásicos, de la ciencia económica socialista. El interés de Marx es demostrar que la ciencia económica evoluciona en la propia línea del tiempo, porque está en función del pensamiento del hombre que se encuentra inmerso en su momento histórico, Marx realiza el análisis desde las condiciones sociales históricas concretas, por ello el rechazo frontal a los estudios a priori que refuta apoyándose en los datos que le proporciona la ciencia histórica. Esto significa que la diferencia entre la explicación científica entre la economía clásica y la economía proletaria, socialista, radica de la aplicación del método científico y no en la percepción con el que se aborda el problema. El uso del método dialéctico materialista aplicado a los antecedentes teóricos de los economistas positivistas burgueses sirvió a Marx de cimiento para que construyera (en el largo proceso evolutivo de su concepción) su riguroso análisis crítico a la economía clásica inglesa de donde inherente y contradictoriamente se gesta en su interior los gérmenes de la construcción de la ciencia económica socialista. También rechaza estudios y análisis teóricos deterministas que estén alejados del movimiento social. La creación de conceptos, categorías, leyes y teorías le permiten evolucionar a la ciencia económica. A través de su crítica a la categorización y teorización de las obras de los economistas clásicos sustentado en su método de estudio. Aunque en la actualidad, muchos economistas reniegan de esta concepción de interpretar el mundo, Marx a través de El Capital (mediante la elaboración de sus apuntes previos para documentar y fortalecer su obra científica) entrega a la ciencia económica conceptos, categorías, leyes y teorías para que se continúe con el desarrollo de la ciencia económica socialista. Marx descubre un conjunto de categorías que rinden cuenta del funcionamiento de la economía capitalista desde la perspectiva de la clase obrera; la idea del proceso es exterior a la economía burguesa, es su límite, y sólo puede ser enunciada desde el proletariado porque implica el reconocimiento de la muerte de la sociedad capitalista: es, justamente, el punto de enlace de la economía con la 9 revolución. Marx realiza una revolución teórica, el partido la revolución política, los estudiantes la lucha por un contenido científico de la enseñanza. Marx y Lenin eran escritores, filósofos, políticos. Fueron todo y nada. Y esto es la práctica revolucionaria, la práctica del proletariado de la que Marx y Lenin fueron un momento. Quien no entienda esto. No ve que la práctica revolucionaria es la subversión en acto de las prácticas e instancias afirmadas férreamente por el capitalismo. No se puede entender la obra de estos teóricos si se reconoce sus últimas obras y no se percibe que se derivan de unas obras anteriores, por ejemplo: en Marx a El Capital le anteceden los Gundrisse. No se puede entender la obra de estos teóricos a partir de sus obras exentas de influencias de pensadores idealistas o de sus antecesores. Esto significa que el método dialéctico es un híbrido, y no es puro. Lenin, utiliza El Capital como una guía para realizar un análisis concreto, específico para interpretar la realidad que a él le corresponde vivir en sus obras El imperialismo fase superior del capitalismo (considerando sus apuntes económicos) y El desarrollo del capitalismo en Rusia (a través de sus epístolas) dan muestra a la sociedad del sustento científico y el desarrollo de esta ciencia económica marxista. Asimismo, Lenin entrega a la sociedad una forma de análisis científico para el desarrollo de la ciencia económica, y sobre todo a quienes estudiamos el desarrollo del método dialéctico materialista confrontar científicamente a las variantes del pensamiento burgués. Según las palabras de Vladimir Ilich Lenin, Marx no sólo nos heredó su método dialéctico materialista como una guía, cristalizada en su obra científica El Capital o crítica a la economía política, basada en cuestiones objetivas concretas como necesidades reales y contradictorias del desarrollo de la sociedad capitalista y sus consecuencias con las que confronta las posiciones clasistas de los teóricos burgueses; sino que además nos permitió comprender el esclarecimiento del estrecho vínculo, casi imperceptible, que existe entre la filosofía y economía, sustentado en la división de clases sociales en la historia de la humanidad. La crítica a la ciencia económica burguesa radica a que sus exponentes dejaban sin fundamentación y explicación científica conceptos o categorías porque estaban sustentadas en factores subjetivos abstractos. 10 Por esta razón, la importancia que cobra esta tesis es que mediante la aplicación del método dialéctico materialista al modelo neoclásico, me permitirá demostrar que detrás de sus conceptos y categorías se encuentra una teoría estéril producto del pensamiento económico clásico burgués del siglo XVIII, que lejos de contribuir al desarrollo científico de la ciencia económica para el tránsito de una sociedad y otra, obstruye a esa transición por su cualidad clasista. Y esta condición Marx criticó por no tratarse de una acto concreto momentáneo. Es decir, su deficiencia científica radica en la aplicación de su método teórico abstracto, apriorístico. Luego de arduas y prolongadas confrontaciones y de sólidas demostraciones de la veracidad y flexibilidad del método dialéctico, extraídas y basadas en la realidad concreta específica social, contra los ortodoxos alemanes que más que fortalecerlo o desarrollarlo lo tergiversaban o distorsionaban en algunos de sus conceptos o categorías; y contra los incipientes materialistas rusos que no lo trascendían al terreno económico, sino que lo dejaban sólo en el terreno filosófico e histórico; sumados los anarquistas como críticos a este método dialéctico materialista que sólo fungían como ideólogos pequeñoburgueses que únicamente defendían sus intereses de clase y que confundían a la clase trabajadora, Vladimir Ilich Lenin a principios del siglo XX, a través de la aplicación teórica y metodológica adecuada del método dialéctico materialista histórico, demuestra que la teoría marxista es el cimiento científico para la edificación de la ciencia económica socialista. En el siglo XIX el método dialéctico materialista surge como parteaguas en la investigación científico social, las investigaciones científicas burguesas, por su rechazo sustentan en su propia historia. Esto significa que aún no han podido o no han querido integrar el método dialéctico materialista a su investigación, es decir, no han aprendido, por su necesidad de acumulación de capital inducen a la teoría a transitar en sus esquemas, contraria a que la crítica significa construcción que reditúe en beneficio de la mayoría de la sociedad. Este rechazo que está más fundamentado en cuestiones ideológicas que de sustento científico o metodológico, gradualmente conlleva a esta ciencia económica burguesa a depender de factores subjetivos como los conceptos que desarrolla el dinero bancario reflejado en la economía de mercado; y de factores sicológicos para 11 explicar el consumo social que fungen como panacea y motivación para estudiar los “nuevos” métodos de la ciencia económica. Sin embargo, después de estudiar la confrontación que sostiene Carlos Marx con los economistas clásicos burgueses (Adam Smith y David Ricardo) a mediados del siglo XIX, y con otras variantes ideológicas de la economía política burguesa, se aprecia que al interno de la teoría de la ciencia económica prevalece no sólo la ideología materializada en la lucha de clases como lo señaló Marx, sino cuestiones filosóficas idealistas y materialistas que influyen en el método utilizado para realizar un análisis científico, así como cuestiones a la que Carlos Marx critica a la economía clásica burguesa, y mediante el uso del método dialéctico materialista, y le proporciona el carácter científico a través de El Capital, en donde demuestra que la ganancia del capitalista se obtiene a través de la explotación de la fuerza de trabajo del obrero, es decir, demuestra que un sujeto social somete a otro. Es decir, desde el surgimiento del marxismo en 1850 como crítica a ciencia económica burguesa, entendida la crítica como construcción, sus críticos no han cesado de señalar desde diferentes ángulos aún sin Una de las formas más certera que he localizado para realizar el estudio sobre el pensamiento científico social moderno es a través de la aplicación del método dialéctico materialista histórico como parte de este pensamiento científico moderno. Sobre todo porque este método implica un avance materialista objetivo que confronta al pensamiento decimonónico a discusión teórica, metodológica, histórica, política e ideológica, pues hasta ahora existan vestigios en el quehacer científico que demuestren que se haya separado en su totalidad de los viejos pensamientos que se heredaron del siglo XVIII, es decir, del pensamiento religioso que predominó en los conocimientos científicos. El pensamiento científico social moderno se distingue de todo pensamiento anterior porque después de una encarnizada lucha ideológica en donde predominaban vestigios religiosos que se reflejaban sus inicios se despojó por dos razones fundamentales que considero valiosas para el avance y comprensión de la ciencia económica actual. Por un lado, encontramos el pensamiento positivista que tiene su legado histórico desde los fisiócratas y que continua con la Economía Política clásica burguesa 12 inglesa lidereada por Adam Smith y David Ricardo (que son los primeros que le dan cientificidad) hasta los recientes neoliberales que son los enemigos naturales del materialismo histórico. Y por otro el origen del pensamiento científico materialista concretado como crítica a la economía política clásica, sustentado en cuestiones filosóficas, históricas y sociales del que conforman el método dialéctico cuyo primer paso es de la ciencia es el interés sobre el terreno básico para entender todo lo demás. Por la otra los ortodoxos marxistas que desde el siglo XIX guardaron con recelo la doctrina de Marx, no es sino con Vladimir Ilich Lenin, en los inicios del siglo XX que desenmascara científicamente que estos ortodoxos sólo reservaban desde una sutil hasta una ignominiosa tergiversación al marxismo, sobre todo en el uso del método dialéctico materialista histórico. Lenin en su obra… a través de un párrafo… deja escrito claramente que el legado de Marx es que El Capital es una guía para quienes estamos interesados apliquemos con versatilidad los conocimientos que Marx deja escritos en esta obra. En la lógica teórico-metodológica de investigación y científico del pensamiento capitalista, así como los teóricos positivistas en la economía política, como enemigos naturales del método dialéctico materialista histórico argumentan razones y quizá la mayor justificación para el abandono del análisis y estudio teórico de El Capital, se encuentra en la caída del bloque socialista. “Los hombres comienzan a distinguirse de los animales cuando empiezan a producir sus medios de existencia… Produciendo sus medios de existencia, los hombres producen indirectamente su propia vida material”. Marx y Engels en Ideología alemana (1845-1846), dan el valor crucial para el marxismo, de la economía política. La economía política labrada por Marx y Engels resulta tan nueva por su método y por su concepción. Si solucionaron problemas esenciales que eran insolubles en la obra de los mejores economistas burgueses, como Ricardo, y hacer así de la economía política una ciencia, fue porque tuvieron una ventaja teórica grande sobre aquéllos: la asimilación crítica de lo conseguido por toda la filosofía anterior y la dialéctica hegeliana y que, a partir de ésta, elaboraron una dialéctica original, materialista y revolucionaria que grabó una acción científica y, por tanto, un 13 método. En el artículo de Engels de 1859 dice: “Consideramos la elaboración del método que sirve de base a la crítica de la economía política de Marx como un resultado que apenas le cede en importancia a la concepción materialista fundamental.”. La mistificación principal de toda la economía política burguesa, toma y da a las categorías generales de la producción capitalista como las categorías de la producción en general, es decir, atribuyendo en tono la evidencia a las relaciones de producción capitalista el carácter de una necesidad natural y eterna. Por eso, la economía burguesa siempre se ha sentido perfectamente bien en el interior de la generalidad abstracta, de la confusión entre la abstracción y análisis científico. Si la economía política burguesa nunca ha sido capaz de efectuar la crítica consciente de la generalidad abstracta, esta crítica se manifiesta objetivamente en la forma del inevitable tropiezo de la contradicción. En las formas más serias como la escuela de Ricardo, la economía ha tenido que confesar su fracaso para resolver las contradicciones. Contradicción, por ejemplo, de que el trabajo tenga un valor, si el propio valor se define justamente por el trabajo; contradicción de que el trabajo confiera a su producto un valor superior al que posee y que se paga con el salario; contradicción de que el comerciante obtenga ganancia vendiendo la mercancía en su valor, o incluso por debajo; contradicción que el capitalismo cuya ley es desarrollar la riqueza, engendre siempre la mismo tiempo la miseria. Precisamente este hacinamiento de contradicciones sin solución e insolubles, explica la decadencia de la economía política burguesa clásica, su renuncia a profundizar a la cohesión teórica, su tendencia a mantenerse en el simple nivel de los fenómenos, en la simple yuxtaposición de los hechos y de las ideas. La generalidad abstracta representa la esencia de la realidad en forma de cosas separadas. Pero si la contradicción es la esencia de las cosas, significa que toda cosa es inseparable de su contrario, es decir: por debajo de las cosas esenciales hay que captar las relaciones esenciales de las cosas. Mas si la contradicción es la esencia de las cosas, significa que toda cosa, aunque manteniéndose como ella misma, se convierta en otra, es decir: por debajo de las cosas esenciales hay que captar sus procesos de desarrollo, de paso de una a otra. El idealismo afecta el contenido de la dialéctica hegeliana. Así, considerándose la contradicción en la idea como la verdad de las contradicciones empíricas (por 14 ejemplo las contradicciones económicas de la sociedad), estas contradicciones tiene por anticipado también su solución en la idea (en el ejemplo, en la esfera superior del Estado). El problema no estriba en estudiar atentamente la realidad concreta de las contradicciones económicas para ayudar a revolucionarlas en la práctica al mismo tiempo que al Estado que les corresponde, sino, al contrario, en probar por una construcción especulativa, que deja lejos por debajo de sí las particularidades empíricas, como los momentos opuesto de la sociedad encuentran en la idea del Estado su unidad superior. Las categorías dialécticas centrales como contradicción, negación y superación, tienen en Hegel, al tiempo que un gran sentido histórico, un aspecto conservador. Comprendida de este modo, la dialéctica incompletamente emancipada de la generalidad abstracta, no toma por tarea criticar la realidad escogiendo en su contradicciones los gérmenes de su revolución, sino el de glorificarla. En tanto, para Marx y Engels la dialéctica resulta totalmente inútil en su forma hegeliana. La dialéctica hegeliana tiene un núcleo racional (la categoría de contradicción, por ejemplo, resume una experiencia teórica y práctica colosal). Sería absurda cederla a la roedora crítica de los ratones, para ir más lejos son estorbo der equipaje a levantar una dialéctica “salvaje”. Pero el núcleo de la dialéctica hegeliana está recubierta de una corteza idealista, que es necesario descortezar. Eso quiere decir rechazar simplemente algunas categorías idealistas como la idea absoluta, avatar filosófico de Dios; aderezar profundamente otras, conservando algo de ellas, como la contradicción, la negación, la negación de la negación, el salto cualitativo, la superación. Además había que hacer fructificar ese núcleo racional dentro de los desarrollos de la ciencia y de la práctica social, es decir, elaborar categorías dialécticas desconocidas por Hegel, entre dialéctica objetiva y dialéctica subjetiva, entre método de investigación y de exposición, etc. ¿Qué es el método dialéctico marxista? Para Marx y Engels, el método dialéctico (la dialéctica considerada como método) es la estrategia del conocimiento científico, directamente fundada sobre el análisis crítico y la teoría general de las relaciones entre el pensamiento y el ser, entre el concepto y lo concreto. La dialéctica marxista es lógica concreta del objeto concreto, por ello, el plan de El Capital, no es la reproducción de un sistema previo de categorías lógicas, sin 15 embargo, ello no impide pensar lo concreto en categorías universales. Desde la perspectiva de la dialéctica, el reflejo de la esencia profunda de una realidad dada no consiste en categorías aisladas ni juicios inmóviles, sino en su articulación y su movimiento, específicos de la realidad y que las generalidades dialécticas contienen formalmente en sí mismas a título de simple posibilidad lógica. El saber dialéctico llega a comprender de una forma universal la plena singularidad de este concreto preciso, y sin que aquella singularidad pueda se deducible. El análisis de las categorías de la mercancía nos conduce a las contradicciones entre valor de uso y valor de cambio, trabajo concreto y trabajo abstracto; nos invita a ahondar en el proceso de intercambio de mercancías, en el desarrollo de la producción mercantil. De estas contradicciones esenciales tendremos que seguir el despliegue exterior, la interpretación recíproca, la maduración interna, los retornos cíclicos sobre sí en las crisis, etc. La marcha dialéctica del conocimiento hace surgir un problema difícil: si el pensamiento tiene necesidad d efectuar un vasto movimiento circular para comprender finalmente lo concreto, despojándolo primeramente de su diversidad empírica en beneficio de las esencialidades simples que lo constituyen, para luego de vuelta desprenderse de la generalidad abstracta a fin de encontrar, esta vez incluida, la propia vida de lo concreto. Para Marx y Engels tratar de forma dialéctica a la ciencia económica, consiste en empezar (no siendo el objeto de la economía política escribir la historia del capitalismo, sino extraer las leyes de ese modo de producción) por examinar “las categorías que constituyen la estructura interna d la sociedad burguesa”, “su articulación en el cuadro de la sociedad burguesa moderna”, según expresiones de Marx en la Introducción, es decir, empezar por el análisis de la estructura y del funcionamiento del modo de producción considerado, tal como se manifiesta en su punto de madurez. A este propósito, el método dialéctico incluye una prioridad metodológica relativa al tratamiento lógico sobre el tratamiento histórico. 16