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RTS - Núm. 192 - Abril 2011 1 RT S Revista de Treball Social Directora: Montserrat Bacardit i Busquet Subdirectora: Rosa Mª Ferrer i Valls Equipo de redacción: Teresa Aragonès i Viñes Irene De Vicente Zueras Josep Ma. Mesquida González Pepita Rodríguez i Molinet Pepita Vergara Beltrán Administrativa: Anna Pablos Ortuño Comité asesor: Rogeli Armengol i Millans Montserrat Cusó i Torelló Josefina Fernàndez i Barrera Manuel Miguel Pajuelo Valsera David Paricio Salas Xavier Pelegrí i Viaña Milagros Pérez Oliva Carmina Puig i Cruells Cristina Rimbau i Andreu Glòria Rubiol i Gonzàlez Maria del Carme Sans Moyà Antoni Vilà i Mancebo Diseño de las portadas: Jordina Tió Diseño interior: Ester Lozano Vivó Corrección de estilo y traducción: Raül Cascajo i Orzáez Imprenta y maquetación: I.G. Santa Eulàlia. Sta. Eulàlia de Ronçana Depósito legal: B-19535/1968 ISSN: 0212-7210 Tiraje: 5.200 exemplars. Edita: Col. legi Oficial de Diplomats en Treball Social i Assistents Socials de Catalunya Portaferrissa 18, 1r 1a - 08002 Barcelona Tel. 93 318 55 93 - Fax 93 412 24 08 Adreça electrònica: rts@tscat.cat Subscripcions: www.tscat.cat Junta de Govierno del Col. legi Presidenta: Núria Carrera i Comes Vice-presidenta: Mª Antònia Rocabayera Andreu Secretaria: Rosa Mª Carrasco Coria Tesorera: Thaïs Yarky Tenllado Vocales: Lis Brusa Acuña Aurea Quintana Baulés Lucia Guerrero Ruiz Càndid Palacín Bartolí Juan Manuel Rivera Puerto Vocales coordinadores/as de las delegaciones territoriales: Lleida: Carme Tobella Barés Manresa: Alberto Caballero Marcos Tarragona: Mª Àngels Expósito Miró Girona: Anna Galobardes Gelada Terres de l’Ebre: Glòria Martín Lleixa El equio de redacción no se identifica necesariamente con el contenido de los artículos publicados. 2 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Sumario Sumario Editorial .......................................................................................................................................5 A fondo Aspectos éticos de la investigación en trabajo social Begoña Román ..................................................................................................................................9 La investigación en el trabajo social y la generación de conocimiento avalado en el método científico Dolors Colom .................................................................................................................................. 14 Trabajo social e investigación Natividad de la Red...................................................................................................................... 25 Los Grupos de Investigación en Trabajo Social en las universidades del estado español Cristina Rimbau, Rosa M. Alegre, Irene De Vicente y Ariadna Munté ................................ 39 Ejerciendo la investigación en trabajo social: el relato de un caso práctico Kontxesi Berrio-Otxoa y Ainhoa Berasaluze .............................................................................. 55 El Trabajo social con familias: la responsabilidad de los trabajadores sociales en la autodeterminación de los colectivos más vulnerables Josefa Fernández, Josep Mª Torralba, Mercè Tabueña, Rosa María Alegre, Adela Boixadós, Irene De Vicente, Eveline Chagas, Càndid Palacín y Belén Parra............................................ 60 La hiperfreqüentación, una mirada desde el trabajo social sanitario Grupo de trabajadores sociales del SAP esquerra de Barcelona ................................................. 67 El impacto de la Ley de Dependencia en el modelo de atención social tradicional y en los servicios sociales Cristina Rimbau............................................................................................................................ 79 La violencia de los jóvenes en la familia: una aproximación desde la justicia a los menores denunciados por sus padres Francisco Romero, Anna Melero, Carme Cànovas y Montserrat Antolin ............................... 95 Presentación de dos pósters sobre investigación .................................................... 99 Trabajo social e investigación: damos la palabra a los profesionales Mesa redona ........................................................................................................................... 101 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 3 Interés profesional Reseña de la jornada del Col.legi sobre ética “La intervenció social des de l’ètica de la responsabilitat” Montserrat Plans ......................................................................................................................... 113 Jornada “Qualitat i bones pràctiques en l’atenció dels serveis socials a la dependència” Alberto Caballero ........................................................................................................................ 115 La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD) Juana Urra, Lourdes Iturri, Mª Carmen Maeztu, Ainhoa Arraztoa, Mª Jesus Erice, Mª Pilar García y Mª José Moreno ........................................................................................... 117 Libros Participación ciudadana y gestión de las políticas sociales municipales ...... 141 Situación actual y retos del régimen jurídico del trabajo de personas en situación de exclusión social y con discapacidad en España ................. 144 El consell assessor d’ètica professional ................................................................... 145 Sección libre Ave María ............................................................................................................................... 151 La Revista Publicaciones ........................................................................................................................ 155 Normas para la presentación de articulos en la Revista de Treball Social .................................................................................................................. 156 Boletín de suscripción ...................................................................................................... 159 4 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Editorial Editorial Este número lo dedicamos a hablar de la investigación. Creemos que el paso de diplomatura a enseñanza de grado configura un nuevo escenario en el cual el futuro graduado en Trabajo Social quedará nivelado con otras disciplinas con mayor tradición investigadora. Es un buen momento, pues, para reflexionar en cuanto a nuestras potencialidades y limitaciones en el terreno de la investigación. Y con este espíritu os presentamos un nuevo número de la RTS, que, por un lado, quiere dar a conocer investigaciones llevadas a cabo por compañeras y compañeros de profesión, y por otro, persigue poner sobre la mesa algunos elementos de reflexión sobre el tema que nos ocupa. La nuestra es una profesión privilegiada desde el punto de vista de la posición en la que estamos en relación a la realidad social que nos rodea. Todas y cada una de las personas a las que escuchamos desde nuestros puestos de trabajo son fuentes de información directa sobre multitud de situaciones que merecen la preocupación de administraciones, políticos, medios de comunicación y muchos otros actores sociales. Los expedientes que llenan nuestros despachos están llenos de datos que hemos ido recogiendo de forma sistemática y rigurosa. Esta recopilación de información nos han permitido diseñar planes de trabajo individualizados y también evaluar los efectos de nuestra acción utilizando habilidades que son propias de cualquier proceso de investigación. Una de las personas que han participado en este número de la revista dice que somos una profesión que se minusvalora, que no nos creemos capaces de generar conocimiento. Y si eso es así vale la pena hacer una ojeada a las experiencias que os presentamos y también leer las palabras de las personas que desde su posición de expertos nos hablan de la investigación en trabajo social. Pero pese a que nuestro día a día quizás no favorece que podemos dedicar a la investigación el tiempo y los esfuerzos que se merece, no queremos hablar en términos de asignatura pendiente, porque la investigación en trabajo social es una realidad, tal como podréis constatar a continuación. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 5 6 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo Aspectos éticos de la investigación en trabajo social La investigación en Trabajo Social y la generación de conocimiento Trabajo social e investigación Los Grupos de Investigación en Trabajo Social en las universidades Ejerciendo la investigación en trabajo social La hiperfreqüentación, una mirada desde el trabajo social sanitario El impacto de la Ley de Dependencia La violencia de los jóvenes en la familia Presentación de dos pósters sobre investigaciones Mesa redonda RTS - Núm. 192 - Abril 2011 7 8 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo Aspectos éticos de la investigación en trabajo social Begoña Román i Maestre1 Resumen El artículo pretende responder a tres cuestiones: ¿Por qué investigación en trabajo social? ¿Qué investigación en trabajo social? ¿Y qué aspectos éticos tienen que ser especialmente considerados en la investigación en trabajo social? En el artículo defendemos la necesidad de investigar en trabajo social para hacer progresar la profesión (excesivamente volcada en la intervención y poco dada a la reflexión compartida y documentada), y mejorar la calidad de sus servicios. Recordamos las normas éticas que regulan la actividad de la investigación y apostamos por una investigación no sólo teórica sino siempre en contacto con los grupos con los cuales se trabaja. Por último, abordamos algunas cuestiones éticas de especial relevancia en la investigación en trabajo social. Palabras clave: Ética, trabajo social, investigación, excelencia, buenas prácticas. Abstract This paper wants to answer three questions: why research in social work? What research in social work? And which ethical aspects must be especially considered in research regarding social work? This article defends the need to research in social work in order to make a progress in the profession (a profession that is too involved in action but poor in shared and published reflexion) and to improve the quality of its services. Here we remark some ethical norms in researching; we prefer not only theoretical research but that which is in contact with groups of people. Finally we focus on some ethical subjects of especial relevance in the research of social work. Key words: Ethics, social work, research, excellence, good practices. 1 Doctora en Filosofía. Profesora de la Facultat de Filosofia de la Universitat de Barcelona. Presidenta del Comitè d’Ètica de Serveis Socials de Catalunya. broman@ub.edu RTS - Núm. 192 - Abril 2011 9 Aspectos éticos de la investigación en trabajo social 1. ¿Por qué investigación en trabajo social? La pregunta moral a la que se intenta responder desde la autonomía personal es qué debemos hacer, mientras que la ética por antonomasia se pregunta, más allá de la intervención, por qué lo tenemos que hacer. Si ahora nos dedicamos a la investigación en trabajo social la primera cuestión que habría que hacer, pues, es por qué investigación en trabajo social. Muchos son los motivos, las razones, para hacer investigación en servicios sociales en general y en trabajo social en particular. Uno es que el cambio de status, de graduado a licenciado, abre la magnífica posibilidad académica de llevar a cabo investigaciones que puedan culminar en tesinas, en másteres y en tesis doctorales, con lo cual se abren las posibilidades de que más gente se pueda dedicar a estas actividades más reflexivas y comunitariamente compartidas como la investigación y las publicaciones a ella asociada. También es una cuestión de fondo la cuestión de por qué investigación, ver si unas profesiones como las vinculadas a los servicios sociales que tienen que estar al servicio de la sociedad, de la transformación social y de la justicia social pueden hacerlo legítima y eficientemente sin la necesaria reflexión sobre la realidad de la que partimos, lo cual requiere conocimiento de esta realidad, más allá de apreciaciones subjetivas (diagnóstico); conocimientos de los medios de que se dispone, y requiere de pronóstico y agenda. Si no tenemos nada de eso corremos el peligro de transformarnos en quijotes virtuosos vertidos a la desmesurada tarea de cambiar el mundo con Rocinante y Sancho, a golpes de buena voluntad y vocación de servicio. 10 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 La ciencia, en el sentido más amplio de la palabra, entendida como conocimiento razonado y compartido por una comunidad de profesionales que se dedican a mejorar una realidad, es poder; la investigación los proporciona los dos, conocimiento y poder; pero ejercer el poder pide responsabilidad. De forma que si el trabajo social quiere mejorar su legitimidad, su eficiencia y ejercer con responsabilidad, tiene que separarse críticamente de la intervención, y además de hacer para y en la sociedad tiene que pensar sobre lo que hace, cómo, con quién: eso es investigación y también forma parte del trabajo social. El trabajo social mejorará en legitimidad porque si está al servicio de la sociedad, de la justicia social, tiene que saber si compartimos el modelo de mundo por el cual trabajamos, y si lo hacemos desde el despotismo ilustrado o desde el empoderamiento personal. Desde el propio trabajo social, por ejemplo, se ha querido superar modelos asistencialistas que la propia sociedad a veces pide. Y entonces tenemos un problema de expectativas y de la correspondiente satisfacción (calidad asistencial): qué trabajo social quieren los grupos para los que trabajamos, qué trabajo social quieren los trabajadores sociales, y qué trabajo social quieren las administraciones. Saber cuál es el diagnóstico, el punto de partida, y qué finalidades son las legitimadoras, la razón de ser del servicio (criterio de su calidad), y cuáles las traicionan, es una cuestión ética importante. Porque ni el fin justifica los medios, ni los medios (más o menos abundantes o escasos) tendrían que hacer perder el horizonte axiológico y de justicia que el trabajo social pretende obtener y toma como fuente de legitimidad ante la sociedad. A fondo Pero también la investigación puede redundar en la mejora de eficiencia bien entendida, es decir, la que apunta a aquellas finalidades legitimadoras. Y si resulta que la tergiversamos por un que no haya quejas, o que no haya listas de espera; o creamos dependencia de los servicios sociales sin hacer una pedagogía sobre qué se puede esperar adecuadamente, con justicia y verdad, de los servicios sociales, los resultados serán la corrosión de la actividad profesional, la pérdida de su legitimidad, y la desmoralización del profesional que luchaba por algo pero, pasado un tiempo, al no ver ningún avance, pierde interés. Pero la razón de fondo es que hay que mejorar la profesión, una profesión que ha estado muy abocada a la intervención, a la transformación social, y no ha dispuesto ni de personas ni de tiempo ni de recursos para poder dedicarse a los proyectos de investigación. El progreso de una profesión pasa por documentar sus prácticas, por discutirlas, por compartirlas, por validarlas, y por eso se requiere gente preparada, dedicada y con recursos. La licenciatura, es de esperar, tendría que mejorar estas condiciones. Progresar implica establecimiento de finalidades, planificación, recuento de medios, energías, esfuerzos; requiere de comunidad compartida de discusión y diálogo, y requiere gente que ama su profesión para dotarla de conocimientos, guías de referencia, de buenas prácticas, de modelos validados de evaluación de calidad, y de aprendizaje de la propia historia de la profesión. Precisamente la investigación es una actividad reglada comunitaria donde nos proponemos como objetivo la búsqueda del conocimiento, que llamamos “verdad”, no porque lo hayamos demostrado, sino porque hasta ahora no se ha demostrado lo contrario y procuramos demostrarlo en un esfuerzo continuo de liberarnos de ignorancia y/o de prejuicios. 2. ¿Qué investigación necesitamos? En primer lugar, aquella que aporte a la comunidad de profesionales y a la sociedad conocimientos y herramientas para mejorar la intervención. Por lo tanto, hay que argumentar muy y muy bien a quién beneficia la investigación, acotar los objetivos, explicar con transparencia la proporcionalidad que tendría que haber entre los recursos/esfuerzos y los resultados esperados, y quiénes la subvencionarán. También es muy importante asumir las limitaciones del estudio. Es especialmente útil distribuir las energías y evitar en lo posible que muchos grupos de investigación o personas trabajen lo mismo mientras quedan muchos temas necesitados de mejorar su abordaje y que nadie investiga. Tiene que haber lugar tanto para la investigación más modesta, acotada, corta, como para la muy ambiciosa y larga: todas aumentan las perspectivas, y eso es primordial para el diálogo, metodología por antonomasia de la ciencia. Por eso se debe garantizar la pluralidad de la investigación, es importante que haya investigación de trabajo de campo, empírica, como también meramente bibliográfica, comparativa o histórica. Por otra parte, no se trata de hacer grandes investigaciones y desde la torre de marfil académica, sino aquella que se puede hacer bien y que da a la comunidad de profesionales mejores herramientas para intervenir en la sociedad. La investigación debe ser variada, es decir, se deben investigar diferentes aspectos, desde diferentes perspectivas y diferentes personas y grupos. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 11 Aspectos éticos de la investigación en trabajo social No se debe reducir la investigación en trabajo social a los institutos, o a los observatorios, o a las universidades. Se deben hacer grupos interdisciplinarios, de gente que tenga más contacto con la realidad que a la vez pueda contar con el apoyo metodológico o bibliográfico o teórico de aquellos. Qué importante es, en profesiones con poca tradición en investigación, que la Universidad, los colegios, las administraciones incentiven (con premios, publicaciones, fomento de grupos de investigación, subvención, etc.) a los profesionales y a los estudiantes a hacerla. La investigación en ciencias sociales tiene unas peculiaridades: no existen demasiadas reglas o procedimientos estandarizados; además, como no se trata de estudio en el laboratorio, la investigación puede transformar por el simple hecho de estudiar lo que pretende estudiar. La metodología puede determinar el trabajo de campo, a menudo la naturaleza de la pregunta en ciencias sociales puede influir en el entrevistado. Por eso, a veces, explicar demasiado los objetivos de la investigación puede influenciar en las respuestas del entrevistado. En una investigación humanística el investigador debe ser sensible a los efectos que causa sobre las personas objeto de su estudio, no debe ser un investigador intrusivo pero debe ser consciente de su efecto en la interacción. Así pues, escoger la metodología ya es un tema de honestidad intelectual: el investigador cualitativo, por ejemplo, busca comprender, ponerse en la piel del investigado conservando, sin embargo, la imparcialidad. La descripción del diseño de la investigación debe explicitar los presupuestos filosóficos y epistemológicos del investigador (su paradigma); los motivos por los que ha escogido una técnica y no otra. 12 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 3. Algunos aspectos éticos de la investigación en trabajo social La investigación es una práctica comunitaria de excelencia que, pese a que se haga individualmente, tiene pretensión de ser pública en orden a compartir los conocimientos. La investigación requiere honestidad sobre la extensión de las consecuencias y el rigor en el uso de la metodología. Requiere humildad sobre lo que uno puede, sabe, y quiere hacer sin perder de vista que lo que se busca es conocimiento. Así pues, cuando alguien investiga quiere pertenecer a una comunidad dialógica continua, con pretensión de rigor, de publicidad, de trasparencia, con deseo de conocimiento al servicio del progreso social y de la mejora de la profesión. Especialmente importante es que el investigador garantice confidencialidad sobre la información que puede llegar a tener, y pida permiso para, respetando la confiden-cialidad, poder hacer públicas las informaciones. Por eso hay que pedir permiso para grabar, hay que explicar qué se quiere hacer con la investigación, y hace falta dar las gracias a las personas que han dado su tiempo o su historia, dejando siempre muy claro, cuando pedimos permiso, que negarse a participar en un estudio también es una opción legítima. Por otra parte, querríamos recordar la importancia de no publicar sólo aquello que se considera un éxito, que ha demostrado la hipótesis de la cual se partía; explicar a la comunidad de profesionales que alguien dedicó sus esfuerzos a cultivar, por ejemplo, una correlación entre la variable x y la variable y y no la encontró, ni es un fracaso, ni necesariamente convierte en inútil su publicación. Si la investigación está bien hecha, con ella se demuestra que no hay correlación A fondo entre x e y, y si además está publicada, recuerda a otros investigadores que tendrían que abordar la cuestión desde otro punto de vista, metodología o, sencillamente, pone sobre aviso de no volver a emprender la investigación de nuevo si no hay cambios significativos desde que se hizo o la forma en la que se hizo. Todo dotaría de eficiencia a la distribución de energías y recursos, y permitiría progresar más y mejor a la comunidad profesional, porque no se empezará desde un lugar que se ha demostrado infructífero. A no ser, claro, que en lugar de entender la investigación como una práctica cooperativa que va buscando la mejora en eficiencia y legitimidad del trabajo social, se va buscando la mayor gloria personal del investigador o de su grupo y se fomenta la mera competitividad entre grupos. Éstas son normas éticas que regulan la actividad de la investigación. Quizás ir unos pasos atrás respecto de otras investigaciones tiene eso de ventaja, podemos sopesar mejor los riesgos que habría que evitar, y es un riesgo convertir la investigación en una tarea meramente competitiva interesada en la vanidad, en los protagonismos personales o institucionales y no en el progreso social, que fue el que lo legitimaba todo. La profesión que no quiere estancarse ni quedarse reducida a mero activismo sin evaluar ni progresar, debe invertir en investigación, en creatividad y en formación continua; es necesario así crear conciencia de que hacer bien una profesión no se puede hacer solamente haciendo: hay que pensar, reflexionar, criticar, averiguar, mantener viva la curiosidad, porque el verdadero respeto, que es mirada atenta y atención, lo reclama. Por todo debemos hacer investigación en trabajo social. Bibliografía AADD: Estándares éticos y cientí- ficos en la investigación. Quaderns de la Fundació Víctor Grífols i Lucas, núm. 2. 2000. DL: GI904-1999 ALVAREZ-GAYOU, J. Cómo hacer investigación cualitativa. Funda- mentos y metodología. Barcelona: Paidós, 2005. ISBN 968-853-516-5 APEL, K-O. Teoría de la verdad y ética del discurso. Barcelona: Paidós, 1998. ISBN 84-7509-657-3 CRESWELL, J. W. Research Design, Qualitative, Quantitative and Mixed Methods Approaches. Sage Publications, 2003 (2a edició). ISBN 1412965578 VALLÉS, M. S. Técnicas cualitativas de investigación social. Madrid: Editorial Síntesis, 2003 (3a reimpressió). ISBN 84-7738-449-5 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 13 La investigación en el trabajo social La investigación en el trabajo social y la generación de conocimiento avalado en el método científico Dolors Colom i Masfret1 “La perfección de las profesiones depende de la perfección con la que se conoce su objeto”. Jaume Balmes (El criterio -1845) Resumen El artículo plantea la necesidad de asumir de manera activa la función de investigación desde el trabajo social. Presenta un recorrido sobre algunos de los hechos observados en relación al rol actual de los trabajadores sociales, ellos y ellas, en la sociedad en general y la comunidad científica en particular. Propone y argumenta la necesidad de generar nuevos conocimientos y nuevas prácticas tomando la investigación como punto de partida. Sin embargo, a lo largo del artículo se van proponiendo investigaciones de interés. Palabras clave: Trabajo social e investigación. Investigación y generación de conocimiento en trabajo social. Abstract The article discusses the need to take an active role in research for social work. It thus presents a view on some observed facts regarding the current role of social workers, both in society in general and in the scientific community in particular. It proposes and discusses the need to generate new knowledge and new practices derived thereof taking research as a starting point. Therefore, throughout the article we emphasize our interest in research. Key words: Social Work and Research. Research and the generation of knowledge in social work. 1 Trabajadora social. Directora académica del Postgrau de Treball Social Sanitari. Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Directora de la Revista Agathos, Atención Sociosanitaria y Bienestar - Institut de Serveis Sanitaris i Socials. dolors.colom@revista-agathos.net 14 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo Del conocimiento común del trabajo social al conocimiento científico del trabajo social El trabajo social es posiblemente una de las disciplinas que sufre más la fabulación de quienes le son ajenos. ¿Qué piensan las personas respecto a la ayuda que pueden recibir desde el trabajo social? ¿Y qué piensan los profesionales de otras profesiones con las cuales interactúa? ¿Y qué piensa la clase política de esta profesión? Aquí tendríamos una primera investigación para empezar a calentar motores y elaborar un primer diagnóstico social sobre la propia disciplina y su proyección dentro de la sociedad a la cual sirve. Entonces, en base a los resultados, promover, si es necesario, las estrategias adecuadas para presentar el trabajo social como la profesión que es. El objetivo de este artículo es invitar a los trabajadores sociales, ellos y ellas, a reflexionar y adentrarse en el mundo de la investigación en el trabajo social, sea en el ámbito que sea. Todo para contribuir a aplicar el conocimiento propio, generar conocimiento nuevo y promover acciones psicosociales que vengan soportadas por los principios y funciones del trabajo social, no de otras disciplinas, y, sin embargo, siempre dentro de los paradigmas del método científico. En la misma línea estratégica proponer algunos temas de investigación con el fin de contribuir de manera activa a la mejora de las intervenciones, participando así, activamente, en la sostenibilidad del Estado del Bienestar del presente y del futuro. El momento actual obliga a todos los profesionales, también a los trabajadores sociales de ámbitos generales o especializados, a indagar sobre cómo mejorar la eficacia (qué hace- mos y con qué) y la eficiencia (cómo lo hacemos y con quién). Por eso un primer punto a destacar es la importancia de diferenciar entre el conocimiento común de una disciplina y el conocimiento científico sobre el cual se articula su ejercicio y desarrollo teórico. Ilustra el argumento anterior el siguiente ejemplo: una gran parte de la población adulta es capaz de ver que una persona está sufriendo un ataque cardíaco. Hay unos gestos característicos (la mano derecha sobre el brazo izquierda, una expresión facial encogida y aterrada, entre otros). Asimismo, casi todo el mundo es capaz de ver que una persona está a punto de desmayarse (la mirada vacía y un caerse lentamente al suelo). Pero dicho esto, nadie que no sea médico puede hacer gran cosa más que pedir a gritos una ambulancia o llamar al teléfono de emergencias médicas. Quien tiene la capacidad, hay que añadir, el conocimiento específico y, además, la experiencia para establecer un primer plan de atención y todo lo que sigue, es únicamente un médico. Sólo él o ella puede orientar los primeros auxilios con más seguridad y, con el mínimo riesgo para la persona afectada, diagnosticar la lesión y empezar cuanto antes el tratamiento. El ejemplo anterior permite decir que la mayoría puede saber que una persona está sufriendo una determinada lesión pero no puede tratarla, no puede diagnosticarla y mucho menos puede curarla. Esta misma mayoría sabe que no tiene los conocimientos necesarios y, por lo tanto, se excluye del papel de médico aficionado a pesar de disponer de toda la buena voluntad posible. En la misma línea, nadie piensa que toda la gestión que hace el médico, él o ella, sale de la nada, de su improvisación. ¿Alguien RTS - Núm. 192 - Abril 2011 15 La investigación en el trabajo social cree que el orden que da a sus acciones es casual? Este procedimiento básico, primero estudio de la situación, después pedir determinadas pruebas diagnósticas e, incluso, iniciar un tratamiento provisional no es una acción casual. Ciertamente no. Esta secuencia ordenada de la atención sale de la investigación médica. Sale del estudio de muchos casos que han presentado los mismos síntomas, sale gracias al registro diario de muchos médicos que a lo largo de los años han ido depurando las prácticas, han investigado sobre éstas, han hecho autocrítica sobre determinados tratamientos que no han ido bien, los han confrontado con los que sí han dado buenos resultados. Detrás de esta simple secuencia hay años y horas de debate. En la misma línea argumental, la mayor parte de las personas adultas puede darse cuenta de que un hombre es un vagabundo y está enfermo, de que una persona mayor está desatendida y mal cuidada, de que un padre y un hijo mantienen una relación cargada de agresividad, por poner algunos ejemplos. Ante estas situaciones, la mayor parte de las personas no pueden hacer gran cosa para trabajar las posibles soluciones a los problemas. Quien realmente está preparado para estudiar, diagnosticar e intervenir desde la óptica psicosocial de manera eficaz y eficiente, no graciosamente, sino porque se ha formado para hacerlo, son las y los trabajadores sociales. No obstante, contrariamente al ejemplo previo del ataque cardíaco o el desmayo, en los que todo el mundo busca al médico, cuando los problemas son sociales lo que suele pasar es que cualquier persona se ve capaz de decir la suya. Todo 2 el mundo parece saber qué pasa, por qué pasa, y qué hay que hacer. Como si fuera un partido de fútbol en el que el espectador se convierte en árbitro o entrenador ocasional. Muy poca gente diría: “Vigilad, estas personas sufren problemas sociales pero quien puede establecer el diagnóstico social, quien tiene el conocimiento científico y la práctica para estudiar el problema, diagnosticarlo, diseñar junto con la persona un plan de trabajo e intervenir, son los trabajadores sociales, ellos y ellas”. Muy poca gente diría: “No intervengáis porque podéis deshacer una familia, o podéis equivocar la causa, dejad que sea un trabajador social quien haga el trabajo desde un comienzo”. ¿Por qué pasa esto? Cada lectora o lector que piense en su ejercicio diario como trabajador social. Que piense en la imagen que da en el día a día de su práctica profesional. Que piense, por ejemplo, a lo largo del último año, cuántas investigaciones ha realizado; cuántas propuestas de cambio, para mejorar los servicios que presta, ha realizado; cuántos artículos ha escrito y publicado; a cuántos congresos ha ido a hablar de trabajo social,2 del resultado que ha obtenido aplicando determinadas metodologías o técnicas a determinados casos, qué modelos o combinación de modelos han resultados más eficientes y eficaces siguiendo determinados procedimientos. La respuesta a por qué el trabajo social carece del reconocimiento social de otras profesiones, a por qué está menos presente en los ambientes profesionales y científicos, se encuentra, en parte, dentro de cada trabajador social. A veces, incluso, parece que con mucha autocom- Se enfatitza el hablar de trabajo social pues casi siempre se habla de recursos y personal, lo cual no es trabajoll social, en todo caso es organización de servicios. 16 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo placencia se han cambiado los ambientes científicos, naturales de las profesiones, por los ambientes políticos, importantes, en el caso del trabajo social, pero no el lugar adecuado para crear o contrastar teorías y experiencias. No hay duda de que es más fácil hablar y opinar, sobre todo cuando la elocuencia acompaña que, antes de hablar, ponerse a investigar o estudiar sobre aquello que se quiere opinar con el fin de tener una base teórica sólida y, sin embargo, científica. Cada uno de nosotros somos un pequeño grano de arena de la realidad actual del trabajo social en nuestro país. Dicho sea de paso que para la mayoría3 esta realidad resulta, por muchas razones sobre las que habría que profundizar, poco satisfactoria. Aquí tenemos otra temática de investigación, el grado de satisfacción de los profesionales hacia la percepción que tienen del rol del trabajo social dentro del tejido social y profesional. El trabajo social llega a los demás, a la población, a través de cada gesto, de cada intervención, de cada actividad que desarrollamos los trabajadores sociales. Una flor no hace el verano pero cuando todo el campo ha florecido es fácil que haya llegado el verano. Parece bastante obvio que mientras los trabajadores sociales no alcancen el compromiso de desarrollar investigación sobre cuestiones propias, como tienen otras profesiones, mientras no las divulguen, mientras sigan manteniendo la misma actitud, en gran parte pasiva, mientras el discurso sea el mismo, mientras continúen recorriendo el mismo camino una y otra vez, irremediablemente, el punto de llegada será el mismo. Por lo tanto hace falta profundizar sobre qué hay que cambiar para que el lugar de llegada 3 sea el que quieren los profesionales que sea. ¿Qué queremos ser? ¿Qué tenemos que hacer para serlo? Sería injusto generalizar, pues hay trabajadores sociales que buscan los ámbitos científicos, pero la mayoría, a la luz de las evidencias, parece sentirse más cómoda y tranquila en los ámbitos políticos, sobregeneralitza situaciones causas y efectos. La sobregeneralización es un punto débil del trabajo social, ya lo hablan Engel y Schutt en su libro; dicen: «Un error de razonamiento pasa cuando concluimos que lo que hemos observado o que conocemos que es verdad en algunos casos es verdad en todos los casos. Siempre damos conclusiones sobre personas y procesos sociales desde nuestra interacción con ellas pero muchas veces olvidamos que nuestras experiencias son limitadas. El mundo social (y natural) es, después de todo, un lugar complicado» (ENGEL, SCHUTT, 2005) Todo eso lleva a la necesidad de diferenciar el conocimiento común del conocimiento científico, no desde la narración sino desde las propias intervenciones, lo cual va estrechamente relacionado con las capacidades y facultades adquiridas con formación especializada. De los trabajadores sociales, ellos y ellas, se tendría que esperar un buen ejercicio en el ámbito asistencial y preventivo, docente e investigador, en éste último incluyendo la divulgación científica. Las personas cuando buscan ayuda profesional de un trabajador social, debemos suponer, buscan el conocimiento especializado, sus habilidades en métodos de intervención social, su inteligencia intrapersonal y no sus aptitudes caligráficas para que les llenen un papel para llevar a la escuela del niño y solicitar una Aunque es un término poco científico, recoge el clima en el cual los profesionales se manifiestan en ambientes propios. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 17 La investigación en el trabajo social beca de comedor. Éste es un ejemplo de muchos. El trabajo social no nació para comprobar si las personas cumplían determinados criterios de desventaja social para tramitar solicitudes y así acceder o no a determinadas ayudas; dicho de otro modo, para cambiar problemas por subvenciones. El trabajo social nació para promover las libertades y capacidades de las personas, para que con ayudas específicas y puntuales las personas fueran ciudadanos libres, capaces de encauzar su vida. Para llenar un papel, afortunadamente, no se necesitan cuatro años, ahora de grado. Cuando las personas acuden a un trabajador social buscan su ayuda profesional para que les oriente a identificar causas de sus problemas psicosociales actuales, les ayude a deshacer dificultades y a cambiar actitudes, etcétera. Claro que para eso hay que haber investigado antes, hay que saber cuáles son los procedimientos más adecuados en cada caso, hay que aplicar las teorías. Sabemos por investigaciones en trabajo social, sobre todo desarrolladas en los países sajones, que determinadas características implican y obligan en determinadas acciones profesionales. Ya no hay que improvisar, como en el caso del médico el trabajador social también sigue unos criterios de intervención. Un buen ejemplo que amplía este argumento se encuentra en el libro de Turner, donde desarrolla un concepto tan importante como es el diagnóstico y tratamiento diferencial en trabajo social (TURNER, 1983). El diagnóstico diferencial tan aclamado en medicina resulta que en el trabajo social ha 4 quedado soterrado, cuando hay literatura científica sobre este tema desde finales de los años cincuenta. Y llegados a este punto muchos lectores y lectoras dirán: ¿de dónde cae Dolors? La gente, cuando viene al servicio, lo que busca precisamente es el papel, es el trámite para pedir ayudas administrativas. Y ciertamente así es, por eso debemos preguntarnos seriamente por qué pasa eso. Alguna vez he puesto el siguiente ejemplo: si vamos a una ferretería a comprar pasteles, ¿qué nos dirán? Aquí tendríamos otro enfoque de la investigación propuesta al principio. ¿Por qué la población nos ve como nos ve y nos pide lo que nos pide? Y no solamente la población, los profesionales también. ¿Es la población la que se equivoca? ¿Son los profesionales? Mientras la realidad del trabajo social no alcance la presencia que la mayoría de profesionales son capaces de reivindicar, a la vez que en muchos casos incapaces de justificar tangiblemente, a partir del método científico, para qué sirve aquello que hacen más que explicar lo que hacen, hay que repetirse sin cesar, como ya señaló en el 1915 Abraham Flexner, que las profesiones derivan de la ciencia y el aprendizaje de la autoorganización4 (FLEXNER, 1915). La investigación desde el propio campo del trabajo social, el estudio y la práctica correspondiente, abren caminos y aportan luz a las acciones profesionales que, desde el trabajo social, siempre deben promover el bienestar y la autonomía de las personas. Sus palabras textuales fueron: “Las profesiones implican en esencia operaciones intelectuales con una gran responsabilidad individual. Derivan su materia primera de la ciencia y del aprendizaje. Este material lo trabajan hasta un extremo práctico y definidot; poseen una técnica educativa comunicable. Tienden a la autoorganització. Llegan a ser cada vez más altruistas en la motivación”. 18 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo La investigación en el trabajo social en la Enciclopedia Blackwell: Definición Todo acto de trabajo social comporta una investigación: individual, de grupo, comunitaria. Multidimensional. Las definiciones de investigación que se pueden encontrar en la literatura científica son numerosas, si bien cada una responde a los parámetros y contenidos de la disciplina en cuestión que las elabora. La Enciclopedia Blackwell de Trabajo Social define la investigación como sigue: “La investigación es una forma de indagación disciplinada en un tema o problema que sirve para facilitar la comprensión y la explicación de base empírica, con frecuencia, para informar a la acción. Lo que principalmente distingue a una metodología de investigación de otra es la naturaleza de las cuestiones dirigidas y las finalidades de la investigación. La investigación implica compromisos y decisiones en relación a la naturaleza del conocimiento y la evidencia, metodología y métodos, sujeto de la materia, caminos en los que la investigación se podrá emplear, y la relación entre la investigación y la práctica” (SHAW, 2009). Lo primero que se extrae pues de la definición es una obviedad: cualquier investigación desde el trabajo social, para ser considerada como tal, debe partir de la naturaleza y principios del trabajo social, y en su retorno de resultados y conclusiones debe permitir mejorar la propia práctica profesional y a la vez proponer nuevas teorías para la formación de los nuevos profesionales. Estas son las desembocaduras naturales de toda investigación. El método científico es un procedimiento común y punto de encuentro de los investigadores, pero de su aplicación resultan muchas diferencias, todas ellas avaladas por el objeto y el sujeto de la disciplina madre, en nuestro caso el trabajo social. Si bien las fases de toda investigación serán similares, como cada una se organice y se desarrolle será diferente. Por ejemplo, no es lo mismo investigar sobre sustancias químicas y reactivos que hacerlo sobre personas afectadas por determinadas circunstancias psicosociales que les son adversas, o hacerlo sobre los nuevos usos de los servicios sociales o sanitarios. Son ejemplos muy dispares para que quede bien definida la diferencia de los objetos de estudio, no las fases del procedimiento seguido para validar o invalidar las hipótesis definidas, que todas responden a las fases del método científico. La investigación en trabajo social sigue un ritmo particular, el de la propia vida de las personas sobre las cuales se trabaja, lo cual requiere su tiempo. Bien, la flor del bambú, por ejemplo, florece aproximadamente cada sesenta años. Y respecto al trabajo social, Mary E. Richmond ya dijo en su momento que en esta materia hasta que hubiesen pasado más de tres años no se podía hablar de éxito o fracaso de la intervención (AGNEW, 2004). Si bien se puede convenir una definición general de investigación que resulte útil para todas las disciplinas, hay un punto en el que hay que concretar desde el trabajo social. Así hay que empezar a marcar los propios caminos, los que darán nuevas fórmulas de intervención, nuevos procesos y ampliarán los conocimientos y teorías propias, las matizarán y darán nuevos contenidos. No quiere decir en absoluto eso que se desestimen las clásicas, al contrario, pero hay que ampliarlas dado que la sociedad genera constantemente nuevas realidades. Desde el trabajo social, pues, hay que empezar a proRTS - Núm. 192 - Abril 2011 19 La investigación en el trabajo social poner investigaciones en las que los principios del trabajo social, disculpe en este caso el lector o lectora la redundancia, estén presentes. A la vez, más allá de los análisis descriptivos de los datos, un trabajo relativa- mente sencillo, hay que profundizar en la interpretación final y las propuestas de acción siempre desde el trabajo social y respetando sus principios. No es tan importante pues saber que se incrementa la población en paro sino poder explicar las causas de este incremento, conocer cómo se vive esta situación y qué cambios supone en las vidas de las personas, cómo resuelven sus vidas, cuántas necesitan ayudas externas y dónde están las diferencias con las que viviendo la misma situación de paro no necesitan ayudas externas. Qué tipo de técnicas son las más indicadas, qué tipo de apoyo presentan mejores resultados. Se trata de profundizar en la variabilidad de las vivencias para poder, a la larga, proponer escenarios naturales que recreen, por ejemplo, aquellos entornos que pese a presentar la característica, se consideran socialmente sanos. Valga de muestra el siguiente hecho. En algunas conversaciones con trabajadores sociales de diferentes ámbitos y comunidades, además de Cataluña, puedo hablar de CastillaLa Mancha, Islas Canarias y Extremadura, ponen sobre la mesa que para acceder a muchas de las nuevas prestaciones y ayudas económicas resulta que, entre otros requisitos, se tiene que haber estado un tiempo en el paro. Muchos profesionales expresan su preocupación, en algunos casos indignación, pues el cómo se han articulado estas ayudas ha hecho que personas que nunca habían pensado trabajar, al saber la existencia de esta ayuda económica a la cual tienen derecho según las últimas disposiciones, al conocer los requisitos para acceder, pues se registran en el Inem y al cabo del 20 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 tiempo vuelven para que la trabajadora social les tramite la ayuda. Hecho esto, “adiós, muy buenas”. Aquí sin duda hay una nueva e importante investigación, pues de momento, si bien se repite, no permite más que abrir hipótesis y mucho menos concluir alegremente como podría hacer cualquier ciudadano. Un hecho que hay que analizar es cuánta formación en trabajo social recae bajo las directrices de profesionales de otras disciplinas que no se han formado ni han ejercido nunca desde el trabajo social. Aquí tenemos una nueva investigación que pondría sobre la mesa la magnitud de este hecho y posiblemente permitiría explicar alguna deriva inexplicable por ahora. Sería bueno estudiar sobre la formación actual de los grados en trabajo social cuáles son las titulaciones de los docentes y cuántos de ellos están formados como trabajadores sociales. Por descontado que la investigación tendría que ir más allá, incluyendo posgrados y másteres específicos y exclusivos de trabajo social. Y sin embargo, tendría que incluir los cursos y seminarios de colegios profesionales y otros organismos que ofrecen formación en trabajo social. ¿Quién forma a los trabajadores sociales y en qué? La investigación podría dar la respuesta exacta a la pregunta y comprender por qué determinados trabajadores sociales descartan uno de los principios básicos del trabajo social: el primer recurso es la persona, el segundo el profesional. Se vería si la formación recae principalmente sobre trabajadores sociales o sobre otras disciplinas que en cuya naturaleza está la resolución burocrática y desvinculada de la realidad. También sería importante conocer cuántos trabajadores sociales licenciados en otras materias dan más importancia a los conocimientos de la licen- A fondo ciatura que a los del propio trabajo social. Con intención o sin, las entidades y organizaciones formativas que caen en este hecho van deshaciendo los contenidos teóricos del trabajo social en nuestro país y convierten a los trabajadores sociales, ellos y ellas, en pequeñas pedagogas, antropólogas, sociólogas, psicólogas, etcétera. Como se dice popularmente, “están confundiendo buey i animal grande”. Claro que necesitamos conocimientos de la pedagogía, de la antropología, de la sociología, de la psicología, y ahora podríamos añadir de la neurofisiología, dados los avances científicos liderados por el profesor Álvaro PascualLeone,5 quien estudia, entre otros aspectos, cómo determinados pensamientos o actitudes modifican el cerebro y le permiten construir determinadas realidades psicosociales. Sus investigaciones abren grandes hipótesis para el trabajo social. Por ejemplo, una nueva investigación sería ver cómo las actitudes de los profesionales, ellos y ellas, condicionan las actitudes de las personas atendidas a la hora de enfrentarse a los problemas que les afectan. Claro que se necesitan otros conocimientos de disciplinas cercanas, pero también de no otras tan cercanas, por ejemplo las matemáticas o la bioestadística (GLANTZ, 2006). En todos los casos, sin embargo, la información, el material de estudio, se debe aplicar e interpretar, esencialmente, desde el trabajo social, ya que se trata de trabajo social. El método científico como garantía de progreso Las disciplinas modernas, el trabajo social lo es, avanzan por los caminos del mé5 todo científico: observación de los hechos, definición de hipótesis, elaboración de leyes, desarrollo de las teorías (GONZÁLEZ AMADO, 1996). Hay que añadir, en el caso del trabajo social: el desarrollo de procedimientos que faciliten la transformación de las teorías en buenas prácticas, las cuales deben desembocar, a la vez, en bienestar, individual y, consiguientemente, comunitario. El trabajo social es sobre todo aplicación práctica de las teorías que se desarrollan en su sí. Como señala Drucker, el conocimiento avanzado, por sí mismo, no produce nada si no se construye una realidad que posibilite su aplicación práctica (DRUCKER, 1989). La sociedad del conocimiento implica a todos los profesionales por igual y convierte su conocimiento en el eje vertebrador de su evolución. Así, cuando se trata de trabajo social, a diferencia de cualquier otro tipo de ayuda, la filantrópica o la voluntaria, por poner dos ejemplos diferentes, la razón y el raciocinio en el análisis de las necesidades sociales y psicosociales toman el protagonismo a la especulación, a la improvisación y a la propia opinión supersticiosa sobre las causas de las dificultades de las personas, grupos y comunidades. Los trabajadores sociales no reaccionan a las demandas satisfaciéndolas, antes estudian el caso, hacen una investigación en el ámbito que corresponda y, asimismo, establecen un diagnóstico social en el cual vienen justificadas las acciones e intervenciones emprendidas. El diagnóstico social, como señalaron otros autores y autoras, además de Mary E. Richmond, marca el punto de inflexión que dio paso a la intervención profesional hacia la ayuda filantrópica (PELTON, 1910) (TIMMS, Ver en TV3 a la carta el programa Singulars. I la entrevista en la revista Agathos nº 1 marzo 2011 (www.revistaagathos.com). RTS - Núm. 192 - Abril 2011 21 La investigación en el trabajo social 1970) dejando atrás la ayuda improvisada que aportaba soluciones temporales pero no resolvía el problema de fondo. Los profesionales del trabajo social en su ejercicio dejan de lado los asuntos políticos, que en todo caso quedan preservados a otras esferas para dar apoyo a las iniciativas y proyectos que proponen. La investigación en el trabajo social permite pasar de opinar y a veces especular sobre las circunstancias que sufren las personas, a estudiarlas, validar las hipótesis de trabajo y, de igual manera, intervenir garantizando siempre que la persona, la familia, forme parte de la intervención y de la solución. Eso en la medida que sus capacidades y voluntad lo permitan. Como dice Turner, los trabajadores sociales deben ser responsables de los diagnósticos sociales que emiten, de todo lo que en ellos incluyen y, se puede añadir, ignoran o dejan de lado (TURNER, 2002). Todo lo que, dentro de la acción profesional, no avalen las teorías aceptadas y probadas, lo que no quede sostenido por el análisis y el estudio según el método científico, se deberá plantear y considerar como hipótesis de trabajo y no como teoría. Ante la falta de conocimientos, la prudencia, en todo lo que afecta al factor humano, es un valor profesional muy apreciado sobre todo por aquellos que serían víctimas de la supuesta improvisación. Cada profesional del trabajo social ejerce, valga la redundancia, de acuerdo a las teorías y modelos del trabajo social. Estas las aplicará a los procedimientos que determine que son los indicados para intervenir sobre aquella realidad (individual, de grupo o comunitaria) en la cual está actuando. Por ejemplo, si opta por intervenir desde el modelo de “Resolución de problemas” (PERLMAN, 1957) y no desde el modelo de “Tareas específicas” (HEPWORHT, 2010), por poner 22 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 dos ejemplos, es de esperar que sabe y puede justificar por qué ha optado por el primero y no por el segundo. Asimismo, cuando incluye a la persona, a la familia, en unos determinados procesos y no en otros también tiene que poder justificar que esta decisión es la mejor para la persona, la cual, como se ha dicho, ha participado de todo el proceso. Con el tiempo, eso pasa de manera automática, pero este automatismo es posible porque antes hemos aprendido qué hay que hacer y qué hay que evitar o potenciar ante la situación “X”. Tal como argumenta con mucho detalle Popper en las conversaciones que mantiene con Lorenz, la repetición en el aprendizaje permite aprender, seguidamente olvidar y a la vez seguir actuando bien (POPPER, LORENZ, 2000). El trabajo social no es una ciencia exacta, como tampoco lo es la medicina, o la pedagogía, o el derecho y muchas otras relacionadas con el factor humano, las cuales presentan una idiosincrasia propia y se rigen por unos parámetros particulares, muchas veces con un gran peso de lo cualitativo. Este hecho, sin embargo, en ningún caso se puede confundir con actividades de chamanismo, de brujería, de adivinación o de improvisación. Cada acción debe encontrarse bien descrita en las leyes y teorías que rigen la acción profesional enmarcada en procedimientos o protocolos que garantizan a todas las personas la atención de calidad y a la vez permiten analizar y explotar la información para desarrollar nuevos paradigmas. La evidencia en trabajo social sanitario Mary E. Richmond habló de la evidencia real (no requiere inferencia), la eviden- A fondo cia testimonial (la base de nuestra inferencia es la aportación de otra persona) y la evidencia circunstancial (nuestra inferencia no se da desde la aserción humana, viene, por ejemplo, de documentos, informes, dictámenes, etcétera) (RICHMOND, 1917). La evidencia es un axioma, no hay que demostrarlo. Somos testimonios directos de ello. La evidencia nos permite establecer hipótesis de trabajo, nos indica las fuentes de información a las que hay que acudir. Diferenciar si algo es un hecho constante o, por contra, es un hecho puntual provocado por la tensión del momento, o si es necesario profundizar y buscar su causa. Por ejemplo, cuando en el siglo XVII en Europa se sabía que cuando se acumulaban ratas cerca de las casas se acercaba una epidemia de peste. Podían relacionar ambos hechos, pero no sabían cómo intervenir para desligarlos y evitar la epidemia. ¿Qué había que hacer para proteger a las personas? Se tuvo que esperar casi doscientos años, hasta que se desarrolló la teoría de los gérmenes. En realidad eran las Ámbito Servicios sociales Educación Sanidad pulgas de las ratas muertas las que, contaminadas, abandonaban el cuerpo muerto y contaminado de la rata y se instalaban en otro cuerpo vivo que contaminaban. Así se extendía la epidemia (SOBEL, 1999). En trabajo social queda mucho por investigar sobre la percepción de necesidad de las personas, sobre qué hace que algunas pidan ayudas externas y otros con las mismas características no, qué mueve a las personas a dejar de lado responsabilidades dentro de la familia, dentro del ámbito laboral, etcétera. Y ante esta realidad qué caminos de apoyo tenemos. Investigaciones desde el trabajo social por ámbitos Ya para acabar, a continuación se proponen algunas temáticas de interés a desarrollar desde el trabajo social. Ciertamente la lista sería interminable. Las que siguen son solamente una pequeña muestra de materias de interés que complementan las que se han ido sugiriendo a lo largo del texto. Investigación • El contenido de las intervenciones y el índice de reinserción. • Análisis de las demandas y su adecuación a las necesidades. • Análisis de las derivaciones del resto de profesionales. • Etcétera. • Causas psicosociales del absentismo escolar. • Convivencia de los estudiantes con dificultades de aprendizaje. • Influencia de las dificultades de relación en el proceso de aprendizaje. • Etcétera. • Definición del perfil de la persona que necesita servicios sociales. • Estudio de las características psicosociales de las personas que presentan determinadas enfermedades con alta prevalencia. • Relación entre los reingresos y problemas sociales. • Etcétera. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 23 La investigación en el trabajo social Bibliografía AGNEW, E. N. From Charity to Social Work. Chicago: University of Illinois Press Urbana and Chicago, 2004. X:XI ISBN 0252-02875-9 DRUCKER, P. Las nuevas realidades. Barcelona: Edhasa, 1989. Pàag. 323-324. ISBN 84-3501439-8 ENGEL, R. J. i SCHUTT, R. K. The practice of research in social work. Londres, 2005. FLEXNER, A. “Is social work a profession?”, en Official proceedings of the annual meeting. Colección National Conference on Social Welf are Pr oceedings. 1915. (sense ISBN) GLANTZ, S. A. Bioestadística. Mèxic: McGraw Hill, 2006. Pàg. 1-9. ISBN 0-07-143509-3 GONZÁLEZ AMADO, R. Física para juristas, economistas... y demás gente curiosa. Barcelona: Editorial Crítica, 1996. Pàg. 24 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 17-27. ISBN 84-7423-792-0 HEPWORHT, D. H. et al. Di- rect social work practice: Theory and Skills. Belmont: Books/Cole, 2010. Pàg. 364-365. ISBN 9780-495-60167-8 PELTON, G. I. “The history and status of Hospital Social Work”. Official proceedings of the annual meeting. 1910. Pàg. 32-341 (sense ISBN). PERLMAN, H. H. Social Casework: A problem-solving process. Chicago: The University of Chicago Press, 1957. Pàg. 3-84. ISBN 0-226-66033-8 POPPER, K. i LORENZ, K. El porvenir está abierto. Barcelona: Tusquets Editores, 2000. Col.lecció Metatemas. Pàg. 31-32. ISBN 84-7223-579-3 RICHMOND, M. E. Social Diagnosis. Nova York: Russell Sage Foundation, 1917. Pàg. 51-63. SHAW, I. “Research and social work”, en DAVIES, M. The Blackwell Encyclopaeda of Social Work. Oxford: Blackwell Publising, 2009. Pág. 291-293. ISBN 978-0-631-21450-2 SOBEL, D. La hija de Galileo. Madrid: De bate, 1999. Pàg. 193-196. ISBN 84-8306-225-9 TIMMS, N. “General editor’s inroduction”, en SAINSBURY, E. Social Diagnosis in Casework. Londres: Routledge & Kegan Paul, 1970. V-VI. ISBN 07100-6829-8 TURNER, F. J. Diagnosis in Social Work. New imperatives. Nova York: The Haworth Press, 2002. Pàg. 51-52. ISBN 0-7890-08718 TURNER, F. J. Differential diagnosis and treatment in social work. Nova York: The Free Press, 1983. Pàg. 1-3. ISBN 0-02932990-6 A fondo Trabajo social e investigación Natividad de la Red Vega 1 Resumen El trabajo social fundamenta la práctica en los conocimientos de otras disciplinas, pero también, aunque en menor medida, produce conocimientos específicos a través de la sistematización e investigación de la práctica de la intervención social. Cierto es que el trabajo social no se ha pensado mucho a sí mismo. Ni se ha caracterizado por la elaboración de conceptos derivados de su operatividad. Actualmente el trabajo social se ha ocupado de –y está en buena posición para– elevar la realidad: elevar lo que encuentra en la vida cotidiana, las necesidades, los recursos y los resultados de las intervenciones, a conceptos. Palabras clave: Profesión, sistematización de la práctica, investigación, dimensiones generales, dimensiones específicas, relación, narración, experiencia. Abstract The social work founds the practice in the knowledge of other disciplines, but also, although in smaller measure, it causes specific knowledge through the systematization and research of the practice of the social intervention. Certain is that the social work has not thought much itself. Nor has been characterized by the elaboration of concepts derived from its efficiency. At present the social work has been occupied of –and is in good position for– to increase the reality: increasing what finds in the daily life, the needs, the resources and the results of the interventions, to concepts. Key words: Profession, systematization of the practice, research, general dimensions, specific dimensions, relationship, narration, experience. 1 Trabajadora social y Doctora en Ciencias Políticas. Profesora del Dpto. de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid. redvega@trs.uva.es. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 25 Trabajo social e investigación 1. La investigación en la trayectoria del trabajo social El trabajo social nace y se desarrolla con pretensiones operativas en el contexto del que forma parte. Como es sabido, en su trayectoria, dentro de la respuesta a las necesidades sociales, se ha preocupado más por la acción que por la sistematización de la práctica, la elaboración teórica o la investigación. Existen motivos que pueden justificar el déficit de investigación en trabajo social en estas trayectorias. Pero si lo imprescindible ha de ser posible, el trabajo social ha de saber desarrollar las alas naturales que está llamado a ejercitar. De hecho, la escasa investigación y sistematización ha dado lugar en el pasado a que algunos estudiosos de estos temas se preguntasen si las profesiones sociales, entre las que se encuentra el trabajo social, son propiamente profesiones o se trata quizás de semiprofesiones. Una semiprofesión se caracteriza por un itinerario formativo más breve, menos legitimado, un cuerpo de conocimientos menos especializado y menor autonomía con relación a la supervisión o el control social. En definitiva, se trata de profesiones más “bajas” en todos los parámetros o atributos ideales o típicos de las profesiones propiamente tales. Sin embargo, no parece que sea adecuada esta percepción para el trabajo social en los tiempos actuales, debido al avance y com- plejidad del bienestar actual, a la dificultad para responder a las necesidades sociales, a la ampliación de las funciones y competencias, y con la consideración además de que no existe un nivel de la misma naturaleza por encima del trabajo social. En cualquier caso, el avance de la fundamentación propia del trabajo social se logra en cuanto que refuerza su identidad en interdependencia con otras disciplinas y profesiones sociales. Al respecto, nos dice Folgheraiter (2002: 167-190), una profesión lo es en la medida en que desarrolla los siguientes procesos, para lo que es imprescindible la investigación: Desde el empirismo hacia los conocimientos científicos. Se llega así por este camino a disponer de un núcleo de reflexiones específicas exactamente centradas sobre lo que compete hacer a esa profesión. Desde las competencias recurrentes hacia las competencias únicas (complejas). Ello implica la necesidad de reelaborar los conocimientos de los que se dispone, para hacerlos eficaces en la práctica, ante la complejidad de las situaciones o problemas con los que se encuentra el profesional. Desde el empleo exclusivo de las técnicas 2 hacia el uso del método.3 Para el profesional es mayor el grado de discrecionalidad y por tanto de responsabilidad. Desde el adiestramiento hacia la formación. Las profesiones se caracterizan por Con la técnica entramos en el mundo de lo casi perfectamente previsible. Es un procedimiento específico siempre igual para transformar situaciones iguales. 3 El método es un proceso racional integrado por fases y pasos para transformar una realidad del modo más probable, y que se utiliza en diferentes circunstancias diversas para el logro de fines también diversos. El método, tal como afirma Folgheraiter (pág. 172), es en cierto sentido un mecanismo para producir variabilidad. 2 26 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo disponer de conocimientos y formación permanente suficientes para ejercer las competencias en situaciones diversas. Desde la baja hacia la alta autonomía operativa. Ello implica creatividad y autonomía. Desde el bajo hacia el alto reconocimiento social. Se muestra a través del prestigio y valoración social. En definitiva, el trabajo social se desarrolla cuando es capaz de definirse no solo por lo que hace, no solo por su aplicación. Tiene la necesidad además de articular de forma sinérgica el componente profesional y la experiencia, desde una intervención fundamentada de acuerdo con el avance de las ciencias sociales de las que forma parte, y desde la propia especificidad en su proceso de autoconstrucción. Precisamente en el proceso de autoconstrucción tiene gran interés la investigación, la sistematización de los resultados, derivados de la intervención profesional, que permite considerar las posibilidades de las intervenciones más eficientes a la vez que la difusión, el intercambio, la visibilidad y el propio conocimiento específico. “La investigación ha estado presente a lo largo de la historia del trabajo social, no solo como actividad natural del ser humano para dar una respuesta adecuada a su quehacer cotidiano, sino de forma planificada, razonada y fundamentada. Ha servido para orientar la planificación así como la elaboración de un marco teórico metodológico propio a partir de la sistematización de la práctica” (Raya, 2009: 43). Ya M. Richmond investiga sobre la práctica, que desarrolla –aunque fuera poco seguida de otras investigaciones– hasta bien entrada la década de los cuarenta del siglo pasado (Acero, 2004: 36). En 1949 se crea en Minnesota un grupo de investigación en trabajo social, origen de la National Association of Social Workers. Para este grupo las investigaciones en trabajo social se centran en: 1. Las necesidades a las que dan respuesta los servicios sociales. 2. Evaluación de la adecuación y efectividad de servicios. 3. Contenido de los procesos. 4. Experiencia requerida para realizar las distintas operaciones. 5. Validación de la teoría y conceptos. 6. Desarrollo de metodología e instrumentos. 7. Desarrollo y vigencia de programas, servicios y conceptos. 8. Traslación y prueba de la teoría y conocimientos tomados de otros campos. Tal como nos indica C. Acero, al ser el trabajo social una profesión muy diversificada ha utilizado frecuentemente las investigaciones realizadas por otras disciplinas, principalmente las realizadas por la Ciencias Sociales que tienen interés para la profesión. Hasta hace poco, la mayor parte de la investigación en trabajo social se había venido realizando por los trabajadores sociales norteamericanos. El contenido y enfoque ha ido evolucionando a través de los años. William J. Reid en 1984 publica el desarrollo de la investigación en EE.UU. a partir de los años 70, y destaca los aspectos positivos así como los frenos en el proceso de investigación desde el mismo trabajo social relacionados con: a) infraestructuras, b) contenidos y c) resultados (Acero, 2004: 37-39). a) Inciden en la investigación sobre infraestructuras la experiencia de los profesionales, los recursos financieros, los RTS - Núm. 192 - Abril 2011 27 Trabajo social e investigación soportes institucionales y los canales de divulgación. b) La diversidad del campo profesional del trabajo social dificulta identificar los contenidos que se investigan. c) Los resultados de la investigación en trabajo social se orientan al aumento del conocimiento básico y tecnológico, encaminado a detectar los caminos más apropiados para lograr los fines deseados en la práctica del trabajo social en general y también en aquellas situaciones específicas. Los resultados de investigadores como Wallace (1982) y Howe (1995) nos proporcionan interesantes orientaciones sobre el perfil profesional del trabajo social. Según sus estudios, la variable más importante en la intervención profesional no parece que sea la técnica utilizada por el trabajador social, y sí la calidad y el valor de la experiencia y su repercusión en los logros del usuario. Los ingredientes del éxito profesional fueron sintetizados por Howe en 1993 con el eslogan siguiente: “Acéptame, compréndeme, habla conmigo”. La experiencia para ponerse al lado de la persona en o con dificultades implica la capacidad de individualizar y buscar con el cliente las respuestas en términos de recursos materiales y no materiales, de la persona en primer lugar, del contexto de las redes sociales, para encontrar la cumplida respuesta a la situación a partir de las competencias de la organización desde la que se interviene. 4 En este proceso, no se trata solamente de la necesidad de una buena relación profesional, con ser ello clave; se necesita además tener claro que el modo en el que comprendemos y aceptamos las experiencias diferentes está vinculado al modo en el que utilizamos el lenguaje (verbal y no verbal). Si este viene adecuadamente utilizado, desde las exigencias del usuario, se facilita la reconstrucción y el sentido de su experiencia y se sitúa en condiciones de gestionar mejor su propia vida, modificando cuanto sea necesario.4 Una de las características evidentes que emerge de estudios relacionados sobre estos procesos en trabajo social es la complejidad de cada situación y las habilidades de los trabajadores sociales más expertos en gestionarla. El panorama humano es muy diferenciado, fruto de múltiples interacciones e intereses diversos, a veces muy contrastados. Los trabajadores se muestran muy conscientes de la influencia que en cada caso ejercen los distintos contextos, de la posibilidad e incidencia mayor o menor de su intervención, de la relación de cada situación con las instituciones..., y en función de todo ello orientan la estrategia de la intervención. Se constata pues cierta carencia cognoscitiva de los trabajadores respecto a las teorías formales. Al mismo tiempo, parece evidente que los profesionales elaboran su propia forma cognitiva para conferir sentido a la experiencia, y utilizan algunos conceptos teóricos de vez en cuando, si lo estiman pertinente. Se Fook et al. (2000) han analizado el proceso de unos treinta trabajadores sociales con más de cinco años de experiencia profesional o al menos cinco alumnos supervisados. Se trataba de que cada uno describiera un caso de su experiencia de trabajo a través de hechos concretos, más que de justificaciones teóricas. Esta experiencia se contrasta con los profesionales jóvenes, con los que se podían comparar las características esenciales del proceso evolutivo del experto. 28 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo recaba así una realidad personal y contingente que, por ahora, no sería fácil de encontrar en los manuales teóricos de trabajo social. Más allá de los diversos modos de hacer de cada profesional, el denominador más común en la práctica profesional se centra en la capacidad de fijar desde el principio la “escala de prioridades” de su intervención, valiéndose así de la experiencia humana y profesional madurada.5 Como consecuencia de esta práctica profesional, el desarrollo de la investigación en trabajo social es diverso en cada contexto y por supuesto en unos países u otros, dependiendo del avance también de su dimensión como disciplina en cada uno de ellos. Además, su proceso con frecuencia ha estado vinculado al nivel académico de los titulados, ya que el reconocimiento de determinados proyectos de investigación requiere de un nivel con el que no ha contado el trabajo social. Así, por ejemplo, en España las escuelas universitarias de formación de trabajadores sociales han desarrollado escasa actividad investigadora. Recordemos que hasta 1990 no se reconoce el área de trabajo social y servicios sociales, y ha sido escaso el número de doctores en esta área. Por otra parte, tampoco facilita la investigación el carácter generalista y polivalente del trabajo social en diferentes sectores de población (personas con discapacidad, migraciones, personas mayores, mujeres, familia…) con diversos problemas sociales (carencia de recursos económicos, desempleo, maltrato…), en su triple dimensión individual, grupal y comunitaria, lo que requiere con frecuencia una atención y enfoque interdisciplinar. Todo ello nos lleva a constatar, además, que con frecuencia la investigación en la que, aunque escasamente, se viene situando el trabajo social, o los datos o informaciones que produce, es utilizada y queda enclavada en otras áreas de conocimiento. No obstante estos condicionantes, y como acontece en nuestro contexto, han ido surgiendo estudios y trabajos de alto interés para la investigación y la sistematización de la práctica, desde iniciativas individuales6 o iniciativas organizadas.7 En los últimos años, Fook resume de esta manera las conclusiones de estos estudios en lo referente al perfil profesional del trabajador social: a) emerge de la experiencia profesional de los trabajadores sociales una marcada capacidad para intervenir en situaciones complejas en las que se combinan intereses divergentes y en las que se individualizan factores prioritarios que deben tenerse presentes para intervenir con claridad; b) en estos procesos los expertos se mantienen abiertos a los cambios e incertidumbres del ambiente, y están en grado, al mismo tiempo, de elaborar los conocimientos (fruto, en muchos casos, de la relación de reciprocidad con los usuarios); c) desarrollan las habilidades necesarias para intervenir en modo apropiado en contextos distintos en los que se insertan como actores responsables (2000: 113). 6 Son muchos los autores de investigaciones publicados desde ya hace años en España, sobre servicios sociales, sobre trabajo social y también sobre política social, con una gran repercusión en los trabajadores sociales profesionales y en la docencia: C. ACERO, D. CASADO, M. JUÁREZ, P. CABRERA, M. J. AGUILAR, L. GAITÁN, T. ZAMANILLO, T. ROSELL, E. RAYA, R. MAURANDI, C. GARCÉS, C. ALEMÁN, M. A. MARTÍNEZ, C. RIMBAU, E. GUILLÉN, P. G. LONGORIA, R. ALIENA, T. FERNÁNDEZ, C. BARRANCO, M. L BLANCO, P. DE LA ROSA, G. RUBIOL, E. ROLDÁN, M. J. ESCARTÍN... Resultan más escasas las investigaciones sobre la sistematización de la práctica. 7 Puede recordarse aquí uno de los primeros grupos de intervención que han sistematizado la práctica desarrollada, GITS, GRUPO 5, y otros de amplia trayectoria e impacto en los servicios sociales. 5 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 29 Trabajo social e investigación también desde las universidades y en equipos interdisciplinares se vienen elaborando diversos trabajos de investigación relacionados con los servicios sociales y el trabajo social en la interrelación de conocimiento y práctica. 1.1. Los caminos de la investigación desde el conocimiento y la práctica En el trabajo social, como en las ciencias sociales aplicadas, “con la reflexión a partir de la experiencia propia, se puede mostrar un camino a otra fuente de conocimientos, que podríamos llamar conocimientos basados en la experiencia o conocimiento práctico (…) Este conocimiento, en realidad, forma parte del contenido profesional, pero se utiliza en gran medida a nivel verbal e individual y forma parte de una actuación conocida a nivel profesional que, generalmente, es aceptada como válida” (Erstad, 2002: 413). Se va generando así lo que podríamos denominar “sabiduría práctica”. Aquí la situación es la unidad de comprensión significativa a través de cuya acumulación, de manera sistemática, se genera el desarrollo de conocimientos prácticos, relacionados de una forma lógica con la práctica profesional. Este tipo de conocimiento no se identifica con el conocimiento teórico, pero ambos se complementan y se integran en la práctica profesional. Una buena práctica parte de conocimientos teóricos bien fundamentados, pero difícilmente se puede avanzar en la calidad de la intervención social, o en el avance del desarrollo del soporte teórico específico, sin un trabajo sistemático sobre los conocimien30 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 tos de la práctica, sin una reflexión sobre las situaciones concretas. Conviene tener presente que las situaciones concretas en trabajo social, y esto es una constante de sus características, se abordan siempre desde lo tridimensional en la práctica profesional para el logro de sus fines. Tal como nos indica Dal Prat Ponticelli (2010: 47-48), la profesionalidad del trabajador social se configura, pues, en los puntos de intersección de personas-grupos-comunidad para: Apoyar a la persona en el proceso de individualizar, activar y desarrollar las propias capacidades y las del propio contexto. Potenciar las mejores concordancias entre necesidades y recursos de diversa naturaleza, personales, ambientales, institucionales. Proyectar, organizar y gestionar los servicios y los recursos institucionales, informales o del tercer sector. Desde esa intervención tridimensional, existe de hecho la relación de ayuda en la que la narración por parte de la persona y las relaciones que se vienen a crear con los grupos, las organizaciones y el contexto comunitario adquieren una relevancia fundamental y única ante cualquier proceso en el que se interviene, sea cual sea el punto de partida: individuo, grupo, comunidad. La narración, cuando se produce profesionalmente, es además una comunicación intencional; tiene como fin obtener la atención del otro para lograr los propios objetivos respectivos de cada uno de los interlocutores. Es importante, pues, la percepción que cada persona tiene del otro, de su papel, del contexto en el que se encuentran los objetivos de la narración en adaptación recíproca y creativa. A fondo La narración utilizada por el profesional para la resolución de problemas, para la activación de recursos o para la investigación ha de contener una serie de características coherentes con los objetivos que se planteen, y contar con la adecuada documentación que permita la sistematización conveniente para fundamentar la intervención o la investigación. Ello se va produciendo en la medida en que identificamos elementos comunes con situaciones similares, bien para potenciar recursos o para superar dificultades. Nos acercamos así a lo que podemos denominar “trabajo social constructivista”, que deriva del construccionismo social, de los planteamientos narrativos y los posmodernos. En común a todos ellos tenemos la importancia de la interacción y el lenguaje, la escucha, los significados, la comprensión como proceso de colaboración, en el que los sujetos pueden interaccionar entre ellos en un proceso de negociación participada para el desarrollo de una relación de ayuda. De este modo, el enfoque constructivo narrativo, centrado en las soluciones y en los fundamentos de la intervención, refuerza algunos asuntos de fondo del trabajo social, en la relación profesional, sea en los procesos de ayuda individual o familiar, sea en las relaciones institucionales y con la comunidad, en la aportación de conocimientos derivados de la investigación sistemática. En definitiva, la sistematización del quehacer profesional parece el camino más apropiado, ya que, desde la propia identidad profesional, da coherencia a la teoría. Para ello nos indica Falla Ramírez algunos desafíos actuales en el trabajo social (2009: 318): Incorporar la investigación al campo de actuación profesional, pues de ella dependen las actualizaciones conceptuales epistémicas. Comprender que no existe ejercicio profesional sin un nivel de interpretación y comprensión. Sistematizar la praxis profesional, porque la reflexión sobre su quehacer profesional facilita la configuración de un saber científico. Reflexionar en torno a temas relacionados con la identidad y especificidad profesional, objeto de intervención, con el fin de contribuir a la discusión epistemológica. Todo ello produce fundadas esperanzas en el desarrollo del trabajo social como disciplina y como profesión. El avance de su identidad, y por tanto de su perfil profesional, se produce desde la valoración de las relaciones en las que se sitúa con las ciencias sociales y en la medida en que estas relaciones no son dependientes (recibe influencias y no aporta las equivalentes) y sí son interdependientes, porque se producen desde la necesaria autonomía (recibe influencias y aporta el resultado desde la realidad que le es propia). 1.2. Investigación y trabajo social: superación de opacidades y desarrollo de los aspectos generales y específicos La relevancia de una profesión o disciplina garantiza la ventaja para el desarrollo de la investigación. A su vez, el desarrollo de la investigación se produce en la medida en que cuenta con la acumulación de conocimientos generales, que nutren y producen dimensiones específicas en el conocimiento y en la práctica. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 31 Trabajo social e investigación En el trabajo social, la práctica se viene desarrollando, no solo pero sí preferentemente, próxima a la realidad específica de cada contexto, cuando en este se producen circunstancias de marginación acusada o cuando se trata de situaciones de vulnerabilidad social. En el primer caso, con frecuencia, los resultados no van más allá de los que pueden producir las prestaciones materiales, lo que a su vez suele generar dependencias de dichas prestaciones; ello repercute negativamente en la percepción social de la eficacia de la intervención del trabajo social y en el reconocimiento y apoyo de la investigación. En el segundo caso, desde la intervención en situaciones de vulnerabilidad, se puede contribuir a la inclusión social, que supone una utilidad y eficiencia de la profesión y un reconocimiento de la sociedad y de los usuarios. Usuarios muy diversos y a veces con poco protagonismo y escasa relevancia en la sociedad. También existen algunos factores más que, como veremos, producen cierta opacidad de la intervención del trabajo social, al situarse habitualmente en unos ámbitos caracterizados por la carencia, las dificultades en el acceso a los recursos, la escasa relevancia en el escenario social y, en definitiva, la falta de poder y protagonismo. Los problemas sociales son menos visibles si afectan a las capas más vulnerables socioeconómicamente. Sin embargo, la relevancia social de dichos problemas y la amplitud de su in- terés avanzan en la medida en que también las pobrezas se “democratizan”.8 El segundo motivo de la opacidad del trabajo social reside en los agentes que se han ocupado de dicha realidad, en su origen y desarrollo histórico, mayoritariamente mujeres. Sin embargo, y con relación a esta segunda opacidad, ante la concreción de los derechos humanos o las situaciones de justicia social, la profesional del trabajo social “ha desarrollado mejor que el hombre una conciencia abierta y receptiva, capaz de oír mejor el mensaje de las cosas, los atisbos de valores y significados, que van más allá del mero descifrar estructuras de inteligibilidad” (Boff, 1996: 14). Hoy así se ve, pero, aunque esta realidad haya salido de su escondite, no se ha manifestado suficientemente. El poder no lo ha hecho posible y la lectura “liberal” de la justicia no lo ha favorecido. En definitiva, la escasa influencia del trabajo social en nuestra realidad está asociada a la doble debilidad, a la ausencia de poder de las situaciones en las que interviene y al escaso protagonismo de los agentes profesionales. La democratización de ciertas “pobrezas” y las aportaciones de los movimientos sociales, los estudios sobre relaciones de poder en nuestra sociedad y las consecuencias en determinados problemas sociales y en el modo de abordarlos 9 están influyendo en el cambio. Muchas de estas aportaciones han significado importante contribución a Tenemos diversos ejemplos en la historia contemporánea de la acción social que nos ponen de manifiesto que, cuando un determinado problema afecta a personas de toda la escala social, los mecanismos de respuesta son más ágiles, cuentan con más atención y más medios que aquellos problemas que afectan solo a un colectivo socioeconómicamente desfavorecido. 9 En este punto es obligada la referencia a Demetrio Casado, por las aportaciones claves que viene proporcionándonos para la intervención social, en su amplia producción sobre servicios sociales y política social. 8 32 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo enfoques y estilos profesionales de intervención social también desde el trabajo social. Como es sabido, la investigación, además de producir conocimientos y de fundamentar la intervención, nos propone nuevas orientaciones a seguir en diversos ámbitos. Tal como nos indica Günther J. Friesenhahn (2003), se trata de detectar, a través de las investigaciones internacionales sobre trabajo social, las evidencias comunes y las diferencias entre países o contextos y las perspectivas a seguir en todas las situaciones, lo que podemos considerar dimensiones generales, denominadas así porque pueden ser comunes a determinadas situaciones caracterizadas, en nuestro caso, por la falta de recursos económicos, desintegración en la convencía, aislamiento social, soledad, dificultad relacional. Estas dimensiones están en estrecha interacción con las dimensiones específicas en la situación concreta en la misma relación profesional de ayuda, teniendo presente que cualquier narración presentada por el usuario no es nunca una mera recogida de hechos reales y objetivos; es siempre una reconstrucción que la persona hace sobre los aspectos de la propia historia de vida desde una relación con el contexto social de grupo y de comunidad (tridimensionalidad) en el cual la narración acontece, y que realiza dicha narración con el fin de comunicar las experiencias propias y sus motivaciones y expectativas. Ciertamente el trabajo social viene desarrollando una amplia experiencia en la dimensión específica. Ya en 1994 indica Jedlowski que en la relación profesional se busca dar un sentido a la propia experiencia, vivida para coordinarla, integrarla, revisarla a la luz del sentido común, es decir, el conjunto de creencias, cultura, tradiciones que la perso- na comparte con el propio contexto familiar y social; es una reelaboración y sedimentación de vivencias que constituyen el propio saber, una forma de producto que nace de la continua reelaboración de las propias experiencias. Cada persona, grupo o comunidad vive la propia historia continuamente reelaborada. La relación profesional constituye un apoyo de alguien externo, como escucha y espejo para establecer conexiones y comprender el sentido de diversos acontecimientos que, progresivamente articulados, llevan a la formulación de hipótesis para una reorganización del proyecto de vida o situación. En la exposición narrativa existe el deseo de presentarse a uno mismo según las pautas o modelos culturales. También a veces se necesita dramatizar, resaltar algunos aspectos que se consideran decisivos. Se trata de una interpretación que se da de uno mismo con el deseo de que venga comprendida y aceptada por el otro. Narrar es, pues, un proceso de autoevaluación, de autorreflexión, desde la óptica de una respuesta por parte del otro que acepte el propio deseo o necesidad. La intervención profesional del trabajo social, desde la perspectiva constructiva-narrativa, se orienta a la relación de ayuda, en la consideración de que en el contexto de la relación se clarifica la narración de los recursos y las situaciones de dificultad de la persona-familia-grupo-contexto. Nos indica Dal Prat Ponticelli que, en cada una de las diversas situaciones que se abordan en la relación interpersonal, se produce siempre una comparación entre visiones, representaciones diversas de la realidad abordada y cuya narración de situaciones constituye el objeto de la entrevista que posibilita comprender el sentido, el significado y los RTS - Núm. 192 - Abril 2011 33 Trabajo social e investigación vínculos de los interlocutores, con el fin de añadir el conjunto de objetivos que se propone a través de la integración de diversas perspectivas (2010: 99). Como ya hemos indicado más arriba, el trabajo social ha situado la centralidad de su intervención en la relación interpersonal. Conviene no perder de vista esta cuestión esencial, ya que en una situación de crisis económica, como la que actualmente nos afecta, se corre el riesgo de dejar en segundo plano la intervención a través de la relación profesional y disminuir el tiempo de atención, al poner el acento en los recursos económicos ante la amplitud de situaciones de vulnerabilidad económica y de inseguridad material, obviando los recursos personales. Tiende a prevalecer en estas circunstancias la gestión de lo social de tipo burocrático, centrada en la dimensión asistencial, de prestaciones económicas y menor atención a la promoción y desarrollo de las capacidades, potenciales de la personal, grupo o comunidad. Ello limita el protagonismo en el proceso del cliente y aumenta la insatisfacción profesional, que ve reducido su papel a la gestión administrativo-burocrática de las prestaciones. Encontramos un ejemplo reciente de lo anteriormente indicado en la aplicación de la Ley 39/2006, de promoción de la autonomía y atención a situaciones de dependencia. Esta se viene desarrollando desde el segundo objeto de su enunciado,10 con escasa atención a la promoción de la autonomía, lo que viene planteando en este caso al trabajo social evidentes retos políticos y profesionales. 10 Parece que, en cualquier situación, una relación profesional fundamentada puede ser importante para ayudar a la persona en el proceso de interpretación congruente con las propias vivencias y a identificar las opciones comportamentales innovadoras, para sostener a la persona en el esfuerzo de asumir competencias no experimentadas y reforzar su propia autoestima o modificar la propia imagen de sí. En esta dimensión específica, el trabajo social cuenta con el “haber” de una experiencia muy amplia, rica y diversa, y a la vez tiene el “debe” de su escasa sistematización, lo que repercute, a su vez, en su influencia en ámbitos más amplios. El trabajo social, como todas las profesiones sociales, está influenciado por las políticas sociales. Estas se desarrollan bajo la responsabilidad de los respectivos estados, en la actual crisis económica, preocupados por reducir los gastos sociales, sin olvidar, por otra parte, que las políticas sociales son elementos fundamentales de legitimación política (Lorenz, 1999). Los hallazgos exitosos y las buenas prácticas en un contexto pueden ser utilizados para contribuir al desarrollo de lo general, pero sin mimetismo y a través de procesos adaptados a amplias y plurales realidades de personas y colectivos de culturas y contextos diversos; se produce de este modo la acumulación de conocimientos específicos. Es así como se van construyendo los generales del trabajo social, con dimensiones interculturales y su adaptación en contextos concretos, lo que enriquece los específicos, que se convierten a su vez en generales en la Demetrio Casado ha estudiado ampliamente este tema y de ello tenemos constancia en las diversas publicaciones de SIPOSO. 34 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo medida en que comparten amplios denominadores comunes a muchas realidades. Se produce, de este modo, una circularidad sinérgica entre ambas dimensiones. Así, los procesos generales y específicos (Healy, 2002: 179-194) pueden ser factores favorables para reforzar esa dimensión profesional amplia a través de: a) mejorar los procedimientos de intervención en trabajo social, gracias a esos intercambios desde situaciones y ámbitos distintos; b) reorientar de forma más coherente las políticas sociales, a partir de análisis comparativos eficaces, al servicio de la ciudadanía y del bienestar social; c) potenciar el status profesional incentivando la visibilidad y demostración de competencias locales e interculturales, lo que legitima la misma política social en los respectivos contextos y situaciones, también internacionales, con el refuerzo de los aspectos generales y el refuerzo de la dimensión del trabajo social como disciplina. Para todo ello se precisa interrelacionar la investigación y la práctica desde la fundamentación específica en la que se apoyan el trabajo social y las ciencias sociales, tal como ya indicábamos más arriba. Concretamente (Raya, 2009: 49) se trata también de disponer de más investigaciones que centren su objetivo en el proceso de la intervención social, los problemas y relaciones sociales, las herramientas específicas para el ejercicio profesional en el ámbito en el que se sitúa, medios y prácticas de sistematización generalizadas y aplicadas de modo 11 sistemático, aunque hayan de estar en continua revisión y elaboración, coordinación de esfuerzos en investigación entre profesionales y docentes, incluyendo la investigación en el proceso de formación. 2. Investigación, trabajo social y dimensiones: local, internacional, intercultural La globalización económica incide en toda la realidad. En nuestro caso, plantea nuevas exigencias y consideraciones también desde la dimensión internacional e intercultural del trabajo social. Estas relaciones requieren de la atención amplia y común a situaciones distintas, más allá de la dimensión específica, local o aisladamente considerada. Ello solo es posible a través de la investigación, esto es, a través del intercambio de los productos que se obtienen en la acumulación del conocimiento, la sistematización de la práctica y la elaboración de teoría que siga fundamentando la práctica específica del trabajo social. A lo anteriormente indicado se añade además la superación de la dimensión local, desde el intercambio que haga posible la dimensión amplia, internacional, para ir configurando “qué nos parece más importante y qué menos. Cuál es la semejanza en los relatos y qué es lo diferente en lo que parece casi igual. Qué aparece como análogo y cómo podemos llegar a un conocimiento más profundo de las estructuras básicas” (Erstad: 2006: 185). De acuerdo con estas exigencias, Hokenstad (1992) nos recuerda que el trabajo social internacional11 se desarrolla desde: El autor se refiere a asistencia social o servicio social para referirse a lo que aquí entendemos por trabajo social. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 35 Trabajo social e investigación Contenidos comunes en los distintos países: métodos, actitudes éticas fundamentales y competencias. Elementos diversos: sistemas de formación e imagen profesional. Desafíos o retos: el avance de la justicia social. Resulta evidente, como característica común del trabajo social, el avance del protagonismo que ha tenido y está teniendo en la intervención social, particularmente allí donde no llegan con regularidad las políticas sociales o estas no abarcan los problemas emergentes. La diversidad de situaciones y respuestas de cada contexto, y la escasa repercusión internacional de los avances que se producen en cada país, pudieron haber frenado el desarrollo y la visibilidad de un perfil que, por otra parte, se ha visto favorecido por los logros obtenidos en diversos ámbitos, con la potenciación de este modo en las vías de intercambio de prácticas y de fundamentos profesionales, si se producen los necesarios y adecuados intercambios, y la sistematización y elaboración de los resultados. La experiencia de los trabajadores y de los usuarios, en el trabajo diario, en contextos específicos locales aisladamente considerados, no representa la “única verdad” o la “única fuente” de intervención, aunque sea una realidad importante de la que se parte y constituya el fulcro de la conexión teórica que desee incidir de manera significativa en la práctica. Para que haya una repercusión en el perfil profesional, se hace necesaria la experiencia acumulada, elaborada y contrastada desde el mismo trabajo social en diversos ámbitos, países y situaciones, que avance en sus teorías propias y en relación con otras teorías afines. 36 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Definir el perfil profesional reclama hoy la investigación desde el propio trabajo social, y así reforzar la dimensión de su interdependencia con las ciencias de las que ha recibido más de lo que ha aportado. De este modo se podría superar lo que Healy nos indica cuando afirma que “durante demasiado tiempo, la posición ocupada por las trabajadoras sociales ha sido la de sirvientas de las grandiosas narraciones de las ciencias sociales y las humanidades. Este monólogo ha suprimido las ideas diversas que pueden proceder de otros lugares para ampliar y complicar las teorías en las que se ha basado el trabajo social” (2002: 185). Afortunadamente parece que las cosas están cambiando también en esto. El cambio es prometedor, porque el trabajo social tiene necesidad y oportunidades para superar esta relación desigual. Las prácticas de trabajo social constituyen una buena fuente para ello en la medida en que se supere lo que nos indica Healy, “a pesar de la apelación a la praxis, que es el vínculo entre teoría y práctica, solo una proporción sorprendentemente pequeña de la fundamentación del trabajo social crítico se deriva de investigaciones fundadas en la práctica (…) es difícil imaginar en el siglo XXI la carrera de un trabajador social sin contactos con situaciones que precisan de un saber que va mas allá del propio ámbito estatal” (2002: 180). En esta misma línea sigue teniendo vigor lo que reclamaba Foucault ya en 1980, sobre la necesidad de análisis que empiece por los detalles de las prácticas sociales y que estimule las investigaciones empíricas situadas local e históricamente, que extienden y desarrollan el potencial de las prácticas críticas. A fondo Nos encontramos, así pues, ante la necesaria dimensión internacional del trabajo social, que supera el localismo, favorece el intercambio y caracteriza toda disciplina. Ello solo parece posible a través de la investigación y del intercambio de sus productos. Conclusiones Los procesos de investigación contribuyen a la continua configuración y desarrollo del trabajo social, a través de la armonización del enfoque práctico con la reflexión teórica y conceptual desde la propia identidad del trabajo social; el refuerzo de los fundamentos metodológicos y operativos propios del trabajo social, como disciplina y como profesión; la identificación de lo específico del trabajo social, el objeto y los objetivos en situaciones diversas, con la superación de posibles fragmentaciones. En definitiva, a través de la investigación, desde el trabajo social se fundamentan las intervenciones de los trabajadores sociales, para permitir diferenciar los conocimientos procesales, los que se construyen vez por vez en interacción con la situaciones, y los conocimientos como productos, que se van adquiriendo con la teoría y la práctica desde la tridimensionalidad del trabajo social en contextos y culturas diversas. El avance de la investigación desde el trabajo social ofrece favorables perspectivas para el conocimiento sinérgico entre teorías y prácticas; ello repercute también favorablemente en las relaciones de interdependencia con otras disciplinas. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 37 Trabajo social e investigación Bibliografía ACERO, C. “La Investigación en Trabajo Social”, en Cuadernos de Trabajo Social, vol. 17 (2004), pág. 305-311. ISSN 0214-0314. BOFF, L. Ecología: grito de la tierra, grito de los pobres. Madrid: Trotta, 1996. ISBN 84-8164104-9. “La ética del cuidado, el ethos de la sociedad futura. 1999”, en Éxodo, nº 51 (1999), pág. 76 y sig. ISSN 1138-901X. DAL PRAT PONTICELLI, M. Nuove prospettive per il Servizio Sociale. Roma: Carocci Faber, 2010. ERSTAD, I. H. “La investigación en la práctica del trabajo social. La experiencia como fuente de conocimiento”, en Revista Alternativas. Cuadernos de Trabajo Social, nº 10 (2002), pág. 413-425. ISSN 0214-0314. ERSTAD, I. 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Roma: Carocci, 2001. A fondo Los Grupos de Investigación en Trabajo Social en las universidades del estado español Cristina Rimbau,1 Rosa M. Alegre,2 Irene De Vicente3 i Ariadna Munté4 Resumen Este artículo es una primera aproximación a la actividad científica “en y desde el” trabajo social en las universidades españolas a través del análisis de los Grupos de Investigación de Trabajo Social (GITS) en el marco universitario. Se muestra un espacio de investigación importante, posiblemente todavía escasamente conocido por parte de los propios profesionales del trabajo social, pero con experiencia y pericia, y con un dinamismo creciente de la investigación en y desde esta disciplina. Plabras clave: Grupos de investigación, estudios de trabajo social, trabajo social, investigación universitaria, servicios sociales. Abstract This article is an approximation to the scientific activity “in and from” Social Work in the Spanish universities through the analysis of the Research Groups in Social Work (RGSW) in the framework of the university. It is presented an important research space, possibly still scarcely known by the same Social Work professionals, but with experience and expertise and with a growing dynamism in the research of this discipline. Key words: Research groups, social work studies, social work, university research, social services. 1 Trabajadora social y psicóloga. Máster de Investigación en Sociología por la Universidad de Barcelona. Profesora del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales, y jefa de estudios de la Universidad de Barcelona. Miembro investigador de GRITS (Grup de Recerca i Innovació en Treball Social) mrimbau@ub.edu 2 Trabajadora social y antropóloga cultural. DEA por la Universidad de Barcelona. Profesora del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Barcelona. Miembro investigador de GRITS (Grup de Recerca i Innovació en Treball Social) ralegre@ub.edu 3 Trabajadora social y psicopedagoga. Doctora por la Universidad de Barcelona. Profesora de Trabajo Social de la Universidad de Barcelona. Miembro investigador de GRITS (Grup de Recerca i Innovació en Treball Social) ide_vicente@ub.edu 4 Trabajadora social y socióloga. DEA por la Universidad Autónoma de Barcelona. Profesora del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Barcelona y del Departamento de Acción Social de la Universidad Ramon Llull. amunte@ub.edu RTS - Núm. 192 - Abril 2011 39 Grupos de investigación en trabajo social en las universidades Agradecimientos Este trabajo no habría sido posible sin la participación de todas las Universidades, Departamentos y Escuelas de Trabajo Social 5 que muy amablemente y de forma diligente nos han facilitado la información solicitada. En especial, queremos expresar nuestro sincero agradecimiento a los profesores y compañeros6 investigadores por su interés y colaboración en la investigación realizada para este artículo. Presentación Este artículo es fruto del interés común de muchos profesionales trabajadores sociales profundamente interesados en la investigación, en especial en la investigación en y desde el TS, y que a menudo han puesto de relieve la debilidad investigadora de esta disciplina, así como la necesidad de estimularla, ampliarla y profundizar. Diversos autores han señalado también esta necesidad y han identificado algunas dificultades, entre otras la falta de recursos y la tendencia a priorizar la acción, factores que han limitado la tarea investigadora en TS. Paralelamente, sin embargo, éstos y otros profesionales, con esfuerzo y “pionerismo”, han ido realizando una tarea investigadora y construyendo progresivamente un espacio de investigación identificable, probablemente menor que en otras disciplinas, pero hoy día existente y muy valioso. El artículo se centra en uno de los escenarios actuales de la investigación en TS: la 5 6 investigación producida en los últimos cinco años en el ámbito universitario del Estado español, con el propósito de visualizar los grupos de investigación en TS (GITS) existentes, realizar un primer análisis de conjunto, y facilitar a los lectores que lo deseen información de contacto. Es una aproximación inicial a una realidad plural, de carácter empírico y descriptivo, que tiene un importante potencial de experiencias investigadoras, de profesionales, trabajadores sociales y otros perfiles, con experiencia y calidad en la investigación. El proceso de globalización (Beck, 2007) que ha transformado la sociedad en las últimas décadas a una velocidad vertiginosa, origina nuevos fenómenos y problemas sociales, y redibuja los ya existentes, incidiendo en el TS, haciendo más necesaria la investigación en todos los ámbitos. Es en este contexto que hay que contemplar los nuevos paradigmas de la comunicación (Castells, 1997), la vulnerabilidad de los valores y de los derechos sociales, la “liquidez” de los hechos y de las relaciones personales y estructurales (Bauman, 1999), así como la polarización de la riqueza y la extensión de la pobreza a escala mundial (Sen, 1995, 1999, 2004). Un nuevo escenario que modifica las relaciones humanas y las formas de organización social, desde las instituciones más cercanas y básicas como las familias, a aquellas más grandes como las multinacionales. Es en este contexto en el que se desarrolla la profesión del trabajo social y la producción científica de nuestras universidades. De ahora en adelante ‘trabajo social’ quedará sustituido en muchas ocasiones por las siglas TS. Si bien el lenguaje no es neutro ni inocente, desde un punto de vista práctico, y para poder hacer una lectura más fluida, utilizaremos el masculino al referirnos tanto a este género como al femenino. 40 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo 1. La investigación en trabajo social Hablar de investigación en TS podría quizás parecer una cuestión relativamente reciente, pero una rápida mirada histórica permite constatar una realidad diferente. Un primer ejemplo, clásico, es la orientación teórica y metodológica de Vives y Marc (1525) en el Renacimiento, en pleno debate social y religioso sobre las causas de la pobreza y la responsabilidad social de su atención y prevención. Vives defendía la sistematización de la ayuda social, preconizaba el estudio personalizado y causal previo a la acción de ayuda, y empleaba técnicas de investigación como por ejemplo la encuesta social. Haciendo un salto en el tiempo, Mary Richmond (1917) insistía en la investigación de las necesidades sociales y de la práctica profesional como elementos básicos del social work. Recientemente, Esther Raya (2009) afirma que la investigación ha estado presente a lo largo de la historia del TS, no solamente como actividad natural del ser humano para dar respuestas adecuadas, sino también de forma planificada, razonada y fundamentada. Lázaro y Paniagua (2003) reflexionan sobre las dificultades de la investigación en el trabajo social, que indican, ha recorrido un camino no exento de obstáculos, con momentos de desarrollo y de otros de cierta decadencia en los cuales se ha cuestionado y reflexionado sobre el “qué, quién, cómo, con quién y por qué” investigar. Es decir, sobre el objeto, la metodología, los protagonistas y la finalidad de la investigación. Por otra parte, E. Grassi (1994) remarca que la investigación tiene que estar necesariamente implicada en el campo del trabajo social, como constitutiva de su práctica. En esta misma dirección, Cándida Acero (1988) se- ñala la falta de formación investigadora, de recursos económicos y de tiempo para entender la situación de debilidad de la investigación en trabajo social en España. La dimensión investigadora de la acción profesional está escasamente desarrollada (Rossell, 1987) como consecuencia de la preferencia por la acción rápida y efectiva, que no ha facilitado el desarrollo de la investigación pura en el campo profesional, pero que en cambio ha mostrado un interesante desarrollo en el campo académico. También señala esta dificultad Irene De Vicente (2011), que constata la disminución de trabajos de investigación presentados a convocatorias, como por ejemplo ha sucedido en el último V Premio de Investigación de Trabajo Social Dolors Artemán convocado por el Col·legi Oficial de Diplomats en Treball Social i Assistents Socials de Catalunya. Pese a estas dificultades, en el ámbito académico universitario se puede afirmar que, hoy día, la investigación en y desde el trabajo social es una realidad, posiblemente incipiente e insuficiente, pero que se realiza tanto a título individual como en grupos. Todavía que menor que en otras disciplinas, la investigación en TS cuenta actualmente con espacios institucionales en las universidades del Estado, con dinamismo y con un considerable número de investigaciones científicas, como se expone en los puntos siguientes. Estamos de acuerdo con Natividad de la Red (1993) cuando afirma que la investigación no tiene lugar “por encima o fuera de la práctica”, sino “dentro del curso de la misma”. La autora considera que al hablar de investigación no se tiene que olvidar que indagación y acción son inseparables, se enriquecen mutuamente en el proceso de la praxis, lo que constituye una condición funRTS - Núm. 192 - Abril 2011 41 Grupos de investigación en trabajo social en las universidades damental para actuar. Destacamos finalmente la aportación de Lourdes Gaitán (1991) cuando indica que “la investigación científica es la investigación intencionada de conocimientos o de soluciones a dificultades y problemas”, y que el “método científico indica el camino, forma, modus y ritmo a seguir, según los objetivos planteados y las técnicas adecuadas”. La autora precisa que “ni los temas que pueden ser objeto de investigación, ni los métodos utilizados, distinguen la investigación en TS de la que se realiza en otras áreas. Son solamente los fines perseguidos –obtener conocimientos y bases operativas útiles para el TS– los que pueden señalar su especificidad”. 2. Metodología La orientación metodológica de la breve investigación realizada para este artículo, en relación al objetivo principal: conocer los grupos de investigación en Trabajo social (GITS) de las universidades del Estado español y su producción, es de carácter empírico. Con el fin de obtener información de fuentes primarias, se ha elaborado un breve cuestionario de carácter cualitativo y cuantitativo, con algunos ítems abiertos y espacio de observaciones para las aportaciones libres. Se trata de un primer cuestionario diseñado para esta finalidad que, si bien ha cumplido los objetivos de recoger la información prevista, es susceptible de ampliación y mejora en futuras investigaciones sobre este tema. La muestra corresponde a la totalidad de las universidades, públicas y privadas, que ofrecen estudios de Grado y de Diplomatu7 ra en Trabajo Social en las universidades del Estado, actualmente treinta y cuatro centros universitarios. La respuesta ha sido muy elevada pero no total. Treinta universidades (88,3%) han respondido el cuestionario o/y han ofrecido materiales informativos, mientras que de cuatro (11,7%) no se ha obtenido respuesta. Esta alta participación es un ejemplo del interés de las universidades por hacer visible la investigación en TS, tanto de las que disponen de GITS consolidados (C), como emergentes (E), o las que tienen grupos activos todavía no reconocidos oficialmente (P). Como también de aquellas universidades con grupos de investigación de otros ámbitos temáticos en los cuales participan trabajadores sociales, como de las universidades que han manifestado voluntad de formar GITS en un futuro próximo. Las informaciones solicitadas corresponden al periodo 2005-2010. El cuestionario se ha enviado por correo electrónico, previo contacto y envío de carta de presentación. El seguimiento se ha realizado con el mismo sistema, reforzado con contactos telefónicos. La busca en las páginas web de las universidades ha complementado la información obtenida, que se ha tratado de forma agregada. Si bien la tarea de investigación es objeto de interés y de trabajos de máster y doctorados, así como de la iniciativa individual o de grupos particulares de profesores universitarios, este artículo se centra en la identificación y la descripción de los GITS y de sus líneas de investigación, pero no incluye el análisis de las investigaciones a título individual,7 ni toda la dimensión investigadora en TS del espacio universitario. En este artículo no ha sido posible presentar el análisis de los datos facilitados correspondientes a la investigación individual, las tesis doctorales y algunas otras informaciones de algunos cuestionarios, y que podrían ser objeto de trabajo en futuras oportunidades. 42 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo Con el fin de contextualizar los Grupos de Investigación en TS, se ha buscado y actualizado la organización académica de los Estudios de Trabajo Social y de los Departamentos de Trabajo Social y afines, buscando y mostrando su ubicación en las Facultades, Departamentos y Escuelas Universitarias. Asimismo, con el fin de facilitar el contacto con los GITS a los lectores que lo deseen, se ha elaborado la tabla “Grupos de Investigación”8 con la identificación de las universidades, el nombre de los grupos y del investigador principal (IP) y la dirección electrónica de contacto y/o página web. 3. El contexto de la organización académica del Trabajo Social en las universidades. Diversidad, transitoriedad y visualización creciente del Trabajo Social La organización universitaria de la ubicación de los Estudios, de las Escuelas y de los Departamentos de Trabajo Social se caracteriza por la diversidad en la organización académica, en la ubicación de la docencia y de la investigación del TS. Respecto a la docencia (Grados y Diplomaturas), coexisten las Escuelas de Trabajo Social, adscritas o integradas a las universidades, con las Enseñanzas integradas en Facultades de diversa denominación y origen. Respecto a la investigación, los GITS se sitúan preferentemente en Departamentos de Trabajo Social y Servicios Sociales, aunque hay profesionales del TS que participan en otros grupos de investigación de otros departamentos. En esta diversidad, incluso dispersión, la 8 visualización del trabajo social en los centros y departamentos universitarios es creciente. Actualmente, cuatro Facultades identifican plenamente la disciplina con la denominación de “Facultad de Trabajo Social” (U. de Castilla-La Mancha- Cuenca, U. de Granada, U. de Jaén y U. de Murcia), y dos otras Facultades tienen una denominación compuesta, formada por “Trabajo Social” y otra disciplina (U. de Valladolid y U. Ramon Llull). El resto de Facultades con estudios de Trabajo Social corresponden principalmente a Facultades del área de las Ciencias Sociales y Humanas (7) y de las Ciencias Jurídicas y del Trabajo (7). En menos ocasiones los estudios también están situados en Facultades de Ciencias de la Educación (2), Ciencias de la Educación y Psicología (1), Ciencias Económicas y Empresariales (1), Filosofía y Letras (1) y Pedagogía (1). La organización y la denominación de los Departamentos contribuyen también a visualizar el TS en el sí de las universidades. Ocho se denominan “Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales”, y otros siete tienen denominación compuesta formada por “Trabajo social” y el nombre de una o dos otras disciplinas. En cambio en otras ocasiones la denominación del departamento no facilita la identificación del profesorado de TS. Las Escuelas Universitarias de Trabajo Social continúan constituyendo una entidad propia y específica de la docencia y la investigación en TS. Las nueve Escuelas Universitarias actuales son una muestra. La diversidad mencionada también afecta a las Escuelas, tanto en su vinculación con las universidades (adscritas, integradas) como en la consolidación o permanencia como cen- Ver Anexo 1. Tabla GRUPOS DE INVESTIGACIÓN EN TRABAJO SOCIAL. Enero 2011. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 43 Grupos de investigación en trabajo social en las universidades tro de gestión propia. Las informaciones recogidas harían pensar en un periodo final de una fase transitoria, desde la prevalencia de las Escuelas Universitarias (década de los años 70 y siguientes), a la modalidad actual con la fórmula de Estudios integrados en una Facultad, o la más reciente, de Facultades de Trabajo Social. La dinámica de integración de los Estudios de TS en las universidades y, más recientemente, la nueva planificación derivada del Plan de Bolonia, con el cambio de rango académico de Diplomatura a Grado, y el desarrollo de Másteres oficiales en muchas universidades, auguran un panorama de creciente asentamiento y visualización del TS en la organización de la investigación y en la palestra universitaria. Será necesario, sin embargo, continuar, y posiblemente incrementar el esfuerzo, los medios, la calidad, y mejorar la articulación con la práctica profesional. En los planes de estudios de la Diplomatura en TS, la investigación está, y ha estado presente, mediante asignaturas de carácter obligatorio (por ejemplo en el plan 2001 todavía vigente) con asignaturas como “Métodos y técnicas de investigación social”, y en algunas Escuelas Universitarias y Estudios de TS, con asignaturas de “Investigación aplicada al Trabajo social”. Los recientes estudios de Grado refuerzan la formación investigadora con las materias 9 de Métodos y técnicas de investigación. El aspecto cul- minante radica en el Trabajo de Fin de Grado (TFG), ejercicio de análisis de una temática social o de la propia acción del TS, en el cual confluyen los aprendizajes de las materias del Plan de Estudios. Este ejercicio de análisis y síntesis, teórica y práctica, constituye un escenario bastante habitual en el espacio europeo, y hay que recordar su práctica en épocas anteriores en algunas escuelas de TS del Estado español. 10 La nueva incorporación del TFG es una oportunidad para estimular el aprendizaje de la investigación de las nuevas promociones de Graduados en TS y potenciar la actividad investigadora profesional, académica y facilitar el acceso a los másteres y doctorados. 4. Los Grupos de Investigación en Trabajo Social (GITS). “Pionerismo” y crecimiento en dos décadas El número de GITS en el conjunto de las universidades españolas en las cuales se imparten los estudios de TS es elevado. De los 30 centros universitarios que han respondido el cuestionario o/y han facilitado datos, 11 19 universidades (63,4%) tienen GITS consolidados, o emergentes o bien grupos activos en proceso de ser reconocidos oficialmente. En conjunto, un volumen de 26 grupos. Otras 11 universidades Las materias son unidades temáticas disciplinarias a partir de las cuales desarrollar una o varies asignaturas de características diversas pero siempre correspondientes al área temática de la materia. Los Planes de estudios de Grado han sido creados y aprobados con esta estructura, diseñada a nivel ministerial en el contexto de la aplicación del EEES en España. 10 Recordar que en planes de estudios anteriores en los años 70, algunas Escuelas de Trabajo Social licenciaban a los estudiantes con un trabajo de fin de carrera, que incluía la investigación y era defendido en un tribunal académico. Asimismo en el proceso de retitulación de los estudios oficiales de Asistentes Sociales a Diplomados en Trabajo Social, se realizaron trabajos de investigación. 11 En cuatro ocasiones los grupos han sustituido su respuesta por documentación informativa-descriptiva. 9 44 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo (36,6%) indican no disponer actualmente de GITS, hecho que no significa la inexistencia de investigación, pues más de la mitad (7) han informado que muchos profesores trabajadores sociales participan en otros grupos de investigación de otros departamentos, preferentemente del ámbito de las ciencias humanas, sociales y jurídicas conjuntamente con otros perfiles profesionales aportando el conocimiento propio de la disciplina. Este escenario de investigación ha sido posible por el esfuerzo, dinamismo y estrategia de los componentes de los grupos, en especial de los investigadores principales, así como de las oportunidades en el sí de la organización universitaria. Tabla 1. 12 Tipología dels GITS. Diciembre 2010 19 Universidadess con GITS 26 GITS creados 17 consolidados (65,4%) 5 emergents (19,2%) 4 proceso (15,4%) El número de GITS por universidades es diverso. Tres centros universitarios (U. Complutense de Madrid, U. de Valladolid y U. de Vigo) han sido muy prolíficos y cuentan con tres GITS cada uno, generando entre los tres nueve grupos, el 34,6% de los GITS, y otro centro universitario (U. de Barcelona) tiene dos, el 7,5% de los GITS. La mayoría, sin embargo, quince universidades, cuentan con un solo grupo, que corresponde al 57,9% de los GITS. Esta distribución no responde, a priori, a la dimensión de las universidades, ni en todos los casos a la mayor antigüedad de los grupos de investigación. Podría aventurarse la hipótesis de la vinculación del mayor número de GITS en una misma universidad a diversas causas, entre ellas la potencia investigadora de algunos miembros que han luchado por la creación, consolidación y continuidad de los grupos, al estímulo del investigador principal (IP), a las oportunidades institucionales para la creación de los grupos, a las afinidades de los componentes, y también a la fuerza docente dispo- nible, al número de doctores y a los doctorandos en curso. Desde un punto de vista diacrónico, se constata la veteranía, consolidación y actividad permanente de algunos grupos.13 La primera iniciativa corresponde a la Universidad de Valladolid, con dos grupos consolidados en 1990, que se mantienen actualmente activos y cuentan con una elevada producción científica. Cinco años más tarde (1995) es la misma Universidad de Valladolid que reafirma su dinámica con la creación de un tercer grupo. En estas dos décadas (19902010) se observan dos períodos. El primero (1990-2004) caracterizado por la creación espaciada de grupos de investigación en TS, con cinco grupos en casi quince años14 todos ellos consolidados. Y una segunda época, más corta (2005-2010) y de fuerte dinamismo, en la cual se crean quince grupos en un quinquenio, de los cuales seis (40%) son consolidados, otros cinco (33,3%) han sido reconocidos como emergentes y cuatro (26,6%) son activos y en proceso de ser re- Todas las tablas son de elaboración propia en base a las informaciones dadas en los cuestionarios. Las respuestas a este tema corresponden a 20 grupos, pues en 6 ocasiones no se ha indicado la fecha de creación. 14 Hay que tener en cuenta la falta de fecha de la creación de los 6 grupos mencionados, que podría hacer variar este análisis. 12 13 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 45 Grupos de investigación en trabajo social en las universidades conocidos. La efervescencia de creación y reconocimiento de 15 GITS en este periodo (75%), coincide con un contexto institucional más favorable al desarrollo de la actividad investigadora en TS. La acumulación de la creación de los GITS en los últimos cinco años (75%) es un exponente del interés y, al mismo tiempo, del esfuerzo y la potencia de los profesionales para organizar la investigación en torno a y desde el TS. La diferencia entre los dos periodos observados coincide con el proceso de la lenta y progresiva incorporación de las Escuelas de Trabajo Social en las universidades. Tabla 2. Creación de los GITS.1990-2010 GITS 1990-2010 Primer período (1990-2004) Segundo período ( 2005-2010) 2015 5 GITS consolidados (25%) 15 GITS (6C, 5E, 4P) (75%) La visión expresada, preferentemente positiva y optimista, del futuro de la investigación en TS en el ámbito universitario, deducida de las informaciones obtenidas, podría verse limitada por varios factores, principalmente por los efectos de la crisis económica que afecta también a las instituciones universitarias, así como al mantenimiento del bajo índice del PIB destinado a la investigación, 16 y sus efectos en las dotaciones de profesorado para poder destinar recursos humanos a la investigación. En cambio, otros factores, como el Espacio Europeo de Educación Superior, la implementación del Grado en Trabajo Social, el continuado trabajo y esfuerzo de una gran parte del profesorado, así como el interés creciente de los trabajadores sociales, juegan a favor de la sostenibilidad de los grupos de investigación y de la tendencia actual. 5. Los miembros de los GITS. Grupos interdisciplinarios con alta participación de los trabajadores sociales La interdisciplinariedad, con una importante presencia de trabajadores sociales, es la característica más destacada de los GITS. De los 242 miembros de los 26 GITS registrados, casi la mitad (113 profesores, el 46,7%) son diplomados en Trabajo Social, los cuales, en muchas ocasiones, tienen una segunda, e incluso tercera, titulación universitaria en otras disciplinas conexas al TS. Como ejemplo, 70 profesores trabajadores sociales tienen una doble titulación de licenciado, preferentemente en sociología, psicología, antropología, derecho y ciencias del trabajo; y en menor grado, también en psicopedagogía, pedagogía, y filología. De estos, 27 trabajadores sociales (39,5%) han alcanzado el grado de doctores en discipli- De los 26 GITS, se han obtenido datos de creación de 20. El gasto del PIB destinado a I+D los años 2008 y 2009, en España (INE www.ine.es) fue del 1,38. En la UE-15 del 1,99, y en la UE-27 del 1,0. El gasto del PIB en I+D de las universidades fue (2008): España: 0,36; UE-27: 0,43; Alemania: 0,43; Países Bajos: 0,52; Finlandia: 0,64. 17 DEA: Diploma de Estudios Avanzados. Se alcanza después de superar el curso de doctorado y el trabajo de investigación tutelado. El TEA, Tribunal de Estudios Avanzados, reconoce la tarea investigadora. 15 16 46 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo nas de las áreas afines a las citadas, y otros nueve han finalizado los DEA 17 y los másteres previos al doctorado. Un apreciable conjunto de 17 trabajadores sociales están realizando las tesis doctorales. El resto de perfiles de los miembros de los GITS18 corresponden preferentemente a las disciplinas de sociología, antropología, psicología y derecho, y con menor grado a una pléyade de otras titulaciones, como por ejemplo historia, filosofía y letras y ciencias de la salud. Completan el mosaico, dando ejemplo de la diversidad de las fuentes del conocimiento, las ingenierías y la arquitectura. En el conjunto de los miembros de los GITS el número de doctores es elevado. Actualmente, de los 242 miembros de los grupos, casi una centena de profesores han alcanzado el grado de doctores (90 miembros, el 37,2%); 31 profesores (12,8%) han finalizado los másteres o el DEA, y otro grupo de 28 componentes (11,6%) está cursando la formación previa al doctorado. Es decir, el 61,6% de los miembros de los GITS (149) Tabla 3. Doctores, DEA y doctorandos de los GITS. Diciembre 2010 242 miembros 149 Doctores DEA y Másters Doctorandos de GITS (61,6%) 90 (37,3%) 31 (12,8%) 28 (11,6%) son doctores o están en proceso de doctorarse. Datos que refuerzan la potencia investigadora de los GITS. Estas trayectorias personales repercuten positivamente a nivel colectivo de los grupos de investigación, los cuales requieren de un número de doctores para su constitución y consolidación, y el grado de doctor, es también condición necesaria para acceder a las convocatorias de investigación. Hacer viable la formación universitaria continuada de los profesores componentes de los GITS es uno de los elementos sustanciales para la consolidación y crecimiento de la producción científica en TS, por lo que es necesario potenciar mecanismos de apoyo institucional. Respecto a la dimensión de los GITS, los datos muestran la prevalencia de los grupos 18 formados por menos de 10 miembros (17 grupos, el 65,4%), seguidos de los grupos que tienen entre 10 y 15 miembros (5 grupos, el 19,3%). En este escalado siguen 3 grupos de 16 a 20 componentes (11,5%), y un solo grupo supera los 20 miembros (3,8%). 6. Las Líneas de investigación de los GITS: Pluralidad temática y emergencia incipiente de la investigación del trabajo social. En los cinco últimos años (2005-2010) la producción científica de los grupos de investigación en TS ha sido elevada y recorre un amplio abanico de temas básicos y clásicos del trabajo social y de los servicios sociales, a la vez que también incluye No ha sido posible diferenciar la titulación de cada miembro del grupo (previsto en el cuestionario) debido a que no todas las respuestas lo identificaban, por lo que no se puede inferir el número de sociólogos, psicólogos, antropólogos, etc. de los grupos. Solamente se pueden identificar las titulaciones más relevantes, que pueden corresponder a un mismo miembri del grupo. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 47 Grupos de investigación en trabajo social en las universidades cuestiones y fenómenos sociales de reciente actualidad. Las investigaciones responden a encargos de administraciones públicas y de entidades sociales, y también son generadas por la propia iniciativa de los grupos de investigación. El análisis realizado permite constatar un espacio propio de investigación especializada en y desde el TS en el espacio universitario, que aunque desigual ofrece experiencia y pericia en la investigación. La pluralidad temática observada no es una especificidad de los GITS de las universidades del Estado español. Corresponde a una de las características de los servicios sociales señalada por Khan y Kamerman (1987) en su estudio internacional, y ratificada por otros analistas, entre ellos Demetrio Casado (1997, 2002, 2003, 2008), Casado y Fantova (2007), que la identifican como una característica compleja, y también a menudo innovadora, del sexto subsector de servicios sociales. Les denominaciones de las “Líneas de investigación” de los grupos combinan diversas temáticas interrelacionadas, y en el análisis se han respetado las denominaciones de los temas principales de cada línea. En algunos casos (U. Complutense de Madrid) se han utilizado los códigos de la UNESCO o de CNAE,19 práctica investigadora que facilita la identificación y la localización de las líneas de investigación de los grupos, y que sería interesante incorporar de forma habitual en las investigaciones de nuestro ámbito, con el fin de mejorar la identificación de la producción científica. En el mosaico politemático de los GITS destacan, en primer lugar, el análisis de la exclusión social y la pobreza, las políticas sociales, los temas sociales vinculados al género, y el trabajo social. Siguen, en orden de frecuencia, el estudio de la autonomía personal y la dependencia, y los efectos de la aplicación de la Ley 39/2006,20 la inmigración, y la familia. Las intervenciones sociales, la vejez y el voluntariado son también el objeto principal de estudio de cuatro grupos. La tabla siguiente presenta la totalidad y la variedad temática del conjunto de los grupos. Los GITS con líneas de investigación en trabajo social lo hacen desde varias perspectivas. Así, por ejemplo, tres GITS trabajan sobre la Metodología y la Epistemología del TS (U. Pública de Navarra, U. de les Illes Balears, U de Comillas), dos grupos centran la atención en el TS con las familias (U. de Barcelona y U. de Les Illes Balears), el TS en sectores de población determinados (U. de Comillas), TS y Grupos (U. de les Illes Balears) y en temas referentes a la profesión (U. de Alicante). Asimismo, en las temáticas de las investigaciones realizadas, se observa también el interés por el análisis del trabajo social. Los servicios sociales tienen una menor presencia en la denominación de las líneas Códigos Unesco de investigación. “Nomenclatura internacional UNESCO para los campos de Ciencia y Tecnología”. Consultable en http://www.micinn.es/portal/site/MICINN/ Los códigos de las temáticas más frecuentes de los GITS, son: 6307.05: Servicios Sociales; 6310: Problemas sociales; 6309: Grupos sociales; 6307.07: Política social; 6112: Estudio psicológico de temas sociales; 6114: Psicología social. CNAE: Calcificación Nacional de Actividades Económicas. Asigna un código a cada actividad económica. Consultable en www.cnae.com.es/ Código CNAE de Actividades de Servicios sociales: 85.3 20 Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de dependencia. 19 48 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo Tabla 4. Línies de investigación de los GITS. Diciembre 2010 Nº grupos Temáticas líness de investigación 8 Exclusión social y pobreza. 7 Políticas sociales. 6 Género, trabajo social. 5 Autonomía/Dependencia, Familia, Inmigración. 4 Intervención social, Vejez, Voluntariado. 3 Derechos Humanos, Salud y Sociosanitario, Servicios Sociales, Tercer sector. 2 Cohesión social, Desigualdades sociales, Discapacidad, Ética y Bioética, Mediación, Minorías étnicas, Religión, Redes sociales. 1 Evaluación, Conflictos, Control social, Desigualdades internacionales, Diversidad, Indicadores sociales, Integración social, Justicia y Criminología, Participación y participación ciudadana, Patrimonio Cultural, Prostitución, Resiliencia, Apoyo social,Tendencias sociales, TICS, Valores sociales, Vínculo social y Comunitario. de investigación de los GITS, hecho que invita a reflexionar sobre el interés y la conveniencia de incorporar el análisis de estos dispositivos sociales como objeto de las líneas de investigación. Probablemente su análisis esté incluida en muchas investigaciones, pero su visibilidad disminuye al no figurar en la denominación de la Línea de investigación. Las temáticas de las investigaciones realizadas y en curso muestran, a priori, la coincidencia temática entre las líneas de investigación y las de los proyectos, aunque en estos momentos, no se puede deducir de manera fehaciente una vinculación total entre líneas de investigación y proyectos desarrollados. Hay que decir, sin embargo, que, en la práctica, esta articulación no se produce de manera absoluta, pues los grupos de investigación disfrutan de flexibilidad y son sensibles a los nuevos fenómenos y problemas sociales, así como a las oportunidades del mercado público y privado de la investigación. 21 7. El origen de las investigaciones. Encargos públicos e iniciativa propia de los GITS. En el período de 2006-2010, la mayoría de las investigaciones realizadas y en curso por los GITS21 corresponden a encargos externos a las universidades. De las casi 60 investigaciones de los grupos analizados, 34 investigaciones (57,7%) corresponden a demandas de entidades de fuera, mientras otras 22 (37,3%) son fruto de la iniciativa del propio GITS, y un bajo, pero muy apreciable 5%, a investigaciones ganadas en convocatorias de concurrencia competitiva. Las investigaciones encargadas a los GITS proceden principalmente de las administraciones públicas (gobiernos autonómicos, diputaciones forales, y en menor grado administraciones locales, y en alguna ocasión de la Administración central del Estado). Las Federaciones de Asociaciones de personas Datos orientativos en base al análisis de 12 GITS que han respondido esta pregunta. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 49 Grupos de investigación en trabajo social en las universidades con Discapacidad también han sido agentes demandantes a los GITS. Entre las ocho universidades que han realizado investigaciones de encargo, destacan dos universidades con un número de 24 investigaciones (70,6%) entre las dos, (13 de la U. de Deusto, y 11 de la U. de Valladolid). No se han registrado encargos de entidades privadas. Las investigaciones de encargo muestran el reconocimiento y la confianza depositada en estos grupos, y son un claro exponente de la vinculación y la función social de las universidades con la sociedad y las instituciones sociales. A menudo las investigaciones fruto de la iniciativa del propio GITS (22 investigaciones, 37,3%) han obtenido el apoyo de ayudas a la investigación o de las administraciones públicas, y en ocasiones se han presentado y obtenido premios de investigación. Por ejemplo, el de la Fundació Víctor Grífols i Lucas22 de Bioética en el ámbito de las Ciencias de la Vida y la Salud, otorgado a GRITS de la Universidad de Barcelona. La producción científica de los grupos de investigación se traduce a menudo en publicaciones en revistas especializadas, o en libros, así como son objeto de comunicaciones en seminarios y congresos, y la realización de las tesis doctorales y de máster son una excelente oportunidad para la investigación. Este potencial investigador constituye 22 www.fundaciongrifols.org 50 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 una riqueza para la disciplina del trabajo social, de los servicios sociales y de la política social, y desde la perspectiva de la responsabilidad social y de la ética profesional, es una herramienta para la mejora de las condiciones de vida de la sociedad, del ejercicio profesional, de los ser vicios sociales y de bienestar, y en términos generales, de las políticas sociales. Posiblemente todavía poco divulgado, conocido, empleado, ni profundamente articulado con la práctica profesional, este espacio universitario investigador requiere, en conjunto, incremento, continuidad y estímulo, apoyo institucional y financiero, así como estrategias de proximidad entre la investigación y la profesión, para producir sinergias de mejora mutuas. Hasta aquí los primeros resultados de este modesto análisis. Invitamos a reflexionar sobre la investigación “en y desde el” trabajo social y a comunicar los resultados, reflexiones, aprendizajes, experiencias, problemas y oportunidades a todos los profesionales. Querríamos concluir esta aportación con el reconocimiento a todos los profesionales investigadores, y en especial a los que se interesan y aportan conocimiento en nuestro ámbito, por su trabajo y trayectoria investigadora, y animamos a todos los trabajadores sociales a adentrarse en este apasionante mundo de la investigación. Yolanda de la Fuente Estudios sobre el Vinculo social Observatorio para la Intervención social Factores Psicosociales, Voluntariado y Apoyo Social Equipo de Valores Sociales Sociologia de las Relaciones de Género y de la Família Modesto Miguel Rangel Myoral SEPISE. Seminario de Estudios para la Enrique Raya Intervención Social y Educativa José Francisco Campos Vidal Colectivo Alter-Acción. Colectivo de Investigación en Trabajo Social y Antropologia CCTS. Conflicte, Canvi i Treball Social Género, Dependencia y Exclusión Social Cátedra Unesco Religión, valores, ética y profesión Trabajo social: necesidades, problemas y recursos emergentes Colectivos de atención y servicios sociales Trabajo social: Docencia y supervisión, investigación Profesionalización, metodologías, modelos Castilla -La Mancha Complutense de Madrid Deusto. Bilbao y San Sebastiàn Extremadura. Badajoz Granada Illes Balears Jaén La Rioja León** pcorc@unileon.es rgomg@unileon.es mdomp@unileon.es María Jesús Domínguez Pachón ana.vega@uniroja.es ymfuente@ujaen.es www.uib.es/ca/recerca/estructures/grups/grup/ modestomiguel@yahoo.es eraya@ugr.es emma.sobremonte@deusto.es http://www.ucm.es/pags.php?tp=Grupos gioistrs@pdi.ucm.es astray@trs.ucm.es http://www.ucm.es/pags.php?tp=Grupos Emiliojose.gomez@uclm.es Prisciliano Cordero del Castillo Rogelio Gómez García Ana Vega Emma Sobremonte Mendicuti Elena Roldán/ José Miguel Marinas Francisco Gómez Gómez Andrés Arias Astray Emilio José Gómez Ciriano pepecarrionjerez@gmail.com mllobet@ub.edu José Rodríguez Carrión Marta Llobet Estany GUIS. Grupo Universitario de Investigación Social (SEJ-383) Cádiz jofernadez@ub.edu victor.gimenez@ua.es e-mail y/o webs Josefa Fernández Barrera GRITS. Grup de Recerca i Innovació en Treball Social Bastida. Grup de Recerca i Innovació docent Barcelona Víctor Giménez Bertomeu Investigador principal (IP) GITSSS. Grupo de Investigación sobre Trabajo Social y Servicios Sociales Nombre grupos (*) Alicante Universidad Anexo 1. Tabla GRUPOS DE INVESTIGACIÓN EN TRABAJO SOCIAL. Enero 2011 A fondo RTS - Núm. 192 - Abril 2011 51 52 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 EXITS. Exclusión, Inmigración y Trabajo Social EFIMEC. Ética, Filosofía y Metodología de las Ciencias sociales IFAM. Infància i Família en ambients multiculturals Grup de Recerca en Intervenció Social i Serveis Socials Grupo de Investigación de Ciencias Sociales Aplicadas ISMI. Integración Social das Mulleres Inmigrantes en Galizia Teoria feminista, Igualdad, Diferencia y Ciudadanía VSEN. Seniors Pablo de Olavide. Sevilla Pontificia de Comillas. Madrid Pública de Navarra. Pamplona. Ramon Llull Rovira i Virgili Valladolid Vigo carmenverde@uvigo.es anabel@uvigo.es fatimab@uvigo.es Ana Belén Méndez Fátima Braña redvega@trs.uva.es jdrueda@soc.uva.es pablo@cos.uva.es carmina.puig@urv.cat http://www.peretarres.org/wps/wcm/connect/ peretarres_es/peretarres/home/serveis/ recerca_consultoria/equip_de_treball ivan@unavarra.es http://www.upcomillas.es/investigacion/ inve_otri Jlsarsan@upo.es epastor@um.es e-mail y/o webs Carmen Verde Natividad de la Red Vega José Daniel Rueda Estrada Pablo de la Rosa Gimeno Carmina Puig Cruells Violeta Quiroga Raimúndez Mª Jesús Úriz Pemán Fernando Vidal Fernández José Luís Sarasola Enrique Pastor Seller Investigador principal (IP) (*) Los GITS registrados y analizados son 26, pero en este anexo se facilitan los datos de 24 grupos, debido a la falta de información publicable de dos grupos. (**) Los datos relativos a los GITS de la Universidad de León no han sido computados en las estadísticas que aparecen a lo largo del artículo por no haberlas tenido en el momento de la investigación. Se incluyen aquí una vez finalizado el artículo dada su relevancia Política Social: Análisis e Intervención social Investigación en Trabajo Social y Políticas sociales (SEJ-452) Murcia Nombre grupos (*) Universidad Grupos de investigación en trabajo social en las universidades A fondo Bibliografía ACERO. C. “La investigación en Trabajo Social”, en Revista Española del Tercer Sector. Madrid: Fundación Luis Vives, 2009. Pàg. 39-61. Número de registre 28-0857 i CIF G78649746 BAUMAN, Z. Modernidad líquida. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 1999. ISBN: 9788496859357 BECK, U. ¿Qué es la globalización? Barcelona: Paidós, 2007. ISBN: 84-493-0406-7 CASADO, D. Coordinación (gruesa y fina en y entre) los servicios sanitarios y sociales. Barcelona: Hacer Editorial, 2008. ISBN: 9788496913202 - Reforma politica de los servicios sociales. Madrid: CCS Editorial, 2002. ISBN: 978-84-83165928 - Introducción a los servicios sociales. Madrid: Editorial Popular, S.A, 1997. Col. lecció Trabajo social, política social, núm. 22. ISBN: 978-84-7884-184-4 CASADO, D. i FANTOVA, F. (coords.) Perfeccionamiento de los servicios sociales. Informe con ocasión de la ley sobre autonomía y dependencia. Madrid: Càritas Espanyola i Fundación FOESSA, 2007. ISBN / ISSN: 978-848440-373-9. CASADO, D. i GUILLÉN, E. Manual de Servicios sociales. Madrid: Editorial CCS, 2003. ISBN: 978-84-8316-7427 CASTELLS, M. La Era de la In- formación. Economía, sociedad y cultura. Madrid: Alianza Editorial, S.A., 1997. ISBN: 84-206-4246 DE VICENTE, I. “Entrega y presentación del V Premi d’Investigació de Treball Social Dolors Arteman”, en Revista de Treball Social, núm. 191. Barcelona: Col.legi Oficial de Diplomats en Treball Social i Assistents Socials de Catalunya, 2011. ISSN: 0212-7210 DE LA RED, N. Aproximaciones al trabajo social. Madrid: Consejo General de Colegios Oficia-les de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes Sociales, 1993. ISBN: 8432308137 ISBN: 13: 9788432308130 GAITAN, L. “Formación, trabajo social y derechos humanos”. Jornada de Formació i Innovació Docent. Ensenyament de Treball Social. Universitat de Barcelona. Conferencia marc pronunciada el 7 de juny de 2004. GRASSI, E. “La implicación de la investigación social en la práctica profesional del Trabajo Social”, en Revista de Treball Social, núm. 135. Barcelona: Col.legi Oficial de Diplomats en Treball Social i Assistents Socials de Catalunya, 1994. Pàg. 43-54. ISSN: 0212-7210 KAHN, A. i KAMERMAN, S. Los Servicios sociales desde una perspectiva. El sexto sistema de protección social. Madrid: Editorial Siglo XXI, 1987. Col.lecció Traba- jo social. ISBN: 84-323-0593-6 LÁZARO, S. i PANIAGUA, R. “Los métodos secundarios. La supervisión. La investigació. La administración”, en FERNÁNDEZ, T. i ALEMÁN, C. (coord.) Introducción al Trabajo Social. Madrid: Alianza, 2003. Pàg. 439-465. ISBN: 84-206-4321-1 RAYA, E. “I + D + I en la intervención social”. Revista Española del Tercer Sector. Madrid: Fundación Luis Vives, 2009. Pàg. 39-61. Número de registre 28-0857 i CIF G78649746 RICHMOND, M. Social Diagnosis. Nova York: Russell Sage Foundation, 1917. ISBN: 0217048986 ROSSELL, T. L’Entrevista en el Treball Social. Barcelona: Euge, 1987. ISBN: 84-7279-305-2 SEN, A. K. Nuevo examen de la desigualdad. Madrid: Alianza Editorial, S.A., 2004. ISBN:13: 9788420629513 - Development as Freedom. Oxford: Oxford University Press, 1999. ISBN: 0-19-829-758. - Nuevo examen de la desigualdad. Madrid: Alianza Editorial, S.A., 1995. ISBN: 978-84-2066814-7. VIVES, J. L. De Subventionerm Pauperum (1525). Del Socorro de los Pobres. Reedició de l’Escuela de Asistentes Sociales de Pamplona, abril 1985. Madrid: Editorial Marsiega, 1985. ISBN: 84-7103-207-4. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 53 Grupos de investigación en trabajo social en las universidades Webgrafía de interés Classificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) www.cnae.com.es. Consulta el 1 de febrero de 2011. Codis Unesco de Recerca. http://www.micinn.es/portal/site/MICINN/ Consulta l’1 de febrer de 2011. Generalitat de Catalunya. Buscador de grups de recerca i focus de R+D+I http://www10.gencat.cat/ agaur_web/AppJava/catala/a Consulta el 29 de gener de 2011. Institut Nacional d’Estadística (INE) www.ine.es. Consulta l’1 de febrer de 2011. Observatori de la Recerca (OR-IEC). Portal web MERIDIÀ (Mesurament de la Recerca, Desenvolupament i Innovació). http://meridia.iec.cat. Consulta el 29 de gener de 2011. OpenAIRE. Articles sobre recerques científiques finançades per la UE http://www.gencat.cat/diue/ noticies/46890756.html. Consulta el 29 de gener de 2011. Talencia. http://www.talencia.cat/ca/talencia/Pagines/quisom.aspx. Consulta el 29 de gener de 2011. 54 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo Ejerciendo la investigación en trabajo social: el relato de un caso práctico Kontxesi Berrio-Otxoa 1 y Ainhoa Berasaluze2 1. Primeros pasos de la investigación: creando condiciones de posibilidad Este trabajo surge de la alianza entre dos compañeras de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de la Universidad del País Vasco. Ambas profesoras, de distinta formación disciplinar y trayectoria laboral, compartíamos el deseo de contar con una visión general y actual sobre la situación del trabajo social y de la profesión en el País Vasco. La realización de una investigación era una herramienta útil para cumplir nuestro objetivo y, además, nos permitía iniciar una línea de investigación en esta área de conocimiento hasta entonces inexistente en nuestra universidad. La andadura del trabajo comenzó en 2004, cuando presentamos el proyecto de investigación a la convocatoria de ayudas de la Universidad. El proyecto no consiguió financiación alguna, pero lo más hiriente fue Proyecto de investigación 1 2 leer en el informe evaluador que “el objeto de estudio carece de interés”, una muestra más de la desconsideración del trabajo social en el ámbito académico. Otro factor que probablemente no actuó a nuestro favor fue presentar el proyecto en euskera, puesto que los comités evaluadores no son todo lo bilingües que se podría esperar. Tras superar el lógico desánimo y enfado decidimos llevarlo a cabo sin financiación, y solicitar la colaboración de los colegios oficiales de trabajo social del País Vasco (Colegio de Álava, Gipuzkoa y Bizkaia) para el desarrollo del trabajo de campo. Los colegios estimaron la propuesta de interés y decidieron apoyarlo, ya que desde el ejercicio profesional se carece frecuentemente de los medios y conocimientos sobre investigación social necesarios para emprender investigaciones. Desde estas condiciones (¿posibilistas?) se realizó la primera investigación sobre la realidad profesional del trabajo social en la Comunidad Autónoma de Euskadi. La realidad del Trabajo Social en la Comunidad Autónoma de Euskadi Socióloga. Profesora de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de la UPV/EHU. kontxesi.berriotxoa@ehu.es. Trabajadora social, antropóloga y doctora por la Universidad del País Vasco. Profesora de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de la UPV/EHU. ainhoa.berasaluze@ehu.es. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 55 Ejerciendo la investigación en trabajo social 2. Objetivos e intenciones de la investigación: para aprender y comprender La primera labor que realizamos fue una detallada búsqueda bibliográfica sobre la materia objeto de nuestro estudio. Esto, además de mostrarnos las investigaciones en torno al ejercicio profesional llevadas a cabo a escala estatal, nos permitió también conocer con más detalle el catálogo de revistas científicas de trabajo social. Objeto de estudio La profesión de trabajo social Objetivo principal Elaborar un diagnóstico sobre la situación actual de la profesión Objetivos específicos 1. Caracterizar el perfil socioprofesional 2. Conocer las necesidades percibidas por las y los profesionales Dimensiones estudiadas • Sociodemográfica • Formativa • Laboral-profesional • Perfil colegial 3. Enfoque metodológico y logístico: orientación y ejecución El planteamiento metodológico del estudio lo realizamos desde un enfoque cuantitativo, ya que nos proponíamos sopesar los perfiles mayoritarios de las trabajadoras y los trabajadores sociales en lo referente a las cuestiones de interés. La técnica elegida 3 La revisión bibliográfica nos dio acceso a cuestiones y temas de la profesión que despertaban interés y preocupación. Por la amplitud del abanico, acotamos las cuestiones que serían estudiadas básicamente a aspectos sociodemográficos, formativos, profesionales y colegiales. Así, el objetivo temático de la investigación fue, por un lado, describir y caracterizar el colectivo profesional, y por otro, identificar y poner de relieve cuestiones relacionadas con las necesidades y valoraciones sobre la profesión. para la recogida de información fue la encuesta postal con doble envío a colegiadas y colegiados de los tres territorios para su cumplimentación.3 La confección del cuestionario preliminar fue la siguiente labor tras la revisión bibliográfica. Este borrador de cuestionario fue sometido a la valoración de profesionales de distintas entidades y ámbitos de trabajo. Se obtuvo una muestra de 370 cuestionarios, lo que, considerando el muestreo como aleatorio simple, supone un error muestral de ±4,3 % a un nivel de confianza del 95 % para el conjunto de la muestra. 56 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo De hecho, las profesionales que testaron el instrumento para la recopilación de información eran también diversas, generacional y formativamente hablando. Ellas nos aportaron sus impresiones sobre el borrador de cuestionario y también sus percepciones sobre la situación de la profesión y su trayectoria en la misma. No puede decirse que fueran en rigor grupos de discusión, pero nos permitieron conocer diversas visiones sobre la realidad profesional. Recogidas las impresiones de las profesionales, las preguntas y posibilidades de respuesta inadecuadas fueron modificadas o desechadas. Este pre-test nos permitió acercarnos a algunos esquemas desde los que se representa la profesión, así como a las inquietudes de aquellas trabajadoras que nos brindaron unas horas de su tiempo. Otra tarea, aunque no aparece subrayada en los manuales sobre técnicas de investigación, pero que es fuente de algún que otro quebradero, consiste en la preparación y el envío del cuestionario a la muestra seleccionada. En este caso, esta actividad fue precedida de visitas a los colegios profesionales y la exposición de los propósitos de la investigación. Hubo bastante de labor persuasiva, en todo ello, ya que requería aclarar tareas, responsabilidades y compromisos. La grabación de los cuestionarios, que tardaron en llegar, fue otra ‘montañita’ que tuvimos que escalar con la colaboración de colegiadas alavesas. Después vinieron las semanas dedicadas al análisis de la información, estadístico primero e interpretativo después. La redacción, revisión y maquetación tuvieron lugar a continuación, y aprendimos mucho, sobre todo a base de solucionar imprevistos y dedicar horas. La preparación del proyecto para que la publicación fuera cofinanciada también resultó un aprendizaje y una toma de contacto con nuevas lógicas. La publicación bilingüe, demasiado apretada en páginas, por cierto (por un malentendido en el presupuesto y por la escasez del mismo), no llegó hasta 2008. Metodología Cuantitativa Técnica Encuesta postal 1. Confección cuestionario preliminar 2. Pre-test 3. Elaboración cuestionario definitivo 4. Envío postal del cuestionario a la muestra seleccionada 5. Recepción y registro de los cuestionarios cumplimentados 6. Grabación de los cuestionarios 7. Análisis estadístico y lectura interpretativa 8. Redacción del informe de investigación 9. Trabajo de publicación 10. Difusión de resultados de investigación 4. Resultados y conclusiones: algunas aportaciones A través de los cincuenta y seis ítems sobre los que recabamos información nos aproximamos a la realidad del ejercicio profesional. En este apartado mostramos, telegráficamente, algunos de los datos obtenidos. En la dimensión sociodemográfica se constata la representación mayoritaria del sexo femenino en el colectivo profesional, el 95% son mujeres. Esta es, sin duda, una característica definitoria del colectivo profesional. Por otro lado, y en esta misma dimensión, la RTS - Núm. 192 - Abril 2011 57 Ejerciendo la investigación en trabajo social Dimensión sociodemográfica Dimensión formativa Dimensión colegial Dimensión laboral-profesional información recabada en relación a la edad dibuja un porvenir profesional prometedor en lo que a recursos humanos se refiere, ya que nos encontramos ante un colectivo profesional formado por un amplio grupo de profesionales jóvenes –menores de 35 años– (45,5%), y otro grupo de profesionales más maduro también numeroso (43%) –de entre 36 y 50 años–, con experiencia profesional acumulada y con muchos años de ejercicio profesional aún por delante. En cuanto a la dimensión formativa, la valoración promedio de la for mación recibida en Trabajo Social es buena. No obstante, no son desdeñables las valoraciones regulares y negativas de determinados aspectos de la formación. En relación a esta última cuestión, las personas encuestadas apuntaban debilidades tanto en lo relativo a contenidos teóricos como prácticos, a la especialización y a la adecuación a la realidad social y profesional actual. Por otro lado, los estudios de tercer ciclo y/o tesis doctoral son anecdóticos, en tanto que sólo un 2 % de las tituladas los ha realizado. En lo referente a la dimensión laboralprofesional, el 80 % de las personas con estudios de Trabajo Social cuenta con experiencia como trabajadora o trabajador social, y de éstas, más del 90 % ejerce la profesión. La administración pública (principalmente los ayuntamientos) emplea al 67 %, el tercer sector al 23 % y la empresa al 10 % restante. Así, la mayoría de las y los profesionales que ejercen la profesión lo hacen en el marco del sistema de servicios 58 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 sociales, distribuidas entre los servicios sociales de base (54 %) y los especializados (45 %). Un dato interesante a destacar en el análisis de esta dimensión hace referencia a la satisfacción profesional. El 62 % de estas personas se sienten satisfechas, independientemente del ámbito de intervención. Este resultado difiere de la imagen de la profesión como realidad asociada al sufrimiento y al estrés, y en consecuencia, como una profesión de importante desgaste emocional. La dimensión colegial indica que el lugar de colegiación depende del lugar de residencia y también, aunque en menor medida, del lugar de trabajo; sin olvidar que ambas localizaciones, la laboral y la residencial, están habitualmente relacionadas. En la mayoría de los casos las diplomadas se colegian antes de transcurrir dos años desde la finalización de sus estudios, y la antigüedad de colegiación promedio entre las personas encuestadas es de 14 años. 5. Post-investigación: la transferencia de los conocimientos obtenidos Se piensa a menudo que las tareas de una investigación finalizan una vez obtenidos los resultados. Sin embargo, queda aún pendiente una labor básica y fundamental por realizar. Efectivamente, a través de artículos y conferencias, hay que dar a conocer y socializar los conocimientos obtenidos, para que puedan ser aplicados y den luz a nuevas prácticas y realidades. En esa labor que A fondo requiere especial empeño estamos inmersas en la actualidad. Este estudio ha sido para las promotoras del mismo todo un aprendizaje. Llevarlo a cabo ha sido costoso, y a ratos, largo y pesado, pero ha merecido la pena y las autoras seguimos siendo compañeras, compañeras aliadas. Bibliografía BERRIO-OTXOA, Kontxesi y BERASALUZE, Ainhoa. “Revisión de investigaciones en torno al ejercicio profesional del trabajo social”, en Revista Acciones e Investigaciones Sociales, 22, 2006, 441. ISSN 1132-192X BERRIO-OTXOA, Kontxesi y BERASALUZE, Ainhoa. “Gizarte-langintzaren lanbideari buruzko ikerketen errebisioa”, en Uztaro, 59, 2006, pág. 2539. ISSN 1130-5738 BERRIO-OTXOA, Kontxesi y BERASALUZE, Ainhoa. El 4 ejercicio profesional del Trabajo Social hoy. Bilbao: Colegios Oficiales de Trabajo Social de Álava, Gipuzkoa y Bizkaia, 2008. 4 ISBN 978-84-92413-04-1 BERRIO-OTXOA, Kontxesi y BERASALUZE, Ainhoa. “Aproximación al ejercicio profesional del trabajo social”, en Revista de Servicios Sociales y Política Social, 81, 2008, pág. 119-130. ISSN 1130-7633 BERRIO-OTXOA, Kontxesi y BERASALUZE, Ainhoa. “Gizarte langintzaren jardute pro- fesionala gaur egun”, en Zerbitzuan, 44, 2008, pág. 31-37. ISSN 1134-7147 BERRIO-OTXOA, Kontxesi y BERASALUZE, Ainhoa. “Aproximación a la realidad actual del trabajo social en Euskadi: una especial mirada al trabajo social en lengua vasca”, en RODRÍGUEZ, Ángel y RAYA, Enrique (Coord.). Una Europa Social y Plural. Granada: Universidad de Granada, 2010. Depósito Legal: GR 3004-2009 Esta publicación contó con financiación de los Colegios Oficiales de Diplomados/as en Trabajo Social de Álava, Gipuzkoa y Bizkaia; el Consejo General de Colegios Oficiales de Diplomados/as en Trabajo Social y la Escuela Universitaria de Trabajo Social de la Universidad del País Vasco UPV/EHU. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 59 El trabajo social con familias El trabajo social con familias: la responsabilidad de los trabajadores sociales en la autodeterminación de los colectivos más vulnerables Josef a Fernández, 1 Josep Mª Torralba, Mercè Tabueña, Rosa María Alegre, Adela Boixadós, Irene De Vicente, Eveline Chagas , Càndid Palacín , Belén Parra2 Resumen Los autores de este artículo, vinculados a GRITS, han hecho esta investigación fundamentalmente para poder contribuir a la generación de conocimiento sobre la relación entre el trabajo social con familias y la bioética. La investigación profundiza en las metodologías de intervención de los trabajadores sociales de varios hospitales de Cataluña con las familias de niños y personas mayores. Se analiza cuál es la implicación actual de los trabajadores sociales en la consecución de los objetivos vinculados al marco de la ética y de la bioética, y de qué manera se trabaja con las familias de los pacientes más vulnerables en relación a la autodeterminación desde la práctica del trabajo social. Este grupo de población se escogió por su condición de especial vulnerabilidad con respecto a la toma de decisiones. El estudio aporta conclusiones sobre las competencias y habilidades que tienen los trabajadores sociales para el desarrollo de la autodeterminación en el marco de la salud y presenta propuestas para la defensa del compromiso ético de los trabajadores sociales. Palabras clave: Bioética y trabajo social, trabajo social con familias, autodeterminación, vulnerabilidad, infancia, personas mayores. 1 2 Coordinadora, correo electrónico: jofernandez@ub.edu Profesorado del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales y miembros del Grup de Recerca i Innovació en Treball Social (GRITS) de la Universidad de Barcelona, correo electrónico: grits@ub.edu 60 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo Abstract The authors of this article, members of GRITS, have done this research with the aim to contribute in the improvement of the knowledge in the subject of Social Work with families and bioethics. The research is searching to know about the methodologies of Intervention used by social workers in several Hospitals of Catalonia regarding the families with children and the elderly. The research analyses social workers’ present involvement in relation to ethics and bioethics. At the same time, it shows how they work with the families of the most vulnerable patients regarding their capacity for self-determination. This population group was chosen due to its condition of special vulnerability in relation to the decision making process. The study brings some conclusions about social workers’ competences and skills for the development of self- determination in health services and makes proposals to encourage the ethical accountability assumed by social workers. Key words: Bioethics and social work, social work with families, vulnerability, selfdetermination,childhood, elder people. Introducción El objeto de este artículo es presentar los resultados de la investigación “El Trabajo Social con familias: la responsabilidad de los trabajadores sociales en la autodeterminación de los colectivos más vulnerables”, realizada por el GRITS mediante una beca de investigación sobre bioética otorgada por la Fundación Víctor Grífols i Lucas en su 11ª convocatoria.3 Uno de los ámbitos de intervención importantes para los trabajadores sociales ha sido y es el de la salud. Es por eso que se consideró de especial relevancia hacer una investigación en este ámbito que pretende saber cuál es la implicación actual de los trabajadores sociales en la consecución del marco ético y bioético que se ha ido desarrollando en los últimos años a partir de 3 diversas legislaciones en el ámbito internacional, estatal y autonómico. Por otra parte, con el objetivo de visualizar el papel que hace el profesional en la intervención con las familias, se valoró de especial relevancia centrar la investigación en dos de los colectivos considerados más vulnerables, en relación a su derecho a la autodeterminación y autonomía en la toma de decisiones: los niños y las personas mayores. El profesional del trabajo social está sujeto a una permanente reflexión, desde una perspectiva ética, sobre su práctica. El cuestionamiento reiterado hacia los criterios y las finalidades que rigen la praxis es de naturaleza no sólo teórica y técnica, sino también ética. Los profesionales son los que se encuentran de manera más directa ante los efectos que producen las injusticias sociales, las desigualdades, la falta de equidad en la Convocatoria de premios de investigación sobre bioética año 2008-2009, Fundació Víctor Grífols i Lucas: http://www.fundaciongrifols.org/collage/images/potter/tempFiles/potterTmpFile_uuid_238102/beca0409.pdf RTS - Núm. 192 - Abril 2011 61 El trabajo social con familias salud y la educación, entre otros aspectos. El marco ético en el que tiene que basarse el trabajo social hospitalario está muy relacionado con la ciencia de la bioética, que, como destaca De las Morenas (1999), se basa en fundamentos que los trabajadores sociales siempre han tenido, destacando especialmente el principio de autodeterminación, el respeto a las personas y el principio de justicia. Desarrollo de la investigación La investigación se desarrolló a partir de la elaboración de un marco teórico estableciendo los conceptos básicos de partida: ética y trabajo social; autodeterminación y vulnerabilidad, y el marco legal y normativo de referencia. Se describieron los objetivos de la investigación y la metodología a utilizar. A continuación, se realizó un análisis de los resultados más significativos obtenidos a lo largo de la investigación. Seguidamente, se establecieron las principales conclusiones derivadas del análisis de resultados, y para finalizar, se presentaron un conjunto de propuestas de carácter general y de otros más Para la obtención de los datos se elaboró un guión de entrevista ad hoc con 18 preguntas abiertas agrupadas en tres apartados, que fue utilizado posteriormente en el trabajo 62 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 vinculadas a la práctica de trabajo social hospitalario. Objetivos Los objetivos propuestos fueron los siguientes: Conocer la práctica del trabajo social con las familias de los colectivos vulnerables en relación a la autodeterminación por procesos de enfermedad. Identificar el rol del trabajador/a social en la garantía de los derechos a la información y la toma de decisiones (protocolos, participación en comités de ética, entre otros). Diseño de la investigación La investigación se enmarca dentro del paradigma del método cualitativo. Para obtener la información, además de la búsqueda de fuentes teóricas y documentales, se realizaron entrevistas en profundidad estandarizadas con final abierto. La investigación se planificó en cinco fases recogidas en el esquema siguiente: de campo. El primer apartado iba dirigido a todos los profesionales entrevistados y exploraba las diferentes dimensiones de la autodeterminación en su práctica. El segundo A fondo apartado, sólo lo tenían que responder aquellos profesionales que formaban parte de los comités de ética. El tercero, contemplaba la valoración que hacían los trabajadores sociales de la propia formación, el conocimiento y el impacto de la legislación sobre bioética, las herramientas propias o institucionales de que disponen y las propuestas de mejora que incorporarían en la propia práctica y en las dinámicas institucionales. El estudio se ha centrado en el ámbito hospitalario público de Cataluña, y con los profesionales del trabajo social entrevistados que llevan a cabo su tarea en hospitales de alta tecnología.4 La elección de estos hospitales se hizo porque las unidades de trabajo social de estos centros acostumbran a incluir a un número más alto de profesionales, entre los cuales se favorece más a menudo el trabajo especializado en áreas concretas. Los criterios de inclusión fueron trabajar con niños y/o personas mayores y aceptar participar en el estudio. Con respecto a los criterios de exclusión, eran llevar menos de 6 meses en el puesto de trabajo y no aceptar participar en el estudio. Los trabajadores sociales implicados en estas tareas en los hospitales escogidos han sido 48, de los cuales 45 participaron en el estudio. Los datos obtenidos en las entrevistas se categorizaron en base a los elementos conceptuales que se habían establecido a partir del marco teórico. Como consecuencia de este proceso surgieron unas agrupaciones de categorías conceptuales: Autodeterminación, que se ha desglosado en las subcategorías de: autodeterminación de las personas mayores, 4 de los niños y de sus familias. Se resaltó cuál era la función de los trabajadores sociales en relación al tema de la autodeterminación. La intervención profesional de los trabajadores sociales. En esta categoría se diferenció el cómo se interviene con las familias y con los colectivos directos, y se destacó el tema de la confidencialidad de los datos. La formación fue una categoría que apareció como resultado de los datos de las entrevistas. Interesaba conocer cuál es la preparación y formación de los trabajadores sociales para abordar el tema objeto de investigación y a la vez cómo la valoran. Las leyes sobre bioética y los profesionales que intervienen. Se establecieron categorías a partir de la consideración del impacto que tiene la normativa de los últimos 20 años relativa a la bioética en el trabajo de los equipos y la vida de los hospitales. Propuestas de mejora y recomendaciones, en base a las aportaciones surgidas de las entrevistas. El método utilizado para el análisis del material obtenido fue el análisis de contenidos con codificación, asistido de forma informática con el programa ATLAS/ti versión 5. Se trata del análisis de datos cualitativos, fundamentalmente del análisis de texto libre producido a través de entrevistas en profundidad. Los resultados se trabajaron conjuntamente con todos los miembros que intervinieron en la investigación, con el consecuente análisis contrastado de los resultados obtenidos. Hospital Arnau de Vilanova, Hospital de Bellvitge, Hospital Clínic, Hospital Joan XXIII, Hospital Josep Trueta, Hospital del Mar, Hospital de Sant Pau, Hospital Sant Joan de Déu y Hospital Vall d’Hebron. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 63 El trabajo social con familias Conclusiones Las principales conclusiones derivadas del análisis de los resultados de la investigación, en base a los objetivos establecidos y los resultados esperados, han sido las siguientes: La autodeterminación está vinculada a la toma de decisiones de la persona sobre la propia vida, más allá de los aspectos de salud como las relaciones personales y el lugar donde se quiere vivir y de qué manera. El concepto de autodeterminación es intrínseco al trabajo social, considerando el derecho a la autodeterminación de las personas atendidas en los servicios hospitalarios, de la misma manera que se tiene en cuenta siempre a la persona directamente implicada en el problema de salud, aunque pueda tener mermadas algunas de sus capacidades. Se identifican actitudes de sobreprotección y paternalismo por parte de los profesionales y de los familiares hacia las personas mayores y los niños, ya que por razones de edad son considerados incapaces para tomar decisiones en situaciones que afectan a su propia vida. Se constata que en los hospitales las intervenciones son de carácter agudo y que el objetivo es que las estancias sean lo más cortas posible. La celeridad en las intervenciones sanitarias plantea a menudo una especial dificultad en los procesos de toma de decisiones. A menudo se dan conflictos entre lo que querría decidir la familia y las personas afectadas por problemas de salud, pero los trabajadores sociales están 64 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 especialmente preparados para gestionar estas situaciones y se plantea como idónea la preparación en mediación y resolución de conflictos. Se destaca la importancia de respetar la confidencialidad de la información social, ocupándose de la información de los pacientes y de sus familias a la hora de traspasarla a otros profesionales o servicios. Los trabajadores sociales han recibido una formación inicial generalista, importante para atender los temas relacionados con la autodeterminación. La mayoría de profesionales han recibido una formación especializada en materia de bioética, en gran parte ofrecida por el propio hospital. Se relaciona la supervisión profesional externa y permanente como elemento fundamental de la formación continuada, que ofrece un espacio para reflexionar, evaluar y analizar las metodologías de trabajo de la propia praxis y de intercambio de conocimientos entre los profesionales. Los trabajadores sociales aportan la perspectiva del mundo social-relacional de los pacientes de los hospitales. Es importante que estén siempre presentes en los comités de ética, ya que aportan esta visión en las diversas funciones que ejercen estos comités. Propuestas No podemos finalizar este artículo sin mencionar algunas propuestas, unas de carácter más general y otras más vinculadas a la práctica del trabajo social hospitalario, que como grupo de investigación dirigimos a to- A fondo dos aquellos agentes que tengan algún papel para poder colaborar en su implementación. Como propuestas más relevantes de la investigación, se recogen las siguientes: Se debe conseguir una difusión más amplia de las informaciones y procesos que faciliten la autodeterminación, como son las referentes al consentimiento informado, las voluntades anticipadas y los protocolos específicos, y que las políticas públicas sanitarias velen por estos procesos. Es necesario velar por la formación de todos los profesionales del ámbito de la salud respecto a los temas relacionados con la bioética, que se haga desde los propios hospitales y que se facilite la formación de postgrado sobre ética y bioética en las universidades y centros especializados. Los centros hospitalarios deben disponer de espacios físicos adecuados para trabajar todo lo que está relacionado con la autodeterminación, y favorecer que se respeten los ritmos y tiempos de los pacientes y sus familias. Es necesario que los trabajadores sociales tengan el apoyo adecuado para poder ejercer las funciones que hacen en relación a la autodeterminación de los pacientes y sus familias, velando por la visibilidad de su función como profesionales de puente entre el paciente, la familia, los servicios sociales y el mundo social en general. Se debe garantizar que en todos los comités de ética asistencial de los hos- pitales se cuente con la participación como mínimo de un trabajador social. Es importante favorecer el fortalecimiento del trabajo en red y comunitario, y potenciar y facilitar los servicios de ayuda a domicilio, los centros de día y el acceso a los recursos sociales en general. Se debe incentivar la formación permanente de los trabajadores sociales en materia de bioética, favoreciendo la supervisión y potenciar espacios de reflexión y debate entre el colectivo profesional y otros para intercambiar experiencias y metodologías de intervención. En el marco de los títulos de grado en Trabajo Social, se debe desarrollar una formación más amplia en materia de ética y bioética en los planes de estudios de las universidades catalanas. Hay que continuar investigando sobre estos temas y favorecer las investigaciones por parte del colectivo de trabajadores sociales del ámbito de la salud, promoviendo espacios de colaboración entre las unidades de trabajo social y las universidades implicadas en su formación para garantizar la continuidad de la investigación. Esperamos que esta investigación pueda ser una herramienta relevante que aporte más y mejor sensibilización y conocimiento sobre la autodeterminación y la defensa de los derechos de los niños, de las personas mayores y de sus familias. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 65 El trabajo social con familias Bibliografía5 Col.legi Oficial de Diplomats en Treball Social i Assistents Socials de Catalunya. Codi d’Ètica i Deontològic. 2000. DE VICENTE, I. El Lugar de la Supervisión Educativa en la Formación de Grado en Trabajo Social. Barcelona, 2009. [Tesi doctoral] DE VICENTE, I. i TABUEÑA, M. “Instruments i Tècniques: Aplicació en el Treball Social Gerontológic”, en CASALS, A. Intervenció Social en l’atenció sociosanitària i residencial. Barcelona: Servei de publicacions de la Universitat Autònoma de Barcelona, 2005. ISBN 84-4902403-X FERNÁNDEZ, J. “La ética y el trabajo social hospitalario”. I Congreso nacional. Trabajo Social hospitalario. Trabajo social 5 hospitalario en los nuevos tiempos: hablemos de ello. Revista Servicios Sociales y Política Social, núm. 78 (2007), pàg. 155-164. ISSN 1130-7633 FERNÁNDEZ, J. “Ética y responsabilidad profesional”, en Relaciones humanas. Nuevas tecnologias. Saragossa: Mira Editores, 2000. Pàg. 429-436. ISBN 97884-89859-15-9 FERNÁNDEZ, J. La supervisión en el trabajo social. Barcelona: Paidós, 1997. ISBN 84-493-04407 LAS MORENAS, P. “Bioética”, en Cuadernos de Trabajo Social, núm.12 (1999), pàg. 245-260. ISSN 0214-0314 SALCEDO, D. “El papel de la autonomía personal en el trabajo social”, en Revista de Treball Social, núm. 130 (1993), pàg. 3148. ISSN 0212-7210 TABUEÑA, M. “Componentes psicosociales para la intervención en situaciones de maltrato a personas mayores”, en Revista de Treball Social, núm. 183 (2008), pàg. 72-83. ISSN 02127210 TABUEÑA, M. Les persones grans i l’autodeterminació. Jornada el dret a decidir: el Testament Vital. Les persones grans i la dignitat. Caixafòrum, Barcelona 2010 ÚRIZ, J. “Modelos de resolución de dilemas éticos en trabajo social”, en Revista de Treball Social, núm. 175 (2004), pàg. 627. ISSN 0212-7210 Por razones de limitaciones en la extensión del artículo, se sugiere la consulta de la bibliografía completa de la investigación. 66 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo La hiperfrequentación, una mirada desde el trabajo social sanitario La construcción de un equipo de investigación Rodríguez Molinet, J.; Calvo Rojas, V.; Ramell Gutiérrez, A.; Gil Rovira, M.; Pomares Costa, A.; Manzanares Rodríguez, S.; Carlota Busques, C.; Sentís Antolín, L.; Solís Míguez, B.; Solanas Fabregas, N.; Canut Segura, S. i Pedroche Prades, E. 1 Resumen El artículo que presentamos a continuación es fruto de la inquietud y el esfuerzo de 12 trabajadores sociales sanitarios que ejercemos en los centros de atención primaria de salud que componen el Servicio de Atención Primaria (SAP) de la zona izquierda de Barcelona del Institut Català de la Salut y que un día hace tres años nos animamos a realizar un proyecto de investigación, para muchos el primero de nuestra carrera profesional. De inicio todo eran dudas, pero pronto supimos que la duda, la pregunta de lo que no sabemos, es en sí misma la esencia de la investigación. Este artículo pretende dar a conocer de un lado nuestro propio proceso en tanto que grupo, nuestro proyecto de investigación y sus resultados preliminares. Paraules clau: Trabajo social sanitario, investigación, hiperfrecuentación, limitación social. Abstract The article that we present next is a fruit of the restlessness and the effort of 12 sanitar y social workers that exercise in the primary attention health centers that compose the Service of Primary Attention (SAP) of the left zone of Barcelona of the Catalan Institute of the Health and that three years ago we encouraged to carrying out a project of research, for many of us the first of our professional career. In the beginning everything were doubts, but soon we knew that the question of what we do not know is the essence of the research. This article intends to introduce on the one hand our own process as group, our research project and the preliminary results. Key words: Sanitari social work, research, hyperfrequentation, social limitation. 1 Trabajadores sociales sanitarios que ejercen en los centros de atención primaria de salud que componen el Servei d’Atenció Primària (SAP) de la zona izquierda de Barcelona del Institut Català de la Salut. E-mail de contacto: valentin_calvo@hotmail.com RTS - Núm. 192 - Abril 2011 67 La hiperfreqüentación desde el trabajo social sanitario La decisión y el tema El ámbito sanitario es por excelencia el hogar de la investigación, y en tanto que trabajadores sociales sanitarios participamos también de esta cultura. Además, cada vez se insiste más en la importancia del trabajo social y en el hecho de que sus aportaciones estén fundamentadas en el conocimiento científico y la evidencia empírica obtenida mediante la investigación. Así, desde la figura de Coordinación de Trabajo Social de Barcelona se promovió e impulsó un equipo de investigación compuesto por trabajadores/as sociales de atención primaria de salud. La investigación ha estado presente en nuestra cotidianidad desde que empezamos a trabajar en los centros, ya sea de una manera directa o indirecta; en las sesiones clínicas que se realizan, en las informaciones que recibimos sobre novedades en la literatura científica, en la formación que se nos ofrece desde la propia empresa y también en las oportunidades que tenemos de colaborar en estudios y proyectos de investigación interdisciplinarios, dentro de los propios equipos o multicéntricos, sin olvidar que son los propios ciudadanos o usuarios –sin ir más lejos– quien nos explica a menudo que han sido incluidos en un ensayo clínico como tratamiento de su enfermedad. Con todo eso teníamos que suponer que una iniciativa de realizar un proyecto de investigación desde trabajo social sería vista, cuando menos, con simpatía por parte de la gerencia y la dirección de los equipos. Pero había que avanzar en el tema y nos propusimos hacer un estudio sobre una cuestión que nos preocupara a nosotros –como trabajadores sociales– y al mismo tiempo fuera interesante para la institución en la que trabajábamos, que aunque ya se hubiera estudiado, ahora se planteara y se analizara desde una visión diferente, la del Trabajo Social Sanitario. No fue difícil llegar a consenso. Investigaríamos sobre la hiperfrecuentación de servicios sanitarios. El término hiperfrecuentación (en adelante HF) hace referencia al número de veces que cada usuario va a la consulta en un año. No había duda de que era un tema que preocupaba a las instituciones sanitarias, no en vano un 50% de los profesionales médicos, según la bibliografía, considera que recibe un porcentaje del 20% de visitas innecesarias,2 y que varios estudios coinciden en que pequeños grupos de pacientes realizan el más alto porcentaje de la demanda asistencial.3 Se trataba de un fenómeno muy complejo y con una explicación multifactorial donde los factores sociales tendrían que aportar también comprensión a la cuestión. Así los trabajadores sociales podíamos estudiar la HF desde una óptica diferente, no tanto desde la visión economicista y de empresa, sino desde nuestra percepción que el hiperfrecuentador es por encima de todo una persona que sufre. Una persona que sufre y que pide ayuda y que probablemente consulta a los servicios sanitarios sus malestares, que no enfermedades, y que obtiene del sistema la medicalización de los malestares o lo que se ha venido a decir la medicalización de la vida cotidiana.4 HACKING, I. ¿La construcción social de qué? Barcelona: Paidós, 2001. SIHVONEN, M. y KEKKI, P. “Unnecessary visits to health centress as perceived by the staff ”. Scand J Prim Health Care 8, (1990). Pág. 233-239. 4 TALARN, A. Globalización y salud mental. Barcelona: Herder, 2007. ISBN: 8425425298 2 3 68 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo La apertura a la dimensión bio-psico-social del nuevo concepto de salud que en 1978 se esgrimía desde la OMS, “estado completo de bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de la enfermedad”, impulsó una nueva organización y concepción de los servicios sanitarios donde también fue posible la inclusión de los trabajadores sociales en los equipos de atención primaria. Pero pasados los años, el reto sigue siendo poder proporcionar una atención global al paciente; a una persona que no consulta únicamente sobre síntomas somáticos y enfermedades, sino un ciudadano que espera encontrar en el sistema sanitario una solución para cualquier malestar, todo eso en el seno de una sociedad líquida, como diría Bauman,5 cada vez más inconsistente y menos capaz de gestionar adecuadamente y de forma autónoma los conflictos propios. Un ciudadano que no tolera la frustración y que hace de la inmediatez su dogma, que inconscientemente utiliza mal los servicios y que es al mismo tiempo víctima de la atención que recibe. Éstas y otras fueron las reflexiones que nos hicieron aventurar en el estudio de este tema tan complejo. Investigación bibliográfica Teníamos el tema y el enfoque, pero hacía falta saber qué artículos, qué investigaciones, se habían hecho hasta aquel momento que relacionaran la situación social y mental de la persona con el hecho de la HP. Por eso hicimos búsquedas bibliográficas exhaustivas atendiendo a diferentes criterios de búsqueda, que relacionaran la hiperutilización de 5 servicios sanitarios con diferentes variables. Obtuvimos una serie de publicaciones, en nuestro entorno y en otros países, que relacionaban la hiperfrecuentación con la presencia o no de enfermedades crónicas, con el sexo, la edad, el estado de salud autopercibido, la inadecuada dinámica familiar, o las deficientes habilidades del médico en motivación, formación y comunicación y con el entorno organizativo del acto sanitario (la accesibilidad, gestión de la demanda...), entre otros. Todo nos ayudaría a tener una visión actualizada del problema y también de los rasgos característicos del fenómeno estudiados y conocidos hasta la actualidad. Éste tendría que ser el punto de partida de nuestro proyecto. La hipótesis de nuestro proyecto de investigación Los usuarios hiperfrecuentadores presentan un deterioro en las relaciones familiares y en la red de apoyo social que puede explicar el aumento de frecuentación de las redes formales, en este caso de los centros de atención primaria de salud. Pensamos que si se corrobora la falta de contención o deterioro de las relaciones familiares y de la red de apoyo social en estas personas, se podrían diseñar intervenciones que contribuyeran a mejorar el problema y posibilitar así la contención del malestar psicosocial de esta población. Desde la perspectiva de las políticas de salud pública, se podría obtener beneficio en tanto que un mejor conocimiento de estos procesos podría traducirse en una mejor distribución de recursos y encontrar una BAUMAN, Z. Modernidad líquida. Buenos Aires: Fondo de cultura econòmica, 2002. ISBN: 9505575130 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 69 La hiperfreqüentación desde el trabajo social sanitario provisión adecuada de cuidados y atenciones. Ahora, a los trabajadores sociales sanitarios nos tocaría confirmar o refutar esta hipótesis según el método científico. Método científico Éste fue uno de los handicaps más importantes. La mayor parte de nosotros carecíamos, ya que muchos de nosotros habíamos acabado los estudios cuando todavía estas materias no se habían fijado con consistencia en la formación universitaria, de formación sólida en esta materia, y tuvimos que hacer un gran esfuerzo por realizar el diseño del proyecto; en este sentido, la ayuda que recibimos de los servicios de investigación de nuestra empresa y la dirección del investigador principal fue crucial para seguir adelante. Cabe decir que todos nosotros recibimos una formación básica de investigación a medida que íbamos haciendo el estudio. A continuación indicamos aspectos metodológicos de la investigación sin llegar a ser exhaustivos en el detalle, ya que consideramos que no es el objeto de esta publicación. Objetivos Nos planteamos una serie de objetivos. El más general: Analizar si existen características de disfunción sociofamiliar (limitación social) comunes a los hiperfrecuentadores y diferentes a las de la población general que puedan explicar la necesidad de ir repetidamente a las consultas médicas. Y otros específicos: Comparar las características sociofamiliares de los usuarios atendidos desde el 1 de 70 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 septiembre de 2007 hasta el 31 de agosto de 2008 con cita previa y/o espontánea por profesionales de medicina y enfermería de su centro de atención primaria, ya sean hiperfrecuentadores o no. Estas características sociofamiliares incluirían datos como la edad, el sexo, la renta, el estado civil, la situación familiar, estructura familiar y ciclo vital de los usuarios hiperfrecuentadores, y las compararíamos con las de los usuarios no hiperfrecuentadores. También analizaríamos si existían otros factores asociados a la hiperfrecuentación, como la presencia o no de otras enfermedades crónicas, la depresión o la ansiedad. Y finalmente observaríamos el consumo de recursos sanitarios y lo compararíamos entre las dos poblaciones, la hiperfrecuentadora y la no hiperfrecuentadora. Ámbito de estudio El estudio se desarrollaría en los puestos de trabajo del equipo investigador, es decir, los Equipos de Atención Primaria (en adelante EAP) del Servicio de Atención Primaria (en adelante SAP) Izquierda de Barcelona del Institut Català de la Salut, con una población asignada de 363.351 personas. Sujetos Hasta el momento de redactar este trabajo tenemos datos recogidos de 162 usuarios (84 hiperfrecuentadores y 78 no hiperfrecuentadores) que entre el 1 de septiembre de 2007 y el 31 de agosto de 2008 fueron por iniciativa propia a visitas de cita previa y/o espontánea de profesionales de medicina y enfermería en su centro de atención primaria aparejados por edad y sexo. A fondo Vista la variabilidad de la bibliografía, convinimos que consideraríamos hiperfrecuentadores a aquellas personas que en un año hubieran consultado 18 o más veces a los profesionales médicos y enfermeras de los centros de atención primaria. Diseño, selección de la muestra y análisis de datos Se trataría de un estudio de casos y controles transversal. Inicialmente se identificaron los usuarios de todo el SAP Izquierda de Barcelona y se clasificaron como casos: hiperfrecuentadores (visitas Cita previa y/o Urgente >=18 (percentil 95 de la distribución de visitas Cita previa y/o Urgente de los usuarios del Servicio de Atención Primaria)), y como controles: no hiperfrecuentadores (visitas Cita previa y/o Urgente <18). Como criterios de exclusión consideramos el hecho de sufrir trastorno mental severo, menores de 18 años y personas que presentaran problemas de movilidad y que por lo tanto no se pudieran desplazar a los centros para realizar la entrevista. Y posteriormente se seleccionaron en una muestra aleatoria tantos casos como controles de cada EAP, ajustada según el porcentaje de usuarios que cada EAP tenía asignados respeto al SAP. Los casos y los controles se aparejaron por sexo y edad (grupos de edad según la Encuesta de Salud de Cataluña (ESCA)). A nuestra técnica de salud, parte fundamental del proyecto, le correspondería la selección de la muestra y el análisis de los 6 datos siguiendo la estadística descriptiva y utilizando el paquete estadístico SPSS versión 16.0 para Windows. Intervenciones Para confirmar o refutar nuestra hipótesis hacía falta averiguar cada una de las variables que nos habíamos planteado estudiar y buscar instrumentos fiables y validados que las midieran. Para las variables sociodemográficas diseñamos un cuestionario ad hoc que recogía las siguientes: Edad, Sexo, Estado civil (soltero, casado, viudo, separado, divorciado), Nivel de instrucción (analfabeto, leer y escribir, estudios primarios, secundarios –ESO, BUP, FP– estudios universitarios), Renta (más del SMI, menos de FAS, desde PNC a mínima contributiva, desde mínima contributiva a SMI, desde FAS a PNC), Situación laboral (sin ocupación, pensionista jubilación, pensionista invalidez, pensionista vidudedad, ama de casa, estudiante, paro sin subsidio, paro, activo temporal, activo fijo). En este mismo cuestionario incluimos indicadores del Ciclo vital familiar según modelo reducido de Duvall (Badía, X., Alonso, J., 2007), y del Tamaño y estructura familiar (según clasificación de Luís de Revilla y L. Fleitas). Para identificar la disfunción familiar utilizaríamos el Cuestionario de función familiar Àpgar,5 ya que se trataba de una herramienta sencilla para conocer la situación familiar de los usuarios en la práctica clínica. Óbviamente había otros, pero su administración resultaba mucho más compleja; BADIA, X. y ALONSO, J. La medida de la salud: guía de escalas de medición en español. Barcelona: Tecnología y Ediciones del Conocimiento, 2007. ISBN / ISSN: 978-84-611-8288-6; 84-611-8288-X RTS - Núm. 192 - Abril 2011 71 La hiperfreqüentación desde el trabajo social sanitario la escala de ambiente familiar tenía 90 ítems, y la de MacMaster 53, por ejemplo. Utilizando el cuestionario de función familiar Àpgar de 5 ítems, puntuaríamos como disfunción familiar severa (Àpgar <=3), moderada (Àpgar 4-6) y no disfunción (Àpgar >=7). La disfunción social la identificaríamos con la Escala de apoyo social funcional de Duke Unk, un cuestionario de 11 ítems que recoge la opinión del individuo sobre las personas capaces de ofrecerle ayuda ante las dificultades y facilidades para la relación social y para comunicarse de manera empática y emotiva. Esta escala puntúa como disfunción social (Duke <32) o no disfunción social (Duke >=32). Para la variable depresión utilizaríamos la escala de Goldberg, donde una puntuación superior o igual a 4 indicaría elevada probabilidad de tener un trastorno depresivo. Y para la variable ansiedad utilizaríamos también la escala de Goldberg, donde una puntuación (Goldberg >=2) indicaría elevada probabilidad de tener un trastorno de ansiedad. Las variables sociodemográficas, la disfunción familiar, la disfunción social, la depresión y la ansiedad serían evaluadas a través de los cuestionarios mencionados y en el contexto de una entrevista personal con las personas seleccionadas. Otras, como el consumo asistencial y las enfermedades crónicas, tendrían que ser recogidas en un formulario diseñado ad hoc, sin la presencia del usuario. Para analizar el consumo asistencial en el último año, consultaríamos la historia clínica informatizada y nos fijaríamos en las siguientes variables: 72 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Media de medicamentos en prescripción continuada, número de derivaciones a especialistas, número de pruebas complementarias (analíticas, pruebas radiológicas, espirometrías, electrocardiogramas), número de visitas con médico de familia, número de visitas con enfermera, número de visitas a otros profesionales de Atención Primaria. Y para la variable enfermedad crónica haríamos constar el número de enfermedades crónicas de cada paciente que consten en la lista de problemas activos de la historia clínica informatizada según la clasificación CIE-10. Limitación social Para nuestro estudio resultaba útil poder contar con un nuevo concepto que combinara la disfunción social con la disfunción familiar. A tal efecto el grupo de investigación creó este término –que no existe en la bibliografía revisada–, que nos resulta de gran utilidad a la hora del diseño del estudio y al mismo tiempo nos permite la siguiente clasificación: limitación social severa (puntuación escala de Duke <32 y Àpgar familiar <=3) limitación social moderada (puntuación escala de Duke <32 y Àpgar familiar entre 4 y 6) limitación social leve (puntuación escala de Duke <32, solamente disfunción familiar Àpgar familiar <=6 y puntuación escala de Duke >=32) Aspectos éticos Se informó a todos los participantes en el estudio de los objetivos del mismo y so- A fondo bre las actividades vinculadas a su participación en el estudio: número de visitas, pruebas complementarias, información de los resultados, etc. Se les entregó información escrita y les solicitamos un consentimiento informado por escrito. Los datos fueron incorporados a una base de datos en la que no consta ninguna referencia a la identidad de los sujetos, para su manejo en los programas de análisis estadístico. Hemos asegurado la confidencialidad y el anonimato de los datos según la Ley 15/ 1999, de confidencialidad de los datos, tanto en la fase de ejecución del proyecto como en las presentaciones y publicaciones que de éstos se deriven. El proyecto está bajo la tutela del CEIC y del Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP) Jordi Gol e incorpora sus recomendaciones y sugerencias. Solicitamos también la autorización por parte de la dirección de todos los EAP y servicios participantes para poder acceder a las historias clínicas. Se ha respetado en todo momento la circular del Institut Català de la Salut en relación al acceso a la información clínica para temas de investigación. Proceso Llegado este punto ya teníamos toda la maquinaria en marcha y se trataba de iniciar el trabajo más costoso, el de contactar con las personas de la muestra, hacer las entrevistas, pasar los cuestionarios6 y recoger los datos, todo eso teniendo que coordinar esta actividad en 13 centros de atención primaria de salud. No obstante, muy pronto tuvi7 mos un gran estímulo, la consecución del Primer premio al proyecto de investigación de la Fundación Mutuam Conviure; éste sin duda era el presagio de que, cuando menos, empezábamos bien. Para dar idea de lo que significa este proceso cabe decir que la técnica de salud nos hizo la selección de la muestra y nos facilitó el listado de personas que aleatoriamente habían resultado escogidas. Cada uno de los trabajadores sociales tendría que revisar a las personas de la muestra que correspondían a su centro, y cribar aquellas que según la historia clínica tuvieran algunos de los criterios de exclusión que previamente habíamos definido. El proyecto se presentó en comité de dirección a todos los directores de los equipos de atención primaria de la zona a estudiar, solicitando la colaboración y la cesión de espacios para las entrevistas. Quedaba por lo tanto mandar una carta a todos los seleccionados en la muestra informando del estudio, realizar una llamada telefónica para concertar entrevista y finalmente realizar la visita y pasar los cuestionarios. Todo este proceso se hizo también con la valiosa ayuda de los alumnos de Trabajo Social de la Universidad de Barcelona en el contexto de la asignatura Prácticum de investigación. Esta colaboración supuso también dedicar un tiempo a la formación de los estudiantes sobre atención primaria de salud, trabajo social sanitario, el estudio en concreto y el protocolo a seguir para realizar las llamadas y visitas. Las llamadas telefónicas a las personas seleccionadas fueron pesadas y en ocasio- Hemos decidido no incorporar en este artículo los cuestionarios utilizados por motivo de limitación de páginas. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 73 La hiperfreqüentación desde el trabajo social sanitario nes decepcionantes, ya que a menudo las personas no aceptaban la visita por motivos laborales, falta de tiempo, y otros por problemas de movilidad, cosa que nos hacía pensar que los datos no estaban lo bastante bien recogidos en las historias clínicas, ya que éste precisamente era un motivo de exclusión. Hasta tres veces nuestra técnica de salud tuvo que extraer nuevas muestras de población para conseguir un número de visitas suficiente para la fiabilidad de nuestro estudio. Por culpa de esta cuestión el estudio se fue alargando con el tiempo, los estudiantes de la Universidad de Barcelona (UB) acabaron la colaboración ya que se enmarcaba en el contexto de un curso académico, y seguimos con la colaboración de profesionales del trabajo social recién diplomados a cambio de la experiencia y de una pequeña remuneración que fue posible gracias a los ingresos económicos obtenidos con una beca y el premio al que antes hacíamos referencia y con la inestimable ayuda de la secretaría del área de trabajo social. Resultados preliminares El enfoque basado en la evidencia empírica no implica que ésta sea la única fuente de conocimiento que inspire la práctica profesional, son varias las fuentes que informan las decisiones profesionales, como la experiencia adquirida, el conocimiento del contexto, el criterio profesional... No obstante, en el tema que nos ocupa nos centraremos en los resultados empíricos de nuestro estudio. Los resultados de las investigaciones tienen que ser transferidos, y ésta es la razón por la cual tiene sentido estimular las publi74 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 caciones y exposiciones en jornadas y congresos. Es más, tenemos que transmitir no sólo los resultados, sino la manera en la que los hemos obtenido, precisamente porque el trabajo tiene que poder ser reproducible si otros quieren hacerlo o continuarlo en el punto donde se ha dejado. Esta idea de reconstruir o reformular a partir de la última formulación es la que facilita el crecimiento. En la fecha de publicación de este trabajo todavía seguimos realizando entrevistas (n=221), pero con los datos obtenidos hasta ahora podemos hablar de resultados preliminares, y éstos nos permiten decir que hay tres veces más hiperfrecuentadores que presentan limitación social leve con respecto a los normofrecuentadores. En cambio, cuando la limitación social es grave, dejan de consumir recursos sanitarios quizás porque de alguna manera “ya los han consumido todos” e incluso pueden ver aumentado su malestar e incluso la patología. De estos datos preliminares se podría extraer también un perfil de persona hiperfrecuentadora, y ésta vendría a coincidir con el de una mujer jubilada, con renta baja, muy propensa a la ansiedad y con rasgos depresivos, con disfunción social y un elevado consumo sanitario y de visitas médicas. Entre estos resultados y su utilidad para nuestro ejercicio profesional se intuye un importante camino, tendremos que desarrollar metodologías y programas de actuación y se abren, cómo no, nuevas preguntas que tendrán que generar al mismo tiempo nuevas investigaciones que probablemente tendrán que ser contestadas por otros investigadores. Y tendremos que atrevernos también a hacer investigación sobre la efectividad de A fondo nuestras intervenciones, las que son propias del trabajo social. La construcción de un equipo de investigación: presente y futuro Según el Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP) Jordi Gol, un grupo de investigación “es un conjunto de personas con intereses comunes que desarrollan una o más líneas de investigación en un área de conocimiento determinada y que pueden demostrar el trabajo conjunto en algún proyecto con financiación externa y/o con publicaciones conjuntas. El grupo debe ser una estructura con vocación de perdurabilidad y con proyección de futuro”. Las personas que hemos realizado esta investigación tenemos clara voluntad de seguir como grupo de investigación y por eso tenemos interés por acreditarnos a través del IDIAP como grupo de investigación emergente. Los beneficios que nos puede aportar esta acreditación van desde los individuales como de todo el grupo, en cuanto a las diversas convocatorias de ayudas en investigación del IDIAP, donde los grupos de investigación tienen una ponderación especial en sus bases. También para acceder a políticas de li- beración para la investigación, ayudas para formación, estancias en otros centros, congresos... reconocimiento en carrera profesional y también para adentrarnos en un mundo apasionante y que da nuevas dimensiones a nuestra práctica profesional. Agradecimientos Muy especialmente a aquellos que creyeron en nuestro proyecto, Dr. Sebastià Calero, y al Projecte XB que nos concedió una beca para poderlo realizar, también a la Fundació Mutuam Conviure por haberlo reconocido con su I Premio de investigación y por su financiación. A la Dra. Eva María Rodríguez Pérez (Metodología, Calidad y Evaluación Asistencial) por ser parte fundamental de nuestra investigación, a la Sra. Carmen Franco (responsable del Àrea d’Activitat d’Atenció a la Persona Usuària), a los estudiantes de la Universidad de Barcelona del curso 20082009, a la Sra. M. Mercè Rico y la Sra. Neus Martorell (docentes de la UB), a las becarias y a la Sra. Carme Benaiges, secretaria del Àrea de Treball Social del Ámbito Barcelona ciudad. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 75 La hiperfreqüentación desde el trabajo social sanitario Bibliografía ARMEGOL, R. “Sobre salut, salut mental, tractament i psicoanàlisi”, en RTS, núm. 178 (2006). ISSN: 0212-7210 BADÍA, X. i ALONSO, J. La medida de la salud: guía de escalas de medición en español. Barcelona: Tecnología y Ediciones del Conocimiento, 2007. ISBN / ISSN: 978-84-611-8288-6; 84-6118288-X BAUMAN, Z. Modernidad líquida. Buenos Aires: Fondo de cultura econòmica, 2002. ISBN: 9505575130 BELLÓN, J. A.; DELGADO, A.; LUNA, J. D. i LARDELLI, P. “Patient psychosocial factors and primary care consultation: a cohort study”, en Family Practice, núm. 24 (2007). 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Article Open Access distribuït segons llicència de Creative Commons (http://creativecommons.org/ licenses/by-nc-nd/2.5/es/) http://pub.bsalut.net/butlleti/ vol28/iss3/3 Llei orgànica 15/1999, de 13 de desembre, de protecció de dades de caràcter personal A fondo Anexo RTS - Núm. 192 - Abril 2011 77 La hiperfreqüentación desde el trabajo social sanitario 78 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo El impacto de la Ley de Dependencia en el modelo de atención social tradicional y en los servicios sociales Cristina Rimbau i Andreu1 Resumen La protección al riesgo de la dependencia es uno de los retos de las sociedades y de los estados occidentales, y algunos estados europeos, en los últimos quince años, han establecido esquemas protectores de diversa intensidad y estructura. La aprobación de la Ley 39/2006 situó a España en el panorama europeo de la protección de este riesgo social, estructurando una respuesta inicial a la demanda expresada reiteradamente por los afectados y familiares, los sectores profesionales, las organizaciones sociales, recogida en los acuerdos de la Renovación de los Pactos de Toledo de 2003. Transcurridos más de tres años del despliegue de la Ley,2 parece pertinente preguntarse por sus efectos y por la asunción de sus objetivos, así como descubrir dificultades y fortalezas con intención de mejora. Este artículo presenta un resumen relativo al posible impacto de la Ley en el modelo de atención social tradicional (familístico, femenino y prioritariamente de responsabilidad privada), sus efectos en el modelo de servicios de apoyo (residenciales y/o comunitarios) y su incidencia en los servicios sociales básicos. Palabras clave: Dependencia, cuidado larga duración, modelo familístico, feminización del cuidado, gobernanza multinivel, modelo comunitario, cuarto pilar del sistema de bienestar social. Trabajadora social y psicóloga. Máster de Investigación en Sociología por la Universidad de Barcelona. Profesora del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales. Universidad de Barcelona. Miembro investigador de GRITS (Grup de Recerca i Innovació en Treball Social) mrimbau@ub.edu 2 En el texto utilizo el término “la Ley” para referirme a la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de dependència (LAPAD), ley 39/2006, o su acrónimo “LAPAD”. NOTA: Al final del artículo pueden consultarse las siglas utilizadas en la investigación. 1 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 79 El impacto de la Ley de Dependencia Abstract The protection to the dependence risk is one of the current challenges of societies and of the Western States, and in the recent fifteen years, some European States have established protective schemes of different intensity and structure. The passage of Law 39/2006 has placed Spain on the European scene in the protection of this social risk, by structuring an initial response to the demand expressed repeatedly by patients and family members, professional sectors, civil society, and the agreements included in the Renovació Pactes de Toledo on 2003. After more than three years of the unfolding of the Act, it is pertinent to ask for their effects and the assumption of its objectives and guidelines, as well as discover difficulties and problems with the intention of improving. This article presents a summary in relation to the possible impact of the law on the model of traditional care (family, female and first and foremost private liability) and on the services models (residential-community) social services. Key words: Dependence, long term care, familistic model, feminization of the care, multilevel governance, community model, fourth pillar of the social welfare system. Agradecimiento Introducción La investigación que sintetiza brevemente este artículo no habría sido posible sin la participación y la generosidad de los profesionales y expertos de los Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, del País Vasco y de Cataluña entrevistados, que ofrecieron sus reflexiones, saberes y tiempo, a mi trabajo. De manera particular deseo agradecer al profesor Demetrio Casado su maestría y reflexiones, a la Dra. Emma Sobremonte su apoyo y opiniones, y a la Dra. Marisol Garcia, su tutorización, saberes y reflexiones en el transcurso de la investigación. A todos ellos, y a la RTS por invitarme a participar en este número monográfico, ¡muchas gracias! El artículo presenta una breve síntesis de la investigación “L’impacte de la Llei de Promoció de l’autonomia Personal i Atenció a les persones en situació de Dependència en el model de cura familiar tradicional i en els Serveis socials”,3 realizada en el período de mayo-septiembre 2010, y que se interesaba, entre otras cuestiones, por observar si, en los tres primeros años del despliegue de la Ley, se producían cambios, siguiendo las orientaciones de la Ley, en el modelo de atención social tradicional prevaleciente en la sociedad española en el cuidado de larga duración,4 hacia un modelo de responsabilidad pública, y de iniciar un proceso de desfamilización, potenciando el desplaza- Investigación correspondiente al trabajo final del Máster de Investigación en Sociología de la Universidad de Barcelona. Octubre 2010. 4 La expresión “Long Term Care” se traduce por “Cuidado de larga duración” (CDL), empleando el verbo “cuidar” en su sentido semántico más amplio, equivalente a “care”. Hoy en día, el término “cuidado” está 3 80 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo miento de la responsabilidad y del esfuerzo de cuidado de las familias hacia los servicios, en particular hacia los servicios sociales. En segundo lugar, la investigación ha analizado los posibles cambios en el modelo de servicios predominante (modelo residencial-centrista) hacia un modelo de atención comunitaria, de atención en el ethos del sujeto, mediante potenciar un sistema de servicios de proximidad y prestaciones económicas de apoyo, en la orientación de “community care”; orientación preferente en los estudios teóricos y técnicos, modelo más desarrollado en otros países vecinos europeos, y recomendado por las instancias sociales europeas. Precedida por un dilatado y enfrentado debate, el Congreso de Diputados español aprobaba, el último mes del año 2006, la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de Dependencia (ley 39/2006), que inició su singladura el primer día del año 2007. Transcurridos tres años y medio desde su aprobación, el proceso de aplicación presenta serios interrogantes sobre las finalidades pronunciadas, creando un vivo debate en torno a su estructura organizativa y competencial, el esquema y la práctica de la gobernanza, la estructura de financiación, y su despliegue y gestión, tanto en los foros profesionales, como en las entidades de afectados y familiares y en las organizaciones políticas y sindicales. Las primeras evidencias de su aplicación invitan a interrogarse seriamente sobre la viabilidad de las orientaciones y los objetivos de la Ley, detectar dificultades y fortalezas, e identificar propuestas y estrategias de mejora. Metodología de la investigación La metodología de esta investigación5 ha seguido el esquema básico de la investigación sociológica, trabajando la información teórica y documental, y las metodologías y técnicas propias del trabajo de campo. El análisis conceptual de los principales términos utilizados y el estudio del estado de la cuestión (state of arts), con el fin de situar el contexto teórico y la actualización de los conocimientos en los temas objeto de la investigación, han sido elaborados en base a fuentes documentales secundarias, de ámbito local europeo e internacional, en cinco áreas temáticas: el escenario demográfico; el modelo familístico y los procesos de desfamilización, analizando al modelo del Estado español en el contexto europeo; la feminización del cuidado de larga duración; el gasto en términos del PIB en provisión de la CLD; y el “care pakadge” de los servicios de apoyo al esfuerzo familiar, en España y en comparación europea. Las hipótesis de la investigación han sido elaboradas previo análisis de bibliografía especializada y consulta analítica de fuentes estadísticas de carácter demográfico, bases de datos de organismos internacionales, europeos y estatales, y estudios comparativos,6 y especialmente situado en el ámbito sanitario, pero es propio y utilizado también en otros ámbitos, como el judicial, por ejemplo en la figura jurídica de la“curatela” y del “cuidador”. 5 Se presenta un resumen de la metodología de la investigación en relación al carácter especializado y monográfico de este número de la RTS dedicado a la investigación en y desde el trabajo social. 6 OCDE 2005, 2007, 2008; EUROSTAT 2006, 2007, 2009; INE (2008), las Encuestas de Discapacidad, Autonomía Personal y situaciones de Dependencia (EDAD 2008), Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud (EDDS 1999), la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencia y Minusvalías RTS - Núm. 192 - Abril 2011 81 El impacto de la Ley de Dependencia de los datos que ofrece el SISAAD. Las informaciones documentales fueron complementadas con contactos directos, previos a la investigación, con profesionales de los servicios sociales de diferente perfil académico. El trabajo de campo, con el objetivo de conocer la opinión de profesionales y expertos de los servicios sociales, se realizó en tres CCAA: Comunidad de Madrid, País Vasco y Cataluña, buscando detectar similitudes y diferencias territoriales. Sus aportaciones fueron recogidas mediante entrevistas personales y presenciales, en las sedes de los entrevistados, con la elaboración de un cuestionario mixto, con preguntas cerradas y semiabiertas, y la inclusión de un espacio abierto para las aportaciones espontáneas. El cuestionario, elaborado para esta investigación y probado previamente en entrevistas piloto, ha sido la técnica utilizada en las entrevistas personales, presenciales y en profundidad, pero que se ha utilizado como guión de entrevista, priorizando escuchar las opiniones, reflexiones y propuestas de los entrevistados. En conjunto 42 entrevistas a expertos y profesionales de ciudades capitales de las tres CCAA (Madrid, Bilbao, Barcelona), de servicios sociales de ciudades de áreas metropolitanas (Valdemoro, Baracaldo y Hospitalet), de ciudades intermedias (Vitoria, Granollers y Manresa) y también servicios sociales municipales del medio rural (comarca del Duranguesado). Todas las informaciones han sido tratadas de forma agregada y, en el análisis y categorización de los contenidos de las entrevistas, se ha utilizado el programa informático ATLAS-ti.5.2. Los datos del trabajo de campo y de las bases de datos analizados constituyen los anexos de tablas y gráficos que acompañan el documento final de la investigación. 82 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 El efecto transformador de la LAPAD. Del modelo asistencial al reconocimiento de derechos La valoración del impacto de la LAPAD en la transformación del modelo famílistico es considerado débil y una asignatura pendiente para la mayoría de los entrevistados (70 %), pero también una gran mayoría (76,2 %) coincide al subrayar el valor positivo de la medida legislativa en el escenario de los derechos sociales, y, en esta perspectiva, algunos consideran que la Ley marca “un antes y un después de la historia de la protección social en España” (M-4). Se valora positivamente la orientación y la apuesta legislativa de establecer el derecho subjetivo, la propuesta de acceso universal, el objetivo de asunción de responsabilidades públicas, así como la orientación de estimular a un modelo de atención en la comunidad, potenciando los servicios de apoyo en el entorno, sociales y emocionales, de los afectados. La valoración positiva de estos aspectos de la Ley es compartida en las tres CCAA de forma bastante similar. En el País Vasco (81,1 %), en Cataluña (75 %) y en la Comunidad de Madrid (72,2 %). Pero al lado de este reconocimiento positivo, surge inmediatamente la preocupación y los interrogantes respecto de la vulnerabilidad del derecho subjetivo establecido debido a la actual aplicación de los objetivos y las orientaciones mencionadas. Vulnerabilidad debida, en opinión de los entrevistados, a una multicausalidad de factores, entre los cuales destacan las dificultades financieras derivadas de la estructura económica de la Ley y de la crisis económica que caracteriza este primer periodo de aplicación, pero que no puede ser utilizado como un “elemento refugio” de los A fondo problemas e incidencias del proceso de aplicación. El lento despliegue y la restrictiva aplicación de la Ley, la burocratización de los procesos de solicitud y valoración, los largos periodos de desinformación, así como la demora de los dictámenes y las prioridades en la asignación de los servicios y de las prestaciones de los PIA, son factores que incrementan la fragilidad del derecho establecido. Las críticas al Catálogo del SAAD son múltiples, y la coincidencia de opinión de los entrevistados elevada (78 %). El principal punto débil corresponde a la construcción del Catálogo, con servicios de perfil clásico, limitadamente innovador (las medidas más novedosas: las acciones preventivas y de promoción de la autonomía personal, y la figura del asistente personal, ambas aplicadas de forma testimonial), y la elevada coincidencia con las carteras de servicios sociales de las leyes autonómicas. Esta similitud no significa, en la práctica, complementariedad y flexibilidad en los servicios, sino que en ocasiones ha limitado la cobertura otorgada anteriormente en la Ley a las personas afectadas por los servicios sociales locales. “Una ley buena pero congelada” (PV-4). “Es una ley vacía, no se ha construido nada de nuevo, se ha desplegado pero no hay nada dentro” (C-20). La crítica al Catálogo se amplía al analizar las prevalencias de las medidas asignadas por los PIA. Los profesionales entrevistados destacan que, en la práctica, hay una clara decantación hacia dos medidas del catálogo: las prestaciones económicas y la asignación de centros residenciales, mientras las medidas que facilitarían andar hacia un modelo de atención a la comunidad –SAAD, Centros de día y Teleasistencia– presentan unos porcentajes menores de asignación, y las medidas más novedosas (prevención y promoción, y asistente personal) lo son de manera testimonial. Los datos analizados en agosto del 2010 (tabla 2) son coincidentes con las más recientes de febrero de 2011, confirmando la tendencia de asignación de los PIA,7 que prioriza los servicios clásicos residenciales en lugar de los Servicios sociales de proximidad, como contempla el texto legislativo. La prestación económica a cuidadores, la estrategia de cuidado más económica, sobradamente asignada por los (EDDM 1986); OMS 2001, 2000; COM 2010, 2009, 2008; IMSERSO, 2009 a, b, c, 2008, 2001; Estudios de autores, comparativos de ámbito europeo. 7 Se presentan los datos actualizados, en sustitución de los datos de 1 de agosto de 2010 empleados en la investigación. SISAAD. 1 de febrero de 2011. Porcentaje de las medidas otorgadas. Global España: PEC: 47,82 %; Atención residencial: 15,07; SAAD: 12,13 %; Teleasistencia: 10,96 %; PE vinculada al servicio: 6,57 %; Centros de día/noche: 5,91; Prevención y Promoción: 1,4 % y PE Asistente personal: 0,09 %. Las diferencias interterritoriales en la prestación económica a cuidadores y en la asignación de centros residenciales son altas. En la PEC, en las Islas Baleares y en Murcia significan el 70 % de las prestaciones asignadas, Aragón, Cantabria, y Ceuta y Melilla, tienen porcentajes en el intervalo del 60 %, y Cataluña, Galicia, Navarra, Castilla-La Mancha y Canarias en porcentajes del 50 %, todas ellas situadas por encima del promedio estatal situado en el 47,8 %. En los centros residenciales, las diferencias entre las CCAA llegan a un diferencial de 24 puntos (entre la de más alto % otorgado Com. Valenciana (31,9 %) y la más baja (Murcia: 6,9 %). Las más elevadas son Com. Valenciana, Com. de Madrid y Murcia (superiores al 30 %), seguidas de Asturias, Canarias, Cantabria y País Vasco (20 %). La mayoría: Aragón, Baleares, Castilla-León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Galicia, Navarra y la Rioja, presentan porcentajes superiores al 10 %. El promedio del Estado se situa en el 15,7 %. Consultable en línea en http://www.observatoriodeladiscapacidad.es/informacion/estadisticas RTS - Núm. 192 - Abril 2011 83 El impacto de la Ley de Dependencia equipos de los PIA, refuerza la familización y la feminización del modelo actual, potenciando la desviación de los objetivos de la Ley. El análisis de las CCAA en las asignaciones de servicios y prestaciones, muestra fuertes diferencias interterritoriales, acentuando el criterio discrecional en la asignación de las medidas, como se puede ver al analizar los datos resumidos en la nota siete, a pie de página. De todos modos, la filosofía del texto legislativo disfruta del reconocimiento positivo de los entrevistados, en la medida en que, como se ha dicho, recoge algunas de las orientaciones de estudios previos y de los acuerdos de la Renovación del Pacto de Toledo (2003), así como expectativas y demandas de las personas afectadas y familiares, las de sectores profesionales, y responde a una necesidad social no cubierta. “Las orientaciones de la ley son lo mejor, y que se haya considerado la dependencia como una situación protegida” (M-2). “La ley está bien, ... muchas cosas se verán más tarde, aún es pronto...” (PV-7). “La ley como modelo propuesto es muy interesante, pero su implementación es un despropósito, y un despilfarro. Se podría cambiar el modelo si se hiciese prevención, pero no somos un país de prevención” (Cat-8). La transformación del modelo familístico. ¿Una desviación de los objetivos de la Ley? Varios autores, como Österle (2001), Bazo (2004), Bettio y Plantenga (2004), Flaquer (2004), Rodríguez Rodríguez (2006), Escuredo (2007) y Rodríguez Cabrero (2004), han señalado reiteradamente que, en los estados del sur europeo, existe una tradición muy acentuada en la familiarización del cuidado social, y en particular del cuidado 84 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 de larga duración. Factores culturales, religiosos y morales, la alta feminización de los roles de cuidado, la incorporación de la función de cuidar en los procesos de socialización personal, así como el bajo coste económico de este modelo para las haciendas públicas, actúan simultáneamente, reforzando el modelo familiar tradicional y haciéndolo resistente a posibles cambios. La apuesta del legislativo por potenciar el cuidado mediante servicios y reducir el esfuerzo de las familias (responsabilidades y tareas) con la voluntad de iniciar una tímida desfamilización es valorada positivamente, pero los entrevistados de las tres CCAA coinciden mayoritariamente (69 %) al afirmar que, en estos tres primeros años, no se observan efectos reductores del esfuerzo de las cuidadoras y cuidadores. Las cuidadoras, dicen los entrevistados, siguen cuidando como antes, ahora, en ocasiones, con una ayuda económica de bajo potencial económico. La baja dotación de servicios de apoyo, o la limitación de algunas prestaciones de un servicio, por ejemplo, la limitada, y en ocasiones reducida, cobertura horaria de los SAD, no permiten liberar suficientemente a las cuidadoras, y destinar tiempo y esfuerzo a otras ocupaciones, entre las cuales las laborales, y opinan que la asignación actual de los PIA no está produciendo cambios, o indicios de modificación, en la transformación del modelo tradicional. Solamente una minoría de los entrevistados (14,3 %) considera que se están iniciando cambios en el modelo tradicional. Los impactos positivos observados por estos profesionales y expertos se concretan, en síntesis, en una mayor visibilidad de las familias cuidadoras, un cierto cambio en la percepción social de la persona afectada, que pasa de ser una “persona asistida” a un A fondo “sujeto de derechos sociales”, también en un incipiente reconocimiento social del rol de cuidar, así como en hacer emerger situaciones ocultas de personas y familias necesitadas de ayuda. El análisis territorial muestra una mayor polarización de las opiniones en la Comunidad de Madrid y en el País Vasco, y una percepción menos crítica en Cataluña (tabla 1). Tabla 1. Impacto de la LAPAD en el modelo de atención familiar. Opinión entrevistados C. Madrid País Vasco Catalunya Totales Sí 9,1 18,7 15 14,3 No 72,2 72,2 65 69,0 Sí y No 9,1 9,1 20 14,3 No comenta 9,1 - - 9,1 Totals 100 100 100 100 Fuente: Elaboración propia. Trabajo de Campo. Junio-julio 2010. La prestación económica a los cuidadores familiares (PEC) está provocando efectos de sentido contradictorio que habría que supervisar cuidadosamente. Un primer impacto, valorado a priori positivamente, es un cierto cambio en la percepción social de la persona dependiente en el entorno familiar, que pasa de ser considerada un “sujeto generador de gasto económico y del esfuerzo de terceros”, a ser un “sujeto de derechos sociales” y un “sujeto económico”, que aporta ingresos regulares al conjunto de los miembros de la familia, ganando valor en el sí de la constelación familiar. Pero la revaloración de los afectados como sujetos económicos no significa necesariamente una mejora en su calidad de vida, pues el destino de la prestación no significa necesariamente el beneficio de la persona atendida. Una valoración de cariz utilitario no es emocionalmente satisfactoria y puede derivar en situaciones de riesgo, e incluso, generar abusos en la persona dependiente que hay que prevenir seriamente. La preocupación por el destino de la PEC y por sus efectos colaterales es uno de los temas recurrentes en las entrevistas en las tres comunidades autónomas, y en este punto los profesionales piden que se activen las medidas preventivas previstas en el Catálogo, la función inspectora y la supervisión profesional. Como indican Österle (2001), Bazo (2004), Bettio y Plantenga (2004), Flaquer (2004), Rodríguez Rodríguez (2006), Escuredo (2007) y Rodríguez Cabrero (2004) y Tobio (2009), en los estados del sur europeo existe una tradición muy acentuada en la familiarización del cuidado, basados en el modelo del “mailbread-winner” (Lewis, 1992; Fraser, 1996 y Sanbury, 1999). Unos años más tarde, Österle (2009) afirma que incluso en los sistemas de bienestar con un amplio despliegue de los servicios sociales, el 80 % del conjunto del cuidado es provisto por las familias, lo que les convierte en el modelo predominante. Las considera los “recursos ocultos” de la sociedad, un patrimonio social invisible de perfil femenino, un Estado proveedor dentro de los estados de bienestar, y en el cual éstos se fundamentan. Pero como señalan Lewis RTS - Núm. 192 - Abril 2011 85 El impacto de la Ley de Dependencia (1992) y Saraceno (1995 y 2008), este recurso femenino es socialmente invisible, y el esfuerzo social de las mujeres cuidadoras, oculto y socialmente desvalorado, se da por supuesto. En la investigación, los entrevistados confirman el carácter familiar e invisible señalado por los autores del cuidado en las tres CCAA analizadas, y no observan diferencias en el comportamiento familiar entre los servicios sociales de los barrios de las ciudades y los de los municipios demográficamente menores. La función cuidadora femenina, presente en todas partes, es más acentuada en el medio rural, en el cual la función de cuidado de las mujeres es muy extensa y se arraiga en generaciones matriarcales anteriores, pero los entrevistados no han observado cambios entre el antes y el después de la Ley. Se preguntan, sin embargo, por el futuro impacto de la disminución del número de mujeres cuidadoras, no debida, precisan, al impacto de la LAPAD, sino al cambio cultural generacional de las mujeres menores de 50 años, con esquemas culturales y prácticas de cuidado diferentes a sus progenitoras, y en general, con mayor preparación para la incorporación laboral cualificada, y con procesos de socialización e intereses sociales diferentes. Por otra parte observan que la prestación económica a los cuidadores se ha convertido en un estímulo para las familias en épocas de crisis económica. El ingreso mensual, regular y estable, dependiente de la persona dependiente, se convierte en una ayuda al conjunto de la economía familiar. “Un ingreso que, al lado de una pensión baja, permite llegar a mileuristas. Es una mejora” (Cat12). Pero los entrevistados constatan que la PEC no ha sido un elemento decisivo para iniciar el cuidado de un familiar dependien86 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 te, pues esta tarea ya se hacía. “Las mujeres continúan haciendo lo de antes, cuidar y cuidar,... ahora con una ayuda (M-8). Por otra parte, hace falta considerar que el acceso a la PEC es más rápido y fácil, y no ocasiona decisiones importantes en el sí de la familia, como sí sucede en las decisiones de incorporar a una nueva persona en el hogar para las funciones de cuidado, o bien desplazar al familiar necesitado de atención a un servicio, de forma intensiva o diurna, fuera del hogar. Factores que, conjuntamente con la demora en las asignaciones de los servicios y el copago, refuerzan la opción de continuar siendo cuidado, y continuar cuidando, en casa. Siguiendo este discurso, algunos entrevistados señalan que la PEC tiene un efecto social más allá de la atención a las situaciones de dependencia. Desde una perspectiva sociológica y económica, es considerada un flujo económico que templa la precariedad económica de muchas familias, y actúa de amortiguador al incremento del malestar social y económico, reforzando así el modelo familístico tradicional de cuidado. Las opiniones críticas de los entrevistados no tienen que ser interpretadas como una opción a favor del modelo familístico y femenino tradicional, al contrario. Sus observaciones indican las dificultades actuales para responder positivamente al deseo de la persona dependiente y de sus familiares de ser cuidada en el entorno familiar, pero con los apoyos adecuados, y de intensidad suficiente para la atención adecuada a la persona dependiente, y liberar esfuerzo de cuidado. Por eso hay que replantear con urgencia el catálogo y los procesos de las asignaciones de los PIA, rectificando la tendencia de estos primeros años, hacia la orientación del community care, propuesto en el texto legal. El modelo de A fondo atención comunitario va más allá de la dotación y organización de servicios en el territorio, pues favorece el mantenimiento de los derechos sociales de los afectados y su pertenencia al grupo familiar identitario, que precisamente tendrían que ser preservados y potenciados en todo el transcurso del proceso de dependencia y, como indica un entrevistado, “no perder su espacio vital de miembro de la familia, continuar ejerciendo su pertenencia al grupo familiar y ocupar su espacio emocional, relacional, simbólico, ... y real, y no sufrir penalización por el hecho de la dependencia” (M-11). Éste es el modelo de atención considerado de mejor calidad, si se dispone de servicios de apoyo suficientes, flexibles y adecuados, en el ethos de los afectados y de los familiares, y para disfrutar de las potencialidades, sociales y terapéuticas, de la comunidad territorial. principal. En la valoración de la preferencia de los usuarios, los entrevistados observan una cierta contradicción. Por un lado se decantan hacia un “modelo familiar reforzado con servicios de soporte en la comunidad” (de los disponibles en el Catálogo del SAAD, los servicios de SAD y Teleasistencia, y en menor grado los Centros de día), pero por el otro (en la apreciación de la demanda) se decantan por la prestación económica a cuidadores, seguido por la demanda de centros residenciales. Les siguen, con un alto porcentaje, el SAD y la Teleasistencia, es decir el paquete de servicios de los Catálogos más adecuado para potenciar un modelo comunitario (tabla 2). Estos datos corresponden a una fase de transición, en la que los entrevistados observan que en la población se están produciendo dos fenómenos plenamente compatibles: la demanda de los servicios y prestaciones más conocidos y que forman parte del modelo de servicios existente (residencial-centrista), y el familismo y la emergencia, reiterada, de los servicios de proximidad. En cambio, las asignaciones de los PIA responden preferentemente a reforzar el modelo tradicional, con un alto porcentaje de asignación de la PEC y la prioridad de los servicios residenciales, por encima de las asignaciones de los servicios de apoyo en el hogar (tabla 3). El modelo de atención en la comunidad. ¿Una opción lejana? Las asignaciones de los PIA están dibujando, en este primer periodo, un modelo anclado en el cuidado residencial y en las prestaciones económicas a los cuidadores/ as, tendiendo respectivamente a reforzar la institucionalización del cuidado y a reafirmar a la familia como responsable y provisora Tabla 2. Prioridad de la demanda de servico en opinión de los entrevistados. Porcentajes. junio-julio 2010 Totales Prest. ec. Centros cuid. residenciales SAD Tel. assist. P. ec. servicio C. día Prev. P. ec. assist. prom. personal (4+3) 71,5 52,4 47,6 42,8 14,3 - - - (2+1) 7,1 19,1 23,9 9,5 40,4 - - - Prioridad 1a 2a 3a 4a 5a 6a 7a 8a Fuente: Elaboración propia. Datos Trabajo de Campo. Junio-julio 2010. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 87 El impacto de la Ley de Dependencia Tabla 3. Servicios y prestaciones asignadas por los PIA. España. 1 agosto 2010. Totales Prest. ec. Centros cuid. residenciales SAD Tel. assist. P. ec. servei C. día Prev. P. ec. assist. prom. personal 723.389 357.841 114.52 78.659 74.702 49.577 39.738 7.656 695 % (100) 49,47 15,83 10,87 10,33 6,85 5,49 1,06 0,10 Prioridad 1a 2a 3a 4a 5a 6a 7a 8a Fuente: Elaboración propia. Datos SISAAD. Imserso. 1 agosto 2010. Estos datos invitan a plantear interrogantes sobre la dependencia de la demanda de servicios a la oferta conocida y a los servicios sociales existentes, en la línea de las dinámicas del mercado de adaptación y estímulo de la demanda en los productos; o bien suponer que se está produciendo un comportamiento basado en una perfecta adecuación entre las voluntades y las necesidades de los afectados y los servicios más adecuados. La baja dotación de servicios en el conjunto del Estado, un Catálogo limitado y el modelo residencial-centrista, todavía profundamente enraizado en la cultura social, tenderían a argumentar a favor del primer supuesto, que explicaría los datos encontrados, mostrando actualmente, y en este punto, la impotencia transformadora de la nueva medida legal frente a un esquema de oferta de servicios institucionales muy consolidado, reforzado por actuaciones anteriores del mercado público y el privado. El análisis territorial visualiza un comportamiento diferente en las tres CCAA objeto de estudio (tabla 4). En el País Vasco y en Cataluña, la medida del Catálogo más asignada son las prestaciones económicas a 8 cuidadores (43 y 58 %, respectivamente), mientras en la Comunidad de Madrid lo son los centros residenciales (42 %).8 En el País Vasco el modelo preferentemente es el de atención familiar con apoyo (elevado porcentaje de la PEC, por debajo de la media estatal, y dotación de servicios de apoyo en el hogar, SAD y Centros de día, por encima de la media estatal). En Cataluña las asignaciones de los PIA ratifican el mantenimiento del modelo de atención familiar, pero en este caso con apoyo limitado (SAD y de los Centros de día por debajo de la media estatal), así como menor dotación de plazas residenciales (por debajo de la media estatal), datos que lo configuran como el modelo de mayor esfuerzo familiar, menor dotación de servicios y más económico para la hacienda pública, de las tres CCAA estudiadas. Los estudios comparativos europeos de Pacolet (1998 y 2000) y de Bettio y Plantenga (2004) han analizado la relación entre los servicios residenciales y los servicios de atención en la comunidad, y en términos generales, en la mayoría de los estados europeos, el modelo de atención en la comunidad está menos desarrollado que el modelo residen- SISAAD. Porcentaje de la tabla 4. 1 de agosto 2010. Actualmente, datos de 1 de febrero de 2011, el porcentaje es del 30,9, mostrando una tendencia a la baja, pero todavía se mantiene muy por encima del promedio estatal (situado en el 15,5%). 88 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo Tabla 4. Assignación de Servicios y P. Ec. del Catálogo del SAAD. C. de Madrid, País Vasco, Catalunya % del total de prestaciones de la Comunidad SAD Centros de día C. residenciales PE. cuidadores Com. de Madrid 9,35 17,65 42,09 18,14 País Vasco 11,42 11,51 20,37 43,22 Catalunya 9,66 3,14 14,07 57,74 Total Estado 10,87 5,49 15,83 49,47 Fuente: Elaboración propia. Datos SISAAD. Imserso. 1 agosto 2010. cial. Dinamarca, Suecia y Finlandia disponen de una amplia provisión de cuidado comunitario, mientras que en los países del sur europeo la provisión de cuidado comunitario es baja. También lo es en Alemania y en Francia, ambas con un modelo familístico reforzado con medidas de conciliación de la vida laboral y familiar (Gauthier, 1998). En el estudio de Josef Pacolet (1998), en España la relación entre la atención en la comunidad y la atención residencial era de 1,4 y de 2,9, respectivamente. Unos años más tarde, el estudio de Bettio y Plantenga (2004) no detectaba cambios, en la dotación de la atención comunitaria ni en la institucional en España, que continua baja en la dotación de ambos modelos de servicios. El impacto en los servicios sociales y el debate del cuarto pilar del sistema de bienestar social El impacto de la LAPAD en los servicios sociales se detecta principalmente en los servicios sociales básicos y en los servicios que conforman el Catálogo de la Ley. En los primeros, los efectos han sido múltiples. Los más notables afectan a la gestión y a la organización de los servicios, en concreto al aumento de la demanda, y la prioridad informativa referente al estado de las solicitudes. La presión sobre los servicios ha aumentado, y ha acentuado la burocratización de las funciones profesionales. “Ha venido –la ley– a burocratizar más los servicios sociales que ya existían. Si se pretendía acceso universal, era más fácil modificar leyes o reglamentos que ya existían, por ejemplo los de acceso económico a los servicios ya existentes.” (Cat-13). La desinformación relativa al estado de los expedientes, fruto de la falta de un sistema eficiente de información, es uno de los problemas a los que se enfrentan los profesionales, que no disponen de las herramientas adecuadas para consultar y facilitar la información actualizada del proceso de las solicitudes, de las valoraciones y de los servicios asignados. Consideran que están asumiendo una tarea informativa, derivada del funcionamiento de otro sistema, que no corresponde a los servicios sociales, pero que los familiares y afectados piden, por la relación y conocimiento previo y mantenido con los servicios sociales locales. Los entrevistados recuerdan, reflexionando sobre la ética profesional, que los expedientes no son impersonales, al contrario. Contienen las expectativas de mejora de la calidad de vida de las personas afectadas y de sus familiares, y RTS - Núm. 192 - Abril 2011 89 El impacto de la Ley de Dependencia deben ser tratados desde esta perspectiva vital que afecta al conjunto familiar, y no sólo desde la óptica de un expediente impersonal con un tratamiento burocrático. Proponen buscar una alternativa, urgente, eficaz y de calidad, al sistema interno de información actual, así como la articulación de los sistemas de datos del SAAD con el Sistema de Información de los Usuarios de los Servicios Sociales, SIUSS,9 y realizar las tareas propias del trabajo social. Contrariamente a las expectativas creadas, la asignación de los servicios del Catálogo del SAAD no siempre ha significado una mayor y mejor atención. Los entrevistados han observado que en ocasiones se está produciendo una disminución de la amplitud protectora anterior y de la cual disfrutaban muchas familias y personas dependientes. Esta observación, reiterada en las tres CCAA, pone en cuestión la eficacia del “care packadge” (paquete de servicios de cuidado) actual, que conjuga dos catálogos simultáneos y con voluntad de complementariedad, el de servicios sociales y el del Sistema de Autonomía y Dependencia, con dispositivos coincidentes pero con diferente organización y competencia administrativa, y lejos de sumar oportunidades y facilitar la cobertura necesaria, entran en competencia administrativa vulnerando el derecho social establecido, y dificultando la gobernanza del sistema. “Antes los ayuntamientos y las diputaciones daban más servicios, más horas de SAD, por ejemplo; ahora, con el SAD de 9 la ley no se llega, quizás cambie.”(PV-6). “Los servicios del catalogo son los de siempre, desde el Plan Gerontológico, ... entonces sí eran novedosos. El de ahora es anticuado, limitado y se dejan fuera servicios que ya funcionan. El tema es el de siempre, económico, pero ¿y la gente?” (M-4). En el balance positivo, se identifica la llegada de las clases medias a los servicios sociales básicos. Los profesionales señalan cambios en el perfil de los usuarios, que ahora aportan un mayor conocimiento de sus derechos sociales, nuevas actitudes, en la expresión comunicativa y en las estrategias relacionales asistenciales. “Lo que cambia es el perfil del usuario, ahora llega con un derecho, con una exigencia, sabe más. Eso está haciendo cambiar muchas cosas, por ejemplo entre otras, los papeles de los profesionales y los usuarios ... El nivel de exigencia es más alto, más educado, más preparado...” (Cat-10). Los profesionales valoran positivamente este impacto, en la medida en que ayuda a cambiar la percepción asistencial, residual y/o marginal de los servicios sociales, como dispositivos para la población de menor poder adquisitivo, o en situaciones de carencia, precariedad o exclusión. La LAPAD plantea otro reto al sistema de servicios sociales. La estructura del Sistema de Autonomía y Atención en la Dependencia (SAAD) prevé organizar las prestaciones del sistema mediante los sistemas de servicios sociales ya existentes, reforzándolo con el reciente sistema de atención y prevención SIUSS. Programa informático iniciado el año 1994, por el ministerio competente en la materia de servicios sociales, actualmente por el Ministerio de Sanidad y Política Social, en colaboración con las comunidades autónomas. Tenía los objetivos de recojida de datos de los usurios de los servicios sociales, disponer de un instrumento útil y ágil para el seguimiento de la intervención social, y posibilitar el conocimiento de los perfiles de los usuarios y de las intervenciones realizadas. Es consultable en la página web del Ministerio de Sanidad y Política Social www.msps.es/politica Social. 90 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo en la dependencia. Esta propuesta del legislativo era el eje constitutivo del cuarto pilar del Estado del Bienestar, pieza que culminaría la ingeniería del Estado del Bienestar español. En este punto hay que recordar el debate iniciado hace más de una década (el año 2000) en lo referente a cuál sería el objeto social del cuarto pilar y qué sistema, o sistemas, lo tendrían que constituir.10 En aquellos momentos, el gobierno socialista se inclinó por poner hilo en uno de los déficits de las políticas sociales españolas, la protección a las familias. Pasados unos años, el gobierno y el legislativo han optado por otro objeto social, y la LAPAD ha resuelto la cuestión definiendo el cuarto pilar de bienestar mediante la protección social en la dependencia. Se aproximaba así a las experiencias de otros estados de la UE que en la década de los años noventa responden a los escenarios demográficos y a la disminución del potencial de ayuda femenino, establecieron los primeros esquemas protectores.11 El periodo transcurrido desde la aprobación de la Ley ha creado una dinámica compleja entre los dos sistemas mencionados, y varios analistas, como por ejemplo Roldán (2009), Fantova (2009), Casado (2009), así como el Consejo General de Diplomados en Trabajo Social, o la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios sociales (2008), detectan tensiones en la dinámica entre los dos sistemas mencionados, y se posicionan en la defensa de la propuesta del legislativo, es decir, la integración del Sistema de Dependencia en el sistema de servicios sociales. Pero como recoge uno de los entrevistados, además de la voluntad expresada, la práctica de este primer periodo de aplicación invita a cuestionarse si se está cumpliendo la voluntad legislativa, o se camina en una orientación opuesta, a plantearse, entre otras cuestiones, cuál es la hegemonía efectiva de los dos sistemas, o como indica un experto entrevistado, “cabría preguntarse quién integra a quién y por sus efectos derivados” (M-10). Muchos profesionales reflexionan si la construcción actual del cuarto pilar es la más idónea para la atención y prevención en la dependencia y para promover la autonomía personal. En síntesis, se han podido identificar tres discursos interrogatorios. El primero plantea la posibilidad de articular la atención en la dependencia en el Sistema de Salud. Argumentan a favor su consolidación, el acceso universal, el conocimiento de los afectados y familiares por parte de los servicios sanitarios, la confianza y el vínculo establecido entre los pacientes y los servi- Vicenç Navarro explica la metáfora de las cuatro patas de la silla en comparación al Estado de Bienestar español, en una conversación con el candidato a la Presidencia del Gobierno de España, Josep Borrell, en el año 2000. “Le indiqué al Sr. Borrell que nuestro Estado del Bienestar era como aquella silla: es decir tenía tres patas. Teníamos el derecho de acceso a los servicios sanitarios, el derecho a la educación y casi el derecho a las pensiones (con el establecimiento de las pensiones no contributivas). Pero nos faltaba la cuarta pata: el derecho de acceso a los servicios de ayuda a las familias. De ahí que utilizando el símil de la silla a la cual le faltaba la cuarta pata, utilicé la expresión de que nos faltaba el cuarto pilar del bienestar”. 11 Hasta la mitad de la década de los años noventa del siglo pasado, Europa no dispone de políticas sociales que formulen un esquema global y específico, en ocasiones integral, de protección de este riesgo social. La OCDE (2005), Österle (2001) y Pacolet (2000) recogen en sus estudios la creación de estos sistemas. El primero, en Austria (1993), y en los años siguientes siguen Alemania (1995), Luxemburgo (1998), Flandes (2001) y Francia (2001 y mejora en el 2004). 10 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 91 El impacto de la Ley de Dependencia cios, así como su mayor efecto redistributivo y equidad de derechos. Una segunda opción gira en torno al Sistema de Seguridad Social. Se argumenta que hace falta un sistema consolidado, experimentado, con garantía de financiación y con estructuras de gestión probadas. En este caso, el sistema de Servicios Sociales se considera un sistema complementario. La tercera posición reflexiona sobre si la mejor opción sería un sistema mixto de colaboración entre dos o tres sistemas. Dos fórmulas se dibujan en esta posición: un modelo sociosanitario participado entre el sistema sanitario y el sistema de servicios sociales (reforzado), y un segundo esquema, triangular, formado por los sistemas sanitario, el de servicios sociales (reforzado), y el de pensiones. Estas aportaciones evidencian la preocupación de los profesionales al encontrar una fórmula eficaz y eficiente, alternativa y de mejora al actual, con una financiación estable, de mayor efecto redistributivo, de más ágil gobernanza con mayor representación de los entes locales, con el fin de garantizar el derecho de protección del riesgo de la dependencia. Responde también al debate previo a la aprobación de la Ley, olvidado o resuelto, pero que reaparece actualmente. La Ley ha impactado también fuertemente en los profesionales, concretamente en los trabajadores sociales. Los entrevistados hacen referencia al incremento de la demanda asistencial, a la inadecuación de algunas funciones y tareas, como por ejemplo la realización del cálculo económico, o suplir las deficiencias informativas de valoración del sistema de dependencia. Señalan la desvirtualización y el riesgo de desprofesionalización del trabajo social; las contrataciones rápidas y a corto plazo que no garantizan los perfi92 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 les adecuados, ni las condiciones básicas de trabajo; la necesidad de formación continua y de la supervisión externa. La burocratización de los servicios señalada antes, y su efecto en la actividad profesional, es una preocupación sentida por los profesionales entrevistados de las tres CCAA. En la opinión de los entrevistados, el conjunto de factores señalados está transformando negativamente el trabajo de los trabajadores sociales y la imagen social de la profesión. “La burocratización, la mayor parte el tiempo es para trámites. Se está destecnificando el trabajo social, principalmente reciben los seguimientos, la intervención ... no se hace porque no tiene traducción en términos económicos” (Cat-9). Los estilos de contratación citados no garantizan la calidad asistencial básica necesaria en toda relación profesional, y en especial las situaciones de dependencia, que requieren perfiles profesionales preparados y bien seleccionados, y formación continuada, complementaria a la formación universitaria. “No se puede dejar a las personas dependientes al cuidado de personas, trabajadores contratados, con problemas. Es un trabajo cualitativo, personal y profesional” (PV-9). “Son los profesionales que se encuentran ante la angustia y la preocupación de las familias, y de los dependientes. Los que hacen la gestión son muy jóvenes, acabados de salir... Y se están quemando. Se necesita apoyo, formación y modelos de atención basados en las personas; ahora, en la práctica es un modelo burocrático” (Cat-6). En consecuencia, los trabajadores sociales reivindican potenciar el trabajo profesional de atención psicosocial y la gestión del caso. Defienden la realización de diagnósticos sociales cumplidos en contraposición a A fondo ciertas experiencias así denominadas pero que no se corresponden, y la atención social integral y global, en la orientación del “personal case management”, teórica y técnicamente en la misma orientación teórica del “case work”, coincidiendo plenamente en este punto con las propuestas del Informe Final 2009 (punto 1.3.9). “Diagnósticos sociales, seguimiento, saber cómo va la familia, los recur- sos, orientarles, escucharles, tratar con ellos, qué se puede, qué no... trabajar el apoyo psico-social... en todas las comarcas, rurales y urbanas” (PV-7). “El papel que se asigna a los profesionales, a los trabajadores sociales, no es, no va. Alerta en la práctica de prescripción de recursos, eso no es todo el trabajo social. Como los médicos que solamente hiciesen recetas” (Cat-4). Siglas empleadas en la investigación AVD Activitats de la Vida Diària. CCAA Comunitats Autònomes CLD Cura Llarga Durada LAPAD Llei de promoció de l’Autonomia Personal i Atenció a les persones en situació de Dependència LISMI Llei d’Integració social de Minusvàlids EDDES Enquesta de Discapacitat, Deficiències i Estudis de Salut IMSERSO INE Instituto de Mayores y Servicios Sociales Institut Nacional d’Estadística MTAS Ministeri de Treball i Assumptes Socials OCDE Organització per la Cooperació i Desenvolupament (OECD en anglès) OMS Organització Mundial de la Salut PEC Prestació Econòmica Cuidadors PIA Pla Individual d’Atenció SAD Serveis d’Atenció Domiciliaria SAAD Sistema per a l’Autonomia personal i Atenció Dependència SISAAD Sistema Informatiu del Sistema Autonomia personal i Atenció Dependència XSSAP Xarxa Bàsica de Serveis Socials d’Atenció Primària RTS - Núm. 192 - Abril 2011 93 El impacto de la Ley de Dependencia Bibliografía La bibliografia consultada i que acompanya la recerca recull 83 referències d’autors d’àmbit internacional i espanyol, de bases de dades i d’organismes internacionals, de consulta bibliogràfica i en línia. Es presenta una selecció de les referències bibliogràfiques citades en aquest article. BAZO, M. T. i ANCIZU, J. “El papel de la familia y los servicios en el mantenimiento de la autonomia de las personas mayores: una perspectiva internacional comparada”, en Revista Reis, núm. 105 (2004). ISSN 0210-5233 BETTIO, F. i PLANTENGA, J. “Comparing Care Regimes in Europe”, en Feminist Economics, vol 10, núm. 1 (2004). ISSN 1354-5701 CASADO, D. “Respuestas a la dependencia anteriores a la ley sobre la misma”, en El Tratamiento de la dependencia en los regímenes de Bienestar Europeos contemporáneos. Imserso. Colección Estudios. Serie Dependencia. 2009. Pàg. 257-280. ISBN 978-84-8446-106-7 CASADO, D. i Fantova, F. (coords.) “Perfeccionamiento de los servicios sociales”. Informe con ocasión de la ley sobre autonomía y dependencia. Madrid: Caritas Española i Fundación FOESSA, 2007. ISBN 9788484403739 CERVERA, M., HERCE, J., LÓPEZ, G. i SOSVILLA, S. Informe final del grupo de expertos para la evaluación del desarrollo y efectiva aplicación de la ley 39/2006, de 14 de diciembre, de promoción de la Autonomía personal y Atención a las personas en situación de Dependencia. 2009. www.imserso.es/ 94 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 InterPresent2/groups/imserso ESCUREDO, B. “Las políticas sociales de dependencia en España: contribuciones y consecuencias para los ancianos y cuidadores informales”, en Revista Reis, núm. 119 (2007). Pàg. 6589. ISSN 0210-5233 FLAQUER, L. “La articulación entre la familia y el Estado de bienestar en los países de la Europa del sur”, en Revista Papers, núm. 73 (2004). Pàg. 27-58. ISSN 0210-2862 FRASE, N. “Gender Equity and the Welfare State: A Postindustrial Thought Experiment”, en S. BENHAABIB. Democracy and Different: contesting the Boundaries of the Polítical. Princeton University Press, 1996. ISBN 0691044791 GAUTHIER, A. 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Los expedientes calificados con este tipo penal han sido los siguientes: 1 2 Violencia física sobre familiares, que en números absolutos fueron en el año 2001 para toda Cataluña 23 expedientes; en el año 2002, 43 expedientes; y el año 2003, fueron 63. Violencia psíquica sobre familiares o maltrato familiar: se abrieron en 2001 3 expedientes, 6 el año 2002 y 4 el año 2003. Pese a que el año 2004 ya no era objeto de este estudio, el número de denuncias que se registraron fue de 178, lo que representaba este tipo de delitos el 2,9 % del total de los delitos cometidos por menores que se denunciaron el año 2004. La motivación para realizar esta investigación surgió por el aumento de expedientes, pero también fue por la especificidad y complejidad del conflicto que llega a la justi El estudio se puede consultar en la página web del Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada (CEJFE) del Departament del Justicia de la Generalitat de Catalunya. Catalán: http://www20.gencat.cat/docs/Justicia/Documents/ARXIUS/doc_15303494_1.pdf Castellano: http://www20.gencat.cat/docs/Justicia/Documents/ARXIUS/doc_28636973_1.pdf También se ha publicado en la colección Justícia Societat del Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada (CEJFE): La violència dels joves en la família. (Justícia i Societat; 28) Barcelona: Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada, 2007. Francisco Romero Blasco, trabajador social. fromero@gencat.cat; Anna Melero Merino, Carme Cànovas Amenós y Montserrat Antolin Martínez, psicólogas. Cuando se realizó la investigación todos los profesionales formábamos parte del Servei de Mediació i Assessorament Tècnic, que tiene como función asesorar a la Fiscalía de Menores de Barcelona. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 95 La violencia de los jóvenes en la familia cia. El presunto responsable del hecho y la víctima conviven en el mismo domicilio, y tienen un grado de parentesco, casi siempre de primer grado, y en las actuaciones legales asociadas al hecho la víctima acompaña al agresor a la comisaría de policía, en la declaración delante del fiscal, en la entrevista con el equipo técnico, en definitiva, prácticamente en todas las actuaciones. Así pues, los profesionales de asesoramiento o de ejecución de medidas tienen prácticamente siempre a las dos partes delante, con toda la carga emocional que ello implica. Los padres han dado el paso de denunciar al hijo y se abren muchas expectativas. También se ha considerado que era importante conocer la percepción de los profesionales que intervienen en algún momento del proceso (jueces, fiscales, mossos, equipos de asesoramiento, educadores de medio abierto, de centros y abogados) tienen de este conflicto y la imagen respecto de los autores y las víctimas. Objetivos a) Conocer las características del joven que utiliza la violencia en el ámbito familiar; b) Distinguir aquellos casos en los que se trata de un hecho aislado y han sido denunciados solamente por este tipo de delito, de aquellos en los que la conducta denunciada forma parte de una carrera delictiva más amplia; c) Identificar posibles causas o motivos de este tipo de conducta (aprendizaje de modelos de relación, aspectos psicopatológicos del menor y/o la familia; y d) Valorar la percepción que tienen los profesionales de los diferentes estamentos que actúan a lo largo del procedimiento judicial: jueces, fiscales, equipos técnicos, policía, y letrados, 96 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 dada la especificidad que implica que el agresor y la víctima formen parte de la misma situación de exploración y de intervención. Metodología La investigación se inicia en mayo del año 2004 con la elaboración de las variables según los objetivos planteados; desde septiembre a diciembre del mismo año se elaboraron la base de datos, el trabajo de campo, análisis de los expedientes y la introducción de los datos. De enero a abril del 2005, se realizó el análisis estadístico de los datos de los menores, diseño y aplicación de la encuesta a los profesionales. Durante los meses de mayo y junio, se realizó la discusión de resultados y la redacción del informe. Las fuentes de información son secundarias, a partir del expediente personal del menor, donde constan las diligencias policiales, parte de lesiones, declaraciones de la víctima y del infractor, informes de los diferentes profesionales y resoluciones judiciales del menor. Las variables se agrupan en tres bloques: las referidas al menor, las sociofamiliares y las relativas al procedimiento judicial. Resultados De los 116 casos estudiados, se observa que el 79,3 % son chicos y el 20,7 % chicas. La mayoría de todos ellos nacidos en el Estado español (91,4 %), y de los cuales el 81,9 % de Cataluña. Jóvenes extranjeros hay un 8,6 %. La persona que acostumbra a denunciar con más frecuencia es la madre, que es la que da el paso en el 64,7 % de los casos. El padre lo hace en el 13,8 % de los casos, y conjuntamente ambos progenitores en el 10,3 % de les A fondo denuncias. Las parejas del padre o de la madre han presentado denuncia en el 5,2 % de los casos, y finalmente otros familiares, como tíos o abuelos, suponen el 6 % de los casos. Si relacionamos las variables de los motivos que desencadenan el conflicto y el género, nos encontramos que chicos y chicas tienen en común el incumplimiento de normas. Se diferencian los chicos por la no aceptación de la autoridad y las chicas por la demanda de dinero. En el análisis de las características y secuencia de la agresión vemos que en el 78,4 % de los casos hay contacto físico en la agresión, como puñetazos, patadas, empujones o intentos de estrangulamiento. En el 21,6 % han sido insultos o vejaciones, utilizando como medio la palabra. Podríamos concluir que se han encontrado dos grupos diferenciados: En el 46,6 % el único delito que consta en el expediente de justicia de menores es el de violencia doméstica. El 53,4 % tiene una “carrera delictiva” más amplia. De este porcentaje, un 17,2 % tiene expedientes abiertos en la justicia de menores por otros tipos penales, anteriores al de la violencia doméstica. En un 17,2 % se han abierto expedientes posteriores al de violencia familiar. En un 19 % habían cometido otros actos delictivos antes y después del de violencia doméstica. Conclusiones Existen, en este tipo de delitos, dos perfiles diferenciados de jóvenes infractores: – los que sólo han cometido este tipo de delitos. – los que tienen una trayectoria delictiva más amplia. En la investigación se encuestó también a los profesionales que intervienen en el ámbito de la justicia de menores, y los resultados más relevantes son los siguientes: El 94,1 % considera que la intervención con los jóvenes por un delito por violencia doméstica, debe ser diferente a la que se realiza por otras conductas delictivas. Se ha encontrado la necesidad por parte de los profesionales de elaborar un protocolo para la recogida de datos específica, para las propuestas y para el tratamiento que además sea interdisciplinario. Se constata mucha tarea por delante, pero también la voluntad positiva por parte de los profesionales de intervenir y de participar en propuestas de mejora en la intervención. La tasa de participación en la encuesta ha sido un claro ejemplo, y la propia concreción de esta investigación con estos resultados, otro. Esperamos poder seguir profundizando en el conocimiento e intervención en este nuevo fenómeno para conseguir que se reduzca su impacto y se minimicen al máximo sus efectos negativos. Conclusiones y propuestas Como síntesis de los datos aportados, podemos concretar una serie de puntos que deben permitirnos dar continuidad a la tarea iniciada. Propuestas Dar respuestas diferenciadas a cada grupo: – al primero, se le deben dar respuestas desde el ámbito de la salud mental, el ámbito social y la mediación comunitaria. – al segundo grupo, se le debe dar una respuesta judicial diferente a la que se da en las otras conductas delictivas. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 97 La violencia de los jóvenes en la familia Todos los casos comparten el mismo tipo delictivo. Sin embargo, en el segundo grupo el tratamiento debería implicar una intervención judicial diferenciada (a pesar de que el comportamiento se presenta paralelamente a otras conductas delictivas), ya que la problemática trasciende a la conducta individual del joven. Todos los equipos utilizamos métodos y metodologías específicas y útiles, tal como se refleja en los datos aportados. En el caso de los equipos técnicos, éstas tienen una coConclusiones No existe un protocolo específico para estos tipos de casos, en lo referente a: – la recogida de información – su tratamiento – la toma de decisiones La percepción que los profesionales tienen del objeto de trabajo y de los objetivos a alcanzar en el desarrollo de sus funciones aporta datos para el análisis de los procesos Conclusiones La percepción de los profesionales es muy diferente en cuanto: – a los implicados – al procedimiento – a las necesidades a atender – a los lugares donde atenderlos 98 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 rrespondencia directa con la resolución judicial concreta para cada menor, y con su evolución. Tras una intervención y una decisión concreta hay un conocimiento teórico-práctico que orienta el caso objeto de estudio. Creemos que, para plantearse aspectos de evaluación, predicción y prevención, sería muy útil poder contar con un registro común que tradujera la información relevante, a partir de la cual poder operar desde cada intervención específica. Propuestas – Elaborar un protocolo – Validar la existencia de los dos perfiles – Establecer procedimientos diferenciados de intervención para cada uno de ellos de trabajo. Se ha hecho muy evidente que el contacto con el objeto social es un elemento discriminador de la representación que se tiene de éste. Propuestas – Elaborar el protocolo de intervención a partir de un equipo interdisciplinar formado por todos los estamentos implicados, y expresamente creado para hacer este encargo. – Implementar y evaluar el seguimiento. A fondo Presentación de dos pósters sobre investigación RTS - Núm. 192 - Abril 2011 99 100 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 A fondo Trabajo social e investigación: damos la palabra a los profesionales Mesa redonda Un número de la RTS dedicado a la investigación no podía completarse sin dar la palabra a los profesionales. Hemos creído que el tema que nos ocupa tenía que ser valorado desde la cotidianidad de nuestros puestos de trabajo identificando las limitaciones y potencialidades que presenta nuestro día a día en relación a la posibilidad de investigar. Con este hito organizamos una mesa redonda con participación de un grupo de trabajadoras y trabajadores sociales en quien se había invitado para hablar sobre estas cuestiones. A lo largo de la mesa redonda los participantes expresaron su opinión en relación a tres ejes temáticos que fueron presentados por el moderador: la investigación como parte del proceso de intervención, la investigación como exigencia institucional para valorar el impacto de nuestras acciones y, finalmente, la investigación en el sentido más académico, entendiéndola como la realización sistemática de acciones que tienen por objetivo aumentar los conocimientos que se tengan en relación a un ámbito propio del trabajo social. Los participantes fueron: Valentin Calvo Rojas Trabajador social y psicólogo. Diploma de estudios avanzados en Psiquiatría. Máster en Psicopatología clínica y Máster en Psicoterapia psicoanalítica. Trabajador social de l’Institut Català de la Salut a Barcelona. Rosa González Merino Trabajadora social. Trabajadora Social del CDIAP Sant Joan de Déu Hospital Sant Joan de Déu. Bet Bàrbara Sirera Trabajadora social y pedagoga. Directora CSS Roquetes - Trinitat Nova Canyelles. Districte de Nou Barris. Ajuntament de Barcelona. Bàrbara Vega Bautista Trabajadora social y socióloga. Coordinadora de dos equipos de atención primaria del Ajuntament de Viladecans Modera: Josep M. Mesquida i González Trabajador social y licenciado en Ciencias del trabajo. Máster en Educación y nuevas tecnologías. Miembro del equipo de redacción de la RTS y profesor del Departamento de Trabajo Social de la Universitat de Barcelona. En el primer bloque se tratan aspectos directamente relacionados con nuestra cotidianidad profesional entendiendo que las fases de exploración y evaluación de la intervención tienen características propias de cualquier proceso de investigación. Moderador: El primer paso para llevar a cabo cualquier intervención consiste en conocer las circunstancias que rodean la situación o problema a los cuales se tiene RTS - Núm. 192 - Abril 2011 101 Mesa redona RTS 192 que dar respuesta. En vuestra práctica diaria, ¿podéis identificar elementos que dificulten o favorezcan la fase de exploración? RGM: La atención de las necesidades sociales lleva implícita la exploración y valoración de las circunstancias psicosociales que rodean la situación motivo de consulta. Es parte del proceso metodológico. Sin embargo no siempre somos conscientes de ello. Es innegable que la presión asistencial, la falta de tiempo para la reflexión, los requerimientos institucionales, la crisis actual, las dificultades crecientes y complejas de las personas, entre otras, no juegan como aliadas en ese “hacer consciente”. Pero yo diría que lo anterior no justifica muchas de las actuaciones profesionales automatizadas y/o despersonalizadas, en las que la subjetividad de la persona pasa a un segundo plano. En este sentido creo que en nuestra profesión hay mucho de acomodación, y el modelo en el que nos movemos con excesiva frecuencia es el de demanda-recurso. BVB: Una de las dificultades es que el esquema demanda-recurso está limitando la profesión. ¿Qué ves con la experiencia? Que un profesional interviene, cambia ése profesional y el que viene repite la misma intervención sin investigar, sin pararse a leerse el expediente, que es donde está la parte interesante como investigador, el expediente contiene información que sirve para orientar la intervención. Es verdad que hacemos una parte de investigación, pero está limitada a una parcela del individuo: qué problema es el que tiene en ese momento y qué le resuelvo, sin ver de forma más amplia qué es lo que realmente está detrás de esas personas y qué recursos podrían ayudar desde la comunidad... 102 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Esto no permite hacer una investigación más amplia de la realidad del individuo. No todas las intervenciones son iguales pero la tendencia es esta... Cuando ves un expediente antiguo en el que han intervenido cinco trabajadores sociales y todos han hecho las mismas actuaciones. Han vuelto a empezar el proceso sin haber hecho la investigación previa, viendo lo que se había probado y lo que no había funcionado. Hacer una lectura previa del expediente es investigar. BBS: Desde mi experiencia en la atención primaria creo que el proceso legislativo y de universalización de los servicios sociales, que hemos observado en los últimos años, tiene una parte positiva de crecimiento de recursos y servicios de forma legislada. Todo eso da respuesta, en cierta manera, a las necesidades que se han ido detectando a través de procesos de investigación y evaluación que se dan en la propia práctica. Por otra parte, sin embargo, también nos ha llevado a una práctica profesional en la que la actuación pasa a ser muchas veces demanda-recurso. Ahora nos encontramos en un momento en que, por un lado, existe una legislación con un reconocimiento de servicios y, por otro, un contexto de crisis que nos lleva a una gran presión asistencial en todos los servicios. Es fácil, pues, entrar en una dinámica en la que el profesional intente dar respuestas inmediatas, olvidando a veces la fase más explorativa y de análisis de las situaciones. RGM: Si el esquema en el que nos movemos como profesionales es en clave de recurso, dejamos de lado dos elementos fundamentales para promover cambios en la situación problema, me refiero al propio usuario y al profesional. A fondo En mi opinión, dentro de la relación asistencial no ponemos en juego suficientemente la experiencia, capacidades y valores propios ni tampoco las del usuario, resultando así una relación funcional pero vacía de contenido transformador. En este sentido pienso que hemos olvidado la esencia del trabajo social. VCR: Si la idea es tener en cuenta a la persona, y deshacernos de la teoría previa, no sería tanto el interés que un profesional nuevo conozca la historia previa, sino que la experiencia que tenga con el usuario sea la que le permita conocerlo, ¿no? Si conoces información previa limita el interés en investigar… BBS: No estaría de acuerdo con que conocer la experiencia previa nos puede hacer ahorrar esfuerzos. Tendríamos que tener la capacidad de poder leer y analizar la intervención previa realizada sin que condicione nuestra intervención. Nuestro trabajo es dar oportunidades. Por ejemplo: una mujer que vuelve al servicio y que dice que se quiere separar, y en la recopilación del expediente ves que ha venido muchas otras veces con el mismo discurso; le tenemos que seguir abriendo la puerta y escucharla en aquel contexto concreto para valorar que es lo que la hace mover en aquel momento y las posibilidades de sostener el cambio. El trabajo social tiene que ver con esta dimensión investigadora, teniendo en cuenta a la persona, sus potencialidades y dificultades, el contexto, las posibilidades de cambio, los recursos disponibles y adecuados... y si no tenemos en cuenta todos estos aspectos podemos caer en juzgar y seguir trabajando en la misma línea sin propiciar el cambio. RGM: Somos observadores de excepción, y eso no ocurre en todas las profesiones. No tenemos que ir “a la búsqueda” del objeto a investigar, nos viene, lo tenemos delante de nosotros en situación de necesidad, de apertura, de búsqueda… Es un privilegio ocupar un lugar así y tener la oportunidad de estar en disposición de investigar, comprender y contribuir al cambio. Me parece que disponemos de posibilidades que no terminamos de creérnoslas… Moderador: En este mismo bloque podemos tratar el tema de la evaluación. Se trata de otro momento insertado al proceso de intervención en el que analizamos información. Evaluar comporta recoger información y analizarla, esta vez de cara a conocer los efectos de la intervención y tomar decisiones. ¿Creéis que en general dedicamos a la evaluación los esfuerzos que se merece? ¿Y por qué? VCR: Somos privilegiados porque nuestra formación en la entrevista nos permite ser observadores de lujo y ser expertos en recogida de datos en la fase de exploración. A lo mejor no tanto en la fase de evaluación... Un tema es hacer la evaluación de un caso concreto con un expediente concreto y otra cosa es meterte en la evaluación de un tema más unificador, como podría ser la investigación de un grupo de individuos o de un problema. Hacer la evaluación de un caso la puedes hacer con un indicador, dos… Nosotros en primaria de salud trabajamos con la aplicación MEAP, que nos permite incorporar la exploración y la evaluación referida al caso con el que estamos trabajando cuando vamos a escribir la historia clínica. Yo diferenciaría entre el caso y una pregunta que dé respuesta a una población o un sector de población. La metodología RTS - Núm. 192 - Abril 2011 103 Mesa redona RTS 192 puede ser muy similar pero es diferente, es similar en las fases pero es diferente en el contenido de las fases… BVB: El procedimiento metodológico nos lo saltamos. Es difícil que exista la evaluación porque vas haciendo, pero no te paras a plantearte... Por lo tanto es muy difícil que eso que ya se hace de forma individual o familiar se pueda extrapolar a lo que es un servicio. Cuando hay un caso de infancia en riesgo sí se recurre a la evaluación, pero más para cerrar. No se realiza durante el proceso, y lo suyo sería parar en mitad del proceso y evaluar, no hacer la evaluación cuando traspasamos el caso a un EAIA o servicio especializado. RGM: Te refieres a la evaluación con la idea de analizar e investigar, ¿no? BVB: Sí, de medir los efectos. Eso es muy difícil verlo porque el día a día supera, al menos en primaria. Esa parte no está incorporada del todo como ejercicio de la profesión. BBS: Tengo la sensación de que en el sistema de salud se ha desarrollado más el tema de la evaluación, y creo que es la asignatura pendiente de servicios sociales. Muchas veces la inestabilidad de los equipos de trabajo es un inconveniente para poder llevar a cabo procesos de evaluación bien hechos. En mi caso, una familia puede ser llevada por más de tres o cuatro profesionales en un mismo año. La cuestión sería: con estos contextos cambiantes, ¿cómo incorporamos la evaluación del trabajo hecho? Tendríamos que ser muy rigurosos con el registro de las actividades. Por otra parte, los instrumentos de evaluación de que disponemos no sé si miden realmente el trabajo que hacemos. Trabaja104 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 mos con procesos de cambio; podemos medir muy bien la parte cuantitativa de nuestro trabajo pero nos hace falta un esfuerzo para elaborar herramientas metodológicas con indicadores cualitativos para poder medir todos estos procesos, sobre todo cuando hablamos de inter venciones grupales y comunitarias. Por ejemplo, en un proyecto que realizan los educadores del centro, más allá de evaluarlo en términos de participación y cuantificación, es difícil evaluar qué ha supuesto para los participantes y sistematizar esta evaluación cuando muchas veces tiene que ver con procesos más a largo plazo, y los que se nos pide son resultados más inmediatos. Evidentemente es necesario poder evaluar los resultados de un proyecto llevado a cabo, pero las propias instituciones tienen dificultades para poder medir la rentabilidad del mismo. Moderador: Pero ya hace muchos años que hablamos de indicadores... en principio este es un tema que ya dominamos, ¿no? BVB: Pero no se ha incorporado que cuando se evalúa tú también formas parte de la evaluación y que lo que evalúas no está poniendo en cuestión tu profesionalidad, y hay miedo por parte del profesional evaluado. Las otras profesiones lo tienen claro, o se refutan o no se refutan hipótesis, y no pasa nada, forma parte de la investigación. A menudo se olvida que la evaluación forma parte del proceso metodológico y se toma como una cuestión personal, sea de la institución, del profesional o del entorno que evalúa. Tenemos una asignatura pendiente, y no es cuestión de indicadores, ya están muy establecidos... RGM: De todas formas, la propia realidad cambiante que tocamos y la complejidad A fondo de los procesos… son elementos que no facilitan dar cuenta de los resultados cualitativos reales. Así la mayoría de las veces damos resultados en términos cuantitativos, que en general es lo que las instituciones solicitan pero que solo reflejan la realidad sobre la que intervenimos de forma parcial. Moderador: Sin proponérnoslo hemos entrado en el siguiente bloque. Aquí hablaríamos de la investigación como requerimiento institucional. Nos referimos a aquel momento en el que la institución nos pide información para valorar los resultados del servicio. En cierta manera continuamos hablando de evaluación, pero en este caso referida al funcionamiento del servicio, no a las intervenciones concretas. La pregunta es: ¿Creéis que todos los esfuerzos que utilizamos para recoger los datos que nos piden las instituciones revierten en beneficio de los usuarios? BVB: Aquí debemos ser políticamente incorrectos. Las instituciones trabajan para que haya una solución. No hay ningún interés en investigar, y cuando lo hay no se encarga a los servicios sociales, sino a otros profesionales. Y justo ahora, que es momento de memorias, ¿qué nos piden? Números… Números de expedientes, números de personas. No hay una evaluación real. En las instituciones como tales no se plantean la investigación como una necesidad. Es un reto de los profesionales del trabajo social la dedicación al trabajo de investigación. RGM: En general estoy de acuerdo con lo que dices, pero permíteme que difiera en algún aspecto. Creo que en general las instituciones nos piden información. Lo que en mi opinión falla es que los profesionales no tenemos la confianza suficiente para confiar en que aquellos datos vayan a contribuir a un análisis crítico y comprometido que pueda concretarse en soluciones o respuestas cercanas a los usuarios que tratamos. También puede vivirse como una forma de control, como instrumento que recorta la autonomía profesional y como un modo encubierto de reducir recursos, ya que es obvio que nos movemos en un modelo de gestión donde los principios de economía, eficiencia y efectividad son centrales. En este sentido existe una cierta resistencia por parte del profesional a colaborar, y es cuando la institución encarga a profesionales o servicios externos estas tareas. Creo que puede sernos útil reflexionar sobre qué papel jugamos o podemos jugar en este aspecto… BVB: Hay una responsabilidad profesional, ¿no? Vale, la institución no me lo pide, pero yo tampoco me intereso... Hacemos un trabajo muy pasivo porque como profesionales no lo reivindicamos... Como cuando se propone hacer algo comunitario… Se hace una montaña. Hay una gran cantidad de resistencias para hacer algo diferente a lo que estamos acostumbrados a hacer, que es la atención directa... Y es una responsabilidad profesional, independientemente de la institución para la que trabajes. BBS: Me es difícil responder. Pienso que tenemos que tener claro cuál es nuestra función en las organizaciones. Muchas veces las organizaciones públicas en las que trabajamos tienen tendencia a externalizar estudios y/o investigaciones y a no aprovechar el activo que tienen, que son los propios profesionales de la institución. Tengo que decir que el Ayuntamiento de RTS - Núm. 192 - Abril 2011 105 Mesa redona RTS 192 Barcelona, en el momento que inició el cambio de modelo de los servicios sociales básicos que se ha hecho recientemente, incorporó alguno de estos aspectos. Las direcciones de los centros de servicios sociales realizamos una formación durante un año, en la que participamos en la construcción de este modelo, ayudando a definir aspectos concretos trabajando por proyectos. Los profesionales que estamos en la práctica somos detectores de necesidades, tenemos a nuestro alcance informaciones que podemos recoger y sistematizar y que son útiles para la evaluación y para el diseño de nuevos proyectos y/o servicios que respondan a las necesidades detectadas. Esta recogida de información, cada vez se realiza de forma más rigurosa. Pero tenemos que ver la utilidad de esta recogida de datos qué utilidad tiene a nivel institucional y cómo eso revierte en los usuarios en forma de recursos y servicios. Tiene que haber un equilibrio entre la recogida y gestión de la información y el tiempo que le tenemos que dedicar a la intervención, si no nos convertimos en esclavos de la gestión y perdemos de vista nuestra razón de ser, que es la intervención y el trabajo con las personas. BVB: Estamos en un momento muy complicado, los cambios en la sociedad y en la tecnología avanzan con más rapidez de lo que se puede asumir. Con el tema de la informática, por ejemplo… Hay gente que tiene clarísimo que tiene que sistematizar y gente que es de otra generación a quien le ha costado mucho. El tema de la informática opone mucha resistencia. Nosotros, hasta hace muy poco lo hacíamos a mano… Parece que la gente más vetera106 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 na no acaba de verle la utilidad, pero no es que no la vean, sino que tienen que pelearse con la informática y el ordenador porque su herramienta ha sido el papel y el lápiz. Luego están las más jóvenes, que tienen clarísimo que tienen que hacerlo todo con el ordenador delante... VCR: Sí, sí… En salud se trabaja por objetivos. Tú trabajas con una serie de objetivos y no hay margen para recogida de datos cualitativa. La recogida de datos es sistemática, la fase de exploración, en cuanto a la recogida de datos, es brutal. Y la evaluación seguro que la hacen porque tiene un impacto... Cuando haces menos domicilios de los que toca queda registrado. Por lo tanto es posible que sea una recogida de datos sesgada que refleja lo que son los objetivos de la empresa, pero sí que repercute en el usuario. RGM: Sí, estoy de acuerdo con lo que apuntas. Las instituciones a menudo ponen más énfasis en cubrir sus propios objetivos que en estar atentas a las verdaderas necesidades de los usuarios. También es cierto que a veces te llevas sorpresas, y aquel proyecto o propuesta que en un momento determinado hiciste y sobre el que ya habías perdido toda esperanza de que saliera adelante, sale y dices: ¡ahí está! Moderador: Y entonces te enfadas porque hace cuatro años que lo estás diciendo, cuando deberías alegrarte porque por fin ha salido... BBS: A mí este aspecto me crea ciertas dudas... Un ejemplo es el servicio de atención domiciliaria: hemos crecido en hogares atendidos pero la calidad y el tipo del servicio que se presta ha cambiado. Es importante institucionalmente llegar a más A fondo personas, pero también es importante valorar el tipo de trabajo que se hace; damos respuesta a la cobertura de necesidades básicas de la vida diaria de más personas (compra, limpieza...) pero quizás dejamos de trabajar de forma más global los casos teniendo en cuenta otros aspectos que darían otra dimensión a la intervención de estas situaciones. Las instituciones tienen sus propios intereses, pero los profesionales que estamos en el territorio tenemos que aportar nuestra mirada a fin de que se tenga en cuenta en la toma de decisiones desde donde corresponda. BVB: La dificultad es esta, trabajar en los dos niveles, para arriba y para abajo. VCR: Nosotros no trabajamos sólo con una necesidad, también trabajamos con una demanda o un deseo. No te puedes centrar sólo en la necesidad, hay esta parte cualitativa... No es lo mismo una entrevista de quince minutos que de treinta... Si haces una de quince minutos verás a mucha gente, y estadísticamente en la empresa darás un muy buen resultado. ¿Pero entonces qué trabajas con la persona? No podemos hacer entrevistas de 15 minutos. BBS: Me gustaría remarcar una idea que creo que es muy importante. Las instituciones tendrían que valorar mucho más el activo que tienen, que son los profesionales y los equipos de gente que trabaja en la propia institución. La tendencia que ha habido durante mucho tiempo de externalizar proyectos e investigaciones ha sido una pérdida para los profesionales. No es fácil hacer compatible la atención directa y la investigación, pero creo que se tendría que encontrar la manera de hacerlo compatible. Quizás la universidad nos puede ayudar. Los profesionales necesitamos un espacio de escucha y de reconocimiento de nuestro trabajo, y al mismo tiempo eso revertirá en la calidad y el trabajo de la propia organización. BVB: En Viladecans se ha vivido un cambio… Las nuevas leyes nos han dado un gran protagonismo. Se ha apostado por una fuerte inversión en al ámbito social. Es importante que la organización sepa que para la familia tenemos una presencia, lo que nos ayuda a encontrar un sitio en la organización. Moderador: Entramos en el último bloque, en el que trataremos aspectos relacionados con la investigación en el sentido más habitual de la palabra. Nos referimos a los procesos de recogida y análisis de la información que normalmente tienen por objetivo ampliar el conocimiento en relación a una determinada problemática o colectivo. ¿Creéis que como diplomados en Trabajo Social hemos sido suficientemente capacitados para investigar? BBS: Yo creo que no. VCR: Para poder leer seguramente sí, para poder estar abierto a nueva información. Para analizar datos, hacer estadística seguramente no tanto... Pero como cualquier otra diplomatura, supongo. RGM: Creo que tenemos unas bases y condiciones mínimas para poder hacerlo. Probablemente nos falta formación específica, pero lo que realmente es una carencia es la falta de confianza profesional, la logística a veces… Y quizás también voluntad de compartir inquietudes y socializar nuestro saber con otras colegas, como lo hacen otros colectivos profesionales, por ejemplo los médicos. En mi opinión denRTS - Núm. 192 - Abril 2011 107 Mesa redona RTS 192 tro de nuestra profesión no estamos habituados a pensar y a crear juntos. BBS: Pasé por la Universidad hace unos años y por lo tanto no sé qué se da ahora, pero creo que es una formación extremadamente práctica. Haría falta que algunas asignaturas tuvieran más peso, por ejemplo las políticas sociales, la sociología, la economía... que nos daría más capacidad de análisis para no perdernos en la demanda-respuesta... A veces falta esta capacidad de ir un poco más allá y no quedarnos atrapados en nuestra realidad concreta. Moderador: El paso hacia la enseñanza de grado es una oportunidad... BVB: Yo creo que sí, pero además la Universidad tiene que empezar a vincularse con empresas y entidades, es vital, no hagamos proyectos de investigación sobre teoría sino proyectos reales que los futuros trabajadores sociales se encuentren delante de una entrevista, un domicilio… RGM: Mi impresión es que existe una clara separación en este aspecto entre el mundo de la Universidad y el de la práctica profesional. La colaboración de la Universidad con las instituciones que acogen alumnos en los últimos años de la formación podría abrir una vía interesante. Del resultado podrían beneficiarse ambas instituciones. Sin embargo, me vais a permitir que sea crítica al respecto. Para que realmente tuviera viabilidad esta colaboración, debiera darse un cambio de enfoque desde la Universidad. En mi opinión, los lugares de práctica profesional no pueden ser únicamente suministradores de material e información para hacer “producción científica” desde la Universidad. El intercambio y beneficio 108 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 debiera ser mutuo, ha de redundar directamente en la institución donde el alumno hace sus prácticas. Una experiencia interesante pude verla en un Hospital de Buenos Aires, donde las prácticas de los alumnos en TS (licenciatura) se alargaban en torno a los dos años. El primero de ellos la alumna hacía sus prácticas y el diseño de su proyecto de investigación, y durante el segundo (como becaria) lo desarrollaba dentro de la institución. Las diferentes etapas del proyecto (diseño, desarrollo y fase de experimentación) se desarrollaban en estrecha colaboración: profesor universidad, alumna/o y centro donde éste desarrollaba sus prácticas. Moderador: ¿Cuál es vuestra experiencia en el ámbito de la investigación? RGM: En mi caso es muy limitada. Han sido pequeñas incursiones en las que me he adentrado en los últimos años. Lo vivo como una asignatura pendiente que vas arrastrando… Con una compañera, a raíz de un postgrado de enfermedad crónica, hicimos un pequeño estudio en relación a la dificultad de las familias para adaptarse al proceso a partir de un número de casos y nos atrevimos a publicarlo. También he colaborado en algún estudio impulsado por otras instituciones diferentes a la mía, suministrando información y participando en alguna fase de la investigación. VCR: Yo estoy desarrollando la tesis y en el ámbito laboral tenemos una empresa que potencia la investigación, igual que permite hacer las estancias da ciertas becas de una cantidad limitada. Ahora estamos desarrollando un proyecto de investigación A fondo en nuestra SAP, somos 13 compañeros trabajadores sociales que lo estamos acabando y colaboramos con dos grupos del prácticum de la Universidad que nos ayudaron a hacer el trabajo de campo. El proyecto persigue relacionar factores sociales con la hiperfrecuentación. BVB: Pues yo ninguna, pero ganas muchísimas. He estado en grupos participando. Por ejemplo, colaboramos con el Ministerio en un estudio sobre dependencia e hicimos un grupo de trabajo con un médico. Pero investigación como tal no. Ahora tengo claro que servicios sociales ofrece muchas oportunidades de investigación, y es una pena que lo desaprovechemos porque hay cantidad de proyectos que sí se pueden enlazar con la Universidad. Tenemos muchísimos temas por proponer. Yo ya hace años que quería hacer un proyecto de investigación y me acordé del prácticum de investigación que se hace en la carrera de Trabajo Social en la UB. Me puse en contacto con la Universidad con dos propuestas. Finalmente, este curso haremos una investigación sobre el impacto que está teniendo la ley de la dependencia en las personas que reciben la ayuda económica por cuidador familiar no profesional. Yo coordinaré el trabajo desde el Ayuntamiento, pero lo que me interesa es que los técnicos que están en el equipo de dependencia puedan participar. No sé cómo lo haremos pero lo haremos, y comenzamos ahora. BBS: Yo no he hecho investigaciones propiamente dichas, pero sí algún artículo relacionado con la práctica del trabajo en equipo. Hace dos años escribimos una comunicación para el Congreso estatal de trabajo social en Zaragoza, sobre nuestra experiencia de trabajo en equipo y nuestra identidad. Fue una buena experiencia a nivel de equipo, ya que supuso escribir sobre nuestra propia práctica. Hicimos el esfuerzo de encontrar los espacios por poder reflexionar y escribimos, compaginándolo con nuestro trabajo del día a día. Moderador: Estamos llegando al final. ¿Algún comentario que pueda servir como conclusión? RGM: Deberíamos contar con algún incentivo que no necesariamente tiene que ser económico. Liberarnos de determinadas tareas asistenciales durante un tiempo determinado, disponer de un tiempo para la inmersión en otra institución, compartir proyectos con otros colegas e instituciones diferentes pueden ser alguno de ellos. Y un último apunte como conclusión. Creo que ayudaría a un mayor compromiso con esta dimensión investigadora tomar conciencia de que el usuario necesita respuestas cercanas a sus necesidades y por ello la acción profesional no debiera basarse en la intuición y buena voluntad. Revisar la práctica, repensarla y reorientarla es añadir calidad a ella. Por otra parte es también una cuestión ética. No podemos ejercer una práctica desprovista a veces de contenido y rigor técnico. En este sentido creo que hay que recuperar la esencia del trabajo social. VCR: Hay que tener en cuenta que para investigar estás dentro de un equipo en el que seguro que hay gente que sabe cosas diferentes, y por tanto se pueden ejercer roles diferentes y complementarios. Puede que tú no sepas demasiado de estadística y otro compañero sí… En un momento RTS - Núm. 192 - Abril 2011 109 Mesa redona RTS 192 dado puedes ser entrevistador, o puedes ser el diseñador del trabajo... Quiero decir, que cada uno puede asumir un rol en una estructura, y eso no quiere decir que tenga que ser permanente, sino que lo puedes cambiar. BVB: Yo creo que tendríamos que trabajar interdisciplinariamente. Y creo que ese es un reto para la mayoría de profesiones porque estamos como una seta, sin aprovechar el saber de los demás y al final todo suma. Yo creo que este es el reto, hacer investigación desde la interdisciplinariedad. BBS: Se tienen que potenciar acciones que nos ayuden a mejorar la capacidad de investigación de los profesionales que estamos en el territorio, como dotarnos de espacios de intercambio de buenas prácticas, de investigaciones conjuntas con la Universidad, que las instituciones incorporen la investigación y la formación de los profesionales como incentivos para la promoción... Moderador: Después de haber estado hablando este rato con vosotros en relación al tema de la investigación, tenemos que finalizar esta mesa redonda. Ha sido un placer, gracias por vuestra colaboración. 110 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Interés profesional Reseña de la jornada del Col. legi sobre ética Jornada “Qualitat i bones pràctiques en l’atenció dels serveis socials a la dependència” La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD) RTS - Núm. 192 - Abril 2011 111 112 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Interés profesional Reseña de la jornada del Col.legi sobre ética “La intervenció social des de l’ètica de la responsabilitat” Montserrat Plans Ferrer 1 Con mucho acierto la Junta del Col·legi organizó, para todos los colegiados y colegiadas, una jornada de reflexión sobre ética e intervención social con el título “La intervenció social des de l’ètica de la responsabilitat”. El acto tuvo lugar en Barcelona, en el marco de la Sala Entresòl de La Pedrera, el 1 de diciembre, a las 18.30 h. La presidenta del Col.legi, Sra. Núria Carrera, dio inicio a la jornada remarcando la importancia de que los valores éticos contenidos en el Código de Ética y Deontológico de los Trabajadores Sociales estén presentes en toda la vida colegial, tanto en la actividad profesional de los colegiados/as como en las actividades y estrategia de actuación de la Junta. A continuación la Sra. M. Carmen Olaya hizo una presentación de los programas en favor del envejecimiento activo del área social de Catalunya Caixa, los cuales facilitan que las personas mayores afronten el envejecimiento con actividades creativas. Una vez terminada esta intervención, la Sra. Teresa Casanovas, presidenta del Consell de Deontologia Professional del Col.legi, tras resaltar la importancia actual de la ética en el trabajo social y de la aportación positiva 1. del Consejo Asesor de Ética a lo largo de sus 22 años de historia, introdujo a la Sra. Montserrat Planes, coautora del monográfico número 6, titulado El Consell Assessor d’Ètica Professional del Col·legi Oficial de Diplomats en Treball Social i Assistents Socials de Catalunya,1984-2006, y que era la encargada de presentar, en este acto, el libro al público. Las autoras del monográfico son Emília Alonso, Josefina Bassets, Glòria Rubiol y la que firma esta reseña, que, en un trabajo realizado de manera colectiva, han recogido la historia de los 22 años del Consell Assessor d’Ètica y han investigado sobre las consultas dirigidas al Consell y las respuestas emitidas. Los datos son recogidos en cuadros y representados en gráficos para facilitar su lectura. El trabajo concluye con unos comentarios finales y unas recomendaciones que pueden ser útiles al actual Consell de Deontologia Professional y a toda la colegiatura. Es deseo de las autoras del trabajo compartir la experiencia que han adquirido en su paso por el Consell así como dar cumplimiento también al mandato de nuestro Código de Ética (art. 4 del Cap. V) de compartir los conocimientos que, a través de la inves- Trabajadora social. mplansfer@hotmail.com RTS - Núm. 192 - Abril 2011 113 Jornada del Col.legi sobre ética tigación y la experiencia, se han obtenido. El estudio se complementa con la recopilación de la bibliografía leída durante la investigación, un índice de cuadros y gráficos y el anexo II con los datos del actual Consell de Deontologia Professional, que van del 2007 al 2009, como anilla de enlace entre los años estudiados y la actualidad. Acto seguido, la Sra. Begoña Roman, catedrática de Ética de la Universidad de Barcelona y presidenta del Comité de ética de Servicios Sociales de Cataluña, desarrolló el 114 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 tema de la jornada, “La intervención social desde la ética de la responsabilidad”, tema que desarrolló ámpliamente, tanto en extensión como en contenido, de manera que sobrepasa el espacio de esta reseña. El cierre de la jornada fue a cargo de la Sra. Núria Carrera, que agradeció a las muchas personas colegiadas y a otras interesadas en la ética su presencia en el acto y confirmó el compromiso de la Junta de celebrar de manera periódica jornadas de reflexión ética. Interés profesional Jornada “Qualitat i bones pràctiques en l’atenció dels serveis socials a la dependència” Alberto Caballero Marcos 1 El 11 de noviembre de 2010 tuvo lugar en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona la jornada “Qualitat i Bones Pràctiques en l’Atenció dels Serveis Socials a la Dependència”, organizada por el Col·legi Oficial de Diplomats en Treball Social i Assistents Socials de Catalunya (CODTS), con la colaboración y apoyo del Departamento de Acción Social y Ciudadanía de la Generalitat de Catalunya. La jornada fue inaugurada por la Sra. Núria Carrera, presidenta del CODTS, y por la entonces Directora General del ICASS, Sra. Carolina Homar. En la primera parte de la jornada se escuchó la conferencia “La mejora de la calidad de los servicios sociales a través de la acreditación”, que fue a cargo de la Sra. Pilar Solanes, Subdirectora General de Programación y Evaluación del ICASS, y del Sr. Xavier Canals, técnico del ICASS. En esta exposición los ponentes explicaron las características de uno de los métodos para garantizar la calidad de los servicios que está preparando el ICASS, basado en el acceso a un sistema de acreditaciones por parte del centro, las cuales recogen indicadores que tienen por objetivo garantizar la atención de 1. calidad a los usuarios de estos servicios. En la segunda parte de la jornada se hizo la presentación oficial del documento Orientacions bàsiques en l’elaboració del PIA des del Treball Social. Posant en valor els coneixements dels treballadors socials. La mesa, moderada por el Sr. Jordi Tudela (ex director del PRODEP), fue a cargo de algunos de los miembros del equipo de trabajo: Sra. Lourdes Zanuy (coordinadora), Sra. Estefania Revés y Sr. Alberto Caballero (miembros del equipo). Hay que destacar que en la elaboración del documento también trabajaron Maria González, Cristina Morón y Alba Pirla. Esta obra, parte de la realización de un estudio realizado entre los meses de junio y octubre de 2010 y que ha tenido por objetivo la detección de debilidades y fortalezas en el proceso de realización de los Programas Individuales de Atención (PIA) vinculados a la llamada Ley de Dependencia. Desde el punto de vista metodológico, el estudio se fundamenta en los resultados conseguidos a partir de la investigación documental y bibliográfica, la constitución de 4 grupos focales y de discusión con profesionales del ámbito, familiares de personas dependientes y personas dependientes; y la realización de un sondeo Trabajador social. Ser vei d’Atenció a la Dependència del Consell Comar cal del Bag es. albertocaballero85@gmail.com RTS - Núm. 192 - Abril 2011 115 Jornada del Col .legi sobre dependencia de opinión a 85 profesionales que realizan PIA de todo el territorio de Cataluña. A partir del análisis de la información obtenida, los autores realizaron un trabajo de contraste con varios referentes bibliográficos en el ámbito de la calidad en la atención a las personas, y partiendo de esta base establecieron una serie de dimensiones compartidas por los profesionales, usuarios y familiares que serían válidas para establecer un modelo de calidad. Atendiendo este marco conceptual, el documento hace una propuesta de ámbitos prioritarios en el proceso de elaboración del PIA y define una serie de orientaciones básicas de calidad en el proceso del PIA, haciendo mención en diferentes ámbitos de actuaciones concretas 116 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 que los profesionales pueden aplicar en su trabajo diario y teniendo en cuenta las diferentes fases y perspectivas presentes en el proceso. Asimismo, los ponentes subrayaron la importancia de la puesta en marcha de la Ley de Dependencia para el Trabajo Social, en el sentido que la universalización del acceso a los servicios sociales, supone la ampliación de los perfiles sociales, económicos y culturales de los usuarios de estos servicios, hecho que supone a la vez que sean personas mejor formadas e informadas. Según los autores, este hecho pondrá progresivamente en valor el conocimiento de los profesionales del trabajo social, aumentando su valía y reconocimiento. Interés profesional La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD) Juana Urra Mariñeralena; Lourdes Itur ri Arriola; Mª Car men Maeztu Villafranca; Ainhoa Arraztoa Echenique; Mª Jesus Erice Aristu; Mª Pilar García Castellano y Mª Jose Moreno Ochotorena 1 Resum El artículo, elaborado por un grupo de trabajadoras sociales, presenta una herramienta llamada Escala de Valoración Social de la Dependencia, elaborada y validada por las mismas y de la que se resalta su valor práctico y su proceso de aplicación. Se presenta la plantilla de la escala y el manual de utilización. Paraules clau: Valoración social, dependencia, soporte familiar y social. Abstract The article, elaborated by a group of social workers, presents a tool called Scale of Social Valuation of the Dependence, elaborated and validated by them. Then, the practical value and the process of application of the tool are highlighted, and the template of the scale and the manual of use are presented. Key words: Social valuation, dependence, familiar and social support. 1 Juana Urra Mariñeralena. Trabajadora social del Hospital de Navarra. jurramar@cfnavarra.es. Lourdes Iturri Arriola. Trabajadora social del Servicio Social de Base de Auritz- Burguete. ssbauritz@infolocal.org. Mª Carmen Maeztu Villafranca. Trabajadora social del Departamento de Asuntos Sociales del Gobierno de Navarra. mmaeztuv@cfnavarra.es. Ainhoa Arraztoa Echenique. Trabajadora social del Servicio Social de Base del Ayuntamiento de Zizur. ainhoaarraztoa@terra.es. Mª Jesus Erice Aristu. Trabajadora social del Departamento de Asuntos Sociales del Gobierno de Navarra. mericear@cfnavarra.es. Mª Pilar García Castellano. Trabajadora social del Centro de Salud en Pamplona. pgarciac@cfnavarra.es. Mª Jose Moreno Ochotorena. Trabajadora social del Centro de Salud en Pamplona. mmoreno@cfnavarra.es. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 117 La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD) La Escala de Valoración Social de la dependencia (EVSD) es un instrumento creado por un grupo de profesionales de trabajo social de diferentes ámbitos de la intervención social: centros de salud, hospitales y servicios sociales de base de la Comunidad Foral de Navarra. La finalidad del trabajo del grupo era poder contar con un instrumento estandarizado, que fuera útil en la valoración sistematizada de las áreas que resultan de mayor interés y transcendencia a la hora de establecer las bases de la intervención profesional. Los estudios realizados para relacionar los recursos sociales en personas mayores y de salud2 concluyen en la relevancia de la evaluación del soporte social de la persona anciana, y como factores serían: a) Tipo de convivencia, siendo las personas mayores que residen en solitario el grupo de mayor riesgo. b) Papel de la familia (cónyuge, hijos e hijas) como núcleo principal de la ayuda. c) Existencia de persona a quien se le atribuye o asume la figura de cuidadora principal. Entre las conclusiones que merecen mayor unanimidad destaca que existen factores predictores de institucionalización, que son: la pérdida del cónyuge en el último año, vivir solo/a, ausencia de soporte familiar, aislamiento social (ausencia de amistades o relaciones de vecindad implicadas en la atención), precariedad económica, sobrecarga grave en la persona cuidadora, así como la existencia de 2 procesos de deterioro cognitivo o demencias, depresión, etc. Sobre esta base se ha elaborado la escala en torno a cuatro áreas básicas: 1) Soporte Social. Convivencia y relaciones familiares, necesidades y recursos de soporte social, valoración de la persona cuidadora (quién es, qué dedicación presta, qué consecuencia conlleva esta dedicación en su propia salud y en la del entorno doméstico o familiar inmediato…). Así también, los cambios y rotaciones en diferentes domicilios serán tenidos en cuenta, tanto como la necesidad de modificar la estructura o ubicación familiar en la provisión de cuidados. 2) Características del entorno y vivienda. Las barreras arquitectónicas, los enseres domésticos básicos, las ayudas técnicas necesarias, por cuanto que representan el entorno más próximo, pueden llegar a ser determinantes para favorecer o dificultar la calidad de vida. Entre las variables a considerar, se prioriza la adecuación a las necesidades que plantea la situación de dependencia y la seguridad del entorno, accesibilidad tanto interna (arquitectónica) como hacia los servicios (sanitarios, comunitarios, sociales…) y habitabilidad. 3) Recursos económicos. Tipo de ingresos disponible (pensiones, ayudas, seg-uros…) y valoración de la calidad de vida, variables que, dicho sea de paso, no siempre resultan coincidentes. Artículo aparecido en la Revista Atención Primaria, vol. 1, nº 2 (15 de febrero de 1998), firmado por J. Espejo, J. Martinez de la Iglesia, V. Rubio Cuadrado, R. Dueñas Herrero, M. J. Fernández y A. Yun Casalilla. 118 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Interés profesional asignen los recursos más adecuados. Así obtendremos información precisa acerca de las consecuencias del cuidado en dicho cuidador y en su entorno familiar, social y laboral. Uno de los primeros pasos a seguir para realizar esta valoración del cuidador principal es identificar y detectar quién es el cuidador principal, es decir la persona que proporciona regularmente los cuidados personales. Hemos optado, para realizar esta valoración, por la Escala de Zarit, incorporada a la EVS en el punto 1.3 del apartado relativo a la situación familiar. Consta de 22 expresiones y se aplica a la persona que ejerce el rol de cuidador principal, midiendo el grado en que esta percibe que sus actividades de cuidado perturban su propia salud física, emocional, así como su situación económica. 4) Red de apoyo social. Red de interacciones sociales: familiares no convivientes, amistades, pertenencia a círculos de ocio, asistencia a centros religiosos... así como las ayudas y servicios que se reciben de los sistemas formales e informales (sanitarios, sociales, asociaciones). ¿Cuáles son las principales técnicas que se utilizan para evaluar con la EVS? La entrevista, con el objetivo de observar y analizar la situación de la persona para integrar esa información. La información recogida debe ser concreta y específica, y se realiza en relación a las cuestiones recogidas en la escala, y que veremos más adelante. Recomendamos que la entrevista, siempre que sea posible, se realice en el domicilio. La observación. Es junto con la entrevista uno de los métodos más importantes de valoración. En este caso la observación se centrará sobre las condiciones de la vivienda y las interacciones familiares y sociales. La evaluación del cuidador y del proceso de cuidado. Se considera un aspecto fundamental en la evaluación gerontológica actual. La necesidad de conocer en qué forma y medida el cuidado de una persona dependiente afecta a la dinámica de la familia y con qué recursos personales y sociales cuentan los cuidadores para afrontar esta situación, es básico para el bienestar de la persona cuidada y para que se ¿Qué objetivos queremos conseguir con la aplicación de la EVS? Contribuir a una valoración integral de las personas que asegure una intervención profesional más adecuada y racional. Incrementar la identificación y modificación de factores de riesgo y la detección de futuros problemas. Detectar situaciones socioeconómicas y ambientales desfavorables. Identificar mejor a los candidatos a la utilización de servicios sociales y su intensidad. Precisar el recurso social más adecuado a cada persona. Desarrollar los planes individualizados de intervención. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 119 La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD) ¿Qué características tiene este instrumento de valoración? Fácilmente aplicable por cualquier profesional del trabajo social. Requiere poco tiempo para su realización. Validez, en tanto que proporciona una medida válida de la función que se va a estudiar, en este caso el contexto social de las personas dependientes. Fiabilidad, ya que al ser administrado por diferentes trabajadores sociales, obtienen el mismo resultado en el mismo tiempo. Sensibilidad, porque es sensible a aquellos cambios producidos en el contexto social de la persona. Reproductividad, pues se obtiene el mismo resultado en mediciones repetidas, en ausencia real de cambio. Capacidad para controlar los progresos o deterioros a lo largo del tiempo. Su presentación en formato informático, fácilmente adaptable a cualquier PC y que permite almacenar las distintas escalas que se han aplicado a un mismo caso. Su utilidad como baremo de valoración de la situación familiar para el acceso a recursos residenciales La Comunidad Foral de Navarra, en el ejercicio de sus competencias en materia de servicios sociales, ha aprobado recientemente una Cartera de Servicios Sociales con el objetivo de configurar un sistema que garantice el derecho universal de acceso a determinados servicios. 120 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Algunos de esos servicios, y en concreto el que garantiza el acceso a una plaza residencial permanente o temporal a las personas que no puedan continuar en su domicilio por su situación de dependencia, grave conflicto familiar o ausencia de soporte familiar, utilizarán esta escala como instrumento valoración, exigiendo para reconocerlo el que se alcance una puntuación superior a 65 puntos. En estos momentos está pendiente la publicación de una orden foral que regulará la utilidad de la misma. Conclusiones Su interés como instrumento que permite priorizar en el acceso a recursos sociales que son escasos. Su utilidad para los profesionales que tienen que valorar e intervenir con personas que presentan problemas de dependencia. Si entendemos el conocimiento como información cuya validez ha sido probada y que permite establecer relaciones predecibles de causalidad, resaltaremos por tanto su valor como herramienta de gestión del conocimiento (trasferir conocimiento desde quien lo tiene hacia quien lo necesita para crear valor en una organización), que se ha diseñado desde el aprendizaje que proporciona la práctica diaria y mediante el intercambio y la reflexión. Poner en valor el trabajo y la experiencia. Interés profesional Anexo 1 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 121 La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD) 122 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Interés profesional RTS - Núm. 192 - Abril 2011 123 La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD) Anexo 2 MANUAL DE UTILIZACIÓN Cómo puntúa cada apartado 1. SITUACIÓN SOCIO-FAMILIAR. – CONVIVENCIA – RELACIONES/DINÁMICA – CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONA CUIDADORA / SIN CUIDADOR, SIN SUPERVISIÓN DE CUIDADOS O PRESUNTA SITUACIÓN DE MALTRATO 15 15 TOTAL 55 25 2.- VIVIENDA – RÉGIMEN DE TENENCIA – CONDICIONES DE HABITABILIDAD – ACCESIBILIDAD / SIN VIVIENDA 3 8 8 19 TOTAL 19 3. SITUACIÓN ECONÓMICA 18 4. ATENCIÓN SOCIOSANITARIA – VALORACIÓN DE LA PROVISIÓN FORMAL DE CUIDADOS – VALORACIÓN DE LA PROVISIÓN INFORMAL DE CUIDADOS 10 10 TOTAL 20 5. TOTAL PUNTUACIÓN 112 124 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Interés profesional Instrucciones para cumplimentar la escala 1) Consultar las definiciones de los ítems, como paso previo a rellenar la Escala, para asegurar que se elige la opción adecuada y ante cualquier duda entre distintas respuestas. 2) En algún caso, puede surgir la duda de cuándo se aplica la Escala, teniendo en cuenta la situación previa a la aplicación del recurso o la posterior, siendo ésta temporal o momentánea. Ejemplo: persona ingresada en un centro privado, a la espera de plaza concertada. En estos casos, el criterio que se propone es que sea el/la profesional quien decida la opción que más se ajusta o conviene al usuari@, pero haciendo mención expresa en las observaciones de la segunda página de la Escala. 3) Marcar con un aspa la casilla situada a la izquierda de cada opción. En cada apartado señalar una sola respuesta, exceptuando el apartado 1.3, en el que señalaremos una de cada subapartado. 4) En cada apartado, la columna de la derecha recoge la puntuación asignada a la respuesta o grupo de respuestas, en orden ascendente, según situaciones de menor a mayor gravedad. 5) En caso de duda entre dos o más opciones, dado que no son excluyentes, habiendo consultado y comprobado previamente el manual (definiciones de los ítems) para saber la que más se ajusta a la situación, se opta siempre por la situación que conlleve mayor gravedad o para la que se estime en la Escala mayor puntuación. Ejemplo: usuari@ de edad avanzada objeto de estudio que convive con cónyuge. En el apartado de convivencia, por ejemplo, reflejarían su situación tanto el ítem “con familia directa de manera estable” como el ítem “con familiares de edad avanzada”, por lo que siguiendo la premisa expuesta se elige la segunda opción. 6) Los apartados 1.3 y 1.4, así como el 2.1 y 2.2, son excluyentes, es decir, se debe elegir entre uno u otro en cada caso, y posteriormente se cumplimenta lo que proceda. 7) En el reverso de la Escala, realizar el genograma y señalar, si procede, las observaciones. En el último apartado, el referido a los recursos, marcaremos por una parte los recursos idóneos, aún sabiendo que algunos de ellos no existen en una determinada zona, e independiente de los criterios y baremos de concesión de los organismos oficiales, y por otra, los que ya viene utilizando con anterioridad. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 125 La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD) Definición de los ítems de la Escala de Valoración Social 1. SITUACIÓN SOCIO-FAMILIAR Cuando hablamos de familia, entendemos por ella “grupo de personas que están emparentadas”, pero también, “conjunto de individuos que tienen alguna condición común”. Luego, el término familia en esta Escala hace referencia a toda persona o grupo que, por alguna circunstancia, convive con la persona afectada adoptando las funciones y roles familiares. – CONVIVENCIA. Persona que vive... Con familia directa de manera estable: La “familia directa” hace referencia a la existencia de familia en primer orden: cónyuge, padremadre y/o hij@s. La persona atendida se siente totalmente integrada en la unidad de convivencia, por lo que la familia desea y puede asumir la responsabilidad de los cuidados domiciliarios. En Residencia de manera estable: Se trata de aquellos casos en los que se cuenta: a) con plaza concertada b) con plaza financiada en régimen privado Sol@, pero tiene familiares directos que se responsabilizan: Vive sol@, pero de alguna manera es atendid@ por padre, madre y/o hij@s. Con emplead@ de hogar intern@ y tiene familiares que supervisan la atención: Dispone de personal contratado las 24 horas del día (cuidador/a intern@), y además la persona cuenta con algún/os familiar/es que lo supervisan. Con familia de 2º o 3r grado y/o con personas sin relación de parentesco o acogimiento legal: Situaciones en las que se cuenta con abuel@s, herman@s, tí@s, sobrin@s, vecin@s, amig@s. Con familia de forma rotatoria: Situación en la que la persona atendida cambia periódicamente de domicilio, con lo que se produce el hecho de “rotación familiar” y que puede darse tanto dentro como fuera de la comunidad autónoma. En este último caso, si rota fuera de Navarra, se indicará en las observaciones de la Escala la comunidad autónoma referente. Con familiares de edad avanzada: Convive con familiares de más de 65 años. Con empleada/o de hogar interna/o y sin familiares que supervisen la atención: Carencia de familia que se responsabilice de supervisar las atenciones que son prestadas por emplead@ de hogar intern@. Sol@ y no dispone de familiares directos u otras personas comprometidas en el cuidado, ni cuidadores. 126 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Interés profesional Con familiares que presentan una limitación o dependencia funcional y/o social: Los convivientes son personas que requieren atención, o no son capaces de asumir el cuidado de algún miembro de la familia que lo necesita, por distintos motivos: - Padece una enfermedad grave - Enfermedad mental - No cuenta con capacidades personales (actitudes y aptitudes) para afrontar la situación actual. - Drogodependencia - Discapacidad física y/o psíquica - Es menor de edad - Se encuentra en situación económica deficiente o inestable - Tiene cargas familiares - Existe presunción de malos tratos o negligencia La avanzada edad no se incluye en este apartado, ya que ello no implica necesariamente problemas de autovalimiento e incapacidad de asumir cuidados. En este apartado estarían incluidos supuestos en los que concurran la situación de deterioro cognitivo o mental del usuari@ y la permanencia en el domicilio sol@ gran parte de la jornada. Dada la situación de riesgo, conviene señalarlo en las observaciones de la Escala, así como el número de horas que pasa sol@. Sol@ y/o no acepta supervisión: Existe disposición por parte de algún familiar, pero la persona dependiente no lo acepta. – RELACIONES/DINÁMICA. Integración/aceptación en la unidad de convivencia: Tanto la persona afectada como los convivientes, manifiestan no tener dificultades en la relación. Rota por distintos domicilios, existiendo aceptación y distribución equitativa en los cuidados: Existe aceptación por parte de la persona afectada y de aquell@s implicad@s en el cuidado, así como una distribución equitativa de responsabilidades y cargas de cuidados. Mantiene contactos esporádicos: Las relaciones con los familiares se realizan a través de: - Teléfono - Visitas - Tareas de apoyo (compra, ayuda en las labores domésticas, acompañamiento para determinadas gestiones, etc.) - Otros Relación que condiciona la vida familiar de forma relativa: Los miembros de la unidad de convivencia se sienten afectados en su vida personal y de relaciones, etc. En determinados casos puede afectar a determinadas situaciones: dificultad para programar vacaciones, fines de semana, etc. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 127 La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD) Problemas esporádicos de convivencia: Hace referencia a aquellos casos en que se han puesto de manifiesto diferencias de criterio que no comprometen la convivencia pero sí repercuten en las relaciones. Ejemplos: - Uso del dinero y del espacio de la casa. - Tiempo disponible para el cuidado. - Compatibilidad de roles. - Mantenimiento de una actitud poco favorable a aceptar asesoramiento familiar. - Otros. Rota por distintos domicilios, pero no existe aceptación o/ni distribución equitativa en los cuidados: Situaciones en las que la persona afectada o aquell@s implicad@s en el cuidado no se sienten aceptad@s o integrad@s; se sienten incómod@s, y/o en el seno de la familia existe una distribución desigual de responsabilidades y cargas de cuidados no consensuada. Existen factores de riesgo que producen desajustes convivenciales: Se señalan a nivel orientativo los siguientes: - Hospitalización prolongada de un familiar - Situación de privación de libertad de alguno de los miembros de la familia - Separación por motivo de trabajo (frecuente o de larga duración) - Abandono del hogar por parte de un miembro familiar (adulto) - Fuga del hogar de un/a menor - Incorporación de un nuevo miembro a la unidad familiar - Carencia de espacio en la vivienda, por lo que se precisa habilitar medidas extraordinarias para acoger a la persona dependiente (compartir dormitorio, dormir en el salón, etc.) - Hacinamiento - Desahucio - Problemas legales (juicios pendientes) - Separación conyugal o de pareja - Soltera gestante - Madre o padre solter@ - Viudedad/orfandad reciente Relación que condiciona la vida familiar de forma moderada: Los miembros de la familia no pueden realizar las funciones y actividades que habitualmente desarrollan y se ven obligados a: - Abandono de la actividad laboral - Cambio de domicilio, localidad, etc. Relación conflictiva con las personas con las que convive: Cuando la persona dependiente se niega a recibir ayuda. La atención recae sobre una sola persona cuidadora principal: Ello puede generar una carga física o psíquica, con manifestaciones de cansancio, tristeza, apatía, falta de ilusión, etc. 128 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Interés profesional Presunción de desamparo: Se entiende como tal cuando existe abandono, falta de atención, negligencia o malos tratos, etc. a). En Menores. Situación que se produce de hecho a causa del incumplimiento o inadecuado ejercicio de los deberes de protección establecidos por las leyes para la guarda de l@s menores (hasta los 18 años): - Graves carencias afectivas - Maltrato físico o psíquico - Violación o abusos sexuales - Explotación económica o utilización para mendicidad - Abandono - Cualquier situación manifiestamente vejatoria de la dignidad y derechos del/de la menor. b). En personas adultas: - Maltrato físico: toda actuación NO OCASIONAL que dé lugar o tenga como consecuencia un daño físico o enfermedad. - Maltrato sexual: toda conducta que vaya en contra de la libertad sexual, utilizando la presión o la fuerza. - Maltrato psíquico: toda aquella actuación que tenga como objetivo humillar y/o provocar sufrimiento. Perfil del cuidador/a responsable del abuso: - Consumidor de alcohol, fármacos o drogas. - Con pobres contactos sociales. - No acepta el papel de cuidador/a. No asume la responsabilidad que ello conlleva. - Historia previa de violencia familiar. - Sufre estrés por causas diversas (muertes, pérdida del trabajo o problemas económicos), o tiene múltiples responsabilidades. - Renuncia a las ayudas médicas y de la comunidad. - Depende del ancian@/persona dependiente desde el punto de vista económico y la vivienda suele ser de la víctima. - Demuestra pérdida del control de la situación. - En las entrevistas suele ser hostil, irritable y suspicaz. Perfil de la víctima: - Mujer, edad avanzada. - Dependiente de su cuidador/a para la mayoría de las funciones de vida diaria. - Con conductas anómalas acompañantes. - Convive con un familiar que es el principal y único cuidador. Alteraciones del comportamiento que implican riesgo y/o hacen inviable la convivencia en el núcleo familiar: Continuas alteraciones en el ritmo del sueño, fugas y conducta agresiva hacia la persona cuidadora u otros miembros de la familia, que les repercuten en la convivencia, resultando insostenible mantener en el domicilio a la persona dependiente. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 129 La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD) Se incluyen aquellas situaciones en las que la persona con deterioro cognitivo o mental pasa en el domicilio sol@ gran parte de la jornada, constituyendo un riesgo para sí y para el resto. Desestructuración grave en el núcleo familiar que afecta al cuidado: Se entiende cuando existe pérdida de relación y comunicación del grupo familiar entre sí, lo que da lugar a una falta de atención adecuada: - No proporcionar la alimentación necesaria - No control de fármacos prescritos - Negación a que dichos cuidados sean proporcionados por otras personas - Otros No mantiene relación alguna y carece de red informal: Las relaciones familiares son inexistentes, bien por conflictos, por ausencia de familiares que le puedan apoyar u otras circunstancias. – CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONA CUIDADORA. La persona cuidadora es aquella que sin existir relación mercantil por medio (no es una cuidadora profesional) y viviendo en el mismo domicilio de la persona dependiente, o fuera de él, asume la atención y cuidados que ésta precisa. Ante varios cuidadores, optar por el que más tiempo dedique a estas tareas, el/la más vulnerable y al que se le atribuye el rol. Cuando existe rotación de la persona dependiente, el/la cuidador/a será aquella que asume la atención y cuidados que la persona dependiente precisa. Convivencia: Convive con la persona dependiente: La persona cuidadora vive en el mismo domicilio de la persona dependiente. Convivencia: No convive con la persona dependiente: El/la cuidador/a principal vive fuera del domicilio de la persona dependiente. Situación laboral: Otros: Situaciones varias no recogidas en los apartados anteriores. Situación laboral: Trabaja fuera del hogar: Además de la responsabilidad de proporcionar cuidados a la persona dependiente, cuenta con una actividad laboral fuera del hogar de al menos 20 horas a la semana. Situación laboral: Dedicad@ a las tareas domésticas, estudiantes o jubilad@s: El cuidador/a principal no ejerce actividad laboral fuera del hogar. Situación laboral: Excedencia y/o abandono de la actividad laboral: Ha optado por el abandono del trabajo remunerado, para prestar atención a la persona dependiente, se haya podido acoger a este derecho o no. Tiempo de cuidado: Valorar el tiempo desde que la persona cuidadora se lo dedica a la persona dependiente; elegir en cada caso el tramo que se ajuste a la realidad. Problemas de salud: Sin problemas de salud: La persona cuidadora no refiere ninguna situación sanitaria que afecte al cuidado. 130 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Interés profesional Problemas de salud: Problemas de salud que incapacitan o se agravan con el cuidado: El/la cuidador/a principal tiene problemas de salud físicos que impiden realizar las actividades necesarias de cuidado, o que al realizarlas agravan significativamente las dolencias previas. Nota: cuando el/la observador/a desconoce este aspecto del cuidador/a, tener en cuenta que la edad avanzada de la persona no implica problemas de salud. Problemas de salud: Ingreso hospitalario: El/la cuidador/a principal se encuentra ingresado/a en una institución sanitaria o en periodo de convalecencia tras ingreso hospitalario. Problemas de salud: Tratamiento psiquiátrico instaurado: El/la cuidador@ principal tiene diagnóstico psiquiátrico, sigue tratamiento con visitas de seguimiento periódicas. Se incluyen también aquellos casos que tienen trastorno psiquiátrico pero no siguen tratamiento. Escala de Zarit: La evaluación del cuidador/a y del proceso de cuidado se considera fundamental en la evaluación gerontológica. En la actualidad se dispone de esta herramienta que permite conocer en qué forma y medida el cuidado de una persona dependiente afecta a la dinámica familiar y con qué recursos personales y sociales cuentan los cuidadores para afrontar esta situación. En aquellos casos en los que no se aprecia sobrecarga de la cuidadora, no es necesario aplicar la Escala de Zarit y señalaremos la primera opción de este apartado. Edad: Señalar el tramo de edad en el que se encuentra la persona cuidadora. – SIN CUIDADOR, SIN SUPERVISIÓN DE CUIDADOS O PRESUNTA SITUACIÓN DE MALTRATO. Cuando la persona dependiente no dispone de ninguna figura con el rol de cuidador, o ella misma rechaza cualquier atención o cuidados que ésta le quiera prestar. Asimismo, personas dependientes que disponen de cuidador@s negligentes o padecen presuntas situaciones de malos tratos. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 131 La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD) 2. VIVIENDA Se entiende por vivienda habitual aquella en la que se reside al menos seis meses al año. En aquellos casos aislados en los que la persona usuaria, tras permanecer en un centro residencial retorne al domicilio, se valorarán las características de la vivienda en la que va a residir. – RÉGIMEN DE TENENCIA Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Elegir la opción que se ajuste a la situación de tenencia o figura legal de la vivienda en la que la persona dependiente reside, sea en propiedad o en otras modalidades. Por ejemplo: Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Propiedad de la persona solicitante: Se entiende por vivienda en propiedad aquella escriturada a nombre de la persona dependiente. La propiedad aporta mayormente estabilidad y acceso a prestaciones que son inherentes a la propiedad. Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Propiedad de un miembro de la unidad familiar: La vivienda en la que reside la persona dependiente se encuentra escriturada a nombre de un familiar con el que convive (por ejemplo a nombre del cónyuge, hij@s, padres, herman@s...) Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Propiedad compartida con otros familiares: La vivienda habitual está escriturada a nombre de varios familiares, entre los que se encuentra la persona solicitante. Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Vivienda cedida en uso y usufructo: Derecho de uso de una vivienda perteneciente a otras personas. Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Piso tutelado y residencia: Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Alquiler: Uso de una vivienda, con ciertas condiciones y por un precio convenido. Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Pensión: Casa particular en la que se alojan huéspedes mediante pago. Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Patrona protegida: Casa particular en la que se alojan huéspedes mediante pago en el que se ejerce cierto grado de supervisión. En Navarra se utiliza como recurso para enfermos mentales crónicos. Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Subarrendamiento: Arrendamiento de una vivienda o parte de ella a una persona que previamente la tiene arrendada (alquilada). – CONDICIONES DE HABITABILIDAD Condiciones de habitabilidad: Dispone de todas las dotaciones y equipamiento básico, reúne condiciones mínimas de habitabilidad y carece de barreras arquitectónicas: Se consideran servicios indispensables: tener calefacción en todas las dependencias de la casa, lavadora automática, frigorífico, teléfono, agua caliente, disponer de habitación sin tener que compartirla con otros miembros. 132 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Interés profesional Se entiende por todo aquello que se necesita en el domicilio y posibilita una mejor atención a la persona dependiente, como por ejemplo disponibilidad de material sanitario y ortopédico, cama articulada, silla de ruedas, grúa, baño adaptado, teléfono de emergencia, etc. Que las habitaciones cuenten con ventanas o balcón al exterior. Condiciones de habitabilidad: Dispone de suficientes condiciones de habitabilidad, pero hay barreras arquitectónicas y/o falta de equipamiento: Existen barreras arquitectónicas que pueden eliminarse mediante adaptación u obras. No cuenta con habitación individual y necesariamente ésta se tiene que compartir con otro miembro de la familia, hay falta de espacio, etc. Puede darse, asimismo, la falta de dotación en equipamiento básico. En cualquier caso, todas estas carencias o limitaciones pueden ser subsanadas. Condiciones de habitabilidad: Existen importantes déficits, no superables, en condiciones de habitabilidad, equipamiento básico y/o barreras arquitectónicas En la vivienda faltan dos o más de los servicios indispensables. Higiene deficitaria. Las habitaciones tienen ventanas que dan a patios interiores o son muy pequeñas, suponiendo problemas de ventilación o iluminación. Existen barreras arquitectónicas que afectan a la persona dependiente. En general, la vivienda no se ajusta a sus necesidades, pero los problemas detectados no son superables. Condiciones de habitabilidad, equipamiento y barreras que pueden comprometer la salud: Se detecta carencia significativa de los servicios indispensables. Tiene barreras arquitectónicas no eliminables mediante adaptación u obra. Las habitaciones no disponen de ventanas. La vivienda está afectada por problemas de humedad. La vivienda tiene falta de higiene, carece de ventilación y/o tiene problemas estructurales. Un déficit significativo en alguno de los aspectos señalados o la acumulación de varios de ellos, comprometen su salud. – ACCESIBILIDAD Accesibilidad: La vivienda se encuentra bien ubicada, con accesibilidad a los medios de comunicación y a los servicios: Se entiende por bien ubicada cuando está dentro del casco urbano, en zona urbanizada, bien comunicada mediante transporte público y dotada de servicios comunitarios: Centro de Salud, farmacia, entidades bancarias, tiendas, Servicios Sociales de Base, etc. Accesibilidad: La vivienda se encuentra situada en el casco urbano (ciudad/pueblo), pero existen limitaciones en el acceso a los servicios comunitarios: Las limitaciones mencionadas hacen referencia a alguna de estas situaciones o la acumulación de varias de ellas: - Mala dotación de servicios - Medios de transporte insuficientes - Viviendas ubicadas en zonas de buena dotación de recursos, pero con el acceso limitado a los mismos por las propias barreras arquitectónicas RTS - Núm. 192 - Abril 2011 133 La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD) Accesibilidad: La vivienda se encuentra ubicada en una zona aislada, carente de medios de comunicación y con gran dificultad de acceso a los servicios comunitarios: Vivienda que se encuentra distante de la zona urbanizada del pueblo o ciudad. Puede tratarse de vivienda unifamiliar o piso integrado en un bloque de viviendas, con gran dificultad de acceso a los servicios comunitarios y al transporte público. – SIN VIVIENDA Su situación económica es tan precaria o su grado de desestructuración tal, que le impiden acceder y poder vivir en una vivienda. 3. SITUACIÓN ECONÓMICA En este apartado conviene definir previamente la unidad económica: - Se considera unidad económica a la persona afectada, cuando lo haya al cónyuge e hij@s menores y discapacitad@s que económicamente dependieran de los anteriores. - En caso de aplicar la Escala a personas discapacitadas mayores de edad, se tendrán en cuenta únicamente los ingresos de los que sean titulares. - Ante personas con discapacidad sin ingresos, se señalará la opción “carece de recursos económicos”. Se valorarán como ingresos los provenientes de trabajo, pensiones y rentas mobiliarias e inmobiliarias. Para obtener la renta per cápita, se seguirá la normativa fiscal vigente; se tendrán en cuenta los ingresos anuales del año anterior a la solicitud, divididos por doce mensualidades y por el número de miembros. En la declaración de la renta en la C. F. de Navarra dichos conceptos aparecen con el número de epígrafe 507. El indicador público de renta de efectos múltiples IPREM tendrá las siguientes cuantías durante 2006: a) El IPREM diario, 17,57 euros b) El IPREM mensual, 527,24 euros c) El IPREM anual, 6.326,86 euros (12 pagas) y 7.381,33 euros (14 pagas) El apartado “carece de recursos económicos” recoge, entre otras, todas aquellas situaciones de indigencia. 134 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Interés profesional 4. ATENCIÓN SOCIOSANITARIA – VALORACIÓN DE LA PROVISIÓN FORMAL DE CUIDADOS Se entiende por sistema formal los recursos provenientes de las instituciones. Recibe apoyo formal suficiente y adecuado a sus necesidades: No se han observado carencias en los cuidados que recibe del sistema formal. Se entiende por apoyo formal el conjunto de prestaciones y servicios que ofrecen las instituciones de salud y de servicios sociales. Se detecta necesidad de recursos y su provisión es posible: Servicio de Ayuda a Domicilio, Tele-emergencia, valoración de especialistas de salud, asistencia a Unidad de Memoria, recursos de ocio, ocupacionales o laborales que faciliten la integración social y laboral de las personas discapacitadas, asistencia a cursos dirigidos a personas cuidadoras…, o bien utilizando recursos propios o de financiación privada. Hay necesidad de cuidados que hacen difícil las posibilidades de apoyatura formal en el domicilio: Fragilidad social. No se pueden garantizar satisfactoriamente en el domicilio los cuidados que requiere la persona. Requiere recursos intermedios como centros de día, estancias diurnas, estancias temporales de respiro o convalecencia... Se incluyen situaciones de irregularidad de algun@s extranjer@s, a quienes se les dificulta el acceso a diversos recursos formales. Situación no sostenible en el entorno habitual en el que vive: Se ha constatado que la situación es inabordable en el domicilio, ya que el apoyo formal que requiere no puede prestarse: demencias avanzadas, necesidad de soportes clínicos, ingresos definitivos en residencias, salidas a patronas protegidas, pisos funcionales, etc. Asimismo, en este apartado se incluyen todas aquellas situaciones propias de la indigencia. – VALORACIÓN DE LA PROVISIÓN INFORMAL DE CUIDADO El apoyo informal hace referencia a las atenciones recibidas por parte de familiares, allegad@s, amigas/os, vecinas/os, personal voluntario y asociaciones de afectadas/os. No existen dificultades para la atención: Recibe una atención adecuada y suficiente. Necesidades para la provisión de cuidados: Se detectan necesidades no cubiertas y su provisión es posible (reparto del cuidado en el grupo familiar, adiestramiento mediante grupos de apoyo, asociacionismo, voluntariado…) apoyando al sistema informal y orientando su demanda hacia recursos de la red social. Capacidad limitada de apoyo: El sistema informal tiene una capacidad de apoyo limitada por distintas razones: distancia geográfica, historia familiar conflictiva, otras personas que cuidar (menores, enfermos…), etc. Recibe atención periódica y útil pero insuficiente: Las necesidades superan la capacidad de atención del sistema informal, que atiende a la persona RTS - Núm. 192 - Abril 2011 135 La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD) dependiente, debido a trastornos de conducta, periodos de hospitalización, o en general por la gravedad de las necesidades de cuidados. Carente de familia directa, o de red social: Carece de familia o no existe red social de apoyo. Claudicación familiar: El grupo familiar está sobrepasado y expresa la imposibilidad de mantener el cuidado de la persona dependiente. Anexo 3 ESCALA DE ZARIT Utilización de la escala de Zarit. Notas para el/la profesional Es importante delimitar el concepto de sobrecarga. Diremos que es el reflejo del impacto subjetivo de la relación de cuidados sobre las vidas de las personas cuidadoras. El cuidador es la persona, familiar, cónyuge o amigo que proporciona la mayor parte de apoyo diario a otra persona que, por sus condiciones físicas y/o psíquicas, es incapaz de mantenerse por sí misma. La mayoría de estos cuidados suelen recaer sobre un miembro concreto de la familia, centrándose su actividad cotidiana en atender al otro, lo que puede implicar el renunciar al descanso, disminuir relaciones sociales y en la mayoría de los casos, tener sentimientos de culpabilidad al salir fuera. Dichas personas, se enfrentan a problemas complejos y difíciles: sostén de la familia, higiene, alimentación, prevención de heridas y úlceras, etc. Por parte de los/as profesionales se deberían cubrir sus necesidades mínimas mediante la aplicación de diferentes técnicas, tales como información específica, formación en habilidades de comunicación, apoyo emocional, así como, la aplicación de fórmulas adecuadas para facilitar su descanso y liberación de dicha tarea, teniendo en cuenta que las personas cuidadoras soportan un grado muy intenso de estrés, debido a la intensidad y continuidad de los cuidados. La escala de Zarit expuesta a continuación está orientada a detectar el grado de sobrecarga que experimentan dichas personas. Especialmente indicada para cuidadores/as de pacientes aquejados de síndromes demenciales, está validada en nuestro medio y permite medir la vivencia subjetiva de sobrecarga. Los puntos de corte para interpretar los resultados son los siguientes: – No sobrecarga: hasta 45 puntos. – Sobrecarga leve: de 46 a 54 puntos. – Sobrecarga intensa: a partir de 55 puntos. Consideramos que la escala de Zarit debe pasarse en consulta, con una explicación previa de su utilidad. 136 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Interés profesional Bibliografía BRESNES NIETO, M. J. “Ante la dependencia: Servicios Sociales y Coordinación Sociosanitaria”, en Boletín del Colegio Oficial de Trabajo Social, nº 37 (enero 2007); Pág. 6 a 12. ISSN 1134-0991 CRESPO, M. y López, J. “Estrés y estado emocional en cuidadores de familiares mayores con y sin demencia”, en Revista española de Geriatría y Gerontología, nº 40 (2005). Pág. 55-61. ISSN 0211-139X. ESPINOSA VERGARA, M. Programación. Manual para Trabajadores Sociales. Buenos Aires: Editorial Humánitas, 1988. ISBN 99505821077. GARCIA, E.; HERRERO, J. y MUSITU, G. El apoyo social. Barcelona: PPU, 1995. ISBN 8479784733. GONZALEZ MONTALVO, J. L. et al. “Aplicación de la valoración geriátrica para el correc- to uso de niveles asistenciales en la atención del ancianos”, en Revista española geriatría y gerontología, nº 33 (1998). Pág. 115120. ISSN: 0211-139X. MORENO, GARCÍA, URRA, ERICE, ARRAZTOA, MAEZTU, ITURRI. “Proceso de elaboración de la escala de Valoración Social de la Dependencia en Navarra”, en Revista Agathos. Atención Sociosanitaria y Bienestar, nº 4 (diciembre 2010). Pág. 44-51. ISSN 1578-3103. MORENO, GARCÍA, URRA, ERICE, ARRAZTOA, MAEZTU, ITURRI. “La Escala de Valoración Social de la Dependencia como instrumento para la coordinación sociosanitaria”, en Revista de Servicios Sociales y Política Social, nº 91. Pág. 93-105. SARRATE CAPDEVILLA, Mª Luisa (coordinadora). Atención a las personas mayores. Intervención Práctica. Madrid: Universitas, S.A., 2006. ISBN 978-847991-182-4 SETIEN, M. L. y SACANELL, E. La calidad en los Servicios Sociales: conceptos y experiencias. Colección Políticas de Bienestar Social. Tirant Lo Blanc, 2003. ISBN-84-8442-839-7. “Instrumentos de valoración funcional en gerontología”. Monográfico de la Revista de gerontología, vol. 6, nº 4 (diciembre 1996). ISSN 1139-0921. “La valoración de las personas mayores, evaluar para conocer, conocer para intervenir”. Manual práctico. F. J. LETURIA, J. J. YANGUAS, E. ARRIOLA, A. URIARTE. Cáritas. ISBN 84-8440-243-6. El apoyo a los cuidadores de familiares mayores dependientes en el hogar: Desarrollo del programa “Cómo mantener su bienestar”. Madrid: IMSERSO, 2007. ISBN 97884-8446-097-8. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 137 138 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Libros Participación ciudadana y gestión de las políticas sociales municipales Situación actual y retos del régimen jurídico del trabajo de personas en situación de exclusión social y con discapacidad en España El consell assessor d’ètica professional RTS - Núm. 192 - Abril 2011 139 140 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Libros Participación ciudadana y gestión de las políticas sociales municipales PASTOR, Enrique. Participación ciudadana y gestión de las políticas sociales municipales. Murcia: Universidad de Murcia, 2010. ISBN 978-84-8371-828-5 El libro plantea los aportes de la participación ciudadana al desarrollo de la participación social y, en definitiva, a la democracia. Ya en la introducción el autor nos sitúa convenientemente en el ámbito en el que se desenvuelve la obra: Contribuciones, limitaciones y tendencias más significativas de los Consejos e Institutos en su capacidad para influir en los procesos de democratización y en la construcción de las políticas sociales en el ámbito local. En este sentido se enfrenta a un reto, tal y como señala la profesora de la Red en su prólogo, en cuanto a cómo incentivar la participación a los ciudadanos y, por ende, a las sociedades en las que habitan. El libro remite al lector al marco conceptual, normativo, estratégico y contextual de la participación ciudadana, en el ámbito local. Señala las relaciones entre la participación ciudadana y la intervención social, subrayando la importancia de la participación para el desarrollo de la democracia. Destaca la influencia de la globalización y la tendencia al localismo como factores aparentemente antagónicos, pero íntimamente relacionados, ya que es en los entes locales mas próximos en donde los actores perciben los efectos de la globalización y en donde los ciudadanos dan respuestas a las mismas, y en donde se contempla la importancia de la participación como instrumento de la construcción y de la cohesión social. Señala el autor cómo la participación democrática tiene un valor intrínseco que va más allá de la mera RTS - Núm. 192 - Abril 2011 141 Participación ciudadana protección de intereses, por cuanto aquélla viene a proporcionar importantes medios para el desarrollo de las capacidades de los individuos y la satisfacción de necesidades individuales y colectivas. Se considera que el hecho de que los ciudadanos tengan la oportunidad de participar en las decisiones colectivas permite que desarrollen la capacidad de pensar sobre sus propias necesidades, en relación con las necesidades de las demás personas. El autor se refiere igualmente a la mediación comunitaria como factor incentivador del empowerment o a la participación activa de los ciudadanos en la resolución de conflictos individuales y colectivos, la creación de espacios de escucha o la prevención de la mala administración de conflictos futuros. De la misma forma se señala cómo la participación puede ser un indicador de la calidad de vida de una población, señalando factores tales como la motivación, el flujo de información, la percepción vecinal y, en definitiva, el sentimiento de identidad y pertenencia. El autor hace una descripción detallada, fruto de su trabajo investigador, de las reformas municipales precisas, de las estrategias organizativas y normativas requeridas, de los objetivos que dirigen la participación, de los actores, así como de las estructuras y mecanismos de las distintas formas participativas: y a través de las asociaciones, de forma personal y directa como el caso de asambleas o en plenos municipales, o de forma mixta como los Consejos y Plataformas ciudadanas. Se describe igualmente el contexto sociopolítico y normativo que enmarca la participación ciudadana dentro de los servicios sociales municipales. Las directivas y normativas europeas así como las normas 142 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 estatales tales como la ley reguladora de bases de la Administración local o leyes autonómicas de Servicios Sociales, o los aportes del Libro Blanco o el Proyecto de la Ley Básica de Administraciones locales, señalan los principales apoyos en los que pueden sustentarse las estructuras locales para potenciar la participación. A partir de una elaboración propia de recogida de información, a través de entrevistas y análisis documental, se describen los mecanismos de participación en los servicios sociales municipales de los 45 ayuntamientos que confor man la Región de Murcia, destacando la existencia de Consejos Municipales de Servicios Sociales y Consejos Sectoriales (fundamentalmente en el ámbito de mujer y personas mayores), en tan solo 4 de ellos. De la misma forma los Institutos Municipales refieren competencias de gestión desconcentrada de servicios sociales, pero sólo se han desarrollado en dos de las poblaciones. El autor profundiza, finalmente, en las oportunidades e instrumentos así como en las contribuciones y limitaciones de los mecanismos de participación que, aunque referidos a la realidad concreta de la Región de Murcia, su análisis y propuestas fácilmente son generalizables a otras realidades de ámbito local. Es, por tanto, un interesante libro que sigue las líneas-guía trazadas por la Unión Europea en consideración a la relevancia de la promoción de la cohesión social, la promoción de la ciudadanía como responsabilidad compartida, donde el logro de este objetivo se traduce en la posibilidad de que cada individuo pueda tener una propia ubicación en la sociedad y contribuir a su desarrollo a cualquier nivel. Se trata de impulsar la escasa participación de la ciudadanía, la Libros falta de interés o apatía de los vecinos, que expresan, en definitiva, la poca o nula confianza en el trabajo colectivo, la falta de confianza con los representantes o la falta de responsabilidad en el cumplimiento de sus tareas, por parte de las personas elegidas. La falta de participación ciudadana es percibida como factor generador de conflictos. Es el gobierno municipal, fundamentalmente, quien sufre el desgaste con la población afectada, porque generalmente se acude a los medios de difusión para informar de los problemas que aquejan a ese sector de la comunidad, que se siente agraviada por la situación planteada. Los costes de desgaste institucional, de pérdida de credibilidad y de legitimidad en general no son cuantifi- cados y generan un distanciamiento innecesario. La construcción de una sociedad plural y de características singulares necesita generar conciencia de comunidad, de responsabilidad ante los asuntos que afectan a la colectividad. En el trabajo comunitario, la participación se dibuja como un proceso de construcción social, en el que los sujetos principales aumentan su poder al intervenir e incidir directamente, con capacidad de decisión real, en las diferentes fases en las que se configura el proyecto comunitario. La comprensión de los procesos participativos, de su estructura y las propuestas para su puesta en práctica son, en definitiva, la mayor aportación de esta obra. M. Paz García-Longoria y Serrano RTS - Núm. 192 - Abril 2011 143 Régimen jurídico personas en situación de exclusión social Situación actual y retos del régimen jurídico del trabajo de personas en situación de exclusión social y con discapacidad en España MENDOZA MORENO, D. Si- tuación actual y retos del régimen jurídico del trabajo de personas en situación de exclusión social y con discapacidad en España. Madrid: Editorial universitaria Ramón Areces, 2010. 176 pág. ISBN 97884-8004-994-8 Este útil trabajo de investigación, además de analizar críticamente las políticas públicas socio-laborales y el ordenamiento jurídico regulador de la protección social y laboral de los principales colectivos de personas vulnerables en la actualidad socio-económica de España, máxime ante la presente situación de crisis financiera y socio-laboral global; también propone a los profesionales sociales las cuestiones de mayor trascendencia práctica para hacer efectiva la inserción sociolaboral de las personas en situación de exclusión social en empresas de inserción así como de las personas con discapacidad en Centros Especiales de Empleo y en el empleo público. Y, además, también analiza las actuales políticas socio-laborales de responsabilidad social empresarial y corporativa RSE que pueden ser desarrolladas en este ámbito material. Sin duda, debe destacarse la utilidad real de este trabajo de investigación para ayudar y asesorar a los agentes económicos y sociales en sus funciones de configuración de la política social y laboral y de la legislación y normativas, así como a las Comisiones negociadoras y paritarias de los convenios colectivos laborales. En definitiva, el objetivo esencial de esta investigación es aportar los fundamentos de Derecho para el desarrollo y perfeccionamiento de las políticas sociales y laborales europeas, estatales, autonómicas y locales en dichas materias de carácter socio-económico y laboral que ostentan una especial trascendencia para los poderes públicos y agentes sociales, atendiendo a las personas que potencialmente pueden ser beneficiarias de la finalidad de este estudio. Jennifer Almeida Morales 144 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Libros El consell assessor d’ètica professional El Consell Assessor d’Ètica Profes- sional del Col .legi Oficial de Diplomats en Treball Social i Assistents Socials de Catalunya 1984-2006. Monogràfic núm. 6 del CODTS. Emilia Alonso, Josefina Bassets, Montserrat Pons i Glòria Rubiol, 2010. El estudio del Consell Assessor d’Ètica Professional escrito por nuestras compañeras Emilia Alonso, Josefina Bassets, Montserrat Plans y Gloria Rubiol que se presentó en la Jornada de Ética del Col·legi nos permite hacer una profunda reflexión sobre la importancia que tiene para nuestra profesión la ética. Según dice Joan Canimas en un artículo publicado en la Revista de Servicios Sociales y Política Social (Consejo General de Colegios de Trabajo Social) hablando de los problemas éticos que generalmente se plantean no tanto porque no haya respuesta a una situación sino más bien porque hay varias respuestas y se debe calibrar cuál es la mejor “los servicios sociales están sobrados de principios éticos y necesidades de casuística ética”. El estudio está elaborado de una manera entendedora y fácil; os recomiendo a todos y todas su lectura. El contenido del estudio lo dividiré en cuatro puntos: 1º- La historia del Consell Assessor d’Ètica Professional, creado por el Col·legi en el mes de octubre de 1984, hasta su disolución en 2006. Es en este momento cuando de acuerdo con los nuevos Estatutos del Col·legi pasa a llamarse Consell de Deontologia Professional. Hay que recordar que es el primer Consell Assessor d’Ètica Professional de España. Actualmente en 2011 solamente diez colegios de trabajadores/as sociales tienen, de los 37 existentes. Fue creado por la primera Junta del Col·legi. En sus primeros años su tarea fue la redacción del Codi d’Ètica y las normas de funcionamiento del Consell. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 145 Planificación El consell assessor estratégica d’èticaenprofessional organizaciones no lucrativas Este apareció publicado en mayo de 1989 (en edición bilingüe), el primero que se publicó en España referente al trabajo social. En el año 2000, en un trabajo de conjunto de una comisión y el Consell se publica el documento La confidencialitat i el Secret Professional. Se debe destacar el trabajo realizado por sus miembros al servicio de la colegiatura y la sociedad, de carácter voluntario y sin ninguna contraprestación. 2º- El marco conceptual utilizado en el estudio de las consultas y las respuestas. Se definen los valores básicos del trabajo social, como son: la autodeterminación de las personas que se atienden, la promoción del bienestar, la igualdad y la justicia distributiva. Clarifica la diferencia entre ética, como filosofía (reflexionada) que dice lo que es bueno o malo de la conducta humana, y la deontología, normas concretas para ejercer una profesión. Victòria Camps, cuando habla de deontología, dice que son aquellas virtudes que debe tener una profesión para que sea no solamente excelente desde su aplicación técnica, sino excelente en la calidad humana. No se olvidan en ningún momento las cuestiones éticas que aparecen a menudo en el trabajo comunitario. 3º- Metodología empleada en el estudio; número de consultas, procedencia y temas frecuentes. Quiero señalar que el número más elevado de consultas procede de compañeras que trabajan en ayuntamientos (39,5 %) y en servicios sociales básicos (44,5 %). No hay consultas del colectivo que 146 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 trabaja en el ámbito de la salud, y la hipótesis que se extrae es el hecho de que tienen comisiones y comités de bioética a su alcance. Un dato observado a lo largo del tiempo es que el número de consultas se incrementa cuando se hace convocatoria pública de nuevos miembros para la renovación del Consell. Los temas más frecuentes, según las estadísticas elaboradas, son la confidencialidad, el secreto profesional y la protección de datos. Tendencia que también se observa –según los resultados de un estudio dirigido por Maria Jesús Úriz patrocinado por el Gobierno de Navarra, publicado en el 2007– en otras comunidades. Es cierto que a la hora de tomar una decisión ante un problema ético relacionado con la confidencialidad, los trabajadores sociales disponen, actualmente, de más herramientas legales, pero hay que preguntarse si su existencia ha facilitado o bien complicado nuestro trabajo. No podemos olvidar el tema de “la autodeterminación de los usuarios”, objeto de constante preocupa-ción, sobre todo ante situaciones de violencia machista. No se han encontrado consultas referentes al trabajo comunitario. 4º- Las recomendaciones que surgen como análisis final, respecto a: a.- Composición del Consell. Formación en ética de los miembros que formen parte además de experiencia profesional, para darle solidez, y contenido a las respuestas –elementos de reflexión–. Incorporar un asesor jurídico además de dotar al Consell de los elementos administrativos necesarios para el archivo, documentación, etc. Libros b.- Implicar a los consultantes en la elaboración de las respuestas, que daría garantías de respuestas adecuadas a las necesidades y de ser llevadas a la práctica. c.- Abrir una pregunta, bastante interesante, sobre si los consejos de ética y deontología no deberían estar adscritos a una determinada teoría ética. También elaborar un procedimiento a seguir en relación a la resolución de los dilemas éticos. d.- Hacer difusión periódica de la tarea del Consell desde la página web así como recoger temas de actualidad en ética, artículos y libros, conferencias y jornadas. Es un trabajo muy interesante que pone de manifiesto que aun teniendo un entorno socioeconómico diferente, nuestros dilemas éticos son los mismos que hace muchos años –confidencialidad, autodeterminación, secreto profesional...–, ya que el trabajo social siempre se ha ocupado de las personas que sufren, y está a su lado para ayudarlas a que sean propietarios de su vida y de su futuro. Joan Carles Mèlich, en su libro Ética de la compasión (Herder Editorial, 2010), dice: (...) “entiendo por ética una relación en la que el otro, que siempre es otro singular, irrumpe en el tiempo desde su radical alteridad (...). Es en este sentido que la situación ética es excepcional, porque no es la excepción que confirma la regla sino que la niega, que la pone en cuestión”. Como conclusión: dentro de nuestra profesión por suerte siempre existirán dilemas éticos que se deben afrontar con una reflexión y profundización desde la ética y que nos permitirán desde un estudio serio mejorar nuestro Código Deontológico, nuestra práctica y aportar desde la casuística la realidad del día a día haciendo sugerencias para llevar a cabo cambios en las leyes que los regulan. Teresa Casanovas i Garcia RTS - Núm. 192 - Abril 2011 147 148 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Sección libre Ave María RTS - Núm. 192 - Abril 2011 149 150 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Sección libre Ave María Querida sobrina: Estoy muy enferma. De repente se me han caído los años encima. Estoy llena de achaques, tengo vértigos, padezco la enfermedad de parkinson, los nervios apenas me sostienen, me caigo al suelo con frecuencia, parezco una pluma. Hasta la cara se me ha roto. Ya no puedo salir a la calle. Gracias a las señoritas del Ayuntamiento que me están buscando una residencia, pero dicen que es difícil, que va para largo, que son muy caras. Porque quiero dejar esta casa, porque tengo dificultades con los vecinos. Quieren que me vaya, por eso me hacen magia negra, trucos de terror. Aprovechan cuando estoy sola, me mueven el suelo, por eso todas esas caídas que he tenido, todas me las han provocado ellos. Sobre todo uno, lo oigo a todas horas: Ave María, ¿Cuándo serás mía? Si me quisieras, todo te daría. Ave María, ¿Cuándo serás mía? Al mismo cielo, yo te llevaría. Pretende engatusarme, quiere llevarme con él, pero como no me dejo quiere que me suceda algo, que parezca un accidente, quieren matarme. La señorita del Ayuntamiento también lo oyó el otro día y me dijo que se llamaba David Bisbal, que era un chico muy guapo y era cantante, que no me preocupara. Pero ese David me persigue a todas horas, me habla a través de las paredes, siempre me dice lo mismo: Ave Maria, ¿Cuándo serás mía? Si me quisieras, todo te daría. Cierro todas las ventanas, corro las cortinas, apago todas las luces e intento no hacer ruido pero solo consigo oírlo más lejos. La otra noche, iba a acostarme, la casa estaba oscura, cuando llegaba a la cama intentó cogerme, pero el suelo se abrió y no pudo hacerlo. Cuando vino la señorita del Ayuntamiento, me encontró en el suelo y con una brecha en la frente; me llevaron en una ambulancia al hospital, pero no tenía nada roto. Sólo me dieron unos puntos. Luego me llevó a un médico muy importante y me dio unas pastillas, pero no me las tomo porque si lo hago duermo mucho y no oigo las voces. Ave María, ¿Cuándo serás mía? Al mismo cielo, yo te llevaría. Y si no las oigo, ese David aprovechará y vendrá a por mí y yo no podré defenderme. Me llevará al cielo, que es una palabra clave, lo que quiere decir es que me matará. No, no puedo tomarme esas pastillas, tengo que estar alerta. Por eso he pensado, Milagritos, si puedes mirar ahí, en Bilbao, en la Casa de la Misericordia, si yo pudiera ingresar en ella, con las hermanas, ya que aquí está tan difícil, así estaría cerca de vosotros y ese David ya no me molestaría. Te ruego me informes pronto, ya que estoy en apuros. Estoy cercada y no puedo decirte más. Recibe un abrazo de tu tía que te quiere, Angustias. Pepita Vergara Beltrán RTS - Núm. 192 - Abril 2011 151 152 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 La revista Publicaciones Presentación de artículos Suscripción RTS - Núm. 192 - Abril 2011 153 Números anteriores Presentació d’artiPublicaciones cles Migraciones: el valor de la interculturalidad (I) Número 186 - Abril 2009 Migraciones: el valor de la interculturalidad (II) Número 187 - Agosto 2009 Acercándonos al trabajo social penitenciario Número 188 - Diciembre 2009 Supervisió en trabajo social Número 189 - Abril 2010 50 años de la Revista de Treball Social Número 190 - Agosto 2010 Los servicios sociales básicos con perspectiva Número 191 - Diciembre 2010 La investigación, una realidad en trabajo social Número 192 - Abril 2010 Año 2011. Temas Tercer sector (entidades sociales sin ánimo de lucro) Número 193 - Agosto 2011 Especialización en trabajo social Número 194 - Diciembre 2011 Fe de erratas RTS 191 - Diciembre 2010: Pág. 156: Begoña Román es Doctora en Filosofía y no trabajadora social como se indica. Nota a los lectores: La Revista de Treball Social (RTS) ofrece un espacio de comunicación con los lectores con la voluntad de recibir comentarios, sugerencias, cartas, notas y todo lo que los lectores quieran comunicar a la dirección de la revista. Envia tus aportaciones por correo postal a: RTS c/ Portaferrisa, 18, 1r 1a - 08002 Barcelona o bien por correo electrónico a: rts@tscat.cat Presentación de artículos NORMAS PARA LA PRESENTACIÓN DE ARTÍCULOS EN LA REVISTA DE TRABAJO SOCIAL (RTS) La Revista de Trabajo Social, editada por el Col.legi Oficial de Diplomats en Treball Social i Assistents Socials de Catalunya, es una publicación con más de 30 años de antigüedad que se edita con periodicidad cuatrimestral. Su objetivo es transmitir el conocimiento de los ámbitos del trabajo social, los servicios sociales, el bienestar social y las políticas sociales a la comunidad científica, a los profesionales y a los colectivos interesados. La RTS está abierta a todos los colaboradores que lo deseen para presentar artículos sobre investigaciones originales teóricas o experimentales, trabajos teóricos y metodológicos, descripciones de experiencias profesionales, ensayos, etc., siempre en relación con el trabajo social, las políticas sociales y los servicios de bienestar social. Los artículos tienen que ser inéditos. A pesar de ello, el equipo de redacción podrá reproducir textos publicados en otras lenguas y en otros ámbitos geográficos, si lo cree oportuno. El equipo de redacción estudiará los artículos recibidos e informará al autor/a de la aceptación para la publicación. Podrá también recomendar modificaciones y, si el artículo se considera no publicable, se le comunicarán los motivos. El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva de los autores. Extensión. Los artículos de la sección “Dossier” tendrán una extensión máxima de 12 páginas, los de las secciones “Interés profesional”, un máximo de 6 páginas; los de “Sección Libre” 3 páginas, y los comentarios de “Libros” no excederán las 2 páginas. Los artículos se presentarán en formato electrónico, letra Arial cuerpo 12; interlineado 1,5; márgenes 3 cm. Lenguas. Los artículos pueden presentarse en catalán o en castellano indistintamente. Los datos tienen que ir en la cabecera de los artículos. En la primera página se hará constar título y subtítulo, si se tercia; nombre y apellidos del autor/a principal y relación de otros autores/as si el trabajo es de equipo; título académico, centro de trabajo y cargo; también se incluirán el número de teléfono y la dirección de correo electrónico. A continuación el resumen, no superior a 10 líneas, en el idioma escogido y, si es posible, en inglés. Al final del resumen las palabras clave, en número no superior a 5. Irán al final del texto, siguiendo el orden alfabético y de acuerdo con las siguientes normas de referencia: ISO 690, 1987 (UNE 50-104-94) para documentos impresos e ISO 690-2 para documentos electrónicos, bases de datos y programas informáticos. Documentos impresos. – Monografias (libros): APELLIDOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad responsable. Título (en cursiva). Otros responsables: traductor, editor, etc. (opcional). Edición. Lugar de publicación: Editorial, año. Extensión del libro (opcional). Colección (opcional). Notas (opcional). Número ISBN. – Partes de monografias (capítulo del libro): APELLIDOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad responsable del capítulo. Título del capítulo. En APELLIDOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad responsable del libro. Título del libro (en cursiva). Lugar de publicación: Editorial, año, situación en la publicación fuente (volumen, páginas, etc.). 156 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Presentación de artículos – Publicaciones en serie (revistas): Título (en cursiva). Responsabilidad de la revista. Edición. Identificación del fascículo (fecha y/o número). Lugar de publicación: Editorial, año. Serie (opcional). Notas (opcional). Número ISSN. – Artículos de publicaciones en serie (revistas): APELLIDOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad responsable del artículo. Título del artículo. Colaboradores/as en el artículo (opcional). Título de la revista (en cursiva). Edición, año, volumen, número, páginas. – Legislación: País. Título. Publicación (en cursiva), fecha de publicación, número, páginas. Documentos electrónicos. – Textos completos: APELLIDOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad responsable. Título (en cursiva) [tipo de soporte]. Responsable(s) secundario(s) (opcional). Edición. Lugar de publicación: Editor, fecha de publicación, fecha de actualización/revisión [Fecha de consulta] (obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). (Colección) (opcional). Notas (opcional). Disponibilidad y acceso (obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Número normalizado (opcional). – Partes de textos: APELLIDOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad responsable del documento base. Título del documento base (en cursiva) [tipo de soporte]. Responsable(s) secundario(s) del documento base (opcional). Edición. Lugar de publicación: Editor, fecha de publicación, fecha de actualización/revisión [Fecha de consulta] (obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Capítulo o designación equivalente a la parte. Título de la parte. Numeración dentro del documento base (opcional). Localización dentro del documento base (opcional). Notas (opcional). Disponibilidad y acceso (obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Número normalizado (opcional). – Publicaciones en serie (revistas electrónicas): Título (en cursiva) [tipo de soporte]. Edición. Lugar de publicación: Editor, fecha de publicación [Fecha de consulta] (obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Serie (opcional). Notas (opcional). Disponibilidad y acceso (obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Número normalizado. – Artículos y otras contribuciones de publicaciones en serie (revistas electrónicas): APELLIDOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad responsable de la contribución. Título de la contribución. Título de la revista (en cursiva) [tipo de soporte]. Edición. Número del fascículo. Fecha de actualización/revisión [Fecha de consulta] (obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Localización dentro del documento base. Notas (opcional). Disponibilidad y acceso (obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Número normalizado. Las gráficas, dibujos y tablas llevarán las correspondientes referencias, indicando con qué parte del texto están relacionadas. Los artículos se enviarán a la dirección electrónica de la RTS: rts@tscat.cat Los artículos, una vez publicados, pasan a ser propiedad de la RTS. Los autores/as recibirán tres ejemplares del número de la revista en el cual se ha publicado su trabajo. RTS - Núm. 192 - Abril 2011 157 158 RTS - Núm. 192 - Abril 2011 Boletín de suscripción Tarifas Suscripción anual: 43 euros Extranjero (tarifa única): 54 euros Números sueltos: 15 euros Datos personales Nombres y apellidos: ............................................................................................................ NIF: ....................................... 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