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REVISTA DE SOCIOLOGÍA Universidad de Nariño - Departamento de Sociología / No. 4 CARLOS SOLARTE PORTILLA Rector MARTHA SOFÍA GONZÁLEZ Vicerrectora Academica GERMÁN BENAVIDES PONCE Decano de Ciencias Humanas RICARDO OVIEDO AREVALO Director Departamento de Sociología EDMUNDO GOMEZ ESPAÑA Director Observatorio Social RICARDO OVIEDO AREVALO Director Revista de Sociología COMITÉ EDITORIAL Ricardo Oviedo Arevalo Vicente Salas S. Angela Rocio Mora Edmundo Gomez España Jairo Alfredo Arcos Guerrero COMITÉ EDITORIAL INTERNACIONAL Santiago Alba Rico- España Edemir Carvhalo Universidad De Sao Paulo- Brasil Antonio Suset Universidad De Matanzas- Cuba Sergio Astorga Universidad Del Cuyo- Argentina ISSN 1900-5547 Dirección: Ciudadela Universitaria Torobajo Tel: (572) 7310639 Correo: sociologia@udenar.edu.co Web: http://observatoriosocial.udenar.edu.co/ CONTENIDO INTRODUCCIÓN ........................................................................................... 5 BICICLETA: TRANSPORTE ALTERNATIVO EN LA MOVILIDAD DE SAN JUAN DE PASTO ................................................. 7 Paola Flórez Benavides LA DANZA FOLCLÓRICA CONSTRUIDA CON BASE EN LA ORALIDAD, REFLEJO DE LA IDENTIDAD REGIONAL ................34 Diana Johany Ortega Meneses DESARROLLO CULTURAL ALTERNATIVO EN LA TERRITORIALIDAD DE LOS PASTOS DEL SUR DE COLOMBIA .............60 Diego Camilo Chirán Aza LA MINGA: UN INSTRUMENTO VIVO PARA EL DESARROLLO COMUNITARIO ........................................82 Julio Cesar Obando Obando MÚSICA, DANZA Y CARNAVAL: EL APORTE DE INDOAMERICANTO AL DESARROLLO SOCIAL DE PASTO ..................... 101 Walter Camilo Montenegro Benavides LA PENA DE MUERTE COMO CASTIGO EN EL SISTEMA JURÍDICO COLOMBIANO, 1886 a 1910 ......................................124 Isabel Cristina España Villota 2 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO PROCESO ASOCIATIVO DE AGROSOLIDARIA: UNA EXPERIENCIA DE RELEVO GENERACIONAL EN EL MUNICIPIO DE CHACHAGÜÍ (NARIÑO) ............................................... 142 Andrés Guillermo Romero López TRABAJO COMUNITARIO Y DESARROLLO LOCAL EN LA VEREDA CHAPACUAL, EN NARIÑO, COLOMBIA ALTERNATIVA ANTE LOS EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN ....................................... 167 Tatiana Consuelo Bastidas Villavicencio UNIVERSITARIAS EN EL MERCADO SEXUAL DE LA CIUDAD DE PASTO ................................................................................................... 185 Vanessa Alejandra Rosero Ordoñez DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 3 INTRODUCCIÓN El primer nariñense en referirse a la Sociología como una necesidad académica para entender la realidad del Departamento, fue el Dr. José Rafael Sañudo (1872-1943), magistrado, profesor universitario e historiador. Pero la profesión que mejor ejerció fue la de contradictor de la república, a partir del estudio crítico y mordaz de su fundador, Simón Bolívar, a través de su libro: “Estudios sobre Bolívar” (1925), donde se detiene el autor en las sombras personales y políticas del Libertador, en especial, sus relaciones conflictivas con los habitantes del sur de Colombia y su férrea oposición a la guerra libertadora, en una población empobrecida pero con ciertos favores y privilegios corporativistas generados por la corona, que se extendieron fundamentalmente a su población indígena y mestiza y su relación con la tenencia de la tierra, como no lo recuerda el historiador Jairo Gutiérrez, en su texto, “los indios Pasto contra la república” (2007). Hábilmente Sañudo prendió los reflectores contra los excesos de la guerra libertadora y sus protagonistas y los convirtió en su argumento central para justificar la inactividad e incapacidad de una elite política y social local, que desde la fundación del Departamento de Nariño (1904)no había dado respuesta a sus expectativas para ingresar al desarrollo y dinámica económica nacional, sus parlamentarios, mayoritariamente conservadores, se habían destacado en el Congreso y en su partido por lograr un gran liderazgo nacional, pero éste, no se reflejaba en obras o desarrollo local, la región era productora de votos y sus políticos de discursos nacionales, produciéndose, de esta manera, una asimetría y desconexión entre el discurso político y el quehacer cotidiano de la gobernabilidad regional; el magistrado Sañudo fue pieza fundamental para la construcción de este discurso en contravía y poco autocritico de los “vencidos” en la colonia y luego gobernantes en la naciente Republica y proyectado, sin muchos cambios, hasta el día de hoy, convirtiéndose, de esta manera, en la base de los imaginarios locales para la construcción cultural de región, que se tradujo en el afianzamiento de la “clase señorial”, como intermediario entre lo local y los poderes centrales. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 5 Para los años noventa del siglo pasado, la sociedad nariñense estaba cambiando aceleradamente, su vinculación con el Estado Nacional fue mayor, la universidad de Nariño, en medio de una crisis en su oferta educativa, desgastada por estos cambios sociales (surgimiento de una clase media, presencia de entidades del orden nacional, fortalecimiento del movimiento cívico,etc.) crea nuevos programas, entre ellos, el Departamento de Sociología (1993) como una necesidad de decodificar el discurso local y reconstruirlo con nuevos argumentos académicos la relación entre región- centro, aportando, desde la academia, una mirada introspectiva del juego de actores locales: comunidades indias, negros, mestizos y blancos. Después de veinte años de labor, podemos decir que gran parte de este objetivo se ha cumplido, hasta el día de hoy, se han graduado más de 270 estudiantes, sus profesores han publicado artículos y textos en revistas y editoriales indexadas de renombre, que enriquecen este debate, creando argumentos para criticar académicamente la construcción de región, rehaciendo la mirada interior y exterior de sus actores, destacando el papel jugado por las minorías étnicas y la irrupción de nuevos movimientos y partidos, que han fracturado el escenario del bipartidismo. Para viabilizar esta nueva visión, hemos consolidado la Cátedra Internacional Orlando Fals Borda y el Observatorio Social, herramientas de intervención e interacción social, que junto a los semilleros y grupos de investigación son las bases de del quehacer académico del Departamento de sociología y que se visibilizan en la página web del Departamento, la tercera más visitada de la UDENAR, actualmente estamos terminando los procesos de autoevaluación y acreditación de alta calidad del Programa, procesos que han fortalecido el crecimiento y sostenibilidad del proceso educativo en el tiempo. Los artículos que a continuación se publican reflejan desde su propia visión como estudiantes provenientes de diferentes sectores del área de influencia de la UDENAR, sus contenidos plasman, entre otros, esta diversidad, desde el análisis del impacto de la movilidad urbana, La danza como expresión cultural, la importancia estratégica de la seguridad alimentaria, los conflictos sociales y los posibles escenarios de posconflicto. Esperamos que esta revista, enriquezca el debate sobre la conformación de lo regional. Ricardo Oviedo Director 6 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO REVISTA DE SOCIOLOGÍA Departamento de Sociología Universidad de Nariño Vol. IV - 1er. Semestre 2015 Enero - Julio / Páginas 7-33 BICICLETA: TRANSPORTE ALTERNATIVO EN LA MOVILIDAD DE SAN JUAN DE PASTO1 Paola Flórez Benavides2 La ciudad es una escritura: aquel que se desplaza en la misma, el habitante de la ciudad (eso que somos todos nosotros) es un tipo de lector que, según sus obligaciones y sus desplazamientos, toma fragmentos del escrito para actualizarlos en secreto. Víctor Hugo Recibido: 22/10/14 Aprobado: 02/03/15 RESUMEN El mundo actual ha acogido a la bicicleta como una de las alternativas de transporte más conocidas, económicas y utilizadas. No obstante, también se ha visto como una manera de contrarrestar los daños que sufre el medio ambiente a causa de la contaminación masiva, producto de la utilización de vehículos automotores, que han convertido a las ciudades en centros de caos, en los que la movilidad es un verdadero reto. Aunque son muchos los modelos implementados de bicicletas 1 El artículo es producto del acercamiento investigativo a los colectivos pro-bicicleta que se movilizan en la ciudad de Pasto, al igual que a la indagación sobre el Plan de Bicicletas Públicas para Pasto, desarrollado por la Alcaldía Municipal de Pasto. 2 Estudiante del programa de Sociología de la Universidad de Nariño. Participante del Diplomado en Intervención Social de la misma universidad. Participante activa del colectivo Enbicíclate y usuaria de la bicicleta urbana. Correo electrónico: pao.florez1@gmail.com DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 7 públicas, la aparición de este tipo de propuestas en la ciudad de Pasto conlleva grandes interrogantes y puntos de análisis en cuanto a temas de movilidad y transformación sociocultural y espacial. El objetivo principal consiste en dar una idea clara sobre la contribución a la movilidad que se logra con el uso de la bicicleta y promover su implementación diaria. La realización del artículo parte de la experiencia personal con la aceptación de la bicicleta como medio de transporte. De la misma manera, se llevó a cabo una revisión bibliográfica, que abarca artículos relacionados con la implementación de este sistema a nivel mundial, un acercamiento a algunos de los colectivos existentes en la ciudad y seguimiento a los planes y propuestas realizados por las instituciones encargadas de la planeación y ejecución del proyecto. La principal conclusión del estudio se visualiza en la medida en que da paso a la socialización de las propuestas públicas de bicicletas implementadas por el municipio y que no las conoce toda la población. Palabras clave: bicicleta, bicicleta pública, ciclismo urbano, movilidad, transformación socio-cultural. BICYCLE: ALTERNATIVE TRANSPORT MOBILITY PASTO ABSTRACT The world today has hosted the bicycle as one of the best-known, economic and used transport alternatives. However, it has also been seen as a way to counter the damage to the environment due to massive pollution, resulting from the use of motor vehicles, which have turned cities into centers of chaos in which mobility is a challenge. Although many models are implemented public bicycle, the emergence of these kinds of proposals in the city of Pasto leads to big questions and discussion points regarding issues of mobility and socio-cultural and spatial transformation. The main objective is to give a clear idea about the contribution to mobility that is achieved with the use of bicycles and promote your daily implementation. The realization of the article starts from personal experience with the acceptance of the bicycle as a way of transport. Alike, a bibliographic review was conducted, which covers related to the implementation of this system worldwide, an approach 8 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO to some of the groups existing in the city and a tracing to the plans and proposals made by the institutions responsible for the planning and execution items project. The main conclusion is displayed insofar that it gives way to the socialization of public bicycles proposals implemented by the municipality and that are not known to the entire population. Keywords: bicycle, public bicycle, urban cycling, mobility, sociocultural transformation. INTRODUCCIÓN La ciudad de Pasto ha venido atravesando diversidad de cambios de paisaje, de formas y modelos de vida. El auge de la industrialización la ha llevado a convertirse en un espacio abierto a los estándares de la globalización; así, el apogeo del carro ha llevado a que esta ciudad se vea sometida a transformaciones de tipo infraestructural que permitan mitigar el impacto en cuanto a movilidad urbana. Una gran alternativa, en crecimiento, es la implementación y utilización de la bicicleta como medio de transporte, así como una posibilidad para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad y como forma de reducción del impacto negativo que se evidencia en el deterioro del medio ambiente; además, se contempla el efecto de convertirse en un proceso social que, más allá del aprendizaje, se encamina hacia la transformación como un proyecto de cambio y de desarrollo de la sociedad. Si bien se ha estigmatizado el uso de esta herramienta como un proceso ligado a la falta de ‘status’ o recursos de tipo económico, las ciudades y países más desarrollados del mundo han tomado esta propuesta como un paso agigantado hacia el desarrollo y avance de la sociedad, debido a que, además de convertirse en un medio de transporte, contribuye a la transformación cultural, al mejoramiento y preservación ecológica y, sobre todo, al desarrollo personal por medio del mejoramiento de la calidad de vida de quienes la usan. La aparición de diferentes organizaciones empoderadas con el tema de la bicicleta y que han conformado grupos estratégicos de reunión, en los que se promueve el buen uso e implementación de este medio de transporte, ha sido uno de los principales factores en la influencia de políticas públicas que DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 9 incluyan el tema en sus agendas. Así, el gobierno local de Pasto, unido a la empresa privada, han acogido, en la intervención del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), la opción de la bicicleta como un medio alternativo para el sistema de transporte público y han logrado crear una iniciativa que lo incluyese en él. El proyecto, al que han denominado ‘Sistema de bicicletas públicas de Pasto’, cuenta con una serie de intervenciones viales, estipuladas con parámetros establecidos dentro del Plan de Ordenamiento Territorial 2014 -2027 (POT), que llevan a utilizar este medio como alternativa para el problema de movilidad. Se debe resaltar la labor organizada que realizan los diferentes colectivos pro-bici, pues, además de empoderarse en el tema, han ejecutado planes de re-educación ciudadana en el buen uso de la bicicleta, procesos que han llevado de manera efectiva a que las autoridades se interesen y elaboren este tipo de proyectos. Los sujetos entrevistados son dos líderes representativos de los colectivos pro bici en la ciudad de Pasto: Enbicíclate y Saca la bici Pasto, con los que se tocan temas prioritarios de educación del ciclista y manejo de políticas de este tipo. El trabajo de campo implementa la participación en los ciclo-paseos nocturnos, organizados por el colectivo Enbicíclate, con los que se logra un verdadero acercamiento a la comunidad ciclística de la ciudad, lo que evidencia las falencias o avances que se presentan en la estructuración de una malla vial adecuada para el uso de la bicicleta urbana. Los participantes de los ciclo paseos son personas de diversas edades (niños, jóvenes y adultos), que desempeñan diferentes roles en su vida diaria y que se reúnen semanalmente para compartir experiencias en las denominadas ‘rodadas nocturnas’. De la misma manera, los sujetos de entrevista son los líderes sobresalientes3 de estos colectivos, profesionales y de género femenino (Enbicíclate) y masculino (Saca la bici Pasto), con una educación profesional en Diseño industrial y sociología respectivamente, usuarios de la bicicleta y que realizan actividades cotidianas externas al colectivo. Así mismo, se logra un acercamiento desde las instituciones con la entrevista realizada a la señora Martha Rocío Rodríguez Flórez, Subsecretaria de Gestión e Información de la Secretaría de Tránsito y Transporte Municipal 3 La selección del objeto de entrevista se realiza con la observación de los colectivos promotores de la bicicleta; estas personas son líderes representativos de cada colectivo; sin embargo, no son los únicos que intervienen en la ejecución de sus actividades ya que se observa un grado de tipo no burocrático, en el que cualquier persona que quiera vincularse puede hacerlo por medio del empoderamiento del proyecto. 10 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO (STTM), con el fin de tener una visión amplia y clara del manejo que está dando el municipio al tema de movilidad y, en particular, al manejo del proyecto en ejecución de bicicletas públicas para Pasto. Por medio de esta entrevista, se busca focalizar y poner en contraparte las dos posiciones visibles incluidas en los procesos de implementación de la bicicleta: el colectivo pro bicicleta y la institucionalidad. Es importante destacar que la realización del artículo parte del interés particular por las bicicletas y su uso continuo como medio de transporte. Este tipo de experiencias da una visión ampliada y estructurada de la situación actual de movilidad que atraviesa la ciudad y proporciona una serie de elementos claves para la implementación de este tipo de transporte en la cotidianidad. De esta forma, se permite visualizar de manera crítica la problemática que se aborda a lo largo de este recorrido textual. 1. LA BICICLETA: UNA RETROSPECTIVA HISTÓRICA4 El primer prototipo de bicicleta se originó en 1490, por Leonardo da Vinci; sin embargo, no apareció sino hasta finales del siglo XVIII, pero como un pequeño juguete suntuario diseñado para niños ricos, y a partir de ahí se inicia el ciclo de transformaciones que atraviesa este artefacto; en 1790, se conoce como el celerífero, vehículo de madera creado por el conde Mede de Svrac, que se impulsaba con los pies, pero no contaba con un ningún componente para dirigirlo. Ya en 1817, Karl Drais dio un vuelco al incluir un mecanismo de dirección, y se denominó la draisiana y, aunque continuaba impulsándose por los pies, contaba, además, con un freno que se accionaba de manera manual por una palanca de roce en la rueda trasera. El velocípedo llegó en 1839; con el escocés Kirkpatrick Macmillan, se agregaron las palancas de conducción y los pedales; estas innovaciones le permitieron al ciclista impulsar la máquina con los pies sin tocar el suelo. Henry Michaux llegó en 1861 con la michaulina, que contaba con un mecanismo de dirección, tenía el cuadro y las ruedas de madera y neumáticos 4 Las referencias históricas de la bicicleta se toman de blogs especializados en bicicletas, como Giro y Bicicletos, que se pueden encontrar en sus respectivas páginas web: http://www.girolarevista.cl/ y www.mundocaracol.com DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 11 de hierro; este artefacto también se conoció como el ‘quebrantahuesos’ por las vibraciones que producía en circulación por carreteras pedregosas. El año 1870 trae consigo la Gran Bi de James Starley, con llantas de madera de diferentes tamaños; continuaban las llantas de hierro y contaba con un mecanismo de dirección. Diez años más tarde aparece la máquina segura, que presentaba ruedas casi del mismo tamaño y los pedales, unidos a una rueda dentada a través de engranajes y una cadena de transmisión, movían la rueda de atrás. En 1885, John Kemp Starley lleva a cabo el concepto de bicicleta segura, que contaba con un mecanismo de dirección y transmisión con cadena a la rueda trasera; sus ruedas eran del mismo tamaño, con radio de acero y goma maciza; su propulsión era por pedales de rotación circular y freno por accionamiento manual (Navarro & Rui-wamba, 2010). Finalmente, a partir de 1974, se pueden observar las Bicicletas de montaña. 2. ACCIONES PRO-BICI A nivel mundial, el movimiento pro-bici se ha manejado en las grandes ciudades de manera prioritaria; existen ejemplos significativos, como el caso Dinamarca, considerado el país de las bicicletas, con una cultura probici tan antigua casi como el mismo invento; este país ha hecho de este elemento su principal medio de transporte. La página web de Bicicultura (2010) presenta las siguientes estadísticas: “La bicicleta representa el 20% de todo el transporte del país escandinavo. En Copenhague, la capital, la cifra alcanza el 37%” (párr. 1) Es importante registrar que la marcada trayectoria cultural de bicicleta en este país propicia que se genere un amplio respeto por el ciclista y que se generen espacios adecuados para el uso y mantenimiento de esta opción de movilización urbana. El diario El tiempo, en su blog en línea, en un reporte de Asbel López (2014) señala: El Gobierno francés acaba de aprobar una enmienda que autoriza a las empresas pagar una ‘indemnización kilométrica’ a los empleados que vayan al trabajo en bicicleta. El monto del pago, que las empresas podrán descontar de sus impuestos, se establecerá por decreto, pero estaría alrededor de 25 centavos de euro (31 centavos de dólar o 650 pesos) por kilómetro”. (párr. 1) 12 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO La página Ecoportal (2014) muestra el panorama que se vive en algunas empresas chilenas: un gran número de empresas se ha sumado a la iniciativa francesa; incluso, se replicó la idea en la empresa chilena Altiuz, en la que sus dirigentes vieron la necesidad de hacer que sus trabajadores se movieran más y evitaran el estrés del tráfico. A pesar de que el contexto global muestra un panorama acogedor al transporte alternativo, en Pasto solo se han evidenciado estos procesos desde hace algunos meses y aunque la actual administración plantea que el manejo del tema se vio priorizado desde el Plan de Desarrollo Municipal en el 2012, no se había presentado una implementación adecuada y que se ajustara a la comunidad ciclística, cuya aparición ha ido en constante aumento. Nosotros lo tenemos —como te digo—, en el Plan de Desarrollo, desde el 2012, pero en todas las gestiones que eso amerita uno empieza a ver resultados posteriores y no sé qué paso con las administraciones pasadas; yo pienso que es fundamental quién lidere (Martha Rodríguez Flórez, Subsecretaria de Gestión e Información STTM; testimonio 2015). Entonces, se está dejando de lado el papel importante que desempeña el transporte no motorizado en la ciudad que, a pesar de venir creciendo, en gran parte por la influencia del panorama mundial, se ha visto opacado por las largas que se le dan al manejo de políticas públicas que acojan a este sector de la movilidad. La ciudad cuenta con movimientos sociales dedicados específicamente a incentivar el uso de la bicicleta como medio alternativo de transporte. El caso con mayor trayectoria es el de ‘Saca la bici Pasto’ que, a pesar de ser pionero en el tema, dejó de hacer recorridos nocturnos durante algún tiempo por razones externas al colectivo; sin embargo, este colectivo sigue realizando apariciones en actividades de diferente índole en la ciudad. Sumados a ellos, se encuentran colectivos como Bicivilízate Pasto, que se consagra como uno de los más importantes movimientos que han trabajado por el mantenimiento de una cultura de la bicicleta por medio de herramientas metodológicas puntuales, abiertas al público. Es el caso del Congreso de la Bicicleta (realizado por dos años consecutivos en la ciudad) y la divulgación de la cartilla instructiva ‘Pedalea por tu ciudad’. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 13 Así mismo, se pueden mencionar casos significativos, como el de Contrarreloj, primera empresa pastusa en implementar la mensajería en bicicleta; como también Mujeres en bici y Enbicíclate, que han tenido trayectoria importante al adelantar acciones que incluyen y promueven el uso de la bicicleta. Esto se ha hecho por medio de diferentes actividades y ciclo-paseos temáticos, en los que se podría afirmar que cualquier excusa es válida para este fin. Y es que, al hablar de la cultura de la bicicleta, se abarcan contextos sociales, políticos, económicos y estructurales que acarrean diversos campos de acción. Entre estos campos se incluyen labores sociales de recolección de juguetes en épocas navideñas, rodadas en promoción de los derechos de las mujeres y niñas, ciclo-paseos de reconocimiento de espacios culturales, foros de apoyo y conocimiento del ciclismo urbano, concursos de fotografía alusivos al uso y promoción de la bicicleta, entre muchos más por mencionar. Hemos procurado hacer, por ejemplo: rutas temáticas, ¿sí? Cuando pasó esto de las demoliciones, visitar las ruinas, saber qué era lo que había ahí, qué es lo que se está transformando, un poco… Visibilizar ese tipo de cosas. Sociales, también; actualmente participamos con Street Store Pasto, que es una iniciativa que busca darle donaciones de ropa a los habitantes de la calle, y también estamos desarrollando la iniciativa de la ‘reciclatón’, que es recibir bicicletas usadas, rehabilitarlas y donárselas a niños y jóvenes rurales; entonces, sí tratamos como que el ejercicio vaya también movilizando ideas, que vaya generando aportes para la sociedad, porque pensamos que esa es también una manera de hacernos visibles como ciclistas. (Carlos Díaz, promotor de Saca la Bici Pasto, testimonio 2014). De esta manera, la promulgación de la bicicleta se convierte, además, en un gestor estructural de conciencia y de tejido social sostenible, que propende por el crecimiento y mejoramiento de la calidad de vida de la ciudad y sus habitantes, al darles la posibilidad de ser gestores sociales, capaces, empoderados en el camino de la transformación de la sociedad, por medio de sus propias acciones. Así, se va dando lugar a un contexto social amplio, que no solo incluye transformaciones a nivel de movilidad, sino también reestructuraciones sociales de panoramas inconclusos y muchas veces olvidados por gran parte de los sectores públicos y privados de la sociedad. 14 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 3. EL PROBLEMA DE LA MOVILIDAD El crecimiento demográfico, en las principales ciudades de Latinoamérica, ha llevado a la generación de cambios en las funcionalidades de movilidad, que se evidencian en el aumento masivo de la malla vial, la ejecución de obras infraestructurales que beneficien significativamente el uso masivo de carros o motos y el fomento de la compra masiva de transporte privado del mismo tipo. “Este crecimiento en las ciudades trae consigo diferentes efectos: genera mayor demanda de los recursos naturales, aumentan los índices de contaminación y se da una mayor demanda de servicios públicos domiciliarios, entre otros” (Cámara de comercio de Bogotá, 2009, p. 12). Este aumento significativo trae consigo una serie de factores que afectan, tanto al medio ambiente como al libre desarrollo y movilización de los peatones y ciclistas, lo que convierte a las ciudades en centros donde se prioriza el transporte automotor y se dejan de lado las necesidades de la movilización alternativa. Según Gutiérrez (2010): El uso creciente de medios de transporte individuales y servicios personalizados en una periferia menos densa consolida un argumento prevaleciente hoy: el de la “dependencia del automóvil” (Dupuy, 1999). Este argumento acompaña posiciones que identifican al auto con “el enemigo”, surgidas de una asignación lineal de causalidades y efectos entre el incremento de la motorización y el de la congestión, los tiempos de viaje, la contaminación (atmosférica, sonora, y visual), el consumo de combustibles fósiles, el efecto invernadero y la pérdida de pasajeros del transporte público masivo, postura que alimenta políticas orientadas a reducir el uso del automóvil mediante restricciones (al estacionamiento o la circulación). (párr. 8.) Es importante la posición de dependencia automovilística que plantea Andrea Gutiérrez, ya que da cuenta del panorama actual que atraviesan diversos espacios a nivel mundial. El auge del transporte privado, la simbología de status que puede brindar una adquisición de ese tipo y la marcada ausencia de conciencia colectiva, hacen que las ciudades del mundo, y en particular una pequeña como San Juan de Pasto, se encuentren sumidas en el caos vehicular, el tráfico, el exceso de polución y el estrés que acarrea esta misma problemática. Como la ciudad va atravesando procesos transformadores en su infraestructura, la preocupación por la movilidad se ha hecho más visible y necesaria, ya que, además, da cuenta de la problemática del ciclismo urbano en la ciudad. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 15 Aquí se habla de los procesos de desarrollo incorporados a la transformación de la movilidad. La Comisión de las Comunidades Europeas plantea, en su Libro Verde, la creación de una nueva cultura de la movilidad urbana en la que “un esfuerzo común permitirá fomentar la búsqueda de soluciones innovadoras y ambiciosas en materia de transporte urbano con vistas a unas ciudades menos contaminantes y más accesibles y en las que la circulación sea más fluida”. (Comisión de las Comunidades Europeas, 2007, p. 5). La preocupación de la administración local en la ciudad se encuentra enfocada en diferentes perspectivas: así como se propende por una ciudad más tranquila y tolerante, saludable y amigable con el medio ambiente, se busca contrarrestar el incremento de la motorización. … en los últimos 10 años, hemos crecido en un 300% en motocicletas y en más de 270% en vehículos particulares para una malla vial que no ha crecido ni siquiera el 10% en una ciudad como Pasto, que está diseñada como está diseñada, que no fue planificada para lo que está viviendo en este momento; pues, por supuesto que la congestión es permanente y realmente es apuntarle a lo que muchas ciudades en el mundo están apuntándole precisamente, a formar conceptos de ciudad que son para las personas y no para los vehículos. (Martha Rodríguez Flórez, Subsecretaria de Gestión e Información STTM, testimonio 2015). Sin embargo, y a pesar de que la administración muestre su marcado interés en la reconstrucción de ciudad por medio de la transformación de la cultura ciudadana, se sigue evidenciando el detrimento de la movilidad no motorizada, que se encuentra envuelta en un panorama de desamparo frente a la movilidad motorizada, y es que la movilidad no solo implica transporte privado o público, es un ambiente que abarca al peatón, al ciclista y a las personas en situación de discapacidad. A los actores no motorizados, peatones, ciclistas y discapacitados, en las ciudades de América Latina, más se les vulneran sus derechos en la movilidad urbana y espacio público. (Montezuma, 2005, p. 294) Entonces, se observa cómo la problemática de movilidad da paso a una serie de opciones alternativas que propenden por el mejoramiento de este contexto. Ahí, precisamente, se ubican los medios alternativos de transporte y la focalización de nuevas propuestas, que logren un mejor manejo del transporte público y privado en la ciudad. 16 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Al hablar de movilidad, se encuentran conceptos amplios y, sin renunciar a los demás como válidos, es necesario acercarse a la movilidad urbana, la que define de manera más precisa lo que se pretende abordar. Una de las principales exponentes de la movilidad en la ciudad de Quito es Sofía Gordon, quien presenta su propio concepto sobre movilidad: La expansión de la ciudad está relacionada directamente con los problemas de movilidad, tales como: mayor necesidad de traslados y mayores distancias, crecimiento del parque automotor y, por lo tanto, aumento de la contaminación ambiental, aumento del riesgo en la circulación y movilidad de los actores vulnerables, como peatones, ciclistas, inequidad, inseguridad, entre otros (Gordon, 2012, p, 140). Y es que no es ajeno el hecho de transitar por las calles y encontrarse con un panorama desalentador en cuanto a movilidad. La ciudad presenta todas las problemáticas mencionadas por Gordon y se evidencian de alguna manera las amenazas y el estancamiento a los que se deben enfrentar los individuos al salir a las calles: Tenemos una ciudad que carece de todo para nosotros los ciclistas; la urbe es súper hostil, no tenemos vías de acceso; nosotros tenemos que ir por la vía de los vehículos, sin decir que nosotros también tenemos derecho a esa vía (Johana Vallejo, promotora de Enbicíclate, testimonio, 2014). A esto se suma, además, la ausencia de espacios adecuados para la circulación de ciclistas. A la ciudad no se la ha pensado para la fluidez y eficiencia en el tránsito, puesto que no se ha logrado abarcar a los peatones y ciclistas como un todo, en lo que a movilidad se refiere. Y aun cuando algunas ciudades latinoamericanas han apuntado a la implementación de estrategias de movilidad sustentable con la renovación vial, implementación de bicicarriles y recuperación del espacio público amigable con el transporte no motorizado, se observa cómo no se establece una legislación que abarque en su totalidad a los actores partícipes en la movilidad. Por reglamentación, una bicicleta tiene derecho al mismo espacio que tiene el vehículo; entonces sí veo que hay falencias, no tenemos sistema de ciclorruta; así los gobernantes y la alcaldía nos digan que sí lo tenemos, solo contamos con cinco cuadras de ciclorruta, que ellos nos hacen ver como mucho más (Johana Vallejo, promotora de Enbicíclate. Testimonio, 2014). DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 17 Entonces, se entiende, como lo plantea Ricardo Montezuma, que muchas veces la regulación de la bicicleta se realiza con base en sus deberes, mas no se propende por el reconocimiento de sus derechos como garantías de sana convivencia y tránsito. Teniendo en cuenta la cartilla de movilidad presentada por el colectivo Bicivilízate Pasto, se puede definir a la movilidad urbana como: […] conjunto de desplazamientos que se realizan dentro de la ciudad, desplazamientos en diferentes medios: caminando, en bicicleta, transporte público o automóviles, con el fin de llegar a lugares donde satisfacer nuestros deseos o necesidades; como prioridad, peatones y ciclistas siempre llevan la vía en las calles. (Lugo, 2014, p. 5). Entonces, se presenta una perspectiva ampliada del concepto de movilidad diferenciada, de manera notoria, respecto a la noción errada que aún se mantiene en la mayoría de conductores de vehículos automotores. El papel que desempeña la movilidad abarca todos los sujetos que intervienen en ella; por lo tanto, es necesario priorizar planes y estrategias que acojan a la comunidad en general, desde el peatón hasta el conductor motorizado. El rol del transporte en bicicleta, en relación con la ciudad, debería enfatizar en su articulación como condición sine qua non para lograr la consolidación de una ciudad sostenible; no obstante, algunos gobiernos parecen tener una preferencia ideológica por el transporte motorizado sobre el no motorizado, porque lo consideran tecnológicamente más avanzado (Ballesteros, 2010, p. 4). Esta posición se puede ver en detrimento, ya que la ciudad se ha pensado industrializada y no con prioridad para los agentes primarios de movilidad; es decir, no con prioridad para los peatones y ciclistas, que empiezan a aumentar, lo que conlleva la dificultad de tránsito, la mayor contaminación ambiental y el ensimismamiento de los agentes sociales en un contexto de egoísmo o rechazo por los peatones y demás figuras representativas de la movilidad, a quienes se visualiza como obstáculos en las vías. Cuando la movilidad de los habitantes se dificulta, la ciudad entera ve afectado su funcionamiento: si el transporte urbano funciona mal, la productividad, los intercambios económicos y sociales al interior de la ciudad, no pueden llevarse a cabo o se realizan con mucha dificultad. (Montezuma, 2000, p. 16). 18 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Sin embargo, no se ha llegado a una completa solución del problema de movilidad, pues cada día es más evidente que la ciudad se encuentra en completo caos. Aun cuando se ha pretendido implementar estrategias de desahogo vehicular, el incremento en el número de automotores en circulación es indiscutible y va en aumento. La congestión urbana, íntimamente relacionada con la degradación ambiental, se ha convertido en uno de los problemas más graves de las grandes ciudades y sus áreas metropolitanas (Oberholzer y Weck, 2002). Los costos de congestión han de calcularse independientemente del resto de las externalidades, ya que son un problema interno del sector transporte. (Lizárraga, 2001, p, 16). Entonces, es necesario preguntarse, ¿cómo se encuentra la ciudad en el tema de ciclorrutas, y qué estrategias se vienen implementando para lograr un máximo desempeño en movilidad y desarrollo vial? … muchas de las mejoras realizadas recientemente, en varias ciudades de América Latina, en los subsistemas no motorizados (recuperación de espacio público, infraestructura peatonal, ciclovial y campañas educativas de cultura ciudadana) han perdido fuerza, continuidad o efectividad al sobreponerse al subsistema motorizado (calles, vías arterias, avenidas y autopistas). Esto es, en gran parte, el resultado de acciones incompletas en la interacción entre subsistemas. (Montezuma, 2005, p. 295) Esta situación se evidencia dentro del panorama de la ciudad que, a pesar de contar con espacios reducidos para la circulación del transporte alternativo, no alcanza un nivel satisfactorio que abarque completamente ni brinde de manera óptima un buen uso y manejo de estos espacios. 4. PASTO, LAS CICLORRUTAS Y LAS INSTITUCIONES A pesar de que a la ciudad se la ha venido repensando y reestructurando de manera significativa en cuanto a infraestructura, con el logro de una ampliación de carriles, mejoramiento de la malla vial y ejecución de obras en diferentes puntos estratégicos de la ciudad, para el mejoramiento de la movilidad y se la ha visualizado a futuro como una ciudad más ordenada y apta para el transporte, tanto público como privado, se han dejado de lado los medios alternativos de transporte, como es el caso de la bicicleta. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 19 Pasto cuenta con un número reducido de bicicarriles, o ciclorrutas, distribuidos de manera arbitraria por ciertos espacios que, en la mayoría de los casos, no se respetan. Las pocas ciclorrutas delimitadas en la ciudad, en muchas ocasiones, las utilizan vendedores ambulantes o incluso se convierten en espacios ‘privados’ de los locales comerciales por los que atraviesan, lo que lleva a un conflicto entre la movilización vehicular y la movilización en bicicleta, que ha ido aumentando de manera considerable. No tenemos sistema de ciclorruta, así los gobernantes y la alcaldía nos digan que sí lo tenemos; solo contamos con cinco cuadras de ciclorruta que ellos nos hacen ver como mucho más; nos crearon una ciclorruta que, para mí, es una vergüenza, que es en la alcaldía en Anganoy, que eso ya ni siquiera hace parte del área urbana, sino rural; entonces, veo que sí hay falencias y veo que nosotros, con la iniciativa del colectivo, que es fomentar el uso de la bicicleta, creamos esta necesidad, porque cada vez salimos más personas a la vía en bicicleta; entonces, les estamos creando la necesidad de ver… para que se enfoquen en nosotros (Johana Vallejo, promotora de Enbicíclate; testimonio, 2014). El marcado auge de ciclistas urbanos y la aparición de diversas organizaciones han generado un mayor interés en este aspecto, que ya se convierte en cotidiano, pero, a pesar de eso, persiste una multiplicidad de factores que no permiten el desarrollo de esta actividad de manera fluida, eficiente y segura; incluso, los peatones se han convertido en focos de congestión de las ciclorrutas, ya que las utilizan como espacios para la movilización a pie, situación que dificulta su utilización adecuada, lo que obliga al ciclista a utilizar las vías que se usan para el tránsito vehicular. No hay respeto al ciclista, no hay espacios para el ciclismo, ¿sí me entiendes? Hay unos segmentos de ciclorruta chiquiticos, que la gente no respeta tampoco… que estacionan motos, que te ponen carritos de ventas ambulantes; entonces, es un poco… también visibilizar eso, ¿sí?; demostrar que somos tantos ciclistas y que, sin embargo, no hay un respaldo por parte de la ciudad o, digamos, de las autoridades locales por fomentar el ciclismo, por fomentar el respeto al ciclista y, en general, a los peatones, digamos. Actualmente, las ciudades están más pensadas para los carros que para las personas (Carlos Díaz, promotor de Saca la Bici Pasto; testimonio, 2014). Entonces, ¿se encuentra la ciudad abierta a la implementación y uso de la bicicleta de manera masiva y cotidiana? Este es un interrogante que se 20 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO plantean tanto las organizaciones promotoras, como la comunidad de ciclistas en general, pues aunque sea de trayectoria el trabajo que han realizado, tanto en sensibilización como en materia de apropiación de la temática, no se han evidenciado resultados realmente eficaces a la hora de entrar en ejecución. Según Hook [2006:4], una buena mezcla de modos de transporte motorizados y transporte no motorizado lleva al sistema de tráfico a una escala más humana… y no será principalmente la segregación del ciclismo de los otros modos de las vías, lo que aumentará la seguridad del uso de bicicletas, sino la integración del ciclismo en el diseño completo (Ballesteros, 2010, p. 5). A pesar de no tener un avance en cuanto a infraestructura adecuada para la circulación de bicicletas, el POT 2014 – 2017 ha venido trabajando propuestas que abarcan la construcción de bici-carriles adecuados en algunos sectores de la ciudad: “Víctor Raúl Erazo, Secretario de Planeación informó que el POT contempla a 15 años contar con cerca de 100 kilómetros de ciclo-rutas; por ahora se ha diseñado una red de 32 kilómetros” (Avante, 2014, párr., 5). Así mismo, la Alcaldía Municipal de Pasto y Avante han logrado la estructuración del proyecto del sistema público de bicicletas, que se plantea para implementarse y ejecutarse entre febrero y julio del 2015, tal como se describe en su portal de Internet con la publicación de la noticia titulada: Pasto estructura proyecto piloto de Sistema Público de Bicicletas (2014): El urbanista Ricardo Montezuma, representante de Ciudad Humana, explicó que el de Pasto será el Sistema piloto dentro de un estudio que pretende elaborar una guía de sistemas de bicicletas públicas para Latinoamérica: “Ser la ciudad más avanzada en la implementación del SETP, las buenas experiencias en otros proyectos financiados por organismos internacionales y tener las características propias de una ciudad intermedia muy similar socioeconómicamente a la mayoría de urbes latinoamericanas, hacen de Pasto el lugar ideal para el Sistema demostrativo y modelo”, aseguró el experto (párr., 2). Este mismo proyecto lo confirmó la STTM, que manifiesta que se están realizando intervenciones de las vías por parte de la unidad ejecutora del Sistema estratégico de trasporte público AVANTE, pero se evidencia que las obras no ejecutadas por este organismo no cumplen con el perfil de vías para establecer ciclorrutas permanentes. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 21 … la Secretaría de Tránsito está trabajando en este momento en el diseño de 35 kilómetros de ciclocarriles que se segregarían del flujo de vehículos normal a través de dispositivos y de marcación, de dispositivos como los hitos flexibles, tachas Transmilenio y otro tipo de dispositivos, más la demarcación o pintura de piso. (Martha Rodríguez Flórez, Subsecretaria de Gestión e Información STTM; testimonio, 2015) La visualización de este espacio se proyectó mucho antes que lo expuesto por la administración actual, en la firma del Decreto 0734 del 27 de octubre de 2009, en el que se adopta la estructuración del Plan de Movilidad del municipio de Pasto, que estipula la priorización al transporte de tipo no motorizado y se expone que la composición de la misma contempla la construcción de redes de ciclo-rutas, ciclo-andenes, planeación/habilitación de vías temporales recreativas y parqueaderos para bicicletas. Artículo 24.- Transporte No Motorizado. En cumplimiento de los objetivos proyectados para la promoción de medios de transporte alternativo no contaminante y ambientalmente eficientes, la Administración Municipal implementará y adecuará la infraestructura necesaria para el uso de medios de transporte, como la bicicleta y el modo peatonal. (Alcaldía Municipal de Pasto, 2009, Decreto N° 0734) Sin embargo, a pesar de tener un Decreto explícito para la regulación de espacios adecuados para el transporte no motorizado, no es sino hasta finales del 2014 cuando se hace pública la idea de implementar un Sistema de Bicicletas Públicas para Pasto; se manifiesta, por lo tanto, el olvido que se ha dado por este tipo de movilidad. La alcaldía actual manifiesta su interés por abarcar esta normatividad y deja claro que con este proyecto busca un cambio determinante en la ciudad: … lo que estamos abordando es un tema de salud, de movilidad, de descontaminación, de aportarle al planeta, pero también es un tema que lo consideraos muy importante, que es cultural; definitivamente, el abordar el tema de las bicicletas nos permitirá a nosotros construir personas con mejores hábitos de uso del espacio público, (…) el problema del caos, que tú mencionas que no solo es en movilidad, sino en esta contaminación por ruido, contaminación visual (…) consideramos que hay un tema macro que es la concepción del espacio público y el uso del espacio público (Martha Rodríguez Flórez, Subsecretaria de Gestión e Información STTM; testimonio 2015) 22 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Aun cuando el panorama por parte de las instituciones se muestra alentador en torno a la implementación del Plan de bicicletas públicas, se le puede identificar un sinnúmero de falencias, y es que no se debe dejar de lado el tema normativo que acarrea este tipo de proyectos. Al construirse ciudades con prioridad para los sistemas de transporte motorizados, se deja de lado la vulnerabilidad a la que se expone a los agentes no motorizados. Sofía Gordon (2012, p. 15) lo visualiza con la perspectiva de Peñaloza: Durante los últimos ochenta años se han construido ciudades más para la movilidad de los carros que para la felicidad de los niños. […] Pero las demandas […] de los grupos de mayores ingresos fueron avasalladoras. Y comenzamos a hacer una ciudad para los carros, poco amable para el ser humano y francamente excluyente para los ciudadanos más pobres y los más vulnerables, como los niños, los viejos y los discapacitados (Peñaloza, 2005: 14-15). Si bien se están pensando ciudades democráticas, construidas para el todo y en las que la movilidad abarque y respete a todos sus actores, es necesario repensar también el modelo cultural de la ciudad que, a pesar de contar con un número creciente de ciclistas urbanos, no se encuentra capacitada para validar sus derechos desde ninguna perspectiva. Los actores motorizados los encuentran como un obstáculo, que se evidencia en actitudes agresivas, y a los agentes encargados de la regulación del tránsito no los educan más que para el manejo del sistema vehicular público y privado, dejando de lado la prioridad e importancia que tienen los peatones y ciclistas. Esta ausencia de educación conlleva la invisibilización del ciclista, situación que trae consigo muchas más falencias a nivel movilidad: “(…) hay que abordar ese tema: primero, ¿cómo visibilizamos el ciclista, cómo hacemos que los demás lo vean como otro actor de la movilidad, como otro actor del espacio público? (Martha Rodríguez Flórez, Subsecretaria de Gestión e Información STTM; testimonio, 2015) A pesar del aumento de ciclistas y grupos defensores de este medio de transporte, no se ha logrado un manejo amplio de educación en normatividad para la población general; si bien se observa cada día un número significativo de trayectos recorridos en bicicleta, aún no se logra visualizar un proceso amplio y constante de información que permita una mayor divulgación y respeto por DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 23 el ciclista urbano, quien, por sus condiciones, se encuentra vulnerable frente a agentes con carrocerías amplias. Las campañas de promoción y cultura ciudadana, en lo relacionado con el uso de la bicicleta, son bastante escasas en Colombia, y la mayoría de ellas se han centrado en la divulgación de normas que deben cumplir los usuarios de la bicicleta, pero no en el cuidado que deberían tener los conductores de automóviles, conductores de taxis y buses, y motociclistas con el ciclista. (Cámara de comercio de Bogotá, 2009, p. 62) Si bien la institucionalidad habla de procesos de regulación, manejo e inserción de reglamentación propia y acogedora con el sistema no motorizado, es evidente que no se han establecido estrategias certeras a la hora de abordar el tema; aunque se ha convocado a las diferentes agrupaciones activistas de ciclistas para las socializaciones de este proyecto, no se han logrado acuerdos reales que permitan una concertación consciente desde la visualización de los colectivos y la comunidad ciclística vulnerable, debido a que, además de presentarse problemas en cuanto a movilidad, el incremento masivo de hurtos de bicicletas es evidente, aun cuando es uno de los delitos menos denunciados. Es necesaria la movilización masiva de grupos pro-bicicleta y de las instituciones que permita tener un mayor control y brinde seguridad en espacios tanto públicos como privados. Solo de esta manera se logra que la ciudadanía desarrolle una acogida positiva a la propuesta del transporte alternativo, por medio de garantías que busquen su óptimo desempeño y alcance lo que Gordon (2012) define como movilidad sustentable: estrategia que busca mejorar la calidad de vida, a través de la distribución equitativa del espacio público entre las formas de transportes motorizadas y no motorizadas. 24 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Figura 1. Visualización de la implementación de ciclorrutas: ancho mínimo perfil a1 – eje arterial Rio Pasto, tramo carrera 27 – carrera 31. Fuente: POT, Pasto, 2014-2027, p. 11. 5. ¿POR QUÉ PEDALEAR? El planeta atraviesa procesos de cambios estructurales, tanto en las personas como en sus costumbres, arraigos, formas de pensamiento e incluso maneras y estilos de vida. Mucho se ha hablado del calentamiento global, de la necesidad de actuar frente a esto y de las formas en las que podríamos hacerlo. Se han promovido espacios, eventos y actividades que incentiven a tomar conciencia y a hacer algo realmente válido para contribuir al mejoramiento del medio ambiente. Dentro de estos espacios se encuentran los colectivos, organizaciones y empresas que han tomado la iniciativa de retomar el medio de transporte más antiguo del mundo, al convertirlo en el más acogido, funcional y amigable con el entorno y con las personas que lo usan. Aun cuando otros medios de transporte brinden un estado de comodidad, ¿qué pasaría si se decidiera tomar una bicicleta, rodar por la ciudad y atravesar un embotellamiento sin mayor inconveniente? ¿Qué pasaría si, en lugar de esperar quince minutos por un medio de transporte público, que, además, viene lleno, se decidiera tomar la bicicleta empolvada y olvidada en el ático para rodar a los sitios de trabajo o de estudio y llegar sin retraso? ¿Qué pasaría si se perdiera el miedo a montar, si se decidiera cada mañana ser más los que dejan de lado los motores y empezar un día pedaleando? DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 25 A pesar de que la estructuración del proyecto a implementarse en Pasto aún no se ha ejecutado y que las condiciones no son las más adecuadas para los ciclistas urbanos ni para los peatones en cuanto a infraestructura y educación cívica, es importante que las personas tengan un mayor acercamiento, se interesen de manera activa por el mundo de las bicicletas para que decidan reencontrarse con un sistema cómodo, ágil, liviano, económico y definitivamente placentero. Son innumerables los beneficios que se pueden atribuir al uso de la bicicleta como medio de transporte, y no solo en materia de movilidad, sino también en cuanto a relaciones comunitarias y mejoramiento de la calidad de vida: “Por lo que se refiere a las ciudades, las ventajas de la bicicleta para la colectividad se refieren fundamentalmente a la calidad de vida y el medio ambiente y al ahorro generado a largo plazo” (Dekoster & Schollaert, 2002, p.16). Las diferentes movilizaciones que se realizan en bicicleta traen consigo una serie de repercusiones para el contexto ciudadano, se observa una reducción considerable de emisión de gases (CO2) y debido a que el espacio utilizado por las bicicletas es considerablemente menor, logra una movilización mucho más fluida y eficiente, que se evidencia en el ahorro de tiempo que se obtiene al desplazarse en trayectos cortos. De la misma manera, si se tiene en cuenta el incremento en el precio del combustible y, por consiguiente, el incremento en materia de transporte público, el uso de la bicicleta genera un ahorro importante en el presupuesto por utilización de este tipo de servicios públicos a largo plazo. Dado que no necesita combustible para funcionar y que se puede aparcar en cualquier punto de estacionamiento público sin que cueste dinero, la bicicleta es el medio de transporte mecánico más económico. El usuario sólo tiene que asumir el mantenimiento y la reparación de las pequeñas averías (Biciclub de Catalunya, 2011, p. 17). Y así como se habla de los beneficios comunitarios, se pueden enumerar los que tienen que ver con la parte personal: las personas que usan continuamente la bicicleta, es decir, que se dirigen a sus sitios de trabajo o estudio en ella, adquieren mayores beneficios y encuentran un óptimo mejoramiento en su salud que quienes la utilizan únicamente los fines de semana. 26 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Entre los beneficios para la salud, se puede encontrar un mejoramiento en la actividad cardiovascular, debido a que: “Los beneficios de montar en bicicleta de forma regular reducen el riesgo de infarto en un 50%. Con el ejercicio del pedaleo, el ritmo cardiaco máximo del corazón aumenta y la presión arterial disminuye, el corazón trabaja economizando y se reduce el colesterol malo” (Sánchez, 2014). Es evidente que la bicicleta mejora la calidad de vida de las personas que la usan, pues no solo produce beneficios de tipo físico, sino, además, brinda una reestructuración a nivel mental, al lograr que las personas disminuyan sus niveles de estrés y se genere una mejor productividad. 6. INNOVACIÓN EN BICICLETA Al hablar de innovación social, se acerca al concepto desarrollado por Multan, quien se refiere a “servicios y actividades innovadoras que están motivadas por el objetivo de satisfacer una necesidad social y que se desarrollan y difunden predominantemente a través de organizaciones cuyo principal propósito es social” (Fernández, Montes & Asián, 2012, p. 1087). Y, en este punto, la bicicleta y su uso e implementación en la ciudad de Pasto se convierte en una herramienta más de los procesos de innovación social, pues logra acercar en forma continua a un sinfín de planes y proyectos estratégicos que contribuyen al desarrollo local y al crecimiento cultural de la ciudadanía, todo esto a través de iniciativas juveniles, planes estratégicos de movilización social y adecuación de espacios para la contribución al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, peatones, ciclistas e incluso los mismos conductores de vehículos automotores: “La innovación social ha pasado por las tres etapas que Schopenhauer identificó para cualquier nueva ‘verdad’: Primero es ridiculizada. En segundo lugar, provoca una violenta oposición. Por último, se acepta como evidente por sí misma” (Fernández, Montes & Asián, 2012, p. 1085). Entonces, las pequeñas expresiones de movilidad se convierten en grandes puntos de partida para la obtención de un bien común que, en este caso, se dirige a la comprensión del fenómeno del ciclismo urbano, como alternativa nueva, saludable y de aparición masiva en la comunidad, con el propósito único de lograr una educación comunitaria en normas de uso, mantenimiento y manejo de políticas que busquen un impacto social que genere cambios, no DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 27 solo de pensamiento, sino de planificación estratégica para el desarrollo de esta actividad: “Las innovaciones sociales tienden por su esencia a su difusión y a su expansión. Desde esa perspectiva, son innovaciones abiertas. No pretenden la generación de ventajas sobre competidores” (Morales, 2009, p, 154) Es importante el ejercicio de innovación e intervención que realizan los colectivos en la ciudad, ya que no solo se concentran en la labor recreacional de la bicicleta, sino que buscan, además, el empoderamiento colectivo de sus participantes. Este es el punto de partida de una cultura ciclística replicable en las diversas lecturas de la ciudad, porque la práctica permite diagnosticar la situación para lograr intervenirla y acercarse a la institucionalidad y transformarla al conseguir un conjunto técnico amplio que conviva, analice, busque sus propios cambios a partir de acciones concretas que parten de una estrategia. Solo de esta manera se evidencia cómo Pasto se acerca de manera positiva a la nueva era, la era de la bicicleta, la del transporte alternativo, sustentable y responsable con el medio ambiente. CONCLUSIONES El caos vehicular y los diversos problemas de movilidad por los que atraviesa San Juan de Pasto han llevado a la conformación de diversas alternativas de solución, que se encaminan al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes y la facilidad para la movilización en la ciudad. En comparación con otros países desarrollados, que han implementado el uso de la bicicleta de manera masiva, Colombia tiene un nivel inferior de participación y de recorridos realizados en este medio de transporte; sin embargo, las medidas implementadas en diferentes ciudades colombianas, que incluyen a Pasto, permiten que se centren los esfuerzos en la propagación de esta alternativa y se gesten espacios desde la gobernabilidad que permitan un mayor auge y participación de la ciudadanía en estos procesos de nueva movilidad. El uso de la bicicleta como medio de transporte y como herramienta en la vida diaria trae consigo una infinidad de beneficios sociales, culturales, económicos, políticos y espaciales, que contribuyen al crecimiento, mejoramiento y desarrollo de la ciudad. Las ciclorrutas, los ciclopaseos e incluso las rodadas matutinas, son espacios de experiencia, son centros de aprendizaje y desarrollo de nuevas 28 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO alternativas de solución para problemas cotidianos de la sociedad, que permiten, por medio de la innovación social, la generación de propuestas diversas encaminadas al desarrollo de la región. Las iniciativas ciudadanas son buena fuente de emprendimiento e innovación social, pues una pequeña idea logra transcender y convertirse en una perspectiva mayor, que propende por el mejoramiento y desarrollo de una comunidad. El auge del ciclismo urbano ha desencadenado una serie de reacciones, tanto en la comunidad en general como en los entes gubernamentales, que se han preocupado por la intervención de las vías para la plena movilización de las bicicletas a lo largo de la ciudad. No basta con la adecuación vial para la implementación de ciclocarriles; es necesaria la reeducación ciudadana en este aspecto, para alcanzar una acogida positiva a este tipo de proyectos y lograr un respeto masivo a los espacios destinados para este fin. A pesar de que la administración presente planes y proyectos encaminados a la implementación de políticas públicas para el sistema de transporte no motorizado, es necesario ahondar en temas primordiales, como la reglamentación, que se convierte en parte fundamental de la sana convivencia. Se necesita un nuevo concepto de ciudad, una pensada no para los vehículos, sino que abarque y garantice el desarrollo de una movilidad sustentable, en la que se dé prioridad a los agentes más vulnerables de la movilidad, peatones, ciclistas y personas con capacidades limitadas. Es importante destacar la labor de cada uno de los colectivos y empresas pastusas pro-bici, que no solo se centran en la implementación de la cultura ciclística, sino que trascienden los límites del ciclismo urbano para encaminar a cada uno de sus participantes a contribuir de manera voluntaria en diversos procesos de intervención social. Estos procesos se ven evidenciados en las labores benéficas, actividades y manifestaciones públicas a favor de diversas iniciativas o campañas. Los movimientos pro-bici han trascendido en sus actividades como gestores y promotores del ciclismo urbano, por lo que han llevado su labor a procesos de innovación social y transformación cultural que brindan un aporte significativo a la comunidad en los diferentes contextos de su cotidianidad. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 29 Este tipo de proyectos (Sistema de Bicicletas Públicas) elevan de manera radical las expectativas de una ciudad en pro del uso de la bicicleta, no solo como medio alternativo de transporte y salida al caos vehicular y problemas medioambientales, sino, también, como una opción diferente para la construcción de una ciudad alternativa, homogenizada y pensada más allá de la industrialización, como un espacio de armonía con los diversos contextos enmarcados en la cultura ciudadana. Se evidencia la necesidad de la creación de Comités o estamentos reguladores de la seguridad vial, que busquen contrarrestar la creciente ola de inseguridad y contrarresten el robo masivo de bicicletas; sin la implementación de estrategias de seguridad, es imposible hacer un llamamiento masivo a la ciudadanía para que acoja esta propuesta de transporte alternativo. Así como existe una reglamentación establecida para el transporte motorizado, se ve la necesidad de la creación de un Código que determine tanto los derechos como los deberes del transporte no motorizado, pues de ahí parte la nueva visualización de la movilidad que acoge a todos sus partícipes. Se espera que este artículo abra paso a nuevas alternativas de estudio de la bicicleta como medio de transporte alternativo, al igual que se espera ver la implementación plena de las ciclorrutas a lo largo de la ciudad, que permitan una mejoría respecto al problema de la movilidad dentro del casco urbano. 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Luis Antonio Eraso3 Recibido: 11/12/14 Aprobado: 26/02/15 RESUMEN La danza ha hecho parte del desarrollo del ser humano desde sus primeras manifestaciones hasta la compleja estandarización del movimiento centrado en la coreografía y, en el caso particular, de la danza folclórica que deriva de los relatos orales o del ámbito cotidiano de las personas que propician sus encuentros cercanos con el entorno. Este artículo 1 El artículo es producto de un acercamiento a la identidad regional a través de la danza folclórica realizada por la autora en el grupo de danzas de la I. U. CESMAG de la ciudad de Pasto, a partir del año 2002. 2 Estudiante del programa de Sociología, Universidad de Nariño. Participante del Diplomado en Intervención Social del Departamento de Sociología, de la misma Universidad. Contacto: dijorme@ gmail.com 3 Magister Luis A. Eraso, director del Programa de Educación Física I.U. CESMAG de la ciudad de Pasto; cultor y bailarín. 34 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO pretende darle un enfoque diferencial a la expresión artística de la danza, al analizarla como una construcción de la identidad cultural tradicional, de sus imaginarios colectivos y de la memoria histórica, que forman el capital cultural de los pueblos, definen su identidad, la misma que se resignifica, en los escenarios, por los bailarines que se apropian de sentires, vivires y pensares de los antepasados. Este artículo es un acercamiento sociológico, cultural, histórico y artístico de las categorías que intervienen en la realización de una obra coreográfica folclórica, como los relatos orales, concepto de identidad y puesta en escena. En consecuencia, la danza folclórica es uno de los espacios interpretativos más importantes y frecuentes del discurso gestual tradicional, con una significación importante sobre la identidad y la forma de pensar y vivir el mundo. Palabras clave: danza, folclor, identidad, memoria, oralidad. FOLK DANCE BUILT BASED ON ORALITY, REFLECTING REGIONAL IDENTITY ABSTRACT The dance has been part of man’s development from its primary forms to complex standardization movement focused on the choreography; and in the case of folk dance that comes from oral histories of ancestors or the everyday environment of people that encourage close encounters of the same with the environment. The article aims to give a differential artistic expression of dance, when tested as a construction of traditional cultural identity, their collective imagination and historical memory, forming the cultural capital of peoples approach, define their identity, same that is renewed on stage by the dancers who appropriate feelings, and thinkings livings of ancestors. The article developed a sociological, cultural, historical and artistic approach of the categories involved in the making of a folk choreographic work as oral histories, concept of identity and staging. Consequently, folk dance is one of the most important and frequent interpretive spaces of traditional gestural speech with great significance to the identity and way of thinking and living the world Keywords: dance, folklore, identity, memory, orality DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 35 INTRODUCCIÓN Las artes del movimiento parten del conocimiento del cuerpo, de los procesos de autoconciencia corporal; se promueven modos de percepción social que generan vínculos emotivos e intersubjetivos. Este artículo trata de mostrar a la danza como una dimensión creativa y cognoscitiva, que considera al cuerpo como un espacio en el que mora la identidad cultural, y no sólo que se viese superficialmente. La danza, vista como portento social, remite al análisis antropológico y sociológico de correlaciones estructuradas entre miembros de una comunidad que comparten códigos simbólicos, saberes, lenguaje, formas de comportamiento, prácticas ritualizadas y recorridos históricos que, en conjunto, permiten la reproducción de identidades culturales de la comunidad. En efecto, la danza es uno de los espacios interpretativos más importantes y frecuentes del discurso gestual tradicional de la región, en el que el tema de la identidad ha sido relevante. En palabras de Paulina Ossona (1984): El hombre baila por una necesidad interior, mucho más cercana al campo espiritual que al físico. Sus movimientos, que progresivamente van ordenándose en tiempo y espacio, son la válvula de liberación de una tumultuosa vida interior… En definitiva, constituyen formas de expresar los sentimientos: deseos, alegrías, pesares, gratitud, respeto, temor, poder. (p. 15) Referido al párrafo anterior, la danza expresa el sentir del ser humano pero, para generar una propuesta escénica, se basa metodológicamente en volver a ver el pasado desde el presente histórico; observar prácticas culturales cotidianas identitarias o reavivar dichas prácticas por medio de la evocación, en la que el investigador y su subjetividad son de real importancia para el desarrollo de una escena que rememorara un tiempo ya inexistente, e induce a una nueva lectura de lo identitario. Esta metodología se soporta notablemente en la narrativa popular, puesto que la interpretación dancística es una creación y recreación de un hecho que, en muchos casos, es producto de la oralidad. En este sentido, el registro de la historia, de las tradiciones, las costumbres, los saberes populares, a través de la oralidad de los pueblos, se encamina a conocer más detalladamente las vivencias personales de los actores que crean esta historia, con lo que se pretende tener un conocimiento integral de la sociedad, al entender la relación directa del sujeto con su entorno y con aquello que lo identifica y le genera sentido de pertenencia. 36 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO La narrativa sirve como punto de encuentro, desde donde se cuentan, se intercambian las historias; también es un lugar para compartir las experiencias y donde las personas sienten que pertenecen a un lugar y a una cultura determinada. La oralidad posibilita que la cultura de un grupo sea dinámica y creativa y que, a partir de este intercambio de relatos orales, el proceso social que se desarrolla sea una experiencia en la que se puedan crear y valorar los elementos que forman parte de ella, sin exclusión ni marginación de ningún tipo. Darle movimiento a la palabra es el objetivo del artículo: la riqueza cultural tradicional de los pueblos, expresada por el movimiento del cuerpo, generado desde la memoria, hecha voz. 1. HISTORIA DE LA DANZA Todo aquello que se conoce tiene movimiento, desde el majestuoso e impredecible universo, hasta la más pequeña molécula de cualquier ser viviente. El movimiento es la columna vertebral de la danza y aquello que le imprime energía para realizarlo es el ritmo. El movimiento y la danza son inherentes a la existencia del ser humano, como forma de comunicación y expresión con sus semejantes, con su entorno natural que no puede dominar y que lo considera como parte de sus divinidades; la danza primaria era un canalizador de emociones, afectos, temores, iras, con una estructura de movimiento impuesta por el cuerpo llevado solo por el ritmo; la danza también infundía valor y ánimo a los guerreros, se utiliza como parte del cortejo amoroso y para las celebraciones de los acontecimientos importantes. Un elemento fundamental de la danza es el ritmo, que se encuentra en la propia naturaleza humana dado por su funcionamiento biológico, la respiración, los latidos del corazón que, en consonancia, son la ritmicidad externa, son el principio que hace surgir la música y que forma una unidad indisoluble con la danza. Los primeros en reconocer la danza como un arte fueron los griegos, quienes le asignaron en su mitología una musa: Terpsícore; su práctica se ligaba al culto del dios Dionisos y, junto con la poesía y la música, era elemento DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 37 indispensable de la tragedia griega, donde la catarsis ponía al individuo en relación con los dioses, aunque también entre los griegos cumplía la danza una función de comunicación y cohesión social. Posteriormente, durante la Edad Media, la danza no tuvo un desarrollo amplio como las demás artes, dada la concepción cristiana ortodoxa que regía la época, que encontraba esta manifestación pecaminosa porque la consideraba cargada de connotaciones sexuales; sin embargo, esta prohibición no se consideró real ya que el pueblo y la corte realizaban bailes en sus celebraciones. Durante este periodo florece la danza popular, realizada por el vulgo, sin más interés que destacar la felicidad en sus fiestas paganas -guerra, trabajo, cortejo-; esta manifestación revela características propias de una región, de una comunidad. Lo que hoy se conoce como folclor es un conjunto de expresiones provenientes de los ritos ceremoniales tradicionales (Ossona, 1984) que provienen del mismo grupo social, y que realizaban a pesar de la prohibición eclesiástica. Ya con el Renacimiento se cambia la percepción del mundo; el hombre pasa a ser el centro del pensamiento y, por ende, de la cultura; en esta época se da un desarrollo importante en las artes, pero, en lo relacionado con la danza, los cambios se dan en la nueva organización social. En Italia se genera un movimiento en el que los grandes señores compiten por ofrecer espectáculos para mostrar su riqueza y poder; aparecen también los primeros manuales de “práctica sobre la danza”, como el de Domenico da Piacenza (1390-1470), quien es el primero en recopilar información sobre el tema, además de que se lo considera el primer coreógrafo de la Historia. Por esta misma época, y por influencia italiana, se produce en Francia el surgimiento del ballet comique que, de igual manera, lo producían los cortesanos para grandes personalidades de orden político. Al decaer el ballet en Francia, el relevo lo toma Inglaterra, con la diferencia que en el espectáculo de ballet producido por los ingleses participaba toda la corte, incluidos los reyes. En el sigo XVII, el ballet vuelve a Francia, donde continúa su evolución hacia lo que hoy se conoce como ballet clásico y se inician las grandes academias de danza clásica. La danza se desarrolla como espectáculo con valores tan esenciales como su unidad dramática y musical (Muñoz, 2010). 38 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 2. LA DANZA FOLCLÓRICA, REFLEJO DE LA IDENTIDAD REGIONAL CONSTRUIDA A TRAVÉS DE LA ORALIDAD Las diferentes prácticas sociales, tanto las de la liturgia de la religiosidad popular, así como las prácticas rituales de los ciclos agrícolas, abarcan, en su complejo entramado de signos y símbolos, nociones que comparten los miembros del colectivo, que se han institucionalizado con el paso del tiempo y se reconocen los diversos sujetos sociales reconocen como propias. Estos símbolos culturales se manifiestan en las artes populares en forma de lírica, música y danzas, así como en los diversos aspectos de las artes tradicionales que complementan el imaginario del grupo. La danza es una de dichas artes que, como hecho social, remite al análisis antropológico y sociológico de relaciones estructuradas entre miembros de grupos que comparten códigos simbólicos, saberes, prácticas ritualizadas y trayectorias históricas que, en conjunto, permiten la reproducción de identidades culturales. La danza es un hecho colectivo, una actividad ineludible, en cuya realización cada participante se funde en la acción, la emoción y el deseo con el cuerpo general de la comunidad (Ossona, 1984, p. 16). De igual manera, las prácticas sociales transmitidas históricamente y los mecanismos de auto reconocimiento grupal que operan en los individuos mediante su participación en estas prácticas -entre las cuales se destacan la música, la danza y la narrativa oral-, permiten que existan nociones de igualdad, de pertenencia y, por supuesto, de identidad grupal. La danza es un factor que contribuye a la construcción de identidades, lo que permite situarla en el terreno de las construcciones simbólicas de la cultura. Se puede afirmar que la danza es un lenguaje que habla y dice cosas, como si se tratara de un idioma en el sentido lingüístico formal. Lo que hace el ser humano es utilizar su cuerpo para poder comunicar sus sentimientos y pensamientos. La danza es asociada con procesos identitarios que permiten la interpretación de los rasgos que caracterizan al grupo humano que la produce. (Muñoz, 2013, párr. 41) El lenguaje de la danza hace parte de la materialización de las actividades del ser humano, de aquello que lo rodea y que depende de su desarrollo intelectivo en sociedad, lo que ratifica que también tuvo diferentes etapas en las que se pueden observar cambios de valores, formas de vida, costumbres que cuentan con una DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 39 importante significación, de acuerdo a los referentes semejantes o diferentes de la comunidad; entonces, la danza sería un vehículo de comunicación y la coreografía sería el motor para transmitir esa forma de vida. El desarrollo histórico de la danza ha sido paralelo al desarrollo cognitivo del hombre; durante el periodo paleolítico las danzas se relacionaban con los rituales colectivos; durante el feudalismo las danza son típicas de las cortes; con el capitalismo surge el florecimiento real de las compañías de ballet. La danza representada en cada periodo conlleva un mensaje que determina la concepción del mundo (López, 1977, párr. 37). Al continuar con el razonamiento planteado por López, para el caso de América Latina, durante el periodo de la prehistoria, las representaciones dancísticas eran tan similares a las prácticas de guerra, como al proceso de cultivo y a ceremonias religiosas; posteriormente, en la Colonia, a las danzas nativas se las persigue y se intenta desaparecerlas porque se las considera profanas a la luz de los intereses religiosos de los conquistadores; en un segundo momento, las danzas forman parte de una simbiosis cultural y tomaron una imagen del orden social establecido4. Las danzas tradicionales se relacionan con los bailes populares hasta crear una nueva forma de comportamiento colectivo que, a su vez, se reproduce y convierte en tradicional. Esta relación entre lo tradicional y popular, endógeno y exógeno, lo conceptualiza García Canclini (1990, p. 64-91) con el término “hibridez”, con el que describe perfectamente la realidad evolutiva de las culturas latinoamericanas, que reconoce como múltiples por constituir el resultado de la sedimentación, yuxtaposición y entrecruzamiento de diferentes tradiciones. En este artículo, se tomó este concepto, puesto que, en síntesis, distintos elementos culturales, provenientes de las sociedades amerindias, europeas y africanas, le dan sentido a la actual dinámica de identidad y representan la actual actitud frente al mundo. Una vez hecha esta aclaración, algunos ejemplos de este lenguaje “híbrido” son: la música, los ritos, las fiestas, las danzas, el arte y la literatura que, 4 Argüello López (1977) realiza una detallada descripción de la evolución de la danza en Ecuador, en la que se realiza un recorrido histórico a través de diferentes épocas y diferentes tipos de danza y técnicas que utilizaba cada una de ellas. 40 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO en cierta medida, se han desarrollado con el sello particular de los pueblos latinoamericanos, en los que la cultura de elite y la popular aún se constituyen en una dicotomía que no permite ver la interrelación de la producción cultural de los pueblos. El sincretismo y mestizaje de los pueblos indígenas, españoles, campesinos y afro constituyen la “hibridez” de lo que ahora se es como sociedad, una historia e identidad híbrida. Se podría decir que la identidad latinoamericana es la unidad de lo diverso. La diversidad dancística de América Latina ha dejado una huella histórica, que fortalece el trabajo de la danza folclórica ya que representa el devenir social de la comunidad, que toma el sentido histórico simbólico de actividad social colectiva. El fenómeno artístico permite un análisis de la danza en relación con la sociedad y su realidad. La danza es producto de la praxis social y permite percibir el grado de desarrollo de una sociedad; es decir, es un lenguaje que dice de un mundo o de una realidad; la danza resume, de manera particular, un lenguaje, una simbología, una forma estética y un grado de comunicación de una determinada comunidad, tal como lo indica este autor: La danza es una expresión natural y espontánea del ser humano, el movimiento es una forma de comunicación que devela hasta los más escondidos sentimientos, sin pronunciar una palabra, “la danza es la manifestación de una expresión espontánea individual desde sus orígenes, y antes de ser una forma de arte, fue una expresión espontánea de la vida colectiva”. (Le Boulch, 1997, p. 129) Al estudiar la danza, sociológicamente, también se analiza la historia del hombre y su desarrollo en relación con sus pares y se encuentra, como resultado, un conglomerado de capital cultural que representa algunas de las formas de actividad humana vigentes o sobre las que se tiene información pero que ya su práctica se relegó dada la influencia de los constantes cambios de tiempo, costumbres, modos de vida y diferentes procesos evolutivos sociales y de su entorno. Es importante subrayar el concepto de danza, que se tomó para el artículo, dado por la bailarina Hanna (1988, p. 48), quien la define como: “una conducta humana compuesta, desde la perspectiva del danzante, con secuencias no verbales de movimientos corporales culturalmente diseñadas, DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 41 intencionalmente rítmicas y culturales, con un compromiso diferente de los movimientos motores ordinarios y con valores estéticos inherentes”5. Según ella, la danza es una obra artística en la que intervienen múltiples disciplinas, que le dan vida a un proceso creativo. La investigación, nutrida de los relatos, experiencias de vida, a través de la indagación de la identidad cultural y, además, la música, la escenografía, los accesorios, conforman el caldo de cultivo que se ajusta a las necesidades de la propuesta dancística planteada por el coreógrafo. Es un desafío, para el coreógrafo y bailarín, generar un lenguaje corporal desde la identidad cultural; estos rasgos de identidad, que emergen de la investigación, son el motor creativo de las disciplinas que intervienen y consolidan el trabajo artístico de la danza tradicional. La construcción de una danza se basa, metodológicamente, en volver a ver el pasado desde el presente histórico; observar prácticas culturales cotidianas identitarias, o reavivar dichas prácticas por medio de la evocación, en la que el investigador y su subjetividad son de real importancia para el desarrollo de una escena, que rememorará un tiempo ya inexistente, e inducirá a una nueva lectura de lo identitario. Esta metodología se soporta notablemente en la narrativa popular, puesto que la interpretación dancística es una creación y recreación de un hecho que, en muchos casos, es un producto a partir de la oralidad. 5 La danza siempre ha estado al servicio del hombre para satisfacer sus necesidades individuales y el interés de la comunidad. La danza fue, en un principio, arte de masas; en el periodo, el salvajismo tiene un carácter social y religioso, a veces mágico, otras terapéutico. Se cuenta con las danzas sagradas de Egipto y de los hebreos hasta los modernos bailes de etiqueta, que todos han servido para manifestar sentimientos religiosos, sociales y populares. En los pueblos salvajes, las tribus tenían sus danzas para empezar una guerra y para terminarla: en tiempos de paz, las ejecutaban para ir a las cacerías, pero bailaban aparte los hombres y las mujeres; los hombres bailaban imitando movimientos maravillosos, que se referían al animal apetecido en la cacería. Además, el libro explica que la danza no es sólo la emoción, pero ¿por qué y cómo es cognitivo y del lenguaje de baila? Bailar es humano es el primer análisis publicado en el que el conocimiento se aplica a las artes, especialmente la antropología, para iluminar aún más esta comprensión sobre la danza. Además de una síntesis, presenta la investigación de campo original y un nuevo método para el sondeo del significado en movimiento. El libro da cuerpo a los conceptos de la danza y sus significados. El concepto de la danza, no necesariamente una definición de grupo de bailarines en particular, sino intenta permitir la discusión intercultural, especialmente importante en nuestro mundo multicultural. Al describir las acciones físicas de la danza, como el habla, transcribir, es un paso inicial en el estudio de la danza; dar sentido a estos movimientos (comparables a un análisis literario) requiere más esfuerzo. Bailar es humano presenta una rejilla semántica como una herramienta para provocar la lectura y la interpretación del sentido de movimiento de la danza. 42 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Como soporte de lo anterior, los estudiosos de la tradición -folclorólogos, etnólogos, antropólogos, entre otros- se han dedicado, entonces, al análisis y recolección de leyendas, historias o cuentos, a documentar fiestas y carnavales, describir vestidos, comidas y sabores, que muchas veces se han transmitido de una voz a otra, a falta de un saber escrito por parte de sus protagonistas y que encuentran, en el lenguaje oral y en la memoria, las formas de reconstruir sus vivencias. Es innegable que la narrativa permanece asociada a los pobladores y tiene el propósito de recuperación histórica, recomposición de universos simbólicos y de experiencias de vida orientadas a la reconstrucción de la memoria colectiva. La memoria cumple una función racional que permite codificar, almacenar y recuperar la información del pasado de manera colectiva o individual, y que una comunidad o individuo aún la recuerda, por características particulares que el suceso haya marcado. La memoria juega un rol fundamental en este proceso de cimentar la identidad como una actividad consciente y esencialmente humana; evoca un entorno, un lugar, una imagen; o aspectos diferentes a los visuales, como los olores, o lo apreciado por el tacto, de los que muchas veces no se encuentra una descripción gráfica que represente el evento recordado. La memoria encuentra su continuación en la oralidad; lo importante de la memoria no solo es recordar, sino poder transmitir estos recuerdos para poder perpetuar aquellos hechos importantes; uno de los recursos por el que se puede transmitir estas memorias es la voz. La memoria es la raíz de la historia oral, puesto que esta última se construye desde el pasado a través de los recuerdos, para convertirlos en una sucesión dinámica atemporal de intercambio comunicativo, que se enriquece de manera continua con elementos suscitados por los mismos sujetos. De ahí que la oralidad ha sido la exteriorización primigenia de la comunicación entre los hombres, al convertirse en un requerimiento imprescindible para la vida, lo que ha facilitado las relaciones entre los sujetos de una sociedad. Posterior al período de aprendizaje, aparece la etapa de utilización del lenguaje oral, que se manifiesta en cantos, alabanzas, cuentos, leyendas, salmos, que expresaban las tradiciones de una comunidad y que, además, constituían una forma de socializar al individuo; de igual manera, también fijaron parámetros de comportamientos éticos, de acuerdo al modo de vida de la comunidad. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 43 Desde los poemas homéricos6 hasta las historias cotidianas de las calles de las grandes metrópolis, la oralidad ha tenido un desarrollo importante; aun con la aparición de nuevas tendencias comunicativas como la escritura, la imprenta, los medios masivos de comunicación y las nuevas herramientas informáticas, el habla es el signo característico de los hombres y que no necesita mayor instrucción para su uso que la interacción con sus pares. La producción oral, manifestada en ritos, cuentos, leyendas, historias reales, proverbios, refranes populares, anécdotas, formas de discutir, agradecer, impartir justicia, hacer invitaciones, constituyen la tradición cultural de un grupo o un pueblo que, mediante la trasmisión oral, conforman y reconstruyen su memoria colectiva de manera dinámica e inacabada. Por consiguiente, el realizar el ejercicio del lenguaje verbal permite que aquella producción cultural se convierta en imágenes mentales, que son símbolos culturales compartidos que crean cercanía, que se pueden propagar, se amplían y relacionan interpersonalmente, es decir, que la gente se vincula e intercambia sus vivencias mediante sus relatos. En palabras de Walter Ong (1987): “en una cultura oral, el pensamiento sostenido está vinculado con la comunicación” (p. 40). El concepto de oralidad más adecuado para este análisis lo proporciona el autor mencionado, que la define así: “en su constitución física como sonido, la palabra hablada proviene del interior humano y hace que los seres humanos se comuniquen entre sí como interiores conscientes, como personas, la palabra hablada hace que los seres humanos formen grupos estrechamente unidos” (p. 77)7, y lo complementa con el siguiente enunciado: La palabra en su ambiente oral natural forma parte de un presente existencial real. La articulación hablada es dirigida por una persona real y con vida a otra persona real y con vida a otras personas reales y con 6 La declamación de los poemas, como arte de decir los textos y, al mismo tiempo, como un exceso en ese decir. “Declamación”, arte de la dicción expresiva de un texto recitado por un actor. Boito, M. (2000). La importancia de la oralidad en la cultura contemporánea. Revista Latina de Comunicación Social, 35 Recuperado en: http://www.ull.es/publicaciones/latina/Argentina2000/21 boito. htm 7 Ong también se refiere al ejercicio humano de realizar sonidos para comunicarse. 44 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO vida, en un momento específico dentro de un marco real, que siempre incluye más que las meras palabras (p. 102).8 Por lo tanto, la tradición oral es el material para reconstruir la Historia de sociedades iletradas transmitida de generación a generación que puede aprenderse de memoria, como la poesía, las canciones, las fórmulas, los refranes, en la que se pueden reconocer datos similares en versiones de distintos informantes. Las narraciones, las historias, son diferentes maneras de oralidad, que no se aprenden de memoria, por lo que las versiones pueden ser tan diversas como sus relatores. Los relatos personales también hacen parte de este acervo que, al depender de su magnitud, pueden vincularse en una reconstrucción social. El anonimato hace parte de este apartado; muchas de las composiciones realizadas en tiempos lejanos, y que ahora se conocen, han perdido información acerca de sus autores, no porque se desconozcan, sino porque a través del tiempo han sufrido modificaciones de diferentes intérpretes, que han enriquecido a la obra como tal y a su divulgación. La visión sociológica de la oralidad la determinan las interacciones sociales dadas por la vía lingüística de carácter oral y por el sentido de pertenencia que tienen los sujetos a un determinado grupo social, en el que se establecen las reglas de juego que definen a la comunidad. La comunicación oral se carga de una serie de rituales; en este contexto, el interaccionismo simbólico (Blumer, 1982)9 es una de las corrientes que más se ha preocupado por los rituales de la comunicación, dado que los actores le dan sentido a la acción y, en el caso particular, la palabra, de acuerdo a los códigos simbólicos generados por la colectividad que se aceptan socialmente y los comprenden los mismos integrantes del grupo. La característica principal 8 Según Ong, la oralidad debe verse como una relación personal, en un contexto establecido que le da sentido y significado a las palabras. 9 La Interacción Simbólica se refiere a un proceso en el que los humanos interactúan con símbolos para construir significados. Mediante las interacciones simbólicas se adquiere información e ideas, se entienden las propias experiencias y las de los otros, se comparten sentimientos y conoce a los demás. Sin símbolos, nada de lo anterior podría ocurrir. El pensamiento y acción se restringirían totalmente. Tres son las ideas en las que Blumer fundamenta el Interaccionismo simbólico: 1) las conductas de los individuos se sujetan al significado que le otorguen a los objetos de su mundo de vida; 2) lo que signifiquen las cosas para el sujeto depende de su interacción social con otros actores de su entorno; y 3) los significados dependen de la experiencia social del sujeto. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 45 de la oralidad se relaciona con la fugacidad del sonido, con la ritmicidad de la voz, con la mística que tienen los relatos, que atrae para que los sentidos estuviesen prestos a este ejercicio de concentración, que une a los receptores con el emisor. Las conversaciones cotidianas, en situaciones naturales, con un lenguaje común y corriente, se convierten en un fenómeno que le atañe a la etnometodología10. Umberto Eco (1986) también se refiere a la comunicación entre dos personas -ya sea lingüística o gestual-, comunicación a la que determina una serie de reglas, que hacen que el signo fuese comprensible, reglas que se apoyan en lo que Eco denomina “convención cultural”, dada por la participación espontánea del sujeto en el ámbito social. Este modo natural de comunicarse lo utiliza la humanidad de manera usual; tal vez sin darse cuenta y sin conocer su nombre técnico, pone en funcionamiento la trama discursiva y el dinamismo social, la capacidad de interacción y de encuentro entre los sujetos. Al tomar parte de la amplia teoría semiótica11 de Eco (1986), para quien la cultura es un fenómeno de significación y de comunicación, tiene como principal consecuencia que tanto sujeto y sociedad existieran sólo cuando se establecen relaciones de significación y procesos de comunicación, lo que cubre con amplitud el campo cultural y toda la producción humana, ya sean signos verbales o, como el autor los llama, “códigos y mensajes estéticos”12. Este proceso comunicativo sucede en las urbes, en los pueblos más cercanos y más lejanos, cuando se produce el contacto cara a cara, en la conversación callejera o el diálogo entre amigos y ahí se pone en funcionamiento la memoria colectiva, la Historia, la tradición, las historias personales, los sueños, las esperanzas que se presentan mediante la oralidad y que configuran la cultura, la identidad de un grupo que vive y se construye. 10 Para Garfinkel, la etnometodología se define como la búsqueda empírica de los métodos empleados por los individuos para dar sentido y, al mismo tiempo, realizar sus acciones diarias cotidianas. La etnometodología es la corriente que se especializa en el análisis de la conversación, con el fin de documentar el carácter empírico del “visto pero inadvertido” conocimiento y razonamiento de sentido común del actor. 11 Eco define a la semiótica como el “estudio de todos los procesos culturales (es decir, aquellos en los que entran en juego agentes humanos que se ponen en contacto sirviéndose de convenciones sociales) como procesos de comunicación”. De ahí que el autor la considere como “una teoría general de la cultura y un sustituto de la antropología cultural”. 12 Estética Semiótica, es decir una estética que quiere ser un estudio del arte como proceso comunicativo. 46 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO A su vez, en el campo de la cultura, proporcionado por Bourdieu (1995), el capital lingüístico juega un papel importante y, como él mismo menciona: “Los discursos no son únicamente signos destinados a ser comprendidos, descifrados; son también signos de riqueza destinados a ser valorados, apreciados, y signos de autoridad destinados a ser creídos y obedecidos” (p. 40). Al seguir con el planteamiento de Bourdieu, cuando se hace palpable el capital lingüístico a través del ejercicio del habla, es necesario apropiarse de un estilo que pone de manifiesto la presencia de lazos afectivos y de pertenencia a una región o lugar, y también puede expresar diferenciación de clases sociales y de entornos. En el caso en particular, la riqueza lingüística que se trabaja es la tradicional campesina e indígena del sector rural, donde se genera gran parte de la riqueza narrativa que se plantea en escenarios alternos. La cultura popular o tradicional es una producción realizada por sujetos sociales, que se define como el “pueblo” que, en muchas ocasiones, como lo menciona García Canclini (1990): No hace parte del mercado de bienes simbólicos “legítimos”, los espectadores de los medios masivos que quedan fuera de las universidades y los museos, “incapaces” de leer y mirar la alta cultura porque desconocen la historia de los saberes y los estilos. (1990, p. 191) Según García Canclini, es posible caer en el reduccionismo de cifrar algunos tipos o formas de cultura, por ejemplo cultura dominante y dominada, hegemónica y subalterna, masiva y popular o, más radicalmente, la cultura de elite y la cultura de las masas; para el autor, no existen tales posiciones: lo deja claro en su apartado de Culturas híbridas, cuando describe este proceso: Así como no funciona la oposición abrupta entre lo tradicional y lo moderno, tampoco lo culto, lo popular y lo masivo están donde nos habituamos a encontrarlos. Es necesario deconstruir esa división en tres pisos, esa concepción hojaldrada del mundo de la cultura, y averiguar si su hibridación puede leerse con las herramientas de las disciplinas que lo estudian por separado: la Historia del arte y de la literatura, que se ocupan de “lo culto”; el folklore y la antropología, consagrados a lo popular; los trabajos sobre comunicación, especializados en la cultura masiva. Necesitamos ciencias sociales nómadas, capaces de circular por las escaleras que comunican esos pisos. O, mejor: que rediseñen los planos y comuniquen horizontalmente los niveles. (1990, pp. 14-15). DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 47 Ahora bien, es necesario precisar que, dentro de la danza, se encuentran diferentes manifestaciones establecidas ya sea por su técnica o por el género; la danza a la que se refiere el artículo es la que procede de lo que se denomina folclor que, indudablemente, es un elemento del patrimonio cultural de una nación y en lo que encuentra su génesis la danza tradicional; es decir, las múltiples fiestas, festividades, carnavales representativos de una comunidad y que tienen cabida dentro del término tradicional y popular. Pueblo, identidad y tradición subyacen, entonces, en el concepto de folclor; así, se supone que las expresiones folclóricas se definidas en estos tres aspectos, cuya producción se da en el marco general de la construcción de la nación. En este último proceso surge el interés por identificar expresiones culturales que representen su sentir y su carácter. En palabras de Páez (1993), consiste en dar cuenta de: Ese sentimiento, ese espíritu común que puede atribuirse indistintamente a innumerables personas de diferentes estratos sociales y nivel intelectual. Desde esta óptica, fácil nos será observar cómo ante una determinada creencia algunas personas reaccionan de manera similar, al igual que lo hacen ante un refrán, la mención de un hecho funesto o determinado fenómeno meteorológico. Es, pues, este sentimiento compartido que suele manifestarse con variadas intensidades, lo que nos indica que allí existe un Espíritu popular, un hecho de procedimiento intelectivo específico que afecta a las personas como consecuencia de influencias atávicas transmitidas, básicamente, por vía no letrada. (p. 186) Como se puede apreciar, según el autor, el folclor busca dar cuenta de los sentimientos comunes de los individuos; piensa la cultura en términos de rasgos discretos que pueden aislarse de sus lugares de producción para insertarse o ponerse en circulación en otros espacios. En este sentido, las expresiones folclóricas -danza- deben verse, por un lado, como referentes inmutables en la construcción de la identidad, los que van aprehenderse mediante puestas en escena que ocuparán el tiempo de actividades lúdicas en las escuelas, y el de ocio de los habitantes de la nación; es decir, resignificación de la identidad ancestral. Ahora bien, para crear la re-significación de identidad se recurre a diversas expresiones, que muestren una relación con la idea del pueblo tradicional, 48 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO y que, a su vez, se asocia con la ausencia de elementos modernizantes. Así, la imagen ideal de los festivales folclóricos la ofrece Tolosa (1993), cuando escribe: [Estos] son eventos que tienen como principal objetivo la difusión de hechos y entes folclóricos, en cualquiera de las diversas manifestaciones que presentan. Aquella se hace mediante las presentaciones públicas de música, canto, copla, danza, al igual que la muestra de los artículos que ejecuta el hombre con su capacidad de creación manual, pero sin que en ellos intervenga el aspecto mecánico, tal es el caso de las artesanías. De la clasificación de lo folclórico tampoco se pueden separar las comidas típicas, la vivienda, los festejos religiosos y profanos, los mitos, las supersticiones y los agüeros. (p. 250) Como es evidente, la compleja realidad social y cultural que la humanidad ha desarrollado permite generar un sinnúmero de propuestas para comprenderla, explicarla, o bien, transformarla. La disciplina artística permite objetivar los relatos, historias, modos de vida que se trasmiten de generación a generación y que utilizan el medio de voz a voz. La pintura, la música, el teatro y la danza, entre otros, proporcionan un espacio de interpretación de ese acervo cultural que tienen las comunidades, y que permite observar, resignificar, en el tiempo de ahora, aquellas experiencias vividas en otra época, con otros actores y en un contexto diferente, pero que le dio soporte al estado actual de identidad. Si bien, la interpretación de la sociedad se puede fundar en el análisis de la cultura y lo simbólico, para comprender las relaciones que posibilitan la reproducción social y cultural, y entender las relaciones y las diferencias sociales, en este sentido, Bourdieu (1995) plantea en sus estudios que la cultura ocupa un lugar preponderante; la asume como indispensable para entender esas relaciones y diferencias sociales, porque explica el proceso de transmisión de los bienes culturales y simbólicos, así como el proceso de reproducción de las relaciones sociales en la totalidad del sistema social. La identidad cultural y todas las micro-esferas que la enriquecen, son parte del capital que envuelve a las sociedades y que facilita su compresión y análisis. En los últimos años, se ha introducido el estudio de la sociología de la cultura, que ha arrojado importantes resultados, centrados en la identidad, desde la perspectiva del papel protagónico asumido por los sujetos que la producen. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 49 Por otro lado, es conveniente señalar que la globalización ha penetrado todos los ámbitos del desarrollo humano, donde la cultura y la identidad no son ajenos a este proceso: “cualquier tipo de producción debe estar ajustada a los estándares globales” (García Canclini, 1993, p. 259). Frente a este proceso acelerado de la vida, los conocimientos tradicionales y formas de vida se han visto alterados, y generan una dinámica de resignificación de la identidad, de tal manera que no se encuentren en oposición con las nuevas formas de vida o, como lo explica más claramente Martín-Barbero (1991): El Folklore capta ante todo un movimiento de separación y coexistencia entre dos “mundos” culturales: el rural, configurado por la oralidad, las creencias y el arte ingenuo, y el urbano, configurado por la escritura, la secularización y el arte refinado; es decir, nombra la dimensión del tiempo en la cultura, la relación en el orden de las prácticas entre tradición y modernidad, su oposición y a veces su mezcla. (p. 19) Tanto para García Canclini como para Martín-Barbero, la dinámica globalizante no separa lo tradicional de lo moderno; por el contrario, este fenómeno pone estos criterios en juego de forma simultánea, de tal manera que ofrece una nueva perspectiva de creación e inspiración para los investigadores y coreógrafos que crean sus obras a partir de la “hibridación”. Como se mencionó en los primeros párrafos del documento, la conceptualización de la identidad, en especial de la latinoamericana, es compleja, dado el nivel de incertidumbre proporcionado por la mezcla de diversas identidades. Como lo menciona Gissi (1982): “El problema de la identidad es siempre de las identidades. De este modo, se puede concebir la identidad cultural como una trama de niveles, no siempre concordantes, por lo que se producirían “conflictos de identidad” (p. 158). Habitualmente, a la identidad se la interpreta como algo ya dado y constituido, que define al sujeto; sin embargo, a la identidad se la debe ver como un proceso dinámico, abierto, nunca terminado y en constante transformación, pero es cierto que la identidad proviene de la tradición y la costumbre, al ser una construcción social e histórica de las comunidades. La identidad se constituye en los procesos de comunicación e integración, y se reafirma por la existencia de otras identidades, entendida como el reconocimiento del otro. La dinámica en la identidad lleva a encontrar 50 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO lo igual y lo distinto, la alteridad y la misma identidad en una dialéctica de identidades diferentes. (Hegel, 1960, p. 259)13 Como resultado de la yuxtaposición de esas otras identidades, la identidad de América Latina tiene un carácter paradójico de influencias endógenas y exógenas, donde la cultura europea se le impuso a ultranza a la cultura indígena, en apariencia de “civilización”, pero, también, se indica que Latinoamérica tiene una identidad hispánica, puesto que la civilización llega a este territorio, en el que los pobladores fueron parte integrante de España, de la que se hereda un orden social, que es el pilar de la institucionalidad, sobre la que se rigen las actuales naciones. En síntesis, la identidad cultural es un proceso de diferenciación de carácter intersubjetivo, mediado interactiva y comunicativamente, que permite el autorreconocimiento y la autonomía; se construye desde la tradición, pero mantiene con ella una relación crítica; no se refiere únicamente al pasado, sino también al presente y al futuro, a lo que se quiere ser (Habermas, 1989)14. 3. MOVIMIENTO DE LA PALABRA La danza permite llegar a la cotidianidad urbana y volver a la oralidad un aspecto eminentemente visual, donde las narraciones se conforman mediante movimientos corporales, acompañados de melodías que transportan a otras atmósferas, las que iniciaron en los relatos y las memorias, para establecer así una forma diferente de reconocerse a sí mismos. Con respecto a este punto, los espacios que permiten un desarrollo artístico desde una perspectiva tradicional son los centros de educación, como las universidades, colegios y escuelas, ya sea como parte del pensum académico o como espacio lúdico y de utilización del tiempo libre. En estos lugares se inicia el reconocimiento de la identidad con un territorio, costumbres y cultura; de 13 La identidad no es evidente en sí, se afirma por la existencia del otro. La identidad contiene dentro de sí diferencia. La nueva lógica que propone Hegel no se basa, sin embargo, en el principio de identidad, sino en el principio de contradicción. 14 Habermas ha intentado una articulación del proyecto constructivo de una identidad social como intersubjetiva, donde la ética y la política entrecruzan la categoría que articula estas dimensiones de la vida social, que es la formación racional de la voluntad. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 51 igual manera, se reconoce la existencia del alter ego que reafirma la identidad personal. A pesar de que en el ámbito universitario el tiempo libre es escaso, las manifestaciones artísticas tienen gran acogida entre los estudiantes, de ahí que gran parte de los grupos de danza con mayor proyección artística se encuentran en este nivel, punto que favorece la creación de nuevos grupos y la continuidad de los ya existentes. Conviene señalar que en los centros universitarios no solo se recibe instrucción académica; también coexisten los diálogos de diferentes lenguajes, conocimientos y lógicas; como lo menciona García Canclini, de esto se puede inferir que las universidades son centros de “hibridación” en los que confluyen diferentes culturas que entran en consonancia o contraste con la renovación de estos mismos conceptos. Este acervo cultural promueve la producción artística de los grupos que derivan de los mismos integrantes, y que genera un estilo particular que caracteriza a cada agrupación. En la región, uno de los grupos más destacados es el grupo de danzas de la Institución Universitaria CESMAG que, a lo largo de 32 años de experiencia artística, tiene en su haber un repertorio de danzas tradicionales aproximadamente de 40 coreografías de orden regional, nacional e internacional; el mayor aporte de esta agrupación se enfatiza en la investigación de danza regional nariñense, que promueve en diferentes escenarios, en los que se ha visto su propuesta, tanto dentro del país como fuera de él, para posicionar el folclor y la cultura colombiana como una de las más ricas y variadas, además de dar a conocer el folclor regional. Como se mencionó antes, la riqueza cultural de Colombia es vasta, y el Departamento de Nariño goza de una rica influencia indígena, africana y campesina, dada su ubicación geográfica; sonidos, sabores, historias, mitos, leyendas, entre otros, son la génesis de diversas creaciones artísticas, como, por ejemplo, la investigación realizada por el Maestro Luis Antonio Eraso, en calidad de Director del Grupo de danzas de la I.U.CESMAG, al crear la obra: “El duende y la lavandera del Chorro Alto”. El maestro, con esta obra, ejemplifica perfectamente el recorrido que realiza un investigador y coreógrafo para montar una danza tradicional. En palabras del maestro, “cada danza es un hijo”; “El duende y la lavandera del Chorro Alto” surgió así: 52 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO La danza de “El duende y la lavandera del Chorro Alto” surge a partir de los relatos de nuestros abuelos y de nuestros padres, cuando nos comentaban qué tipo de historias y vivencias se daban en el municipio del cual soy originario, el municipio de Ancuya -Nariño-. En el municipio existen dos puntos geográficos, que son “Chorro Alto” y “El Pescadillo”, que son dos ojos de agua, lugares con bastante vegetación. Estos lugares son utilizados aún para algunos de los oficios domésticos, como recoger agua o lavar la ropa. Lo que se cuenta es que habían personas que tenían relaciones afectivas con las señoras que lavaban la ropa; siempre se ha creído que el “duende” es uno de esos seres enamoradizos que busca conquistar a estas mujeres. A partir de esta narraciones se empieza a realizar representaciones escénicas y artísticas del duende, donde este personaje empieza a ser parte de la cotidianidad del pueblo, un duende que lo invitaban a las fiestas, que brindaban con él, le daban de tomar, porque la gente decía que el duende tenía riquezas, tesoros, y que era mejor tenerlo de buen lado, para que les diera ofrendas o regalos, o les indicara dónde se encontraban estas riquezas. (Testimonio, Luis Eraso, 2014) Como se manifiesta a lo largo del artículo, los imaginarios colectivos hacen parte de la cotidianidad de las comunidades y, en cierta medida, le proporcionan formas corpóreas para su mayor credibilidad y aceptación; la leyenda del “duende” no es una creación exclusiva de esta región y particularmente de dicho municipio; cada comunidad cuenta con una versión diferente de este relato, de acuerdo a sus imaginarios y a su entorno natural, pero cabe resaltar que, a pesar de que las historias sobre un mismo personaje pueden ser diversas, se encuentra un común denominador, y es la forma cómo se trasmiten estas leyendas, por medio de la voz: a través de ella se comunica, se informa y se recrean los imaginarios sociales. Al retomar la entrevista, el maestro aclara que, para efectos de la danza, se adoptó la versión romántica de la historia, en la que se toma al personaje enamoradizo que juguetea con la mujer: Viene la parte amorosa, la parte afectiva, como algo de la historia real de la propuesta escénica, en donde hay desaires, hay desplantes, pero, a la vez, el duende trata mágicamente de llamar la atención de la mujer independientemente de que sea su pretendiente, su enamorado. Esto es lo que se pretende reflejar dentro de uno de estos montajes: hay parte de la historia, del relato, y de lo que se buscó frente a esta propuesta. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 53 Esta danza, en sus orígenes, fue presentada en épocas de carnaval en el municipio de Ancuya, de donde es originaria, y allá causó una gran sensación el hecho de reconocer al duende como un personaje cercano a su identidad; la gente no lo miró como algo ajeno o extraño, sino como un personaje del que daban cuenta y que existía en sus imaginarios; al verlo reflejado, representado escénicamente, causó sonrisas, miradas indiscretas. Con esta propuesta, lo que se quiere buscar es una relación entre el hombre y el mito, por tal razón se lo viste como campesino. (Testimonio, Luis Eraso, 2014) Al realizar la representación escénica de la leyenda, entran en juego conceptos como la cinésica y proxémica, que menciona Eco (1986), entendidas como: “disciplinas del comportamiento simbólico: los gestos, las posturas del cuerpo, la posición recíproca de los cuerpos en el espacio, pasan a ser elementos de un sistema de significaciones” (pp. 27-28), de tal manera que se objetivaban los imaginarios y generan en el espectador reconocimiento de esa realidad vivida, sentida, de la que da cuenta y que construye a diario. Las reseñas que dan cuenta de la procedencia de una danza son de real importancia para clarificar o dar a conocer lugares, vivencias, historias, que referencian a una comunidad. La reseña de “El duende y la lavandera del Chorro Alto” cuenta lo siguiente: Ritmo: Bambuco sonsureño. Tema Musical: Pila de agua. Autor: Anónimo. Intérprete: Grupo de música “Tierra Nueva”. Coreógrafo: Luis Antonio Eraso. Este montaje coreográfico representa al personaje más singular de la mitología andina en el sur Colombia, donde la tradición oral ha llegado incluso a personificarlo como un apuesto galán que enamora por las buenas o por las malas a las muchachas del pueblo. Uno de los sitios predilectos para sus apariciones tiene lugar ante las lavanderas del Chorro Alto y de El Pescadillo, en el municipio de Ancuya (Nariño), donde más de una mujer se ha dejado cautivar por sus halagos; y otras, gracias al poder divino, logran 54 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO reaccionar a tiempo y alejarse de las pretensiones amorosas del duende blanco15. 4. CONCLUSIONES La identidad es un concepto tan amplio y complejo que una forma de objetivarla y entenderla de manera práctica es a través de la danza, arte que hace visuales los pensamientos, las creencias, las costumbres, los conocimientos, que se manifiestan entre los sujetos de una comunidad en su cotidianidad; esta disciplina manifiesta aquello que muchas veces es imperceptible por la rutinización de las acciones y que el investigador y coreógrafo descubre desde la precepción artística para crear su obra y resignificar una identidad. El cuerpo del bailarín es un instrumento de trabajo por el que se proyecta una realidad, ya sea subjetiva, física o corpórea, que inspira la realización de una danza. El movimiento, el gesto, el ritmo y la parafernalia16 tornan real y vivo un relato. Se destacan las habilidades del bailarín por el dominio en la representación de las emociones y vivencias del otro; dibuja en el escenario una historia; la naturalidad de la interpretación da como resultado una puesta en escena creíble que resignifique la identidad en el espectador. Las ideas y palabras bien o mal elegidas solo alcanzan existencia cuando la voz las expresa, y tienen trascendencia cuando se escuchan, difunden y transmiten, quizá con algunos cambios más o menos inteligibles, o quizá al ser más hermosas y convincentes. La composición de una coreografía, al igual que un texto, requiere de unos conocimientos, habilidades específicas, lo que incluye términos como: técnica, coreografía, estereometría, parafernalia, ritmo, tiempo, proyección, entre otros, que aparecen en el contexto artístico; estos elementos garantizan una adecuada ejecución de la danza, acorde a la composición de la realidad investigada. En consecuencia, el auditorio percibirá un relato oral de manera 15 Reseña de la danza: “El duende y la lavandera del Chorro Alto”; archivo Grupo de danzas IUCESMAG. 16 Conjunto de usos habituales en determinados actos o ceremonias, y de objetos que en ellos se emplean. (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, 2014). DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 55 visual y auditiva, que referencia un mensaje de identidad, de diferenciación y/o de reconocimiento. Acentos, formas de hablar, sonidos, enfatizan la importancia de la voz en la resignificación de la identidad, ya que estos aspectos determinan la pertenencia a un grupo o región con los que se han creado lazos afectivos. Estas condiciones también generan diferenciación entre los grupos y comunidades. Plazas, calles, teatros, entre otros, son espacios alternos a los reales, en los cuales se puede recrear una danza, que entra en relación con los imaginarios tradicional, rural o ancestral, y nuevos espacios urbanos que se prestan para la recuperación de la memoria, y hasta de la Historia, ya sea de manera individual o colectiva. La vida social del hombre se enmarca por diferentes acontecimientos, que van desde la instrucción de los niños para la adecuada vinculación en la comunidad, de paso por la resolución de conflictos, los arreglos matrimoniales, los rituales a las deidades, la curación de enfermos, los ofrecimientos amorosos, los tratos comerciales, los juegos de lenguaje, como los acertijos, entre otros, que le dan cabida a las formas particulares de habla y ponen de relieve que hablar es solo una facultad humana. El desarrollo de la tecnología y su accesibilidad han consentido que la comunicación trascienda en tiempo y espacio, además de su contribución para recuperar y almacenar la información obtenida de los relatos orales, lo que se convierte en elemento importante y necesario en el registro de y recurso a las tradiciones orales, dado su aporte a la construcción de la humanidad. La dinámica urbana también se fundamenta en términos de oralidad e hibridación, porque en ella confluyen diferentes sujetos, con diferentes rasgos distintivos culturales en constante comunicación oral, que enriquece sus imaginarios, crea otros y da a conocer los propios, y que componen otras formas de existencia. Desde una perspectiva personal, como bailarina, la danza es la realización de movimientos de manera reflexiva, consciente del cuerpo, de la Historia y del espacio donde se desarrolla una danza; es darle vida de manera fugaz a un hecho que, de algún modo, identifica a una comunidad y que me identifica. El 56 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO reconocimiento que tiene el artista es el aplauso, la ovación, el elogio, dirigidos no solo al bailarín por su interpretación, sino también a la investigación que produjo la danza, y a la cultura que la originó. Nada más gratificante que oír el aplauso al esfuerzo, a la identidad, a la cultura. FUENTES Primarias Eraso, L. (noviembre 16 de 2014). Entrevista de Diana Ortega [cinta de audio]. Director programa educación física, IUCESMAG. Archivo, Pasto. Referencias Argüello López, C. (1977). Sociología del arte. Notas para una sociología la danza en el Ecuador. Recuperado de: http://repositorio.espe.edu.ec/ bitstream/21000/4523/1/L-ESPE-000611.pdf. Boito, M. E. (2000). La importancia de la oralidad en la cultura contemporánea: El caso de “El caldero de los cuenteros en Córdoba”. [Revista latina de comunicación social, 35]. 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Semestre 2015 Enero - Julio / Páginas 60-81 DESARROLLO CULTURAL ALTERNATIVO EN LA TERRITORIALIDAD DE LOS PASTOS DEL SUR DE COLOMBIA1 Diego Camilo Chirán Aza2 Lo primero en la vida del ser humano no es la filosofía, no es la ciencia, no es la sabiduría, no es la búsqueda de la felicidad, no es el placer, no es la reflexión sobre Dios, es la vida misma. Toda libertad, toda filosofía, toda acción, toda relación con Dios, presupone el estar vivo. Presupone, por tanto, la posibilidad de la vida, de la vida material, concreta, corpórea. Y esta posibilidad de la vida presupone el acceso a los medios para poder vivir. Hinkelammert y Mora (2009, p. 35) Recibido: 23/10/14 Aprobado: 02/03/15 RESUMEN Este artículo tiene como objetivo proponer una visión del desarrollo desde la perspectiva cultural y territorial, en búsqueda de alternativas que posibiliten mejorar las condiciones de vida en determinada población étnica perteneciente al pueblo de los Pastos, habitantes en el sector La Laguna, del resguardo del Gran Cumbal, al sur occidente colombiano. Enfatiza en el carácter sostenible del desarrollo, vincula las citadas 1 Este artículo es el resultado de un proceso de acercamiento etnográfico y se nutre de los aportes teóricos sobre la teoría del desarrollo, desde la revisión bibliográfica. Aborda el territorio en el contexto de la cultura de la comunidad que habita el entorno de La Laguna de la Bolsa, o de Cumbal, ubicada en las faldas del Volcán Cumbal, en el suroccidente del Departamento de Nariño. 2 Estudiante del Diplomado en Intervención Social de la Universidad de Nariño. dc.che@hotmail.com 60 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO categorías como elementos constitutivos de la organización social y las prácticas cotidianas en un espacio territorial con identidad propia; una población cuyas características evidencian más la necesidad de profundizar en el análisis sociológico de cara a la transformación de realidades concretas en lo local, con una mirada amplia hacia el complejo panorama global. Así mismo, es un intento por valorar una forma de interpretación del mundo, una cosmovisión y un territorio como potencialidades para una mejor vivir; proyecta el quehacer comunitario, desde una perspectiva que oriente el desarrollo hacia la sostenibilidad ambiental y cultural como elementos transversales de la dimensión humana. El artículo se aborda desde el enfoque cualitativo, con el método etnográfico; utiliza la entrevista como técnica de investigación, y se fortalece desde el enfoque histórico hermenéutico, con la revisión documental para clarificar la categoría de desarrollo desde los aportes teóricos y el contexto local; a partir de una visión humanista, toma las características culturales y territoriales como eslabones para visibilizar a las comunidades desde la verticalidad y reciprocidad propias del mundo andino y la sostenibilidad como práctica social obligada. Palabras clave: cotidianidad, cultura, desarrollo alternativo, sostenibilidad, territorialidad. ALTERNATIVE CULTURAL DEVELOPMENT IN THE TERRITORY OF THE PASTURES OF SOUTHERN COLOMBIA ABSTRACT This article aims to propose a vision of development from cultural and territorial perspective, in search of alternatives that allow improving living conditions in certain ethnic population belonging to the Pastos’ people, residents in La Laguna, safeguard the Great Cumbal, in Southwestern Colombian country. Emphasizes the sustainability of development, linking the above categories as constitutive elements of social organization and daily practices in a territorial space with its own identity; a population whose characteristics make more evident the need to deepen the sociological analysis of face processing in local realities, with a large complex global picture look. Likewise, it is an attempt to exploit a way of interpreting the world, a worldview and a territory as potentials for better living; which do community projects, from a perspective that DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 61 guides development towards environmental and cultural sustainability as cross members of the human dimension. The article is approached from a qualitative approach, with the ethnographic method; it is used the interview as a research technique, and strengthened from the hermeneutic historical approach with the literature review to clarify the category of development from the theoretical contributions and local context. From a humanist vision, making cultural and territorial characteristics as links to visualize communities from the vertical and own reciprocal of the Andean world and sustainability as required social practice. Keywords: everyday life, culture, alternative development, sustainability, territoriality. 1. INTRODUCCIÓN El acontecimiento del mundo contemporáneo muestra la necesidad de repensar el desarrollo que comúnmente se ha conocido, que ha impuesto Occidente a través del modelo económico imperante, que desconoce otras formas de interpretación vital en su dimensión material y espiritual. Este hecho motiva este artículo, para hacer un recorrido teórico en el marco de la evolución del concepto del desarrollo, posteriormente contrastar con vertientes alternativas que propenden por el mismo fin y concluye con una postura alterna y propositiva frente a este tema de trascendencia académica; si bien, en la actualidad, con el panorama de la globalización, el concepto de desarrollo vuelve a cobrar vigencia desde las nuevas posturas que interrogan el desequilibrio ambiental, proponen la sostenibilidad de los recursos y suponen al ser humano por encima de lo material, no debe soslayarse el hecho de que el desarrollo es un concepto que ha evolucionado como categoría social en el análisis de las Ciencias Humanas. El precedente del que emergen las posturas teóricas sobre el desarrollo debe revisarse como fundamento para la configuración del debate contemporáneo frente a este tema; Valcárcel (2006) expone que el concepto de desarrollo es heredero de la noción occidental de progreso, surgida en la Grecia clásica y consolidada en Europa de la Ilustración, bajo el supuesto de que la razón permitiría descubrir las leyes generales que organizan y regulan el orden social y así poder transformarlo en beneficio de las personas. 62 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Ahora bien, dese esta perspectiva, el artículo retorna el origen del desarrollo y su evolución como concepto, en principio como progreso, luego como civilización, evolución, riqueza y crecimiento. Por ejemplo, para Adam Smith (1776), la riqueza indicaba, por un lado, la prosperidad y, por otro, la decadencia de las naciones. En la década de los años 40, en el mandato del presidente Truman (1884-1972), en los Estados Unidos (EEUU), la idea de desarrollo empieza a tomar relevancia en el lenguaje de organismos e instituciones; el citado político consideraba que existían en el mundo regiones que se categorizaban como subdesarrolladas, es decir pobres; y exhortaba a trabajar por estas regiones, desde la lógica contraria al comunismo. Finalizada la Segunda Guerra mundial, con la configuración política de los EEUU en la escena internacional, el presidente Harry Truman acuña el concepto en la visión de la reconstrucción social de la postguerra; en su discurso de posesión, según lo cita Esteva (1996), se encuentra: Debemos embarcarnos en un nuevo programa para hacer que los beneficios de nuestros avances científicos y el progreso técnico sirvan para la mejora y el crecimiento de las áreas subdesarrolladas. El viejo imperialismo -la explotación para ganancia extranjera- no tiene cabida en nuestros planes, señaló Truman en el discurso en que acuñó la palabra subdesarrollo. Concebimos un programa de desarrollo basado en los conceptos de trato justo y democrático. (p. 3) Posteriormente, a partir de la postguerra, hasta la década de 1980, surgen dos tendencias en el análisis del desarrollo: por un lado, el enfoque de la modernización y, por otro, el enfoque de la dependencia; el primero, basado en el choque epistemológico entre socialismo y capitalismo en el contexto de la Guerra fría, y la Alianza para el Progreso como elemento de inserción en América Latina; el segundo surge en América Latina, desde una concepción intelectual contrapuesta al enfoque de la modernización, al apostarle al cambio social desde la lógica de la Revolución cubana en la década de los 60. En América Latina, la incidencia de la teoría del desarrollo desde el enfoque de la modernización corrió por cuenta de Germani (1962), para quien el desarrollo se concibe en términos de tránsito de una sociedad tradicional a una sociedad desarrollada; la primera se caracteriza, sobre todo, por una economía de subsistencia; la segunda por una economía expansiva fundada DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 63 en una creciente aplicación de la técnica moderna; esta dicotomía revela claramente las clásicas formulaciones de Durkheim. En este sentido, se asumen tipologías y modelos construidos sobre el deber ser del desarrollo, se propone como ejemplo a países que han alcanzado en sus prácticas ciertos índices de crecimiento económico y ellos constituyen el punto de llegada o la tendencia del desarrollo para los demás países. Por su parte, el enfoque de la dependencia, manifiesta el papel de las relaciones sociales, la injusta distribución de la riqueza y el atraso de unas sociedades sobre otras y concluye que el desarrollo tiene un carácter eminentemente político; así, para Sunkel (1991), el subdesarrollo no es una etapa aislada, sino parte del proceso global de expansión capitalista; para este economista de nacionalidad chilena, está en desarrollo una forma de vida, compuesta por relaciones sociales que constituyen una estructura social de la realidad humana y, por consiguiente, es también tema propio de la Sociología; en concordancia, se puede inferir que el desarrollo: “Es resultado de la interacción de grupos y clases sociales que tienen un modo de relación que les es propio y, por lo tanto, intereses y valores distintos, cuya oposición, conciliación o superación da vida al sistema socio-económico” (Cardozo & Faleto, 1977, p. 18). Proponer una visión distinta del desarrollo que, al conjugarlo con el territorio como eje estratégico desde el punto de vista geográfico y cultural, posibilite la generación de procesos de transformación desde adentro, desde los sujetos y su entorno, tal acción, marca la línea del desarrollo sostenible como fundamento teórico y el desarrollo humano como principio sistémico para la vida, donde se vinculan la cultura, la territorialidad y el espacio social como elementos de la cotidianidad y el vivir bien. 2. METODOLOGÍA El artículo se aborda desde el enfoque cualitativo con el método etnográfico; utiliza la entrevista como técnica de investigación y se fortalece, desde el enfoque histórico hermenéutico, con la revisión documental, para clarificar la categoría de desarrollo desde los aportes teóricos propios del pensamiento clásico; hace un recorrido generalizado para encontrarse con las posturas 64 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO modernas: alternativas y humanistas del proyecto de desarrollo; reafirma el contexto local a partir de una visión cultural y toma las características territoriales como eslabones para visibilizar a las comunidades desde la verticalidad y reciprocidad propias del mundo andino y la sostenibilidad como práctica social inherente al desarrollo. 3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 3.1 El desarrollo como categoría social El análisis sobre la vigencia del desarrollo muestra la pertinencia de la cultura y el territorio como elementos que pueden nutrir los aportes alternativos; en esta dirección se abordan los párrafos subsiguientes; en efecto, el precedente de progreso y desarrollo denota que la sociedad ha caminado, a través de su Historia, desde una etapa inicial de primitivismo, barbarie e incluso nulidad y que sigue y se proyecta hacia el futuro. Así lo expone el sociólogo Robert Nisbet (1980), quien se había convencido de que fomentaba la creatividad y alimentaba la esperanza de la humanidad y contribuía a mejorar el mundo; sin embargo, reconocería también, a fínales del siglo XX, que la fe occidental en el progreso se va marchitando en todas las esferas y en todos los campos, a lo que se suma el proceso de globalización cultural, vigente en la actualidad; frente a esto, la cultura de las comunidades andinas tiene mucho que aportar para mantenerse en el tiempo y en el espacio y la respuesta debe enmarcarse en el escenario intercultural. Es claro el papel de la política en el posicionamiento de la razón desarrollista; sin embargo, es preciso explorar las posturas teóricas modernas, para perfilar un acercamiento a la propuesta de cultura y territorialidad como elementos para el desarrollo; según Touraine (2000), la inserción del sujeto libre y autónomo, con pleno reconocimiento del valor de su cultura, su territorialidad y su historicidad, son elementos íntimamente ligados a los procesos sociales y constituyentes de su desarrollo. Volver al sujeto como respuesta a la disociación de la economía y la cultura evidencia un reto en la modernidad; hacerlo implica constante DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 65 transformación, en el marco del reconocimiento del otro como sujeto que también trabaja desde su contexto para combinar una memoria cultural con un proyecto instrumental. Para el citado autor, esto define una sociedad multicultural, la idea de sujeto como combinación de una identidad personal y una cultura particular con la participación en un mundo racionalizado y como afirmación de ese mismo trabajo, de su libertad y responsabilidad. En su análisis sobre el desarrollo y su vigencia en la modernidad, el autor citado plantea que la propia noción de desarrollo parece responder bien a los objetivos que se proponen muchas sociedades hoy en día y que no corresponden a la idea de progreso que se remite a una trayectoria definida; antes que nada, la idea de desarrollo introduce el tema de la capacidad de las comunidades para actuar tanto sobre su financiamiento como sobre sus relaciones con el medio social y natural y, sin embargo, se crean necesidades visibles, como la comunicación en un mundo cada vez más complejo, donde los cambios se dinamizan y los riesgos de integración se profundizan; es decir, volver la vista hacia el sujeto y este a su comunidad y a su territorio. De otro lado, en el contexto de la globalización, las posturas que sintetizan la preocupación global por el bienestar social y natural vinculan al individuo como elemento de interpretación en el marco de sus relaciones sociales, desde una amplia necesidad de libertades; así, para Sen (2000), el desarrollo busca la ampliación de las libertades, como un proceso constitutivo de su bienestar; el autor citado se refiere al papel instrumental de la libertad y cómo ella contribuye a ampliar las oportunidades y derechos del hombre; en consecuencia, la importancia de la riqueza no reside en sí misma, sino en las cosas que se pueden hacer con ella para superar las realidades quiméricas del modelo capitalista de consumo, que trastoca el imaginario cultural y las visiones alternativas de vida de las comunidades étnicas y les permite elegir su modo de vida, un modelo que incremente el capital humano, la conservación de sus valores y que reivindique sus prácticas de identidad. Sin embargo, esa ampliación de las capacidades del ser humano, si bien tiene una tendencia liberadora, no escapa del orden económico que impone la realidad y, por tanto, las acciones de los hombres deben partir de revisar los criterios subjetivos y las motivaciones materiales, que coinciden con los planteamientos alternos sobre la interpretación de la economía y las posibles 66 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO salidas para menguar los alcances perversos de la economía de extracción y acumulación sobre la infraestructura del ser humano; al respecto, Max-Neef (1993) plantea que las sociedades deben: Modificar sustancialmente las visiones dominantes sobre estrategias de desarrollo en el sentido de entender, por ejemplo, que ningún Nuevo Orden Económico Internacional podrá ser significativo si no está sustentado en la reformulación estructural de una densa red de nuevos ordenes económicos locales… exige un nuevo modo de interpretar la realidad, nos obliga a ver y a evaluar el mundo, las personas y sus procesos, de una manera distinta a la convencional. (p. 38) Ahora bien, si se trata de visibilizar a una comunidad étnica desde su cultura, con las potencialidades que posee su territorio, se puede inferir que se trata de un nuevo desarrollo, distinto a los que preceden en la Historia; sobre él recae la dimensión cultural como factor determinante para diferenciarse de Occidente. En este contexto, es pertinente el aporte de Rist, (2002) en su texto El desarrollo: historia de una creencia occidental; allí, este autor reflexiona con profundidad sobre este proceso de diferenciación, pues, en efecto, ninguna otra sociedad se construyó en torno a un proyecto semejante, que privilegie la acumulación en todas sus formas, mediante el dominio de la naturaleza y la transformación de las poblaciones en ejércitos de asalariados. Por lo tanto, la afirmación de la dimensión cultural del desarrollo, expresa el autor, debería llevar simplemente a reconocer que surgió en una cultura específica y que es difícil desprenderlo de ella. A partir de esta afirmación, se podría abrir un debate acerca de la compatibilidad del desarrollo con otras construcciones sociales u otras culturas, que no se basan en los mismos supuestos, porque sus sistemas sociales son jerárquicos y no igualitarios; porque la reciprocidad se considera más segura que el intercambio mercantil; porque la acumulación no puede ser sino circunstancial, en espera de la oportunidad de redistribución; porque el logro individual es sospechoso y produce envidia o desorden social; porque las relaciones familiares están por encima de las obligaciones contractuales, etc. Al respecto, Max-Neef (1993) expresa: Se prefiere hacer creer que el desarrollo se trata de un fenómeno neutro sin ningún origen particular, universalmente deseado y deseable, capaz DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 67 de adquirir dimensiones culturales múltiples, de las que se puede hacer entrega a quien las quiere tomar. Y para coronar esto se inventa por fin la noción de desarrollo cultural (p. 135). Esto muestra el quehacer de la crítica social en estos tiempos vertiginosos de resistencia y globalización; para el caso de las comunidades étnicas, el proceso de modernización como enfoque de desarrollo no se ha mostrado en su ser; sin embargo, la pasividad con la que se asume la vida, ante la certeza de oportunidades, sobre todo territoriales, quizá muestra que ese proceso incide en la visión local, la lógica del mercado donde los que producen no son tangibles y los que consumen lo hacen pasivamente. Constituir alteridad a partir de otra lógica, desde la cotidianidad, desde su visión cósmica, desde la cultura y desde las potencialidades del territorio no es sino un modo de resistencia, que contribuye a la reafirmación de identidad cultural, en diálogo con una sociedad políticamente diversa; la resistencia es apenas un instrumento en manos de las comunidades que luchan por sus derechos. Ante una realidad naturalmente desbordante, existe también una convergencia de lógicas que concuerdan con las tesis y aproximaciones de lo que en principio se denominó ecodesarrollo, el otro desarrollo, y más tarde se conoció como desarrollo sostenido, precedente de la sostenibilidad ambiental, lógicas que se yuxtaponen a la lógica lineal e imaginaria que se ha impuesto desde la racionalidad occidental y que socava los ecosistemas y provoca desequilibrios, tanto sociales como ambientales. Esta realidad afecta a los ecosistemas locales, como es el caso del territorio del nudo de la Waka3, donde habita el pueblo Pasto, territorio que se configura como bastión ambiental y biodiverso, por sus páramos, sus bosques, sus recursos naturales, especialmente el recurso hídrico, y que tienen gran valor cultural en el marco de la cosmovisión andina. Ahora bien, los territorios donde la necesidad económica y material de subsistencia desborda las fronteras territoriales para la agricultura o la ganadería, por un lado, y, por otro, la desvalorización de la cultura, ese apego a la tierra, la concepción de lo sagrado que proporciona la vida, empiezan a difuminarse. Se asiste, pues, al quebrantamiento de las culturas locales, que se ven trastocadas por una cultura globalizante: el mercado y el capital. 3Territorio biodiverso y rico en recursos naturales, agua, flora y fauna; en él habita el pueblo indígena Pasto; comprende parte de Colombia y parte de territorio ecuatoriano; en él se encuentra ubicado el resguardo de Cumbal, en la frontera con el Ecuador. 68 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Corresponde a las comunidades reivindicar su memoria cultural, como elemento primario de su valor; de lo contrario, una comunidad cuyos vínculos con el pasado pretenden borrarse, deja de ser tal para convertirse solamente en un agregado de individuos, lo que concuerda con el planteamiento de Cisneros & Guzzi (s.f), cuando exponen que: Esto es así porque al cortarse la continuidad de eso que ella fue, al volverse esta incapaz de reconocerse a sí misma, el conjunto de representaciones sobre las que su identidad se asentaba termina por convertirse en algo carente de sentido. (p. 1) En consecuencia, se pierden los significados comunes, que se desarrollan históricamente en el marco de su cotidianidad. Desde esa mirada, la visión de las comunidades del resguardo del Gran Cumbal coincide con el análisis sobre desarrollo que establece el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2000) sobre desarrollo humano; desde esta visión, el desarrollo a la vez representa un proceso y un fin: implica la ampliación de las opciones de la gente, aumenta las funciones y las capacidades humanas. En todos los niveles de desarrollo, las tres capacidades esenciales consisten en que la gente viva una vida larga y saludable y tenga conocimientos y acceso a recursos necesarios para un nivel de vida decente, pero el ámbito del desarrollo humano va más allá: otras esferas de opciones que la gente considera en alta medida incluyen la participación, la seguridad, la sostenibilidad, las garantías de los derechos humanos, todas necesarias para ser creativo y productivo y para gozar de respeto por sí mismo, lo que es la potenciación como antecedente para abrigar en el ser una sensación de pertenecer a una comunidad. En un proceso de construcción colectiva, se vislumbra el horizonte para el “vivir bien” como comunidad; se intenta superar las nociones eurocéntricas de acumulación material, posicionamientos individuales y, finalmente, anteponer al sistema los intereses comunitarios basados en costumbres y tradiciones que albergan esa relación natural con el territorio, donde se adquiere un comportamiento como seres sociales y territoriales en constante dinámica de cambio y adaptación. Desde esta lógica del pensamiento social sobre el concepto del desarrollo, es posible que las comunidades y los sujetos que la componen puedan mostrar, sin ocultamientos y sin temor alguno desde su cotidianidad, desde DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 69 su cosmovisión, las características de un contexto hasta ahora invisible, perturbado históricamente por el fantasma de las imposiciones culturales y hoy por el paradigma de la cultura global; esta pretensión tiene, por un lado, el privilegio de contar con el capital humano y territorial como premisa indispensable para alcanzar su posicionamiento en lo local y, por otro, debe sortear ese mismo orden global, que asimile las visiones hasta hace tiempo indómitas, pero viables para un mundo en constante desequilibrio. 3.2 El valor del territorio y la cultura para el desarrollo en cuestión Los diferentes procesos locales de las comunidades guardan sincretismos singulares, para el caso de análisis como pueblos andinos, la cosmovisión, la existencia de lugares sagrados, las fiestas ancestrales, gastronomía propia, danzas, música andina, tejido, práctica de medicina natural, oralidad, mitos, entre otros, componen el tesoro de la riqueza natural y cultural que aún pervive vigilante en los andes milenarios: “un pensamiento que estaba oculto y que hay que desatar para mostrar al mundo… nosotros sabemos y entendimos el lenguaje de la Pacha mama” (Testimonio Eduardo Cumbalaza, 2014); desatar el pensamiento oculto tiene una connotación auténtica y autónoma desde el punto de vista ideológico, pensamiento que se lee en cada componente natural y cósmico que vincula intrínsecamente al ser humano con la existencia misma del territorio, en tanto organismos vivos, de tal manera que hace práctica la reciprocidad, es decir las relaciones no asimétricas entre las sociedades y, dentro de ellas, sus miembros. Por su parte, Oviedo (2014) expresa que el territorio es una construcción social, dentro del cual se desenvuelven los procesos de producción y reproducción de capital, que definen la apropiación desigual y, por consiguiente, mutable, se ejercen relaciones de poder pero también asegura la satisfacción de necesidades materiales y simbólicas; el territorio, como elemento constitutivo de la identidad, visible en su espacio y útil en su esencia, es decir habitado como espacio natural, acorde con el planteamiento de Santos (1996), para el que: La cuestión del espacio habitado puede abordarse desde un punto de vista biológico, por el reconocimiento de la adaptabilidad del hombre como individuo a las más diversas altitudes y latitudes, a los climas más diversos, a las condiciones naturales más extremas; otra forma es considerar al ser humano no como un individuo aislado, sino como un 70 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO ser social por excelencia. La raza humana se extiende, se distribuye y ocasiona sucesivos cambios demográficos y sociales en cada continente (pero también en cada país, en cada región y en cada lugar). El fenómeno humano es dinámico y una de sus formas de afirmarlo está exactamente en la trasformación cualitativa y cuantitativa del espacio habitado… se podrá, sin duda, recordar los viajes interplanetarios y el paseo del hombre sobre la luna como conquistas recientes del genio de la especie. Pero la tierra, sigue siendo la morada del hombre. (p. 37) Para los Pastos, el habitar un espacio tiene un significado que trasciende lo geográfico; de allí la relación existente entre la comunidad y el territorio a través de los usos y las costumbres, con afirmación de la identificación total del hombre con la tierra, al estrechar vínculos de parentesco y ahondar el pensamiento del hombre andino; en este sentido, el proceso de intervención y el pensamiento propio de los indígenas Pastos en la Laguna de Cumbal muestra que: La relación con el territorio es mutua… la naturaleza nos determina el tiempo desde su propio lenguaje natural; nuestros mayores lo han interpretado y hoy la comunidad así lo maneja… por ejemplo, cuando la laguna cambia de colores, sabemos que va a llover… así, la Laguna de Cumbal nos da la vida, no sólo a quienes vivimos a los alrededores, sino a la población en general. (Testimonio Mario Chirán, 2014) En este sentido se presentan las relaciones sociales y naturales, acciones que definen la particularidad de un pensamiento andino, pero, también, forman parte de un comportamiento que define el conjunto de elementos que se insertan en la colectividad y que perduran en el tiempo y se muestran en sus relaciones sociales y espaciales. De esta manera, el espacio social se convierte, según Bourdieu (2005), en el conjunto de posiciones distintas y coexistentes, exteriores las unas de las otras, definidas las unas en relación con las otras, por relaciones de proximidad, de vecindad o alejamiento: “el espacio social es construido de tal modo que los agentes o los grupos son distribuidos en él en función de su posición, según los dos principios de diferenciación capital económico y capital cultural” (p. 30); una riqueza cultural que no se ha tomado en cuenta en el marco de la autogestión comunitaria y ella es la que se pretende movilizar. La iniciativa de movilización y autogestión comunitaria dada en un territorio y en su espacialidad puede explicarse en el sentido como lo expresa el geógrafo Nogue (1998), para el que: DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 71 Son las acciones y pensamientos humanos los que dan sentido a una porción cualesquiera del espacio y la convierten en territorio. El territorio per-se no existe, sino que se hace. En este sentido, es un espacio delimitado, con el que se identifica un determinado grupo humano que lo posee o lo codicia o aspira a controlarlo en su totalidad; ese sentimiento de control es, en definitiva, la expresión humana de su territorialidad. (p. 60) En este sentido, se trata de configurar un espacio de interrelaciones comunes, en principio entre los seres humanos diferenciados culturalmente, pero también con significativas diferenciaciones económicas, dadas a partir de la producción alimentaria como experiencia tradicional que se establece desde la microverticalidad andina, que genera posibilidades de intercambio mutuo en una lógica opuesta al mercado capitalista, a través de procesos de complementarización ecológica que abordan las potencialidades territoriales en lo local, pero, además, permiten avanzar en una especie de adherencia a la tierra; esta relación representa la potencialidad racional y conscientemente positiva de la resistencia de las comunidades, permite el disfrute inconsciente y sano del contexto natural y de las vivencias culturales asociadas a la historia, elementos que las comunidades intentan recuperar y reivindicar, pues no puede desconocerse el proceso de transgresión cultural impuesto por siglos de dominación y supresión de libertades a través de “la expropiación de sus mejores tierras… y la aculturación forzada de la población indígena mediante el tributo y la imposición religiosa y cultural” (Arango & Sánchez, 1998, p. 31). A pesar de las huellas que han marcado la Historia de las comunidades en su formación cultural, se evidencia que su cotidianidad y sus prácticas tradicionales son el recuerdo de una memoria colectiva antigua, que permanece en el presente mediante técnicas y manifestaciones míticas de un tiempo sagrado, que se manifiesta en el tiempo actual cada vez que es necesario y cuya transmisión se logra por la correspondencia oral dejada de generación en generación. Así, para Pérez-Taylor (1996), el pasado siempre se convierte en el elemento sagrado que permite al presente establecer una continuidad y la armonía entre el hombre y la naturaleza. Así mismo, estos hechos afectan las múltiples prácticas sociales, que adquieren sentido en virtud de que hay un modelo, un precedente en el tiempo pasado que posibilita la comprensión de lo que en la actualidad se realiza y 72 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO proporcionan la completa información y el significado de sus mitos de origen, que se convierten en conciencia colectiva existente o, lo que es lo mismo, en una memoria, pues en la medida en que cada generación asume la memoria heredada y la trasmite a la siguiente, se conserva la identidad del conjunto; en este sentido, para Schcolnik (1996), eso es lo mismo que decir que cuando los individuos aprenden cómo actuar, qué creer y qué decir, en el fondo ocurre que la sociedad recuerda su ser y, por eso, perdura. De manera que este pensamiento asume el reto de aprender a vivir juntos: la sociedad, en una relación de interculturalidad, y, esta, a su vez, con su territorio en una relación de reciprocidad, a través de las ilaciones culturales que se han tejido a lo largo de la Historia andina; así, para Casas (2007), aprender significa des-recorrer el camino y volver a emprender la marcha, con-vivir sobre la base de la tolerancia, en un espacio común que contempla la aceptación y el disfrute de formas distintas de ver el mundo, que hablan de la configuración del territorio, de una organización comunitaria, sin dejar de lado el acompañamiento de procesos de planificación como alternativas del desarrollo territorial; en síntesis, como conjunto de sujetos: la Comunidad. Así, también, para Sartori (2001), la comunidad es un compartir que, de alguna manera, une; evoca repensar el retorno a aquella unidad primaria de todas las construcciones sociopolíticas, que es precisamente la comunidad; sostiene que la humanidad, unida en muchedumbres solitarias, adquiere una connotación instrumental que la aleja de la felicidad y, por ello, “los individuos buscan siempre pertenecer, reunirse en comunidades, e identificarse en organizaciones y organismos en los que se reconocen: para empezar en comunidades concretas de vecindad, pero después en amplias comunidades simbólicas” (p. 47). Este hecho es una realidad en las comunidades indígenas Pastos y es, en síntesis, una connotación cultural, de la que se habla en los párrafos subsiguientes. Hablar de cultura como una opción de desarrollo territorial conduce a revisar la Historia, desde la Colonia y en gran parte de la República; las comunidades indígenas permanecieron marginadas, no solamente desde el punto de vista económico, sino también desde su cultura; de esa manera, se anularon muchos saberes y prácticas sociales; en Colombia, con la Constitución de 1991, el Estado reconoce a los pueblos indígenas como sujetos DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 73 diferentes en el marco de un pensamiento intercultural; sin embargo, aún en la actualidad no se han superado muchas de las condiciones de vulnerabilidad que históricamente han existido; esta superación implica el reconocimiento de la cultura, su apropiación y la puesta en marcha de acciones que lleven a cimentar nuevos órdenes económicos locales, esta vez desde la cultura y desde el territorio. La cultura, para el pueblo Pasto, desde las consideraciones de sujeto e historicidad, permite ubicar las dimensiones subjetivas de un espacio o contexto determinado, pues la presupone formas de ser, sentir y actuar que, a través de la comprensión, resignifican la forma de vida, costumbres y tradiciones de un pueblo. En este caso, la cultura se sustenta en la identidad étnica como pueblo Pasto, de allí que los Pastos sostienen y defienden su identidad cultural desde los fundamentos subjetivos, proyectados en los conocimientos, la sabiduría ancestral, el pensamiento propio y la visión que ha descubierto y construido a partir de su territorio y su entorno natural. Estos elementos internos le han permitido, de manera recíproca, desarrollar las expresiones externas de su identidad, en el desarrollo de su propio modelo de producción, para obtener una alimentación variada y natural, para construir una relación natural, de equilibrio y de provecho para la vida, aspectos importantes para facilitar, a su vez, el mantenimiento de su organización social, económica, política y ambiental y proyectarse en el tiempo y en el espacio. En el objetivo propuesto, se habla de la cultura como alternativa, que define unas formas de ser, lo que se conoce como identidad cultural; así, para Ospina (1997), la principal tarea que un conglomerado social debe acometer es responder a la pregunta por su identidad, pues si no es claro, menos lo será su derrotero a seguir, lo que implica también entender la forma en que se relacionan los hombres que comparten un modo de vida o una visión común, en el camino hacia la reivindicación de los derechos y en la consolidación de la unidad para alcanzar el desarrollo desde el reconocimiento de las propias capacidades y potencialidades; una de ellas, la identidad cultural como habitantes andinos pertenecientes al pueblo de los Pastos; la identidad es la esencia material y espiritual que define una cultura, que se compone de un gran número de sabidurías, conocimientos y expresiones, que son referentes 74 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO que revelan los valores ancestrales del tiempo antepasado milenario (época precolombina) y se conservan en el tiempo: “La identidad indígena es el tejido que forma la estructura auténtica de una organización y comunidad, va más allá de la vida actual” (Plan Binacional, 2000, p.71). Como se ha visto, la concepción del desarrollo desde la valoración del territorio, la cultura, y la identidad, como premisas indispensables de la condición humana en su naturaleza libre, puede cimentar las bases de un desarrollo favorable para la vida de las comunidades; sin embargo, en una sociedad globalizada, donde la regulación del mercado controla las acciones del ser humano, y donde se produce infinidad de mercancías para el consumo exacerbado que debilita el orden natural de los ecosistemas locales, y deja en riesgo las iniciativas alternas de desarrollo con identidad propia, Appadurai (2001), al referirse a la globalización cultural, plantea: La globalización de la cultura no significa homogenización de la cultura pero incluye una variedad de instrumentos de homogenización (técnicas publicitarias, hegemonías lingüísticas, moda, estilos de ropa) que son absorbidos en las economías políticas y culturales locales, solo para ser repatriadas en la forma de diálogos heterogéneos en torno a la soberanía nacional, la libre empresa y el fundamentalismo, en la que el Estado juega un papel cada vez más delicado. (p. 39) En este contexto, es pertinente la visión cultural de los Pastos, se adecúa al concepto de sostenibilidad; es decir, cómo la especie humana mantiene la armonía con su entorno natural, en el marco de la sostenibilidad y desde una valoración ideológica; al respecto, Sabogal (2012) realiza el siguiente análisis: ¿Qué es lo que queremos sostener? Necesitamos un futuro, no para sostener lo que tenemos hoy, sino para cambiarlo. Al igual que la inequidad en la distribución del ingreso, también existe inequidad en el consumo de los recursos naturales, como en la colocación de los desechos. Si vamos a hablar de sostenibilidad, debemos hablar también del presente, no solo del futuro… Este es un problema económico y también epistemológico. La ciencia económica ortodoxa ignora la naturaleza, porque solo entiende la racionalidad de la ganancia; por lo tanto, para hablar de sostenibilidad hay que hablar también de cambios epistemológicos. Necesitamos una nueva ciencia económica que se preocupe, más allá del mercado, por las fuentes de los recursos naturales: a quién pertenecen, a quién están beneficiando, qué DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 75 consecuencias tendrá su explotación para el futuro de la humanidad, por los desechos que se producen, tanto en los procesos industriales como en el consumo. (p. 21) El análisis precedente deja clara la importancia que tiene para la sociedad el observar lo que ofrece la cultura occidental, seleccionar técnicas e ideas que sean útiles y la capacidad de adaptarlas a las formas tradicionales de vida, para lograr un mejor vivir, desde esa concepción vinculante entre hombre y territorio, al que se vuelve siempre en busca de plenitud y fuerza; así, para Breslin (1990): “la experiencia demuestra que los pueblos que conocen sus orígenes y que fundamentan en tal conocimiento su orgullo y confianza en sí mismos, son los más preparados para aceptar y llevar a cabo los cambios que requieren sus sociedades” (p. 37). Se busca que prevalezca el capital simbólico, inmerso en la cultura indígena, en la cotidianidad y en el paisaje natural-territorial: saberes, creencias y prácticas que le permitan a la comunidad que habita el sector La Laguna, del Resguardo de Cumbal, superar sus condiciones materiales con un equilibrio cultural y territorial, factores indispensables para la vida misma; en este sentido, “el interés que determina a defender el capital simbólico es inseparable de la adhesión tácita, inculcada por la primera educación y reforzada por todas las experiencias ulteriores” (Bourdieu, 2007, p. 193); ese capital simbólico original se intenta fortalecer y recuperar; esta originalidad en adelante existirá como algo digno de buscarse, compartirse y conservarse como un determinado tipo de bienes preciados, la ilusión bien fundada de que el valor de los bienes que se buscan, o sobre los que se inclina este ejercicio académico, se inscriben en la naturaleza de las cosas, como el interés por esos bienes en la naturaleza de los hombres. Así, también, se trata de potenciar los saberes, prácticas y creencias culturales, la naturalidad del territorio y la cosmovisión indígena, como un ofrecimiento simbólico para la región, que genere mejores posibilidades de desarrollo para sus habitantes, todo esto a través de la organización para el registro de los saberes territoriales y culturales, con un proceso de sistematización de las prácticas cotidianas, de reciprocidad en la convivencia humana con el entorno natural y el intercambio económico desde la microverticalidad, expresada por Murra (2002) como un sistema de relaciones ecológicas andinas, que generan interacción entre grupos, tanto del Guaico, como de la sierra, o de arriba y de 76 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO abajo, de lo frío y abrigado, que alude a la dualidad andina y la complementariedad, que tienen que ver con el intercambio en la producción, alimentación propia para salvaguardar la soberanía alimentaria, la cultura y el pensamiento, representados en el tejido y la artesanía, la sabiduría y los mitos como capital simbólico, que facilitan el retorno vinculante y firme hacia la identidad del hombre andino; elementos en continuo proceso de reivindicación para el posicionamiento de una relación equitativa con la sociedad global. El conocimiento del hombre andino sobre su medio natural y social se ha transmitido desde generaciones; el habitar un espacio territorial y conocer su potencial natural y productivo ha servido para generar su propio sustento económico de una forma autosuficiente; aun con el auge del individualismo como factor económico, el todo territorial es inherente a sus partes (sociales), como ellas dependen del todo y, en la actualidad, si bien la apropiación del territorio ha cambiado, la revitalización de los saberes para sustentar esa reciprocidad milenaria resurge, no solamente para mantenerse en tiempo y espacio, sino también para someter la escasez material dentro la comunidad. En este sentido, los modelos de economía solidaria, mercados comunitarios, producción orgánica, el intercambio, o la payacua,4 son aspectos y realidades que se pueden observar en las comunidades Pastos como prácticas andinas milenarias, que van más allá de lo material, puesto que representan una forma de vida que se valida día tras día como un proceso de reivindicación cultural y como proceso de organización social. 4. CONCLUSIONES El desarrollo es una necesidad liberadora de ser humano, es el des-ocultamiento de saberes territoriales alternos que faciliten a las comunidades su estancia en el mundo; evoca un repensar la dinámica y la forma tal cual se lo ha concebido; implica modificar los esquemas sociales sobre los que se ha impuesto y convoca a reconocer el valor de los saberes locales como potenciación de la vida en una sociedad de mercado globalizado. 4 Acción de intercambio productivo donde no se mide el valor material, sino el valor del compartir dentro de unas relaciones de vida comunitaria. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 77 La lógica capitalista del mercado evidencia un modelo de desarrollo en crisis; es necesario volver a reivindicar los saberes y prácticas humanas desde una lógica natural, armónica, donde lo fundamental sea la defensa de la vida en todas sus manifestaciones y donde el ser humano reconozca el entorno, valore el territorio y la cultura como elementos constitutivos de su identidad. La sostenibilidad se convierte en una práctica social obligada y en un imperativo ético de toda sociedad; el compromiso racional y consciente frente al uso del territorio y sus recursos, equilibrar la vida humana con la vida del territorio, permitir que las generaciones en el futuro tengan un legado natural al cual pertenecer también significa desarrollo. Las habitantes del sector La Laguna, desde la mirada hacia su territorio, desde la consolidación de procesos de organización social, la defensa de sus intereses comunitarios y la reafirmación de la identidad cultural, proyectan una alternativa de vida para otras comunidades desde el concepto de la reciprocidad como vivencia natural y social; este concepto evoca la implementación de sistemas de economía basados en el compartir, con un proceso de participación comunitaria permanente que ejemplifica el proceso de complementarización desde el punto de vista social y humano; es decir, los aportes, ideas y acciones desde las vivencias cotidianas individuales y el alcance de objetivos concretos en lo colectivo, como expresiones vivas como ejemplo para otros contextos similares. Finalmente, y como apoyo a la materialización de este propósito comunitario, es necesario el apoyo y acompañamiento institucional; este hecho, de realizarse, debe sustentarse en el respeto a la autonomía, la libre determinación y los fundamentos de identidad, cosmovisión, reciprocidad, y complementariedad como propuesta cultural y territorial para una vida colectiva mejor; como dirían los Pastos, en su lenguaje común: se busca el vivir bien, sin descuidar el legado para los que vienen atrás. 78 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO FUENTES Primarias Eduardo Cumbalaza (2014). Entrevista de D. Chirán [Audio]. Proyecto “Corredor Biológico Binacional”, Laguna de Cumbal (Nariño). Mario Chirán (2014). Entrevista de D. Chirán [Audio]. Proyecto “Corredor Biológico Binacional”, Resguardo Indígena de Cumbal (Nariño). Referencias Arango, R. & Sánchez, E. (1998). Los pueblos indígenas de Colombia. Bogotá: TM Editores. Appadurai, A. (2001). 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Semestre 2015 Enero - Julio / Páginas 82-100 LA MINGA: UN INSTRUMENTO VIVO PARA EL DESARROLLO COMUNITARIO1 Julio Cesar Obando Obando2 Nadie, como los pueblos indígenas, conoció y respetó los secretos de la tierra; nadie como los Incas supo cultivar los Andes sin destruirlos; nadie como los pueblos amazónicos supo vivir en la selva sin arrasarla; tenemos el deber de escuchar sus sabidurías y hacer de esos sabios poseedores de intuiciones y visiones milenarias aliosos consejeros del porvenir. (Ospina, 2006, p. 257). Recibido: 24/10/14 Aprobado: 25/02/15 RESUMEN El artículo ofrece al lector una mirada que va más allá de la mera observación de una realidad desde el punto de vista teórico. El objetivo es proponer una visión del desarrollo alrededor del conocimiento, el reconocimiento y la práctica de una de las expresiones comunitarias más auténticas de los pueblos andinos: la minga. Más que un rastreo académico, se plantea un tema de discusión entre lo que se entiende por procesos 1 El artículo es el producto final de múltiples reflexiones contenidas en el proyecto denominado: “La Minga, un modelo efectivo y eficiente para el desarrollo comunitario”, que está en proceso de revisión por la Dirección Administrativa de Cultura de Nariño. 2 Estudiante del Programa de Sociología de la Universidad de Nariño. Participante del Diplomado en Intervención Social de la misma Universidad. Contacto: juliocesar732@hotmail.com 82 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO comunitarios y un acercamiento a los conceptos de comunidad, imaginarios culturales y valores ancestrales, los mismos que pueden constituirse en una herramienta clara y creíble como alternativa de bienestar social. El estudio realizado acogió un enfoque cualitativo, apoyado en el método etnográfico, que permite interpretar la realidad, al reconocer los valores culturales y sociales que se ubican como representaciones significativas y trascendentes en los procesos de desarrollo. Asimismo, invita a reivindicar esta institución ancestral, que busca fortalecer los lazos de unión, cooperación, solidaridad, compromiso, cohesión, responsabilidad, liderazgo y trabajo en equipo, entre otros aspectos, como una fortaleza evidente y propositiva en la coyuntura de la contemporaneidad como aporte evidente desde el presente hacia las nuevas generaciones. Entonces, el sociólogo debe fomentar y desarrollar estrategias para afianzar compromisos comunitarios, en los que la minga aporta significativamente, con su modelo valorativo, para orientar procesos de autogestión y desarrollo a partir de la identidad, la pertinencia y autoestima social. Palabras clave: Comunidad, desarrollo comunitario, identidad, imaginarios, minga, valores. THE MINGA: AN INSTRUMENT LIVE FOR COMMUNITY DEVELOPMENT ABSTRACT This article gives the reader a look that goes beyond the mere observation of a reality from the theoretical point of view. The objective is to propose a vision of development around knowledge, appreciation and practice of one of the most authentic Andean people community expressions: minga. More than an academic tracking, it raises an issue between what is meant by community processes and an approach to the concepts of community, cultural imaginary and ancestral values, the same that can become a clear and credible tool as an alternative wellness social. The study hosted a qualitative approach, based on the ethnographic method, which allows interpreting reality, recognizing the cultural and social values that are located as significant and important performances in development processes. It also invites claim this ancient institution, which seeks to strengthen ties, cooperation, solidarity, commitment, cohesion, responsibility, leadership and teamwork, among other things, DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 83 as a clear and purposeful strength at the juncture of contemporaneity as input evident from the present to the new generations. Then, the sociologist should promote and develop strategies to strengthen community engagement, in which minga contributes significantly to their evaluative guide self-management processes and development from the identity, relevance and social esteem model. This article proposes a vision of development around knowledge, appreciation and practice of one of the expressions more authentic Andean people: the minga. It highlights an approach to the concepts community, cultural imaginaries and ancestral values, the same that may constitute a clear and credible tool as an alternative to social welfare. Keywords: Minga, development, community, imagination, identity. INTRODUCCIÓN Este artículo es un acercamiento a una de las representaciones culturales más importantes del sur de Colombia, la minga. Al tener en cuenta que las Ciencias Sociales surgen a partir de un reconocimiento de contextos, donde los aportes culturales cobran gran significación como procesos antecesores válidos para el desarrollo de las comunidades, se plantea, a través de este escrito, a la minga como un modelo de trabajo comunitario enmarcado en la reciprocidad, como legado andino. La minga es una práctica ancestral que ha logrado trascender fronteras y espacios temporales, al posicionarse como un referente político y social y constituirse en una herramienta útil, práctica y creíble para el fomento del trabajo comunitario y los valores inmersos en su experiencia. Esta propuesta se refiere con claridad a la relación entre minga e intervención social, al destacar su importancia en el contexto social, histórico, cultural, donde se vislumbra la participación, el empoderamiento, la solidaridad, la equidad, la gestión y la convocatoria, que estructuran un modelo que, desde lo regional, se plantea como una alternativa válida para los procesos de desarrollo de las comunidades, donde día a día se reproducen modelos, hábitos, costumbres y pensamientos que testifican la vitalidad de las culturas y su vigencia aún después del transcurrir del tiempo. 84 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO El estudio es el fruto de una revisión bibliográfica y teórica, con un enfoque etnográfico, que permite interpretar la realidad, donde se reconocen los valores culturales y sociales que se ubican como representaciones significativas y trascendentes en los procesos de desarrollo. Uno de los aspectos fundamentales de la Sociología es la intervención social, su efectividad en las comunidades y las relaciones de compromiso, empoderamiento y pertinencia en los sistemas de valoración y significación del mundo (Ander-Egg, 2006), por lo que se insiste en la importancia de llevar a cabo procesos de acompañamiento con la comunidad, aunque en ello se han evidenciado también ciertas dificultades, que radican en el modo cómo se concibe esta intervención desde los modelos de vida y significación que tienen los miembros de esta agrupación. De esta manera, en un mundo regido por la globalización y los mercados, la minga se constituye en una alternativa propositiva para los tiempos actuales, por lo que resulta conveniente desarrollar un estudio que reconozca los valores culturales, sin desconocer los escenarios globales; la minga, entre otras expresiones, se presenta histórica y culturalmente como un instrumento que manifiesta su efectividad en lo referente a la gestión, la participación y el desarrollo comunitario. 1. LA MINGA COMO PRÁCTICA COMUNITARIA Los Incas fueron un pueblo conquistador, que logró ocupar una extensión territorial importante, ubicada desde las sierras del sur de la actual Colombia hasta el norte de Chile y de la Argentina, y desde la costa del Océano Pacífico hasta el este del valle del río Amazonas, para constituirse en un poderoso imperio, al que llamaron Tahuantinsuyo (Robles, 1998, p. 15). El trabajo representó la principal actividad del imperio incaico y una de sus formas fue la minga, trabajo que se realizaba en obras a favor del ayllu y del Sol (Inti), una especie de trabajo comunal en forma gratuita y por turno, que era una forma de beneficio para el Estado, donde concurrían muchas familias que llevaban sus propias herramientas, comidas y bebidas. Las familias participaban en la construcción de locales, canales de riego, así como la ayuda en la chacra de las personas incapacitadas; cuando el ayllu convocaba DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 85 al trabajo de la minga, nadie se negaba, pero a las personas que no asistían al trabajo las expulsaban y perdían su derecho a la tierra (Murra, 1978). La validez de esta práctica ancestral se relaciona directamente con el concepto moderno de desarrollo. Para Coraggio (2006): “el desarrollo debe incluir la ampliación de prácticas que encarnen los valores democráticos y solidarios por sobre los oportunistas y predatorios” (p. 27). Desde esta visión, los procesos colectivos les permiten a las sociedades reconstruir y fomentar dinámicas de organización conducentes a la generación, mantenimiento, apoyo y vigilancia de los conocimientos de cambio que se van gestando dentro de ella. Por su parte, Zuleta (1991) afirma: Sólo una sociedad que establezca nuevos vínculos de convivencia en el trabajo y en la vida cotidiana, nuevas formas de participación en los procesos que deciden su vida y de apropiación general del arte y la ciencia, estará en condiciones de estimular una cultura que el pueblo colabore a crear y en la que pueda reconocerse. (p. 281) Las comunidades, entonces, se convierten en el eje sobre el que se fundamentan los procesos de bienestar y desarrollo. A la práctica de la Minga, como un valor esencial en el desarrollo de los pueblos indígenas, también la menciona William Ospina (2009), al afirmar que: Todas las tradiciones del planeta tendrán que ser interrogadas, todas las memorias del planeta tendrán que ser recuperadas. Toda tradición cultural tiene virtudes y tiene defectos, y si para algo tenemos criterio es para poder desglosar y descifrar qué es positivo, qué es todavía vigente para el futuro. (p. 134) El individuo como tal construye comunidades a partir de las relaciones de intercambio; ahí se fundan y edifican, en medio de la diferencia, los intereses y los valores comunes. Fals Borda (1959), al referirse a la supervivencia de los valores tradicionales, destaca que: “los valores y las prácticas tradicionales del pueblo nariñense pueden observarse hoy… Muchas casas de campesinos continúan entejándose por medio de mingas de vecinos y parientes que dejan al terminar, como recuerdo, un pintoresco adorno sobre el techo” (p. 10). 86 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO En otras palabras, la minga es un proceso de transformación que se motiva desde la comunidad, donde es fundamental tener en cuenta lo soñado, lo planificado, conducido y evaluado por ella, donde el objetivo principal es potencializar las fuerzas y la acción para lograr una mejor calidad de vida en su población y conquistar así nuevas metas. Según María Teresa Caballero (2001): El trabajo comunitario debe fomentar el desarrollo sustentable, lograr el equilibrio entre el hombre y el medio ambiente, preservar y desarrollar la cultura local; capacitar a la población; generar un centro potenciador de trabajo; crear, desarrollar y consolidar (según sea el caso) el sentido de pertenencia o de identidad de los pobladores con su comunidad. (p. 23) La experiencia cercana, en el Departamento de Nariño, sustenta la validez y la importancia de las mingas; gracias a esta práctica ancestral, se han construido y adecuado carreteras, escuelas, iglesias, canchas deportivas; ahí donde la institucionalidad ha mostrado su ausencia, la minga ha estado presente como modelo efectivo y eficiente de bienestar y desarrollo; muchas comunidades no se quedan a esperar algo de un Estado que, como el colombiano, “se construyó sobre la exclusión de los indígenas, los negros y los campesinos” (Martín-Barbero, 2001, p. 12). Por tanto, queda de manifiesto que una de las tareas urgentes que deben realizar el Estado y todas las instituciones que tienen que ver con el bienestar y el desarrollo de las comunidades, es el registro, reivindicación y fortalecimiento de la minga; es decir, el trabajo unido, para el logro de un desarrollo colectivo. Al respecto, Clifford Geertz (1973) afirma que: Uno de los principios que el Estado debe auspiciar y promover es el rescate de la cultura y tradición de su pueblo. Es también obligación de las personas valorar, proteger y difundir el patrimonio de su descendencia, pueblo, región y nación. (p. 89) DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 87 2. LA COMUNIDAD Al constatar que la minga tiene su razón de ser y su manifestación en una comunidad, se precisa acercarse a este concepto. Entonces, la comunidad puede definirse como: “la común - unidad de personas, que comparten elementos semejantes en torno a un espacio o condición determinada” (Jariego, 2004, p. 66); pero, más allá de una definición, la comunidad es el resultado del encuentro, del contacto con lo común y lo divergente; en su construcción, se evidencia el tejido de ideales en torno a un elemento común, ideales inmersos en un espacio, en un tiempo o en una problemática por pensar, interpretar y transformar, ya que comparten una herencia social común. De acuerdo con Ander-Egg (2005), los elementos estructurales son: el territorio (localización geográfica), la población (que habita en ese territorio), los recursos (actividad productiva y servicios disponibles) y las formas de intervención, relaciones y lazos comunes (sentido de pertenencia); el autor concluye: Una comunidad es una agrupación o conjunto de personas que habitan un espacio geográfico delimitado y delimitable, cuyos miembros tienen conciencia de pertenencia o identificación con algún símbolo local y que interaccionan entre sí más intensamente que en otro contexto, operando redes de comunicación, intereses y apoyo mutuo, con el propósito de alcanzar determinado objetivos, satisfacer necesidades, resolver problemas o desempeñar funciones relevantes a nivel local. (p. 30) Por lo tanto, las relaciones de pertenencia se gestan desde la condición social que el ser asume al participar de un medio específico y reconocer que para su afirmación resulta imprescindible la presencia y participación del otro, con el que interactúa, se cuestiona y define, para superar la condición individual a través de una relación de intercambio y convivencia. 88 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 3. LOS IMAGINARIOS COLECTIVOS La minga, por ser una práctica común reconocida y valorada en la comunidad, hace parte de lo que se conoce como los imaginarios colectivos. El filósofo Cornelius Castoriadis (1989) propone, desde la teoría de los imaginarios, que: El individuo plantea un acercamiento al universo simbólico, considerando al hombre como un sujeto narrado desde el imaginario de sus ancestros. El mundo de lo imaginario está constituido por las múltiples relaciones del hombre con su mundo circundante y está sumido en las diversas representaciones y prácticas sociales; este no se opone al mundo de lo real, sino que lo construye. (p. 125) De esta manera, queda claro que la producción de imaginarios se inserta en una lógica cultural, donde las temporalidades se enlazan y establecen diálogos continuos con el pasado y las posibilidades de futuro. Y Parsons (1968) afirma que: “las representaciones colectivas no son, ellas mismas, la realidad social. Son representaciones de ella. Pero ¿dónde está la “realidad” correspondiente a lo que se refieren las representaciones colectivas? Solo observamos sus “manifestaciones”, pero no observamos “la cosa misma”” (p. 452); dicho de otro modo, el componente simbólico de las comunidades corresponde al grado de significación y significante capaz de penetrar el espacio temporal, para asumirse como aspectos decisivos en la definición de la personalidad de los individuos a través de imágenes que se interiorizan y se reproducen en las relaciones sociales. 4. LA MINGA COMO TRADICIÓN INDÍGENA Si bien es cierto la minga es una práctica milenaria en los pueblos indígenas, no es fácil encontrar información escrita que permita analizar más a fondo respecto de su connotación. Ricardo Oviedo (2005) sostiene que: “el carácter de la conquista define varias instituciones coloniales, como la encomienda, la mita, la reducción, el rescate, el reparto” (p. 14); a la minga, como institución, la “favoreció” el conquistador, para poder desarrollar sus actividades en sus fundos, haciendas y capillas. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 89 El término minga viene, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua (2012), del quechua minkka, que tiene dos acepciones: “Reunión de amigos y vecinos para hacer un trabajo gratuito en común, y trabajo agrícola colectivo, solidario y gratuito con fines de utilidad social” (22ª ed.). Según Chávez (2004), desde la tradición y el conocimiento de los indígenas kichwas, habitantes milenarios de la sierra ecuatoriana, “los trabajos que benefician a la comunidad deben realizarse en minga para hacerlos más rápido y mejor” (p. 124). A la minga se la ve como una gran fiesta comunitaria, en la que hay trabajo, comida, bebida, alegría y esperanza de mejores días; en ella, cada participante, sin importar su sexo o edad, se siente miembro de la comunidad; cada uno siente que su presencia y trabajo son importantes para alcanzar el objetivo común, y aquí la reciprocidad es el principio fundamental, que señala que todo trabajo o servicio recibido por la familia debe compensarse por su equivalente en el tiempo y ocasión apropiados. En este sentido, el dueño de casa no necesita dar órdenes; su rol es atender a los vecinos, los invitados, y brindarles la mejor comida y bebida; los “mingueros” no reciben sueldo ni pago en efectivo; su apoyo y trabajo se agradece moralmente; la colaboración prestada crea, para el que la recibe, el compromiso moral de ofrecer un igual servicio cuando el vecino, a su vez, lo necesite; sin embargo, se necesita, de “los que saben”, medidas, cantidades, procedimientos. A pesar de que el valor de la minga se ha disipado, su funcionalidad sigue manifestándose viva en los contextos rurales y en algunos acontecimientos urbanos; sin embargo, la connotación particular de su práctica ha asumido históricamente matices propios de su dinámica y transformación, resultado de encuentros continuos y adaptaciones de nuevos elementos, pero la esencialidad y trascendencia ha permanecido, pese a los modelos valorativos de la modernidad y las nuevas tecnologías. El valor trascendental de esta práctica, su dinamismo, transformaciones, capacidad de cohesión social y participación, motiva a retomarla como una herencia que debe reconocerse y apoyarse más allá de la inmediatez, al asumir, para ello, procesos efectivos de planeación, donde la posición del individuo adquiere una importancia significativa. 90 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Una reflexión más profunda, y desde el contexto nariñense, la propone Fals Borda (2004) cuando afirma: Como sociólogo creo percibir que aquí en Nariño y en otras fronteras, siguen vivas raíces ancestrales y valores y actitudes conformantes de vida y de progreso que vale la pena cuidar, regar, abonar y multiplicar sobre este mundo espantoso que heredamos y que debemos saber reconstruir. (p. 24) 5. LA MINGA EN RELACIÓN CON LA INTERVENCIÓN SOCIAL Una definición acorde propone Enrique Gracia (1997), al afirmar que la Intervención Social es “un proceso metodológico fundamentado en las teorías del desarrollo y en procesos de planificación participativa a base de diagnósticos sociales que involucran las diferentes perspectivas del desarrollo” (p. 36). En los nuevos conceptos del desarrollo se plantea la validez y la importancia del capital social como: “la unión de los elementos que asumen un valor material e inmaterial de carácter fundamentalmente trascendente para los procesos de desarrollo” (Arriagada, 2003, p. 557), lo cual, según se puede ver, tiene una estrecha relación con el concepto de minga que se analiza. Al capital social lo conforman aspectos que configuran su totalidad en función de ciertas convenciones constituidas; el campus es “un espacio, en un momento determinado, que establece las formas que pueden tomar las interacciones y las representaciones que los agentes tienen de la estructura, de su posición en la misma, de sus posibilidades y de sus prácticas” (Bourdieu, 2003, p. 9); es decir, el campo es un espacio estructurado que se impone sobre los agentes y objetos que pertenecen a él, en el que existe una lucha por la apropiación del capital (social), de lo que depende la posición que se ocupe dentro suyo; así mismo, en el habitus, se hace evidente la objetividad en que lo social se interioriza, se aprehende en los individuos, al manifestarse en los modos de ver, sentir y actuar. El habitus programa el consumo de los individuos y las clases, aquello que van a sentir como necesario. A través de la formación de este DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 91 habitus, las condiciones de existencia de cada clase van imponiendo inconscientemente un modo de clasificar y experimentar lo real (Bourdieu, 1990, p. 35). De manera que esta institución comunitaria tiene parte esencial en las nuevas concepciones de lo comunitario, al expresar su validez desde el plano cultural y simbólico, ya que la minga es un ritual donde todos asumen un compromiso, un valor y una significación, donde se comparten tanto las responsabilidades, como los logros; de ahí que los espacios sean trascendentales, al sobrepasar el plano material. La intervención se ve manifiesta al propender por procesos de desarrollo, como la participación, la autogestión, el cooperativismo, la economía solidaria que, aparte de ser un fenómeno en crecimiento, se constituyen en una realidad necesaria para poder enfrentar colectivamente la crisis impuesta por el modelo neoliberal globalizante. 6. VALORES PRESENTES EN LA PRÁCTICA DE LA MINGA La importancia de su representación obedece a que se ha consolidado en un elemento fundante de un imaginario social, que lleva inmerso el trascender las necesidades individuales, para matizarlas en unas generalidades. • La participación. Según el Diccionario de Sociología, “la participación funda sus lineamientos en el objetivo de responder proactivamente a necesidades reales de una comunidad” (Pratt, 1997, p. 159). La minga es un espacio de acción colectiva, un instrumento de trabajo comunitario, donde se favorece y facilita la superación de aquellas dificultades que deben resolverse; es, además, un evento motivador y unificador, ya que el ser humano, como sujeto histórico y social, a través de la participación construye su realidad. • El empoderamiento. Es un proceso donde la capacidad de acción colectiva gira en torno a intereses, lo que permite estructurarlos y articularlos para poder participar en igualdad de condiciones tanto en lo 92 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO económico, como en lo político y social, para buscar definir unos actores sociales, conocedores del contexto, sus necesidades, con integración de su saber y sus anhelos en la postulación de metas y en el logro de objetivos, orientados a alcanzar un bien común (Silva, 2004); implica el considerar el carácter sistémico de su connotación como valor incluido en los individuos participantes, quienes, sin duda, se constituyen en capital social, que trenza en conjunto una visión más integradora de las colectividades y posibilita mecanismos comunitarios de encuentro social. • Solidaridad. Esta es “primariamente una realidad antropológica, aunque con dimensiones éticas, económicas y políticas, a la que le es esencial la referencia al otro, pero de manera precisa: hay que estar abiertos al otro tanto para dar como para recibir” (Sobrino, 2002, p. 356). La solidaridad se ha constituido en una expresión que define los propósitos y procesos de las comunidades, basados en la relación vital del individuo con el otro. “La solidaridad no se agota en el uno mismo. La solidaridad es alteridad en estado puro. Siempre es hacia otro. La solidaridad bien entendida empieza allá donde se acaba el yo y empieza el tú” (De Lucas, 2003, p. 98). La solidaridad como valor sustenta la presencia de lo heterogéneo y admite la posibilidad de establecer comunidades mediadas por el reconocimiento de la diferencia. La minga, como instrumento de trabajo comunitario, se integra a una visión de construcción colectiva de objetivos, y aquí la solidaridad se vislumbra en el sentido otorgado a la complementariedad de los oficios y compromisos. • Equidad. Se moviliza en el reconocimiento de las diferencias, lo que implica el llevar a cabo procesos de mejoramiento y gestión que propendan por un bien común, al cimentar sus horizontes en la diversidad y en la inclusión de los diferentes miembros en una visión colectiva, aspectos presentes de manera fundamental en la minga. Así las cosas, la equidad permite confrontar las perspectivas individualistas, fragmentarias y dispersas sugeridas por el desarrollo del capitalismo en la Historia, para proponer una mirada que, desde lo colectivo y lo DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 93 comunitario, plantee propuestas de desarrollo desde la óptica de un bien común compartido a partir de un sistema de valoraciones, de intercambio cultural diverso, que considera la diferencia como una ventaja competitiva para la conciliación, la resolución de conflictos y la satisfacción de necesidades básicas desde el reconocimiento y participación del Otro. (D’Elia, 2004, p. 86). • Gestión. Boisier (2001) resalta que la gestión “logra ensamblar una serie de acciones e ideales para el alcance de objetivos definidos, dentro de un efectivo proceso de planeación, con metas claras en un espacio determinado” (p. 28); es decir, se combina no sólo una gama de intereses, sino también capacidades de involucramiento, que surgen a partir de la apropiación de un sistema de valoraciones compartidas que, al igual que en la minga, estructuran y cristalizan las bases para la identificación, concertación y definición de acciones en un propósito común. • Liderazgo. Si bien es cierto la minga podría definirse como la unión de fuerzas para alcanzar un propósito común, se fundamenta en quien lidera, convoca y dirige las acciones, es decir que la minga no existiría sin quién la lidere. El liderazgo, según Ileana Alfonso Sánchez (1999), es: Una facultad de dirigir al logro de metas determinadas en un corto, mediano o largo plazo, las cuales se miden por su nivel de impacto y posicionamiento. El líder se apoya en el grupo humano y lo reconoce como su más importante capital, lo reivindica y fortalece, afirma su participación en la colectividad y en su diversidad. (p. 99) Este valor es uno de los atributos más sobresalientes para potenciar el capital humano, lo que implica el asumir nuevos retos en el desarrollo personal desde una proyección social que vislumbraría horizontes esperanzadores en torno al capital social. 7. LA MINGA COMO INSTRUMENTO DE DESARROLLO La minga, en su praxis, ha afirmado su efectividad y vigencia como representación cultural que integra, en su estructura y sentido, valores que la 94 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO posicionan como actividad significativa en el contexto nariñense, al lograr trascender los límites rurales para abordarse dentro de la concepción de región, localidad y nación. Tiene razón Chamorro (2009) al afirmar que: Cada sociedad, cada cultura define las representaciones sociales que tiene una comunidad dada, conllevan un conjunto de saberes explícitos o cotidianos resistentes al cambio, ya no solo existen en las mentes sino que generan procesos (interrelaciones, interacciones e influencias sociales) que se imponen y condicionan la vida. (p.134) Así, pues, la minga debe resaltarse como una de las prácticas ancestrales de mayor trascendencia en el tiempo actual, al caracterizarse por su espíritu de trabajo asociado, constituido por el esfuerzo solidario de las comunidades que desarrollan gestión ante las necesidades y al contribuir a lograr un desarrollo humano y sostenible. Afirmar y fortalecer a la minga como expresión de la cultura sureña es, de alguna manera, contrarrestar los propósitos de la homogenización cultural que atentan contra la dignidad de la vida y la identidad de los pueblos. Esta es una tarea importante para el sociólogo, en el Departamento de Nariño: redescubrir, registrar y fortalecer usos, costumbres y tradiciones que se constituyan en alternativas importantes en el cambio de actitud personal y en los pequeños y grandes procesos de trasformación social. A la sociología moderna, según Fals Borda (1959), se la llama a “trabajar desde el ethos” (p.11 ) que es: “una característica colectiva dominante que presenta un sistema social y que es el resultado de los valores y de las actitudes adoptadas por los miembros de ese mismo sistema social” (p.12); este concepto cimenta su vigencia no sólo en la unión de fuerzas para el logro de una meta tangible, sino ha superado los límites físicos para la propuesta de políticas que propendan por un bien común, al recurrir en gran medida al valor inscrito en la oralidad, las tradiciones, la cultura y su participación en un panorama global; un claro ejemplo de esto son las mingas de pensamiento. Acosta (2000) defiende que: “en la globalización, un proceso que conduzca al desarrollo debe sustentarse en las características culturales, en una fuerte conciencia nacional y en un profundo sentido de pertenencia local” (p. 127). DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 95 Por su parte, Fals Borda (2006) reafirma que no se trata de aislarnos del mundo intelectual externo, ni de ser xenófobos; es urgente cumplir con una necesidad “de acumulación de conocimientos congruentes con nuestro crecimiento y progreso que, en la Investigación-Acción Participativa (IAP), se define como “suma de saberes” (p. 17), que los del sur del país han aprendido y descubierto en su propio contexto y que se niegan a desaparecer, y se constituye en una estructura funcional de trabajo comunitario que no centra sus propósitos en el ofrecimiento de fuerzas productivas, sino en la construcción colectiva de una comunidad a partir de la definición de una misión, metas, objetivos, junto a la posibilidad de construir, desde el presente, alternativas de un futuro mejor para las nuevas generaciones. Así, en todo este proceso se encuentra un actor principal, que envuelve a toda una sociedad y que cada día se puede construir para obtener sus ventajas: el capital social, que se encuentra directamente relacionado con el desarrollo económico; al tomar en cuenta a uno de sus principales exponentes, a Robert Putnam (2001), él sostiene que: “el capital social se refiere a los rasgos de la organización social como redes, normas y confianza que facilitan la coordinación y cooperación para el beneficio mutuo” (p. 41); es decir que, al hablar de capital social, se refiere directamente a los lazos que una sociedad debe sostener para su desarrollo. Según Durston (2000), el capital social se entiende como las “normas, instituciones y organizaciones que promueven la confianza y la cooperación en las comunidades y en la sociedad en su conjunto” (p. 148); en otras palabras, consiste en el activo históricamente acumulado por una sociedad a partir de la acción organizada de sus miembros, ya sean individuos o colectivos, sobre la base de determinadas normas sociales de cooperación, la interiorización de valores y la existencia de un tejido social. Por eso, es importante que, a través de la Sociología, se faciliten procesos de intervención, dirigidos a superar las necesidades insatisfechas, de tal manera que se pueda lograr un beneficio colectivo, en general. Por otro lado, fomentar las distintas formas de sociabilidad, promover las relaciones de confianza y cooperación, ha llevado un intenso proceso de evolución social que, al promover la pérdida de antiguos valores, símbolos e imaginarios y, por supuesto, adoptar otros, inevitablemente se ha conducido a las comunidades hacia una nueva sociedad; Fals Borda (2002) señala, al respecto, que: “la simple repetición o copia de paradigmas eurocéntricos 96 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO debe detenerse si entendemos por cultura la interacción de la sociedad con el medio social y natural que la sustenta” (p. 155); además, señala: “Tenemos que potenciar tal interacción con el conocimiento de nuestra Historia, de nuestras realidades geográficas, de nuestros recursos, de tal modo que resulten valores compartidos, generadores de solidaridad y robustecedores de nuestra identidad cultural.” (p. 158). Así las cosas, se debe aprender del significado vivificante de la minga como convocatoria para el trabajo comunitario, la solidaridad y la alegría. La minga del pensamiento, por ejemplo, es la participación popular en la construcción de la idea, del proyecto, es el constructo espiritual de los pueblos andinos, hacia quienes se tiene que mirar. 8. CONCLUSIONES La minga, como figura ancestral y cultural, se presenta como un modelo efectivo de trabajo comunitario, que puede incursionar dentro de los planteamientos de la Sociología, al tener en cuenta que su estructura aborda valores relacionados integralmente con el desarrollo comunitario; estos componentes se orientan, desde el imaginario andino y nariñense, a la satisfacción de necesidades, para lograr trascender las fronteras espaciales y temporales. Esta institución de trabajo comunitario y de propósitos comunes busca fortalecer los lazos de unión, cooperación, solidaridad, compromiso, cohesión, responsabilidad, liderazgo y trabajo en equipo, entre otros aspectos; además, como configuración cultural, se asume como una fortaleza evidente y propositiva, en la coyuntura de la contemporaneidad, como aporte evidente desde el presente hacia las nuevas generaciones. Para que exista un verdadero progreso colectivo, es fundamental repensar la pertinencia de las políticas sociales, al plantear alternativas sugerentes desde lo regional dentro de los procesos de cambio; en ello, es trascendental motivar hacia actitudes comprometidas con los procesos de desarrollo de parte de los miembros de la comunidad, con valoración de su dinámica y vitalidad en las relaciones que permiten la interacción y los consensos entre la comunidad, las instituciones y el Estado. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 97 Hoy en día, la minga y la intervención social se recrean en acciones sociales, como la participación, la autogestión, el cooperativismo, la economía solidaria, que, aparte de ser procesos en crecimiento, se constituyen en una realidad necesaria para poder enfrentar colectivamente la crisis impuesta por el modelo neoliberal globalizante. REFERENCIAS Acosta, J. (2000). Cultura y desarrollo y la construcción endógena de futuro. En: Cultura y Carnaval. San Juan de Pasto. Ed. Unariño. Alfonso Sánchez, I. R.; Alvero Pérez, Y. & Tillán Gómez, S. (1999). Liderazgo: un concepto que perdura. ACIMED. 7(2): 132-135. [Disponible en: http:// www.bvs.sld.cu/revistas/aci/vol7_2_99/aci08 299.pdf]. Ander-Egg, E. (2005). Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad. 2ª ed. Buenos Aires: Editorial Lumen Hvmanitas. Ander-Egg, E. (2006). Metodologías de acción social. 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Javier Rodrizales (2011) Recibido: 27/10/14 Aprobado: 25/02/15 1 El artículo es producto de una revisión histórica del Colectivo coreográfico Fundación Cultural Indoamericanto en el marco del Carnaval de Negros y Blancos de Pasto. 2 Estudiante egresado del Departamento de Sociología de la Universidad de Nariño. Participante del Diplomado en Intervención Social del Departamento de Sociología de la misma Universidad. Integrante activo del área de danza, en la Fundación Cultural Indoamericanto, desde junio de 2012 hasta la actualidad. Correo electrónico: filiph_94@hotmail.com DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 101 RESUMEN El artículo tiene como finalidad analizar y comprender uno de los referentes identitarios más importantes presentes en el sur de Colombia: el Carnaval de Negros y Blancos, abordado desde una perspectiva sociológica, histórica, cultural y geográfica, a partir del estudio de categorías como imaginarios sociales, desarrollo local y aporte cultural, realizado con la participación de los Colectivos coreográficos en el desfile del tres de enero, Canto a la Tierra; con énfasis en la fiesta andina y la influencia del carnaval europeo, de donde se origina, constituye y proyecta un conglomerado de imaginarios urbanos, culturales y contextuales. Así, convertido en un acontecimiento que surge del tejido social, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, lo declara Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad; acredita al Carnaval de Negros y Blancos como un evento de carácter cultural e histórico con trascendencia internacional, que ya no solo refleja la idiosincrasia del pueblo nariñense, sino simboliza y expresa la cultura indoamericana. Muestra de ello es la Fundación Cultural Indoamericanto, organización que anualmente se vincula a los procesos de innovación social e impacto cultural, político y económico causados en el ámbito local por el acontecimiento cultural más importante del año en el sur de Colombia, ya que refuerza y promueve la tradición andina y su expresión dancística y musical por medio de propuestas innovadoras que articulan el origen y fortalecen el presente de una tradición, con el trabajo del artesano y cultor del carnaval, así como la euforia de un pueblo que vive y disfruta de su cultura. Palabras clave: carnaval, colectivos coreográficos, cultura, desarrollo local, imaginarios sociales. MUSIC, DANCE AND CARNIVAL: THE CONTRIBUTION OF SOCIAL DEVELOPMENT INDOAMERICANTO GRASS ABSTRACT This article aims to analyze and understand one of the most important identity references, present in Southern Colombian country: Carnival of Blacks and Whites. This is approached from a sociological, historical, 102 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO cultural and geographic perspective, from the study of categories like social imaginary, local development and cultural contribution. It is made with the participation of the choreographic collectives in the parade of January 3, Song of the Earth. This expression, with emphasis on the Andean party and the influence of European carnival, where it originates, is and projects a collective imagination mix of cultural and urban context. Thus, as has become an event that emerges from the social fabric, UNESCO declared it intangible cultural heritage; this organization accredits the Carnival of Blacks and Whites as an event of cultural and historic character with international significance now not only reveals the idiosyncrasies of Nariño people, but also symbolizes and expresses the culture of the indigenous peoples of America. The Fundación Cultural Indoamericanto is an example of this. This Foundation is an organization that annually is linked to the processes of social innovation and cultural, political and economic impact. This impact on the local level, by the most important cultural event of the year in Southern Colombian country, strengthens and promotes the Andean tradition and its dancing and musical expression. This is done through innovative proposals that articulate the origin and strengthen the present of a tradition with the work of the artisan of the carnival and the euphoria of a people living and enjoying their culture. Keywords: Carnival, Choreographic collectives, Culture, Local development, Social images. INTRODUCCIÓN La identidad del pueblo pastuso es un constructo holista que surge de los ancestros indígenas que habitaron y coexistieron en América antes de la llegada de los colonizadores y los cambios culturales y estructurales de la sociedad a partir del descubrimiento del Nuevo Mundo. El amor a la Madre Tierra y el culto a su magnificencia y bondad, proyectado en los campos sembrados, la diversidad de especies animales y vegetales, el agua, reflejo de la sabiduría de la Pacha mama,3 el sol y la luna, en armonía ambiental y espiritual, 3 Referencia que se hace a la Madre Tierra, según las comunidades indígenas de los pueblos latinoamericanos, comprendidos desde el norte de Chile hasta Nariño, sur de Colombia, demarcado geográficamente según el camino del inca o Tahuantinsuyo. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 103 acompaña el trabajo arduo, la voluntad y el honor del pueblo indígena; se contrasta con la cultura europea, la nueva estructura social y jerárquica, así como la imposición de conceptos religiosos hasta el momento desconocidos, enmarcados en un proceso lento y bravío de transformación social y cultural. Abrazados de los ancestros y cobijados por la bendición de la Virgen de las Mercedes, patrona de la ciudad de San Juan de Pasto, los hombres y mujeres de la naciente sociedad edifican su idiosincrasia y la magnifican a través de la expresión humana y artística; la han convertido en música, danza, arcilla tallada, memoria y orgullo, y originan la manifestación cultural más importante del sur de Colombia: el Carnaval de Negros y Blancos. La tradición oral toma vida, se escucha, se ve y se danza a lo largo de la senda del carnaval, pero se siente, proyecta y prepara con anticipación entre los cultores del gran evento. El carnaval, así como la sociedad, se renueva y se refresca, conserva aún la tradición y llega a los espectadores y partícipes de esta fiesta con propuestas renovadoras y culturalmente impactantes; así, hace 22 años surgen los Colectivos coreográficos en el marco del Carnaval de Negros y Blancos, para iniciar una nueva expresión del carnaval, con maravillosas puestas en escena, música y baile representativos de los Andes, un homenaje sentido a la Pacha Mama, que atraviesa la ciudad de Pasto, desde el norte hasta el sur; cientos de danzantes y músicos transmiten el legado de los Pastos a Nariño, Colombia y el Mundo. De esta forma, la fundación Cultural Indoamericanto marca un hito en la articulación coreográfica, musical y visual propias de un colectivo, al ser pionera e ilustre partícipe de esta categoría. Desde la perspectiva del desarrollo cultural del carnaval, su historia y contexto, se enriquece el capital social, cultural y humano y trasciende los límites geográficos y políticos, al hacer del Carnaval de Negros y Blancos una manifestación de gratitud y libertad para el pueblo nariñense, con un impacto tal que globaliza su expresión y atrae al público de todas las edades y nacionalidades. El carnaval construye región porque le permite a la comunidad construir sus propios sentidos sobre el territorio que demarca la fiesta y su ritual; el trabajo y la vida íntima de las familias artesanales y artistas se va desplegando hacia las redes barriales y vecinales hasta llegar a los parques y las plazas públicas, desbordando de hecho las fronteras geográficas del municipio de Pasto, porque en otros municipios también hay Carnaval de Negros y Blancos. La región-carnaval se 104 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO construye no solo por su juego colectivo o el disfrute de la fiesta o el trabajo específico de las manifestaciones artísticas en días de carnaval, sino porque detrás de cada pastuso/a, empresario/a, funcionario/a público/a, educador/a, ambientalista, político/a, barrendero, dueño/a de un café, un periodista o investigador existe un alma que ama su carnaval y quiere hacer algo por él desde el lugar que ocupa en su sociedad. (Rodrizales, 2011, p. 37) A partir del acercamiento a la fiesta popular, la tradición y la Historia, se indaga sobre el aporte cultural que ha hecho la Fundación Cultural Indoamericanto como colectivo coreográfico, participante en el marco del Carnaval de Negros y Blancos, el desarrollo local de la ciudad de Pasto y la identidad cultural de los pastusos. 1. MARCO HISTÓRICO, POLÍTICO Y SITUACIONAL Comprender los aspectos sociales, culturales, históricos, políticos ligados a la construcción de nación y su impacto en los saberes y sentires del colombiano es apenas uno de los desafíos que debemos emprender para lograr la contextualización y análisis de los fenómenos sociales que enfrentamos, más aun cuando, en pleno siglo XXI, la caracterización individual de las regiones y sus necesidades supone tantas dificultades metodológicas y, concomitantemente, la amenazan la globalización y la masificación social. Este entendimiento debe garantizar la valoración integral del ambiente y cohesión en la discriminación de los fenómenos de orden humano y social. En el caso de los nariñenses, la confluencia de diversas culturas ha generado referentes identitarios múltiples, asociada, también, a la extensa geografía que los define y, por lo tanto, a la mixtura cultural de los pueblos que se han asentado allí antes, durante y después de la colonización hasta la actualidad. Por esta razón, la variedad de imaginarios socioculturales no puede cuantificarse; así que es necesario realizar una lectura metódica y reflexiva de la Historia, los actores sociales, las condiciones y los recursos, en procura de aproximarse a la situación del compendio de ambientes culturales allí existentes. Hay una creación imaginaria de la cual ni la realidad ni la racionalidad ni las leyes del simbolismo pueden dar cuenta… que no necesita para existir ser explicitada en los conceptos o las representaciones y DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 105 que actúa en la práctica y el hacer de la sociedad considerada como sentido organizador del comportamiento humano y de las relaciones sociales independientemente de su existencia para la conciencia de esta sociedad. (Robles, R., 2006, párr. 27) La diferencia social y cultural que tiene el país es tan grande que aún la conformación de los mismo Departamentos esta desacorde, como es el caso de las regiones como Nariño, Cauca y Valle, que tienen territorio de costa, sierra y selva, aspectos geográficos que redefinen las características de esta población; en este sentido, la caracterización de un nariñense de la sierra disentirá de la de un nariñense de la costa, un caucano de sierra o valluno de la costa; este choque cultural dentro de las regiones se ha intentado explicar desde las Ciencias Humanas a través del concepto de territorio y así comprender los diferentes imaginarios, sentires y vivires del colombiano. Las ciencias sociales incorporan el concepto de territorio para la especie humana como el espacio de dominación, propiedad y/o pertenencia de los individuos o las colectividades, sean estas naciones, estados o pueblos; es decir, como espacio sometido a unas relaciones de poder específicas; esta fue la herencia que recibieron estas ciencias del Estado – nación como proyecto y una cultura política. (Oviedo, 2005, p. 335) El territorio es factor primordial en la creación de una identidad; sin embargo, no define los imaginarios sociales, ya que obedecen a rasgos comunes correspondientes a convivencia social; es decir, un razonamiento social adquirido por la influencia del medio. De allí que la comprensión del contexto debe considerar y valorar la subjetividad implícita en los patrones culturales para la consolidación de espacios y estructuras sociales que enlazan y hermanan, bajo un mismo límite colectivo, a sujetos culturales diversos; o sea, antes de entender la cultura de un territorio debe preocuparse por aceptar la existencia de cosmovisiones múltiples que coexisten geográficamente. Lo imaginario no se refiere a lo puramente estructural, a representaciones inamovibles en las sociedades sino que, antes bien, se trata de una capacidad creativa relacionada con la imaginación, la cual devela la potencia creativa del ser humano, pues un imaginario es un conjunto real y complejo de imágenes (de lo que somos y queremos) que aparecen para provocar sentidos diversos, sentidos que acaecen, se instituyen y abren mundo. (Agudelo, 2011, p. 1) 106 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Así se puede comprender cómo a través de la Historia se han estructurado los conceptos de Estado, Nación, Territorio, Homogeneidad, Cultura y, más aun, el de identidad; como sujetos políticos que deben entender la diferencia como parte del desarrollo interno de las comunidades y colectivo de las regiones, valoran las necesidades y visiones los campesinos, los indígenas, las comunidades raizales y, en sí, cada una de las poblaciones que habitan el territorio; el desarrollo no solo debe propender por el crecimiento político, ideológico y material de las comunidades, debe también registrar y fortalecer los aspectos de carácter intangible e inalienable de su cultura e idiosincrasia; garantizar el respeto por la tradición oral y material, así como la potencialización de las habilidades y fortalezas en cualquiera que fuese su campo de acción. Autores como Amartya Sen, Nussbaum y Max Neef exponen la Globalización como un factor importante en el desarrollo del ser humano, del que se adquiere de manera impositiva la obligación de contribuir al mejoramiento de las condiciones y calidad de vida individual y colectiva. Aquí se sitúan y evidencian las dotaciones iniciales y las titulaciones, como las explica Sen, que se constituyen en derechos propios del hombre en cuanto ser interactuante, creador de sociedades, creador de cultura. Un ser que existe en cuanto otro lo ve y, por tanto, se debe a ese otro, combate así la homogenización de los procesos sociales y su comprensión contextualizada. Hoy en día, por más estrategias de desarrollo endógeno que se han planteado en torno a las comunidades, la disputa sigue siendo el territorio, concepto que une pero, al mismo tiempo, genera un conflicto entre los habitantes; la planificación desde sus diferentes técnicas y perspectivas ha intentado crear estrategias que logren comprender cada una de las posiciones de los sujetos y, de esta manera, proporcionar satisfacción a sus necesidades, pero ¿qué tan cierto es que se compensen, se mejoren las condiciones de vida al respetar la identidad y el sentido de pertenencia, más aun cuando las potencialidades territoriales deben partir desde la cohesión social que haya en la comunidad, y las tradiciones y costumbres imponen y crean tales referentes para que la ciudadanía trabaje conjuntamente? Para interpretar el Estado Nación se debe tener en cuenta un acervo cultural que haga énfasis sobre la homogeneidad, que se manifiesta externamente en las costumbres propias de cada DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 107 pueblo, en su lengua, en sus tradiciones jurídicas y ciudadanas y en la validación de formas tradicionales o racionales de dominación, que interviene en la ocupación y aprovechamiento de su territorio a través de lo que se conoce como formas de gobierno. (Weber, 1946, p. 329) La Historia no desconoce los procesos trágicos que han marcado a la sociedad actual; al contrario, los reconoce y con base en ellos permite analizar y comprender la realidad social. Desde la colonización, se luchó con diferentes mecanismos para que los escucharan y atendieran; ir construyendo una realidad estable y de bienestar, al tiempo que se evalúan los procesos sociales que han transcurrido hasta la actualidad coyuntural, ayuda a comprender los fenómenos sociales; sin embargo, es registrable el capital cultural que se posee por la diversidad étnica y cultural, la música, la danza, el cine, la poesía, la pintura y la literatura, como resultado de los procesos de asimilación cultural y desarrollo político y social experimentados desde la América india hasta la sociedad moderna. Los intereses económicos y políticos del modelo impuesto condicionaron el acceso, la tenencia de bienes y recursos, con restricción y pauta de la acción de los individuos a partir de un pensamiento religioso que modificó el pensamiento social al atarlo a códigos religiosos que incluso hoy en día encasillan y limitan la trasformación de la sociedad. Minería, agricultura y pequeña ganadería han sido “medios” de subsistencia para colectividades enteras; no obstante, difícilmente proveerán de recursos idóneos para el desarrollo social y la modificación de estructuras a esas comunidades. Apostando a una realidad que maneja desde el ámbito de un desarrollo endógeno es como realmente se puede construir una propuesta de Nariño, una propuesta de que realmente estamos siendo organizadores y partícipes aceptando al otro en medio de la diferencia, creando y estableciendo fuertes relaciones de liderazgo en la comunidad, desde lo tradicional a aquello que se va creando en cada nuevo amanecer. Lo más importante no está en lo impuesto, sino en lo creado de tal manera que desde que nos cuenta la Historia hemos cometido el error de dejarnos llevar por aquella planeación que solventa de manera inmediata 108 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO aquellas necesidades que, bien sean necesarias o no, han dejado de un lado procesos que realmente pueden ayudarnos a entender el proyecto de región y, más que eso, a poder entender que la ganancia está apostando a la diferencia, a saber combinar aquellas herramientas, tácticas y estrategias de proponer, intervenir y hacer: “La territorialidad se asocia con apropiación y esta con identidad y afectividad espacial, que se combinan definiendo territorios apropiados de Derecho, de hecho y afectivamente”. (Oviedo, 2005, p. 105) Este contexto enseña cómo se debe leer al Departamento de Nariño desde una perspectiva histórica, al entender la realidad desde el legado cultural enmarcado en el tejido social; cada día se desea construir con la globalización espacios que permitan encontrar las raíces como esencia de las comunidades; aquella construcción basada es un imaginario social, sin tener claro un proyecto de región y con la pretensión de imponer esferas económicas que se proyectan como defensa a las problemáticas y los referentes que tildan a los nariñenses como relegados y marginales, que hacen parte de la periferia, entendido en la lógica del centro como unidad de poder. La aproximación al contexto del Departamento de Nariño es fundamental para la valoración del aporte realizado por los Colectivos coreográficos a la construcción y preservación de la tradición, en el Carnaval de Negros y Blancos, por ser una propuesta innovadora de desarrollo, a partir del potencial cultural de la comunidad. 2. METODOLOGÍA Para poder comprender los imaginarios sociales que se crean desde las tradiciones y costumbres de la comunidad de Pasto y que se proyectan en el Carnaval de Negros y Blancos como referente identitario, se realiza una revisión documental, histórica y bibliográfica, para abordar a profundidad el surgimiento de este tipo de eventos, analizar y comprender su lógica y responder al cuestionamiento planteado en este artículo; de esta manera, visualizar y reflexionar sobre los procesos sociales que parten de la misma comunidad en pro de su desarrollo, haciendo un breve acercamiento a la DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 109 población para conocer su historia y realizar una observación participante consignada en el diario de campo. 3. GUANGA YUYAY: RAÍCES DE NUESTRO CARNAVAL Esta sección se titula así, con base en la propuesta del Colectivo Cultural Indoamericanto en su participación en el desfile Canto a la Tierra, que se llevó a cabo el 3 de enero del año 2014, donde se exponen las tradiciones orales y materiales del sur de Nariño, en esta ocasión al contar la historia a través de un atuendo que hila desde el origen hasta el presente, que representa la Guanga como instrumento tradicional para hilar lana y fabricar ropa adecuada para el frío, la cobija de retazos y la ruana, prendas características de la región andina; se toman elementos como paja y cabuya, tradicionales de la región, se recrean accesorios para el hogar; así mismo, el colorido pagano y sagrado de un ojo de Dios, que devela la cohesión social del pueblo; hecho a mano, como parte de las costumbres y tradiciones transmitidas generacionalmente, en un acontecimiento social que materializa y visualiza la expresión del carnaval. Surgidas desde el origen remoto, desde las procesiones religiosas del periodo colonial, las fiestas del carnaval del mundo andino, pese a la gran distancia cultural, tienen algunos puntos en común con los carnavales del Brasil. Ciertamente, el principio del objetivo de encontrar en estas fiestas los espacios de libertad, realización de sueños, anhelos y expectativas, el desorden de las sociedades jerarquizadas y aún el desenfreno y alguna dosis de felicidad, como sugieren los estudiosos de estos fenómenos sociales. (Bajtín & Dalmata, citados en Rossells, 2011, p. 76) Dada la riqueza cultural del evento donde convergen la Historia, la tradición, la idiosincrasia, la innovación, el arte y la identidad, se declara al Carnaval de Negros y Blancos como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura, Unesco; se consolida, desde el año 2009, como una expresión de la identidad de Nariño y la fiesta andina4 , al extenderlo 4 Las fiestas populares, en Latinoamérica, tienen un origen religioso; rituales, adornos, bailes y disfraces que replican o incluyen símbolos de deidades y cultos heredados de los ancestros, que los trajeron de varios continentes, pues, como lo afirma Octavio Paz: “la fiesta es una operación cósmica: la experiencia del desorden, la reunión de los elementos y principios contrarios para provocar el renacimiento de la vida. La muerte ritual suscita el renacer; el vómito; el apetito; la orgía, estéril 110 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO al resto de Colombia, América y el mundo, de tal manera que no solo desde esta fecha transformó las visiones de ver este magno evento, sino que desde sus orígenes ha ido aportando a esta economía, no únicamente basada en la supervivencia, sino también en este capital cultural a nivel mundial. En este orden de ideas, se expone el derecho de todo ser humano a vivir dignamente, tener las mismas oportunidades y posibilidades para crear y participar en los procesos donde desarrolle las habilidades de pensar y actuar, imaginar y vivir, para cristalizar actos en pro de su idea de bienestar, de tal manera que promueve las acciones de transformación individual y colectiva, donde logre desarrollar una concepción emancipadora y empoderadora de los procesos que se desarrollan en su entorno, al ser un actor libre en la proposición, generación y cumplimiento. Así, a partir de la activación comunitaria, especialmente de los actores y cultores del carnaval, se logran emprender procesos de dinamización, gestión e innovación que han trascendido la debilidad de los canales de comunicación y la perspectiva netamente económica de la realización del carnaval. De esta manera, la intervención comunitaria, fundamentada en el contexto, ha posibilitado la organización de actores y entes gubernamentales y sociales en favor de la explotación de la cultura como materia prima para un desarrollo endógeno y alternativo. En cierta medida el desarrollo local es mirado como otra “moda del desarrollo”. El debate sobre el desarrollo local significativo, sea como resistencia a la globalización neoliberal, o como mucho de mercado para integrarse a la deseada era global; o como un modelo de desarrollo alternativo. Lo cierto es que, en torno al desarrollo local, hay muchos y complejos interrogantes. (Carvajal, 2009, p. 57) El Carnaval de Negros y Blancos se enfoca en el modelo de desarrollo alterno, pues crea estrategias de trabajo a partir de la explotación de la cultura como materia inmersa en el pastuso y así apuntar a un bienestar social completo que, además de satisfacer esas necesidades, fortalece el tejido social al mantener la tradición y los referentes identitarios. en sí misma; la fecundidad de las madres o de la tierra. La fiesta es un regreso a un estado remoto o indiferenciado, prenatal o presocial, por decirlo así. Regreso que es también un comienzo, según quiere la dialéctica inherente a los hechos sociales”. (Rodrizales, 2011, p. 7) DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 111 El reto urbano: Al comienzo del nuevo siglo prácticamente la mitad de la humanidad habitará en centros urbanos. Sin embargo, pocos gobiernos de ciudades tercermundistas cuentan con los recursos, el poder y el personal para suministrarle a sus poblaciones en crecimiento la tierra, los servicios y la infraestructura necesarios para una adecuada forma de vida: agua limpia, sanidad, colegios y transporte. El adecuado manejo administrativo de las ciudades exige la descentralización, de fondos, de poder político y de personal, hacia las autoridades locales (Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, 1987, p. 2). De esta manera, se visualizan las acciones colectivas y las iniciativas para entender el desarrollo social local, definidas desde la teoría del desarrollo, el interés de la ONU y de diferentes agentes gubernamentales y no gubernamentales, que impulsan y promueven metodologías para el entendimiento y comprensión social como un desafío ante la globalización. El acceso de este campo se produce siempre de forma indirecta a través de una ambigüedad constitutiva: no lo podemos interpretar según la lógica de la racionalidad específica, pues no se identificaría con el discurso ideológico o deductivo. Tiene que ver, más bien, con visiones del mundo, con metarrelatos, con mitologías y cosmologías, pero no se configura como arquetipo fundamental, sino como una forma transitoria de expresión, como mecanismo indirecto de producción social, como sustancia cultural histórica. Por esto, aparece como forma imaginaria de la relación social, pero no está construido como las imágenes, por la inversión y el desvanecimiento del objeto, pues “su conformación tiene más que ver con sueños diurnos que con los nocturnos, por eso está más orientado hacia el futuro que hacia el pasado.” (Silva, 2001, pp. 22-23) La visión del Carnaval en Pasto genera un enfoque más general de una cultura ancestral presente en el mundo globalizado; a pesar de las transformaciones que ha sufrido, necesarias, coyunturales o estructurales, aún cumple el papel de unión en la cohesión social de la población pastusa; adicional a ello, se fortalece como un referente desde la imagen, la recreación ancestral, la oralidad plasmada en el colorido del juego y, más aún, en la apropiación de ese proceso histórico y cultural no creado desde la racionalidad, sino de la interacción social fundada por el imaginario urbano, lo cual hace que se fortalezcan los procesos de desarrollo social, cultural y endógeno en la comunidad. 112 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 4. INDOAMERICANTO; ORIGEN, PRESENCIA Y PERSPECTIVAS El carnaval de Negros y Blancos, sin duda, es uno de los acontecimientos de mayor complejidad sociocultural, dada su dinámica mítica y ritual, hecho que ha requerido el desarrollo de categorías de análisis y métodos de comprensión y evaluación, que consideran a todos los actores sin excepción; el habitante pastuso o el espectador, que durante la celebración logran habitar diferentes espacios y escenarios; el artesano que plasma su obra en la arcilla; los músicos y danzantes, expresión corporal y humana de la tradición andina. Para entender el origen de los colectivos coreográficos como manifestación cultural dentro del carnaval, es importante analizar la época prehispánica, cuando las tribus Quillacingas y Pastos hacían celebraciones en las que rendían tributo a las deidades de la naturaleza: la luna, el sol y la tierra, denominada también Pacha Mama, el taita Urkunina o Volcán Galeras, quienes brindaban cuidado y protección de sus tierras. Después de la llegada de los españoles y la asimilación de la cultura europea, estos rituales desaparecen de los escenarios urbanos en la medida en que se imponen conceptos religiosos traídos por los europeos; sin embargo, permanecen intactos en la tradición oral del pueblo. Algunas de esas expresiones se fusionaron con las prácticas de los colonizadores y los negros, lo que da lugar a las primeras manifestaciones de los referentes culturales, que hasta la actualidad se proyectan en el carnaval. En el año 1607, cuando los negros que huyeron de la población antioqueña de Remedios fueron indultados por su sublevación mediante una Cédula Real, los esclavos del Cauca aprovecharon esta coyuntura para solicitar a las autoridades coloniales que se les concediera un día de libertad en compensación por 12 meses de trabajo continuo. En respuesta, España emitió la declaratoria del 5 de enero como el Día de los Negros, durante el cual éstos salían a las calles, interpretaban su música ancestral y tiznaban a los blancos que se cruzaban a su paso. A finales del siglo XIX, se adoptó la costumbre de embadurnarse con talco, para hacer referencia a la raza blanca. Las dos tradiciones se extendieron hacia el Departamento de Nariño, dando lugar a lo que hoy se conoce como el Carnaval de Negros y Blancos.” (Folleto Vive Colombia. 2010, párr. 3) DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 113 En el carnaval de Negros y Blancos, se puede evidenciar un conglomerado de cosmovisiones y culturas fusionadas en nuestro territorio y que se arraigaron en la tradición oral y material de los nariñenses, al dotar a nuestra fiesta representativa de características propias del mestizaje; moldea una realidad colonizadora y globalizadora en un espacio de magia, color, juego, alegría, riqueza, tradiciones y cultura, que unió al pueblo en esta fiesta popular, fuente de memoria histórica y raíz de construcciones simbólicas para los coterráneos y expresión de la cultura, de manera que ya no solo es un imaginario social, sino una realidad que se disfruta a lo largo y ancho de la senda del carnaval, que transporta al espectador y a la colectividad al escenario mítico que inspiró su colorido y sus movimientos. Para entender los procesos de interacción social que se viven antes, durante y después de la festividad, es necesario establecer un criterio de igualdad entre el cultor y el espectador del carnaval, pues no son personas distintas: las une el lenguaje, la euforia y la expresión de la tradición, donde uno la representa y otro la revive, estudia y apropia; es en el primer criterio donde se hablará de población con referentes identitarios comunes; ahí empieza a referenciar las morfologías por las cuales algunas sociedades transitan, y pueden ser varios cambios o transformaciones por los que pasan, al definir este término así: Se refiere a la forma de habitación que adopta un pueblo sobre un territorio. Por ello cuando tiene más de una forma de habitación, se dice que el pueblo tiene una doble o triple morfología. La forma de ocupar un territorio suele estar relacionada con la forma de organización social que posee el pueblo y con muchos otros aspectos culturales de la misma sociedad, por lo cual no carece de importancia el problema de la distribución de la vivienda. (Mauss, 1971, p. 31) La comunidad de artesanos se vincula a un gran proceso social y cultural, marcado a través de la Historia y hoy proyectado en la construcción de conciencia colectiva, en el reconocimiento y salvaguarda de este tipo de festividades desde la ciudad y con las diferentes instituciones; foco de iniciativas por parte de las comunidades para crear, gestionar, desarrollar y aportar, no solo al carnaval desde el ámbito cultural, sino ver en él la estrategia de desarrollo para la sociedad, para que no quede enmarcado únicamente en la Historia nariñense y en la sociedad que lo vive, en tanto 114 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO se entable este tipo de procesos endógenos en la proyección de un desarrollo social y cultural, que no solo incluyese ámbitos económicos. La preocupación por construir nuevos escenarios cívicos que profundicen la democracia está en el centro de los discursos y experiencias. Actuar de manera colaborativa, a través de sólidas alianzas ciudadanas que resuelvan los problemas colectivos y diseñen las imágenes del futuro deseado, forma parte de la cultura política del desarrollo local; pero operativizar en contextos marcados por personalismos autoritarios, por ausencia de diálogos e incomunicación de expectativas, es el segundo desafío. (Carvajal, 2009, p. 91) Así, se puede realmente concebir la labor de los artistas del Carnaval de Negros y Blancos en el desarrollo local de la ciudad, aún más desde la participación social de los diferentes actores, de edades y sectores, que logran realmente generar un tejido social que fortalece los referentes identitarios, las tradiciones y espacios de cohesión social, aspectos fundamentales para la innovación social, contextualizada en un mundo tendiente a la globalización. Indoamericanto5 se creó hace 21 años; inició su participación como comparsa en el año 1992 y retoma su participación en el año de 1996, cuando se creó la Fundación Cultural Indoamericanto, como un colectivo coreográfico, que incluye, además de músicos, a danzantes y zanqueros. Su nombre es un homenaje a la América india y pretende recopilar las tradiciones de la 5 Todo se dio por la necesidad de conmemorar los quinientos años de la llegada de los españoles a América en 1492. Por entonces, en Pasto, se había creado la sede de la Sociedad de Autores y compositores de Colombia, seccional Nariño, cuyo delegado fue el maestro Álvaro Martínez Betancourt, quien, motivado por esta fecha, nos convocó, a Hernán Coral Enríquez y a mí, a soñar con la idea de crear una murga muy grande, que semejara una Banda Andina, para participar el seis de enero y, de esta manera, celebrar el acontecimiento con una participación especial, para lo cual se convocaría los grupos de folclor andino de la ciudad, con la seguridad de que la idea calaría… … Como Gestor principal fue Álvaro Martínez Betancourt; él se comprometió a conseguir el auxilio económico, que lo gestionó con Sayco Bogotá. A Hernán Coral Enríquez se le encomendó la dirección musical y a mí la parte artística del diseño del vestido y dirección de su elaboración. Asegurado el recurso económico en Bogotá, la idea se empezó a trabajar con el afán de quien va a realizar algo que estaba pendiente desde hac������������������������������������������������ ía���������������������������������������������� mucho tiempo, como había ocurrido en carnavales pasados, cuando se hicieron algunos intentos de manera improvisada, sin organización. La idea central de la propuesta era participar con un grupo que semejara a las grandes bandas andinas de Bolivia, Perú o Ecuador, sin nada que ver con el Carnaval de Rio, para buscar una filosofía de culto a la raza indígena, a su cultura y tradiciones, que eran los principios con que cada grupo buscaba trascender en el momento de hacer música. Luis Benavides. El origen de Indoamericanto. Homenaje a la cultura indígena. Pasto, Alcaldía municipal. Revista Equinoccio, N° 20, pp. 31-33. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 115 cultura nariñense, narradas a través de los ritmos de toda la región andina, comprendida desde Perú, Bolivia, Ecuador y el sur de Colombia: Nariño, al tomar como un referente el Carnaval de Oruro6 en Bolivia, una fiesta que surge desde la concepción del pensamiento andino, esa mixtura de culturas y sincretismo de dioses católicos coloniales y deidades indígenas; Indoamericanto hace una manifestación similar, influenciado por este carnaval, con una concepción más pagana que sagrada, ya que se envuelve en la alegoría mitológica que reinventa los espacios sociales y urbanos, que han perdido ese magia y particularidad del imaginario. El movimiento artístico pretendía involucrar esa parte de América que estaba rezagada en nuestra fiesta. Siendo conscientes de esa necesidad, la intensidad con que se tomó la dignificación de nuestro ancestro fue el motor para que cada corazón participante midiera, a través de esta realización, la capacidad de amar a su entrañable América, a la que se considera una sola, no dividida por frontera o colores de una bandera. Queríamos reivindicar el gentilicio de indio como una persona original de América y no como el insulto que entre nosotros nos decíamos en ocasiones. Así mismo, considerar que el cacique fue el taita, el Mamo, el Chamán conductor de su pueblo y no aquel hombrecillo de mente débil que ha hecho de la política un medio para explotar y pistolear a sus semejantes. (Benavides, s.f., pp. 32-33) Este fenómeno creó el imaginario social que hoy se conoce como Colectivos coreográficos y configuró el desfile Canto a la Tierra, en el carnaval, el día 3 de enero, cuando se hace una ceremonia a la Pacha mama o madre tierra, se danza con los diferentes ritmos musicales propios de esta 6 Oruro fue, pues, el espacio que condensó, desde fines del siglo XIX, antiguas tradiciones y mitos andinos de dioses, ídolos y “huacas” (espacios sagrados en las colinas y hendiduras), ligados con la tierra y sus virtudes, tanto para la producción agrícola como para la extracción minera. El mundo de abajo, o “mankhapacha” (incluidos los socavones mineros), es de propiedad de esas fuerzas de la naturaleza, cuyo consentimiento para aprovecharlas es imprescindible. De allí emerge el “Tío de la mina”, un diablo andino, al que los mineros siguen venerando en el interior de las bocaminas. Un conglomerado de creencias de la religión andina y del mundo cristiano, enriquecido por leyendas locales, conforma la cuna de la fiesta carnavalera más importante de Bolivia, la de Oruro; iniciada a finales del siglo XIX, se consolida y se expande en el siglo XX y XXI. Su danza más representativa es la Diablada; en torno a esta danza y sus figuras principales (Lucifer, el Arcángel y los diablos) se teje una complejísima trama de influencias, contradicciones y síntesis de la Historia y las culturas de la ciudad y la región, desde la presencia de figuras como el “Tío de la mina” y el Supay de origen andino, por una parte, y, por otra, la idea del demonio o diablo cristiano, ser maligno que castiga, en contraposición a los primeros que, más bien, tienen connotaciones positivas, como protectores de las personas, las riquezas terrenas y el ganado. (Rosells, 2011, p. 80) 116 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO tradición y rinde un homenaje a la cultura nariñense, que tiene su origen en el pensamiento andino, como actores sociales que no parten de un referente identitario y de nación del colombiano, sino del latinoamericano, en el umbral de los ancestros y la cultura precolombina, el sincretismo de los dioses de la iglesia católica y las deidades del mundo andino que, dentro del carnaval, tiene una trascendencia no solo desde la composición estructural, sino del referente identitario que crea en los pastusos. Afortunadamente las fronteras geopolíticas, como el racionalismo, la globalización y otras formas de definir las cosas, son relativas, impermanentes, efímeras. Por eso voy a referirme al Carnaval de Negros y Blancos sin prejuicios conceptuales. El Carnaval acontece en la Ciudad de San Juan de Pasto, una ciudad próxima a la frontera con el Ecuador, en el sur occidente colombiano, que pronto bordeará el medio millón de habitantes. Construida sobre el Valle de Atriz, conserva una cultura andina que se emparenta estrechamente, sobre el espinazo nervioso de los Andes, con lo que puede ser el imaginario que existe desde Bolivia, precisamente, hasta Pasto, lugar hasta donde llegó la frontera del Tahuantinsuyo, por el norte. En este lugar de Colombia, de América, de los Andes, se celebra un Carnaval singular, de significativas simbologías y de una vasta y compleja riqueza cultural, que a manera de crisol, permite que se junten caminos, memorias y perspectivas. (Moyano, 2003, párr. 1) Al ser Indoamericanto el primer Colectivo coreográfico, logró convertirse en un referente para que cientos de pastusos hoy en día se vinculen al carnaval, desde la creación de sus diferentes colectivos coreográficos; tal es el empoderamiento en los procesos culturales y sociales, que no solo ligaron al liderazgo, sino a proponer y encaminar el carnaval como patrimonio nacional, cultural e inmaterial, adicional a la transformación en una estrategia de desarrollo local. En el año 2015, se contó con una totalidad de 8 colectivos coreográficos, que engalanan la senda del carnaval cada 3 de enero, con un aproximado de 1000 danzantes, músicos y zanqueros; esta configuración estructural ha tenido unas cuantas evoluciones, ya que desde el año 2004 se lo establece como un concurso, lo cual no solo ha generado disputas por obtener el primer puesto, no únicamente por el incentivo económico, sino por el reconocimiento social que tendría por el aporte cultural y la distinción por el trabajo presentado que conllevó un año en su realización. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 117 El carnaval como fogón alrededor del cual se reúne el pueblo pastuso, con huellas o marcas históricas de autogestión o autopoiesis, por las formas de organización familiar, comunitaria y vecinal del más importante ritual del sur colombiano, reflejan el potencial de los pastusos en la generación de redes, en la participación ciudadana, en la construcción de lo público, aspectos que podrían desplegarse a las dimensiones económica, social, política, educativa y ambiental de este territorio. El carnaval tiene redes interinstitucionales públicas, redes de empresas privadas, redes de músicos, de artesanos, de teatro, de colectivos coreográficos, de instituciones educativas, cuyo hilo conductor es la cultura y el arte. (Rodrizales, 2011, p. 157) Visualizar el papel de los artistas y artesanos del Carnaval de Negros y Blancos como motor fundamental en el desarrollo local fortalece ese evento y aporte cultural como un medio para satisfacer necesidades sociales, trabaja con ese capital humano que no solo pretende alcanzar un fin económico, sino transcender en una barrera mundial para lograr un bienestar social. Indoamericanto ha logrado posicionarse no solo por su trayectoria, al ser el colectivo coreográfico más antiguo, sino por ser el referente para realizar las propuestas de los carnavales venideros; siete de diez reconocimientos se ha llevado, al ocupar el primer puesto en el concurso del 3 de enero del desfile Canto a la Tierra, lo que ha permitido que, como ganadores, desfilen el 6 de enero en el magno evento del día de Blancos; durante tres años, esta agrupación ocupó el segundo lugar, motivo que no lo ha alejado de su participación en la senda del carnaval, ni de la participación en otros espacios a nivel regional, nacional e internacional. No se logrará una política efectiva de preservación y desarrollo del patrimonio si éste no es valorado adecuadamente por el público de los museos y sitios arqueológicos, los habitantes de los centros históricos, los receptores de programas educativos y de difusión. Para cumplir estos objetivos, no basta multiplicar las investigaciones patrimoniales, los museos y la divulgación; hay que conocer y entender las pautas de percepción y comprensión en que se basa la relación de los destinatarios con los bienes culturales. La participación del público y de los usuarios no sustituye la problemática específica de la valoración histórica y estética de los bienes culturales, ni el papel del Estado o de los historiadores, arqueólogos y antropólogos especializados en la investigación y conservación del patrimonio. Pero sí ofrece una referencia -una fuente de sentido- con la cual debieran redefinirse todas estas tareas para avanzar en la democratización de la cultura. (Canclini, 1999, pp. 25-26) 118 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Ahí se logra apreciar el papel fundamental de este tipo de eventos culturales y sociales, aspecto primordial de las agrupaciones que reafirman aquellos referentes culturales e imaginarios urbanos; Indoamericanto, como un proceso visible del Carnaval de Negros y Blancos, logra reunir en el evento la amalgama que surgió desde la fiesta andina y el carnaval europeo, donde conserva la esencia en el sincretismo de los dioses, a los que se les rendía culto, como Inti (sol) y Quilla (luna), la Pachamama (madre tierra) y que, desde la devoción católica, se los incluyó en aquellos dioses católicos, y que hoy nuestra cultura mestiza y latinoamericana, al celebrar y rendir un homenaje sentido a ese referente identitario e imaginario social, que día a día se conserva, a pesar de las diferentes transformaciones que ha tenido al transcurrir del tiempo, es un elemento que logra visibilizar el trabajo en comunidad a nivel mundial y en el auge de la industria cultural, que transforma este bien inmaterial en una fuente de desarrollo local. Toda sociedad tiene la necesidad de poder justificar su pasado y su presente; sus orígenes o cómo piensa su porvenir. Solo puede hacerlo a partir de los recursos culturales y simbólicos que ha sido capaz de construir en su proceso histórico. Ahí expresa la eficacia de la funcionalidad simbólica. Sin símbolos no es posible construirse un sentido de lo social, de la existencia. (Guerrero, 2002, p 43) Estos imaginarios sociales y urbanos, que se crean a partir de los referentes identitarios de una comunidad, hoy en día crean tejido social y poder social, con el fin de poder conservar aquello que algún día era un espacio de liberación y de tradición indígena y que ahora, en época de globalización, se ha convertido en un carnaval de goce y satisfacción para el mundo. El Carnaval de Pasto, con la inagotable imaginación de sus artesanos, cultiva unos valores en los que se manifiestan los aspectos de la vida local, consolida la esencia de la identidad regional, oxigena la cultura, nutre procesos creativos, propicia comportamientos lúdicos, perfecciona aptitudes, desarrolla actitudes, particulariza un saberhacer manual, ofrece placer y goce, motiva la participación, convoca al otro yo inhibido, despierta el subconsciente colectivo y fortalece el espíritu humano, con base en el ejercicio de la libertad, la transgresión de normas, el derrumbamiento de tabúes y la admisión de excesos, en el contexto ritual en el que aflora la esencia misma de la vida. (Zarama, citado en Rodrizales, 2011, p. 35) DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 119 Los eventos culturales, que surgen de los referentes identitarios, tradiciones sociales y culturales e idiosincrasia de las diferentes comunidades, evolucionan con el paso del tiempo, no solo para conservarlos y salvaguardarlos, sino también ofrecer un bienestar social, ya que se han convertido en necesidades habitacionales y simbólicas; así lo aclara García Canclini; hecho social que se redefine constantemente por la dinámica cambiante y de evolución que tiene la sociedad, más aún en los procesos comunitarios que entrelazan las formas de expresión propias de la sociedad, al ser un vínculo que fortalece las capacidades evolutivas y de desarrollo de la sociedad. La cultura es la síntesis dinámica en el plano de la conciencia individual o colectiva, de la realidad histórica, material o espiritual de una sociedad o grupo humano, síntesis que abarca todas las relaciones entre el hombre y la naturaleza, como las relaciones entre los hombres y las categorías sociales; por su parte, las manifestaciones culturales son las diferentes formas que expresan esa síntesis individual y colectivamente, en cada etapa de la evolución de la sociedad o grupo humano en cuestión. (Amílcar Cabral, citado en Ortega, 1999, p. 35) Indoamericanto es una agrupación que, a través de la manifestación cultural del pensamiento andino en la danza y música, ha logrado posicionarse en un espacio de salvaguarda de tradiciones y costumbres propias del nariñense, que toma como referencia el territorio marcado en la época ancestral y que hasta el día de hoy logra conservar características culturales que unen al pueblo; esta agrupación ha sido la ventada cultural para vender la imagen del carnaval y lograr incentivar no solo la apropiación de este fenómeno social, sino ser el atractivo para extranjeros, de tal manera que ha traspasado barreras sociales, políticas y culturales, con dos fines: promover el Carnaval de Negros y Blancos en San Juan de Pasto, Nariño, del 2 al 6 de enero, e incentivar y difundir la imagen del pastuso como gestor de turismo, una perspectiva desde la que explota al máximo el comercio y moviliza la apropiación de identidad. CONCLUSIONES Como un evento de talla mundial, el Carnaval de Negros y Blancos es un proceso de innovación social, ya que genera un impacto cultural, político y económico que se logra visibilizar desde el ámbito local; fortalece el imaginario que 120 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO crea en la identidad del nariñense; hila un tejido social fuerte con la unión de los actores sociales y los sectores e instituciones de la ciudad, de manera que transforma, en el espectador, la visión de estos espacios para que converjan todas las clases sociales a través del juego y la tolerancia, con la aceptación del otro en medio de la diferencia. El aporte cultural del Carnaval y de los artesanos trasciende fronteras, ya que facilita el acercamiento y la participación en este tipo de eventos, tanto a propios como a extranjeros o ciudadanos globales, al sumar la riqueza multicultural, la preservación, reconocimiento y supervivencia de la cultura del pastuso y nariñense en la construcción social. El carnaval de Negros y Blancos es un referente social y cultural que crea un tejido social que no se basa únicamente en el aporte artístico y cultural, sino en un espacio generador de bienestar social a través de las propuestas y estrategias enmarcadas en el desarrollo local. Los artesanos del carnaval son los innovadores sociales en los procesos de desarrollo, ya que cuentan con el material necesario para emprender caminos que fortalezcan las capacidades y habilidades, al utilizarlas en un espacio, un evento y una población que pueda liderar y preservar las fiestas y tradiciones inmateriales en la humanidad. Indoamericanto, como una población que lleva 21 años desfilando en la senda del carnaval, ha logrado traspasar barreras geográficas, políticas y culturales, al propagar una imagen del Carnaval de Negros y Blancos, transmitir el sentir del artista y consolidarse como una de las agrupaciones más importantes de este magno evento, por su reconocimiento a nivel mundial y, sobre todo, por interpretar esa amalgama de la fiesta popular, el carnaval español, la idiosincrasia andina y el sentir africano, al llevar a cabo un espectáculo, esperado en el desfile, donde le rinden homenaje a la Pacha Mama, en el Canto a la Tierra cada 3 de enero. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 121 REFERENCIAS Agudelo, P. (2011). (Des)hilvanar el sentido/los juegos de Penélope. Una revisión del concepto imaginario y sus implicaciones sociales. Uni-pluri/versidad 11(3): 1-18. 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DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 123 REVISTA DE SOCIOLOGÍA Departamento de Sociología Universidad de Nariño Vol. IV - 1er. Semestre 2015 Enero - Julio / Páginas 124-141 LA PENA DE MUERTE COMO CASTIGO EN EL SISTEMA JURÍDICO COLOMBIANO, 1886 a 19101 Isabel Cristina España Villota2 Recibido: 21/10/14 Aprobado: 20/02/15 RESUMEN Este artículo reflexiona alrededor de elementos sociológicos importantes frente a la concepción histórica de la Pena de muerte como castigo penal en el sistema jurídico colombiano predominante entre los años de 1886 a 1910 en la República de Colombia. A partir de un recuento histórico y social acerca de la aplicación de la Pena de muerte en Colombia y la correlación con las diversas teorías que desde la sociología emergen al respecto, se analiza con sus particularidades la aplicación legal de la Pena capital en Colombia. Se eligió una metodología de investigación bajo el enfoque cualitativo; se emplearon como fuentes principales de recolección de datos e información: la revisión documental, doctrinaria, fuentes secundarias que proporcionaron un soporte teórico y conceptual sobre el tema a desarrollar; se ha tomado el método histórico 1 El artículo es producto del trabajo de grado titulado: El proceso histórico y funcional de la pena de muerte en los sistemas penales de Colombia y para los delitos federales en Estados Unidos de Norteamérica. Autoras: Isabel Cristina España Villota y Diana Patricia Molina. 2 Estudiante del Programa de Sociología de la Universidad de Nariño. Participante del Diplomado en Intervención Social de la misma Universidad. Correo electrónico: isabelcristinaespana90@ gmail.com 124 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO hermenéutico por cuanto la intención es comprender, interpretar y desplegar procesos reflexivos en torno al estudio y análisis de la Pena de muerte durante su vigencia en Colombia. Palabras clave: castigo, conciencia colectiva, derecho penal, pena de muerte, sociología del castigo. THE DEATH PENALTY AS PUNISHMENT IN THE LEGAL SYSTEM COLOMBIA, 1886-1910 ABSTRACT This article makes a reflection around important sociological elements about the historical conception of the death penalty as a criminal punishment in the Colombian legal system predominant until 1910 in the Republic of Colombia. From a historical survey and about implementing the death penalty in Colombia and the correlation with several theories from sociology around this one is analyzed with their distintives the legal application of the death penalty in Colombia. A research methodology under the qualitative approach was chosen. Main sources of data and information collection were used: documentary review, doctrinaire, secondary sources that provided a theoretical and conceptual support on the subject to be developed. Historical hermeneutic method was used because the intention is to understand, interpret and display reflective processes on the study and analysis of the death penalty during its term in Colombia. Keywords: Punishment, collective awareness, criminal law, death penalty, sociology of punishment. 1. INTRODUCCIÓN El castigo es una institución relacionada con el núcleo mismo de la sociedad, un aspecto de la vida social profundamente problemático y poco comprendido (Garland, 1999) y resulta lógico que, a lo largo de la Historia, se haya tratado de encontrar razones que expliquen y anuncien la justificación de su DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 125 presencia en la sociedad, más aún cuando se refiere a la aplicación de una de las sanciones más drásticas y deshumanizantes, como lo es la Pena de muerte. Dentro de la óptica de la Sociología del castigo, que tiene como objeto de estudio entenderlo como fenómeno social y, en consecuencia, establecer su papel en la vida social (Garland, 1999), abarcar lo concerniente a la Pena de muerte como castigo, en Colombia, implica indagar sobre las estructuras de la actividad social y los entramados de significado dentro de los que operó. En consecuencia, se necesita, analizar la Pena de muerte como fenómeno social, más allá del cuerpo normativo, en el que encuentra su fundamento. En este artículo se van a considerar aspectos fundamentales de la comprensión legal del castigo y la aplicación de la Pena de muerte durante su aplicación legal en Colombia, haciendo especial hincapié en el estudio de la Pena capital entre los años de 1886 a 1910, razón por la cual, en su desarrollo, se aborda desde una mirada sociológica aspectos fundamentales de la concepción respecto a su aplicación. Con esto se busca aportar, desde la sociología, algunos elementos para el análisis histórico de la Pena de muerte como castigo legal en la República de Colombia. En la primera parte del texto, se realiza un recuento histórico de la Pena de muerte y su evolución dentro de la cultura de Occidente, base del derecho penal moderno, para a continuación abordar su historia en Colombia, desde su aplicación por los antiguos pobladores, hasta el tratamiento histórico y legal antes de constituirse como República de Colombia, para posteriormente entrar en la reflexión alrededor de elementos sociológicos frente a la concepción histórica de esta pena como castigo penal en el sistema jurídico colombiano predominante entre los años de 1886 a 1910 en la República de Colombia. 2. METODOLOGÍA Se acogió una metodología de investigación bajo el enfoque cualitativo; se emplearon como fuentes principales de recolección de datos e información: la revisión documental, doctrinaria, fuentes secundarias que proporcionaron un soporte teórico y conceptual sobre el tema a desarrollar, haciendo hincapié en las condiciones del contexto donde se justifica emprender la elaboración de una 126 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO reflexión sobre la función de la Pena de muerte durante su vigencia en Colombia; con aplicación del método histórico hermenéutico a partir de un estudio histórico y social sobre esta pena y su contextualización dentro del ordenamiento jurídico colombiano, se ha tomado el enfoque histórico hermenéutico por cuanto la intención es comprender, interpretar y desplegar procesos reflexivos en torno a su estudio y análisis durante su vigencia en Colombia. 3. VISIÓN HISTÓRICA SOBRE LA PENA DE MUERTE En todo tiempo o sociedad, existieron distintas clases de penas con la intención de castigar los crímenes que van en contra de la conciencia común, siendo la más extrema de todas la Pena de muerte. Al seguir a Garland en el desarrollo del artículo, se considera “el castigo” como: El procedimiento legal que sanciona y condena a los trasgresores del derecho penal, de acuerdo con categorías y procedimientos legales específicos… explorando sus diversas dinámicas y fuerzas a fin de formar una imagen compleja de los circuitos de significado y acción dentro de los que funciona. (1999, p. 33) En efecto, según el mismo autor, el castigo a los trasgresores es un aspecto social particularmente inquietante y desalentador; en igual sentido, la existencia misma del Derecho Penal hace olvidar que existen otras posibles respuestas a los problemas sociales, lo que ubica en el centro del debate la relación entre castigo y sociedad. Ahora bien, particularmente la Historia de la Pena de muerte como castigo penal se puede remontar a los principios de la Historia, ya que ha sido parte de los sistemas penales desde el principio de su existencia. Quienes han detentado el poder en las distintas épocas y culturas han encontrado en ella un instrumento determinante para imponer su modelo social o para perpetuar sus propios privilegios. (Amnistía Internacional) La ley del Talión (recogida en el siglo XVII a. C.) es el primer código de leyes que incluye la aplicación de la pena de muerte y justifica su aplicación como DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 127 un acto de venganza ante la ofensa o perjuicio recibido; aunque dentro de la tradición judeocristiana occidental (génesis de las instituciones penales modernas), el quinto de los Diez Mandamientos dice “No matarás”; en el Antiguo Testamento, Dios protege a Caín, a pesar de que ha matado por venganza a su hermano Abel; a lo largo del Pentateuco, libro que reúne las tradiciones del pueblo hebreo, la Pena de muerte se aplica en distintos episodios: por asesinato, adulterio, hechicería, paganismo, homosexualidad, zoofilia, blasfemia, violación, rebelión o apostasía. (Amnistía Internacional) Este tipo de medidas se aceptaba socialmente por imposición del poder soberano; principalmente venía de las concepciones de tipo religioso, donde la pena tenía una función sancionatoria y preventiva para regular el normal funcionamiento de las relaciones sociales y sostener el equilibrio social, en concordancia con lo formulado por Durkheim (1987), quien afirma que el Derecho Penal, en su origen, era primitivamente religioso, donde las ofensas contra los dioses son ofensas contra la sociedad y el mismo Dios tiene el poder de castigar a los hombres. Hasta el siglo XVIII, la potestad de aplicar la Pena de muerte no se discutía; a mediados de este, con la influencia de las ideas del Renacimiento, la Ilustración y la Revolución Francesa y de los ideales de Justicia, libertad y orden, además de los posteriores movimientos independentistas en América, se cimenta, en la sociedad, el concepto de ciudadanía y el reconocimiento de sus derechos. Cuando se inicia la controversia sobre la Pena capital, que perdurará hasta la actualidad, entre sus defensores y detractores, basada principalmente en que las penas deben ser moderadas y proporcionadas a los delitos. Entre tantas modificaciones a la estructura penal y la aplicación de los castigos, converge una fuerte tendencia hacia la desaparición de los suplicios y la humanización de la pena, que acarrearía una nueva Teoría del delito, una nueva justificación moral del derecho de castigar, que encuentra su fundamento en la racionalización del Derecho que, entre otras medidas, ocasiona la desaparición paulatina de la aplicación de la Pena de muerte en los diversos ordenamientos jurídicos. Así, también, en este amplio debate en torno a la Pena de muerte desde la ciencia jurídica del Derecho, la Escuela Clásica del Derecho natural ha admitido la Pena de muerte, con representantes como: Juan Bodino, Samuel Puffendorf y Hugo Grocio, quienes coincidieron en que se necesitaba como 128 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO instrumento de represión, al mismo tiempo que plantearon que no existía contradicción entre el pacto social y la institución de esta pena, ya que un cuerpo social que se forma y se organiza a través de la unión de una multiplicidad de individuos, tiene una organización, una voluntad y un conjunto de necesidades distintas y jerárquicamente superiores a las de los sujetos que lo integran, por lo que es admisible que, en función de las necesidades sociales, se tuviera que sacrificar, en ocasiones, la vida de uno de ellos, para defender la vida y la seguridad de todos. Entre los contradictores de la Pena de muerte se encuentra a Pellegrino Rossi, quien distingue entre el presente y futuro, al afirmar que la Pena capital cumplía una función positiva en una época determinada, pero tenía que abolirse cuando dejase de cumplir dicha función. Rossi (1840), en su obra Tratado de Derecho Penal, plantea la dificultad que implica suprimir la publicidad de las ejecuciones capitales, ya que estos actos representan un espectáculo que sacia la curiosidad inmoral de las masas que accedían a los lugares de ejecución a presenciar los espectáculos como si se tratara de un número circense. Por su parte, Cesare Bonesana, Marqués de Beccaria (1764), en su obra Tratado de los delitos y las penas, a partir de la Teoría contractualista del Derecho, que funda sustancialmente a la sociedad sobre un contrato encaminado a salvaguardar los derechos de los individuos, para garantizar el orden, define a los delitos como violaciones de este contrato; por tanto, la sociedad en conjunto goza del derecho a defenderse, que se debe ejercitar con medidas proporcionales a los delitos cometidos (principio de la proporcionalidad de la pena), al mismo tiempo que plantea que ningún hombre puede disponer de la vida de otro. Con todo, según cifras oficiales de Amnistía Internacional (2013), hace 20 años, 37 países aplicaban activamente la Pena de muerte; esta cifra se redujo a 25 en 2004 y a 22 el año pasado, por lo que se puede mencionar que es una pena vigente, que aún existe en el ordenamiento jurídico de algunos países, como: Estados Unidos de Norteamérica, Cuba, Guatemala, Barbados, Guyana, Granada, Jamaica, las Bahamas y Trinidad y Tobago – para citar solo el caso de América. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 129 4. LA PENA DE MUERTE EN COLOMBIA Ahora bien, al abordar la evolución histórica y social de la pena de muerte en Colombia, se puede entrever que la aplicaron los antiguos pobladores desde el periodo prehispánico, al instituirse como un instrumento político-religioso del que se valieron los pueblos indígenas, aplicada para infracciones concretas y en forma limitada, en especial impuesta en función de la gravedad social de la falta, en lo esencial para sancionar delitos, como: el asesinato, el adulterio (especialmente el femenino), el robo, la sodomía, la traición, la rebelión, entre otros (Mota, 2006). Durante el periodo de la Conquista (1501 a 1549), junto con la progresiva absorción de la cultura occidental, incursiona en América el poder punitivo de Occidente y se erige la extensión del derecho de castigar como expresión de este nuevo poder; los españoles previeron la Pena de muerte para castigar todos los delitos militares, como: la insubordinación, la deserción y la cobardía; los delitos políticos, como la alta traición y la rebelión; así como ciertos delitos comunes, como: el asesinato, el hurto de ganado y el hurto en cuadrilla de malhechores, con ajusticiamiento mediante ahorcamiento, decapitación, descuartizamiento y arcabuzada. Se aplicó la Pena de muerte con el ánimo de eliminar a la población indígena, al acusarla en muchas ocasiones de crímenes inexistentes, acorde con el contexto de atrocidades acaecido durante la época cuando las matanzas sistemáticas, principalmente de los caciques, y la extrema crueldad, esta Pena se convirtió en un componente fundamental; íntimamente ligado con el establecimiento en el poder por parte de los españoles, el castigo se convierte en símbolo que lo reafirma, en tanto política del terror por su parte. El terror tenía una funcionalidad clave, necesaria y premeditada, cual era minar la moral de los indígenas y someterlos; fue una de las grandes constantes del proceso de la conquista, utilizado para infundir miedo y conseguir la sumisión de millones de indígenas a un puñado de españoles. (Mira, 2007, p. 3) En el periodo de la Colonia (1549 a 1819), la Corona española entregaría a las colonias americanas la “Recopilación de los reinos de Indias” cimentada sobre las bases de una política criminal preventiva: continúan 130 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO sancionándose con la Pena de muerte delitos como el homicidio, la traición, la rebelión, la conspiración política, el parricidio, la violación, la sodomía, el asalto en cuadrilla de malhechores, la piratería, las infracciones en contra de la religión -blasfemia, apostasía, brujería- y los delitos castrenses. Se emplearon como métodos de ejecución el garrote, la horca, la hoguera, la decapitación, el fusilamiento, el descuartizamiento y el degollamiento. Las sentencias de muerte las decretaba el virrey y/o los gobernadores de provincia; las ejecuciones las practicaba un cuerpo de verdugos, en la picota de cada poblado, después de someter a los reos a la vergüenza pública. Igualmente, durante el proceso de Independencia -1810 a 1819-, la Pena capital se establece como un importante instrumento de aniquilación política y militar, aplicado en especial con fines ejemplarizantes; en este contexto de guerra, a miles los ajusticiaron y expusieron sus cabezas en las picotas de diversas ciudades, acusados principalmente de delitos de alta traición y rebeldía en contra de la Corona española, hasta cuando la independencia llega, al fin, el 7 de agosto de 1819, con la Batalla de Boyacá. En consecuencia, aquí la aplicación de la Pena de muerte como castigo se asemeja a un acto de venganza, que encuentra su fundamento en el derecho de hacerle guerra a los enemigos: “la justicia era una manifestación de la violencia armada, un ejercicio de terror cuyo propósito era recordar al pueblo el poder irrestricto que respaldaba la ley”. (Garland, 1999, p. 170) Posteriormente, tras haber logrado la independencia definitiva de España, Colombia se constituye como la Gran Colombia -periodo comprendido entre los años de 1819 a 1830- cuando las nuevas provincias ahora soberanas, al seguir los parámetros de la legislación penal española, le dieron continuidad a la aplicación de la Pena de muerte, principalmente para prevenir y reprimir los delitos castrenses, la traición, así como por la asunción de conductas consideradas peligrosas para el mantenimiento del orden social y político, entre ellos: a los ladrones, traidores, conspiradores y malversadores de la Hacienda pública. Disuelta la Gran Colombia, el territorio se llamó Nueva Granada, nombre que se utilizó entre los años 1830 a 1858, contexto en el que factores como la disolución de la Gran Colombia y el trastorno generado por el proceso de DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 131 independencia alteraron la criminalidad; aquí, la violencia y los ataques contra la propiedad se constituyen en fenómenos que emergen como manifestación de una sociedad inconforme, marco en el que se gesta la expedición del Código Penal de 1837, en el que se estipularon penas corporales, como: trabajos forzados, presidio, reclusión en casa de trabajo, vergüenza pública, prisión, expulsión del territorio de la República, confinamiento en un distrito parroquial, destierro. Así mismo, el Código Penal de 1837 continúa con la aplicación de la Pena de muerte, que se reservaba para los delitos de traición, rebelión, sedición, asesinato, parricidio, envenenamiento, incendio, piratería y el daño en edificaciones con muerte; se utilizaron como procedimiento para la ejecución el garrote o la horca. Al determinar, en su articulado, el procedimiento para la ejecución de los condenados a muerte, se estableció que: “la ejecución se hará en una de las plazas públicas”. (Artículo 33, Código penal de 1837) Entonces, en la Confederación Granadina - etapa comprendida entre los años 1858 a 1861- la sanción con Pena de muerte se continúa limitando a lo dispuesto por el Código Penal de 1837, sin incluir ningún tipo de cambio para su aplicación. Entre los años de 1861 a 1886, en los Estados Unidos de Colombia, la Nación se caracteriza por un marcado federalismo estatal y una cierta estabilidad constitucional; la Constitución de Río Negro de 1863, marcada por una fuerte tendencia liberal, acarrea importantes cambios sociales, como: la separación Iglesia-Estado, la separación de poderes públicos, la institucionalización del sufragio universal, la libertad de pensamiento y expresión y, quizá el más importante aporte, reconoce por primera vez la protección de la vida humana, en virtud de la cual el Gobierno central y el de los Estados federales se comprometieron a no decretar en sus leyes la Pena de muerte, disposición que por primera vez en la Historia de Colombia, prohibió su aplicación. En concordancia, al haberse pactado, en la constitución de Río Negro de 1863, el compromiso de no aplicarse en los Estados Federales la Pena capital, el Código Penal de 1873 la excluyó de su regulación legal. 132 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 5. LA PENA DE MUERTE EN LA REPÚBLICA DE COLOMBIA Elegido como presidente el conservador Rafael Núñez, en 1886, Colombia pasa a constituirse bajo el nombre de la República de Colombia, regida por la Constitución de 1886, que -en nombre de Dios- estuvo vigente hasta la expedición de la Constitución nacional de 1991, que, entre sus principales características implementó la remodelación del Estado-Nación, a partir de los ideales antiliberales, con una reconstitución de la antigua alianza entre la moral cristiana y el poder estatal. Así mismo, el Código Penal de 1890, al ceñirse al ámbito de aplicación dispuesto por la Constitución de 1886, cimienta sus bases en la Escuela positivista del Derecho, que circunscribe como fin del Derecho penal la prevención del crimen a partir de una retribución sostenida, acorde con el modelo de Estado autoritario encabezado por el entonces Presidente Rafael Núñez, que estableció la aplicación de la Pena de muerte como un importante elemento de control social, en tanto el Estado se legitimaba para reprimir la criminalidad por medio de las instancias oficiales con miras a garantizar el orden social. Analizar el sistema punitivo de la Republica de Colombia, enmarcado en lo dispuesto por la Constitución de 1886 y el Código penal de 1890, implica contemplarlo como un fenómeno social dentro de un campo de funcionamiento, que reproduce la conciencia colectiva de la nación, hacer respetar las creencias y las prácticas colectivas para recuperar la cohesión social. Respecto al concepto de conciencia colectiva, Durkheim (1987, p. 64) lo define como: El conjunto de las creencias y de los sentimientos comunes al término medio de los miembros de una misma sociedad, constituye un sistema determinado que tiene su vida propia... En efecto, es independiente de las condiciones particulares en que los individuos se encuentran colocados; ellos pasan y ella permanece… Se trata, pues, de cosa muy diferente a las conciencias particulares. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 133 El mismo autor justifica la necesidad del castigo al afirmar que el “no castigar las violaciones a la conciencia colectiva socava la fuerza de la moralidad social y crea el riesgo de deteriorar los cánones morales de los ciudadanos” (citado en Garland, 1999, p. 80), y aquí el Derecho penal, como elemento represivo, reafirma los lazos de solidaridad social, pues la fuerza ofendida por el crimen es la misma que la sociedad rechaza. Sin embargo, durante este periodo se puede afirmar que el restablecimiento de la Pena de muerte, como parte del sistema penal, se instaura como un “mecanismo de la clase gobernante encarnado en una forma legal que intenta disfrazar su contenido de clase” (Garland, 1999, p. 80), donde, al seguir la tradición neomarxista de la Sociología del castigo, se posesiona como un instrumento de dominación, al proteger los derechos de los Conservadores, quienes se encuentran en el poder, así como las estructuras morales y sociales que los sustentan -la protección de la propiedad, la moral cristiana, la reconciliación Iglesia- Estado- que dirigen su aparato de represión contra todos los elementos que pusieran en riesgo estos principios, además de todo rezago de los ideales del Liberalismo que le antecedieron. (Pashukanis, citado en Garland, 1999). En cuanto a la aplicación de la Pena de muerte, la Constitución de 1886 preveía su aplicación: Art. 29. Solo impondrá el legislador la Pena capital para castigar los casos que se definan como los más graves, los siguientes delitos, jurídicamente comprobados: traición a la patria en guerra extranjera, parricidio, asesinato, incendio, asalto en cuadrilla de malhechores, piratería y ciertos delitos militares definidos en la Ley del ejército. En ningún caso podrá aplicarse la Pena capital fuera de los casos en este artículo previstos. Igualmente, el Código penal de 1890 estableció el procedimiento para llevar a cabo la ejecución de los sentenciados, en su articulado: Artículo 48. Los condenados a muerte serán pasados por las armas. Artículo 49. La sentencia de muerte se ejecutará en plaza o lugar público, destinado de antemano al efecto por la autoridad; o en las cárceles, cuando en ellas hubiere un sitio adecuado para que la ejecución sea pública; y en todo caso el tribunal podrá designar el lugar de la ejecución. 134 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Artículo 50. El reo condenado a muerte será conducido al suplicio, vestido de ropa negra, y acompañado del ministro o ministros religiosos que quieran ejercer esta obra de misericordia, del subalterno de la justicia que presida la ejecución, y de la escolta correspondiente. Artículo 51. Al salir de la cárcel y al llegar al patíbulo se publicará un pregón de esta forma: N.N, natural de N, Vecino de N. y reo del delito (tal), ha sido condenado a la pena de muerte, que va a ejecutarse. Si alguno levantara la voz pidiendo gracia, o de cualquiera otra manera ilegal trate de impedirlo, será castigado con arreglo a las leyes. Artículo 52. Ejecutada la sentencia, el ministro del culto que lo haya acompañado al reo, o en su defecto el subalterno de la justicia que haya presidido la ejecución, pronunciará en el mismo lugar una breve oración alusiva al acto. El cadáver del ajusticiado permanecerá expuesto al público por dos horas; y después se entregará a sus parientes si lo reclamaren, con el cargo de sepultarlo sin aparato alguno. Si los parientes no lo reclamaren, podrá darse para que se hagan disecciones anatómicas, o disponerse que sea sepultado sin aparato. Los rituales penales de ejecución no solo buscaban ser un espacio instituido de castigo; sino, a la vez, influir de manera determinante en el imaginario colectivo, como un medio para educar y regular la conducta individual, con la finalidad de mantener un orden moral. Como lo afirma Clifford Geertz (1973): A la vez de “hacer algo” con respecto al control del delito, los rituales penales manipulan las formas simbólicas como un medio para educar y tranquilizar al público. Los símbolos que se invocan en estas ceremonias -al igual que todos los símbolos públicos- “funcionan en situaciones concretas para organizar las percepciones (significados, emociones, conceptos y actitudes)” y, de este modo, perfilan el ethos cultural y la sensibilidad personal. Por ello el castigo ayuda a estructurar nuestro discurso y prácticas habituales para “acusar”, “culpar” y reflexionar acerca del crimen. Proporciona una guía moral, patrones de discernimiento y un lenguaje condenatorio con profundas repercusiones (citado en Garland, 1999, p. 89). Con ello como parte fundamental de la justicia penal, los rituales de ejecución, al ser acontecimientos sociales específicos, por un lado establecen un marco de referencia para la expresión y la reafirmación de la conciencia colectiva, al proporcionar un contexto adecuado para la expresión y la DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 135 liberación del sentimiento popular, según Durkheim (1987). Sin embargo, esta interpretación del querer de la conciencia colectiva radica en quien detenta el poder y puede, en ocasiones, contrariar lo que el pueblo realmente quiere. Por consiguiente, como lo afirma Foucault en lo referido al ritual público de ejecución: En el castigo-espectáculo, un horror confuso brotaba del cadalso, horror que envolvía a la vez al verdugo y al condenado, y que si bien estaba siempre dispuesto a convertir en compasión o en admiración la vergüenza infligida al supliciado, convertía regularmente en infamia la violencia legal del verdugo. (2002, p. 12) Los rituales no solo expresan emociones: se constituyen en un espacio donde, además del sacerdote, el verdugo y el condenado, se ubica a los espectadores -el pueblo, llamado a ser “el público” de la ejecución del condenado- puesto que, mediante la manipulación de su emoción, se justifica que el reo ejecutado cometió un delito en contra de los intereses de la conciencia colectiva y merece que lo castigasen; en efecto, el público no se involucra de manera directa en la administración del castigo, sino forma el auditorio al que se dirigen los rituales penales de ejecución. Por otro lado, si bien, en la legislación colombiana, el reo condenado a muerte podía apelar, en primera instancia, ante el Tribunal Superior del Circuito, con posterior recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia, si perdía la primera instancia antes de su pedido de clemencia ante el presidente de la república. Solo en excepcionales ocasiones el Presidente de la república conmutó la Pena de muerte, por la Pena máxima de 20 años de prisión. Las circunstancias para otorgar el indulto variaban de acuerdo a la disposición del jefe de Estado, sin dejar de lado, en cada caso en particular, las relaciones sociales y la posición social del condenado, la presión de altos personajes de la Iglesia o el gobierno y su filiación política, por lo que la “gracia presidencial” fue uno de los procedimientos duramente criticados durante la aplicación de la Pena de muerte en Colombia, en tanto se planteó que ese derecho de los condenados se había utilizado mal al beneficiar sólo a los delincuentes de alta posición social o de la clase dominante. Por consiguiente, al seguir a Garland: “Estos favores asociaban la justicia criminal con una extensa red de influencia y respeto, y conferían 136 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO a la elite local el poder de manipular los mecanismos de la Ley.” (Garland, 1999, p. 148) De la misma manera como el Derecho en general y el Derecho penal en particular se transforma, evoluciona en la sociedad su concepción frente al sentido y el significado del ritual del castigo, pues para el siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, cuando la Pena de muerte se aplica en la República de Colombia, los ideales de la Ilustración, el concepto de ciudadanía y el empoderamiento de los derechos forma parte de una nueva concepción de ciudadano sujeto de derechos. A pesar de la lentitud con que el Derecho penal se transforma, en comparación con las costumbres y los cambios sociales, el siglo XIX le trajo consigo importantes modificaciones, entre estas la desaparición de los suplicios, puesto que “El castigo ha cesado poco a poco de ser teatro. Y todo lo que podía llevar consigo de espectáculo se encontrará en adelante afectado de un índice negativo” (Foucault, 2002). Es indudable que, en Colombia, la creciente censura social frente a todo lo que implicaba el ritual sangriento de la ejecución pública, ya que en repetidas ocasiones las poblaciones quedaban abandonadas, pues sus pobladores partían para no presenciar el ritual del fusilamiento, esta espontánea, pero sistemática, censura social fue un factor determinante en la medida en que “flaqueaba la relación público-reo-espectáculo. La ceremonia se quedaba sin público, perdiendo su valor intimidatorio” (Aguilera Peña, 1991), lo que influyó de manera determinante en la conciencia nacional que impulsó la posterior abolición de la Pena de muerte. Pues bien, ante el sentimiento social que emerge entre la población nacional respecto a la aplicación arbitraria, por parte del gobierno, de la Pena de muerte, al seguir a Garland: Los sentimientos sociales forman el “clima de opinión” o mentalidad en la que operan las instituciones penales -son un contexto estructurante… Los sentimientos se suscitan y se evocan, se adiestran y organizan por las mismas prácticas institucionales a las que apoyan. (1999, p. 88) No obstante, a pesar de las duras críticas hacia la aplicación de la Pena de muerte en Colombia, se mantuvo vigente, contra todo tipo de argumentos, hasta el año 1910, cuando, mediante el Acto legislativo 03, DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 137 del 31 de octubre, la Asamblea Nacional abrogó la Pena de muerte del sistema punitivo colombiano, al modificar el Artículo 29 de la Constitución Nacional de 1886 y establecer que “el legislador no podrá imponer la Pena capital en ningún caso”, lo que prohíbe de esta manera la aplicación legal de esta pena en Colombia, medida que subsiste hasta nuestros días en el marco del ordenamiento jurídico colombiano. En efecto, mediante este Acto legislativo, en la República de Colombia “ha desaparecido el cuerpo supliciado, descuartizado, amputado, marcado simbólicamente en el rostro o en el hombro, expuesto vivo o muerto, ofrecido en espectáculo. Ha desaparecido el cuerpo como blanco mayor de la represión penal.” (Foucault, 2002, p. 10) Sin embargo, pese a la prohibición constitucional de 1910, en la República de Colombia, se han suscitado varios intentos de reforma, que han pretendido el restablecimiento de la Pena de muerte en el ordenamiento jurídico nacional. Durante los años posteriores a la abolición legal de la Pena capital, las propuestas iniciales que propendían por su restablecimiento intentaron generar en la sociedad una alarma social, ante el incremento de la criminalidad, y una situación defensiva para no dejar que se desmoronase un orden social amenazado por nuevos signos de cambio. A continuación, cuando a Colombia la azotó la violencia partidista - durante las décadas de 1950 y 1960 - algunos consideraron que la Pena de muerte podía ser una alternativa para la pacificación del país, lo que se justificaba en la necesidad del restablecimiento de esta pena a la hora de sancionar las conductas más graves de la violencia organizada y los sangrientos crímenes colectivos. Entrada la década 1970 -y antes de la entrada en vigencia de la Constitución Nacional de 1991- con el surgimiento de nuevas expresiones de conflicto social, tales como la lucha guerrillera, las delincuenciales acciones del narcotráfico, el establecimiento de los nuevos aparatos paramilitares y el creciente incremento del delito del secuestro, que ha afectado básicamente a sectores sociales con apreciables recursos económicos o a miembros de las élites políticas, se ha buscado el restablecimiento de la Pena de muerte, para castigar a sus responsables. Finalmente, con la entrada en vigencia de la Constitución Política de Colombia de 1991, la Pena de muerte, en el marco del modelo de Estado Social de Derecho, vigente hoy, debe analizarse bajo la protección especial que posee la vida, al tomarla no solo como un derecho, además de un valor y principio dentro del ordenamiento jurídico, que incluye deberes tanto para el Estado 138 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO como para los particulares para garantizar su pleno goce y disfrute, con el establecimiento, además taxativamente, en su Artículo 11, de que: “El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte” (Artículo 11, Constitución Política de Colombia, 1991). No se han presentado intentos formales de reforma que propendan por el restablecimiento de la pena Capital en Colombia. 6. CONCLUSIONES El estudio sobre la Pena de muerte como castigo implica trascender la esfera meramente doctrinal, al convertirse en una realidad, una pena que aún existe en la realidad social de algunos Estados del mundo y que cuenta, como cualquier otra pena, con una regulación jurídica y un entramado de significados con particularidades específicas que merecen abordarse. A través de la Historia, es posible observar que la Pena de muerte ha representado la forma más violenta de reprimir conductas inadmisibles para el grupo social y, luego, para el Estado, pues, en la actualidad, radica en el poder del Estado la titularidad de su aplicación, de conformidad con un marco normativo, superior a la voluntad de los dioses o del soberano. En el caso particular de Colombia, se puede entrever que la Pena de muerte estuvo vigente en todas las Constituciones nacionales, excepto la de 1863 y la de 1991, lo que denota que Colombia es un país con una larga tradición a favor de esta pena. La aplicación de la Pena de muerte durante los años de 1886 a 1910, en la República de Colombia, estuvo íntimamente ligada con una “red de influencia y respeto, y conferían a la elite local el poder de manipular los mecanismos de la ley”. (Garland, 1999, p. 148) y, en igual sentido, preservar los privilegios de la clase gobernante. Es indudable que, en Colombia, la creciente censura social, frente a todo lo que implicaba el ritual sangriento de la ejecución pública, influyó de manera determinante en la conciencia nacional, que impulso su posterior abolición. Contrario a los múltiples intentos de reforma que hasta ahora se han suscitado en la búsqueda del restablecimiento de la pena de muerte en Colombia, su abolición constitucional, con el Acto legislativo 03 de 1910, aún subsiste en el marco del ordenamiento jurídico colombiano. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 139 REFERENCIAS Aguilera Peña, M. (1991). 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Semestre 2015 Enero - Julio / Páginas 142-166 PROCESO ASOCIATIVO DE AGROSOLIDARIA: UNA EXPERIENCIA DE RELEVO GENERACIONAL EN EL MUNICIPIO DE CHACHAGÜÍ (NARIÑO)1 Andrés Guillermo Romero López2 Recibido: 21/10/14 Aprobado: 26/02/15 RESUMEN Este texto reflexiona alrededor de un proceso vivencial, a partir de la investigación cualitativa, con un método histórico hermenéutico, con utilización de técnicas, como la entrevista y observación participativa, con las cuales se recogen las experiencias y acciones adelantadas por el proceso del grupo ecológico Vida Verde, desde sus inicios en 1990 hasta 2008, cuando se consolida la asociación Agrosolidaria, en el Municipio de Chachagüí, en la zona centro de Nariño, al suroccidente colombiano. El trabajo se realizó al tener en cuenta la problemática rural en la que está inmersa la población joven, por lo que Agrosolidaria se presenta como una propuesta de actoría social, y su consolidación como una 1 El artículo se origina en la reflexión realizada alrededor de la intervención comunitaria realizada con el propósito de reconstruir históricamente el proceso ambiental y comunitario, adelantado en el Municipio de Chachagüí, Departamento de Nariño. 2 Estudiante del Programa de Sociología de la Universidad de Nariño y participante del diplomado de Intervención Social, del Departamento de Sociología de la misma Universidad. Director Ejecutivo de Agrosolidaria Federación Nariño. Contacto: andresromelopez@gmail.com. 142 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO asociación de familias agricultoras y prosumidoras3, por lo cual se parte de unas definiciones de juventud, ruralidad, desarrollo sostenible, agricultura familiar y economía solidaria. Los jóvenes que promueven estas primeras acciones ambientales lograron incidir social y políticamente en el contexto local, para despertar el interés por los bienes públicos, como son las cuencas hidrográficas, con acciones educativas, y lograron trascender de un grupo ecológico a una asociación legalmente constituida, que continúa con el proceso de relevo generacional, ahora ya en contextos agroalimentarios y de economía solidaria. Palabras claves: actoría social y ambiental, agricultura familiar y economía solidaria. AGROSOLIDARIA ASSOCIATION OF PROCESS: AN EXPERIENCE OF RELIEF GENERATION IN THE MUNICIPALITY OF CHACHAGUI (NARIÑO) ABSTRACT This text is to think about an experiential process from qualitative research, with a hermeneutic historical method, using techniques, such as interviews and participant observation with which the experiences and actions taken are collected by the process of environmental group Green Life since its inception in 1990 until 2008, when the association Agrosolidaria consolidates Chachagüí Municipality, in Nariño downtown area, Southwestern of Colombian country. The work was done considering rural issues in which young people are immersed, where Agrosolidaria is presented as a proposal for social actors, and its consolidation as an association of farm families and prosumers, for which it is part of a definition Youth, rurality, sustainable development, family agriculture and solidarity economy. Young people who promote these first environmental actions, social influence and politically achieved in the local context, 3 El término prosumidor aparece por primera vez en el libro La Tercera Ola, de Alvin Toffler, y es fruto de la unión de los términos “Productor” y “Consumidor”. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 143 to arouse interest in public goods such as watershed with educational activities, and manage to transcend an ecological group to a legally constituted association, who continue with the process of generational change, now in agribusiness and solidarity economy contexts. Keywords: family agriculture, supportive economy, social and environmental actors. INTRODUCCIÓN Colombia, desde 1948, sufre un proceso de violencia interna, que se ha focalizado principalmente en zonas rurales, factor que, junto a la pobreza y el aislamiento, ha ocasionado un éxodo constante de la juventud rural que, por falta de oportunidades, ingresa a los grupos armados regulares e irregulares, situación que agudiza los cordones de pobreza rural y urbana en las medianas y grandes ciudades. En consecuencia, surge la pregunta: ¿Cómo la estrategia de los herederos agrosolidarios permite la pervivencia de la agricultura familiar y la participación paulatina de niñas, niños y jóvenes en la sostenibilidad socioeconómica de las familias integradas a Agrosolidaria Chachagüí? Si bien el componente de actoría social, que se pretende analizar en este artículo, desde la vivencia de un grupo social, como el grupo ecológico Vida Verde4 y su transformación social y política en una organización no gubernamental, en la que se incluyen temáticas como la agricultura familiar y la economía solidaria como nuevos enfoques de trabajo se vinculan estrechamente a temáticas de juventud, se plantean aspectos técnicos relacionados con el accionar ambiental, las redes organizacionales que contribuyen a la consolidación de Agrosolidaria Chachagüí. La importancia de este artículo radica en que se avanza en la sistematización de un proceso ambiental, social y de economía solidaria en la región, donde se carece de estudios de tipo cualitativo y de enfoque socio-organizacional; además, no se ha realizado la debida reflexión, análisis e interpretación a las acciones emprendidas por el grupo ecológico Vida Verde desde 1990 hasta 4 Grupo Ecológico fundado en el año de 1990, en el entonces Colegio Nacionalizado de Chachagúí, que acompaña las acciones ambientales en la Reserva Natural Bosque El Común. 144 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO la actualidad, tiempo en el que Agrosolidaria Chachagüí construye escenarios de participación ciudadana, orientados a la sostenibilidad económica de las familias integradas; sirve, también, como referente a las distintas organizaciones, inmersas en el sector agroalimentario, que pueden encontrar, en esta experiencia, elementos comunes, de orientación y reflexión para las diversas iniciativas asociativas que surgen en el campo colombiano. El objetivo de este trabajo es interpretar los procesos de actoría social, inmersos en un sistema económico excluyente, y cómo desde Agrosolidaria Chachagüí se avanza en la búsqueda de nuevos espacios de participación, políticos y económicos, para convertirse en una alternativa socio-organizacional que aporta al desarrollo local y regional. Este artículo, en primer lugar, realiza un acercamiento conceptual al tema de juventud, con énfasis en: actores sociales, jóvenes y ambientes, al adentrarse a la reconstrucción histórica del surgimiento de los herederos como movimiento ambiental; en segundo lugar, aborda el tema desde el concepto de agricultura familiar y economía solidaria, como los nuevos espacios de trabajo en los que se incluyen los herederos del grupo ecológico Vida Verde, al pasar de un activismo ecológico a la consolidación de una organización no gubernamental; en seguida, se realiza una descripción sobre los avances, aciertos y dificultades a los que se enfretna Agrosolidaria Chachagüí en temas de economía solidaria, a través de los eco-mercados, las finanzas comunitarias, la producción y comercialización de café y la estrategia de los herederos agrosolidarios. Finalmente, se presenta un análisis del proceso social, donde se exponen los resultados obtenidos a partir del proceso metodológico, donde los jóvenes, como actores sociales, han formado parte y son la esencia del complemento intergeneracional que garantizan la sostenibilidad de Agrosolidaria en el tiempo. 1. APROXIMACIÓN A LA JUVENTUD DESDE DIFERENTES PERSPECTIVAS TEÓRICO-CONCEPTUALES Desde la mirada latinoamericana, el tema de juventud se ha relegado y muy poco observado; se remite a una transversalidad teórica y, en muchos casos, solo se refieren a la juventud como paso hacia la vida adulta y como riesgo DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 145 social. Al respecto, el estudio de la Gobernación de Nariño (2013) sobre la política pública de adolescencia y juventud reconoce la estigmatización y la noción de joven como problema social, como una amenaza que se debe corregir: “La preponderancia mediática de estigmatizar a las y los adolescentes y jóvenes como problemas sociales, perjudica ostensiblemente la labor de fomentar una lógica de promoción juvenil integral.” (p. 23) Este breve análisis sobre la condición de los jóvenes como riesgo social, excluidos, sumados al desempleo, la falta de oportunidades, la deserción escolar y la vida conflictiva socioemocional a la que se enfrentan, muestra una cruda realidad, en escenarios urbanos donde la violencia se asocia a pandillas, el consumo de sustancias sicoactivas, la delincuencia y, en las zonas rurales, el panorama es desalentador; así lo refiere López (2010): Estas imágenes excluyen a amplios sectores de la población juvenil, entre los que se encuentran los conformados por los jóvenes habitantes de la alta montaña (…) en la zona andina colombiana, a quienes se concibe carentes, ignorantes y vulnerables, proclives a la vinculación a grupos terroristas, guerrilleros, paramilitares o narcotraficantes, o a la migración campo-ciudad. En todos los casos se les identifica como jóvenes problemáticos, a los que es necesario focalizar, normalizar o controlar. (pp. 191-192) En teoría, se está frente al tema de juventud desde miradas normativas referentes a sus derechos; así lo manifiesta la Constitución Nacional, en los Artículos 44 y 45, que mencionan la prevalencia de los derechos del niño; donde se establece, además, el deber de protegerlos integralmente y la corresponsabilidad existente entre el Estado, la sociedad y la familia. Desde el punto de vista normativo, se pretende dar cumplimiento a este postulado través de la Ley de la Juventud, del Congreso de la República, (2013): Para efectos de la presente ley se entenderá como Joven a toda persona entre 14 y 28 años cumplidos en proceso de consolidación de su autonomía intelectual, física, moral, económica, social y cultural, que hace parte de una comunidad política y, en ese sentido, ejerce su ciudadanía. (…). Es, además, un momento vital donde se están consolidando las capacidades físicas, intelectuales y morales. (p. 3) 146 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Sobre el tema, la Presidencia de la República, en su Programa Nacional Colombia Joven (2001), define las políticas públicas de adolescencia y juventud como estrategias y objetivos que reconocen los derechos y deberes; además, se reafirma sus identidades y “busca crear condiciones para que las y los jóvenes participen en la vida social, económica, cultural y democrática y, por ende, en la construcción de un nuevo país.” (p. 3) Al considerar a esta población dentro de las preocupaciones y agendas de todos los países y en los contextos regionales y municipales, trasciende la objetividad de concebirlos como actores inmersos en problemas de diversa índole y también como “sujetos de derechos”; de esta manera se sustenta en la Gobernación de Nariño (2013), que reconoce “sus particularidades y especificidades, valorar sus necesidades, intereses, percepciones y potencialidades como agentes y protagonistas de su propio cambio.” (p. 23) Este vistazo rápido sobre la categorización de la juventud, desde miradas de riesgo social y normativas, da un análisis muy breve sobre el concepto de juventud; además, se debe asumir esta categoría desde un concepto social, como lo argumenta Croce (2010): Al hacer referencia a Actoría Social Juvenil es hablar de incidencia. Porque el actor social se define justamente por ser aquel “que tiene capacidad de incidir”. Dicho de otra manera, la capacidad de incidir determina la condición de ser actor social. Por ello, trabajar en clave de ASJ5 es trabajar para posibilitar que un grupo de jóvenes construya su capacidad real de incidencia social. (p. 7) Uno de los aspectos, al que se pretende dar más relevancia, es el de los jóvenes como actores sociales o, como se ha definido: actoría social juvenil, que se co-relacionado plenamente con las acciones y dinámicas de transformación social y política de los herederos agrosolidarios en Chachagüí, quienes han mostrado participación y compromiso en aspectos ambientales que han incidido en la transformación social de esta región. En este orden de ideas, y al seguir las concepciones propuestas por Touraine, recogidas por López (2010), en que se muestran unas particularidades esenciales y condicionamientos del joven rural de la zona 5 ASJ: Actoría Social Juvenil. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 147 andina colombiana, que lo determinan como actor social, se ahondará en la experiencia de los jóvenes herederos, que trascienden de un proyecto ambiental, legítimamente reconocidos como actores sociales en la región: Son tres las condiciones para que los jóvenes se configuren como actores de su propia vida y como actores sociales: a) tener objetivos personales, condición que proporciona la familia como espacio de protección, seguridad e iniciativa que permite a los jóvenes obviar la dificultad de “la transformación de deseos oníricos en proyectos realistas”; b) tener capacidad de comunicación con los demás o capacidad de expresar lo que percibe en sí mismo y en los otros, condición que se logra por medio del lenguaje e información que suministra la escuela durante el estudio y que le permite al joven “conocer el campo social en el que se va actuar”, y c) tener conciencia ciudadana o capacidad de diálogo y participación activa y efectiva, condición que se logra cuando el joven percibe que sus decisiones y acciones. (p. 195) La estrategia relevo generacional se ha podido mantener y ha dinamizado algunos cambios sociales y organizacionales en que, de acuerdo con Brito (1996): “los jóvenes pueden ser vistos desde una mentalidad social con un enfoque moderno, orientado hacia el futuro; la situación del concepto de juventud se orienta hacia una alta valoración, con posibilidades de entendimiento intergeneracional. La juventud como motor del cambio; juventud con expectativas de participación.” (p. 16) El tema de juventud, asumido desde el ámbito rural, se ha abordado, con algunos vacíos conceptuales, y la Sociología rural lo menciona desde un enfoque identitario; y continúa la percepción de la juventud como la promesa del futuro; así lo menciona Cangas (2003): Esta imposición identitaria no fundamentada, en la mayoría de los casos es además sesgada, en la medida en que se reconoce sólo “parcialmente la identidad joven rural”, (como mucha de la teorización juvenil urbana), cada vez que perciben a las juventudes rurales no como actores en sí, sino como “promesas”; como futuros adultos campesinos que asegurarán la continuidad de sus “estilos de vida”. (p. 158) Al respecto, Fals Borda (2000) concibe lo rural como “bio-espacio”, el lugar donde cotidianamente se vive e interactúa; se expresa la vida colectiva en su cotidianidad: la relación territorio-población-servicios es fundamental, y de 148 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO esto depende la convivencia, la prosperidad y la paz ciudadana, además del buen manejo que se dé a los recursos financieros que reciba. (p. 9) La juventud, desde los espacios ambientales, como sociedad civil ha intervenido en diversos movimientos sociales y ecológicos y ha puesto de manifiesto la crisis ambiental, el intensivo deterioro y aprovechamiento de los recursos naturales, limitados y de una fragilidad evidente. Acuña (2007) señala: La situación social, cultural y política que experimentaba la sociedad a finales de los años 1960 y comienzos de los años 1970, creó las condiciones para el surgimiento de movimientos sociales en diferentes partes del mundo. Uno de los más sobresalientes fue el movimiento ecologista, que más tarde daría origen a muchos de los Partidos verdes de los países desarrollados y a luchas ambientales poco institucionalizadas en los países del Tercer mundo. Colombia no fue ajena a estos procesos de acción colectiva y movilización social. (p. 46) Esta nueva forma de relacionamiento del ser humano con la naturaleza se denomina desarrollo sustentable, que introduce, además, una noción de responsabilidad intergeneracional a la hora de tomar decisiones sobre la naturaleza y sobre las generaciones futuras; al respecto, en el tema ambiental, la Organización de las Naciones Unidas (2012) expresa: La sostenibilidad es un paradigma para pensar en un futuro en el cual las consideraciones ambientales, sociales y económicas se equilibran en la búsqueda del desarrollo y de una mejor calidad de vida. Estos tres ámbitos –la sociedad, el medio ambiente y la economía– están entrelazados (…) El paradigma de la sostenibilidad constituye un cambio importante desde el paradigma anterior del desarrollo económico, con sus nefastas consecuencias sociales y ambientales, que hasta hace poco tiempo eran consideradas como inevitables y aceptables. (p. 5) Articulados a los movimientos ambientales globales en Colombia, surgen las Reservas Naturales de la Sociedad Civil6, impulsadas por movilizaciones 6 Se denomina Reserva Natural de la Sociedad Civil la parte o el todo del área de un inmueble que conserve una muestra de un ecosistema natural y se maneje bajo los principios de la sustentabilidad en el uso de los recursos naturales. Se excluyen las áreas en que se exploten industrialmente recursos maderables; se admite solo la explotación maderera de uso doméstico y siempre dentro de parámetros de sustentabilidad. (Artículos 109 y 110 de la ley 99 de 1993). DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 149 ciudadanas, para la conservación del patrimonio natural, en las que los actores sociales, como en Chachagüí, inciden en su conformación a partir de sus acciones locales, de redes y de la acción política a nivel nacional. En Colombia, y en algunas regiones de sur y centro América, se consolidaron redes de protección y preservación de muestras eco-sistémicas; en el caso del Departamento de Nariño, a finales de los ochenta se da inicio a la Red de Reservas Naturales de la Cocha7, iniciativa social y de conservación dirigida por la Asociación para el desarrollo Campesino (ADC)8, líder en la región en este tipo de iniciativas. En el país, a principios de los noventas, en una gran asamblea que se efectúa en Chachagüí, en el año 1991, se constituye la Red Nacional de Reservas Naturales de la Sociedad Civil de Colombia (Resnatur)9, que integra áreas protegidas y ha servido de escuela y de encuentro para diversidad de organizaciones ambientales, agroalimentarias y comunitarias; al respecto, Palomino (2001) se refiere a esta organización como una red modelo en procesos de conservación y educación ambiental en Colombia: Todos esos recuerdos sin tiempos, se concretan en la Reserva Bosque del Común, en donde se dieron cita los militantes de la Red de Reservas de la Sociedad Civil, para cumplir con el mandato de la Asamblea de Constitución. Y, en Chachagüí, la Red se hizo cómplice de la apropiación y conservación del Bosque del Común, un bello robledal, cuya propiedad se perdió en algún folio del laberinto burocrático, y bajo la figura de propiedad comunal iba hacia la destrucción total, cuando fue salvado por Edgar Martínez y sus muchachos del Colegio Nacional de Chachagüí, quienes lo tienen en comodato, hasta el próximo siglo, en un rápido proceso de recuperación y expansión. (p. 64) La integración de las Reservas Naturales de Chachagüí con la Red Nacional de Reservas Naturales permitió incorporar, desde esta organización, a las 7 La laguna de la Cocha, también llamada Lago Guamuez, es un gran embalse natural de origen glacial, situado en el Corregimiento El Encano del Municipio de Pasto, Departamento de Nariño, al sur occidente de Colombia. 8 ONG Ambiental y de desarrollo comunitario, que surge en los años 80, para la protección y preservación de los recursos naturales en inmediaciones de la Laguna de La Cocha, situada a 28 km de la ciudad de Pasto, declarada área Ramsar. 9 Asociación de Red Colombiana de Reservas Naturales de la Sociedad Civil, Organización no gubernamental y sin ánimo de lucro, de carácter nacional – sigla Resnatur. 150 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO hijas e hijos de los socios en una estrategia de relevo generacional, con el fin de que los espacios de conservación natural y el tejido social construido los conservaran las generaciones futuras, con un uso responsable y la comprensión de que “La tierra que habitamos es un préstamo de las futuras generaciones”, lema que se interiorizó en el grupo ecológico Vida verde del municipio de Chachagüí; al respecto, continúa diciendo el autor antecitado con respecto a los herederos: Resnatur establece su Programa de Herederos del Planeta pensando en los valores y en la construcción de una nueva cultura, donde el respeto a todas las formas de vida sea una herramienta cotidiana de convivencia y considerando que los relevos generacionales deben asumir, desde su vivencia, una perspectiva ética donde lo ambiental y lo social son variables para un desarrollo con equidad. Pretende, a través de la interrelación entre la capacitación, la comunicación, la investigación y la recreación, proporcionar un ambiente de motivación para la conservación del medio que los rodea. (p. 4) El programa Herederos del planeta, como iniciativa de niñez y juventud, surge en 1990, y es la suma de objetivos y sueños de diversos grupos locales de Herederos del país, entre ellos el grupo ambiental Vida Verde de Chachagüí; el objetivo general de este grupo es contribuir a la consolidación de los Herederos del planeta como un movimiento ambiental coherente con los principios de la Red de Reservas Naturales. Dentro de los reconocimientos obtenidos por los Herederos del planeta están: Premio “GLOBAL 500”, reconocido por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), en 1996; en el año 2000 recibieron el galardón Certificado 2000, al Programa Herederos del Planeta, como Guardianes de la Tierra, otorgado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF); estos reconocimientos se entregaron a los Herederos del planeta Vida Verde de Chachagüí; integrados a la Asociación Red Colombiana de Reservas Naturales de la Sociedad Civil; igualmente, a través de la Asociación El Común, organización no gubernamental, que se conforma para la conservación de la Reserva Natural Bosque El Común; se reciben varios premios a nivel regional, que reconocen y fortalecen el proceso ambiental de Chachagüí . DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 151 En el marco de estos antecedentes, surge, en el año 2008, el proceso Agrosolidaria en el Municipio de Chachagüí, luego de 18 años de trabajo ambiental y desarrollo comunitario. La reconstrucción de los orígenes de este proceso socioorganizacional se remonta las primeras acciones ambientales que se realizan desde el entonces Colegio Nacionalizado de Chachagüí, donde uno de los primeros gestores es el profesor Edgar Martínez que, al respecto, menciona: Aquí hay mucha gente que ha trabajado; encuentro que, en los orígenes, al profesor Chepe, José Antidio Rodríguez, un valor de aquí de Chachagüí: él ya falleció. Otra persona importante es el profesor Eduardo Sánchez Caicedo, quien también se murió; los libros que él escribió, pues él, en gran parte, se inspiró en las acciones nuestras; (…) esas personas toca mencionarlas como raíces en este proceso. Es difícil que, en esta sociedad, haya gente que diga: Bueno, me le pego a este cuento que no es mío y voy a luchar por esto; entonces, lo chévere de este proceso ya es la cuestión de apropiación de familias. (Testimonio, 2014) En el año de 1987, sucede en Chachagüí un hecho sin precedentes en la historia de este municipio: una comunidad educativa se toma un área baldía, que venía siendo explotada en madera y carbón por los campesinos locales; al respecto, las sociólogas Rodríguez & Tautas (2004) mencionan, en su monografía sobre la Reserva Natural Bosque El Común, que: Los primeros artículos hacen referencia a la gestión realizada por los docentes Edgar Martínez y Alfonso López, quienes lograron que, en el año de 1987, el Concejo de la ciudad de San Juan de Pasto, mediante Acuerdo No 34, le cediera en comodato el bosque conocido como “El Común” al Colegio Nacionalizado de Chachagüí, para que lo administrara con el fin de consolidarlo como Reserva ecológica y un Laboratorio natural, en donde se integren los conocimientos que poseen los habitantes de la región con los avances de la ciencia y tecnología. CORPONARIÑO se integra con el programa y adquiere 10 hectáreas de terreno, que fueron entregadas al colegio para su manejo. De igual manera, la Corporación Forestal de Nariño (CORFONAR), se interesa en contribuir en este proyecto adquiriendo dos hectáreas de tierra para ampliar la Reserva ecológica. (p. 29) Aquí se ve cómo un proceso ambiental, que actúa interdependientemente con diversas redes, surge de iniciativas de conservación a partir de la 152 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO consolidación de una Reserva natural, en 1987; posteriormente, en 1992, con la integración a la Red de Reservas Naturales y la conformación del programa Herederos del planeta, repercute en acciones ambientales lideradas por niños y jóvenes de Chachagüí, que promueven una forma de participación-acción, galardonada con reconocimientos a nivel regional, nacional e internacional. Al respecto, Juan P. Pinta, un heredero que creció en el proceso y fundador del Grupo de Herederos del planeta Vida Verde, comenta: Más que todo hacíamos actividades dentro del colegio y con las caminatas que nos pegábamos al Común, con las subidas en Land Rover10, a ese hay que sacarle una foto, pues es parte de la historia, es patrimonio del proceso ambiental en Chachagüí. Dentro de El Común, el profe era el que lideraba el programa a partir de las caminatas que se programaban periódicamente al Común, unos actos culturales, y el profe Martínez era básicamente el encargado de eso, del relacionamiento con la Red de Reservas Naturales de la Sociedad Civil, con Corponariño11, con la ADC y ahí estábamos nosotros, el grupo ecológico, apoyando y acompañando. (Testimonio, 2014) Posteriormente, en el año 2008, después de 18 años de activismo ambiental por parte de los Herederos de Chachagüí, y cuando los roles de liderazgo se han rotado y al afianzar los lazos de amistad, algunos de los jóvenes que crecen en este proceso tienen la oportunidad de estudiar carreras universitarias en áreas como sociología, biología y geografía y asumen nuevos retos, para que avancen hacia la construcción de dinámicas que no solo repercutan en el mejoramiento de su calidad de vida, sino, también, de la comunidad; al respecto, Juan Pablo Pinta continúa diciendo: De cierta manera, ahora nos vemos como en ese papel que hacía el profesor Martínez antes, que es el de estar interactuando con las organiza- 10 Vehículo de tracción de dos ruedas, adquirido en una convocatoria al Fondo mundial para la naturaleza (WWF). 11 La Corporación Autónoma Regional de Nariño-Corponariño es un ente corporativo de carácter público, creado por la ley, integrado por entidades territoriales que, por sus características, constituyen geográficamente un mismo ecosistema o conforman una unidad geopolítica, biogeográfica o hidrogeográfica, dotado de autonomía administrativa y financiera, patrimonio propio y personería jurídica, encargado por la ley de administrar, dentro del área de su jurisdicción, el medio ambiente y los recursos naturales renovables y propender por su desarrollo sostenible, de conformidad con las disposiciones legales y las políticas del Ministerio del Medio Ambiente (Ley 99 de 1993, Art. 23). DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 153 ciones, estar pendiente de las Reservas; también estar pendiente con los campesinos, que viven en la zona de influencia, generando propuestas para estas zonas, y haciendo como toda esa parte social y, también, pues también tratando de incidir en el territorio; pienso que es fundamental tratar de participar en los procesos políticos, de decisión; pienso que eso ha sido muy importante (…) y el proceso está pidiendo que avancemos hacia nuevos escenarios, porque las condiciones de vida hoy son distintas; estamos prontos a salir de la Universidad y tanto Andrés como yo ya tenemos hijos y, la verdad, es que no hay muchas oportunidades para nosotros como jóvenes. (Testimonio, 2014) Aquí se ve una situación que surge en la primera generación de Herederos , quienes han crecido y precisamente la situación económica y la ausencia de escenarios favorables lleva a pensar en nuevos escenarios; esta búsqueda de identidad, de espacios laborales de afianzar un proyecto de vida, promueve la integración a Agrosolidaria en la región. 12 2. AGRICULTURA FAMILIAR Y ECONOMÍA SOLIDARIA Como se observa, las temáticas de juventud, actoría social y ambiental son las categorías teóricas en las que se desarrollan los Herederos del planeta Vida Verde; luego de interactuar en escenarios ambientales, de desarrollo comunitario y de interdependencia con redes nacionales, se integran a otras dinámicas, redes y espacios agroalimentarios; trascienden de Grupo ecológico a una Asociación agroalimentaria legalmente constituida, donde los enfoques ambientales continúan siendo su bandera de trabajo, pero ahora con incorporación de nuevos enfoques, como es el de agricultura familiar y la economía solidaria y aquí se abre paso Agrosolidaria. Los orígenes de Agrosolidaria están en el Departamento de Boyacá en 1994, que coinciden con la realidad social, económica y ambiental por la que atraviesan muchas regiones rurales, donde Nariño no es la excepción: por un lado, el paulatino deterioro de los recursos naturales, sumado a la baja 12 Se ha denominado Primera generación de Herederos, a los jóvenes y niños que fundaron el grupo ecológico en 1990. 154 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO oferta de oportunidades y alternativas eficaces para enfrentar estos problemas, se asocian, por el otro, a la no tenencia de tierra y a necesidades básicas insatisfechas. La economía agrícola familiar en Colombia es precaria; carece de la presencia institucional por parte de los gobiernos de turno, lo que provoca una estampida social de grupos poblacionales a zonas productoras de estupefacientes, que atenúa el fenómeno de desplazamiento, lo que lleva a las generaciones jóvenes a la adopción de nuevas formas de ver la vida: la cultura de la coca y el dinero fácil, que inciden para que no exista pertenencia e identidad propia, con deterioro de los tejidos sociales de los núcleos familiares. Se reconoce como fundamental y urgente proteger y fomentar la Agricultura Familiar, que prioriza la producción de alimentos para la misma familia, los vecinos, con oferta de alimentos saludables y prácticas agrícolas sanas; al respecto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) (2014) habla de la importancia de la agricultura familiar y decretó el 2014 como el Año internacional de la Agricultura familiar: La Agricultura Familiar (incluyendo todas las actividades agrícolas basadas en la familia) es una forma de organizar la agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, acuicultura y pastoreo, que es administrada y operada por una familia y, sobre todo, que depende preponderantemente del trabajo familiar, tanto de mujeres como hombres. La familia y la granja están vinculados, co-evolucionan y combinan funciones económicas, ambientales, sociales y culturales. (p. 26) En esta crisis de la ruralidad, surge Agrosolidaria, concebida como un camino de construcción de nuevos enfoques, a través de decisiones autónomas que toman las organizaciones y personas, que se juntan de forma alternativa, contextualizadas en realidades presentes, que pasan de hacer “economía solitaria” solas, individualizadas, a verse juntas, integradas desde sus diferencias y potencialidades para desarrollar una “economía solidaria”. Al hablar sobre este concepto, se plantean dos postulados, en los que puede haber ambigüedades en su comprensión; Razeto (1993) señala: La separación entre la economía y la solidaridad radica en el contenido que suele darse a ambas nociones. Cuando hablamos de economía DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 155 nos referimos espontáneamente a la utilidad, la escasez, los intereses, la propiedad, las necesidades, la competencia, el conflicto, la ganancia. Y aunque no son ajenas al discurso económico, las referencias a la ética, los valores que habitualmente aparecen en él son la libertad de iniciativa, la eficiencia, la creatividad individual, la justicia distributiva, la igualdad de oportunidades, los derechos personales y colectivos. No la solidaridad o la fraternidad; menos aún la gratuidad (p. 49). El autor muestra que, desde sus orígenes, la economía solidaria está presente en las comunidades y se vislumbra como única opción de sostenibilidad y nueva civilización, pero que, aparentemente, son dos concepciones axiológicamente muy diferentes. Razeto continúa diciendo que la economía no ha planteado verse como íntimamente ligada a procesos solidarios o fraternos; quizás tiene tintes de acercamientos a concepciones cooperativas un poco más técnicas; algo similar pasa en la concepción de la solidaridad, que: Se inserta habitualmente en el llamado ético y cultural al amor y la fraternidad humana, o hace referencia a la ayuda mutua para enfrentar problemas compartidos, a la benevolencia o generosidad para con los pobres y necesitados de ayuda, a la participación en comunidades integradas por vínculos de amistad y reciprocidad (p, 63) Para comprender el modelo de economía solidaria que promueve Agrosolidaria, de forma autogestionaria e interdependiente, es necesario comprender el modelo capitalista existente o, en palabras de Sabogal (2009), que el modelo imperante no es el deseable, no es el mejor de los posibles, y por supuesto, un modelo alternativo es posible. Desde este enfoque, Agrosolidaria comparte el pensamiento de Sabogal, en el sentido de que se requiere un modelo alternativo, donde no se considere al ser humano como objeto, sino como sujeto de desarrollo: La necesidad de lo alternativo se basa en que el modelo imperante no es el más adecuado a la realización del ser humano; hay razones teóricas, históricas, prácticas y éticas para esta afirmación. Considero que una propuesta alternativa tiene dos tareas esenciales: crear un pensamiento social alternativo y proponer una nueva concepción del ser humano. (p. 137) 156 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO El crecimiento progresivo de Agrosolidaria y la apropiación del enfoque de economía solidaria tienen que ver con la estrategia educativa implementada, que promueve la construcción de una comunidad de aprendizajes en el circuito económico solidario del sector agroalimentario;13 este enfoque metodológico surge con la implementación de un Plan educativo que incorpora diversas maneras de llegar a la comprensión y al conocimiento; entre ellas: encuentros regionales, nacionales, vivencias e intercambio de experiencias, lectura de documentos, entre otras, que ha permitido expandir el modelo de Agrosolidaria, donde se han revalorado las premisas aceptadas a priori, y donde, como señala Maturana (2013), lo racional de las verdades se aceptan integradas a las emociones, lo que, desde Agrosolidaria, se acepta como el motor de las acciones; en este sentido: Todo sistema racional se funda en premisas; emociones fundamentales que uno acepta como punto de partida porque quiere hacerlo y con las cuales opera en su construcción… Y si uno quiere razones para justificar la adopción de esas premisas, el sistema racional que justifica esas razones se funda en premisas aceptadas porque sí, porque uno consciente o inconscientemente así lo quiere. (p. 13) De acuerdo con estos planteamientos, el modelo de economía solidaria, que construye Agrosolidaria, parte de un modelo de interpretación de la realidad, desde distintas dimensiones del ser humano, que se asume de forma integral, para la construcción colectiva de conocimiento. 3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN. AGROSOLIDARIA COMO ALTERNATIVA SOCIO-ORGANIZACIONAL: APRENDIZAJES Y DESACIERTOS En Boyacá, en 1992, surge Agrosolidaria, como organización solidaria y agroalimentaria, con el ánimo de generar nuevas alternativas de atención y restructuración de las necesidades de la población rural y urbana. En 1994, con la implementación y validación del Programa de Economía Solidaria “Venga esa mano paisano”, se consolida Agrosolidaria. Este programa inte13 El circuito económico agroalimentario, para Agrosolidaria, lo constituyen los eslabones básicos: financiación, producción, transformación, distribución y consumo. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 157 gra a pequeños productores, procesadores, distribuidores, y consumidores en un circuito económico solidario. En sus inicios, lo estructuraban tres estrategias: impulso a formas asociativas autogestionarias, desarrollo de un plan permanente de educación en socioeconomía solidaria y capacitación técnica en acceso a la información, construcción, adecuación y dotación de infraestructura para la producción, transformación y distribución agroalimentaria. Agrosolidaria es una comunidad económica solidaria de los renglones agroalimentario, artesanal y de ecoturismo comunitario que, mediante una estructura confederada en Colombia, integra a pequeños productores, procesadores, distribuidores y consumidores, en un Circuito Económico Solidario, con principios filosóficos de la socioeconomía solidaria, la Agroecología y el comercio justo campo-ciudad, como lo señala Agrosolidaria Confederación Colombia (2014). Los primeros acercamientos de Agrosolidaria como modelo agroalimentario, en Nariño, se hacen a principios del 2008 con varios actores de la ciudad de Pasto, Yacuanquer, La Unión, San Pablo y Chachagüí; el interés que causó en los jóvenes del grupo ecológico Vida Verde fue inmediato, lo que generó compromisos para la cualificación en el modelo de economía solidaria, Agroecología y comercio justo, como sus premisas de trabajo. En Nariño, se desarrolló, en los años 2008-2010, un Plan educativo con facilitadores regionales, donde se participó con líderes de comunidades campesinas de los municipios de Pasto, La Unión, San Lorenzo y Chachagúí. Las primeras acciones de Agrosolidaria eran acercamientos con diversas entidades gubernamentales y no gubernamentales, donde se generaron expectativas de trabajo y se ha socializado el proceso agroalimentario. La puesta en práctica de los mercados locales en Pasto y Chachagüí, donde se instalaban unas carpas y canastillas con el membrete de Agrosolidaria, genera mayor compromiso de los primeros ciudadanos rurales y urbanos, que ven en Agrosolidaria esa oportunidad de integración “campociudad”, de generar un comercio directo, cara a cara productor y consumidor, a un precio justo. En Chachagüí, a mediados del año 2008, se inicia el primer mercado local; la expectativa generada y la impresión en la comunidad fueron positivas, por la carpa, la publicidad y los conversatorios entre 158 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO los asociados y la comunidad; igualmente, la oportunidad de empezar a generar, a construir una autonomía financiera a través de los Fondos rotatorios de aportes y créditos. En la actualidad, Agrosolidaria Chachagüí es una asociación legalmente constituida, con 32 asociados de las veredas Matarredonda, La Cruz, Casabuy y el sector urbano, que integra a las mismas hijas/os de sus socias/os en el programa Herederos agrosolidarios, que es el nuevo enfoque que se le da al anterior proceso del Grupo ecológico, quienes siguen siendo Herederos del planeta y de las Reservas naturales, pero ahora desde el enfoque de complementariedad intergeneracional; es decir, con el apoyo y participación de niñas, niños, jóvenes, adultos, mujeres y ancianos, que continúan trabajando por un bien vivir local. En Nariño, se han integrado 410 familias, con nueve seccionales de Agrosolidaria reunidas en una Federación, y en Colombia se han integrado 26 mil familias en 18 Departamentos. Se promueve la agricultura familiar, proyectada en la dinámica de trabajo de la Empresa Asociativa de Café Matarredonda, donde se trabaja con pequeños productores de café, quienes cuentan con una área total de terreno dedicado a este cultivo entre 2500 y 5000 m2; el 28% de los productores cuenta con 5000 a 10.000 m2 de terreno, y el resto, el 33% de las familias, tiene más de 10.000 m2 , y cuentan con más de 42 mil plántulas de café, en su gran mayoría de variedad caturra, Castilla y Colombia. Los procesos de comercialización y mercadeo de Agrosolidaria Chachagüí aún son incipientes y cuentan con condiciones de desigualdad frente al sector privado e intermediarios. Los resultados encontrados por Agrosolidaria Chachagüí con los Eco-mercados,14 desde agosto de 2008 hasta julio de 2009, no fueron los mejores, como se evidencia en las evaluaciones realizadas en las Asambleas 2010-2011 del Grupo de distribución, donde los márgenes de ganancia no lograban cubrir los gastos de sostenimiento del eco-mercado, sumado a la falta de colaboración por parte de los productores asociados, la ausencia de estrategias comunicativas para integrar consumidores responsables y solidarios y, en buena medida, la ubicación, fuera del área comercial y de mercado, que hacen que la actividad de distribución fuera insostenible. 14 Semanalmente, los días domingos, en la zona centro de Chachagúí, se instalaba una carpa, canastillas, pendones, donde un grupo de distribución se encargaba de recibir los productos de los campesinos asociados y se encargaban de la comercialización, con unos márgenes de venta para el ejercicio de esta actividad. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 159 Los logros alcanzados son la socialización y conversación permanente sobre el modelo Agrosolidaria a nivel local y regional, con lo que se generaron unos excedentes económicos, aunque modestos, que contribuían a dinamizar el Fondo de distribución; se afianzaron relaciones productores/consumidores, donde los distribuidores concertaron directamente un margen justo y los consumidores finales se asociaban y aportaban al sostenimiento organizacional. Se cuenta con aprendizajes concretos, que permiten la realización de un ecomercado semestral, que permite la comercialización y la generación de excedentes económicos para los productores. Desde el enfoque de economía solidaria, en el año 2008 se implementa su Fondo local autogestionado, como una apuesta de autofinanciación, que funciona como un Fondo de apalancamiento, administrado por un Comité coordinador y un Equipo administrativo. Para el fortalecimiento de este eslabón de financiación, Agrosolidaria Chachagüí ha establecido reuniones mensuales del Comité administrador, una asamblea anual y participación en Seminarios Talleres anuales, que las seccionales Agrosolidaria y la Federación Nariño, organizan conjuntamente, como una estrategia para afinar conocimientos y estructurar la metodología de trabajo más pertinente, donde se formulan planes de trabajo y se buscan articulaciones con otras entidades a nivel regional. El crecimiento del Fondo local es significativo en la medida en que ha permitido el apoyo de las pequeñas unidades productivas y de procesamiento de las 32 familias asociadas, con el logro de un crecimiento productivo y la comercialización de café; igualmente, miel, plátano y alimentos de pancoger, propios de la agricultura familiar. De acuerdo al Segundo Seminario Taller de Finanzas Comunitarias, realizado en el Municipio de Pasto, en diciembre de 2013, se presentaron los resultados alcanzados por el Fondo local autogestionado, que reportó no solo un crecimiento financiero, sino de confianza y de mejoramiento de los emprendimientos productivos y familiares; se destaca el fortalecimiento de principios, como la solidaridad, el respeto, la autonomía, la generación de capacidades en temas contables, administrativos y de toma de decisiones, la puntualidad y la facilidad de acceso a créditos blandos, donde los excedentes económicos se reintegran para el cumplimiento del objeto social de la Asociación; igualmente, se puede mencionar que un logro es haber conformado un Fondo federado, que agrupa a seis Fondos locales, en igual número de municipios de Nariño, que establece alianzas con entidades financieras y gubernamentales a nivel regional, nacional e internacional. 160 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Las limitaciones y riesgos que causa la actividad financiera, a través del Fondo local autogestionado, tienen que ver con los limitados capitales para financiar las unidades productivas, al existir carteras morosas de más de seis meses sin pagar créditos, desconocimiento de estatutos y de firma de soportes que garanticen la devolución de créditos; además, la legislación en el tema de finanzas comunitarias se desconoce y los cambios climáticos afectarían las unidades productivas y, por ende, el pago oportuno de los créditos. El proceso de los Herederos agrosolidarios es la apuesta de Agrosolidaria en Colombia para fortalecer la sostenibilidad socioorganizacional y el complemento intergeneracional en seis Departamentos del país, en los que está incluido Nariño. Chachagüí cuenta con el proceso de los Herederos desde la conformación de la Asociación en el 2008, ya que continúa con el proceso de Herederos del planeta, ahora articulados con Agrosolidaria. Por lo tanto, el grupo lo conforman niñas, niños y jóvenes entre los seis y 17 años de edad, en total veinticinco integrantes, quienes realizan actividades lúdicas, caminatas y están en proceso de creación de los Fondos comunitarios de los Herederos, una propuesta innovadora liderada por ellos mismos; además, trabajan en cada uno de sus sectores con huertas caseras, viveros, cría de especies menores; últimamente, están adelantando la realización de los boletines sonoros, que son programas radiales creados por los Herederos, con la compañía de algunos asociados que tienen experiencia en el tema de comunicaciones, como se puede ver en: www.facebook.com/pages/ProgramaHerederos-Agrosolidarios. Agrosolidaria Chachagüí es un actor significativo en la región, que hace parte de la construcción de Planes de desarrollo local a través del Consejo Municipal de Desarrollo Rural CMDR,15 para liderar la definición de políticas agroalimentarias a través de estos espacios y de los Comités regional y nacional de agricultura familiar. Por otro lado, los directivos de esta seccional se han desempeñado como Secretarios de planeación y de desarrollo comunitario, en los años 2012 a 2014, en la administración municipal, destacándose 15 Espacio de participación creado por la Ley 101 de 1993, para la concertación de las políticas y programas dirigidos al desarrollo de los territorios rurales; los CMDR facilitan la participación de los habitantes rurales en la toma de decisiones que los afectan, pero, además, es un espacio para el ejercicio de una ciudadanía comprometida con la gestión, ejecución, seguimiento y control del desarrollo rural en los municipios. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 161 por su liderazgo e inclusión de políticas en temas ambientales, participación ciudadana y agricultura. Se ha trabajado con el apoyo de entidades, como Dansocial, ahora Unidad Especial de Organizaciones Solidarias del Ministerio de Trabajo, la Gobernación de Nariño, Oportunidades Rurales del Ministerio de Agricultura, Solidaridad para el Desarrollo y la Inversión SIDI de Francia, un convenio nacional con la Confederación Agrosolidaria Colombia, quienes, a través de Trias de Bélgica e ICCO de Holanda, cuentan con un Convenio, que va desde el año 2014 al 2016, para financiar la estrategia de los Herederos agrosolidarios, no solo en Chachagüí, sino en otros cinco municipios de Nariño y seis Departamentos en Colombia. El contexto metodológico de este trabajo analiza e interpreta los procesos de juventud incluidos en un sistema social y económico donde surgen alternativas socio-organizacionales que aportan al desarrollo local y continúan en la construcción de procesos de relevo generacional y economía solidaria. El enfoque empleado es cualitativo y el método histórico-hermenéutico, que busca interpretar y comprender el proceso socio-organizacional, de actoría social y de participación de los Herederos agrosolidarios en Chachagúí, desde sus inicios como Grupo ecológico y ahora como Asociación del sector agroalimentario, para lo que se ha recurrido a la realización de entrevistas, revisión de textos e informes, observación participativa y participación activa en eventos propios de la Asociación y desde una mirada autobiográfica. 4. CONCLUSIONES Para concluir, se puede afirmar que el proceso surgido a principios de los años 90, enmarcado en educación ambiental y de conservación de áreas protegidas, que se tejen a través de redes a nivel regional y nacional, y que originan las Reservas Naturales de la Sociedad Civil y el Programa de Herederos del Planeta, fue la base para que los jóvenes del Grupo ecológico Vida Verde se reconozcan en el territorio local y regional como actores sociales y hoy alcancen una legitimidad propia, aceptada y valorada en los diferentes contextos en los que se desenvuelven. Por lo tanto, la actoría social juvenil convierte a los jóvenes en “referentes” y ocupan parte de un escenario de acción y transformación. 162 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Ante los cambios sociales, económicos, culturales y políticos surge la necesidad de desarrollar otros espacios que complementen el tema ambiental, como economía solidaria, agricultura familiar, finanzas comunitarias y comercialización, además de fundamentar premisas y principios de autonomía, interdependencia y reciprocidad, para encontrar en Agrosolidaria, como red nacional, una alternativa de organización y autogestión para la región. Agrosolidaria es una apuesta práctica de interiorización del lenguaje y emocionar solidario en las comunidades que, a partir de la premisa “comprender para transformar”, ha logrado movilizar a las familias, los grupos asociativos, seccionales, federaciones y confederación en una caminar de reflexión-acción, que conduce a una cultura solidaria adecuada a las formas de vida y realidades actuales y que, de forma audaz e innovadora, se denomina comunidad económica solidaria. La estrategia de los Herederos, desde el enfoque de complementariedad intergeneracional, de manera transversal al proceso de integración de Agrosolidaria, a partir de la base social familiar, garantiza la sostenibilidad organizacional y social del proceso en general, donde la condición de Heredera o Heredero no sólo es del patrimonio económico, sino del patrimonio natural y cultural de sus comunidades. FUENTES Primarias Entrevista a Edgar Martínez López. (2007), en Proyecto de grado. 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DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 165 Pinta, A. & Tautas, M. (2004). Imaginarios socio-culturales de los pobladores de la Vereda El Común con relación a la Reserva Natural “Bosque El Común, Municipio de Chachagüí, Departamento de Nariño. (Trabajo de grado). Pasto: Universidad de Nariño. Presidencia de la República, Colombia. (2001). Diálogo nacional-presente y futuro de los jóvenes. Bogotá: PPCJ. Razeto, L. (1993). Los Caminos de la Economía de Solidaridad. Santiago: Ediciones Vivarium. Sabogal, J. (2009). Desarrollo Humano Dimensional. Pasto: Universidad de Nariño. Salcedo, S. & Guzmán, L. (eds.) (2014). Agricultura Familiar en América Latina y el Caribe: Recomendaciones de política. [Santiago: FAO]. Recuperado en: http://www.fao.org/docrep/019/i3788s/i3788s.pdf Tobasura Acuña, I. (2007). Ambientalismos y ambientalistas: El ambientalismo en Colombia. Ambiente & Sociedade. Campinas. X (2) (jul.-dic.): 45-60. [Disponible en: http://www.scielo.br/pdf/asoc/v10n2/a04v10n2. pdf]. 166 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO REVISTA DE SOCIOLOGÍA Departamento de Sociología Universidad de Nariño Vol. IV - 1er. Semestre 2015 Enero - Julio / Páginas 167-184 TRABAJO COMUNITARIO Y DESARROLLO LOCAL EN LA VEREDA CHAPACUAL, EN NARIÑO, COLOMBIA ALTERNATIVA ANTE LOS EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN Tatiana Consuelo Bastidas Villavicencio1 El Proyecto que amenaza la vida no respeta fronteras, por eso lo llaman Globalización… No solamente están a riesgo nuestras culturas, nuestras comunidades, nuestros pueblos y familias. Es peor, la vida misma corre el riesgo de ser destruida. Arturo Escobar (2010, p. 21). Recibido: 19/11/14 Aprobado: 25/02/15 RESUMEN El artículo relata la experiencia de la Vereda Chapacual, Municipio de Yacuanquer, en la recuperación de las prácticas tradicionales de trabajo comunitario, minga y préstamo de brazo, que se constituyen en 1 Estudiante del Programa de Sociología de la Universidad de Nariño. Participante del Diplomado en Intervención Social de la misma Universidad. Contacto: Tatianaconsuelovilla@hotmail.com DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 167 alternativa para enfrentar las problemáticas, desavenencias sociales y culturales provocadas por factores externos asociados a la globalización, que atenta contra la autonomía y existencia de las comunidades. Se aborda desde un enfoque cualitativo, con método histórico hermenéutico, apoyado en un marco interpretativo etnográfico, donde se utilizan herramientas como la entrevista y la reconstrucción de la memoria histórica, esenciales para encontrar y comprender los elementos que el trabajo comunitario aporta para el proceso de desarrollo local, lo que permite asumirlo como un medio de sensibilización y motivación para la consolidación de una comunidad organizada, protagonista en la construcción de su presente, con miras al futuro, con participación real. Palabras clave: autogestión, desarrollo local, globalización, organización, trabajo comunitario. COMMUNITY WORK AND LOCAL DEVELOPMENT IN THE SIDEWALK CHAPACUAL, IN NARIÑO, COLOMBIA ALTERNATIVE TO THE EFFECTS OF GLOBALIZATION ABSTRACT This article describes the experience of the Vereda Chapacual, Municipality of Yacuanquer, recovery of traditional practices of community work, minga and lending arm, which constitute an alternative to address the problem, social and cultural rifts caused by external factors associated globalization, which threatens the autonomy and existence of communities. It is faced from a qualitative approach, with hermeneutic historical method. This is supported by an ethnographic interpretative framework, where are used tools as the interview and reconstruction of historical memory. This is essential to find and understand the elements that community work contributes to the process of local development, allowing assume it as a means of awareness and motivation for the consolidation of an organized community, protagonist in the construction of its present, for the future, with actual participation. 168 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Key words: local development, community work and self-management, organization, globalization. 1. INTRODUCCIÓN Las dinámicas de la globalización producen “efectos cada vez más concentradores y excluyentes en la riqueza y el poder, teniendo como consecuencia una profunda ruptura en las sociabilidades tradicionales, cuya inmediata manifestación es la fragmentación social” (Carvalho, 2014). De allí que se requiera, para su desafío, acoger posibilidades reales que permitan el avance integral de las comunidades de acuerdo a sus necesidades e invite a generar y fortalecer procesos endógenos que impliquen el tratamiento de problemáticas y fenómenos sociales desde la gestión de su propio progreso. En este marco de reflexión, es ineludible contextualizar el Municipio de Yacuanquer2, fundado por el conquistador español Lorenzo de Aldana en el año de 1539 en el Valle de Guacanquer, lo que se conoce en la actualidad como Yacuanquer, que fue asiento fundacional de la Villa Viciosa de la Concepción de Pasto. El nombre proviene de los originales ocupantes de estas tierras, la comunidad de los Guacanqueres de la familia Quillacinga. Yacuanquer se ubica en la región andina en el centro sur-oriente del Departamento de Nariño, a 25 kilómetros de San Juan de Pasto; tiene una población aproximada de 2451 habitantes; su extensión territorial es de 115 kms² y se localiza a 01° 07’ 07” de latitud norte y a 77° 24’ 18” de latitud oeste; su altitud se encuentra sobre los 2670 m.s.n.m., lo que le proporciona un clima frío (Administración Municipal, 1998-2000, p. 149). Chapacual es una de las veredas más grandes de Yacuanquer,2 ubicada a 32 kilómetros de la ciudad de San Juan de Pasto y a 12 kilómetros de la cabecera municipal; su temperatura oscila entre los 16° y 18°C; tiene una extensión de 12 km (Administración Municipal, 1998-2000, p. 154). Cuenta con la presencia de instituciones, tales como el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), la Corporación Autónoma Regional de Nariño 2 Palabra quechua que significa “llano de los sepulcros” o “tumbas de los dioses” (Ministerio de Comunicaciones, 2009, párr. 1). DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 169 (Corponariño) y Parques Nacionales, entre otros, los cuales han llevado a cabo procesos de formación, capacitación y proyectos encaminados a fortalecer a la comunidad a través de actividades productivas claves para su desarrollo, lo que muestra la capacidad y riqueza del capital social presente en la vereda, con el fin de visibilizarlo para su propio beneficio. En medio de este panorama, Chapacual, al ser una vereda afectada por el fenómeno de la globalización, se convierte en un escenario en el que se asume el reto de contrarrestar sus efectos, a partir de la recuperación de las prácticas de trabajo comunitario, en este caso la minga y el préstamo de brazo, herramientas que le permitieron a la comunidad, en épocas pasadas, mantener la unidad y lograr su progreso, razón por la cual se promueve su recuperación para consolidar una comunidad unida, organizada y autogestora. El aporte de esta investigación lleva a dar cuenta de estas prácticas, en el caso particular de la Vereda Chapacual, como un elemento que favorece el fortalecimiento de los lazos solidarios e identitarios, el retorno de las personas y sus contextos, para lograr el desarrollo social a nivel local, por su carácter organizativo, participativo y de cooperación. Esto resulta interesante de reflexionar a la luz de los planteamientos teóricos de autores como Ezequiel Ander-Egg, Manfred Max-Neef, Hernán Henao, entre otros, cuyos aportes se convierten en un marco de referencia para esta investigación, ya que elaboran aportes importantes alrededor de los vínculos aún existentes en nuestras comunidades, así como las posibilidades de buscar alternativas y emprender caminos que lleven a la construcción de nuevos escenarios, con el reconocimiento y participación de las personas implicadas, comprometidas y conocedoras de los problemas que los aquejan, un trabajo con la gente y para la gente, lo que posibilita resultados duraderos y estables. Desde esta perspectiva, se contempla un marco interpretativo y conceptual importante para el desarrollo del este artículo, conversación entre las manifestaciones implícitas en las prácticas tradicionales de trabajo comunitario de la comunidad y los aportes de los teóricos mencionados, alrededor de conceptos como autogestión, desarrollo local, globalización, organización y trabajo comunitario. 170 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Así, la autogestión se analiza como la capacidad de una comunidad para gestionar, a partir de sus esfuerzos e iniciativas, los recursos necesarios y emprender procesos que le permitan su progreso. En este sentido, se propende por el desarrollo local a partir del aprovechamiento consciente y eficiente de las capacidades y recursos de cada uno de los habitantes de las comunidades, en concordancia con los entes locales y territoriales, frente a la globalización, puesto que se requiere de esfuerzos locales para contrarrestar la ideología que tiende a dividir los sectores, sin contar con su interdependencia, al promover ideas de competitividad e individualismo entre los actores sociales. Finalmente, se presenta, en este trabajo, la oportunidad de pensar en la organización como la facultad de la comunidad para ordenar y enfocar los recursos humanos y materiales, con miras a un objetivo común mediante el trabajo comunitario, donde todos los sujetos, en tanto agentes sociales, emprendan acciones por la conformación de una comunidad organizada, autogestora y desarrollada, con rostro humano. 2. METODOLOGÍA El trabajo se realizó desde un enfoque cualitativo, a partir del acercamiento a la comunidad de Chapacual a través del proceso de construcción de proyectos de vida; también, se apoya en el método etnográfico e histórico hermenéutico para comprender los elementos comunitarios que favorecen el proceso de desarrollo local mediante la tradición oral, la construcción de la memoria histórica de la vereda, diálogos formales e informales con sus habitantes, entrevistas y diferentes planteamientos teóricos que fundamentan esta investigación, a la vez que permiten analizar y desentrañar el origen de sus dificultades y los aportes que hace el trabajo comunitario para el desarrollo de la comunidad. Con el propósito de construir el Plan de Vida de Chapacual, considerado como un “instrumento de transformación permanente que jalona y organiza a la comunidad para alcanzar niveles de calidad y condiciones de vida, a transformar la práctica en conciencia (participación), la conciencia en eficiencia (organización) y la eficiencia en autonomía (autogestión)” (Jansasoy & Pérez, 2005:8), se convocó a la comunidad a través de los líderes comunitarios, la emisora local e invitaciones personalizadas para la elaboración de un diagnóstico participativo, en el que se trataron las problemáticas existentes, con el DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 171 fin de programar talleres posteriores, con el objetivo de construir de manera conjunta unas alternativas de solución. En este proceso, se contó con la presencia aproximada de 50 personas en cada una de las diez jornadas realizadas, las cuales contaban con una previa planeación, con un orden del día que iniciaba con la bienvenida mediante ejercicios de motivación, en los que se invitaba a imaginar el futuro de la vereda dentro de intervalos de tiempo, con el fin de captar la atención y participación de los asistentes de acuerdo a las temáticas propuestas, según los objetivos que se desarrollaban en la jornada. Posteriormente, para agilizar la recolección de información de cada grupo de trabajo, se procedía a formar comisiones, conforme a los componentes económico, político, social, cultural y ambiental, teniendo en cuenta las fortalezas y/o el tema de mayor interés para los participantes en la identificación de problemáticas y potencialidades para la formulación de propuestas de solución y fortalecimiento y, así, la construcción de iniciativas por cada sector de intervención. Es preciso destacar las técnicas cualitativas aplicadas, como la cartografía social, la construcción de memoria histórica, la técnica de las margaritas, el árbol de problemas, entre otras. Es válido mencionar que se contaba con procesos de crecimiento personal, en los cuales se brindaban mensajes para mantener activa la motivación para continuar con la participación en el proyecto, mediante sesiones de evaluación y conclusiones sobre la actitud frente a los procesos que se estaban gestando en la comunidad; luego, se procedía a la socialización de los insumos obtenidos por cada comisión, se promovía la retroalimentación, la solución de inquietudes, para validar los procesos realizados; finalmente, se generaban compromisos y daba lugar a próximos encuentros. Esto permitió identificar iniciativas para la construcción de proyectos, acordes con aspectos estratégicos de desarrollo comunitario, entre los cuales se encuentra el diseño de alternativas para la autogestión y empoderamiento comunitario, insumo para este trabajo. 172 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN: FORTALEZAS Y OPORTUNIDADES PARA LA RECUPERACIÓN DE LAS PRÁCTICAS TRADICIONALES DE TRABAJO COMUNITARIO EN LA VEREDA CHAPACUAL, MUNICIPIO DE YACUANQUER De acuerdo a los relatos de los adultos mayores de la comunidad, entendida como el “conjunto de personas que habitan un espacio geográfico delimitado, cuyos miembros tienen conciencia de pertenencia o identificación con algún símbolo local e interaccionan entre sí operando redes de comunicación, intereses y apoyo mutuo, para alcanzar determinados objetivos (Ander-Egg, 2005:34), es preciso señalar que los vínculos establecidos por la población de Chapacual revelaban la acepción del término, al mostrar que en Chapacual, en épocas anteriores, se caracterizaba por el liderazgo y compromiso de sus habitantes con la vereda, cuyo desarrollo se tomaba como su responsabilidad, comprometidos en su construcción y satisfacción de necesidades a través del trabajo comunitario, mediante el cual pretendían su crecimiento y desarrollo. Actualmente, conforme a los informes de entrevistas y diálogos realizados con los integrantes de la comunidad, se encontró una preocupación, generalizada entre los chapacualeños, relacionada con su estancamiento, el bajo nivel de sus organizaciones de base, especialmente de las Juntas de Acción Comunal, uno de los principales entes locales que la movilizan, así como por el debilitamiento de los lazos solidarios e identitarios, debido al predominio de actitudes individualistas, adoptadas por algunos de sus habitantes, que desmotivan y le quitan fuerza al impulso de la colectividad en el momento de luchar y trabajar por la consecución de objetivos comunes, al prevalecer intereses particulares que imprimen deseos de competencia entre la gente; un entrevistado comentó: “Sí hay gente que se preocupa, en otros casos prima lo particular, lo que va desmotivando un poco a los que sí quieren trabajar; unos ya quieren hacer lo mismo” (Testimonio, 2014). El individualismo, favorecido por la búsqueda de intereses particulares en la comunidad, se ha constituido en el incentivo del asistencialismo, otro de los problemas que vive Chapacual, porque a través de esta práctica se viciaron las iniciativas comunitarias, como la minga y el préstamo de brazo que, por años, fueron su bandera, pues al ser la acción que emprende el DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 173 Estado para prestar ayuda a grupos o localidades necesitadas como un acto de benevolencia (Fuentes, 2008), termina coartando sus capacidades para la autogestión y desarrollo. Esto como una réplica de sistemas globalizantes que han menguado poco a poco estas tradiciones, pues “el advenimiento de la instantaneidad lleva a la cultura y a la ética humanas a un territorio inexplorado, donde la mayoría de los hábitos aprendidos para enfrentar la vida han perdido toda utilidad y sentido” (Bauman, 2002, p. 109); de tal manera que el impulso de la comunidad y sus lazos solidarios se ven enfrentados con presiones externas, que bien pueden disolverlos, o fortalecerlos, en la medida en que las colectividades se resistan y trabajen por conquistar su autodependencia, para lo que es necesario promover la participación y descentralización, tanto de recursos como de decisiones (Max-Neef, 1994). Estas problemáticas, suscitaron en ellos el interrogante de: ¿hacia dónde va la comunidad?: “no sabemos a dónde vamos a parar con ese egoísmo de algunas de las personas de aquí, que solo piensan en ellas mismas; ya no hay la misma unión de antes” (Testimonio, 2014), y motivó a buscar la razón por la cual se daba su situación; se encontró que era la gente que trabajaba y estudiaba en las afueras, quien acogió una actitud individualista, además de convertir a la vereda en un lugar de paso o de descanso, sobre la cual habían perdido todo interés, situación que no es ajena al resto de localidades, que adquieren dinámicas propias de las ciudades, donde el yo prima sobre el nosotros. Esto provocó resentimiento en el resto de la gente, que poco a poco fue desistiendo de trabajar por el bien común, por lo que fue necesario proponer la realización de la visión de futuro, como estrategia para motivar la organización y consecución de objetivos comunes y empezar por la recuperación de las prácticas de trabajo comunitario, para incentivar la unión, la organización y el liderazgo. La organización y la participación, como “la relación entre individuos que son conscientes de sus actos, que comparten determinadas metas de conductas y acciones” (Fals Borda, citado en Torres y Zambrano, 2004, p. 17), se han constituido en una fuente de vital importancia para el desarrollo integral y transformación de las localidades; en este contexto, adquieren relevancia las dinámicas individualistas que adoptan las poblaciones en detrimento de su tejido social, por lo que es necesario incentivar la participación ciudadana en 174 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO todos los aspectos, económico, político, cultural y social, a partir de fortalecer las relaciones internas, para luego enfocar esfuerzos hacia el desarrollo local. Para ello, es importante resaltar que el Estado debe transcender las políticas de asistencia y garantizar el pleno desarrollo local, sin pretensiones de agente externo que disponga del manejo de los recursos y del direccionamiento de la comunidad, que será la que tome en sus manos su construcción y reconstrucción, al validar los planteamientos de la Constitución Política de Colombia de 1991, que logró se ampliaran los espacios democráticos y se establecieran los mecanismos de participación ciudadana como un derecho y un deber que debe promover y garantizar el Estado (Artículo 2°), pues el desarrollo, con una visión para la satisfacción de necesidades humanas, “Sólo puede surgir directamente de las acciones, aspiraciones y conciencia creativa y crítica de los propios actores sociales, que de ser tradicionalmente objetos de desarrollo, pasan a asumir su rol protagónico de sujetos. (Max-Neef, 1994, p. 67). Por consiguiente, al decidir los individuos su destino, deben alcanzar un alto grado de organización, como “un sistema de actividades o fuerzas conscientemente coordinadas de dos o más personas” (Barnard, 1959, p. 79), para la consecución de objetivos comunes, un esfuerzo por confrontar sus problemáticas, permitir en la comunidad la generación y fortalecimiento de procesos endógenos ajustados a la realidad que vivimos, que impliquen el tratamiento de problemáticas y fenómenos sociales adyacentes, desde la gestión de su propio progreso. Para el caso, la recuperación de las prácticas tradicionales de trabajo comunitario se constituye en “el mecanismo de defensa ante la globalización, es la vuelta al hombre… el encuentro del hombre con sus raíces, con su tierra, tradiciones e historia” (Caballero y Yordi, 2009, p. 107). En este sentido, los aportes de la innovación social llaman a la integración de los distintos sectores sociales, para que exista un proceso de desarrollo incluyente, en el que se reconozcan las posibilidades y aportes de cada uno de los individuos, lo que se debe configurar en: Redes horizontales, para desarrollar acciones de apoyo mutuo, articular prácticas individuales y grupales, y plasmar proyectos compartidos. Así, será posible acabar con la atomización que amenaza su existencia. Proyectos nacionales que abran a estos sectores la posibilidad de participar DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 175 en la toma de decisiones permitirán atenuar las presiones exógenas y fortalecer los potenciales endógenos. (Max-Neef, 1994, p. 95) En Colombia, se vienen desarrollando esfuerzos desde diferentes dependencias para lograr el desarrollo a partir de las localidades, iniciativa propuesta en diversas líneas estratégicas y programas en el Plan de Desarrollo Nacional 2010-2014, donde se asume a la localidad “como fragmentos de identidad, de pertenencia, delimitación y reconocimiento, de tal manera que su construcción posibilita un referente ante sí mismos y ante los otros” (Henao & Villegas 2002, p. 30); por lo tanto, se constituye en fuente de oportunidades para el crecimiento económico en un planeta globalizado, ávido de alimentos, de materias primas y de recursos ambientales, así como un lugar privilegiado para empezar a construir la paz; ambas perspectivas son confluentes e interdependientes. Cabe destacar la metodología del Plan de Desarrollo Departamental: “Nariño Mejor 2012-2015”, para cuya elaboración se contó con la participación de distintos sectores de la sociedad, con el objetivo de lograr una propuesta integral para el desarrollo regional, para responder a las expectativas nacionales y locales, lo que indica el valor otorgado a los aportes de la población en la planificación del Departamento, y la oportunidad de que fuesen efectivos los planteamientos constitucionales, que motivan la formación y preparación de las poblaciones para intervenir en estos escenarios, lo que se sustenta en la idea, contenida en la Ley General de Educación (1994), en cuanto a que “La formación facilita la participación de todos en las decisiones que los afectan, en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación” (Artículo 5°). Acorde con esto, se resalta que la construcción de la memoria histórica de Chapacual, que “designa el esfuerzo consciente de los grupos humanos por conectarse con su pasado, sea éste real o imaginado, valorándolo y tratándolo con especial respeto” (Díaz, 2010, p. 1), avivó el espíritu de la vereda, pues, desde el inicio, los relatos de los adultos mayores, acompañados de las lágrimas al evocar el añorado pasado, mostraron la forma de vida anhelada de las épocas de antaño, cuando la participación comunitaria surgía de forma natural, sin presiones ni rivalidades: “no hay nada como el antiguo Chapacual, donde todos éramos unidos; era bonito compartir con 176 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO los vecinos y saber que se podía contar con ellos en cualquier situación; sentir el apoyo, sea para cuestiones particulares o que nos afectaran a todos” (Testimonio, 2014). En relación con lo anterior, se denotan los fuertes lazos de solidaridad entonces existentes, que se reforzaban con la coordinación y cooperación, dadas en el desarrollo de las prácticas tradicionales de trabajo comunitario, como las mingas, “referente de construcción de localidad, socialización política por medio del trabajo” (Jurado & Botero, 2011, p. 168), y el préstamo de brazo, que consiste en “ayudar en las actividades de la Shagra, a cambio de que se le devuelva esa ayuda en la misma proporción, cuando le toque en su Shagra” (Cabildo Indígena de Túquerres, 2009, p. 58). Estas prácticas ameritan el reconocimiento como una herramienta de cohesión social, al permitir a los habitantes de la comunidad generar consensos y mantenerse unidos en torno a distintos proyectos, lo que revela cualidades efectivas para la construcción de una sociedad fuerte, capaz de enfrentar los ideales de la globalización que, con su esencia efímera, atentan contra la identidad, la autonomía y existencia de las comunidades. Esto motivó, en la vereda, nuevas actitudes ante su realidad, pues este proceso les enseñó la importancia de la tradición para el mantenimiento de su identidad y alentó en los más jóvenes el deseo de iniciar pequeños trabajos comunitarios, escenarios de reconocimiento para ellos y una forma de estrechar un lazo de amistad y solidaridad, que “existe típicamente en las comunidades familiares y de vida, reguladas por la tradición (tipo: casa y clan) en las relaciones cerradas, que mantienen por su propia fuerza, el monopolio de determinadas probabilidades” (Weber, 1997, p. 38). En el sentido chapacualeño, la solidaridad es un sentimiento altruista de desprendimiento en los habitantes, promovido por el trabajo comunitario, en el que han afincado su identidad y cultura, entendida desde la Ley General de Cultura (1997), como: “el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracteriza a los grupos humanos y que comprende, más allá de las artes y las letras, modos de vida, derechos humanos, sistemas de valores, tradiciones y creencias” (Art. 1°). DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 177 Uno de los trabajos realizados fue el arreglo del Salón comunal de la vereda, para lo cual se convocó a una minga, en la que participaron hombres y mujeres de todas las edades que, motivados por el regocijo y la satisfacción que produce este ejercicio, al lograr el objetivo propuesto, se comprometieron a continuar trabajando por su comunidad, con el interés de ser un ejemplo a seguir, aspecto que indica la influencia de estas prácticas en el liderazgo, la actitud propositiva y el empoderamiento como “un proceso de crecimiento, fortalecimiento, habilitación y desarrollo de la confianza de los individuos y las comunidades, para impulsar cambios positivos en el contexto, ganar poder, autoridad, capacidad de decisión y cambio, tanto individualmente como de forma colectiva” (Trilla, J.; Limón, D.; Soler, P., 2014, citados en Argos, J. & Ezguerra, P., 2014, p. 236). Un aspecto a resaltar, en esta actividad, fue la autogestión de los recursos necesarios para la obra, que evidenció que no todo lo que se proponen realizar por Chapacual depende de la benevolencia de actores externos, sino de la búsqueda, los esfuerzos y compromisos constantes para el logro de objetivos comunes, lo que promueve en la vereda el deseo de autonomía, que significa que: “el orden de la comunidad no esté otorgado, impuesto por alguien fuera de la misma y exterior a ella, sino por sus propios miembros y en virtud de la cualidad de tales (cualquiera que sea la forma en que esto tenga lugar)” (Weber, 1997, p. 37), por lo cual surgieron diferentes iniciativas y proyectos, en los cuales se está trabajando de manera organizada, de acuerdo a las necesidades más apremiantes, como proyectos de seguridad alimentaria y procesos de reforestación, con los cuales se pretende la negociación de políticas públicas, a la vez que se combate la politiquería, lo que se constituye en un puente entre la institucionalidad y el saber local. Igualmente, se consiguió un cambio de actitud, que implicó asumir el trabajo de una forma diferente, al actuar, aportar iniciativas y organizar a la comunidad, como un requisito para encontrar la estabilidad y el progreso, cualitativa y cuantitativamente, al tomar en sus manos la responsabilidad de solucionar sus problemáticas e incentivar el liderazgo, “arte o proceso de influir sobre personas para que se esfuercen de manera voluntaria y con entusiasmo en el logro de las metas del grupo” (Koontz & Weichrich, 1999, p. 360). 178 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Al considerar que las expectativas y posibilidades de mujeres y hombres apuestan por un presente y un desarrollo integral en sus lugares natales, fuera de los grandes centros urbanos, se logró una visión de futuro positiva, al contemplar los recursos humanos con los que cuenta la vereda que, conjugados con el aprovechamiento consciente de la diversidad de productos existentes en Chapacual, son una oportunidad para la generación de entradas económicas y el desenvolvimiento laboral de sus habitantes, que también cuentan con el atractivo turístico del parapentismo. Indudablemente, la viabilidad de estas iniciativas políticas y proyectos será realidad con la inversión económica y social de los sectores académicos, comunitarios e institucionales que, para el caso, de acuerdo con el Plan de desarrollo del Municipio de Yacuanquer 2012-2015, pretenden motivar la integración de las organizaciones comunitarias para potencializar el alcance de metas comunes. Barbero y Cortés (2005) definen el trabajo comunitario como: “la consecución del bienestar social de la población, con la participación directa y activa de éstas en el análisis, concienciación y resolución de los problemas” (p. 20); Martínez (2011) considera que “ no es sólo un trabajo para la comunidad, ni en la comunidad, ni siquiera con la comunidad, es un proceso de transformación desde la comunidad, soñado, planificado, conducido, ejecutado y evaluado por la propia comunidad” (p. 2). En este contexto, el trabajo comunitario es un instrumento que permite la concientización de los habitantes sobre las problemáticas que los aquejan, el fortalecimiento de su identidad, su tejido social, visibilizar las acciones de los colectivos, la planificación, la toma de decisiones y participación, que “parte de una motivación, pasa por un proceso de comunicación y debe llegar a una forma de organización” (Arcos, 1996, p. 41), para transformar y construir la vereda deseada, lo que ratifica la idea de que estas prácticas permiten transformar la realidad de las localidades, contrarrestan los efectos de la globalización a partir de su empoderamiento, hecho que les permite tener el control de las problemáticas y los estimula a encargarse de su presente y futuro, al iniciar procesos de autogestión, que responde a sus necesidades, en medio de las particularidades y especificidades de sus modos de vida, lo que la configura en una forma de intervención para el desarrollo local. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 179 La recuperación de estas prácticas, que han vitalizado lo que en la actualidad se tiene, se entiende y se siente como Chapacual, es un paso necesario y vital para el fortalecimiento de su identidad, entendida como el reconocimiento de significados y sentidos propios alcanzados en un lugar determinado con características particulares (Luiz & Renault, 2007); por consiguiente, se constituyen en una oportunidad para la consolidación de Chapacual como una vereda capaz de generar su propio desarrollo, sin perder la esencia, a partir del fortalecimiento de su conciencia colectiva, al salvaguardar y recrear los legados tradicionales, lo que resulta estratégico para la construcción de una comunidad autogestora, incluyente, autónoma, definida y afincada en el propósito de construir, desde y con la gente, su desarrollo. No se trata de un retroceso, ni tampoco de aislar a las comunidades del mundo exterior, sino de llevarlas a que utilicen los elementos necesarios que les permitan fortalecerse, mantener y re-significar sus prácticas tradicionales con el paso del tiempo; en palabras de Max-Neef (1994): se trata de recurrir a la creatividad, la solidaridad e iniciativas autogestionarias que el mundo invisible se ha forjado para sobrevivir en un medio excluyente, para oponerlas, a través de políticas globales, al imperio exclusivo de una lógica competitiva y dependiente. (p. 95) Cabe resaltar que este no es un proceso fácil, puesto que existen obstáculos en su desarrollo, que pueden superarse con perseverancia, orientación y motivación constantes de los integrantes de la comunidad, para que actúen de acuerdo a fines comunes. Esta situación se favorece con el fortalecimiento de los vínculos sociales, puesto que de ellos también depende la apropiación y los compromisos que puedan generarse para el avance de una comunidad. Sin embargo, los resultados expuestos validan el propósito de esta investigación y permiten insistir en la relevancia de proponer, actuar y atreverse a iniciar caminos que nos llevarán a un mejor futuro, para lo que contamos con el respaldo, tanto constitucional como de los planteamientos de diferentes teóricos, en los que nos podemos apoyar. Todavía no se tiene una noción sobre hasta dónde se puede llegar con la negociación de políticas públicas, porque no se ha entablado un diálogo formal con los candidatos para el gobierno local, pero se espera que estén dispuestos a acoger las iniciativas de la comunidad para trabajar de manera conjunta. 180 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 4. CONCLUSIONES Chapacual se convierte en una experiencia particular susceptible de lectura y reflexión, al desmitificar la réplica de modelos ajenos a contextos singulares y fortalecer las transformaciones comunitarias desde sus particularidades, construir soluciones con la gente y para la gente, lo que resulta estratégico pues se parte de una propuesta endógena, capaz de dar respuestas reales e incidentes desde las prácticas tradicionales de trabajo comunitario. Las prácticas tradicionales de trabajo comunitario, como la minga y el préstamo de brazo, se constituyen en una alternativa que remplaza la ausencia del Estado y les imprime un nivel de importancia destacada como estrategia para la construcción de autonomía y la re-significación de comunidades como Chapacual. En este sentido, adquiere importancia articular los programas locales con los gubernamentales e institucionales, para lograr propuestas integrales que lleven a conseguir objetivos comunes. El conocimiento del pasado de una comunidad significa aprendizaje, tanto de aspectos positivos como negativos, que permiten el diseño de objetivos a corto, mediano y largo plazo, experiencia compartida por los habitantes de Chapacual, al reconocer su Historia a través de la tradición oral de los adultos mayores, diálogo de saberes que los motiva a re-definir su vereda y a trabajar en su construcción. Finalmente, la intervención social es un proceso amplio, que requiere de la perseverancia y el compromiso de los implicados, en especial de los líderes e interventores en la evaluación y acompañamiento a la comunidad durante todo el proceso y, después, para establecer resultados y sopesar la pertinencia de su desarrollo contextualizado, en épocas y escenarios diferentes. FUENTES Primarias: Testimonios. (2014). Entrevistas de T. Bastidas [audio]. Proyecto Construcción de Planes de Vida, Chapacual, Municipio de Yacuanquer. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 181 Referencias Alcaldía de Yacuanquer. (2000). Plan de Ordenamiento Territorial del Municipio de Yacuanquer 1998-2000. Recuperado de: http://cdim.esap.edu. co/BancoMedios/Documentos%20PDF/subsistema_social_ya yacuanquer% 2845_pag_550_kb%29.pdf Ander-Egg, E. (2005). Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad. Buenos Aires: Lumen. Arcos, J. (1996). Hacia el concepto de participación. Meridiano. N° 32, pp. 39-45. Barbero, M. & Cortés, F. (2005). Trabajo comunitario, organización y desarrollo social. Madrid, España: Alianza Editorial. Barnard, Chester. (1959). Las funciones de los elementos dirigentes. Madrid, España: Editorial Instituto de Estudios Políticos. Bauman, Z. (2002). Modernidad líquida. México: Fondo de Cultura Económica. Caballero, M. & Yordi, M. (2009) El desarrollo social y el trabajo comunitario: Teoría, metodología y prácticas cubanas. Camagüey: Editorial Ácana. 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Pero los sentimientos se vuelven sorprendentemente fríos si se escatiman tanto (al fin y al cabo no hay provisión que no se acabe). Gracias a Dios todo pasa deprisa, la pena incluso; también el amor. ¿Dónde están las lágrimas de anoche? ¿Dónde la nieve del año pasado? Bertolt Brecht - Canción de la Prostituta Recibido: 09/12/14 Aprobado: 25/02/15 1 El artículo es producto de la investigación realizada con dos profesionales universitarias de la ciudad de Pasto, inmersas en la prostitución como el medio para su profesionalización. 2 Estudiante del Programa de Sociología de la Universidad de Nariño. Participante del Diplomado en Intervención Social, ofrecido por el Departamento de Sociología de la misma universidad. Contacto: vanessa.0108@hotmail.com DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 185 RESUMEN El artículo muestra la cara no visible de la prostitución en los sectores universitarios de la ciudad de Pasto; pretende evidenciar en qué momento el mercado sexual se convierte en una vía con la que se auxilian las estudiantes para su titulación profesional. Como metodología, se acogió el enfoque cualitativo, con un marco interpretativo etnográfico, y se utilizó la herramienta de historias de vida. Se indaga sobre prostitutas, estudiantes inmersas en la vida licenciosa que, al valerse del resaltar atributos femeninos, buscan medios económicos para ascender en la escala profesional y social, con lo que se revela la dinámica cotidiana de combinar actividades adversas, que se complementan en la construcción del bienestar social y la dignificación de sus vidas. En conclusión, se necesita efectuar una intervención social para reproducir estos proyectos de vida y buscar alternativas de sobrevivencia que dignifiquen a las personas. Palabras clave: capital cultural, capital social, estudiantes universitarias, movilidad social, prostitución. UNIVERSITY IN THE MARKET SEX IN THE CITY OF GRASS ABSTRACT The article shows the not visible face of prostitution in the city of Pasto University sectors. It aims to reveal when the sexual market becomes in a way with which the students help to their professional qualification. Methodology the qualitative approach with an ethnographic interpretation framework is welcomed and used the tool’s life stories. It inquires about the prostitutes students immersed in the licentious life seeking using emphasize feminine attributes, economic means to climb the ladder of professional and social, which shows the dynamic daily combine adverse activities which complement each other in the construction of social welfare and the dignity of their lives. In conclusion, it is necessary to make social intervention to reproduce these life projects and seek alternatives for survival that dignify people. Key words: cultural capital, social capital, University students, social mobility, prostitution. 186 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO INTRODUCCIÓN Este artículo muestra la prostitución como un factor que no pretende validarse en la investigación, pero se constituye en un factor influyente para la profesionalización de mujeres que desarrollan esta actividad para cambiar su posición social, económica y cultural dentro de la sociedad. Durante el estudio, se examinó cómo la prostitución puede convertirse en un puente directo de movilización social y, de esta manera, comprender la dicotomía entre prostitución y academia, que si bien son mundos paralelos, articulados no solo podrán satisfacerse algunas de las necesidades básicas, sino su profesionalización, como proyecto de vida, será el mecanismo para enfrentarse a los retos de la globalización. Para el desarrollo del artículo, en primera instancia se contextualiza el fenómeno de la prostitución como una antesala al análisis del fenómeno; en seguida, se muestra la metodología y los resultados alcanzados en la investigación con una mirada desde la intervención social con miras al desarrollo de actividades adversas a la prostitución; finalmente, se presentan unas conclusiones, que podrán tenerse en cuenta en la medida en que se adopten estrategias efectivas hacia el desarrollo de prácticas homogéneas en pro de la equidad de género. 1. ALGUNOS ANTECEDENTES DE LA PROSTITUCIÓN Colombia, al igual que los países latinoamericanos, atraviesa por problemas sociales que aumentan cada año, y la pobreza es uno de los principales causantes del subdesarrollo, donde el capitalismo ha enmarcado y mejorar la calidad de vida es casi imposible. Ahora bien, es evidente que la pobreza aqueja en mayor proporción al género femenino; según Salazar (2014), entre los 20 y 59 años de edad, en un 30%, muestra tasas de desempleo superiores al 11,6%, índice que reafirma la dificultad de acceder a un trabajo formal. Incluso el conflicto armado, el desplazamiento forzado y la migración del campo a la ciudad, han desencadenado grandes transformaciones sociales, económicas, pero, sobre todo, culturales. Lo que tradicionalmente hacía parte de su cotidianidad, la ciudad y las dinámicas en torno a la modernidad, fragmentaron los estilos de vida, en especial en su quehacer, en el que se compite, en DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 187 un mercado laboral informal, unos aceptados por la sociedad y otros juzgados, porque desde la moral son ilegítimos. Entre ellos, está la prostitución, un fenómeno que se ha estudiado desde las diferentes áreas de las Ciencias sociales y humanas, donde se exaltan las condiciones sociales, económicas y familiares, al igual que el entorno, el contexto y las causas que la producen; incluso, se denigra la actividad sin ahondar en el tema; por lo tanto, el artículo muestra un campo poco estudiado, el de la prostitución, como un medio de profesionalización que contribuye a la movilidad social. En general, las jóvenes inmersas en la prostitución se desarrollan en un contexto con presencia de desempleo, violencia intrafamiliar, ausencia de figuras tanto maternas como paternas, embarazos no deseados, deserción escolar y los múltiples problemas que atraviesa cualquier colombiano de a pie. Por lo tanto, aunque la prostitución no fuese la mejor opción de vida, para algunas mujeres es la única elección para no caer en la inopia. En este contexto, el capital cultural mínimo adquirido no les permitirá acceder a ciertos espacios determinados de la sociedad; sin embargo, la educación será la única herramienta capaz de movilizar masas y contribuir al desarrollo sostenible de la región; por ello, “la educación representa un mecanismo de reproducción y perpetuación que se encuentra en todas las culturas y grupos sociales, a través de la cual se asegura la cohesión o unidad social, económica y política” (Castillo, 2012, p. 80), como fin último del ser humano. Aunque es inusual que las prostitutas emprendan una carrera universitaria, actualmente se constituye no solo en una fuente de empleo, sino, también, de superación personal. Al ingresar a la universidad, la persona adquiere nuevos habitus3, un conjunto de aprendizajes necesarios y determinantes a la hora de enfrentarse a las necesidades y ofertas de la sociedad. 3 Al respecto, Criado (2009) dice: “Conjunto de esquemas generativos a partir de los cuales los sujetos perciben el mundo y actúan en él. Estos esquemas generativos están socialmente estructurados: han sido conformados a lo largo de la historia de cada sujeto y suponen la interiorización de la estructura social, del campo concreto de relaciones sociales en el que el agente social se ha conformado como tal. Pero al mismo tiempo son estructurantes: son las estructuras a partir de las cuales se producen los pensamientos, percepciones y acciones del agente”. 188 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO Estos escenarios descritos muestran características, de acuerdo a la actividad que realizan en determinado momento: por un lado, en los centros nocturnos, donde se ejerce la prostitución, las jóvenes deben mostrar sus atributos físicos, poner en juego la seducción y “atrapar” a los clientes que puedan pagar por los servicios; además, deben cumplir con las reglas y condiciones que el propietario del establecimiento ha convenido con la prostituta, al asignarle el pago de cierto porcentaje por el consumo de bebidas embriagantes dentro del lugar, el uso de la habitación donde se concreta el acto sexual y la compra obligatoria de métodos de protección. Del mismo modo, las sancionarán si los servicios se prestan fuera del club nocturno, por lo que el propietario evade cualquier tipo de responsabilidad; por otro lado, la vida universitaria les otorga a estas mujeres conocimientos que, puestos en práctica, responderán no solo a las necesidades básicas sino también las suntuarias, producto de las inconformidades que el mundo moderno y consumista le ha incorporado a la sociedad. Antes de ahondar en el tema, es importante considerar el fenómeno de la prostitución como un fenómeno que tiene sus orígenes desde el tercer milenio antes de Cristo: “florece bajo las formas más diversas de la civilización y se transforma cada vez más y más en descarada prostitución” (Engels, 1977, p. 84). Inicialmente no se ve como un negocio, sino como un símbolo religioso y cultural para Babilonia, donde las jóvenes vírgenes debían tener sexo con peregrinos y extranjeros en honor a la diosa Astarté por lo menos una vez en su vida. En Grecia, Roma y Egipto, la prostitución no se alejaba mucho de estas características; la actividad punitiva la ejercían mujeres influyentes y con cierto status social. Con el tiempo, durante la Edad Media: A pesar de las continuas denuncias sobre el sexo, y las mujeres que vendían su cuerpo, los moralistas poco a poco llegaron a admitir que las prostitutas tenían el derecho a quedarse con el dinero que ganaban con su ilícito oficio (Wade, 1988, p. 248). Y, más aún, cuando la prostitución pasa de la merced de la iglesia a la del Estado; sin embargo, al extenderse el fenómeno por toda Europa, se difunden también las enfermedades de transmisión sexual que denigran poco a poco la condición de la prostituta y la ponen al margen de lo moral. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 189 En 1935, Colombia, y específicamente la ciudad de Pasto, ya vivían el fenómeno de la prostitución y era común observar a las mujeres al pie de los hoteles de baja categoría y dudosa reputación, ubicados anteriormente en el antiguo terminal de transporte, en la calle 19 y el sector conocido como “El churo” y la “calle mocha”. A la presencia de la prostitución se sumaban fenómenos como el rebusque, la distribución y el consumo de drogas, para constituirse así, como lo dicen Cerón & Ramos (2010), en el foco de enfermedades de transmisión sexual que afectan la salud pública, al igual que el entorno de asesinatos, nacimientos y abortos exagerados, provenientes de esta actividad. Hoy, a partir de la reubicación del terminal de transporte hacia el sur oriente de la ciudad, se han configurado nuevas zona de tolerancia en diferentes puntos de la ciudad y, paralelamente a ello, entornos críticos de inseguridad, microtráfico, riñas callejeras, expendio y consumo de sustancias sicoactivas. Cabe mencionar que la prostitución callejera no es frecuente, pero sí la que se ejerce voluntariamente en los clubes nocturnos, donde el administrador establece reglas para ejercer el trabajo sexual. En la actualidad, la prostitución ha evolucionado en su significado y en las formas como se ejerce4; la ciudad, en un principio con características rurales y tradicionales, empieza sus transformaciones hacia la modernidad, se transforma la cultura y se adquieren nuevos roles, que las nuevas economías modernas le incluyen a la sociedad. Las prostitutas, dedicadas a la actividad sin presión, son mujeres en su mayoría procedentes de la zona cafetera, predilectas por su contextura física y carácter extrovertido, sin descartar mujeres jóvenes de la región, que oscilan entre los 20 y 34 años de edad y forman parte de las 50.000 en el mundo de la 4 Las formas como se ejerce la prostitución obedecen a unos tipos y una estratificación, como, por ejemplo: la prostitución callejera, donde la prostituta muestra sus atributos en lugares públicos y presta sus servicios no por más de 15 minutos; la prostitución en clubs nocturnos, en cambio, se da exclusivamente dentro del establecimiento; el propietario percibe cierto porcentaje por el consumo y la habitación dispuesta para el acto sexual; por último, se encuentra una prostitución tipo scort, donde, por medio de agencias, se disponen citas con determinadas personas que puedan pagar por los servicios; sin embargo, dentro del mercado sexual existen muchos más que incurren en la ilegalidad, como lo son la prostitución cibernética, la trata de blancas y, la más grave de todas, la prostitución infantil. 190 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO trata de blancas en Colombia, donde, según Salazar (2014), el 96% pertenecen a sectores populares, con ínfimas condiciones de bienestar. Aunque la ciudad es el escenario donde se pone en acción la prostitución, no es, en cambio, el lugar de origen de las prostitutas, que suelen ser predominantemente de extracción rural ya que la falta de oportunidades laborales de las poblaciones pequeñas, sobre todo para las mujeres, presiona a la emigración hacia los centros urbanos, donde las posibilidades de ganarse la vida son mayores, aunque no todos los trabajos cuentan con prestigio y aceptación social. (Juliano, 2002, p. 110) Hoy por hoy, la prostitución se presenta en todas las sociedades y se relaciona directamente “con la desarticulación de pequeñas comunidades, el desarrollo de grandes áreas urbanas y la comercialización de las relaciones sociales” (Giddens, 1998, p. 154), un contexto donde no se encuentran los suficientes espacios laborales, educativos, políticos y sociales para pensar en actividades adversas a la prostitución. De este modo, con las nuevas necesidades del mundo moderno y globalizante, la prostitución no es más que las “relaciones sexuales que mantiene una persona a cambio de dinero” (Romi, 2006, p. 13), en que, también es cierto, por otro lado, existen mujeres que realizan esta actividad para ascender a la escala profesional y económica, con la convicción de mejorar su calidad de vida y abrirse paso en la sociedad. En el mismo sentido, tiene cabida aquello que, según el sexólogo Iwan Blosh (citado en Josef Rattner, 2002, p.191) significa la prostitución: Es una determinada forma de comercio sexual extraconyugal, caracterizado por el hecho que el individuo que se prostituye se entrega más o menos indiscriminadamente a muchas personas indeterminadas de manera continua, pública y notoria, rara vez sin pago, la mayor parte de las veces en la forma de venalidad profesional, para practicar el coito u otras actividades sexuales o bien para proporcionarles cualesquiera otras excitaciones o satisfacciones sexuales, a la que provoca, y que a consecuencia de esta lujuria profesionalizada adquiere un determinado tipo constante. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 191 Esto conlleva un trabajo más allá del acto sexual, pues, si está en medio la búsqueda de su bienestar, su cuerpo, su belleza y la inteligencia son las mejores armas para la adquisición de ingresos suficientes para su profesionalización: “Una niña linda y dispuesta a putearse podía conseguir en un instante lo mismo o más que un abogado, un médico, un científico o un administrador de empresas” (Bolívar, 2012, p. 78). Sin embargo, es poco frecuente que la prostitución estimule a las mujeres al aprovechamiento de su cuerpo para estos fines, pues ocurre lo contrario: en su gran mayoría, las mujeres que ejercen la prostitución lo hacen con el fin de solventar las necesidades económicas familiares inmediatas, debido al contexto de pobreza donde se han movido toda su vida y a fenómenos tales como la violencia intrafamiliar, la deserción escolar y los embarazos no deseados, problemáticas que no les permitieron otro tipo de vida más que la prostitución, como la mejor opción de mejorar sus condiciones de vida. Y “el compartir estas pautas de valores comunes, conlleva un sentido de responsabilidad para el cumplimiento de las obligaciones, creándose por ello una solidaridad entre aquellas que se encuentran mutuamente orientadas hacia los valores comunes” (Parsons, 1966, p. 48). En este orden de ideas, los roles de las mujeres, en el fenómeno de la prostitución, se acomodan a esa realidad inmediata y precaria, pero, de una u otra forma, han encontrado en su cuerpo la alternativa inmediata de construir un proyecto de vida adverso en ese mundo nocturno, donde “la admiración por una adquisición profesional competente es también, en un aspecto, una pauta de simbolismo expresivo institucionalizado en el que se institucionaliza el mismo profesional” (p. 367) Por lo tanto, “a cada clase de posiciones el habitus, que es el producto de condicionamientos sociales asociados a la condición correspondiente, hace corresponder un conjunto sistemático de bienes y de propiedades, unidos entre ellos por una afinidad de estilo” (Bourdieu, 2008, p. 33), que se condensa en la educación capaz de renovar el capital cultural y, por ende, social. 192 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 2. METODOLOGÍA La investigación permitió conocer a dos prostitutas universitarias, por medio de historias de vida, cuyo común denominador se relaciona con las deficiencias económicas para emprender estudios profesionales. Tania —ex prostituta— que en la actualidad es médica, empezó a prostituirse desde los 18 años y ejerció hasta el momento cuando terminó su carrera, a los 26 años; se desarrolló en un ambiente rural del Valle del Cauca, proveniente de una familia tradicional, donde el campo era la única fuente de ingresos, pero que con la ausencia del padre, las responsabilidades se hicieron mayores y el rebusque fue la única opción; sin embargo, al migrar a la ciudad, las dinámicas cambiaron y adquirir bienestar social implica muchos esfuerzos; por tanto, la desesperación económica es una de las causas de la prostitución y fue lo que le pasó a Tania, una mujer a la que no se le presentaron las suficientes oportunidades y la obtención de un trabajo bien remunerado para convertirse en médica. Por otro lado, está Johana, una joven de 22 años, que cursa séptimo semestre de Contaduría pública; se vinculó al mundo de la prostitución desde los 16 años; se desarrolló en un contexto de miseria, su madre murió por un aborto inducido y quedó huérfana a los 15 años a cargo de su padre paralítico y su hermano de 6 años, a merced de la calle y de vicios que consumió durante algunos años; la falta de dinero para cubrir las necesidades básicas hizo que su padre la prostituyera y viera en ella la salida a sus problemas. Sin embargo, Johana reconoció que no toda la vida iba a vivir de su cuerpo y que debía buscar una opción de vida mucho más tranquila y sin exponerse a los peligros de la noche, por lo que decide terminar sus estudios secundarios y empezar los profesionales, sin dejar la prostitución, que es la única actividad que le permitía pagarlos, además de contribuir al sostenimiento de su familia. Los contextos descritos anteriormente muestran las causas de la prostitución como medio; por lo tanto, no se puede juzgar a estas mujeres por la actividad que realizan; lo contrario, reconocer las consecuencias positivas que se derivan que podrían, incluso, consolidarse en proyectos positivos que las dignifiquen. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 193 Este artículo muestra el contexto de la prostitución en la Ciudad de Pasto, a partir de las historias de vida de Johana y Tania, que ingresaron al mercado del sexo para su superación profesional y han combinado esta vida del mundo con la academia; además, se establece desde la mirada sociológica cómo es posible la intervención social para la búsqueda del bienestar social de mujeres que le apostaron a la profesionalización como vía idónea para cambiar sus condiciones de vida y lograr una movilidad social. 3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Al caer la tarde, las damas de la noche salen a engalanar la calle, una calle dinámica, donde el claro y el oscuro se mezclan, donde el peligro se convierte en la sombra de cada transeúnte. Cigarro, trago, comida, yerba y perfume hacen una mezcla característica de ese ir y devenir nocturno. La función empieza ya entrada la noche, las putas se ponen sus máscaras y cada acto es de sabores diferentes: “Yo generalmente salgo a las 9, donde ya toda la gente está durmiendo, creo y la Avenida empieza a despertar” (testimonio de Johana, 2014). El campus de la prostituta solo requiere algo de astucia para diagnosticar al mejor cliente; se pone en juego la sensualidad, se negocia el servicio y termina en el acto sexual. Las cualidades “hacia la industria sexual varían ampliamente, pero la mayoría de las mujeres indica que ellas han establecido ciertos límites en su trabajo e insisten en prácticas específicas que les permiten establecer una zona de confort dentro de su profesión” (Castillo, 2010, p. 246), que permite la evasión de problemáticas contra la mujer. Los roles de estas damas de la noche se disfrazan y se refugian en ese frío que se diluye con el calor de un cliente que busca sus servicios. No existe atracción; el amor desaparece, no existe. El alcohol ayuda a sobrellevar el encuentro, un encuentro largo y a la vez corto, lleno de seducción, pasión y mentiras, que empiezan con una trama seductiva y terminan en la cama ante la promesa de una buena suma de dinero al pie de la almohada. Para el levante, yo siempre me pongo sexi y utilizo pantalones de marca y zapatos bacanos, para que miren que estoy bien linda; empiezo con un “mi amor”, porque a ellos les gusta que se los trate bien; entre más 194 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO zalamera sea es mejor, ser lanzada pero no sobreactuada. Y a mis clientes les gusta como soy; cuando ya estamos en la mesa, pedimos lo que el cliente quiera tomar y lo acompañamos, bailamos y hay que coquetearlo y calentarlo; después ellos dicen que ¿cuánto cobra?; una da la tarifa y ya está. (Testimonio de Johana, 2014) “En este caso la imagen corporal cumple a su vez una importante función comunicativa” (Juliano, 2002, p. 79), lo que no va a ocurrir en el campus universitario, donde se antepone el conocimiento antes que la belleza física y lo que se pueda conseguir con ello. Ese dinero fácil no es tan fácil; el cuerpo es un instrumento. El ritual sexual es necesario para alcanzar las estrellas. Acaba la noche y la claridad que paulatinamente llega no deja tiempo de cerrar los ojos. Después, a las puertas de la Universidad, en medio de la razón, la amnesia emerge y resurge un nuevo ser. Cuando llego, a nadie le importa cómo voy vestida, si voy maquillada, es lo de menos, aunque sí me arreglo, lo normal; no exagero, si no ya hablan. Voy a lo que voy y así me he mantenido, con un perfil bajo, sin que tenga que hablar de mi vida privada. Hay que concentrarse; si no ¿pa’ qué? (Testimonio de Johana, 2014). Los proyectos de vida consolidados por estas mujeres han permitido que su cuerpo sea el instrumento que busca únicamente el cumplimiento de ese proyecto y el acceso a la educación profesional, transformado así el capital social burdo que antes las caracterizaba y que, de una u otra forma, se han dado cuenta que el “capital universitario se obtiene y se mantiene a través de la ocupación de posiciones que permite dominar otras posiciones y a sus ocupantes” (Bourdieu, 2012, p. 114). Los compañeros fueron muy especiales, me ayudaron mucho; era tenaz estudiar medicina y, a la vez, trabajar de noche; no me quedaba tiempo, pero todo es cuestión de disciplina; casi tiro la toalla, pero mi mami fue el motor y yo quería cambiar de vida también. Cumplí mis sueños y hacer de puta me dio la plata que necesitaba (Testimonio de Tania, 2014). Entonces, es válido, sólo para este contexto, que la prostitución fuese el mecanismo inmediato de movilidad social, en la medida en que se DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 195 complementa su respectivo accionar y, de otro lado, la vida académica les “permite mantener e incrementar la ideología, los sistemas de valores y la conciencia” (Zuleta, 2011, p. 114), que son las características que se deben alcanzar y prepararse para competir en esta sociedad de consumo. Desde luego, “no pensamos el progreso en el contexto de elevar nuestro status, sino en el de evitar el fracaso” (Bauman, 2013, p. 27). Ahí van Johana y Tania. La trivial y la culta son una sola persona, encerradas en dos mundos, en dos historias: no existe la una sin la otra, pero es ese mundo universal, de pensamientos y contrastes, donde Johana se desvanece y posiblemente tiende a extinguirse, pero renace en una Tania que antepone la razón a la pasión. No me avergüenzo, porque por algo estoy estudiando; no me gustaría que me juzguen y me digan lo de siempre y me recriminen por algo que me tocó, pero que, al fin de cuentas, sé que un día voy a terminar con esto y voy hacer cosas que cuando inicié esta vida no lo imaginé (Testimonio de Johana, 2014). Aspectos que reafirma Bourdieu (2012), cuando señala que: Algunos individuos consiguen liberarse tan completamente de las posiciones que les son asignadas en el espacio social que podían aprehender ese espacio como un todo y transmitir su visión a aquellos que todavía están prisioneros de la estructura. (p. 47). En consecuencia, estas mujeres le han sacado provecho a su cuerpo y belleza con el fin único de ser profesionales y mejores de lo que eran; han sobrepuesto su educación antes que su trabajo y se articula a lo que considera Parsons (1966) respecto a que estas acciones deben motivarse con un fin específico, ya que ningún actor realiza su trabajo sin ninguna retribución y sin conseguir algún tipo de beneficios, lo que combinado con “la acción pedagógica tiene, pues, una eficacia diferenciada en función de las diferentes caracterizaciones culturales preexistentes de los sujetos y que son de naturaleza social” (Bourdieu & Passeron, 1979, p. 17) y cultural. 196 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 4. INTERVENCIÓN SOCIAL EN LA PROSTITUCIÓN Ante todo este proceso y el bagaje cultural que el fenómeno de la prostitución genera, se debe señalar que hace unos años en Colombia se veía en esta actividad un hacer inmoral, que iba en contra de los parámetros culturales y tradicionales que desde la infancia se habían inculcado; sin embargo, hoy, el ejercicio de la prostitución se lo ha llevado a lo público y sin el remordimiento de que quienes lo ejercen puedan ser reconocidas, o no, se “observa… la idea de que se ha alcanzado un consenso, es cuestionable, dado que ésta sugiere que ahora conocemos y estamos de acuerdo…, pero que, en realidad, ni sabemos ni estamos de acuerdo” (Edo, 2002, p. 6), y esto hace parte de la modernidad donde “el precio de la satisfacción que produce suele considerarse excesivo e inaceptable” (p. 9), pero que la sociedad valida, pues ha empezado a ver este fenómeno y muchos más como “normales” y se ven, dentro de la idea del desarrollo, como libertad y, a la vez, como necesidad. De esta manera, se conoce que la prostitución es ya una condición social, que algunas mujeres acogieron como forma de vida y a otras la situación las obligó, pero si bien o mal prestan un servicio y algunos pagan por ello, entonces no se puede juzgar, estar a favor o en contra, ya que “para nosotros, habitantes del mundo moderno líquido, que aborrece todo lo sólido y durable, todo lo que no sirve para el uso instantáneo y que implica esfuerzos sin límite, esa perspectiva supera toda capacidad y voluntad de negociación” (p. 9) y, además, como lo señala Valeria (2009), el sistema social no debe acceder a validar ciertas desviaciones como amenazas, sino como oportunidades que no desafíen la integridad personal y social. Cuando se piensa de esta manera, se logran cambios; las nuevas sociedades deben dar cuenta respecto a que lo fundamental es invertir en el capital humano como sinónimo de productividad, articulado de continuo con la protección y prevención de los aspectos sociales. La enseñanza y la preparación profesional deben hacer posibles cada vez a mayor número de personas el que encuentren su alegría y su autorrealización en el trabajo y la profesión, una profesión u oficio al que se estima y se requiere es uno de los factores para mantener la salud psíquica. (Rattner, 2002, p. 213) DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 197 Por lo tanto, esto implica no estigmatizar a las “prostitutas” por su rol dentro de la sociedad, sino darle importancia a los fenómenos positivos que florecen dentro del quehacer de la actividad, pues, desde una perspectiva sociológica, se pueden implementar estrategias eficaces, capaces de contribuir a la búsqueda de la sociedad sostenible, sobre la que habla Bauman; por tanto, esa sociedad líquida, de la que se está permeados constantemente, resulta en que ya “nadie se tapa los ojos y los oídos, las familias miran y escuchan con atención, demasiado dispuestos a corregir sus hábitos y prestas a devolver el afecto y el amor con la misma moneda” (Bauman, 2006, p. 50); así, se rompen los esquemas de la sociedad estática e irrumpe en un contexto lleno de paradigmas, donde fenómenos como la prostitución tienen cabida dentro de la sociedad y hoy se torna poco importante. Primordialmente, el objetivo es trabajar desde adentro y desde las bases (con las prostitutas), con poblaciones con características definidas, que podrán más fácilmente identificar las fallas de esta sociedad de consumo y señalar las oportunidades desiguales, para buscar esas mejoras a los encadenamientos sociales, de los que habla Ocampo (2001): El progreso social puede concebirse como el producto de tres factores básicos: una política social de largo plazo, destinada a incrementar la equidad y garantizar la inclusión; un crecimiento económico que genere un volumen adecuado de empleos de calidad, y una reducción de la heterogeneidad estructural de los sectores productivos que reduzca las brechas productivas entre distintas actividades económicas y distintos agentes. (p. 7) Es posible, dentro del fenómeno de la prostitución, la movilización social, ya que se pueden hacer reproducciones efectivas con mujeres que están en la misma condición y vincularlas a espacios de formación óptimos, con miras a su reivindicación dentro de la sociedad que las ha marginado a lo largo de la historia: “mientras tanto ha debido quedar claro que la eliminación de la prostitución solo puede ser obra de un cambio en la educación y una modificación de las condiciones sociales” (Rattner, 2002, p. 213). 198 DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 5. CONCLUSIONES No se pretende validar el ejercicio de la prostitución como medio de ascenso social y cultural, dadas las connotaciones morales, éticas y de salud que debe asumir cada persona en su vida, pero se debe entender la nueva complejidad social en la que cada individuo busca mejorar su calidad de vida, pues las condiciones no se presentan para todos de la misma manera. Se debe reconocer que las mujeres, dentro de la prostitución tanto legal como ilegal, son una población marginada, con mínimas oportunidades de salir adelante; por lo tanto, es equivocado criticar la actividad, que no es más que una causa, producto de factores sociales más estructurales, como la pobreza, y pensar en erradicarla es parte de los objetivos del milenio. El salario mínimo de los colombianos es cuestionable, pues no es suficiente para solventar ciertas necesidades básicas, y menos si realizan actividades con sueldos que están por debajo del mínimo. Por tanto, la profesionalización se convierte en una necesidad de lujo para los que no la pueden pagar, vuelve vulnerable a una población joven con una toma de decisiones no muy acertadas y bien vistas por una sociedad tradicional y de valores muy arraigados. Por otra parte, el acceso a la educación se restringe; las y los jóvenes entusiastas por seguir una carrera profesional no la pueden pagar por los costos que las universidades privadas establecen; sin embargo, el mercado del sexo es el segundo, seguido de la venta de ilícitos, que genera grandes ganancias, que no solo pueden solventar necesidades básicas sino también suntuarias. Generalmente, la población que se prostituye no piensa en realizar actividades adversas; sin embargo, las condiciones y la competencia laboral difícil se convierten en el obstáculo principal para quedar atrapado en este mundo de grandes riesgos. No se puede pensar en erradicar la prostitución, primeramente porque ha estado presente desde hace mucho en la Historia; sin embargo, una forma de contrarrestar el fenómeno sería la legalización como alternativa única de contrarrestar problemáticas como enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados y abortos; además, se puede evitar la ilegalidad que se percibe en torno al mercado sexual. DEPARTAMENTO DE DE REVISTA SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE DE NARIÑO UNIVERSIDAD NARIÑO 199 FUENTES Primarias Johana. (2014) Entrevista de V. Rosero. [Cinta de audio]. Universitarias en el Mercado Sexual de la Ciudad de Pasto. Tania. (2014) Entrevista de V. Rosero. [Cinta de audio]. Universitarias en el Mercado Sexual de la Ciudad de Pasto. Referencias Bauman, Z. (2006). Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos. Buenos Aires: Fondo de cultura Económica. Bauman, Z. & Keith, T. (2001). La ambivalencia de la modernidad y otras conversaciones. 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